¿Pueden nuestros desechos construir, en vez de desechar?
Actualmente el estilo de vida del ser humano, se basa en prácticas herederas de la
revolución industrial, donde existe la mentalidad de que todo es usar y desechar, la naturaleza es un bien y pertenece a la humanidad para hacer y deshacer con libre albedrío lo que se nos dé la gana con ella, reina el consumismo y el gasto en vez de la empatía, y nos hacemos los ciegos ante que la tierra es finita y sus recursos son limitados. Todo esto conlleva a un desarrollo insostenible de la vida cotidiana, ya que estamos satisfaciendo nuestras necesidades presentes sin pensar en el futuro, es decir, con nuestro actuar estamos comprometiendo la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades. Si todo sigue esta línea habrá consecuencias medioambientales irreversibles y preocupantes para los habitantes del planeta, como el incremento del nivel del mar y de la temperatura; inundación de zonas costeras; pérdida de biodiversidad y especies; y el agotamiento de los recursos básicos. Ante la gran crisis que nos envuelve como planeta es necesaria una solución definitiva que logre un cambio social masivo, es primordial “que la sociedad consuma de otra forma, que entienda que los recursos son limitados” según Vieites; es decir que se comprenda que la tierra es finita, los recursos son limitados y no le pertenecen a la humanidad. Pero ¿está todo perdido? ¿cómo se logra ese cambio? La respuesta a esto recae en la economía circular y la implementación de esta a nivel mundial. La economía circular toma el ejemplo de la naturaleza donde nada se desperdicia y todo se reutiliza, esta deja atrás el proceso de producción y consumo lineal -donde los productos se diseñan para utilizados, consumidos y desechados con un único ciclo de vida- suplantándolo por un sistema sostenible de aprovechamiento de los recursos. Ante el contexto expuesto, la implementación de una economía circular luce atractiva, puesto que se maximizaría la reutilización de productos y materias primas, siendo beneficioso para el medio ambiente, ya que al producir menos disminuiría significativamente la cantidad de desechos, emanación de gases y sustancias nocivas; también sería ventajoso para sociedad, en vista de que se cambiaría el estilo de vida actual por uno más prometedor, sustentable y ecofriendly; además este supondría también benéfico para las empresas, debido a que se reducen los costos operativos, se mejora el acceso a capital, mejora la gestión de riesgo, y mejora su imagen y reputación. Si bien esta estrategia económica ya se encuentra en uso en algunos servicios como Winnow o DyeCoo, la economía circular tiene una visión más amplia y requiere de un enfoque que vaya más allá de proyectos individuales o empresas independientes, se necesita de un sistema en el que todas las empresas, instituciones, personas, gobiernos, etc, se unan y al momento producir se utilicen como material o fuente de energía los desechos de la otra sucesivamente cerrando finalmente el círculo. Mientras esto no ocurra y se siga la implementación individual de esta estrategia, no habrá frutos. Y para que esto ocurra es necesaria la elaboración de políticas públicas, para incentivar la colaboración de gobiernos y empresas entre sí, ya que una política pública tiene la capacidad de nivelar esto, a través de requisitos y forzamientos para realizar ciertas acciones, como por ejemplo establecimiento de estándares de eficiencia y límite de recursos, o imposición de impuestos efectivos, etc. Además, esta economía debe cruzar 3 importantes barreras más: En primer lugar, la aceptación cultural, debido a que se produce una falta de conciencia ambiental, ya que la ausencia de información por parte de los proveedores hacia los clientes, respecto a las materias y recursos utilizados, y beneficios de este proceso, causa que no haya una necesidad de reducir nuestro consumo o reutilizar, recuperar y reciclar productos, siéndonos más cómodo solo desecharlos y reemplazarlos por uno nuevo. Por otro lado, para hacer funcionar este sistema se necesita de financiación pública para innovar en nuevos modelos “verdes”. Y como último obstáculo para la economía circular es la falta de competencia, conocimientos y habilidades para innovar en este modelo, ya que no todos los trabajadores cuentan con los recursos y experiencias para llevar a cabo la inversión, lo que causaría lentitud en el desarrollo y expansión de esta estrategia. ¿Deberíamos perder las esperanzas, y conformarnos con el sistema actual de usar y tirar? A pesar de las dificultades de esta estrategia, sigue siendo prometedora y de suma relevancia, por lo que, con la adecuada formación, educación y concientización, se puede lograr un cambio social masivo, con el fin de lograr un funcionamiento económico sustentable y amigable con el planeta. Dando término a mi ensayo, al unir todas las ideas, sobre beneficios, dificultades y relevancia de la implementación de este sistema por sobre el sistema lineal actual, pude llegar a la conclusión que, si repensamos y rediseñamos los productos, materiales, recursos y empaquetado de los productos, se adoptaría una cultura de usar, devolver y renovar, donde seríamos consientes de que los recursos de hoy son útiles para el mañana y para las generaciones futuras. Hoy en día somos pobres en recursos y ricos en basura, no obstante, si todo esto que estamos fuse diseñado para volver a utilizarse para diversos usos, aumentaría la cantidad de recursos para elaborar productos, dándole una esperanza a cada uno de los habitantes del planeta. Para lograr este gran cambio es necesaria la unión, educación y concientización respecto al tema, por lo que es indispensable la creación de políticas públicas y compromiso por parte de las empresas y el estado. En vez de crear pequeños círculos, líneas o semicírculos, hay que crear grandes, comprometidos y eficientes círculos. Como pocas veces ocurre este es un tema que lamentablemente todos compartimos y no afectará solo a los de las generaciones presentes. Tenemos una herramienta para entendernos en este tema y actuar, ¿desaprovecharemos la oportunidad?