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El documento argumenta que los símbolos pueden conducir al conocimiento profundo de lo sagrado. Explica que los símbolos, como el lenguaje y la liturgia religiosa, buscan representar lo sagrado de una manera que no conceptualiza sino que vincula experiencias con intuiciones subjetivas. También señala que los símbolos, aunque no encierran todo el misterio de lo sagrado, son mediaciones que acercan al ser humano a esa realidad sobrenatural. Finalmente, afirma que los símbolos ayudan a aproximarse a lo indef
El documento argumenta que los símbolos pueden conducir al conocimiento profundo de lo sagrado. Explica que los símbolos, como el lenguaje y la liturgia religiosa, buscan representar lo sagrado de una manera que no conceptualiza sino que vincula experiencias con intuiciones subjetivas. También señala que los símbolos, aunque no encierran todo el misterio de lo sagrado, son mediaciones que acercan al ser humano a esa realidad sobrenatural. Finalmente, afirma que los símbolos ayudan a aproximarse a lo indef
El documento argumenta que los símbolos pueden conducir al conocimiento profundo de lo sagrado. Explica que los símbolos, como el lenguaje y la liturgia religiosa, buscan representar lo sagrado de una manera que no conceptualiza sino que vincula experiencias con intuiciones subjetivas. También señala que los símbolos, aunque no encierran todo el misterio de lo sagrado, son mediaciones que acercan al ser humano a esa realidad sobrenatural. Finalmente, afirma que los símbolos ayudan a aproximarse a lo indef
Ricardo Silva Núñez III semestre ¿Un símbolo puede llevar verdaderamente al conocimiento profundo de lo sagrado? A la pregunta de si un símbolo puede llevar al conocimiento profundo de lo sagrado la respuesta es sí, debemos analizar, detenidamente que lo simbólico es un puente una manera de conducirnos a lo sagrado, las antiguas culturas se valían de los símbolos para acercar al hombre a esa hierofanía Y en ese orden de ideas el símbolo primordial en esas culturas es el lenguaje: El lenguaje utilizado al hacer referencia a lo sagrado, dista de ser una construcción, sino que es una emanación que busca, no conceptualizar, sino representar como si se tratara de un ritual, por esta razón se le debe considerar como símbolo, porque busca no señalar un acontecimiento objetivo, sino ligar una experiencia con una intuición subjetiva.1 El símbolo es una mediación para el ser humano poder acercarse a una realidad sobrenatural, por ende, es la manifestación de esa realidad sagrada a la que se pretende llegar, sin embargo, no encierra todo el misterio, se deja afectar por este, pero no condiciona a este. Hoy hablamos de experiencias con lo sagrado a través de los símbolos, que bien pueden ser de orden natural o sobrenatural. En las diferentes religiones encontramos diversos símbolos; en la religión cristiana católica, un símbolo prominente no deja de ser la misma liturgia, cargada de signos y símbolos: “nosotros, sin embargo, incapaces de captar su esencia, nos servimos de sonidos, nombres e imágenes, de oro batido, de plata y marfil, de plantas y ríos, de cumbres montañosas y torrentes en nuestro anhelo por conocerle […]. Si los griegos se sienten movidos a recordar a Dios por el arte de Fidias, o los egipcios a tributar culto a los animales, y si aún otros se sienten movidos a lo mismo ante un río o a la vista del fuego, no seré yo quien se lamente de estas diferencias. Lo que importa es que conozcan, que amen, que recuerden. “2 Máximo de Tiro (Siglo II d.C). Precisamente en esto radica el valor del símbolo, en que “mueve religiosamente”, no se es el mismo ante el símbolo y esto no debe ser interpretado como una idolatría, puesto que la importancia de la imagen, ícono, etc., radica en su carácter funcional y no exclusivamente intelectual. El simbolismo no puede ser racionalizado es la experiencia de lo sagrado, acerca al ser humano a lo sagrado, hoy contamos con muchos símbolos, la mezquita para el islam, el muro de las lamentaciones para los judíos o incluso los templos griegos en la antigüedad, 1 Guacaneme Juan Pablo, Orígenes y simbología de lo sagrado en el pensamiento de Rudolf Otto.P.275 2 De Tiro, Máximo siglo III d.C consagrados a los dioses; todos hablan de un afán por volar a lo sagrado, se vuelven indispensables en la vida del ser humano para evidenciar lo trascendente. El símbolo ayuda a acercarse a lo indefinible. “Por símbolo no se debe entender una forma de lenguaje religioso, sino que todo lenguaje religioso es símbolo en tanto que remite a lo indefinible, es decir, a lo sagrado. Precisamente esto es lo que constituye la “estructura” del símbolo: “Al hablar rigurosamente, el término símbolo deberá estar reservado a los símbolos que prolongan una hierofanía o constituyen ellos mismos una «revelación» indecible por otra forma mágico-religiosa”.3 “El símbolo prolonga la dialéctica de la hierofanía” Mircea Eliade : “Un símbolo apunta siempre a una realidad o a una situación que compromete la existencia humana”50. De igual forma, se puede afirmar que la interpretación de Dios debe ser coherente con la que el ser humano hace de sí mismo. En efecto, a una humanidad que se concibe a sí misma como viva, corresponde un Dios que palpita: Simbolismo no quiere decir racionalismo; al contrario, pero, en la perspectiva de una experiencia religiosa de tipo personalista, el simbolismo se confunde con el racionalismo: es “abstracto”, no tiene en cuenta a la Persona Divina, al “Dios Viviente”, con su Tremenda Majestas y su Misterio fascinan del que hablaba Rudolf Otto4. (Mircea Eliade) Bibliografía -Guacaneme Juan Pablo, Orígenes y simbología de lo sagrado en el pensamiento de Rudolf Otto, (Editorial Franciscanum, revista de las ciencias del espíritu) Bogotá,2010. -Eliade Mircea, Mitos sueños y realidad.
3 Guacaneme Juan Pablo, Orígenes y simbología de lo sagrado en el pensamiento de Rudolf Otto 291 4 Eliade, Mircea, Mitos, sueños y realidad.P.184