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Esta regulación, para nada está como un ente aparte en sus vidas, forma
parte de su cosmovisión y se integra junto con los conocimientos que pueden
adquirir en su educación. Tal es el caso de los médicos y científicos que unen su
saber académico con el religioso en su práctica diaria, y que al decir de ellos los
ayuda para una mejor comprensión del ser humano y del universo. El contacto
del creyente con dichos símbolos se realiza en el espacio cotidiano de su vida,
aunque para algunos esta se vuelve más intensa en el espacio religioso.
¿Qué es el símbolo?
Se podría resumir en una frase que encabeza un capitulo del libro de Ernest
Cassirer, Antropología filosófica: “Una clave en la naturaleza del hombre”; pero
este al estar tan presente en la vida de los seres humanos no puede ser
resumido de esa forma, por ser la existencia humana tan rica y compleja en sí y
con todo lo que se relaciona. El símbolo no escapa de esta complejidad, por lo
que a la hora de tratar de definir un concepto del mismo, se hace necesario
que primero se haga un recorrido por los momentos que lo constituyen (el
signo, la significación, y la representación) para poder llegar a su esencia.
1
Ferrater Mora. Diccionario de Filosofía .t4
2
Diccionario enciclopédico EDAF.
contener en sí distintos niveles de interpretación, puesto que un mismo símbolo
puede tener diferentes lecturas.
El símbolo es tratado como una creación del hombre en las ciencias sociales,
ya que es considerado un componente en cierta forma regente de la vida social,
que ayuda a organizar y a guiar la existencia de un individuo en particular, y de
la sociedad en la que se desarrolla. Y a pesar de ser una producción suya,
puede llegar a dominar su vida y a orientar sus acciones, más que de forma
material de forma mítica: puede asignarle un carácter supraterrenal.
Tal es el caso de las religiones de origen africano, que tuvieron que disfrazar
a sus deidades y referirse a ellas de forma simbólica, para así poder mantener
las tradiciones traídas de su tierra, que eran perseguidas por la Iglesia Católica
al ser consideradas prácticas paganas.
3
Cassire, Ernest. Antropología filosófica. Pág. 49.
4
De Lahaye, R.M. El complejo simbólico Yemaya.(Tesis de Maestría)inédita.
aditamentos referentes a la vida del monte, acompañado de sacrificios de
animales, se identifica con el Palo Monte, o si vemos un grupo de vasos con
agua y velas, se piensa en el espiritismo.
Al ser una vía por la cual se exteriorizan el pensar y sentir del hombre, ligado
a su producción espiritual, esta unido indisolublemente en su contenido a los
cambios efectuados en la sociedad donde este hombre se desarrolle. Por lo que
es muy común que estos símbolos cambien, se transformen y se adecuen a
diferentes épocas, llevando a la vez varios niveles de interpretación.
La Regla de Ocha es una religión que en los últimos años ha ganado adeptos
y, con ello, una mayor atención hacia su conformación y el estudio de la misma.
La Santería (como también se le denomina) es producto del sincretismo entre la
religión traída por los esclavos denominados yorubas o lucumís y elementos de
catolicismo español traído por las castas populares que colonizaron a Cuba.
“Entre cada uno de los objetos simbólicos existe una suerte de comunicación
y traspaso de sentido; al ser colocados en la cercanía del oricha, entre ellos se
teje una resonancia espiritual. Son objetos abiertos, incompletos, deudores de
los restantes. En ellos vive la deidad, porque cada uno de ellos la repite a su
manera. Y la repite a través del culto, en particular, del sacrificio, sin dudas una
de las formas mas activas en que el hombre se dirige a la divinidad”6.
5
Fernández Martínez, Mirta. El ashe esta en Cuba .Editorial José Martí.1998.pagina 45.
6
De Lahaye,R M. El complejo simbolico.Yemaya.(Tesis de Maestría) inédita..
En las festividades religiosas los símbolos tienen otra dimensión, cobran vida
en los cuerpos de los bailarines, en sus danzas, y su significado se hace visible
de una forma casi palpable para los religiosos que a través de los bailarines y los
posesos (caballos) se ponen en contacto de alguna manera física con los
orichas. Aunque muchos consideran este momento como el del contacto directo
entre el creyente y la deidad; este no solo se realiza en las festividades: en la
vida cotidiana del practicante todo lo que lo rodea adquiere un carácter simbólico
como elemento de tránsito entre él y la deidad.
7
En la actualidad este contenido se transmite a través de las “libretas de santo”, e incluso aparece en la
literatura especializada dedicada al tema.
8
Arce Burguera, Arisel. El mundo de los orichas .Ediciones Unión.1999. pagina 2.
enfoques y praxis, con un sentido de búsqueda perenne de lo utilitario para
resolver los problemas de la vida cotidiana del grupo”9.
9
Aguilera Patton, Pedro Pablo. Religión y arte yorubas. Editorial Ciencias Sociales, 2004.pagina 13.
10
Este número fue dado por el sabio nigeriano Wande Abimbola en una conferencia en el primer congreso
yoruba celebrado en la Habana.
imprescindible su mención cuando se habla de la manifestación religiosa que
nos ocupa.
11
En el primer semestre del año 2004, se realizó un trabajo de campo, durante el cual se entrevistó un
total de 30 santeros en varios municipios de la capital. Se utilizo la técnica de snow boll (bola de nieve), en
la que cada santero daba recomendaciones para llegar al otro santero, que no por ello coincidía a la hora
de dar sus opiniones. De la muestra obtenida 14 eran hombres y 16 mujeres; 10 eran hijos de Yemaya, 3
de Chango, 3 de Obbatala, 4 de Ochun, 2 de Ellegua, 1 de Oggun, 2 de Oya y 4 sacerdotes de Ifá.
El culto a los orichas genera en el creyente una serie de valores éticos, pues
motiva la responsabilidad, la sinceridad, el amor y la dedicación hacia ellos.
Cada iniciado debe sinceridad, obediencia y amor a su santo.
Claro que están las personas que toman estas creencias para solucionar
únicamente problemas económicos, o como una proyección para realizar
acciones que desvían de una conducta honesta; así como la creciente
mercantilización del culto por parte de practicantes que en su deseo de lucrar
tergiversan el contenido religioso12.
12
El trabajo de campo tuvo entre sus principales objetivos la evaluación de la mercantilización del culto.
con el incremento del número de sacerdotes de Ifá. Para la mirada de muchos,
este fenómeno es curioso en extremo, por la concepción de que estos
sacerdotes pertenecen a una casta dentro del culto que es la más cercana al
mundo de la sabiduría yoruba.
Según los preceptos yorubas, el babalawo era una persona que nacía con las
aptitudes para este sacerdocio. Una vez iniciado, debía esperar el reglamentario
año de iyawo para luego ser introducido en el mundo de Ifá, y pasar un
entrenamiento de 10 años durantes los cuales debía aprender todo lo referente a
su labor, sin olvidar que durante su vida le correspondía mantener una conducta
íntegra.