2º BACHILLERATO ECONOMÍA DE LA EMPRESA INÉS MARTÍNEZ MARTÍNEZ

TEMA 5- LA FUNCIÓN PRODUCTIVA DE LA EMPRESA

1. El área de producción de la empresa
La utilidad total de un bien se puede descomponer en cuatro tipos de utilidades que van añadiendo
valor al bien:
 La utilidad de forma.
 La utilidad de lugar.
 La utilidad de tiempo.
 La utilidad de propiedad.
El área de producción se encarga del aprovisionamiento de los factores productivos necesarios y de
su posterior transformación en bienes y servicios.
2. Tipos de sistemas productivos
Los criterios básicos que diferencian a las empresas son:
 Según el destino del producto, la producción puede ser por encargo, cuando la empresa
elabora el bien o servicio a partir de los deseos del cliente, o para el mercado, cuando se
produce para los consumidores en general.
 Según el grado de homogeneidad del producto, se distingue entre producción artesanal y
en serie o en masa. En la producción artesanal cada producto tiene sus propias
características, y en la producción en masa los productos son idénticos y estandarizados.
Una forma intermedia entre la producción artesanal y en masa es la producción por lotes,
en la que se fabrican cantidades pequeñas de una gran variedad de productos.
Las características principales de la producción en masa son las siguientes:
1. Las máquinas y puestos de trabajo están alineados en cadena.
2. Concentra un número muy elevado de máquinas y trabajadores, que fabrican
grandes cantidades de productos homogéneos.
3. Las tareas se definen de una forma muy minuciosa y existe una marcada división
del trabajo.
Todo ello contribuye a reducir costes y precios. Hoy en día se utiliza cada vez más una
variante más flexible de este sistema, el método justo a tiempo, con el que se pretende
satisfacer una gran demanda, pero con productos diferenciados.
 Según la dimensión temporal del proceso, se distingue entre producción continua e
intermitente. En la producción continua, el proceso se realiza sin interrupciones (en
general, en los sectores en los que es muy costoso detener el proceso). Por el
contrario, la producción intermitente no requiere continuidad y las interrupciones no
plantean problemas técnicos ni de costes.
La producción por encargo suele ser artesanal o por lotes e intermitente, mientras que la
producción para el mercado es, generalmente, en masa. Al mismo tiempo, en cualquiera de los
sistemas expuestos, la producción puede ser simple (un solo producto) o múltiple (varios
productos diferenciados).
3. Producción y eficacia
Por tecnología se entiende el conjunto de procedimientos técnicos, equipos y maquinaria que se
utilizan en el proceso de producción, así como la forma de combinar medios humanos y materiales
en ese proceso.
Si podemos optar entre varias técnicas para lograr una misma producción, escogeremos la más
eficiente, es decir, la que emplea menos factores.
Un método es técnicamente más eficiente que otros si la producción que se obtiene es la máxima
posible con una cantidad de factores dada.
Cuando son posibles varias combinaciones para lograr la misma cantidad de producción, la
elección depende del coste de los factores.
Una forma de producir es más eficiente técnicamente que otras si produce más bienes y servicios
con los mismos factores (o con menos). Es más eficiente económicamente que otras si produce lo
mismo con menos costes (o produce más con los mismos costes).
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Una vez que sabemos cuál es la técnica más eficiente, hay que decidir qué cantidad producir. Para
responder a esta pregunta, las empresas estudian su función de producción.
La función de producción indica cómo varia la producción cuando aumenta alguno de los factores y
se mantienen constantes los demás.

4. Costes, ingresos y beneficios de la empresa

El coste de producción de un bien o servicio es el valor monetario de los factores utilizados para su
obtención.
Costes fijos y variables a corto plazo:
Dentro de los costes de producción es preciso distinguir entre dos tipos diferentes, los fijos y los
variables:
 Costes fijos: Para comenzar a producir, una empresa necesita unas instalaciones, y dentro
de ellas, deberá disponer de máquinas, herramientas, mobiliario… Con independencia del
volumen de producción que tenga (cantidad de lo que produce), la empresa debe hacer
frente a unos costes que, precisamente por ello, se consideran fijos, Se trata, por tanto, de
unos costes que son independientes de la cantidad producida. Algunos ejemplos son el
alquiler del local, la mano de obra fija o los gastos financieros.
 Costes variables: Tipos de costes que deben su nombre a la variabilidad en función de la
cantidad producida, es decir, crecen o disminuyen a medida que se produce más o menos.
Un ejemplo de costes variables son las materias primas que se usan, o las horas extras de
trabajo empleadas en las tareas productivas, que varían en proporción directa a la
cantidad de bienes fabricados. Por ejemplo, el valor de la madera consumida en la
fabricación de muebles va aumentando a medida que se producen más unidades.

No obstante, a largo plazo, todos los costes son variables. Esto es debido a que conforme va
transcurriendo el tiempo, las empresas crecen, amplían el tamaño de sus instalaciones, emplean
más maquinaria, contratan a más trabajadores e incrementan su volumen de producción.
Esto hace que los costes fijos también se incrementen: los costes que a corto plazo eran fijos, se
convierten a largo plazo en variables.

Los costes fijos se representan por medio de una línea recta que parte del eje de ordenadas y va
paralela al eje de abscisas, lo cual indica que estos costes siempre son los mismos sea cual sea el
número de unidades producidas.

Los costes totales:

La suma de los costes fijos (CF) y los costes variables (CV, cuya fórmula es CVud*q) de una empresa
determina el coste total de producción (CT):
CT= CF+CV
La representación de la función de los costes totales parte del eje de ordenadas a la altura de los
costes fijos y transcurre paralela a la curva e costes variables.

El coste medio o coste por unidad:

Dividiendo el coste total de un período entre el número de unidades producidas (Q) en este
período, obtenemos el coste medio o coste unitario (lo que cuesta por término medio producir una
unidad de producto).
CMe= CT/Q
El coste variable medio será el cociente entre el coste variable del período y las unidades
producidas:
CVMe=CV/Q
El coste fijo medio o coste fijo unitario de un período es:
CFMe= CF/Q
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Ingresos y beneficios:
La empresa obtiene sus ingresos de vender en el mercado los bienes y servicios que produce:
Ingresos= precio*unidades vendidas = p*Q
La diferencia entre estos ingresos y los costes totales es el beneficio de la empresa. Los beneficios
siempre van referidos a un período de tiempo: un mes, un trimestre o un año.
Beneficios= ingresos-costes totales = I-CT Beneficios =(PVud*Q) – (CF+CVud*Q)

5. Los componentes del coste

Los costes de la empresa se recuperan a través de la venta de sus productos, por lo que para fijar el
precio de venta de cada producto se calcula cuánto cuesta producirlo y se aplica a esa cantidad un
margen de beneficio. Para saber el coste de un producto concreto necesitamos conocer todos los
costes de la empresa e imputar a ese producto la parte que le corresponde del total.
Los costes asociados directamente a la fabricación del producto se denominan costes directos.
Los costes indirectos afectan a toda la empresa y no a un solo producto (alquiler del local,
vigilante…). Para calcular qué cantidad de esos costes corresponde a cada producto hay que
establecer un criterio de asignación. La adecuada imputación de estos costes a cada producto de la
empresa es fundamental para determinar cómo contribuye cada uno a la obtención de los
beneficios.
El coste total de la empresa es una suma de componentes. En primer lugar, están los costes
directos de los productos (materia prima, trabajo y energía). A ellos se añaden los costes indirectos
del área de producción (costes indirectos industriales) para calcular el coste industrial. Luego se
agregan los costes administrativos y comerciales para obtener el coste de explotación o de la
actividad. Finalmente, se añaden los costes financieros y otros costes generales para obtener el
coste total de la empresa.
Los costes directos están
directamente relacionados
con la producción y puede
identificarse con facilidad
qué cantidad de ellos
corresponde a cada
producto.

Los costes indirectos afectan

a la empresa en su conjunto
(son comunes a todos los
productos).

6. El umbral de rentabilidad
El umbral de rentabilidad o punto muerto de la empresa nos indica qué volumen de ventas debe
realizar la empresa para cubrir todos sus costes, tanto fijos como variables. Por tanto, con esta
cifra de ventas, la empresa ni pierde ni gana (beneficio cero). Es el umbral a partir del cual la
empresa comienza a obtener beneficios, mientras que, por debajo de ese nivel, tendrá pérdidas.
7. ¿Producir o comprar?
La duda entre comprar o producir un determinado componente también se produce con los
servicios o tareas que realiza la empresa. Si tradicionalmente las empresas se ocupaban de casa
toda la cadena de valor, las empresas modernas se están volviendo más selectivas, centrándose en
las actividades que les resultan más rentables o que crean más valor para ellas y encargando el
resto a proveedores externos especializados. Es el fenómeno de la subcontratación, outcourcing o
externalización.
Además del ahorro en costes, su principal ventaja es que permite centrarse en crear valor para los
clientes. La externalización supone desprenderse de procesos y tareas lo que permite centrar la
visión del negocio en el cliente, en sus necesidades y en las mejores soluciones en productos y
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servicios. Su principal inconveniente está en cierta pérdida de control sobre las tareas que se
subcontratan.
La subcontratación es frecuente en determinados servicios como en los informáticos, los auxiliares
(de limpieza, seguridad…), o los administrativos (gestiones de facturas, cobro, contabilidad…).
Pero donde los encargos externos se han extendido más ha sido en el área de producción de
aquellos sectores que requieren mucha mano de obra, aprovechando los bajos salarios en algunas
zonas del mundo. Un ejemplo es el sector textil.