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Adaptación

Las clases y las universidades se han reinventado por la situación generada por el
coronavirus. Los espacios de aprendizaje se trasladaron a las viviendas de los
estudiantes.
Se debe tomar en cuenta diversos factores para una adaptación completa tomar en
cuenta los factores sociales y económicos que existen en nuestra sociedad y la
accesibilidad a los medios de comunicación por internet.
“En tales condiciones, las universidades se vieron abocadas a la suspensión de los
procesos de enseñanza-aprendizaje en su modalidad presencial y su continuidad en
formato virtual. Así, además de los retos que venía enfrentando la universidad, esta
precipitada transición la ha sometido a una prueba de estrés evidenciando uno de sus
déficits estructurales, la equidad tanto en el acceso como en el progreso de la trayectoria
académica” (Ariño et al., 2019).
En este sentido nuestra sociedad se ve al borde de la desigualdad de oportunidades
debido al acceso a medios informáticos por los cuales se acceda a la educación si bien no
se manifiesta de la misma manera, tienen los mismos inicios que pueden tener relación al
hogar de los estudiantes (composición familiar, número de hijos, niveles educativos de las
madres y/o los padres), los recursos de los que disponen para el seguimiento de la
Educación a distancia y que los desiguales niveles de renta, los diferentes niveles de
estudio de las familias y las tipos del hogar son determinantes en el acceso a un modelo
educativo virtual.
Para evitar la desigualdad digital, no solo es importante disponer de equipamiento
tecnológico y conectividad sino el tipo de ordenadores que poseen los estudiantes –uso
propio o compartido con otros familiares o con otros estudiantes– y el tipo de conectividad
–fibra óptica, ADSL, etc. – (Fernández Enguita), 2016.
Entrando al tema de la educación como tal por la brecha generacional que se tiene con
algunos docentes es notable el choque que tienen con las nuevas tecnologías y que la
antigua interacción docente-estudiante es muy diferente a la que se esperaría en un
entorno virtual
Por otra parte, los docentes han optado mayoritariamente por un modelo asíncrono
acompañado de una interacción docente-discente basada en la comunicación a través de
correo electrónico o chat. Y este es un aspecto relevante si se tienen en cuenta los
riesgos de abandono asociados a una desvinculación entre estudiantes y profesores
(Alzás y Casas, 2015).
La respuesta de los estudiantes recibida durante el confinamiento se sustenta
principalmente en la inversa relación entre dedicación al estudio y rendimiento percibido y
en la ausencia de concertación entre docentes y alumnado que se concreta en la falta de
adaptación de los primeros a las circunstancias personales de los segundos.
https://www.lavanguardia.com/vida/junior-report/20200610/481706549519/adaptar-clases-
online-necesidades-alumnos.html
https://www.redalyc.org/journal/3314/331464460016/html/
Ariño, A., Martínez, M., Llopis, R., Pons, E., y Prades, A. (2019). Via Universitària: Accés,
condicions d’aprenentatge, expectatives i retorns dels estudis universitaris (2017-2019).
Valencia: Xarxa Vives. https://bit.ly/3eYN8Wd
lzás, T. y Casas, L. (2015). Relato autobiográfico del abandono educativo. Una visión
integrada desde metodologías mixtas. Investigación Cualitativa en Ciencias Sociales, 3,
108-113. https://bit.ly/3l51Ez7

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