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TEORÍA Y MÉTODOS

DE LA
ARQUITECTURA

ENSAYO: “LOS OJOS DE LA PIEL”

Nombre Profesor: Ileana

Nombre Alumno: Karlo Manuel Reyes Rivas

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INTRODUCCIÓN

Este libro se centra en la importancia del tacto en nuestra experiencia perceptiva del
espacio y nuestra comprensión del mundo, pero también tiene como objetivo crear
un cortocircuito conceptual entre las modalidades sensoriales primarias visuales y
táctiles, esta última en nuestra percepción suprimida del entorno. Junto con una
crítica a la hegemonía de la visión en la historia de la arquitectura, este estudio
también reconsidera la naturaleza de la visión. Todos los sentidos, incluida la visión,
son extensiones del tacto; los sentidos son especializaciones del tejido de la piel, y
toda experiencia sensorial es táctil. Nuestro contacto con el mundo tiene lugar en los
límites del yo, a través de partes especiales de nuestra membrana envolvente.

CUERPO

En cambio, en la visión desenfocada, el objeto de arte es empático, no es autista,


integra todas nuestras experiencias en la obra de arte. Esto convierte al edificio en
un objeto que carece de expresión tectónica y material. Para el autor, la visión nos
separa del mundo, mientras que los otros sentidos nos conectan con él. El autor
defiende la arquitectura tradicional donde predomina la experiencia física, mientras
que la arquitectura contemporánea predomina visual y conceptualmente.
Incluso, según el autor, el paradigma visual domina la proyección de las ciudades,
hasta las ciudades contemporáneas, entendiendo el aire en un avión a través de
maniobras rápidas o a través de su globalización. Para el autor, la arquitectura se ha
convertido en un “arte de imágenes impresas”, donde la arquitectura es sólo lo que
la cámara nos muestra, su plasticidad y su conexión con el lenguaje y la inteligencia
del cuerpo esquiva. El autor es muy exigente con el proceso de construcción actual,
de hecho, ahora la madera no es madera, sino un enchapado que parece madera, el
uso del vidrio es más dominante que el enorme efecto de las paredes ciegas hechas
de piedra, no de vidrio sino debido a su reflejo, le dio a el autor un efecto misterioso
y aterrador.
El autor apuesta por difuminar la línea de visión, perdiendo su dominio y
desencadenando una "mirada participativa y solidaria". Nos aconseja buscar otras
experiencias en todo el cuerpo, si las nuevas tecnologías afianzan la hegemonía de
la mirada, del mismo modo que pueden apostar por reequilibrar el “campo” de los
demás sentidos. En la segunda parte del trabajo, el autor da un ejemplo de la
impresión que un espacio arquitectónico puede crear no solo para impresionar a la
audiencia, sino a través de la visión. El autor propone una arquitectura silenciosa,
casi un espacio para la meditación.
Al mismo tiempo, propone una arquitectura que evoca estimulantes recuerdos del
aroma del nardo, “el olor de las uvas pasas en las vides” o el aroma de la madera en
los antiguos talleres. La textura, el peso, la densidad y la temperatura de la materia,
"la superficie de lo viejo... la caricia de la mano seductora" pasarán a formar parte de
nuestra memoria. El tacto ocupa el último lugar en la sociedad actual, pero a lo largo
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de la charla, señala que el resto de los sentidos son en realidad extensiones del
tacto. El autor señala que la arquitectura expresa la experiencia de estar en el
mundo y potencia nuestro sentido de la realidad y la autoconciencia, es decir,
arquitecturas donde experimentamos el mundo que ya conocemos, no pueden ser
meras invenciones o fantasías.
Algunos podrían decir que la arquitectura se ha olvidado de los otros sentidos,
centrándose solo en producir edificios que sean hermosos a la vista. El tiempo, y
muchos críticos, han tratado de alentar a la arquitectura a considerar todos los
sentidos, pero aún es difícil hacerlo. Producir un edificio que considere todos los
sentidos (tacto, oído, olfato, gusto) es difícil debido al factor tiempo. En la cultura
renacentista se creó una jerarquía de los cinco sentidos, con la vista como el más
alto y el tacto como el más bajo.
Sin embargo, en nuestra cultura tecnológica, se separa con más claridad aún los
sentidos. La vista y el oído son los socialmente privilegiados, mientras que se
considera a los otros como restos sensoriales arcaicos con una función meramente
privada y normalmente, son suprimidos por el código de la cultura. El ordenador
marca una distancia entre autor y objeto.
Si conseguimos esto, conseguiremos que nuestros propios ejercicios de arquitectura
concreten y estructuren nuestro ser en el mundo, o sea, que una vez que alguien
conozca nuestra obra logre participar de ella al sentirse en cierto modo ubicada en
un mundo que es el suyo, que le rememora a cosas vividas y experimentadas en
instantes anteriores. La arquitectura nos posibilita notar y comprender la dialéctica
de la permanencia y el cambio para establecernos en el planeta y para colocarnos
en el continuum de la cultura y del tiempo.

OPINIÓN

Me agrado este ensayo ya que es mi primer ensayo realizado, correctamente, me


doy cuenta de que como dice en el libro si se ha devaluado o hemos dejado de
darlo la importancia correcta a los sentidos que supuestamente son los más
privilegiados, y es una puerta o una habilidad que tal vez si nos diéramos cuenta o
nos centramos más en ella, la desbloquearíamos y seria una herramienta muy útil.

Desde mi punto de vista la arquitectura esta infravalorada, cuando debería valuar


más, en algún articulo leí que en un futuro los arquitectos serían remplazados por
computadoras o sistemas, pero para esto en mi opinión siento que aún falta
demasiado para superar esa creatividad y pasión que a muchos de nosotros nos
gusta, ya sea diseñando, de obra, renderizando, etc. Espero que más adelante se
dé cuenta la gente y que los arquitectos se den su lugar que merecen para que
sea un empleo digno y justo como debe de ser desde un principio

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