Está en la página 1de 3

1

Ficha de Lectura 1

Antonella Barboza Ortíz

Facultad de Comunicación, Ciencias y Artes. Universidad Americana

Crítica Arquitectónica I

Arq. Ximena Amarilla

01 de septiembre de 2023
2

Montaner, Josep. (1999). Los espacios de la crítica. En Editora Olhaers / Daniel Brito (Eds.).

Arquitectura y crítica (pp. 12-14). Barcelona, España: Editorial Gustavo Gili SL

Existen diferentes especialidades en materia de crítica, y cada una de ellas está fuertemente

vinculada con el espacio donde se genera. El crítico/a literario se desenvuelve en el espacio de la

biblioteca, por ejemplo, el crítico/a de cine se desplaza en las salas de proyección, pero los críticos del

arte y arquitectura precisan un cierto grado de intimidad con la obra, por así decirlo. Esta última

condición representa un percance para la actividad critica de este tipo, pues este contacto tan estrecho

podría evocar sensaciones y emociones al crítico, apartándolo asi de su capacidad teórica.

La labor de los críticos/as parte desde la percepción, ineludiblemente individualista. Esta

percepción se construye de diferentes formas, pero nace con un simple objeto del mundo real. Luego, por

medio de características sensoriales como la luz, el sonido, o los olores, se crean los estímulos que se

transmiten y procesan en el cerebro, creando simultáneos y múltiples discernimientos del mismo objeto.

Este proceso de interpretación abarca un infinito conjunto de información, desde los conocimientos

previos adquiridos, ya sean científicos, teóricos o empíricos, hasta el conocimiento emocional, que se

forma de la reacción y las instigaciones que recibe nuestro cerebro para crear su propia imagen del

mundo, en un estado inconsciente o consciente que a su vez forja las sensaciones y emociones que nos

producen estos elementos.

Si bien se apunta a que únicamente los críticos/as del arte o arquitectura pueden caer en el

subjetivismo y desplazar los rigores metodológicos de la materia, opino que cualquier objeto de análisis,

ya sea de naturaleza estática o dinámica, tiene la capacidad de despertar alguna sensación en el individuo

y ésta conducir a una emoción que creará una brecha entre el pensamiento juicioso objetivo y el subjetivo,

independientemente del tipo de ejercicio crítico.


3

Asimismo, se dice que la arquitectura es el arte inevitable, ya que se podría evitar el contacto con

las pinturas si así se desease, se podría evitar el oír algunos efectos de la música, pero es bastante

improbable el cohabitar con la arquitectura. Como la habitación donde descansamos o las calles por los

cuales nos traslados de un sitio a otro, cada espacio fue pensado o diseñado para el ser humano, y presenta

características y principios basados en teóricas objetivas. Esta percepción del espacio se alcanza

exclusivamente al momento de vivenciar en ellas. El visitar una obra arquitectónica, conocer a detalle

interiores como exteriores, sentir la variación en dimensión en cuanto a los espacios, distinguir los efectos

psicológicos del color, implicarse con el entorno envolvente. Todos estos factores involucrados en el

proceso de la percepción y que, a su vez, conducen al juicio crítico, son variables y progresivos, alcanzan

el mayor nivel de coherencia y materialismo al estar en contacto con la obra arquitectónica, de ahí resurge

la calidad e importancia del espacio crítico en arquitectura, la cercanía ambicionada.

Por otra parte, aunque es fundamental para desarrollar un pensamiento crítico coherente sobre la

arquitectura, poseer todo tipo de conocimientos y saberes teóricos sobre la materia, la experiencia de la

arquitectura la perciben todos los seres humanos pertenecientes a dicho entorno, entonces, ¿No puede

cualquier individuo que presencia y perciba el existir de la obra arquitectónica elaborar su propio juicio?

¿Solamente con amplios conocimientos teóricos y exhaustivos se podría obtener un buen juicio crítico

arquitectónico? Cada percepción y juicio es valiosa por sí misma, pues parte desde la particularidad

intrínseca, de la cultura y la experiencia, de los conocimientos y el entendimiento de cada ser humano,

que evidencia y exterioriza su asentimiento con la obra arquitectónica.

También podría gustarte