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UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA TIJUANA

CARRERA
Licenciatura en Arquitectura
MATERIA
Proyectos VI
DOCENTE
Arq. Alberto Osuna Palma y Meza
TRABAJO
Los ojos de la piel: Segunda Parte
ALUMNO
Jesús Alberto Moreno Padilla

FECHA DE ENTREGA: 22 de enero del 2024


Juhani Pallasmaa critica duramente la tradición occidental de privilegiar excesivamente
el sentido de la vista en la arquitectura y el diseño, perjudicando otros sentidos como el
tacto, el oído, el olfato y el gusto.
Pallasmaa sostiene que la superioridad de esta visión ha resultado en una arquitectura
fría, racionalista y carente de experiencias multisensoriales. Al centrarse demasiado en
las imágenes se pierde la riqueza de otros sentidos que nos conectan físicamente con el
espacio. "La arquitectura se ha vuelto insensible e inhumana", afirma el autor.
Estoy de acuerdo con Pallasmaa en que la arquitectura moderna en realidad tiende a
reducir la experiencia a pura visualidad. Al enfatizar la forma y la apariencia externa, se
descuidan las dimensiones esenciales como la materialidad, la textura, la temperatura y
la acústica. Se trata de restaurar una comprensión encarnada de la vida.

Ahora bien, desde mi punto de vista, considero que Pallasmaa se equivoca un poco al
proponer una dualidad tan fuerte entre la visión y los demás sentidos. La visión es
también una experiencia física, no solo un sentido “racional”. Como señala Pallasmaa, la
mirada es una caricia e implica una identificación táctil. Entonces no se trataría de
eliminar la visión, sino de integrarla en una interacción con los demás sentidos. ¿No se
deja llevar Pallasmaa hacia una polarización excesiva? Quizás la realidad sea más
compleja e integrada.
Por otro lado, aunque la mayor parte de la arquitectura moderna ha sido fría e impersonal,
hay excepciones notables en las que vemos una síntesis de modernidad y experiencia
multisensorial. Por ejemplo, me gustaría resaltar el trabajo de Luis Barragán, en donde
Barragán crea espacios arquitectónicos llenos de emoción, color y textura. No se debe
descartar toda la herencia moderna, sino más bien ampliarla. ¿Está el autor idealizando
ligeramente la tradición frente a la modernidad?

Otro aspecto clave que destaca Pallasmaa es la importancia del material y la técnica
constructiva. Las superficies de piedra, madera o metal no son solo imágenes visuales,
sino que transmiten temperatura, textura y peso. Su presencia tangible nos une
físicamente. Esta dimensión material es importante para la arquitectura de los sentidos.
Asimismo, Pallasmaa señala acertadamente la necesidad de integrar las dimensiones
temporales. La arquitectura no es una imagen fija, sino una secuencia de
acontecimientos que ocurren a lo largo del tiempo. Entrar en el edificio, recorrerlo,
acostumbrarse a sus ritmos. La arquitectura sensorial debe incluir esta temporalidad viva.
En mi opinión, la arquitectura no solo puede reducirse únicamente a la creación de
experiencias subjetivas y poéticas. También juega un papel racional en la construcción
de la ciudad y la sociedad. ¿Sobreestima un poco el autor su capacidad para moldear el
comportamiento y el estado de ánimo? La gente es más compleja. El entorno construido
no define completamente nuestra experiencia.
También debemos tener cuidado de no caer en juicios demasiado simplistas sobre lo
que es “natural” contra lo que es tecnológico. No todo lo moderno es frío e inhumano.
¿Están las nuevas tecnologías distanciando a las personas de experiencias
multisensoriales significativas? ¿O pueden mejorarlo de nuevas maneras? Este es un
tema que requiere varios puntos de vista.
En resumen, Juhani Pallasmaa abre interesantes líneas de reflexión sobre la experiencia
multisensorial de la arquitectura, pero quizás con cierta tendencia a una excesiva
polarización. Considero que la clave es integrar la razón y la emoción, la memoria y la
innovación, la visión y la corporeidad en nuevas síntesis que superen dualidades
estériles. Debemos recuperar la riqueza de la experiencia humana sin ignorar los aportes
de la modernidad. El desafío es un equilibrio complejo. ¿Es esto realmente posible o es
un ideal difícil de alcanzar? La pregunta sigue abierta.

Definitivamente Pallasmaa nos invita a cuestionarnos el lugar de los sentidos en la


arquitectura contemporánea, pero quizás con cierta tendencia a polarizaciones que
conviene relacionar con una visión más inclusiva. Sin duda, un tema que da lugar a
mucha discusión. ¿Hasta qué punto es cierto que en la arquitectura moderna se privilegia
demasiado de la visión sobre los demás sentidos? ¿Será que Pallasmaa idealiza
demasiado la arquitectura histórica? ¿Es posible recuperar lo mejor de la tradición sin
caer en una nostalgia superficial? ¿Cómo integrar todos los sentidos de forma orgánica
y no solo al nivel del sensacionalismo? Estas son solo algunas de las preguntas que
termino planteándome a raíz del pensamiento de Pallasmaa, que sin duda alguna nos
invita a pensar críticamente sobre el lugar de la corporeidad y la naturaleza multisensorial
en los espacios en los que vivimos.

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