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REMATES JUDICALES

Los remates judiciales son ventas forzosas de propiedades, reguladas por las
autoridades, derivadas del incumplimiento de una obligación. Las obligaciones
aludidas pueden existir por el cobro de un pagaré, hipoteca, ejecución de un
convenio o laudo, inconformidad por la repartición de bienes, etc. Estos se
celebran en los Tribunales y Juzgados tanto estatales como federales del país,
organismos encargados de la ejecución de la normatividad correspondiente. 

La ley señala claramente que los jueces deben cerciorarse que la propiedad esté
registrada ante el Registro Público de la Propiedad a nombre del demandado,
además de requerir a las partes en el juicio para que entreguen un avalúo de la
propiedad. En la gran mayoría de los casos, el demandante es el único que lo
presenta. Al momento de lanzar el remate, el precio en avalúo se reduce en un
20% y hasta 30%. 

Posteriormente, se convocan postores para que asistan en una fecha determinada


a la subasta del inmueble (a ésta se le denomina almoneda). En caso de no
venderse en la primera almoneda se señala una segunda, tercera, y así hasta que
se logre vender la propiedad. En cualquier caso, el demandante puede adjudicarse
la propiedad si cuenta con el dinero líquido que cubra la postura mínima. 

Como antes se ha dicho, un requerimiento para participar en una subasta de


remate es poseer un billete de depósito (BIDE) de BANSEFI. Después, el ganador
del remate debe pagar el resto en el lapso que ordene el juez por medio de una
resolución donde aprueba el remate, tiempo que va de 3 a 5 días o de 10 a 15
días. 
Luego, se efectúa la escrituración del inmueble. 

Finalmente, y con este trámite realizado, el juez ordena la entrega de posesión del
inmueble. 

Las ofertas en remates son sumamente convenientes. Las posturas iniciales, a


veces las únicas a efectuarse, comienzan con 2/3 o 3/5 partes del precio arrojado
en un avalúo. Pongamos un ejemplo; una propiedad que en el mercado cuesta
$1,300,000 es valuada en $1,000,000 y la postura inicial puede ser de $670,000.
¡El margen de ahorro o ganancia es de $630,000!

REMATES BANCARIOS LITIGIOSOS 

Los remates bancarios son ventas de créditos con garantía inmobiliaria o de


inmuebles ya escriturados que realizan las instituciones bancarias. Los bancos
venden los créditos en cualquier etapa del proceso judicial. 
Es decir, lo que se compra es la deuda que está garantizada con un inmueble, y la
inversión de tiempo que se requiere para obtener réditos, en estos casos, depende
mucho de cuál es el momento legal en que se adquiere. Supongamos un caso. 
La adquisición de los derechos del crédito bancario de una casa con un valor en el
mercado de $3,500,000 puede ser adquirida en la etapa de desahogo de pruebas
con un precio de $1,200,000. 
Sin embargo, la posesión del inmueble podría ser entregada en un plazo mayor a
2 años. 
Si se trata de inmuebles escriturados, dado que el banco realiza los gastos para la
escrituración y toma de posesión, son puestos en venta para el público al precio
real comercial. 
Si la intención es ocupar lo más pronto posible un inmueble (por ende, ya
escriturado), estamos hablando de la compra directa al banco, cuyo costo
incrementa al menos un 85%. 

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