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EL CONTRATO DE PERMUTA

EL CONTRATO DE PERMUTA

La Permuta históricamente, resultó uno de los primeros contratos que se utilizaron,


toda vez que al no existir la moneda, se realizaba el truque o intercambio de
mercancías. Al aparecer la moneda, nace la Compraventa y como consecuencia la
Permuta fue relegada a segundo plano e incluso se discutió si debía subsumirse
dentro de la Compraventa.

1- DEFINICION.

De acuerdo con el articulo 1687 del Código Civil la permutación o cambio es un


contrato “en que las partes se obligan mutuamente a dar una especie o cuerpo cierto
por otro”; definición que se critica por limitar las cosas que pueden ser objeto de éste
contrato a las especies o cuerpos ciertos, dejando por fuera las cosas incorporales y
los géneros, que de acuerdo al 1689 Inc. 1º C.C., pueden permutarse, pues dicho
artículo nos remite al 1614 C.C., que sí los incluye; podemos dar como definición más
exacta aquella que lo considera como “Un contrato en que las partes se obligan a
entregar recíprocamente una cosa o un derecho” Al contrato de permuta, le son
aplicables las reglas de la compraventa (Art. 1690); por ejemplo, las obligaciones de
los permutantes son las mismas que las del vendedor.

Puede ser principalmente de naturaleza:

a) Civil.

b) Mercantil.

c) Financiera.

Consistiendo esencialmente la permuta, en el cambio de una cosa por otra, podemos


notar que la principal diferencia que encontramos entre este contrato y el de
compraventa, estriba en que en ella no interviene el dinero, por lo demás son
semejantes. De esta forma se podría volver a mencionar todo lo establecido en el
artículo de la compraventa relativo a la transmisión de la propiedad, como el lugar y
tiempo de la entrega de la cosa vendida o permutada, la obligación del saneamiento
para el caso de evicción o por vicios ocultos, etc. No obstante, es posible desarrollar,
aunque sea de manera breve, un análisis de las características y peculiaridades del
contrato de permuta.

2-CARACTERISTICAS.

El contrato de permuta es principal, bilateral, oneroso, conmutativo, con forma


restringida.
Es Concensual, ya que para su perfeccionamiento se requiere el acuerdo de
voluntades de las partes. Por lo tanto excepcionalmente es solemne.
Es de Ejecución Instantánea, por regla general, salvo que se pacte un plazo.
Es principal, pues tiene fines y vida propios, y para su existencia o validez no depende
de otro contrato.

Es bilateral en virtud de que nacen obligaciones para ambas partes. Tales


obligaciones consisten en dar y transmitir la propiedad o titularidad de un derecho a
cambio de otro.

Es oneroso. Esto es, las cargas y gravámenes también corresponden a los


contratantes.
Por regla general es conmutativo, ya que a partir de que el contrato se celebra, se
conoce el carácter de ganancioso o perdidoso, a menos que una o ambas partes
tomen a su cargo el riesgo de que la cosa se disminuya o no llegare a existir.
Con forma restringida. La ley no exige ninguna formalidad si se trata de bienes
muebles. Si son bienes inmuebles se deberá otorgar mediante escrito privado o a
través de escritura publica, dependiendo de la cuantía.

Distinción entre un contrato de permuta y uno de compraventa.


Podemos decir que prácticamente la principal diferencia que encontramos entre este
contrato y el de compraventa, estriba en que en ella no interviene el dinero, por lo
demás son semejantes, a excepción de otras diferencias mínimas.
Una de dichas diferencias se establece cuando parte del precio de una cosa se paga
en dinero y otra en especie. Al respecto el artículo 1598 C.C. dispone:

Cuando el precio de la cosa vendida se ha de pagar parte en dinero y parte con el


valor de otra cosa, el contrato será de venta cuando la parte de numerario sea igual o
mayor que la que se pague con el valor de otra cosa. Si la parte en numerario fuere
inferior, el contrato será de permuta.

Ahora bien, cuando parte de la contraprestación se paga en moneda extranjera o con


títulos de crédito, si el precio que se paga con dinero y en moneda extranjera, lo que
llevan a cabo los contratantes es una compra-venta y no una permuta.
Cuando parte del precio se paga con títulos de crédito, es necesario saber cual de
estos se maneja en la transacción: si utilizamos un cheque se trata de una compra-
venta, pues este “hace las veces de pago salvo buen cobro”; en tanto, si el precio se
cubre con acciones estamos frente a una permuta.

Elementos de Existencia.

Para que una permuta sea jurídicamente existente, es indispensable la presencia de


dos elementos fundamentales: consentimiento y objeto.

Consentimiento.

Es el acuerdo de voluntades no solo en cuanto a la creación de obligaciones, sino


también en lo concerniente al objeto material del contrato.
Objeto. Contempla dos características: el objeto jurídico y el material.
El objeto jurídico, a su vez, se divide en directo e indirecto. El primero es la creación
de obligaciones; y el segundo es la función de dar.

El objeto material, por su parte, es la cosa o titularidad de los derechos que se van a
transmitir, la cual debe poseer las siguientes particularidades:

1º Existir en la naturaleza,

2º Ser determinada o determinable en cuanto a su especie,

3º Estar en el comercio.

Elementos de Validez.

Capacidad. En concordancia con las reglas de la compra-venta, pueden permutar:


“Todas las personas que la Ley no declara inhábiles para celebrarlo o para celebrar
otro contrato” (Art. 1599 C.C.)

Lo anterior excepto cuando las personas mencionadas en el articulo trascrito arriba


sean coherederos o copropietarios.

También por analogía, se aplica a cualquiera de los contratantes en cuanto a que:


No pueden comprar los bienes de cuya venta o administración se hallen encargados:

 Los tutores o curadores;

 Los mandatarios;

 Los ejecutores testamentarios y los que fueren nombrados en caso de intestado;

 Los interventores nombrados por el testador o por los herederos

 Los representantes, administradores o interventores en caso de ausencia;

 Los empleados públicos.

Vicios del consentimiento.

Como ya se señalo, a la permuta se le aplican las mismas reglas que rigen a la


compra-venta; sin embargo, en este tipo de contratos reviste especial importancia la
lesión que puede ocasionarse a una persona al momento de intercambiar una cosa, ya
que muchas veces no se conoce el valor intrínseco de la misma. Tal sucedió
incontables ocasiones cuando, por ejemplo, los españoles permutaban con los
indígenas oro por vidrios.
Formalismos.

En la misma permuta hay libertad de forma cuando se trata de bienes muebles, Pero
por lo que se refiere a bienes inmuebles el contrato deberá otorgarse en escritura
publica.

Permuta de Cosa Ajena.

Si uno de los contratantes ha recibido la cosa que se le da en permuta y acredita que


no era propia del que la dio, no puede ser obligado a entregar la que el ofreció en
cambio, y cumple con devolver la que recibió.

Esto significa que cuando uno de los permutantes ha entregado una cosa ajena, el
otro puede alegar la excepción de non adimpleti contractus, pues nadie puede ser
obligado a cumplir mientras que su contraparte no haya hecho lo propio. De cualquier
modo se libera devolviendo lo que recibió.

La Evicción.

Todo aquel que enajena de manera onerosa esta obligado al saneamiento para el
caso de evicción, sobre todo cuando existe un contrato de permuta de por medio. Así,
el artículo 1641 C.C. establece:

“El vendedor es obligado a sanear al comprador todas las evicciones que tengan una
causa anterior a la venta, salvo en cuanto se haya estipulado lo contrario”. Este
artículo se aplica supletoriamente al Contrato de Permuta.

Es claro, entonces que el permutante que ha sufrido la evicción pueda escoger entre
reivindicar la cosa que dio en permuta, o exigir su precio más el pago de daños y
perjuicios.
Ahora bien, no es posible reivindicar lo permutado cuando este ha pasado a titulo
oneroso a tercero de buena fe, en cuyo caso solo se podrá pedir el precio de aquellos
más daños y perjuicios.

Finalmente cuando se celebra un contrato de permuta, cada uno de los contratantes


asume el pago de los gastos, honorarios e impuestos del bien que se adquiere; esto
es, el pago del Impuesto a la Adquisición de Inmuebles, y en su caso, el Impuesto
Sobre la Renta.

3-SUJETOS QUE INTERVIENEN.

Las personas que intervienen en la permuta se denominan permutantes o


copermutantes y ello, porque ambos ocupan la misma posición frente al vínculo que
los une, pues los dos resultan con las mismas obligaciones y derechos.
4-OBLIGACIONES QUE SE GENERAN PARA LAS PARTES CONTRATANTES.

 Conservar y custodiar diligentemente la cosa permutada.


 Hacer la tradición de la cosa permutada.
 Garantizar el dominio y la posesión pacífica y útil de la cosa.
 Entregar los títulos que acrediten la propiedad de la cosa permutada.
 Abonar los gastos causados por el transporte de la cosa.
 Recibir la cosa permutada
 Obligación de pagar la Escritura Pública respectiva.

5- DERECHOS QUE SE GENERAN PARA LAS PARTES.

Supletoriamente, de conformida al Art. 1690 C.C., para los permutantes se generan los
mismos derechos que para las partes que intervienen en el contrato de Compraventa.
Ejemplo: La permuta de cosa ajena, ratificada (mediante Escritura Pública) después
por el dueño, confiere al permutante (que la adquiere) los derechos de tal (de dueño)
desde la fecha de la permuta.

6- MARCO JURIDICO APLICABLE.

Art. 1687 y siguientes del C.C. y Art. 1052 y siguientes del C. Com.
La celebración de este contrato ante Notario, se sujetará a las reglas del Art. 32 de la
Ley de Notariado; tomando en consideración las disposiciones del Código Civil y de
Comercio arriba mencionadas.

Contrato de Permuta

El contrato de permuta es aquel contrato civil, celebrado entre dos partes, por el que
una de las partes se obliga a transmitir a otra la propiedad de una cosa (mueble o
inmueble), con el fin de que ésta, a su vez, se obligue a transmitirle la propiedad de
otra cosa.

Características del contrato de permuta

El contrato de permuta, es consensual. Se perfecciona por el consentimiento, sin


necesidad de entregar una y otra cosa.

El contrato de permuta es recíproco. El contrato de permuta da lugar a dos


obligaciones recíprocas, de cada uno de los permutantes, que, además, tienen la
misma naturaleza.

La permuta es un contrato oneroso. Porque cada parte se obliga y tiene su


contraprestación en la del otro permutante.

El contrato de permuta, puede ser de cosa mueble o inmueble.


La permuta es obligacional y traslativo de la propiedad. No transmite por sí misma la
propiedad, pero es traslativo de la propiedad, es título suficiente para transmitirla, junto
con el modo, consistente en la tradición real o ficticia, produce la adquisición de la
propiedad en la otra parte.

HISTORICAMENTE:

Históricamente, la permuta, o trueque, es una forma primitiva de intercambio anterior a


la compraventa, que supone la existencia de moneda y por consiguiente un grado de
organización social más avanzado. Se trata de la primera manifestación natural
del comercio, y aparece en la historia desde el momento en que las primeras
poblaciones empiezan a especializar sus profesiones y existen excedentes. El trueque
presenta varios problemas, como la doble coincidencia de necesidades, la ausencia de
unidad de cuenta o el problema de confianza

Por ello, la importancia social de la permuta decae con la invención de la moneda. A


partir de ese momento las relaciones comerciales pasan a regularse principalmente
por medio de la compraventa. Actualmente el papel económico de la permuta es muy
modesto, aunque no ha desaparecido.

Sin embargo, históricamente es habitual que el papel de la permuta recobre


importancia en épocas de crisis económica, y principalmente en casos
de hiperinflación, cuando el dinero pierde en gran medida su valor.

La permuta de cosa futura

La permuta de cosa futura, ha sido considerado por la jurisprudencia como un contrato


atípico, sin embargo, la permuta de cosa futura ha tenido una aplicación práctica de
gran frecuencia, que se ha dado sobre todo en el ámbito inmobiliario, cuando a cambio
de un solar la promotora o la constructora, permuta unos apartamentos o unas
viviendas que se obliga o compromete a construir en dicho solar.

El objeto está determinado cuando consta individualizado o existen elementos


suficientes para conocer su identidad de modo que no hay duda sobre la realidad
objetiva sobre las que las partes quisieron contratar.

Resolución del contrato de permuta

En el supuesto de que uno de los permutantes acreditase que la cosa recibida o que
va a recibir del otro no es de propiedad de éste, de acuerdo con lo dispuesto en el
artículo 1539 no podrá ser obligado a entregar la que él ofreció a cambio y cumplirá
con devolver la que recibió.
Resolución en caso de evicción o vicios ocultos de la cosa a permutar

En el contrato de permuta, como en el resto de contratos civiles, si el permutante


pierde por evicción la cosa que recibió, podrá optar, en todo caso, entre recuperar la
cosa que dio a cambio o reclamar la indemnización de daños y perjuicios, conforme a
lo establecido en el art. 1540 CC, el cual dispone expresamente que:

El que pierda por evicción la cosa recibida en permuta, podrá optar entre recuperar la
que dio en cambio, o reclamar la indemnización de daños y perjuicios; pero sólo podrá
usar el derecho a recuperar la cosa que él entregó mientras ésta subsista en poder del
otro permutante, y sin perjuicio de los derechos adquiridos entre tanto sobre ella con
buena fe por un tercero .

Obligaciones de las partes

Por lo general, y sin perjuicio de las diferencias de los ordenamientos legales ni de la


facultad que pueden tener las partes de modificar estas reglas, se aplican las
siguientes:

 Transferir la propiedad de las cosas o derecho permutados.


 Entregar la cosa (tradición), en los regímenes jurídicos en que sin ello no
se perfecciona la transferencia de la propiedad.
 Responder por los vicios ocultos.
 Garantizar una posesión pacífica.
 Responder de la evicción.
 Pagar la parte que corresponda por Ley de los gastos de escritura y registro
(salvo pacto en contrario).
 Pagar los impuestos que correspondan por Ley.

ANALOGIA Y DIFERENCIA DE LA PERMUTA CON EL CONTRATO DE


COMPRAVENTA

El contrato de permuta se diferencia del contrato de compraventa, en que mientras en


la permuta la obligación de las partes es de dar una cosa por otra, en la compraventa
una es la obligación del vendedor que es la de entregar la cosa vendida y otra la del
comprador que es pagar el precio.

Aunque ambos contrato son nominados, ya que se encuentran regulados por el código
civil, el contrato de permuta trae una remisión normativa a las normas tendientes a la
compraventa mientras no se opongan a la naturaleza de la permuta.

Tanto en la compraventa como en la permuta el contrato se perfecciona con el


consentimiento de las partes, es decir, que ambos contratos tienen la característica de
ser consensuales, a menos que se trate de bienes inmuebles lo cual requiere para que
se perfeccione de escritura pública.

La permuta es un contrato principal no requiere de la existencia de otro contrato para


que nazca, como si lo requiere por ejemplo el contrato de prenda y el de hipoteca.
También tiene la característica de oneroso ya que a través de este contrato ambos
permutantes adquieren una utilidad.

¿EN QUE MANERA SE PERFECCIONA EL CONTRATO DE PERMUTA?

Al igual que en la compraventa, el contrato de permuta se perfecciona con el


consentimiento de las partes a menos que se trate de bienes inmuebles, o derechos
de sucesión hereditaria que se perfeccionan cuando se otorga escritura pública.

Dentro de las características de este contrato encontramos que es bilateral, es decir


genera obligaciones para los permutantes, es principal no depende de otro contrato
para existir, es oneroso ya que el gravamen es para ambos permutantes, es
conmutativo.

Por otra parte en este contrato, entre las obligaciones de los permutantes se encuentra
el responder por los vicios ocultos de la cosa, es decir los vicios redhibitorios, esto
conlleva a ejercer la acción redhibitoria a través de la cual se puede rescindir el
contrato de permuta, también deben se debe amparar por parte de los permutantes el
dominio y posesión de la cosa.

Puede ocurrir el caso en el que una de las cosas permutadas cueste más que la otra,
en este caso la persona que permute el bien de menor valor debe reembolsar el valor
que haría falta para compensar el valor de la otra cosa permutada.

Por ejemplo, se celebra un contrato de permuta entre Juan y María de una finca por
dos casas en Bogotá, el valor de la permuta fue fijado por los contratantes en la suma
de $4'900.000.oo, precio que dieron a la finca, señalando también que las casas de
Bogotá tenían un valor de $ 2'500.000.oo. Para completar el saldo del precio pactado,
María acordó pagarle a Juan $ 2'400.000.oo, mediante cheques.

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