Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Herramientas personales
Artículo
Discusión
Leer
Editar
Ver historial
Herramientas
Emperador de Japón
Tennō
天皇
Estandarte imperial
Emblema del emperador
Naruhito
Desde el 1 de mayo de 2019
Ámbito Japón e Imperio del Japón
Titular de Familia imperial japonesa e Imperial Court of Japan
Residencia Palacio Imperial de Tokio (Tokio), Bandera de Japón Japón
Tratamiento Su Majestad Imperial; Vuestra Majestad Imperial; Majestad; Señor
Duración Vitalicio o en caso de renuncia
Designado por Herencia
Creación 11 de febrero del 660 a. C. (tradicional)
Primer titular Emperador Jinmu (tradicional)
Emperador Kimmei (histórico)
Sitio web http://www.kunaicho.go.jp/eindex.html
[editar datos en Wikidata]
El emperador de Japón (天皇 tennō?, lit., «soberano celestial») es el jefe de
Estado y el símbolo constitucionalmente reconocido de la nación japonesa y de la
unidad de su pueblo. Es la cabeza de la familia imperial japonesa, la familia real
del Japón. El actual emperador es Naruhito, desde 2019, vitalicio.
El papel del emperador de Japón oscilaba hasta mediados del siglo xx entre un
clérigo de alto rango con grandes poderes simbólicos y un auténtico gobernante
imperial. Ha existido un culto imperial (Arahitogami) que considera al tennō como
sumo sacerdote mediador entre los hombres y la divinidad, debido a sus cercanos
lazos con los dioses japoneses (lazos de herencia). La violencia y las operaciones
militares han sido considerados incompatibles con el papel del tennō al menos
durante 14 siglos: por ello los monarcas japoneses no han actuado como comandantes
militares, al contrario de lo habitual en Occidente. La principal función del
emperador durante la mayor parte de los últimos mil años habitualmente ha sido la
de simplemente autorizar u otorgar legitimidad a aquellos situados en el poder.
Desde mediados del siglo xix, la residencia oficial del emperador es el palacio de
Kōkyo, localizado en el centro de Tokio. Anteriormente, los emperadores residían en
Kioto.
Historia
Origen
Emperador Go-Daigo
Se considera que los más antiguos emperadores registrados en Kojiki y Nihonshoki,
como el emperador Jimmu, no tienen credibilidad histórica. El primer monarca ahora
en lista como emperador que es generalmente reconocido por los historiadores como
existente históricamente fue el emperador Ojin, pero el tiempo de su reinado es
impreciso (presumiblemente fue el siglo IV d. C. tardío y/o en el comienzo del
siglo V d. C.). Estos dos libros declaran que la casa imperial mantuvo un linaje
continuo, aunque hoy algunos historiadores creen que muchos emperadores antiguos
que se decía eran descendientes del emperador Ōjin no tenían una conexión
genealógica con su predecesor. Sin embargo, la genealogía que inicia en el siglo v
tardío, desde el Emperador Kimmei, puede ser considerada como fiable, lo que quiere
decir que la dinastía ha continuado por lo menos unos 1500 años.
Por su parte, el título imperial no fue formalmente establecido como Tenno hasta el
siglo vii, tras las Reforma Taika. Previos gobernantes eran llamados Sumera no
mikoto u Ō-kimi. El carácter 天皇 (Tenno), basado en el chino 天帝 (Tiandí, de igual
significado), fue retroactivamente aplicado a todos los gobernantes de siglos
anteriores.1
Shogunes
Artículo principal: Shōgun
Desde fines de 1100 a 1867, el poder real estuvo en manos del shōgun, cuya
autoridad provenía, en teoría, directamente del emperador. Cuando los exploradores
portugueses llegaron por primera vez a Japón (ver “período Nanban”), consideraron
la relación entre el emperador y los shogunes como la del papa (de raigambre
divina, pero con poco poder político) y el rey (terrenal, pero con un amplio poder
político), aunque esto es en cierto punto inexacto, ya que, como el emperador, los
papas han manejado distintos grados de poder a lo largo de la historia.
La Restauración Meiji
Sin embargo, los modernistas de la élite japonesa se dieron cuenta de que los
llamados al joi eran surrealistas. Si los extranjeros no podían ser expulsados,
concluyeron que Japón debía volverse una nación fuerte y moderna para evitar el
destino y las humillaciones que sufrían las otras naciones orientales. Otros tenían
el propósito de expandir el territorio japonés más allá de las fronteras para la
gloria del emperador, y muchos fueron atraídos por los ideales de la Iluminación
occidentales. Mediante la constitución de 1889, el emperador de Japón transfirió
gran parte de sus antiguos poderes como monarca absoluto a los representantes del
pueblo, pero permaneció como cabeza del imperio. Aunque inspirada en las
constituciones de Europa, la nueva Constitución Meiji no fue tan democrática como
muchos esperaban. Al emperador se le dieron amplios y vagos “poderes reservados”
que a su turno eran explotados por el primer ministro y por varios camarillas
alrededor del emperador. Para 1930 el gabinete japonés estaba mayoritariamente
compuesto por líderes militares seudofascistas que usaron al emperador y su
supuesta divinidad como un punto de partida ultranacionalista para la expansión del
imperio. Cuando estalló la II Guerra Mundial, el emperador era el símbolo por el
cual los soldados peleaban y morían. El mismo emperador estaba fuera de la vista,
sin embargo, y su rol durante este período es discutido. La concepción tradicional
posterior a la Segunda Guerra Mundial sostiene que estaba dominado por el ejército,
aunque la documentación publicada desde 1989 apunta a una participación más activa
del emperador en la política bélica. Aún hay controversia sobre el rol que jugó
Hirohito en el comando de las fuerzas japonesas durante la segunda guerra sino-
japonesa y la guerra del Pacífico.
El artículo 1.º define al emperador como el símbolo del Estado y de la unidad del
pueblo.
El artículo 3.º requiere la aprobación del Gabinete para todos los actos del
emperador en materia de Estado.
El artículo 4.º establece específicamente que el emperador no debe tener poderes
relacionados con el gobierno.
El artículo 6.º da al emperador el poder para nombrar al primer ministro y al juez
jefe de la Suprema Corte, luego de la ratificación de la Dieta y del Gabinete
respectivamente.
El artículo 7.º da al emperador el poder para tomar así varias funciones
ministeriales típicas de un jefe de Estado, sujeto al aviso y aprobación del
Gabinete.
A diferencia de otros monarcas constitucionales, el emperador del Japón no tiene
poderes reservados.
Tratamiento y nombre
El tratamiento de los emperadores de Japón es a menudo problemático, debido a las
diferencias lingüísticas y culturales entre Japón y el mundo occidental. Mientras
los japoneses llaman “{nombre} tennō” (para los anteriores) o Kinjou Heika (今上陛
下) para el actual, los académicos hispano y angloparlantes han usado distintas
variantes, como “emperador {nombre}” y, menos comúnmente, “{nombre} tennō”. Lo que
a menudo no es comprendido, sin embargo, es que los emperadores son llamados
póstumamente “{nombre} tennō”, y así la palabra tennō, o “emperador”, forma parte
de su propio nombre. Esto es particularmente malentendido desde el Emperador Meiji
en adelante, dado que el nombre póstumo que se da a los emperadores ahora es el
mismo que el de la época que ellos presidieron, mientras que antes el reinado de un
emperador podía contener una sucesión de eras. Términos tales como “Emperador
Meiji” deben ser entendidos en inglés como “el emperador del período Meiji”, que no
es siempre lo que se entiende en japonés.
Por ejemplo, el emperador que reinó hasta 1989 era usualmente llamado Hirohito en
español, pero luego de su muerte fue rebautizado como Shōwa Tennō y es llamado de
esa forma en japonés. Sin embargo, durante su reinado, nunca se le llamó Hirohito o
Shōwa Tennō en japonés. Más bien, se hacía referencia a él simplemente como Tennō
Heika (que significa “Su Majestad el Emperador”).
Tradiciones matrimoniales
Emperador Taishō.
De las ocho mujeres tennō (emperatriz reinante) de Japón, ninguna se casó ni dio a
luz luego de ascender al trono. Algunas de ellas, siendo viudas, habían tenido
hijos antes de su reinado. En la sucesión, los hijos de la emperatriz eran
preferidos a los de las consortes secundarias. Así, era significativo qué familias
tenían oportunidades preferenciales de proveer esposas jefe a los príncipes
imperiales, esto es, dar futuras emperatrices.
Los monarcas japoneses han sido, así como muchos otros en otras partes,
dependientes de las alianzas con jefes poderosos y con otros monarcas. Muchas de
dichas alianzas eran selladas con matrimonios. La específica característica en
Japón era el hecho que esos matrimonios pronto se incorporaron como elementos de
tradición que controlaban los matrimonios de las generaciones venideras, aunque la
alianza original haya perdido su significado real. Un patrón repetido ha sido un
yerno imperial bajo la influencia de su poderoso suegro no imperial.
Desde los siglos VII y VIII, los emperadores solían tomar a las mujeres del Clan
Fujiwara como sus más altas esposas – las más probables madres de los futuros
monarcas. Esto era encubierto como una tradición matrimonial entre los herederos de
dos kamis, dioses Shinto: los descendientes de Amaterasu con los descendientes de
la familia kami de los Fujiwara. (Originalmente, los Fujiwara eran descendientes de
una nobleza relativamente menor, así su kami es difícilmente reconocible en la
mitología japonesa.) El producir niños imperiales, herederos de una nación,
descendiente por ambas ramas de dos kamis, era considerado deseable – o al menos
así parecía a los Señores Fujiwara, que así recibían preferencia en el mercado de
los matrimonios imperiales. La realidad tras esos matrimonios era la alianza entre
un príncipe imperial y un Señor Fujiwara, su suegro o abuelo, este último con sus
recursos apoyando el ascenso del príncipe al trono y más a menudo controlando el
gobierno. Estos arreglos crearon la tradición de los regentes (Sessho y Kampaku),
cuyo puesto podía ser utilizado solo por un señor sekke Fujiwara.
Las cinco familias Fujiwara, Ichijo, Kuji, Nijo, Konoe y Takatsukasa, fueron la
fuente principal de novias imperiales desde los siglos VIII a XIX, incluso más
comúnmente que las mismas hijas del clan imperial. Así, las mujeres Fujiwara, por
lo común eran las emperatrices y madres de los emperadores.
Luego de que esa ley fue abolida a consecuencia de la Segunda Guerra Mundial y el
cambio en la constitución de Japón en 1947, el anterior emperador Akihito fue el
primer príncipe heredero en más de mil años en tener una emperatriz no elegida del
círculo aceptable, actuación seguida por el actual emperador Naruhito.
Sucesión
Ceremonia de entronización del emperador Naruhito con el primer ministro Shinzo Abe
(22 de octubre de 2019)
La dinastía imperial japonesa basa su posición en el hecho de que ha reinado “desde
tiempos inmemoriales”. Es cierto que sus orígenes están escondidos tras las nieblas
del tiempo: no hay pruebas que muestren la existencia de cualquier emperador que no
haya sido descendiente de su predecesor, hasta los más tempranos emperadores. Un
antiguo ancestro de la dinastía, el Emperador Keitai (aparecido en los años 500 d.
C.), a pesar de que se sospecha no era descendiente de su predecesor, la tradición
lo coloca como un pariente lejano de sus antecesores. De acuerdo a los registros,
la familia que él inició en el trono, desciendo al menos de una, o probablemente de
varias princesas imperiales de la dinastía inmediatamente anterior. La tradición
erigida por estas leyendas ha elegido reconocer solo al ancestro masculino putativo
para legitimar su sucesión, sin dar importancia al peso de los lazos por parte de
las princesas. Hace milenios, la familia imperial japonesa creó su propio y
particular sistema de sucesión hereditaria. Este es no basado en la primogenitura,
más o menos patrilineal, basado mayoritariamente en rotación. Hoy, Japón usa un
estricto sistema de primogenitura patrilineal – en otras palabras, Ley Sálica pura.
Esta fue adoptada según el modelo prusiano, por el que Japón fue fuertemente
influenciado en la década de 1870.
- Las mujeres podían suceder (pero existían niños que no les eran propios y cuyo
padre tampoco era patrilineal de la casa imperial, así no hay precedente de que un
hijo de una mujer imperial con un hombre no imperial fuera autorizado para suceder,
así como tampoco lo hay prohibiéndolo a los hijos de las emperatrices). Sin
embargo, la accesión femenina era claramente mucho más rara que la de los hombres.
- La adopción era posible y una forma muy utilizada para incrementar el número de
herederos capaces de suceder (sin embargo, el niño adoptado debe ser hijo de otro
miembro patrilineal de la casa imperial.
- La abdicación era común, y de hecho se dio mucho más que la muerte en el trono.
En aquellos días, el principal papel del emperador era ser una especie de sacerdote
(o dios), que contenía muchísimos y repetitivos rituales, que se juzgaba que, tras
un servicio de alrededor de diez años, el susodicho merecía un retiro digno como un
honorable exemperador.
Hace unos mil años, comenzó la tradición de que el emperador debe ascender al poder
relativamente joven. Un dinasta que ha pasado la infancia se considera apta y lo
suficientemente crecido. El alcanzar la edad de mayoría legal no era un requisito.
Así, una multitud de emperadores han ascendido desde pequeños, jovencitos de 6 a 8
años de edad. Las labores ceremoniales eran juzgadas posibles de ser realizadas por
un niño. Un reino de alrededor de diez años era reputado un servicio suficiente.
Ser un niño aparentemente era un buen atributo, para soportar deberes tediosos y
para tolerar la subyugación de los poderes políticos, así como a veces para
esconder a los verdaderos miembros poderosos de la dinastía imperial. Casi todas
las emperatrices japonesas y docenas de emperadores abdicaron, y vivieron el resto
de sus vidas en el retiro, y/o ejerciendo influencia tras los velos. Muchos
emperadores abdicaron y pasaron a su retiro cuando aún eran adolescentes. Estas
tradiciones se aprecian en el folclore, teatro y literatura japoneses, así como en
otras formas de arte, donde el emperador es usualmente descrito o representado como
un adolescente.
El artículo 2.º de la Constitución Meiji de 1889 (la Constitución del Imperio del
Japón) estatuía, “El Trono Imperial debe ser sucedido por los descendientes
imperiales varones, de acuerdo con las providencias de la ley de la casa imperial.”
La ley de la casa imperial de 1889 fijó la sucesión en los descendientes varones de
la línea imperial, y excluyó específicamente a las mujeres descendientes de la
sucesión. En el evento que no hubiese varones en la línea principal, el trono
pasaría a la línea colateral más cercana, nuevamente en línea masculina. Si la
emperatriz no fuese capaz de dar a luz a un heredero, el emperador podía tomar una
concubina, y el hijo que ella tuviera sería reconocido como heredero al trono. Esta
ley, promulgada el mismo día que la Constitución Meiji, gozaba de igual estatus con
aquella.
Estado actual
Hay una potencial crisis sucesoria dado que no han nacido niños varones en la
familia imperial desde el Príncipe Akishino en 1965. Luego del nacimiento de la
Princesa Aiko, ha habido cierto debate público sobre la enmienda a la Ley de la
Casa Imperial para permitir a las mujeres suceder en el trono. En enero de 2005, el
primer ministro Jun'ichirō Koizumi designó a un panel especial compuesto de
magistrados, catedráticos e intelectuales en orden a estudiar cambios en la Ley de
la Casa Imperial y para hacer recomendaciones al gobierno.
Funciones
El emperador es símbolo del Estado japonés y de unidad colectiva, el trono imperial
es dinástico, y la sucesión de acuerdo con la Ley de la Casa Imperial debe ser
aprobada por la Dieta; tiene funciones de consejo y aprobación en cuestiones de
Estado y el gabinete es responsable ante él, delega el cumplimiento de sus actos en
cuestiones de Estado tal como sea previsto por ley, lleva adelante solamente los
actos en cuestiones de Estado y no tiene poderes relativos al Gobierno, asimismo,
la Casa Imperial no debe recibir nada sin permiso previo de la Dieta, toda
propiedad de la misma corresponde al Estado y los gastos son determinados por la
Dieta.
Véase también
Lista de Emperadores de Japón
Historia de Japón
Referencias
Kamstra, Jacques H. (1967). Encounter Or Syncretism: The Initial Growth of
Japanese Buddhism. Brill. p. 66.
«Religion-in-Japan. Geschichte: Staatsshinto» (en alemán). Universität Wien. 1 de
diciembre de 2014. Archivado desde el original el 7 de noviembre de 2018.
Consultado el 13 de diciembre de 2014.
Enlaces externos
Lista de Emperadores (en inglés).
The official Imperial Household Agency Website
Control de autoridades
Proyectos WikimediaWd Datos: Q208233Commonscat Multimedia: Emperors of Japan /
Q208233
IdentificadoresGND: 4232704-0LCCN: sh85069411NDL: 00572851NLI:
987007529363905171Diccionarios y enciclopediasBritannica: url
Categorías: Emperadores de JapónNacionalismo japonés
Esta página se editó por última vez el 11 sep 2023 a las 18:46.
El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir
Igual 4.0; pueden aplicarse cláusulas adicionales. Al usar este sitio, usted acepta
nuestros términos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una
organización sin ánimo de lucro.
Política de privacidadAcerca de WikipediaLimitación de responsabilidadCódigo de
conductaVersión para móvilesDesarrolladoresEstadísticasDeclaración de
cookiesWikimedia FoundationPowered by MediaWiki
Activar o desactivar el límite de anchura del contenido