ía d e l

en o l o g
e n o m p ír i tu
F es (I V.; A.)

Pablo J. Valle
 d a d d e
L a ve r
IV. “ e z a d e
l a c e r t
i s m o ”
sí m
IV.
Certeza 1

“En los modos de la certeza

que preceden hasta aquí, lo
C o
verdadero es para la
conciencia algo distinto a ella
misma. Pero el concepto de
este algo verdadero
desaparece en la experiencia 1. El objeto (o) es el en sí para la
de él [...]” (p. 90) conciencia (C), un modo de
presentación para ella (su otro).

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IV.
[…] Pero ahora ha nacido lo Certeza 2
que no se producía en estas
relaciones anteriores: una
certeza que es igual a su C’ C o
O
verdad, pues la certeza es ella
v2
misma su objeto y la conciencia c2
es ella misma lo verdadero […]
la conciencia diferencia, pero
diferencia algo que para ella 2.1. El objeto (o) es reemplazado en
la autoconciencia (C’) por el “doble
es, al mismo tiempo, algo no objeto” (O).
diferenciado” (p. 90)
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IV.
● Concepto: movimiento del Certeza 2
saber / lo que el objeto es en-
sí.
● Objeto: saber, unidad quieta o C’ C o
O
Yo / para un otro.
v2
c2

“Yo es el contenido de la relación

y el relacionar mismo; es él mismo
contra otro y sobrepasa al mismo
tiempo a este otro, que para él es
también sólo él mismo” (idem).
2.2. En la relación C’O tenemos a la
vez que la conciencia se relaciona
con algo ajeno a ella (Co) y con ella
misma (C’C).
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IV.
“Con la autoconciencia entramos ahora, pues, en el reino
propio de la verdad […] Si consideramos esta nueva figura del
saber, el saber de sí mismo, en relación con la anterior, con el
saber de otro, vemos que este último ha desaparecido,
ciertamente, pero sus momentos, al mismo tiempo, se han
conservado, y la pérdida consiste en que dichos momentos
están presentes aquí tal como son en sí […] Pero esta
contraposición entre su fenómeno y su verdad solo tiene por su
esencia la verdad, esto es, la unidad de la conciencia consigo
misma; esta unidad debe ser esencial a la autoconciencia; es
decir que ésta es deseo en general” (pp. 90-91)
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IV.
● Autoconciencia. Movimiento Objeto
(ser otro)
reflexivo, se expresa como una
tautología estática (Yo soy Yo) Conciencia concipiente
(ser yo)
que excluye a la diferencia.

Ser (del “Querer decir por medio

● Esencias del saber. de la opinión”)
Subsistencias simples Singularidad y Universalidad (de
autosuficientes. la percepción)

Interior vacío (del entendimiento)

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IV.
Doble objeto u objeto complejo Certeza 2
(O)
● Objeto inmediato (o) de la
C’ C o
certeza sensible y la O
percepción. v2
c2
● Objeto efectivamente real 2.3. Al pasar a una nueva figura del
(O). La conciencia misma, saber, la conciencia (C) se ha
tornado autoconciencia (C’) con la
esencia verdadera. Sólo reflexión sobre sí misma, y con ello
presente en la disuelve su contraposición con lo
que para ella es ajeno
contraposición a o. reemplazándola con la igualdad de
sí.
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IV.
Certeza 2
“En efecto, el en-sí o el
resultado universal de la
relación del entendimiento C’ C o
O
hacia el interior de las cosas es
v2
la diferenciación de lo c2
[in]diferenciable o la unidad de
lo diferenciado. Pero esta 2.4. El objeto se distingue de la
unidad es […] el repelerse de sí autoconciencia como ser subsistente
misma […]” (p. 91) negativo, pero en su reflexión ha
devenido vida (O).

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IV.
Vida: Objeto (O) del deseo Certeza 2
inmediato (autoconciencia, C’).
Unidad por la cual se da la
diferencia y viceversa. C’ C o
O
“Los miembros autosuficientes v2
son para sí; pero este ser para c2
sí es más bien del mismo modo
inmediato su reflexión en la 2.5. El carácter fluido de la vida, su
movimiento constante, es lo que
unidad, en cuanto esta unidad obliga a que O sea representado
es, a su vez, la escisión en las como complejo que rota sobre su
eje.
figuras autosuficientes” (p. 92).
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IV.
“El ser no tiene ya el significado de la abstracción del ser, ni su
esencialidad pura, la de la abstracción de la universalidad, sino
que su ser es precisamente aquella sustancia simple fluida del
movimiento puro en sí mismo […] vemos que tenemos como
primer momento la subsistencia de las figuras autosuficientes
[…] El segundo momento es la sumisión [Unterwerfung] de
aquella subsistencia bajo la infinitud de la diferencia […] En el
medium fluido universal, que es un despliegue quieto de las
figuras, la vida deviene precisamente por ello el movimiento de
las mismas, se convierte en la vida como proceso [Prozeß]
[…]” (p. 92)
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IV.
“La fluidez simple y universal es el en-sí y la diferencia entre
las figuras, lo otro. Pero esta fluidez deviene ella misma, por
medio de esta diferencia, lo otro […] la unidad consigo misma
[de la autoconciencia] que se da es precisamente la fluidez de
las diferencias o la disolución universal [allgemeine Auflösung].
Pero, a la inversa, la superación de la subsistencia individual
es también su producción […] Por tanto, la sustancia simple de
la vida es la escisión de esta misma en figuras y, al mismo
tiempo, la disolución de estas diferencias subsistentes; y la
disolución de la escisión [AufLösung der Entzweiung] es,
asimismo, escindir o estructurar [glidern] […]” (pp. 92-93)
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IV.
Satisfacción Certeza 2
La autoconciencia encuentra la
satisfacción del deseo con la
autosuperación de su su objeto C’ C
O
o
(la certeza de sí), y por tanto v2
está condicionada por este otro c2
el cual reproduce en su
2.6. La diferencia específica entre o
negación. Esta negatividad se como primera unidad inmediata o
haya en a) el deseo, o b) como ser (certeza 1) y O como unidad
reflexionada o universal (certeza 2)
determinidad, o c) como su remite a una conciencia (C’) que
naturaleza inorgánica universal. concibe O como género.
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IV.
“[…] esta naturaleza universal
autosuficiente, en la que la
negación es como negación
absoluta, es el género como tal
o como autoconciencia. La
autoconciencia sólo alcanza su
satisfacción en otra
autoconciencia […] Aquí está
dado ya para nosotros el
concepto del espíritu” (p. 94-
95).
Certeza 2
C’ C o
O
v2
c2
2.7. La necesidad propia de la vida
como momento de C’, la reflexión
de la autoconciencia en la
autosuperación de su objeto,
desemboca en que O devenga otra
autoconciencia, es decir en la unidad
con sí misma (C’=O’=C’).
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 i e n c i a
o s u f i c
“ A u t y n o -
A.
c i a d e
u fi c i e n
a u t o s e n c i a ;
c o n c i
l a a u to c i ó n y
o m i n a
d m b re ”
e rv i d u
s
A.
“La autoconciencia es en y para sí en cuanto que y porque
es en sí y para sí para otra autoconciencia; es decir, sólo es
en cuanto se la reconoce. El concepto de esta unidad de la
autoconciencia en su duplicación, de la infinitud que se
realiza en la autoconciencia [der sich im Selbstbewußtsein
realisierenden Unendlichkeit], es una trabazón multilateral y
multívoca […] La descomposición del concepto de esta
unidad espiritual en su duplicación presenta ante nosotros
el movimiento del reconocer [Anerkennen]” (p. 95)

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A.
“Esta superación de doble sentido
de su ser-otro de doble sentido es,
igualmente, un retorno a sí misma
de doble sentido, pues, en primer
lugar, se recobra a sí misma
mediante esta superación, pues
deviene de nuevo igual a sí por la
superación de su ser otro, pero, en
segundo lugar, restituye también a
sí misma la otra autoconciencia,
que era en lo otro, supera este su
ser en lo otro y hace, así, de nuevo
libre a lo otro” (pp. 95-96).
Autoconciencia
duplicada
C’ C’’
3.1. La autoconciencia (C’) se
percata que tiene delante otra
autoconciencia (C’’) autosuficiente,
y por tanto tiende a superarla para
mantenerse como la única esencia, y
con ello se supera a sí misma.
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A.
“El movimiento es […] el
movimiento duplicado de
ambas autoconciencias. Cada
una de ellas ve a la otra hacer
lo mismo que ella hace […] lo
que ha de suceder sólo puede
lograrse por la acción de
ambas” (p. 96).
Autoconciencia
duplicada
C’ C’’
3.2. La reflexión de la
autoconciencia que dio origen a una
segunda autoconciencia repite el
proceso del juego de fuerzas y
termina por hacer recíproca la
relación de reconocimiento que
media entre ambas afirmaciones.
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A.
Reconocimiento Autoconciencia
duplicada
● Exige reciprocidad entre
autoconciencias.
● Se ve frustrado por la C’ C’’
tendencia de una
autoconciencia a superar su
objeto.
3.3. La reciprocidad de la relación se
● Por ello, ambas descompone en momentos
autoconciencias se ponen a alternantes donde C’ es primero
prueba a sí mismas y a la otra reconocido y luego lo que reconoce,
y viceversa.
en la lucha a vida o muerte.
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A.
“Y deben entablar esta lucha, pues deben elevar la certeza
de sí misma de ser para sí a la verdad en la otra y en ella
misma. Solamente arriesgando la vida se mantiene la
libertad, se prueba que la esencia de la autoconciencia no
es el ser, no es el modo inmediato como la autoconciencia
surge, ni es su hundirse en la expansión de la vida, sino
que en ella no se da nada que no sea para ella un momento
que tiende a desaparecer, que la autoconciencia sólo es
ser-para-sí puro.” (p. 97)

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A.
Señorío y servidumbre Autoconciencia
duplicada
● El señor es ser para sí en
mediación con un otro que toma
como cosa.
● El señor se relaciona en un C’ C’’
doble momento: 1) con una cosa
en cuanto tal y con una
conciencia que tiene la coseidad 3.4. En la primera experiencia,
por esencia, 2) con sí mismo. producto de la disolución de su
unidad simple, C’ se pone a sí misma
● Esta relación se da a la vez de como autosuficiente (ser para sí,
amo), mientras coloca a C’’ en
manera inmediata y mediada relación de dependencia (ser para
por el otro. otro, siervo).
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A.
Señorío y servidumbre Autoconciencia
duplicada
● El siervo está atado por la
autosuficiencia.
● El siervo se relaciona con la C’ C’’
cosa de manera negativa sin
poder superarla y se limita, por
ello, a trabajarla [beareitet].
3.4. La dependencia determina a C’’
● Por mor de la mediación en el como negación que no puede
siervo, la relación se vuelve resolver su relación con C’, y por
para el señor en goce tanto su referencia a la cosa la
mantiene como autosuficiencia.
[GenuB].
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A.
“Y deben entablar esta lucha, pues deben elevar la certeza
de sí misma de ser para sí a la verdad en la otra y en ella
misma. Solamente arriesgando la vida se mantiene la
libertad, se prueba que la esencia de la autoconciencia no
es el ser, no es el modo inmediato como la autoconciencia
surge, ni es su hundirse en la expansión de la vida, sino
que en ella no se da nada que no sea para ella un momento
que tiende a desaparecer, que la autoconciencia sólo es
ser-para-sí puro.” (p. 97)

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