Sermón Domingo

LA SANTIDAD DE DIOS

INTRODUCCIÓN
¿Qué significa santo?
Según el Diccionario Bíblico, santo “se refiere en general a lo que es
sagrado y separado de lo común” (DBA, 1054), santo proviene de la
palabra hebrea “qodesh” que significa “apartado”, “retirado” y de la
palabra griega “hagios” que significa “apartado para una obra sagrada”.
En las epístolas de Pablo, se usa 39 veces la palabra “santos” de las 61
veces que aparece en el Nuevo Testamento y se refiere a toda persona que
aceptó a Cristo por la fe. Entonces la palabra “santos” podría ser
reemplazada con “creyentes”, “hermanos”, “fieles”, etc. “Hagios” es
“apartado” o “escogido” para tener “la fe de Jesús” (Ap 14: 12).
Por cierto que entendemos cuando decimos que la Biblia es santa, porque
ella es sagrada y proviene de Dios. Entendemos que el templo dedicado
es santo porque fue consagrado a Dios.
Isaías lo llama 22 veces “El Santo de Israel” (Isaías 37:23; 41:14, etc). Y
luego, en otros libros, aparece 7 veces más.
Isaías 6: 3 dice:
“Y uno al otro decía: Santo, Santo, Santo es el Señor Todopoderoso.
Toda la tierra está llena de su gloria”

PROPOSICIÓN: ¿QUÉ SIGNIFICA CUANDO DECIMOS DIOS

ES SANTO?
Oración de transición: Veamos dos respuestas.
I. DIOS ES SANTO SIGNIFICA QUE DIOS ES
SOBERANO
Si santo es separado para un uso sagrado, sería inapropiado decir que
“Dios es separado para un uso sagrado” entonces la expresión el
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“Santo de Israel” o “Santo, Santo, Santo es el Señor” debe significar

mucho más que “separado”, “escogido” o “llamado”.
A. Para entender este asunto, necesitamos ir a la experiencia de
Moisés cuando se le apareció a Dios en la zarza ardiente:
“Quita tu calzado de tus pies porque el lugar en que tú estás
tierra santa es” (Ex. 3:3-5).
Al referirse “santo” a un objeto inanimado como es la tierra y
declararla santa, es una evidencia que santidad no tiene que ver
con moral o ética, porque la moral y la ética tiene que ver con la
conducta humana.
¿Qué quiso decir Dios a Moisés cuando le pidió que se
quitara las sandalias porque la tierra que pisaba era santa?
1. “Quita tu sandalia” significa “santifica este lugar” y,
2. “Sé consciente” de la presencia de Dios.
3. Distingue entre lo sagrado y lo común

B. Ahora pasemos a la experiencia Nadab y Abiú cuando ofrecieron

fuego extraño en el Tabernáculo y Dios se disgustó, y mandó
fuego y los consumió.
“En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de
todo el pueblo seré glorificado” (Lev 10: 3) “Para poder
discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo
limpió” (Lev 10: 10).
“Pero violaron las órdenes de Dios usando “fuego extraño”.
Para quemar el incienso se valieron de fuego común en lugar del
fuego sagrado... A causa de este pecado, salió fuego del delante
del Señor y los devoró a la vista del pueblo” (PP, 373, Elena G.
de White).

C. Santo en Dios significa que él es muy sagrado, digno de todo

respeto y adoración. El es el que merece nuestra sumisión y
obediencia porque es el Soberano del universo. Todo lo que el
elige tiene el sello de su voluntad, por eso es santo.
 Adorar a Dios en su Santidad, es adorarlo en obediencia
 Es respetar su voluntad y su autoridad.

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II. DIOS ES SANTO SIGNIFICA LA SUMA DE TODO EL

SER DE DIOS
Los atributos divinos
Los atributos son las “propiedades”, “virtudes”, “perfecciones” o
“excelencias” del Ser de Dios.
En Dios existen atributos absolutos y atributos trascendentes:
Los primeros atributos son aquellos que no tienen ninguna
semejanza o analogía con los seres humanos como ser “la aseidad” o
“la inmensidad” de Dios; y el segundo grupo son los que tiene alguna
relación el espíritu humano como “la bondad”, “la justicia”, etc.
ATRIBUTOS ABSOLUTOS
El término “absoluto” deriva del latín “ab” = desde, y “volvere” =
soltar que significa “libertad”, “ilimitado”, “sin impedimento”, que
refiriéndose a Dios denota “libre de condiciones, de relaciones y de
imperfecciones”.
1. LA INMUTABILIDAD DE DIOS
La inmutabilidad de Dios es su absoluta perfección, que es
imposible todo cambio, aumento o disminución, crecimiento o
decrecimiento, mejor o peor. Ex 3: 14; Sal 102: 26-28.
2. LA INFINIDAD DE DIOS
La infinidad de Dios es su perfección por la cual queda libre de
toda limitación. Dios es de ilimitada potencia, para él nada es
imposible, él todo lo puede, es todopoderoso. Todo lo sabe, es
omnisapiente. Está en todas partes, es inmenso, es
omnipresente, trasciende todas limitaciones espaciales. Es libre
de de toda limitación o defecto, es perfecto. Es eterno. Sal 90: 2;
102: 12; Ef 3: 21; Job 11: 1-10; Sal 145: 3.
ATRIBUTOS TRASCENDENTES O EL CARÁCTER DE DIOS
¿Cómo es el carácter de Dios?
1. La primera, “Dios es amor” (1Jn 4:8), no que Dios sienta amor,
ternura, simpatía, sino que Dios en su carácter es amor. El es la
personificación del amor. Dios es la perfección de amor. Su
carácter es de misericordia, de simpatía, de ternura.

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2. Otra característica, “Dios es justo”, significa que Dios es recto,

correcto, imparcial, no hace acepción de personas, trata a todos
por igual, equidad, no se parcializa.
“El juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud”
(Sal. 9:8)
3. Otra característica, “Dios es Puro”, que significa, que no tiene
pecado, nada sucio, nada de impureza. Dios es ético, es moral, es
limpio.
4. Otra característica, “Dios es paciente” llamado “el Dios de la
paciencia” (Rom. 15:5) “lento para la ira”, “perseverante” y
“constante”.
Dios es santo significa más que un atributo, es un nombre de Dios que
envuelve todo su ser:
¿Saben que significas santo? Santo es la suma de todas las virtudes de su
carácter junto a sus prerrogativas divinas. ¿Cómo podríamos resumir la
belleza, el poder, y la perfección de Dios? Solo con la expresión: “Santo,
Santo, Santo, Jehová de los ejércitos”.
Cuándo los serafines alaban el nombre de Dios diciendo “Santo, Santo,
Santo” lo que quieren expresar es “Bello”, “Sublime”, “Único”,
“Majestuoso”, “Soberano”. No hay otro Dios, sólo él es el “Santo”.
Que quiere decir Dios cuando dice: “Sed santos porque Jehová nuestro
Dios es Santo” (Lev. 19:2) lo mismo que dijo Jesús: “Sed perfecto como
mi padre que está en los cielos en perfecto”. Es decir, el ideal de Dios es
reproducir su carácter en cada uno de nosotros. Es grabar en nosotros sus
maravillosas cualidades.
III. EL PUEBLO DE DIOS ENCUENTRA SU GRANDEZA
EN LA SANTIDAD DE DIOS.
A. La Santidad de Dios en la observancia del sábado
“Acuérdate del sábado para santificarlo” (Ex. 20:8).
Dios “manda”, el Santo “ordena” que “santifiquemos” las 24
horas del día sábado. No dice “acuérdate del sábado para
reposar”. Sino dice: “Acuérdate del sábado para santificarlo”.
Qué significa:
1. Distinguir que las 24 horas del sábado son sagradas, que el
sábado es un día santo. No es común, no es secular, es un día
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de Dios, que él es el propietario. Yo no lo puedo toca, ni

servirme de él para el trabajo. Reconozco que Dios lo reservo
para un uso sagrado: Para encontrarse conmigo.
2. Distinguir que respetar la santidad del día sábado es respetar
la autoridad del Santo de Israel, del Soberano. Que no
respetar el sábado, es decir que yo soy más que Dios. Puesto
que Dios dice: “santifica mi sábado”, yo digo, ¡No! No
puedo, yo tengo que trabajar, tengo que dar examen, tengo
que limpiar, tengo que hacer esto o aquello.
3. Distinguir que la observancia del sábado es cuestión de quién
es la autoridad: ¿Yo o Dios? ¿Quién manda? ¿Yo o Dios? Si
tú guardas el sábado en su santidad, entonces reconoces que
Dios es el Santo en tu vida y que tú eres su criatura que le
rinde fe y obediencia.
B. La Santidad de Dios en la devolución de los diezmos:
“Todos los diezmos… pertenecen a Jehová. Es cosa sagrada a
Jehová. Será consagrado” (Lev 27: 30, 32)
Dios “manda”, el Santo “ordena” que “santifiquemos” la décima
parte y las ofrendas de nuestras posesiones. No dice “los diezmos
pertenecen al pastor”, tampoco dice “los diezmos lo darás para al
que verdaderamente predica del evangelio”, tampoco dice “los
diezmos y las ofrendas úsalos con cuidado, puedes dárselo a los
pobres o comprar Biblias” . Sino dice: ““Todos los diezmos…
pertenecen a Jehová. Es cosa sagrada a Jehová. Será
consagrado”.
Qué significa:
1. Distinguir que los diezmos y las ofrendas son sagrados, que
son santos. No son comunes, no son seculares, son de Dios,
que él es el propietario. Yo no lo puedo toca, ni servirme de
él. Reconozco que Dios lo reservo.
2. Distinguir que respetar los diezmos y las ofrendas es respetar
la autoridad del Santo de Israel, del Soberano. Que no
respetar los diezmos y las ofrendas, es decir que yo soy más
que Dios. Puesto que Dios dice: “santifica mis diezmos y
ofrendas”, yo digo, ¡No! No puedo, tengo muchas

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necesidades, tengo que dar de comer a mi familia, tengo

deudas que pagar.
3. Distinguir que la devolución de los diezmos y ofrendas es
cuestión de quién es la autoridad: ¿Yo o Dios? ¿Quién
manda? ¿Yo o Dios? Si tú guardas entregas en su santidad,
entonces reconoces que Dios es el Santo en tu vida y que tú
eres su criatura que le rinde fe y obediencia.
Así sucede con todo aquello que Dios santificó como los ungidos, los
creyentes, la Biblia, el templo, la familia, etc.
CONCLUSIÓN
El ingrediente básico del cristianismo es la santidad de Dios.
“Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa” (Ex 19:6)
“Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios, Jehová tu Dios e ha
escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que
están sobre la tierra” (Deut 7: 6).
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que
os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1Per 2: 9).
El ideal que Dios tiene para uno de sus hijos es que reflejemos la imagen
de Dios. Que seamos perfectos como nuestro padre que está en los cielos
es perfecto (Mat 5: 48).

Dios pide santidad en el sábado. Santidad en los diezmos. Santidad para

con los ungidos. Santidad para con la Biblia, el templo y las instituciones
y el servicio que le brindamos.
Mi invitación en esta oportunidad es para servir a Dios:
 “Quitándonos las sandalias profanas” de nuestra desobediencia.
 Reconociéndolo como el Dueño, Propietario y Soberano de mi
vida.
 Reconociendo que profanar el sábado o robar en los diezmos es
desconocer la autoridad de Dios y colocar mi autoridad por
encima de su autoridad.
Que Dios nos libre de semejante temeridad, y que todos decidamos
servir a Dios recociendo que él es Santo de Israel: Mi Santificador.
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