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El derecho procesal penal

Concepto:

Es el conjunto de normas jurídicas correspondientes al derecho público interno que regulan


cualquier proceso de carácter penal desde su inicio hasta su fin entre el Estado y sus particulares.

El proceso penal en nuestra provincia comienza con la notia criminis (noticia del delito) que se
puede verificar de tres formas: 1.- por la denuncia realizada de forma oral en la sede policial
correspondiente (es receptada la denuncia por el policía a cargo quien transcribe literalmente lo
expresado por la denunciante), una vez que carga todos los datos en el sistema, envía la denuncia
por vía informática a la UAT (unidad de atención temprana), 2.- delito in fraganti (esta especie de
noticia del delito ocurre cuando la persona que delinque lo hace a la vista de todos y la autoridad
policial procede a su detención), 3.- denuncia realizada ante la oficina de orientación y denuncia
del Ministerio Publico.

Una vez tomado conocimiento del delito por cualquiera de las vías nombradas anteriormente, la
demanda pasa a ser controlada por la UAT, esta unidad se va a encargar de realizar un control de
los elementos del hecho delictivo, de esta manera, va a controlar la tipicidad (cuando la figura
delictiva encaja en la descripción realizada en la ley penal) y la posibilidad probatoria. Si
cumplimenta con estos requisitos la denuncia sigue su curso, y es enviada al ministerio publico
fiscal para que comience con la primera etapa del proceso llamada investigación penal
preparatoria y en el caso de resultar manifiestamente atípicos los hechos denunciados se procede
a la DESESTIMACIÓN de las actuaciones. De resultar manifiestamente imposible acreditar los
hechos denunciados, se procede al ARCHIVO POR FALTA DE MÉRITO.-

En caso de haberse presentado una denuncia ante la policía, esta sustancia un sumario policial que
recibe el nombre de actuación de prevención. En el marco de este sumario, la policía realiza tareas
de investigación manteniéndose en contacto telefónico con el fiscal penal de turno y siguiendo sus
directivas. El plazo legal para completar esta etapa es de cinco días hábiles prorrogables por otros
cinco días hábiles.-

LA INVESTIGACION PENAL PREPARATORIA


Esta es la etapa que da comienzo al proceso penal, se caracteriza por ser una investigación llevada
a cabo por el fiscal correspondiente o el que se encuentra de turno, es puramente escrita y tiene
un plazo de duración de 4 meses prorrogable por 4 meses más en razón de la dificultad probatoria
prorrogable por 4 meses más.

En esta etapa el fiscal penal podrá identificar a los causantes y llevar a cabo diligencias de
investigación sencillas, tales como tomas testimoniales y solicitar informes periciales al CUERPO DE
INVESTIGACIONES FISCALES (CIF). El plazo para completar esta etapa es de 15 días hábiles desde la
identificación del imputado.

En caso de existir elementos suficientes para sostener una imputación penal en contra del
imputado ya individualizado, el fiscal penal decretara la citación a audiencia de imputación, dando
inicio asi a la investigación penal preparatoria propiamente dicha. Este decreto deberá contener
una descripción detallada del hecho que se imputa y su calificación legal, todo lo cual deberá ser
puesto en conocimiento del imputado en la audiencia de imputación, la cual tiene lugar en sede
de la fiscalía. En esta audiencia debe estar presente, bajo pena de nulidad, la defensa técnica de
imputado.

El imputado es citado a prestar declaración. Puede hacerlo ante el fiscal penal en la misma
audiencia de imputación, o por escrito dentro de los 3 dias de formulada la opción para hacerlo, o
ante el juez de garantías de asi solicitarlo el imputado. También tiene el imputado el derecho de
abstenerse de prestar declaración, sin que ello pueda ser utilizado en su contra. En la declaración
del imputado debe estar presente, bajo pena de nulidad, su defensa técnica.

El fiscal penal llevara a cabo todos los actos de investigación que estime pertinentes y útiles para el
esclarecimiento de la verdad real. Esto incluye, toma de testimonios, pericias, etc. En caso que sea
necesario allanar alguna garantía constitucional, solicitara la producción de la medida al juez de
garantías. En casos de actos definitivos e irreproducibles (actos que no se pueden volver a realizar
por su naturaleza) deberá citarse a la defensa técnica del imputado, bajo pena de nulidad. Los
restantes actos podrán realizarse aun sin la presencia de la defensa técnica (abogado), pero su
contenido no podrá ser utilizado como prueba de cargo, a menos que se hubiera notificado antes
a la defensa.

Esta etapa de investigación tiene una duración máxima de 4 meses, contados desde la última
declaración del imputado, prorrogables por otros 4 meses más en casos complejos, lo que debe
ser dispuesto por el juez de garantías, y por otros 4 meses más en casos de extrema gravedad, lo
que también debe ser dispuesto por el juez de garantías.

Concluida la investigación penal preparatoria el fiscal puede requerir la elevación de la causa a


juicio si entiende que existen elementos de prueba suficientes para sostener en grado de
probabilidad la participación punible del imputado en el hecho investigado. La elevación a juicio
será solicitada por el fiscal penal al juez de garantías mediante un escrito que contendrá la
identificación del imputado, la descripción detallada del hecho, su calificación legal, la
fundamentación de la decisión adoptada por el fiscal de requerir la elevación a juicio y la
correspondiente acusación formal dirigida en contra del imputado.

De existir una parte querellante, se le correrá traslado de la acusación presentada por el Ministerio
Publico Fiscal, a fin de que pueda presentar su propia acusación.

Una vez presentada la acusación del querellante si la hubiera, se correrá traslado al imputado y a
su defensa técnica de la acusación del fiscal y de la acusación del querellante.

La defensa del imputado podrá oponerse al requerimiento de elevación a juicio, solicitando el


sobreseimiento del imputado, el cambio de calificación legal, la declaración de nulidad absoluta de
la acusación o la realización de medidas de prueba que hayan sido solicitadas con anterioridad por
su parte. De formular oposición la defensa se abre la etapa crítica, corriéndose traslado a las
partes acusadoras de la oposición y el juez de garantías resuelve lo planteado.

En caso de superar la acusación la etapa crítica, o de no existir oposición alguna de la defensa, el


juez de garantías resolverá la elevación de la causa a juicio ante el tribunal de juicio competente
JUICIO ORAL

El juicio oral es la etapa siguiente a la investigación penal preparatoria y concurre una vez que el
fiscal eleva la causa a juicio.

Como su nombre lo indica es realizado de forma completamente oral por el sistema de


audiencias.se rige por dos principios fundamentales: 1.- el principio de inmediación debido a que
toda la prueba producida a lo largo del proceso debe exponerse en el juicio para que se someta a
la contradicción de cada parte, 2.- el principio de contracción este principio tiende a lograr la
igualdad de las partes en el proceso.

El juicio oral penal arrancara con el secretario leyendo los escritos de acusación y defensa. Acto
seguido, el juez interpelara al abogado de la acusación, al abogado de la defensa y al ministerio
publico fiscal para que se pronuncien en caso de considerar que puede existir alguna causa que
podría afectar a la competencia del juzgado.

La declaración del propio acusado será la primera prueba. A él podrán preguntar, por este orden,
el juez, el abogado de la acusación, el Ministerio Fiscal y el abogado de la defensa. Concluida la
declaración del acusado, éste deberá permanecer en la sala de vistas hasta que concluya el juicio.

Llega entonces el turno de los testigos, si los hubiere, propuestos por el fiscal, la acusación
particular y la defensa, en este orden.

A continuación, los peritos que hayan sido propuestos por las partes deberán ratificar y resolver
las cuestiones planteadas, siendo habitual la exposición de pruebas y documentos durante esta
fase más técnica.

Es el momento en que el juez preguntará a los abogados de defensa y acusación y al Ministerio


Fiscal si modifican la calificación de delito, al alza, a la baja, o solicitan la absolución. De no ser así,
el juicio oral penal entrará en su etapa final.

El Juez concederá la palabra, primero, al Ministerio Fiscal, que defenderá sus argumentos. Le
seguirán el abogado de la acusación y el abogado de la defensa, en este orden, que harán lo
propio. Tras ellos, el acusado tendrá una última oportunidad para efectuar su última declaración.

Finalmente, el juicio oral penal quedará visto para sentencia.

Parte concepto

Es quien reclama y frente a quien se reclama la satisfacción de una pretensión. En todo proceso,
intervienen dos partes: una que pretende en nombre propio o en cuyo se pretende la actuación de
una norma legal, denominada actora, y otra frente a la cual esa conducta es exigida, llamada
demandada.

En el proceso penal intervienen las siguientes partes:

Juez:
JUEZ

Es el funcionario público que tiene como misión juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. En
materia penal podemos distinguir tres tipos: el juez de garantías penales: el es magistrado
que actúa en conjuntamente con el fiscal penal durante la primera etapa del proceso
llama investigación penal preparatoria y va actuar hasta el momento de la sentencia
elaborando una pena estimativa, Juez de ejecuciones penales es el encargado de
establecer la pena al condenado y verificar y controlar que su estadía en el penal cumpla
con las normas de seguridad e higiene. También será el juez encargado de otorgar la
libertad condicional y la libertad asistida y otorgar todo los beneficios que el reo solicite.
Por ultimo tenemos el Tribunal de impugnación: que es un órgano colegiado y está
integrado por tres salas y ante cualquier tipo de apelación que se presenta en su tribunal
se decide por votación de cada una de las salas, los votos de cada uno de estos jueces
deben ser fundamentados.

IMPUTADO
Se denomina así aquella persona a la cual se le atribuye la comisión de un determinado
delito o su participación en algún acto delictivo. En tanto, a la acción se la llama imputar,
mientras que a la acción y al efecto de imputar a alguien se la designa como imputación.
Por cierto, tres conceptos que se usan recurrentemente en el campo judicial y que las
personas que no estamos en él solemos escuchar muchísimo en las noticias que dan cuenta
de ello.
El imputado hasta el momento de la sentencia goza de la presunción de inocencia, esta
constituye la máxima garantía del imputado y de uno de los pilares del proceso penal, que
permite a todo persona conservar un estado de no autor en tanto no se declare resolución
judicial firme.
La presunción de inocencia significa que nadie tiene que construir su inocencia, que solo
una sentencia declarara esa culpabilidad, que nadie puede ser tratado como culpable
mientras no exista declaración judicial.
Esta presunción exige que el procesado sea tratado como inocente hasta que el juez, con
todo lo acontecido en el proceso penal adquiera la certeza sobre su responsabilidad.

ETAPA DE EJECUCION PENAL


Una vez dictada la pena, el imputado pasa a tener la denominación de condenado, y forma parte
del sistema penitenciario penal. Ingresado sus datos personales y realizados correctamente los
estudios físicos y psicológicos se realizan un expediente del mismo.

Teniendo en cuenta todos los datos personales se lo envía a un pabellón y de ahí se empieza a
regir por un sistema de puntajes para poder solicitar posteriormente la libertad condicional o
algún tipo de salida transitoria.
Este sistema de puntajes básicamente consiste en que tiene que adoptar un oficio o educación,
por oficio se entiende que tiene que aprender uno de los que están a su disposición en la unidad
carcelaria por ejemplo carpintería, herrería, etc., por dichos oficios reciben una especie de
remuneración la cual se divide en los siguientes porcentajes: 30% destinados a pagar la
indemnización en caso que se haya fijado alguna para la víctima, 30% destinado a los alimentos de
los hijos, 15 % destinado a educación o gastos necesario del penado y el resto es acumulado hasta
que sale de la unidad carcelaria.

También pueden optar por concluir los estudios primarios o secundarios e incluso hasta los
universitarios.

LIBERTAD CONDICIONAL

El condenado a reclusión o prisión perpetua que hubiere cumplido treinta y cinco (35)
años de condena, el condenado a reclusión o a prisión por más de tres (3) años que
hubiere cumplido los dos tercios observando con regularidad los reglamentos carcelarios,
podrán obtener la libertad por resolución judicial, previo informe de la dirección del
establecimiento e informe de peritos que pronostique en forma individualizada y
favorable su reinserción social, bajo las siguientes condiciones: 1º.- Residir en el lugar que
determine el auto de soltura;
Esto permite comprobar cuál es la conducta que observa el penado, el que debe
comunicar su domicilio, estableciendo vigilancia sobre él, que es efectuado en principio
por la policía. 
2º.- Observar las reglas de inspección que fije el mismo auto, especialmente la obligación
de abstenerse de consumir bebidas alcohólicas o utilizar sustancias estupefacientes;
Por medio de éste requisito, el juez puede imponerle obligaciones especiales al liberado
según lo aconsejare las circunstancias.
3º.- Adoptar en el plazo que el auto determine, oficio, arte, industria o profesión, si no
tuviere medios propios de subsistencia;
Esta condición es considera como una de las más importantes aun cuando a veces resulta
difícil borrar la desconfianza que la condición de ex penado despierta entre quienes tiene
que darle trabajo.
4º.- No cometer nuevos delitos;
Una nueva transgresión de la ley penal indicaría que la presunción de la reforma, que la
observancia de los reglamentos carcelarios por parte del penado hiciera suponer, era
equivocada y que no se hallan en condiciones de vivir en sociedad.
5º.- Someterse al cuidado de un patronato, indicado por las autoridades competentes;
Permite al penado tener quien lo guíe en la salida de la cárcel, le procure trabajo y lo vigile
si observa las demás condiciones exigida y que determine si en realidad es exacta la
presunción sobre su reforma.
6º.- Someterse a tratamiento médico, psiquiátrico o psicológico, que acrediten su
necesidad y eficacia de acuerdo al consejo de peritos.
Mediante la realización de estos tratamientos, el juez va a poder determinar que el
penado está en condiciones de acceder a la libertad condicional, además del
cumplimiento de los requisitos anteriores.
Estas condiciones, a las que el juez podrá añadir cualquiera de las reglas de conducta
contempladas en el artículo 27 bis, regirán hasta el vencimiento de los términos de las
penas temporales y hasta diez (10) años más en las perpetuas, a contar desde el día del
otorgamiento de la libertad condicional
LIBERTAD ASISTIDA
Es un instituto similar a la libertad condicional y a pesar de que tiene las mismas
exigencias a la hora de solicitarla como así mismo al momento de ejecutarla, dista de la
nombrada anteriormente en que se puede pedir hasta 6 meses antes de cumplir la pena
impuesta.

TEORIA DEL DELITO


 La Teoría del delito es un sistema, que mediante la determinación de categorías,
establece cuáles son los presupuestos jurídico-penales, de carácter general, que deben
concurrir para establecer la existencia de un delito; es decir, permite resolver cuándo un
hecho es calificable como delito.
Esta teoría, creación de la doctrina (pero basada en ciertos presupuestos legales) no se
ocupa de los elementos o requisitos específicos de un delito en particular (homicidio,
robo, violación, etc.) sino de las condiciones básicas y comunes a todas las infracciones de
esa índole.
 Las categorías: acción, tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad. Análisis de cada
una de ellas. Mención de sus factores excluyentes.
La concepción de estas categorías procede básicamente de Franz von Liszt
quien distinguió las notas de acción, antijuridicidad y culpabilidad; en tanto
Ernst Beling introdujo la característica de tipicidad. No obstante que ha
transcurrido más de un siglo desde entonces, la especulación sigue girando en
torno de las mismas. Por supuesto que todos quienes publicaron obras
doctrinarias durante tan dilatado período fueron introduciendo cambios, que
son el producto de sus opiniones personales. Tal diversidad torna imposible
encontrar otras cosas que no sean grandes derroteros (causalismo, finalismo,
funcionalismo) que dejan transitar a una cantidad –cada vez más numerosa-
de concepciones particulares.
En lo que sigue de este capítulo, nos ceñiremos a la estructura que da forma a
los desarrollos particulares de la explicación de cada uno de los elementos de
la Teoría del delito, tal como están diseñadas las partes de esta obra que
aparecerán inmediatamente después.

 Acción: Esta primera categoría constituye la base de todo el andamiaje; como


que –gramaticalmente- es el sustantivo que es luego coloreado con las
cualidades típica, antijurídica y culpable.
Se trata de una conducta o de un comportamiento humano, externo y
voluntario.
Humano porque solamente importan al Derecho Penal “tradicional” (dejamos
momentáneamente de lado el problema de la responsabilidad penal de las
personas jurídicas) las obras del hombre.
Externo, porque el Estado no puede inmiscuirse en lo que no salga de la mente
(art. 19 C.N.).
Voluntario, porque queda excluido lo inevitable (la posibilidad física o psíquica
–en ciertos supuestos- de comportarse de otro modo).

Sus factores excluyentes. La doctrina ha establecido. Como criterio general,


que no hay acción cuando se puede afirmar que la persona involucrada sólo ha
tomado parte físicamente en el hecho, pero sin intervención de voluntad
consciente en la conducción del proceso previsto por la ley penal como delito.
Las hipótesis son: la fuerza física irresistible, los movimientos reflejos o
involuntarios y el estado de inconsciencia, en alguno de los supuestos en que
la perturbación de la consciencia es tan grande que esas condiciones mentales
del sujeto llegan a determinar, no sólo una recepción anormal de la
prohibición, sino incluso la absoluta imposibilidad de recibirla, por lo que no
tendrá sentido prohibirle el hecho, porque ello sería totalmente inútil. Queda
para más adelante (Capítulo 9) el análisis de la problemática de los
comportamientos automatizados, en el sentido de si excluyen o no la acción.

Tipicidad: Antes de suministrar explicaciones del tema, conviene poner


atención en la terminología, pues hay palabras que tienen una misma raíz pero
identifican cosas distintas: El hallazgo de este instituto se debe a Beling quien
en 1906 publicó Die Lehre von Verbrechen y denominó “Tipo” (Tatbestand,
literalmente “supuesto de hecho” al conjunto de los elementos que dan como
resultado saber de qué delito se trata el que se estuviese analizando; para el
Derecho penal argentino, v. gr. el matar a otro (art. 79 C.P.).
Cuando originariamente, y a los efectos jurídico-penales se tradujo la palabra
Tatbestand al idioma español se le dio como equivalente a tipo, seguramente
en las acepciones de modelo, ejemplo, símbolo representativo de algo
figurado, queriendo expresar que la ley diseña, dibuja, un modelo de hecho el
que, cuando en realidad ocurra, será motivo de represión.
En el idioma español, tal como lo usan los penalistas, la palabra tipicidad
significa la cualidad de típico, de manera que es correcto el empleo de tipicidad
en la Teoría del delito, pues alude a que la acción –que interesa al Derecho
penal- tiene que tener tipicidad; es decir, estar adecuada al modelo teórico que
suministra el legislador.
En el idioma alemán, esta misma idea está expresada por la palabra
Tatbestandsmâssigkeit, que es válido traducir al español como (a) tipicidad,
(b) cualidad del delito y (c) la conformidad con el presupuesto de hecho.
Todo lo anterior señala que, una vez que el juez encuentra que a un hombre se
le puede adjudicar una acción, porque no existen factores que la excluyan, lo
que inmediatamente tiene que hacer es examinar si ese comportamiento se
adecua a algunos de los modelos de hechos a los que el legislador le asigna
penas; ya sea que estén ubicados en la Parte Especial del Código Penal, en las
leyes penales especiales o en las leyes comunes que contengan preceptos de
esta índole.
El estudio de la tipicidad; de la conformidad del suceso con el presupuesto de
hecho en el que el legislador ha pensado (descripción abstracta de la conducta
prohibida u ordenada) hace que este elemento sea esencial, pues si la
coincidencia no existiese y no obstante ello, el juez siguiese adelante y
castigase, habría violado el principio de legalidad contenido en el art. 18 C.N.
Conforme a nuestra manera de elaborar la Teoría del delito los tipos son
dolosos o culposos y el dolo y la culpa integran –junto a los aspectos objetivos
de cada uno de los tipos penales- la tipicidad. Esta concepción determina a su
vez el encuentro de cuál es la faz negativa de este elemento.

Sus factores excluyentes: Uno de ellos es la atipicidad absoluta: obviamente,


por aplicación del principio de legalidad (art. 18 C.N.) si una conducta no está
tipificada queda fuera del campo penal. Otro la atipicidad relativa; es decir,
cuando falta alguno de los elementos del tipo penal de que se trate, tampoco
puede seguir adelante el examen de las demás categorías pues el suceso no
constituye delito. Así ocurre, por ejemplo, en los casos de tipicidad culposa en
que pueden estar ausente elementos objetivos u elementos subjetivos; v. gr.
la violación del deber de cuidado o la previsibilidad; temas que serán
desarrollados en el lugar oportuno de esta obra
De manera que, dicho en forma general (o sea dejando de lado las
excepciones) cuando concurre algún factor excluyente de la tipicidad, al juez le
está vedado seguir adelante con su labor en el empleo de la Teoría del delito,
pues una conducta atípica no puede ser antijurídica ni quien la adoptó
declarado culpable; directamente, tal comportamiento queda fuera del Derecho
Penal.

Antijuridicidad. Como ha ocurrido con el enunciado de la categoría anterior


también con relación a ésta conviene comenzar con cuestiones relativas a la
terminología: La palabra española jurídico indica lo que atañe al derecho o, en
una acepción más adecuada a nuestro objeto lo que se ajusta al derecho. A su
vez anti es una voz que, usada como adjetivo representa lo opuesto o
contrario y tiene idéntico significado si obra como prefijo. En aquello que este
momento nos ocupa antijuridicidad (en alemán Rechtswidrigkeit) es un
sustantivo que expresa la idea: contrario a derecho.
De todo ello se desprende que, en el examen acerca de si algo que sucedió es
un delito, luego de determinar que existió una acción y que esa acción es
típica, el juez debe comprobar si esa acción típica es, o no, contraria a
derecho.
La respuesta será, en principio, positiva pues si el legislador incluyó en el
catálogo de los delitos y de las penas un hecho, con ello mismo lo declaró
antijurídico. Pero, en algunas situaciones, la contestación será negativa pues el
hecho adecuado a un tipo penal puede, empero, ser lícito: reconocido como tal
por el ordenamiento jurídico, ya sea el penal o el de otras ramas del derecho.
Este juego de prohibiciones y mandatos –por un lado- y de reconocimiento de
la licitud de la misma acción, realizada en ciertas condiciones, es el tema a que
se refiere la categoría de la Teoría del delito llamada antijuridicidad. En
definitiva, en este estrato se le asigna un valor a la conducta comparando lo
que disponen los tipos penales con otras disposiciones legales que la declaran
lícita. Si no concurren los requisitos de ninguna de estas últimas, la acción
típica será antijurídica (constituirá un injusto) y el juez podrá –habiendo
transpuesto así esta tercera criba- entrar a examinar la posible culpabilidad del
autor.

Sus factores excluyentes. Sin perjuicio de que existe la posibilidad de


desarrollar el tema y advertir acerca de la existencia de diversas situaciones,
los factores excluyentes de la antijuridicidad (V. gr. un homicidio- hecho típico-
no es antijurídico cuando lo comete quien repele una agresión en las
condiciones previstas por la ley) son, en general, las llamadas causas de
justificación. Sin duda –entre ellas- la legítima defensa y el estado de
necesidad y con algunos reparos respecto de si es correcta esta ubicación
sistemática la colisión de deberes y el ejercicio de un derecho, autoridad o
cargo.

Culpabilidad: Una vez que el juez tiene por cierto que hubo una acción, que
ella es típica y antijurídica, debe comenzar a examinar las condiciones
personales del autor para saber si estuvo en condiciones de obrar conforme a
la norma. Este juicio se resume en la palabra culpabilidad que identifica esta
cuarta categoría (o elemento) de la Teoría del delito.
Usamos expresamente la voz juicio (gran parte de la doctrina resume la idea
culpabilidad en la frase: “Juicio de reproche que se le formula al autor porque,
habiendo podido conducir sus acciones de la manera pretendida por la ley no lo
hizo”) porque en todo juicio es una operación del entendimiento que consiste
en comparar dos ideas para conocer y determinar sus relaciones. Para lo que
ahora nos interesa, lo que se va a comparar es: (a) Por un lado el desarrollo y
la salud psíquica del individuo sometido a proceso confrontándolos con las
características comunes del hombre en quien el legislador ha pensado como
destinatario de las normas que dicta (determinación que la doctrina actual
llama imputabilidad. (b) Por el otro, las circunstancias que el legislador estimó
como normales –y que así habilitan para imponer pena- y las realmente
vividas por el sujeto, que pueden no haber coincidido, restándole libertad de
decisión y, con ello, la posibilidad de atender el llamado de la norma.

Sus factores excluyentes. La culpabilidad falta por razones qaue hacen anormal
el proceso de motivación del autor de un hecho lesivo. Estas razones impiden
aplicar pena, pero no que la conducta siga siendo indeseable para el Derecho y
penalmente antijurídica. En general, la faz negativa de la culpabilidad está
representada por el error de prohibición. Sus clases, la Teoría del dolo y de la
culpabilidad. Las consecuencias sistemáticas que derivan de adoptar este
punto de vista, así como la consideración de la categoría intermedia
(“Responsabilidad por el hecho”), la coacción y el miedo insuperable. En este
mismo apartado se tratará acerca de la capacidad de culpabilidad
(imputabilidad). Por el momento diremos que si el juez, en razón de los
parámetros legales que rigen al respecto, no puede formular asertivamente el
juicio de reproche en que la culpabilidad consiste, deberá absolver al reo o
sobreseerlo, en su caso, conforme al estado del proceso y si durante la
instrucción estuviese demostrada, la inimputabilidad.

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