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DERECHO PROCESAL ADMINISTRATIVO

PRINCIPIOS Y FUENTES DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO


RESUMEN
Docente: Juan Cosio Muñoz Semestre: 2020-I
Cusco, 23 de Marzo de 2020
Temas
1. PRINCIPIO DE LEGALIDAD. Este principio supone que no existen facultades presuntas
sino únicamente las que de manera expresa confiere la norma legal a los entes y a los
órganos que la conforman, pero además el principio de legalidad exige que estas facultades
sean ejercitadas únicamente dentro de los fines que persigue el ente que ejercita una
facultad, en consecuencia un acto ejercitado con arreglo a las facultades que otorga la ley
puede ser nulo si este es contrario a los fines que el ente persigue.
Es de suponerse que la finalidad del procedimiento administrativo es la de emitir el Acto
Administrativo, éste para su validez requiere, entre otros, de un requisito esencial: La
Legalidad. El acto así emitido no solo debe sustentarse en normas vigentes, debe además
integrar el derecho, respetar el ordenamiento constitucional, y ser emitido conforme a las
facultades expresas que estén atribuidas al órgano emisor, en caso contrario se incurre en
nulidad, ya sea por el contenido ilegal (artículo 10 Inc. 1) o por la incompetencia del órgano
emisor, que puede ser por la materia, el grado, el territorio, el tiempo o la cuantía. (Artículo
80)
Expediente N° 3741-2004-AA/TC caso Salazar Yarlenque. Fund. 5-7,10-12,15.
Regulación Jurídica: Las autoridades administrativas deben actuar con respeto a la
Constitución, la ley y al derecho, dentro de las facultades que le estén atribuidas y de
acuerdo con los fines para los que les fueron conferidas. Artículo IV numeral 1.1 del Texto
Único Ordenado de la Ley de Procedimiento Administrativo General – Ley N° 27444.

2. PRINCIPIO DEL DEBIDO PROCEDIMIENTO El debido proceso, entendido como el


conjunto de garantías (procesales que aseguran la vigencia de Derechos Fundamentales –
Adjetivo, y de protección contra leyes que vulneren Derechos Fundamentales – Sustantivo)
que permiten que las personas puedan tener un proceso regular y justo, se extiende al
ámbito de los procedimientos administrativos del Estado, como el principio del debido
procedimiento. El debido procedimiento administrativo constituye un principio-derecho
que concede a los administrados derechos y garantías implícitos a un procedimiento
regular y justo. Este principio-derecho debe ser observado por la Administración Pública
en la tramitación de los procedimientos administrativos, que conduzcan a la creación,
modificación o extinción de un derecho o la imposición de una obligación o sanción.
Expediente N° 3741-2004-AA/TC caso Salazar Yarlenque. Fund. 18, 21-22.
Expediente N° 3075-2006-PA/TC caso High School Management. Fund. 4-6.
Expediente N° 2939-2004-AA/TC caso Municipalidad Coronel Portillo. Fund. 8.
Expediente N° 1966-2005-PHC caso Cesar Lozano Ormeño. Fund. 8-9.
Regulación Jurídica: Los administrados gozan de los derechos y garantías implícitos al
debido procedimiento administrativo. Tales derechos y garantías comprenden, de modo
enunciativo mas no limitativo, los derechos a ser notificados; a acceder al expediente; a
refutar los cargos imputados; a exponer argumentos y a presentar alegatos
complementarios; a ofrecer y a producir pruebas; a solicitar el uso de la palabra, cuando
corresponda; a obtener una decisión motivada, fundada en derecho, emitida por autoridad
competente, y en un plazo razonable; y, a impugnar las decisiones que los afecten. La
institución del debido procedimiento administrativo se rige por los principios del Derecho
Administrativo. La regulación propia del Derecho Procesal es aplicable solo en cuanto sea
compatible con el régimen administrativo. Artículo IV numeral 1.2 del Texto Único Ordenado
de la Ley de Procedimiento Administrativo General – Ley N° 27444.

3. PRINCIPIO DE IMPULSO DE OFICIO Se refiere a la obligación del instructor del


procedimiento, de iniciar y mantener la dinámica procedimental sin la necesidad de expresa
petición de parte. Este principio comprende: a. Capacidad de iniciar un procedimiento de
oficio, ya sea por orden de la superioridad, por dar cumplimiento a un deber legal o por
mérito de una denuncia. b. Obligación del instructor de dirigir e impulsar el procedimiento. c.
Obligación del instructor de ordenar o practicar los actos para el esclarecimiento y resolución
del procedimiento. d. La obligación de emitir una resolución motivada y fundamentada en el
plazo respectivo.
Expediente N° 00452-2012-PA/TC caso Comercial del Acero COMASA. Fund. 20.
Expediente N° 1966-2005-PHC caso Cesar Lozano Ormeño. Fund. 12.
Regulación Jurídica: Las autoridades deben dirigir e impulsar de oficio el procedimiento y
ordenar la realización o práctica de los actos que resulten convenientes para el
esclarecimiento y resolución de las cuestiones necesarias. Artículo IV numeral 1.3 del Texto
Único Ordenado de la Ley de Procedimiento Administrativo General – Ley N° 27444.

4. PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD El principio del Razonabilidad en el procedimiento


administrativo constituye un criterio rector en atención a la superación del criterio legalidad,
si las medidas adoptadas por la autoridad administrativas constituyen o no un perjuicio a
los administrados. Encuentra sustento en la garantía de vigencia de los Derechos
Fundamentales, limitando el Poder Estatal – Debido Proceso Sustantivo. Este principio se
encuentra vinculado al Principio de Proporcionalidad (Medios y Fines).
Expediente N° 0535-2009-PA/TC caso Luis Oroya. Fund. 15-18.
Expediente N° 4677-2004-PA/TC caso CGTP. Fund. 23-28.
Regulación Jurídica: Las decisiones de la autoridad administrativa, cuando creen
obligaciones, califiquen infracciones, impongan sanciones, o establezcan restricciones a
los administrados, deben adaptarse dentro de los límites de la facultad atribuida y
manteniendo la debida proporción entre los medios a emplear y los fines públicos que
deba tutelar, a fin de que respondan a lo estrictamente necesario para la satisfacción de
su cometido. Artículo IV numeral 1.4 del Texto Único Ordenado de la Ley de Procedimiento
Administrativo General – Ley N° 27444.

5. PRINCIPIO DE IMPARCIALIDAD Comprende: a) Igual trato y tutela a todos los


administrados en el procedimiento. b) Resolución de los casos de acuerdo al ordenamiento
jurídico vigente. c) Atención el interés general, refiriéndose a la finalidad del Acto
Administrativo
Expediente N° 2465-2004-PA/TC caso Octavio Barreto. Fund. 6-11.
Regulación Jurídica: Las autoridades administrativas actúan sin ninguna clase de
discriminación entre los administrados, otorgándoles tratamiento y tutela igualitarios
frente al procedimiento, resolviendo conforme al ordenamiento jurídico y con atención al
interés general. Artículo IV numeral 1.5 del Texto Único Ordenado de la Ley de Procedimiento
Administrativo General – Ley N° 27444.

6. PRINCIPIO DE INFORMALISMO formalismo moderado y debilitamiento de la preclusión,


consiste básicamente en la dispensa a los administrados de cumplir con las formas no
esenciales, es decir aquellas que no están ligadas o exigidas por el orden público
administrativo. Guarda estrecha relación con el principio de presunción de veracidad, que
implica que ante la duda sobre el cumplimiento de un requisito formal, deba tenerse por
cumplido salvo que la Administración demuestre lo contrario, asimismo tiene relación con el
principio de simplicidad, según el cual, se busca que los trámites establecidos por la
administración sean sencillos.
Expediente N° 4587-2004-AA/TC caso Martin Rivas. Fund. 15-18.
CAS N° 11434-2015-Cusco caso Hernan Paredes Chucya - PNP. Nulidad Res. Adm.
Regulación Jurídica: Las normas de procedimiento deben ser interpretadas en forma
favorable a la admisión y decisión final de las pretensiones de los administrados, de modo
que sus derechos e intereses no sean afectados por la exigencia de aspectos formales que
puedan ser subsanados dentro del procedimiento, siempre que dicha excusa no afecte
derechos de terceros o el interés público. Artículo IV numeral 1.6 del Texto Único Ordenado
de la Ley de Procedimiento Administrativo General – Ley N° 27444.

7. PRINCIPIO DE PRESUNCIÓN DE VERACIDAD Comporta protección a los administrados


de la desconfianza inicial que los funcionarios podrían tener sobres los documentos,
declaraciones, etc. Presentados. Asimismo, que el trámite de la misma no se vea
obstaculizado ni retrasado por excesivas constataciones a la documentación presentada y
con ello la entidad puede concluir el procedimiento de contratación dentro de los plazos
legales establecidos. Presunción juris tantum. Vinculado al principio de Conservación del
Acto Administrativo para evitar que un vicio no trascedente invalide el acto respectivo.
Expediente N° 02714-2008-PA/TC caso Jose Lluen Cornejo. Fund. 2,7.
Regulación Jurídica: En la tramitación del procedimiento administrativo, se presume que
los documentos y declaraciones formulados por los administrados en la forma prescrita
por esta Ley, responden a la verdad de los hechos que ellos afirman. Esta presunción
admite prueba en contrario. Artículo IV numeral 1.7 del Texto Único Ordenado de la Ley de
Procedimiento Administrativo General – Ley N° 27444.

8. PRINCIPIO DE BUENA FE PROCEDIMENTAL Constituya un estándar o un modelo ideal


de conducta social. Aquella conducta social que se considera como paradigmática. La buena
fe adquiere imperatividad y coercibilidad, una norma de conducta rectora en el ejercicio de
los derechos subjetivos y en el cumplimiento de obligaciones; un deber jurídico; una
convicción razonablemente fundada de que con nuestra conducta no causamos daño a otro.
La buena fe como principio general constituye una regla de conducta a que han de ajustarse
todas las personas en sus respectivas relaciones.

Regulación Jurídica: La autoridad administrativa, los administrados, sus representantes o


abogados y, en general, todos los partícipes del procedimiento, realizan sus respectivos
actos procedimentales guiados por el respeto mutuo, la colaboración y la buena fe. La
autoridad administrativa no puede actuar contra sus propios actos, salvo los supuestos de
revisión de oficio contemplados en la presente Ley. Ninguna regulación del procedimiento
administrativo puede interpretarse de modo tal que ampare alguna conducta contra la
buena fe procedimental. Artículo IV numeral 1.8 del Texto Único Ordenado de la Ley de
Procedimiento Administrativo General – Ley N° 27444.

9. PRINCIPIO DE CELERIDAD Principio del procedimiento administrativo que exige que este
sea tramitado de manera dinámica, integrando en un solo acto todos los trámites que, por
su naturaleza, admitan una impulsión simultánea y no sea obligado su cumplimiento
sucesivo, evitando meros formalismos, a fin de que dicha tramitación se lleve a cabo sin
retrasos innecesarios para llegar a la resolución en tiempo razonable. Vinculado con el
Decreto Legislativo Nº 1029, que modifica la Ley de Procedimiento Administrativo General -
Ley Nº 27444 y la Ley del Silencio Administrativo, que tiene por finalidad contribuir a la
simplificación en el procedimiento administrativo y en la Ordenación del Procedimiento
referida en la norma legal, a través del Artículo 159.- Reglas para la celeridad del TUO de
la LPAG. Con el Principio de economía procesal.
Expediente N° 1966-2005-PHC caso Cesar Lozano Ormeño. Fund. 12.
Expediente N° 02597-2009-PA/TC caso Jose Lluen Cornejo. Fund. 2,7.
Regulación Jurídica: Quienes participan en el procedimiento deben ajustar su actuación
de tal modo que se dote al trámite de la máxima dinámica posible, evitando actuaciones
procesales que dificulten su desenvolvimiento o constituyan meros formalismos, a fin de
alcanzar una decisión en tiempo razonable, sin que ello releve a las autoridades del
respeto al debido procedimiento o vulnere el ordenamiento. Artículo IV numeral 1.9 del
Texto Único Ordenado de la Ley de Procedimiento Administrativo General – Ley N° 27444.

10. PRINCIPIO DE EFICACIA La eficacia como principio supone que la organización y


función administrativa deben estar diseñadas y concebidas para garantizar la obtención de
los objetivos, fines y metas propuestos, asignados por el propio ordenamiento jurídico, con lo
que debe ser ligado a la planificación y a la evaluación o rendición de cuentas. En términos
generales, la eficacia y la eficiencia implican que la administración pública no solo debe
actuar u obrar, sino que debe tener un resultado o alcanzar un fin u objetivo, de modo que la
efectividad o éxito de la administración es un criterio de legitimidad de esta. La eficacia
“está relacionada con el logro de los objetivos/resultados propuestos, es decir, con la
realización de actividades que permitan alcanzar las metas establecidas. La eficacia es la
medida en que alcanzamos el objetivo o resultado".
Expediente N° 0012-2003-CC/TC caso San Juan de Lirugancho. Fund. 9a.
Regulación Jurídica: Los sujetos del procedimiento administrativo deben hacer prevalecer
el cumplimiento de la finalidad del acto procedimental, sobre aquellos formalismos cuya
realización no incida en su validez, no determinen aspectos importantes en la decisión
final, no disminuyan las garantías del procedimiento, ni causen indefensión a los
administrados. En todos los supuestos de aplicación de este principio, la finalidad del acto
que se privilegie sobre las formalidades no esenciales deberá ajustarse al marco normativo
aplicable y su validez será una garantía de la finalidad pública que se busca satisfacer con
la aplicación de este principio. Artículo IV numeral 1.10 del Texto Único Ordenado de la Ley de
Procedimiento Administrativo General – Ley N° 27444.

11. PRINCIPIO DE VERDAD MATERIAL En el principio de verdad material en el


procedimiento administrativo, en el cual nos menciona que, La Administración Pública actúa
todos los días y de manera constante, a través de actos de administración interna,
aprobación de resoluciones, autorizaciones, permisos, concesiones, otorgamiento de
documentos, entre otras formas adicionales. Cada expresión de actuación estatal implica la
previa tramitación de un procedimiento administrativo. Así pues, el principio de verdad
material establece que en el procedimiento, la autoridad administrativa competente deberá
verificar plenamente los hechos que sirven de motivo para sus respectivas decisiones, para
lo cual deberá adoptar todas las medidas probatorias necesarias autorizadas por la Ley.
Configuran los elementos de la verdad material en materia administrativa: 1) Autoridad
Administrativa El principio de verdad material hace referencia a la «autoridad
administrativa competente», como el responsable de verificar plenamente los hechos que
sirven de motivo para sus decisiones. Así entonces, el concepto de «autoridad
administrativa» es más restrictivo en el presente caso, pues solamente responde a aquellos
funcionarios que tienen potestades decisorias, esto es, de dictar actos resolutivos. 2)
Primacía de la verdad de los hechos. Los hechos son los que priman ante las simples
argumentaciones. Los hechos deben ser materia de probanza y en dicha etapa los hechos
deben ser verificados antes que la autoridad administrativa tome una decisión en el caso
concreto. Caso contrario, si los hechos no responden a los términos de la solicitud, entonces
simplemente se concluye que la misma no acredita la veracidad necesaria que acredite el
pronunciamiento favorable de la entidad pública. De otra parte, podrá advertirse que los
alcances de este principio no colisionan con los del «principio de presunción de veracidad».
En realidad, ambos principios se complementan. 3) Verdad de los hechos e interés público El
principio de verdad material no impone un deber de actuación que haga más complicada la
actividad administrativa estatal. Este principio no hace sino preponderar los alcances del
interés público, respecto de los intereses privados o individuales. Cuando los contenidos de
éstos últimos coinciden realmente con el primero, se concluirá que los actos resolutivos
estatales no agravarán la situación de otros potenciales receptores de similares beneficios o
reconocimientos, pues en todo caso, la respectiva resolución administrativa se habrá
ajustado a la verdad y al Derecho.
Expediente N° 00452-2012-PA/TC caso Comercial del Acero COMASA. Fund. 21
Regulación Jurídica: En el procedimiento, la autoridad administrativa competente deberá
verificar plenamente los hechos que sirven de motivo a sus decisiones, para lo cual deberá
adoptar todas las medidas probatorias necesarias autorizadas por la ley, aun cuando no
hayan sido propuestas por los administrados o hayan acordado eximirse de ellas. En el
caso de procedimientos trilaterales la autoridad administrativa estará facultada a verificar
por todos los medios disponibles la verdad de los hechos que le son propuestos por las
partes, sin que ello signifique una sustitución del deber probatorio que corresponde a
estas. Sin embargo, la autoridad administrativa estará obligada a ejercer dicha facultad
cuando su pronunciamiento pudiera involucrar también al interés público. Artículo IV
numeral 1.11 del Texto Único Ordenado de la Ley de Procedimiento Administrativo General – Ley
N° 27444.

12. PRINCIPIO DE PARTICIPACIÓN El principio de participación señala que las


autoridades deben brindar las condiciones necesarias a todos los administrados para
acceder a la información que administren, sin expresión de causa, a excepción de aquellas
que afectan la intimidad personal, de las vinculadas a la seguridad nacional o las que
expresamente sean excluidas por la ley. Este acceso permite a los administrados fiscalizar
el funcionamiento de las entidades administrativas, de conformidad con lo establecido en la
Constitución el refuerzo del control de la administración por parte de los particulares y el
Poder Judicial, entre otras. La importancia de este principio La amplia intervención del
administrado en el procedimiento administrativo le permite influir de manera directa en el
resultado del mismo, es decir, en la producción de actos administrativos. En el caso de
procedimientos administrativos en los cuales se involucren intereses difusos o colectivos la
participación se amplía sustancialmente, permitiendo la actuación de aquellos
administrados que lo consideren conveniente. El principio de participación permite que sea
posible una eficaz protección a los derechos de los administrados, dada su colaboración en
los procedimientos, en especial los que implican interés directo. La regulación de la
participación de los administrados, entonces, se convierte en un concepto fundamental del
derecho del procedimiento administrativo.
Expediente N° 01454-2010-PHD/TC caso Rosario Asin. Fund. 3, 8.
Regulación Jurídica: Las entidades deben brindar las condiciones necesarias a todos los
administrados para acceder a la información que administren, sin expresión de causa,
salvo aquellas que afectan la intimidad personal, las vinculadas a la seguridad nacional o
las que expresamente sean excluidas por ley; y extender las posibilidades de participación
de los administrados y de sus representantes, en aquellas decisiones públicas que les
puedan afectar, mediante cualquier sistema que permita la difusión, el servicio de acceso
a la información y la presentación de opinión. Artículo IV numeral 1.12 del Texto Único
Ordenado de la Ley de Procedimiento Administrativo General – Ley N° 27444.

13. PRINCIPIO DE SIMPLICIDAD Este principio persigue que todos los procedimientos
administrativos, sean sencillos, eliminándose requisitos innecesarios, en razón de lo cual
apela al criterio de racionalidad, así como de la proporcionalidad entre el trámite, y el fin
que persigue el acto administrativo. “El procedimiento administrativo no debe ser concebido
como una carrera de obstáculos, sino como un cauce ordenado capaz de garantizar la
legalidad y el mérito del obrar administrativo dentro del respeto y la salvaguarda de los
derechos subjetivos”. Se vincula con los principios de uniformidad, predictibilidad y
eficacia.
Expediente INDECOPI N° 000128-2014/CEB caso Anuncios Publicitarios. Fund. 39.
Expediente N° 1966-2005-PHC caso Cesar Lozano Ormeño. Fund. 12.
Regulación Jurídica: Los trámites establecidos por la autoridad administrativa deberán ser
sencillos, debiendo eliminarse toda complejidad innecesaria; es decir, los requisitos
exigidos deberán ser racionales y proporcionales a los fines que se persigue cumplir.
Artículo IV numeral 1.13 del Texto Único Ordenado de la Ley de Procedimiento Administrativo
General – Ley N° 27444.

14. PRINCIPIO DE UNIFORMIDAD Este principio está relacionado con el artículo 2 Inc. 2) de
la Constitución de 1993 que consagra el principio de la igualdad ante la ley, se expresa en
que no se puede hacer excepción de persona exigiendo requisitos que a otros no se les exige
cuando peticionan lo mismo, lo contrario es discriminación. La ley exige en este caso
que existan requisitos similares para procedimientos similares, sin embargo, deja entrever la
posibilidad de apartarse de la regla cuando “existan criterios objetivos debidamente
sustentados”. Este principio es una evidente limitación a las facultades discrecionales de la
Administración de crear procedimientos administrativos especiales a través del Texto Unico
de Procedimientos Administrativos – TUPA. Es claro en consecuencia que los TUPA deben ser
usados para consolidar procedimientos y no para crear nuevos trámites, constituyendo
fundamentalmente un instrumento informativo y no propiamente normativo.
Expediente Tribunal de Fiscalización Ambiental OEFA N° 185-2012-OEFA/TFA caso
Plan de Manejo de Residuos Sólidos.
Regulación Jurídica: La autoridad administrativa deberá establecer requisitos similares
para trámites similares, garantizando que las excepciones a los principios generales no
serán convertidos en la regla general. Toda diferenciación deberá basarse en criterios
objetivos debidamente sustentados. Artículo IV numeral 1.14 del Texto Único Ordenado de la
Ley de Procedimiento Administrativo General – Ley N° 27444.

15. PRINCIPIO DE PREDICTIBILIDAD O DE CONFIANZA LEGÍTIMA El principio de


predictividad de la actuación administrativa se refiere a que las actuaciones, actos y
procedimientos de la Administración sean cada vez más previsibles para el ciudadano, de
forma tal, que genere confianza legítima y retire el riesgo de la incertidumbre sobre como
actuara o resolverá su situación sometida a la administración. Según este principio la ad
ministración debe brindar a los administrados o sus representantes información veraz
completa y confiable sobre cada trámite, de tal manera que el administrado antes de iniciar
cualquier procedimiento o trámite pueda tener conciencia certera de cuál será el resultado
final que obtendrá. Ante situaciones o circunstancias administrativas sometidas a una
acción procedimental que presenten los mismos fundamentos de hecho y derecho, se deben
resolver ambos invocando los mismos fundamentos que sustenten el fin del proceso de
manera que el administrado tenga certeza de cuál será el resultado final del proceso. La
protección de la confianza legítima se deduce de los principios constitucionales del estado de
derecho y seguridad jurídica, entrega un marco dogmático suficiente para enfrentar la tarea
de delinear los límites al ejercicio de tal potestad. La configuración de este principio en el
derecho administrativo puede ser un elemento útil para explicar y fundar los límites a la
invalidación.
Expediente N° 01454-2010-PHD/TC caso Rosario Asin. Fund. 3, 8.
Regulación Jurídica: La autoridad administrativa brinda a los administrados o sus
representantes información veraz, completa y confiable sobre cada procedimiento a su
cargo, de modo tal que, en todo momento, el administrado pueda tener una comprensión
cierta sobre los requisitos, trámites, duración estimada y resultados posibles que se
podrían obtener. Las actuaciones de la autoridad administrativa son congruentes con las
expectativas legítimas de los administrados razonablemente generadas por la práctica y
los antecedentes administrativos, salvo que por las razones que se expliciten, por escrito,
decida apartarse de ellos. La autoridad administrativa se somete al ordenamiento jurídico
vigente y no puede actuar arbitrariamente. En tal sentido, la autoridad administrativa no
puede variar irrazonable e inmotivadamente la interpretación de las normas aplicables.
Artículo IV numeral 1.15 del Texto Único Ordenado de la Ley de Procedimiento Administrativo
General – Ley N° 27444.

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