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FACULTAD DE MEDICINA
COORDINACIÓN DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS AVANZADOS
DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS DE POSGRADO
COORDINACIÓN DE LA ESPECIALIDAD EN GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA
DEPARTAMENTO DE EVALUACIÓN PROFESIONAL
TESIS
PARA OBTENER EL DIPLOMA DE POSGRADO DE LA ESPECIALIDAD EN
GINECOLOGÍA Y OBSTETRICIA
PRESENTA:
M.C. ALEJANDRA LISBETH RODRÍGUEZ ZAMORA
DIRECTOR DE TESIS
E. EN G. y O. JOSÉ ANAYA HERRERA
CODIRECTOR DE TESIS
DR. EN ENDOCRI. HUGO MENDIETA ZERON
REVISORES
E. EN G. Y O. FERNANDO RÍO DE LA LOZA JIMÉNEZ
E. EN G. Y O. GERARDO RODRÍGUEZ AGUIÑIGA
E. EN G. Y O. JULIO CÉSAR PEDROZA GARCÍA
DR. EN C.S. VICTOR MANUEL ELIZALDE VALDES
1 Resumen 3
2 Marco Teórico 5
4 Pregunta de investigación 28
5 Justificación 28
6 Hipótesis 29
8 Material y Métodos 32
10 Aspectos Éticos 32
11 Análisis Estadístico 32
12 Recursos y Financiamiento 33
13 Resultados 34
14 Discusión 40
15 Conclusión 45
16 Recomendaciones 46
17 Referencias de Bibliografía
18 Anexos 47
RESUMEN
Los trastornos hipertensivos del embarazo constituyen una de las principales causas de
morbimortalidad perinatal a nivel mundial. Se conoce a la disfunción endotelial como la
punta del iceberg de la hipertensión arterial, proteinuria y edema, sin embargo, lo que se
encuentra por detrás del desarrollo de la disfunción endotelial aún está en estudio. Se
realizó un estudio prospectivo comparativo, en pacientes con factores de riesgo de la
consulta externa del Hospital Materno Perinatal “Mónica Pretelini Sáenz”, a fin de
identificar la incidencia de preeclampsia en pacientes con factores de riesgo utilizando
Belage. Se captaron 199 pacientes cursando el segundo trimestre del embarazo, las
cuales fueron valoradas por el servicio de nutrición; se dividieron en dos grupos de
estudio, 99 pacientes recibieron suplemento por un mes con Belage, y 100 pacientes
manejadas con terapia nutricional.
Resultados: del grupo sin Belage (n100), cursaron con trastorno hipertensivo del
embarazo (14%), diabetes gestacional (7%), ruptura de membranas (8%), hemorragia
obstétrica (1%). Las pacientes que cursaron con trastorno hipertensivo del embarazo se
clasificaron con preeclampsia con criterios de severidad (5%), preeclampsia sin criterios
de severidad (6%) e hipertensión gestacional (3%). El grupo que recibió Belage (n99),
desarrollaron trastorno hipertensivo del embarazo, 10.1% con diabetes gestacional y 8.1%
con ruptura de membranas. De los trastorno hipertensivos identificados se encontró
preeclampsia con criterios de severidad (3%), preeclampsia sin criterios de severidad
(8%), hipertensión gestacional (7%). Se calculó incidencia en el grupo sin Belage de 1.4%
y en el grupo de Belage de 1.8%.
Conclusiones: se conoce la importancia del estrés oxidativo en el desarrollo de
preeclampsia, el uso de Belage como un antioxidante en pacientes embarazadas
cursando con el segundo trimestre del embarazo no tuvo impacto alguno en la incidencia
del desarrollo de la enfermedad.
Palabras clave: Belage, estrés oxidativo, preeclampsia
ABSTRACT
Results: the group without Belage (n100) had hypertensive pregnancy disorder
(14%), gestational diabetes (7%), ruptured membranes (8%), obstetric hemorrhage
(1%). Patients with hypertensive disorder of pregnancy were classified as
preeclampsia with severity criteria (5%), preeclampsia without severity criteria (6%)
and gestational hypertension (3%). The group that received Belage (n99),
developed hypertensive disorder of pregnancy, 10.1% with gestational diabetes
and 8.1% with ruptured membranes. Of the hypertensive disorders identified,
preeclampsia with severity criteria (3%), preeclampsia without severity criteria
(8%), and gestational hypertension (7%) were found. The incidence in the group
without Belage was calculated at 1.4% and in the Belage group at 1.8%.
DEFINICIÓN
La preeclampsia se considera un trastorno multisistémico que constituye una de las
principales casas de mortalidad materna y perinatal.
La definición clínica ha evolucionado con el tiempo, desde simplemente ser considerada
por hipertensión y proteinuria, hasta una clasificación más completa que reconoce la
compleja afectación de múltiples sistemas orgánicos causada por la enfermedad.
De forma internacional se acepta que la preeclampsia puede definirse como la hipertensión de
nueva aparición (presión arterial sistólica sostenida en ≥ 140 mm Hg o presión arterial diastólica
presión sostenida a ≥90 mm Hg, o ambos) con proteinuria o disfunción del órgano blanco, que
ocurre después de las 20 semanas de gestación.
Como se comentó previamente, la preeclampsia en una enfermedad con afectación
sistémica, los órganos afectados por la preeclampsia incluyen el cerebro, causando
cefalea intensa, alteraciones visuales o convulsiones eclámpticas; el hígado,
manifestándose con epigastralgia o pruebas de función hepática anormales; los riñones,
causando pruebas de función renal anormales o proteinuria; hematológico, causando
hemólisis, trombocitopenia o coagulopatía; los pulmones, causando baja saturación de
oxígeno o edema pulmonar; y la placenta, lo que provoca una restricción del crecimiento
fetal. (4)
El colegio americano de ginecología y obstetricia coincide con esta clasificación,
considerando preeclampsia al trastorno del embarazo asociado con hipertensión de nueva
aparición que ocurre después de la semana veinte de la gestación generalmente asociada
a proteinuria. (5)
Esta clasificación engloba los trastornos hipertensivos del embarazo en 4 grupos (6):
● Preeclampsia- eclampsia
● Hipertensión arterial crónica
● Hipertensión arterial con preeclampsia agregada
● Hipertensión gestacional
1. Preeclampsia- eclampsia: es el síndrome que incluye principalmente hipertensión de
nueva aparición (se define como hipertensión ante la persistencia en dos ocasiones con
una diferencia de 4 horas entre cada una; de presión sistólica de 140mmhg y presión
diastólica de 90mmhg, en mujeres con presiones arteriales normales previamente),
después de la semana 20 de gestación, asociada a proteinuria (la proteinuria es definida
por la excreción de 300mg de proteínas o más en recolección de orina de 24 horas, o bien
con un índice de microproteínas/ creatinina mayor o igual a 0.3 mg/dl), que es
considerada la forma de presentación clásica; sin embargo ante la ausencia de
proteinuria, se puede establecer el diagnóstico de preeclampsia ante la presencia de
trombocitopenia de nueva aparición, elevación de enzimas hepáticas, falla renal, edema
pulmonar o alteraciones visuales.
La búsqueda de clasificar a la preeclampsia en subgrupos nos permite abarcar todas las
dimensiones epidemiológicas como son el momento de aparición, órganos afectados,
gravedad del cuadro clínico.
Históricamente se clasificaba a la preeclampsia como temprana si ocurría antes de la
semana 34 de gestación y tardía se presentaba posterior a esta semana. Es ampliamente
conocido que la preeclampsia de inicio temprano tiene una causa placentaria, mientras
que la preeclampsia de inicio tardío se encuentra asociada a interacción entre la
senescencia placentaria y la predisposición materna a enfermedades cardiovasculares
(2).
Posteriormente se adoptó la idea de dividirla en leve o grave considerando cifras de
tensión arterial, hallazgos clínicos así como grado de proteinuria (4), en embargo tanto la
Sociedad Internacional para el estudio de la Hipertensión en el embarazo como la ACOG
coinciden que ya no deben ser utilizados, ya que ambos casos son potencialmente
mortales (2).
De acuerdo a la clasificación de la ACOG la preeclampsia puede dividirse en dos grupos:
la preeclampsia sin criterios de severidad puede llegar a considerarse como menos
agresiva, sin embargo el emplear esta clasificación puede llegar a subestimar una
patología que incluso puede llegar a incrementar la morbimortalidad materna de forma
significativa (1).
Se debe establecer el diagnóstico de preeclampsia con criterios de severidad ante la
presencia de hipertensión asociada a:
● Presión sistólica mayor o igual a 160mmhg o diastólica mayor o igual a 110mmhg
en dos ocasiones con diferencia de 4 horas entre cada una
● Trombocitopenia menor de 100000
● Alteración de la función hepática: elevación de las enzimas hepáticas al doble de
su concentración normal
● Insuficiencia renal de nuevo inicio: creatinina sérica igual o mayor a 1.1 mg/dl, o
bien el doble de la creatinina basal
● Edema pulmonar
● Alteraciones visuales o cerebrales
Existen formas de presentación con hallazgos bioquímicos específicos: hemolisis,
elevación de enzimas hepáticas, trombocitopenia, que se denomina síndrome de HELLP.
2. Hipertensión arterial crónica: es definida como la presencia de hipertensión arterial
previa a la gestación o bien detectada antes de la semana 20.
3. Hipertensión arterial con preeclampsia agregada: la preeclampsia puede llegar a
complicar otros trastornos hipertensivos del embarazo, tal es el caso de pacientes ya
diagnosticadas previamente con hipertensión arterial crónica, el diagnostico de una
preeclampsia agregada se estable con base a 7 escenarios posibles:
I. Mujeres con hipertensión crónica con desarrollo de proteinuria antes de la semana
20 de gestación
II. Mujeres con hipertensión crónica con desarrollo de proteinuria después de la
semana 20 de gestación
a. Con exacerbación de hipertensión arterial, o bien la necesidad de escalar
tratamiento antihipertensivo con el cual se venía controlando.
b. Manifestación de signos y síntomas (incremento de enzimas hepáticas)
c. Descenso de plaquetas a menos de 100000
d. Dolor en cuadrante superior derecho o cefalea intensa
e. Edema pulmonar
f. Falla renal de reciente inicio (creatinina sérica mayor a 1.1 mg/dl en
pacientes sin falla renal previa)
g. Repentino incremento en la excreción de proteínas
4. Hipertensión gestacional: se caracteriza por la aparición de hipertensión arterial
posterior a la semana 20 de gestación, la cual no se acompaña de proteinuria. Por mucho
tiempo se consideró a la hipertensión gestacional simplemente como una forma lee de
preeclampsia (4), sin embargo se ha visto que hasta el 25% de los casos precede a la
preeclampsia, y se asocia con un incremento del riesgo cardiovascular en las mujeres.
Las consecuencias de la preeclampsia para la madre y su bebé son de por vida. Los meta
análisis indican un aumento del doble del riesgo cardiovascular y la muerte en mujeres
con preeclampsia previa. Esto aumenta de seis a nueve veces si la preeclampsia ocurre
en más de un embarazo o antes de las 37 semanas de gestación. Los aumentos de
riesgo específico se estiman en 3.7 veces para la hipertensión y 1.8 veces para el
accidente cerebrovascular. Menos estudiado, pero relacionado, es un mayor riesgo de
insuficiencia cardíaca, particularmente con fracción de eyección preservada. Además, las
mujeres con preeclampsia de inicio temprano pueden tener una disfunción diastólica que
persiste en un subconjunto durante al menos un año. La American Heart Association ha
enfatizado que la evaluación del riesgo cardiovascular para las mujeres debe incluir un
historial de embarazo y que la preeclampsia debe considerarse un factor de riesgo. El
bebé de un embarazo preeclámptico también parece tener un mayor riesgo de
enfermedad cardiovascular, aunque la relación no está tan bien establecida como para la
madre. Los bebés de madres preeclámpticas tienen una presión arterial más alta durante
la edad adulta y un mayor riesgo de accidente cerebrovascular en la vejez. También hay
informes inquietantes de un aumento de los "trastornos mentales" que incluyen el estado
de ánimo y la ansiedad en bebés de mujeres con preeclampsia, especialmente en
mujeres. Un tercio de los bebés de embarazos preeclámpticos tienen un crecimiento
restringido y tienen el mismo aumento de riesgo de obesidad, diabetes, hipertensión y
otras enfermedades crónicas que otros bebés con retraso del crecimiento (2).
EPIDEMIOLOGÍA
La complejidad de definir y unificar los criterios de preeclampsia, ha llevado a una
subestimación de casos de la misma, la bibliografía varía en la incidencia de la misma,
pero en resumen se puede decir que complica del 2-8% de los embarazos a nivel global,
variando de igual forma la mortalidad de la mismo, esto basado principalmente en la
región mundial, considerando el tipo de población, y el alcance que esta tiene a la
atención médica. Sin embargo, en un estudio realizado por la Organización Mundial de la
Salud los trastornos hipertensivos del embarazo constituyen la segunda causa de muerte
materna a nivel mundial, y la primera en América Latina (6), en países en desarrollo se
cree que causa hasta un 30% de las muertes maternas registradas anualmente, con una
tasa de mortalidad del 0.8% (2).
Dentro dela bibliografía encontrada, en México la preeclampsia se encentra dentro de las
3 principales causas de muerte materna,
FACTORES DE RIESGO
Se han estudiado los factores de riesgo para el desarrollo de los trastornos hipertensivos
del embarazo, los más comunes identificados se enlistan en la siguiente tabla (5):
FACTOR DE RIESGO RIESGO RELATIVO
Nuliparidad 2-4
FISIOPATOLOGÍA
La preeclampsia como se comentó previamente es una enfermedad multisistémica, que
constituye una de las principales causas de morbimortalidad materna y perinatal, que
hasta el momento no tiene tratamiento (3), en resumen se conoce a la disfunción
endotelial como la punta del iceberg de las manifestaciones clínicas de hipertensión
arterial, proteinuria y edema, sin embargo, lo que se encuentra por detrás del desarrollo
de la disfunción endotelial aún está en estudio.
Muchos autores apoyan la fisiopatología en el modelo clásico de las dos etapas: En la
primera, la invasión deficiente del trofoblasto extravelloso en las arterias espirales
maternas causa una remodelación vascular deficiente e induce daño placentario y
endotelial; en la segunda etapa, estos tejidos dañados liberan factores antiangiogénicos
que inducen respuestas inflamatorias sistémicas intravasculares maternas y disfunción
endotelial, lo que resulta en hipertensión y proteinuria después de las 20 semanas de
gestación, especialmente en la preeclampsia de inicio temprano (8).
Se sabe que el endotelio cumple múltiples funcione dentro de las que destacan: modular
el tono vascular, control de la hemostasia primaria, la defensa e inflamación del huésped,
el transporte de nutrientes y otros solutos y la activación / inactivación de diversas
hormonas vaso activas (3), cuando ocurre una disfunción endotelial el panorama se
inclina hacia una vasodilatación reducida, un estado protrombótico y pro inflamatorio.
Para establecer una función placentaria saludable, el ovocito fertilizado necesita ser
implantado correctamente, seguido de una invasión coordinada de trofoblasto extravelloso
en las arterias maternas de decidua y espirales, lo que resulta en la remodelación de
arterias espirales y una circulación de baja resistencia en el espacio intervelloso. Cuando
la invasión de trofoblasto extravelloso se deteriora, la función placentaria se reduce en
consecuencia. Aunque muchos tipos de lesiones placentarias y afecciones maternas
pueden conducir a complicaciones del embarazo y un mal resultado fetal, la mayoría de
las investigaciones se han centrado en la etiología y el tratamiento de la preeclampsia, un
síndrome asociado con la disfunción celular endotelial materna, la proteinuria y la
hipertensión; y en la restricción del crecimiento intrauterino.
El papel que juega el estrés oxidativo en la fisiopatología del embarazo ha sido de
particular interés para el desarrollo de esta disfunción endotelial, se sabe que durante el
embarazo incrementa de forma considerada el estrés oxidativo, esto secundario a una
respuesta inflamatoria anormal, que tiene como resultado altas cantidades de especies de
oxígeno reactivo (ros) y especies de nitrógeno reactivo (rns) circulantes; tanto ros como
rns juegan un papel importante como mensajeros secundarios en muchas cascadas de
señalización intracelular, sin embargo, también pueden ejercer efectos críticos sobre los
procesos patológicos que involucran a la mujer embarazada. La fuente principal de ros
durante el embarazo es la placenta, con base en lo anterior el aumento del estrés
oxidativo observado en el embarazo podría conducir a un daño potencial del tejido.
La función más importante de la placenta es el intercambio de nutrientes y oxígeno entre
una madre y su feto, este intercambio tiene lugar en la interfaz del espacio velloso
placentario en el que fluye la sangre materna. Este proceso permite que el feto crezca y
se desarrolle normalmente. Para establecer una placenta de funcionamiento saludable, es
necesario realizar una placentación con una remodelación adecuada de las arterias
espirales cuando este proceso se ve afectado, la función de placenta es subóptima e
inadecuada y esto resulta en la manifestación de complicaciones del embarazo. (9).
El desarrollo de la placentación ocurre desde etapas tempranas, al final de la tercera
semana una capa de células trofoblásticas encapsulan el embrión y forma la interfaz con
los tejidos maternos, es necesario que esta cápsula selle de forma perfecta al embrión, ya
que esto le permitirá protegerlo de niveles excesivos de oxígeno durante el periodo de
organogénesis (2). Un desarrollo incompleto de estas estructuras podría sentar las bases
fisiopatológicas de las complicaciones propias de una placentación inadecuada.
PLACENTACIÓN
Para comprender mejor, por qué la importancia de la placentación como base del
desarrollo de la preeclampsia; es importante conocer como ocurre la placentación de
forma normal:
Posterior a la fecundación, el blastocisto se implanta en la decidua materna y el
trofoblasto comienza a invadir de forma superficial en endometrio (9), al final de la
semana 9 de gestación el saco gestacional se encuentra cubierto en su totalidad por
vellosidades placentarias, posterior acercándonos a finales del primer trimestre, las
vellosidades en el sitio de implantación constituyen la placenta, y las opuestas constituirán
la membranas coriónica.
En un embarazo normal el trofoblasto extravelloso invade las arterias espirales uterinas,
estas son las ramas terminales de la vasculatura uterina dentro del endometrio que
finalmente irrigan la placenta. En el estado de no gestación, las paredes arteriales
contienen un extenso músculo liso que responde en gran medida a los estímulos
endocrinos y vaso activos. Durante el embarazo normal, el trofoblasto extravelloso
destruye el músculo liso y la elastina, que son reemplazados por material fibrinoide inerte
(2), este proceso de remodelación dilata las arterias espirales y desencadena un aumento
en el flujo sanguíneo (8), este proceso ocurre entre la semana 10-12 de gestación, por lo
tanto una remodelación fallida a este nivel nos traduce una alteración en la función útero-
placentaria posterior. Esta remodelación tiene dos consecuencias en el flujo placentario:
1. Los segmentos terminales de las arterias se dilatan en forma de embudo a medida
que se acercan a la placenta (2), como consecuencia existe una baja tensión de
oxígeno en el espacio intervelloso, lo que es esencial para la embriogénesis y la
organogénesis normales, ya que el feto en desarrollo carece de mecanismos,
especialmente en las mitocondrias, para prevenir el daño de los radicales libres.
2. la transformación del trofoblasto de las arterias espirales normalmente se extiende
hasta el tercio interno del miometrio. Por lo tanto, incluye el segmento
hipercontráctil de la arteria ubicado en la zona de unión entre el endometrio y el
miometrio que restringe la pérdida de sangre durante la menstruación (2).
Al concluir la embriogénesis, los tapones formados previamente por el trofoblasto
extravelloso comienza a disolverse, estableciendo así una perfusión continua de bajo flujo
de sangre oxigenada en el espacio intervelloso placentario (9). A partir del segundo
trimestre, las vellosidades placentarias se componen de macrófagos, fibroblastos
estromales y capilares fetales, cubiertos con una membrana basal y una bicapa de
trofoblastos vellosos, la capa interna compone el citotrofoblasto y la capa externa el
sincitiotrofoblasto.
Cuando las vellosidades placentarias están completamente desarrollados, las paredes
capilares fetales hacen contacto íntimo con la superficie exterior vellosa, y se forman
membranas en las cuales se lleva a cabo la mayor parte del intercambio de gas entre feto
y madre.
ESTRÉS OXIDATIVO:
Se entiende por estrés oxidativo la presencia de especies reactivas de oxígeno o
radicales libres en exceso, en comparación con la cantidad de antioxidantes los cuáles
son encargados de mantener una hemostasia. Hay que recordar que los radicales libres
se producen en las mitocondrias, cuando estás se producen en exceso, o existe un daño
mitocondrial, estos radicales son expulsados de ellas (10).
Fisiológicamente en el espacio intervelloso existe un aumento en la tensión de oxígeno
mismo que conlleva a cierto grado de estrés oxidativo. Con el fin de compensar de cierto
modo este proceso de estrés oxidativo, hay un aumento en la actividad antioxidante a
medida que la placenta se adapta a un entorno rico en oxígeno, estado hablando
entonces de un aumento del estrés oxidativo en el trofoblasto asociado a la presencia de
la circulación sanguínea en la placenta, contrarrestado con un incremento de los
antioxidantes producidos en la placenta como son glutatión peroxidasa y catalasa (9).
El estrés oxidativo incrementa con la inflamación, estimula la apoptosis y causa un
incremento de citosinas, además, los productos del estrés oxidativo dañan las proteínas,
el ADN y los lípidos, y activan y dañan el endotelio vascular (10). En fisiología normal, los
radicales libres participan en las vías de señalización celular que contribuyen al desarrollo
normal y la función celular, contribuyen a la invasión del trofoblasto y al desarrollo
vascular en la placenta.
Si la capacidad de sintetizar antioxidantes no es suficiente para la cantidad excesiva de
radicales libres, el estrés oxidativo resulta en daño de DNA y proteínas y oxidación
lipídica. El daño proteico es el resultado de la oxidación que conduce a un plegado
anormal en el retículo endoplásmico o a la pérdida de la función enzimática/receptora.
Todos estos efectos podrían provocar daño celular y apoptosis.
Varios órganos en mujeres embarazadas muestran un mayor consumo de oxígeno basal
y cambios en el uso de energía del sustrato. La producción de ROS dentro de la unidad
feto placentaria tiene especial relevancia debido a su naturaleza altamente vascularizada
y dado que el tejido es rico en mitocondrias, también hay abundancia de macrófagos. Al
término del embarazo, la placenta humana es hemomonocorial, lo que significa que solo
existe 1 capa de células trofoblásticas coriónicas entre la sangre materna y fetal, lo que
favorece el intercambio de gases, nutrientes y productos metabólicos. A su vez, el
suministro de oxígeno se ve favorecido por la menor presión parcial de oxígeno, que
aumenta la producción de ácido láctico y reduce el pH, dentro de las células placentarias
y la circulación fetal. Además, a medida que madura la placenta hipóxica, se desarrolla la
vascularización para crear un entorno rico en oxígeno (3).
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
El síndrome materno de preeclampsia, debe verse mucho más allá que la hipertensión y
la disfunción renal que esta causa, existe una disminución en el flujo sanguíneo
prácticamente en todos los órganos, se propone que esto es secundario a
vasoconstricción, activación de la cascada de coagulación con microtrombos y
disminución del volumen vascular por la pérdida de líquido del espacio intravascular (10).
Los cambios en el hígado, las glándulas suprarrenales, el corazón y el cerebro de la
madre son compatibles con la perfusión de órganos disminuida, y muchos son idénticos a
los que se encuentran en el choque hipovolémico (2).
Debido a la participación endotelial la afectación de la preeclampsia es multisistémica,
también son características las anomalías metabólicas, que incluyen dislipidemias,
resistencia a la insulina y marcadores inflamatorios. En cuanto a la progresión de esta
enfermedad existen diferencias notables, puede presentarse de forma leve y progresar
lentamente, hasta iniciar de forma agresiva y ocasionar complicaciones mortales (2).
La preeclampsia generalmente se resuelve poco después del parto. Si se retrasa la
extracción de la placenta, por ejemplo, en casos de embarazos extrauterinos, el riesgo
puede continuar durante semanas o meses hasta que la placenta se reabsorba (2).
DIAGNÓSTICO
La preeclampsia, la hipertensión gestacional transitoria y la hipertensión gestacional se caracterizan
por la nueva aparición de hipertensión (BP ≥140 mmHg sistólico o≥90 mmHg diastólica) a las 20
semanas de gestación o después; como tal, es importante tener documentada la PA normal ya sea
antes del embarazo o al principio del embarazo antes de que haya habido una gran disminución de
la PA relacionada con el embarazo.
El estándar de oro para diagnosticar la proteinuria anormal en el embarazo es una proteína urinaria
de 24 horas. ≥300 mg por día. En la práctica, la medición de proteína en orina de 24 horas se
reemplazará principalmente con un calcula del índice microproteínas/ creatinina, un valor ≥30 mg
por mmol (= 0,26 mg / mg, generalmente redondeado a 0,3 mg / mg) que representa una proteinuria
significativa. La recolección de orina de veinticuatro horas para la proteinuria todavía está indicada
para confirmar el síndrome nefrótico que tiene implicaciones para la trombo profilaxis (21).
La valoración inicial de la paciente se complementa con un perfil bioquímico completo,
que incluya pruebas de funcionamiento hepático, a fin de identificar complicaciones de la
preeclampsia como el síndrome de HELLP. No hay que olvidar la valoración clínica inicial
de la paciente al momento de la captación en servicio de urgencias, y que esta tiene el
mismo o mayor impacto que cualquier prueba bioquímica.
TRATAMIENTO
Las pacientes con preeclampsia con cifras tensionales > 140/90 mmHg en la clínica o el consultorio
(o ≥135/85 mmHg en el hogar), deben recibir tratamiento antihipertensivo con el objetivo de
alcanzar una PA diastólica objetivo de 85 mmHg en el consultorio (y una PA sistólica de 110-140
mmHg) para reducir la probabilidad de desarrollar hipertensión materna grave y otras
complicaciones. Los fármacos antihipertensivos deben reducirse o interrumpirse si la PA diastólica
cae por debajo de las metas internacionales. Cuando se inicie tratamiento antihipertensivo en
mujeres con preeclampsia debe iniciarse un protocolo de vigilancia, que incluya: mediciones diarias
de presión arterial en domicilio y solicitar exámenes de laboratorio cada 10-15 días, para identificar
la progresión de la enfermedad. La decisión de egreso hospitalario y la periodicidad de las consultas
prenatales no deben ser >2 semana y deberá individualizarse cada caso
Independientemente del trastorno hipertensivo del embarazo, la preeclampsia requiere
tratamiento urgente cuando es grave (> 160/110 mmHg); los agentes aceptables para
esto incluyen nifedipina oral o labetalol o hidralazina intravenosa. Las mujeres con
preeclampsia que tienen proteinuria e hipertensión grave, o hipertensión con signos o
síntomas neurológicos, deben recibir sulfato de magnesio (MgSO) para la profilaxis de las
convulsiones (21). En el ensayo MAGPIE (Sulfato de magnesio para la prevención de la
eclampsia), las mujeres con preeclampsia recibieron MgSO si tenían hipertensión grave y
al menos 3+ de proteinuria o mediciones ligeramente inferiores (150/100 mmHg y al
menos 2+ de proteinuria) en la presencia de al menos 2 signos o síntomas de eclampsia
inminente, actualmente se continua recomendando el uso de sulfato de magnesio en las
dosis ya conocidas (22). No existe un acuerdo universal en las guías de práctica clínica
sobre qué nivel de PA debe mantenerse cuando se instituyen antihipertensivos para
indicaciones no urgentes durante el embarazo. Las guías canadienses recomiendan 130 a
155/90 a 105 mmHg en ausencia de condiciones comórbidas y las guías NICE
recomiendan mantener la PA expectante en <160/100 mmHg.
El inicio temprano de preeclampsia en embarazos de menos de 32 semanas se encuentra
asociado con una significativa morbilidad materna en los primeros 14 días del diagnóstico,
condicionando el término del embarazo en las primeras 72 hr. El nacimiento del feto en
pacientes con preeclampsia es la única intervención ha resultado ser eficaz para iniciar la
resolución de este trastorno hipertensivo.
La prolongación del embarazo aumenta el riesgo de muerte fetal en el útero,
probablemente debido a la obstrucción de las arterias uterinas por aterosis aguda. La
paliación consiste principalmente en un tratamiento antihipertensivo para evitar el
sangrado intracraneal materno y el sulfato de magnesio como tratamiento anticonvulsivo.
La elección de los agentes antihipertensivos, determinada por la eficacia y la seguridad
para la madre y el feto, está guiada por unos pocos ensayos, pero en gran parte por la
experiencia. El sulfato de magnesio es más eficaz para tratar o prevenir las convulsiones
que otros agentes farmacológicos y es seguro si se usa apropiadamente (2).
PREEVENCION
La bibliografía actual, se ha centrado en buscar factores farmacológicos y conductuales
para prevenir la preeclampsia, existe evidencia de que una dieta "saludable", aumento de
peso y ejercicio "apropiados" y reducción del estrés, puede reducir el riesgo de
preeclampsia; sin embargo, las ventajas generales de un estilo de vida saludable las
justifican durante el embarazo. Los metanálisis de las más de 40 000 mujeres tratadas
con aspirina en dosis de menos de 165 mg iniciadas al comienzo del embarazo indican un
pequeño efecto beneficioso para reducir la incidencia de preeclampsia, prematuridad fetal
y mortalidad (23). Los suplementos de calcio de 1.5 a 2 g diarios en entornos con baja
ingesta de calcio reducen la gravedad de la presión arterial y los resultados adversos, y
pueden reducir la incidencia de preeclampsia o parto prematuro. La Organización Mundial
de la Salud recomienda actualmente esta terapia para mujeres en entornos con baja
ingesta de calcio. El papel central del estrés oxidativo placentario en la fisiopatología
proporcionó un fundamento para la administración de vitaminas antioxidantes. Los
ensayos clínicos de vitaminas antioxidantes (C y E) han demostrado ser ineficaces en
varios grandes estudios de intervención (24) posiblemente porque el tratamiento se inició
entre las 10 y 20 semanas de gestación, después de la transformación trofoblasto de las
arterias espirales.
En las últimas décadas se han realizado numerosos estudios encaminados a prevenir el
estallido de estrés oxidativo durante embarazos complicados. Sin embargo, la mayoría de
estos estudios se han centrado en la identificación de biomarcadores de la EP en mujeres
embarazadas sin dar lugar a estrategias preventivas. Al considerar el estrés oxidativo
como un importante factor de desarrollo de la patología placentaria, la terapia antioxidante
podría ser un candidato adecuado para prevenir la patología placentaria, protegiendo así
al feto y a la madre. En la literatura, la mayoría de los datos con terapia antioxidante se
obtienen en pacientes con preeclampsia y se basan en ensayos con vitaminas C y E, sin
embargo con resultados contradictorios. Esto bien podría estar relacionado con el hecho
de que ROS también tiene funciones fisiológicas que no deberían verse comprometidas
por el tratamiento (9).
La pravastatina, una estatina utilizada en el tratamiento o la prevención de enfermedades
cardiovasculares, se prueba como un tratamiento potencial para la preeclampsia. Además
de los efectos reductores de la presión arterial, también previno la incidencia de
restricción del crecimiento intrauterino, mejorando el perfil vascular de varias formas. (25).
Una segunda función de la pravastatina es aumentar la liberación de NO y CO,
aumentando así la biodisponibilidad de estos con efectos vasodilatadores (25). Otro
fármaco vasodilatador es el sulfato de magnesio (MgSO4), utilizada en prevención y
tratamiento de las convulsiones en la preeclampsia y la eclampsia, respectivamente. En la
circulación materna MgSO4 tiene un leve efecto vasodilatador y mejora el flujo sanguíneo
(26). Abad y col. mostró que MgSO4 funciona como un antioxidante protector en mujeres
con preeclampsia grave (27).
La PREP Collaborative Network (Prediction of Complications in EarlyOnset Preeclampsia)
publicó modelos de pronóstico que ayudan a predecir el riesgo general de las mujeres con
preeclampsia establecida de experimentar una complicación mediante regresión logística
(PREPL) y para predecir el tiempo hasta el resultado materno adverso mediante un
modelo de supervivencia (PREP-S). El modelo PREP-S incluyó edad materna, gestación,
antecedentes médicos, PA sistólica, reflejos tendinosos profundos, índice de creatinina
proteica en orina, plaquetas, alanina amino transaminasa sérica, urea, creatinina,
saturación de oxígeno y tratamiento con antihipertensivos o MgSO (28).
ASPIRINA
La aspirina es uno de los fármacos más empleados en la terapéutica, está incluida en la
lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud. Varios estudios
han analizado la posibilidad de que bajas dosis de ácido acetilsalicílico (AAS) en mujeres
con alto riesgo de desarrollar preeclamsia podrían disminuir la prevalencia e incidencia de
esta enfermedad. A través de los años se han realizado varios ensayos clínicos en los
que se analiza el papel del uso profiláctico de dosis bajas de AAS, con la intención de
determinar si se puede prevenir la preeclampsia y otras complicaciones en mujeres con
embarazos de alto riesgo. Se ha demostrado que a dosis bajas el AAS incrementa la
secreción trofoblástica del factor de crecimiento placentario y restaura la producción de
citosinas adicionales, conduciendo a niveles observados en pacientes normotensas. (29).
El ensayo ASPRE (Combined Multimarker Screening and Randomized Patient Treatment
with Aspirin for Evidence-Based Preeclampsia Prevention) fue un estudio multicéntrico
prospectivo en el primer trimestre de detección de preeclampsia pretérmino en 26.941
embarazos únicos mediante un algoritmo que combina factores maternos, media arterial
presión arterial (MAP), índice de pulsatilidad de la arteria uterina (UTPI) y proteína
plasmática A (PAPP-A) asociada al embarazo en suero materno y factor de crecimiento
placentario (PLGF) a las 11-13 semanas de gestación. El algoritmo se desarrolló a partir
de un estudio de aproximadamente 60.000 embarazos únicos; En ese estudio, el cribado
combinado detectó el 76,6% de los casos de preeclampsia temprana y el 38,3% de
preeclampsia a término con una tasa de falsos positivos (FPR) del 10% (30).
En el ensayo ASPRE, en el cual se comparó el uso de aspirina (150 mg / d) frente a
placebo en pacientes con embarazos únicos identificados con factores de riesgo para el
desarrollo de preeclampsia, cursando entre las 11 a 13 semanas de gestación. El
tratamiento con aspirina redujo la tasa de EP prematura, con parto antes de las 37
semanas de gestación (odds ratio, 0,38, intervalo de confianza [IC] del 95%, 0,20mi0),
pero no hubo un efecto significativo sobre la incidencia de preeclampsia a término (odds
ratio, 0,95, IC del 95%, 0,64 mi1). No está claro si la preeclampsia prematura y la
preeclampsia a término tienen diferentes mecanismos patogénicos o son simplemente
gradaciones de la misma afección subyacente. De manera similar, el mecanismo de
acción de la aspirina para prevenir la preeclampsia es incierto. En el ensayo ASPRE
demostró que en mujeres con embarazos únicos que se identificaron mediante el cribado
combinado del primer trimestre como de alto riesgo de embolia pulmonar prematura, la
administración de aspirina a una dosis de 150 mg por día desde las 11 a las 14 hasta las
36 semanas de gestación reduce la incidencia de preeclampsia pretérmino en> 60% (30).
El ISSHP recomienda que las mujeres con fuertes factores de riesgo clínicos establecidos
de preeclampsia (es decir, preeclampsia previa, hipertensión crónica, diabetes mellitus
pre gestacional, índice de masa corporal materna> 30 kg / m2, síndrome anti fosfolípido y
recepción de reproducción asistida), idealmente antes de las 16 semanas pero
definitivamente antes de las 20 semanas, con aspirina en dosis bajas (definida como 75-
162 mg / d, según se estudió en ensayos controlados aleatorizados) (31).
PRAVASTATINA
Las estatinas son efectivas en la prevención primaria y secundaria de mortalidad y
morbilidad cardiovascular. En un estudio realizado de 2012 a 2014 (21 pacientes) por la
NICHD con diseño doble ciego aleatorizado controlado, se valoró el uso de pravastatina y
placebo para pacientes con riesgo alto de preeclampsia. Se administraron 10 mg diarios
de pravastatina a un grupo y a otro placebo. Aunque los resultados no son
estadísticamente significativos, se vio que los resultados gestacionales cuando se usaba
pravastatina eran favorables: menores tasas de preeclampsia, parto pretérmino,
admisiones a terapia intermedia o intensiva neonatal; así como mejoría en cuanto al perfil
proangiogénico. Además en el grupo que utilizó pravastatina no hubo casos de pre-
eclampsia con datos de severidad ni casos de pre-eclampsia. Los estudios destinados a
acciones en prevención primaria y secundaria de preeclampsia han tenido un éxito
limitado. Los inhibidores de la 3-hidroxi-3-metil-glutaril- coenzima A reductasa o
“estatinas” inhiben la biosíntesis del colesterol; sin embargo parece ser que tienen
propiedades para mejorar la función endotelial y reducir la inflamación y estrés oxidativo;
todos ellos siendo aspectos involucrados en la preeclampsia. Así las propiedades y
mecanismos de acción de las estatinas hacen que sean candidatas para la prevención de
preeclampsia (32). Además la preeclampsia comparte vía patogénicas similares y factores
de riesgo con la enfermedad cardiovascular en el adulto; la disfunción endotelial e
inflamación son fundamentales para el inicio y progresión tanto a ateroesclerosis y
preeclampsia. (31).
TERAPIAS ANTIOXIDANTES
La terapia antioxidante de la preeclampsia se basa en que la sobreproducción de ROS
contribuye a la activación de las células endoteliales, lo que explica la expresión clínica de
la enfermedad. Sobre esta base, se sugiere que el uso terapéutico de las vitaminas C y E
podría prevenir estas complicaciones del embarazo. Chappell y col. (1999), en un ensayo
aleatorizado de 283 mujeres con alto riesgo de EP, mostró una reducción en la incidencia
de la enfermedad del 17% en el grupo placebo al 8% en el grupo tratado con vitaminas C
y E a partir del segundo trimestre del embarazo. Este efecto se acompañó de una
disminución de los índices de estrés oxidativo hacia valores que se observaron en un
grupo de mujeres sanas (Chappell y col., 2002). Por el contrario, algunos autores han
cuestionado la importancia del estrés oxidativo en la preeclampsia y el fundamento
bioquímico de los ensayos clínicos de antioxidantes para prevenir y tratar la enfermedad
(Regan y col., 2001) (33). Se han realizado intentos de caracterizar los perfiles
gestacionales de los marcadores bioquímicos asociados con la preeclampsia en la sangre
de mujeres embarazadas en las que la preeclampsia se desarrolló más tarde (Chappell y
col., 2002a).
Las vitaminas C y E son antioxidantes: la vitamina C elimina los radicales libres en la fase
acuosa, considerando que la vitamina E actúa in vivo para prevenir la peroxidación
lipídica, protegiendo contra el daño relacionado con el estrés oxidativo de las estructuras
celulares e intracelulares. Además de actuar como un eliminador de radicales libres, la
vitamina C puede interactuar con el radical tocoferoxilo y regenerar el tocoferol reducido.
Además, las vitaminas C y E pueden interactuar con las enzimas relacionadas con el
glutatión para controlar la producción de productos de peroxidación lipídica. Estas
observaciones llevaron a la hipótesis de que la suplementación temprana con
antioxidantes podría ser eficaz para disminuir el estrés oxidativo y mejorar la función del
endotelio vascular, previniendo o mejorando así el curso de la preeclampsia (34).
Durante los últimos tiempos se han realizado múltiples estudios acerca del impacto que
pudiera tener el uso de Vitamina C y E para la prevención de la preeclampsia, la literatura
es muy variada, sin embargo no hay estudios con un impacto importante en la incidencia
de esta, en un meta análisis realizado por Conde Agudelo at al (34), se incluyeron nueve
ensayos con un total de 19810 mujeres. En general, no hubo diferencias significativas
entre los grupos de vitamina y placebo en el riesgo de preeclampsia (9,6% frente a 9,6%;
riesgo relativo, 1,00, intervalo de confianza del 95%, 0,92-1,09). Se obtuvieron resultados
similares cuando los análisis de subgrupos se restringieron a mujeres con alto riesgo o
riesgo bajo / moderado de preeclampsia. Las mujeres que recibieron suplementos de
vitaminas C y E tenían un mayor riesgo de desarrollar hipertensión gestacional y rotura
prematura de membranas, y un menor riesgo de desprendimiento de placenta. No hubo
diferencias significativas entre los grupos de vitamina y placebo en el riesgo de otros
resultados adversos maternos o fetales / perinatales.
El uso de antioxidantes como vitaminas C y E, se han propuesto como una posible
estrategia preventiva sobre la base de datos que sugieren un papel del aumento del
estrés oxidativo en la patogenia de la preeclampsia. No está claro por qué la
suplementación con vitaminas C y E durante el embarazo no redujo el riesgo de
preeclampsia. Es posible que aunque el estrés oxidativo juega un papel importante en la
fisiopatología de la preeclampsia, no es importante en la vía causal del trastorno. Por lo
tanto, sería poco probable que revertir el estrés oxidativo redujera el riesgo de
preeclampsia. Por el contrario, el estrés oxidativo podría ser relevante para la patogénesis
de la preeclampsia en solo un subgrupo de mujeres, sin un beneficio apreciable de las
vitaminas C y E para toda la población. Se puede pensar que la suplementación con
vitaminas C y E a partir del segundo trimestre temprano después de que ha ocurrido la
placentación podría ser demasiado tarde para afectar el proceso patológico de la
afección. Sin embargo, en el estudio de Roberts et al (35) No se encontraron diferencias
significativas entre los grupos de vitamina y placebo e le impacto de la incidencia de
preeclampsia, así como resultados maternos y perinatales adversos, estudio que se
realizó en mujeres cursando con embarazo menores a las 13 semanas de gestación,
entre las mujeres inscritas antes de la 13ª semana de embarazo (35).
BELAGE
Belage es un antioxidante natural, contiene extractos de olivo y romero cuyo contenido de
antioxidantes presente en la dieta humana, entre otros factores, ha estado relacionado a
la prevención de enfermedades de la arteria coronaria y de la arterioesclerosis.
Adicionalmente, el hidroxitirosol y la oleuropeina proveniente de los olivos, ha demostrado
ser un potente disolvente y dispersante de los radicales libres.
La producción excesiva de radicales libres, tales como el radical aniónicosuperóxido, el
radical hidroxilo y el radical alquiloperoxilo, induce daños oxidativos en las células. En
contraste, los antioxidantes, como destructores de los radicales libres e inhibidores de la
peroxidación de los lípidos, asumen un papel importante en el juego de la prevención de
enfermedades asociadas al estrés oxidativo, en este caso preeclampsia. Así pues, los
antioxidantes son actualmente el tópico más atractivo para la investigación debido a su
papel en la salud humana. Se han publicado muchos artículos que han reportado el efecto
neuroprotector y la protección vascular de frutas y vegetales, apoyando la hipótesis de
que los compuestos antioxidantes y anti-inflamatoriosincluidos en la dieta diaria pudieran
ejercer directamente un efecto neuroprotector. Durante los últimos años pasados, ha
salido a la luz evidencia que sugiere que los flavonoides de la dieta diaria que están
presentes naturalmente en plantas y alimentos podrían ejercer efectos benéficos sobre el
sistema nervioso central debido a su eficacia para proteger las neuronas contra lesiones
inducidas por el estrés oxidativo suprimiendo la neuroinflamación y mejorando el control
de factores de riesgo cardiovascular.
La capacidad antioxidante de Belage fue evaluada a través de su capacidad para reducir
el nivel de las sustancias tiobarbitúricas ácido-reactivas (TBARS) derivado de la
peroxidación de los lípidos. Hay una fuerte correlación entre las substancias
tiobarbitúricas ácido-reactivas (TBARS) como indicadores de la peroxidación de los lípidos
y otros productos que reflejan un daño oxidativo al ADN. Los resultados muestran que la
ingesta de un suplemento de Belage incrementa el estatus antioxidante de las enzimas
endógenas.
La capacidad de un tratamiento de 30 días con el único suplemento de Belage estimula la
activación de las enzimas antioxidantes y protege contra el estrés oxidativo. Abundando
más, el mismo tratamiento dio como resultado también una reducción significante de un
38% de la POOL y una reducción del 25% en los niveles de la oxLDL. El estrés oxidativo
debido a la generación de radicales libres resultante de un metabolismo normal, es
usualmente mantenida a un nivel bajo por el sistema antioxidante. Sin embargo en
algunas condiciones el balance oxidante/antioxidante puede ser perturbado
incrementando la generación de especies con oxígeno reactivo y/o haciendo decrecer la
habilidad endógena para contrarrestarlo.
Los tejidos cerebrales son altamente sensitivos al estrés oxidativo porque tienen una alta
demanda de oxígeno y tiene una relativa debilidad en sus sistemas antioxidantes. Más
aún, el cerebro contiene también altos niveles de ácidos grasos poli insaturados, lo que lo
hace más vulnerable a las lesiones oxidativas. Dependiendo en la bio molécula atacada
por las especies de oxígeno reactivo, el estrés oxidativo puede promover la peroxidación
de los ácidos proteínicos y nucléicos así como de los lípidos.Hay muchas razones para
afirmar que a largo plazo, el estrés oxidativo es el principal responsable de la declinación
de las funciones cognitivas que a menudo se observan al envejecer. Como resultado,
Belage es un ingrediente único, especialmente apropiado para la lucha contra la
sobrecarga con radicales libres, en particular cuando las propias defensas naturales del
cuerpo están débiles: sujetos envejecidos (refuerzo del estado general), exposición al sol
(prevención de alergias), fumar, estrés, ejercicio físico intenso
PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN
¿Cuál es la incidencia de preeclampsia en pacientes con factores de riesgo con y sin uso
de Belage?
JUSTIFICACIÓN
Político, administrativa: Conocer la incidencia que permitirá planificar de mejor manera el
tipo y atención de las pacientes con factores de riesgo para dicha complicación.
Científico: Hasta el momento la incidencia de Preeclampsia en el Estado de México sigue
siendo superior de la media nacional, por lo que es necesario buscar alternativas que
permitan disminuir los casos de esta complicación
Social: Evitar y disminuir el impacto de la morbimortalidad materno-perinatal en la
sociedad mexiquense.
HIPÓTESIS
El uso de Belage durante un periodo de un mes en pacientes con factores de riesgo para
el desarrollo de preeclampsia, cuyo embarazo cursa entre la semana 20-24 de gestación,
disminuirá la incidencia a 1% de casos de la misma.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Identificar la incidencia de preeclampsia en pacientes con factores de riesgo con y sin uso
de Belage durante un periodo de un mes.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
• Determinar el efecto que tiene el uso de Belage en conjunto con el manejo nutricional
en pacientes con embarazo del segundo trimestre identificado con factores de riesgo
para el desarrollo de preeclampsia.
• Determinar el promedio de edad de pacientes que desarrollan preeclampsia
• Reportar las principales comorbilidades que se presentan
• Evaluar principales comorbilidades neonatales
MÉTODO
DISEÑO DE ESTUDIO
● Experimental aleatorizado simple, longitudinal, comparativo
OPERACIONALIZACIÓN DE VARIABLES:
NOMBRE DE DEFINICIÓN DEFINICIÓN TIPO DE ESCALA DE
LA CONCEPTUAL OPERACIONAL VARIABLE MEDICIÓN
VARIABLE
LIMITES
● Estudio que se llevó a cabo en el periodo de Mayo 2019 a Abril 2020
ESPACIO
● Hospital Materno Perinatal “Mónica Pretelini Sáenz”
UNIVERSO
Estudio conformado por 199 pacientes que cursaron con embarazo del segundo trimestre,
con factores de riesgo para desarrollar preeclampsia que acudieron a consulta externa
del Hospital Materno Perinatal “Mónica Pretelini Sáenz” en el periodo de Mayo 2019- Abril
2020.
INCLUSIÓN
– Pacientes embarazadas de 20-24 SDG
– Pacientes con factores de riesgo para desarrollar preeclampsia.
– Pacientes que aceptaron participar en el estudio
EXCLUSION
– Pacientes que presentaron algún déficit del lenguaje
– Pacientes con Hipertensión crónica
ELIMINACION
– Pacientes reclasificadas como hipertensión crónica
– Pacientes que abandonaron el tratamiento.
– Pacientes manejas con antihipertensivos previamente
SELECCIÓN DE MUESTRA
Muestreo aleatorio simple: el cuál se realizó mediante la selección de papeles los cuales
contenían los números 1 y 2, agrupándolos en dos grupos.
DESARROLLO DEL PROYECTO
Se captaron a las pacientes en la consulta, consulta de nutrición y que cumplían con los
criterios de inclusión.
Se llevó a cabo una valoración nutricional con cada una de las pacientes para conocer el
% de PICE y se otorgó plan de alimentación con base a las kcal requeridas para cada una
de ellas. Se realizó la selección de papeles, a fin de conformar los dos grupos de estudio.
Se entregó tratamiento de Belage para un mes a las pacientes que formaron parte del
grupo de Belage, las cuales fueron monitorizadas semanalmente con el fin de controlar la
ingesta del antioxidante.
Para la recolección de datos se captaron y analizaron todos los expedientes de las
pacientes que estén dentro del proyecto.
IMPLICACIONES ÉTICAS
• Se utilizarán consentimiento informado el cual se presentó ante el comité de
investigación y bioética.
CRONOGRAMA DE
A
CTIVIDADES
PLAN DE ANÁLISIS
• Las variables categóricas se reportarán en porcentajes
• Las variables cuantitativas continúas con medidas de tendencia central
• Se calculará la incidencia de preeclampsia en ambos grupos, para ver el posible
efecto protector de uso de Belage.
RECURSOS Y FINANCIAMIENTO
Se dividieron a las pacientes en dos grupos mediante la selección al azar, el primer grupo
recibió tratamiento con Belage por un mes, se monitorizó de forma semanal cifras
tensionales a ambos grupos, así mismo verificando la ingesta del tratamiento en el grupo
de pacientes que recibió Belage.
Los factores de riesgo identificados con mayor frecuencia fue edad materna, antecedente
de preeclampsia así como índice de masa corporal mayor a 30 kg/m2. (Figura 1).
Nuestros grupos de estudio quedaron conformados de la siguiente manera:
Este grupo quedo conformado por un total de 100 pacientes, en cuanto a la vía de
resolución de la gestación estas fueron 40 pacientes por vía abdominal y 60 pacientes por
parto vaginal (figura 2); y en relación con la temporalidad al momento de la resolución,
corresponde a 11 nacimientos pretérmino y 89 nacimientos a término (figura 3).
La causa de los nacimientos pretérmino en este grupo de estudio fue: 6 embarazos por
ruptura prematura de membranas, 3 embarazos por trastorno hipertensivo del embarazo,
1 embarazo por muerte fetal temprana y uno causa de trabajo de parto en embarazo
pretérmino (Figura 4).
Las complicaciones maternas desarrolladas en el grupo de estudio que o recibió Belage
(n=100) fueron: 14 embarazos con trastorno hipertensivo del embarazo, diabetes
gestacional en 7 pacientes, ruptura prematura de membranas en 8 pacientes y
hemorragia obstétrica en una paciente. Cursando 70 pacientes sin complicaciones
obstétricas hasta la resolución de la gestación.
Con respecto a las 14 pacientes que desarrollaron trastornos hipertensivos del embarazo,
se clasificaron de la siguiente manera: 3 pacientes cursaron con hipertensión gestacional,
6 pacientes con preeclampsia sin criterios de severidad y 5 pacientes se clasificaron con
preeclampsia con criterios de severidad. (Figura 5).
Ninguna de las pacientes de este grupo de estudio requirió ingreso a unidad de cuidados
intensivos obstétricos.
Se evaluaron también las principales comorbilidades neonatales desarrolladas, siendo la
más relevante la alteración en la curva del crecimiento fetal, esta patología se presentó en
8 recién nacidos: 3 pacientes con restricción del crecimiento intrauterino, 4 pacientes con
feto pequeño para la edad gestacional y una paciente con feto grande para la edad
gestacional (Figura 6).
Grupo de pacientes con Belage:
Este grupo quedo conformado por 99 pacientes; de los cuales se resolvieron 46
embarazos por vía abdominal y 54 embarazo por vía vaginal (Figura 7). En relación a la
temporalidad al momento del embarazo estas correspondieron a 88 nacimientos de
término y 11 nacimientos pretérmino (figura 8).
Trastorno
hipertensivo del
embarazo; 18
Diabetes
gestacional; 10
Dentro de las 18 pacientes que cursaron con trastorno hipertensivo del embarazo 7
pacientes fueron clasificadas con hipertensión gestacional, 8 pacientes con preeclampsia
sin criterios de severidad y 3 pacientes con preeclampsia con criterios de severidad.
Ninguna paciente ingreso a unidad de cuidados intensivos obstétricos.
La principal afección neonatal encontrada de igual manera en este grupo fue la alteración
en la curva del crecimiento, la cual se diagnosticó en 8 pacientes (Figura 10), encontrando
4 pacientes con restricción del crecimiento intrauterino , 3 clasificados como feto pequeño
para la edad gestacional y una feto grande para la edad gestacional.
Con los resultados obtenidos, se calculó incidencia en el grupo sin Belage de 1.4% y en el
grupo de Belage de 1.8%.
DISCUSIÓN
El presente estudio se llevó a cabo en pacientes con factores de riesgo elevados para el
desarrollo de preeclampsia, tales como antecedentes de preeclampsia, edad materna de
riesgo así como el IMC, si bien no hay estudios que podamos comparar, ya que la
mayoría de las publicaciones se fundamenta en el uso de antioxidantes como vitamina C
y E, podemos hacer referencia a estos, podemos empezar por el estudio realizado por
Chappell en 1999 (5), en este estudio se evaluaron a 283 mujeres, población similar en
cantidad a nuestro estudio, se buscaron pacientes con factores de riesgo identificado por
ultrasonido con valoración de Doppler de arteria uterina y antecedente previo de
preeclampsia (factor riesgo que se tomó en cuenta en nuestro estudio), su grupo de
estudio se encontraba entre las 16 a las 22 semanas de gestación, es decir su grupo de
estudio estaba en el segundo trimestre como el nuestro, ellos midieron marcadores
plasmáticos de estrés oxidativo de forma mensual hasta la resolución de la gestación. Al
grupo de pacientes se les asigno al azar, para el diagnóstico de preeclampsia utilizaron de
forma similar a nosotros cifras tensionales y desarrollo de proteinuria, se concluyó
entonces que la suplementación con vitaminas C y E si disminuyó en un 21% los
marcadores de estrés oxidativo, factor que no podemos comparar con nuestro estudio, ya
que nosotros no realizamos medición de factores de oxidación, en cuento a la incidencia
se encontró preeclampsia en el 17% de las pacientes del grupo de placebo y 8% de las
pacientes que se suplementaron con vitamina, resultados contrarios a los encontrados por
nosotros, ya que en nuestro estudio la incidencia de preeclampsia fue mayor en el grupo
de pacientes de Belage. Estos resultados alentadores condujeron a la realización de
varios ensayos más amplios publicados recientemente en los que participaron mujeres
con riesgo alto y bajo / moderado de padecer el trastorno.
Beazley at al. (36), reclutaron mujeres con riesgo de preeclampsia (preeclampsia previa,
hipertensión crónica, diabetes pre gestacional o gestación multifetal), difiriendo un poco
con nuestro estudio en el que excluimos pacientes con patología crónica, las pacientes se
encontraban entre las 14 y 20 semanas de gestación, menor a los que consideramos
nosotros, y se asignaron al azar para recibir 1000 mg de vitamina C y 400 UI de vitamina
E o placebo diariamente además de sus vitaminas prenatales habituales. Se formó un
grupo de estudio de 100 pacientes, la tasa de preeclampsia no fue diferente: el 17,3% en
las mujeres que recibieron suplementos de vitaminas C y E, frente al 18.8% en el grupo
de placebo, cifras muy similares a las encontradas en nuestro grupo de estudio.
Existen diversos estudios, con mujeres con al menos uno de los siguientes factores de
riesgo de preeclampsia: preeclampsia en el embarazo anterior o eclampsia o síndrome
HELLP en cualquier embarazo anterior, preeclampsia en cualquier embarazo anterior,
hipertensión crónica, diabetes pre gestacional, embarazo múltiple, primiparidad, con IMC
30 kg/m2, Doppler anormal de la arteria uterina, enfermedad renal crónica, o síndrome anti
fosfolípido, mismo s considerados por nosotros, excluyendo nuevamente como lo
mencionamos anteriormente a trastornos crónicos en nuestro estudio, la muestra en estos
estudios el tamaño se encuentra entre 10015 hasta 996921 mujeres (mediana - 135519).
La dosis diaria total de vitaminas C y E utilizada en todos los ensayos incluidos fue de
1000 mg y 400 UI, respectivamente. Estos estudios reclutaron pacientes entre las 16-22
semanas de gestación, en cuanto a la duración del tratamiento la mayoría de estos se
prologo el tratamiento hasta el parto, en el caso de nuestro estudio las pacientes
recibieron únicamente el tratamiento por un mes, utilizando los mismo criterios que
nosotros para el diagnóstico de preeclampsia. Los resultados de estos fueron muy
similares, el uso de Vitamina C y E no tuvo impacto en la incidencia del desarrollo de
preeclampsia. Comparado con el trabajo de Rumbold et al (37) el realizó un estudio
multicentrico de mujeres nulíparas entre las semanas 14 y 22 de gestación, similar un
poco a las semanas consideradas por nosotros. Las mujeres fueron asignadas a
suplementación diaria con 1000 mg de vitamina C y 400 UI de vitamina E o placebo
(celulosa microcristalina) hasta el parto. Con un grupo de estudio se 1877 pacientes,
mucho mayor al nuestro, las características basales de los dos grupos fueron similares, si
comparamos esto con nuestro estudio es similar ya que de la población total de ambos
grupos compartes características similares tanto en IMC como en otros factores de riesgo
identificados, los resultados que arrojo este estudio son similares a los previos y a los
nuestros, no hubo diferencias significativas entre los grupos de vitamina y placebo en el
riesgo de preeclampsia (6,0 por ciento y 5,0 por ciento, respectivamente; riesgo relativo,
1,20; intervalo de confianza del 95 por ciento, 0,82 a 1,75), además al igual que nosotros
ellos encontraron como principal comorbilidad neonatal la alteración en curva de
crecimiento fetal.
Estudios más recientes como el de Cardoso at al (38), este se llevó a cabo con el fin de
determinar el efecto del uso de Vitamina C y E sobre la incidencia de preeclampsia, así
como los principales afectaciones neonatales, muy similar a nuestros objetivos generales
y específicos. El grupo de estudio fue de 200 mujeres (población similar a nuestro grupo
de estudio) embarazadas en el segundo trimestre (13 semanas en adelante) y el tercer
trimestre del embarazo, similar al nuestro y resto de los estudios, de hecho en la revisión
de la literatura encontramos pocos estudios realizados en pacientes del primer trimestre
de la gestación. Los casos incluyeron 100 mujeres que recibieron vitamina C oral en dosis
de 500 mg y vitamina E oral en dosis de 400 UI por día. El grupo de control incluyó a 100
mujeres que no recibieron vitamina E y vitamina C. La incidencia de preeclampsia en este
estudio fue del 7% en los casos y del 13% en los controles. Veinte del total de 200
pacientes prenatales habían desarrollado preeclampsia. Hubo una reducción del riesgo
del 46% en la incidencia de preeclampsia en los casos en comparación con los controles.
La incidencia de preeclampsia severa en los casos fue del 2% y en los controles fue del
7%. Este hallazgo es contrario a lo que encontramos nosotros en nuestro estudio, en el
que si bien la incidencia de preeclampsia fue mayor en la población que recibió Belage,
las pacientes que desarrollaron trastorno hipertensivo del embarazo del grupo que no
recibieron antioxidante presentaron cifras de TAM mayores, cursando con trastornos
hipertensivos más severos que en nuestra población que recibió Belage. Este resultado
mostró un 72% de riesgo reducido en el desarrollo de preeclampsia severa en los casos
en comparación con los controles. Hay un factor importante que nosotros no
consideramos en nuestro estudio, que es las semanas al momento del desarrollo de
preeclampsia, ya que en este estudio se encontró que de 20 pacientes, 6 de ellos
desarrollaron preeclampsia antes de las 34 semanas y 14 pacientes desarrollaron
preeclampsia después de las 34 semanas. Hubo más partos prematuros en el grupo sin
vitaminas en comparación con el grupo con suplementos vitamínicos. Hubo una reducción
del 46% en el riesgo de aparición de partos prematuros en el grupo con suplementos
vitamínicos, y este resultado fue estadísticamente significativo. Se concluyó entonces que
la ingesta rutinaria de vitamina C y E en todas las mujeres embarazadas, a partir de las 13
semanas de embarazo hasta el parto reduce la incidencia de preeclampsia.
Xu at al (39) buscaron investigar si la suplementación prenatal con vitamina C y E reduce
la incidencia de hipertensión gestacional y sus condiciones adversas entre mujeres de alto
y bajo riesgo.se trató de un ensayo controlado aleatorio multicentrico, se captaron mujeres
entre 12-18 semanas de gestación (utilizando edad gestacionales más tempranas a las
nuestras) que fueron estratificadas por la presencia o ausencia de factores de riesgo de
preeclampsia (antecedentes de preeclampsia, hipertensión crónica, embarazo múltiple o
diabetes). Las mujeres fueron estratificadas por el estado de riesgo y asignadas al
tratamiento diario (1 g de vitamina C y 400 UI de vitamina E) o placebo.
Con un total de 2647 mujeres asignadas al azar, 2363 se incluyeron en el análisis, en cuál
al igual que nosotros no se encontró una diferencia significativa en el desarrollo de
trastornos hipertensivos del embarazo, concluyendo que el uso de vitaminas no tiene
impacto en la incidencia de esta, un aspecto importante que este autor considero es que
encontraron que el uso de vitaminas C y E aumentaron el riesgo de pérdida fetal o muerte
perinatal, así como de rotura prematura de membranas antes del parto, recordemos que
en nuestros resultados, encontramos en ambos grupos ruptura prematura de membranas
sin embargo es algo que no podemos atribuir al uso de antioxidante porque recordando, la
ruptura prematura de membranas se asocia de primera instancia a procesos infecciosos,
cosa que no fue descartada en nuestras pacientes, por lo que no podemos realizar una
conclusión de si la ruptura de membranas en nuestro estudio se asoció o no al uso de
antioxidantes.
Finalmente un estudio realizado por Yusuf at al (40), evaluó si la preeclampsia en mujeres
embarazadas está asociada con factores dietéticos y la ingesta de antioxidantes, con un
grupo de estudio menor al nuestro, de 79 pacientes (36 mujeres embarazadas
preeclámpticas y 43 mujeres embarazadas sanas), diferente a nuestra población y al resto
de los estudios comparados previamente, ya que ellos incluían paciente ya con
diagnóstico de preeclampsia, su grupo de estudio cursaba con embarazo de las 18-22
semanas de gestación, se recogió información sobre sociodemografía, medidas
antropométricas, medidas bioquímicas, ingesta nutricional y hábitos alimentarios a través
de una entrevista estructurada. El IMC antes del embarazo, la edad, los embarazos
múltiples, la ingesta de energía, el beta caroteno, la vitamina C y el sodio mostraron una
diferencia significativa entre las mujeres embarazadas con preeclampsia y las mujeres
embarazadas sanas 6,40, IC del 95%: 1,85mi22.17) y grasas saturadas (O Z 3,35, IC del
95%: 1,0mi11,54). Se encontraron asociaciones inversas con preeclampsia para la
ingesta de frutas (ORZ 0,16, IC del 95%: 0,47mi0, 55) y la ingesta de aceite de oliva (OR
Z 0,20, IC del 95%: 0,05mi). Se concluyó entonces que la preeclampsia se asoció con una
alta ingesta de grasas, grasas saturadas y sodio y una baja ingesta de frutas, fibra,
vitamina C, B-caroteno y aceite de oliva.
CONCLUSIONES
El uso de Belage durante un mes, sumado al manejo con terapia nutricional, en pacientes
que cursan de 20-24 semanas de gestación, identificadas previamente con factores de
riesgo para el desarrollo de preeclampsia, no tuvo impacto en nuestra incidencia, con los
resultados obtenidos, se tuvo una incidencia en el grupo sin Belage de 1.4 y en el grupo
de Belage de 1.8, siendo muy similar en ambos grupos.
Si bien en la literatura, la mayoría de las publicaciones se enfocan a estudio con Vitamina
C y E, así como algunos fármacos como la aspirina incluso el uso de pravastatina, nuestro
estudio con un antioxidante natural como es el Belage, no mostro diferencia significativa
en la incidencia. Como se mencionó previamente, la preeclampsia es una patología
multifactorial y el impacto de esto podemos ver en los resultados tan variables que
encontramos en la literatura, ya que podemos observar estudios en los que
aparentemente si tiene un impacto en la incidencia de preeclampsia el uso de
complemento con vitaminas, hasta publicaciones que nos hablan que uso de estas
incrementa el riesgo y la incidencia de preeclampsia, incluso se menciona trastorno
hipertensivos más severos en este grupo de población.
Nuestros grupos de estudio compartían características entre ellos, no se puede pensar
que algún factor identificado en estos pudiera alterar los resultados.
Un hallazgo que si llama la atención es que si bien la incidencia de preeclampsia en el
grupo de pacientes que recibió Belage fue mayor comparada con el otro grupo, las
pacientes que desarrollaron preeclampsia en el grupo manejado únicamente con plan
nutricional presentaron cifras de tensión arterial media mayor al grupo de Belage, incluso
el número de casos de preeclampsia con criterios de severidad es mayor, podría
pensarse entonces que el uso de Belage tendría algún efecto en esto, sin embargo no se
puede concluir esto.
No hubo diferencia en las comorbilidades fetales siendo la principal la alteración en la
curva de crecimiento fetal, esperado por la fisiopatología compartida con la preeclampsia
que tiene esta patología.
Es importante mencionar que la preeclampsia tiene una teoría multifactorial como ya se
ha mencionado, teniendo en cuenta que también la participación de la paciente en la dieta
y la ingesta de suplementa nutricional puede impactar en el resultado de nuestro estudio.
RECOMENDACIONES
De la experiencia recogida en este trabajo, así como la comparación con estudios previos
basados en la búsqueda de disminuir el estrés oxidativo identificado como parte de la
fisiopatología del desarrollo de preeclampsia pone en manifiesto que esta patología es
multifactorial.
Considerar la administración de antioxidantes en etapas más tempranas del embarazo es
decir considerar la fisiología de la placentación, podría tener mayor impacto en la
población.
Observamos en la literatura revisada la mención de que estudios con un mayor número
de población podrían tener un mayor impacto en la incidencia de preeclampsia, lo que
podría considerarse también para estudios posteriores.
Valorar el uso de antioxidantes como Vitamina C y E en población mexicana para valorar
el impacto en el desarrollo de preeclampsia.
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