Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
18 a
a
EDICIÓN
EDICIÓN
EDICIÓN
Programa de autoaprendizaje
autoaprendizaje de
de conocimientos
conocimientos médicos
médicos
Medicina
Neumología
Nefrología
cardiovascular
y Cuidados intensivos
Sumario
1
Evaluación clínica de la función renal
2
Evaluación clínica de la función renal
α: −0,329 en mujeres, −0,411 en varones; κ: 0,7 en mujeres, 0,9 en varones; min: mínimo de SCr/κ o 1; max: máximo de SCr/κ o 1.
ERC: enfermedad renal crónica; SCr: creatinina sérica (mg/dl); SCys: cistatina C sérica (mg/l); TFG: tasa de filtración glomerular; TFGe: tasa de filtración glomerular estimada;
UCr: creatinina en orina (mg/dl).
3
Evaluación clínica de la función renal
ben alertar al médico sobre la presencia de enfermedad renal mente alto en algunas formas de acidosis tubular renal (tipo 1
a pesar de una TFG elevada. La ecuación del estudio MDRD distal), pero apropiadamente bajo en otras (tipo 4 distal).
también requiere ajustes para áreas de superficie corporal
grandes o pequeñas. Sangre
La ecuación de Cockcroft-Gault es el método menos exac- Las tiras reactivas detectan la actividad peroxidasa de la san-
to. Se sigue usando para la dosificación de fármacos porque gre y de los pigmentos hemo libres (hemoglobina y mioglobi-
se ha utilizado en los estudios farmacocinéticas de la mayoría na). La presencia de ≥3 eritrocitos indica un resultado positivo
de los fármacos. (sangre 1+). Una prueba positiva en ausencia de eritrocitos en
El aclaramiento de creatinina en orina de 24 horas ofre- el sedimento de orina puede indicar mioglobinuria (debido a
ce una mejor medición de la TFG que el nivel de creatinina sé- rabdomiólisis) o hemoglobinuria (debido a hemólisis intra-
rica, pero no se recomienda para el cálculo habitual de la TFG vascular, a transfusión o a fuerzas de cizallamiento y fuga pe-
porque su exactitud depende de una recolección de orina co- rivalvular relacionadas con una válvula cardíaca mecánica).
rrecta y de la secreción de creatinina. Pueden producir resultados falsos positivos otras sustancias
La gammagrafía con radionúclidos obtiene la medición con actividad peroxidasa, bacterias que expresan peroxidasa
más precisa de la TFG y es el estudio de referencia en investi- y fármacos como la rifampicina o la cloroquina. El ácido as-
gación. Se emplea para realizar una determinación exacta de córbico puede causar un resultado falso negativo. Una colo-
la TFG en la evaluación de donantes de riñón, de receptores ración roja de la orina en ausencia del grupo hemo puede de-
de otros órganos o en la valoración de la TFG diferencial de berse a algunos fármacos (rifampicina, fenitoína) o alimentos
cada riñón antes de una nefrectomía. (remolacha).
Puntos clave
Proteínas
• La relación entre la creatinina sérica y la tasa de fil- La orina puede contener diversas proteínas, pero la tira reac-
tración glomerular (TFG) no es lineal; una pérdida tiva detecta principalmente albúmina. Dado que los resulta-
significativa de la función renal con valores más altos dos de las tiras reactivas dependen de la concentración de la
de TFG puede causar solo cambios pequeños en el ni- orina, una orina diluida puede producir resultados falsos ne-
vel de creatinina sérica. gativos, mientras que una orina muy concentrada puede dar
• La ecuación del grupo Chronic Kidney Disease Epide- lugar a resultados falsos positivos. Dado que la tira reactiva
miology Collaboration (CKD-EPI) es la más utilizada puede no detectar una albuminuria moderada (microalbumi-
para calcular la TFG; es la ecuación más precisa para nuria), en los pacientes de alto riesgo se debe realizar una
la mayoría de las personas, especialmente los ancia- cuantificación directa de la albuminuria o la proteinuria me-
nos y los individuos con una TFG >60 ml/min/1,73 m2. diante el cociente proteína/creatinina en una muestra aleato-
ria de orina o bien calcular el cociente albúmina/creatinina
en orina de 24 horas. Una orina muy alcalina puede dar lugar
Interpretación del análisis de orina a resultados falsos positivos.
Las pruebas con tiras reactivas en orina y el examen micros-
cópico de orina están indicados en la evaluación de la enfer- Glucosa
medad renal tanto aguda como crónica (Tabla 2). El análisis se Una glucemia >180 mg/dl (10,0 mmol/l) produce glucosuria.
realiza con una muestra fresca dentro de los 30-60 minutos La glucosuria en ausencia de hiperglucemia sugiere disfun-
de su obtención. La recolección del chorro medio es el méto- ción tubular proximal, que puede deberse a mieloma o a fár-
do preferido para obtener una muestra limpia en mujeres y macos (p. ej., fumarato de disoproxilo de tenofovir; inhibi-
varones no circuncidados. dores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2, como
empagliflozina y canagliflozina). La modificación del umbral
Tira reactiva en orina de reabsorción tubular de glucosa durante el embarazo nor-
Véase la Tabla 2 para los detalles de las pruebas de tiras reac- mal puede dar lugar a glucosuria.
tivas en orina.
Cuerpos cetónicos
Gravedad específica La cetonuria suele observarse en casos de inanición, cetoa-
La gravedad específica mide el estado de hidratación y refleja cidosis diabética, cetoacidosis alcohólica, intoxicación por
la capacidad del riñón para concentrar la orina. salicilatos y envenenamiento por alcohol isopropílico. La
tira reactiva en orina detecta acetona y acetoacetato, pero
pH no β-hidroxibutirato; por lo tanto, subestima la excreción de
El pH de la orina puede ser bajo en las personas que ingieren cuerpos cetónicos en casos de cetoacidosis diabética y cetoa-
una dieta rica en proteínas. El pH puede ser alcalino (≥7,0) en cidosis alcohólica, en los que predomina el β-hidroxibutirato.
vegetarianos estrictos y en presencia de infecciones por bac- Los fármacos que contienen grupos sulfhidrilo, como el cap-
terias ureolíticas. El pH de la orina puede ser inapropiada- topril, pueden causar resultados falsos positivos.
4
Evaluación clínica de la función renal
Gravedad específica 1,005-1,030 Baja: orina diluida por hidratación excesiva; trastorno de la concentración de la orina
(diabetes insípida; nefropatía por células falciformes; lesión tubular aguda)
Alta: depleción de volumen; hipoperfusión renal; excreción de solutos hipertónicos
(glucosuria; medios de contraste)
pH 5,0-6,5 Bajo/ácido: dietas hiperproteicas; aumenta el riesgo de formación de cálculos
de cistina y de ácido úrico; ATR distal tipo 4; algunas ATR proximales tipo 2
Alto/alcalino: microorganismos ureolíticos (más a menudo especies de Proteus;
otros: Escherichia coli, especies de Pseudomonas, Klebsiella y algunas especies
de estafilococos); baja ingesta de ácido; ATR distal tipo 1; algunas ATR proximales
tipo 2; aumenta el riesgo de cálculos de estruvita y de fosfato de calcio
Sangre y pigmentos Ausentes Positivo: hemoglobina o mioglobina; la ausencia de eritrocitos sugiere mioglobinuria
hemo o hemólisis intravascular
Falso positivo: orina alcalina (pH >9)
Proteínas Ausentes o trazas Las tiras reactivas detectan principalmente albúmina; el resultado depende
de la concentración (la presencia de trazas puede ser normal en una muestra
concentrada); no es sensible para detectar albuminuria moderada
Se clasifica en grados: trazas (10-30 mg/dl), 1+ (30 mg/dl), 2+ (100 mg/dl),
3+ (300 mg/dl), 4+ (>1,000 mg/dl)
Glucosa Ausente Positivo: glucemia mayor de ~180 mg/dl (10,0 mmol/l); defecto en el túbulo
proximal (síndrome de Fanconi); embarazo (umbral de excreción más bajo)
Cetonas Ausentes El análisis de orina detecta ácido acetoacético y acetona, pero no β-hidroxibutirato
Positivo: cetoacidosis diabética; inanición; vómitos; embarazo
Esterasa leucocitaria Ausente Enzima intraleucocitaria; indica piuria (posiblemente por ITU); el resultado es
positivo con ≥5 leucocitos/CGA
Nitritos Ausentes Producidos por bacterias a partir de nitratos
Positivo: sugiere ITU
Negativo: no descarta ITU (específico pero no sensible)
Examen microscópico
Eritrocitos 0-2/CGA Se debe realizar un examen microscópico de orina para evaluar la morfología
eritrocitaria
Leucocitos 0-4/CGA La presencia de leucocitos puede ser anormal, de acuerdo con las circunstancias
clínicas
Células epiteliales <15/CGA Un número elevado indica contaminación
escamosas
Cilindros Ausentes o hialinos Cilindros hialinos: indican baja perfusión renal
Cilindros granulosos: lesión tubular aguda
Cilindros eritrocitarios: sangrado glomerular o glomerulonefritis
Cilindros leucocitarios: infección; nefritis intersticial aguda
Cristales (véase Tabla 3) Ausentes Los más frecuentes son de oxalato de calcio, fosfato de calcio, ácido úrico y estruvita
ATR: acidosis tubular renal; CGA: campo de gran aumento; ITU: infección del tracto urinario.
5
Evaluación clínica de la función renal
La presencia de esterasa leucocitaria y nitritos en la tira protrusiones en forma de vesículas, sugiere sangrado de ori-
reactiva en orina tiene un alto valor predictivo de infección gen glomerular y requiere una evaluación inmediata de glo-
del tracto urinario (ITU), mientras que la ausencia de ambos merulonefritis (Figura 3). Para más información, véase «Eva-
tiene un alto valor predictivo negativo de ITU. luación clínica de la hematuria».
Bilirrubina Leucocitos
La bilirrubina debe estar ausente de la orina cuando los nive- La presencia de ≥5 leucocitos en el sedimento de orina indica
les séricos son normales. La bilirrubina conjugada hidrosolu- piuria, habitualmente debido a una ITU. Se denomina piuria
ble se excreta en la orina en casos de enfermedad hepática estéril la presencia de leucocitos en orina con un urocultivo
grave o enfermedad hepatobiliar obstructiva. negativo; por lo general se debe a vaginitis y cervicitis en las
mujeres, prostatitis en los varones, nefritis intersticial agu-
Urobilinógeno da (NIA), nefrolitiasis, rechazo de un trasplante renal o, con
La metabolización de la bilirrubina por las bacterias intesti- menor frecuencia, ITU causada por microorganismos que no
nales produce urobilinógeno. El urobilinógeno se absorbe en se desarrollan con las técnicas de cultivo convencionales
la circulación portal y se excreta en la orina. El nivel de uro- (Chlamydia spp., Mycobacterium tuberculosis, Ureaplasma
bilinógeno en la orina aumenta en casos de anemia hemolíti- urealyticum). La ausencia de leucocitos no descarta una NIA.
ca o hepatopatía parenquimatosa y disminuye en casos de co-
lestasis grave y enfermedad obstructiva. Eosinófilos
La presencia de eosinófilos en la orina sugiere nefritis inters-
PUNTOS CLAVE
ticial, enfermedad ateroembólica, glomerulonefritis, vasculi-
• Dado que las tiras reactivas pueden no detectar una tis de vasos pequeños, ITU, patología prostática o parasitosis.
albuminuria moderada (microalbuminuria), en los Tiene una sensibilidad y una especificidad bajas para estable-
pacientes de alto riesgo se debe realizar una cuantifi- cer el diagnóstico de nefritis intersticial.
cación directa mediante el cociente proteína/creati-
nina en una muestra aleatoria de orina o bien calcu- Células epiteliales
lar el cociente albúmina/creatinina en orina de En el análisis de orina se pueden observar células epiteliales
24 horas. de los túbulos renales, transicionales y escamosas (véase Fi-
• La prueba de nitritos en orina es negativa en las in- gura 2). Las células epiteliales de los túbulos renales son re-
fecciones urinarias causadas por microorganismos dondas, tienen un núcleo central y son 1,5-3 veces más gran-
que no convierten nitratos en nitritos (especies de des que los leucocitos. Su presencia en un frotis con cilindros
Enterococcus, Staphylococcus, Streptococcus granulosos sugiere necrosis tubular aguda. Las células transi-
o Haemophilus). cionales son ligeramente más grandes que las células epitelia-
AMAV • La presencia de esterasa leucocitaria y nitritos en la les de los túbulos renales y pueden ser binucleadas; proceden
tira reactiva en orina tiene un alto valor predictivo de del trayecto comprendido entre la pelvis renal y la uretra
infección del tracto urinario (ITU), mientras que la proximal. Las células escamosas son las células epiteliales más
ausencia de ambos tiene un alto valor predictivo ne- grandes; son planas e irregulares y tienen un núcleo central
gativo de ITU. pequeño. Proceden de la porción distal de la uretra o de los
genitales externos y su presencia en gran número (>15/CGA)
denota contaminación por las secreciones genitales.
Examen microscópico de orina
El examen microscópico del sedimento de orina (Figura 2) Cilindros
está indicado en los pacientes con resultados anormales en las Todos los cilindros presentes en la orina tienen una matriz
mediciones con tiras reactivas y en aquellos con lesión renal compuesta por la proteína de Tamm-Horsfall (uromodulina).
aguda, diagnóstico reciente de enfermedad renal crónica o Estos cilindros se forman en la luz tubular distal. Las células o
sospecha de glomerulonefritis. La Tabla 2 presenta detalles detritos incluidos en los cilindros estaban presentes en el tú-
del examen microscópico de orina. bulo en el momento de la formación del cilindro, lo que in-
dica que proceden de una porción más proximal de la nefro-
Eritrocitos na. Los cilindros eritrocitarios indican glomerulonefritis.
La morfología eritrocitaria puede indicar su origen (véase Fi- Los cilindros leucocitarios pueden observarse en la NIA y en
gura 2). Los eritrocitos isomórficos (redondos y de tamaño infecciones (pielonefritis). Los cilindros pigmentados o gra-
uniforme) sugieren un origen no glomerular a causa de una nulosos (de coloración pardusca) contienen detritos celulares
infección, una masa, un quiste o un cálculo. El sangrado de tubulares (Figura 4) y están presentes en la necrosis tubular
origen glomerular puede manifestarse por eritrocitos frag- aguda. La gravedad de la lesión renal aguda se correlaciona
mentados, que tienen un aspecto dismórfico variable. La pre- con el número de cilindros y con la presencia de células epi-
sencia de acantocitos, un tipo de eritrocitos dismórficos con teliales de los túbulos renales.
6
Evaluación clínica de la función renal
F i g u r a 2 . Resultados del examen microscópico de orina. A. Eritrocitos (puntas de flecha negras). Se observa un leucocito (flecha negra) dentro de un cilindro y una célula
tubular (flecha blanca). B. Leucocitos (puntas de flecha negras). Se observa el tamaño relativamente grande de las células epiteliales escamosas (flechas negras). C. Cilindro
hialino. D. Cilindro granuloso. E. Cilindro eritrocitario. F. Cilindro leucocitario.
7
Evaluación clínica de la función renal
F i g u r a 3 . Examen microscópico de orina que muestra acantocitos (círculos F i g u r a 4 . La lesión tubular (p. ej., necrosis tubular aguda) puede promover
rojos). La presencia de acantocitos, un tipo de eritrocito dismórfico con protrusiones el depósito de detritos de células epiteliales pigmentadas tubulares en la matriz
en forma de vesículas, sugiere sangrado glomerular. proteica del cilindro, con la formación de cilindros pigmentados o granulosos
Cortesía de J. Charles Jennette, MD. (marrón turbio).
Fosfato de calcio Prisma; aguja; Acidosis tubular renal distal; pH urinario >6,5;
aglomerados en forma síndrome de lisis tumoral; nefropatía aguda
de estrella por fosfatos
8
Evaluación clínica de la función renal
sulfametoxazol, aciclovir intravenoso, metotrexato, atazana- mina/creatinina en una muestra de orina aleatoria y en orina
vir) pueden cristalizar en una orina concentrada y cuando se de 24 horas. Debido a las dificultades inherentes a la recolec-
administran en dosis altas. ción de orina de 24 horas, se ha difundido el cálculo de los co-
cientes albúmina/creatinina y proteína/creatinina en una
Puntos clave
muestra aleatoria de orina. Ambos cocientes calculados en
• Los eritrocitos isomórficos sugieren un origen no glo- una muestra aleatoria de orina bastan para determinar mi-
merular, mientras que los dismórficos, en especial los croalbuminuria, pero el cociente proteína/creatinina tam-
acantocitos, sugieren un origen glomerular. bién detecta otras proteínas. Las muestras aleatorias de orina
• Los cilindros eritrocitarios plantean la sospecha firme tienen una buena correlación con las obtenidas mediante re-
de glomerulonefritis; los cilindros leucocitarios pue- colección cronometrada y la precisión suficiente para detec-
den estar presentes en la nefritis intersticial aguda tar y monitorizar la proteinuria a pesar de las fluctuaciones
y en infecciones, y los cilindros granulosos (marrón diurnas y las diferencias interindividuales en la excreción
turbio) se observan en la necrosis tubular aguda. urinaria de creatinina. La Tabla 4 presenta las definiciones y
los valores normales de proteinuria y albuminuria.
Los niveles elevados de albúmina en la orina indican le-
Medición de la excreción de albúmina sión glomerular, mientras que la ausencia de albuminuria
y proteínas prácticamente descarta la mayoría de las enfermedades glo-
Ante la sospecha de enfermedad renal se debe indicar una merulares. Las proteínas más pequeñas se filtran en el glomé-
evaluación de proteínas en la orina. Un nivel elevado de crea- rulo, pero se reabsorben en el túbulo proximal; su presencia
tinina sérica junto con resultados anormales en el sedimento en la orina generalmente indica enfermedad tubulointersti-
de orina en un paciente con proteinuria sugiere enfermedad cial. Los niveles elevados de cadenas ligeras, como los obser-
renal activa. vados en la gammapatía monoclonal, se detectan en el protei-
La proteinuria se puede detectar mediante tiras reactivas nograma electroforético en orina o mediante una técnica
o a partir del cociente proteína/creatinina o el cociente albú- específica para cadenas ligeras libres.
creatinina en muestras aleatorias de orina. La concentración medida de proteínas o albúmina en una muestra de orina se divide por la concentración de creatinina en la misma
muestra para obtener un valor numérico sin unidad. Estos cocientes tienen una buena correlación con la excreción de proteínas o albúmina en 24 horas. Si bien estos cálculos
obtienen resultados de magnitud adimensional (valor numérico puro), los diferentes laboratorios pueden expresarlos con sus unidades de cálculo, como mg/g (mg de proteínas
o albúmina/g de creatinina) o con unidades que reflejen la excreción proporcional en 24 horas (mg o g de proteínas o albúmina/g de creatinina).
bLas categorías A1, A2 y A3 de la clasificación de la enfermedad renal crónica corresponden a una albuminuria normal (o ligeramente elevada), moderadamente elevada
las tiras reactivas convencionales, pero son sensibles a niveles más bajos de albúmina y pueden identificar una albuminuria moderadamente elevada.
9
Evaluación clínica de la función renal
Las elevaciones transitorias, no patológicas y general- ria suele ser de origen no glomerular. La proteinuria concu-
mente pequeñas de la concentración de proteínas en la ori- rrente, la presencia de eritrocitos dismórficos, un nivel ele-
na se suelen asociar con enfermedad aguda, fiebre, ejercicio vado de creatinina sérica, una TFG estimada (TFGe) baja o la
vigoroso y embarazo. La proteinuria ortostática es una pro- presencia de signos y síntomas sistémicos sugieren hematu-
teinuria benigna que aumenta en bipedestación y disminu- ria de origen glomerular. La evaluación de la hematuria se
ye en decúbito. Si bien es más frecuente en los adolescentes, describe en la Figura 5.
puede ocurrir en personas de hasta 30 años de edad. Este El análisis de orina no se debe usar para el cribado de
diagnóstico se puede evaluar con una recolección de orina cáncer de vejiga en adultos asintomáticos. Sin embargo, el ha-
dividida (diurna o nocturna con la primera micción de la llazgo incidental de hematuria justifica una evaluación más
mañana). detallada. La evaluación se debe realizar incluso en los pa-
El American College of Physicians.(ACP) desaconseja el cientes con diátesis hemorrágica o que reciben tratamiento
cribado de enfermedad renal crónica, incluso la detección antiagregante plaquetario o anticoagulante. Si se sospecha
sistemática de proteinuria en adultos asintomáticos sin facto- menstruación, enfermedad viral, ejercicio vigoroso u otra
res de riesgo de enfermedad renal crónica, porque no existe causa benigna, el análisis de orina se debe repetir tras la reso-
evidencia de que el tratamiento precoz compense los efectos lución de la causa. Si se confirma la presencia de infección, el
perjudiciales del cribado, como resultados falsos positivos y análisis de orina se debe repetir después del tratamiento para
pruebas y tratamientos innecesarios. Sin embargo, el cribado documentar la resolución de la hematuria.
de proteinuria se puede indicar en pacientes de alto riesgo, En un paciente asintomático con hematuria microscópi-
como los hipertensos, los diabéticos y los pacientes de edad ca, se debe valorar la función renal, la morfología eritroci-
avanzada. taria y la presencia de proteínas en la orina para determinar
La detección de albúmina en la orina está recomendada si la causa es nefrológica, en especial glomerulonefritis. La
en los pacientes con diabetes mellitus porque se correlacio- ausencia de proteinuria generalmente descarta un proceso
na con enfermedad renal inicial. La American Diabetes As- glomerular; entre las excepciones se encuentran la enferme-
sociation (ADA) recomienda una evaluación anual de albu- dad glomerular muy leve (a menudo una nefropatía por IgA)
minuria en los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y una o la enfermedad por adelgazamiento de la membrana basal
evaluación cinco años después del diagnóstico de diabetes glomerular relacionada con un defecto del colágeno tipo IV
mellitus tipo 1. Dado que no existe evidencia de las ventajas que puede presentarse como hematuria aislada. La presencia
del seguimiento de los niveles de proteinuria durante el tra- de signos y síntomas sistémicos despierta la sospecha de ne-
tamiento con inhibidores de la enzima de conversión de la fropatía, en especial asociada a trastornos reumatológicos y la
angiotensina (ECA) o bloqueadores de los receptores de an- glomerulonefritis rápidamente progresiva.
giotensina (BRA), o de que la reducción del nivel de protei- La hematuria macroscópica, aunque sea autolimitada,
nuria mejore los resultados clínicos, el ACP desaconseja la requiere derivación inmediata a urología y una evaluación
evaluación de proteinuria en los adultos con o sin diabetes más detallada de enfermedad nefrológica y de cáncer.
tratados con estos fármacos. Si no se identifica una causa nefrológica, la hematuria
El proteinograma electroforético en orina puede tipificar podría ser una manifestación de una neoplasia maligna. Las
las proteínas y clasificar la proteinuria en tubular o glome guías de la American Urological Association (AUA) recomien-
rular. También identifica gammapatía monoclonal, aunque dan evaluar la posibilidad de una neoplasia maligna en los
es menos sensible que los métodos específicos para cadenas pacientes mayores de 35 años de edad o con factores de ries-
ligeras. go de cáncer. Si bien la urografía por tomografía computari-
zada (TC renal con contraste) es el estudio más sensible y es-
Puntos clave
pecífico para detectar una neoplasia renal, la TC helicoidal sin
AMAV • El cociente proteína/creatinina y el cociente albúmi- contraste es más apropiada si se sospecha litiasis renal. La eco-
na/creatinina en una muestra aleatoria de orina se grafía es el primer estudio de imagen indicado debido a su dis-
correlacionan con los calculados en orina de 24 horas ponibilidad, a su bajo coste y a que no expone al paciente a ra-
y tienen la precisión suficiente para detectar y moni- diación ionizante. La resonancia magnética (RM) con contraste
torizar la proteinuria. es útil cuando no se pueden realizar estudios de TC con contras-
• Los niveles elevados de albúmina en orina indican le- te. Si los estudios de imagen son negativos, se debe indicar
sión glomerular; la ausencia de albuminuria descarta una cistoscopia. El ACP y la AUA desaconsejan la citología de
la mayoría de las enfermedades glomerulares. orina en la evaluación inicial de la hematuria.
Puntos clave
Evaluación clínica de la hematuria • El análisis de orina no se debe usar para el cribado AMAV
La hematuria se diagnostica ante ≥3 eritrocitos/CGA en el se- de cáncer de vejiga en pacientes asintomáticos.
dimento de orina y puede ser microscópica (detectable solo
(Continúa en página siguiente)
en un análisis de orina) o macroscópica (visible). La hematu-
10
Evaluación clínica de la función renal
HMA
(≥3 eritrocitos/CGA
en AO con examen
microscópico)
Antecedentes de
hematuria macroscópica
(incluso autolimitada)
Ninguna otra
evaluación
11
Líquidos y electrolitos
La indicación de TC es apropiada para pacientes con una en casos de hematuria glomerular, albuminuria significativa
ecografía no diagnóstica o un cuadro clínico más complicado. y enfermedad renal aguda o crónica de causa indeterminada
La TC helicoidal sin contraste es el estudio de referencia para (en ausencia de riñones atróficos), así como para evaluar dis-
diagnosticar litiasis renal y es apropiada en la evaluación de función de un trasplante renal o monitorizar la evolución del
un cólico renal. Puede detectar la mayoría de los cálculos, in- trasplante. La biopsia renal puede ser necesaria para estable-
cluso los pequeños y los alojados en la porción distal del uréter cer el diagnóstico de NIA y de enfermedad ateroembólica,
que no se visualizan en la ecografía. Aporta información so- porque estas patologías a menudo se manifiestan por un
bre la composición del cálculo y, como permite visualizar las aumento de la creatinina sérica. También permite diferenciar
vías urinarias completas y el abdomen, puede sugerir otros las clases de nefritis lúpica.
diagnósticos. El método más empleado es la biopsia renal percutánea
La urografía por TC (TC renal realzada con contraste) es guiada por ecografía o por TC. La biopsia quirúrgica abierta
la prueba de elección para evaluar una hematuria de causa o la laparoscópica se realizan cuando no es posible realizar
desconocida y puede definir tumores y quistes renales. La TC una biopsia percutánea. Algunas de las contraindicaciones a
con contraste también es apropiada para obtener imágenes la biopsia percutánea son: paciente no cooperativo, diátesis
de los vasos renales. El uso de un medio de contraste se aso- hemorrágicas (esto incluye el tratamiento con antiagregantes
cia al riesgo de nefropatía inducida por contraste, especial- plaquetarios o anticoagulantes), hipertensión arterial no con-
mente en los pacientes con una TFGe <50 ml/min/1,73 m2. trolada, visualización deficiente del riñón, riñones atróficos e
La RM con contraste es una alternativa para la evalua- ITU activa. En los pacientes con un riñón solitario y las muje-
ción de masas y quistes renales cuando no se puede realizar res embarazadas se deben considerar los riesgos y los benefi-
una TC. La angiografía por RM para la detección de esteno- cios de la biopsia renal.
sis de la arteria renal y la venografía por RM para la detección Los riesgos más frecuentes son el sangrado y el daño de
de trombosis de la vena renal se pueden realizar con o sin los órganos circundantes. Las complicaciones graves más fre-
gadolinio, aunque el contraste obtiene imágenes mejor de- cuentes (<3% de los casos) son la necesidad de transfusión o
finidas. La angiografía por RM y la angiografía por TC prác- de angiografía con o sin embolización y la inestabilidad he-
ticamente han reemplazado a la angiografía estándar de las modinámica. Las complicaciones menores son dolor y hema-
arterias renales. Debido al riesgo de fibrosis sistémica nefro- turia. La pérdida del riñón y la muerte son complicaciones
génica (FSN), el gadolinio se debe evitar en los pacientes con muy raras.
una TFGe <30 ml/min/1,73 m2. En situaciones de riesgo vital
Punto clave
en las que el beneficio supera al riesgo de FSN, la RM se reali-
za con dosis bajas de compuestos de gadolinio estables. Para • La biopsia renal está indicada en casos de hematuria
más información acerca de la FSN, véase el módulo «Derma- glomerular, albuminuria significativa y enfermedad
tología» de MKSAP 18. renal de causa indeterminada, así como para evaluar
La gammagrafía con radionúclidos obtiene la medición disfunción de un trasplante renal o monitorizar
más precisa de la TFG y es el estudio de referencia en investi- la evolución del trasplante.
gación (véase «Estimación del filtrado glomerular»).
Puntos clave
AMAV • La ecografía es el estudio de imagen empleado con
mayor frecuencia en la evaluación de los riñones y las Líquidos y electrolitos
vías urinarias superiores debido a su seguridad, ren-
tabilidad y disponibilidad.
Osmolalidad y tonicidad
La osmolalidad de una solución está determinada por el nú-
• La urografía por TC es el estudio de elección para los
mero de solutos por kilogramo. La osmolalidad del suero o el
pacientes con hematuria de causa desconocida y per-
plasma se puede medir por la depresión del punto de conge-
mite definir tumores y quistes renales; la TC helicoi-
lación o calcular con la fórmula:
dal sin contraste es el estudio de referencia para diag-
nosticar litiasis renal, mientras que la TC con 2 × [Na+] + glucosa (mg/dl)/18 + nitrógeno ureico
contraste es el estudio preferido para observar en sangre (mg/dl)/2,8 + etanol si está presente (mg/dl)/4,6
los vasos renales.
Si se usan unidades internacionales: 2 × [Na+] +
urea (mmol/l) + glucosa (mmol/l) + etanol (mmol/l)
Biopsia renal La osmolalidad sérica normal es de 275-295 mOsm/kg H2O.
Las características clínicas y de laboratorio a menudo son insu- La diferencia entre la osmolalidad medida y la calculada (gap
ficientes para establecer el diagnóstico definitivo de enferme- osmolal) debe ser <10 mOsm/kg H2O. Un valor más alto su-
dad renal. Por lo tanto, la biopsia renal podría ser esencial para giere la presencia de un alcohol de bajo peso molecular. Dado
establecer el diagnóstico y guiar el tratamiento. Está indicada que el agua se mueve libremente entre los espacios intracelu-
12
Líquidos y electrolitos
Hiponatremia
(sodio sérico <135 mEq/l [135 mmol/l])
Medir
la osmolalidad sérica
Medir
<100 mOsm/kg H2O la osmolalidad urinaria >100 mOsm/kg H2O F i g u r a 6 . Evaluación de la hiponatremia.
SIHAD: síndrome de secreción inapropiada de hormona
Ingesta excesiva de agua SIHAD antidiurética.
13
Líquidos y electrolitos
14
Líquidos y electrolitos
En la hiponatremia hipotónica isovolémica que ha ocu- ponatremia, pero se observa a menudo en pacientes hospita-
rrido tras un descenso más gradual (>48 horas) del sodio séri- lizados y se asocia a un aumento de la mortalidad en los que
CONT.
co, un tratamiento demasiado agresivo puede causar daño se encuentran en estado crítico.
neuronal y desmielinización osmótica. La natremia no se debe La hipernatremia se puede clasificar tres categorías am-
aumentar más de 8,0-10 mEq/l (8,0-10 mmol/l) en 24 horas. plias: ingesta o administración inapropiada de soluciones hi-
En los pacientes con deterioro neurológico significativo (p. ej., pertónicas; pérdida de líquidos hipotónicos, y pérdida exce-
convulsiones o coma), la concentración de sodio se puede siva de agua debido a defectos en la liberación o la acción de
aumentar 2,0-4,0 mEq/l (2,0-4,0 mmol/l) mediante un bolo la HAD. Una anamnesis y una exploración física completas,
de solución salina al 3%, siempre que el aumento total sea junto con la medición de los electrolitos y la osmolalidad de la
≤10 mEq/l (10 mmol/l) en 24 horas. La administración de po- orina, ayudan determinar la patogénesis de la hipernatremia.
tasio también aumenta la natremia, porque al entrar en las
células aumenta la osmolalidad intracelular y promueve el Evaluación
movimiento del agua desde el espacio extracelular al intrace- La causa más frecuente de hipernatremia es la pérdida de lí-
lular, lo que eleva la concentración plasmática de sodio. quidos corporales hipotónicos con reposición insuficiente de
En los pacientes con hiponatremia hipotónica isovolé- agua debido a falta de acceso al agua o a ausencia de sed (adip-
mica asintomáticos o con síntomas leves a moderados (cefa- sia). Las pérdidas hipotónicas pueden deberse a diarrea, afec-
lea, letargo), la restricción de la ingesta de agua es una me- ciones respiratorias, sudoración excesiva o diuresis osmótica
dida segura y efectiva. Sin embargo, una ingesta de líquidos (como ocurre en la glucosuria). En las pérdidas extrarrenales,
<800 ml/24 horas suele ser intolerable. Si la restricción de la osmolalidad urinaria está elevada (>600 mOsm/kg H2O).
agua no es suficiente, será preciso bloquear la actividad de la En la diuresis osmótica, la osmolalidad urinaria suele ser de
HAD o aumentar la excreción de agua. La demeclociclina 300-600 mOsm/kg H2O. Las pérdidas hipotónicas con una
inhibe la acción de la HAD y se puede administrar de for- reposición insuficiente de líquidos causan depleción del volu-
ma crónica, aunque suele causar fotosensibilidad y síntomas men intravascular con ortostatismo o hipotensión franca.
gastrointestinales. El tolvaptán, un antagonista de la HAD, es La hipernatremia hipertónica también puede deberse a
efectivo y generalmente bien tolerado, pero su coste es prohi- la administración de cantidades excesivas de solución salina
bitivo y solo se puede usar durante un mes debido al riesgo de hipertónica o bicarbonato de sodio, o a la ingestión de sal. El
hepatotoxicidad. Se puede administrar con diuréticos de asa aumento agudo de la natremia promueve la salida de agua de
y aumentar la ingesta de sodio para reducir la concentración las células, lo que causa contracción celular y signos neuroló-
de la orina. La administración oral de urea (15-30 g/día) tam- gicos. Los síntomas varían desde letargo hasta convulsiones y
bién aumenta la excreción de agua, pero tiene un sabor desa- coma. La exploración física a menudo revela sobrecarga de
gradable que limita su uso. volumen intravascular con presión venosa yugular elevada y
estertores crepitantes pulmonares.
Puntos clave
Con menos frecuencia, la hipernatremia se debe a la li-
• La hiponatremia se clasifica en hipertónica (osmolali- beración o a la acción insuficiente de la HAD (diabetes insípi-
dad >295 mOsm/kg H2O), isotónica (osmolalidad da central o nefrogénica, respectivamente). Los síntomas fre-
275-295 mOsm/kg H2O) o hipotónica (osmolalidad cuentes son polidipsia y poliuria. Una osmolalidad urinaria
<275 mOsm/kg H2O); la hiponatremia hipotónica se <300 mOsm/kg H2O en un paciente hipernatrémico confir-
subclasifica por el estado de volumen (hipovolémica, ma el diagnóstico. El aumento de la osmolalidad urinaria tras
hipervolémica o isovolémica). una dosis de desmopresina (análogo de la HAD) permite de-
• El tratamiento de la hiponatremia hipotónica isovolé- terminar si la diabetes insípida es central o nefrogénica. La
mica sintomática aguda consiste en administrar un hipernatremia secundaria a pérdida de agua, en la que la
bolo de 100 ml de solución salina al 3%; si el descenso pérdida de solutos no es excesiva, generalmente causa sínto-
agudo de la natremia se debe una ingesta excesiva mas mínimos, a menos que se produzca un aumento agudo
de agua, la restricción de líquidos lo corregirá rápida- del sodio.
mente.
• El tratamiento excesivamente intensivo de la hipona- Manejo
tremia hipotónica isovolémica crónica puede causar El manejo de la hipernatremia depende de la patogénesis
daño neuronal y desmielinización osmótica; por lo subyacente. Cuando es secundaria a un aumento hipertónico
tanto, el nivel de sodio sérico no se debe aumentar agudo, la concentración de sodio se debe normalizar rápida-
más de 8,0 a 10 mEq/l (8,0-10 mmol/l) en 24 horas. mente. El agua se puede administrar como dextrosa al 5%,
junto con diuréticos de asa por vía intravenosa, para revertir
la sobrecarga de volumen. En estos casos se puede conside-
Hipernatremia rar la hemodiálisis, si estuviera disponible.
La hipernatremia corresponde a una concentración de sodio Si la hipernatremia se ha producido en un lapso >24 ho-
sérico >145 mEq/l (145 mmol/l). Es menos frecuente que la hi- ras, el cerebro se adapta mediante la captación de electrolitos
15
Líquidos y electrolitos
y otros solutos osmóticamente activos. Por lo tanto, para pre- Puntos clave
venir el edema cerebral durante la infusión de agua, la correc-
CONT. • La causa más frecuente de hipernatremia es la pérdi-
ción debe ser <10 mEq/l/24 horas (10 mmol/l/día). El cambio
da de líquidos corporales hipotónicos con reposición
del nivel de sodio sérico por cada litro de solución infundida
insuficiente de agua debido a falta de acceso al agua
se puede calcular con la fórmula:
o a adipsia.
(sodio infundido) − (sodio sérico) / (agua corporal total + 1) • La hipernatremia secundaria a un aumento hipertó-
Si fuera posible, el agua se debe administrar por vía oral nico agudo requiere la normalización rápida de la
o por sonda nasogástrica. Dado que las soluciones con dex- concentración de sodio.
trosa pueden causar glucosuria y aumentar las pérdidas de • Si la hipernatremia se ha producido en un período
agua libre, es importante monitorizar la glucemia y man- >24 horas, la corrección debe ser <10 mEq/l/24 horas
tenerla por debajo de 180 mg/dl (10 mmol/l). En presencia (10 mmol/l/día) para prevenir el edema cerebral.
de compromiso hemodinámico debido a depleción del volu-
men intravascular, la reposición de líquidos se debe realizar
con solución salina isotónica; también se puede usar una so- Trastornos del potasio sérico
lución hipotónica (solución salina normal concentrada a la Hipopotasemia
mitad [0,45%] o a la cuarta parte [0,22%]). La hipopotasemia (hipokalemia) se define como un nivel de
En los pacientes con diabetes insípida, el primer paso potasio sérico <3,5 mEq/l (3,5 mmol/l). Se puede clasificar en
es determinar si es secundaria a un defecto de la secreción trastornos del balance interno (movimiento del potasio entre
o de la acción de la HAD. La diabetes insípida central se los compartimentos intracelular y extracelular) y del balan-
puede tratar con desmopresina (un análogo sintético de la ce externo (ingreso y egreso de potasio) (Figura 7). Un nivel de
vasopresina) por vía intranasal u oral. La diabetes insípida potasio sérico >3,0 mEq/l (3,0 mmol/l) suele ser asintomáti-
nefrogénica es más difícil de tratar. El objetivo del trata- co. Dado que la relación entre la concentración de potasio in-
miento es limitar la ingesta de solutos para disminuir la tracelular y la extracelular es el determinante principal del
cantidad de agua libre que los riñones pueden excretar e in- potencial de membrana en los tejidos con actividad eléctrica,
ducir una depleción de volumen leve con un diurético tiazí- la hipopotasemia causa debilidad o parálisis, disminución
dico para aumentar la reabsorción de agua y sal proximal al de la motilidad gastrointestinal o íleo con náuseas y arrit-
túbulo colector. mias cardíacas. Las manifestaciones en el electrocardiogra-
Hipopotasemia
(potasio sérico <3,5 mEq/l [3,5 mmol/l])
Renal GI (diarrea)
¿Alcalosis metabólica?
No Sí
16
Líquidos y electrolitos
ma (ECG) comprenden depresión del segmento ST, disminu- bulo distal, exceso de aldosterona, hipomagnesemia y defec-
ción de la amplitud de la onda T y aumento de la amplitud de la tos tubulares (véase Figura 7).
CONT.
onda U. La hipopotasemia grave puede causar rabdomiólisis. El hiperaldosteronismo se asocia a hipertensión arterial
y a alcalosis metabólica. La hipomagnesemia puede causar
Evaluación pérdida de potasio; la pérdida renal de potasio también se ob-
La causa de la hipopotasemia generalmente se puede deter- serva en defectos tubulares hereditarios, como los síndromes
minar a partir de la anamnesis y con una evaluación de labo- de Liddle, Bartter y Gitelman. En el síndrome de Liddle, la
ratorio simple. La hipopotasemia rara vez es espuria (seudo- reabsorción elevada inapropiada de sodio en la nefrona distal
hipopotasemia), como ocurre en casos de leucemia cuando el causa hipertensión arterial, alcalosis metabólica y pérdida de
procesamiento de la muestra se retrasa y permite que un gran potasio. Los síndromes de Gitelman y Bartter se deben a mu-
número de leucocitos metabólicamente activos capten pota- taciones en proteínas transportadoras que remedan el efec-
sio. Además de la leucocitosis, otro indicio de seudohipopo- to de los diuréticos en los túbulos renales. Otra causa de pér-
tasemia es la ausencia de signos y síntomas de hipopotasemia. dida de potasio es la acidosis tubular renal distal y proximal.
La hipopotasemia puede ser secundaria a alteraciones
del equilibrio interno. La insulina o los β2-agonistas promue- Manejo
ven la entrada de potasio en las células, lo que causa una hi- El déficit de potasio corporal total es difícil de predecir; pue-
popotasemia aguda, transitoria, leve y habitualmente asinto- de alcanzar los 200 mEq (200 mmol) por cada disminución de
mática. La ingestión de sales solubles de bario o de cesio, que 1 mEq/l de la concentración plasmática de potasio. La con-
bloquean la salida de potasio de las células, puede producir centración de potasio se debe aumentar sin demora en los pa-
hipopotasemia sintomática grave con niveles de potasio cientes con síntomas neuromusculares o cardíacos. El potasio
<2,0 mEq/l (2,0 mmol/l). El aumento de la producción de cé- se puede administrar de manera segura por vía intravenosa a
lulas tras la administración de vitamina B12 o ácido fólico en un ritmo de 20 mEq/hora (20 mmol/hora). La infusión a tra-
pacientes con déficit de estas vitaminas también puede cau- vés de una vena central se puede aumentar a 40 mEq/hora
sar hipopotasemia. La parálisis periódica hipopotasémica, (40 mmol/hora), con monitorización estricta. En los casos de
que puede ser un trastorno hereditario autosómico dominan- hipopotasemia leve (2,5-3,5 mEq/l [2,5-3,5 mmol/l]), la su-
te o un trastorno adquirido en pacientes hipertiroideos gene- plementación oral con cloruro de potasio o bicarbonato de
ralmente de ascendencia japonesa, puede causar debilidad y potasio suele ser suficiente. La hipomagnesemia concurrente
parálisis muscular. se debe corregir para prevenir la pérdida continua de potasio.
La mayoría de los casos de hipopotasemia se deben a Los diuréticos ahorradores de potasio son beneficiosos en los
trastornos del balance externo con depleción de potasio cor- pacientes con pérdida de potasio. En casos de hipopotasemia
poral total, secundario a falta de ingestión o a una mayor ex- significativa secundaria a desplazamientos transcelulares agu-
creción de potasio. Dado que los riñones prácticamente pue- dos, el potasio corporal total es normal y la reposición excesi-
den detener la excreción de potasio, una dieta sin potasio va de potasio puede causar hiperpotasemia.
puede producir hipopotasemia. Los factores determinantes
Puntos clave
principales de la secreción renal de potasio son el flujo tubu-
lar distal y la aldosterona, que aumentan la reabsorción de so- • La hipopotasemia causa debilidad o parálisis, dismi-
dio y esto, a su vez, aumenta la electronegatividad en la luz nución de la motilidad gastrointestinal o íleo, náuseas
tubular y promueve la secreción de potasio. En condiciones y arritmias cardíacas; las manifestaciones electrocar-
normales, la relación inversa entre el flujo renal distal y el ni- diográficas incluyen depresión del segmento ST, dis-
vel de aldosterona impide que los cambios del volumen intra- minución de la amplitud de la onda T y aumento
vascular alteren la homeostasis del potasio. de la amplitud de la onda U.
El parámetro de referencia para diferenciar causas re- • En los pacientes con hipopotasemia y síntomas neu-
nales y extrarrenales de depleción del potasio corporal total romusculares o cardíacos, la concentración de pota-
es una concentración de potasio <30 mEq en orina de 24 ho- sio se puede aumentar rápidamente mediante la ad-
ras (30 mmol/día). Sin embargo, el cálculo de este cociente es ministración intravenosa de potasio (20 mEq/hora
poco práctico y en su lugar se usa el cociente potasio/creati- [20 mmol/hora]); la suplementación oral suele ser
nina en una muestra aleatoria de orina. Una concentración suficiente en los casos leves.
<13 mEq/g identifica hipopotasemia secundaria a falta de in-
gesta, desplazamientos transcelulares o pérdidas gastrointes-
tinales. Hiperpotasemia
Las pérdidas gastrointestinales generalmente se deben a La hiperpotasemia (hiperkalemia) se diagnostica cuando el
diarrea o abuso de laxantes. A menudo se acompañan de aci- nivel sérico de potasio es >5,0 mEq/l (5,0 mmol/l). Un nivel
dosis metabólica. La pérdida de potasio puede deberse a di- >6,0 mEq/l (6,0 mmol/l) puede causar arritmias mortales. Los
versos trastornos, como fármacos (por lo general, diuréticos), aumentos lentos del potasio sérico se toleran mejor que los brus-
oferta de aniones no reabsorbibles (como bicarbonato) al tú- cos. Los signos y síntomas de hiperpotasemia se manifiestan
17
Líquidos y electrolitos
en los tejidos con actividad eléctrica y consisten en debilidad La hiperpotasemia generalmente se debe a un aumento
muscular y anomalías en el ECG. de la ingesta con disminución de la excreción renal de potasio.
CONT.
La hiperpotasemia es frecuente en la enfermedad renal oligú-
Evaluación rica aguda o en la crónica con una TFG <20 ml/min/1,73 m2.
La evaluación inicial de la hiperpotasemia requiere una Los diuréticos ahorradores de potasio (amilorida, triamtire-
anamnesis, exploración física, revisión de la medicación, no, espironolactona) reducen la excreción de potasio y son
evaluación de la función renal y ECG. Las manifestaciones causas frecuentes de hiperpotasemia. Otros fármacos que
iniciales en el ECG son ondas T precordiales picudas y acor- disminuyen la excreción de potasio son la trimetoprima, la
tamiento del intervalo QT. Con la progresión de la hiper- pentamidina (por bloqueo de los canales epiteliales de sodio)
potasemia, se puede observar alargamiento del intervalo PR, y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE, que disminuyen
pérdida de la onda P, ensanchamiento del complejo QRS, el nivel de renina). El hipoaldosteronismo secundario a inhi-
un patrón de onda sinusoidal y asistolia (Figura 8). Sin em- bidores del sistema renina-angiotensina, heparina, acidosis
bargo, las alteraciones observadas en el ECG no siempre se tubular renal tipo 4 (frecuente al comienzo de una nefropatía
correlacionan con el nivel sérico de potasio ni siguen una diabética) e insuficiencia suprarrenal primaria también cau-
progresión ordenada. sa hiperpotasemia, especialmente si se asocia a una ingesta
Durante el proceso de coagulación las células se rompen excesiva de potasio.
y liberan el potasio intracelular; en estos casos, las muestras
séricas con recuentos de leucocitos o plaquetas extremada- Manejo
mente elevados pueden presentar seudohiperpotasemia. En La elevación del nivel de potasio sérico >6,5 mEq/l (6,5 mmol/l)
estos casos, un nuevo análisis en una muestra de plasma o >6,0 mEq/l (6,0 mmol/l) con cambios en el ECG se debe tra-
será normal. La liberación local de potasio también tiene lu- tar sin demora. El objetivo del tratamiento es estabilizar las
gar cuando se usa un torniquete ajustado o el paciente man- membranas celulares cardíacas, desplazar el potasio hacia el
tiene el puño demasiado apretado durante la extracción de espacio intracelular y eliminarlo del organismo. La adminis-
sangre. tración intravenosa de gluconato de calcio (100 mg) antago-
La hiperpotasemia puede deberse a desplazamientos niza rápidamente los efectos de la hiperpotasemia sobre las
transcelulares, como ocurre en estados de déficit de insulina membranas de las células cardíacas; sin embargo, no es un
o de hipertonicidad o con el uso de bloqueadores β2-adrenér- tratamiento definitivo, porque su acción es relativamente
gicos. La desintegración rápida de las células, como ocurre breve. La administración intravenosa de insulina sola en pa-
en la rabdomiólisis o en la lisis tumoral durante el tratamien- cientes con glucemia >250 mg/dl (13,9 mmol/l) o con dextro-
to de leucemias y linfomas, puede causar una elevación aguda sa al 10% promueve la entrada de potasio en las células y su
del potasio sérico. efectividad se mantiene hasta seis horas. La nebulización con
salbutamol en dosis altas también promueve la entrada de
potasio en las células. La administración de bicarbonato
de sodio ha caído en desuso porque no promueve la redistri-
bución del potasio.
El tratamiento definitivo de la hiperpotasemia grave re-
quiere eliminar el potasio del organismo. En los pacientes sin
enfermedad renal grave, los diuréticos de asa pueden ser
efectivos. El uso de sulfonato de poliestireno sódico, una resi-
na de intercambio de potasio, es controvertido, ya que tiene
eficacia limitada y produce efectos adversos gastrointestina-
les. La hemodiálisis es el tratamiento de elección para los pa-
cientes con hiperpotasemia grave y enfermedad renal oli-
gúrica.
En los casos de hiperpotasemia crónica, puede ser bene-
ficioso limitar la ingesta de potasio. El aumento de la ingesta
de sodio complementado con un diurético tiazídico o de asa
aumenta la excreción de potasio. En el hipoaldosteronismo,
F i g u r a 8 . Electrocardiograma que muestra ondas T altas y picudas, la fludrocortisona normaliza la potasemia; sin embargo, pue-
características de la hiperpotasemia. Las ondas T picudas comienzan con de elevar la presión arterial y causar edema; por otra parte, se
elevaciones leves a moderadas del potasio sérico (5,5-7,0 mEq/l [5,5-7,0 mmol/l]) desconocen sus efectos a largo plazo. Si es posible, se deben
y tienden a persistir con el aumento de la hiperpotasemia. Cuando el nivel de suspender todos los fármacos potencialmente responsables
potasio sérico excede los 7,0-8,0 mEq/l (7,0-8,0 mmol/l), la amplitud de la onda P
disminuye y el complejo QRS se ensancha. Con niveles de potasio sérico
de la hiperpotasemia. Los nuevos fijadores de potasio (como
>9,0-10,0 mEq/l (9,0-10,0 mmol/l), la forma de onda se vuelve sinusoidal y, el patirómero) pueden permitir continuar con los fármacos
en algunos casos, sobreviene el paro cardíaco. indispensables.
18
Líquidos y electrolitos
19
Líquidos y electrolitos
La hipomagnesemia se diagnostica cuando el nivel sérico de • Cuando el nivel de magnesio sérico es <1,2 mg/dl
magnesio es <1,7 mg/dl (0,7 mmol/l). Generalmente se man- (0,50 mmol/l) se desarrollan síntomas significativos,
tiene asintomática hasta que el magnesio sérico desciende a como temblores, fasciculaciones, debilidad muscular,
<1,2 mg/dl (0,5 mmol/l). Algunos de los síntomas son temblo- espasmo carpopedal, signos de Chvostek y Trousseau,
res, fasciculaciones, debilidad muscular, espasmo carpope- convulsiones y arritmogenicidad cardíaca.
dal, signos de Chvostek (contracción de los músculos faciales • Los síntomas significativos de hipomagnesemia se
ipsilaterales al tocar el nervio facial) y de Trousseau (espasmo tratan con infusiones de sulfato de magnesio; los sín-
carpopedal con el inflado de un manguito para tomar la pre- tomas menos graves se pueden tratar con magnesio
sión arterial por encima de la presión arterial sistólica) y con- en infusión o magnesio oral de liberación lenta.
vulsiones. Al parecer, la hipomagnesemia puede potenciar la
arritmogenicidad cardíaca secundaria a hipopotasemia, is-
quemia miocárdica y distintos tipos de fármacos. La hipo- Hipermagnesemia
magnesemia también causa hipopotasemia debido a pérdida La hipermagnesemia se diagnostica cuando el nivel sérico de
renal de potasio e hipocalcemia al impedir la liberación y la magnesio es >2,4 mg/dl (0,99 mmol/l).
acción de la hormona paratiroidea.
Evaluación
Evaluación La hipermagnesemia es un trastorno poco frecuente y en la
La hipomagnesemia se debe a una absorción gastrointestinal mayoría de los casos se debe a ingesta excesiva en un cuadro
reducida o a una secreción renal elevada de magnesio. La de disfunción renal. Numerosos medicamentos, como los an-
anamnesis y la exploración física a menudo permiten determi- tiácidos y los laxantes, contienen magnesio; el sulfato de
nar la causa. La presencia de más de 10 mg de magnesio en ori- magnesio se puede usar en el tratamiento del asma refracta-
na de 24 horas o una excreción fraccional de magnesio (EFMg) rio y sigue siendo el tratamiento de elección para la preven-
>2% sugiere pérdida renal en un cuadro de hipomagnesemia. ción de la preeclampsia.
La EFMg se calcula con la fórmula: La hipermagnesemia causa síntomas cuando el nivel de
magnesio es >5,0 mg/dl (2,1 mmol/l). La manifestación inicial
EFMg = ([UMg × PCr]/[{0,7 × PMg} × UCr]) × 100
es la pérdida de los reflejos tendinosos profundos, que pro-
donde Cr: creatinina; Mg: magnesio; P: plasma, U: orina. El gresa a parálisis fláccida con el aumento del nivel de magne-
magnesio se multiplica por 0,7 porque solo se filtra el 70% sio. La hipermagnesemia también causa hipotensión, porque
del magnesio. promueve la relajación del músculo liso vascular. Los análisis
La absorción reducida de magnesio puede deberse a des- de laboratorio a menudo revelan hipocalcemia.
nutrición grave, diarrea y malabsorción. El uso prolongado de
inhibidores de la bomba de protones es una causa importan- Manejo
te de hipomagnesemia, que se revierte rápidamente al sus- La prevención es la clave del manejo clínico. La hipermagne-
penderlos. semia suele ser autolimitada; el uso de fármacos que contie-
20
Trastornos del equilibrio ácido-base
nen magnesio se debe reducir o evitar en los pacientes con TABLA 6. Niveles fisiológicos de las pruebas empleadas
enfermedad renal. Los fármacos que contienen magnesio se para evaluar el estado ácido-base
CONT.
deben suspender; también se puede indicar diuresis salina pH PCO2 Bicarbonato
para potenciar la excreción de magnesio. El calcio intraveno-
so antagoniza los efectos del magnesio y se indica para tratar Sangre arterial 7,37-7,44 36-44 mmHg 22-26 mEq/l
(4,8-5,9 kPa) (22-26 mmol/l)
síntomas más graves.
Sangre venosa 7,32-7,38 42-50 mmHg 23-27 mEq/l
PUNTOS CLAVE (5,6-6,7 kPa) (23-27 mmol/l)
• La manifestación inicial de la hipermagnesemia es la PCO2: presión parcial de dióxido de carbono.
pH
<7,36 >7,44
Acidemia Alcalemia
21
Trastornos del equilibrio ácido-base
El rango de referencia normal del gap aniónico es de <15 ml/ min/1,73 m2, la retención de sulfatos, fosfatos y ácidos
8,0-10 mEq/l ± 2 mEq/l (8,0-10 mmol/l ± 2 mmol/l). La al- orgánicos conduce a una acidosis metabólica con gap anióni-
CONT.
búmina, que tiene carga negativa, es un componente im- co elevado.
portante del gap aniónico en los sujetos normales. Por este
Puntos clave
motivo, se deben considerar los cambios de la concentra-
ción de albúmina. Esto cobra mayor importancia en los ca- • La acidosis metabólica se detecta por valores bajos de
sos de concentración de albúmina baja, ya que la corrección pH y de bicarbonato sérico.
insuficiente del gap aniónico conduce a subestimar el gap • En la acidosis metabólica, el gap aniónico permite
aniónico real. El gap aniónico corregido por la concentra- determinar si la disminución del bicarbonato sérico
ción de albúmina (normal: 4,0 g/dl [40 g/l]) se calcula con se debe a un anión orgánico no medido (acidosis me-
la fórmula: tabólica con gap aniónico elevado) o a pérdida de bi-
carbonato (acidosis metabólica con gap aniónico
Gap aniónico corregido por la albúmina = gap aniónico +
normal).
2,5 × (albúmina normal – albúmina medida [g/dl])
• En la acidosis metabólica secundaria a enfermedad
Si el gap aniónico corregido es elevado, se debe valorar si renal aguda o crónica, el gap aniónico puede ser nor-
el paciente también tiene una acidosis metabólica con gap mal o elevado, de acuerdo con la magnitud de la pér-
aniónico normal o una alcalosis metabólica. La presencia de dida de nefronas.
un trastorno del equilibrio ácido-base adicional coexistente
se puede confirmar mediante la relación entre la magnitud
del cambio en el gap aniónico (Δ gap aniónico) y la magni- Acidosis metabólica con gap aniónico elevado
tud del cambio en la concentración de bicarbonato (Δ bicar- Este cuadro se produce por la acumulación de aniones no me-
bonato), o «cociente delta-delta (Δ-Δ)». didos. La causa más frecuente es la acidosis láctica (Tabla 8). Las
causas menos frecuentes son cetoacidosis (diabética, alcohó
Cociente Δ-Δ = Δ gap aniónico/Δ bicarbonato =
lica o por inanición), lesión renal aguda o crónica, o envene-
(gap aniónico – 12)/(25 – bicarbonato)
namiento (por metanol, etilenglicol, salicilatos o propilengli-
Un cociente <0,5-1 podría reflejar una acidosis metabó- col). La causa se puede identificar mediante el gap osmolal
lica con gap aniónico normal concurrente, mientras que un plasmático, que es la diferencia entre la osmolalidad plasmá-
cociente >2 podría indicar alcalosis metabólica. tica medida y la calculada. La osmolalidad plasmática calcu-
Los pacientes con acidosis metabólica secundaria a en- lada se determina con la fórmula:
fermedad renal aguda o crónica pueden tener un gap anióni-
Osmolalidad plasmática (mOsm/kg H2O) = (2 × sodio sérico
co normal o elevado, de acuerdo con la pérdida de masa de
[mEq/l]) + glucemia (mg/dl)/18 + nitrógeno ureico
nefronas. Cuando la TFG disminuye a <45 ml/min/1,73 m2,
en sangre (mg/dl)/2,8
la excreción reducida de amonio en la orina conduce a una
acidosis metabólica con gap aniónico normal, con frecuen- Un gap osmolal elevado (>10 mOsm/kg H2O) indica la
cia asociada a hiperpotasemia. Cuando la TFG disminuye a presencia de osmoles no medidos, como metanol o etilengli-
22
Trastornos del equilibrio ácido-base
3TC: lamivudina; ABC: abacavir; AZT: zidovudina; d4T: estavudina; ddI: didanosina; FTC: emtricitabina; TFGe: tasa de filtración glomerular estimada; TFV: tenofovir; VIH: virus de
la inmunodeficiencia humana.
col, que se metabolizan a ácidos orgánicos y aumentan el gap carga total de cetonas (véase el módulo «Endocrinología y
aniónico. También se observa en la seudohiponatremia, en la Metabolismo» de MKSAP 18).
CONT.
que la osmolalidad plasmática es normal y la calculada es La cetoacidosis alcohólica se observa en pacientes con
baja. Los antecedentes médicos del paciente contribuyen a abuso crónico de etanol, clásicamente con consumo intensivo
guiar la evaluación de aniones no medidos. de alcohol reciente, baja ingesta alimentaria y vómitos persis-
La cetoacidosis diabética suele presentarse con una aci- tentes. En algunos casos se identifican alteraciones bioquími-
dosis metabólica con gap aniónico elevado debido a la acu- cas hepáticas debido a hepatitis alcohólica concomitante. El
mulación de β-hidroxibutirato y de acetoacetato, aunque tratamiento con solución salina y glucosa por vía intravenosa
puede presentarse con gap aniónico normal debido a la excre- induce la secreción de insulina y suprime la liberación de glu-
ción de cetoácidos. La hiperventilación compensatoria se ca- cagón, por lo cual logra un descenso rápido de la cetonemia.
racteriza por un aumento del volumen corriente, pero no de En los pacientes con desnutrición crónica relacionada con el
la frecuencia respiratoria. La tira reactiva específica para abuso de alcohol, se debe administrar tiamina antes de admi-
cuerpos cetónicos en orina detecta acetoacetato con la técni- nistrar glucosa, para reducir el riesgo de precipitar una ence-
ca del nitroprusiato; sin embargo, dado que el β-hidroxibuti- falopatía de Wernicke.
rato es el cetoácido predominante en la cetoacidosis diabé- Las exposiciones a fármacos y toxinas que causan acido-
tica, puede tener resultados falsos negativos o subestimar la sis con gap aniónico elevado se describen en la Tabla 9.
23
Trastornos del equilibrio ácido-base
Tabla 9. Exposiciones a fármacos y toxinas que causan acidosis con gap aniónico elevado
Trastorno Causas Manifestaciones clínicas Tratamiento Comentarios
y de laboratorio
Ingestión de Acumulación de ácido Daño en el SNC; daño en Fomepizol Presente en líquido para
metanol fórmico el nervio óptico u ocular limpiar parabrisas,
Hemodiálisis: en casos de
con ceguera; ebriedad disolventes comerciales,
acidemia grave, ingestión
menos prominente que pinturas, algunos
de un gran volumen,
con etilenglicol; edema anticongelantes
depresión grave del SNC,
de papila; midriasis; defecto
deterioro visual Puede ser difícil de
pupilar aferente; dolor
diferenciar de la
abdominal; pancreatitis Ácido fólico: si se sospecha ingestión de etilenglicol
intoxicación por metanol
Nivel sérico de bicarbonato
Mortalidad del 80-90%
<10 mEq/l (10 mmol/l); Bicarbonato de sodio con la ingestión de
gap osmolal plasmático
metanol; puede causar
>10 mOsm/kg H2O
ceguera permanente
Toxicidad por Acumulación del anión Alcalosis respiratoria; Infusión de bicarbonato: La toxicidad puede
salicilatos salicilato; ingestión acúfenos; náuseas y la alcalinización atenúa la deberse a la ingestión
de solo 10 g de ácido vómitos; estado mental toxicidad para el SNC; el o a la exposición
acetilsalicílico en alterado; edema cerebral objetivo es un pH urinario >7,5 mucocutánea a
adultos y herniación del tronco preparaciones con
Hemodiálisis: en casos de LRA,
encefálico mortal; salicilatos, como
estado mental alterado; edema
taquipnea; fiebre baja; metilsalicilato (aceite de
cerebral, niveles séricos de
edema pulmonar no gaulteria [wintergreen])
salicilatos >100 mg/dl en
cardiogénico; lesión
ingestión aguda y >60 mg/dl
hepática; en casos de
en ingestión crónica, acidemia
intoxicación grave, acidosis
refractaria, edema pulmonar
láctica o cetoacidosis
Toxicidad por Dosis altas de LRA; acidosis metabólica Suspender la infusión IV Monitorizar el estado
propilenglicol propilenglicol (un con gap aniónico y gap ácido-base y la
Hemodiálisis
disolvente empleado osmolal plasmático osmolalidad sérica
para medicamentos IV), elevado; los efectos tóxicos con dosis de lorazepam
más a menudo aparecen con niveles de >1 mg/kg/día;
lorazepam diluido en propilenglicol >25 mg/dl improbable con dosis
propilenglicol (al 80%) o gap osmolal plasmático de lorazepam
>10 mOsm/kg H2O <166 mg/día
Acidosis Causado por ingestión Estado mental alterado; Suspender el paracetamol Predomina en el sexo
piroglutámica crítica de paracetamol; las pruebas de aniones femenino (80%);
Considerar N-acetilcisteína
(5-oxoprolina) es más frecuente en orgánicos en orina revelan posible participación
para regenerar los depósitos
enfermos graves, concentraciones elevadas de factores genéticos
de glutatión
desnutridos, con de piroglutamato
hepatopatía o con ERC (5-oxoprolina)
y en vegetarianos
ERC: enfermedad renal crónica; LRA: lesión renal aguda; IV: vía intravenosa; SNC: sistema nervioso central.
Puntos clave
• Se debe sospechar ingestión de etilenglicol o de meta-
• La acidosis láctica se diagnostica cuando el nivel sérico nol en casos de acidosis con gap aniónico elevado
de lactato es >4,0 mEq/l (4,0 mmol/l); se maneja con el asociada a un nivel de bicarbonato sérico <10 mEq/l
tratamiento de la causa subyacente y la administración (10 mmol/l) y a un gap osmolal plasmático
de bicarbonato de sodio cuando el pH arterial es <7,1. >10 mOsm/kg H2O.
24
Trastornos del equilibrio ácido-base
Acidosis metabólica con gap aniónico normal Acidosis tubular renal tipo 2 (proximal)
Las acidosis metabólicas con gap aniónico normal suelen La acidosis tubular renal (ATR) tipo 2 (proximal) se debe al
deberse a pérdida de bicarbonato gastrointestinal (diarrea) fracaso del túbulo proximal para absorber el bicarbonato fil-
o renal (acidosis tubular renal tipo 2) o a una incapacidad del trado, y esto conduce a pérdida de bicarbonato y acidosis. La
riñón para excretar ácido (acidosis tubular renal tipos 1 y 4; ART tipo 2 suele acompañarse de otros indicios de disfunción
enfermedad renal crónica). Si bien la causa se puede esclare- tubular proximal, como el síndrome de Fanconi (glucosuria,
cer por la anamnesis, el gap aniónico en orina contribuye a li- fosfaturia, aminoaciduria, hipouricemia). Con el descenso del
mitar los diagnósticos diferenciales. nivel de bicarbonato sérico se filtra menos bicarbonato y, por
Los riñones deben aumentar la excreción de ácido en último, se alcanza el umbral de reabsorción y el bicarbonato
respuesta a la acidemia. Esto se logra principalmente me- sérico se estabiliza (alrededor de 12-14 mEq/l [12-14 mmol/l]).
diante una mayor producción tubular de amoníaco (NH3) y la Dado que la nefrona distal funciona apropiadamente en la
secreción de protones, que eleva la concentración urinaria de ART tipo 2, todavía es posible acidificar la orina hasta un pH
amonio (NH4+). La concentración urinaria de amonio refleja <5,5 y la producción de NH4+ será normal, habitualmente a
la capacidad renal para responder apropiadamente a la acide- expensas de un gap aniónico urinario negativo. La secreción
mia e indica si la acidosis es de origen renal. Dadas las dificul- tubular distal de potasio aumenta y también se observa hipo-
tades para calcular concentración urinaria de amonio, la ex- potasemia. Esto se debe a que el sodio acompaña al bicarbo-
creción renal de ácido se valora de forma indirecta mediante nato en el túbulo distal, donde se reabsorbe sodio a cambio de
el gap aniónico en orina: potasio.
La reposición de sustancias alcalinas es el pilar del trata-
Gap aniónico en orina = (sodio en orina + potasio en orina)
miento de la ART tipo 2. Los diuréticos tiazídicos pueden con-
– cloruro en orina
tribuir a una depleción de volumen leve, seguida de reab-
En los pacientes con pérdida gastrointestinal de bicarbo- sorción proximal de sodio y bicarbonato impulsada por la
nato (diarrea; abuso de laxantes) o los expuestos a una carga aldosterona.
de ácido, la concentración urinaria de NH4+ es elevada. La ex-
creción del catión amonio conduce a una excreción propor- Acidosis tubular renal tipo 1 (hipopotasémica distal)
cionalmente menor de sodio y potasio (los aniones predomi- La ART tipo 1 (hipopotasémica distal) se debe a un defecto tu-
nantes en la orina). La excreción del anión cloruro requiere la bular distal que disminuye la excreción de hidrogeniones en
excreción del catión amonio para mantener la electroneutra- la nefrona distal (de allí la baja concentración de amonio y el
lidad. Por lo tanto, en un contexto de producción urinaria ele- gap aniónico positivo en orina) e impide acidificar la orina
vada de NH4+ el gap aniónico urinario será negativo (menor hasta un pH <6,0. El bicarbonato sérico puede descender a
que cero). Un gap aniónico urinario positivo en un paciente <10 mEq/l (10 mmol/l) debido al fracaso para estabilizar su ni-
con acidemia sugiere acidosis tubular renal distal. La secre- vel como en la ART tipo 2 (proximal); a pesar del descenso del
ción de protones en la nefrona distal genera NH4+, pero esta bicarbonato filtrado, el deterioro continuado de la excreción
secreción es deficiente en la acidosis tubular renal distal. Por de ácido empeora la acidosis.
lo tanto, la concentración urinaria de NH4+ será baja, con una Entre las causas más frecuentes se encuentran el síndro-
excreción proporcionalmente mayor de sodio y potasio que me de Sjögren y otras enfermedades tubulointersticiales,
conduce a un gap aniónico positivo en orina. como la uropatía por reflujo y la uropatía obstructiva. Otras
El gap aniónico en orina, el nivel de potasio sérico y el pH causas son los fármacos como la anfotericina B y el litio, y el
urinario pueden ayudar a diferenciar las causas de la acidosis trastorno se ha descrito en disproteinemias, en la enfermedad
metabólica con gap aniónico normal (Tabla 10). de células falciformes y en la enfermedad de Wilson.
Tabla 10. Abordaje diagnóstico de la acidosis metabólica con gap aniónico normal
Diagnóstico Gap aniónico urinario (UNa + UK) − UCl Potasio sérico pH urinario
ART: acidosis tubular renal; UCl: cloruro en orina; UK: potasio en orina; UNa: sodio en orina.
25
Trastornos del equilibrio ácido-base
La pérdida urinaria de potasio en el contexto una dismi- guientes aumentan el riesgo de formación de cálculos de fos-
nución de la secreción de protones conduce a hipopotasemia. fato de calcio. Los déficits hereditarios raros de anhidrasa car-
CONT.
La hipercalciuria y la hiperfosfatemia son hallazgos frecuen- bónica también causan ART proximal y distal combinadas.
tes en la ART tipo 1 debido al aumento de la liberación ósea de
Puntos clave
calcio y fosfato para neutralizar el ácido. Una reabsorción tu-
bular de calcio disminuida en el contexto de acidosis exacer- • En la acidosis tubular renal tipo 2 (proximal), la inca-
ba la hipercalciuria. El aumento de la reabsorción proximal de pacidad del túbulo proximal para absorber el bicar-
citrato en un contexto de acidosis e hipopotasemia causa hi- bonato filtrado conduce a pérdida de bicarbonato; se
pocitraturia. El citrato suele inhibir la cristalización del cal- trata con reposición de sustancias alcalinas y con un
cio; por lo tanto, la hipocitraturia, sumada a la hipercalciuria, diurético tiazídico.
aumenta el riesgo de formación de cálculos de fosfato de cal- • En la acidosis tubular renal tipo 1 (hipopotasémica
cio y de nefrocalcinosis. distal), el deterioro de la excreción distal de hidroge-
El tratamiento consiste en administrar 1 mEq/kg/día de niones promueve la reabsorción de citrato y aumenta
citrato de potasio (que se metaboliza a bicarbonato), y la do- el riesgo de nefrocalcinosis; se trata con citrato de po-
sis se debe ajustar en función de la respuesta. tasio.
• En la acidosis tubular renal tipo 4 (hiperpotasémica
Acidosis tubular renal tipo 4 (hiperpotasémica distal) distal), el déficit de aldosterona o la resistencia a sus
La ART tipo 4 (hiperpotasémica distal) se debe a déficit de al- efectos causa hiperpotasemia y reduce la excreción
dosterona o a resistencia a sus efectos. La insuficiencia supra- de NH4+; el tratamiento consiste en corregir la causa
rrenal primaria (enfermedad de Addison) puede causar défi- subyacente y la hiperpotasemia.
cit de aldosterona. El hipoaldosteronismo hiporreninémico es
una causa más frecuente y se asocia a diversas enfermeda-
des renales, por lo general, nefropatía diabética. La resistencia Alcalosis metabólica
a la aldosterona puede observarse en pacientes con patología La alcalosis metabólica (pH sanguíneo elevado) se debe a pér-
tubulointersticial, como obstrucción urinaria, enfermedad de dida de ácido o a la administración o la retención de bicarbo-
células falciformes, nefropatía quística medular y rechazo al nato (álcali). Tiene lugar en dos etapas: de generación, en la
trasplante renal. La ART tipo 4 puede deberse a numerosos que se produce el trastorno primario (vómitos o acumulación
fármacos que reducen la producción de aldosterona, como de álcali), y de mantenimiento, en la cual la excreción renal
los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina del exceso de bicarbonato no compensa la alcalosis. En la eta-
(ECA), los BRA, la heparina y los inhibidores de la ciclooxige- pa de generación está implicado el aparato gastrointestinal
nasa-2. (pérdida de ácido inducida por vómitos) o el riñón (por un
La ART tipo 4 se asocia a un gap aniónico urinario positi- efecto mineralocorticoide, que puede ser primario o secunda-
vo pero con pH urinario <5,5 (véase Tabla 10). La hiperpota- rio a la depleción de volumen intravascular, con la retención
semia reduce la producción de NH3 (y, por lo tanto, de NH4+) consiguiente de sodio y bicarbonato a expensas de la secre-
y conduce a un gap aniónico positivo en orina. Aunque la ne- ción de ácido y de potasio). La contracción del volumen, el vo-
frona distal pueda reducir el pH urinario apropiadamente, la lumen sanguíneo arterial ineficaz, la hipopotasemia, la de-
excreción reducida de NH4+ conduce a una excreción insufi- pleción de cloruro y la reducción del filtrado glomerular
ciente de ácido, que genera acidosis metabólica. contribuyen al mantenimiento de la alcalosis metabólica.
El tratamiento se centra en corregir la causa subyacente, Los síntomas se relacionan con el trastorno subyacente. La
si es posible; los fármacos responsables se deben suspender. hipopotasemia coexistente aumenta notablemente el riesgo
Dado que muchos pacientes también son hipertensos y tienen de arritmias cardíacas. La alcalosis metabólica grave (bicar-
expansión de volumen, tanto los diuréticos tiazídicos como bonato sérico >50 mEq/l [50 mmol/l]) puede causar hipocal-
los de asa pueden ayudar a aumentar el bicarbonato y a redu- cemia, hipoventilación e hipoxemia, con posibles consecuen-
cir el potasio sérico. Se puede usar fludrocortisona para repo- cias neurológicas (convulsiones, delirium, estupor).
ner mineralocorticoides en el hipoaldosteronismo hiporreni- Una anamnesis y una exploración física completas, con
némico en pacientes sin hipertensión arterial ni insuficiencia evaluación de la presión arterial y la volemia, son esenciales
cardíaca. El uso de sulfonato de poliestireno sódico, una re- para identificar la causa probable (Figura 10). La evaluación
sina de intercambio de potasio, es controvertido debido a su de laboratorio se basa en la concentración urinaria de cloru-
eficacia limitada. El nuevo intercambiador de cationes pati- ro, y no la de sodio. La concentración urinaria de sodio puede
rómero es efectivo. estar elevada durante la excreción compensatoria de bicarbo-
nato porque el sodio es el principal catión excretado con el bi-
Formas mixtas de acidosis tubular renal carbonato. Además, el uso de diuréticos puede alterar la me-
El topiramato, que inhibe a la anhidrasa carbónica en los tú- dición de la concentración urinaria de sodio.
bulos proximales y distales, causa una forma adquirida de Las causas más frecuentes de alcalosis metabólica se aso-
ART. El pH urinario elevado (>6,0) y la hipocitraturia consi- cian a depleción de cloruro: vómitos, aspiración nasogástrica
26
Trastornos del equilibrio ácido-base
Alcalosis metabólica
• Insuficiencia cardíaca
• Cirrosis Concentración de cloruro en orina • Tumor secretor de renina
• Síndrome nefrótico • Hipertensión maligna
• Hiperaldosteronismo primario
• Mineralocorticoides exógenos
<15 mEq/l (15 mmol/l) >15 mEq/l (15 mmol/l) • Síndromes de exceso aparente de mineralocorticoides:
(sensible a la solución salina) Ácido glicirretínico (regaliz; tabaco de mascar)
Síndrome familiar de exceso aparente de
mineralocorticoides: (deficiencia de 11-β-HSD)
Concentración de sodio en orina Aumento de agonistas de los receptores de
• Uso actual de mineralocorticoides diferentes de la aldosterona
diuréticos (hiperplasia suprarrenal congénita; síndrome de
• Hipopotasemia Cushing); tumor productor de desoxicorticosterona;
• Hipomagnesemia déficit de 5-α reductasa)
<15 mEq/l (15 mmol/l) >15 mEq/l (15 mmol/l) • Síndrome de Bartter Síndrome de secreción ectópica de ACTH
• Síndrome de Gitelman Síndrome de Liddle
• Toxicidad por
aminoglucósidos
F i g u r a 1 0 . Evaluación de la alcalosis metabólica. ACTH: corticotropina; HSD: hidroxiesteroide deshidrogenasa; LEC: líquido extracelular; VSAE: volumen sanguíneo
arterial efectivo.
y uso de diuréticos. Las pérdidas en el aparato gastrointes- sis. En cambio, los pacientes con una concentración urinaria
tinal superior son mucho más frecuentes y las diarreas se- de cloruro baja (<15 mEq/l [15 mmol/l]), volumen intravascu-
CONT.
cretoras de cloruro (adenoma velloso, cloridorrea congéni- lar normal o bajo pero volumen extravascular elevado (insu-
ta) rara vez causan depleción de cloruro con retención de ficiencia cardíaca, cirrosis) tienen hiperaldosteronismo se-
bicarbonato. La pérdida de líquido extracelular que contie- cundario con retención de sodio y bicarbonato manifestada
ne pequeñas cantidades de bicarbonato contrae el volumen por edema; el tratamiento se ajusta para mejorar el volumen
extracelular con una cantidad constante del bicarbonato sanguíneo arterial y la diuresis.
circulante existente y causa una «alcalosis por contracción El exceso de mineralocorticoides produce una concen-
de volumen». tración urinaria de cloruro elevada (>15 mEq/l [15 mmol/l])
El tratamiento de los pacientes con una baja concentra- con presión arterial elevada e hipopotasemia sin sobrecarga
ción de cloruro en orina (<15 mEq/l [15 mmol/l]), volumen in- de volumen (alcalosis metabólica resistente a la solución sa-
travascular normal o bajo y volumen extracelular normal o lina). La ausencia de un aumento franco del volumen extra-
bajo consiste en la administración de solución salina y la re- vascular se describe como «escape de aldosterona»: tras la
posición de potasio (alcalosis metabólica sensible a la solu- retención inicial de sodio, el balance del sodio se alcanza me-
ción salina) mientras se aborda la causa primaria de la alcalo- diante la diuresis espontánea que intenta normalizar el volu-
27
Trastornos del equilibrio ácido-base
men vascular. El exceso de mineralocorticoides se trata con El tratamiento consiste en corregir el mecanismo subya-
reposición de potasio y con el abordaje del trastorno subya- cente si es posible, y puede requerir ventilación mecánica
CONT.
cente. para reducir el nivel de CO2 y suplementación con oxígeno.
En raros casos se observan características clínicas com-
Puntos clave
patibles con alcalosis metabólica sensible a la solución sali-
na pero con una concentración urinaria de cloruro >15 mEq/l • En la acidosis respiratoria, el análisis de gases en san-
(15 mmol/l); este cuadro se puede observar con el uso continuo gre arterial muestra una PCO2 elevada (hipercapnia),
de diuréticos. Dos trastornos genéticos autosómicos recesivos, pH bajo y bicarbonato sérico elevado.
los síndromes de Bartter y de Gitelman, alteran los transpor- • La acidosis respiratoria aguda causa síntomas predo-
tadores renales de sodio y de cloruro y causan manifestaciones minantemente neurológicos, como confusión, som-
clínicas similares al uso de diuréticos de asa y tiazídicos, res- nolencia o convulsiones; la acidosis respiratoria cró-
pectivamente. Estos diagnósticos se deben considerar única- nica puede causar pérdida de memoria, falta de
mente tras la detección de diuréticos en la orina. atención o irritabilidad.
Puntos clave
• Las causas más frecuentes de alcalosis metabólica se Alcalosis respiratoria
asocian a depleción de cloruro: vómitos; aspiración La alcalosis respiratoria es la reducción de la PCO2 arterial (hi-
nasogástrica y uso de diuréticos. pocapnia) secundaria a un aumento de la ventilación. Las
• La determinación de la presión arterial, el estado del causas más frecuentes son aumento del impulso respiratorio
volumen y la concentración urinaria de cloruro es (sepsis, insuficiencia hepática, ansiedad, hiperventilación
esencial para identificar la causa probable de la alca- iatrogénica, embarazo, nicotina, intoxicación por salicilatos,
losis metabólica y decidir el tratamiento. hemorragia subaracnoidea), hipoxemia y patología pulmo-
nar con estimulación de los receptores de estiramiento torá-
cicos (neumonía, síndrome de dificultad respiratoria aguda,
Acidosis respiratoria embolia pulmonar).
La acidosis respiratoria se caracteriza por retención de CO2 La hipocapnia aguda promueve un aumento rápido del
arterial (hipercapnia). Las causas más frecuentes son ventila- pH arterial. Sin embargo, la difusión compensatoria inmedia-
ción insuficiente (reducción del impulso respiratorio central, ta de hidrogeniones desde los depósitos intracelulares y la re-
disfunción neuromuscular torácica, trastornos musculoes- ducción ulterior del bicarbonato sérico mediante la regenera-
queléticos), deterioro del intercambio gaseoso alveoloarterial ción de CO2 limitan la magnitud de la alcalosis. El análisis de
(neumonía, edema pulmonar, neumopatías intersticiales) y gases en sangre arterial en este contexto revela disminución
obstrucción de la vía aérea (enfermedad pulmonar obstruc- de la PCO2, aumento del pH y una disminución leve del bicar-
tiva crónica [EPOC], estado asmático, obstrucción de la vía bonato. Durante un período de 2-3 días, los niveles de bi-
aérea superior). carbonato disminuyen aún más a medida que la excreción re-
En la acidosis respiratoria aguda, el exceso de CO2 inicial- nal compensatoria de bicarbonato alcanza un nuevo estado
mente se neutraliza con agua, y esto conduce a la generación de equilibrio (véase Tabla 7).
de hidrogeniones y bicarbonato. Por lo tanto, la medición de La alcalosis respiratoria puede promover un aumento de
gases en sangre arterial revela aumento de la PCO2, disminu- la producción celular de ácido láctico. La elevación de la con-
ción del pH y un aumento leve del bicarbonato. Durante un centración de albúmina (que tiene carga negativa) puede
período de 3-5 días, los aumentos compensatorios de la ex- causar un aumento leve del gap aniónico y disminución del
creción renal de ácido (con reabsorción de bicarbonato) al- calcio ionizado (que se une a la albúmina). Por último, el des-
canzan un nuevo estado de equilibrio (véase Tabla 7). plazamiento del fosfato desde el líquido extracelular hacia el
Las manifestaciones clínicas de la acidosis respiratoria se intracelular puede causar una hipofosfatemia grave.
complican por la hipoxemia frecuentemente asociada. Los sín- El cuadro clínico consiste en taquipnea y signos neuroló-
tomas son predominantemente neurológicos: cefaleas, ansie- gicos como aturdimiento, adormecimiento y parestesias, ca-
dad, visión borrosa y temblor. La acidosis grave puede causar lambres, confusión y, rara vez, convulsiones. Es importante te-
confusión, somnolencia o convulsiones. La acidosis respira- ner en cuenta la intoxicación por salicilatos, que en las primeras
toria crónica puede producir efectos neurológicos más leves, etapas se manifiesta por cambios del estado mental, alcalosis
como pérdida de memoria, falta de atención o irritabilidad. respiratoria y acidosis metabólica con gap aniónico elevado.
Las manifestaciones cardiovasculares como vasodilatación y El tratamiento de la alcalosis respiratoria requiere abor-
taquicardia pueden evolucionar a arritmias cardíacas y re- dar el trastorno primario. El tratamiento de la intoxicación
ducción del gasto cardíaco. La acidosis respiratoria grave por salicilatos consiste en diuresis forzada, alcalinización de
produce vasoconstricción renal con aumento de la retención la orina o hemodiálisis. En los casos de hipoventilación indu-
de sodio, típicamente en los pacientes con neumopatía grave cida por ansiedad o psicogénica, la respiración en una bolsa
e insuficiencia cardíaca derecha. cerrada para aumentar la PCO2 inspirada puede ser una me-
28
Hipertensión arterial
dida efectiva. En los raros casos de alcalemia grave (pH >7,55) constricción y estrechamiento arteriolar (visualizado como
con inestabilidad hemodinámica, arritmias o estado mental «muescas en los cruces arteriovenosos» o «arteriolas en hilo
CONT.
alterado, las estrategias para reducir el nivel de bicarbonato de cobre» en el examen oftalmológico), daño endotelial, he-
son acetazolamida o hipoventilación mecánica controlada. morragia retiniana (o «hemorragias en llama») y coroidopa-
tía. La neuropatía óptica puede deberse a isquemia de las fi-
Puntos clave
bras nerviosas secundaria a necrosis fibrinoide vascular, que
• La alcalosis respiratoria se asocia a reducción de la se manifiesta como «manchas algodonosas» o palidez del
PCO2, aumento del pH y reducción leve del bicarbo- disco óptico.
nato sérico. En una emergencia hipertensiva, la extravasación de
• La intoxicación por salicilatos se manifiesta en las sangre, la isquemia y la necrosis fibrinoide de las arteriolas
etapas iniciales con cambios del estado mental, alca- que irrigan el disco óptico pueden causar edema de papila, he-
losis respiratoria y acidosis metabólica con gap anió- morragia e inflamación del nervio óptico. Estos cambios pue-
nico elevado; el tratamiento consiste en diuresis for- den causar pérdida de agudeza visual y ceguera.
zada, alcalinización de la orina o hemodiálisis.
Vasos de calibre mediano a grande
La hipertensión prolongada puede dañar el endotelio vascu-
lar y, si se combina con un nivel elevado de colesterol y en es-
Hipertensión arterial pecial con diabetes mellitus, causa enfermedad vascular peri-
férica y aneurismas aórticos.
Epidemiología Una emergencia hipertensiva puede causar rotura de un
aneurisma aórtico o disección de la pared aórtica.
En Estados Unidos, la hipertensión arterial es el segundo
factor de riesgo de muerte y discapacidad después del taba-
Cerebro
quismo. En 2010, la hipertensión arterial fue la causa prin-
La arteriosclerosis relacionada con hipertensión prolongada
cipal de muerte y de años de vida ajustados por discapaci-
puede causar isquemia distal y se manifiesta por ataque is-
dad en todo el mundo. La prevalencia de la hipertensión
quémico transitorio, infarto lacunar, ictus y trastorno neuro-
arterial varía con el punto de corte empleado para definir-
cognitivo de origen vascular.
la, aumenta desde el 32% al 46% cuando el punto de corte
Una emergencia hipertensiva da lugar a manifestaciones
cambia de un valor de presión arterial (PA) ≥140/90 mmHg
graves como ictus hemorrágico o hemorragia subaracnoidea
a uno ≥130/80 mmHg. La prevalencia aumenta con la edad,
secundaria a rotura de un aneurisma cerebral, que causa pa-
de modo que el riesgo de desarrollar hipertensión al cabo de
rálisis o la muerte.
40 años en adultos normotensos de 45 años de edad es del
93% en la población de raza negra, del 92% en la población
Corazón
hispana, del 86% en la población caucásica y del 84% en la
La hipertrofia ventricular izquierda es un mecanismo com-
población china. En general, las personas normotensas a los
pensatorio que causa disfunción diastólica y, a la larga, insu-
55 años de edad tienen un riesgo de desarrollar hipertensión
ficiencia cardíaca.
durante el resto de su vida del 90%. Si bien en numerosos
Una emergencia hipertensiva puede causar un infarto
ensayos clínicos se ha observado que el tratamiento farma-
agudo de miocardio.
cológico antihipertensivo reduce la incidencia de eventos
cardiovasculares, solo el 50% de la población estadouniden-
Riñón
se logra mantener valores de PA <140/90 mmHg.
La lesión de los vasos renales causa arteriosclerosis y ateros-
clerosis y, en última instancia, nefroesclerosis hipertensiva
Consecuencias de la hipertensión y enfermedad renal crónica (ERC). La hipertensión arterial
es una de las causas principales de ERC y de enfermedad re-
sostenida nal terminal (ERT), en especial en la población de raza negra.
Lesión de órgano diana Además, la hipertensión no controlada aumenta la velocidad
La exposición a la elevación crónica de la PA y, en algunos de progresión de la ERC en pacientes con otras causas subya-
casos, a una emergencia hipertensiva (definida como una centes de ERC, como nefropatía diabética.
elevación grave de la PA con signos o síntomas de daño agudo Una emergencia hipertensiva puede causar lesión renal
de órgano diana) puede causar lesión significativa en múlti- aguda (LRA), con proliferación arteriolar (en capas de cebo-
ples órganos. lla), necrosis fibrinoide y microangiopatía trombótica.
29
Hipertensión arterial
ictus, ERT y mortalidad global. La PA sistólica es más im- Monitorización auscultatoria de la presión
portante que la diastólica como factor de riesgo indepen- arterial
diente de eventos coronarios, insuficiencia cardíaca, ictus y El esfigmomanómetro se coloca en el brazo con el borde infe-
ERT. Los datos disponibles sugieren que el riesgo de enfer- rior del manguito 2-3 cm por encima de la fosa antecubital. El
medad cardiovascular, enfermedad renal y muerte de causa estetoscopio se coloca sobre la arteria braquial en la fosa an-
vascular relacionado con la PA se evidencia antes del desarro- tecubital. El manguito se infla al menos 30 mmHg por encima
llo de hipertensión franca; el riesgo aumenta progresivamen- del valor en el que el pulso braquial deja de ser palpable (PA
te en rangos de PA anteriormente considerados normales y sistólica estimada). La PA sistólica se registra con el primer
que ahora se denominan «presión arterial elevada». Por lo sonido audible (el inicio del primer ruido de Korotkoff) y la
tanto, una gran proporción de la población estadouniden- diastólica, cuando el sonido desaparece (cuando los ruidos de
se tiene una PA por debajo del umbral tradicional para ini- Korotkoff desaparecen por completo).
ciar el tratamiento farmacológico, pero lo suficientemente
elevada para implicar un riesgo futuro. La PA elevada es Monitorización electrónica de la presión arterial
responsable de cerca de la mitad de los episodios de ictus y Los dispositivos electrónicos funcionan con el mismo método
de cardiopatía isquémica en todo el mundo, esto equivale a oscilométrico que los maguitos manuales y pueden reducir la
7,6 millones de muertes prematuras (13,5% del total) y a 92 mi- variabilidad interindividual de las mediciones manuales. Sin
llones de años de vida ajustados por discapacidad (6% del embargo, la calibración correcta es esencial para obtener me-
total). diciones exactas, sobre todo si las realiza el paciente en su ho-
gar. En general, los dispositivos electrónicos subestiman la
Puntos clave
PA sistólica y sobreestiman la diastólica en comparación con
• La elevación crónica de la presión arterial puede afec-
las mediciones intraarteriales; esto ocurre en mayor medida
tar significativamente a diversos órganos, como los
que con los dispositivos manuales.
ojos, los vasos sanguíneos, el cerebro, el corazón y los
riñones; una emergencia hipertensiva se define como Monitorización ambulatoria de la presión arterial
una elevación grave de la presión arterial con lesión La monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA)
aguda de un órgano diana. se realiza con un dispositivo electrónico que se usa continua-
• La presión arterial elevada es responsable de cerca de mente durante períodos ≥24 horas y está programado para
la mitad de los episodios de ictus y de cardiopatía is- medir y registrar la PA a intervalos de 15-60 minutos duran-
quémica en todo el mundo. te la vigilia diurna y durante el sueño por la noche. Estos
dispositivos también suelen registrar los valores promedio de
las 24 horas, diurnos y nocturnos de la PA sistólica y la dias-
Medición de la presión arterial tólica. Los valores normales obtenidos con la MAPA son: un
Técnica correcta promedio <115/75 mmHg en 24 horas, un promedio diurno
Antes de tomar decisiones respecto al manejo clínico se de- <120/80 mmHg y un promedio nocturno <100/65 mmHg. La
ben realizar mediciones repetidas de la PA con la técnica co- MAPA ofrece información complementaria valiosa a las me-
rrecta. Los pacientes deben evitar fumar, las bebidas con ca- diciones obtenidas en el consultorio para evaluar las siguien-
feína y el ejercicio físico 30 minutos antes de las mediciones tes situaciones:
de la PA. Se debe emplear un instrumento correctamente
calibrado y validado usando el método oscilométrico (con
• Sospecha de hipertensión de bata blanca (mediciones
más altas en el consultorio).
un dispositivo manual o automatizado calibrado). El pacien-
te debe permanecer sentado ≥5 minutos en una silla cómo- • Sospecha de hipertensión enmascarada (mediciones más
da, con la espalda apoyada, los pies sobre el suelo, sin cruzar bajas en el consultorio).
las piernas, con el brazo desnudo apoyado en una superficie • Sospecha de hipertensión episódica.
plana y situado a la altura del corazón. El manguito debe te-
ner el tamaño apropiado para cubrir al menos el 80% del
• Hipertensión aparentemente resistente al tratamiento.
brazo. Las lecturas elevadas de PA en el consultorio pueden • Síntomas hipotensivos durante el tratamiento antihiper-
tensivo farmacológico.
deberse al uso de un manguito demasiado pequeño o a que
el paciente no ha permanecido sentado en reposo el tiempo • Disfunción autonómica.
suficiente. Se debe obtener el promedio de al menos dos me- • Posible ausencia del descenso nocturno (un descenso noc-
diciones, obtenidas con un intervalo de alrededor de dos mi- turno de la PA <10% aumenta el riesgo de eventos cardio-
nutos; si las mediciones iniciales difieren más de 5 mmHg, el vasculares). La ausencia del descenso nocturno de la PA se
proceso se debe repetir. Las mediciones de la PA en el consul- puede evaluar en los pacientes con alto riesgo de eventos
torio y los valores esperados se deben comunicar al paciente cardiovasculares futuros, como aquellos con ERC, com-
en forma verbal y por escrito para mejorar la conciencia y la plicaciones microvasculares de la diabetes y antecedentes
adherencia. de infarto de miocardio o ictus.
30
Hipertensión arterial
La MAPA tiene utilidad clínica en estas situaciones y es la PA y la hora de las mediciones y llevar al consultorio una
un mejor predictor de daño orgánico (p. ej., hipertrofia ven- lista actualizada que servirá para evaluarlo y ayudarlo con el
tricular izquierda) y de desenlaces graves (p. ej., muerte de manejo de la hipertensión. El paciente debe llevar el dis-
causa cardiovascular) que las mediciones obtenidas en el con- positivo al consultorio en la primera visita y luego periódi-
sultorio o en el domicilio del paciente. camente para validar la precisión de las lecturas. Se consi-
dera que los pacientes con lecturas domiciliarias promedio
Monitorización domiciliaria de la presión arterial ≥130/80 mmHg son hipertensos.
En esta evaluación, el paciente mide la PA en su domicilio, Puntos clave
por lo general con un tensiómetro electrónico. Datos proce-
• Antes de tomar decisiones respecto al manejo clínico
dentes de estudios observacionales demuestran que el valor
se deben realizar mediciones repetidas de la presión
predictivo de muerte de causa cardiovascular es más alto con
arterial usando la técnica correcta.
las lecturas domiciliarias de la PA sistólica y diastólica que
con las obtenidas en el consultorio, pero más bajo que el pro- • La monitorización ambulatoria de la presión arterial
medio de lecturas de la MAPA. La monitorización domicilia- permite determinar la presencia de: hipertensión de
ria de la PA tiene algunas ventajas respecto a la MAPA, como bata blanca, enmascarada, episódica o resistente al tra-
la disponibilidad, el coste más bajo y el ahorro de tiempo para tamiento; síntomas hipotensivos durante el tratamien-
el paciente, que no tiene que acudir al consultorio para la co- to con fármacos antihipertensivos; disfunción autonó-
locación del dispositivo y para devolverlo tras el período de mica, y valoración del descenso tensional nocturno.
monitorización de 24 horas. Otra ventaja es que promueve • La monitorización domiciliaria de la presión arterial
la participación activa del paciente en el manejo de la PA y permite valorar la respuesta a las modificaciones del
aumenta la conciencia de la necesidad de cumplir con las mo- estilo de vida o al tratamiento, mejorar la adherencia
dificaciones del estilo de vida y el tratamiento antihiperten- del paciente a las indicaciones médicas y determinar
sivo indicado. Sin embargo, a diferencia de la MAPA, que la presencia de hipertensión de bata blanca o de hi-
aporta información mediante mediciones continuas de la PA pertensión enmascarada.
durante períodos de vigilia, de sueño, de ambulación y de es-
fuerzo físico, las mediciones domiciliarias solo se pueden ob-
tener durante las horas de vigilia y con el paciente en reposo. Definiciones
La monitorización domiciliaria de la PA aporta información La guía de 2017 sobre PA elevada del American College of Car-
adicional a las lecturas obtenidas en el consultorio porque: diology (ACC), la American Heart Association (AHA) y otras
nueve organizaciones presenta nuevas definiciones de PA y
• Valora la respuesta a las modificaciones del estilo de vida recomendaciones (http://hyper.ahajournals.org/). Esta guía
o al tratamiento farmacológico antihipertensivo.
es una actualización del Seventh Report of the Joint National
• Mejora la adherencia del paciente a las indicaciones mé- Committee on Prevention, Detection, Evaluation, and Treat-
dicas. ment of High Blood Pressure (JNC 7). Las nuevas definiciones
• Detecta hipertensión de bata blanca e hipertensión en- de PA se presentan en la Tabla 11.
mascarada
Punto clave
Para garantizar la precisión de las lecturas domiciliarias • La guía de 2017 sobre presión arterial elevada del Amer-
de la PA se deben considerar diversos aspectos. En primer lu- ican College of Cardiology (ACC), la American Heart
gar, los manguitos para el brazo son superiores a los disposi- Association (AHA) y otras nueve organizaciones defi-
tivos más modernos que miden la PA en una posición más ne hipertensión con un valor de PA ≥130/80 mmHg.
distal (p. ej., en la muñeca), porque la PA sistólica es más alta
y la diastólica más baja en las arterias distales y las medicio-
nes en un dedo no suelen ser exactas. En segundo lugar, el pa- Cribado y diagnóstico
ciente debe recibir educación sobre el uso correcto del dispo- El U.S. Preventive Services Task Force (USPSTF) recomienda
sitivo, la frecuencia y los horarios de las mediciones y los el cribado de hipertensión arterial en adultos ≥18 años de
riesgos de modificar el régimen antihipertensivo basándose edad para identificar a los que tienen un riesgo más alto de en-
en las lecturas domiciliarias y sin consultarlo con el médico. fermedad cardiovascular debido a hipertensión e iniciar in-
Se le debe indicar al paciente que se siente cómodamente en tervenciones precoces para reducir este riesgo. En los adultos
una silla, sin cruzar las piernas, con la espalda apoyada sobre de 18-39 años de edad con PA <130/85 mmHg y sin factores de
el respaldo y el brazo izquierdo apoyado sobre una superficie riesgo cardiovascular, el cribado se debe repetir cada 3-5 años.
plana al nivel del corazón. El manguito se debe envolver fir- El cribado debe ser anual en las personas ≥40 años de edad y
memente alrededor de la parte superior del brazo desnudo, y en las que tienen un riesgo más alto de desarrollar hiperten-
la PA se debe medir después de transcurridos al menos cinco sión arterial (p. ej., PA de 130-139/85-89 mmHg, sobrepeso o
minutos en reposo. El paciente debe registrar las lecturas de raza negra).
31
Hipertensión arterial
con cautela, dado que derivan de poblaciones europeas, australianas y asiáticas, con pocos datos disponibles de poblaciones estadounidenses.
El diagnóstico de hipertensión arterial (PA ≥130/80 mmHg) • Determinar si existe un patrón familiar de hipertensión.
se debe basar en el promedio de dos o más lecturas elevadas de
PA sistólica o diastólica, o ambas, obtenidas en dos o más oca-
• Descubrir causas potencialmente reversibles.
siones. Se recomienda la monitorización con un dispositivo • Identificar y eliminar factores modificables que puedan
elevar la PA.
automatizado fuera del consultorio o la monitorización de la
PA por el propio paciente para confirmar el diagnóstico. Las • Determinar la presencia de otros factores de riesgo car-
mediciones múltiples realizadas durante un período determi- diovascular.
nado tienen mejor valor predictivo positivo para el diagnósti- • Valorar la presencia de lesión de órgano diana.
co de hipertensión que una medición única. La evidencia más
reciente sobre la prevalencia de hipertensión de bata blanca
• Identificar barreras potenciales a la modificación del esti-
lo de vida para reducir la PA.
y de hipertensión enmascarada sugiere que la confirmación de
una PA elevada con MAPA durante 24 horas (≥125/75 mmHg) Anamnesis
o con mediciones domiciliarias (≥130/80 mmHg) es una me-
Una anamnesis completa permite identificar antecedentes
dida prudente para establecer el diagnóstico de hipertensión.
personales de ictus o infarto de miocardio, enfermedad tiroi-
Puntos clave dea, enfermedad renal, apnea obstructiva del sueño y otros
• El U.S. Preventive Services Task Force recomienda el factores de riesgo cardiovascular. Los antecedentes familiares
cribado de hipertensión arterial en adultos ≥18 años permiten identificar un patrón genético de hipertensión ar-
de edad para identificar a los que tienen un riesgo terial y enfermedad cardiovascular prematura.
más alto de enfermedad cardiovascular debido a hi- Se requiere un examen completo por sistemas para iden-
pertensión e iniciar intervenciones precoces para re- tificar episodios de palpitaciones, cefaleas o sudoración (su-
ducir este riesgo. gestivos de feocromocitoma); cambios visuales (para valorar
lesión de órgano diana), o hematuria macroscópica (que po-
AMAV • El diagnóstico de hipertensión arterial se debe basar
dría sugerir una glomerulopatía subyacente). También se de-
en el promedio de dos o más lecturas elevadas de pre-
ben explorar los factores conductuales y psicosociales que
sión arterial sistólica, diastólica, o ambas, obtenidas
contribuyen a la hipertensión arterial, como el sedentarismo,
en dos o más ocasiones; se recomienda obtener medi-
el uso de drogas ilegales, el consumo excesivo de alcohol, el
ciones fuera del ámbito clínico para confirmar el
tabaquismo, la ingesta elevada de sodio en la dieta y el estrés
diagnóstico antes de iniciar el tratamiento.
emocional.
Es indispensable contar con un listado completo de los
Evaluación del paciente medicamentos con prescripción, de venta libre, comple-
mentarios y de medicina alternativa (derivados de hierbas)
con diagnóstico reciente y de drogas ilegales, porque muchos de ellos causan eleva-
de hipertensión arterial ciones reversibles de la PA (Tabla 12). Si el paciente toma al-
La evaluación inicial de un paciente con diagnóstico reciente gún fármaco que podría elevar la PA, este fármaco se debe
de hipertensión arterial requiere una anamnesis y una explo- suspender y la medición de la PA se debe repetir al cabo de
ración física completas, y estudios de laboratorio para: un mes.
32
Hipertensión arterial
33
Hipertensión arterial
Trastornos con aldosterona elevada: Concentraciones séricas de sodio y potasio; cociente entre
Hiperaldosteronismo primario: adenoma suprarrenal (rara vez, la concentración plasmática de aldosterona y la actividad
carcinoma o ectópico); hiperplasia suprarrenal bilateral de la renina plasmática; prueba de supresión salina; TC;
muestreo de la vena suprarrenal; evaluación genética
Hiperaldosteronismo familiar tipo I (aldosteronismo remediable
con glucocorticoides; >50% normopotasémico), tipo II o tipo III
Hiperaldosteronismo secundario: estenosis de la arteria renal;
tumor secretor de renina
Síndrome de Cushing Prueba de supresión con dexametasona; excreción de cortisol
en orina de 24 horas; cortisol salival
Hiperplasia suprarrenal congénita Diagnóstico clínico
Exceso aparente de mineralocorticoides Diagnóstico clínico; niveles de aldosterona y de renina;
electrolitos
Síndrome de Liddle Diagnóstico clínico; antecedentes familiares; niveles de
aldosterona y de renina; electrolitos
RM: resonancia magnética; TC: tomografía computarizada.
34
Hipertensión arterial
formas monogénicas, en las que las mutaciones en un único PA diastólica <80 mmHg) o con hipertensión en estadio 1
gen explican la fisiopatología subyacente de la hipertensión, (PA sistólica 130-139 mmHg o PA diastólica 80-89 mmHg)
son menos frecuentes e incluyen enfermedades como el al- y riesgo cardiovascular a 10 años <10%.
dosteronismo tratable con glucocorticoides, la enfermedad
de Liddle y el síndrome de Gordon.
• El tratamiento combinado no farmacológico y farmacoló-
gico está recomendado para los pacientes que tienen una
Algunos factores de la dieta contribuyen al desarrollo de PA ≥130/80 mmHg y enfermedad cardiovascular clínica o
hipertensión. La PA es más baja en las poblaciones que siguen riesgo cardiovascular a 10 años ≥10% con el objetivo de al-
una dieta con bajo contenido de sodio que en las que con- canzar una PA <130/80 mmHg.
sumen más sodio. La ingesta elevada de sodio y baja de pota-
sio, habitual en la dieta moderna, es un factor contribuyente • El tratamiento combinado no farmacológico y farmacoló-
gico está recomendado para los pacientes con hiperten-
crítico a la prevalencia global elevada de la hipertensión arte-
sión en estadio 2 (≥140/90 mmHg) sin enfermedad car-
rial. Esto se comprueba en el fenómeno de la sensibilidad a la
diovascular y riesgo cardiovascular a 10 años <10%.
sal, frecuente en la población de raza negra, los adultos mayo-
res y los pacientes con ERC o diabetes mellitus, en los cuales • Los adultos con hipertensión en estadio 2 y PA promedio
un aumento de la ingesta de sodio causa un aumento despro- 20/10 mmHg por encima de su PA objetivo deben recibir
porcionado de la PA. tratamiento con una combinación de dos fármacos anti-
Por otra parte, se han constatado correlaciones positivas hipertensivos de primera línea de clases diferentes.
entre PA e inactividad física, sobrepeso u obesidad, ingesta ex- • El objetivo de PA sistólica para pacientes ≥65 años de
cesiva de alcohol, hiperuricemia y resistencia a la insulina. edad no institucionalizados, ambulatorios y residentes en
la comunidad es <130 mmHg.
Punto clave
• Una ingesta elevada de sodio y baja de potasio es un • El objetivo de PA para pacientes con hipertensión y dia-
betes mellitus es <130/80 mmHg.
factor contribuyente crítico a la prevalencia global
elevada de la hipertensión arterial. • El objetivo de PA para pacientes con hipertensión y ERC
es <130/80 mmHg.
Manejo
Modificaciones del estilo de vida
Abordaje general
Las modificaciones del estilo de vida y de los factores de ries-
Las recomendaciones terapéuticas para poblaciones específi-
go cardiovascular se deben abordar en todos los pacientes con
cas se describen en las secciones respectivas. Un aspecto im-
PA elevada o hipertensión, aunque necesiten tratamiento far-
portante es que el manejo se debe adaptar a las características
macológico. La eficacia de numerosos intervenciones no
individuales y las circunstancias del paciente.
farmacológicas para reducir la PA está documentada (Tabla 14).
La guía sobre el manejo de la PA de 2017 del ACC/AHA con-
La mejor evidencia disponible de los efectos hipotensores
tiene recomendaciones de tratamiento, como las siguientes:
en personas con PA elevada o hipertensión corresponde a la
• El tratamiento no farmacológico está recomendado para pérdida de peso, la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop
los pacientes con PA elevada (PA sistólica 120-129 mmHg y Hypertension) y la reducción del contenido de sodio en la die-
Tabla 14. Eficacia de las modificaciones del estilo de vida para reducir la presión arterial
Abordaje Recomendación Efecto sobre la presión arterial sistólica
Reducción del peso IMC <25 kg/m2 Reducción de 5-10 mmHg por cada 10 kg
de peso perdidos
Reducción del sodio en la dieta 1.500-2.400 mg/día Reducción de 2-8 mmHg
Dieta DASH (Dietary Approaches Frutas; vegetales; productos lácteos descremados; Reducción de 8-14 mmHg
to Stop Hypertension) granos integrales; legumbres; contenido bajo
de grasas saturadas y sodio; contenido elevado de
potasio, magnesio y calcio
Aumentar la ingesta de potasio 4.700 mg/día Reducciones variables
Consumo moderado de alcohol Varones: ≤2 copas/día; mujeres: ≤1 copa/día Reducción de 2-4 mmHg
Ejercicio 30 min/día, la mayoría de los días (no siempre es Reducción de 4-9 mmHg
independiente de la pérdida de peso)
Enfoques alternativos Respiración guiada por dispositivos; yoga; Reducciones variables
meditación; biofeedback; acupuntura
IMC: índice de masa corporal.
35
Hipertensión arterial
ta. Entre las intervenciones en el estilo evaluadas en ensayos que con un bloqueador de los canales de calcio (BCC) o con un
clínicos, la reducción del peso fue la más eficaz, seguida de la inhibidor de la ECA, así como que un inhibidor de la ECA era
disminución del sodio en la dieta. Aunque es difícil de lograr, más efectivo que un BCC. Los fármacos que han demostrado
una combinación de modificaciones del estilo de vida (p. ej., reducir la incidencia de eventos clínicos, como los diuréticos
dieta DASH combinada con una dieta hiposódica o también tiazídicos, los BCC, los inhibidores de la ECA o los BRA son los
con pérdida de peso) produjo efectos hipotensores mayores o recomendados como antihipertensivos de primera línea para
equivalentes a la monoterapia en pacientes hipertensos. Otras la población general, incluso para personas con diabetes, pero
intervenciones no farmacológicas avaladas por la evidencia exceptuando a los sujetos de raza negra. El tratamiento anti-
son la suplementación con potasio (preferiblemente en la hipertensivo inicial debe incluir un diurético tiazídico o un
modificación de la dieta), el aumento de la actividad física y BCC en los pacientes de raza negra (véase «Poblaciones espe-
la moderación en el consumo de alcohol. En los ensayos con- cíficas, Pacientes de raza negra»).
trolados que evaluaron el aumento de la ingesta de magnesio No se han realizado suficientes ensayos aleatorizados de
o de calcio, los efectos hipotensores fueron menos evidentes. buena calidad con comparaciones directas entre las cuatro
Independientemente de sus efectos sobre la PA, se debe alen- clases mencionadas y otras clases de antihipertensivos (beta-
tar el abandono del hábito de fumar, porque es un factor de bloqueantes, alfabloqueantes de acción central o periférica,
riesgo significativo de enfermedad cardiovascular. vasodilatadores, antagonistas de los receptores de aldosterona
La evidencia sobre los efectos hipotensores de las terapias o diuréticos de asa). Por lo tanto, estas clases de fármacos no se
conductuales, la meditación trascendental, el yoga y la biorre- recomiendan como tratamiento de primera línea, pero se pue-
troalimentación (biofeedback) es modesta, mixta o irregular. den usar en poblaciones específicas (betabloqueantes para la
Entre los procedimientos y dispositivos no invasivos evalua- insuficiencia cardíaca o después de un infarto de miocardio;
dos, se dispone de más datos sobre la eficacia de la respiración bloqueadores de los receptores de aldosterona para la insufi-
guiada por dispositivos que sobre la acupuntura. ciencia cardíaca; diuréticos de asa para la ERC avanzada) o
Es indispensable adaptar las modificaciones del estilo de como tratamiento adicional para la hipertensión resistente.
vida a las necesidades, los sistemas de apoyo y los recursos del La Tabla 15 presenta más información sobre los fármacos
paciente, así como a su disposición a cambiar de conducta. antihipertensivos de uso frecuente.
Puntos clave
Diuréticos
• La guía clínica de 2017 sobre presión arterial elevada El tratamiento antihipertensivo inicial puede incluir diuréti-
del American College of Cardiology y la American cos tiazídicos, que inhiben el cotransportador de sodio-cloru-
Heart Association y otras nueve organizaciones reco- ro en el túbulo distal. Si bien la hidroclorotiazida es el diuré-
mienda un objetivo de presión arterial <130/80 mmHg tico tiazídico más empleado, es preferible usar clortalidona,
en la mayoría de las poblaciones adultas. puesto que tiene una semivida prolongada y permite usar una
• Las modificaciones del estilo de vida (pérdida de dosis única diaria, y también por su eficacia para reducir la in-
peso, dieta, reducción de la ingesta de sodio) y de los cidencia de eventos cardiovasculares, demostrada en ensayos
factores de riesgo cardiovascular se deben abordar en clínicos. Los diuréticos de asa son los preferidos para pacien-
todos los pacientes con presión arterial elevada e hi- tes con insuficiencia cardíaca sintomática o ERC con una TFGe
pertensión arterial. <30 ml/min/1,73 m2 (véase «Enfermedad renal, Manejo»).
El tratamiento antihipertensivo subóptimo en los pa-
cientes con hipertensión difícil de controlar suele deberse a
Tratamiento farmacológico que no se ha incluido un diurético, que asegura la prevención
Los datos procedentes de ensayos clínicos sugieren que la me- o el tratamiento de la expansión de volumen extracelular.
dicación antihipertensiva puede reducir la incidencia de ictus Esto es especialmente importante en los pacientes con tras-
(hasta el 40%), infarto de miocardio (25%) e insuficiencia car- tornos edematosos con retención de sodio (p. ej., insuficien-
díaca (50%). Además de la modificación del estilo de vida, el cia cardíaca, cirrosis hepática, ERC). Incluso en ausencia de
tratamiento farmacológico antihipertensivo se debe iniciar trastornos edematosos, la expansión persistente del volumen
en los pacientes con hipertensión en estadio 1 y enfermedad intravascular sin edema evidente también puede contribuir a
cardiovascular clínica o con riesgo cardiovascular a 10 años la hipertensión aparentemente resistente al tratamiento. Por
≥10% y en todos los pacientes con hipertensión en estadio 2. otra parte, los diuréticos se deben prescribir en las dosis sufi-
La evidencia procedente de ensayos clínicos revela que la cientes, con una frecuencia de dosificación congruente con
reducción de la PA es más importante que la clase de antihi- la semivida del diurético. Por ejemplo, los diuréticos de asa
pertensivo empleada para lograrlo. Los ensayos de compara- como la furosemida se deben administrar al menos dos o tres
ción directa entre fármacos antihipertensivos revelaron efec- veces por día, y en dosis más altas en los pacientes con una
tos similares sobre los resultados cardiovasculares, con la TFG baja.
excepción de que, para prevenir la insuficiencia cardíaca, el Los diuréticos ahorradores de potasio, como los anta-
tratamiento inicial con un diurético tiazídico era más efectivo gonistas de los receptores de aldosterona (espironolactona o
36
Hipertensión arterial
Diuréticos tiazídicos (p. ej., hidroclorotiazida; clortalidona) Hipopotasemia; hiponatremia; hiperlipemia; hiperuricemia;
hiperglucemia. Evitar en la gota a menos que el paciente reciba
tratamiento hipouricemiante
Inhibidores de la ECA (p. ej., captopril; lisinopril; enalapril; Hiperpotasemia; tos. Evitar su uso con bloqueadores de los receptores
benazepril) de angiotensina o inhibidores directos de la renina. Evitar en el
embarazo
Bloqueadores de los receptores de angiotensina Hiperpotasemia. Evitar su uso con inhibidores de la ECA o inhibidores
(p. ej., candesartán; losartán; valsartán; irbesartán) directos de la renina. Evitar en el embarazo
Bloqueadores de los canales de calcio
Dihidropiridínicos (p. ej., amlodipino; felodipino; nifedipino) Edema pedio; cefalea; sofocos
No dihidropiridínicos (p. ej., diltiazem; verapamilo) Estreñimiento. Evitar en ICFER. Evitar su uso sistemático con
betabloqueantes (bloqueo cardíaco, bradicardia). Interacciones
medicamentosas (CYP3A4 es el sustrato principal y un inhibidor
moderado)
Betabloqueantes (p. ej., atenolol; tartrato de metoprolol; Fatiga; broncoespasmo; disfunción sexual; hiperglucemia
succinato de metoprolol; labetalol)
Activadores de los canales de potasio (vasodilatadores) Edema. Hidralazina: síndrome lúpico. Minoxidil: hipertricosis
(p. ej., hidralazina; minoxidil)
Alfabloqueantes (p. ej., prazosina) Hipotensión ortostática; mareos
Agonistas α centrales (p. ej., clonidina, oral o en parche) Fatiga; depresión; hipertensión de rebote
Diuréticos ahorradores de potasio (p. ej., espironolactona; Hiperpotasemia. Evitar si TFG <45 ml/min/1,73 m2. Espironolactona:
amilorida; eplerenona) ginecomastia
ECA: enzima de conversión de la angiotensina; ICFER: insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida; TFG: tasa de filtración glomerular.
eplerenona) o los bloqueadores de los canales epiteliales de bido a hipotensión profunda y activación simpática. Por úl-
sodio (amilorida), son diuréticos más débiles. Se suelen indi- timo, el riesgo de miopatía puede aumentar con el uso con-
car en pacientes con cirrosis hepática, insuficiencia cardíaca comitante de un BCC (en especial no dihidropiridínico) y
o hipertensión resistente. Estos fármacos se deben usar con dosis altas de estatinas.
cautela, debiéndose mantener una supervisión estricta cuan-
do se prescriben con fármacos de otras clases que también Fármacos que actúan sobre el sistema
elevan el potasio sérico, como los inhibidores de la ECA, los renina-angiotensina
BRA o los inhibidores directos de la renina, y en los pacientes Los fármacos de esta clase son los inhibidores de la ECA, los
con una TFG reducida. BRA y los inhibidores directos de la renina (como el aliskiren).
En los ensayos clínicos realizados se ha observado que los in-
Bloqueadores de los canales de calcio hibidores de la ECA y los BRA tienen eficacia similar para re-
Existen dos clases de BCC: dihidropiridínicos (amlodipino, ducir la PA y la progresión de la albuminuria y de la ERC, así
felodipino, nifedipino) y no dihidropiridínicos (diltiazem, como el riesgo de eventos cardiovasculares. Por lo tanto, no
verapamilo). No se dispone de datos que respalden el uso de existen preferencias de ningún fármaco frente al otro.
una clase frente a la otra para el manejo de la hipertensión, La tos seca es un efecto secundario de los inhibidores de
aunque se suelen elegir los dihidropiridínicos de acción la ECA, pero no se ha informado con los BRA. El angioedema,
prolongada. Los fármacos no dihidropiridínicos producen un trastorno con riesgo vital, es una complicación de los inhi-
efectos cardíacos más pronunciados, como disminución de bidores de la ECA y de los inhibidores de la renina. Los pa-
la contractilidad cardíaca (efecto inotrópico negativo) y blo- cientes con indicación obligatoria de inhibición del sistema
queo del nódulo auriculoventricular, por lo cual se deben renina-angiotensina que desarrollan angioedema pueden re-
prescribir con cautela en los pacientes que toman betablo- cibir un BRA con monitorización estricta, ya que el riesgo es
queantes o tienen insuficiencia cardíaca con fracción de bajo pero posible. Se dispone de menos datos sobre los efec-
eyección muy reducida, síndrome del seno enfermo o blo- tos del aliskiren, aunque se supone que produce un efecto hi-
queo auriculoventricular de segundo o tercer grado. Ade- potensor similar. Los fármacos que actúan sobre el sistema
más, el uso de nifedipino inmediatamente después de un renina-angiotensina no se deben usar combinados y están
infarto agudo de miocardio se ha asociado a mortalidad de- contraindicados durante el embarazo.
37
Hipertensión arterial
Tratamiento combinado
• Se recomienda iniciar el tratamiento antihipertensivo
Algunos pacientes necesitan tratamiento combinado con más
con un diurético tiazídico, un bloqueador de los ca-
de una clase farmacológica (por separado o en un solo com-
nales de calcio, un inhibidor de la ECA o un bloquea-
primido) para controlar la PA. La guía de manejo de la PA de
dor de los receptores de angiotensina en la población
2017 del ACC/AHA recomienda el tratamiento combinado
general, excepto en personas de raza negra y en los
con dos fármacos antihipertensivos de primera línea y de
pacientes con diabetes mellitus.
clases diferentes para los adultos con hipertensión en esta-
dio 2 y PA promedio 20/10 mmHg por encima de su objetivo • El tratamiento combinado con dos antihipertensivos
(habitualmente ≥150/90 mmHg). No existen recomendacio- de primera línea y de diferentes clases se recomienda
nes definitivas sobre las mejores combinaciones farmacológi- para adultos con hipertensión en estadio 2 y valores
cas, pero algunos datos sugieren que la combinación de un promedio de presión arterial (PA) 20/10 mmHg por
inhibidor de la ECA y un BCC podría ser más eficaz que la encima de su objetivo.
combinación de un inhibidor de la ECA y un diurético tiazídi-
co. Otra opción es combinar un diurético tiazídico y un BCC.
No se recomienda combinar dos fármacos que actúan sobre
Hipertensión de bata blanca
el sistema renina-angiotensina (inhibidores de la ECA, BRA, in- La expresión «hipertensión de bata blanca» se refiere a una
hibidores directos de la renina); estas combinaciones han causa- medición de PA elevada en el consultorio pero con promedios
do más eventos adversos (hiperpotasemia, hipotensión, LRA) no elevados en las mediciones realizadas fuera del consulto-
sin beneficios cardiovasculares o renales adicionales en nume- rio (véase Tabla 11). En los adultos que tienen una PA sistólica
rosos ensayos clínicos (ONTARGET, NEPHRON-D, ALTITUDE). >130 mmHg no tratada pero <160 mmHg o una PA diastóli-
ca >80 mmHg pero <100 mmHg, es sensato valorar la presen-
Evaluación de la eficacia y ajuste de la dosis cia de hipertensión de bata blanca mediante MAPA diurna o
de la medicación monitorización domiciliaria de la PA. Antes de diagnosticar
La adherencia y la respuesta al tratamiento se debe valorar hipertensión de bata blanca se debe confirmar la fiabilidad de
cuatro semanas después de iniciar el tratamiento o antes, de las mediciones obtenidas fuera del consultorio; por ejemplo, el
acuerdo con la urgencia necesaria para descender la PA. Se tensiómetro del paciente se debe calibrar con el del consulto-
necesitan varias evaluaciones hasta alcanzar el objetivo. Exis- rio, aunque la conducta más adecuada es indicar una MAPA.
ten tres estrategias de ajuste de la dosis: La hipertensión de bata blanca tiene una prevalencia
cercana al 13% y alcanza el 35% en algunas poblaciones hiper-
1. Usar la dosis máxima del primer fármaco antes de aña-
tensas. Se calcula que el riesgo anual de conversión de hi-
dir el segundo.
pertensión de bata blanca a hipertensión continua es del 1-5%,
2. Añadir un segundo fármaco antes de alcanzar la dosis
según lo indican los resultados de la MAPA o de la monitori-
máxima del primero.
zación domiciliaria de la PA. La incidencia de la conversión a
3. Comenzar con dos clases de fármacos, por separado o en hipertensión continua aumenta con la edad, con la obesidad
combinaciones de dosis fija. y en las personas de raza negra. Estos pacientes pueden tener
Estas estrategias no se han comparado en ensayos alea- un riesgo cardiovascular ligeramente más elevado que los pa-
torizados controlados; por lo tanto, la estrategia se debe adap- cientes normotensos, pero un riesgo más bajo que en aquellos
tar a las características individuales de cada paciente, a los con hipertensión enmascarada o continua. No se ha definido
efectos secundarios relacionados con la dosis y a los patrones el manejo óptimo de estos pacientes. Ante la sospecha de hi-
de adherencia al tratamiento. Por lo general, el efecto hipo- pertensión de bata blanca, se sugiere indicar un ensayo de
tensor es decreciente cuando la dosis se aumenta por encima modificaciones del estilo de vida durante tres meses. Si este
del 50-100% de la dosis máxima. Además, es improbable que ensayo no logra alcanzar valores <130/80 mmHg en la MAPA
los aumentos de la dosis desde el 50% al 100% de la dosis diurna o en la monitorización domiciliaria de la PA, se debe
máxima logren una reducción adicional >5 mmHg; por lo considerar el inicio de un fármaco antihipertensivo. También
tanto, podría ser necesario añadir otro fármaco. Por último, el se puede considerar el cribado ecográfico de hipertrofia ven-
ajuste hasta las dosis máximas suele causar más efectos se- tricular izquierda, ya que su presencia requiere tratamiento
cundarios y reducir la adherencia al tratamiento. antihipertensivo.
Puntos clave Punto clave
• Además de la modificación del estilo de vida, se debe • Las modificaciones del estilo de vida y la monitoriza-
iniciar el tratamiento farmacológico en los pacientes ción frecuente son medidas adecuadas para los pa-
con hipertensión en estadio 1 y enfermedad cardio- cientes con hipertensión de bata blanca, que se asocia
vascular clínica o un riesgo cardiovascular a 10 años a un mayor riesgo de hipertensión en el futuro y a un
≥10% y en todos los pacientes con hipertensión en es- aumento leve del riesgo cardiovascular respecto a los
tadio 2. pacientes normotensos.
38
Hipertensión arterial
39
Hipertensión arterial
40
Hipertensión arterial
tivo de PA. Una asimetría >1,5 cm del tamaño renal en los estu- Los resultados de algunos estudios sugieren que la angio-
dios de imagen o un riñón pequeño unilateral ≤9 cm también plastia como único tratamiento podría mejorar la PA e inclu-
CONT.
aumenta la probabilidad de enfermedad renovascular. so curar la hipertensión en los pacientes jóvenes con displa-
El inicio abrupto de la hipertensión antes de los 35 años sia fibromuscular.
de edad sugiere displasia fibromuscular.
Hiperaldosteronismo primario
Diagnóstico
La tríada de hipertensión resistente, alcalosis metabólica e hi-
El manejo de la enfermedad renovascular no siempre cambia
popotasemia (incluso en los pacientes tratados con dosis bajas
tras la evaluación; datos recientes sugieren que el tratamien-
de diuréticos tiazídicos) debe plantear la sospecha de aldoste-
to médico podría ser tan beneficioso como los procedimientos
ronismo primario (véase Tabla 13). El hiperaldosteronismo
invasivos, en especial en los casos de enfermedad ateroscleró-
primario, en el cual una carga de sodio no suprime la produc-
tica. Sin embargo, en los pacientes jóvenes con hipertensión
ción de aldosterona, es la causa más frecuente de hiperten-
resistente y sospecha clínica firme de displasia fibromuscular
sión secundaria en adultos de edad mediana y es una causa
se puede considerar la indicación de estudios de imagen de la
importante de hipertensión resistente. El cribado de hiperal
arteria renal. La actividad de la renina plasmática, la gam-
dosteronismo primario se recomienda en presencia de hi-
magrafía renal con captopril y las mediciones selectivas de re-
pertensión resistente, hipopotasemia (espontánea o signifi-
nina en la vena renal ya no se recomiendan para establecer el
cativa, si fue inducida por diuréticos), una masa suprarrenal
diagnóstico debido a la disponibilidad de estudios de imagen
descubierta de manera incidental, antecedentes familiares de
más sensibles y específicos.
hipertensión de inicio precoz o ictus antes de los 40 años
La ecografía Doppler dúplex renal es una modalidad de
de edad. Para realizar el cribado se usa el cociente entre la
imagen adecuada, pero requiere un ecografista con expe-
concentración plasmática de aldosterona (CPA) y la actividad
riencia. La angiografía por RM o por TC tiene mayor utilidad
de la renina plasmática (ARP); un cociente CPA/ARP muy
diagnóstica, pero se asocia al riesgo de nefropatía por con-
elevado sugiere el diagnóstico. El diagnóstico se confirma con
traste y fibrosis sistémica nefrogénica inducida por gadoli-
una prueba de supresión salina.
nio y podría ser perjudicial en los pacientes con ERC grave.
La CPA y la ARP suelen estar suprimidas en otros tras-
Una estenosis >75% en una o ambas arterias renales o >50%
tornos que presentan hipopotasemia e hipertensión arterial,
con dilatación postestenótica sugiere el diagnóstico. La an-
como el síndrome de Cushing, el síndrome de exceso aparen-
giografía renal intraarterial es el estudio de referencia y se
te de mineralocorticoides, el hiperaldosteronismo familiar
puede indicar si otras pruebas no invasivas son negativas, si
tipo I (aldosteronismo remediable con glucocorticoides) y el
la sospecha clínica es firme y cuando se considera la realiza-
síndrome de Liddle (véase Tabla 13). La estenosis de la arteria
ción de un procedimiento terapéutico invasivo. No está reco-
renal y los tumores secretores de renina elevan la ARP y, por
mendada como prueba sistemática debido al riesgo de efec-
consiguiente, reducen la CPA, lo que disminuye el cociente
tos adversos, como nefropatía por contraste y embolia por
CPA/ARP, habitualmente a un valor <10. (Véase el módulo
colesterol.
«Endocrinología y Metabolismo» de MKSAP 18).
Manejo
En tres extensos ensayos aleatorizados (STAR, ASTRAL y Feocromocitomas
CORAL) no se ha demostrado que la angioplastia de la arteria Los feocromocitomas son neoplasias raras secretoras de cate-
renal confiera ningún beneficio adicional respecto al trata- colaminas que asientan en la médula suprarrenal o los gan-
miento médico óptimo en los pacientes con enfermedad re- glios simpáticos; afectan a <0,2% de los pacientes hiperten-
novascular aterosclerótica y función renal estable. Si se sos- sos. Los siguientes hallazgos promueven la sospecha clínica y
pecha enfermedad renovascular aterosclerótica, se deben requieren evaluación: hipertensión resistente; hipertensión
tratar los factores de riesgo cardiovascular subyacentes de inicio reciente o a una edad temprana; hipertensión pa-
(como la hipercolesterolemia) e indicar un inhibidor de la roxística; taquicardia episódica, cefaleas y sudoración; sín-
ECA o un BRA. La angioplastia percutánea con colocación de dromes familiares; adenoma suprarrenal descubierto de
una endoprótesis o una intervención quirúrgica podría ser manera incidental en un estudio de imagen con o sin hi-
adecuada para los pacientes con hipertensión de corta dura- pertensión, o respuesta presora durante procedimientos
ción, refractarios al tratamiento médico, con hipertensión gra- invasivos o durante la anestesia. La evaluación diagnósti-
ve o edema pulmonar agudo fugaz recurrente; con LRA des- ca incluye la determinación de las concentraciones de me-
pués del tratamiento con un inhibidor de la ECA o un BRA o tadrenalinas fraccionadas en plasma y de metadrenalinas
bien con deterioro progresivo de la función renal atribuido a y catecolaminas en orina de 24 horas. Si los resultados son
enfermedad renovascular bilateral o a estenosis unilateral en positivos, se deben indicar estudios de imagen para localizar
un riñón solitario funcional. La revascularización tiene me- el tumor. El tratamiento definitivo es la resección quirúrgi-
nos probabilidades de ser beneficiosa en los pacientes con ca. (Véase el módulo «Endocrinología y Metabolismo» de
ERC avanzada o proteinuria >1.000 mg/24 horas. MKSAP 18).
41
Hipertensión arterial
42
Hipertensión arterial
Los anticonceptivos orales pueden causar elevaciones mo- Según la guía de manejo de la PA de 2017 del ACC/AHA,
destas de la PA, que por lo general se resuelven al suspender- el objetivo de PA sistólica para pacientes ≥65 años de edad no
los; la prescripción de estos fármacos requiere monitorización. institucionalizados, ambulatorios y residentes en la comuni-
El tratamiento hormonal sustitutivo consiste en dosis mucho dad es <130 mmHg. En los pacientes con múltiples comorbi-
más bajas de estrógeno y no se asocia a elevación de la PA. lidades y esperanza de vida limitada, las decisiones sobre la
intensidad del control de la PA y la elección de los fármacos
Pacientes con diabetes mellitus antihipertensivos deben tener en cuenta el juicio clínico, las
La guía de manejo de la PA de 2017 del ACC/AHA recomienda preferencias del paciente y una evaluación de la relación ries-
un objetivo de PA <130/80 mmHg para los pacientes con dia- go-beneficio.
betes mellitus. El tratamiento de primera línea para pacien- Por otra parte, una guía de 2017 del ACP y la American
tes diabéticos, excepto los de raza negra, incluye un diurético Academy of Family Physicians (http://annals.org/aim/arti-
tiazídico, un BCC, un inhibidor de la ECA o un BRA; los inhi- cle/2598413/pharmacologic-treatment-hypertension-adult-
bidores de la ECA o los BRA son elecciones adecuadas para los saged-60-years-olderhigher-versus) abordó el tratamiento
pacientes con albuminuria. La guía recomienda comenzar de la hipertensión en los pacientes ≥ 60 años de edad, con tres
con un diurético tiazídico o un BCC en los pacientes diabéticos recomendaciones:
de raza negra.
La ADA recomienda un objetivo de PA de 140/90 mmHg • Iniciar el tratamiento en los pacientes con PA sistólica
en la mayoría de los pacientes con diabetes e hipertensión; persistentemente ≥150 mmHg con el objetivo de alcanzar
los objetivos más bajos, como 130/80 mmHg, podrían ser valores <150 mmHg para reducir el riesgo de mortalidad,
apropiados para aquellos con alto riesgo de enfermedad car- ictus y eventos cardíacos.
diovascular, si se pueden alcanzar sin una carga de trata- • Considerar el inicio o la intensificación del tratamiento
miento indebida. La ADA también recomienda un inhibidor farmacológico en los pacientes con antecedentes de ictus
de la ECA o un BRA, en la dosis máxima tolerada indicada o ataque isquémico transitorio con el objetivo de alcanzar
para el tratamiento de la PA, como tratamiento antihiper- una de PA sistólica <140 mmHg para reducir el riesgo de
tensivo de primera línea para los pacientes con diabetes y al- ictus recurrente.
buminuria.
• Considerar el inicio o la intensificación del tratamiento far-
macológico en algunos pacientes con riesgo cardiovascu-
Pacientes de raza negra lar elevado, determinado en la evaluación individualizada,
La hipertensión arterial es más prevalente y se asocia a un con el objetivo de alcanzar una PA sistólica <140 mmHg
riesgo más alto de repercusiones cardiovasculares y renales para reducir el riesgo de ictus y eventos cardíacos.
en los pacientes de raza negra, pero el nivel de PA recomen-
dado es el mismo que en otros grupos raciales. La diferencia Respecto a la clase de fármacos antihipertensivos, los pa-
en el manejo reside en los fármacos empleados. En general, cientes mayores que no son de raza negra y no tienen ERC se
los inhibidores de la ECA son menos eficaces que los BCC para pueden tratar con un diurético tiazídico, un BCC o un inhibi-
reducir la PA en los pacientes de raza negra. En un ensayo dor de la ECA o un BRA, del mismo modo que los pacientes
de referencia (ALLHAT), se observó que los diuréticos tiazí- <65 años de edad. Los fármacos antihipertensivos se deben
dicos tenían mejores resultados cardiovasculares que los in- iniciar en dosis más bajas con monitorización estricta de la PA
hibidores de la ECA y que el tratamiento inicial con un inhi- y atención a los eventos adversos, porque los pacientes mayo-
bidor de la ECA se asociaba a un riesgo de ictus más alto que res son más propensos a presentar interacciones medicamen-
con un BCC en los pacientes de raza negra. Por lo tanto, en au- tosas, hiponatremia con los diuréticos tiazídicos e hipotensión
sencia de ERC o insuficiencia cardíaca, el tratamiento antihi- ortostática con diuréticos, vasodilatadores, alfabloqueantes y
pertensivo inicial debe incluir un diurético tiazídico o un BCC fármacos de acción central (como la clonidina).
en los pacientes de raza negra. En presencia de ERC, el trata-
miento inicial o adicional debe incluir un inhibidor de la ECA Puntos clave
o un BRA, sobre todo en los pacientes con proteinuria, como • Los bloqueadores del sistema renina-angiotensina
lo ilustra el estudio AASK. La elección de la medicación anti- pueden causar anomalías del desarrollo urogenital y
hipertensiva en los pacientes con insuficiencia cardíaca debe no se deben prescribir a mujeres en edad reproducti-
ser el recomendado en las guías apropiadas. va que planifican un embarazo; están contraindica-
dos durante el embarazo.
Pacientes mayores • En ausencia de enfermedad renal crónica, el trata-
La prevalencia de la hipertensión arterial aumenta con la miento de primera línea para pacientes diabéticos,
edad y alcanza el 60-80% en las personas mayores de 65 años excepto los de raza negra, es similar al de los pa
de edad. Una presión de pulso amplia y la hipertensión sistó- cientes no diabéticos: un diurético tiazídico, un
lica aislada (>160 mmHg con presión diastólica <90 mmHg)
(Continúa en página siguiente)
son hallazgos frecuentes.
43
Nefritis tubulointersticial crónica
Enfermedades inmunitarias
Nefritis tubulointersticial Síndrome de Sjögren
El síndrome de Sjögren puede causar nefritis intersticial, aci-
crónica dosis tubular renal (ATR) distal (tipo 1) y glomerulonefritis.
También puede producir nefrolitiasis, nefrocalcinosis y en-
Epidemiología y fisiopatología fermedad renal progresiva.
En la nefritis tubulointersticial (NTI), la lesión de los túbulos y
el intersticio renales causa edema y fibrosis tubulointersticial Sarcoidosis
progresiva con atrofia tubular. La NTI puede ser aguda o cró- La sarcoidosis suele afectar a los riñones y puede manifestar-
nica. La nefritis intersticial aguda suele deberse a reacciones se como nefrocalcinosis debido a hipercalcemia e hipercal-
alérgicas a fármacos o a infección y puede causar lesión renal ciuria, uropatía obstructiva y NTI debido a nefritis intersticial
aguda en un plazo de días a semanas. Se caracteriza por infla- granulomatosa. La NTI reduce la capacidad de concentración
mación del intersticio y los túbulos renales, que suele revertir de la orina y causa proteinuria leve y piuria estéril. La recupe-
tras la eliminación de fármaco responsable o con el tratamien- ración renal suele ser incompleta.
to de la enfermedad subyacente (véase «Lesión renal aguda»).
La NTI crónica (NTIC) causa un descenso lento de la función Lupus eritematoso sistémico
renal durante un período de meses a años y se caracteriza por La NTI del lupus eritematoso sistémico suele asociarse a en-
esclerosis intersticial, fibrosis y atrofia tubular. La nefritis in- fermedad glomerular concurrente, pero también puede ser
tersticial aguda puede progresar a NTIC con el paso del tiem- la única manifestación de la nefritis lúpica. La gravedad de la
po. La NTIC también puede desarrollarse en el contexto de NTI es un predictor útil de hipertensión arterial, enfermedad
una enfermedad glomerular primaria, enfermedades vascu- renal progresiva e insuficiencia renal.
lares e isquemia secundaria a aterosclerosis y a hipertensión
arterial. Las causas de NTIC se presentan en la Tabla 16. Enfermedad relacionada con IgG4
En los casos de enfermedad relacionada con IgG4 asociada a
NTI se observa un infiltrado intersticial con abundantes célu-
Diagnóstico y evaluación las plasmáticas positivas para IgG4. También se pueden en-
La NTIC suele ser asintomática hasta que progresa a una pér- contrar niveles séricos bajos de complemento y eosinofilia
dida funcional grave. Los defectos de la concentración renal periférica.
se manifiestan por poliuria y nicturia.
Para determinar la etiología de la NTIC se requiere una Infecciones
anamnesis completa con revisión de la medicación (véase Ta- Las infecciones asociadas a nefritis intersticial aguda y a NTIC
bla 16). Una exploración física exhaustiva puede aportar indi- pueden ser bacterianas (p. ej., brucelosis y tuberculosis), vi-
cios sobre el diagnóstico y revelar hipertensión arterial, pero rales, micóticas y parasitarias.
a menudo no se identifican hallazgos característicos. El aná- El poliomavirus BK puede causar nefritis intersticial en
lisis de orina puede ser normal o presentar piuria, proteinu- los pacientes inmunodeprimidos receptores de un trasplante
ria <1.500 mg/24 horas o ambas. La Tabla 17 presenta otras de órgano. La nefropatía por poliomavirus BK puede ser difí-
44
Nefritis tubulointersticial crónica
45
Nefritis tubulointersticial crónica
Tabla 17. Manifestaciones de laboratorio de nefritis dolor en el flanco o en la espalda e hipertensión arterial. Las
tubulointersticial crónica manifestaciones renales abarcan disfunción tubular distal,
Anomalíaa Causas piuria y cilindros leucocitarios. La pielonefritis crónica per-
sistente puede progresar a pielonefritis xantogranulomatosa
Descenso de la TFG Obstrucción de los túbulos; lesión localizada, que se caracteriza por una masa destructiva que
microvascular; fibrosis intersticial
y esclerosis de los glomérulos invade el parénquima renal y puede causar obstrucción de las
vías urinarias, infección, nefrolitiasis, diabetes mellitus o in-
Lesión tubular Absorción incompleta y pérdida renal
proximal (síndrome de glucosa, fosfato, ácido úrico, munosupresión.
de Fanconi) bicarbonato y aminoácidos
Acidosis metabólica ATR proximal y distal; producción Neoplasia maligna
con gap aniónico de amoníaco reducida Los trastornos linfoproliferativos como los linfomas y las leu-
normal
cemias pueden infiltrar el riñón y causar NTI. Las caracterís-
Poliuria e isostenuria Capacidad reducida de concentración ticas iniciales son proteinuria, piuria estéril y agrandamiento
y de dilución de la orina
renal. Las discrasias de células plasmáticas, como el mieloma
Proteinuria Reabsorción tubular de proteínas
reducida (habitualmente
múltiple, pueden causar NTI en forma de nefropatía por cilin-
<1.500 mg/24 h) dros de mieloma, síndrome de Fanconi o depósito intersticial
Hiperpotasemia Secreción deficiente de potasio de cadenas ligeras.
(ATR distal tipo 4 [hiperpotasémica])
Hipopotasemia Reabsorción deficiente de potasio Fármacos
(ATR distal tipo 1 [hipopotasémica]) Analgésicos
Anemia Lesión de las células productoras La nefropatía por analgésicos es una NTI progresiva crónica
de eritropoyetina en el riñón atribuida al uso prolongado de combinaciones de fenacetina
aLa gravedad de estas anomalías depende de la extensión y la localización (prohibida desde 1983) con ácido acetilsalicílico, cafeína, pa-
de la lesión.
racetamol o AINE. También puede ocurrir con cada fármaco
ATR: acidosis tubular renal; TFG: tasa de filtración glomerular. por separado. En los casos graves se asocia a necrosis papilar
renal, que se manifiesta por hematuria macroscópica, dolor
en el flanco y, ocasionalmente, obstrucción e infección.
cil de diferenciar del rechazo celular agudo. La intervención Los pacientes con nefropatía por analgésicos suelen ser
terapéutica más importante es reducir el tratamiento inmu- mujeres mayores de 45 años de edad y antecedentes de uso
nosupresor. intenso de analgésicos, lumbalgia o dolor musculoesqueléti-
La pielonefritis crónica causada por infecciones crónicas co crónico, y con enfermedad renal con proteinuria leve, piu-
o reflujo vesicoureteral es una causa frecuente de NTIC. Los ria estéril y anemia. La TC puede mostrar microcalcificacio-
pacientes pueden consultar con fiebre, escalofríos, disuria, nes en las puntas de las papilas.
46
Enfermedades glomerulares
Punto clave
Litio
• La nefritis tubulointersticial crónica se debe a diver-
El litio causa diversos trastornos renales, como disfunción
sas enfermedades inmunitarias, infecciones, neopla-
tubular distal (ATR tipo 1 hipopotasémica distal), diabetes
sias malignas, fármacos, plomo, hiperuricemia y obs-
insípida nefrogénica y NTIC. La NTIC secundaria al uso pro-
trucción urinaria.
longado de litio puede afectar al 15-20% de los pacientes.
Entre los factores de riesgo de NTIC se encuentran la edad
avanzada, la duración de la exposición al litio, la dosis acu-
mulada y los episodios repetidos de intoxicación por niveles
Manejo
séricos elevados de litio. La nefropatía por litio se caracteri- El manejo de la NTI aguda y crónica requiere tratar la causa
za por dilatación quística de los túbulos distales con forma- subyacente: suspender los fármacos responsables, iniciar el
ción de microquistes. La disfunción renal puede progresar a tratamiento inmunosupresor si la causa es inmunitaria o de
enfermedad renal terminal incluso después de suspender el alergia a fármacos, tratar las infecciones y las neoplasias ma-
litio. La amilorida puede atenuar la diabetes insípida nefro- lignas y aliviar la obstrucción. La nefropatía por plomo se tra-
génica inducida por litio porque bloquea la reabsorción tu- ta con quelación con EDTA o succímero por vía oral, que pue-
bular distal de litio. de retrasar la progresión de la enfermedad renal crónica. El
manejo de los pacientes con NTIC y enfermedad renal progre-
siva requiere controlar la presión arterial y tratar la proteinu-
Fármacos antineoplásicos
ria y las alteraciones metabólicas (véase «Enfermedad renal
Numerosos fármacos quimioterápicos, como cisplatino, car-
crónica»).
boplatino, ciclofosfamida, ifosfamida y nitrosoureas (en espe-
cial estreptozotocina y semustina), pueden causar NTI. Tam- Punto clave
bién se han comunicado casos asociados al tratamiento con • El manejo de la nefritis tubulointersticial crónica re-
agentes biológicos nuevos, como los inhibidores de puntos de quiere tratar la causa subyacente: suspender los fár-
control inmunológico. macos responsables, iniciar el tratamiento inmuno-
supresor si la causa es inmunitaria o por alergia a
Plomo fármacos, tratar las infecciones y las neoplasias ma-
El plomo puede causar disfunción tubular y NTIC. La exposi- lignas y aliviar la obstrucción.
ción ocupacional al plomo tiene lugar en talleres de soldadu-
ra, esmaltado y fabricación de baterías, así como en la mine-
ría. La toxicidad puede desarrollarse meses o años después de
la exposición al plomo presente en el agua, el suelo, pinturas
o productos alimentarios. La posibilidad de nefropatía por
Enfermedades
plomo se debe considerar en todo paciente con antecedentes glomerulares
de exposición al plomo, hipertensión arterial, gota y enfer-
medad renal progresiva. La gota es frecuente, porque el plo- Epidemiología y fisiopatología
mo reduce la excreción urinaria de ácido úrico. El diagnósti- Las enfermedades glomerulares son la tercera causa de ERT,
co clínico de nefropatía por plomo se basa en los antecedentes después de la diabetes mellitus y la hipertensión arterial; son
de exposición, la evidencia de disfunción renal y los nive- responsables de alrededor de 10.000 casos nuevos de ERT por
les de plomo en sangre. Los niveles pueden ser normales tras año en Estados Unidos. El término enfermedad glomerular
el cese de una exposición elevada. abarca una variedad de trastornos de etiología autoinmune,
47
Enfermedades glomerulares
Célula
endotelial
Manifestaciones clínicas
Pedicelos Podocito
epiteliales de enfermedad glomerular
La enfermedad glomerular se manifiesta por dos categorías
Célula clínicas principales: el síndrome nefrótico y el síndrome ne-
mesangial frítico, cada uno con sus características clínicas distintivas.
Síndrome nefrótico
Las manifestaciones clínicas del síndrome nefrótico se origi-
nan en la pérdida continua de proteínas, principalmente al-
Luz capilar búmina, en la orina. Esta pérdida urinaria de albúmina causa
hipoalbuminemia; en respuesta, el hígado aumenta la pro-
ducción de varias proteínas, como las que transportan coles-
terol, lo que conduce a hiperlipemia. Las características dis-
tintivas del síndrome nefrótico son:
Matriz Membrana
mesangial basal • Excreción urinaria de proteínas >3.500 mg/24 horas o un
cociente proteína/creatinina en orina >3.500 mg/g (pro-
F i g u r a 1 1 . El podocito, una célula epitelial visceral, se sitúa en la superficie teinuria de rango nefrótico).
externa de la membrana basal glomerular.
• Hipoalbuminemia (habitualmente <3,0 g/dl [30 g/l]).
• Hipercolesterolemia.
asociada a neoplasia maligna, a secuelas de una infección, a
• Edema.
mutaciones genéticas y a toxicidad farmacológica. Estas en- El edema es más pronunciado en las extremidades infe-
fermedades se clasifican en primarias o idiopáticas, cuando la riores. Muchos pacientes refieren edema periorbitario al des-
lesión glomerular es un proceso intrínseco limitado al riñón, pertar. La retención grave de líquido puede causar edema
y secundarias, cuando la lesión glomerular se debe a una en- pulmonar, derrames pulmonares y anasarca. A pesar de la
fermedad sistémica que causa compromiso renal entre otras avidez por la sal y la retención de agua, solo una minoría de
manifestaciones posibles. los pacientes desarrollan hipertensión arterial.
El glomérulo normal no inflamado forma una barrera es- Se han propuesto dos explicaciones para el edema del sín-
trecha, en gran medida a expensas de hendiduras recubiertas drome nefrótico. La hipótesis de llenado insuficiente («un
por diafragmas que conectan los pedicelos del podocito (célu- derfill») sostiene que la hipoalbuminemia promueve una re-
la epitelial visceral) sobre la superficie externa de la membra- ducción de la presión oncótica intravascular que induce el
na basal glomerular (Figura 11). Esta barrera de filtración im- desplazamiento de plasma desde la luz capilar hacia el espacio
pide el paso de sangre y proteínas al filtrado urinario. La intersticial. La consiguiente depleción del volumen intravas-
lesión del filtro glomerular permite el paso de proteínas (pro- cular activa al sistema renina-angiotensina, que promueve la
teinuria) en las enfermedades glomerulares y el paso de san- retención de sal y agua en la nefrona y exacerba el edema. En
gre (hematuria) en las glomerulonefritis. Estas alteraciones cambio, la hipótesis de sobrellenado («overfill») sostiene que
en la orina son las primeras manifestaciones de una lesión las proteínas filtradas promueven la retención de sodio, prin-
glomerular. Si la lesión responsable de la hematuria y la pro- cipalmente en el túbulo colector. Ambas hipótesis podrían ser
teinuria no se detecta, evoluciona a esclerosis de los filtros correctas y ofrecen un fundamento para manejar el edema
glomerulares (glomeruloesclerosis) que causa un descenso de nefrótico. En primer lugar, la resolución del edema solo se
la función renal evidenciada por un aumento del nivel de crea- puede lograr a largo plazo con la remisión de la proteinuria; el
tinina sérica. edema a menudo remite con la disminución de la proteinu-
La mayoría de las etiologías de las enfermedades glo- ria, pero antes de la normalización de la albuminemia. En se-
merulares se diagnostican mediante biopsia renal. No existen gundo lugar, los diuréticos son esenciales para controlar los
guías formales sobre las indicaciones de biopsia renal para síntomas edematosos porque bloquean la reabsorción de so-
ningún grupo etario. La decisión de realizar una biopsia renal dio (y agua) en diferentes puntos de la nefrona.
debe ser individualizada, pero, en general, se justifica en los El síndrome nefrótico es un estado hipercoagulable de-
pacientes con dos o más de los siguientes hallazgos: hematu- bido a la pérdida urinaria de proteínas. Esto se debe a que,
ria, proteinuria >1.000 mg/24 horas, función renal reducida además de albúmina, se pierden numerosos anticoagulantes
(TFG <60 ml/min/1,73 m2) y/o serología positiva para enfer- (p. ej., antitrombina III, proteína S) y fibrinolíticos (p. ej., plas-
medades sistémicas que pueden causar compromiso renal (p. minógeno) de bajo peso molecular en la orina. La sobrepro-
ej., infección por los virus de la hepatitis B o C, lupus eritema- ducción hepática de proteínas, como respuesta intrínseca a la
toso sistémico y seropositividad para ANCA). hipoalbuminemia, no solo favorece la hiperlipemia, sino que
48
Enfermedades glomerulares
también aumenta los niveles de procoagulantes (p. ej., factor V, proteinuria y hematuria. La forma más grave del síndrome
factor VIII, fibrinógeno). Como consecuencia, los pacientes nefrítico es la glomerulonefritis rápidamente progresiva,
con síndrome nefrótico tienen un riesgo más alto de trombo- que conduce a reducción de la función renal en un período de
sis venosa en las extremidades inferiores, los pulmones y la días a semanas y, sin tratamiento, progresa a ERT.
vena renal. La presencia de coágulos predomina en los pa-
Puntos clave
cientes con glomerulopatía membranosa, aunque este riesgo
se debe considerar ante todo paciente con proteinuria de ran- • Las características distintivas que presenta el síndro-
go nefrótico e hipoalbuminemia significativa (por lo general, me nefrótico son: excreción urinaria de proteínas
<2,5 g/dl [25 g/l]). >3.500 mg/24 horas o cociente proteína/creatinina en
La albuminuria grave se debe tratar con bloqueadores orina >3.500 mg/g, hipoalbuminemia, hipercoleste-
del sistema renina-angiotensina para controlar la presión ar- rolemia y edema.
terial y reducir la proteinuria. La hiperlipemia se debe tratar • El síndrome nefrítico se caracteriza por hematuria
con fármacos hipolipemiantes. El edema se debe manejar con (con eritrocitos dismórficos o cilindros eritrocitarios)
diuréticos y restricción de sodio en la dieta. Esta combinación y proteinuria; también se puede observar hiperten-
de bloqueadores del sistema renina-angiotensina, hipolipe- sión arterial, edema y disfunción renal.
miantes y diuréticos es el tratamiento conservador para la
mayoría de los tipos de enfermedad glomerular. Una estrate-
gia general de manejo del edema en un paciente con diagnós-
Trastornos asociados al síndrome
tico reciente de síndrome nefrótico es comenzar con un diu-
rético de asa, con el objetivo de lograr una pérdida de 1-2 kg nefrótico
de peso por semana. En los casos de edema grave, tratados Glomeruloesclerosis focal y segmentaria
con las dosis máximas de diuréticos de asa y con un grado in- Epidemiología y fisiopatología
suficiente de pérdida de peso o de control del edema, suele ser La glomeruloesclerosis focal y segmentaria (GEFS) es la for-
necesario añadir un segundo diurético (una tiazida y/o un ma más frecuente de síndrome nefrótico en los pacientes de
diurético ahorrador de potasio), con acción distal respecto al raza negra y ha sobrepasado a la glomerulopatía membrano-
asa de Henle. En los pacientes que toman dosis altas de diuré- sa como causa principal de síndrome nefrótico en pacientes
ticos de asa, la oferta elevada de sal y agua a las porciones dis- caucásicos en algunas áreas geográficas del mundo. La preva-
tales de la nefrona puede conducir a la hipertrofia de estos lencia de la GEFS en Estados Unidos es >20.000 pacientes, y
segmentos y a la absorción excesiva de sodio, que reduce los tiene una incidencia anual de alrededor de 5.000 casos nuevos
efectos de los diuréticos de asa. por año. En Estados Unidos, la GEFS es responsable del 40% de
los casos de síndrome nefrótico primario en adultos. La inci-
Síndrome nefrítico dencia global anual estimada se acerca a 1/100.000 personas.
El síndrome nefrítico, también denominado glomerulonefri- La GFS se origina en anomalías del podocito. El despren-
tis, puede presentar numerosas variantes clínicas. Las carac- dimiento y la muerte del podocito conducen a la esclerosis
terísticas en común son la hematuria (microscópica o macros- segmentaria patognomónica de la GEFS. La lesión del podo-
cópica) y la proteinuria; en las variantes más graves se observa cito en la GEFS, a su vez, puede deberse a causas inmunita-
hipertensión arterial, edema y disfunción renal (creatinina rias, a causas genéticas o a hiperfiltración. El mecanismo pa-
sérica elevada). La hematuria glomerular del síndrome nefrí- togénico subyacente a la GEFS primaria se atribuye a una
tico puede diferenciarse de otras causas de sangrado en las alteración inmunológica, en la que los leucocitos producen
vías urinarias por la presencia de eritrocitos dismórficos (a un factor circulante soluble que se une a los podocitos. Este
causa de su paso a través de una membrana basal glomerular mecanismo se confirma en los casos de GEFS recurrente casi
dañada) o cilindros eritrocitarios en el examen microscópico inmediatamente después del trasplante renal, que responde
de orina (véase «Evaluación clínica de la función renal»). rápidamente la plasmaféresis, aunque hasta la fecha este fac-
Las formas más leves de síndrome nefrítico son asinto- tor circulante no se ha identificado. Las causas genéticas iden-
máticas; la hematuria microscópica con o sin proteinuria a tificadas de GEFS son principalmente mutaciones de proteínas
menudo se descubre en una evaluación de laboratorio rutina- específicas del podocito (p. ej., nefrina, podocina, formina).
ria. La hematuria macroscópica recurrente, que comienza Estas mutaciones son más frecuentes en lactantes, pacientes
varios días después de una infección de las vías respiratorias jóvenes (<25 años de edad) que no responden a los glucocor-
superiores o de un esfuerzo físico, es una presentación clásica ticoides y pacientes con antecedentes familiares de ERT. Los
de la nefropatía por IgA, sobre todo en pacientes jóvenes. Esta sujetos de ascendencia africana tienen un riesgo alrededor de
presentación nefrítica también suele seguir una evolución cinco veces más alto de GEFS que los de ascendencia europea,
clínica benigna sin enfermedad renal crónica asociada. probablemente mediado en gran parte por variantes del gen
Por otra parte, el término glomerulonefritis aguda deno- APOL1 (véase «Trastornos genéticos y enfermedad renal»).
ta la presentación más clásica del síndrome nefrítico, con gra- La hiperfiltración, la tercera causa principal de lesión del po-
dos variables de disfunción renal, hipertensión arterial, edema, docito, es responsable de una gran proporción de casos se-
49
Enfermedades glomerulares
cundarios. Esta forma de GEFS por hiperfiltración es típica de ma. Estas medidas conservadoras son suficientes para los pa-
los pacientes obesos, pero también se puede manifestar en cientes con GEFS y proteinuria subnefrótica.
mujeres que han tenido un parto prematuro o en pacientes En los pacientes con proteinuria de rango nefrótico en
con riñón solitario. Por último, algunos fármacos emplea- los que se sospecha una forma primaria de GEFS, los gluco-
dos con frecuencia (p. ej., litio, interferón, pamidronato) rara corticoides en dosis altas representan el pilar del tratamiento
vez pueden causar GEFS. inicial. Otros inmunosupresores, como los inhibidores de la
calcineurina, el micofenolato de mofetilo, los agentes alqui-
Manifestaciones clínicas lantes y el rituximab, son beneficiosos como tratamiento de
Todos los pacientes con GEFS tienen proteinuria. Las formas segunda línea en los pacientes que no responden a los gluco-
primarias de GEFS suelen presentarse con proteinuria de ran- corticoides o presentan con proteinuria recurrente con la re-
go nefrótico y pueden asociarse a un síndrome nefrótico com- ducción de la dosis de glucocorticoides.
pleto, con edema grave, mientras que las formas secundarias Alrededor del 50% de los pacientes con GEFS progresan
clásicamente presentan proteinuria subnefrótica asintomáti- a ERT en un plazo de 10 años desde el diagnóstico; este pro-
ca. Todas las formas de GEFS pueden presentarse con filtrado nóstico ominoso se debe a las tasas bajas de respuesta al tra-
glomerular reducido, en especial cuando se diagnostican en tamiento.
un estadio avanzado.
Glomerulopatía membranosa
Diagnóstico Epidemiología y fisiopatología
La GEFS se diagnostica mediante biopsia renal. Al microscopio La glomerulopatía membranosa (nefropatía membranosa) es
óptico, la glomeruloesclerosis (esclerosis de los glomérulos) una causa importante de síndrome nefrótico en adultos cau-
adopta una distribución focal (<50%) y segmentaria (afecta a cásicos. La epidemiología de esta enfermedad se ha manteni-
una porción, pero no al glomérulo completo) (Figura 12). Las do constante en las últimas décadas. La incidencia anual es de
variantes histológicas de la GEFS son la clásica (o «no especi- 1/100.000 personas y es mayor entre los 30 y los 50 años
ficada»), la perihiliar, la variante «tip» o lesión de la punta de edad. Alrededor del 75% de los casos se consideran prima-
glomerular, la celular y la colapsante. La variante colapsante rios y el 25% restante se consideran secundarios a enfermeda-
suele ser resistente al tratamiento y tiene el peor pronóstico a des sistémicas como lupus eritematoso sistémico, infección
largo plazo, mientras que la variante con lesión de la punta por el virus de la hepatitis B y tumores sólidos.
glomerular suele responder a los glucocorticoides y no suele En la década pasada, se identificaron los antígenos diana
progresar a ERT. y los autoanticuerpos asociados responsables del desarrollo de
la glomerulopatía membranosa primaria. El receptor tipo M
Tratamiento y pronóstico de la fosfolipasa A2 (PLA2R) es el antígeno específico del po-
En todos los pacientes con GEFS se indica tratamiento conser- docito que induce la formación de inmunocomplejos con
vador con bloqueadores del sistema renina-angiotensina para autoanticuerpos circulantes en la mayoría de los casos pri-
controlar la proteinuria, hipolipemiantes y manejo del ede- marios. Los anticuerpos anti-PLA2R se detectan en cerca del
75% de los casos primarios, pero rara vez en los casos secunda-
rios. Se han identificado otros autoantígenos de los podocitos,
que podrían ser responsables de los casos de glomerulopatía
membranosa primaria negativos para anticuerpos anti-PLA2R.
La glomerulopatía membranosa se produce cuando los anti-
cuerpos circulantes atraviesan la membrana basal glomerular
y forman inmunocomplejos con los epítopos de las membra-
nas de los podocitos en el espacio subepitelial.
Manifestaciones clínicas
Los pacientes describen un edema de progresión lenta; la eva-
luación de laboratorio revela proteinuria, hipoalbuminemia e
hiperlipemia, por lo general con función renal conservada.
Los pacientes con glomerulopatía membranosa tienden a
presentar complicaciones trombóticas. Los coágulos causan
trombosis en las extremidades inferiores, los pulmones y la
vena renal; afectan al 25% de los pacientes y son más proba-
F i g u r a 1 2 . Microscopia óptica de un caso de glomeruloesclerosis focal bles dentro de los primeros dos años después del diagnóstico.
y segmentaria que muestra esclerosis (flechas) con distribución segmentaria El riesgo de formación de coágulos aumenta con niveles de al-
en algunos glomérulos, como se observa en este glomérulo. búmina sérica <2,8 g/dl (28 g/l) y alcanza el máximo con va-
Cortesía de Glen Markowitz, MD. lores <2,2 g/dl (22 g/l).
50
Enfermedades glomerulares
51
Enfermedades glomerulares
pendiente de glucocorticoides, con recurrencias frecuentes y modificables más importantes que impulsan la progresión de
resistente a los glucocorticoides se ha realizado con inhibido- la nefropatía diabética a ERT. No se recomienda combinar dos
res de la calcineurina, micofenolato de mofetilo, fármacos al- de las tres clases de inhibidores de bloqueadores del sistema
quilantes y rituximab, con resultados variables. renina-angiotensina (inhibidores de la ECA, BRA, inhibidores
directos de la renina), porque estas combinaciones han cau-
Nefropatía diabética sado más eventos adversos (hiperpotasemia, hipotensión,
Epidemiología y fisiopatología LRA) sin beneficios cardiovasculares o renales adicionales en
La diabetes mellitus es la causa principal de ERC y de ERT en numerosos ensayos clínicos. En estudios pequeños se ha de-
todo el mundo. Es responsable de más de 50.000 casos nuevos mostrado que la combinación de inhibidores de la ECA o BRA
anuales de ERT que requieren diálisis en Estados Unidos. La in- con antagonistas de los receptores de mineralocorticoides
cidencia a 25 años de nefropatía diabética, definida por signos (espironolactona o eplerenona) es una estrategia antiprotei-
clínicos de lesión renal en respuesta a la hiperglucemia cróni- núrica segura y eficaz para la nefropatía diabética, aunque se
ca prolongada, es del 10% en los pacientes con diabetes melli debe tener en cuenta el riesgo de hiperpotasemia.
tus tipo 1 y del 12% en los que tienen diabetes mellitus tipo 2. La guía de 2017 sobre el manejo de la presión arterial ele-
Se considera que los mediadores principales del daño en vada del ACC, la AHA y otras nueve organizaciones reco-
la nefropatía diabética son los productos finales de la gluco- mienda un objetivo de presión arterial <130/80 mmHg en los
silación avanzada, que activan una cascada de señales que pacientes con hipertensión arterial y diabetes mellitus y/o
promueve la síntesis de citocinas profibrogénicas en las célu- ERC. La ADA recomienda un objetivo de presión arterial
las mesangiales, como el factor de crecimiento derivado de <140/90 mmHg en la mayoría de los pacientes con diabetes e
plaquetas y el factor de crecimiento transformante beta. hipertensión; los objetivos más bajos, como 130/80 mmHg,
podrían ser apropiados en sujetos con alto riesgo de enferme-
Manifestaciones clínicas dad cardiovascular, si fuera posible alcanzarlos sin una carga
La nefropatía diabética se manifiesta inicialmente por una de tratamiento indebida.
elevación moderada de la albuminuria (microalbuminuria).
Puntos clave
Con el tiempo, la TFG disminuye y la enfermedad progresa a
estadios más avanzados de ERC y a ERT. La proteinuria grave • El tratamiento inicial de la glomeruloesclerosis focal
se acompaña de hipoalbuminemia, y muchos pacientes pre- y segmentaria consiste en glucocorticoides en dosis
sentan edema y el cuadro clásico del síndrome nefrótico. altas; otros inmunosupresores (inhibidores de la cal-
La enfermedad renal diabética suele asociarse a compli- cineurina, micofenolato de mofetilo, agentes alqui-
caciones extrarrenales microvasculares (retinopatía y neuro- lantes, rituximab) podrían ser beneficiosos en los pa-
patía periférica) y macrovasculares (enfermedad vascular pe- cientes que no responden a los glucocorticoides o
riférica, enfermedad coronaria e ictus). presentan recurrencia de la enfermedad con la retira-
da gradual de los glucocorticoides.
Diagnóstico • La glomerulopatía membranosa primaria recién
La ADA recomienda una evaluación anual de la albuminu- diagnosticada se maneja con tratamiento conserva-
ria en los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y cinco años dor durante 6-12 meses antes de iniciar el tratamien-
después del diagnóstico de diabetes mellitus tipo 1. El diag- to inmunosupresor en los pacientes con proteinuria
nóstico de nefropatía diabética se establece por criterios clíni- de rango nefrótico persistente.
cos en presencia de características distintivas: ERC protei- • La glomerulopatía de cambios mínimos (GCM) se tra-
núrica en un paciente con diabetes de duración prolongada y ta inicialmente con glucocorticoides; las opciones de
signos de otras complicaciones (microvasculares, macrovas- tratamiento para la GCM dependiente de glucocorti-
culares, o ambas) de la enfermedad. Si el cuadro clínico no es coides, frecuentemente recurrente y resistente a los
completamente compatible con nefropatía diabética, se debe glucocorticoides son los inhibidores de la calcineuri-
realizar una biopsia renal. Si la biopsia muestra esclerosis no- na, el micofenolato de mofetilo, los agentes alquilan-
dular mesangial con engrosamiento de la membrana basal tes o el rituximab.
glomerular y tubular, sin depósitos inmunitarios, cumple la • La American Diabetes Association recomienda una
descripción clásica de nefropatía diabética. evaluación anual de la albuminuria en los pacientes
con diabetes mellitus tipo 2 y cinco años después del
Tratamiento y pronóstico diagnóstico de la enfermedad en aquellos con diabe-
La piedra angular del tratamiento de la nefropatía diabética tes mellitus tipo 1.
consiste en mantener el control glucémico y de la presión ar-
• La piedra angular del tratamiento de la nefropatía
terial. Se recomienda el bloqueo del sistema renina-angioten-
diabética es el control glucémico y el bloqueo del sis-
sina con un inhibidor de la ECA o un BRA en la dosis máxima
tema renina-angiotensina con un inhibidor de la ECA
tolerada, porque reducen la presión arterial y el grado de pro-
o un bloqueador de los receptores de angiotensina.
teinuria, que, junto con la glucemia, son los factores de riesgo
52
Enfermedades glomerulares
Manifestaciones clínicas
La GNRP se manifiesta por hematuria macroscópica o mi- Tabla 18. Clasificación de glomerulonefritis en función
croscópica, cilindros eritrocitarios, diversos grados de protei- de los resultados de la microscopia de inmunofluorescencia
nuria y LRA que puede progresar rápidamente a dependencia Patrón de tinción inmunofluorescente
de la diálisis. Granular Pauciinmune Lineal
53
Enfermedades glomerulares
Los anticuerpos anti-MBG circulantes se unen a la cade- vada en los mayores de 65 años de edad que presentan LRA y
na α-3 del colágeno tipo IV. La unión rápida y estrecha de los sedimento urinario activo. Los ANCA son autoanticuerpos di-
anticuerpos anti-MBG a la MBG promueve una respuesta in- rigidos contra las proteínas que se encuentra dentro de los
flamatoria intensa, responsable de la naturaleza típicamente gránulos de los neutrófilos y los lisosomas de los monocitos.
fulminante de esta enfermedad. Existen dos tipos de ANCA asociados a vasculitis: p-ANCA
(perinucleares), que se dirigen contra la enzima mieloperoxi-
Manifestaciones clínicas dasa (MPO) de los neutrófilos, y c-ANCA (citoplasmáticos), que
La presentación de la enfermedad por anticuerpos anti-MBG se dirigen contra la proteinasa 3 (PR3) de los neutrófilos.
es similar a la de las otras formas de GNRP previamente des-
critas, con hematuria macroscópica o microscópica, cilindros Manifestaciones clínicas
eritrocitarios, grados variables de proteinuria y, habitualmen- La mayoría de los pacientes con glomerulonefritis asociada a
te, LRA moderada a grave. Más de la mitad de los pacientes ANCA refieren pródromos vasculíticos de malestar general,
presentan compromiso pulmonar (síndrome de Goodpastu- artralgias, mialgias y síntomas gripales, a veces con fiebre. El
re); la hemoptisis puede ser un síntoma de presentación, aun- compromiso renal se manifiesta por orina de color marrón os-
que la disnea o la tos en ausencia de hemoptisis deben desper- curo (color té) y los estudios de laboratorio confirman la pre-
tar la sospecha de un síndrome pulmonar-renal. sencia de hematuria, proteinuria y LRA. El compromiso pul-
monar y sinusal es frecuente en la glomerulonefritis asociada
Diagnóstico a ANCA; los pacientes refieren hemoptisis, epistaxis o ambas.
La biopsia renal en la enfermedad por anticuerpos anti-MBG
muestra al microscopio óptico una glomerulonefritis semilu- Diagnóstico
nar y tinción lineal para IgG patognomónica de anticuerpos La evaluación serológica de ANCA mediante la prueba de in-
anti-MBG en los capilares glomerulares. También se deben munoabsorción enzimática es una de las primeras pruebas
realizar pruebas serológicas, como inmunofluorescencia in- indicadas ante la sospecha de GNRP. La microscopia óptica de
directa o inmunoabsorción enzimática directa (ELISA), que la biopsia renal muestra una glomerulonefritis semilunar,
tienen una sensibilidad del 60-100% para detectar anticuer- pero en la prueba de inmunofluorescencia los depósitos in-
pos anti-MBG; por lo tanto, se recomienda realizar una biop- munológicos son escasos o ausentes. Los focos de necrosis o
sia renal para confirmar el diagnóstico, a menos que esté con- de semilunas celulares se destacan con la tinción inmuno
traindicada. Aunque el diagnóstico se haya confirmado con fluorescente para el fibrinógeno.
una biopsia, es preciso medir los niveles de anticuerpos para
realizar el seguimiento y valorar la eficacia del tratamiento.
Tratamiento y pronóstico
El tratamiento inicial de la enfermedad que pone en riesgo la
Tratamiento y pronóstico
integridad del riñón es un área de controversia actual. El tra-
Los resultados clínicos de la enfermedad por anticuerpos an-
tamiento de inducción típico consiste en glucocorticoides
ti-MBG dependen en gran medida del grado de LRA en el mo-
combinados con ciclofosfamida o rituximab. La plasmaféresis
mento del diagnóstico y del inicio del tratamiento. En una se-
se reserva para los pacientes con signos de hemorragia alveo-
rie frecuentemente citada de pacientes con enfermedad por
lar o de insuficiencia renal grave. Otras opciones de induc-
anticuerpos anti-MBG, en los que consultaron con un nivel de
ción se basan en ciclofosfamida o en rituximab. Una vez que
creatinina sérica <5,65 mg/dl (500 μmol/l) la mortalidad glo-
se ha alcanzado la remisión, el mantenimiento con rituxi-
bal fue <5% y el riesgo de ERT a 10 años, <20%. En cambio, en
mab, azatioprina o micofenolato de mofetilo suele continuar
los que consultaron con insuficiencia renal dependiente de diá-
durante un período mínimo de 12-24 meses.
lisis, la mortalidad global fue del 35% dentro del primer año
La tasa de recurrencia es mucho más alta en los pacien-
del diagnóstico, y solo el 8% de ellos pudieron dejar la diálisis
tes con anticuerpos c-ANCA y anti-PR3 que en aquellos con
durante este período. El tratamiento de la enfermedad por an-
anticuerpos p-ANCA y anti-MPO, en especial si han tenido
ticuerpos anti-MBG consiste en plasmaféresis, pulsos de gluco-
compromiso pulmonar o sinusal. La glomerulonefritis aso-
corticoides (dosis altas por vía intravenosa durante un período
ciada a ANCA tiene una tasa de mortalidad cercana al 20% en
breve) seguidos de prednisona oral y ciclofosfamida.
el primer año después del diagnóstico y causa ERT en el 25%
de los sobrevivientes en los primeros cuatro años después del
Glomerulonefritis asociada a ANCA
diagnóstico.
Véase el módulo «Reumatología» de MKSAP 18 para obtener
más información sobre la vasculitis asociada a ANCA. Puntos clave
• La glomerulonefritis rápidamente progresiva puede
Epidemiología y fisiopatología deberse a múltiples enfermedades; se caracteriza por
La glomerulonefritis asociada a ANCA (glomerulonefritis se- un descenso ≥50% de la tasa de filtración glomerular
milunar pauciinmune) es responsable de más de la mitad de
(Continúa en página siguiente)
los casos de GNRP y tiene una prevalencia especialmente ele-
54
Enfermedades glomerulares
55
Enfermedades glomerulares
sa a ERC o a ERT; hasta el 40% de los casos desarrollan ERT en sangial (clase II), endocapilar focal (clase III) o endocapilar
un plazo de 15 años después del diagnóstico. La última clasi- difuso (clase IV) (Tabla 20). El término «proliferación en-
ficación histopatológica de Oxford para la NIgA presenta evi- docapilar» se refiere a un recuento elevado de células infla-
dencia de que la cronicidad de la enfermedad avanzada, que se matorias dentro de los capilares glomerulares, que causa
manifiesta por atrofia tubular y fibrosis intersticial >50% en la estrechamiento y obliteración luminal. Los depósitos de in-
biopsia renal, es el predictor más fiable de progresión a ERT. munocomplejos en el espacio subepitelial también pueden
Entre los parámetros clínicos, se considera que una proteinu- activar el complemento, pero solo localmente; dado que las
ria ≥1.000 mg/24 horas es un factor de riesgo de progresión. fracciones C3a y C5a están separadas de la circulación por
la MBG, y no se produce afluencia de células inflamatorias
Vasculitis por IgA hacia este espacio. La lesión de esta NL clase V (membrano-
La vasculitis por IgA (púrpura de Henoch-Schönlein) puede sa) se limita a las células epiteliales glomerulares; la primera
presentarse con la tétrada clásica de eritema, artralgias, dolor manifestación clínica es la proteinuria y el patrón histológi-
abdominal y enfermedad renal. Considerada una versión sis- co es similar al de la nefropatía membranosa primaria en la
témica de la NIgA, esta vasculitis se diagnostica empíricamen- microscopia óptica.
te en el ámbito pediátrico, porque el listado de diagnósticos
diferenciales de la vasculitis es extremadamente limitado en Manifestaciones clínicas
los niños. En los adultos, el diagnóstico se debe confirmar con Los pacientes con LES consultan inicialmente con signos de
una biopsia (de riñón o de piel), porque la presentación de la compromiso extrarrenal (eritema malar, artritis, úlceras ora-
vasculitis por IgA es similar a la de una forma de vasculitis no les). La enfermedad renal, si está presente, suele ponerse de
asociada a IgA. La biopsia de piel para establecer el diagnósti- manifiesto dentro de los primeros tres años después del diag-
co se debe realizar en lesiones de menos de 24 horas de evolu- nóstico confirmado de LES. El compromiso renal en el LES se
ción. El compromiso renal en la vasculitis por IgA es más gra- manifiesta primero con proteinuria, hematuria microscópica,
ve en los adultos, que presentan tasas más altas de LRA y de o ambas, en el análisis de orina, y a la larga progresa a una re-
síndrome nefrótico que los niños. El tratamiento incluye glu- ducción de la función renal. La función renal suele ser normal
cocorticoides y, en casos de GNRP asociada, ciclofosfamida. en los primeros estadios de la enfermedad, excepto en los ca-
Véase el módulo «Reumatología» de MKSAP 18 para en- sos de NL muy agresiva que se presentan como GNRP. Los sín-
contrar más información. tomas de compromiso renal tienden a correlacionarse con las
anomalías de laboratorio. Por ejemplo, los pacientes con pro-
Nefritis lúpica teinuria de rango nefrótico pueden consultar con edema. El
Véase el módulo «Reumatología» de MKSAP 18 para encon- deterioro de la función renal suele acompañarse por presión
trar más información sobre el lupus eritematoso sistémico. arterial elevada.
56
Enfermedades glomerulares
Clase I: NL MO: sin anomalías; IF y/o Orina normal Conservador, tratamiento No aplicable
mesangial ME: depósitos mesangiales o hematuria no inmunomodulador (p. ej.,
mínima aislados de IC microscópica bloqueo del SRA)
Clase II: NL IF y/o ME: hipercelularidad Hematuria Conservador, tratamiento No aplicable
mesangial mesangial o expansión microscópica no inmunomodulador (p. ej.,
proliferativa de la matriz con depósitos y/o proteinuria bloqueo del SRA)
mesangiales de IC de bajo grado
Clase III: NL MO: <50% de los Sedimento de Pulso de glucocorticoides IV La menor cantidad tolerable
focal glomérulos con orina nefrítico seguido de dosis de glucocorticoides por vía
proliferación o esclerosis y proteinuria decrecientes de oral
endocapilar y/o extracapilar subnefrótica glucocorticoides por vía oral
y
segmentaria (<50% del
y
penacho glomerular) Micofenolato de mofetilo (con
o global (>50% del penacho Ciclofosfamida IV, seis dosis retiro gradual cada 3-6 meses
glomerular); IF y/o ME: (dosis altas mensuales o bajas si la enfermedad se estabiliza)
depósitos de IC quincenales)
mesangiales y o
subendoteliales focales o
Azatioprina (con retiro gradual
Micofenolato de mofetilo cada 3-6 meses si la
durante seis meses enfermedad se estabiliza)
Clase IV: NL MO: ≥50% de los Síndromes Pulso de glucocorticoides IV La menor cantidad tolerable
difusa glomérulos presentan nefrítico y seguido de dosis de glucocorticoides por vía
proliferación o esclerosis nefrótico; decrecientes de oral
endocapilar y/o extracapilar; hipertensión glucocorticoides por vía oral
y
la clase IV-S denota que arterial; función
y
≥50% de los glomérulos renal reducida Micofenolato de mofetilo (con
afectados tienen lesiones Ciclofosfamida IV, seis dosis retiro gradual cada 3-6 meses
segmentarias; la clase IV-G (dosis altas mensuales o bajas si la enfermedad se estabiliza)
denota que ≥50% de los quincenales)
glomérulos afectados tienen o
lesiones globales; IF y/o ME: o
Azatioprina (con retiro gradual
depósitos mesangiales Micofenolato de mofetilo cada 3-6 meses si la
y subendoteliales difusos durante seis meses enfermedad se estabiliza)
de IC
Clase V: LN MO: engrosamiento difuso Síndrome Pulso de glucocorticoides IV La menor cantidad tolerable
membranosaa de las paredes capilares nefrótico seguido de dosis de glucocorticoides por vía
glomerulares; IF y/o ME: decrecientes de oral
depósitos subepiteliales glucocorticoides por vía oral
y
de IC, con o sin depósitos
y
mesangiales de IC Micofenolato de mofetilo (con
Ciclofosfamida IV, seis dosis retiro gradual cada 3-6 meses
(dosis altas mensuales o bajas si la enfermedad se estabiliza)
quincenales)
o
o
Azatioprina (con retiro gradual
Ciclosporina cada 3-6 meses si la
enfermedad se estabiliza)
o
Tacrolimus
o
Micofenolato de mofetilo
durante seis meses
Clase VI: NL MO: >90% de los ERC avanzada Conservador, tratamiento no No aplicable
esclerosante glomérulos presentan o ERT con inmunomodulador (p. ej.,
avanzada esclerosis global sin diversos grados bloqueo del SRA) y
actividad residual de hematuria preparación para el
y/o proteinuria tratamiento sustitutivo renal
aLa
clase V puede coexistir con las clases III o IV; en estos casos se diagnostican ambas clases.
ERC: enfermedad renal crónica; ERT: enfermedad renal terminal; IC: inmunocomplejo; IF: inmunofluorescencia; ISN/RPS: International Society of Nephrology/Renal Pathology
Society; IV: vía intravenosa; ME: microscopia electrónica; MO: microscopia óptica; NL: nefritis lúpica; SRA: sistema renina-angiotensina.
57
Enfermedades glomerulares
tiene eficacia similar y un perfil de efectos secundarios más En la glomerulonefritis postestreptocócica clásica, los
favorable (a diferencia de la ciclofosfamida, no afecta a la fer- pacientes sintomáticos (típicamente niños) presentan un sín-
tilidad en los pacientes jóvenes con potencial reproductivo). drome nefrítico agudo con hematuria, proteinuria, hiperten-
En el ensayo de referencia ALMS, la tasa de respuesta en el sión arterial, edema y, en algunos casos, disfunción renal. El
grupo asignado a micofenolato de mofetilo fue del 56% (fren- sedimento de orina es activo y presenta eritrocitos dismór-
te al 53% en el grupo asignado a ciclofosfamida). ficos, cilindros eritrocitarios y leucocitos. La hipocomple-
Hasta el 30% de los pacientes con NL progresan a ERT mentemia es muy frecuente, con niveles reducidos de C3 en
dentro de los 10 años del diagnóstico; la progresión depende cerca del 90% de los casos. Suele haber un período de latencia
en gran medida de la respuesta a la primera serie de trata- (1-2 semanas después de una infección de las vías respirato-
miento inmunosupresor. La gravedad de la enfermedad en el rias superiores; 2-4 semanas después de una infección cutá-
momento del diagnóstico, la raza negra, el origen étnico his- nea) entre la resolución de la infección estreptocócica y el ini-
pano y el nivel socioeconómico también influyen en los de cio del síndrome nefrítico. A menudo se detectan marcadores
senlaces clínicos de la NL. serológicos de infección estreptocócica reciente, como nive-
les elevados de anticuerpos antiestreptolisina O, antiestrep-
Glomerulonefritis relacionada con infección tocinasa, antihialuronidasa y antidesoxirribonucleasa B. La
Epidemiología y fisiopatología mayoría de los casos de GNRI en adultos ya no son postes-
La glomerulonefritis relacionada con infección (GNRI) se treptocócicos, y la glomerulonefritis suele coexistir con la in-
origina en una infección resuelta recientemente o activa fección desencadenante. Los niveles de complemento pueden
cuando se desarrolla la glomerulonefritis. Se prefiere la de- estar ausentes en estos casos periinfecciosos.
nominación GNRI en lugar de la anterior, «glomerulonefri-
tis postinfecciosa», que describía correctamente la glo- Diagnóstico
merulonefritis postestreptocócica clásica pero no englobaba El diagnóstico de GNRI se puede establecer mediante paráme-
las formas cada vez más reconocidas de glomerulonefritis tros clínicos en el contexto apropiado (p. ej., presentación ne-
que son manifestaciones de infección activa y de patógenos frítica clásica con niveles bajos de complemento y evidencia
no estreptocócicos. La diabetes es la comorbilidad más fre- clara de infección reciente), aunque el diagnóstico definitivo
cuente, seguida de neoplasia maligna, inmunosupresión, se establece mediante biopsia renal. El hallazgo más frecuen-
síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), alcoholis- te en la microscopia óptica es una glomerulonefritis prolifera-
mo y uso de drogas inyectables; la edad avanzada es un fac- tiva con un infiltrado neutrofílico significativo. En la micros-
tor de riesgo clave. Alrededor de la tercera parte de los casos copia electrónica, los depósitos subepiteliales con densidad
de GNRI en los países desarrollados afectan a mayores de de electrones y forma de giba son hallazgos clásicos de la glo-
65 años de edad. merulonefritis postestreptocócica, aunque su presencia no es
La incidencia de glomerulonefritis postestreptocócica ha indispensable para establecer el diagnóstico de GNRI.
descendido en la mayor parte del mundo debido a los pro-
gresos en el control de las infecciones y en las medidas de Tratamiento y pronóstico
saneamiento. Sin embargo, esta entidad continúa siendo un El tratamiento es de apoyo y se dirige a la etiología infeccio-
problema sanitario en los países en desarrollo: cada año se re- sa, aunque en algunos casos con glomerulonefritis prolife-
gistran más de 450.000 casos de glomerulonefritis postes- rativa grave en la biopsia se indica un ensayo de glucocorti-
treptocócica, que causan alrededor de 5.000 decesos en todo coides.
el mundo, más del 95% de ellos en países menos desarro- En los niños, el pronóstico de recuperación completa es
llados. En los países industrializados, gran parte de la carga excelente, el tratamiento suele ser de apoyo y se dirige al mi-
de GNRI se ha desplazado de los niños a los adultos, con una croorganismo responsable. El pronóstico de las formas de GNRI
reducción de la incidencia de GNRI por infecciones estrepto- recientemente reconocidas (p. ej., causadas por S. aureus y
cócicas y un aumento de los casos de GNRI asociados a Sta microorganismos gramnegativos) en adultos es diferente, ya
phylococcus aureus y a bacterias gramnegativas. que más pacientes desarrollan disfunción renal grave y pro-
En la patogénesis clásica de la GNRI, los anticuerpos di- gresión a ERC y, en algunos casos, a ERT.
rigidos contra antígenos bacterianos forman inmunocomple-
jos circulantes que luego se depositan en el glomérulo. Sin Glomerulonefritis membranoproliferativa
embargo, los anticuerpos dirigidos contra antígenos bacteria- Epidemiología y fisiopatología
nos intraglomerulares pueden promover la formación in situ La glomerulonefritis membranoproliferativa (GNMP) es una
de inmunocomplejos glomerulares. forma rara de glomerulonefritis crónica diagnosticada prin-
cipalmente en niños y adultos jóvenes. Su denominación de-
Manifestaciones clínicas riva del patrón de lesión glomerular. La GNMP se clasifica en
La presentación de la GNRI varía desde una hematuria mi- formas con inmunocomplejos (mediadas por interacciones
croscópica asintomática hasta GNRP. La proteinuria suele ser antígeno-anticuerpo que activan la vía clásica del comple-
de rango subnefrótico. mento) y formas mediadas por complemento (también deno-
58
Manifestaciones renales de enfermedades por depósito
minadas glomerulopatías por C3, debido a la hiperactividad proteína originados en variaciones genéticas pueden causar
de la vía alternativa del complemento). La GNMP por inmu- una forma hereditaria de glomerulonefritis, que se describe
nocomplejos, con o sin crioglobulinemia, es la forma clásica más a fondo en la sección «Trastornos genéticos y enferme-
de compromiso renal observada en los pacientes con hepati- dad renal».
tis C. Las anomalías de la vía alternativa del complemento
Puntos clave
subyacentes a las glomerulopatías por C3 son mutaciones en
los componentes reguladores (p. ej., factor H del complemen- • El tratamiento de la nefropatía por IgA es conserva-
to) o activadores (p. ej., factor B del complemento) de la vía al- dor y se realiza con un inhibidor de la ECA o un blo-
ternativa, o anticuerpos dirigidos contra proteínas regulado- queador de los receptores de angiotensina.
ras o activadoras del complemento. • La biopsia renal es necesaria para diagnosticar, clasi-
ficar y guiar el tratamiento de la nefritis lúpica.
Manifestaciones clínicas • El tratamiento de la nefritis lúpica (NL) clases I y II es
La GNMP rara vez se presenta como una glomerulonefritis conservador y se realiza con un inhibidor de la ECA o
aguda y grave; la presentación más frecuente es una glomeru- un bloqueador de los receptores angiotensina; la NL
lonefritis crónica que inicialmente se manifiesta por hema- de las clases III, IV y V puede requerir inmunosupre-
turia microscópica y proteinuria subnefrótica. Con la progre- sión agresiva, y la NL clase VI se puede tratar con un
sión de la enfermedad, la proteinuria puede alcanzar el rango abordaje conservador.
nefrótico y se produce disfunción renal.
• La glomerulonefritis relacionada con infección se
debe a una infección recientemente resuelta o activa
Diagnóstico
cuando se desarrolla la glomerulonefritis; en los paí-
El diagnóstico de GNMP se confirma con una biopsia renal.
ses industrializados, la enfermedad clínica es más fre-
La GNMP por inmunocomplejos y la mediada por comple-
cuente en los adultos y se asocia a Staphylococcus
mento se diferencian mediante la microscopia de inmu-
aureus y a bacterias gramnegativas.
nofluorescencia, ya que la ausencia de tinción para inmuno-
globulina indica activación del complemento independiente • El tratamiento de la glomerulonefritis membra-
de anticuerpos y, por lo tanto, hiperactividad de la vía alter- noproliferativa es inespecífico y consiste en inmuno-
nativa. supresión en los pacientes con proteinuria de rango
nefrótico, disfunción renal, o ambas.
Tratamiento y pronóstico
El tratamiento actual de la GNMP es inespecífico y consiste en
inmunosupresión (p. ej., con glucocorticoides) en los casos
con proteinuria de rango nefrótico y/o disfunción renal. El ad- Manifestaciones renales
venimiento de terapias dirigidas al complemento, como el an-
ticuerpo monoclonal anti-C5 eculizumab, podría ser un tra-
de enfermedades
tamiento específico para las formas de GNMP mediadas por por depósito
complemento.
La GNMP como forma crónica de glomerulonefritis tiene Introducción
mal pronóstico, con progresión a ERT en más de la mitad de Diversas enfermedades renales se deben al depósito de inmu-
los pacientes en un plazo de 15 años después del diagnóstico. noglobulinas (Ig) y de otras proteínas. Estos depósitos pueden
observarse desestructurados u organizados en fibrillas o tú-
Crioglobulinemia bulos en el examen al microscopio electrónico (Figura 14). Los
La crioglobulinemia puede asociarse al síndrome nefrítico. El depósitos de Ig monoclonal pueden deberse a mieloma, a ma-
compromiso renal se debe a las crioglobulinas tipo II. croglobulinemia de Waldenström, a leucemia linfocítica cró-
Véase el módulo «Hematología y Oncología» de MKSAP 18 nica o a la expansión clonal de células secretoras de Ig que no
para encontrar detalles sobre la crioglobulinemia; el módulo cumple la definición estricta de estos trastornos, que se ha
«Reumatología» de MKSAP 18 para encontrar información denominado gammapatía monoclonal de significado renal
sobre la vasculitis crioglobulinémica, y la sección «Manifes- (GMSR). En el examen anatomopatológico, el depósito de Ig
taciones renales de las enfermedades por depósito» en el mó- monoclonal se observa como una glomerulonefritis prolifera-
dulo «Nefrología» de MKSAP 18 para encontrar información tiva, amiloidosis AL, crioglobulinemia tipo 1 y, ocasional-
sobre el compromiso renal en la crioglobulinemia. mente, glomerulopatía inmunotactoide y glomerulopatía fi-
brilar. Entre los trastornos por depósito de Ig policlonal se
Nefropatías relacionadas con el colágeno encuentra la crioglobulinemia mixta, mientras que el depósi-
tipo IV to de otras proteínas (no Ig) contribuye a la amiloidosis AA y
El colágeno tipo IV es un componente integral de la mem- a la mayoría de los casos de glomerulopatía inmunotactoide
brana basal glomerular. Los defectos estructurales de esta y fibrilar.
59
Manifestaciones renales de enfermedades por depósito
F i g u r a 1 4 . Las enfermedades por depósito se pueden clasificar en cinco categorías principales: enfermedad relacionada con inmunoglobulinas (Ig), amiloidosis,
crioglobulinemia, glomerulopatía inmunotactoide y glomerulopatía fibrilar. La enfermedad relacionada con Ig se puede subdividir en mieloma múltiple y gammapatía
monoclonal de significado renal (GMSR). Algunos hallazgos histopatológicos son más frecuentes en el mieloma múltiple (como la nefropatía por cilindros) o en la GMSR,
pero la mayoría se han informado en ambos trastornos.
60
Manifestaciones renales de enfermedades por depósito
ni de un trastorno linfoproliferativo. Todos los hallazgos ana- este material proteico no forma láminas β plegadas ni se tiñe
tomopatológicos asociados a la expansión clonal de células con rojo Congo. Los depósitos pueden limitarse a la membra-
secretoras de Ig se pueden observar tanto en el mieloma como na basal, donde producen un aspecto microscópico a similar
en la GMSR. Es probable que la patología subyacente esté de- al de la esclerosis nodular diabética (enfermedad por depósi-
terminada por las características de la proteína secretada. Las to de cadenas ligeras), o activar el complemento e inducir una
entidades asociadas a la GMSR son la glomerulonefritis proli- glomerulonefritis proliferativa (GNPDIM). En algunos casos
ferativa con depósitos de Ig monoclonal (GNPDIM), la glome se identifica una discrasia de células plasmáticas o un trastor-
rulopatía por C3 con gammapatía monoclonal, el depósito de no linfoproliferativo subyacente, que a menudo no cumple
amiloide AL, la crioglobulinemia tipo 1, la glomerulonefritis los criterios de mieloma ni de leucemia linfocítica crónica.
fibrilar y la glomerulopatía inmunotactoide.
Las manifestaciones renales de la GMSR suelen originar-
se en el depósito de cadenas ligeras de Ig monoclonal. Los pa- Crioglobulinemia
cientes pueden presentar proteinuria nefrótica o subnefróti-
Existen tres tipos de crioglobulinemia; el tipo II (Ig mixta) es
ca, hematuria y creatinina sérica elevada.
el que suele causar compromiso renal y se asocia a la infec-
Para establecer el diagnóstico se requiere una biopsia re-
ción por el virus de la hepatitis C. Los pacientes pueden con-
nal. Además de las pruebas para diagnosticar mieloma o leu-
sultar con un cuadro nefrítico: creatinina sérica elevada, hi-
cemia linfocítica crónica, se puede indicar un proteinograma
pertensión arterial, proteinuria y hematuria. La biopsia suele
electroforético en suero y en orina, técnicas de inmunofija-
revelar una glomerulonefritis membranoproliferativa. Oca-
ción, determinación de cadenas ligeras libres y una biopsia
sionalmente se observa una glomerulonefritis rápidamente
de médula ósea. Dado que el tratamiento tiene el objetivo de
progresiva con formación de semilunas. Los pacientes suelen
erradicar la línea clonal expandida, el tratamiento de los pa-
presentar un eritema purpúrico palpable en las extremidades
cientes con GMSR se debe coordinar con un especialista en
inferiores. Dado que la hepatitis C es la causa predominante,
mieloma.
el objetivo del tratamiento es erradicar el virus.
61
Trastornos genéticos y enfermedad renal
P u n t o S c l a v e (continuación)
• La enfermedad renal en la amiloidosis se debe a ami-
loide AL, compuesto por cadenas ligeras monoclona-
les λ o κ, o a amiloide AA, compuesto por la proteína
fibrilar amiloide A; los pacientes suelen presentar
proteinuria de rango nefrótico; el tratamiento se diri-
ge al trastorno subyacente.
• El compromiso renal en la crioglobulinemia suele de-
berse a crioglobulinas de tipo II (mixtas) y por lo ge-
neral se asocia a infección por el virus de la hepati-
tis C; el objetivo del tratamiento es erradicar el virus
de la hepatitis C.
Poliquistosis renal AD PKD1 Es el trastorno renal hereditario más frecuente (5% de los casos de ERT);
autosómica dominante aneurisma intracraneal; prolapso de la válvula mitral; quistes hepáticos;
PKD2 diverticulosis
Poliquistosis renal AR PKHD1 Causa ERT en la lactancia o la niñez; fibrosis hepática; hipertensión portal; las
autosómica recesiva mutaciones homocigotas causan pérdida funcional completa: nefropatía quística
grave, oligohidramnios, hipoplasia pulmonar, síndrome de Potter (deformidades
en las extremidades, aspecto facial típico, hipoplasia pulmonar)
Complejo de esclerosis AD TSC1 Se caracteriza por hamartomas benignos; también puede causar epilepsia,
tuberosa tumores cerebrales, retraso del desarrollo, autismo y neumopatía; los
TSC2 angiomiolipomas renales son frecuentes; algunos casos presentan quistes renales
Nefronoptisis AR Múltiples Es la causa genética más frecuente de ERT detectada en la niñez y la adolescencia;
(13) fibrosis intersticial; quistes en la médula renal; defecto de la concentración renal
y/o pérdida de sal; retinitis pigmentosa
AD: autosómica dominante; AR: autosómica recesiva; ERT: enfermedad renal terminal.
62
Trastornos genéticos y enfermedad renal
son: hipertensión arterial (el más frecuente), hematuria (ma- gicos pueden requerir cirugía o intervenciones relaciona-
croscópica o microscópica), dolor de espalda, distensión ab- das (ablación por radiofrecuencia, embolización arterial
dominal, infección urinaria o litiasis renal. En los pacientes selectiva).
sin antecedentes familiares, estos signos iniciales suelen mo-
Puntos clave
tivar la indicación de estudios de imagen que revelan PQRAD.
En los pacientes con PQRAD conocida, se puede indicar una • La poliquistosis renal autosómica dominante se ca-
TC o una RM para evaluar complicaciones como hemorragia racteriza por agrandamiento renal con múltiples
intraquística o litiasis renal. quistes renales, hipertensión arterial, hematuria, do-
Las manifestaciones extrarrenales son quistes hepáticos lor de espalda, distensión abdominal, infección uri-
(detectados en >80% de los pacientes a lo largo de su vida), naria o litiasis renal.
prolapso de la válvula mitral, hernias inguinales y umbilica- • Dado que no existe tratamiento específico para la po-
les y aneurismas intracraneales (detectados en el 5-10% de los liquistosis renal autosómica dominante, el manejo se
pacientes, con un patrón familiar marcado). centra en controlar la presión arterial y tratar las
complicaciones de la enfermedad.
Manejo • Las manifestaciones renales del complejo de esclero-
Los pacientes con PQRAD tienen una probabilidad de progre- sis tuberosa incluyen angiomiolipomas renales, carci-
sar a ERT >50% hacia los 70 años de edad. Dado que no existe noma de células renales y quistes; los angiomolipo-
tratamiento específico, el manejo se centra en controlar la pre- mas de gran tamaño o hemorrágicos pueden requerir
sión arterial y manejar las complicaciones de la enfermedad. cirugía o intervenciones relacionadas.
El bloqueo de la vasopresina con tolvaptán retrasó 6-9 años la
necesidad de diálisis en dos ensayos clínicos aleatorizados.
Sin embargo, la FDA ha obligado a incluir una advertencia
de seguridad en la ficha técnica del tolvaptán sobre el ries-
Trastornos renales genéticos
go de lesión hepática irreversible y no ha aprobado su uso no quísticos
para la PQRAD. La clasificación de estos trastornos se presenta en la Tabla 22.
Las guías de la AHA y la American Stroke Association so-
bre el manejo de pacientes con aneurisma intracraneal intac- Nefropatías relacionadas con el colágeno tipo IV
to recomiendan ofrecer el cribado de PQRAD con angiografía El colágeno tipo IV es un componente integral de la membra-
por TC o por RM a los pacientes con antecedentes de PQRAD, na basal glomerular (MBG). Los defectos estructurales de esta
sobre todo a los que tienen antecedentes familiares de aneu- proteína, a causa de variaciones genéticas, pueden causar ma-
risma intracraneal. Esta es una recomendación clase I (se debe nifestaciones que abarcan desde adelgazamiento de la MBG
realizar porque el beneficio excede en gran medida al riesgo) hasta lesión glomerular progresiva.
basada en evidencia de nivel B (datos procedentes de un solo
ensayo aleatorizado o de estudios no aleatorizados). Nefritis hereditaria
La nefritis hereditaria (síndrome de Alport) es una enferme-
Complejo de esclerosis tuberosa dad glomerular asociada a pérdida auditiva neurosensorial y a
El complejo de esclerosis tuberosa (CET) es un trastorno gené- signos oculares característicos como distrofias corneales, mi-
tico causado por mutaciones en los genes supresores de tu- crocórnea, arco senil, atrofia del iris, cataratas, rotura espon-
mores TSC1 o TSC2 que conducen al desarrollo de tumores en tánea del cristalino, esferofaquia y lenticono anterior. Se han
numerosos órganos, principalmente el cerebro, los ojos, el co- descrito tres variantes genéticas: ligada al cromosoma X (80%),
razón, los riñones, la piel y los pulmones. El CET es más fre- autosómica recesiva (15%) y autosómica dominante (5%). Las
cuente en la población pediátrica, aunque los casos leves pue- mujeres con la variante ligada al cromosoma X pueden ser
den detectarse en la edad adulta. Se calcula que el CET afecta portadoras asintomáticas o desarrollar enfermedad renal, se-
a cerca de un millón de personas en todo el mundo, y a alre- gún la actividad del cromosoma X en las células somáticas
dedor de 50.000 en Estados Unidos. renales. La enfermedad tiene una prevalencia del 0,4% en los
Los angiomiolipomas renales se desarrollan en el 75% de adultos estadounidenses.
los pacientes con CET y se pueden detectar mediante TC, eco- Tradicionalmente, el diagnóstico se ha establecido me-
grafía o RM. Dado que el carcinoma de células renales afecta diante el examen al microscopio electrónico de una biopsia
al 1-2% de los adultos con CET, se recomienda el cribado con renal; el hallazgo distintivo es un engrosamiento prominente
RM abdominal cada 1-3 años. También se pueden desarrollar y la formación de láminas de la MBG en aspecto de «cesta de
quistes renales. Las lesiones del CET que más afectan a la ca- básquet». El diagnóstico mediante evaluación genética se usa
lidad de vida son las localizadas en el cerebro: convulsiones, con frecuencia creciente en los pacientes con antecedentes
retraso del desarrollo, discapacidad intelectual y autismo. familiares documentados y análisis de orina anormal. La eva-
Las manifestaciones renales del CET rara vez requie- luación genética es la forma más confiable de identificar por-
ren tratamiento. Los angiomiolipomas grandes o hemorrá- tadores heterocigotos de mutaciones del colágeno tipo IV. La
63
Trastornos genéticos y enfermedad renal
proteinuria, la hipertensión arterial y la ERC suelen progresar te a largo plazo, y en raros casos progresa a ERC. Se maneja
a ERT entre la adolescencia y la cuarta década de la vida. El con medidas de apoyo.
manejo es de apoyo, con control de la presión arterial me-
diante bloqueo del sistema renina-angiotensina. Enfermedad de Fabry
La enfermedad de Fabry se debe a un déficit de α-galactosida-
Enfermedad por adelgazamiento de la membrana basal sa A originado en un error recesivo congénito del metabolis-
glomerular mo de los glucoesfingolípidos ligado al cromosoma X. Se han
La enfermedad por adelgazamiento de la MBG (hematuria fa- identificado cerca de 200 mutaciones del gen que codifica la
miliar benigna) se asocia a variantes del colágeno tipo IV que α-galactosidasa, que se localiza en el brazo largo del cromoso-
inducen el adelgazamiento de la MBG, que conduce a hema- ma X. El déficit de la enzima conduce al almacenamiento
turia sin proteinuria significativa ni glomeruloesclerosis sub- anormal de esfingolípidos con acumulación endotelial pro-
siguiente. Esta enfermedad podría afectar a cerca del 5% de la gresiva, que causa anomalías en la piel, los ojos, los riñones,
población. El diagnóstico se puede establecer mediante mi- el corazón, el cerebro y el sistema nervioso periférico.
croscopia electrónica de una biopsia renal; el diagnóstico clí- La enfermedad de Fabry es una de las causas de ERC de
nico se fundamenta en la presentación y la evolución benig- etiología desconocida en adultos jóvenes. El diagnóstico se es-
nas (función renal normal con hematuria microscópica y tablece mediante biopsia renal y con métodos no invasivos,
proteinuria escasa o ausente) y los antecedentes familiares como la medición de la actividad enzimática leucocitaria se-
positivos de un fenotipo benigno (hematuria aislada sin insu- guida de confirmación genética. El cribado de la enfermedad
ficiencia renal). La enfermedad tiene un pronóstico excelen- está recomendado en los familiares de los pacientes afecta-
64
Lesión renal aguda
terminal secundaria a hipertensión arterial y alrede- inglés de: riesgo, lesión, insuficiencia, pérdida y ERT) y AKIN (Acute Kidney Injury
Network).
dor de 29 veces el riesgo de nefropatía asociada a la
KDIGO: Kidney Disease: Improving Global Outcomes; SCr: creatinina sérica;
infección por VIH, en las personas con esta infección. TFGe: tasa de filtración glomerular estimada; TSR: tratamiento sustitutivo renal;
65
Lesión renal aguda
66
Lesión renal aguda
Necrosis tubular aguda Isquémica: LRA prerrenal prolongada; síndrome compartimental abdominal
Inducida por fármacos: aminoglucósidos; vancomicina; polimixinas; litio; anfotericina B; pentamidina;
cisplatino; foscarnet; tenofovir; cidofovir; carboplatino; ifosfamida; zoledronato; medios de contraste;
sacarosa; inmunoglobulinas; manitol; hidroxietilalmidón; dextranos; AINE; cannabinoides sintéticos;
anfetaminas
Inducida por pigmentos: rabdomiólisis; hemólisis intravascular
Nefritis intersticial Inducida por fármacos: cefalosporinas; penicilina; meticilina; fluoroquinolonas; sulfamidas; rifampicina;
aguda AINE; inhibidores de COX-2; inhibidores de la bomba de protones; 5-aminosalicilatos; indinavir; abacavir;
alopurinol; fenitoína; triamtireno; furosemida; diuréticos tiazídicos; fenitoína; carbamacepina; nefropatía
por hierbas chinas
Infección: pielonefritis; nefritis virales; leptospirosis; Legionella; Mycobacterium tuberculosis
Autoinmune: síndrome de Sjögren; sarcoidosis; LES; síndrome de NTIU; enfermedad relacionada con IgG4
Proceso maligno: linfoma; leucemia; mieloma múltiple
Glomerulonefritis aguda Glomerulonefritis relacionada con infección; crioglobulinemia; GNRP; IgA; nefritis lúpica; vasculitis renal;
enfermedad por anticuerpos anti-MBG
Síndromes vasculares Causa macrovascular: oclusión de la arteria renal; trombosis de la vena renal; poliarteritis nodosa
agudos
Causa microvascular:
MAT asociada a enfermedad: SUH; SUH atípico; PTT; HELLP; crisis renal esclerodérmica; emergencia
hipertensiva
MAT inducida por fármacos: quinina; fármacos oncológicos (gemcitabina, mitomicina, bevacizumab,
bortezomib, sunitinib); inhibidores de la calcineurina (ciclosporina, tacrolimus); drogas de abuso (cocaína,
éxtasis, oximorfona de liberación prolongada)
Otros fármacos: clopidogrel; ciclosporina; tacrolimus; fármacos antiangiogénicos; interferón; inhibidores
de mTOR
Enfermedad ateroembólica
Obstrucción intratubular Paraproteína: mieloma
Cristales: SLT; sulfamidas; triamtireno; ciprofloxacina; etilenglicol; aciclovir; indinavir; atazanavir;
metotrexato; orlistat; dosis altas de vitamina C; laxantes con fosfato de sodio
Posrenal
Si se sospecha obstrucción de las vías urinarias o se des- diferenciar LRA de ERC, ya que un riñón pequeño con adel-
conoce la causa de la LRA, se debe indicar una ecografía de gazamiento cortical sugiere ERC. El tamaño renal puede ser
CONT.
riñones y vejiga. El tamaño de los riñones puede ayudar a normal en los pacientes con ERC secundaria a trastornos in-
67
Lesión renal aguda
Tabla 25. Ejemplos seleccionados de causas de niveles • La excreción fraccional de urea (EFUrea) se puede
elevados de nitrógeno ureico en sangre (BUN) y de creatinina
usar para diagnosticar lesión renal aguda prerrenal
sérica sin lesión renal aguda
en los pacientes que toman diuréticos; un valor
Nitrógeno ureico en sangre elevado
de EFUrea <35% sugiere el diagnóstico.
Hemorragia gastrointestinal
• Si se sospecha obstrucción de las vías urinarias o se
Carga de proteínas, incluso infusiones de albúmina desconoce la causa de la lesión renal aguda, se debe
Esteroides catabólicos indicar una ecografía de riñones y vejiga.
Tetraciclinas
Creatinina sérica elevada
Causas
Fármacos que bloquean la secreción de creatinina: cimetidina;
trimetoprima; cobicistat; dolutegravir Las causas de LRA se pueden clasificar en prerrenales, intrín-
Etil éster de creatina (complemento para el desempeño secas y posrenales.
atlético y para el desarrollo muscular en fisicoculturistas)
Sustancias que interfieren con la técnica de determinación de Lesión renal aguda prerrenal
creatinina: acetoacetato; cefoxitina; flucitosina La Tabla 24 presenta las causas de LRA prerrenal.
La LRA prerrenal (uremia prerrenal) se debe a baja perfu-
sión renal, seguida de una reducción de la TFG que se revier-
te con el tratamiento apropiado. La hipoperfusión renal pue-
filtrativos, como diabetes mellitus, nefropatía asociada a in- de deberse a depleción del volumen intravascular, circulación
fección por VIH, amiloidosis o mieloma múltiple. La biopsia arterial efectiva reducida, vasoconstricción renal y/o fárma-
CONT.
renal se debe considerar en los pacientes con LRA sin causa cos. Los pacientes pueden tener antecedentes de hemorragia
aparente, sospecha de glomerulonefritis o enfermedad sisté- aguda, pérdida gastrointestinal de líquidos, insuficiencia car-
mica de causa desconocida. díaca, hepatopatía descompensada, sepsis o uso reciente de
Puntos clave diuréticos o AINE. La hipovolemia causa hipotensión, taqui-
cardia, ortostatismo y turgencia de la piel reducida. Estos sig-
• La excreción fraccional de sodio (EFNa) puede ayudar
nos se identifican en el examen físico de pacientes con insu-
a diferenciar una lesión renal aguda (LRA) prerrenal
ficiencia cardíaca o cirrosis.
de una necrosis tubular aguda (NTA) en los pacientes
En la LRA prerrenal, el riñón responde con la reabsor-
con oliguria; un valor de EFNa <1% indica LRA prerre-
ción de urea, sodio y agua, que generalmente se refleja en un
nal y un valor >2% es compatible con NTA.
cociente BUN/creatinina >20:1, aunque un valor normal no
68
Lesión renal aguda
69
Lesión renal aguda
o renovascular y ERC. Los pacientes hipertensos pueden de- a la circulación. La rabdomiólisis se debe principalmente a
sarrollar NTA isquémica normotensa si la presión arterial traumatismos, fármacos y toxinas, convulsiones, trastornos
CONT.
desciende por debajo del valor al que están acostumbrados, metabólicos y electrolíticos, endocrinopatías (cetoacidosis
pero dentro del rango normal. El manejo consiste en tratar los diabética, síndrome hiperglucémico hiperosmolar, hipotiroi-
déficits de volumen potenciales y reducir las dosis de fárma- dismo) y ejercicio físico. El diagnóstico de LRA inducida por
cos antihipertensivos para que la presión arterial aumente a rabdomiólisis es más probable con niveles séricos de creatin-
los niveles basales. cinasa >5.000 U/l. Además de los niveles séricos elevados de
creatincinasa y de creatinina, se puede observar hiperpotase-
Necrosis tubular aguda inducida por fármacos mia, hipocalcemia, hiperfosfatemia, hiperuricemia, acidosis
La NTA inducida por fármacos puede ser una consecuencia metabólica, concentración elevada de lactato deshidrogenasa
de alteraciones hemodinámicas prolongadas o de lesión tu- y niveles elevados de aspartato y de alanina aminotransfera-
bular directa (véase Tabla 24). Los fármacos asociados a LRA sa. Algunos de los hallazgos en orina son EFNa <1% (debido a
prerrenal pueden causar NTA debido a hipoperfusión pro- vasoconstricción renal), mioglobinuria, cilindros granulosos
longada. El reconocimiento precoz de la LRA y la suspensión pigmentados (rojos) y tira reactiva en orina positiva para san-
inmediata del fármaco son medidas esenciales para lograr la gre en ausencia de eritrocitos.
recuperación renal. El riesgo de NTA inducida por fármacos Además de corregir la causa subyacente, la prevención y
aumenta en los ancianos y en los pacientes con circulación el manejo de la LRA requieren administración intravenosa
arterial efectiva reducida, ERC o exposición concomitante a intensiva de líquidos isotónicos con el objetivo de mantener
nefrotoxinas. una diuresis >200-300 ml/hora. En algunos estudios se ha ob-
La nefrosis osmótica es una forma de lesión tubular cau- servado que la alcalinización de la orina con bicarbonato por
sada por sustancias hiperosmolares, como la inmunoglobulina vía intravenosa para elevar el pH urinario a valores >6,5 po-
intravenosa en solución de sacarosa, el manitol, el hidroxieti- dría prevenir la formación de cilindros tubulares. La alcalini-
lalmidón, los dextranos y los medios de contraste. Se caracte- zación de la orina se debe suspender si el paciente desarrolla
riza por vacuolización y tumefacción de las células tubulares hipocalcemia o alcalosis sintomática, o si el pH de la orina no
renales proximales, que causan obstrucción y daño tubular. aumenta a valores >6,5 después de varias horas. La corrección
Los medios de contraste pueden causar NTA no oligúrica de las alteraciones electrolíticas graves y del equilibrio ácido-
principalmente mediante vasoconstricción renal. La concen- base puede requerir diálisis. La mayoría de los pacientes pre-
tración de creatinina sérica aumenta 24-48 horas después de sentan recuperación renal completa o parcial.
la administración del medio de contraste. Los aminoglucósi- La nefropatía por hemólisis intravascular con liberación
dos causan NTA no oligúrica por toxicidad tubular directa con de grandes cantidades de pigmento hemo a la circulación es
aumento de la creatinina sérica 5-7 días después de su admi- menos frecuente. Se debe a déficit de glucosa-6-fosfato deshi-
nistración inicial. Este cuadro puede causar hipomagnesemia, drogenasa (G6PD), reacciones a fármacos, hemólisis relacio-
hipopotasemia, hipocalcemia e hipofosfatemia. El cisplatino nada con circuitos de derivación cardiopulmonar, transfusión
causa NTA por toxicidad tubular directa, vasoconstricción re- de concentrados de eritrocitos almacenados, hemoglobinuria
nal e inflamación. La hipomagnesemia con pérdida urinaria paroxística nocturna, paludismo, algunos envenenamientos
de magnesio es un hallazgo frecuente. La anfotericina B cau- y mordeduras de serpiente. Los estudios de laboratorio mues-
sa LRA relacionada con la dosis debido a vasoconstricción re- tran una concentración sérica elevada de creatinina, anemia,
nal y toxicidad tubular directa. Puede asociarse a pérdida de niveles séricos elevados de lactato deshidrogenasa y niveles
potasio y de magnesio, acidosis metabólica debido a acidosis séricos bajos de haptoglobina. Los resultados en orina inclu-
tubular renal tipo 1 (distal) y diabetes insípida nefrogénica. yen EFNa <1%, hemoglobinuria, cilindros granulosos pigmen-
Las preparaciones con lípidos tienen un riesgo más bajo de tados y tira reactiva positiva para sangre en ausencia de eri-
causar nefrotoxicidad. La nefrotoxicidad por vancomicina trocitos. La orina es color té tanto en la mioglobinuria como
tiene lugar en un contexto de concentraciones mínimas en en la hemoglobinuria; sin embargo, solo la hemoglobina cau-
sangre elevadas, dosis altas de vancomicina (≥4 g/día), trata- sa una coloración marrón rojiza como la del suero centrifuga-
miento prolongado y/o administración concomitante de fár- do, porque tiene un tamaño demasiado grande para filtrarse
macos nefrotóxicos (p. ej., un aminoglucósido o piperacili- por el riñón. El tratamiento de la hemoglobinuria requiere
na-tazobactam). Algunos tipos de cannabinoides sintéticos abordar la causa subyacente y reponer el volumen con líqui-
empleados como drogas recreativas se han asociado a NTA. dos por vía intravenosa.
70
Lesión renal aguda
tinción de Hansel, leucocitos, eritrocitos y cilindros leucocita- causar un infarto renal agudo y presentarse con dolor abdo-
rios (véase Tabla 26). La eosinofiluria no es sensible ni especí- minal o en el flanco, niveles séricos elevados de lactato deshi-
CONT.
fica para diagnosticar NIA; se han descrito casos de NIA sin drogenasa y hematuria. El tratamiento por lo general consis-
eosinofiluria y la eosinofiluria se observa en otras causas de te en anticoagulación y cuidados de apoyo.
LRA, como glomerulonefritis aguda, enfermedad ateroembó- La LRA puede deberse a poliarteritis nodosa, una vascu-
lica, pielonefritis, cistitis y prostatitis. litis sistémica que afecta a los puntos de ramificación de arte-
Los fármacos, en especial los antibióticos, son la causa rias de calibre mediano y, ocasionalmente, pequeño. Esto da
más frecuente de NIA, y esta posibilidad se debe considerar en lugar a la formación de microaneurismas que, al romperse,
todo paciente con NIA, análisis de orina característico y ante- causan hemorragia, trombosis e isquemia e infarto del órga-
cedentes de exposición a fármacos. La NIA también puede de- no. La LRA se debe a cambios isquémicos renovasculares y a
berse a infecciones y enfermedades sistémicas (p. ej., trastor- vasculitis de la arteria renal. Para más información, véase el
nos autoinmunes); se han descrito casos idiopáticos (véase módulo «Reumatología» de MKSAP 18.
Tabla 24). La creatinina sérica exhibe un aumento gradual en Los pacientes con enfermedad aterosclerótica sometidos
los 7-10 días posteriores a la exposición al fármaco, pero puede a un procedimiento vascular invasivo, como cirugía vascular
aumentar mucho antes tras la exposición repetida al fármaco. o angiografía, tienen un riesgo más alto de LRA inducida por
La NIA inducida por AINE, como los inhibidores selecti- ateroémbolos (émbolos de colesterol). Los eventos ateroem-
vos de la ciclooxigenasa-2, no suele causar fiebre, eritema ni bólicos pueden ser espontáneos o comenzar varios días a se-
eosinofilia y se desarrolla 6-18 meses después de la exposición manas después de la manipulación de la aorta. La rotura de la
al fármaco. Puede asociarse al síndrome nefrótico causado placa conduce a embolización de colesterol en las arterias
por glomerulopatía de cambios mínimos o por glomerulopa- de calibre pequeño y mediano, seguida de isquemia y lesión de
tía membranosa. Los inhibidores de la bomba de protones órgano diana. Los émbolos de colesterol (ateroémbolos) pue-
también se han asociado a NIA sin fiebre, eritema ni eosinofi- den obstruir arterias de los riñones, la piel, el músculo, el
lia. El momento de inicio de la NIA es variable, pero es más aparato gastrointestinal, el hígado, los ojos y el sistema ner-
frecuente 10-11 semanas después de la exposición. Estos fár- vioso central. La exploración física puede descubrir livedo
macos se encuentran entre los factores de riesgo de ERC. reticularis (red delgada de vasos de color rojo azulado, ha-
La recuperación renal de la NIA inducida por fármacos bitualmente en las piernas), placas de Hollenhorst en el
suele ser completa con la retirada inmediata del fármaco res- examen oftalmoscópico (cuerpo refráctil azul intraarterio-
ponsable tras el inicio de la lesión renal, pero puede demorar lar), ulceraciones y dedos de los pies azulados como conse-
semanas a meses. La exposición continua al fármaco durante cuencia de la isquemia (Figura 17). Los resultados de labora-
dos semanas puede causar fibrosis intersticial irreversible. Si la
función renal no mejora 5-7 días después de haber suspendido el
fármaco, se debe considerar la posibilidad de realizar una biop-
sia renal. La administración precoz de glucocorticoides pue-
de limitar el daño asociado a la NIA inducida por fármacos.
Glomerulonefritis aguda
La glomerulonefritis aguda con LRA se debe a daño glomerular
inmunomediado. Los hallazgos clásicos del examen de orina
son proteinuria, eritrocitos dismórficos y cilindros eritrocita-
rios (véase Tabla 26). Los signos y síntomas constitucionales
son frecuentes. Las técnicas serológicas y la biopsia renal per-
miten identificar la mayoría de las causas. La detección pre-
coz es extremadamente importante, porque sin tratamiento
la enfermedad puede ser mortal y causar daño renal irrever-
sible. La sección «Enfermedades glomerulares» contiene
más información.
71
Lesión renal aguda
torio revelan un nivel sérico bajo de complemento, eosinofilia depleción de volumen, la ERC y los cambios del pH de la ori-
periférica y eosinofiluria; el análisis de orina puede ser nor- na. La corrección de la depleción de volumen con líquidos in-
mal o presentar proteinuria, hematuria microscópica o cilin- travenosos es esencial tanto para la prevención como para
dros eritrocitarios. La embolia de colesterol se trata con me- el tratamiento de la LRA inducida por cristales. La adminis-
didas de apoyo y reducción de los factores de riesgo mediante tración de aciclovir en bolo intravenoso puede promover el
ácido acetilsalicílico, estatinas y manejo de la hipertensión. El depósito de cristales de aciclovir en los túbulos renales, que se
uso de anticoagulantes para el tratamiento de los émbolos puede prevenir mediante hidratación intravenosa previa y
de colesterol es controvertido, porque tanto los anticoagulan- administrando el aciclovir en infusión lenta. Dado que la for-
tes como los trombolíticos pueden inducir ateroémbolos. El mación de cristales de sulfamidas y de metotrexato es más
pronóstico renal es ominoso. probable en una orina ácida, la alcalinización de la orina pue-
La LRA causada por enfermedad microvascular puede de prevenir el depósito de cristales. Los cristales de los inhibi-
presentarse como una microangiopatía trombótica (MAT) con dores de la proteasa pueden causar LRA debido al depósito de
anemia hemolítica microangiopática, trombocitopenia y trom- cristales y a nefrolitiasis.
bosis capilar glomerular. Las patologías que pueden causar La nefropatía aguda por fosfatos tras la administración
MAT son: púrpura trombótica trombocitopénica, síndrome de preparaciones intestinales que contienen fosfato es una
urémico hemolítico, síndrome HELLP (hemólisis, enzimas causa potencialmente irreversible de LRA. Un aumento mar-
hepáticas elevadas y recuento bajo de plaquetas), emergencia cado y transitorio del fosfato sérico en un cuadro de depleción
hipertensiva, crisis renal esclerodérmica, MAT mediada por de volumen causa lesión tubular aguda y crónica debido a la
complemento y MAT inducida por fármacos. La orina puede precipitación tubular e intersticial de cristales de fosfato de
mostrar hematuria, cilindros eritrocitarios y/o proteinuria. calcio. La LRA puede manifestarse días a meses después de la
El tratamiento de la MAT se basa en la causa subyacente. La exposición. Los factores predisponentes son depleción de vo-
MAT inducida por fármacos se trata con la suspensión del lumen, ERC, edad avanzada, AINE e hipertensión arterial tra-
fármaco. tada con inhibidores de la ECA, BRA o diuréticos.
72
Lesión renal aguda
73
Lesión renal aguda
Tabla 27. Clasificación del síndrome cardiorrenal tasa de crecimiento rápido o carga tumoral elevada (leucemia
linfoblástica aguda, linfoma de Burkitt, leucemia mieloide
Tipo Definición
aguda); sin embargo, también se han descrito casos espontá-
Tipo 1 Agravamiento agudo de la función cardíaca neos. La LRA se debe al depósito de ácido úrico y/o de crista-
(insuficiencia cardíaca aguda; síndrome coronario
agudo; choque cardiogénico) que conduce a lesión
les de fosfato de calcio en los túbulos renales.
renal aguda El SLT se maneja con medidas preventivas antes de ini-
Tipo 2 Anomalías crónicas de la función cardíaca que ciar el tratamiento citotóxico en los pacientes de alto riesgo y
conducen a enfermedad renal crónica progresiva en el inicio inmediato de los cuidados de apoyo en los pacien-
Tipo 3 Agravamiento agudo de la función renal que tes que han desarrollado el SLT. El tratamiento del SLT esta-
conduce a disfunción cardíaca aguda blecido consiste en hidratación por vía intravenosa, trata-
Tipo 4 Enfermedad renal crónica primaria que conduce miento hipouricemiante, manejo de la hiperpotasemia y la
a lesión cardíaca (remodelado y disfunción del hiperfosfatemia y tratamiento sustitutivo renal en los casos
ventrículo izquierdo; disfunción diastólica;
refractarios. En los pacientes con riesgo de SLT se debe iniciar
insuficiencia cardíaca aguda; síndrome coronario
agudo) la expansión de volumen intensiva para lograr una diuresis
Tipo 5 Trastorno sistémico (p. ej., diabetes mellitus, sepsis, mínima de 80-100 ml/m2/hora. La alcalinización de la orina
amiloidosis) que causa disfunción cardíaca y renal ya no se recomienda, porque un pH urinario elevado puede
inducir un aumento del depósito de cristales de fosfato de cal-
cio. El alopurinol, un inhibidor competitivo de la xantina oxi-
dasa, impide la formación de ácido úrico y se recomienda
texto de hipertensión portal debido a cirrosis hepática, hepa- como profilaxis en los pacientes con riesgo intermedio de SLT
titis alcohólica grave o insuficiencia hepática aguda. El SHR se (aquellos con tumores sólidos muy sensibles a la quimiotera-
CONT.
caracteriza por un aumento de la vasoconstricción renal con pia); no produce ningún efecto sobre los niveles séricos de
vasodilatación arterial periférica. La función tubular está uratos. La rasburicasa, una oxidasa de uratos recombinante
conservada en ausencia de hematuria y proteinuria significa- que aumenta la solubilidad del ácido úrico en la orina y pro-
tivas y de cambios histológicos renales. mueve la reducción rápida de los niveles séricos de uratos,
El SHR tipo 1 es un diagnóstico clínico que se establece está indicada para los pacientes con alto riesgo de desarrollar
tras la exclusión de otras causas de disfunción renal. Se carac- el SLT o que ya lo han desarrollado. Está contraindicada en los
teriza por una elevación del nivel de creatinina sérica de al pacientes con déficit de G6PD.
menos 0,3 mg/dl (26,5 μmol/l) y/o ≥50% respecto al nivel ba-
sal en un plazo de 48 horas, análisis de orina inactivo y eco- Síndrome compartimental abdominal
grafía renal normal. La falta de mejoría de la función renal El síndrome compartimental abdominal se define como una
tras la suspensión de los diuréticos y de dos días de expan- presión intraabdominal (PIA) >20 mmHg sostenida y asocia-
sión de volumen con albúmina intravenosa también respalda da a disfunción de al menos un órgano. Tiene lugar en casos
este diagnóstico. Los pacientes a menudo presentan un ni- de cirugía abdominal, traumatismos, hemoperitoneo, hemo-
vel bajo de sodio en orina, EFNa baja y oliguria. El SHR tipo 2 se rragia retroperitoneal, ascitis, obstrucción intestinal, íleo y
define como un descenso más gradual de la función renal aso- pancreatitis. También se debe a derrame capilar en casos de
ciado a ascitis refractaria. reposición masiva de líquido o sepsis. Una PIA creciente cau-
El SHR tiene un mal pronóstico global en ausencia de sa hipoperfusión e isquemia en el intestino y en otras estruc-
trasplante hepático. El manejo clínico general consiste en sus- turas peritoneales y retroperitoneales, con el consiguiente de-
pender los diuréticos, restringir la ingesta de sodio, restringir terioro hemodinámico, respiratorio, neurológico y renal. La
la ingesta de agua en presencia de hiponatremia y determi- compresión de la vena renal y la vasoconstricción de la arte-
nar los factores precipitantes. Las intervenciones terapéuticas ria renal causan LRA oligúrica.
consisten en administrar vasoconstrictores y albúmina, rea- El síndrome compartimental abdominal se diagnostica
lizar una derivación portosistémica intrahepática transyugu- por el nivel de PIA; la medición de la presión vesical con una
lar en determinados pacientes, tratamiento sustitutivo renal sonda permanente es la metodología estándar. El manejo
y trasplante hepático. El tratamiento sustitutivo renal habi- consiste en tratamiento de apoyo, descompresión del com-
tualmente se reserva para los pacientes con LRA grave que partimiento abdominal y corrección del balance de líquidos
son candidatos a un trasplante hepático. positivo.
74
Lesión renal aguda
75
Litiasis renal
76
Litiasis renal
77
El riñón durante el embarazo
• El aumento de la ingesta de líquido por encima de • En el embarazo normal, la presión arterial desciende,
2.500 ml/día es la intervención más importante para la tasa de filtración glomerular aumenta, la creatini-
prevenir la litiasis recurrente, independientemente na sérica disminuye y la proteinuria aumenta.
de la composición del cálculo. (Continúa en página siguiente)
78
El riñón durante el embarazo
79
El riñón durante el embarazo
Presión arterial Sistólica ≥140 mmHg o diastólica ≥90 mmHg en dos mediciones realizadas en un intervalo mínimo
de cuatro horas después de la semana 20 de gestación en una mujer previamente normotensa
Sistólica ≥160 mmHg o diastólica ≥110 mmHg; la hipertensión se puede confirmar dentro
de un intervalo breve (minutos) para facilitar el inicio oportuno del tratamiento antihipertensivo
y
Proteinuria ≥300 mg en orina de 24 horas (o este valor extrapolado de una recolección cronometrada)
o
Cociente proteína/creatinina en orina ≥300 mg/g
1+ en tira reactiva (solo si no se dispone de otros métodos cuantitativos)
O, en ausencia de proteinuria, inicio de hipertensión arterial con inicio de cualquiera de los siguientes:
Trombocitopenia Recuento plaquetario < 100.000/μl (100 × 109/l)
Disfunción renal Concentraciones de creatinina sérica >1,1 mg/dl (97,2 μmol/l) o duplicación de la concentración
de creatinina sérica en ausencia de otras enfermedades renales
Disfunción hepática Concentraciones plasmáticas de aminotransaminasas hepáticas del doble de la concentración
normal
Edema pulmonar —
Síntomas cerebrales o visuales —
Con autorización del American College of Obstetricians and Gynecologists; Task Force on Hypertension in Pregnancy. Hypertension in pregnancy. Report of the American
College of Obstetricians and Gynecologists’ Task Force on Hypertension in Pregnancy. Obstet Gynecol. 2013;122(5):1122-31. [PMID: 24150027]
previa (tasa de recurrencia de alrededor del 20%), nulipari- posteriores al parto, aunque la resolución de la proteinuria
dad, diabetes mellitus, edad materna avanzada, gestación puede demorar meses. Se deben valorar los efectos beneficio-
múltiple y antecedentes familiares. sos de un parto prematuro para la madre frente al riesgo neo-
La fisiopatología de la preeclampsia aún no se ha escla- natal; sin embargo, la preeclampsia grave es una indicación
recido. La preeclampsia se caracteriza por el desarrollo anor- de parto inmediato, independientemente de la edad gestacio-
mal de los vasos placentarios y disfunción endotelial gene- nal. La preeclampsia leve se puede manejar de forma conser-
ralizada. Se ha observado que dos factores angiogénicos y vadora mediante monitorización materna y fetal y trata-
antiangiogénicos, tirosina cinasa-1 soluble tipo fms (sFlt-1) miento antihipertensivo. En todos los casos, se recomienda
y endoglina soluble (sEng), están elevados en las mujeres con monitorizar la hipertensión en el período posparto.
preeclampsia, pero aún se debe determinar si podrían cum-
Puntos clave
plir algún papel en el diagnóstico y el tratamiento.
La preeclampsia produce un aumento de peso rápido de- • La preeclampsia se define por el inicio de hiperten-
bido a edema, náuseas, vómitos, dolor abdominal (especial- sión arterial y proteinuria después de la semana 20
mente preocupante si se localiza en el cuadrante superior del embarazo.
derecho, que implica la posibilidad del síndrome HELLP), ce- • La administración de ácido acetilsalicílico en dosis
faleas, estado mental alterado y visión borrosa. Sin tratamien- bajas (81 mg/día) después de la semana 12 del emba-
to, la preeclampsia causa lesión de órgano diana en la madre razo reduce la incidencia de preeclampsia en las mu-
y retraso del crecimiento fetal y puede causar muerte mater- jeres de alto riesgo.
na, fetal o ambas.
• El tratamiento definitivo de la preeclampsia es el parto.
La administración de ácido acetilsalicílico en dosis bajas
(81 mg/día) después de la semana 12 del embarazo reduce la
incidencia de preeclampsia en las mujeres de alto riesgo. Los
fármacos antihipertensivos no previenen la preeclampsia,
Enfermedad renal crónica
pero reducen la incidencia de complicaciones como ictus, en el embarazo
insuficiencia cardíaca y lesión renal. Aunque no se ha llega- La ERC complica el manejo del embarazo; en la bibliogra-
do a un consenso, la mayoría de los expertos recomiendan fía obstétrica se destaca que la probabilidad de complica-
iniciar el tratamiento antihipertensivo cuando la PA es ciones es mayor con niveles de creatinina sérica >1,4 mg/dl
>150-160/100-110 mmHg. (124 μmol/l). La proteinuria también puede aumentar el ries-
El tratamiento definitivo de la preeclampsia es el parto. go, pero la reducción de la TFG tiene mayor impacto. Las com-
El riesgo de complicaciones maternas disminuye en las horas plicaciones incluyen preeclampsia, LRA, progresión de la ERC,
80
Enfermedad renal crónica
ERT, parto prematuro, hipertensión gestacional, retraso del se estratifica en los estadios 1 a 5 de acuerdo con la TFGe. En
crecimiento intrauterino y pérdida fetal. Es esencial ofrecer los estadios G1 y G2, la TFGe no está reducida, y el diagnósti-
asesoramiento preconcepcional sobre estos riesgos. co se hace por la presencia de defectos anatómicos o marca-
El embarazo es infrecuente en las mujeres tratadas con dores de daño renal como albuminuria, hematuria o alte-
diálisis, que a menudo causa infertilidad. Los niveles de β-go- raciones electrolíticas. Dado que la albuminuria se asocia a
nadotropina coriónica humana (β-hCG) pueden aumentar un aumento de la morbimortalidad cardiovascular y renal, el
durante la diálisis en ausencia de embarazo; por lo tanto, el grupo Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO)
embarazo se debe confirmar con una ecografía. El embarazo subdivide los cinco estadios basados en la TFGe de acuerdo
en una paciente que recibe diálisis se asocia a un riesgo muy con el grado de albuminuria (Figura 18). Este algoritmo de es-
alto de preeclampsia y pérdida fetal, aunque las tasas de naci- tadificación doble, por la TFGe y por el grado de albuminuria,
dos vivos han mejorado desde el 60% al 80%. Para optimizar los permite predecir el riesgo de progresión de ERC a ERT, que se
resultados fetales, se debe aumentar la frecuencia y la dosis de define como ERC en estadio G5 tratada con diálisis crónica o
la hemodiálisis con el fin de mejorar la PA y la volemia. trasplante renal.
El embarazo es más frecuente en las mujeres con tras-
plante renal que en las tratadas con diálisis, porque la fertili-
dad aumenta después del trasplante. Los resultados son mejo- Epidemiología y fisiopatología
res cuando el aloinjerto funciona apropiadamente (creatinina La ERC, definida por la presencia de albuminuria o una TFGe
sérica <1,5 mg/dl [132,6 μmol/l]) y la inmunosupresión se <60 ml/min/1,73 m2, afecta a alrededor del 15% de la pobla-
ha estabilizado; las receptoras de un trasplante deben esperar ción adulta estadounidense. Alrededor de la mitad de los
1-2 años y hasta que el aloinjerto se estabilice antes de inten- pacientes con ERC prevalente tienen enfermedad en esta-
tar la concepción. Ningún fármaco inmunosupresor se ha es- dio G3 o más avanzada; la otra mitad tienen ERC definida por
tudiado ampliamente durante el embarazo y todos tienen al- la presencia de albuminuria. La prevalencia de la ERC depen-
gún grado de riesgo asociado. Si bien los inhibidores de la de en gran medida de la edad, y en los últimos 20 años ha
calcineurina (tacrolimus y ciclosporina) se han empleado de aumentado varias veces en personas de edad avanzada. Se-
manera segura, el micofenolato de mofetilo es teratogénico y gún datos de la National Health and Nutrition Examination
3-6 meses antes de la concepción se debe reemplazar por aza- Survey (NHANES), el mayor aumento de la prevalencia co-
tioprina, que se ha administrado ampliamente durante el rresponde a la enfermedad en estadio G3. En Estados Uni-
embarazo. El sirolimus está contraindicado porque causa to- dos, la prevalencia de ERC en estadio ≥G3 es del 0,3% en la
xicidad fetal. Los glucocorticoides aumentan el riesgo de hi- población de 20-39 años de edad, del 3,3% en la población
pertensión y de diabetes durante el embarazo. de 40-59 años de edad y del 22,6% en la población ≥60 años de
edad. En cambio, la prevalencia de la albuminuria es menos
Puntos clave
dependiente de la edad. Aproximadamente el 6% de los adul-
• Las mujeres con enfermedad renal crónica (ERC) tie- tos de 40-59 años de edad tienen un cociente albúmina/crea-
nen un riesgo más alto de presentar preeclampsia, tinina en orina ≥30 mg/g, en comparación con el 8,5% de los
lesión renal aguda, progresión de la ERC, enfermedad ≥60 años de edad. La ERC avanzada, en estadios G4 o G5,
renal terminal, parto prematuro, hipertensión gesta- afecta a menos del 1% de la población. Tanto la prevalencia de
cional, retraso del crecimiento intrauterino y pérdida una TFGe <60 ml/min/1,73 m2 como de albuminuria es ma-
fetal. yor en las mujeres que en los varones (7,9% frente al 6,4% y
• Las receptoras de un trasplante renal deben esperar 10,9% frente al 8,8%, respectivamente).
al menos 1-2 años después del trasplante, hasta que el La ERC es la consecuencia de diversas etiologías que cau-
aloinjerto y la inmunosupresión se hayan estabiliza- san daño crónico en los glomérulos, las estructuras tubuloin-
do antes de intentar la concepción. tersticiales o ambos. El daño glomerular se manifiesta por pro-
teinuria o albuminuria. Si bien el daño tubulointersticial grave
• Los fármacos inmunosupresores micofenolato de
(a causa de inflamación crónica y fibrosis) puede ser subclíni-
mofetilo y sirolimus empleados después de un tras-
co y pasar desapercibido, las anomalías estructurales subya-
plante renal son teratogénicos y se deben suspender
centes finalmente afectan a la función renal, con un descenso
antes de intentar la concepción.
de la TFG por debajo de los niveles normales.
No todos los pacientes con ERC progresan a ERT. Los
predictores más importantes de progresión son la TFGe y el
grado de albuminuria o proteinuria iniciales. La evolución
Enfermedad renal crónica temporal de la TFGe también es un predictor de ERT y de los
desenlaces cardiovasculares. La progresión de la ERC sue-
Definición y estadificación le ser más rápida en los pacientes diabéticos que en los no
La ERC se diagnostica por la presencia de alteraciones de la es- diabéticos. La velocidad anual del descenso de la TFGe es de
tructura o la función renal durante más de tres meses. La ERC 3-6 ml/min/1,73 m2 en los pacientes con diabetes mellitus
81
Enfermedad renal crónica
A1 A2 A3
Reducción leve
G3a 45-59
a moderada
Reducción moderada
G3b 30-44
a grave
Verde: riesgo bajo (si no se identifican otros marcadores de enfermedad renal, no se diagnostica ERC);
Amarillo: riesgo moderadamente elevado; Naranja: riesgo alto; Rojo: riesgo muy alto.
F i g u r a 1 8 . Sistema de clasificación de la enfermedad renal crónica de la iniciativa The Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO). Pronóstico
de la enfermedad renal crónica según las categorías de filtrado glomerular y de albuminuria. ERC: enfermedad renal crónica; TFG: tasa de filtración glomerular.
Reimpreso con autorización de Macmillan Publishers Ltd: Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) CKD Work Group. KDIGO 2012 clinical practice guideline for the evaluation and management of chronic kidney disease.
Kidney Int Suppl. 2013;3:1-150. Copyright 2013.
tipo 2 y albuminuria de alto grado. Las variantes de riesgo re- capacidad de excreción de sal y agua también puede estar al-
nal del gen que codifica la apolipoproteína L1 (APOL1) preva- terada en la ERC moderada a grave y puede manifestarse por
lecen en la población de raza negra y se asocian a tasas más edema. La ERC en un paciente con proteinuria de rango nefró-
altas de ERT y de progresión de la ERC, independientemente tico también puede manifestarse por edema o anasarca.
de la presencia o ausencia de diabetes (véase «Trastornos ge- La progresión de ERC a ERT da lugar a síntomas inespecí-
néticos y enfermedad renal»). ficos («urémicos»), como astenia, náuseas, pérdida del apeti-
to, insomnio, irritabilidad, dificultad para concentrarse, con-
fusión o prurito. La uremia también puede inducir serositis y
Cribado causar pleuritis y pericarditis. Sin embargo, por causas desco-
La ERC se mantiene asintomática hasta los estadios avanza- nocidas, una gran proporción de pacientes con ERC en esta-
dos (G4, G5). El cribado de ERC es motivo de controversia. El dio G5 presentan síntomas urémicos escasos o intermiten-
USPSTF y el ACP lo desaconsejan en adultos asintomáticos tes. Los pacientes con uremia prolongada que no reciben
con o sin factores de riesgo de ERC. En cambio, la American tratamiento sustitutivo renal pueden desarrollar «escarcha
Society of Nephrology lo aconseja en todos los adultos, sin li- urémica», en la que la piel adopta un aspecto calcáreo y
mitarse a los que tienen antecedentes familiares de enferme- blanquecino debido a los depósitos de urea cristalizada y de
dad renal o factores de riesgo de ERC (diabetes, hipertensión otros productos nitrogenados que se evaporan del sudor (Fi-
arterial o enfermedad cardiovascular). gura 19). Este cuadro es raro en la actualidad, debido a los ma-
yores conocimientos sobre la enfermedad y a la disponibili-
dad generalizada de la diálisis.
Manifestaciones clínicas
La ERC se mantiene asintomática hasta los estadios avanza-
dos (G4, G5). El descenso de la TFGe a <30 ml/min/1,73 m2 da Diagnóstico
lugar a alteraciones de numerosas vías metabólicas, como las La ERC se puede sospechar por los signos clínicos o detectar
implicadas en la producción de 1,25-dihidroxivitamina D y de incidentalmente por el nivel elevado de creatinina sérica en
eritrocitos, debido a la reducción marcada de la masa nefro- un panel bioquímico básico. La evaluación inicial de la TFG
nal y de la síntesis de 1α-hidroxilasa y de eritropoyetina. La consiste en determinar la TFGe a partir del nivel de creatini-
82
Enfermedad renal crónica
Puntos clave
• La enfermedad renal crónica se diagnostica por la
presencia de alteraciones de la estructura o la función
renal durante más de tres meses.
• La estadificación de la enfermedad renal crónica se
basa en el nivel de tasa de filtración glomerular esti-
mada y el grado de albuminuria.
• El U.S Preventive Services Task Force y el American
F i g u r a 1 9 . Escarcha urémica: depósitos calcáreos de urea y sales de ácido College of Physicians desaconsejan el cribado de en-
úrico en la piel en un paciente con enfermedad renal crónica no tratada. fermedad renal crónica (ERC) en adultos asintomáti-
cos con o sin factores de riesgo de ERC, mientras que
la American Society of Nephrology lo recomienda
para todos los adultos, sin limitarse a los que tienen
na sérica mediante la ecuación de creatinina Chronic Kidney
antecedentes familiares de enfermedad renal o facto-
Disease Epidemiology Collaboration (CKD-EPI). Si fuera ne-
res de riesgo de ERC (diabetes, hipertensión arterial
cesario confirmar la TFG debido a la presencia trastornos in-
o enfermedad cardiovascular).
dependientes de la TFG que afectan al nivel de creatinina sé-
rica (masa muscular o dieta extremas), se deberá medir el
nivel de cistatina C y usar la ecuación CKD-EPI de creatinina
y cistatina, o medir la TFG directamente mediante un proce- Complicaciones y manejo
dimiento de aclaramiento. La evaluación inicial de la albumi- Las guías KDIGO recomiendan derivar al paciente a un ne-
nuria requiere calcular el cociente albúmina/creatinina en frólogo para la evaluación y el manejo de la ERC en presen-
una muestra aislada de orina. Si fuera necesario confirmar la cia de: LRA o descenso abrupto y sostenido de la TFG; TFG
albuminuria debido a la variación diurna o a trastornos que <30 ml/min/1,73 m2; albuminuria persistente (>300 mg/g);
afectan a la excreción urinaria de creatinina, se debe medir la progresión de la ERC; cilindros eritrocitarios; >20 eritrocitos
tasa de excreción de albúmina en una recolección cronome- por campo a gran aumento (CGA) de forma continua y sin
trada de orina. Para obtener más información, véase «Eva- causa aparente; hipertensión arterial refractaria al tratamien-
luación clínica de la función renal». to con cuatro o más fármacos antihipertensivos; alteraciones
El diagnóstico de ERC requiere una TFGe baja confirma- persistentes del potasio sérico; nefrolitiasis extensa o recu-
da al menos tres meses después de la evaluación inicial o bien rrente, o enfermedad renal hereditaria.
la presencia de proteinuria o albuminuria persistente. La Se ha desarrollado y validado una ecuación para calcular
biopsia renal se indica para determinar la etiología de la ERC el riesgo de insuficiencia renal, la Kidney Failure Risk Equa-
cuando la historia clínica, el sedimento urinario y los resul- tion (KFRE). Esta ecuación emplea cuatro variables (edad,
tados de laboratorio o las pruebas serológicas indican la pro- sexo, TFGe y albuminuria) para predecir el riesgo de ERT a dos
babilidad de glomerulonefritis, enfermedad tubulointersti- y cinco años en pacientes con ERC en estadio G3-G5. Tiene un
cial de causa desconocida o proteinuria elevada. La biopsia buen desempeño en diferentes edades y razas, en ambos se-
renal no se debe realizar en pacientes con riñones pequeños xos y en presencia o ausencia de diabetes. El uso de esta
(<9 cm), que indican enfermedad crónica irreversible. Oca- ecuación concuerda con las guías KDIGO, que recomiendan
sionalmente, los pacientes presentan «enfermedad renal integrar la predicción del riesgo en la evaluación y el mane-
médica» en los estudios de imagen (p. ej., riñones hiperecoi- jo de la ERC.
83
Enfermedad renal crónica
84
Enfermedad renal crónica
85
Enfermedad renal crónica
niveles elevados de FGF-23 y de PTH para promover la excre- perparatiroidismo secundario. Se asocia a un aumento del
ción de fósforo y se desarrolla hiperfosfatemia. El descenso número y la actividad de osteoblastos y osteoclastos y a la ex-
progresivo del nivel de 1,25-dihidroxivitamina D conduce a pansión de las superficies osteoides, factores que aumentan el
una menor absorción intestinal de calcio y la hiperfosfatemia riesgo de fractura. Puede ser asintomática o causar dolor óseo.
promueve la precipitación del calcio y el fósforo en tejidos ex- En las radiografías se observan cambios esqueléticos clásicos,
traesqueléticos, lo que conduce a hipocalcemia. como resorción ósea subperióstica más prominente en las fa-
Además de la disminución de la conversión de 25-hi- langes de las manos y quistes óseos radiolúcidos en los hue-
droxivitamina D a 1,25 dihidroxivitamina D, los pacientes con sos largos.
ERC también tienen una prevalencia más elevada de déficit
de 25-hidroxivitamina D. Las guías KDIGO recomiendan eva- Enfermedad ósea adinámica
luar el déficit de 25-hidroxivitamina D en los pacientes con La enfermedad ósea adinámica tiene lugar en situaciones de
una TFGe <60 ml/min/1,73 m2 (estadio G3-G5) e indicar su- inactividad de las células óseas con reducción pronunciada
plementos siguiendo las mismas pautas que para la población del recambio óseo. Las anomalías histopatológicas observa-
en general. das, como la disminución de la actividad osteoclástica con
Los niveles de PTH suelen estar elevados en los pacientes aumento de la sustancia osteoide, aumentan el riesgo de frac-
con una TFGe <60 ml/min/1,73 m2 (estadio G3-G5) y aumen- tura. Los pacientes presentan niveles de PTH suprimidos (de-
tan progresivamente con el empeoramiento de la ERC. Las bido a enfermedad crónica o a tratamiento intensivo con aná-
guías KDIGO recomiendan medir los niveles de PTH intacta logos de la vitamina D) o resistencia esquelética a la PTH a
en estos pacientes para contribuir en la detección y el mane- causa de la subexpresión de los receptores óseos de PTH indu-
jo del hiperparatiroidismo secundario y sus complicaciones. cida por los niveles circulantes elevados de PTH. Los pacientes
pueden encontrarse asintomáticos o presentar dolor óseo. La
Calcificación vascular presencia de enfermedad ósea adinámica se debe descartar
Se ha observado una prevalencia elevada de calcificación ar- antes de iniciar el tratamiento con bifosfonatos, porque estos
terial, incluso de las arterias coronarias, en los pacientes con fármacos pueden causar o empeorar esta enfermedad al inhi-
ERC; la calcificación es mayor en los pacientes con ERT. La bir la actividad osteoclástica.
calcificación arterial reduce la distensibilidad vascular y es
probable que contribuya a la prevalencia elevada de hipertro- Osteomalacia
fia ventricular izquierda observada en los pacientes con ERC. La osteomalacia se caracteriza por la disminución de la mine-
Dado que la calcificación arterial también tiene una asocia- ralización de la sustancia osteoide en sitios de recambio óseo,
ción estrecha con la mortalidad general y de causa cardiovas- lo que aumenta el riesgo de fractura. Los síntomas más fre-
cular, las guías KDIGO sugieren tratar a los pacientes con ERC cuentes son dolor y sensibilidad ósea. Si bien los pacientes
y calcificación arterial como si se encontraran en la categoría con ERC tienen un riesgo elevado de osteomalacia, la ERC no
más alta de riesgo cardiovascular. Sin embargo, no se ha do- es una causa de osteomalacia; el déficit de vitamina D es fre-
cumentado una mejoría de los resultados clínicos con los tra- cuente y se debe a factores coexistentes como malabsorción
tamientos dirigidos a reducir la calcificación vascular. intestinal secundaria a trastornos gastrointestinales o acceso
restringido a la luz solar.
Osteodistrofia renal
La osteodistrofia renal es la alteración de la morfología ósea en Osteoporosis
los pacientes con ERC, que forma parte del trastorno sistémi- En los pacientes con ERC concurren diversos factores que re-
co TMO-ERC. La osteodistrofia renal conduce a cuatro tipos ducen la densidad ósea. Las guías KDIGO sugieren determi-
principales de cambios histológicos óseos que se describen en nar la densidad mineral ósea en los pacientes con ERC en es-
esta sección. Las guías KDIGO recomiendan realizar una biop- tadio G3a-G5 y evidencia de TMO-ERC o factores de riesgo de
sia ósea si el diagnóstico del tipo de osteodistrofia renal influi- osteoporosis para evaluar el riesgo de fractura si los resulta-
rá en las decisiones de tratamiento en los pacientes con ERC dos podrían modificar las decisiones de tratamiento.
en estadio G3a-G5. Esta recomendación se basa en la expe-
riencia creciente con el tratamiento farmacológico de la os- Manejo
teoporosis en pacientes con ERC, densidad mineral ósea baja En los pacientes con ERC en estadio G3a-G5, el tratamiento
y riesgo elevado de fractura. La incapacidad para realizar una del TMO-ERC se guía por evaluaciones seriadas de los nive-
biopsia de hueso no justifica la abstención del tratamiento les de fósforo, calcio y PTH. Las guías KDIGO recomiendan re-
antirresortivo en los pacientes con riesgo elevado de fractura. ducir los niveles elevados de fósforo hacia el rango normal,
pero no dentro del rango normal, en los pacientes con ERC en
Osteitis fibroquística estadio G3a-G5, ya que no se dispone de datos que demues-
La osteitis fibroquística se debe a un recambio óseo anormal- tren que las medidas para mantener la fosfatemia dentro del
mente elevado que puede ocurrir tras la exposición prolon- rango normal sean beneficiosas y seguras. Por lo tanto, el tra-
gada del hueso a niveles elevados sostenidos de PTH en el hi- tamiento para reducir el nivel de fósforo sérico se debe indi-
86
Enfermedad renal crónica
car ante una hiperfosfatemia manifiesta y solo si es progresi- que reconoce la utilidad y la eficacia de los compuestos con
va o persistente. vitamina D activa.
Las guías KDIGO recomiendan evitar la hipercalcemia. El hiperparatiroidismo terciario no responde a los fijado-
La hipocalcemia leve y asintomática (p. ej., durante el trata- res de fosfato ni al calcitriol, y la paratiroidectomía suele ne-
miento con calcimiméticos) se puede tolerar para evitar una cesaria como tratamiento definitivo.
carga de calcio inapropiada. Las guías KDIGO también reco-
Puntos clave
miendan reducir la dosis de fijadores de fosfato que contienen
calcio (carbonato de calcio y acetato de calcio) en los pacientes • El trastorno mineral y óseo asociado a enfermedad
con ERC en estadio G3a-G5, en lugar de reducirla solamente renal crónica se diagnostica por los cambios en la ho-
en los que tienen hipercalcemia. Este cambio se fundamen- meostasis normal del calcio y el fósforo asociados a la
ta en ensayos publicados que sugieren que la exposición al disminución de la función renal; estos cambios cau-
calcio exógeno promueve calcificación vascular en todos los san alteraciones en la mineralización ósea.
estadios de la ERC, además de otros datos que sugieren que • Según las guías clínicas actuales del grupo Kidney
los fijadores de fosfato que no contienen calcio (sevelámero y Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO), el
lantano) se asocian a un riesgo más bajo de muerte en com- manejo del trastorno mineral y óseo asociado a en
paración con los que contienen calcio. fermedad renal crónica se centra en normalizar el ni-
No se han establecido los niveles óptimos de PTH para vel de fósforo sérico, evitar la hipercalcemia y abor-
pacientes con ERC en estadio G3a-G5 que no reciben diálisis. dar los factores modificables.
Anteriormente se indicaba iniciar el manejo clínico para ni-
veles de PTH por encima del límite superior de la normalidad.
En la actualización de 2016 de las guías KDIGO se sugiere que Anemia
si los niveles de PTH intacta «aumentan de forma progresi La anemia es frecuente en los pacientes con ERC y su preva-
va o se mantienen persistentemente por encima del límite lencia aumenta con la progresión a los estadios G4 y G5. La
superior del intervalo normal de la técnica empleada, se de- anemia asociada a la ERC suele ser normocítica y se debe en
ben evaluar los factores modificables, como hiperfosfatemia, gran parte al cese de la producción de eritropoyetina secun-
hipocalcemia, ingesta elevada de fosfato y déficit de vitami- daria a la disminución de la masa renal funcional. Otros fac-
na D». Las guías KDIGO desaconsejan el uso sistemático de tores contribuyentes son la resistencia a la eritropoyetina, la
calcitriol y análogos de la vitamina D para reducir los niveles neocitólisis (supervivencia reducida de los eritrocitos) y la fe-
de PTH en los pacientes con ERC en estadio G3a-G5 que no re- rropenia.
ciben diálisis, porque los ensayos realizados con estos fárma- Si bien los descensos leves del nivel de hemoglobina son
cos no han documentado mejorías en resultados clínicamen- bien tolerados, la preocupación por la posibilidad de que in-
te relevantes. En cambio, estos fármacos se deben reservar duzcan o contribuyan al desarrollo de hipertrofia ventricular
para pacientes con ERC en estadio G4-G5 con hiperparatiroi- izquierda ha impulsado la creencia de que los valores más al-
dismo grave y progresivo. tos de hemoglobina son beneficiosos. Además, algunos datos
Las guías KDIGO recomiendan el uso de calcimiméticos, observacionales indican que los valores más altos de hemo
calcitriol o análogos de la vitamina D, o una combinación globina se asocian a mejores desenlaces clínicos en los pa-
de calcimiméticos con calcitriol o análogos de la vitamina D, cientes con ERC y ERT. Sin embargo, en numerosos ensayos
para reducir los niveles de PTH en los pacientes tratados con aleatorizados controlados de gran tamaño realizados en los úl-
diálisis. Esta recomendación se fundamenta en gran medida timos 15-20 años no se identificaron efectos beneficiosos ni
en los resultados del ensayo EVOLVE (EValuation Of Cinacal- perjudiciales respecto a algunos eventos cardiovasculares en
cet Hydrochloride Therapy to Lower CardioVascular Events) los grupos asignados aleatoriamente al tratamiento con agen-
y de varios análisis secundarios de datos de este ensayo. En el tes estimulantes de la eritropoyesis (AEE) para alcanzar valores
ensayo EVOLVE se evaluó el efecto del cinacalcet frente a pla- más altos de hemoglobina. En estos ensayos, los valores más
cebo en pacientes en hemodiálisis; se empleó un criterio de altos de hemoglobina solo causaron una mejoría modesta de
valoración compuesto que incluía mortalidad por todas las la astenia, pero ningún efecto beneficioso en el funcionamien-
causas, infarto de miocardio no mortal, hospitalización por to físico. Los mecanismos subyacentes a la ausencia de efec-
angina inestable, insuficiencia cardíaca y eventos vasculares tos beneficiosos o perjudiciales en los grupos asignados a va-
periféricos. Si bien el análisis primario demostró una reduc- lores más altos de hemoglobina no se han esclarecido, pero
ción sin relevancia estadística en el criterio de valoración podrían atribuirse a los efectos extrarrenales de los AEE. Las
principal compuesto con cinacalcet, en varios análisis de sen- guías actuales del grupo KDIGO recomiendan considerar la
sibilidad se observaron reducciones estadísticamente signifi- administración de AEE en pacientes con ERC y concentra-
cativas, incluso en los pacientes ≥65 años de edad. Debido a ciones de hemoglobina <10 g/dl (100 g/l). En la advertencia
estos resultados mayoritariamente positivos, pero contra- de recuadro negro sobre el uso de AEE se menciona que pue-
dictorios, el grupo de trabajo KDIGO incluyó a los calcimi- den aumentar los riesgos de mortalidad, de progresión de
méticos entre las opciones de tratamiento aceptables, aun- una neoplasia maligna activa, de eventos tromboembólicos
87
Enfermedad renal crónica
posquirúrgicos en ausencia de tratamiento anticoagulante y lidad de que un fármaco potencialmente nefrotóxico cause
de eventos cardiovasculares graves en pacientes con valores daño renal.
CONT.
de hemoglobina >11 g/dl (110 g/l) o antecedentes de ictus. Es útil clasificar los fármacos nefrotóxicos por su sitio
En todos los pacientes con ERC y anemia se deben eva- de acción principal. Por ejemplo, algunos fármacos, como los
luar los perfiles de hierro, como la capacidad total de fijación AINE, los inhibidores de la calcineurina, los inhibidores de la
del hierro y el nivel de ferritina. Las guías clínicas del grupo ECA y los BRA, pueden afectar al flujo sanguíneo glomerular.
KDIGO recomiendan mantener niveles de saturación de trans- Los pacientes con LRA que toman AINE deben suspenderlos
ferrina >30% y de ferritina sérica >500 ng/ml (500 μg/l) con de inmediato. La American Society of Nephrology recomien-
suplementos de hierro por vía oral o intravenosa. Los depósi- da evitar los AINE, incluso los inhibidores de la COX-2, en los
tos bajos de hierro contribuyen a una baja respuesta a los pacientes con ERC, porque pueden empeorar la función re-
AEE. Las transfusiones de eritrocitos son adecuadas para los pa- nal. Los inhibidores de la ECA y los BRA son la piedra angular
cientes con anemia grave o moderada sintomática, pero se de- del tratamiento para los pacientes con ERC; sin embargo, du-
ben reducir al mínimo en los pacientes con ERC y ERT debido rante episodios de enfermedad aguda o de depleción de vo-
al riesgo de sobrecarga de hierro y de sensibilización a antíge- lumen aumentan el riesgo de LRA debido a sus efectos sobre
nos HLA, que podría conducir a alosensibilización y prolon- la presión intraglomerular. Los fármacos que causan lesión
gar el tiempo de espera para el trasplante renal. glomerular, lesión tubular o nefritis tubulointersticial se abor-
Las guías KDIGO sobre el diagnóstico y el manejo de la dan en la sección «Lesión renal aguda».
anemia relacionada con ERC están publicadas en kdigo.org. La bibliografía reciente sugiere que los inhibidores de la
bomba de protones, además de su asociación clásica con ne-
Acidosis metabólica fritis intersticial aguda y LRA, podrían contribuir al desarro-
La acidosis metabólica es frecuente en los pacientes con ERC llo y a la progresión de la ERC. Esta asociación es sólida y se
debido a la excreción deficiente de ácido (que conduce a una ha confirmado en tres cohortes independientes. En estos es-
menor generación de bicarbonato), habitualmente a causa de tudios se utilizaron comparadores cuidadosamente seleccio-
la menor producción de amonio. La acidosis metabólica no nados, como el uso de bloqueadores de los receptores H2, y los
tratada puede conducir a pérdida de masa muscular (debido análisis se ajustaron por numerosas variables de confusión
al aumento de la proteólisis muscular) y de masa ósea (debi- potenciales, como el uso crónico de AINE.
do al aumento de la resorción ósea y al deterioro de la forma-
ción ósea). La acidosis metabólica es hiperclorémica con gap Proteinuria
aniónico normal en los estadios iniciales de la ERC. Con la La gravedad de la proteinuria tiene una asociación estrecha
disminución de la TFGe, se retienen aniones orgánicos e inor- con desenlaces clínicos adversos, como la progresión de ERC
gánicos y se desarrolla una acidosis metabólica con gap anió- a ERT, la morbilidad cardiovascular y la mortalidad. No está
nico elevado. claro si la proteinuria es simplemente un marcador de la gra-
En estudios observacionales a gran escala se ha demos- vedad de la lesión y la enfermedad renal o bien si activa vías
trado que los niveles séricos bajos de bicarbonato tienen una inflamatorias y contribuye a la fibrosis tubulointersticial. Si
asociación estrecha tanto con una progresión más acelerada bien el bloqueo doble del sistema renina-angiotensina con
de la ERC como con la mortalidad. El tratamiento alcalinizan- combinaciones de inhibidores de la ECA, BRA o inhibidores
te, habitualmente con bicarbonato de sodio o citrato de sodio, directos de la renina disminuye la proteinuria, en varios en-
puede retrasar la progresión de la ERC; por lo tanto, las guías sayos clínicos se observó que la combinación de antagonistas
KDIGO recomiendan iniciarlo cuando el nivel de bicarbonato del sistema renina-angiotensina causaba más eventos adver-
sérico se mantiene por debajo de 22 mEq/l (22 mmol/l). La do- sos (hiperpotasemia, hipotensión, LRA) sin beneficios cardio-
sis de sales alcalinas se debe ajustar hasta normalizar el nivel vasculares o renales adicionales.
de bicarbonato sérico; el exceso de álcali en un paciente con
una TFGe reducida puede inducir alcalosis metabólica, que se Restricción de proteínas
asocia a un aumento de la mortalidad. A pesar del exceso de En estudios realizados en modelos animales se demostró que
sodio, las sales alcalinas no inducen expansión de volumen, las dietas hipoproteicas retrasan la progresión de la enferme-
ni siquiera en los pacientes con insuficiencia cardíaca cró- dad renal porque reducen la presión de la filtración glomeru-
nica o edema manifiesto, probablemente porque el anión lar, con lo cual previenen la progresión de la lesión y la fibro-
acompañante no es el cloruro. sis. Sin embargo, en el estudio Modification of Diet in Renal
Disease no se observó ninguna mejoría definitiva en los resul-
Nefrotoxinas tados renales en el grupo asignado aleatoriamente a una dieta
Cuando se prescriben fármacos en pacientes con ERC se de- hipoproteica (0,6 g/kg/día). Aunque la evidencia disponible
ben tener en cuenta dos aspectos importantes: 1) las dosis de es insuficiente para recomendar el uso sistemático de dietas
los fármacos con excreción renal se deben ajustar para evitar hipoproteicas para retrasar la progresión de la ERC, las die-
su acumulación y los posibles efectos secundarios, y 2) la re- tas hiperproteicas podrían o agravar los síntomas urémicos
ducción de la masa nefronal funcional aumenta la probabi- en los pacientes con ERC en estadio G5. Los resultados de es-
88
Enfermedad renal crónica
tudios pequeños sugieren que las dietas hipoproteicas po- establecen que las vacunas podrían ser más efectivas en los
drían retrasar el inicio de la uremia sintomática y la necesi- pacientes con ERC cuando se aplican antes de la necesidad de
dad de tratamiento sustitutivo renal en los pacientes con ERC diálisis crónica o un trasplante de riñón. Por otra parte, los
en estadio G5 que todavía no reciben diálisis. pacientes con ERC deben recibir vacunas siguiendo las pau-
tas habituales, con algunas excepciones:
Puntos clave
• Los agentes estimulantes de la eritropoyesis aumen- • Los pacientes con ERC avanzada y dependencia inminen-
te de diálisis o aquellos con ERT tratados con hemodiálisis
tan el riesgo de eventos cardiovasculares graves en
deben recibir la vacuna contra el virus de la hepatitis B.
los pacientes con valores de hemoglobina >11 g/dl
(110 g/l) o antecedentes de ictus. • Los pacientes con ERC (estadio no especificado) o síndro-
me nefrótico deben recibir las vacunas antineumocócicas
• Las guías del grupo Kidney Disease: Improving Global
de 23 y de 13 serotipos y repetir la vacuna de 23 serotipos
Outcomes (KDIGO) recomiendan el tratamiento alca-
tras un período mínimo de cinco años.
linizante para la acidosis metabólica en los pacientes
con enfermedad renal crónica y un nivel de bicarbo- • Los pacientes con ERC deben recibir la vacuna antigripal
nato sérico persistentemente inferior a 22 mEq/l cada año, pero los que tienen ERT solo debe recibir la va-
(22 mmol/l). cuna inactivada debido a los riesgos asociados a las vacu-
nas vivas en pacientes inmunocomprometidos.
• Los inhibidores de la ECA y los bloqueadores de los
receptores de angiotensina disminuyen la proteinuria
Acceso vascular
y retrasan la progresión de las nefropatías proteinúri-
Los pacientes con ERC avanzada pueden requerir tratamien-
cas, pero su uso combinado causa más eventos adver-
to sustitutivo renal; la creación oportuna del acceso vascular
sos sin efectos beneficiosos cardiovasculares o renales
es esencial en los que eligen la hemodiálisis. Es indispensable
adicionales.
la derivación a un cirujano experimentado varios meses an-
tes de iniciar la diálisis, porque la creación de la fístula arte-
riovenosa puede ser técnicamente difícil y la fístula puede re-
Consideraciones especiales querir varios meses para madurar por completo. Las fístulas
Agentes de contraste para estudios de imagen arteriovenosas tienen mejores resultados clínicos que los in-
El contraste yodado intravenoso puede causar una nefropatía jertos arteriovenosos y los catéteres tunelizados.
inducida por contraste (NIC), y este riesgo aumenta con la La preservación de las venas del brazo no dominante es
gravedad de la ERC. Los pacientes con ERC deben recibir hi- primordial; por ello, es importante limitar las flebotomías y la
dratación intravenosa con solución salina isotónica o solucio- colocación de catéteres intravenosos en ese brazo. Los catéte-
nes bicarbonatadas antes y después de la administración del res venosos centrales de inserción periférica se deben evitar
contraste, a menos que haya signos evidentes de edema pul- en los pacientes con una TFGe <60 ml/min/1,73 m2. En un es-
monar. La sección «Lesión renal aguda» contiene más infor- tudio reciente se demostró que la colocación de estos catéte-
mación sobre la NIC. res antes o después de iniciar la hemodiálisis tenía una aso-
El gadolinio empleado como medio de contraste en estu- ciación independiente con una reducción del 15-20% de la
dios de RM puede causar fibrosis sistémica nefrogénica (FSN); probabilidad de transición a una fístula o a un injerto funcio-
por lo tanto, no se debe administrar a pacientes con una TFGe nal. Los catéteres en la vena subclavia también se deben evi-
<30 ml/min/1,73 m2. En situaciones de riesgo vital en las que tar debido al riesgo de estenosis subclavia, que podría perju-
el beneficio de la RM supera al riesgo de FSN, se deben admi- dicar el buen funcionamiento de una fístula arteriovenosa o
nistrar dosis bajas de compuestos de gadolinio estables. En los un injerto arteriovenoso utilizado para la diálisis.
pacientes con ERC avanzada y ERT, se debe solicitar una inter-
consulta con nefrología para evaluar los riesgos de la adminis- Pacientes mayores
tración de gadolinio y guiar el uso de la diálisis. En los pacien- La ERC en estadios G1-G3a en pacientes ancianos sin albumi-
tes con ERC grave que requieren una RM con de gadolinio, la nuria tiene una importancia clínica mínima; algunos autores
diálisis diaria durante tres días parece ser efectiva para eli- consideran que este descenso leve de la TFGe es parte del pro-
minar el gadolinio y reducir el riesgo de FSN. Para más in- ceso de envejecimiento normal. En los pacientes de edad
formación sobre la FSN, véase el módulo «Dermatología» de avanzada con ERC progresiva o grave que requiere decidir el
MKSAP 18. inicio del tratamiento sustitutivo renal o una derivación para
evaluar la posibilidad de un trasplante renal, es más conve-
Vacunas niente seguir un enfoque centrado en el paciente. En estos ca-
Los pacientes con ERC tienen un riesgo más alto de desarro- sos se deben considerar las comorbilidades médicas, el estado
llar infecciones que pueden prevenirse con vacunas, aunque funcional, los resultados esperados y las preferencias del pa-
tienen una respuesta inmunitaria deficiente a las vacunas. ciente respecto a los objetivos del tratamiento. Los datos dis-
Las guías de los Centers for Disease Control and Prevention ponibles demuestran que el inicio de la hemodiálisis en pa-
89
Enfermedad renal crónica
cientes ≥80 años de edad se asocia a una supervivencia más podrían no desear ninguna de estas opciones destinadas a
prolongada en los que recibieron manejo planificado nefroló- mantener la vida. En los últimos años se ha difundido el con-
gico antes de la hemodiálisis, en aquellos con un buen estado cepto de «cuidado de apoyo renal», que consiste en brindar
nutricional previo y en los que ya tenían una fístula arterio- servicios destinados a mejorar la calidad de vida a los pacien-
venosa creada como acceso vascular en el momento de iniciar tes con ERC avanzada. Esto requiere adaptar el tratamiento a
la hemodiálisis. los objetivos del paciente mediante un proceso de toma de de-
cisiones compartida sensible a la cultura del paciente y la pla-
Puntos clave
nificación anticipada de la atención, además del tratamiento
• El gadolinio empleado como medio de contraste en de los síntomas de uremia, hipervolemia, hiperpotasemia o
la resonancia magnética puede causar fibrosis sis- acidosis. Se ha demostrado que el inicio del TSR en pacientes
témica nefrogénica y se debe evitar en los pacientes asintomáticos o con un punto de corte determinado de TFGe
con una tasa de filtración glomerular estimada no tiene ninguna ventaja frente a la espera vigilante y el ini-
<30 ml/min/1,73 m2. cio del TSR para alteraciones metabólicas o síntomas refrac-
• En los pacientes con enfermedad renal crónica se tarios al tratamiento médico. En los ancianos y los pacientes
debe evitar la colocación de catéteres venosos centra- frágiles, el manejo de los síntomas se debe equilibrar con la
les de inserción periférica y en la vena subclavia en el atención óptima, sin dar prioridad a los resultados a largo pla-
brazo no dominante, con el fin de preservar esas ve- zo, como la supervivencia. La atención se debe adaptar a las
nas en el caso de que se necesite crear un acceso vas- preferencias del paciente y priorizar la calidad de vida. En la
cular para diálisis. Tabla 30 se comparan los objetivos asistenciales de la diálisis
convencional y los del tratamiento conservador renal en pa-
cientes con ERT.
Enfermedad renal terminal
La ERC en estadio G5 se define por una TFGe <15 ml/min/1,73 m2, Diálisis
y la ERT, como una ERC en estadio G5 tratada con diálisis cró- En los pacientes que eligen la hemodiálisis, se debe crear una
nica o trasplante de riñón. Alrededor del 10% de los pacientes fístula arteriovenosa en el momento oportuno para dar tiem-
con ERC en estadio G3 progresan a ERT, aunque la mayoría de po a la maduración de la fístula. Los injertos arteriovenosos
ellos mueren por enfermedad cardiovascular o infección an- para hemodiálisis y los catéteres para diálisis peritoneal se
tes de progresar a ERC avanzada. pueden colocar semanas antes de iniciar el TSR, pero lo ideal
Los pacientes con una TFGe <30 ml/min/1,73 m2 deben es colocarlos varios meses antes. Los catéteres de diálisis tu-
recibir asesoramiento sobre las opciones de TSR, como la nelizados se pueden colocar unos días antes o el mismo día
hemodiálisis, la diálisis peritoneal y el trasplante renal. Los del inicio de la hemodiálisis, pero se asocian a un riesgo más
pacientes de edad avanzada o con comorbilidades múltiples alto de bacteriemia y de muerte. Por lo tanto, el acceso vascu-
Tabla 30. Objetivos asistenciales de la diálisis y del cuidado de apoyo renal en pacientes con enfermedad renal terminal
Tema Objetivos centrados en la enfermedad Cuidado de apoyo renal
actual para la administración
convencional de la diálisis
Acceso vascular Creación y mantenimiento de una FAV; evitar La colocación de un catéter venoso central es
los catéteres venosos centrales tanto como aceptable si el paciente elige la hemodiálisis
sea posible
Suficiencia de la diálisis Aclaramiento de solutos pequeños Es aceptable mantener un aclaramiento más bajo
basándose en las normas actuales, si la intensificación de la diálisis impusiera exigencias
intensificar la prescripción de la diálisis incompatibles con las preferencias del paciente;
si es necesario para cumplir los objetivos esto se logra con menos sesiones de hemodiálisis
o con sesiones más frecuentes pero más breves
Enfermedad cardiovascular Tratar los factores de riesgo cardiovascular, Tolerar la hipertensión arterial para evitar síntomas;
en especial PA y dislipemia el tratamiento de la dislipemia no está indicado
Trastorno mineral y óseo Asesoramiento dietético; fijadores de fosfato Restricciones limitadas; mayor permisividad
para controlar la hiperfosfatemia; análogos con la hiperfosfatemia y el hiperparatiroidismo
de la vitamina D con o sin calcimiméticos
para el hiperparatiroidismo secundario
Nutrición Aumentar la ingesta de proteínas y reducir Reducir las restricciones dietéticas
la de potasio, sodio y fósforo
Monitorización de laboratorio Pruebas de laboratorio rutinarias mensuales La mínima necesaria
FAV: fístula arteriovenosa; PA: presión arterial.
90
Enfermedad renal crónica
lar preferido es una fístula arteriovenosa o un injerto arterio- múltiples. El tratamiento se centra en el manejo de los sínto-
venoso. mas y se asocia a menos ingresos hospitalarios y a una calidad
CONT.
de vida similar o mejor que el TSR en estos pacientes. Tras la
Hemodiálisis suspensión del TSR, la muerte generalmente sobreviene en
La hemodiálisis elimina los solutos de la sangre por convec- un plazo de dos semanas. En estudios recientes se ha observa-
ción y difusión en contra un gradiente de concentración ge- do una tasa de retirada de la diálisis cercana a 3/100 años-per-
nerado por el dializado que fluye en sentido opuesto al flujo sona de diálisis, con tendencia a aumentar.
sanguíneo y separado de este por una membrana dializadora
Puntos clave
semipermeable. Por lo general, la hemodiálisis se realiza tres
veces por semana en sesiones de tratamiento ambulatorio de • Los resultados clínicos de la diálisis peritoneal y la
3-4 horas de duración en una unidad de diálisis. Los trata- hemodiálisis son similares, aunque parecen ser supe-
mientos frecuentes o prolongados mejoran el control de la vo- riores con la diálisis peritoneal en los pacientes que
lemia y de los electrolitos séricos. Algunos pacientes reciben tienen función renal residual al comenzar el trata-
hemodiálisis domiciliaria 4-5 veces por semana, pero con se- miento sustitutivo renal.
siones más breves. • El tratamiento paliativo sin diálisis es una opción AMAV
sensata para pacientes ancianos con enfermedad re-
Diálisis peritoneal nal terminal y comorbilidades múltiples; se centra
La diálisis peritoneal requiere la colocación de un catéter per- en el manejo de los síntomas y en la calidad de vida.
manente para realizar los intercambios de dializado frente a
una concentración de solutos y una osmolalidad determinadas
en el peritoneo, que actúa como una membrana semipermea- Trasplante renal
ble y permite la difusión de solutos y la ósmosis del agua. El El trasplante renal es el tratamiento de elección de la ERT.
dializado se debe intercambiar 3-5 veces por día para mante- Mejora tanto la esperanza de vida como la calidad de vida y
ner un gradiente de concentración elevado y un aclaramien- representa un ahorro económico significativo para el sistema
to suficiente de solutos. Estos intercambios se pueden realizar sanitario en comparación con la diálisis. Sin embargo, la de-
durante el día o usando un ciclador durante la noche mientras manda excede en gran medida a la oferta, y las listas de espe-
el paciente duerme; estas opciones ofrecen una mayor auto- ra para recibir un riñón de donante cadáver tienen una dura-
nomía porque el paciente puede trabajar o realizar activida- ción de varios años en la mayoría de las regiones de Estados
des durante el día, en lugar de tener que acudir a una unidad Unidos.
de hemodiálisis tres veces por semana. La diálisis peritoneal
y la hemodiálisis tienen resultados clínicos similares, aunque Derivación
podrían ser superiores con la diálisis peritoneal en los pacien- Los pacientes con una TFGe <20 ml/min/1,73 m2 se deben
tes con función renal residual al comenzar el TSR. Además, la derivar a un centro de evaluación para trasplante renal. La de-
función renal residual se conserva durante un período más rivación precoz es importante, porque el trasplante renal pre-
prolongado con la diálisis peritoneal que con la hemodiálisis y, ventivo (antes de la necesidad de diálisis) tiene mejores re-
aunque esta diferencia temporal es pequeña, ayuda a mante- sultados clínicos que cuando se realiza después de comenzar
ner un aclaramiento suficiente de solutos y la euvolemia. la diálisis. También da un margen de tiempo suficiente para
La peritonitis es una complicación importante, porque identificar donantes vivos compatibles y, si no se identifica-
las infecciones repetidas pueden causar fibrosis peritoneal y ra ninguno, la derivación precoz permite incluir sin demora
reducir la eficacia de la diálisis. La peritonitis asociada a la al paciente en la lista de espera para recibir un riñón de do-
diálisis peritoneal es infrecuente, ya que el promedio infor- nante cadáver.
mado es de un episodio cada 2-3 años. Habitualmente se debe Tanto el paciente como el donante se someten a una eva-
a la flora cutánea grampositiva y con menor frecuencia a ba- luación médica exhaustiva destinada a identificar problemas
cilos gramnegativos de la flora intestinal. La higiene adecua- que puedan comprometer la seguridad o los resultados del
da de la piel y el uso de una técnica estéril para manipular el trasplante. En el receptor potencial, estos problemas pueden
catéter de diálisis peritoneal son medidas esenciales para pre- ser un proceso maligno activo, isquemia coronaria o infeccio-
venir la peritonitis. nes activas. Es importante determinar si el receptor cuenta
con un sistema de apoyo social adecuado y recursos económi-
Tratamiento paliativo sin diálisis cos que garanticen la adherencia a la medicación y la super-
Algunos pacientes con ERC en estadio G5 o ERT pueden deci- vivencia del aloinjerto a largo plazo. En los donantes se reali-
dir no iniciar el TSR, y los pacientes que ya lo reciben pueden za un cribado de enfermedad renal intrínseca, hipertensión
decidir suspenderlo. Los cuidados paliativos y los servicios de arterial y diabetes para garantizar que la reducción de la masa
hospicio cumplen un papel importante en la atención de es- renal tras la nefrectomía impondrá un riesgo mínimo.
tos pacientes. El tratamiento no dialítico es una opción razo- Al menos durante los primeros seis meses después del
nable para pacientes ancianos con ERT y comorbilidades trasplante, el manejo del paciente está a cargo de un nefrólo-
91
Enfermedad renal crónica
go especializado en trasplante, y tras ese período continúa las de otro tipo de cirugía, como las infecciones urinarias y de
con un nefrólogo general, un internista, o ambos, en especial la herida quirúrgica. Después de este período, prevalecen las
para tratar las comorbilidades. infecciones oportunistas.
El citomegalovirus (CMV) es un patógeno importante, y
Tratamiento inmunosupresor el riesgo de infección depende del estado serológico del do-
Los fármacos inmunosupresores son necesarios para prevenir nante y del receptor en el momento del trasplante. El riesgo
el rechazo del aloinjerto. La terapia de inducción comienza an- más alto de infección por CMV se asocia al trasplante de riñón
tes de la cirugía, con un anticuerpo policlonal antilinfocitos T de un donante seropositivo a un receptor seronegativo. La
(timoglobulina) o con un anticuerpo monoclonal dirigido profilaxis contra el CMV se realiza con valganciclovir durante
contra los receptores de interleucina-2 (basiliximab), inhibi- los primeros 6-12 meses en la mayoría de los pacientes; sin
dores de la calcineurina y pulsos de glucocorticoides. embargo, tras la suspensión del fármaco se pueden desarro-
En la mayoría de los pacientes, la terapia de manteni- llar infecciones por CMV. Algunos de los signos y síntomas
miento a largo plazo consiste en una combinación de inhi- son fiebre, neumonitis, hepatitis y gastroenteritis o colitis.
bidores de la calcineurina (tacrolimus o ciclosporina), an- La profilaxis contra la neumonía por Pneumocystis jiro
timetabolitos (micofenolato de mofetilo o azatioprina) y vecii habitualmente se realiza con trimetoprima-sulfame-
glucocorticoides. Los glucocorticoides se pueden suspender toxazol, pero se puede usar atovacuona en los pacientes alér-
en algunos receptores de aloinjertos con alto grado de com- gicos a las sulfamidas o con hiperpotasemia.
patibilidad. Estos fármacos se administran en dosis máxi- El poliomavirus BK afecta únicamente a los receptores
mas inmediatamente después del trasplante y se reducen de un trasplante renal, y muy rara vez se observa en el tras-
gradualmente durante los meses siguientes para minimizar plante de otros órganos o en otros estados de inmunosupre-
los efectos secundarios (Tabla 31), como la nefrotoxicidad a sión. La manifestación clínica más frecuente es una elevación
largo plazo, mientras se mantiene un nivel de inmunosupre- aguda o asintomática de la creatinina sérica debido a nefritis
sión suficiente. tubulointersticial o a estenosis ureteral. El tratamiento con-
siste en reducir la inmunosupresión, pero esta reducción se
Riesgos del trasplante debe ser equilibrar frente al riesgo de rechazo del aloinjerto.
Inmediatamente después del trasplante, se debe monitorizar
al paciente para detectar rechazo agudo y complicaciones Cáncer
postoperatorias. Posteriormente, la atención se centra en mi- Dado que los receptores de un trasplante de riñón tienen un
nimizar el riesgo de infección y los efectos secundarios de la riesgo más alto de desarrollar cáncer, es importante descartar
medicación mientras se mantiene un grado de inmunosupre- la presencia de un proceso maligno activo antes del trasplante.
sión suficiente para prevenir tanto el rechazo agudo como el Los fármacos inmunosupresores aumentan el riesgo de
crónico. diferentes neoplasias malignas, en especial de cáncer de piel
no melanocítico. Por lo tanto, se debe realizar el cribado pe-
Infección riódico de cáncer de piel y de otros tipos de cáncer según la
La inmunosupresión aumenta significativamente el riesgo de edad y el sexo.
infección. Dentro del primer mes después de la cirugía, las La inmunosupresión prolongada puede inducir el desa-
complicaciones infecciosas más frecuentes son similares a rrollo de trastornos linfoproliferativos a causa de la prolife-
Tabla 31. Efectos secundarios frecuentes de los fármacos empleados para mantener la inmunosupresión crónica después
de un trasplante renal
Clase Fármaco Efectos secundarios frecuentes
Inhibidor de la calcineurina Ciclosporina Hipertensión arterial; TFG reducida; dislipemia; hirsutismo; hiperplasia
gingival
Tacrolimus Diabetes mellitus de inicio reciente; TFG reducida; hipertensión arterial;
síntomas gastrointestinales
Antimetabolito Micofenolato de mofetilo Diarrea; náuseas, vómitos; leucopenia; anemia
Azatioprina Leucopenia; hepatitis; pancreatitis
Inhibidor de mTOR Sirolimus; everolimus Proteinuria; dislipemia; diabetes mellitus de inicio reciente; anemia,
leucopenia
Glucocorticoides Prednisona Osteopenia, osteoporosis, osteonecrosis; hipertensión arterial; edema;
diabetes mellitus de inicio reciente; glaucoma; cataratas
mTOR: molécula diana de la rapamicina en mamíferos; TFG: tasa de filtración glomerular.
92
Enfermedad renal crónica
ración descontrolada de linfocitos B asociada a la infección embargo, las interacciones de las estatinas con los inhibido-
por el virus de Epstein-Barr y el deterioro de la función de vi- res de la calcineurina pueden potenciar la toxicidad de ambos
gilancia de los linfocitos T. El tratamiento requiere reducir la fármacos.
inmunosupresión y administrar rituximab, un anticuerpo
monoclonal antilinfocitos B. Además, los inhibidores de la Enfermedad ósea
calcineurina se pueden reemplazar por sirolimus, un inhibi- El hiperparatiroidismo secundario y el terciario, frecuentes
dor de la mTOR, que ejerce un efecto antiproliferativo. en pacientes con ERT, pueden persistir varios meses después
El sarcoma de Kaposi también es frecuente y se asocia a del trasplante; la continuación de los análogos de la vita-
la infección por el herpesvirus humano 8. El tratamiento re- mina D o los calcimiméticos se justifica en los pacientes con
quiere reducir la dosis de los fármacos inmunosupresores y hipercalcemia. Además, la hipofosfatemia secundaria al hi-
cambiando a un régimen basado en sirolimus. perparatiroidismo es frecuente después del trasplante renal
debido a la pérdida de fósforo. La administración prolon-
Consideraciones especiales en receptores gada de glucocorticoides puede causar osteopenia, osteopo-
de un trasplante rosis y osteonecrosis. Los inhibidores de la calcineurina indu-
Lesión renal aguda cen pérdida de magnesio. Véase la sección «Trastorno mineral
La LRA es una complicación frecuente que puede ocurrir y óseo asociado a la enfermedad renal crónica» para obtener
inmediatamente después del trasplante o en cualquier otro más información.
momento. El rechazo agudo siempre debe formar parte del
diagnóstico diferencial, porque el reconocimiento y el trata- Vacunas
miento precoces logran mejores resultados a largo plazo. La La mayoría de los centros de trasplante no recomiendan apli-
LRA postrasplante también puede deberse a vasoconstricción car vacunas en los primeros 3-6 meses posteriores al tras-
renal o microangiopatía trombótica inducida por los inhibi- plante, ya que la inmunosupresión intensiva reduce la proba-
dores de la calcineurina, nefropatía por virus BK, necrosis tu- bilidad de que logren inducir inmunidad a largo plazo. Sin
bular aguda, nefritis intersticial aguda, depleción de volumen embargo, la vacuna antigripal se puede administrar dentro
o causas prerrenales. del primer mes después del trasplante en el contexto de un
brote de gripe. Las vacunas vivas atenuadas generalmente es-
Recurrencia de la enfermedad tán contraindicadas en los receptores de un trasplante.
Las enfermedades glomerulares pueden reaparecer en el
Puntos clave
trasplante alogénico. La glomeruloesclerosis focal y segmen-
taria es una de las glomerulopatías que reaparecen con mayor • Los pacientes con una tasa de filtración glomerular
frecuencia y puede ocurrir días a semanas después del tras- estimada <20 ml/min/1,73 m2 se deben derivar a un
plante. La glomeruloesclerosis focal y segmentaria y la mi- centro de evaluación para trasplante renal.
croangiopatía trombótica en el riñón trasplantado requieren • Los trasplantes renales preventivos tienen mejores
tratamiento intensivo, porque suelen conducir al fracaso del resultados clínicos que los realizados en pacientes
injerto. Los pacientes con lupus o vasculitis asociada a ANCA que reciben diálisis.
deben tener enfermedad quiescente durante varios meses • Dentro del primer mes posterior al trasplante renal,
antes del trasplante para reducir el riesgo de recurrencia des- las complicaciones infecciosas más frecuentes son si-
pués del trasplante. La nefropatía diabética y la nefropatía por milares a las de otros pacientes quirúrgicos, como las
IgA pueden afectar a la función del aloinjerto, pero no suelen infecciones urinarias y de la herida quirúrgica; des-
conducir al fracaso del injerto. pués del primer mes prevalecen las infecciones opor-
tunistas (p. ej., citomegalovirus, Pneumocystis jiro
Enfermedad cardiovascular vecii y poliomavirus BK).
La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muer-
• La inmunosupresión indicada después de un tras-
te en receptores de un trasplante renal (alrededor del 50% de
plante renal aumenta el riesgo de diversas neoplasias
los decesos). El trasplante de riñón, si bien restaura la fun-
malignas, como el cáncer de piel no melanocítico, el
ción renal, se debe tratar como un equivalente de enferme-
sarcoma de Kaposi y los trastornos linfoproliferati-
dad cardiovascular con el propósito de modificar los facto-
vos; se recomienda el cribado periódico del cáncer
res de riesgo.
de piel y otras neoplasias malignas de acuerdo con
Los inhibidores de la calcineurina inducen hipertensión
la edad y el sexo.
arterial porque activan al cotransportador de cloruro de sodio
en el túbulo contorneado distal. Por lo tanto, los diuréticos
tiazídicos pueden ser eficaces en estos pacientes. La dislipe- Complicaciones de la enfermedad renal terminal
mia es un efecto secundario frecuente de los inhibidores de la Enfermedad cardiovascular
calcineurina, del sirolimus y de los glucocorticoides. El tra- La muerte súbita cardíaca es la principal causa de muerte en
tamiento con estatinas mejora los resultados cardíacos; sin los pacientes con ERT. El riesgo más elevado en esta población
93
Bibliografía
se debe a los cambios rápidos de los electrolitos séricos duran- ma de células renales, pero no se recomienda un cribado para
te la diálisis y a la sobrecarga de volumen crónica que contri- la mayoría de los pacientes. Se justifica un alto índice de sos-
buye al desarrollo de hipertrofia ventricular izquierda y fibro- pecha para los pacientes con hematuria macroscópica nue-
sis cardíaca. Las toxinas urémicas también contribuyen a la va o dolor en el flanco inexplicable. Para los quistes que son
hipertrofia ventricular izquierda y a la fibrosis cardíaca y po- altamente sospechosos de malignidad, la nefrectomía par-
drían ser un factor inductor de arritmias. Evitar los rápidos cial y los enfoques de conservación de nefronas están in-
cambios del nivel de potasio sérico durante la diálisis puede dicados para etapas menos graves de ERC. Para los pacien-
ayudar a limitar las arritmias; la adherencia a la restricción tes con ERC avanzada o ERT, la opción más prudente es la
de sal y líquidos en la dieta puede ayudar a controlar la sobre- nefrectomía radical.
carga de volumen. Sin embargo, la hipotensión durante la
Punto clave
diálisis inducida por la eliminación rápida de volumen con-
duce a una hipoperfusión orgánica que puede dañar al apara- • Las complicaciones de la enfermedad renal en etapa
to cardiovascular y al sistema nervioso central. Las toxinas terminal incluyen enfermedad cardiovascular, infec-
urémicas, la inflamación crónica, los fármacos que contienen ción y enfermedad renal quística adquirida.
calcio y los análogos de la vitamina D aceleran la calcificación
vascular. La limitación del uso de fármacos que aumentan el
calcio sérico y alcanzar un aclaramiento suficiente durante la Bibliografía
diálisis son medidas que pueden contribuir a retrasar la pro-
Evaluación clínica de la función renal
gresión de la aterosclerosis. Las guías del grupo KDGIO reco- Corapi KM, Chen JL, Balk EM, Gordon CE. Bleeding complications of native
miendan continuar el tratamiento estatínico en un paciente kidney biopsy: a systematic review and meta-analysis. Am J Kidney Dis.
2012;60:62-73. [PMID: 22537423]
con ERC que progresa a ERT, pero no recomiendan iniciarlo si
Davis R, Jones JS, Barocas DA, Castle EP, Lang EK, Leveillee RJ, et al; Ameri-
la progresión a ERT ya ha ocurrido. can Urological Association. Diagnosis, evaluation and follow-up of as-
ymptomatic microhematuria (AMH) in adults: AUA guideline. J Urol.
2012;188:2473-81. [PMID: 23098784]
Infección
Fähling M, Seeliger E, Patzak A, Persson PB. Understanding and preventing
La infección es la segunda causa de muerte en los pacientes contrast-induced acute kidney injury. Nat Rev Nephrol. 2017;13:169-180.
con ERT. El riesgo aumenta debido al estado de inmunosupre- [PMID: 28138128]
sión relativa en un cuadro de inflamación crónica y a la ex- Inker LA, Schmid CH, Tighiouart H, Eckfeldt JH, Feldman HI, Greene T, et al;
CKD-EPI Investigators. Estimating glomerular filtration rate from serum
posición frecuente al entorno sanitario. Los catéteres tuneli- creatinine and cystatin C. N Engl J Med. 2012;367:20-9. [PMID: 22762315]
zados para la diálisis aumentan el riesgo de bacteriemia; ante Ix JH, Wassel CL, Stevens LA, Beck GJ, Froissart M, Navis G, et al. Equations
to estimate creatinine excretion rate: the CKD epidemiology collabora-
la sospecha de bacteriemia se debe administrar antibioticote- tion. Clin J Am Soc Nephrol. 2011;6:184-91. [PMID: 20966119]
rapia empírica mientras se esperan los resultados del hemo- Levey AS, Fan L, Eckfeldt JH, Inker LA. Cystatin C for glomerular filtration
cultivo. Los catéteres tunelizados se deben retirar de inme- rate estimation: coming of age [Editorial]. Clin Chem. 2014;60:916-9.
[PMID: 24871681]
diato en presencia de sepsis grave, evidencia de infección
Margulis V, Sagalowsky AI. Assessment of hematuria. Med Clin North Am.
metastásica, evidencia de infección en el punto de salida del 2011;95:153-9. [PMID: 21095418]
catéter o en el túnel, fiebre persistente o bacteriemia a pesar Moyer VA; U.S. Preventive Services Task Force. Screening for bladder cancer:
U.S. Preventive Services Task Force recommendation statement. Ann In-
de la antibioticoterapia. El cambio del catéter sobre una guía tern Med. 2011;155:246-51. [PMID: 21844550]
metálica es una opción en los pacientes clínicamente estables Nielsen M, Qaseem A; High Value Care Task Force of the American College of
y sin infección en el túnel o cuando la bacteriemia remite en Physicians. Hematuria as a marker of occult urinary tract cancer: advice
for high-value care from the American College of Physicians. Ann Intern
el plazo de 48 horas después de la administración de antibióti- Med. 2016;164:488-97. [PMID: 26810935]
cos. El tratamiento de bloqueo antibiótico consiste en la ins- Subramaniam RM, Suarez-Cuervo C, Wilson RF, Turban S, Zhang A, Sherrod
tilación de una solución antibiótica altamente concentrada C, et al. Effectiveness of prevention strategies for contrast-induced ne-
phropathy: a systematic review and meta-analysis. Ann Intern Med.
en la luz de un catéter intravascular para tratar la bacterie- 2016;164:406-16. [PMID: 26830221]
mia asociada al catéter. El bloqueo antibiótico con vanco-
Líquidos y electrolitos
micina, ceftazidima, o ambas, es otra opción para pacientes
Adrogué HJ, Madias NE. Hypernatremia. N Engl J Med. 2000;342:1493-9.
estables con microorganismos menos virulentos como Sta [PMID: 10816188]
phylococcus epidermidis; sin embargo, no se debe intentar Agus ZS. Hypomagnesemia. J Am Soc Nephrol. 1999;10:1616-22. [PMID:
10405219]
conservar el catéter en las infecciones por Staphylococcus
Ahamed S, Anpalahan M, Savvas S, Gibson S, Torres J, Janus E. Hyponatrae-
aureus y algunos microorganismos gramnegativos. mia in older medical patients: implications for falls and adverse outcomes
of hospitalisation. Intern Med J. 2014;44:991-7. [PMID: 25039672]
Enfermedad renal quística adquirida Almond CS, Shin AY, Fortescue EB, Mannix RC, Wypij D, Binstadt BA, et al.
Hyponatremia among runners in the Boston Marathon. N Engl J Med.
La enfermedad renal quística adquirida es común entre los 2005;352:1550-6. [PMID: 15829535]
pacientes con ERC grave y ERT. Los quistes generalmente se Felsenfeld AJ, Levine BS. Approach to treatment of hypophosphatemia. Am
detectan durante una ecografía renal de rutina o se encuen- J Kidney Dis. 2012;60:655-61. [PMID: 22863286]
Greenlee M, Wingo CS, McDonough AA, Youn JH, Kone BC. Narrative review:
tran incidentalmente en una TC o una RM de abdomen. Estos evolving concepts in potassium homeostasis and hypokalemia. Ann In-
quistes tienen un mayor riesgo de transformación en carcino- tern Med. 2009;150:619-25. [PMID: 19414841]
94
Bibliografía
Hoorn EJ, Betjes MG, Weigel J, Zietse R. Hypernatraemia in critically ill pa- agement to reduce cardiovascular risk: a report of the American College
tients: too little water and too much salt. Nephrol Dial Transplant. 2008; of Cardiology/American Heart Association Task Force on Practice Guide-
23:1562-8. [PMID: 18065827] lines. J Am Coll Cardiol. 2014;63:2960-84. [PMID: 24239922]
Huang CL, Kuo E. Mechanism of hypokalemia in magnesium deficiency. J Fried LF, Emanuele N, Zhang JH, Brophy M, Conner TA, Duckworth W, et al;
Am Soc Nephrol. 2007;18:2649-52. [PMID: 17804670] VA NEPHRON-D Investigators. Combined angiotensin inhibition for the
Jain G, Ong S, Warnock DG. Genetic disorders of potassium homeostasis. Se- treatment of diabetic nephropathy. N Engl J Med. 2013;369:1892-903.
min Nephrol. 2013;33:300-9. [PMID: 23953807] [PMID: 24206457]
Mohmand HK, Issa D, Ahmad Z, Cappuccio JD, Kouides RW, Sterns RH. Hy- Pierdomenico SD, Cuccurullo F. Prognostic value of white-coat and masked
pertonic saline for hyponatremia: risk of inadvertent overcorrection. Clin hypertension diagnosed by ambulatory monitoring in initially untreated
J Am Soc Nephrol. 2007;2:1110-7. [PMID: 17913972] subjects: an updated meta-analysis. Am J Hypertens. 2011;24:52-8. [PMID:
20847724]
Moritz ML, Kalantar-Zadeh K, Ayus JC. Ecstasy-associated hyponatremia:
why are women at risk? Nephrol Dial Transplant. 2013;28:2206-9. [PMID: Qaseem A, Wilt TJ, Rich R, Humphrey LL, Frost J, Forciea MA; Clinical Guide-
23804804] lines Committee of the American College of Physicians and the Commis-
sion on Health of the Public and Science of the American Academy of
Palmer BF. Regulation of potassium homeostasis. Clin J Am Soc Nephrol. Family Physicians. Pharmacologic treatment of hypertension in adults
2015;10:1050-60. [PMID: 24721891] aged 60 years or older to higher versus lower blood pressure targets: a
Regolisti G, Cabassi A, Parenti E, Maggiore U, Fiaccadori E. Severe hypomag- clinical practice guideline from the American College of Physicians and
nesemia during long-term treatment with a proton pump inhibitor. Am J the American Academy of Family Physicians. Ann Intern Med. 2017;166:
Kidney Dis. 2010;56:168-74. [PMID: 20493607] 430-437. [PMID: 28135725]
Sterns RH, Silver SM. Complications and management of hyponatremia. Siu AL; U.S. Preventive Services Task Force. Screening for high blood pres-
Curr Opin Nephrol Hypertens. 2016;25:114-9. [PMID: 26735146] sure in adults: U.S. Preventive Services Task Force recommendation state-
ment. Ann Intern Med. 2015;163:778-86. [PMID: 26458123]
Trastornos del equilibrio ácido-base Stergiou GS, Asayama K, Thijs L, Kollias A, Niiranen TJ, Hozawa A, et al; Inter-
Gennari FJ. Pathophysiology of metabolic alkalosis: a new classification national Database on HOme blood pressure in relation to Cardiovascular
based on the centrality of stimulated collecting duct ion transport. Am J Outcome (IDHOCO) Investigators. Prognosis of white-coat and masked hy-
Kidney Dis. 2011;58:626-36. [PMID: 21849227] pertension: International Database of HOme blood pressure in relation to
Cardiovascular Outcome. Hypertension. 2014;63:675-82. [PMID: 24420553]
Kraut JA, Kurtz I. Toxic alcohol ingestions: clinical features, diagnosis, and
management. Clin J Am Soc Nephrol. 2008;3:208-25. [PMID: 18045860] Whelton PK, Carey RM, Aronow WS, Casey DE Jr, Collins KJ, Dennison Him-
Kraut JA, Madias NE. Metabolic acidosis of CKD: an update. Am J Kidney Dis. melfarb C, et al. 2017 ACC/AHA/AAPA/ABC/ACPM/AGS/APhA/ASH/ASPC/
2016;67:307-17. [PMID: 26477665] doi:10.1053/j.ajkd.2015.08.028 NMA/PCNA guideline for the prevention, detection, evaluation, and man-
agement of high blood pressure in adults: a report of the American Col-
Kraut JA, Nagami GT. The serum anion gap in the evaluation of acid-base dis- lege of Cardiology/American Heart Association Task Force on Clinical
orders: what are its limitations and can its effectiveness be improved? Practice Guidelines. J Am Coll Cardiol. 2017. [PMID: 29146535]
Clin J Am Soc Nephrol. 2013;8:2018-24. [PMID: 23833313]
Yusuf S, Teo KK, Pogue J, Dyal L, Copland I, Schumacher H, et al; ONTARGET
Madias NE. Renal acidification responses to respiratory acid-base disorders. Investigators. Telmisartan, ramipril, or both in patients at high risk for
J Nephrol. 2010;23 Suppl 16:S85-91. [PMID: 21170892] vascular events. N Engl J Med. 2008;358:1547-59. [PMID: 18378520]
Melcescu E, Phillips J, Moll G, Subauste JS, Koch CA. 11Beta-hydroxylase de-
ficiency and other syndromes of mineralocorticoid excess as a rare cause Nefritis tubulointersticial crónica
of endocrine hypertension. Horm Metab Res. 2012;44:867-78. [PMID: François H, Mariette X. Renal involvement in primary Sjögren syndrome.
22932914] Nat Rev Nephrol. 2016;12:82-93. [PMID: 26568188]
Raimondi GA, Gonzalez S, Zaltsman J, Menga G, Adrogué HJ. Acid-base pat- Hutchison CA, Batuman V, Behrens J, Bridoux F, Sirac C, Dispenzieri A, et al
terns in acute severe asthma. J Asthma. 2013;50:1062-8. [PMID: 23947392] International Kidney and Monoclonal Gammopathy Research Group. The
Rastegar M, Nagami GT. Non-anion gap metabolic acidosis: a clinical ap- pathogenesis and diagnosis of acute kidney injury in multiple myeloma.
proach to evaluation. Am J Kidney Dis. 2017;69:296-301. [PMID: 28029394] Nat Rev Nephrol. 2011;8:43-51. [PMID: 22045243]
Treger R, Pirouz S, Kamangar N, Corry D. Agreement between central venous Lazarus B, Chen Y, Wilson FP, Sang Y, Chang AR, Coresh J, et al. Proton pump
and arterial blood gas measurements in the intensive care unit. Clin J Am inhibitor use and the risk of chronic kidney disease. JAMA Intern Med.
Soc Nephrol. 2010;5:390-4. [PMID: 20019117] 2016;176:238-46. [PMID: 26752337]
Vichot AA, Rastegar A. Use of anion gap in the evaluation of a patient with Saeki T, Kawano M. IgG4-related kidney disease. Kidney Int. 2014;85:251-7.
metabolic acidosis. Am J Kidney Dis. 2014;64:653-7. [PMID: 25132207] [PMID: 24107849]
Shah S, Carter-Monroe N, Atta MG. Granulomatous interstitial nephritis. Clin
Hipertensión arterial Kidney J. 2015;8:516-23. [PMID: 26413275]
ALLHAT Officers and Coordinators for the ALLHAT Collaborative Research Shirali AC, Perazella MA. Tubulointerstitial injury associated with chemother-
Group. The Antihypertensive and Lipid-Lowering Treatment to Prevent apeutic agents. Adv Chronic Kidney Dis. 2014;21:56-63. [PMID: 24359987]
Heart Attack Trial. Major outcomes in high-risk hypertensive patients ran- Stefanovic V, Toncheva D, Polenakovic M. Balkan nephropathy. Clin Nephrol.
domized to angiotensin-converting enzyme inhibitor or calcium channel 2015;83:64-9. [PMID: 25725245]
blocker vs diuretic: The Antihypertensive and Lipid-Lowering Treatment
to Prevent Heart Attack Trial (ALLHAT). JAMA. 2002;288:2981-97. [PMID:
12479763] Enfermedades glomerulares
Appel LJ, Wright JT Jr, Greene T, Agodoa LY, Astor BC, Bakris GL, et al; AASK Almaani S, Meara A, Rovin BH. Update on lupus nephritis. Clin J Am Soc
Collaborative Research Group. Intensive blood-pressure control in hyper- Nephrol. 2017;12:825-835. [PMID: 27821390]
tensive chronic kidney disease. N Engl J Med. 2010;363:918-29. [PMID: Fogo AB, Lusco MA, Najafian B, Alpers CE. AJKD Atlas of Renal Pathology:
20818902] membranoproliferative glomerulonephritis. Am J Kidney Dis. 2015;66:
Braam B, Taler SJ, Rahman M, Fillaus JA, Greco BA, Forman JP, et al. Recog- e19-20. [PMID: 26300204]
nition and management of resistant hypertension. Clin J Am Soc Nephrol. Geetha D, Specks U, Stone JH, Merkel PA, Seo P, Spiera R, et al; Rituximab for
2017;12:524-535. [PMID: 27895136] ANCA-Associated Vasculitis Immune Tolerance Network Research Group.
Brook RD, Appel LJ, Rubenfire M, Ogedegbe G, Bisognano JD, Elliott WJ, et al; Rituximab versus cyclophosphamide for ANCA-associated vasculitis with
American Heart Association Professional Education Committee of the renal involvement. J Am Soc Nephrol. 2015;26:976-85. [PMID: 25381429]
Council for High Blood Pressure Research, Council on Cardiovascular and Glassock RJ. Antiphospholipase A2 receptor autoantibody guided diagnosis
Stroke Nursing, Council on Epidemiology and Prevention, and Council on and treatment of membranous nephropathy: a new personalized medical
Nutrition, Physical Activity. Beyond medications and diet: alternative ap- approach [Editorial]. Clin J Am Soc Nephrol. 2014;9:1341-3. [PMID: 25035274]
proaches to lowering blood pressure: a scientific statement from the Amer- Glassock RJ, Alvarado A, Prosek J, Hebert C, Parikh S, Satoskar A, et al.
ican Heart Association. Hypertension. 2013;61:1360-83. [PMID: 23608661] Staphylococcus-related glomerulonephritis and poststreptococcal glo-
Eckel RH, Jakicic JM, Ard JD, de Jesus JM, Houston Miller N, Hubbard VS, et merulonephritis: why defining “post” is important in understanding and
al; American College of Cardiology/American Heart Association Task treating infection-related glomerulonephritis. Am J Kidney Dis. 2015;65:
Force on Practice Guidelines. 2013 AHA/ACC guideline on lifestyle man- 826-32. [PMID: 25890425]
95
Bibliografía
Hogan JJ, Markowitz GS, Radhakrishnan J. Drug-induced glomerular dis- Pendergraft WF 3rd, Herlitz LC, Thornley-Brown D, Rosner M, Niles JL.
ease: immune-mediated injury. Clin J Am Soc Nephrol. 2015;10:1300-10. Nephrotoxic effects of common and emerging drugs of abuse. Clin J Am
[PMID: 26092827] Soc Nephrol. 2014;9:1996-2005. [PMID: 25035273]
Maas RJ, Deegens JK, Smeets B, Moeller MJ, Wetzels JF. Minimal change dis- Raghavan R, Eknoyan G. Acute interstitial nephritis - a reappraisal and up-
ease and idiopathic FSGS: manifestations of the same disease. Nat Rev date. Clin Nephrol. 2014;82:149-62. [PMID: 25079860]
Nephrol. 2016;12:768-776. [PMID: 27748392] Wichmann JL, Katzberg RW, Litwin SE, Zwerner PL, De Cecco CN, Vogl TJ, et
Magistroni R, D’Agati VD, Appel GB, Kiryluk K. New developments in the ge- al. Contrast-induced nephropathy. Circulation. 2015;132:1931-6. [PMID:
netics, pathogenesis, and therapy of IgA nephropathy. Kidney Int. 2015; 26572669]
88:974-89. [PMID: 26376134] Wilson FP, Berns JS. Tumor lysis syndrome: new challenges and recent ad-
Markowitz GS, Bomback AS, Perazella MA. Drug-induced glomerular dis- vances. Adv Chronic Kidney Dis. 2014;21:18-26. [PMID: 24359983]
ease: direct cellular injury. Clin J Am Soc Nephrol. 2015;10:1291-9. [PMID:
25862776] Litiasis renal
Sethi S, Haas M, Markowitz GS, D’Agati VD, Rennke HG, Jennette JC, et al. Eisner BH, Goldfarb DS, Pareek G. Pharmacologic treatment of kidney stone
Mayo Clinic/Renal Pathology Society Consensus Report on pathologic disease. Urol Clin North Am. 2013;40:21-30. [PMID: 23177632]
classification, diagnosis, and reporting of GN. J Am Soc Nephrol. 2016;27: Fink HA, Wilt TJ, Eidman KE, Garimella PS, MacDonald R, Rutks IR, et al.
1278-87. [PMID: 26567243] Medical management to prevent recurrent nephrolithiasis in adults: a sys-
tematic review for an American College of Physicians Clinical Guideline.
Manifestaciones renales de las enfermedades por depósito Ann Intern Med. 2013;158:535-43. [PMID: 23546565]
Alpers CE, Kowalewska J. Fibrillary glomerulonephritis and immunotactoid Shoag J, Tasian GE, Goldfarb DS, Eisner BH. The new epidemiology of neph-
glomerulopathy. J Am Soc Nephrol. 2008;19:34-7. [PMID: 18045849] rolithiasis. Adv Chronic Kidney Dis. 2015;22:273-8. [PMID: 26088071]
Bridoux F, Leung N, Hutchison CA, Touchard G, Sethi S, Fermand JP, et al; In- Tan JA, Lerma EV. Nephrolithiasis for the primary care physician. Dis Mon.
ternational Kidney and Monoclonal Gammopathy Research Group. Diag- 2015;61:434-41. [PMID: 26362879]
nosis of monoclonal gammopathy of renal significance. Kidney Int. 2015;
87:698-711. [PMID: 25607108] El riñón durante el embarazo
Heher EC, Rennke HG, Laubach JP, Richardson PG. Kidney disease and mul- American College of Obstetricians and Gynecologists. Hypertension in Preg-
tiple myeloma. Clin J Am Soc Nephrol. 2013;8:2007-17. [PMID: 23868898] nancy. Report of the American College of Obstetricians and Gynecologists
Rosner MH, Edeani A, Yanagita M, Glezerman IG, Leung N; American Society Task Force on Hypertension in Pregnancy. Obstet Gynecol. 2013;122:1122-
of Nephrology Onco-Nephrology Forum. Paraprotein-related kidney dis- 31. [PMID: 24150027]
ease: diagnosing and treating monoclonal gammopathy of renal signifi- Cheung KL, Lafayette RA. Renal physiology of pregnancy. Adv Chronic Kid-
cance. Clin J Am Soc Nephrol. 2016;11:2280-2287. [PMID: 27526705] ney Dis. 2013;20:209-14. [PMID: 23928384]
Coscia LA, Constantinescu S, Davison JM, Moritz MJ, Armenti VT. Immuno-
Trastornos genéticos y enfermedad renal suppressive drugs and fetal outcome. Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol.
Chapman AB, Devuyst O, Eckardt KU, Gansevoort RT, Harris T, Horie S, et al; 2014;28:1174-87. [PMID: 25175414]
Conference Participants. Autosomal-dominant polycystic kidney disease Hladunewich MA, Hou S, Odutayo A, Cornelis T, Pierratos A, Goldstein M, et
(ADPKD): executive summary from a Kidney Disease: Improving Global al. Intensive hemodialysis associates with improved pregnancy outcomes:
Outcomes (KDIGO) Controversies Conference. Kidney Int. 2015;88:17-27. a Canadian and United States cohort comparison. J Am Soc Nephrol.
[PMID: 25786098] 2014;25:1103-9. [PMID: 24525032]
Eckardt KU, Alper SL, Antignac C, Bleyer AJ, Chauveau D, Dahan K, et al; Kattah AG, Garovic VD. The management of hypertension in pregnancy. Adv
Kidney Disease: Improving Global Outcomes. Autosomal dominant tu- Chronic Kidney Dis. 2013;20:229-39. [PMID: 23928387]
bulointerstitial kidney disease: diagnosis, classification, and manage-
ment–a KDIGO consensus report. Kidney Int. 2015;88:676-83. [PMID: Nadeau-Fredette AC, Hladunewich M, Hui D, Keunen J, Chan CT. End-stage
25738250] renal disease and pregnancy. Adv Chronic Kidney Dis. 2013;20:246-52.
[PMID: 23928389]
El Dib R, Gomaa H, Carvalho RP, Camargo SE, Bazan R, Barretti P, et al. En-
zyme replacement therapy for Anderson-Fabry disease. Cochrane Data- Vellanki K. Pregnancy in chronic kidney disease. Adv Chronic Kidney Dis.
base Syst Rev. 2016;7:CD006663. [PMID: 27454104] 2013;20:223-8. [PMID: 23928386]
Friedman DJ, Pollak MR. Apolipoprotein L1 and kidney disease in Afri- Zhang JJ, Ma XX, Hao L, Liu LJ, Lv JC, Zhang H. A systematic review and me-
can Americans. Trends Endocrinol Metab. 2016;27:204-215. [PMID: ta-analysis of outcomes of pregnancy in CKD and CKD outcomes in preg-
26947522] nancy. Clin J Am Soc Nephrol. 2015;10:1964-78. [PMID: 26487769]
Hall G, Gbadegesin RA. Translating genetic findings in hereditary nephrotic
Enfermedad renal crónica
syndrome: the missing loops. Am J Physiol Renal Physiol. 2015;309:F24-
8. [PMID: 25810439] Coresh J, Turin TC, Matsushita K, Sang Y, Ballew SH, Appel LJ, et al. Decline
in estimated glomerular filtration rate and subsequent risk of end-stage
Savige J, Storey H, Il Cheong H, Gyung Kang H, Park E, Hilbert P, et al.
renal disease and mortality. JAMA. 2014;311:2518-2531. [PMID: 24892770]
X-Linked and autosomal recessive Alport syndrome: pathogenic variant
features and further genotype-phenotype correlations. PLoS One. 2016;11: Dierickx D, Habermann TM. Post-transplantation lymphoproliferative disor-
e0161802. [PMID: 27627812] ders in adults. N Engl J Med. 2018;378:549-562. [PMID: 29414277]
Grubbs V, Moss AH, Cohen LM, Fischer MJ, Germain MJ, Jassal SV, et al; Dial-
Lesión renal aguda ysis Advisory Group of the American Society of Nephrology. A palliative
Durand F, Graupera I, Ginès P, Olson JC, Nadim MK. Pathogenesis of hepato- approach to dialysis care: a patient-centered transition to the end of life.
renal syndrome: implications for therapy. Am J Kidney Dis. 2016;67:318- Clin J Am Soc Nephrol. 2014;9:2203-9. [PMID: 25104274]
28. [PMID: 26500178] Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) Anemia Work Group.
Grodin JL, Stevens SR, de Las Fuentes L, Kiernan M, Birati EY, Gupta D, et KDIGO Clinical Practice Guideline for Anemia in Chronic Kidney Dis-
al. Intensification of medication therapy for cardiorenal syndrome in ease. Kidney Int Suppl. 2012;2:279-335. Disponible en: www.kdigo.org.
acute decompensated heart failure. J Card Fail. 2016;22:26-32. [PMID: Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) CKD Work Group.
26209004] KDIGO 2012 clinical practice guideline for the evaluation and management
Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) Acute Kidney Injury of chronic kidney disease. Kidney Int Suppl. 2013;3:1-150. Disponible en:
Work Group. KDIGO Clinical Practice Guideline for Acute Kidney Injury. www.kdigo.org.
Kidney inter., Suppl. 2012;2: 1–138. Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) CKD-MBD Update
Mehta RL, Cerdá J, Burdmann EA, Tonelli M, García-García G, Jha V, et al. In- Work Group. KDIGO 2017 clinical practice guideline update for the diag-
ternational Society of Nephrology’s 0by25 initiative for acute kidney inju- nosis, evaluation, prevention, and treatment of chronic kidney disease–
ry (zero preventable deaths by 2025): a human rights case for nephrology. mineral and bone disorder (CKD-MBD). Kidney Int Suppl. 2017;7:1-59. Di-
Lancet. 2015;385:2616-43. [PMID: 25777661] sponible en: www.kdigo.org.
Patel DM, Connor MJ Jr. Intra-abdominal hypertension and abdominal com- Kidney Disease: Improving Global Outcomes (KDIGO) Transplant Work
partment syndrome: an underappreciated cause of acute kidney injury. Group. KDIGO clinical practice guideline for the care of kidney transplant
Adv Chronic Kidney Dis. 2016;23:160-6. [PMID: 27113692] recipients. Am J Transplant. 2009;9 Suppl 3:S1-155. [PMID: 19845597]
96
Bibliografía
McMahon EJ, Campbell KL, Bauer JD, Mudge DW. Altered dietary salt intake Tangri N, Grams ME, Levey AS, Coresh J, Appel LJ, Astor BC, et al; CKD Prog-
for people with chronic kidney disease. Cochrane Database Syst Rev. nosis Consortium. Multinational assessment of accuracy of equations for
2015:CD010070. [PMID: 25691262] predicting risk of kidney failure: a meta-analysis. JAMA. 2016;315:164-74.
Mills KT, Chen J, Yang W, Appel LJ, Kusek JW, Alper A, et al; Chronic Renal [PMID: 26757465]
Insufficiency Cohort (CRIC) Study Investigators. Sodium excretion and Whelton PK, Carey RM, Aronow WS, Casey DE Jr, Collins KJ, Dennison Him-
the risk of cardiovascular disease in patients with chronic kidney disease. melfarb C, et al. 2017 ACC/AHA/AAPA/ABC/ACPM/AGS/APhA/ASH/ASPC/
JAMA. 2016;315:2200-10. [PMID: 27218629] NMA/PCNA guideline for the prevention, detection, evaluation, and man-
Murphy D, McCulloch CE, Lin F, Banerjee T, Bragg-Gresham JL, Eberhardt agement of high blood pressure in adults: a report of the American College
MS, et al; Centers for Disease Control and Prevention Chronic Kidney Dis- of Cardiology/American Heart Association task force on clinical practice
ease Surveillance Team. Trends in prevalence of chronic kidney disease in guidelines. J Am Coll Cardiol. 2017. [PMID: 29146535]
the United States. Ann Intern Med. 2016;165:473-481. [PMID: 27479614] Xie Y, Bowe B, Li T, Xian H, Balasubramanian S, Al-Aly Z. Proton pump inhib-
Saunders MR, Cifu A, Vela M. Screening for chronic kidney disease. JAMA. itors and risk of incident CKD and progression to ESRD. J Am Soc Nephrol.
2015;314:615-6. [PMID: 26262800] 2016;27:3153-3163. [PMID: 27080976]
97