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antibacteriana
Principios de terapia antibacteriana
ISBN N°
Enero 2019
Impreso en:
Concepción, Chile
ACERCA DE LOS AUTORES
Dr. Alejandro Aguayo-Reyes.
Departamento de Medicina Interna. Facultad de Medicina. Universidad de Concepción.
Unidad de Medicina Interna, Hospital Traumatológico de Concepción, Chile.
Laboratorio de Investigación en Agentes Antibacterianos. Departamento de Microbiolo-
gía. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad de Concepción.
Dr. Sergio Mella-Montecinos.
Departamento de Medicina Interna. Facultad de Medicina. Universidad de Concepción.
Unidad de Infectología, Hospital Regional “Dr. Guillermo Grant Benavente”, Concepción,
Chile.
Unidad de Medicina Interna, Hospital Traumatológico de Concepción, Chile.
Dra. Gisela Riedel.
Departamento de Medicina Interna. Facultad de Medicina. Universidad de Concepción.
Unidad de Infectología, Hospital Regional “Dr. Guillermo Grant Benavente”, Concepción,
Chile.
Dr. © Mario Quezada –Aguiluz
Departamento de Medicina Interna. Facultad de Medicina. Universidad de Concepción.
Laboratorio de Investigación en Agentes Antibacterianos. Departamento de Microbiolo-
gía. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad de Concepción.
Millennium Nucleus on Interdisciplinary Approach to Antimicrobial Resistance (MI-
CROB-R).
Dr. Gerardo González-Rocha
Laboratorio de Investigación en Agentes Antibacterianos. Departamento de Microbiolo-
gía. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad de Concepción.
Millennium Nucleus on Interdisciplinary Approach to Antimicrobial Resistance (MI-
CROB-R).
Dra. Helia Bello-Toledo
Laboratorio de Investigación en Agentes Antibacterianos. Departamento de Microbiolo-
gía. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad de Concepción.
Dr. Andrés Opazo Capurro.
Laboratorio de Investigación en Agentes Antibacterianos. Departamento de Microbiolo-
gía. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad de Concepción.
Millennium Nucleus on Interdisciplinary Approach to Antimicrobial Resistance (MI-
CROB-R).
QF. Maritza Muñoz
Mezclas intravenosas.Unidad de Farmacia, Hospital Guillermo Grant B.
MSc. Mariana Domínguez-Yévenes
Laboratorio de Investigación en Agentes Antibacterianos. Departamento de Microbiolo-
gía. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad de Concepción.
Dra. Lorenna Altamirano
Residente de medicina interna,Depto. Med inter. Udec.
Dra. Celia Lima
Departamento de Medicina Interna. Facultad de Medicina. Universidad de Concepción.
Laboratorio de Investigación en Agentes Antibacterianos. Departamento de Microbiolo-
gía. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad de Concepción.
Si tuviera un índice
Se vería así
13
1
Capítulo
Introducción
Capítulo 1
Introducción
13
Introducción
Es verdad que fue accidental la forma en que Fleming tomó conciencia de una de
las moléculas más famosas de la humanidad, la penicilina. No obstante, no hay
que negar la aguda capacidad de observación que tuvo este médico escocés, que
lo llevó a ganar el Premio Nobel de Medicina en 1945. No está de más mencionar
que en un principio su descubrimiento fue absolutamente minimizado por los
científicos contemporáneos, algo que se ha repetido a lo largo de la historia. Por
algo similar pasó el Dr. Ignaz Philipp Semmelweis (1818-1865), médico húngaro
que, luego de realizar estudios epidemiológicos rudimentarios, fue denostado
tras recomendar a los obstetras que usaran una solución clorada para higienizar
sus manos después de realizar necropsias y antes de atender un parto, con el
objetivo de disminuir la sepsis puerperal.
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Principios de terapia antibacteriana
Por el contrario, en la actualidad son muy pocos los nuevos antibióticos que
se han descrito, y el escaso avance en esta área se ha obtenido más bien en
moléculas pertenecientes a una familia de antimicrobianos ya conocida (o con
mínimas modificaciones, lo que conlleva al fenómeno de resistencia cruzada),
con igual mecanismo de acción y básicamente con cobertura hacia bacterias
Gram positivas. Esto lleva a que los bacilos gram negativos (BGN), sobre todo los
extensivamente resistentes a drogas (XDR) sean el principal problema sin resolver
en la práctica infectológica habitual.
Otro factor que juega en contra del desarrollo de nuevas moléculas antimicrobianas
es la cantidad de años que deben transcurrir desde que se descubre un nuevo
antibiótico, hasta que se aprueba su uso clínico en un país dado. Podían pasar
fácilmente 10 a 15 años para que un antimicrobiano aprobará todas las fases de
investigación, a lo que hay que sumar además los millones de dólares de inversión
y las regulaciones cada vez más estrictas de entes reguladores como la Federal
Drug Administration (FDA). Esta situación está siendo revertida por la presión de
organismos internacionales de salud y sociedades científicas, dado el alarmante
aumento de la resistencia a los antibióticos
Del punto de vista práctico y por su uso sistemático en Medicina, es que a pesar
que la mayor parte de los agentes antibacterianos que se utilizan en clínica
son sintéticos, por la trascendencia de su descubrimiento se utiliza en general
el término antibióticos para referirse tanto a moléculas naturales como a las
obtenidas por síntesis y semisíntesis.
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Introducción
Los antibióticos son utilizados principalmente con dos fines: el primero es para tratar
infecciones bacterianas, correspondiendo al uso más frecuente, por ejemplo, en
neumonía, infección urinaria y meningitis bacteriana. El segundo es para prevenir
infecciones, siendo este uso más restringido y sólo aceptado en contextos clínicos
determinados. Ejemplos de uso profiláctico de antibióticos son: uso de cefazolina
(cefalosporina de 1ª generación) preoperatoria como prevención de infección
de sitio quirúrgico, y el uso de antimicrobianos en bacteriuria asintomática en
embarazadas. Otros ejemplos clásicos del uso preventivo de antibióticos es el
empleo de amoxicilina (una amino penicilina), como prevención de la endocarditis
bacteriana, previa a ciertos procedimientos dentales, y la administración de
ciprofloxacino en contactos de pacientes con meningitis meningocócica o de una
cefalosporina de tercera generación en pacientes cirróticos que han presentado
hemorragia digestiva alta y de esta manera prevenir el desarrollo de una peritonitis
bacteriana espontánea.
Cuando los antibióticos son usados con fines terapéuticos, existe un periodo
inicial durante el cual el médico no cuenta con los resultados de los estudios
microbiológicos solicitados. A esta terapia “a ciegas”, en la que el facultativo indica
el antimicrobiano que con mayor posibilidad cubra al patógeno causante de la
infección según datos epidemiológicos, se le denomina terapia empírica. De esta
forma a la neumonía adquirida en la comunidad que se hospitaliza se le indica
habitualmente una cefalosporina de 3ª generación, o en un caso de endocarditis
bacteriana se trata empíricamente con penicilina, gentamicina (como sinergia
al β-lactámico) y cloxacilina. Ahora, una vez que se aísla el MO causante de la
infección, debe llevarse a cabo un principio médico y microbiológico esencial, que
consiste en pasar a la terapia específica o ajustada, es decir, elegir el antibiótico
de menor espectro que logre tratar eficazmente la infección, con el objetivo de
causar el menor impacto ecológico posible. Este principio básico del tratamiento
de las infecciones bacterianas es tan importante que constituye la base de los
programas de uso apropiado de antibióticos (“Antibiotic Stewardship Programs”).
Se utiliza también el anglicismo “desescalamiento” para denominar a esta
adecuación de la terapia empírica según los resultados microbiológicos.
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Principios de terapia antibacteriana
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Introducción
En este ejemplo uno esperaría un rápido desarrollo (ya que tiene todo lo
necesario para crecer y ya no está expuesta al antibiótico). No obstante, hay un
periodo durante el cual el MO se está recuperando del “estrés” que significó la
exposición previa al antibiótico. Este lapso sin desarrollo del MO, a pesar de no
estar expuesto a un agente, o en su defecto, en contacto con un antibiótico, se le
denomina EPA, y se mide en horas. Sobre la base de este aspecto farmacodinámico
(acción de un antibiótico a nivel subcelular), se modificaron las dosificaciones de
algunos antimicrobianos. El ejemplo clásico de EPA son los aminoglucósidos-
aminociclitoles (sólo sobre bacterias Gram negativas), moléculas que matan
dependiendo de la concentración que alcancen en el plasma; en concreto, la
amikacina a pesar de tener una vida media muy corta de aproximadamente 3
horas se administra una sola vez al día, aprovechando su prolongado EPA, sin
perder eficacia y disminuyendo la toxicidad. Es importante recalcar que el EPA
depende del antibiótico y también del MO sobre el cual actúa.
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Principios de terapia antibacteriana
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Introducción
Espectro de actividad
Existen antibióticos de reducido y otros de amplio espectro. Los del primer grupo
actúan sobre bacterias Gram positivas o sobre Gram negativas, pero no sobre
ambas.
Tipos de Antibióticos
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Principios de terapia antibacteriana
Resistencia Bacteriana
Es tan elevado el número de bacterias a tratar en una infección, que por simple
azar existe la posibilidad que al menos una de ellas sea resistente al antibiótico
administrado. Si esto ocurre, se seleccionará dicha cepa, y se convertirá en la
predominante al morir todo el resto, que eran susceptibles.
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Introducción
Lecturas recomendadas
Hamilton Miller JM. Antibiotic resistance from two perspectives. man and microbe.
Int J Antimicrob Agents. 2004; 23: 209-212
Weinstein M, Klugman KP, Jones RN. Rationale for revised penicillin susceptibility
breakpoints versus Streptococcus pneumoniae: coping with antimicrobial
susceptibility in an era of resistance. Clin Infect Dis. 2009; 48:1596-1600.
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Principios de terapia antibacteriana
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2
Capítulo
Capítulo 2
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Mecanismo de acción de los antibióticos
Es lógico afirmar que uno de los factores determinantes del efecto de los ATB
es el número o cantidad de moléculas que llegan al sitio de acción, lo que a su
vez depende, como ya se ha descrito, de características propias del antibiótico
(hidrofóbico/hidrofílico, solubilidad en lípidos, balance general de carga neta),
de la bacteria (localización del blanco, presencia de membrana externa, porinas,
grosor de la pared) y de características del tejido infectado (por ejemplo, su
irrigación sanguínea). Otro factor muy relevante para la acción del antimicrobiano
es la afinidad de éste por su objetivo molecular; mientras mayor sea ésta, menos
ATB se necesita para lograr eficacia. Por el contrario, a menor afinidad del agente
por su sitio de acción, es necesario un mayor número de moléculas para lograr el
efecto bacteriostático o bactericida, según sea el caso.
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Principios de terapia antibacteriana
a) intracitoplasmática o intracelular
b) en la membrana
c) extracitoplasmática o extracelular
Cada una de las fases de la vía sintética del PG, son potenciales blancos para la
acción de ciertos ATB, y según sea el nivel del bloqueo, se acumulará el precursor
inmediatamente previo al sitio de inhibición. Por ejemplo, la fosfomicina es un
antimicrobiano que actúa en el inicio de la etapa citoplasmática de la síntesis del
PG, inhibiendo la enzima piruvil transferasa, impidiendo así que el ácido láctico
derivado del fosfoenolpiruvato se combine con la N-acetilglucosamina. En otro
ejemplo, la bacitracina es un ATB que actúa en la fase de membrana de la síntesis
del PG, interfiriendo con el reciclaje de la molécula transportadora encargada
de exportar fuera de la célula el PG en formación. Por último, los β-lactámicos
y los glucopéptidos actúan en las fases finales de la etapa extra citoplasmática,
bloqueando la transpeptidación, reacción que permite el entrecruzamiento y da
rigidez del PG, alterando de esta forma la resistencia osmótica de la bacteria.
Para que ocurra la síntesis proteica se requiere de ARN mensajero (ARNm), ARN
de traducción (ARNt), ribosomas y otras proteínas llamadas factores de iniciación,
elongación y terminación. El proceso de divide en las siguientes fases:
a) Inicio: El proceso se inicia con la asociación del ARNm (en una secuencia
específica llamada de Shine-Dalgarno) con la subunidad ribosomal menor, además
de factores de iniciación y un ARNt específico (siempre el primer aminoácido en
bacterias es formilmetionina). Es precisamente a este complejo al que se asocia
posteriormente la subunidad ribosomal mayor.
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Mecanismo de acción de los antibióticos
c )Terminación: El proceso culmina tras llegar al codón de parada del ARNm que
se está traduciendo, y en este participan proteínas llamadas factores de liberación,
los que tal como dice su nombre, liberan el péptido recién sintetizado. Finalmente
se separan las subunidades mayor y menor, quedando libres y disponibles para el
inicio de un nuevo proceso de traducción.
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Principios de terapia antibacteriana
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Mecanismo de acción de los antibióticos
Los lipopéptidos son los ATB representativos de este mecanismo de acción. Los
de mayor uso en clínica son daptomicina y colistín, este último es el principal
exponente del grupo de las polimixinas. En términos generales, estas moléculas
poseen una carga electrostática que le permite su acercamiento inicial al MO,
posteriormente, a través de su dominio lipídico (hidrófobo), se insertan en
la membrana de la bacteria y ejercen su efecto bactericida. En el caso de la
daptomicina tras su inserción se forma un poro (canal iónico), que permite la
salida de ion potasio desde el intra al extracelular, lo que lleva a una alteración del
potencial de membrana de la bacteria. Al producirse este fenómeno se perturba
el mecanismo generador de ATP de la bacteria, la fosforilación oxidativa, llevando
de una forma elegante a la muerte del Gram positivo, pero sin lisis celular.
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Principios de terapia antibacteriana
Es relevante que el lector entienda que no existe un único sitio blanco ribosomal,
sino que es posible acción en las distintas etapas de la síntesis proteica. Por
ejemplo, los aminoglucósidos-aminociclitoles se unen a la subunidad 30S y
generan en su primera etapa de acción una lectura errónea del ARNm (interfiere
con el proceso de corrección). Las tetraciclinas (y también las glicil-ciclinas)
inhiben el reconocimiento del aminoacil-ARNt (aa-ARNt) en el sitio A del ribosoma.
El cloranfenicol y las lincosamidas se unen a la subunidad mayor, pero actúan
en otro nivel, ya que inhiben la formación del enlace peptídico. Por último, los
macrólidos se unen a la subunidad 50S y bloquean la fase de traslocación del
peptidil-ARNt (pp-ARNt) desde el sitio A al sitio P del ribosoma.
Por otro lado, están las quinolonas, moléculas que son capaces de bloquear la
replicación del ADN bacteriano tras formar (y estabilizar) un complejo entre el
ADN, la enzima ADN girasa y el propio antimicrobiano. En un principio se creyó
que estos agentes eran capaces de inhibir directamente la enzima ADN girasa
(topoisomerasa que enrolla y desenrolla el ADN para su replicación), no obstante,
con el pasar de los años se llegó a la conclusión que lo que realmente hacen estos
ATB es formar un complejo ternario con el ADN y con las girasas, deteniendo de
esta forma el proceso replicativo; el resultado es la muerte de la bacteria.
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Mecanismo de acción de los antibióticos
Existen vías metabólicas trascendentales para la bacteria que pueden ser inhibidas
por algunos ATB al actuar sobre enzimas limitantes de velocidad de dicha vía
sintética. Es así como se puede afectar la síntesis del ácido tetrahidrofólico, a través
de la inhibición de la sintetasa del ácido tetrahidropteroico (por las sulfas) o por la
inhibición de la dihidrofolato reductasa (a través del trimetoprim). El cotrimoxazol
corresponde a la asociación de una sulfa (sulfametoxazol) con trimetoprim, los
cuales al afectar la síntesis del ácido tetrahidrofólico (e indirectamente del ADN),
determina la muerte de la bacteria. Es importante señalar que la acción de las
sulfas o del trimetoprim por sí solos es bacteriostática, pero es su asociación lo
que determina el efecto bactericida.
Lecturas recomendadas
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Principios de terapia antibacteriana
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3
Capítulo
Mecanismos de resistencia
a antibióticos
Capítulo 3
Mecanismo de resistencia a los
antibióticos
Dr. Gerardo González
Dr. Helia Bello
Dr. Alejandro Aguayo
Dr. Sergio Mella
En la naturaleza existen claras diferencias en la prevalencia de resistencia a
antimicrobianos, siendo categóricamente mayor en ecosistemas con mayor uso de
éstos. Por lo anterior, en los hospitales se concentran las mayores tasas de resistencia,
especialmente en Unidades de Paciente Crítico, lugar donde proporcionalmente
más antibióticos se prescriben y, por lo tanto, mayor presión selectiva se ejerce.
Más aún, se ha calculado que es el área donde se describe mayor consumo de
antibióticos por unidad de superficie.
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
Por otro lado, los factores que favorecen la diseminación de los mecanismos de
resistencia son a) fuerzas físicas, como el viento y las corrientes de agua (ríos, mares),
que actúan en el medio ambiente y b) fuerzas biológicas, que incluye las actividades
humanas (principalmente hospitalarias) y un rol menor de algunos insectos, aves y
otros animales en la diseminación de la resistencia en la naturaleza.
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Principios de terapia antibacteriana
Existen dos criterios para definir una bacteria resistente, uno microbiológico (in
vitro) y otro clínico (in vivo). El primero hace referencia a una bacteria capaz de
crecer en concentraciones elevadas de un antimicrobiano específico, comparada
con otras cepas relacionadas filogenéticamente; por lo mismo, para que se pueda
cumplir este criterio se deben estudiar dos o más cepas bajo condiciones idénticas,
es decir, se necesita de un parámetro de comparación. Sin embargo, en este criterio
no existe una concentración limitante máxima del antibiótico testeado, como si
ocurre en el criterio in vivo.
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
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Principios de terapia antibacteriana
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
Aspectos Bioquímicos
Aspectos Genéticos
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Principios de terapia antibacteriana
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
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Principios de terapia antibacteriana
La mutación de esta porina tiene implicancia clínica, así la falta de expresión de esta
porina tiene un mayor impacto en imipenem que sobre meropenem; para el primer
agente las CMI se elevan de 1-2 a 8-32 µg/ml, mientras que para meropenem suben
desde 0.12-0.25 a 2-4µg/ml.
Los mecanismos se pueden asociar y así lograr resistencia que cada uno por si
solo no lograría. Un buen ejemplo de esto es Klebsiella pneumoniae resistente a
ertapenem (Figura 3). Algunos de estos MO hospitalarios pueden mutar un tipo
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
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Principios de terapia antibacteriana
3. Mecanismos enzimáticos
La gran mayoría de las enzimas encargadas de modificar los ATBs tienen una sola
función enzimática (adenilan, fosforilan o acetilan), salvo algunas excepciones en
Gram positivos (específicamente S. aureus) que poseen enzimas bifuncionales que
son capaces, por ejemplo, de acetilar y fosforilar. Por otro lado, una bacteria es
perfectamente capaz de tener más de una enzima modificante, lo que va a influir
en su perfil de resistencia.
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
Existe una enzima acetilante, AAC (6’) Ib, capaz de acetilar amikacina y por lo tanto
conferir resistencia a este ATB. A través de 2 mutaciones puntuales en esta enzima
(Trp102Arg y Asp179Tyr) surgió una variante denominada AAC (6’) Ib-cr, presente
en un elemento transferible (plásmido), que es capaz de acetilar el grupo amino-
piperacil que se encuentra presente en ciprofloxacino y norfloxacino, disminuyendo
la susceptibilidad a estos agentes antibacterianos, pero sin ser capaz de determinar
resistencia por sí sola. En consecuencia, tras las mutaciones descritas se amplía
el espectro de modificación de ATBs incluyendo ahora algunas fluoroquinolonas.
Aún más interesante es que nuestro grupo de investigación describió que esta
enzima bifuncional está presente en un porcentaje elevado de aislamientos de K.
pneumoniae productoras de BLEE.
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Principios de terapia antibacteriana
Explicado en forma muy sencilla, lo que hace este tipo de enzimas es hidrolizar el
anillo β-lactámico convirtiéndolo en un ácido inactivo, ya que es precisamente esta
estructura la que confiere la capacidad bactericida al antimicrobiano. Tomando por
ejemplo a la molécula madre, la penicilina, lo que hace la penicilinasa es hidrolizar
este ATB a ácido peniciloico, el cual es inactivo
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
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Principios de terapia antibacteriana
lo cual, les permite durante la hidrólisis acilar el anillo β-lactámico. Por otra parte,
muchas enzimas de estos grupos son inhibidas por ácido clavulánico, mientras que
aquéllas que tienen un zinc en su sitio activo (métalo-β-lactamasas) son inhibidas
por EDTA.
La mayor parte de las enzimas existentes hacia finales de la década de 1980 derivaban
de dos familias, TEM y SHV. En la figura 7 se esquematiza una β-lactamasa TEM-1,
que corresponde a una β-lactamasa de amplio espectro o también denominada
parental (hidroliza aminopenicilinas y cefalosporinas de 1ª y 2ª generación). El sitio
activo de esta enzima es un bolsillo pequeño y está formado por tres aminoácidos:
Arg-164, Glu-171, Asp-179. Tal como fue mencionado, muchas BLEE se originaron
a partir de estas β-lactamasas parentales, de ahí su denominación. Una mutación
específica de los genes que codificaban a los aminoácidos del sitio activo (reemplazo
de una serina por la arginina previamente presente en posición 164), fue capaz de
agrandar el bolsillo catalítico y así ampliar su espectro hacia las cefalosporinas de 3ª
generación (de mayor tamaño molecular que las generaciones previas), naciendo
así las BLEE. Debido al sobreuso de este grupo de ATBs se fueron seleccionando
las bacterias capaces de sintetizar este mecanismo de resistencia, determinando
de esta forma que las BLEE sean un problema endémico en los hospitales de Chile
y del mundo.
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
Existe una nueva familia de BLEE, llamada CTX-M, que no se origina en las
β-lactamasas parentales, y que tiene distribución a nivel mundial (pandémicas). Estas
enzimas han logrado desplazar del podio a las familias TEM y SHV. Este tipo de BLEE
se originó en especies del género Kluyvera (en el cual son cromosomales), bacilos
Gram negativos pertenecientes a la familia Enterobacteriaceae. La denominación
CTX-M deriva de la especial capacidad hidrolítica de este tipo de β-lactamasa sobre
cefotaxima (CTX). En nuestro país, al igual que en el resto del mundo, CTX-M es la
enzima BLEE predominante en la actualidad, y se distribuye en forma clonal por los
distintos hospitales de nuestro territorio.
Carbapenemasas
Hay que recordar que la resistencia a carbapenémicos no sólo existe mediada por
enzimas, sino que puede ser combinación de otros mecanismos como bombas de
expulsión, cambio o desaparición de porinas y/o sobreexpresión de una BLEE o
Amp-C, como ha sido explicado previamente.
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Principios de terapia antibacteriana
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
Carbapenemasas en Chile
Previo al año 2012 sólo teníamos descrito este tipo de enzimas en BGN no
fermentadores, como P. aeruginosa y A. baumannii, es decir, las carbapenemasas
descritas eran principalmente del grupo B y D de Ambler. Este tipo de enzimas son
más bien cromosomales, por lo que la transmisión es básicamente a su descendencia
y no en forma horizontal a otras bacterias. Es así como se han descrito métalo-
β-lactamasas del tipo VIM en P.aeruginosa y carbapenemasas del tipo OXA en A.
baumannii (OXA-23 es la más importante).
Son mecanismos presentes tanto en bacterias Gram positivas como Gram negativas,
ya que la función primaria de estas estructuras no tiene que ver con la resistencia
bacteriana, sino con la detoxificación del citoplasma. A través de este mecanismo se
eliminan los desechos celulares, pero además algunos ATBs pueden salir a través de
estas estructuras de manera inespecífica, es decir, estos mecanismos son capaces
de contribuir a la resistencia contra distintos antimicrobianos no relacionados
estructuralmente. En bacterias Gram negativas existen bombas presentes en la
membrana citoplasmática del MO que se asocian a una proteína conductora en
el espacio periplásmico (que actúa como puente), la que a su vez está conectada
con una proteína de membrana externa (porina) que permite la expulsión de la
molécula. En la figura 8 se representa esquemáticamente bombas de expulsión de
diferentes familias.
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Principios de terapia antibacteriana
Existen muchas similitudes con los Gram negativos, por lo que se describirán
algunas particularidades de este tipo de MO. Primero, no tenemos el problema
de la impermeabilidad otorgada por la membrana externa: por ejemplo, los
glucopéptidos actúan sólo sobre Gram positivos ya que pueden llegar a su sitio
blanco.
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
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Principios de terapia antibacteriana
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
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Principios de terapia antibacteriana
ejerzan su acción (ver figura 10). Este fenómeno está inserto en el contexto de una
heteroresistencia, es decir, dentro de una gran población de S. aureus hay cepas
susceptibles, pero además algunos aislados que no alcanzan a ser resistentes, pero
que presentan susceptibilidad disminuida a vancomicina.
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Mecanismos de resistencia a antibióticos
Lecturas recomendadas
Wright GD. The antibiotic resistome: the nexus of chemical and genetic diversity.
Nature Reviews Microbiology. 2007; 5: 175–186
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Principios de terapia antibacteriana
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4
Capítulo
Capítulo 4
Métodos de estudio de la
actividad antibacteriana y de
detección molecular de resistencia
antibacteriana
Dr. Andrés Opazo Capurro
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Métodos de estudio de la actividad antibacteriana y de detección
molecular de resistencia antibacteriana
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Principios de terapia antibacteriana
normal y/o la cepa inhibida con una concentración que podría indicar un mecanismo
de resistencia específico y que, en estudios de tratamiento, no se ha demostrado
eficacia clínica confiable del antibacteriano sobre la cepa.
De acuerdo a la guía del CLSI, se deben trabajar con una suspensión bacteriana
con una concentración de 1,0 – 1,5 x 108 UFC/ml de la cepa a estudiar, lo cual
corresponde a la turbidez del patrón McFarland 0.5 (DO625nm = 0,08 – 0,13). El
agar recomendado por el CLSI corresponde al medio agar Mueller-Hinton (MH), el
cual presenta una apropiada concentración de cationes, un pH adecuado para la
actividad de los antibacterianos, baja concentración de inhibidores de antibióticos
y permite un apropiado crecimiento de los principales patógenos bacterianos
involucrados en infecciones humanas. Desde la suspensión bacteriana se siembra,
utilizando una tórula estéril, en la superficie de la placa, para luego colocar los discos
de antibióticos (normalmente 8 por placa) en la superficie del agar y luego se incuba
a 37°C ± 2 por 16 – 18 horas.
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Métodos de estudio de la actividad antibacteriana y de detección
molecular de resistencia antibacteriana
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Principios de terapia antibacteriana
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Métodos de estudio de la actividad antibacteriana y de detección
molecular de resistencia antibacteriana
Una vez inoculadas las placas, estas se incuban a una temperatura y atmósfera
requeridas de acuerdo a los requerimientos del microorganismo. Luego de la
incubación, se determina la inhibición del crecimiento de cada cepa evidenciada
por la ausencia de crecimiento en el lugar de inoculación (Figura 5).
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Principios de terapia antibacteriana
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Métodos de estudio de la actividad antibacteriana y de detección
molecular de resistencia antibacteriana
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Métodos de estudio de la actividad antibacteriana y de detección
molecular de resistencia antibacteriana
Si bien estas técnicas siguen siendo caras para ser implementadas como rutina en
los laboratorios clínicos, se han generado en nuestro país diversas publicaciones
utilizando técnicas de NGS en donde se han identificado una serie de genes de
resistencia a antibióticos en una cepa específica de Acinetobacter baumannii, la
cual, a partir de la información generada, fue posible relacionar con grupos clonales
identificados originalmente en Brasil, lo que refleja la dinámica de diseminación de
este patógeno de importancia hospitalaria.
Lecturas recomendadas
Clinical & Laboratory Standard Institute (CLSI). M100 | Performance Standards for
Antimicrobial Susceptibility Testing, 28th Edition, 2018.
Lorian V. Antibiotics in Laboratory Medicine (Step-Up). LWW; Fifth Edition. Marzo,
2005.
Tan TY. Use of molecular techniques for the detection of antibiotic resistance in
bacteria. Expert review of molecular diagnostics. 2003; 3(1):93-103.
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Principios de terapia antibacteriana
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5
Capítulo
Capítulo 5
Principios generales del uso de
antibióticos
Dr. Sergio Mella
QF. Maritza Muñoz
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Principios generales del uso de antibióticos
Es en este marco donde esta monografía pretende servir de base conceptual para
el uso de los antibióticos. En una perspectiva global y dentro del concepto de “One
Health” en términos de cantidad cruda usada de antibióticos, la principal indicación
en todo el mundo es como factor de crecimiento para la industria pecuaria y
acuícola incluyendo aquí la producción de salmón, donde nuestro país es un
pésimo ejemplo. Más aún, con el desarrollo exponencial de la población humana
-se ha hipotetizado en sentido práctico - que el uso de antibióticos se traduce en
gramos extra de proteínas para el ser humano. Se entiende perfectamente porque
en China se describió por primera vez el gen mcr-1.
Por otra parte, desde el punto de vista biomédico, es en medicina humana donde el
sobreuso de antibióticos alcanza también proporciones alarmantes y que también
ayuda a explicar el fenómeno del sorprendente desarrollo de resistencia bacteriana
a los antibióticos. De lo antes expuesto, surge el concepto de presión selectiva:
mientras más se usa un antibiótico mayor riesgo hay de aislamiento de bacterias
resistentes (debiéndose considerar que no todos los antibióticos se asocian al
mismo riesgo de desarrollo de resistencia). Resulta obvio que, si la mayoría de
las infecciones respiratorias del tracto superior son de etiología viral, el uso de
antibióticos en este tipo de infección favorecerá la aparición de aislados resistentes
y/o efectos secundarios por el sobreuso de estas moléculas. Ejemplos típicos de
lo anterior es la prescripción en distintos ámbitos y diferentes especialidades de
antibióticos para el tratamiento de sinusitis aguda de menos de 7 días de evolución,
faringitis, bronquitis, traqueo bronquitis, neumonitis y otras entidades nosológicas
de difícil precisión y que en la práctica sirven de pretexto para indicar un antibiótico
y así dejar tranquilo al consultante y/o su familia, sin ejercerse el rol educativo para
el paciente y la comunidad.
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Principios de terapia antibacteriana
Una idea fuerza fundamental de esta introducción es que los antibióticos deben
ser utilizados como “fármacos no renovables”. Desde la “bala mágica” término
acuñado por el médico alemán de origen judío Paul Ehrlich, que permitió definir
la quimioterapia como el uso aquellos agentes químicos que sólo actuaban sobre
parásitos y no producían daño sobre las células del ser humano. Pasando por
el descubrimiento de la penicilina por Sir Alexander Fleming y su decisión de no
patentar su invento para permitir el uso masivo de él, es que el ser humano, y
en particular los médicos, debemos honrar el legado de estos grandes científicos;
dando el uso más riguroso de estos agentes. Si en alguna medida el estudio de
esta breve monografía propende a este objetivo el esfuerzo de los autores en la
confección de este manual habrá sido compensado.
Espectro
Se refiere al rango de bacterias sobre las cuales el antibiótico es activo, en forma
tradicional se divide a los antibióticos en aquellos de reducido y amplio espectro;
en los primeros, el agente es sólo activo ya sea sobre bacterias Gram positivas
o Gram negativas. Los antibióticos de amplio espectro son activos en cambio
sobre bacterias Gram positivas y Gram negativas. Es lógico pensar que se debe
privilegiar el uso de antibióticos de reducido espectro, de esta forma se ejercerá
una menor presión selectiva sobre el microbioma del paciente y reducirá por
tanto la posibilidad de selección de cepas resistentes y el desarrollo de efectos
secundarios. Una de las áreas de mayor énfasis en la actualidad la constituyen
los programas de uso de antibióticos (Antibiotic Stewardship Programs), que no
es otra cosa que la utilización adecuada de los antibacterianos, particularmente
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Principios generales del uso de antibióticos
Penetración tisular
Es importante destacar que la susceptibilidad in vitro no necesariamente implica
eficacia clínica. En primer lugar, existe una correlación entre los niveles alcanzados
a nivel plasmático a dosis habituales por un determinado antibiótico y la
susceptibilidad in vitro. Por lo anterior, por ejemplo, un aislado de S. pneumoniae
puede ser susceptible a clindamicina, sin embargo, la eficacia clínica de este agente
en cuadro de meningitis bacteriana aguda o un absceso cerebral es nula, dada la
escasa penetración de esta lincosamida a través de la barrera hematoencefálica.
La penetración de un antibiótico en los tejidos depende de una serie de variables,
las más importantes dependientes del antibiótico son: solubilidad en lípidos
(rifampicina) y peso molecular (vancomicina). En cambio, en los tejidos: adecuado
aporte sanguíneo y presencia de inflamación. Ejemplos típicos de esta condición
son: una osteomielitis crónica del tarso de un paciente diabético que tiene entre
otras complicaciones una macroangiopatía diabética impidiendo un adecuado
aporte sanguíneo a nivel tisular y por tanto entregando una escasa cantidad de
antibiótico en el sitio de la infección. En términos generales en la infección aguda
por el aumento de la permeabilidad, existe una adecuada entrega de antibiótico al
sitio de la infección.
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Principios de terapia antibacteriana
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Principios generales del uso de antibióticos
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Principios de terapia antibacteriana
Insuficiencia renal
Dado que muchos antibióticos tienen un amplio índice terapéutico y son eliminados
por los riñones, la dosificación de estos antibióticos se aproxima con fórmulas que
estiman el aclaramiento de creatinina del valor de la creatinina plasmática.
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Principios generales del uso de antibióticos
Por otra parte, en agentes como el colistín, ni siquiera en el ámbito de los especialistas
en enfermedades infecciosas hay consenso de la dosificación precisa en pacientes
con falla renal crónica en hemodiálisis. Conceptualmente debe enfatizarse que no es
lo mismo una aproximación al rango de funcionamiento renal para la indicación de
β-lactámico o una quinolona que para la dosificación de ganciclovir o cidofovir. En
el caso de estos antivirales, en nuestra opinión, deben extremarse las precauciones
para obtener un aclaramiento de creatinina lo más ajustado al valor real lo que
implica el uso de una de las fórmulas recomendadas MDRD y CKD-EPI (disponibles
en internet).
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Principios de terapia antibacteriana
Brevemente, se describen que criterios clínicos deben utilizarse para usar la terapia
secuencial:
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Principios generales del uso de antibióticos
Aspectos farmacodinámicos
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Principios de terapia antibacteriana
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Principios generales del uso de antibióticos
• Tetraciclinas
• Metronidazol
• Cotrimoxazol
• Penicilinas
• Cefalosporinas
• Macrólidos
• Isoniacida, rifampicina etambutol
Finalmente, debe recordarse que en los pacientes adultos mayores son más
frecuentes las reacciones adversas a medicamentos (RAM). Esto queda reflejado, por
ejemplo, en la frecuencia con que se observan RAM a fármacos antituberculosos al
comparar pacientes menores, versus pacientes mayores de 65 años; siendo mucho
más alta la frecuencia en la tercera edad.
Lecturas recomendadas
Hoo GSR, Liew YX, Kwa AL. Optimization of antimicrobial dosing based on
pharmacokinetic and pharmacodynamics principles. Indian J Med Microbiol. 2017;
35:340-346.
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Principios de terapia antibacteriana
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94
6
Capítulo
β-Lactámicos
Capítulo 6
β-Lactámicos
1) Penicilinas
2) Cefalosporinas
3) Carbapenémicos
4) Monobactámicos.
1. Penicilinas
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β-Lactámicos
Una bacteria puede tener distintos tipos de PBP, cada una con una función
predominante distinta. Por otra parte, distintos ATBs pueden tener mayor o menor
afinidad por las distintas PBP y, consecuentemente, un efecto diferente sobre el
MO sobre el cual actúa. Por ejemplo, tomando el caso de Escherichia coli, un ATB
que actúe principalmente sobre la PBP 1a y PBP 1b, generará un efecto lítico rápido.
Por otro lado, una molécula antibacteriana que tenga mayor afinidad por la PBP 2
producirá que la bacteria inicialmente se redondee y después muera, ya que ésta
PBP condiciona la forma del MO. Por último, si el β-lactámico actúa principalmente
sobre la PBP 3, enzima encargada de la formación de PG del septo transversal,
generará una filamentación bacteriana y posteriormente su muerte. Lo anterior
queda resumido en la tabla 1.
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Principios de terapia antibacteriana
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β-Lactámicos
Figura 4. Fenoximetilpenicilina
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Principios de terapia antibacteriana
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β-Lactámicos
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Principios de terapia antibacteriana
Las aminopenicilinas tienen un amplio uso clínico. Se usan empíricamente por vía
oral en el tratamiento de infecciones del tracto respiratorio alto y bajo, por ejemplo,
en faringoamigdalitis purulenta (cubriendo S. pyogenes) y sinusitis bacteriana
(cubriendo S. pneumoniae) y en neumonías de la comunidad, principalmente
como terapia secuencial de neumonía neumocócica una vez que el paciente está
estabilizado: amoxicilina 1 gramo cada 8 horas por vía oral (dada la excelente actividad
de amoxicilina sobre S. pneumoniae). Además, son la elección en infecciones por
Enterococcus susceptibles a aminopenicilinas (principalmente E. faecalis). Su acción
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β-Lactámicos
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Principios de terapia antibacteriana
Tres son los mecanismos más relevantes para este tipo de moléculas:
Meticilino Resistencia
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β-Lactámicos
Las cepas del SAMR-H se pueden tipificar desde el punto de vista molecular
para determinar si tienen o no un origen común, es decir, si poseen una misma
ascendencia. Mediante electroforesis de campo pulsado (PFGE, por sus siglas en
inglés) y tipificación multilocus de secuencias (MLST, por sus siglas en inglés) se
puede llegar a conocer la relación genética entre dos cepas y determinar de esta
forma si pertenecen o no a un mismo clon. Por ejemplo, con estas técnicas se puede
determinar si cepas de SAMR aisladas en una UCI (Unidad de Cuidados Intensivos)
en Concepción están relacionadas o no con cepas de SAMR de otro servicio del
mismo hospital o incluso con cepas aisladas en otras ciudades o países. En resumen,
al aplicar esta tecnología se pueden estudiar las similitudes o diferencias genéticas
entre distintas poblaciones bacterianas, lo que a su vez permite reconocer los
distintos clones de SAMR predominantes en diferentes áreas geográficas.
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Principios de terapia antibacteriana
Mecanismos enzimáticos
107
β-Lactámicos
2.- Cefalosporinas
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Principios de terapia antibacteriana
En las figuras 8 a la 11, se aprecian las diferencias estructurales que determinan las
distintas generaciones de cefalosporinas. A medida que se avanza en generación
los grupos radicales que se agregan van siendo cada vez más voluminosos, razón
por la cual se impide la acción de algunas enzimas del tipo β-lactamasas. Dicho de
otra forma, cuando se observaba selección de resistencia a un determinado grupo
de cefalosporinas, se agregaban grupos químicos más voluminosos, lo que impedía
(por impedimento estérico) que fuera substrato de la β-lactamasas. Recordemos
109
β-Lactámicos
Ingresan al mercado entre los años 1973 y1975. En su mayoría poseen radicales R1
y R2 pequeños (figura 9). Corresponden a ATBs de amplio espectro, con actividad
sobre bacterias Gram positivas y negativas (tabla 5). Es importante recalcar
que Enterococcus spp es intrínsecamente resistente (insusceptible) a todas las
cefalosporinas. Como grupo estas cefalosporinas poseen una reducida actividad
frente a anaerobios, baja penetración al líquido cefalorraquídeo (LCR) y, como todos
los β-lactámicos, una elevada eliminación por las vías urinarias (se concentran en
la orina).
Las más usadas en clínica son cefazolina y cefadroxilo. Su foco son la cobertura sobre
SAMS y S. pyogenes, lo que las convierte en una excelente opción en infecciones
de piel y partes blandas (celulitis, erisipela, infección de sitio quirúrgico) y osteo-
articular (artritis séptica, osteomielitis, espondilodiscitis) cuando son producidas
por los Gram positivos ya mencionados; en este sentido son una excelente
alternativa a las penicilinas isoxazólicas (cloxacilina). Además, cefadroxilo se usa
habitualmente en infecciones urinarias (sobre todo en embarazadas), la mayoría de
ellas generadas por bacilos Gram negativos susceptibles, como E. coli. Cefazolina es
el antibiótico de elección en profilaxis quirúrgica, existiendo un interesante debate
entre especialistas sobre su restricción como agente sólo para esta indicación,
versus su uso también como tratamiento en infecciones producidas por Gram
positivos (excepto enterococos) y también sobre la estabilidad de cefazolina frente
a las distintas variedades de penicilinasa producidas por Staphylococcus aureus en
comparación con las isoxazolilpenicilinas.
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Principios de terapia antibacteriana
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β-Lactámicos
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Principios de terapia antibacteriana
Mención aparte tiene ceftazidima y cefoperazona, las cuales son moléculas activas
frente a P. aeruginosa (cefalosporinas anti-Pseudomonas). Es muy relevante que el
lector comprenda que, así como la ceftazidima gana actividad frente a P. aeruginosa,
pierde actividad frente a S. pneumoniae, por lo que no es una opción válida en
tratamientos empíricos para neumonías adquiridas en la comunidad, cuyo principal
causante es precisamente el neumococo.
En 1992 aparece este grupo de agentes antibacterianos como una gran promesa,
pero rápidamente quedaría en evidencia que, a pesar de ser buenas moléculas en
ciertos nichos clínicos determinados, no fueron la solución a los problemas que ya
estaban generando las BLEE.
113
β-Lactámicos
Ceftarolina y ceftobiprol son los exponentes de este grupo (ambas son pro-drogas),
de los cuales ceftobiprol no está aún disponible en nuestro país. Corresponden
a las primeras cefalosporinas con actividad anti SAMR, es decir, son capaces de
unirse e inhibir a la PBP2a.
114
Principios de terapia antibacteriana
Por otro lado, la pro-droga ceftarolina si fue aprobada por la FDA el año 2010 y por la
agencia europea el 2012 para el tratamiento de infecciones de piel y partes blandas,
pero además para neumonía adquirida en la comunidad. Al igual que ceftobiprol,
posee una favorable actividad sobre cocáceas gram positivas, tales como SAMS,
SAMR y particularmente sobre Streptococcus spp. (incluido S. pneumoniae). Cubre
además H. influenzae y M catarrhalis, patógenos ocasionalmente causantes de
infecciones respiratorias bajas. Al igual que ceftobiprol, esta cefalosporina de 5ª
generación posee cobertura sobre patógenos Gram negativos, pero es degradada
por β-lactamasas de espectro extendido y cefalosporinasas cromosomales.
115
β-Lactámicos
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Principios de terapia antibacteriana
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β-Lactámicos
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Principios de terapia antibacteriana
Dentro de cada uno de los 5 grupos de CTX-M existen a su vez distintos alelos, es
decir, son enzimas hidrolíticas que pertenecen al mismo grupo clasificatorio, pero
difieren estructuralmente en 1 o 2 aminoácidos. El grupo CTX-M-1 y CTX-M-9 son
los más heterogéneos, ya que son los que poseen un mayor número de alelos.
119
β-Lactámicos
Por secuenciación se ha logrado determinar que el alelo más frecuente del grupo
CTX-M-1 presente en nuestro país en el blaCTX-M-15 (alelo 15, del grupo 1). Por otro
lado, el alelo más frecuente del grupo CTX-M-2 es blaCTX-M-2 (alelo 2, del grupo 2).
Aplicando PFGE es posible determinar la diseminación clonal de las enterobacterias
productoras de BLEE, pudiéndose determinar que un mismo clon está presente
en distintos servicios de un mismo hospital (incluso en distintos hospitales). Se
puede concluir que aún faltan muchos esfuerzos institucionales y personales
para lograr mayor adherencia a las medidas que disminuyen la transmisibilidad
intrahospitalaria de patógenos, siendo la más importante de todas, la higiene de
manos.
3.- Monobactámicos
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Principios de terapia antibacteriana
4.- Carbapenémicos
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β-Lactámicos
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Principios de terapia antibacteriana
lo que le confiere resistencia a la hidrólisis por la DHP-1, por lo que no requiere ser
asociado a cilastatina. In vitro, meropenem posee mejor actividad que imipenem
sobre bacterias Gram negativas, lo que se traduce habitualmente en una dilución
menor en la concentración mínima inhibitoria sobre este tipo de bacterias. Por otro
lado, se le describe una velocidad de penetración mayor al interior del patógeno.
No obstante, el espectro de acción y la eficacia clínica entre ambos carbapenémicos
es prácticamente la misma, salvo algunas excepciones puntuales como cepas de
P. aeruginosa resistentes a imipenem por impermeabilidad (mutación de porina
OprD), que mantienen susceptibilidad a meropenem.
Ertapenem mantiene el grupo metilo en R1, por lo que resiste la acción de la DHP-
1 y tampoco requiere asociación con cilastatina. Lo más relevante desde el punto
de vista clínico es que este ATB no cubre Gram negativos no fermentadores, es
decir, no tiene actividad sobre A. baumannii y P. aeruginosa (a diferencia del resto
de los carbapenémicos), por lo tanto, ejerce menor presión selectiva en el medio
ambiente hospitalario. Por lo mismo, no se recomienda habitualmente como
terapia empírica, sino cuando se disponga de la identificación del agente causal. El
gran tamaño molecular del ertapenem, debido al sustituyente en posición R2, limita
la entrada de este antimicrobiano al interior del Gram negativo no fermentador, lo
que genera la insusceptibilidad a través de un mecanismo de impermeabilidad. Por
otro lado, ertapenem tiene la ventaja de administrarse una sola vez al día, y no sólo
por vía endovenosa, sino también intramuscular. Esta propiedad farmacocinética
(tiempo de vida media de 4 horas) hace de este agente un antibiótico ideal para
terapia domiciliaria.
Finalmente tenemos doripenem, el cual también resiste a la DHP-1 a través del metilo
en posición R1. Tiene un espectro de actividad similar a imipenem y meropenem,
con ventajas (más bien teóricas) en la actividad sobre no fermentadores, como A.
baumannii y P. aeruginosa.
Con relación a su espectro de actividad, todos poseen muy buena acción sobre
Streptococcus spp y SAMS, sin embargo, ninguno es activo sobre SAMR y
Enterococcus spp. Respecto a los Gram negativos, tienen un amplio espectro
de acción sobre fermentadores y no fermentadores (excepto ertapenem). Una
excepción es Stenotrophomonas maltophilia, Gram negativo no fermentador;
intrínsecamente resistente a todos los carbapenémicos a través de la producción
de MβLs. Por último, todos los carbapenémicos tienen una excelente actividad
sobre anaerobios, excepto C. difficile.
123
β-Lactámicos
Resistencia a carbapenémicos
a) mutación de porinas;
b) bombas de expulsión;
c) modificación de PBP (poco frecuente);
d) hidrólisis enzimática por carbapenemasas.
124
Principios de terapia antibacteriana
Tres moléculas de este grupo son de amplio uso clínico: ácido clavulánico, sulbactam
y tazobactam. Todos son β-lactámicos, y además son considerados “inhibidores
suicidas”, ya que son hidrolizados en reemplazo del antibiótico al cual van asociados.
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β-Lactámicos
Ácido clavulánico
Figura 17. Estructura del ácido clavulánico. Nótese el anillo β-lactámico y el anillo oxazolidina.
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Principios de terapia antibacteriana
Sulfonpenams
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β-Lactámicos
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Principios de terapia antibacteriana
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β-Lactámicos
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Principios de terapia antibacteriana
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132
7
Capítulo
Aminoglucósidos-Aminociclitoles
Principios de terapia antibacteriana
Capítulo 7
Aminoglucósidos-Aminociclitoles
Los AG calzan perfecto con la definición de un ATB, ya que son moléculas producidas
por microorganismos, fundamentalmente por Actinomicetos (principalmente por
Streptomyces). El primer AG aislado fue estreptomicina en 1944, por el grupo de
Waksman y colaboradores, a partir de Streptomyces griseus, lo que da inicio al uso
clínico de este tipo de antimicrobianos por la comunidad médica. Posteriormente,
el mismo grupo en 1949, aisló neomicina a partir de Streptomyces fradiae; y en
1957 Umezawa y colegas descubren la kanamicina a partir de Streptomyces
kanamyceticus. Debe enfatizarse que el aminoglucósido más utilizado, gentamicina,
fue aislado el año 1963.
135
Aminoglucósidos-Aminociclitoles
Características Estructurales
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Principios de terapia antibacteriana
Espectro de actividad
137
Aminoglucósidos-Aminociclitoles
Los AG son menos activos sobre bacterias Gram positivas y no se usan en clínica
como monoterapia como tratamiento contra este tipo de microorganismos. Lo
relevante en este aspecto es el uso de AG como sinergia clásica con un β-lactámico en
infecciones graves por Streptococcus y Enterococcus (por ejemplo, en endocarditis
infecciosa). Es muy importante recordar que el efecto post antibiótico de un AG
contra bacterias Gram positivas no está demostrado, de allí que microbiológicamente
cuando se utiliza un AG como sinergia (ej: endocarditis infecciosa por Enterococcus
faecalis) es razonable mantener uno dosificación fraccionada. A pesar de lo anterior,
la mayor parte de los ensayos clínicos utilizan el AG en monodosis con favorables
resultados. En la práctica muchos especialistas, ya sea si utilizan el AG como terapia
sobre Gram negativos o como sinergia, indican estos antibióticos una vez al día.
138
Principios de terapia antibacteriana
Otro tipo de patógenos cubiertos por AG son las micobacterias, como M. tuberculosis
y micobacterias atípicas. Hasta hace poco tiempo la estreptomicina formaba parte
del esquema de tratamiento de la tuberculosis (en los llamados pacientes “antes
tratados”), norma que se modificó el 2014. Actualmente su uso se recomienda sólo
en pacientes portadores de insuficiencia hepática y TBC. Por otro lado, kanamicina
forma parte de los medicamentos utilizados para el tratamiento de la tuberculosis
multidrogorresistente, fenómeno poco frecuente en Chile.
Mecanismo de acción
Los AG penetran a la bacteria (por las porinas en los Gram negativos) y se unen a su
sitio blanco, la subunidad menor del ribosoma (30S). Tras su unión interfieren con
la acuciosidad del proceso de traducción proteica, induciendo lecturas erróneas
de los codones del ARNm. Este proceso “distorsionado” por los AG condiciona la
producción de pequeños péptidos aberrantes, que habitualmente son los péptidos
señal que permiten su unión a la membrana citoplasmática. Tras insertarse en la
membrana forman verdaderos poros que alteran la integridad de esta barrera
condicionando básicamente dos efectos: el primero es la desestabilización
139
Aminoglucósidos-Aminociclitoles
Como ya hemos analizado las generalidades del mecanismo de acción de los AG,
estamos en condiciones de profundizar en algunas particularidades. El ingreso de
estos ATBs a la bacteria posee tres fases bien definidas. La primera corresponde
a una interacción iónica o electrostática no dependiente de energía, entre el AG
(policatiónico) y moléculas cargadas negativamente como el lipopolisacárido, cabezas
polares de fosfolípidos o proteínas de membrana externa. Tras la interacción inicial
y la penetración vía porinas, se suceden dos fases dependientes de energía: la fase
1 ocurre en la membrana citoplasmática, en la cual el ingreso del AG al interior de la
bacteria se ve favorecida por la diferencia de carga eléctrica generada por la Fuerza
Protón Motriz (FPM), que establece un medio extracelular más electropositivo que el
citoplasma. En otras palabras, la fuente de energía que permite la entrada del ATB al
interior del patógeno es precisamente la FPM, razón que explica que los anaerobios
son insusceptibles a los AG, ya que carecen del proceso de fosforilación oxidativa
que es la generadora de la FPM. La fase 2 dependiente de energía corresponde a
la entrada masiva del AG a la bacteria, favorecida por la inserción de los péptidos
aberrantes en la membrana citoplasmática.
Los AG son por definición ATBs que producen muerte bacteriana dependiendo de
la concentración plasmática máxima que alcanzan en relación a la concentración
mínima inhibitoria que ejercen sobre la bacteria (Cmax/CIM). Sobre Gram negativos,
los AG poseen un efecto post-antibiótico (EPA) prolongado, lo que permite su
administración sólo una vez al día sin perder efectividad y con menor toxicidad
(figura 2). El EPA, en forma muy simplificada, es el tiempo que demora la bacteria en
recuperarse luego de haber estado en contacto con un antimicrobiano. El máximo
EPA de los AG se logra cuando la Cmax está entre 8 y 10 veces la CMI. Recordemos
que la vida media de estos agentes antibacterianos es de sólo algunas horas (Sólo
dos a tres horas para gentamicina y amikacina), por lo que es el EPA el que permite
la monodosis al tratar infecciones producidas por bacterias Gram negativas.
140
Principios de terapia antibacteriana
Uso clínico
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Aminoglucósidos-Aminociclitoles
Es así como los AG pueden utilizarse en infecciones del tracto urinario e infecciones
intraabdominales (apendicitis, diverticulitis, colecistitis, peritonitis). Además, juegan
un rol en neutropenia febril (clásicamente enfermos con neoplasias hematológicas
post quimioterapia), asociándose habitualmente a una cefalosporina de 3ª
generación.
Existe una preocupación, más bien teórica, respecto a una posible inactivación
del AG por algunos β-lactámicos. Se produciría un “ataque nucleofílico” por parte
de algunas penicilinas anti-Pseudomonas sobre algunos AG, siendo el de mayor
relevancia la gentamicina. La inactivación requiere varias horas in vitro, por lo que
se recomienda que en la práctica clínica no se mezclen AG y β-lactámicos en el
mismo frasco ni se administren dosis sincrónicas. No obstante, la relevancia clínica
de este fenómeno parece más bien limitada.
Efectos adversos
142
Principios de terapia antibacteriana
• Mutaciones del sitio blanco: Existe una única mutación del sitio blanco ribosomal
que tiene una repercusión relevante en la disminución de la susceptibilidad a un
AG, específicamente para la estreptomicina, tras mutar los genes de proteínas
ribosomales, como la proteína S 12 (rpsL) o sustituciones en la posición 904 del
ARNr 16S.
Existe una gran cantidad de alelos en una misma familia, es decir, distintos genes
que codifican para enzimas con sólo algunas pequeñas diferencias estructurales,
pero con la misma función enzimática y que por lo tanto siguen perteneciendo
143
Aminoglucósidos-Aminociclitoles
Una EMA puede actuar en uno o más AG distintos dependiendo del grupo químico
modificado por la enzima. Si el grupo específico está sólo en un AG, este mecanismo
confiere resistencia sólo para ese agente antibacteriano. Por otra parte, si el grupo
químico está presente en más de un AG, la enzima puede modificar más de un ATB.
En el caso de los alelos de las enzimas AAC (3), que corresponden a enzimas que
acetilan el grupo amino presente en la posición 3 del aminociclitol, por lo general
inactivan gentamicina, pero no amikacina. Una situación mucho más compleja
sucede con la AAC (6), ya que, dependiendo del alelo, AAC (6’)-I puede degradar
amikacina y tiene una actividad variable sobre gentamicina.
144
Principios de terapia antibacteriana
Bibliografía recomendada
Ramírez MS, Tolmasky ME. Amikacin: uses, resistance, and prospects for inhibition.
Molecules 2017; 22:1-23.
145
8
Capítulo
Quinolonas
Capítulo 8
Quinolonas
Estructura Química
149
Quinolanas
Debe destacarse la reciente aprobación en junio del 2017 por la FDA de delafloxacina,
una nueva quinolona con amplio espectro que incluye aislados de SAMR y que está
indicada en el tratamiento de infección de piel y partes blandas.
150
Principios de terapia antibacteriana
151
Quinolanas
Generaciones de Quinolonas
152
Principios de terapia antibacteriana
Farmacocinética y Farmacodinámica
Las quinolonas son antimicrobianos que tienen actividad bactericida que depende
de la concentración, por lo que la Cmáx/CIM debe ser superior a 8 a 10 para
obtener la máxima eficacia clínica y la menor selección de resistencia. Alcanzar
esta relación se ha asociado a una significativa probabilidad de éxito terapéutico,
particularmente cuando se alcanzan sobre aislados problemáticos como P.
aeruginosa y otros bacilos Gram negativos. Supongamos que tenemos un paciente
con una infección ósea producida por este bacilo no fermentador, en que el valor
de la CMI es de 0.5 ug/ml; en este contexto el uso de terapia oral con ciprofloxacina,
que en condiciones óptimas alcanzará concentración plasmática máxima de 2 ug/
ml, hace que la relación Cmax/CMI sea 4, lo que determinará con alta probabilidad
el desarrollo de resistencia y fracaso terapéutico. Por otro lado, el parámetro AUC/
CIM debe ser mayor a 125 ug.hr/mL.
153
Quinolanas
Mecanismo de Acción
Indicaciones Clínicas
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Principios de terapia antibacteriana
Espectro de acción
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Quinolanas
Efectos Adversos
Los más frecuentes son gastrointestinales (3-17%), destacando las náuseas, vómitos,
diarrea y dolor abdominal. Menos frecuente (1-10%), pero no por eso menos
importante, es la neurotoxicidad. Se puede generar cefalea, vértigo, somnolencia,
confusión, insomnio, fatiga, agitación, temblor e incluso convulsiones. De lo
anterior hay que prestar especial a los antecedentes del paciente cuando prescribe
ciprofloxacina, especialmente en conjunto con otros agentes que producen
neurotoxicidad, como metronidazol o carbapenémicos, especialmente imipenem.
Resistencia a Quinolonas
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Principios de terapia antibacteriana
157
Quinolanas
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Principios de terapia antibacteriana
Lecturas recomendadas
159
9
Capítulo
Lincosamidas
Capítulo 9
Lincosamidas
163
Lincosamidas
Mecanismo de Acción
Espectro de Actividad
164
Principios de terapia antibacteriana
Efectos adversos
165
Lincosamidas
Mecanismos de resistencia
Lecturas recomendadas.
166
Principios de terapia antibacteriana
167
10
Capítulo
Estreptograminas
Capítulo 10
Estreptograminas
Mecanismo de acción
Por otro lado, quinupristina también interactúa con la unidad 50S, pero en el sitio
P, evitando la formación de la cadena polipeptídica y provocando su finalización
(liberación) anticipada.
171
Estreptograminas
Dalfopristina
Quinupristin.
172
Principios de terapia antibacteriana
Espectro de actividad
Al igual que los macrólidos y azálidos cubre patógenos atípicos con relevancia
clínica como Chlamydia spp., Mycoplasma spp. y Ureaplasma urealyticum. Dentro
de los patógenos respiratorios también tiene acción sobre los Gram negativos como
Moraxella catarrhalis y Legionella spp.
173
Estreptograminas
Mecanismos de resistencia
Por otra parte, existen algunos mecanismos específicos para las estreptograminas,
como se detallará a continuación. Para el caso de dalfopristina existen algunos genes
(vat, sat), que codifican para una acetil -transferasa capaz de modificar el antibiótico
y así alterar la afinidad por su sitio blanco. También existe resistencia mediada por
bombas de expulsión, codificada en los genes vga, lsa y mefA. La bomba codificada
por este último gen es capaz de expulsar macrólidos y estreptograminas del grupo
A (fenotipo MSA).
Para quinupristina, existe una hidrolasa codificada en el gen vgb que, tal como su
nombre lo indica, es capaz de hidrolizar (romper) e inutilizar la molécula antibiótica.
Lecturas recomendadas.
174
Principios de terapia antibacteriana
175
11
Capítulo
Oxazolidinonas
Capítulo 11
Oxazolidinonas
179
Oxazolidinonas
Mecanismo de Acción
Espectro de actividad
Tiene actividad sobre una variedad de bacterias Gram positivas, pero su importancia
radica en la actividad sobre patógenos con gran transcendencia clínica, tales como:
180
Principios de terapia antibacteriana
Uso clínico
Efectos Adversos
Mecanismos de Resistencia
Tal como ha ocurrido con todos los antimicrobianos descritos a la fecha, a medida
que aumenta el uso de una molécula, aumenta también la descripción de resistencia.
181
Oxazolidinonas
• Metilación del ARN 23S, lo que se traduce en modificación del sitio blanco bacteriano
y disminución de la afinidad del antibiótico por su objetivo molecular. A diferencia
de lo descrito para macrólidos, azálidos, lincosamidas y estreptograminas, este
mecanismo está mediado por otro gen, denominado cfr.
• Mutación del ARN 23S, que también se traduce en modificación del sitio blanco
(dominio V), reduciéndose la afinidad del antimicrobiano por su diana. Este
mecanismo se ha descrito en SAMR y ERV
182
Principios de terapia antibacteriana
183
12
Capítulo
Glucopéptidos y
Lipoglucopéptidos
Capítulo 12
Glucopéptidos y Lipoglucopéptidos
a) Glucopéptidos
A este grupo pertenecen dos antibióticos disponibles en nuestro país y muy útiles en
la práctica clínica hospitalaria. Nos referimos a vancomicina y teicoplanina, ambos
de origen natural y estructuralmente caracterizados por una fracción glucídica y
otra peptídica (gluco-péptido). Son moléculas bastante antiguas, siendo 1956 la
fecha de origen de vancomicina y 1978 de teicoplanina.
Mecanismo de Acción
187
Glucopéptidos y Lipoglucopéptidos
188
Principios de terapia antibacteriana
Los GP reconocen el dipéptido terminal D-ala D-ala, que a su vez forma parte
del pentapéptido lateral unido al N-acetilmurámico de la estructura del PG.
Tras su unión al sitio blanco, se bloquea la transpeptidación pero también la
transglicosilación. Este bloqueo no ocurre por inhibición de la enzima encargada de
estas reacciones químicas, sino que por el impedimento físico que implica la unión
de la macromolécula de vancomicina, mediada por puentes de hidrógeno, a este
nivel. Tras perturbarse la síntesis adecuada del PG se altera la resistencia osmótica
de la bacteria, generándose lisis bacteriana (figura 2).
Características Farmacológicas.
Por otro lado, teicoplanina se puede administrar tanto por vía intravenosa como
intramuscular (ventaja en terapia ambulatoria). Se une en un 90 a 95% a proteínas
plasmáticas, logrando una vida media de aproximadamente 90 horas. Ésto permite
su administración sólo una vez al día, lo que favorece también su utilización en
terapia domiciliaria. Al igual que la vancomicina se elimina por vía renal. A pesar
de las diferencias mencionadas, y a que microbiológicamente teicoplanina es
dos a cuatro veces más activa in vitro que vancomicina, del punto de vista clínico
son absolutamente comparables al usar dosis estándar de ambas moléculas.
Históricamente con teicoplanina se observaron fracasos clínicos con dosis
subóptimas particularmente en el tratamiento de endocarditis infecciosa.
189
Glucopéptidos y Lipoglucopéptidos
Los GP otorgan cobertura sobre una amplia variedad de bacterias Gram positivas,
tanto de adquisición comunitaria como nosocomial. Sin embargo, en Chile su uso
es adecuado sólo en contexto hospitalario o asociado a la atención de salud, y
en patógenos resistentes a otras alternativas. Estos agentes tienen acción sobre
Staphylococcus spp., Enterococcus spp., Streptococcus spp, Corynebacterium spp,
Bacillus anthracis y C. difficile.
Por otra parte, las infecciones asociadas a E. faecium con fenotipo Van B, que es
resistente a vancomicina pero mantiene susceptibilidad a teicoplanina, constituyen
uno de los escasos escenarios clínicos en los cuales se prefiere teicoplanina por
sobre vancomicina.
Si bien la eficacia de vancomicina está respaldada por más de cinco décadas de uso,
el contexto clínico y microbiológico de utilización de esta molécula ha cambiado
drásticamente desde fines del siglo pasado. Su actividad bactericida tiene un
modo de acción lento y se ve afectado por un inóculo bacteriano grande, una
fase de crecimiento estacionario y condiciones anaeróbicas. Estudios clínicos y
190
Principios de terapia antibacteriana
191
Glucopéptidos y Lipoglucopéptidos
Reacciones adversas
192
Principios de terapia antibacteriana
Mecanismos de resistencia
193
Glucopéptidos y Lipoglucopéptidos
En estos casos se deben buscar otras alternativas terapéuticas. Las cepas VISA
disminuyen la susceptibilidad a vancomicina mediante el engrosamiento de su
pared celular, lo cual se lleva a cabo sintetizando una mayor cantidad de dipéptidos
terminales D alanina-D alanina que atrapan al glucopéptido, a su vez estos
dipéptidos señuelo al unirse a moléculas de vancomicina impiden la difusión de
más moléculas del GP para que alcancen sus target definitivos. Interesantemente,
estas células tienen una serie de alteraciones metabólicas, probable expresión
de múltiples mutaciones en genes reguladores, que hacen que la bacteria tenga
un peptidoglicán con menor entrecruzamiento y menor actividad de enzimas
autolíticas que regulan el crecimiento del PG.
Staphylococcus aureus resistente a vancomicina, VRSA (CMI ≥16 µg/mL): El año 2002
en EE.UU se describe el primer traspaso in vivo de genes van desde Enterococcus
a S. aureus, confiriéndose resistencia franca a vancomicina. Previamente sólo se
había realizado en laboratorios (in vitro). A la fecha se han descrito pocos casos en
el mundo.
b) Lipoglucopéptidos
194
Principios de terapia antibacteriana
Lecturas recomendadas:
Álvarez R, López-Cortés LE, Molina J, et al. Optimizing the clinical use of vancomycin.
Antimicrob Agents Chetmther 2016; 60: 2601-2609.
195
13
Capítulo
Lipopéptidos
Capítulo 13
Lipopéptidos
Estructuralmente se caracterizan, tal como lo dice su nombre, por tener una fracción
lipídica (ácido graso) y una peptídica (aminoácidos). Existen lipopéptidos lineales y
cíclicos. Dentro de los cíclicos existen dos moléculas estructuralmente relacionadas,
pero con uso clínico opuesto, nos referimos a la daptomicina con acción exclusiva
sobre bacterias Gram positivas y por otro lado las polimixinas, con un espectro
enfocado en Gram negativos.
a) Daptomicina
Como se verá en otro capítulo el gran avance en la última década fue la síntesis
de los diazabiciclooctanos; que corresponden a moléculas no derivadas del
núcleo β-lactámico y que son poderosos inhibidores de distintas beta-lactamasas,
especialmente aquéllas pertenecientes al grupo A de la clasificación de Ambler, las
serino β-lactamasas, que incluyen a las β-lactamasas de espectro extendido y a las
carbapenemasas del grupo KPC.
199
Lipopéptidos
Mecanismo de Acción
200
Principios de terapia antibacteriana
Sus características estructurales impiden una buena absorción oral, por lo que se
administra en forma endovenosa. Se concentra principalmente en plasma y líquidos
intersticiales. Es inactivada por el surfactante pulmonar por lo que no se usa en el
tratamiento de neumonías, de hecho, el estudio pivotal en que se comparaba con
vancomicina en el tratamiento de neumonía por MRSA, tuvo que suspenderse por
el fracaso de daptomicina comparada con vancomicina. Atraviesa escasamente
la barrera hematoencefálica y placentaria. Tiene elevada unión a proteínas
plasmáticas y se elimina eminentemente por vía renal, en forma inalterada, lo que
hace necesario su ajuste en casos de insuficiencia de este parénquima.
Espectro de acción
Usos clínicos
201
Lipopéptidos
vancomicina y teicoplanina. En estos casos se prefiere usar dosis más altas del
lipopéptido (6 a 12 mg/kg/día). Debe destacarse que no es conveniente sobrepasar
la dosis de 6 mg/kg/día en pacientes obesos o con aclaramiento de creatinina
inferior a 50 ml/min.
Mecanismos de Resistencia
Efectos Adversos
Polimixinas
202
Principios de terapia antibacteriana
Estructura
Mecanismo de acción
203
Lipopéptidos
Espectro de actividad
Si bien el lector debe quedarse con el concepto de que colistín sólo cubre bacterias
Gram negativas, existen algunos géneros bacterianos Gram negativos clínicamente
relevantes que no son susceptibles a las polimixinas. Las más importantes quedan
incluidas en el acrónimo PPBS, es decir, Proteus-Providencia-Burkholderia-Serratia,
pero además colistin carece de actividad sobre Edwarsiella spp.
Farmacocinética-Farmacodinámica (PK-PD)
Aún queda mucho por saber de la PK/PD de esta polimixina, lo que se relaciona
directamente a su reciente reintroducción, y que nos ha dejado expuestos a
204
Principios de terapia antibacteriana
Usos Clínicos
Efectos Adversos
205
Lipopéptidos
década de 1980, el cual fue precisamente uno de los detonantes para su retiro del
mercado en el siglo pasado.
Terapias combinadas
Mecanismos de Resistencia
206
Principios de terapia antibacteriana
Lecturas recomendadas:
207
14
Capítulo
Macrólidos, Azálidos y
Cetólidos
Capítulo 14
Macrólidos, Azálidos y Cetólidos
Macrólidos
211
Macrólidos, Azálidos y Cetólidos
212
Principios de terapia antibacteriana
213
Macrólidos, Azálidos y Cetólidos
Azálidos
Respecto a su espectro, posee menos actividad sobre cocáceas Gram positivas como
Staphylococcus spp y Streptococcus spp, pero mayor actividad sobre bacterias Gram
negativas: es cuatro veces más activa sobre Haemophilus spp, N. gonorrhoeae y
Campylobacter spp, y dos veces más activa sobre M. catarrhalis. Destaca también
su actividad sobre Enterobacteriaceae, especialmente sobre E. coli, serotipos de
Salmonella enterica y Shigella spp. Finalmente es activa contra micobacterias,
particularmente sobre complejo M. avium, y además sobre microorganismos
intracelulares como Legionella y Chlamydia spp.
214
Principios de terapia antibacteriana
La unión de estos agentes al dominio V del ARNr 23S bloquea el canal de salida de la
cadena peptídica en formación, perturbando la síntesis de estas macromoléculas,
ejerciendo de esta forma su efecto bacteriostático. Como la unión es reversible, al
eliminarse el antibacteriano, se logra la restitución de este proceso. Tal como se
mencionó previamente, en ocasiones estos compuestos tienen actividad bactericida,
lo que depende del tipo de microorganismo, la concentración del compuesto
y el tamaño del inóculo. Es así como eritromicina puede ser bactericida sobre S.
pyogenes y S. pneumoniae, claritromicina sobre S. pyogenes y H. influenzae, y
azitromicina sobre S. pyogenes , H. influenzae y Legionella spp.
215
Macrólidos, Azálidos y Cetólidos
La modificación del sitio blanco, específicamente del ARNr 23S, puede ocurrir
básicamente a través de 3 mecanismos: i) metilación del ARNr 23S (gen erm); ii)
mutación del ARNr 23S; iii) mutaciones de las proteínas L4 y L22 (ubicadas en el
túnel de salida del ribosoma).
216
Principios de terapia antibacteriana
Para los macrólidos existe otro mecanismo de resistencia relevante. Nos referimos a
la expresión de bombas de expulsión codificados en los genes mef (macrolide efflux),
que determinan el denominado fenotipo M. Este mecanismo no otorga resistencia
cruzada, sino que sólo resistencia a macrólidos, por lo que en una prueba de difusión
en agar se mantiene la susceptibilidad a clindamicina y estreptograminas del grupo
B. Este mecanismo de resistencia puede explicar hasta 50% de la resistencia de S.
pneumoniae y S pyogenes en algunas áreas geográficas.
Cetólidos
217
Macrólidos, Azálidos y Cetólidos
Mecanismo de Acción
Los cetólidos no sólo se unen al dominio V del ARNr 23S, sino que también al dominio
II, inhibiendo de esta forma la síntesis proteica de la bacteria. Esta sutileza es la que
permite al cetólido mantener su acción a pesar de que existan modificaciones en
el dominio V (fenotipo MLSB), ya que mantienen su interacción ribosomal con el
dominio II.
Espectro de Actividad
Tienen una actividad variable sobre anaerobios, presentando buena actividad sobre
Clostridium perfringens, Peptostreptococcus spp., Prevotella spp y Porphyromonas
spp.
Usos clínicos
Los efectos adversos de los cetólidos han limitado en gran parte su uso clínico:
se ha descrito hepatotoxicidad, alteraciones visuales y compromiso del sensorio,
entre otros. Inicialmente telitromicina fue utilizado para una amplia variedad de
infecciones respiratorias, no obstante, debió ser retirado del mercado por toxicidad.
218
Principios de terapia antibacteriana
- También se han descrito mutaciones de las proteínas L4 y/o L22 que alteran su
estructura y con esto la acción de los cetólidos.
219
15
Capítulo
Tetraciclinas y
Glicilciclinas
Capítulo 15
Tetraciclinas y Glicilciclinas
223
Tetraciclinas y Glicilciclinas
Mecanismo de acción
224
Principios de terapia antibacteriana
Espectro de actividad
Farmacocinética
Estas moléculas son queladas por cationes divalentes o trivalentes, como el calcio,
magnesio y aluminio, lo que favorece su unión a hueso, pero por otro lado disminuye
su absorción al coadministrarse con productos lácteos y antiácidos.
Uso clínico
225
Tetraciclinas y Glicilciclinas
Efectos Adversos
226
Principios de terapia antibacteriana
Mecanismos de resistencia
227
Tetraciclinas y Glicilciclinas
Glicilciclinas
Espectro de Acción
228
Principios de terapia antibacteriana
A pesar de que tigeciclina estaba disponible para ensayos desde la década de 1990,
no fue hasta el año 2005 en que se aprueba por la FDA para uso clínico en algunas
situaciones clínicas específicas, que el lector debe recordar y que se mencionan a
continuación.
229
Tetraciclinas y Glicilciclinas
Efectos Adversos
Para el caso de la tigeciclina hay que recalcar el riesgo de pancreatitis aguda, que
incluye casos fatales, por lo que el uso de esta glicilciclina obliga a monitorizar las
enzimas pancreáticas mientras se use.
Mecanismos de Resistencia
Eravacilina y Omadaciclina
230
Principios de terapia antibacteriana
Lecturas recomendadas
-Watkins RR, Deresinski S. Clin Infect Dis. 2019. doi: 10.1093/cid/ciz242. Omadacycline:
A novel tetracycline derivative with oral and intravenous formulations (en prensa).
231
16
Capítulo
Fenicoles
Capítulo 16
Fenicoles
Revisaremos en este capítulo una familia antibiótica que ha caído en franco desuso,
ya que son muy limitados los contextos clínicos en que se usan estas moléculas por
vía sistémica. Una excepción sería el uso oftálmico, es decir, por colirios y para uso
ótico, que aún están vigentes en nuestros días.
235
Fenicoles
Cloranfenicol
Espectro antimicrobiano
Es uno de los antibióticos conocidos con mayor espectro, los que incluyen una
variedad de bacterias Gram positivas, Gram negativas, anaerobios, clamidias,
rickettsias, micoplasmas y espiroquetas. No obstante, existe una amplia descripción
de resistencia a este fenicol lo que limita su uso clínico.
Farmacocinética
Su fracción hidrofóbica permite una absorción por vía oral rápida y completa,
posee una excelente distribución tisular, atraviesa la BHE, placenta y pasa a la leche
materna. Además, alcanza concentraciones terapéuticas en una amplia variedad
de tejidos, incluso en líquido pleural, sinovial, peritoneal, prostático, humor acuoso
y vítreo.
236
Principios de terapia antibacteriana
Usos clínicos
Sin duda alguna el principal uso clínico actual del cloranfenicol es para el tratamiento
de infecciones oculares y óticas, ya que este antibiótico se encuentra ampliamente
disponible para aplicación local.
Reacciones adversas
Las reacciones adversas hematológicas son las más frecuentes y graves, clasificándose
en dos tipos: dosis dependiente y dosis independiente (o idiosincrásicas). Las
primeras se deben a la afección del ribosoma de la célula eucarionte tras exponerse
a altas dosis de cloranfenicol. Dicho de otra forma, el antibiótico a dosis terapéuticas
inhibe principalmente el ribosoma bacteriano, porque posee mucho mayor
afinidad por éste en relación al eucarionte. No obstante, a medida que aumenta la
concentración plasmática del cloranfenicol, este puede unirse en mayor cantidad
al ribosoma humano, lo que desencadena la toxicidad. De esta forma se podría
observar anemia, leucopenia y/o trombocitopenia, efectos que son en general
benignos y reversibles.
237
Fenicoles
Otro efecto adverso muy reconocido del cloranfenicol es el síndrome gris del
recién nacido, que no sólo se genera a esta edad, pero son clásicamente los más
susceptibles por la inmadurez de su metabolismo hepático. Se desarrolla con niveles
plasmáticos muy elevados del antibiótico y se debe a toxicidad mitocondrial.
Tianfenicol
Gran parte de los efectos adversos del cloranfenicol disminuyen tras la eliminación
del grupo nitro de su estructura. De este modo en la década de 1960 aparece el
tianfenicol, con el cual es mucho menos frecuente la toxicidad medular.
Florfenicol
238
Principios de terapia antibacteriana
mantiene la susceptibilidad a florfenicol. Por otro lado, la bomba Flo es una bomba
que expulsa cloranfenicol y florfenicol, por lo que determina resistencia a ambos
fenicoles. Existe además una serie de otras bombas de expulsión inespecíficas,
por ejemplo, AcrAB-TolC, que son capaces de expulsar al cloranfenicol y otros
antibióticos.
239
17
Capítulo
Rifamicinas
Capítulo 17
Rifamicinas
Figura 1. Rifampicina.
243
Rifamicinas
Mecanismo de Acción
Rifampicina
Espectro de actividad
Usos Clínicos
244
Principios de terapia antibacteriana
Cada vez que se use rifampicina hay que estar muy atentos a las potenciales
interacciones farmacológicas que pueden ocurrir con otros fármacos o antibióticos
que sean inductores o inhibidores del citocromo P450, ya que típicamente esta
rifamicina es inductora de este sistema enzimático. Lo anterior implica que la
inducción sobre determinadas isoenzimas del citocromo P450, producirá, en
general, un aumento del metabolismo de un número importante de otras drogas,
determinando una notoria disminución de la concentración plasmática de la
otra droga metabolizada. Un ejemplo clásico a este respecto es la de pacientes
con infección por VIH/SIDA y coinfección con M. tuberculosis. Dado el grado de
metabolismo que sufren los inhibidores de la proteasa (IP) por la isoenzima CYP
3A4, con reducción de más de 75% de la biodisponibilidad del IP, existe en la práctica
una contraindicación formal para el uso concomitante de esta rifamicina y el IP.
Rifabutina
Rifapentina
Rifaximina
245
Rifamicinas
Efectos Adversos
246
Principios de terapia antibacteriana
Lectura recomendada:
247
18
Capítulo
Sulfametoxazol-Trimetoprim
Capítulo 18
Sulfametoxazol-Trimetoprim
Sulfonamidas (sulfas)
251
Sulfametoxazol-Trimetoprim
252
Principios de terapia antibacteriana
Mecanismo de acción
Las sulfas tienen una similitud estructural con el PABA (Figura 4), lo que les permite
competir por la enzima que lo utiliza como substrato. Es así, como inhiben la enzima
dihidropteroato-sintetasa, aprovechándose de su mayor afinidad, evitando el paso
de PABA a ácido dihidropteroico.
253
Título capítulo
Trimetoprim
Mecanismo de acción
254
Principios de terapia antibacteriana
Cotrimoxazol
Espectro de actividad
Usos clínicos
255
Título capítulo
Efectos Adversos
256
Principios de terapia antibacteriana
Usos clínicos
Lecturas recomendadas:
257
19
Capítulo
Nitroimidazoles y
Nitrofuranos
Capítulo 19
Nitroimidazoles y Nitrofuranos
a) Nitroimidazoles
Metronidazol
261
Nitroimidazoles y Nitrofuranos
Mecanismo de Acción
El metronidazol debe ser activado in vivo, lo que se logra con la reducción (recepción
de electrones) del grupo nitro presente en su estructura. Lo anterior es la razón
por la que este antimicrobiano debe considerarse un profármaco. Los compuestos
reducidos se consideran radicales libres por ser inestables y reactivos, capaces de
interactuar con los ácidos nucleicos y proteínas del microorganismo, induciendo su
desestabilización, fragmentación y en consecuencia; la muerte bacteriana.
Espectro de actividad
Farmacocinética
262
Principios de terapia antibacteriana
Uso clínico
• Diarrea asociada a C. difficile: Por su buena actividad sobre este bacilo Gram
positivo, el metronidazol es de primera elección en casos leves a moderados.
263
Nitroimidazoles y Nitrofuranos
Efectos Adversos
Los efectos adversos gastrointestinales son los más frecuentes, pero en general no
revisten mayor gravedad. Son variados y similares a los producidos por la mayoría
de los antibióticos, e incluyen dispepsia, náuseas, vómitos, sabor metálico en la
lengua, anorexia, constipación y diarrea. Mucho menos frecuente es el desarrollo
de hepatitis o pancreatitis por metronidazol. Paradójicamente, este antimicrobiano
se ha relacionado a diarrea producida por C. difficile, a pesar de ser el tratamiento
de elección para esta entidad.
264
Principios de terapia antibacteriana
Como todos los fármacos, esta molécula puede causar reacciones alérgicas con
manifestaciones cutáneas, respiratorias o sistémicas, con distinta gravedad.
Por último, un tópico muy polémico en torno al uso del metronidazol son sus
potenciales propiedades mutagénicas y carcinogénicas, teóricamente relacionadas
a su mecanismo de acción basado en la producción de radicales libres. Si bien
existen algunas evidencias in vitro, no se ha podido demostrar en seres humanos
que el uso de metronidazol se asocie a mayor tasa de neoplasias. Probablemente
lo anterior se relacione a la corta semivida de los productos reducidos y activos del
antimicrobiano, asociado además al efecto protector de nuestras propias moléculas
antioxidantes.
Mecanismos de resistencia
265
Nitroimidazoles y Nitrofuranos
b) Nitrofuranos
Nitrofurantoína
Mecanismo de acción
266
Principios de terapia antibacteriana
Espectro de actividad
Farmacocinética
Uso clínico
267
Nitroimidazoles y Nitrofuranos
Efectos Adversos
Los efectos adversos más frecuentes son los gastrointestinales que en ocasiones
pueden dificultar la adherencia al tratamiento. La formulación macrocristalina
se asocia a mejor tolerancia, lo que podría deberse a la distinta farmacocinética
(absorción más lenta) del antibiótico. Entre los efectos descritos destacan dispepsia,
dolor abdominal, náuseas y vómitos.
La toxicidad pulmonar es poco frecuente, pero puede ser muy grave. Se distinguen
tres tipos: aguda, subaguda y crónica. La primera es una verdadera reacción de
hipersensibilidad al poco tiempo de iniciar el uso del antimicrobiano, y se caracteriza
por fiebre, disnea, tos, mialgias, eosinofilia e infiltrados pulmonares, los cuales
resuelven tras la suspensión de la nitrofurantoína. Las formas subagudas y crónicas
son de un inicio insidioso, y se caracterizan por presentar disnea y tos seca, ambos
de naturaleza progresiva y asociado a un patrón predominantemente intersticial en
la imagenología pulmonar. No siempre hay regresión de las lesiones crónicas tras
la suspensión del nitrofurano.
Mecanismos de resistencia
268
Principios de terapia antibacteriana
269
270