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La dislexia

Para ayudar a alumnos con dislexia, hay que apelar a métodos que ayuden a mejorar la lectura y los mecanismos de lenguaje. Guiarlos a hacer uso
de herramientas que estimulen otras regiones del cerebro para compensar ese peso extra que cargan al momento de aprender a leer y procesar
palabras.
1. Aprendizaje multisensorial.
Consiste en reforzar la absorción del conocimiento lingüístico con la inclusión de actividades manuales y ejercicios físicos. Por ejemplo, proyectos de
arte en los que el niño forme una palabra con materiales, como fichas o pastas; ir formando una palabra, letra por letra mientras salta la cuerda;
organizar un juego en el que se escondan palabras en notas y los alumnos deban buscarlas. Este enfoque no solamente ayuda a los niños con
dislexia, también hace la clase más divertida y fácil de llevar para todos.
2. Uso de herramientas tecnológicas.
Si ya nos apoyamos en aplicaciones para pre-diagnósticos de dislexia, ¿por qué no usar la tecnología también para reducir los obstáculos que
conlleva? Recursos como correctores de texto, lectores automáticos por línea que van mostrando el texto en el tamaño y velocidad más amigables
para el alumno, teclados con color; existen un sin fin de recursos para convertir la lectura y el aprendizaje lingüístico en algo menos complicado para
ellos.
3. Trabajar en conjunto con los padres.
Organizar juntas con los padres para monitorear su progreso y desarrollar una estratagema que tome en cuenta sus fuerzas y debilidades específicas
es muy importante.
Cada niño es diferente y la manera en que afecta la dislexia a cada uno también lo es. Los padres pueden ser el mejor aliado del maestro y
proporcionar información valiosa para asegurarse de que el método didáctico aplicado funciona o si necesita ajustes.

Es importante recordar que la dislexia no es solamente un problema aprendizaje, también puede causar complicaciones como un alto nivel de estrés
y baja autoestima en los niños. Estas situaciones afectan tanto su desarrollo escolar como el personal.
Antes de cualquier método, los elementos más indispensables para ayudar a un alumno con dislexia a ir más allá de su dificultad, son la conversación
sensible, la empatía y la constancia. Solo así tendrán la mismas oportunidades que todos los demás en el salón de clases y fuera de este.
La disgrafia

Se sugiere distintas recomendaciones iniciales antes de


trabajar con el niño. Además, muestra hasta nueve juegos
entre los que se encuentran actividades para repasar figuras
punteadas, la formación de figuras a través de los números,
bucles en hojas, rompecabezas de imágenes.
La discalculia

Se sugiere:
•Jugar con el reloj: Pedir al niño que se encargue de avisarte a una determinada hora, celebrar juntos lo bien que lo ha hecho y lo responsable
y “mayor” que es.
•Ir al supermercado: Que te ayude a hacer la compra, puedes jugar a que sea responsable de identificar el número de cosas que tiene que
comprar, identificar los productos y cantidades en el lineal y que las introduzca él mismo en el carrito.
•Consultar con él dudas sobre los precios: Si queremos ahorrar, ¿qué yogures deberíamos coger, los que cuestan 2, o estos otros que cuestan
3? celebra con él la compra tan excelente que haz realizado juntos y lo que te ha ayudado.
•Jugar a adivinar montones: Se hacen montoncitos de piedras, legumbres, o monedas y tiene que jugar a acertar en qué montón habrá más o
menos. También puede tratar de adivinar cuantas piedras hay en un montón. Las cuentan juntos, y quien diga el número más aproximado
gana.
•Jugar a contar: Contar, por ejemplo, todos los coches rojos que vean, contar a las personas que encontremos con zapatillas blancas, contar las
escaleras o peldaños que subamos, etc.…
•Encontrar números: Mientras paseas, puedes jugar con el pequeño a encontrar números, proponle que encuentre, por ejemplo, el número
“7” y lo busque entre los números de las calles, en las matrículas de los coches, etc.…
•Jugar a recordar teléfonos: Por ejemplo, tiene que llamar a la abuela, pídele que se acuerde de las tres primeras cifras y tú te encargas de
recordar el resto. Llaman juntos, y si lo ha hecho bien lo celebran.
•Que te ayude a repartir cantidades: Si en casa somos 4, ¿cómo podemos repartir un trozo de pastel en partes iguales?
•Jugar a poner la mesa: Repartir los platos, cubiertos, vasos, servilletas y pan… Que entienda que es importante que a cada uno le corresponda
un set completo.
•Jugar a las tiendas: Imagina que el niño es el dependiente de una tienda, que elija de entre todos los productos que tiene en casa las cosas
que él va a vender en “su tienda” que asigne a cada una un precio y les ponga una etiqueta. Luego, tú te haces pasar por cliente. Con este
juego, repasaran cantidades, realizando sumas, restas, incluso pueden manejar dinero. Es una fórmula muy divertida para pasar momentos
geniales en familia y aprender jugando.
El trastorno por déficit de
atención e hiperactividad

Si a tu hijo le han diagnosticado TDAH, quizás tenga dificultades para organizar cosas,
escuchar instrucciones, recordar detalles y controlar su comportamiento.
- Haz un horario.
- Establece reglas simples en el hogar.
- Asegúrate de que tus instrucciones sean entendidas.
- Recompensa el buen comportamiento.
- Supervisa al niño, cuando sea posible.
- Observa cómo se comporta el niño o niña alrededor de sus amigos.
- Establece una rutina de tareas.
- Enfócate en el esfuerzo en lugar de en las calificaciones.
- Comunícate abierta y frecuentemente con los maestros del niño.
Trastorno del
espectro autista

La meta del tratamiento consiste en ayudar a los niños a:

- Comunicarse mejor.
- Jugar con los demás y desarrollar sus habilidades sociales.
- Reducir comportamientos como las conductas agresivas o
repetitivas.
- Mejorar el aprendizaje.
- Saber estar seguros y cuidar de su propio cuerpo.
“NO DEJEMOS PARA MAÑANA LO QUE PODEMOS HACER
HOY”
ES POR ELLO QUE DEBEMOS
SER MUY OBSERVADORES CON
NUESTROS NIÑOS Y DETECTAR SI
PRESENTA
ALGUNAS DE ESTAS DIFICULTADES PARA
TRATARLAS A TIEMPO

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