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REALIDAD PROBLEMÁTICA

Realidad Problemática
El fraude ha sido un flagelo que azota a las economías a nivel mundial, siendo motivo de
creciente preocupación, teniendo en cuenta que genera pérdida de valor a nivel empresarial,
pudiendo afectar el patrimonio y el logro de los objetivos organizacionales. En los últimos años,
hemos podido observar la gran cantidad de fraudes contables que han salido a la luz. Tanto los
ocurridos en grandes empresas internacionales como los de pequeñas empresas han sido
siempre complejos de detectar. Ahora bien, sonados casos comos los de Enron, Laboratorios
Merk, Parmalat, Odebretch son solo casos emblemáticos y notorios de una realidad más común
de lo que se piensa.
En este sentido, según la encuesta de Crimen Económico y Fraude (2018) de la consultora PwC,
reveló que al menos el 55% de las empresas peruanas ha sido víctima de fraude o delitos
económicos en los últimos dos años. De los tipos de fraude, el delito más frecuente que
sufrieron las empresas, fue la de apropiación ilícita de activos. En segundo lugar se ubicaron los
fraudes cometidos por los clientes, que implican falsificar información para obtener algún
beneficio.
SAS 31: MATERIA PROBATORIA
La mayor parte del trabajo del auditor independiente para formarse una opinión sobre los
estados financieros consiste en obtener y evaluar la materia probatoria concerniente a las
afirmaciones contenidas en dichos estados financieros. La medida de la validez de dichas
pruebas para los fines de la auditoría reside en el juicio del auditor; en este sentido, las pruebas
de auditoría difieren de las pruebas legales, las cuales están circunscritas por normas rígidas. La
materia probatoria varía sustancialmente en cuanto a su influencia sobre el auditor a medida que
este desarrolla su opinión con respecto a los estados financieros objeto de examen. La
pertinencia de las pruebas, su objetividad, su oportunidad y la existencia de otras pruebas que
corroboren las conclusiones a las que conducen influyen en su competencia.
Las afirmaciones son representaciones de la dirección que se plasman en los componentes de
los estados financieros. Pueden ser explícitas o implícitas y pueden clasificarse según las
siguientes categorías generales:

- Existencia u ocurrencia, se refieren a si activos o pasivos de la entidad existen en una


fecha determinada y si las transacciones registradas han ocurrido durante un período
determinado. Por ejemplo, la dirección afirma que las existencias de productos
terminados en el balance están disponibles para la venta. Del mismo modo, la dirección
afirma que las ventas en la cuenta de resultados representan el intercambio de bienes o
servicios con los clientes a cambio de efectivo u otra contraprestación.
- Integridad, se refieren a si todas las transacciones y cuentas que deben presentarse en
los estados financieros están incluidas. Por ejemplo, la dirección afirma que todas las
compras de bienes y servicios se registran y se incluyen en los estados financieros. De
manera similar, la administración afirma que los documentos por pagar en el balance
incluyen todas las obligaciones de la entidad.
- Derechos y obligaciones, se refieren a si los activos son los derechos de la entidad y los
pasivos son las obligaciones de la entidad en una fecha determinada. Por ejemplo, la
dirección afirma que los importes capitalizados por arrendamientos en el balance
representan el coste de los derechos de la entidad sobre los bienes arrendados y que el
correspondiente pasivo por arrendamiento pasivo representa una obligación de la
entidad.
- Valoración o asignación, se refieren a si los componentes del activo, del pasivo, de los
ingresos y de los gastos se han incluido en los estados financieros por los importes
adecuados. Por ejemplo, la dirección afirma que los bienes inmuebles se registran al
coste histórico y que dicho coste se asigna sistemáticamente a los períodos contables
apropiados. Del mismo modo, la dirección afirma que las cuentas comerciales por
cobrar incluidas en el balance se contabilizan por su valor neto de realización.
- Presentación y revelación, se refieren a si determinados componentes de los estados
financieros están correctamente clasificados, descrito y divulgado. Por ejemplo, la
dirección afirma que las obligaciones clasificadas como pasivos a largo plazo en el
balance no vencerán dentro de un año. Del mismo modo, la dirección
Al obtener materia probatoria en apoyo de las afirmaciones de los estados financieros, el auditor
desarrolla objetivos de auditoría específicos a la luz de dichas afirmaciones. Al desarrollar los
objetivos de auditoría de un encargo concreto, el auditor debe considerar las circunstancias
específicas de la entidad, incluyendo la naturaleza de su actividad económica y las prácticas
contables propias de su sector. Por ejemplo, un objetivo relacionado con la afirmación de
integridad que un auditor podría desarrollar para los saldos de inventario es que las cantidades
de inventario incluyan todos los productos, materiales y suministros disponibles.
Al evaluar la materia probatoria, el auditor considera si se han logrado los objetivos específicos
de la auditoría. El auditor independiente debe ser minucioso en su búsqueda de material
probatorio e imparcial en su evaluación. Al diseñar procedimientos de auditoría para obtener
material probatorio, debe reconocer la posibilidad de que los estados financieros no se presenten
de conformidad con los principios de contabilidad generalmente aceptados. Al desarrollar su
opinión, el auditor debe considerar la materia probatoria relevante independientemente de que
parezcan corroborar o contradecir las aseveraciones de los estados financieros. En la medida en
que el auditor tenga dudas sustanciales sobre cualquier información de importancia
significativa, debe abstenerse de formar una opinión hasta que haya obtenido materia probatoria
competente para eliminar tal duda sustancial, o debe expresar una opinión con reservas o una
abstención de opinión.
SAS 54: ACTOS ILEGALES DE CLIENTES
El término actos ilegales se refiere a violaciones de leyes o regulaciones gubernamentales. Los
actos ilegales de los clientes son actos atribuibles a la entidad cuyos estados financieros se
encuentran bajo auditoría o actos de la dirección o de los empleados que actúen en nombre de la
entidad. Los actos ilegales de los clientes no incluyen la mala conducta personal de los
empleados de la entidad, no relacionadas a sus actividades comerciales.

El hecho de que un acto sea ilegal es una determinación que normalmente está fuera de la
competencia profesional del auditor. El auditor, en informes sobre estados financieros, se
presenta competente en contabilidad y auditoría. La formación, experiencia, y el conocimiento
del cliente y su sector por parte del auditor pueden servir de base para reconocer que algunos
actos del cliente que llegan a su atención pueden ser ilegales. Sin embargo, la determinación de
si un acto concreto es ilegal se basará, por lo general, en el asesoramiento de un perito calificado
para ejercer la abogacía o tendrá que esperar la determinación final de un tribunal.

Relación con los estados financieros

Los actos ilegales varían considerablemente en su relación con los estados financieros. Por lo
general, cuanto más alejado esté un acto ilegal de los hechos y transacciones que normalmente
se reflejan en los estados financieros, menos probable será que el auditor se dé cuenta del acto o
reconozca su posible ilegalidad.
El auditor considera que las leyes y reglamentos generalmente reconocidos por los auditores
tiene un efecto directo y material en la determinación de los estados financieros. Por ejemplo,
las leyes fiscales afectan a los devengados y al importe de la revelación devengada en virtud de
contratos públicos. Sin embargo, el auditor considera dichas leyes o reglamentos desde la
perspectiva de su relación conocida con los objetivos de auditoría derivados de las afirmaciones
de los estados financieros, y no desde la perspectiva de la legalidad. La responsabilidad del
auditor de detectar e informar sobre las incorrecciones resultantes de actos ilegales que tengan
un efecto directo y material en la determinación de los importes de los estados financieros es la
misma que la de los errores e irregularidades, tal como se describe en la SAS Nº 53,
Responsabilidad del auditor de detectar e informar sobre errores e irregularidades.

Las entidades pueden verse afectadas por muchas otras leyes o reglamentos, incluidos los
relacionados con el comercio de valores, la seguridad y la salud en el trabajo, la administración
de alimentos y medicamentos, la protección del medio ambiente, la igualdad en el empleo y la
fijación de precios u otras infracciones antimonopolio. Por lo general, estas leyes y reglamentos
están más relacionados con los aspectos operativos de una entidad que con sus aspectos
financieros y contables, y su efecto en el estado financiero es indirecto. Un auditor no suele
tener una base suficiente para reconocer posibles violaciones de dichas leyes y reglamentos. Su
efecto indirecto es normalmente el resultado de la necesidad de revelar una responsabilidad
contable debido a la alegación o determinación de ilegalidad. Por ejemplo, los valores pueden
comprarse o venderse basándose en información privilegiada. Mientras que los efectos directos
de la compra o la venta pueden registrarse adecuadamente, su efecto indirecto, la posible
responsabilidad contingente por la violación de las leyes sobre valores, puede no estar
adecuadamente desvelada. Incluso cuando las violaciones de dichas leyes y reglamentos pueden
tener consecuencias importantes para los estados financieros, el auditor puede no tener
conocimiento de la existencia del acto ilegal a menos que sea informado por el cliente, o que
haya pruebas de una investigación o procedimiento de aplicación de la ley por parte de un
organismo gubernamental en los registros, documentos u otra información normalmente
inspeccionada en una auditoría de estados financieros.

Información específica sobre posibles actos ilegales

Al aplicar los procedimientos de auditoría y evaluar los resultados de dichos procedimientos, el


auditor puede encontrar información específica que puede plantear una pregunta sobre posibles
actos ilegales, como la siguiente:

• Transacciones no autorizadas, transacciones registradas incorrectamente o


transacciones no registradas de forma completa u oportuna para mantener la
responsabilidad de los activos
• Investigación por parte de un organismo gubernamental, un procedimiento de
ejecución o el pago de multas o sanciones inusuales
• Las infracciones de las leyes o reglamentos citados en los informes de los exámenes
de los organismos reguladores que se han puesto a disposición del auditor
• Grandes pagos por servicios no especificados a consultores, afiliados o empleados
• Comisiones de venta u honorarios de agentes que parecen excesivos en relación con
los que normalmente paga el cliente o con los servicios realmente recibidos
• Pagos inusualmente elevados en efectivo, compras de cheques bancarios de gran
cuantía al portador, transferencias a cuentas bancarias numeradas u operaciones
similares Pagos inexplicables a funcionarios o empleados del gobierno
• No presentar declaraciones de impuestos o no pagar los derechos gubernamentales o
tasas similares que son comunes a la industria de la entidad o la naturaleza de su
negocio.

Responsabilidades en otras circunstancias

Un auditor puede aceptar un compromiso que implique una mayor responsabilidad en la


detección de actos ilegales que la especificada en esta norma estatal. Por ejemplo, una unidad
gubernamental puede contratar a un auditor independiente para realizar una auditoría de acuerdo
con la Ley de Auditoría Única de 1984. En dicho encargo, el auditor independiente es
responsable de comprobar e informar sobre el cumplimiento de la unidad gubernamental de
ciertas leyes y reglamentos aplicables a los programas de asistencia financiera federal. Además,
un auditor independiente puede llevar a cabo otra serie de encargos especiales. Por ejemplo, el
consejo de administración de una empresa o su comité de auditoría pueden contratar a un
auditor para que aplique procedimientos acordados e informe sobre el cumplimiento del código
de conducta de la empresa según las normas de certificación.

CASOS PRÁCTICOS

SAS 31

La empresa ABC ha contratado los servicios de auditoría de la firma de contabilidad Anderson


Brothers para auditar sus estados financieros del año fiscal 2020. El auditor comienza a trabajar
en la auditoría y solicita información sobre los ingresos declarados y los saldos bancarios. Para
obtener información precisa y confiable sobre los ingresos, el auditor solicita recibos y facturas
de venta y un examen físico del inventario. En cuanto a los saldos bancarios, el auditor solicita
todos los extractos bancarios de la empresa directamente al banco ABC. Toda esta información;
los recibos, facturas, observaciones físicas y extractos bancarios se consideran evidencia de
auditoría.

SAS 54

Caso ENRON

El caso ENRON, ha sido uno de los fraudes más conocidos a nivel mundial, ya que sucedió en
una de las empresas más prometedoras de la cuna del capitalismo (Estados Unidos), y se ha
hablado tanto de esta empresa no por el fraude en sí, sino por la manera como estaban cubriendo
cada una de las deudas que tenía. Pues, aunque generaba grandes ganancias, solo estas estaban
registradas en los registros, y no así, sus deudas, que superaban en gran cantidad a las
ganancias.

ENRON en el momento que fue descubierta, estaba siendo auditada por una de las mejores
empresas en este campo, Arthur Andersen, este era otro motivo por los cuales la confianza en
ENRON era muy grande, ya que los informes presentados por su auditor eran muy buenos, y
mostraban unas ganancias de increíbles porcentajes. Varios de sus empleados, los cuales
encontraban algunos procesos y documentos que demostraban lo que se estaba haciendo
internamente no era lo correcto, en el momento de reportar esto a sus superiores, no había una
buena respuesta, algunos decidieron seguir en la empresa haciendo de cuenta que nada había
pasado y que nada estaba pasando, otros si decidieron salir de ENRON, aunque uno de sus más
importantes empleados termino con su vida tal vez por el cargo de conciencia. El auditor
principal violento el criterio de independencia, perdió en la objetividad, se involucró
económicamente con todo el caso y se olvidó de los valores y la responsabilidad profesional que
tenía. Ayudó a que toda la compañía engañará al mundo y que siguiera creciendo la deuda hasta
el punto de llegar a la quiebra.

Cuando ENRON fue descubierta, salió a flote la verdad acerca de su auditor, ya que los
encargados de realizar este procedimiento, no lo hicieron éticamente, pues se encontró que los
representantes de Arthur Andersen, habían destruido toneladas de documentos con información
que demostraba las actividades que llevaron a la quiebra a ENRON. Por esto la empresa
auditora también tuvo problemas y perdió la confianza que se le tenía. Los miembros de la
compañía desde el gerente general, antepusieron sus intereses económicos, cometiendo fraudes
segados por la avaricia y la codicia. El gobierno también formó parte de la corrupción que acabó
con Enron, les otorgaron licitaciones solo por su bien propio.

Las personas más afectadas por todo el problema, fueron los mismos trabajadores que confiados
en la estabilidad económica que aparentaba Enron, invirtieron en ella comprando acciones que
solo podían acceder en 4 años (Táctica corrupta que llevaron a cabo los administrativos para
salvar su propia economía). Se aprovecharon de la ingenuidad de sus trabajadores y los llevaron
a la quiebra, debido a que cuando todo salió a la luz, el valor de las acciones en la bolsa se
devaluó tanto, que llegaron al punto de no valer más que 1 dólar. A la final la razón que acabó
con Enron fue la corrupción, la poca objetividad con la manejaron las situaciones adversas y la
falta de honestidad por parte de todos los actores principales que acabaron hundiendo a Enron.

Caso Caterpillar S.A.

Caterpillar es una de las mayores empresas dedicadas a la fabricación de maquinaria pesada del
mundo. En el año 2012, esta empresa fue protagonista de uno de los mayores fraudes
registrados en los últimos años. Caterpillar realizó la compra de la empresa ERA Mining
Machinery Ltd y su filial Siwei, encargada de la fabricación de soportes de techos hidráulicos
para la industria carbonera por alrededor de 653 millones. Ese mismo año, Caterpillar registró
en sus estados financieros del último trimestre una caída de un 55% en sus ganancias.

La razón de esto fue que, en noviembre del año mencionado, Caterpillar fue capaz de detectar la
diferencia que existía entre el inventario en libros (lo registrado contablemente) y el inventario
físico real de la empresa china. Esto quiere decir que, en sus estados financieros, la empresa
Siwei fingía tener una mayor cantidad de inventario de lo real y, por lo tanto, inflaba el valor de
sus activos al hacer a la empresa más llamativa para su compra. Además, se comenta que otro
método que utilizaron fue la incorrecta asignación de costos para lograr beneficiarse del
incremento de valorización debido a la inflación. Cabe mencionar que la aprobación de
estatoma de decisiones fue, en su mayoría, realizada por la gerencia y los altos directivos de la
empresa Siwei. Ante esta situación, uno cuestiona cómo una empresa prestigiosa
internacionalmente no pudo lograr percibir este fraude a tiempo, pues este es un tema aún
complicado de entender. Caterpillar contrató a Ernst & Young y Deloitte Touche Tohmatsu, dos
de las más grandes auditoras, para que supervisen esta operación. Sin embargo, debido a
descoordinaciones o tal vez porque la empresa no requirió un análisis profundo antes de la
compra, se produjo este error.

Ahora bien, la segunda interrogativa que se tiene al analizar este caso es cómo se puede
comprobar si las auditoras actuaron o no con dolo, pues, de ser así el caso, ya no se hablaría de
un error, sino de un fraude contable corporativo. Entonces, frente a este caso, nos hemos
cuestionado si es responsabilidad del auditor no haber detectado el fraude. Lo más evidente es
creer que sí tuvo responsabilidad frente a esta situación, pues es deber del auditor realizar
distintos procedimientos para asegurar que las aseveraciones de los estados financieros se
cumplan y no presenten errores significativos que distorsionen la realidad de la empresa. En ese
sentido, los procedimientos realizados por el auditor no habrían sido suficientes para detectar el
fraude. Como se describió en líneas anteriores, la diferencia principal entre fraude y error es que
el primero se da con intención o dolo, mientras que el segundo es sin intención. El auditor está
inminentemente sujeto al riesgo de no poder detectar estos elementos que impactan en los
estados financieros al distorsionarlos.

Según la SAS 54 “Las responsabilidades del auditor relativas al fraude en una auditoría de
estados financieros” el auditor no es responsable de no detectar fraude; no obstante, deber estar
alerta a indicios de este. Para poder evitar esta situación, el auditor debe diseñar procedimientos
que puedan detectar distorsiones, ya sea por fraude o errores significativos e indagar ante la
gerencia si cree que hubo fraudes en la empresa.

El fraude es difícil de detectar cuando es elaborado por la alta gerencia, como en el caso
presentado, pues generalmente entre estos miembros es más fácil esconder este tipo de
situaciones. Para detectar posibles situaciones de fraude, es necesario que la administración
diseñe controles que permitan detectar esta actividad. Además, se debe inculcar en los
trabajadores a través de capacitaciones lo que significa ser ético en el trabajo y qué
consecuencias traería consigo la realización de fraude. Esto se relaciona con el hecho de crear
canales de comunicación para que el mismo personal pueda realizar denuncias de manera
anónima para situaciones que consideren extrañas en la empresa. La compañía también debe
tener cuidado con sus activos; por ello, dentro de los sistemas de información, se debe tener
cuidado con el uso de contraseñas de modo que exista un acceso restringido a la información.

En conclusión, existen diversos tipos de fraude que puede cometer una entidad o un miembro de
ella, ya sea por ambición personal, exigencia de la gerencia o directorio, problemas económicos,
etc.; no obstante, una vez cometido el acto es imposible revertir el daño, lo que perjudica no
solo a la organización misma, sino también a los clientes, proveedores y, sobre todo, a los
inversionistas de la entidad.

Como se pudo observar, en el caso analizado, Caterpillar, aun teniendo dos de las mejores
auditoras supervisando su operación, no fue capaz de escapar a esta situación. Es importante
mencionar que la repercusión de lo sucedido no fue muy sentida debido a que la empresa se
enfrentaba con el mayor auge en su historia, ya que había alcanzado un crecimiento en sus
ventas del 15% respecto al año anterior. Sin embargo, no todas las empresas poseen la misma
suerte y, si una entidad reconocida internacionalmente como Caterpillar con todos los
instrumentos que tiene para poder detectar un posible fraude fue una víctima, es comprensible lo
complejo que debe ser para empresas e inversores más pequeños enfrentar situaciones
parecidas.

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