Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Expresiones
Expresiones
Expresiones
- Ahoritica: En un lapso muy, muy breve. Yo la uso cuando estoy ocupado, pero tan pronto
me desocupe acudo al llamado. Da sensación de interés por parte del otro.
- al que le van a dar, le guardan: Razonable máxima cuyo principal objetivo es desmentir a
quienes –después de haber repartido un determinado bien o dádiva– se excusan ante
aquel que no lo recibió, arguyendo que éste no se encontraba presente en el momento de
entregarlo. En mi cotidianidad, es mas bien una frase de esperanza con relación al amor.
Significa en mi contexto que hay algo bueno para uno, pero que se lo tienen guardado.
- Ardido: Enojado. En busca de retaliación. En mi contexto significa rencoroso, que no
perdona ni olvida.
- Bizcocho: Dama o caballeros apetecibles y gratos a la vista. La escuché mucho de
pequeño, pero ahora se dicen cosas muy feas, esa no sonaba tan feo por aquel entonces.
- chupar grueso: Dar motivo de envanecimiento a algún individuo con el fin de hacerse a
sus simpatías. Yo conozco ese termino mas bien para rogar, pero ya cuando uno sabe que
no hay de otra y le toca porque le toca.
- Descularse: Caer de manera estrepitosa. Por lo general es tan repentina, que los que te
rodean se ríen hasta horas de tu torpeza.
- ¡hágate la güeva!: Invitación al interlocutor a abandonar la idea de seguir timando al
hablante. Yo la conocí con otras variaciones como güevon, también significaba, yo se lo
que está haciendo.
- hipermegaplay. Anacronismo de dudoso gusto originado a comienzos de la década de los
80 del siglo XX. Usábase para aludir a un individuo de altos vuelos. Hoy algunos individuos
avejentados siguen empleándolo, convencidos de estar ha blando 'a la moda'. Durante
algún tiempo la use y fue para hacer mofa de la gente de estrato alto.
- peladez. Situación de extrema y preocupante liquidez. La utilizo la mayor parte del año.
- pipiciego. Individuo de notables deficiencias optométricas. Corto de vista. En mi barrio
ahora los llamamos los Sartre.