La piedra
Un romántico encuentro para
de Dulcena
V
iajando por el bosque, los personajes
se topan con una piedra erguida y
marcada con distintos escritos. Una
tarea sencilla de Idiomas permite
leer la piedra, que dice así:
Yace aquí el más gallardo de los caballeros,
la estrella y estampa de la belleza misma,
¡duerme bien los siglos, Dulcena del Río,
que tu fiel enamorado no te olvida!
personajes Aventureros
Al poco de estar aquí oirán un gran estruendo
y pasos que suenan como truenos, y al poco apare-
cerá un erraldo inmenso y de barba negra y espesa,
de aspecto aún joven, que dejará junto a la piedra
una corona de flores y allí se quedará suspirando
un rato. Si los personajes se han escondido, es tal
la pena del gigante que podrán escabullirse sin ser
vistos, pero si se han quedado y los ve, bastante
molesto (Reacción -2) querrá saber quiénes son y
qué hacen allí, en la tumba de su amada.
Si los personajes se muestran corteses, cari-
tativos e interesados en su historia, la Reacción del
gigante mejora de inmediato (+2) y con amplísimos
suspiros les contará su relato y el de Dulcena:
1
 Resulta que él era antes un gigante malvado,
joven e impetuoso, que gustaba de aterrorizar
a las gentes y tenerlos bajo su mando, ordenán-
doles que le entregaran sus reses y sus barricas
de sidra. Y así vivió muchos años, hasta que
Dulcena del Río, vino a desafiarlo, con inten-
ción de liberar a esas gentes de su yugo. Tan
pronto la vio, quedó prendado de su belleza y
como es su memoria perfecta, como la de to-
dos los erraldos, estaba para siempre grabada
a fuego en su alma y nunca la podría olvidar.
Tan aturdido estaba el gigante, que la caballero
pudo cargar contra él y herirlo feamente, antes
de que él reaccionase e, incapaz de herir a tan
hermosa visión, se rindió a ella. Dulcena le per-
donó la vida a cambio de su servicio, y durante
muchos años la acompañó, transformado con
su magia a veces en escudero, a veces en bestia,
ayudándole en sus aventuras y hazañas.
Sin embargo, como pasa con todas las gentes,
ella envejeció, y finalmente murió muy a pesar
de las ayudas y esfuerzos de Brunxote, que así
se llama el gigante. Él le dijo que se mataría con
ella y así pasarían juntos al Inframundo, pero
ella, firme, le recordó su promesa y le dijo: “Con-
migo has vivido largos años la vida del caballero,
y como caballero has de morir. Vive, Brunxote,
haz mucho bien y muere solo cuando la mano
de un enemigo superior te venza”. Y él, como le
había prometido servidumbre, no pudo negarse.
Contada su historia, Brunxote les hará su petición:
que se batan a muerte con él y que lo maten,
pues no puede hacer mal que atraiga la ira de otros
héroes o caballeros que le den muerte, ni puede ma-
tarse a sí mismo, sino que por las armas debe mo-
rir, como buen caballero. Les dice que si aceptan,
les revelará la localización de su guarida, encan-
tada y secreta, donde guarda sus tesoros y además
las armas de Dulcena, y que luego se batirán en un
campo cercano, de común acuerdo y sin trampas ni
argucias, pues como buen caballero él no hará uso
de su hechicería.
Si los personajes tratan de luchar contra él
usando de argucias o sin respetar en todo punto
este acuerdo (atacándole antes o por sorpresa, por
ejemplo), Brunxote se transformará y huirá de allí,
y luego los perseguirá para derramar sobre ellos
tormentas, abrir simas en la tierra mientras luchan
y atacarlos cuando duermen, para huir luego otra
vez, así hasta que lo maten o sepan disculparse de-
bidamente. Si aceptan enfrentarse a él según sus
condiciones, luchará contra tantos como se mues-
tren dispuestos, uno a uno o todos a un tiempo,
pero sin usar la hechicería en ningún momento. Y
además, si así lo hacen, podrán encontrar no lejos
de la tumba una cueva donde Brunxote guarda sus
tesoros, que son como los de un Erraldo y además
con las armas de Dulcena, que son una Coraza de
Mitral, un Yelmo de Mitral y Hermoso (+1 a la
Reacción del grupo) y una Pica Maestra e Indes-
tructible. Las tres fueron forjadas con el mismo
propósito: “Desfacer entuertos, asistir al pobre y
al desamparado y ser siempre ejemplo de caridad
y justicia”. Quien no cumpla con sus propósitos, no
gozará de sus encantamientos.
Encontrar la guarida de Brunxote sin que él
deshaga el encantamiento que la guarda es una
tarea casi imposible de Buscar, pero un conjuro de
Sentir que use como foco algo del propio Brunxote o
los huesos de la tumba podría facilitar su búsqueda,
según el nivel del conjuro y fuerza de su foco.
Brunxote (Erraldo)
Tipo Gigante
Número En este caso, 1
Reacción ±1d2
Velocidad 16 m
CA 4
DG 10 + 30
Ataques (DA) Garrotazo (d4)
Daño 3d8
Salvaciones Fuerza, Constitución,
Inteligencia, Sabiduría, Carisma
Moral 9
Tesoro
Gloria 2.500
www.tesoroygloria.com