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UNIDAD TEMATICA 7: SISTEMA de NULIDADES SOCIETARIAS.

 Las nulidades societarias: justificación de su especificidad. El acto jurí-


dico societario y las relaciones particulares que establece. El sistema ge-
neral de validez de los actos jurídicos.

 Clasificación: nulidades constitutivas y funcionales. Supuestos expresa-


mente previstos por la L.G.S. Nulidad vincular y consecuencias de la ati-
picidad. Abandono de la tipicidad. Alteraciones a la oponibilidad del con-
trato de sociedad.

 Nulidades absolutas y relativas. La aplicación del régimen común de


nulidad de los actos jurídicos. Presupuestos. Simplificación del régimen
general de invalidez de los actos jurídicos en el CCyC.

 La sociedad de objeto ilícito y prohibido y con actividad ilícita. Conse-


cuencias. Responsabilidades.

Regulación dada por la ley de sociedades a la nulidad

Más allá de lo expuesto en forma genérica respecto a la nulidad en el


derecho societario, los caracteres distintivos en cuanto al régimen común y
los efectos que la misma provoca para el ente y para los socios que el mismo
componen, se pasará a explicar a continuación los distintos supuestos
regulados en la ley general de sociedades en los cuales por distintos motivos
se produce la nulidad de la sociedad o del vínculo de uno o más socios.

Respecto al principio de autonomía de la voluntad, en el régimen societario


anterior a la ley 26.994, existía una clara limitación, toda vez que no podían
las partes darse el contrato con los elementos que quieran darse, sin caer en
el supuesto de atipicidad con las consecuencias que de ello se derivaba.

En efecto, en lo que respecta a las sociedades comerciales, la autonomía de


voluntad de las partes, quedaba limitada a las claras especificaciones legales
de cada uno de los tipos, y su apartamiento era sancionado con la nulidad
(recordemos que la ley 26.994 reformó los arts. 16 y 17 de la ley 19.550),
quedando ese ente incluido en las sociedades de la sección IV.

Este sistema, al extremo estricto, se basaba o adquiría fundamento en la


nece-sidad de garantizar adecuadamente los derechos de los terceros que
contra-taban con la sociedad, aunque, y también como defensa de sus
derechos, la sanción de nulidad será siempre con efectos ex nunc, y nunca
con efectos retroactivos, en la medida de lo razonable y siempre que no se
afecten los de-rechos de terceros.

Es por esto último que en primer lugar deberán cancelarse las obligaciones
que la sociedad hubiera adquirido con terceros, siendo que sobre el rema-
nente si operará el efecto ex tunc..

El tratamiento de la nulidad en el derecho comparado

El derecho francés

Si existe actividad ilícita o prohibida, se encamina hacia la disolución de la


sociedad, pero por vías distintas a las que ocurren en el derecho argentino.

Asimismo, hay que diferenciar la nulidad de la inexistencia de la sociedad.


Como regla general, en atención a las graves consecuencias que se acarrean
a los socios y a los terceros, debido a la nulidad de la sociedad, se ha tratado
de hacerla lo menos frecuente posible, como así también de atenuar los efec-
tos de la misma en caso de ocurrir ella, por lo que los casos en que puede
demandarse la nulidad de una sociedad son pocos.

Se incluyen causales de nulidad fundadas en el objeto social ilícito.

Por otro lado, si se omiten ciertas formalidades en el acto constitutivo de la


sociedad, se encuentra habilitada la acción de regularización, aunque
podrían aplicarse sanciones tanto civiles como penales, aunque, un defecto
de inscripción, no permitirá en ningún momento declarar la nulidad de la
sociedad.

En principio, tampoco podrá derivar la nulidad de la sociedad, de un vicio


del consentimiento, ni de la incapacidad respecto a uno de los socios
signatarios del estatuto.

Tampoco se decretará la nulidad de la sociedad por la inclusión de una


cláusula, que en nuestro derecho podrían considerarse como leoninas, solo
que en este caso la cláusula misma se tendrá por no escrita, sin que ello
invalide la totalidad del contrato social, aunque, nuevamente, si dará lugar a
la aplicación de sanciones civiles y penales para los socios, administradores
y aun para la sociedad.

No se encuentra regulada, la regularización de la nulidad que se produce


ante la ilicitud del objeto social.

Ante la falta de algún elemento esencial del contrato de sociedad, se regulo


la inexistencia social, distinguiéndose de la nulidad en tanto no resulta po-
sible regularizar el ente societario de que se infiera la inexistencia.
Además la acción para declarar la inexistencia social resulta imprescriptible,
no así la acción de nulidad, cuya prescripción se estableció en tres años des-
de que se puso de manifiesto la causal de nulidad de que se trate.

El Derecho italiano

Al haber tomado trascendencia en el régimen italiano los conceptos de em-


presa y empresario, más allá de la forma jurídica en sí misma, se vislumbra
con mayor detenimiento el concepto de licitud de la actividad desarrollada
tanto por la empresa cuanto por el empresario.

El empresario, puede desarrollar una actividad que será calificada de ilegal,


cuando se viole una norma imperativa o ilícita, que será aquella que resulte
delictuosa en su esencia, y por tanto contraria al orden público o a las
buenas costumbres.

En el régimen jurídico italiano, se da preeminencia a la hora de determinar


la nulidad, más a la actividad desplegada que al objeto de la sociedad mis-
ma, toda vez que resultará difícil encontrar una sociedad cuyo objeto social
sea la comisión de delitos o en su caso, la constitución de una sociedad
prohibida por la actividad que desarrollará.

El Derecho español

En el derecho español, inscripta la sociedad comercial, sólo se podrá pedir la


nulidad, por tener la misma un objeto social ilícito o ser el mismo contrario
al orden público.
Aunque los españoles distinguen el objeto que denominan estatutario, que
rara vez será ilícito, de aquél otro que llaman objeto real, y que no es más
que nuestra actividad, el que también podrá ser ilícito, es decir, demostrar la
sociedad una actividad ilícita, es decir, la ilicitud se pondrá de manifiesto
por su objeto real.

Aunque si la actividad ilícita es desarrollada por los administradores y no


por los socios, no corresponderá se declare la nulidad de la sociedad, sino
que deberá accionarse por la responsabilidad que atañe a los adminis-
tradores, en razón de su actuación en contra de la ley o en su caso de la pro-
pia regulación del contrato social.

Por ello es que las causales de ilicitud que sean ajenas a la voluntad de los
socios que componen el ente social, no acarrearán la nulidad de la sociedad,
por la sencilla circunstancia que pueden los administradores que ejecuten u-
na actividad ilícita no ser socios de dicha sociedad, siendo que en este caso
se podrá disolver el ente societario, si se diera la imposibilidad de cumplir
con el fin social.

Entonces, tanto el objeto establecido en el estatuto, cuanto el objeto real-


mente desarrollado por la sociedad, aunque en este último caso, la ilicitud
será la que afecte a la actividad que efectivamente se desarrolle con el con-
sentimiento de los socios.

Entonces respecto a la nulidad por ilicitud sobrevenida del objeto social, se


provocaría la disolución de la sociedad por la imposibilidad de realización de
su objeto social, o en su caso, daría lugar a la impugnación del acuerdo so-
cial por el que se sustituyó el inicial objeto lícito por el ahora objeto social i-
lícito.
Conclusiones del análisis de la nulidad en el derecho comparado

De este breve análisis de las legislaciones, con mayor influencia en el dere-


cho comparado hacia nuestro derecho, se podrían extraer las siguientes con-
clusiones respecto a la nulidad que afectará el contrato de sociedad.

En primer lugar, tanto en nuestro derecho, cuanto en el derecho comparado,


las causales de nulidad absoluta se encuentran estrictamente acotadas, ello
a los efectos de evitar que las consecuencias disvaliosas de ello afecten a los
socios y a los terceros que con el ente societario pudieran llegar a contratar.

Luego, se ven con buenos ojos los mecanismos de saneamiento de las nuli-
dades relativas, que permitan la superación del obstáculo y la continuación
de la vida de la sociedad.

Por otro lado, si se diera la existencia de un directorio, conformado no por


accionistas sino por terceros ajenos al ente, se entiende que la disolución
resulta una sanción excesiva, siempre y cuando los accionistas no hubieran
convalidado el obrar ilegítimo.

Asimismo, para sancionar la actividad ilícita que pudieran haber desplegado


los administradores sociales en el ejercicio de su función bastaría con las
acciones de responsabilidad.

En suma, solo serán sancionadas aquellas sociedades objeto lícito desarrolle


actividad ilícita o prohibida siempre que los accionistas integren el direc-
torio, o que se pruebe que el directorio ha obrado con la anuencia de los so-
cios, por lo que en otros supuestos, solo se aplicarán las sanciones que se
derivan de las acciones de responsabilidad, considerándose a la disolución
societaria como excesiva.
Siempre debe permitirse la acreditación de la buena fe del administrador en
un órgano de administración colegiado.

Nulidad

Especialidad del régimen societario y su relación con el régimen


establecido en el ordenamiento civil y comercial.

Debe reconocerse que de acuerdo a las diferencias fundamentales y


sustanciales de los contratos asociativos, en este caso del contrato de
sociedad, respecto a los contratos de cambio, el régimen de nulidad tendrá
en determinados aspectos estructurales y funcionales, efectos diferentes
respecto del establecido por la legislación común.

En este sentido se ha expresado que, “… debido a las particularidades


propias de los contratos plurilaterales, la LS trae un conjunto de normas
específicas sobre la materia, atento el tratamiento distinto que estos
requieren. Sin perjuicio de ello, las nulidades societarias no dejan de ser
casos específicos de invalidez de los actos jurídicos, por lo que las normas
del CC, de comunes a toda la materia, son de aplicación supletoria, en lo que
no sea modificado por el régimen específico de la LS …” 1, esto es, sin dejar
de revestir el mismo carácter que hace extinguir el contrato, por la
naturaleza del contrato asociativo, la nulidad que en el ordenamiento
societario se decrete tendrá características propias que harán disímiles sus
efectos en cuanto a los regulados en el Código Civil y Comercial de la Nación,
puesto que en ningún momento deberá olvidarse que en el caso de las
sociedades comerciales regirá el principio de conservación de la empresa

1
ROITMAN, Horacio, Ley de Sociedades Comerciales, Comentada, pág. 326, Ed. La Ley.
económica, sea cual fuere la aplicación que en el caso concreto el mismo
pudiera tener.

Es en este sentido que se ha expresado, “… el régimen de nulidades


sancionado en la ley de sociedades responde a la aplicación de los
lineamientos rectores que se compadecen con la naturaleza del acto colectivo
y del contrato plurilateral de organización …” 2, esto es, se tuvieron en cuenta
para regular los efectos que de los actos declarados nulos dimanen tanto la
distinción en cuanto a su característica de colectivos como cuanto a la
organización que forman jurídicamente respecto de la empresa económica
que en ellos subyace.

Las características especiales que revisten las sociedades comerciales, los


principios que guían la interpretación de los distintos institutos que regulan
su actividad, y la circunstancia de encontrarse por debajo de la forma
jurídica sociedad funcionando una empresa económica, impulsó al legislador
societario a establecer un régimen de nulidad específico respecto al común
del Código Civil y Comercial, aunque en todo momento será este aplicable en
cuanto a lo que no hubiera sido regulado por el legislador societario, por lo
que, “… como principio general de la materia, la nulidad debe ser entendida
como una sanción genérica de invalidez prevista por la ley, por adolecer el
acto jurídico de un vicio o por la inobservancia de ciertas prescripciones
legales, tal como la definía el Código Civil …” 3. El actual CCyCN no contiene
una definición de nulidad pero trata sobre ella a partir de los arts. 382 y ss
dentro del género ineficacia de los actos jurídicos.

Por su parte, … el régimen de nulidad societario es un régimen propio del


contrato plurilateral de organización. Así la ley general de sociedades

2
VANASCO, Carlos Augusto, Manual de sociedades comerciales, pág. 148, Ed. Astrea.
3
ESCUTI, Ignacio A., Sociedades, pág. 117, Ed. Astrea.
circunscribe la sanción de nulidad para aquellas sociedades que fueron
constituidas con ciertas características o porque desarrollan determinada
actividad. Se ha dicho que el régimen de nulidad de la ley general de
sociedades no es del todo compatible en muchos casos con el régimen el
Código Civil y Comercial, y esto plantea serios problemas de interpretación,
el régimen de la nulidad en el ordenamiento común está referido a actos que
nada tienen que ver con la estructura conceptual y dogmática del derecho
societario y de los contratos plurilaterales de organización, porque apunta a
actos bilaterales o unilaterales. Esto ha sido correctamente observado y
posteriormente interpretado por el legislador societario, los efectos de la
nulidad siempre tendrán en cuenta los caracteres propios que como contrato
plurilateral de organización y como forma jurídica de la empresa económica
reviste la sociedad comercial.

Y en esta situación especial que se observa respecto de la nulidad en el


régimen societario, lo cierto es que nunca deberá dejarse de lado la
circunstancia que el acto constitutivo, por expreso reconocimiento de la ley,
de nacimiento a un sujeto de derecho, incluso en el caso de sociedades
informales, siendo que, “… ese sujeto de existencia ideal interactúa en el
tráfico mercantil conforme a un centro de imputación diferenciada,
susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones respecto de terceros
y separado de los socios que lo integran como efecto fundamental de la
personalidad jurídica …”4, siendo que en todos los casos, será al extremo
posible que, “… este ente de existencia ideal no solamente haya adquirido
derechos, y sobre todo contraído obligaciones frente a terceros, sino que
genera que, en virtud de la protección de terceros de buena fe, la aplicación
tajante del régimen civil en materia de nulidades se torne dificultosa y muy
inconveniente, porque en materia civil los efectos de la declaración de la

4
ESCUTI, Ignacio A., Sociedades, pág. 118/9, Ed. Astrea.
nulidad son retroactivos …”5, por lo que, “… si se piensa en materia
societaria y se proyecta una sociedad que ha contraído obligaciones frente a
terceros y se tiene que resguardar a los terceros de buena fe sobre todo, una
aplicación retroactiva del régimen de nulidades vulnera los derechos de estas
personas y permite que la sociedad pueda invocar determinados vicios
invalidantes y alegar su propia torpeza, situación que vulnera la seguridad
jurídica …”6, entonces será de vital importancia tener en cuenta que debiera
no pretenderse ver en los efectos de la nulidad en materia societaria efectos
retroactivos, toda vez que no se trata de un contrato de cambio, sino de un
contrato asociativo, en el que la persona jurídica sociedad ha interactuado
en el mercado contrayendo obligaciones con determinados terceros, que se
encontrarían con una inseguridad jurídica alarmante de no reconocerse a la
nulidad en el régimen societario el carácter de ex nunc, esto es, con efectos
siempre hacia el futuro, manteniendo inalterables las consecuencias de las
relaciones jurídicas celebradas y concluidas.

Por todo ello, la nulidad en el ordenamiento societario, mejor aún, la


regulación de sus efectos, tuvo en vistas la creación ocurrida luego del acto
constitutivo de un sujeto distinto a los socios que de él formaron parte, y el
hecho casi lógico que este ente diferenciado desarrolle una actividad
económica propia, por lo que la nulidad que pudiera llegar a decretarse
deberá tener por ello en cuenta la circunstancia de existencia de derechos en
cabeza de la sociedad o la circunstancia que la misma haya contraído
obligaciones, que deberán ser cumplidas, por lo que “… en más dependerá
del acto, de aquello sobre lo cual recaiga el vicio invalidante, de la naturaleza
de la nulidad, de si puede ser subsanada o no. De la clase de invalidez
dependerá la consecuencia legal pertinente …”7.

5
ESCUTI, Ignacio A., Sociedades, pág. 118/9, Ed. Astrea.
6
ESCUTI, Ignacio A., Sociedades, pág. 118/9, Ed. Astrea.
7
ESCUTI, Ignacio A., Sociedades, pág. 118/9, Ed. Astrea.
Aunque todo lo expuesto no deberá hacer entender que el régimen de
nulidad en el derecho societario tenga características propias que lo hagan
entrar en colisión con el régimen común, todo lo contrario, “… tiene que
quedar en claro que este régimen no es incompatible con el del código Civil y
Comercial, sino que este último es el ordenamiento básico y debe ser
aplicado sistemáticamente con las normas específicas en materia societaria
en lo que a las nulidades atañe, y también hay que dejar sentado que los
efectos de las nulidades en materia societaria van a ser hacia el futuro, ex
nunc, a diferencia de lo que habitualmente ocurre en materia de derecho
civil, en donde, si la nulidad es declarada judicialmente, los efectos van a ser
retroactivos al momento de la comisión o existencia del vicio invalidante. En
el derecho societario argentino, independientemente de los efectos
intrasociedad, la nulidad será ex nunc, en resguardo de los terceros de
buena fe, por razones de seguridad jurídica y dado que hay un ente de
existencia ideal que puede haber contratado obligaciones respecto de ellos
…”8, siendo esta diferencia en cuanto a la forma de operarse los efectos de
carácter fundamental para diferenciar uno y otro régimen, aunque los
mismos deberán compatibilizarse y aplicarse el régimen civil cuando sea ello
necesario ante una situación determinada que no hubiera sido regulada por
el legislador societario.

No obstante lo hasta aquí expuesto, se ha aclarado en cuanto a la


especialidad del régimen de nulidad de la ley de sociedades comerciales, el
mismo, “… transita actualmente por un campo propio, fijando una
regulación normativa especial inspirada en los principios de protección de
los terceros (vinculados con la sociedad); en la salvaguarda de la
subsistencia de la sociedad como protagonista de la producción e
intercambio de bienes y servicios (principio de conservación de la empresa,

8
ESCUTI, Ignacio A., Sociedades, pág. 118/9, Ed. Astrea.
art. 100, LGS); y en la naturaleza de su acto constitutivo –contrato
plurilateral de organización- que contrasta con la naturaleza de los actos
jurídicos unilaterales y bilaterales …” 9, esto es, atentas las características
propias del régimen societario, y de la naturaleza de los contratos en el
regulados, el régimen de nulidad será distinto porque tendrá fundamentos
distintos y por tanto efectos distintos. , sumado al hecho que “… ello se
torna más grave si se tiene en cuenta que la regulación de la nulidad y de los
vicios de consentimiento contenidos en el Cód. Civil son de difícil aplicación
al contrato constitutivo de las sociedades, ello como consecuencia de la
naturaleza de contrato plurilateral de organización que éste reviste, de las
características peculiares de los distintos tipos societarios, y de la distinta
posición en que ellos se encuentran los socios, los acreedores sociales y los
que lo son de aquéllos …”10.

Régimen de nulidad.

El principio general en materia de nulidades en el derecho societario, se


encuentra establecido en la actual redacción del artículo 16 de la ley de
sociedades en cuanto señala que, “… la nulidad o anulación que afecte el
vínculo de algunos de los socios no producirá la nulidad, anulación o
resolución del contrato, salvo que la participación o prestación de ese socio
deba considerarse esencial, habida cuenta de las circunstancias o que se
trate de un socio único”, por lo que, en principio, “… el vicio que pudiere
agraviar la voluntad de uno de los socios no puede afectar, al menos como
principio general, la existencia misma de la sociedad …” 11, como así también
y respecto a la propagación de los efectos de la causada nulidad, “… la

9
VERON, Alberto Víctor, Sociedades comerciales, Comentada, Anotada y Concordada, Tomo 1, pág.
113, Ed. Astrea.
10
VERON, Alberto Víctor, Sociedades comerciales, Comentada, Anotada y Concordada, Tomo 1, pág.
118, Ed. Astrea.
11
NISSEN, Ricardo Augusto, Curso de derecho societario, pág. 167, Ed. Ad Hoc.
retroactividad de la sanción de nulidad al momento de la celebración del
acto viciado, conforme lo dispuesto por los arts. 1050 y 1052 del Código Civil
(hoy art. 390 del CCC), es sencillamente impensable al contrato de sociedad,
pues el nacimiento de un sujeto de derecho distinto a los socios otorgantes,
con propia e independiente personalidad jurídica, y la evidente presunción
de validez que debe gozar la actuación de quien contrata a nombre de la
sociedad impone otorgar plena legitimidad, frente a terceros, a los actos
celebrados por aquella en cumplimiento de su objeto social …” 12, ambos
preceptos son los pilares sobre los que se asienta la totalidad del régimen de
nulidad del derecho societario, por lo que mas allá de las circunstancias
particulares que pudieren darse en la infinidad de supuestos de hecho que
se verifican en la realidad económica de los agentes, lo cierto es que
contemplando dichos principios la solución debiera ser siempre la misma.

Todo ello así, debe interpretarse correctamente sosteniendo que, el régimen


establecido en el Código Civil y Comercial, resulta insuficiente y en muchos
de los casos inaplicable, porque lo único que observa son los negocios
jurídicos de cambio, y “… existen serias dificultades de aplicación del
régimen común previsto por el Código Civil al contrato de sociedad regulado
por la ley 19.550, atento a su naturaleza plurilateral y despliega actividad y
no actos aislados, al desenvolverse en el tráfico mercantil (contrataciones
con terceros), y existe una distinta posición jurídica de los socios, los
acreedores sociales y los acreedores particulares de los socios ...” 13, esto es,
resulta en determinadas situaciones inaplicable por contradictorio, porque el
contrato sociedad, y el posterior funcionamiento del ente societario, resultan
enteramente diferentes a lo que puede ocurrir en la estructuración de
cualquier contrato de cambio, donde las relaciones entre las partes, no

12
NISSEN, Ricardo Augusto, Curso de derecho societario, pág. 167, Ed. Ad Hoc.
13
VÍTOLO, Daniel Roque, Manual de contratos comerciales, pág. 122, Ed. Ad Hoc.
tendrán efectos mas efectos que los de las partes mismas, sino que se
propagará a otros terceros.

Aunque, “… igualmente, si bien dentro del régimen común donde las


nulidades están concebidas para los actos jurídicos o para los contratos de
cambio, donde el acto puede retrotraer sus efectos al momento inmediato
anterior a su celebración, ello no ocurre con el contrato de sociedad, pues el
acto puede ser privado de efectos, pero la actividad no puede ser erradicada
del pasado real, económico y jurídico. Por ello es que en materia de
sociedades comerciales, la nulidad opera con efectos hacia el futuro, y nunca
retroactivamente hacia el pasado, así como que su concepto se confunde con
el de responsabilidad, que es el efecto más importante que deriva de este tipo
especial de nulidad …”14, a mas de lo que se expuso por autorizada doctrina
en el sentido que, “… el contrato de sociedad mercantil es un contrato de
sociedad sui generis no sólo por su estructura, sino también por el dato de
que va dirigido a la creación de una personalidad jurídica distinta de los
socios, la cual entra inmediatamente en relación con terceros mediante la
celebración de otros contratos. Así pues será forzoso reconocer que la
doctrina de la nulidad de los contratos por vicio de consentimiento ha de ser
admitida aquí con grandes reservas …”15.

Asimismo, con agudeza intelectual irreprochable el gran maestro español ha


indicado que, “… por otra parte, hay que contemplar otra vertiente del
problema: la nulidad que afecta no al contrato, como conjunto de
declaraciones, sino a la sociedad misma, como sujeto que desarrolla una
actividad lucrativa. Tal es el caso de la sociedad con objeto ilícito …” 16, por
todo lo cual deberá concluirse, “… el régimen de las nulidades de las
sociedades tiene características especiales en razón de la particular
14
VÍTOLO, Daniel Roque, Manual de contratos comerciales, pág. 122, Ed. Ad Hoc.
15
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 280/1, Ed. Rubinzal Culzoni.
16
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 280/1, Ed. Rubinzal Culzoni.
naturaleza del acto constitutivo, en cuanto éste es contrato plurilateral de
organización. … . La Exposición de Motivos que acompaña a la ley 19.550
enfatiza la diferencia de la regulación en materia del régimen de nulidad que
adopta la ley, con relación a la regulación civilista, destacando la naturaleza
de “contrato plurilateral de organización” que reviste el contrato constitutivo
de las sociedades. El régimen de las nulidades de las sociedades comerciales
difiere del régimen de las nulidades civiles, porque en razón de tener su
origen en un contrato plurilateral posee caracteres especiales. Ese contrato
plurilateral determina que los vicios que puedan afectar al vínculo de un
socio con la sociedad no produce la invalidez del acto constitutivo …” 17,
siendo que ello es razón de ser, “… elemento diferenciador es la aplicación,
en materia societaria, del principio de subsistencia o continuidad de la
empresa, por lo que rige la regla que en caso de dudas sobre la existencia o
validez o no de la sociedad se debe estar por su existencia y validez o no de
la sociedad se debe estar por su existencia y validez. De allí también que la
ley otorga plazos para subsanar defectos que podrían determinar la
disolución de la sociedad cuando ésta queda reducida a un socio, por
ejemplo …”18, por lo que la fatalidad propia de la nulidad aplicada a los
contratos de cambio observará en lo que respecta a los contratos asociativos,
determinados salvoconductos mediante los cuales el legislador entendió
oportuno no permitir se despilfarren unidades productivas valiosas por la
sola nulidad de un vínculo social, máxime cuando desde el artículo 1 de la
ley se reconoce la diferenciación entre sujeto sociedad y sujetos socios.

Principio general (art. 16, ley general de sociedades)

17
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 282, Ed. Rubinzal Culzoni.
18
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 283, Ed. Rubinzal Culzoni.
El artículo 16 del cuerpo normativo societario establece el principio general
en materia de nulidades por cuanto, “… la nulidad o anulación que afecte el
vínculo de alguno de los socios no producirá la nulidad, anulación o resolu-
ción del contrato, salvo que la participación o la prestación de ese socio deba
considerarse esencial, habida cuenta de las circunstancias o que se trate de
socio único. Si se trata de sociedad en comandita simple o por acciones, o de
sociedad de capital e industria, el vicio de la voluntad del único socio de una
de las categorías de socio hace anulable el contrato”.

Respecto al mismo se ha señalado por parte de la doctrina que, “… el


artículo 16 LS, aplica los principios generales de invalidez de los contratos
plurilaterales, disponiendo que la nulidad del vínculo de uno de los socios
con la sociedad no va a producir la nulidad de todo el acto constitutivo, a
menos que la participación de este socio sea esencial para que la sociedad
pueda funcionar …”19 o se trate de socio único o uno de los socios de la
categorías de socios que el tipo de sociedad requiere (ej. En comandita
simple, socio comanditado y comanditario).

Sistematizando los efectos del presente artículo, puede afirmarse que:

- En primer lugar, “… las causales de nulidad que pueden afectar el vínculo


del socio con la sociedad son las del derecho común (incapacidad, vicios del
consentimiento, simulación o fraude, objeto ilícito, etc.), además de las que
trae la misma LGS, por ejemplo, en el art. 33”20,

- Luego, “… respecto del dolo, no es necesario que el mismo provenga de


todos o siquiera alguno de los socios, ni que estos conozcan su existencia, ya
que el mismo puede provenir de terceros, conforme el art. 935 CC …”21,

19
ROITMAN, Horacio, Ley de Sociedades Comerciales, Comentada, pág. 335/6, Ed. La Ley.
20
ROITMAN, Horacio, Ley de Sociedades Comerciales, Comentada, pág. 335/6, Ed. La Ley.
21
ROITMAN, Horacio, Ley de Sociedades Comerciales, Comentada, pág. 335/6, Ed. La Ley.
- Asimismo, “… respecto a la simulación, deviene aplicable los arts. 333 del
CCC, y el art. 34 prohibe la actuación del socio oculto y lo hace responsable
ilimitada y solidariamente por las obligaciones. En lo que se refiere al fraude,
es necesario que el consilium fraudes (art. 338 CCyC) exista en todos los
demás consocios …”22,

- Por último en relación a la lesión subjetiva se estableció que, “… para que


se declare la nulidad del vínculo social, la totalidad de los requisitos exigidos
por el art. 954 CC deben verificarse al momento de la celebración del
contrato …”23.

No obstante no resultar ser lo mismo, corresponde señalar en cuanto a los


efectos, ninguna variación se producirá respecto a lo explicado al momento
de describir los efectos de la resolución parcial del contrato de sociedad, con
lo que se produce al momento de decretarse la nulidad de un vínculo social
por lo que, “… la nulidad afectará solamente el vínculo viciado, y no se
excederá a todo el acto constitutivo. Sin embargo, por la misma aplicación
del art. 16, esta invalidez vincular puede acarrear la nulidad de todo el acto
constitutivo, cuando la participación o la prestación del socio sea esencial.
Determinar el carácter esencial de la participación o prestación, es un
análisis de hecho que varía en cada caso concreto, pero existen casos en los
cuales ésta es evidente, como por ejemplo cuando se trata de una sociedad
de dos socios. Es por ello que el artículo comentado trae disposiciones expre-
sas para este caso …”24.

Como se ve, en ningún caso el efecto de la nulidad es diferente del explicado


respecto al instituto de la resolución parcial del contrato de sociedad, con el
agregado que aquí también se provocará la disolución del ente en el caso que
22
ROITMAN, Horacio, Ley de Sociedades Comerciales, Comentada, pág. 335/6, Ed. La Ley.
23
ROITMAN, Horacio, Ley de Sociedades Comerciales, Comentada, pág. 335/6, Ed. La Ley.
24
ROITMAN, Horacio, Ley de Sociedades Comerciales, Comentada, pág. 335/6, Ed. La Ley.
por la cualidad del vínculo social declarado nulo, por su esencialidad para el
desarrollo económico futuro de la empresa económica que subyace a la
forma jurídica denominada sociedad, o por la razón que fuere, el ente
societario no pudiera continuar funcionando, circunstancias que si bien
nacerá en la extinción de un vínculo social, parcial, acarreará la disolución
del ente societario en su totalidad.

Puede entonces indicarse que “… la solución consagrada por la ley 19.550 es


de toda razonabilidad, pues salvo supuestos verdaderamente excepcionales,
los vicios que afecten el vínculo entre uno de los socios y la sociedad no
deben trascender a la existencia y funcionamiento de la misma, en tanto
que, como titular de una empresa, su conservación es siempre preferible a
su liquidación …”25, apoyándose dicha regulación en lo establecido por el
artículo 100 de la ley de sociedades que no deja lugar a la duda ni a
interpretación en contrario, atento que, “… en materia de nulidad vincular,
la nulidad del vínculo que une al socio con la sociedad no produce la nulidad
del contrato constitutivo del ente, lo cual implica que dicha invalidez debe
ser encausada a través de las soluciones previstas para la resolución parcial
del contrato social (art. 92 de la ley 19.550) a los fines de materializar la
exclusión del incapaz y abonarle el valor de su participación, sin que esa
circunstancia trascienda a la sociedad …”26, porque así como cuando se
explicaron los efectos jurídicos de la resolución del contrato de sociedad,
claramente se expresó que el ente como sujeto diferenciado de los socios que
le dieron nacimiento, en ningún momento podrá verse afectado por las
vicisitudes que a los mismos pudieran ocurrir, la nulidad de solo un vínculo,
como vicisitud que resulta ser, no será la excepción a la regla, porque en
ningún momento poseerá características disímiles a la resolución parcial del
contrato de sociedad por afectación de un vínculo social.
25
NISSEN, Ricardo Augusto, Curso de derecho societario, pág. 169, Ed. Ad Hoc.
26
NISSEN, Ricardo Augusto, Curso de derecho societario, pág. 169, Ed. Ad Hoc.
Y todo lo expuesto hasta el presente resulta una regla que se excepciona al
principio rector en materia de nulidad en el campo del derecho civil, toda vez
que, “… al contrario de lo que ocurre con los demás contratos, la anulación
de una declaración de voluntad en el contrato de sociedad no debe afectar la
subsistencia del contrato, pues éste no se funda simplemente en la coinci-
dencia de dos voluntades, sino que se funda en un núcleo de declaraciones
de voluntad de naturaleza especialísima y que puede subsistir aún cuando
falte alguna de ellas. Los efectos de la anulación de la declaración de
voluntad por vicio del consentimiento deben reducirse en este caso a la
ruptura del vínculo social que liga al socio en cuestión exonerándolo de sus
obligaciones, restituyéndole las aportaciones realizadas e indemnizándole, si
procede, de los perjuicios sufridos. A lo que no debe conducir la anulación
de una declaración de voluntad en el contrato de sociedad por vicio de
consentimiento es a la ineficacia total del contrato y a la consiguiente
extinción de la personalidad jurídica creada para el tráfico. A no ser que la
ineficacia de la declaración afecte a una aportación esencial sin la que la
sociedad no podría nacer o subsistir …” 27, resultando una interpretación
acorde a lo establecido por el legislador societario que en todo su articulado,
de la ley general de sociedades prioriza la conceptualización de la sociedad
comercial como un contrato plurilateral de organización, por lo que el vicio
que pudiere llegar a afectar a uno o a unos de los socios, no provocará la
nulidad, o resolución del contrato constitutivo, siendo la única excepción el
supuesto en el cual deba considerarse esa participación como esencial 28.

Atipicidad y omisión de requisitos esenciales tipificantes o no (artículo


17, ley general de sociedades)

27
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 283/4, Ed. Rubinzal Culzoni.
28
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 285, Ed. Rubinzal Culzoni.
Señalaba la norma del artículo 17 (hoy derogado) de la ley de sociedades
que, “… es nula la constitución de una sociedad de los tipos no autorizados
por la ley. La omisión de cualquier requisito esencial no tipificante hace
anulable el contrato, pero podrá subsanarse hasta su impugnación judicial
…”.

Debemos hacer una diferenciación entre requisitos tipificantes y no


tipificantes que nos obliga a su consideración previa. Requisitos tipificantes
y no tipificantes. Decimos que son tipificantes aquellos requisitos que
definen y caracterizan un tipo social, que constituyen un elemento
diferenciador con relación a los demás tipos sociales: por ejemplo la
responsabilidad subsidiaria, ilimitada y solidaria de los socios, en la
sociedad colectiva; la existencia de una doble categoría de socios en las
sociedades en comandita simple, en comandita por acciones y de capital y
trabajo; la limitación de la responsabilidad del socio en la sociedad de
responsabilidad limitada y en la anónima. En cambio son requisitos
esenciales, no tipificantes, aquellos que siendo necesarios en toda sociedad
son comunes a los diversos tipos sociales, pero que la ley exige que deben
figurar en el contrato social de conformidad con lo prescripto en el artículo
11 de la Ley de Sociedades. Tales por ejemplo los datos de identificación de
los socios, la expresión del capital y de los aportes de los socios,
etcétera…”29, por lo que, “… una sociedad comercial que no sea una sociedad
colectiva, ni de capital e industria, ni en comandita simple, ni de
responsabilidad limitada, ni anónima, ni en comandita por acciones, es una
sociedad de tipo no autorizado.

EL art. 17 de la ley 19.550 ha sido reformado por la ley 26.994 y ha venido a


modificar el régimen de nulidad societario en relación a cuestiones de
atipicidad y omisión de requisitos esenciales.
29
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 288/9, Ed. Rubinzal Culzoni.
Así la nueva norma dispone los siguiente “las sociedades previstas en el
Capitulo II de esta ley no pueden omitir requisitos esenciales tipificantes ni
comprender elementos incompatibles con el tipo legal. En caso de infracción
a estas reglas, la sociedad constituida no produce los efectos propio de su
tipo y queda regida por lo dispuesto en la Sección IV de este Capítulo”.

Resulta claro que han quedado derogadas las soluciones previstas por el art.
17, párr. 2do del texto original de la ley 19.550, para la omisión de requisitos
esenciales no tipificantes del contrato social, de manera tal que la nulidad de
la sociedad no podrá ser declarada30.

Es decir, que la sociedad que omita las cuestiones que señala el art. 17 de la
LGS será sometida a las previsiones de la sección IV. Nótese que el art. 21 de
la citada ley alude a sociedades que omitieron requisitos esenciales sin
mencionar si eran tipificantes o no.

Se suma a lo dicho que el art. 25 de la ley 19.550 en su actual versión,


dispone que la subsanación es solución que puede ser adoptada por las
sociedades incluídas en esa sección (IV), que omitieron requisitos esenciales
y no esenciales, lo cual despeja toda duda al respecto en cuanto a la
improcedencia de la declaración de nulidad de las sociedades que adolezcan
de requisitos, esto es, aquellas que carezcan de nombre societario legalmente
adoptado, del domicilio social, de la designación precisa y determinada de su
objeto, la fijación del capital social, la mención del aporte de cada socio y la
determinación del plazo de duración31.

Por todo ello es que los socios, la elección que los mismos tendrán frente a la
ley de sociedades será siempre única y exclusivamente, “…entre un “modelo”
y otro, pero de ninguna manera le está permitido “crear” modelos de
30
Nissen, Ricardo,Curso de derecho societario, Hammurabi, p.186
31
Halperin, Curso de derecho comercial, 6 ta impresión, 1982, p. 345 y ss
organización diferentes, ya que la ley prohíbe expresamente esta última
conducta y su violación es sancionada con la inclusión de esas sociedaes en
la sección IV de la ley.

Resumiendo, los socios podrán adoptar uno u otro tipo de sociedad, solo
podrán optar por ello, aunque al momento de hacerlo y al momento de
constituirla, deberán respetar la totalidad de los requisitos, toda vez que en
su cumplimiento exacto, pretendió el legislador velar por la satisfacción y
protección de la totalidad de los intereses en juego en el funcionamiento de
la sociedad y del mercado en el que ella desenvuelve su funcionamiento
como tal.

Sociedad de objeto ilícito (artículo 18, ley general de sociedades)

El artículo 18 de la ley general de sociedades establece que, “… las


sociedades que tengan objeto ilícito son nulas de nulidad absoluta. Los
terceros de buena fe pueden alegar contra los socios la existencia de la
sociedad, sin que éstos puedan oponer la nulidad. Los socios no pueden
alegar la existencia de la sociedad, ni aún para demandar a terceros o para
reclamar la restitución de los aportes, la división de ganancias o la
contribución a las pérdidas …”.

Asimismo, se establece en la norma en estudio que, “… declarada la nulidad,


se procederá la liquidación por quien designe el juez. Realizado el activo y
cancelado el pasivo social y los perjuicios causados, el remanente ingresará
al patrimonio estatal para el fomento de la educación común de la
jurisdicción respectiva …”.

Sumado todo ello a la circunstancia que, “… los socios, los administradores


y quienes actúen como tales en la gestión social responderán ilimitada y
solidariamente por el pasivo, social y los perjuicios causados …”.
Es en la inteligencia de lo expuesto por el artículo en comentario que fue
señalado por la doctrina que, “… el art. 18 de la ley 19.550 dice que las
sociedades que tengan objeto ilícito son nulas de nulidad absoluta. El texto
de la ley es claro en el sentido de que una sociedad que se constituye
incorporando en su contrato o en su estatuto un objeto ilícito, es nula de
nulidad absoluta. Esto significa que basta que la ilicitud en el objeto elegido
por los socios sea manifiesta, para que por esa sola circunstancia, sin
necesidad de ninguna otra indagación o investigación, se deba declarar la
nulidad de esa sociedad, a petición de cualquier interesado, del Ministerio
Público y aún de oficio por cualquier juez llamado a entender en una causa
en la que tal sociedad sea parte. Esto deviene del hecho de que la ley
considera a la nulidad por objeto ilícito como una nulidad absoluta, o sea
aquella a la que se refiere el art. 1047 (hoy art. 387 CCyC), que la declara,
además, insusceptible de confirmación …” 32, más allá de lo lúcido de la
explicación brindada por el Dr. Vanasco, lo cierto es que la ley no puede
tolerar la constitución y el funcionamiento de una sociedad con objeto ilícito,
puesto que ello no solo se encontraría reñido con el ordenamiento societario
actual, sino con la totalidad del ordenamiento nacional e internacional, no
existe norma alguna que pueda amparar la creación de entes con esta
característica, siendo que las consecuencias que se establecen en el artículo,
resultan “… verdaderas sanciones para los constituyentes de una sociedad
de objeto ilícito, ya que adopta una solución típica razonable para una
relación societaria: la nulidad no puede oponerse a los terceros de buena fe,
para quienes la sociedad existe, y contra ella y sobre su patrimonio podrán
reclamar todas las obligaciones que se hubieren generado a favor de esos
terceros durante la vigencia de la sociedad. Por supuesto que esos terceros
deben ser de buena fe, o sea que no deben haber sabido o, al menos, no
deben haber tenido razonablemente la obligación de conocer que la sociedad

32
VANASCO, Carlos Augusto, Manual de sociedades comerciales, pág. 151, Ed. Astrea.
estaba actuando con un objeto ilícito …” 33, siendo entonces que “… las
sociedades que tengan un objeto ilícito son nulas de nulidad absoluta; como
bien lo apunta Colombres la ilicitud del objeto como factor determinante de
nulidad no debiera ser prevista en forma específica por el derecho de
sociedades, pues sería suficiente la aplicación del régimen de los negocios
jurídicos como ocurre en Alemania, Italia y Francia. En estas sociedades los
socios no pueden alegar la existencia de la sociedad de manera alguna en
procura de una ventaja o beneficio como tampoco pueden demandar a
terceros, administrador ni consocios para reclamar la restitución de los
aportes o dividir los consocios para reclamar la restitución de los aportes o
dividir los resultados; en cambio los terceros de buena fe pueden alegar
contra los socios la existencia de la sociedad …”34.

Todo ello expuesto, en el caso de la existencia de un ente con tamaña


característica, lo cierto es que el juez se limitará a constatar la existencia de
una causal de nulidad de derecho, que ella no es susceptible de
confirmación y que se encuentra reñida con el sistema jurídico por razones
de orden público, circunstancia que permite a cualquier tercero peticionar la
nulidad de la sociedad, ocurriendo entonces una aplicación del principio
general de la nulidad absoluta del ordenamiento común 35, aplicable como se
observa la régimen de las nulidades en el derecho societario.

Asimismo, consecuencia de la nulidad absoluta que acarrea el objeto ilícito


que hubieran dado a la sociedad, será que los socios, carecerán de acciones
“... para demandar a terceros y a los demás socios, o al administrador, para
alegar la existencia de sociedad. Tampoco pueden reclamar la restitución de
los aportes, la división de ganancias o la contribución en las pérdidas. Los
33
VANASCO, Carlos Augusto, Manual de sociedades comerciales, pág. 153, Ed. Astrea.
34
VERON, Alberto Víctor, Sociedades comerciales, Comentada, Anotada y Concordada, Tomo 1, pág.
124, Ed. Astrea.
35
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 291, Ed. Rubinzal Culzoni.
terceros de buena fe pueden alegar la existencia de la sociedad contra los
socios. Los terceros de mala fe, es decir aquellos que conocían la existencia
de la ilicitud, no pueden, en cambio, demandar a los socios ni a la sociedad
…”36, más allá de lo expuesto en torno a la especialidad del régimen de
nulidad establecido para las nulidades comerciales, lo cierto es que respecto
a la sociedad de objeto ilícito y sus consecuencias para los socios y para los
terceros, será siempre una derivación del principio general de nulidad del
régimen civil, toda vez que el derecho en ningún momento podrá amparar
situaciones reñidas con la legalidad, con la moralidad y con el orden público,
sea lo que fuera que este último concepto pretenda significar para una
sociedad determinada en un momento determinado.

Luego de declarada la nulidad por el Juez, deberá procederse a la liquidación


de la sociedad y “… si el activo social no es suficiente para hacer frente al
pasivo social, los socios, los administradores y quienes hayan actuado como
tales son responsables solidaria e ilimitadamente por las deudas sociales y
por los daños y perjuicios causados. Si existiera un remanente en las
operaciones de liquidación, el mismo pasará al patrimonio estatal, ya que los
socios carecen de derecho a ese remante …”37, lo que lleva a concluir que la
ley sanciona gravemente la constitución de una sociedad con objeto ilícito,
quitándole a sus integrantes cualquier tipo de ventaja o beneficio que le
pudiera surgir de la participación en la sociedad.

Asimismo, se dispuso que, “… con respecto a la liquidación de la sociedad y


responsabilidad de los administradores y socios el art. 18 establece que la
liquidación se efectuará por quien designa el juez y que una vez realizado el
activo y satisfecho el pasivo y los daños irrogados, el remanente ingresará al
patrimonio estatal para el fomento de la educación común. Amplia la

36
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 291/2, Ed. Rubinzal Culzoni.
37
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 291/2, Ed. Rubinzal Culzoni.
responsabilidad a los administradores y quienes actúan como tales en la
gestión social en tanto deberán responder en forma ilimitada y solidaria con
los socios por el pasivo social y los perjuicios causados”; por último, los
socios y administradores no gozan del beneficio de excusión; la nulidad es
imprescriptible e insanable y puede y debe ser declarada de oficio …”38.

Es decir, la ley sanciona a todos los participantes en la sociedad de objeto


ilícito, sin distinción, y sin permitirles los beneficios que pudieren otorgarle
cualquier otro instituto del ordenamiento jurídico societario en general.

Asimismo, deberá determinarse el momento en que la ilicitud se origina, por


lo que, “… la ilicitud del objeto puede ser originaria, si resulta del mismo
objeto, o bien, sobreviniente, al declarar una ley posterior ilícito un objeto
que al momento de constituir la sociedad no lo era. La ilicitud sobreviniente
es de naturaleza distinta a la originaria, ya que no se trata de un vicio
existente en la génesis del contrato, por lo que no es un supuesto de nulidad
del acto constitutivo en sentido estricto.

En cuanto a la ilicitud sobreviniente, debe distinguirse el caso en que, una


vez declarado ilícito el objeto por la ley, la sociedad cesa la explotación
social, de aquel en que la sociedad continúa con su actividad a pesar de la
declaración legal de ilicitud. En este último caso, se aplicará el art. 18 como
si la ilicitud fuese originaria. En el segundo caso debe aceptarse la
posibilidad para la sociedad, de hacer desaparecer el objeto ilícito mediante
una modificación del acto constitutivo. En el caso que los socios no deseen
modificar el acto constitutivo y quieran hacer cesar definitivamente la
actividad de la sociedad, la misma deberá liquidarse, pero no conforme las
pautas del art. 18 LS, sino con el régimen común de los arts. 101 a 112 LS

38
VERON, Alberto Víctor, Sociedades comerciales, Comentada, Anotada y Concordada, Tomo 1, pág.
125, Ed. Astrea.
…”39, es decir se contempla la distinta situación que se pudiera llegar a
observar en una sociedad determinada respecto a la ilicitud de su objeto,
disminuyéndose por ello la sanción que se aplica a la sociedad y a los
partícipes en ella.

Oponibilidad y terceros

Al respecto, “… al ser nula de nulidad absoluta, los socios no pueden invocar


la sociedad (el contrato) ni aún para demandar a terceros o para reclamar la
restitución de los aportes, la división de ganancias o la contribución a las
pérdidas. Con esta redacción, la ley remarca el carácter fuertemente
sancionatorio de la nulidad. Los terceros de buena fe sin embargo, pueden
oponer la sociedad a los socios sin que estos puedan invocarles la nulidad
…”40, es decir, solo quien haya sufrido de un error de hecho excusable podrá
invocar la nulidad de la sociedad para repeler las acciones que la sociedad
quisiera instar en contra de los mismos.

Responsabilidad de los administradores y socios

Respecto a la responsabilidad de los administradores y socios se indicó que,


“… los socios, los administradores y quienes hayan actuado como tales en la
gestión social, son responsables solidaria e ilimitadamente por las deudas de
la sociedad los perjuicios causados. La responsabilidad no es subsidiaria
sino principal, dado el carácter sancionatorio de la nulidad …” 41, todo ello
deriva del principio general de solidaridad en caso de hechos ilícitos, que
39
ROITMAN, Horacio, Ley de Sociedades Comerciales, Comentada, pág. 357/8, Ed. La Ley.
40
ROITMAN, Horacio, Ley de Sociedades Comerciales, Comentada, pág. 358, Ed. La Ley.
41
ROITMAN, Horacio, Ley de Sociedades Comerciales, Comentada, pág. 360, Ed. La Ley.
será de entera aplicación, no solo por lo expresado en el artículo en
comentario sino de acuerdo a lo establecido por la legislación común.

Sociedad de objeto lícito, pero con actividad ilícita (artículo 19, ley
general de sociedades)

Establece la norma en estudio, “… cuando la sociedad de objeto lícito


realizare actividades ilícitas, se procederá a su disolución y liquidación a
pedido de parte o de oficio, aplicándose las normas dispuestas en el artículo
18. Los socios que acrediten su buena fe quedarán excluidos de lo dispuesto
en los párrafos 3ro. y 4to. del artículo anterior …”.

En este supuesto se da una situación completamente distinta a la estudiada


anteriormente, toda vez que la sociedad posee un objeto lícito, y por tal no
podrá en ningún momento ser reprochada su actuación, más la actividad
desarrollada es ilícita, lo que si se sancionará, afectando no a la totalidad de
los intervinientes en el ente y en sus órganos, sino a quien hubiere
participado en la actividad ilícita y de ella hubiera obtenido algún tipo de
beneficio.

En el mismo sentido al expuesto en el párrafo anterior se expuso que, “…


una sociedad comercial puede realizar actos congruentes con su objeto
social, lícitos y, al mismo tiempo, actos continuados o aislados, ilícitos. Se
prohíbe la actividad ilícita, y por actividad debemos entender una reiteración
de actos similares. En la exposición de Motivos de la ley 19.550 se señala
que si el acto ilícito fuese aislado, será el juez el encargado de calificarlo así
en razón de sus características, y dada su trascendencia podría configurar
actividad ilícita. En este caso la sociedad es nula, y su disolución y
liquidación puede ser solicitada por un socio o por tercero y aún declarada
de oficio por el juez. Se aplican las reglas del caso anterior, sociedad de
objeto ilícito, salvo para aquellos socios que probaren su buena fe, que
quedarán excluidos de responsabilidad personal y de la pérdida del derecho
al remanente social, es decir su parte en el resultado de la liquidación. Y ello
es lógico porque puede ocurrir que los que administran sean quienes
realizan esos actos ilícitos, al margen del conocimiento de los demás socios
…”42, ello hace notar lo ya expresado, siendo que quien alegue y demuestre
su buena fe, en ningún momento podrá verse alcanzado por los efectos del
acto declarado nulo, mas allá que la sociedad como tal deba disolverse y
luego liquidarse, pero mantendrán su derecho en la partición y distribución.

Se indica que la norma establecida en el artículo 19, ”… propende a la tutela


del interés general, por lo que su interpretación debe ser hecha con un
criterio sustancialista (no olvidar que supera el esquema formal del objeto
declarado en el contrato constitutivo); ello así, como lo manifestamos antes,
la actividad de la sociedad se comporta como algo continuado y orientado,
asumiendo la forma de un fenómeno que se exterioriza a través de la
realidad de su ejercicio (la declaración de la voluntad del sujeto protagonista
resulta irrelevante); luego, su valoración ha de responder a criterios
axiológicos-jurídicos, tanto para reprimirla como para consentirla …” 43,
siendo que “… la norma del art. 19 resulta así independiente de la del art.
18; no se traduce en una pauta interpretativa, ni su función es
complementaria de éste, sino que se ha desprendido de su origen
constituyéndose en norma autónoma de naturaleza diversa. Se trata de una
sanción impuesta por la ley a la sociedad que realice actividad ilícita, cuyo
origen ha de buscarse en la figura de la ineficacia, esto es, de la no
producción de los efectos típicos, y no en la del vicio del contrato social (que

42
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 293, Ed. Rubinzal Culzoni.
43
VERON, Alberto Víctor, Sociedades comerciales, Comentada, Anotada y Concordada, Tomo 1, pág.
129, Ed. Astrea.
permanece válido hasta su disolución y liquidación obligada) …” 44, situación
que beneficia a los socios y a quienes hubieren intervenido en los órganos
sociales, que nada tuvieron que ver en la actividad ilícita desplegada luego
de la constitución por el ente, no convirtiéndoles en responsables solidarios
por los perjuicios ocasionados a los terceros, y no privándoles de la cuota de
liquidación que les corresponde por su aportación a la conformación del ente
societario.

Todo ello sentado, corresponde aclarar que la sociedad no es declarada nula


por la ley, puesto que ningún vicio se observa en su creación como si ocurre
en el caso de la sociedad con objeto ilícito, sino que la posterior actividad
llevada a cabo por los socios, ilícita, provoca la nulidad del vínculo,
estableciéndose legalmente que la sociedad deberá disolverse y liquidarse,
por pedido de cualquier particular que posea interés en ello, y hasta de oficio
por un juez que entienda en la causa en la que está involucrada una
sociedad con estas características, aplicándose las disposiciones del artículo
18, con la excepción lógica respecto de los socios de buena fé .
45

Objeto prohibido y liquidación (art. 20, ley general de sociedades)

Señala el artículo 20 que, “… las sociedades que tengan un objeto prohibido


en razón del tipo, son nulas de nulidad absoluta. Se les aplicará el artículo
18, excepto en cuanto a la distribución del remanente la liquidación, que se
ajustará a lo dispuesto en la Sección XIII …”.

Dada la regulación establecida para este caso, es claro que, “… hay casos,
por ejemplo en materia de entidades financieras y compañías de seguros, en
44
VERON, Alberto Víctor, Sociedades comerciales, Comentada, Anotada y Concordada, Tomo 1, pág.
129, Ed. Astrea.
45
VANASCO, Carlos Augusto, Manual de sociedades comerciales, pág. 155/6, Ed. Astrea.
que la ley exige que las sociedades que se dediquen a esa actividad sean de
un tipo social determinado. No estamos en presencia de una sociedad de
objeto ilícito, sino de objeto prohibido en razón de su tipo social. Si por
ejemplo una sociedad de responsabilidad limitada se constituyera para
realizar la actividad bancaria, la sociedad sería nula de nulidad absoluta, se
disolvería y liquidaría. Pero los socios no perderían en este supuesto su
derecho al remanente …”46.

Ello se explica por cuanto, “… la ley positiva puede imponer límites al


accionar de la persona jurídica (en este caso, la sociedad comercial legislada
por la LSC, los que están dados, genéricamente por las imposiciones del
orden jurídico y del orden público; ello así, la LGS ha configurado el objeto
ilícito (que vimos al comentar el art. 18), la actividad ilícita (que vimos al
comentar el art. 19), y el objeto prohibido (art. 20) que examinaremos ahora.
La limitación del objeto prohibido importa una restricción de la autonomía
de los particulares respecto de la libre utilización de las formas asociativas, y
obedece al desarrollo económico de las empresas con el consiguiente control
estatal sobre determinadas actividades u objetos societarios …” 47.

Es decir, el legislador ha presumido y entendido que determinadas


actividades, sean desarrolladas por empresas económicas que posean una
estructura determinada y no otra, esto es, ninguna otra forma jurídica, tipo
de sociedad en este caso, será permitida por lo que la sociedad se disolverá y
liquidará, aunque no se seguirán las reglas y consecuencias establecidas
para las sociedades con objeto ilícito.

46
VILLEGAS, Carlos Gilberto, Sociedades Comerciales, pág. 293/4, Ed. Rubinzal Culzoni.
47
VERON, Alberto Víctor, Sociedades comerciales, Comentada, Anotada y Concordada, Tomo 1, pág.
131, Ed. Astrea.
La nulidad societaria en la jurisprudencia

a. Objeto social. Objeto ilícito (CNCom., sala A, 30/08/07, “DATO


ROBINSON, Oscar E. c/ CASINO BUENOS AIRES S.A. y Otros”)

 “… Siendo así y dado que el objeto para el cual se habría constituido la


sociedad de hecho cuya existencia predica el actor no habría sido otro
que el de efectuar préstamos de dinero a los apostadores dentro del
casino de que se trata, resulta palmario que tal objeto contravenía la
reglamentación vigente y por lo tanto sería ilícito, lo cual torna a su
vez nula, de nulidad absoluta, a la sociedad de que se trata (art. 18,
ley 19550) …”.
 “… Es verdad que el precepto precedentemente mencionado refiere al
caso en el que el objeto ilícito está contemplado en el acto constitutivo,
y que tal instrumento no existe en este caso, pues se trataría de una
sociedad de hecho. Sin embargo, tiene dicho la doctrina que las
sociedades en las que es más factible que se configure la hipótesis del
artículo, son -precisamente- las sociedades de hecho, en las que no
existe acto constitutivo escrito (conf. Roitman, Horacio, "Ley de
Sociedades Comerciales - Comentada y Anotada", t. I, Ed. La Ley,
Buenos Aires, 2006, p. 356) …”.
 “… Justamente, en un precedente que guarda cierta similitud con la
hipótesis sub examine, la jurisprudencia de este fuero se ha
pronunciado en el sentido de que "la sociedad de hecho existente entre
el actor y los demandados, al haberse celebrado con el propósito
deliberado de transgredir el reglamento para la quiniela, se encuentra
comprendida en el art. 18 y, por tanto, los socios no pueden alegar la
existencia de la sociedad, ni aun para demandar a terceros o para
reclamar la restitución de los aportes, la división de ganancias o la
contribución a las pérdidas" (sala B, 22/4/1981, in re "Kravetz,
Mauricio v. Blanco Barros, Antonio ": íd., 16/2/1982, in re "Banco de
la Ciudad de Buenos Aires v. Citanova S.A. "; conf., Halperín, Isaac,
"El régimen de la nulidad de las sociedades", R.D.C.O., 1970, p. 558,
n. 11 y ss.; conf. Otaegui, Julio C., "Invalidez de los actos societarios",
Buenos Aires, 1978, p. 338 y ss., n. 124) …”.
 “… Es decir, la sociedad de hecho cuya existencia el actor intentó
infructuosamente demostrar, hubiese resultado de todos modos nula
de nulidad absoluta, y por lo tanto no hubiese dado lugar a que
pudiese reclamarse nada de lo que fue pretendido en la demanda. La
ley es clara: detectado este tipo de sociedad debe procederse a su
disolución y una vez realizado el activo, y cancelado el pasivo social y
los perjuicios que pudiesen haberse causado, lo que se obtenga debe
ingresar al patrimonio estatal para el fomento de la educación común
de la jurisdicción respectiva (art. 18, párr. 2°, ley 19550). Además, los
socios no pueden alegar la existencia de la sociedad ni aun para
demandar a terceros ni para reclamar la restitución de los aportes, la
división de ganancias o la contribución a las pérdidas (mismo artículo,
párr. 1º). Por ende, Dato Robinson nada podría haber reclamado en
relación a aquellas supuestas ganancias de las que presuntamente se
habría visto privado por el accionar de sus presuntos socios …”.

b. Régimen de nulidad: actividad ilícita. (CNCom.,  Sala E,


18/05/1987, “BUNGE SOCIEDAD de HECHO y Otros s/ Quiebra s/
Incidente de apelación art. 250”, Lexis Nexis 11/2895)
 “… La realización por parte de una sociedad, de una actividad de
intermediación financiera sin sujeción a la autoridad de contralor, no
constituye el desarrollo de una actividad ilícita subsumible en la ley
19550: 19, que conlleve fatalmente a la disolución y liquidación del
ente societario. Se trata de una actividad prohibida, atento el
incumplimiento de ciertos requisitos establecidos legalmente, cuya
práctica habitual la encuadraría dentro de las previsiones de la ley
19550: 20 …”.
 “… La realización -por parte de una sociedad- de una actividad de
intermediación financiera sin sujeción a la autoridad de contralor no
constituye el desarrollo de una actividad ilícita subsumible en la ls:
19, que conlleve fatalmente a la disolución y liquidación del ente
societario, sino de una actividad de carácter prohibido, atento al
incumplimiento de ciertos requisitos establecidos legalmente, cuya
práctica habitual la encuadraría dentro de lo previsto por la ls: 20 …”.

c. Régimen de nulidad: actividad ilícita (CNCom.,   Sala B,


16/02/1982, “BANCO de la CIUDAD de BUENOS AIRES c/
CITANOVA S.A.”, Lexis Nexis 11/7597)

 “… Es cómplice, obligado solidariamente a reparar el daño causado


por el delito (cc. 1081) quien presta una cooperación indirecta, no
necesaria, que facilita la comisión del delito. La solidaridad de los
miembros de las sociedades ilícitas (cc. 1661) está supeditada a dos
requisitos: que se trate de actos practicados en común y para el fin de
la sociedad …”.
 “… Resulta fundamental la distinción entre sociedades de objeto ilícito
y las de objeto lícito y actividad ilícita, por cuanto la ls: 18 sanciona a
las sociedades que tengan objeto ilícito como nulas de nulidad
absoluta y los socios no pueden alegar la existencia de la sociedad, ni
reclamar la restitución de aportes, ni la división de ganancias o
contribución a las pérdidas y tanto aquellos como los administradores
y quienes actúan como tales en la gestión social responden ilimitada y
solidariamente por el pasivo social y los perjuicios causados …”.
 “… Por el contrario, en la sociedad con objeto lícito que realizara
actividades ilícitas procede su disolución y liquidación a pedido de
parte o de oficio, quedando a salvo los derechos de los socios que
acrediten su buena fe …”.
 “… 1. El objeto al que se refiere el cc. 1655 cuando dispone que toda
sociedad debe tener un objeto lícito, no es el objeto de la obligación
asumida por los socios, sino la causa de esta obligación. El objeto del
contrato es la actividad económica de la sociedad, es decir, el fin
asignado a los esfuerzos de los socios. Por el contrario, el objeto de la
obligación asumida por cada socio, consiste en la deuda del aporte que
ha contraído al adherir al contrato social. Determinar el objeto de la
obligación es precisar cuáles son los bienes susceptibles de ser objeto
de aportes. 2. Si los aportes efectuados en la sociedad anónima son
ilícitos en razón de provenir de un acto delictivo la sanción que
corresponde es la de nulidad absoluta de la referida sociedad, por
objeto ilícito, atento las consecuencias reflejas que produce la ilicitud
del aporte respecto del objeto social (cc. 1655, 1661 y 1047), y ls: 16,
en cuanto prevé, además, que la nulidad se decreta "habida cuenta de
las circunstancias"). No se debe confundir el objeto de la obligación
asumida por cada socio con el objeto del contrato de sociedad …”.
d. Régimen de nulidad: atipicidad. (CNCom.,   Sala C, 13/05/2003,
“BALLESTER, Rolando A. c/ VIPARITA S.A. s/ Sumario s/
Incidente de medidas cautelares”, Lexis Nexis 11/37224)

 “… 1. La confusión, en las mismas personas, de la calidad de socios


comanditados y comanditarios, violenta el principio de tipicidad, pues
la existencia de las dos categorías de socios es imperativa. 2. Aun
admitiéndose que los socios comanditados pueden ser accionistas del
capital comanditario, que es el único que puede ser representado por
dichos títulos (ls: 315 in fine) la caracterización de una comandita por
acciones requiere, por lo menos, la existencia de algún accionista que
sea comanditario neto o puro …”.

e. Régimen de nulidad: Objeto ilícito (CNCom.,  Sala C, 14/03/89,


“HILBERT, Beatriz c/ ROMERO, Eduardo”, Lexis Nexis 11/7360)

 “… 1. Eliminar la incidencia de los gastos de explotación en los


resultados para el socio capitalista, excluyéndolo de las pérdidas, se
encuentra reñido con la affectio societatis y la regla áurea del contrato
de sociedad que descansa en la participación de los beneficios y la
consiguiente contribución en las pérdidas de los socios en la
proporción fijada en el contrato, mas sin que pueda admitirse que
cualquiera de ellos este exento de soportar los quebrantos de la
actividad comercial (ls 13-1°). 2. Idéntico razonamiento cabe aplicar
respecto de la cláusula que asegura una retribución fija en moneda
constante al socio capitalista, sin atender la existencia o ausencia de
utilidades, por cuanto esa convención elimina el riesgo que supone
toda sociedad y destruye la igualdad jurídica de los socios (ls 1, 11-7°
y 13-3°) …”.
 “… La solidaridad de los miembros de las sociedades ilícitas (cc. 1661)
está supeditada a dos requisitos: que se trate de actos practicados en
común y para el fin de la sociedad. Resulta fundamental la distinción
entre sociedades de objeto ilícito y las de objeto lícito y actividad ilícita,
por cuanto la ls: 18 sanciona a las sociedades que tengan objeto ilícito
como nulas de nulidad absoluta y los socios no pueden alegar la
existencia de la sociedad, ni reclamar la restitución de aportes, ni la
división de ganancias o contribución a las pérdidas y tanto aquellos
como los administradores y quienes actúan como tales en la gestión
social responden ilimitada y solidariamente por el pasivo social y los
perjuicios causados …”.
 “… Por el contrario, en la sociedad con objeto lícito que realizara
actividades ilícitas procede su disolución y liquidación a pedido de
parte o de oficio, quedando a salvo los derechos de los socios que
acrediten su buena fe. 1. El objeto al que se refiere el cc. 1655 cuando
dispone que toda sociedad debe tener un objeto lícito, no es el objeto
de la obligación asumida por los socios, sino la causa de esta
obligación. El objeto del contrato es la actividad económica de la
sociedad, es decir, el fin asignado a los esfuerzos de los socios. Por el
contrario, el objeto de la obligación asumida por cada socio, consiste
en la deuda del aporte que ha contraído al adherir al contrato social.
Determinar el objeto de la obligación es precisar cuales son los bienes
susceptibles de ser objeto de aportes. 2. Si los aportes efectuados en la
sociedad anónima son ilícitos en razón de provenir de un acto delictivo
la sanción que corresponde es la de nulidad absoluta de la referida
sociedad, por objeto ilícito, atento las consecuencias reflejas que
produce la ilicitud del aporte respecto del objeto social (cc. 1655, 1661
y 1047), y ls: 16, en cuanto prevé, además, que la nulidad se decreta
"habida cuenta de las circunstancias") …”.

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