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CLASE ASOCIACIONES Y FUNDACIONES- 20/05/2020.

- Docente: Laura
Andrea Vinante.-

ASOCIACIONES CIVILES

En el art. 168 y ss. del CCivCom, se fijan los aspectos normativos. Y el Código
establece que como sinónimo del bien común es símil al interés general.
Considero que, al momento de la definición, se ha omitido su real concepto, del
bien común por el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN),
en el caso ALITT (8). («Para los supremos se puede pensar que todo tiende al
“bien común” excepto las conductas que son evidentemente ilegales, o sea,
que afectan los derechos de los demás. En ese sentido, las acciones que
apunten al pluralismo en una sociedad democrática estarían orientadas hacia el
“bien común”. Ese concepto, además, según el planteo de la Corte no se puede
reducir a lo que quiere o piensa una mayoría»). Y un segundo párrafo detalla
que no debe tener un fin de lucro principal ni tampoco para sus miembros o
terceros. Aquí encontramos una cuestión que puede generar un gran problema.
Por qué hace referencia que no puede tener un fin de lucro como actividad
social principal. ¿Qué pasaría si fuese una actividad secundaria o subsidiaria?
No es un dato menor, justo este planteamiento al abordar lo que se entiende
por «sin fines de lucro».

El Código Civil y Comercial establece que el acto constitutivo debe realizarse


por instrumento público. Esto no significa que solamente debe realizarse ante
escribano, ya que cualquier autoridad con rango de funcionario, puede dar
cumplimiento a este instrumento público. De hecho todo legajo y / o carpeta
ingresada al ámbito gubernamental, se transforma en un instrumento público.

La autorización a funcionar como persona jurídica y ser sujeto de derecho, no


es suficiente, porque luego de ello debe registrarse. Digamos en otras
palabras, existe un doble control y registro por parte de la autoridad.
Nuevamente un exceso normativo, que en comparación al ámbito de
sociedades comerciales y en las operaciones de actividad que llevan a cabo,
no sucede.

Con relación a su contenido y en comparación al anterior sistema, podemos


decir que el nuevo Código invoca que, en forma resumida, se brinde la
información que consta en el estatuto social, al cual yo recomiendo que sea
utilizado como fundamento válido, lícito y legal del propio estatuto social.

El Código Civil y Comercial fija y determina en forma muy cerrada, cómo se


integra la comisión directiva. Y manifiesta que se integra con una Presidencia,
Secretaría y una Tesorería y que el resto serían Vocales, sin determinar
titulares o suplentes o cantidad. ¿Qué pasará con aquellas organizaciones que,
por sus estructuras organizativas, de gestión de planificación de distintas
actividades, no solamente en el país o en el exterior, se encuentran obligadas a
tener uno o dos Vicepresidentes, Prosecretarios o Secretarios Generales,
etcétera?
Un aspecto positivo que introduce el nuevo Código Civil y Comercial es que el
órgano de fiscalización será obligatorio para aquellas asociaciones que posean
cien o más miembros asociados. Pero aclara que su integración podrá ser de
personas asociadas o no, que no requerirán título habilitante para ello, pero
que las asociaciones podrán contratar profesionales independientes. Aquí yo
mantengo mis diferencias particulares, porque observo que no es igualitaria y /
o equiparada para el área ejecutiva, donde muchas veces los miembros no
poseen los conocimientos plenos para dirigir y / o administrar una asociación, y
se les veda en cierta manera contar con profesionales allí. Pero lo que sí deja
muy en claro y seguramente para darle a dicho órgano su independencia
correspondiente, los integrantes del órgano de fiscalización no deben tener
relación alguna con cualquier integrante de la comisión directiva, hasta el
cuarto grado de consanguinidad.

Con relación a la renuncia de los integrantes de la comisión directiva, se ha


establecido una regla de aplicación que tiene a más característica
reglamentaria que norma de fondo. Los integrantes podrán presentar su
renuncia, y la misma operará de pleno derecho, siempre y cuando no afecte el
funcionamiento del órgano o existan actos previos de ejecución. De allí que la
renuncia no será válida y se deberá aguardar asamblea ordinaria para que se
pronuncie. Es una mera prolija de dar cumplimiento al compromiso asumido.
Puede haber otras causales que no están enunciadas, pero ameritan la
consideración a los hechos y circunstancias que se apliquen.

Con relación a la responsabilidad civil, se establece que los asociados no


responderán en forma directa y subsidiaria, salvo hasta el compromiso de su
equivalencia y cuota social. Con relación a sus administradores, la
responsabilidad será ilimitada y solidaria.

Un dato no menor: la responsabilidad del directivo se extinguirá por la


aprobación de su gestión, renuncia o transacción resuelta por la asamblea
ordinaria. En contraposición, no se extinguirá si la responsabilidad deriva de
infracción a normas imperativas y si en la asamblea hubo oposición expresa y
fundada de asociados cantidad no menor al diez por ciento del total. En este
caso, quienes se opusieron pueden ejercer la acción social de responsabilidad
prevista para las sociedades.

Ya no se podrá exigir más a los asociados que adeuden cuotas sociales, que
las cancelen como condición para participar de una asamblea. La obligación se
sucinte hasta el mes anterior. Y la renuncia del asociado, no lo libera de sus
compromisos obligacionales, entre ellas las deudas de sus cuotas sociales.

En materia de disolución, continúan las causales para personas jurídicas


privadas, pero se agrega que aquellas comisiones directivas y / o comisiones
revisores de cuentas, se reduzcan por varios motivos a un número inferior y no
sea resuelto en los próximos seis meses, será causal de disolución.

Por último, el nuevo Código Civil y Comercial fija que, en caso de duda, se
aplica en forma supletoria las leyes de las sociedades. Considero en lo
personal que esto arroja por la borda muchos años de trabajo y donde fallos de
las distintas justicias del derecho de trabajo del país, han establecido que las
entidades civiles, como asociaciones y fundaciones no deben aplicarse sobre
normas de índole o de aplicación comercial. Un ejemplo de ello, se ha
observado en juicios de despidos la justicia laboral ha trasladado la
responsabilidad empresaria en los incumplimientos cuando así correspondan,
en forma solidaria e ilimitada a los integrantes directivos de esa empresa,
propiamente por su finalidad de lucro. O sea, soporta las ganancias y las
pérdidas. Asimismo, en varios casos judiciales, las personas en su legítima
defensa de sus derechos, han querido trasladar la misma mecánica a las
asociaciones civiles y fundaciones, haciendo responsable en forma personal,
ilimitada a sus integrantes. Cuestión dirimida ampliamente por la Justicia
Nacional de Trabajo.

SIMPLES ASOCIACIONES

Las tenemos reguladas desde el art. 187 del CCivCom, se les aplica las
normas de asociaciones civiles salvo las que destaque el presente capítulo.
Entre sus características constitutivas, nos encontramos que pueden formarse
por instrumento público (igual a las asociaciones civiles) o bien por instrumento
privado con firmas certificadas por notariados y que, en su nombre, deberán
agregarse la tipología «simple asociación» o «asociación simple».

Comienza su existencia desde la fecha constitutiva, no se les exigirá el órgano


de fiscalización si no superan de los veinte asociados. La responsabilidad civil
es casi igual que la de asociaciones civiles donde sus administradores y
miembros responden por sus bienes personales sobre las obligaciones que
genere la simple asociación. Cuando correspondería que fuera proporcional al
grado de estructura misma y espíritu de esta nueva figura. Además de ello, se
le ordena llevar la contabilidad con la documentación semejante a una
asociación civil, todo en forma documentada.

La pregunta que nos formularemos es si nos conviene a la hora de constituir


una institución crearla bajo la figura de simple asociación o directamente si
convendría crear una asociación civil.

VI. FUNDACIONES

En el Código Civil y Comercial, se regulan a partir del art. 193 donde


encontramos su concepto integrado por seis requisitos: 1. Persona jurídica. 2.
Finalidad del bien común. 3 Sin ánimo de lucro. 4. Con el aporte patrimonial de
una o más personas como medio para cumplir los objetos sociales propuestos.
5. Constituirse mediante instrumento público. 6. Contar con autorización del
Estado.

Establece que la conformación del patrimonio inicial, se la delega con facultad


de razonabilidad, oportunidad y legitimidad a la autoridad de contralor externo.
Estimo que es una facultad excesiva por ser expresada en la presente norma.
Los que transitamos el campo social, sabemos que la autoridad de contralor
ejerce dicha facultad conforme a características, niveles y razonabilidad en
cada jurisdicción territorial donde se presente la solicitud de funcionar como tal,
ya que somos conscientes de que las realidades sociales, culturales, climáticas
y demás usos y costumbres, son muy distintos dentro de nuestro territorio
argentino. Con relación a la cantidad de este patrimonio inicial, no lo expresa,
sino que sean los medios necesarios para poder cumplimentar los fines
propuestos. Por ello, se la integra en el concepto del artículo anterior. Se
desprende que es el compromiso de una suma de dinero en moneda nacional
necesaria, los distintos bienes que sean donados en el acto constitutivo y las
promesas de donación a futuro, ya sea de fundadores y / o de terceros. Sin
perjuicio de ello, esta integralidad de valores, no será determinante, ya que la
autoridad de contralor, y conforme al presente Código, debe considerar la
viabilidad, conforme antecedentes de los fundadores, la voluntad en sus
acciones altruistas, características del programa por desarrollar y la aptitud
potencial para cumplir con su objeto social.

Con relación a la constitución y autorización específica de la fundación, debe


tenerse en cuenta lo siguiente:

– Se debe destacar que la fundación es una de las formas para constituirse


puede ser como acto de última voluntad de la persona humana. En el art. 195 ,
especifica los elementos necesarios para que se constituya la fundación: Debe
ser otorgado proveniente de tres fuentes de origen: a. Fundadores b.
Apoderados o c. por el caso de última voluntad (testamento), el juez que
intervenga en el procedimiento sucesorio.

Con relación a qué requisitos debe contener el instrumento constitutivo, lo


enuncia en doce requisitos: 1. datos personales de los fundadores y / o
apoderados y / o autorizados (1. A. de ser personas humanas: nombre
completo, edad, estado civil, nacionalidad, profesión, domicilio, documento de
identidad. 1. B. de ser personas jurídicas: la razón social, domicilio,
acreditación registral y la representativa con indicación de mandato). 2. nombre
y domicilio de la fundación. 3. citación del objeto social, siendo preciso y
determinado. 4. patrimonio inicial ya comentado anteriormente. 5. plazo de
duración. 6. Organización del consejo de administración, duración de los
cargos, régimen de reuniones y procedimiento para la designación de sus
miembros. Importante citar cómo se integrará el primer consejo. 7. demás
condiciones necesarias para el funcionamiento de la entidad.

8. procedimiento y régimen para la reforma del estatuto. 9. fecha del cierre del
ejercicio anual para los Estados Contables. 10. cláusulas de disolución y
procedimiento atinentes a la liquidación y destino de los bienes. 11. plan trienal
de acción. 12.La autorización de las personas con facultades para gestionar el
trámite de personería jurídica.

Con relación a los aportes patrimoniales. Hay dos formas de efectuarlos. a. Por
sumas de dinero depositados en el Banco con el que opere la autoridad de
contralor o los títulos de valores. Y b. Aquellos bienes donados, por lo cual
deben estar correctamente inventariados y con las valuaciones y / o tasación,
suscriptos por un profesional que sea Contador Público Nacional. Una
aclaración es que las promesas de donación a futuro por terceros y / o
fundadores en el inicio del trámite, deben estar firmadas en el acta constitutiva
o bien emitida en la resolución de personería jurídica y que son irrevocables
incluyendo a los posibles herederos del que prometiere. Solo será admisible la
revocación de las donaciones, cuando el acto de celebración de tales
donaciones se haya establecido expresamente como condición resolutoria que
la fundación realice algún cambio de objeto social.

Cabe destacar que la facultad a la fundación ya constituida a exigir el


cumplimiento de las promesas de donación hechas a su favor, no deben ser
oponibles a la defensa en la revocación hecha antes de la aceptación, ni la
relativa al objeto de la donación si constituye todo el patrimonio del donante o
una parte indivisa de él, o si el donante no tenía la titularidad del dominio de lo
comprometido.

Con relación a conformar un plan de acción con proyección a tres años, la


indicación que establece es que su naturaleza, características y desarrollo de
las actividades serán las necesarias para su cumplimiento, como así también
las bases presupuestarias para su realización. Cumplido el plazo, se debe
proponer lo inherente al trienio subsiguiente, con idénticas exigencias. Creo
que, en un país donde la planificación a largo plazo no fue su «norte» a seguir,
es muy difícil asumir un compromiso de lo que se va a realizar con cierto
detalle minucioso en los próximos tres años. Con las tantas variables y / o
circunstancias que muchas veces transita nuestra sociedad. Ahora la pregunta
queda sin responder: ¿Qué pasa si no se lleva a cabo ese plan; y qué
sanciones y / o consecuencias le recae a la entidad?

Sobre la responsabilidad de los fundadores y administradores durante la etapa


de gestación, expresa que son solidariamente responsables frente a terceros
por las obligaciones contraídas hasta el momento en que se obtiene la
autorización para funcionar. Los bienes personales de cada uno de ellos
pueden ser afectados al pago de esas deudas solo después de haber sido
satisfechos sus acreedores individuales. Y además establece que la
responsabilidad será ilimitada y solidaria.

Con respecto a la determinación de los órganos de Gobierno y Administración,


se llamará «Consejo de Administración», el cual estará integrado por un
mínimo de tres personas. Concluimos e interpretamos, porque la norma no lo
fija, que será para ejercer cargo de Presidencia, Secretaría y Tesorería.

La reservas de derechos por parte de los fundadores sigue vigente, y son como
ocupar cargos en el Consejo de Administración, así como también la de
designar a sus integrantes, cuando se produzcan los vencimientos de plazos
de designación o la vacancia de alguno de ellos. Sin perjuicio de ello, la
designación de los consejeros puede ser conferida a instituciones públicas y a
entidades privadas sin fines de lucro. Los consejeros pueden clasificarse en
permanentes o en temporarios. De esta manera, determinadas decisiones
pueden requerir el voto favorable de los primeros, como que también quede
reservada a estos la designación de los segundos. Se le permite a la fundación
que pueda delegar ciertas facultades a favor de un comité ejecutivo o en una o
varias personas. Tales personas podrán ser -o no- miembros del consejo de
administración.Y solo para estos casos específicos, puede prever algún
honorario a favor de los integrantes de un Comité Ejecutivo. El Código Civil y
Comercial recalca que los miembros del Consejo de Administración son de
carácter honorario y, por ello, no pueden recibir retribuciones por el ejercicio de
su cargo, excepto el reembolso de sus gastos, tales como refrigerio, viáticos,
de representación y demás afines en nombre de la institución.

La organización de reuniones, procedimiento de convocatorias, mayorías,


decisión es y actas del Consejo de Administración y del Comité Ejecutivo, así
como el procedimiento de convocatoria, lo tendremos expresado en el art. 207 .
Allí fija que el quórum necesario debe ser de la mitad más uno de sus
integrantes, lo actuado debe labrarse en el libro respectivo, en donde deberá
resumir lo que resulte de cada convocatoria con todos los detalles más
relevantes de lo actuado. Las decisiones se toman por mayoría absoluta de
votos de los miembros presentes, excepto que la ley o el estatuto requieran
mayorías calificadas. En caso de empate, el presidente del Consejo de
Administración o del Comité Ejecutivo tiene doble voto. Salvo para cuando
aquellas designaciones de nuevos integrantes del Consejo de Administración
se torne imposible, se contemple un quórum especial.

El Código Civil y Comercial nos brinda cierta garantías, donde los miembros del
Consejo de Administración podrán ser removidos, con el voto de por lo menos
las dos terceras partes de los integrantes del cuerpo. Asimismo el estatuto
puede prever la caducidad automática de los mandatos por ausencias
injustificadas y reiteradas a las reuniones del consejo. Y en el caso de acefalía,
en el Consejo de Administración, existan cargos vacantes, donde su
funcionamiento se torne imposible, y no puedan designarse nuevos miembros,
o estos rehúsen aceptar los cargos, se le delega a la autoridad de contralor
para reorganizar la administración de la fundación, designando nuevas
autoridades y / o modificar el estatuto en las partes pertinentes.

El Código Civil y Comercial fija los derechos y obligaciones de los integrantes


del «Consejo de Administración», que estarán sujetos por lo que determina la
ley, normas reglamentarias, estatutos, y, subsidiariamente, por las reglas del
mandato. En caso de violación, son pasibles de responsabilidad que pueden
promover tanto la fundación como la autoridad de contralor. Además de las
sanciones administrativas y de las medidas que se adopten al caso particular.

Se regula que todo contrato entre la fundación y los fundadores o sus


herederos, con excepción de las donaciones que estos hacen a aquella, debe
ser considerado y aprobado por la autoridad de contralor, y es ineficaz de pleno
derecho sin esa aprobación. Esto replica en toda resolución del Consejo de
Administración que directa o indirectamente origina en favor del fundador o sus
herederos un beneficio que no está previsto en el estatuto.

Los ingresos de las fundaciones deben estar destinados a la mayor parte de


sus ingresos, al cumplimiento de sus fines. De existir acumulación de fondos,
debe llevarse a cabo únicamente con objetos precisos, vinculados al
cumplimiento de sus programas sociales y / o objeto de la fundación. En estos
casos, debe informarse a la autoridad de contralor, en forma clara y concreta,
sobre esos objetivos buscados y la factibilidad material de su cumplimiento. De
igual manera, las fundaciones deben informar de inmediato a la autoridad de
contralor la realización de gastos que importen una disminución apreciable de
su patrimonio. El Código Civil y Comercial genera la carga de la prueba en
contrario, donde debe ser la fundación la que tiene que informar de sus
acciones, como así también se amplía a las reparticiones oficiales suministrar
la información y asesoramiento, conforme lo expresado en el art. 215 del
CCivCom.

Se fijan las pautas de votos sobre las mayorías necesarias. Para reforma
estatutaria, se requiere el voto de la mayoría absoluta de los integrantes del
consejo de administración. Para los casos de modificación del objeto y fusión
con otras entidades similares, rige el voto de los dos tercios. Y establece que la
modificación del objeto solo opera cuando lo establecido por el fundador ha
llegado a ser de cumplimiento imposible.

Con relación al destino de los bienes, en el caso de disolución, el remanente de


los bienes debe destinarse a una entidad de carácter público o a una persona
jurídica de carácter privado cuyo objeto sea de utilidad pública o de bien
común, que no tenga fin de lucro y que esté domiciliada en la República. Esta
disposición no se aplica a las fundaciones extranjeras. Y todo traspaso de
bienes, requiere la aprobación previa de la autoridad de contralor.

Sobre fundaciones creadas por disposición testamentaria, se establece que


todo testador que disponga de bienes, con destino a la creación de una
fundación debe intervenir el Ministerio Público, así lo expresa el art. 219 . Todo
ello a los fines de asegurar la efectividad de su propósito, en forma
coadyudante con los herederos y el albacea testamentario, si lo hubiera. Se
deja expresado que, en el caso de los herederos, se ponen o no se ponen de
acuerdo entre sí o con el albacea en la redacción del estatuto y del acta
constitutiva, las diferencias son resueltas por el juez competente en el
procedimiento sucesorio, previa vista al Ministerio Público y a la autoridad de
contralor.

Quedan determinadas, por la autoridad de contralor, las siguientes


atribuciones:- Para las fundaciones: a. aprobar los estatutos y su reforma; b.
fiscalizar su funcionamiento y el cumplimiento de las disposiciones legales y
estatutarias a que se halla sujeta, incluso la disolución y liquidación. Además;
a. solicitar a las autoridades judiciales la designación de administradores
interinos de las fundaciones cuando no se llenan las vacantes de sus órganos
de gobierno con perjuicio del desenvolvimiento normal de la entidad o cuando
carecen temporariamente de tales órganos; b. suspender, en caso de urgencia,
el cumplimiento de las deliberaciones o resoluciones contrarias a las leyes o los
estatutos, y solicitar a las autoridades judiciales la nulidad de esos actos; c.
solicitar a las autoridades la suspensión o remoción de los administradores que
hubieran violado los deberes de su cargo, y la designación de administradores
provisorios y d. convocar al consejo de administración a petición de alguno de
sus miembros, o cuando se compruebe la existencia de irregularidades graves.
Asimismo: a. fijar el nuevo objeto de la fundación cuando el establecido por el o
los fundadores es de cumplimiento imposible o ha desaparecido, procurando
respetar en la mayor medida posible la voluntad de aquellos. En tal caso, tiene
las atribuciones necesarias para modificar los estatutos de conformidad con
ese cambio y b. disponer la fusión o coordinación de actividades de dos o más
fundaciones cuando se den las circunstancias señaladas en el inc. a de este
artículo, o cuando la multiplicidad de fundaciones de objeto análogo hacen
aconsejable la medida para su mejor desenvolvimiento y sea manifiesto el
mayor beneficio público.

En cuestiones procesales y de recursos, las decisiones administrativas que


denieguen la autorización para la constitución de la fundación o retiren la
personería jurídica acordada pueden recurrirse judicialmente en los casos de
ilegitimidad y arbitrariedad. Igual recurso cabe si se trata de fundación
extranjera y se deniegue la aprobación requerida por ella o, habiendo sido
concedida, sea luego revocada. El recurso debe sustanciar con arreglo al
trámite más breve que rija en la jurisdicción que corresponda, por ante el
tribunal de apelación con competencia en lo civil, correspondiente al domicilio
de la fundación. Los órganos de la fundación pueden deducir igual recurso
contra las resoluciones que dicte la autoridad de contralor en la situación
prevista en el inc. b del art. 223 .

VII. GENERALIDADES

Para cualquier de las tres figuras detalladas, compartiremos a continuación


distintas generalidades que se aplican y que se hacen difíicil comprender desde
su realidad. Hemos observado que, para su constitución, se requiere que los
documentos sean por instrumento público. Desde un concepto de estereotipo
social, podemos asociar que sea por medio de una escritura pública, pero un
legajo que reúne cierta documentación y que se encuentra introducida en un
organismo público, podemos considerar que la misma, sea transformada en un
documento privado a uno público, transformándose de esta manera en
«instrumento público». Pero conociendo muchas veces las oficinas públicas no
se suele ver a funcionarios que certifiquen firmas y / o documentos privados. Al
menos en su mayoría. Por ello, será común la respuesta desde cualquier
escritorio de un organismo público la asociación errónea de instrumento público
como sinónimo de escritura pública. Ahora vayamos a colocarnos en los
zapatos de esa organización, que ante una injusticia social, una necesidad, una
emergencia, una necesidad imperante ante un grave problema de una
comunidad, una asociación civil o fundación debe constituirse justamente para
poder paliar esa situación, donde muchas veces se vincula a base de
necesidades y / o falta de recursos. ¿Cómo reaccionará, para cuando nuestra
Constitución Nacional, que fija nuestro derecho de asociación, nos comunique
que debemos constituirnos por escritura pública y asumir con ello el costo que
genera el mismo? Pensemos un poco más esta situación y visualicemos el
mismo ejemplo con esas organizaciones alejadas de las grandes ciudades y
penetradas en nuestro territorio argentino. Ante una situación urgente en
atender un problema central y en la búsqueda de la solución, se encuentra con
un nuevo problema. O bien un comedor comunitario o merendero, donde día a
día está planificando cómo recaudar dinero y poder comprar el alimento diario,
y sabiendo que, al tener la personería jurídica, se le abrirán nuevos y
multifacéticos caminos y oportunidades para bien, para seguir creciendo y
perfeccionar su obra comunitaria, y deba llegar a elegir en destinar un dinero
para la adquisición de ese alimento o de la formalización de la escritura pública.

Como aspectos positivos y con las nuevas normas del Código Civil y
Comercial, tenemos el reconocimiento de los nombres de fantasía en las
denominaciones de las entidades civiles. De allí se comprende porque es
obligatorio desde ahora fijar dentro de la denominación la palabra «Asociación
Civil» o «Fundación» en forma obligatoria. Porque se dejaría de usar la relación
que antes se exigían nombre de la futura institución, en articulación y / o
relación a sus objetivos sociales. Entonces, antes nos encontrábamos con
Comedor Comunitario Caras Lindas, sin necesidad de especificar la tipología
de asociación o fundación. Ahora se podría aplicar un nombre de fantasía, pero
con la determinación de la tipología. Será cuestión de acostumbrarnos al nuevo
cambio.

Otra nueva herramienta es que se ha reconocido el permiso para celebrar


reuniones a distancia o también consideradas como reuniones virtuales y / o
electrónicas. Esto será de una gran ayuda, ya que las reuniones personales de
las personas jurídicas respondían a un concepto normativo del siglo pasado,
donde ha quedado en desuso y ajeno a la globalización generada a los últimos
tiempos.Hoy en la actualidad, ya existen pagos como cancelación de
operaciones comerciales a través de celulares, donde el uso de las tecnologías
avanza no como forma de evadir la norma, sino de facilitación en tiempos y
concreción de fines en forma más simple y práctica. Ya existen los expedientes
judiciales digitales y notificaciones procesales electrónicas, y así un sinfín de
ejemplos. Hoy día, el mundo va en una velocidad de innovación donde algo
generado hace días ya pasa ser antiguo. Este reconocimiento de reuniones a
distancia ayudan y agilizan las actividades en todo sentido. Se espera que los
órganos de contralor externo estatales, como la Inspección General de Justicia
o la Dirección de Personas Jurídicas de las distintas jurisdicciones no restrinjan
con alto reglamentarismo estas nuevas medidas, que se aplican a tiempos
actuales, de facilitación.

El nuevo Código Civil y Comercial contempla que los administradores deben


obrar con lealtad y correcta diligencia. Esto que puede sonar como obvio, la
jurisprudencia y la realidad de los hechos nos indica muchas veces lo contrario.
Y es, en este incumplimiento, que compete la responsabilidad ilimitada,
solidaria y personal por el administrador ante las obligaciones de la entidad
civil. En otras palabras, las normas están para cumplir, si uno no la incumple no
sería justo que se beneficie, por el contrario le debe regir la fuerza de ley como
iguales a todos. Y retomamos el mismo tema de siempre, que nadie deba ser
dueño de una entidad civil, sino obrar como corresponde, porque no se
representa a sí mismo, sino a una entidad que refleja el bien común y público y
en donde recae sobre una comunidad la esperanza de acción altruista, de
ayuda, de equidad, de igualdad de derechos, de acceso, de oportunidades.
Agrega al artículo de la calidad de obrar de los administrados, que deben
abstenerse de participar en representación cuando haya un interés personal.Y
esta es una cuestión muy difícil y particular y que, a su vez, se transforma en
dos caras de una misma moneda. Esta claro, que de haber una participación o
interés personal en un proyecto institucional, la persona debe abstenerse en
participar en el poder de decisión interna, ya sea de beneficio económico y / o
en especie y / o de beneficio indirecto en la consecuencias de los actos
principales que de ellos resulte esa ejecución del proyecto social de la entidad
civil. Lo difícil es, muchas veces, que esas consecuencias indirectas o tal vez
no deseadas en su primer momento, no surgen en un momento inmediato, sino
en su mediano o largo plazo. Pero allí serán difícil de conocer, algunas ya sea
por su capacidad, idoneidad y / o ambiente social o profesional del
administrado se podrá desprender que ciertos proyectos sociales podrán ser de
beneficio indirecto. Ahora bien y, con lo expresado, damos lugar a la otra cara
de la moneda. Cuantas veces, resulta que los administradores, los resultados
de los proyectos sociales de la institución son gracias a los contactos,
influencia, conocimiento, idoneidad en el rubro del mismo administrado. La
diferencia aquí será que hay que distinguir que el beneficio principal no nace
como acto primordial, sino por el contrario ni se plantea. El beneficio inmediato
es el resultado concreto de hacer las cosas de la mejor manera posible, con
conocimientos en la materia y que genere impacto social real a donde se desea
aplicar dicho proyecto. Como siempre sucede en todo rol participativo de
nuestra sociedad, siempre habrá personas y / o grupos con buenas actitudes y
otras que no. Nadie está ajeno a ello y no corresponde asociarlo con un oficio,
profesión o rubro de actividad, sino que todos son personas y todos aplican su
libre albedrío y cada uno tiene sus formas de ver la vida .Lo importante que
debemos destacar, que en la forma que tengamos el conocimiento en la
medida que sucedan las acciones sociales de la institución, ser transparente
con nuestra idoneidad de persona social que somos y de poder visualizar cierto
o potencial beneficio personal, abstenernos en participar en su seno de poder
de decisión. Porque la que debe resaltar es la misma OSC y si eso sucede, la
que se beneficia será la misma comunidad y / o sociedad que hemos
propulsado con el proyecto.

Una herramienta muy útil que no debe omitir las nuevas OSC y más de
aquellas que profesionalizan sus labores internas, ya sea voluntarias o no, es
que el riesgo de escenario del campo social aumenta en proporción al
crecimiento institucional. Que dicho riesgo no puede eliminarse, pero que si
aplicamos herramientas, técnicas, métodos podremos disminuir que así
ocurran o bien de no preverla, tener respuesta de atenderla en tiempo y forma.
Por ello, abordando en lo que se conoce como «gestión de riesgos», el nuevo
Código contempla proveer mecanismos de sistemas de conflictos y reducción
de riesgos. No se trata de abordar asuntos desde posiciones egoístas, sino de
intereses que se intenta proteger. Crear en forma interna unidades de
prevención de conflicto o símiles, ya sea integrado por profesionales o no de
multidisciplinas, podremos ayudarnos a prevenir que un voluntario abandone la
actividad o bien se vaya molesto, podremos visualizar un conflicto y al no ser
tratado en tiempo y forma, podremos terminar involucrados en un juicio. O sin
llegar a ello, no ser tapa de diario en noticias policiales y / o símiles. Porque
estos efectos negativos de no abordar un conflicto a tiempo, con
responsabilidad, no se termina con tener un resguardo de seguro civil y / o
penal, sino de no tener una imagen negativa como institución. Invito al lector en
pensar en cualquier OSC que haya sido noticia en los medios de comunicación,
y supongamos que esa institución nos invite a ser voluntarios. Sabremos la
respuesta de ello y, a ello me refiero, a la imagen negativa. Sigo insistiendo,
una entidad civil responde por una acción social directamente representativa de
una comunidad, donde debemos dar lo mejor y no repetir la injusticia que
hemos visto a su momento y que henos buscado como solución la creación de
la institución. Esta unidad de prevención de conflicto podrá estar integrada por
asistentes sociales, trabajadores sociales, sociólogos, coordinadores de
voluntariado, directivos de la OSC, abogados, contadores y hasta un sinfín de
oficios y profesiones que hagan a las características de la OSC. Todo, con el
fin de dar respuestas internas a los problemas, ya sea solucionando cuando
ello ocurran o trabaja en su prevención.

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