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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

VICE RECTORADO ACADÉMICO

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS

ESCUELA DE DERECHO

Análisis Jurídico

Integrantes.

Milagro Hernández.

C.I 13408201

Prof. Abg. Dulce Mar Montero

Barquisimeto, Agosto del 2022


Dentro de un país democrático, es concerniente se establezcan diferentes leyes y
normas que se acaten y se apeguen a diferentes principios. En el caso de los procesos
penales lleven a cabo la preservación de las garantías procesales sin caer en que sea
un instrumento de represión. En Venezuela el proceso penal venezolano se ha
convertido en un proceso inquisitivo casi puro; a través de ello se permite conocer la
verdad de los hechos y así aplicar la ley justa.

Ahora bien, tomando en cuenta lo antes dicho los procesos penales tienen como
función ser un instrumento, una vía para la solución y la eficacia de llegar hacia la
justicia, el cual principalmente se fundamenta bajo la Constitución Bolivariana de
Venezuela y el Código Orgánico Procesal Penal.

Para determinar la naturaleza de un proceso penal, se definen diferentes principios y


garantías procesales.

El Juicio previo y debido proceso, establecido en el Artículo 1 del Código Orgánico


Procesal Penal, permite dar a entender que el imputado jamás deberá ser condenado
sin tener un juicio previo, el cual tiene que ser público y de forma oral. Aunado a esto,
en nuestra Carta Magna bien especifica que durante el debido proceso todas las
personas tienen el Derecho de poseer acceso a los diferentes órganos administrativos
de justicia.

Como se expresa en la Constitución Bolivariana de Venezuela, en su Art. 49 “El debido


proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas; en
consecuencia…” específicamente en su renglón n°1 “La defensa y la asistencia jurídica
son derechos inviolables en todo estado y grado de la investigación y del proceso. Toda
persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por los cuales se le investiga, de
acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer
su defensa. Serán nulas las pruebas obtenidas mediante violación del debido proceso.
Toda persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del fallo, con las excepciones
establecidas en esta Constitución y la ley..”

El debido proceso se fija ante el cumplimiento de las garantías de imparcialidad, juez


natural, rechazo a la tortura, presunción de inocencia, entre otros. Para que sea efectivo
el debido proceso, se establecen principios de oralidad, brevedad, publicidad,
inmediación, concentración, y contradicción los cuales están plasmados y consagrados
en el Artículo °257 de la Carta Magna.

Se establece el Ejercicio de la Jurisdicción, Según José Rodríguez U., “La


jurisdicción constituye una de las funciones de Estado; y que esa función surge para
componer conflictos o controversias de intereses, en todos aquellos casos en los cuales
los poderes jurídicos de los interesados son insuficientes para resolver los conflictos.”
Esta jurisdicción de la que se habla, no es más que la potestad que tienen los jueces de
conocer y decidir las controversias y de hacer ejecutar sus decisiones. Esa potestad
que tienen los jueces les viene dada por la Constitución Bolivariana de Venezuela en su
Art. 5 “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce
directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente,
mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del
Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos.”

El sistema de justicia está constituido por el Tribunal Supremo de Justicia, los demás
tribunales que determinen la ley, el Ministerio Público, la Defensoría Pública, entre otros
los cuales van a tener la potestad de administrar la justicia penal, en nombre de la
república y por autoridad de la Ley, como lo establece el artículo N°2 del Código
Orgánico Procesal Penal. En dichos tribunales se delegan jueces que están facultados
para juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, es decir, a dar cumplimiento a ese mandato
constitucional.

En el caso de la Participación Ciudadana, representado en el Art. 3° establece la


garantía de la participación de todo ciudadano en la administración de justicia penal.
Esto sucede cuando previamente dicha persona ha sido seleccionada para ser
integrado al respectivo tribunal.

Anteriormente se le denominaba escabino a ese derecho de participar ante la


administración de la justicia, sin embargo esto fue derogado y hoy en día se aplica a la
práctica como la participación ciudadana, función de control social, seguimiento, control
y asistencia durante los juicios como también de ciertos procesos penales donde ese
anteriormente llamado escabino se le titula hoy como asistente auxiliar.
De igual manera, en el Artículo 255° de la Constitución Bolivariana de Venezuela se
permite visualizar “...La ley garantizará la participación ciudadana en el procedimiento
de selección y designación de los jueces o juezas…” . A este auxiliar también se le
puede establecer diversas actividades en tribunales con alguna competencia especial.
Un ejemplo que parte del trabajo de dicho auxiliar, es cuando el imputado se le
establece casa por cárcel, el auxiliar debe cerciorarse de que se cumplan todas las
normativas, y todas las especificaciones que se adjudicaron en su sentencia.

De la Autonomía e Independencia de los jueces, se instituye que los jueces pueden


tener autonomía para tomar una decisión de cualquier causa sometida a su
conocimiento. En la Carta Magna su Art. 269 especifica, “La ley regulará la organización
de circuitos judiciales, así como la creación y competencias de tribunales y cortes
regionales a fin de promover la descentralización administrativa y jurisdiccional del
Poder Judicial”, aunado a ello el ejercicio de las funciones de los jueces y juezas son
totalmente autónomas bien esta presentado en el Art N°2 y N°4 del Código Orgánico
Procesal Penal.

Cabe resaltar que durante cualquier proceso los jueces y juezas no pueden mantener
ningún tipo de comunicación con las partes sobre cualquier tema o asuntos
concernientes al proceso en curso. También el juez o jueza debe cumplir de manera
estricta la norma, ya que cada ciudadano acude en busca de una expedita totalmente
transparente; claro está, el juez debe ser autónomo en su decisión con base a las
pruebas que se presentan y a su criterio único. Por consiguiente, la independencia en la
que tiene derecho el juez o jueza, debe asegurar imparcialidad del juicio.

Muy en relación al artículo °4 del COPP, tenemos la Autoridad del juez o jueza;
quienes son garantes de la protección de los Derechos en el ciudadano se puede
presenciar a través de la Constitucion Bolivariana de Venezuela en su Art. 334° “Todos
los jueces o juezas de la República, en el ámbito de sus competencias y conforme a lo
previsto en esta Constitución y en la ley, están en la obligación de asegurar la
integridad de esta Constitución..”.

Bien lo dice en el artículo n°5 del Código Orgánico Procesal Penal cada juez en su
respectivo tribunal tiene que prestar colaboración en el desarrollo del proceso, por
tanto, es responsabilidad de los jueces garantizar la eficacia de los mecanismos
internos de protección de los derechos humanos, previstos en la Constitución y en las
leyes, a fin de que no sea necesaria la intervención supletoria o complementaria de los
órganos internacionales, cuya jurisdicción  contenciosa ha sido reconocida  por el
Estado. Son los jueces, que forman los tribunales nacionales, los llamados por la ley, en
primer lugar, a disponer las sanciones punitivas a los infractores de la respectiva
normativa y ordenar las reparaciones a que hubiere lugar. Decía Francesco Carnelutti:
“El juez es la figura central del Derecho. Un  ordenamiento jurídico se puede pensar sin
leyes, pero no sin jueces.”

De la Obligación de decidir, en referencia al Art. N°6 ningún juez o jueza podrá


abstenerse de decidir ni retardar alguna decisión, puesto que es una denegación para
con la justicia. La legitimidad del juez, sería positivamente valorada y dependerá
básicamente en cada decisión que dicte en los procesos que se efectúen.

La exigencia de una adecuada y razonable motivación o fundamentación de la


sentencia y decisión del juez, es una garantía político-institucional en la toma de
decisiones en la medida en que permite controlar la actividad jurisdiccional y,
consecuentemente, la legitimidad democrática de los jueces.

Juez o Jueza natural, se da la facultad a un juez natural para juzgar por delitos
cometidos en precisos lugares y momentos, siendo fijado mediante ley material. Debe
ser competente, debe estar  predeterminado por la ley, ser imparcial, idóneo, autónomo
e independiente. En la actualidad, no se aplica del todo esta normativa puesto que se
realizan nombramientos irregulares denominados jueces provisorios.

Lo específica la Constitución Bolivariana de Venezuela Art. N° 49 El debido proceso se


aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas; en consecuencia:

(…) Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las
jurisdicciones ordinarias, o especiales, con las garantías establecidas en esta
Constitución y en la ley. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la
identidad de quien la juzga, ni podrá ser procesada por tribunales de excepción o por
comisiones creadas para tal efecto (…)
Absolutamente nadie puede ser juzgado, sino por los jueces que previamente la Ley ha
impuesto para ello.

De la Presunción de Inocencia, la Constitución Bolivariana de Venezuela establece


Art N° 49. “El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y
administrativas; en consecuencia: (…) 2. Toda persona se presume inocente mientras
no se pruebe lo contrario. “ Se le debe considerar a priori a todos los ciudadanos
ajustándose y comportándose a los valores y principios del orden jurídico, a esta
persona quien se le impute la comisión de un delito, deberá ser considerado como
inocente y además ser tratado como tal, hasta que haya sentencia definitivamente firme
que establezca lo contrario, conocido como sentencia firme a aquella decisión judicial
que adquiere la fuerza de cosa juzgada, es decir, aquella que es definitivamente firme,
que una vez dictada al concluir el juicio no podrá ser reabierto.

Afirmación de Libertad, el Estado está en el deber de proteger este derecho esencial


por medio del cual se ven garantizados el ejercicio y disfrute de los demás derechos
civiles de los ciudadanos. Según la Constitución Bolivariana de Venezuela. Art n° 44.
“La libertad personal es inviolable; en consecuencia: 1° Ninguna persona puede ser
arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que sea sorprendido
in fraganti. (…) Será juzgada en libertad, excepto por las razones determinadas por la
ley y apreciadas por el juez o jueza en cada caso”.

Como también el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, en el Articulo


n° 9 renglón, “1. Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales.
Nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de
su libertad, salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento
establecido en ésta.” Esto quiere decir, que los ciudadanos tienen derecho total de no
ser juzgados a primera instancias sin manejar el procedimiento concretamente, está en
su validez ser declarado inocente hasta que existan las pruebas pertinentes de lo
contrario en su proceso.

El Respeto a la dignidad humana, así como cada ciudadano no puede ser juzgado sin
realizarse el proceso judicial correctamente ni ser catalogado culpable sin existir
pruebas, el mismo deberá recibir en su proceso penal protección ante su dignidad, que
va más allá de lo visible como la libertad de pensamiento, y de palabra. El ciudadano se
debe sentir protegido por el Estado, quien deberá resguardar ante amenazas o
vulnerabilidad. Tal como se especifica en la Constitución Bolivariana de Venezuela en
el Art. N° 55 “…Los cuerpos de seguridad del Estado respetarán la dignidad y los
derechos humanos de todas las personas…”.

Por su parte la Titularidad de la acción penal, bien lo dice el artículo corresponde al


Estado por medio del Ministerio Público el cual tiene una función muy importante dentro
del procedimiento penal, en cuanto a que, es el titular de la acción penal.

La acción penal tiene por función persecutoria, abarcando el conjunto de actividades


que realiza el ministerio público en la búsqueda de indicios o pruebas para comprobar
la existencia de los delitos, quienes son los causantes y que órgano jurisdiccional va
intervenir. Debido a ello, la designación de un Fiscal General debe ser un proceso
riguroso que logre un sólido respaldo político que le otorgue legitimidad.

Defensa e igualdad entre las partes, no es más que la oportunidad que deben tener
los litigantes durante la actuación del proceso, donde los jueces y juezas deben
mantener una posición propia sin preferencia alguna. Se establece en el Art. 15 del
Código de Procedimiento Civil Venezolano “Los Jueces garantizarán el derecho de
defensa, y mantendrán a las partes en los derechos y facultades comunes a ellas, sin
preferencia ni desigualdades y en los privativos de cada una, las mantendrán
respectivamente, según lo acuerde la ley a la diversa condición que tengan en el juicio,
sin que puedan permitir ni permitirse ellos extralimitaciones de ningún género.” No
puede existir privilegio alguno, de una parte en común, bien se especifica que en la
parte legal, cada ciudadano es igual ante la ley y el Estado.

En lo concerniente a la Finalidad del proceso, el fin general mediato del proceso penal
es la defensa social. De manera que la finalidad del Derecho Procesal Penal es
comprobar o desvirtuar la existencia de un delito donde aplique la verdad de los
hechos. Basándonos en este artículo, esto nos indica que no es más que una garantía.
Y en relación tenemos que en la Constitución Bolivariana de Venezuela lo establece en
su Art. N°26 “Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de
justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la
tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente. El
Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente,
autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas,
sin formalismos o reposiciones inútiles…” y su Art. N° 257 “El proceso constituye un
instrumento fundamental para la realización de la justicia. Las leyes procesales
establecerán la simplificación, uniformidad y eficacia de los trámites y adoptarán un
procedimiento breve, oral y público. No se sacrificará la justicia por la omisión de
formalidades no esenciales”.

La finalidad del proceso, no es más que lograr el juzgamiento digno de los imputados
sea digno, que se aplique la ley justa y que exista imparcialidad en el debate como la
transparencia en el mismo.

Concerniente a la Oralidad, se puede definir como un método si se quiere, que es


cierto contribuye a efectivizar el acusatorio. En la actualidad es un principio
prevaleciente en la mayoría de los ordenamientos procesales modernos. A pesar de
que es esencialmente técnico, es necesario tener en cuenta su incidencia en el
cumplimiento de las garantías y derechos de los acusados. El proceso oral, en
consecuencia, impone que los litigantes y el juez salgan de las trincheras de las
formalidades y los escritos en las que con facilidad y comodidad se ocultan y cara a
cara, asuman sus respectivas responsabilidades en torno a la resolución de la
controversia. Es acogido en el artículo 321 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual
establece: “La audiencia pública se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a los
alegatos y argumentaciones de las partes, como a las declaraciones del acusado, a la
recepción de las pruebas y, en general, a toda intervención de quienes participen en
ella. Durante el debate, las resoluciones serán fundadas y dictadas verbalmente por el
tribunal y se entenderán notificadas desde el momento de su pronunciamiento,
dejándose constancia en el acta del juicio. El Tribunal no admitirá la presentación de
escritos durante la audiencia pública”.
Por su parte el principio de Publicidad, permite de manera eficaz el control popular
sobre la administración de justicia, evita arbitrariedades y contribuye a asegurar la
confianza de la sociedad en la impartición de justicia. Como lo relata dicha norma el
juicio oral, se realiza de forma pública con la finalidad que exista mayor claridad,
transparencia y rectitud de la administración de justicia. Desde el punto de vista de los
ciudadanos en general la publicidad de la justicia constituye una garantía esencial del
funcionamiento del Poder Judicial en una sociedad democrática, no sólo porque
fortalece la confianza pública en la justicia, sino también porque fomenta la
responsabilidad de los órganos. El principio de publicidad en el proceso penal, es
esencial en la aplicación de nuestro proceso judicial, independientemente que adopte
diferentes matices y tenga varias clasificaciones, sobre todo en otros países, pues su
presencia y correcta aplicación garantiza el Debido Proceso.

La inmediación, estrechamente unida a la oralidad permite al juez ponerse en contacto


directo con las pruebas, las partes, captar aspectos y declaraciones imposibles de
conseguir de otra manera. A través de ella se obtienen  las pruebas de las fuentes
originarias. No es un principio exclusivo del proceso oral, es susceptible de ser
combinada en cualquier tipo de proceso, sea escrito, oral o mixto.

La inmediación revierte algunas características típicas del principio, como lo son; la


presencia física del juez, la recepción de alegatos y pruebas durante la audiencia, el
juez que falla es quien ha presenciado la audiencia, entre otras no menos importantes.
Se puede ubicar en el Art. N° 315 del Código Orgánico Procesal Penal que expresa “El
juicio se realizará con la presencia ininterrumpida del Juez o Jueza y de las partes.

El acusado o acusada no podrá alejarse de la audiencia sin permiso del tribunal. Si


después de su declaración rehúsa permanecer, será custodiado o custodiada en una
sala próxima y para todos los efectos podrá ser representado o representada por el
defensor o defensora. Sólo en caso de que la acusación sea ampliada, el Juez o Jueza
lo hará comparecer para los fines de la intimación que corresponda”. No puede existir
ausencia alguna del juez o jueza, y mucho menos hacer una interrupción del ciclo del
proceso.
Aquí entra y juega el principio de Concentración, no es más que no interrumpir el
debate en audiencia. Couture expresó: “La concentración es el principio procesal por
virtud del cual los actos del juicio deben realizarse con la máxima aproximación posible
en el tiempo, contribuyendo de esta forma a la más rápida solución del conflicto que
motivo el proceso” (1978, p, 158). La concentración también basa sus actuaciones
procesales en que se realicen lo más próximas entre sí, a ser posible en un solo acto, y
que la sentencia se dicte en el plazo más breve posible. Es un principio inherente al
principio de oralidad Aporta rapidez, agilidad a los procesos, sin perder eficacia y
validez en los actos procesales, que se logran reunir en un solo momento. 

En la Contradicción, se da la presencia en que una parte tenga la oportunidad de


oponerse a un acto realizado a instancia de la contraparte y a fin de verificar su
regularidad. Como se expresa en el Art. °18 del COPP este proceso tiene que ser por
obligación contradictorio, sin una respuesta de contraparte no existe un juicio justo.

La defensa de la Constitución es una obligación que debe recaer sobre todos los
órganos del Estado y no solamente sobre el judicial, significando esto que todos tienen
el deber de actuar “constitucionalmente”. El Control de la Constitucionalidad, son los
recursos que jurídicamente hablando se crean con la finalidad que los actos emitidos
por aquellos que decretan poder y constitución en el Estado sean corroborados, y en
dado caso que se incumplan estos pasan a ser anulados.

Aunado a ello, en la Constitución Bolivariana de Venezuela Artículo n°7, expresa: “La


Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las
personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta Constitución”.
La justicia constitucional, como competencia judicial para velar por la integridad y
supremacía de la Constitución, se ejerce por todos los jueces y no sólo por el Tribunal
Supremo de Justicia, en cualquier causa o proceso que conozcan, al conferirles la
obligación de desaplicar una ley o cualquier otro acto dictado por los órganos del
Estado que antagonicen con algún dispositivo constitucional y además en particular,
cuando conozcan de acciones de amparo constitucional.
En todo lo que abarca el proceso penal venezolano, se rige un sistema acusatorio en
donde el Estado, por el carácter social que reviste la realización de un hecho punible,
es quien mediante sus órganos, tiene la facultad de perseguir y procurar la consecución
de este proceso. Pero estableciendo este sistema acusatorio con la Persecución, se
plantean en el COPP su Art. °20 que ningún ciudadano debe ser perseguido más de
una vez por el mismo hecho. Ahora bien, del artículo in comento, se observa que en el
renglón n°2 señala: “Sin embargo, será admisible una nueva persecución penal:
Cuando la primera fue desestimada por defectos en promoción o en su ejecución”. Es
decir, que es la excepción a la garantía de única persecución. Cuando la primera
persecución ha sido desestimada por defectos en su promoción o en su ejercicio, el
Ministerio Público como titular de la acción penal, tiene sólo una nueva oportunidad
para volver a intentarla, por lo que no puede realizar persecuciones indefinidas.

Ningún caso, puede volver abrirse cuando el mismo ya ha concluido con su sentencia
final, tampoco se puede interponer nuevamente un recurso bajo el mismo caso, ha esto
se le denomina Cosa juzgada en el proceso penal. Hace presencia de ello por medio
de la Constitución Bolivariana de Venezuela Art. 49° “El debido proceso se aplicará a
todas las actuaciones judiciales y administrativas… Renglón 7. Ninguna persona podrá
ser sometida a juicio por los mismos hechos en virtud de los cuales hubiese sido
juzgada anteriormente.”

Eduardo J. Couture señala en su libro "Fundamentos de Derecho Procesal”, pág. 402,


lo siguiente, “Además de la autoridad, el concepto de cosa juzgada se complementa
con una medida de eficacia. Esa medida se resume en tres posibilidades; la
inimpugnabilidad, la inmutabilidad y la coercibilidad.” La cosa juzgada es inimpugnable,
en cuanto la ley impide todo ataque ulterior tendiente a obtener la revisión de la misma
materia: non bis in eadem. También es inmutable y coercible, consiste en la
eventualidad de ejecución forzada. La cosa juzgada es la autoridad y eficacia que
adquiere una sentencia cuando haya quedado definitivamente firme.

Chiovenda (2005), considera que la prueba consiste “en crear el convencimiento al


Juez sobre la existencia o inexistencia de los hechos en el proceso, lo que implica
suministrarle los medios para tal fin”. Las pruebas y su valoración, son las razones o
argumentos que demuestran la existencia o inexistencia de un hecho, que lleva al
convencimiento de quien decide el procedimiento en este caso el juez. Esta valoración
no es más que la apreciación que debe efectuar el funcionario competente para decidir
en el procedimiento como bien se contempla en líneas anteriores. En la Ley Orgánica
de la Contraloría General de la República en su establece que si no existe regla legal
expresa para valorar el mérito de las pruebas, el funcionario competente deberá
apreciarlos por las reglas de la sana crítica, siempre que no exista regla legal expresa.
La forma como los hechos quedarán demostrados en el proceso, será precisamente a
través de la apreciación que de las pruebas, efectúe el funcionario decisor, para
posteriormente subsumirlos en una norma jurídica y obtener el resultado que define el
procedimiento.

La víctima comprende la persona que padece un daño, que ayuda a causar su propio
sufrimiento o que únicamente lo provoca y lo causa. Existen ciertas medidas de
Protección de la víctima donde se le permite tener un trato digno, justicia e igualdad.
En la Ley de Protección de Víctimas, Testigos y demás Sujetos Procesales, estipula en
su Art °1. “Esta Ley tiene por objeto proteger los derechos e intereses de las víctimas,
testigos y demás sujetos procesales, así como regular las medidas de protección, en
cuanto a su ámbito de aplicación, modalidades y procedimiento.” El tratamiento de la
víctima ha de ser desde la óptica del Ministerio Público, por ser este organismo el titular
de la acción penal en el caso de delitos de acción pública, y es quien dirige las
investigaciones donde se encuentran afectados los derechos de los ciudadanos.

Es necesario destacar que las medidas de protección son de carácter provisional y


tendrán una duración de seis meses, sin perjuicio que puedan ser prorrogadas de
acuerdo al criterio del juez o jueza que conozca el caso.
SENTENCIA

Juzgado Primero en Función de Juicio de Primera Instancia del Circuito Judicial Penal
del Estado Miranda, Extensión Barlovento.

Motiva:

Así tenemos, el principio del debido proceso, lo mismo que el principio a la presunción
de inocencia, se encuentra consagrado en la mayoría de las Constituciones y
legislaciones del mundo, al igual que en los Tratados y Pactos Internacionales.

1. CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

El principio del debido proceso se encuentra consagrado en el Artículo 49 de la


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el cual dispone lo siguiente:

“El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y administrativas; en


consecuencia:

1. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado


de la investigación y del proceso.

3. Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las
debidas garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente por un tribunal
competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad. ....”

2. CÓDIGO ORGÁNICO PROCESAL PENAL.


Por su parte, el COPP desarrolla este principio en su Artículo 1°, el cual establece lo
siguiente:

“Juicio previo y debido proceso. Nadie podrá ser condenado sin un juicio previo, oral y
público, realizado, sin dilaciones indebidas, ante un juez imparcial, conforme a las
disposiciones de este Código y con salvaguarda de todos los derechos y garantías del
debido proceso, consagrados en la Constitución de la República, las leyes, los tratados,
convenios y acuerdos internacionales suscritos por la República”.

En relación a las Nulidades, el Código Orgánico Procesal Penal en el artículo 190


expresa que no podrán ser apreciados para fundar una decisión judicial, ni utilizados
como presupuestos de ella, los actos cumplidos en contravención o con inobservancia
de las formas y condiciones previstas en este Código, la Constitución de la República,
las leyes, tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos por la República,
salvo que el defecto haya sido subsanado o convalidado. . Por otra parte, el artículo
191 del Texto Adjetivo Penal dispone que serán consideradas nulidades absolutas
aquellas concernientes a la intervención , asistencia y representación del imputado, en
los casos y formas que el Código establezca, o las que impliquen inobservancia o
violación de derechos y garantías fundamentales previstos en este Código, la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes y los tratados,
convenios o acuerdos internacionales suscritos por la República.

De lo precedentemente expuesto, este Tribunal observa que existe en este caso


violación al Debido Proceso: Principios del Derecho a la Defensa y el derecho a ser
oído. Es decir, se violentó el artículo 49 de la Constitución Nacional de la República
Bolivariana de Venezuela, ni se cumplieron normas procésales de carácter legal
establecidas en el Código Orgánico Procesal Penal, tal como lo prevén los artículos 1,
125 ordinales 1 y 3, 130. Afirmación a que se llega al analizar los hechos y el derecho
en el presente caso, pues conforme a la acusación presentada en contra del imputado
CARLOS DANIEL BOLIVAR VALDIVIESO comportaba que con base a los principios de
oralidad e inmediación el Ministerio Público, en la audiencia preliminar, en presencia del
IMPUTADO, le imputaría los hechos por los cuales acusó, con indicación de los
fundamentos de la imputación, los preceptos jurídicos aplicables, las pruebas ofrecidas
y la solicitud del enjuiciamiento, situación que no ocurrió, por cuanto por causas no
precisas para la presente fecha, compareció otro interno, todo lo cual fue corroborado
por el Tribunal y la abogada defensora, Dra.. XIOMARA JIMENEZ, Defensora Pública
Penal, en su carácter de abogado defensora del precitado imputado, lo cual constituye
la violación del Debido Proceso y Derecho a la Defensa, en consecuencia y por todas
las razones antes expuestas este Tribunal Cuarto en función de Control, considera que
lo procedente y ajustado a derecho es DECLARAR LA NULIDAD ABSOLUTA del acto
de la Audiencia Preliminar, celebrada en fecha 9 de Marzo de 2006, y como
consecuencia de ello, todas las actuaciones subsiguiente a la precitada audiencia,
salvo la presente decisión, y en tal sentido debe convocarse de nuevo la precitada
audiencia, todo de conformidad con lo previsto en los artículos 190, 191 en relación con
el 195 ejusdem, por violación del Debido Proceso, el Derecho a la Defensa y el
Derecho a ser oído, según lo establecen los artículos 23,26, y 49 de la Constitución
Nacional de la República Bolivariana de Venezuela y los artículos 23,26, y 49 de la
Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela y los artículos 1,125
ordinal 1 y 3, 130 del Código Orgánico Procesal Penal. Por otra parte se ordena oficiar
a Ministerio Público, remitiendo copia certificada de la presente decisión a los fines
propuestos en los artículos 280, 283 y 300 del Código Orgánico Procesal Penal .ASI SE
DECIDE.

En lo anteriormente expuesto como motiva del caso, se hace evidente la presencia en


la motiva, de los principios del debido proceso y la presunción de la inocencia ante el
acusado. Tomando en cuenta como primer recurso en ley, se estipula en la
Constitución Bolivariana de Venezuela, en su artículo n° 26 “Toda persona tiene
derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer sus
derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la tutela efectiva de los mismos
y a obtener con prontitud la decisión correspondiente. El Estado garantizará una justicia
gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente,
responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o
reposiciones inútiles”. El acusado tiene la viabilidad de en presunción de inocencia
puesto que el mismo le han determinado en juicio una sentencia sin haber estado
presente en el mismo debate. Como se hace conocer en el anteriormente mencionado
Art. 49 de la Constitución y Art. n°1 del COPP, todo ciudadano está en su Derecho de
ser escuchado, de defenderse y de no ser condenado sin tener el acceso a un juicio
previo. Por consiguiente, entra dentro de esta sentencia la nulidad absoluta del mismo,
ya que es necesario la cesación de los efectos jurídicos, por contrariar los
ordenamientos constitucionales.

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