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Qué es la Justicia:
La justicia es un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe basarse una sociedad y
el Estado. Estos valores son el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.
La palabra justicia proviene del latín iustitia que significa “justo”, y deriva del vocablo ius.
Tipos de justicia
Justicia distributiva
Se basa en la distribución equitativa de la riqueza o recursos, de tal manera que todos los
ciudadanos se vean beneficiados.
Se trata de una forma de administrar la justicia que proviene del pensamiento aristotélico y
cuya aplicación ha resultado controversial en la práctica, dado que no hay unanimidad sobre
los criterios que se deben considerar para que dicha distribución sea de provecho para todos
los involucrados.
Para algunos autores, debe privar la equidad (que cada persona obtenga la riqueza que
merece según su esfuerzo). En otros casos, prevalece el concepto de igualdad (todos las
personas deben obtener la misma cantidad), mientras que otros autores creen que la riqueza
debe distribuirse en mayor cuantía en los casos de mayor necesidad.
Justicia restaurativa
Este tipo de justicia se concentra en el bienestar de la víctima más que en el castigo del
victimario. En este sentido, lo que se busca es reparar de forma material o simbólica el daño
causado.
La justicia es representada alegóricamente por la Dama de la Justicia, una mujer con los ojos
vendados sostenido una balanza en una mano y una espada en la otra.
Índice
1Etimología
2Concepto
o 2.6Etimología bíblica
o 4.1John Rawls
6Justicia distributiva
7Justicia y derecho
8Representación de la justicia
9Véase también
10Referencias
11Bibliografía
12Enlaces externos
Etimología[editar]
Aparte de la que se ha dado en la entrada del artículo, al no estar de acuerdo ciertos autores
con esta raíz etimológica se ponen de manifiesto las diferentes opiniones al respecto: Por un
lado, la raíz se vincula con otros nombres de significado y origen religioso como
son: iurare, iovis o júpiter, o iuramentum, razón por la cual los romanos creyeran que el
derecho y la justicia eran un regalo de la divinidad. Sin embargo, los romanos distinguían
perfectamente entre el ámbito jurídico —ius— y el religioso o moral —fas—. Otros autores se
decantan por derivar de la raíz sánscrita yoh, como procedente de una deidad o de algo
sagrado; otros estiman que deriva, también de la raíz sáncrita yu que se relaciona con un
«vínculo obligatorio».2
Concepto[editar]
El concepto de justicia puede explicitarse desde diversos puntos de vista: el ético, moral, como
virtud, filosófico, religioso, del derecho y varios más. Algunos de ellos se exponen a
continuación.
Desde el punto de vista filosófico[editar]
La justicia es una virtud y «lo propio de toda virtud y hábito es ser una disposición que
inclina de un modo firme y permanente a sus actos». 5
La justicia, como se indicó, es una virtud cardinal, una virtud principal, ya que sobre
ella gira la vida moral de la persona.4
Es una virtud en la que, al inclinar a dar a cada uno lo suyo, predomina la objetividad.2
El sentido propio de la justicia exige que haya un débito exigible, que existan personas distintas
ya que se puede ser justo o injusto respecto a otro, que debe ser una persona distinta e
independiente al que practica la justicia, o la injusticia y, finalmente, que haya igualdad entre
ambas personas. Por lo tanto, las relaciones de justicia entre unos y otros son siempre
bilaterales.7
Iustitia est constans et perpetua voluntas ius suum cuique tribuendi; «La justicia es la constante
y perpetua voluntad de dar (conceder) a cada uno su derecho». Los preceptos o mandatos del
derecho son: honeste vivere, alterum non laedere et suum quique tribuere... («vivir
honestamente, no hacer daño a nadie y dar a cada uno lo que le corresponde»).
La palabra «justicia» aparece más de doscientas veces en cualquier traducción de la Biblia. Sin
embargo, la palabra justicia tiene unos significados y una gama de matices de lo que pueda
tener en español u otras lenguas modernas. En ella supera el ámbito moral o del derecho ya
que profundiza el ámbito más profundo de lo religioso: la relación entre Dios y el hombre y
entre los hombres entre sí precisamente por su dimensión religiosa. El concepto de justicia
tiene cada vez mayor amplitud y trascendencia. Este es el valor profundo de la justicia en el
momento de la Alianza de Dios con los hombres. Este primer significado de «la justicia» está
en el entorno de la fidelidad, de la sinceridad, de la conformidad del cumplimiento de la
Alianza de Dios con los hombres.11
Etimología bíblica[editar]
En todo el Antiguo testamento, sobre todo en el texto hebreo original, hay unas referencias
constantes a este término que es «la acción de Dios que quiere salvar al hombre» al que se le
revelará poco a poco los designios salvíficos de que Dios había establecido con el pueblo
elegido, con el pueblo de Israel, especialmente ratificados en el momento de la Alianza en
el Monte Sinaí donde quedaron concretados los lazos vinculantes: las promesas de Dios y los
compromisos del pueblo.12 Dios ofrece el compromiso de la salvación al pueblo y este asume la
fidelidad al pacto. La justicia de Dios es salvación y benevolencia y en el hombre, su fidelidad
personal. La justicia veterotestamentaria conlleva unas exigencias , muy conocidas, entre los
hombres y en la sociedad que están recogidas y especificadas en los Diez Mandamientos. La
justicia que conlleva la Alianza no es una mera relación jurídica sino la que emana de la
relación del don gratuito de Dios para con los hombres que es el don de la salvación. 13
La justicia se ocupa en sí del apropiado ordenamiento de las cosas y personas dentro de una
sociedad. Como concepto ha sido objeto de reflexión filosófica, legal y teológica y de debate a
través de la historia. Un número de cuestiones importantes acerca de la justicia han sido
ferozmente debatidas a través de la historia occidental: ¿Qué es justicia? ¿Qué demanda de los
individuos y sociedades? ¿Cuál es la distribución apropiada de riqueza y recursos en la
sociedad?: ¿igualdad, meritocracia, de acuerdo al estatus, o alguna otra posibilidad? Hay
muchas respuestas posibles a estas preguntas de diversas perspectivas en el espectro político y
filosófico.
En el lenguaje común, el término justicia arrastra consigo la intuición de que «las personas
deben recibir el trato que se merecen» y, en este sentido, conserva aún todo su vigor la
definición de Ulpiano: «Dar a cada uno lo suyo». Desde el punto de vista individual, según
Aranguren, la virtud de la justicia es el hábito consistente en la voluntad de dar a cada uno lo
suyo.
La justicia puede ser la base para restablecer la convivencia. Esta, se rige por el principio de la
compensación y la reparación a los ojos de la comunidad. De igual manera, se plantea que la
denuncia de las violaciones y la búsqueda de justicia han contribuido a ampliar el espacio de
dichos grupos. Restablecer los mecanismos de justicia no solo resulta fundamental para dar
cara a las violaciones de los derechos humanos, si no que también funge como una forma de
prevención y de ayudar a enfrentar los conflictos del presente, que la estela de la guerra deja
como herencia.18