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Material de Teoría sociológica I

Semana 1. El siglo de las Luces, La revolución francesa.


1.Siglo de las luces, donde prevaleció la mentalidad de la ciencia y de la razón siempre
buscando la verdad, que permitan el progreso de la humanidad desde el principio del siglo XVIII
y culmina a comienzos del siglo XIX, ya que para ese momento había una crisis espiritual y
muchos filósofos empezaron a poner en duda todo el conocimiento que se tenía.

El siglo de las luces se refiere especialmente al siglo XVIII, fue in movimiento intelectual y
cultural, que tuvo su origen en el siglo XVIII y su fase final a comienzos del siglo XIX, el siglo de
las luces estuvo principalmente inspirado en cambios profundos a la cultura, la política y el
sistema social. Su influencia estuvo marcada principalmente en los países de España, Francia,
Inglaterra y Alemania y uno de los hechos más destacados e importantes del siglo de las luces
fue la Revolución Francesa.

En este movimiento cultural y social se matiza por la declarada fuerza que se hizo por disipar las
sombras de las tinieblas de la ignorancia, que tenía la humanidad mediante el conocimiento y el
uso de la razón, de esta forma se declaró al siglo XVIII, como el siglo de las luces. Ya que muchos
pensadores filósofos tenían el pensamiento de que el conocimiento humano tenía la capacidad
de batallar en contra de la ignorancia, la tiranía y la superstición que había en la sociedad.

De esta forma en el siglo de las luces se tenía como función a la ilustración donde tenía gran
influencia en muchos aspectos como son la política, en lo científico, en lo económico, en lo
cultural y finalmente en la sociedad con el fin de asentar la fe en el progreso de la humanidad
de la época.

La ilustración tuvo gran impacto en el pensamiento de la burguesía y en gran parte de la


aristocracia a través de la difusión de los mensajes por los medios de comunicación que existían
para el momento como la imprenta. Así como las reuniones que realizaban las personas
adineradas para compartir las diferentes ideas y opiniones que surgían de los variados temas
que se debatían como eran de ciencias, políticas, filosofía, religión y literatura entre muchos
temas más.

Aunque también se hacía referencia al siglo de las luces como la época de la ilustración y el
enciclopedismo, ya que en los movimientos que surgieron eran de personas intelectuales que
querían promover sus ideas ante la sociedad que estaba en progreso, es de esta forma que en
la ilustración implicaba hacer uso de la actitud como un método de pensamiento.

Esquema del siglo de las luces


Hay investigadores que afirman que el siglo de las luces comienza en Francia, donde el filósofo
François Marie Arouet mejor conocido como Voltaire difunde la anglofilia, definido como el
amor por la cultura inglesa. Por lo cual en Francia se produce un cuerpo ideológico que tenían
varias ideas que aportar a la sociedad llamado en aquel momento como el enciclopedismo pues
deseaban reunir una gran cantidad de conocimientos en una sola obra, estos filósofos eran
Montesquieu, Diderot, Rousseau y Buffon entre otros. Mientras la filosofía que más tardo en
hacerse presente en el siglo de las luces fue la filosofía alemana. Que con el filósofo Immanuel
Kant culminaría la creación del proyecto del siglo de las luces.
Es importante que tengan el conocimiento que el siglo de las luces no solo se dio en los países
mencionados, sino que también se extendió a otros países del continente europeo como fueron
Países Bajos, Polonia, Rusia, Suecia, la península italiana y la ibérica, hasta llegar al continente
americano específicamente a los Estados Unidos. Pero todos estos casos fueron condicionados
por el pensamiento inglés y el francés en su ideología enciclopedista.

Desde el punto de vista sociopolítico el siglo de las luces tuvo sus frutos en el desarrollo
ideológico en el momento que en que se lanza la nueva ideología en los procesos internos que
vivió cada país a lo largo de su desarrollo, es por ello que la ideología alemana fue una necesidad
que se fue desarrollando en ese país lenta y de asimilación compleja, aunque para otros países
la asimilación del movimiento de la ilustración fue rápido y estuvo amparado por las costumbres
y la moda de los filósofos del momento.

La era de la razón del siglo XVII


Para conocer cómo comienza el siglo de las luces, debemos remontarnos a un poco antes a
finales del siglo XVI y comienzos del siglo XVII, ya que el siglo XVII muchos historiadores le dieron
el nombre, de la Era de la Razón y en ese momento, junto al siglo de las luces. Están unidos y
son muy parecidos hasta que los investigadores aceptan de hablar de las dos épocas como si
fueran iguales.

En los siglos XVI y siglo XVII, el continente europeo se encontraba lleno de guerras por diversas
situaciones las más comunes eran guerras por las religiones entre los católicos y los protestantes
desde el año de 1648, pero la situación tiende a tranquilizarse cuando se firma el acuerdo de
paz de Westfalia con la firma de este acuerdo se dio en el continente europeo un orden
diplomático bajo el concepto de soberanía nacional.

Ya que para la Europa del siglo XVII existía un ambiente de muchas agitaciones entre la fe y el
misticismo por las revelaciones divinas que según se estaban dando y eran captadas por varias
personas de forma individual como una fuente principal de conocimiento y sabiduría, es por esta
razón que se trató de establecer una filosofía cimentada en el absolutismo y estaba construida
a base de conocimientos y estabilidad.

El objetivo del siglo de la razón fue construirlo a base de los axiomas realizados por los diferentes
filósofos y alcanza su mayor punto con la Ética de Baruch Spinoza.

Donde explicaba la visión que tenía sobre el mundo donde afirmaba que Dios y la Naturaleza
eran uno solo, esta era llamada como la visión panteísta y estaba unido a una expresión bíblica
la cual afirmaba “En Él vivimos, nos movemos y existimos” con está simple idea se fundamentó
la era de la ilustración desde el científico Isaac Newton hasta uno de los fundadores de la nación
de los Estados Unidos Thomas Jefferson.

El comienzo de las revoluciones


En el siglo XVIII, se da comienzo a toda clase de revoluciones, pero fue una época de progresos
en el conocimiento racional y de perfeccionar las técnicas de la ciencia, también en el siglo XVIII
la nueva burguesía se hizo más rica, pero también mantuvieron los derechos tradicionales que
los privilegiados tenían dentro del sistema de monarquías absolutistas que todavía existía.

Es importante recalcar que el siglo de las luces tiene dos etapas bien marcadas, la primera etapa
tiene la continuidad del antiguo régimen que era dirigido por los revolucionarios franceses que
termina en el año de 1770 y luego comienza la segunda etapa que tiene cambios profundos y
culmina con las tres revoluciones más importantes la primera la revolución estadounidense, la
segunda la Revolución industrial y terminando por la revolución francesa.

En el siglo de las luces estaba dirigido por el movimiento de la ilustración que abogaba por la
razón como la primera forma de establecer un sistema ético pero autoritario y entre los años
1751 hasta el año 1765 en Francia se pública la primera enciclopedia donde se recoge todo el
pensamiento teórico, por los filósofos Denis Diderot junto al filósofo Jean Le Rond D’Alembert.
En esa enciclopedia recogieron bastantes teorías sobre el pensamiento ilustrado.

Características más importantes del siglo de las luces


Llegando a la segunda mitad del siglo de las luces, en el continente europeo más del 70 por
ciento de la población era analfabeta, los grupos sociales e intelectuales más relevantes para la
época descubrieron la importancia y el papel que puede desempeñar la razón unida a las leyes
sencillas y naturales en la transformación y mejora de todos los aspectos de la vida de los seres
humanos.

Para realizar un diagnóstico al siglo de las luces siempre se debe referir a las fuentes de
inspiraciones fundamentales en la filosofía de René Descartes basada en la duda metódica que
le colocó a todo para encontrar y admitir sólo la verdad clara y evidente de las situaciones. Luego
hay que recurrir al científico Isaac Newton con la revolución científica. Ya que él se apoyaba en
las leyes generales y sencillas de tipo físico.

Los filósofos del movimiento de la ilustración tenían la certeza que las leyes podían ser
descubiertas a través del método cartesiano y aplicarles indistintamente a todos los gobiernos
y a las sociedades humanas, por eso la élite de entonces tenía el gran deseo por aprender y
enseñar lo que conocían por eso fue muy fundamental la labor que realizaron los filósofos
Diderot y D’Alembert cuando publicaron la Encyclopédie raisonné des Sciences et des Arts entre
1751 y 1765.

Paradigmas que se dieron en el siglo de las luces


En el siglo de las luces, el movimiento de la ilustración fue naciendo muchos paradigmas como:

Antropocentrismo: El cual gira alrededor del ser humano, pero hace énfasis en la forma en
que va a razonar y su forma de actuar en lo material y ser muy sensible, aunque tiene su punto
más elevado en el siglo XVI, aunque en primer momento se representó en Italia se traslada esta
vez hacia Francia donde traslada la Fe de Dios al hombre. Se trata de demostrar la confianza y el
optimismo en que el hombre puede realizar y hacer por él mismo, es por eso que se piensa que
el progreso surge de esta palabra y del siglo de las luces, es de esta forma que el progreso de los
humanos es continuo e indefinido. El filósofo Condorcet enmarca los progresos del espíritu
humano.

En ese momento las sociedades se estaban cambiando de la noción de Dios y la religión empieza
a perder y los religiosos debían tomar otra vez la rienda y habían empezado grandes guerras, es
por eso que se firma el tratado de la Paz de Westfalia a mediados del siglo XVII. Luego de firma
el tratado de paz se desarrolla una nueva cultura, pero es laica y antirreligiosa y anticlerical, de
igual forma empiezan las formas espirituales como el nihilismo que es una doctrina filosófica
que todo se reduce a la nada, los filósofos que defienden están doctrina eran Casanova, Pierre
Choderlos de Laclos. También dieron inicio a la masonería que era una institución de carácter
iniciático, filantrópico, simbólico, filosófico, discreto, armónico, selectivo, jerárquico,
internacional, humanista y con una estructura federal, con el objetivo de siempre buscar la
verdad. Luego de eso está el deísmo que era un concepto religioso donde se creía la existencia
de dioses en la naturaleza, después de eso están los agnósticos se basa en el conocimiento y de
las pruebas de ciertas afirmaciones referidas a la existencia o inexistencia de Dios.

Racionalismo: según lo que se plante en la doctrina del racionalismo todo está reducido a la
razón y a la experiencia, y lo que en ella no admite no se puede creer, durante la Revolución
francesa se le rindió culto a la Diosa de la Razón que está muy asociada a la luz y al progreso del
espíritu humano. Según el Marqués de Condorcet todas las pasiones y los sentimientos del
hombre son un mal en si mismos, además todo lo que está desprovisto de la armonía y es
desequilibrado y asimétrico, desproporcionado y muy exagerado es algo monstruoso a la
estética.

Hipercriticismo: con el reformismo los filósofos del movimiento de la ilustración no estaban


asumiendo la tradición del pasado sin haber una crítica, con la Enciclopedia que realizaron
Diderot y D’Alembert hubo un replanteamiento de todo el conocimiento que se tenía filtrándose
por toda la razón que se tenía hasta ese momento y es excluido cuando es sometido a todos los
principios laicos y materialistas que se le imponen.

De esta forma los filósofos de la ilustración desprecian toda la superstición, engaño y errores
comunes que realizó la religión para ese momento. Pues fue considerado como pruebas del
oscurantismo que se tenían y de una sociedad decaída, por eso era necesario limpiar el pasado
de todo tema oscuro y poco ético del que estuviera sujeto. Para así reconstruir una sociedad
mejor y más sana.

En ese momento se hizo uso de la literatura. La fábula, el teatro y la sátira con el fin de corregir
todos los defectos que tenía la sociedad hasta ese momento y poder mejorarla. Se empieza a
educar a la sociedad para conseguir primero lo necesario y no se entretiene, por eso la tragedia
expone los resultados adversos que dan las pasiones o los sentimientos que no se pueden
controlar.

Pragmatismo: basado en la filosofía del utilitarismo preconizada por el filósofo Jeremías


Bentham, quien establecía sólo lo útil merece hacerse. Pues el filósofo se basaba en el
pensamiento de Epicuro el cual afirmaba que “la mayor felicidad para el mayor número de
gente” también se implantaba que las artes y las literaturas debían tener algún fin y hacer algo
útil con ellas. De igual forma tendrían un fin didáctico de enseñanza o moral como era depurar
las pasiones insanas.

En lo social la sátira ocupaba un lugar muy importante en la sociedad, ya que las malas
costumbres que tenían la sociedad iban siendo eliminadas o corregidas por el hecho de que la
sátira se burlaba de lo que hacían mal. Es por eso que se realizaron novelas para que las personas
tuvieran conciencia de lo que hacían y novelas donde aprendían muchos valores. Y las fábulas
eran muy conocidas por sus moralejas. Con el teatro se corrigió muchas de las costumbres que
existían, con la comedia se limpió las pasiones y con la tragedia el alma.

Imitación: en el neoclasicismo francés se consideró un defecto la originalidad, es por eso que


nunca supieron asumir la obra de Shakespeare ya que este dramaturgo del teatro llegó a estimar
que se pueden lograr obras de teatro perfectas a través de una receta que es imitando a los
autores grecorromanos que fueron modelos para la arquitectura, la escultura, la pintura y la
literatura. El academicismo también hizo su entrada en el terreno artístico sofocando toda la
creatividad que se había realizado en Francia además de la cultura que estaba sujeta a la
influencia en este movimiento de la ilustración. Todo se deriva por el buen gusto como el criterio
principal y deja afuera todo lo imperfecto, lo feo, lo decadente, lo supersticioso y oscuro la
violencia, la noche, las pasiones desatadas y la muerte.

Idealismo: el buen gusto esta en rechazar a lo vulgar, en esta doctrina del idealismo no se
cuenta con los razonamientos estéticos del pueblo y el contexto que ofrece la literatura en la
realidad estilizada neoclásica es por eso que el lenguaje no acepta ni insultos ni groserías y
siempre está en busca del purismo pero el idealismo se contagia frecuentemente con el
galicismo que era un forma de lengua extranjera parecida al francés.

También se presenta en forma que no puede cometer crímenes ni es inmutable en temas que
no se de agrado como el suicidio que solo aparece en el romanticismo de Goethe y ante todo el
idealismo es amable y elevado, también excluye temporalmente a lo histórico desde la
perspectivas desde el cambio desde debajo de la cosmovisión del movimiento ilustrado.

Universalismo: en el siglo de las luces el universalismo era una creencia o existencia sobre
la existencia de una verdad universal, objetiva y eterna que determinaba todo existir en el
planeta tierra. Y también debería estar en todo ser humano, es por eso que el movimiento de la
ilustración tenía al universalismo como el molde que conduce a la razón y en el movimiento de
la ilustración se debía de asumir como una tradición de la cultura Cosmopolitan.

En la diversidad de las religiones el filósofo Voltaire asume un gran gusto por los libros de viajes,
mientras que el filósofo de la ilustración Montesquieu criticaba toda la diversidad de religiones,
al igual que se tenía de las tradiciones grecorromana como una fuente principal, cuando sentían
interés por lo exótico pero no lo asumen para buscar en lo exótico lo humano y lo universal.

2. La Revolución Francesa
La Revolución francesa fue un movimiento político, social e ideológico que se desarrolló en
Francia, desde el año 1789 hasta 1804. Se inició con la Toma de la Bastilla, el 14 de julio de 1789,
y culminó con la coronación de Napoleón Bonaparte como emperador de los franceses, el 2 de
diciembre de 1804.

La Revolución francesa tuvo como protagonistas a opositores y partidarios del Antiguo Régimen.
Este sistema político, social y económico se caracterizaba por la monarquía absoluta y una
sociedad estamental dividida legalmente en sectores privilegiados y no privilegiados. La
Revolución francesa puso fin al absolutismo, el feudalismo, la servidumbre y los privilegios del
clero y la nobleza. Sus lemas fueron «libertad, igualdad y fraternidad». Junto a la Revolución
industrial, marca el comienzo a una nueva época de la historia europea, conocida como Edad
Contemporánea.

Causas
Las principales causas de la Revolución francesa fueron las siguientes:

Las arbitrariedades de un absolutismo monárquico que oprimía a la mayoría de sus súbditos.

Una gran desigualdad social debido a las fuertes cargas (impuestos, tributos y diezmo) que
recaían sobre los campesinos franceses, quienes con su trabajo debían mantenerse a sí mismos
y a los grupos privilegiados: la nobleza y el clero.
El descontento de sectores intelectuales por la falta de derechos y libertades. Estos intelectuales
estaban muy influidos por las ideas de la Ilustración.

La crisis económica y financiera en la que se encontraba Francia. Los excesos de gastos de la


Corona y los gastos provenientes de la participación en la guerra por la Independencia de
Estados Unidos habían provocado un déficit presupuestario.

Una serie de malas cosechas que provocaron aumentos desmedidos del precio del pan, que era
el principal alimento de los sectores populares.

Las aspiraciones de una burguesía en ascenso que deseaba que su posición económica se
correspondiera con su situación social y sus derechos políticos.

Consecuencias
Las principales consecuencias de la Revolución francesa fueron las siguientes:

Fin del sistema feudal: la Revolución francesa suprimió todas las expresiones del feudalismo,
entre ellas la servidumbre, el pago de tributos, los privilegios del clero y la nobleza.

Declaración de nuevos derechos individuales: libertad, igualdad ante la ley, abolición de la


esclavitud, entre otros. Estas ideas se expandieron por toda Europa e influyeron sobre los líderes
de las revoluciones de independencia en América.

Supresión de la monarquía absoluta y establecimiento de un sistema republicano con división


de poderes, elección de los funcionarios por parte del pueblo y duración limitada en los cargos
públicos.

Ascenso de la burguesía, que paulatinamente se transformó en el grupo social predominante en


Francia.

Extensión de la guerra en Europa, debido al intento de las monarquías del continente de unirse
para restaurar el Antiguo Régimen.

Ascenso al poder de Napoleón Bonaparte, como consecuencia de las victorias militares contra
las potencias extranjeras. El resultado fue paradójico: Napoleón salvó a la Revolución francesa
de sus enemigos exteriores para luego terminar con ella y reemplazarla por un sistema
monárquico imperial. Tras su derrota se restauró la monarquía absoluta y Luis XVIII fue coronado
como rey de Francia.

Etapas de la Revolución francesa


Etapa monárquica
Comprende los inicios de la revolución, desde 1789 hasta 1792, cuando se abolió la monarquía.

Estados Generales
Eran una asamblea que se reunía en momentos de crisis y en la que representantes de los tres
estados o estamentos de la sociedad francesa transmitían sus necesidades o escuchaban las de
la Corona. En el rey Luis XVI convocó a los Estados Generales para solicitar un aumento de los
impuestos y que los nobles los empezaran a pagar. Pero los representantes del Tercer Estado
(integrado por banqueros, comerciantes, artesanos, campesinos y sectores populares urbanos),
aprovecharon la convocatoria para solicitar el voto individual, en lugar del tradicional voto por
estamentos. Como este pedido fue rechazado tanto por el rey como por los dos primeros
estados (clero y nobleza), el Tercer Estado se retiró de los Estados Generales y formó una
Asamblea Nacional.
El rey Luis XVI intentó disolver por la fuerza la Asamblea Nacional. Pero el 14 de julio de 1789
los sectores populares de la ciudad de París tomaron por asalto la Bastilla, una fortaleza en la
que la monarquía guardaba armas y encarcelaba a los opositores. La toma de la Bastilla salvó a
la Asamblea Nacional, que pudo seguir sesionando para suprimir el feudalismo y los derechos y
privilegios de la nobleza.

Asamblea Constituyente
La Asamblea Nacional, transformada en Asamblea Constituyente, proclamó la Declaración de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano y sancionó la Constitución de 1791. Esta Constitución
creó la monarquía parlamentaria, al establecer la división de poderes y una Asamblea Legislativa
que se encargaría de la sanción de las leyes. En la monarquía parlamentaria solo un sector del
Tercer Estado, la burguesía, tenía derecho a votar a los dirigentes político

Asamblea Legislativa
La Asamblea Legislativa estaba dominada por dos facciones políticas:

Girondinos: liderados por Jacques Pierre Brissot, propiciaban un acuerdo entre el rey y los
sectores burgueses, que pretendían dar por terminada la revolución.

Jacobinos: al mando de Maximilien Robespierre, eran más radicales ya que querían mejorar la
situación de los sectores populares y proclamar la república.

En un principio predominó la posición de los girondinos, pero las sospechas de que Luis XVI
conspiraba con otros monarcas para que atacaran Francia, provocaron la detención de la familia
real y la supresión de la monarquía.

Etapa republicana
Se inició con la abolición de la monarquía, en 1792, y se extendió hasta 1804.

La Convención

En 1792 se conformó un nuevo organismo llamado Convención. Esta asamblea decidió ejecutar
al rey Luis XVI en la guillotina, acto que simbolizó el fin de la monarquía. El asesinato del rey
provocó la reacción de Gran Bretaña, Holanda, España, Austria y Prusia, que se unieron para
acabar con la Revolución francesa. el control de la Convención y arrestar a los líderes girondinos.
Los jacobinos impulsaron las siguientes medidas:

Sanción de la Constitución de 1793 que estableció la República y proclamó el sufragio universal


masculino. Obligación de servir en el ejército para todos los varones entre 25 y 30 años. Esta
leva masiva permitió conformar un ejército que derrotó a las potencias europeas y llevó la
guerra fuera de las fronteras de Francia. Establecimiento de precios máximos para los productos
de primera necesidad, como el pan. Amenaza de ejecutar a toda persona sospechosa de ser
contrarrevolucionaria, lo que derivó en más de 50 mil muertos en la guillotina. En 1794, estas
medidas provocaron el descontento de parte de la población, que retiró su apoyo a los
jacobinos. Esto fue aprovechado por sectores burgueses para detener y ejecutar a Robespierre
y otros líderes jacobinos.
El Directorio
En 1795 se sancionó una Constitución, que creó un Poder Ejecutivo de cinco miembros llamado
Directorio. También se estableció un sufragio masculino restringido a las personas de mayores
fortunas.El Directorio debió enfrentar varios levantamientos, tanto de monárquicos como de
jacobinos. Para terminar con esta inestabilidad, en 1799, Napoleón Bonaparte encabezó un
golpe de Estado que derrocó al Directorio. Para muchos historiadores, este golpe de Estado
marca el fin de la Revolución francesa.

El Consulado
El Consulado, integrado por tres cónsules, impuso un régimen de gobierno centralizado y
autoritario que restableció las relaciones con la iglesia católica. En 1804 Napoleón decidió
suprimir el Consulado y autoproclamarse emperador.

Etapa imperial
La coronación de Napoleón en 1804 significó el surgimiento del Imperio napoleónico, que trató
de conquistar toda Europa. El Imperio perduró hasta 1815, cuando Napoleón fue derrotado por
británicos y prusianos y confinado en la isla de Santa Elena, en el Atlántico sur.

Semana 2. La primera y segunda Revolución Industrial, el desarrollo del


capitalismo.
Noción de Revolución Industrial
Durante la segunda parte del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, tuvo lugar un periodo que
quedó en la historia con el nombre de revolución industrial. Se trató de una época de grandes
transformaciones en el ámbito tecnológico, económico, social y cultural, que tuvo su epicentro
en Inglaterra. Con la revolución industrial, la industria y las actividades manufactureras
sustituyeron al trabajo manual. Esto supuso la mecanización de múltiples procesos productivos
y la eliminación de numerosos puestos de trabajo, ya que dichas tareas pasaron a ser realizadas
por máquinas.

Primera Revolución Industrial


La Revolución Industrial fue un proceso de profundas transformaciones económicas, sociales,
culturales y tecnológicas que se desarrolló entre 1760 y 1840, y tuvo su origen en Inglaterra.
marcó un antes y un después en la historia de la humanidad. Especialmente porque su impacto
se extendió a todos los ámbitos de la sociedad. Ejemplos de ello son los importantes avances en
el transporte, la mejora de la productividad y el aumento de la renta per cápita. En resumen,
significó la creación de innovaciones tecnológicas y científicas que supusieron una ruptura con
las estructuras socioeconómicas existentes hasta el momento.

Origen de la Revolución Industrial en Inglaterra


La Revolución Industrial tuvo su origen en Inglaterra, donde se daban unas condiciones políticas,
socioeconómicas y geográficas adecuadas. aproximadamente hacia el año 1760 y concluyó en
la década de 1840. La máquina de vapor fue la base sobre la que se asentó todo el desarrollo
que vino propiciado como consecuencia de la Revolución Industrial. Este invento fue posible
gracias a algunos elementos, como la existencia de combustibles como el carbón o el hierro.

Causas de la Revolución Industrial


Entre las causas más importantes de la Primera Revolución Industrial, se mencionan

Causas políticas Por una parte, la Revolución burguesa del siglo XVII había triunfado,
dándose con ello la abolición del sistema feudal. El sistema se basaba en una monarquía que
había desechado el absolutismo que se daba en otros países europeos. Como consecuencia,
Inglaterra vivió una época de estabilidad, sin sobresaltos revolucionarios y con unas mayores
libertades civiles.

Causas socioeconómicas Por otra parte, Inglaterra disfrutaba de una situación de


abundancia de capitales, dada su supremacía comercial. El control del comercio con las colonias,
dio lugar a un proceso de concentración de capitales en manos de algunos empresarios. Fueron
importantes las fortunas que tuvieron su origen en el comercio de productos como el té, el
tabaco o, incluso, los esclavos. Igual de importante fue la existencia de una abundante mano de
obra. Las innovaciones que se produjeron en el campo permitieron un aumento de
productividad que significó la producción de más alimentos. Este proceso se conoció como la
revolución agrícola, dando como resultado un aumento de la población.

Causas geográficas La existencia de determinadas materias primas en el territorio de


Inglaterra también facilitó el proceso. El hierro y carbón fueron fundamentales para permitir el
desarrollo y la generalización de innovaciones como la máquina de vapor. Además, al tratarse
de un territorio insular partía de una situación de ventaja para comerciar con sus productos en
el ámbito internacional gracias al barco de vapor.

Consecuencias de la Revolución Industrial


Las consecuencias de la Primera Revolución Industrial, se pueden dividir en tres bloques.

Mecanización del trabajo y grandes fábricas La producción mecanizada generó un descenso del
trabajo artesanal. Esta nueva forma de producción dio lugar a que los talleres fueron
desplazados por grandes centros fabriles. Ello incidió, a su vez, en que se produjese un aumento
de la producción en diferentes tipos de productos, especialmente en el textil.

Cambios en la estructura económica y en la sociedad Con la expansión de


grandes centros de producción industrial, se creó una nueva clase social: el proletariado
industrial. Las características de estos trabajadores, concentrados en estos espacios, rompían
con la naturaleza de los trabajadores de épocas anteriores. En la aparición de esta clase y de sus
peculiares condiciones de trabajo y de vida podemos situar el origen del sindicalismo y de nuevas
ideologías, como el socialismo.

Crecimiento de las ciudades y éxodo rural


Por otra parte, las ciudades comenzaron a crecer de forma muy importante. Si la llegada de
población rural a las ciudades fue una de las causas de la Revolución Industrial, este fenómeno
se multiplicó posteriormente. Al mismo tiempo que la mecanización del campo caminaba pareja
a la introducción de nuevas tecnologías, aumentaba la mano de obra excedentaria.
Como consecuencia, el éxodo rural hacia las zonas industriales modificó la estructura y el
tamaño de las ciudades. Este hecho provocó que las condiciones de vida, especialmente desde
una perspectiva higiénica y sanitaria, fuesen muy precarias. Muchas personas conviviendo en
espacios reducidos en un entorno donde los servicios, como el alcantarillado o el acceso agua
potable, eran deficientes y eso generó importantes problemas de salubridad.

Características de la Revolución Industrial


Con base en las causas, las consecuencias y todo el desarrollo de la Primera Revolución
Industrial, podemos establecer diferentes características como: Gran aumento de la producción
mecanizada. Cambios en la estructura social. Expansión económica e industrial sin precedentes.
Incremento de la productividad, gracias al avance de la tecnología. Importantes mejoras en los
medios de transporte. Fuerte aumento de la población urbana, en detrimento de la población
rural. Cambios en el hábito de consumo. Transformación de la estructura productiva. Transición
del sector primario al sector secundario. Sobre todo, textil y metalúrgico.. Impulso del carbón
como fuente de energía principal.

Inventos de la Revolución Industrial


Entre los inventos más importantes de la Revolución Industrial podemos destacar los siguientes:

Máquina de hilar (1767). Máquina de vapor (1769). Barco de vapor (1787).n Ferrocarril (1814).

Bicicleta (1817). Máquina de escribir (1829).

La Primera Revolución Industrial en Francia y otros países de Europa


Las sociedades occidentales y gran parte del planeta beben directamente de aquel fenómeno,
que significó unos cambios sin precedentes. La economía, los medios de transportes y de
comunicación e, incluso, las estructuras sociales no serían las mismas si Inglaterra no hubiese
albergado aquella revolución. Prueba de ello, fue la extensión de la Revolución Industrial en
Europa y, principalmente en países como Francia. Que, aunque se desarrolló de manera lenta y
gradual a lo largo del siglo XIX, generó grandes transformaciones en la economía francesa.

Etapas de la Revolución Industrial


Tras la Primera Revolución Industrial (1760-1840), han venido otras tres fases:

• Segunda Revolución Industrial

• Tercera Revolución Industrial


• Cuarta Revolución Industrial

La segunda revolución Industrial


Se conoce como Segunda Revolución Industrial a un ciclo de innovaciones en la industria que
involucró tanto los procesos de producción de bienes, como los transportes y el desarrollo de
nuevos inventos. Esta se inició en Europa a partir de 1873 y se prolongó hasta el comienzo de la
Primera Guerra Mundial, en 1914. Durante esta segunda oleada industrial, Gran Bretaña, que
había iniciado la Primera Revolución Industrial, quedó relegada por los países de Europa
continental, los Estados Unidos de América y Japón.

Características de la Segunda Revolución Industrial


Las principales características de la Segunda Revolución Industrial fueron las siguientes: Las
industrias que tuvieron avances más importantes fueron la siderúrgica, la química y la de
producción de maquinarias. El perfeccionamiento en la producción de acero favoreció el
desarrollo de los medios de transporte. La extensión del ferrocarril, así como la invención de los
barcos a vapor cada vez más grandes y veloces, facilitaron el transporte de mayor cantidad de
personas y mercaderías a grandes distancias y en menos tiempo. Comenzaron a utilizarse nuevas
fuentes de energía, especialmente el petróleo y la electricidad. El desarrollo de la industria
petroquímica permitió la invención del motor a explosión en 1870 y del automóvil en 1885.

Se ampliaron las investigaciones en ciencia aplicada y tecnología. Así, nuevos inventos como el
telégrafo y el teléfono facilitaron las comunicaciones. También se produjeron avances en óptica,
química aplicada a la industria y en medicina. Se diversificó el tipo de industrias. Mientras
durante la Primera Revolución Industrial el mayor desarrollo se produjo en la industria textil, en
la Segunda la industrialización alcanzó desde la mecánica hasta la mueblería, las
telecomunicaciones, los productos de uso doméstico, etc. Las empresas se complejizaron. Las
industrias dejaron de pertenecer a dueños individuales para transformarse en sociedades
anónimas con enorme poder económico. Al mismo tiempo se analizaron y sistematizaron los
procesos de gestión empresarial.

Alemania desplazó a Gran Bretaña como potencia industrial europea. Al mismo tiempo, Estados
Unidos se posicionó a la cabeza de la industrialización en el mundo. En Europa continental, la
expansión de la industrialización también alcanzó a Bélgica, Francia e Italia. Comenzó a alcanzar
cada vez más protagonismo el capitalismo financiero. Es decir, se desarrollaron instituciones
financieras dedicadas a orientar el ahorro privado a la inversión en la industria.

Causas El maquinismo iniciado con la Primera Revolución Industrial sumado a los intereses de
los capitalistas generó un ambiente propicio para la inversión y el desarrollo de nuevas
industrias. En los Estados europeos del Antiguo Régimen, la sustitución política por sistemas
más abiertos y democráticos creó las condiciones para el desarrollo de una burguesía industrial.

Luego de sucesivas crisis económicas a lo largo del siglo XIX, los Estados europeos decidieron
proteger sus economías y crear sus propios mercados. De ese modo, iniciaron una política de
expansión imperialista. La conquista territorial de amplias regiones de Asia y África les permitió
obtener materias primas para sus industrias y un enorme mercado comprador para sus
productos industrializados. La profesionalización de la gestión empresarial de las industrias.

Consecuencias Gracias al perfeccionamiento de los medios de transporte, el mercado se


globalizó. Los bienes, tanto materias primas como productos manufacturados, recorrieron en
mundo. Se consolidó el capitalismo como sistema económico global. Las grandes empresas se
transformaron en agentes de presión política con influencia incluso en los gobiernos. Aumentó
el porcentaje de población dedicada a las actividades industriales y de servicios, al mismo tiempo
que disminuyó sostenidamente la población dedicada a las actividades agrícolas. Se produjo una
fuerte migración del campo a las ciudades, que se fueron transformando en grandes urbes con
alta densidad poblacional. Las ciudades crecieron y se modernizaron. La sociedad se dinamizó,
se desarrolló una clase media burguesa con hábitos de consumo vinculados al tiempo libre como
vacaciones, paseos de fin de semana, consumo de libros, revistas, catálogos, etc.

Hubo un cambio en la política salarial de los empresarios industriales. Se comenzó a considerar


la calidad de vida de los obreros y algunas medidas tomadas, tal como el aumento de los sueldos,
además de favorecer la producción generaron un mercado consumidor de productos y por lo
tanto ampliaron la demanda de productos industrializados. Se produjo un cambio en la
mentalidad de las personas, las cuales comenzaron a consumir productos que hacían la vida más
confortable, como máquinas que realizaban las tareas domésticas o facilitaban el trabajo.
Además, se comenzó a valorar el enriquecimiento y a considerarlo como sinónimo de
inteligencia. Hubo una mejora en la gestión de producción, a partir del análisis de los procesos
de las fábricas. La creación del sistema de «cadena de montaje» disminuyó los tiempos de
producción y, como consecuencia, favoreció la producción de mayor cantidad de productos a
precios más bajos.

Inventos de la Segunda Revolución Industrial


La aplicación de la electricidad en la vida cotidiana (iluminación de calles, comunicaciones, etc.).
El teléfono. El telégrafo sin hilos. La máquina de coser. Las máquinas de rayos x. Los automóviles.
Los aeroplanos. La locomotora eléctrica. Las máquinas fotográficas.

Semana 3. La Teoría Sociológica y su Objeto de Estudio.


¿Qué es la teoría sociológica?
Una teoría sociológica es aquella que intenta explicar los distintos fenómenos sociales, a través
de una serie de premisas y conclusiones que intentan abarcar y explicar la totalidad de la
dinámica social. El término teoría sociológica se refiere a los constructos teóricos de la sociología
y poder sistematizar los datos obtenidos de observaciones sociológicas. En la actualidad, el
término designa una construcción intelectual que tiende a vincular el mayor número de
fenómenos observados y leyes particulares en un conjunto coherente presidido por un principio
general explicativo para los hechos bajo estudio.

Las teorías sociológicas han estado presentes desde mucho antes de la aparición de la sociología,
debido a que, desde tiempos antiguos, pensadores como Confucio en China o Platón en Grecia,
entre otros, se interesaron por las fuerzas que se mueven en las sociedades humanas, y en
descubrir las reglas y principios que rigen los grupos sociales. Varios autores, entre ellos Arnold
Toynbee (1889-1975), consideran como precursor y fundador de la sociología al erudito
musulmán Ibn Jaldún, autor en el siglo XIV de la Muqaddimah (conocida en español como
Prolegómenos), una introducción a su historia del mundo, que incluía datos historiográficos,
sociológicos, urbanísticos y económicos, entre otros.

Sin embargo, cuando hablamos de teorías sociológicas actualmente, nos referimos a las que
surgieron en Europa y América durante el siglo XIX y principios del XX, al mismo tiempo que se
desarrollaba esta disciplina como una nueva ciencia social. La sociología moderna, como ciencia
social, hunde sus raíces en el pensamiento de la Ilustración, durante el siglo XVIII, pero es
durante el XIX y principios del XX cuando comienzan a desarrollarse las principales teorías
sociológicas, de la mano de pensadores como Auguste Comte, Herbert Spencer, Karl Marx, Émile
Durkheim o Max Weber, entre otros.

Algunos autores han intentado diferenciar la teoría sociológica de la teoría social, señalando la
primera como un conjunto de proposiciones verificables a través del método científico, mientras
que la teoría social sería una visión crítica de la sociedad, más cercana a la filosofía. Sin embargo,
las teorías sociológicas que han tenido mayor influencia en esta disciplina combinan crítica
social, sesgo ideológico e información recogida utilizando el método científico.

Principales teorías sociológicas


Positivismo. Es una corriente filosófica que propugna la superioridad del método científico
en toda disciplina o ciencia. Los padres de esta propuesta teórica son Henri de Saint-Simon
(1760-1825), John Stuart Mills (1806-1873) y Auguste Comte (1798-1857). Comte, quien fuera
alumno de Saint-Simon, es considerado padre del positivismo y fundador de la sociología
francesa como ciencia social. El positivismo surgió de la necesidad de estudiar científicamente,
es decir, lo más objetivamente posible, al individuo y a la sociedad.

Teoría sociológica marxista La sociología marxista intenta abordar el estudio crítico


de la sociedad desde el punto de vista y la metodología creada por Karl Marx (1818-1883) y
Friedrich Engels (1820-1895), y se propone el desarrollo de una ciencia social que estudie la
sociedad capitalista y sus contradicciones. Son conceptos fundamentales de la sociología marxista
el materialismo histórico, los modos de producción, la lucha de clases y la relación entre capital,
trabajo y propiedad. Su hincapié en la relación entre estructura y superestructura ha influido en
áreas como los estudios culturales y la antropología.

Sociología de la educación. Émile Durkheim (1858-1917) es considerado uno de los


padres de la sociología francesa y autor de una teoría sociológica de la educación. Consideraba
la educación como un hecho social fundamental, vinculado a la sociedad y al estado moderno.
La sociología de la educación estudia la evolución histórica de las instituciones educativas, y el
modo en que estas instituciones se desenvuelven en la sociedad contemporánea. Durkheim
fortaleció la presencia de la sociología en la academia francesa, y al contrario de Marx, afirmó
que los conflictos sociales no eran inevitables y podían solucionarse con reformas; estudió otros
fenómenos sociales como el suicidio y la religión.

Max Weber y la sociología de la religión Max Weber (1864-1920), junto a Georg Simmel
(1858-1918), es considerado uno de los fundadores de la sociología alemana; desarrolló gran
parte de su obra revisando y cuestionando la teoría social marxista, especialmente en torno al
predominio de las condiciones materiales sobre las inmateriales. Postuló que elementos
inmateriales como la religión pueden jugar un papel determinante en la evolución de las
sociedades, y puso como ejemplo el papel jugado por el protestantismo en el desarrollo del
capitalismo. Las ideas de Weber y Simmel ejercerían notable influencia en el desarrollo de la
sociología estadounidense, especialmente el segundo, en la Escuela de Chicago, surgida en los
años veinte del siglo pasado.

Funcionalismo. Inspirado en la obra de autores como Émile Durkheim o Herbert Spencer


(1820-1903), el funcionalismo es una importante corriente de la sociología que prioriza el trabajo
de campo sobre los estudios de gabinete. Conceptos como el de la función de los objetos en cada
sociedad, el utilitarismo, y el papel de las instituciones sociales, así como una aproximación
“científica” a los procesos culturales, han influido ampliamente en el desarrollo de la sociología y
la antropología Además de Spencer, son consideradas figuras destacadas del funcionalismo, en
sus múltiples variantes, Bronislaw Malinowski (1884-1942), considerado el fundador de la
antropología social británica; Robert Merton (1910-2003), creador de la teoría de las funciones
manifiestas y latentes; y Talcott Parsons (1902-1979), creador de la teoría de la acción social y del
enfoque estructural-funcionalista.

Evolucionismo Herbert Spencer, junto a Lewis Henry Morgan (1818-1881) y Edward Burnett
Tylor (1832-1917), impulsó la teoría evolucionista para explicar el desarrollo de las sociedades,
aplicando conceptos como el de la supervivencia de los mejor adoptados y el paso de sociedades
simples a sociedades más complejas. Morgan se interesó en la evolución de la familia y en las
distintas etapas de la civilización; sus ideas influyeron notablemente en Engels, y en el desarrollo
de la antropología.

Organicismo. Es también una teoría derivada de las ideas de Spencer, que considera a la
sociedad como un organismo vivo, con sistemas, órganos y funciones similares a los de un cuerpo
biológico. Esta teoría ha sido desarrollada por autores como Albert Schäffle y Paul von Lilienfeld,
entre otros.

Interaccionismo. Es una teoría surgida en los años veinte del siglo pasado, en la llamada
Escuela de Chicago, y en la que destacan las figuras de Robert Park (1864-1944) y George H. Mead
(1863-1931). Se enfocó en el papel de las comunicaciones y de la opinión pública en la formación
del individuo y el funcionamiento de la sociedad.

Estructuralismo. Ha sido una de las teorías sociolingüísticas más influyentes del siglo XX, con
Claude Lévi-Strauss (1908-2009), como su mayor representante en el campo de las ciencias
sociales, especialmente en la etnografía y la antropología. La teoría se enfoca en las distintas
prácticas, actividades y rituales de una sociedad, y sus múltiples relaciones, para comprender el
tejido social, su estructura.

Teoría críticEsta teoría surgió en la década del veinte del siglo pasado, en la llamada Escuela
de Fráncfort, e integrada por figuras como Theodor Adorno, Walter Benjamin, Max Horkheimer,
Erich Fromm y Herbert Marcuse, entre otras figuras destacadas. La teoría crítica se propuso
interpretar y superar la teoría marxista y el pensamiento weberiano, aspirando a una
comprensión histórico-cultural de la sociedad y a proporcionar herramientas teóricas que
contribuyeran a su transformación.

Sociobiología. Es un enfoque sociológico que intenta explicar la conducta social desde una
perspectiva biológica, comparando la sociedad humana con la conducta de otras especies
animales. El principal representante de esta corriente es Edward O. Wilson (1929).

Objeto de estudio de las Teorías sociológicas


Las teorías sociológicas ofrecen una visión de los estudios sociales, por lo que es más fácil y más
seguro para los representantes de las teorías sociológicas encontrar soluciones a los problemas
sociales. Según el Consejo Nacional de Estudios Sociales, el objetivo principal de los estudios
sociales es promover la competencia cívica. Por lo que las teorías sociológicas se fundamentan
en el objeto de estudio de la sociología que es la sociedad humana, colectivamente, mediante la
aplicación del método científico a sus estructuras, formas de organización y conductas. La
sociología aborda al hombre como un ser social y busca cubrir todas las aristas que parten de ahí.
Formalmente se conoce como la ciencia que trata las condiciones de existencia de las sociedades
humanas.

Antes de instaurarse y asimilarse como una ciencia o campo de conocimiento, los orígenes de la
sociología se manifestaron en las teorías sociales que distintos autores han trabajado a lo largo
de la historia. Estas teorías han surgido a causa de distintos aspectos contextuales, como la puesta
en marcha de los primeros ordenes sociales, trabajados por Aristóteles en obras como La
República. También han sido generadas por la irrupción de una nueva organización a causa de
drásticos cambios en las relaciones laborales y de producción, como fue el caso del trabajo de
Karl Marx.

Otros autores que desarrollaron sus propias teorías sociales, y que incluso hoy en día son
referencia para el estudio del hombre en sociedad, fueron René Descartes, Max Weber, Emile
Durkheim, Auguste Comte, Adam Smith y Henri de Saint-Simon, entre otros. Un aspecto relevante
de esto y de la propia sociología es que muchas corrientes manejan ideas opuestas entre sí, lo
que ha permitido una gran riqueza histórica a la hora de la confrontación de pensamientos e
ideas.

Las teorías sociales parten de un elemento fundamental: el hombre. La mayor parte de los
autores que han impuesto sus pensamientos sociales en el conocimiento colectivo, lo han hecho
partiendo de su propia concepción del hombre en función de su entorno. A partir de esto
construyen lo que sería el orden social y la sociedad en la que tal tipo de hombre se desenvolvería.

Las teorías sociales, en sí mismas y como parte de la sociología, presentan una concepción ideal
de sociedad que no necesariamente se ve reflejada en la realidad. La sociología, una vez entrada
en el campo científico mundial, comenzó a tomar en cuenta los aspectos contextuales de cada
momento histórico para poder establecer sus propias posiciones.

Semana 4 Las Fuerzas Sociales e Intelectuales en el surgimiento de la


Teoría Sociológica.
Las fuerzas sociales
El contexto social configura profundamente todos y cada uno de los campos intelectuales. Ello
es particularmente cierto en el caso de la sociología, que no sólo se deriva de ese contexto,
sino que también toma el contexto social como su objeto de estudio. Entre ellas se menciona.

Revoluciones políticas

La larga serie de revoluciones políticas que, desencadenadas por la Revolución Francesa de


1789, se produjeron a lo largo del siglo XIX constituyó el factor más inmediato de la aparición de
la teorización sociológica. La influencia de estas revoluciones en muchas sociedades fue
inmensa, y de ellas se derivaron muchos cambios positivos. Sin embargo, lo que atrajo la
atención de muchos de los primeros teóricos no fueron las consecuencias positivas de esos
cambios, sino sus efectos negativos.

Estos escritores se sintieron particularmente preocupados por el caos y el desorden resultantes,


sobre todo en Francia. Sentían al unísono un deseo de restaurar el orden de la sociedad. Algunos
de los pensadores más extremistas de este periodo anhelaban literalmente un regreso a los
pacíficos y relativamente ordenados días de la Edad Media. Los pensadores más sofisticados
reconocían que el cambio social que se había producido hacía imposible ese regreso. Así, se
afanaban por encontrar nuevas bases de orden en las sociedades perturbadas por las
revoluciones políticas de los siglos xviii y xix. Este interés por la cuestión del orden social fue una
de las preocupaciones principales de los teóricos clásicos de la sociología, en especial de Comte,
Durkheim y Parsons.

La revolución industrial y el nacimiento del capitalismo

En la configuración de la teoría sociológica tan importante fue la revolución política como la


revolución industrial, que se produjo en muchas sociedades occidentales principalmente
durante el siglo xix y principios del xx. La revolución industrial no constituye un único
acontecimiento, sino muchos desarrollos interrelacionados que culminaron en la
transformación del mundo occidental, que pasó de ser un sistema fundamentalmente agrícola
a otro industrial. Gran cantidad de personas abandonaron las granjas y el trabajo agrícola para
ocupar los empleos industriales que ofrecían las nuevas fábricas.

Estas fábricas habían experimentado también una transformación debido a la introducción de


mejoras tecnológicas. Se crearon inmensas burocracias económicas para proporcionar los
múltiples servicios que requerían la industria y el naciente sistema económico capitalista. El ideal
de esta economía era un libre mercado en el que pudieran intercambiarse los diversos productos
del sistema industrial. En este sistema unos pocos obtenían enormes ganancias, mientras la
mayoría trabajaba gran cantidad de horas a cambio de bajos salarios. La consecuencia de ello
fue la reacción contra el sistema industrial y contra el capitalismo en general, lo que condujo a
la creación del movimiento obrero, así como a una diversidad de movimientos radicales cuyo
objetivo era derrocar el sistema capitalista.

La revolución industrial, el capitalismo, y la reacción contra ellos desencadenó una enorme


revuelta en la sociedad occidental, una revuelta que afectó profundamente a los sociólogos.
Cuatro figuras principales de la historia de la teoría sociológica —Karl Marx, Max Weber, Emile
Durkheim y Georg Simmel—, así como otros muchos pensadores de menor importancia, se
sentían preocupados por estos cambios y por los problemas que habían creado al conjunto de
la sociedad. Pasaron sus vidas estudiando estos problemas y en muchos casos se esforzaron por
desarrollar programas que pudieran resolverlos.

El nacimiento del socialismo

Una serie de cambios cuyo objetivo era solucionar los excesos del sistema industrial y del
capitalismo pueden agruparse bajo el término «socialismo». Aunque algunos sociólogos
apoyaron el socialismo como la solución a los problemas industriales, la mayoría se manifestó
personal e intelectualmente en contra de él. Por un lado, Karl Marx apoyaba activamente el
derrocamiento del sistema capitalista y su sustitución por un sistema socialista. Aunque no
desarrolló una teoría del socialismo per se, invirtió una gran cantidad de tiempo en criticar varios
aspectos de la sociedad capitalista. Además, estuvo implicado en diversas actividades políticas
que esperaba dieran como resultado el nacimiento de las sociedades socialistas.

Sin embargo, Marx constituye una figura atípica de los primeros años de la teoría sociológica. La
mayoría de los primeros teóricos, como Weber y Durkheim, se opuso al socialismo (al menos,
así lo creía Marx). Aunque reconocían los problemas de la sociedad capitalista, se afanaban por
encontrar una reforma social dentro del capitalismo, antes que apoyar la revolución social que
proponía Marx. Temían al socialismo más que al capitalismo. Este temor jugó un papel mucho
más importante en la configuración de la teoría sociológica que el apoyo de Marx a la alternativa
socialista al capitalismo. Como veremos, en muchos casos la teoría sociológica se desarrolló de
hecho como una reacción contra la teoría socialista en general, y contra la marxiana en
particular.

Urbanización
En parte como resultado de la revolución industrial, una gran cantidad de personas del siglo xix
y xx fue desarraigada de su entorno rural y trasladada a emplazamientos urbanos. Esta
emigración masiva se debió en muy buena medida a los empleos que creó el sistema industrial
en las zonas urbanas. Además, la expansión de las ciudades produjo una lista supuestamente
interminable de problemas urbanos: masificación, contaminación, ruido, tráfico, etc.. La
naturaleza de esta vida urbana y sus problemas atrajo la atención de muchos sociólogos clásicos,
especialmente la de Max Weber y Georg Simmel. De hecho, la primera y principal escuela de
sociología estadounidense, la escuela de Chicago, se define en parte por su preocupación por la
ciudad y sus intereses en la utilización de Chicago como laboratorio para el estudio de la
urbanización y sus problemas.

Cambio religioso

Los cambios sociales que se produjeron a raíz de las revoluciones políticas, la revolución
industrial, y la urbanización, tuvieron un profundo efecto en la religiosidad. Muchos de los
primeros sociólogos recibieron una educación religiosa y se encontraban implicados
activamente, y en algunos casos, profesionalmente, en la religión (Hinkle y Hinkle, 1954). Su
objetivo en sociología era el mismo que tenían sus vidas religiosas. Su deseo era mejorar la vida
de las personas (Vidich y Lyman, 1985). En algunos casos (como en el de Comte) la sociología se
convirtió en una religión. En otros, sus teorías sociológicas exhiben una marca
inconfundiblemente religiosa. Durkheim dedicó una de sus principales obras a la religión.

La moral jugó un papel central no sólo en la sociología de Durkheim, sino también en la obra de
Talcott Parsons. Una gran parte de la obra de Weber está dedicada a las religiones del mundo.
Marx también se mostró interesado por la religiosidad, pero su orientación era más crítica.
Spencer también discutió la cuestión de la religión («las instituciones eclesiásticas») como un
componente importante de la sociedad.

Crecimiento de la ciencia

En el curso del desarrollo de la teoría sociológica tuvo lugar un creciente interés por la ciencia,
no sólo en las universidades, sino también en la sociedad en su conjunto. Los productos
tecnológicos de la ciencia impregnaban todos los sectores de la vida, y la ciencia adquirió un
fabuloso prestigio. A los intelectuales vinculados a las ciencias que más éxitos acumulaban (la
física, la biología y la química) se les otorgaban lugares preferentes en la sociedad. Los sociólogos
(especialmente Comte, Durkheim, Spencer, Mead y Schutz) se preocuparon desde el principio
por la ciencia, y muchos querían modelar la sociología a partir de las ciencias de la física y la
química, que habían obtenido un gran éxito.

Sin embargo, en seguida surgió un debate entre los que aceptaban de buen grado el modelo
científico y los que (como Weber) pensaban que las características particulares de la vida social
dificultaban y hacían no recomendable la adopción de un modelo absolutamente científico. La
cuestión de la relación entre la sociología y la ciencia aún se debate, aunque una sola ojeada a
las principales revistas del área indica el predominio de los que apoyan la sociología como
ciencia.
Estos son sólo algunos de los principales factores sociales que jugaron papeles centrales en los
primeros años de la teoría sociológica. La influencia de estos factores se clarificará a medida que
analicemos a los diversos teóricos a. Aunque los factores sociales son importantes, concedemos
más importancia en este capítulo a las fuerzas intelectuales que jugaron un papel central en la
configuración de la teoría sociológica. Por supuesto, en el mundo real los factores intelectuales
son inseparables de las fuerzas sociales. Por ejemplo, en la discusión de la Ilustración que
aparece más adelante nos percatamos de que ese movimiento está íntimamente relacionado
con los cambios sociales discutidos arriba, y en muchos casos proporciona su base intelectual

Fuente: Ritzer, George. Teoría sociológica clásica. McGraw-Hill, México, 2010.

La primera definición de sociología fue propuesta por el filósofo francés Auguste Comte quien
en 1838, acuñó el término "sociología" para describir su concepto de una nueva ciencia que
descubriría unas leyes para la sociedad del mismo modo en se habían descubierto tantas otras
para la naturaleza, aplicando los mismos métodos de investigación que las ciencias físicas.

que ha encontrado en Durkheim su más completo desarrollo”, mientras Marx, al afirmar que
“no es la conciencia del hombre lo que determina su forma de ser sino su forma de ser social lo
que determina su conciencia”, ha inaugurado “una sociología del comportamiento, cuyo
acuerdo con la futura psicología de las conductas ha sido así facilitado de antemano” (Piaget,
1977).

Semana 5. Augusto Comte, y el Surgimiento de la Sociología


La sociología establece como postulado central que la conducta de los seres humanos responde
a influencias culturales e históricas de acuerdo a los deseos y expectativas de la comunidad en
la que viven. Así, el concepto básico de sociología es la interacción social como punto de partida
para cualquier relación en una sociedad.

La primera definición de sociología fue propuesta por el filósofo francés Auguste Comte quien
en 1838, acuñó el término "sociología" para describir su concepto de una nueva ciencia que
descubriría unas leyes para la sociedad del mismo modo en se habían descubierto tantas otras
para la naturaleza, aplicando los mismos métodos de investigación que las ciencias físicas. El
filósofo británico Herbert Spencer adoptó el término y continuó así el trabajo de Comte.

En Gran Bretaña, la sociología evolucionó lentamente. Hasta la década de 1960, la enseñanza de


esta disciplina se limitó básicamente a una institución académica, la London School of Economics
de la Universidad de Londres. La sociología británica combinaba el interés por el cambio social
evolutivo a gran escala, con el interés práctico por problemas administrativos del Estado de
bienestar.

En la segunda mitad del siglo XX, había decaído el interés por las teorías evolutivas de Comte y
Spencer, a partir de entonces, la sociología comenzó a estudiar determinados fenómenos
sociales como el delito, las desavenencias matrimoniales y la aculturación de los inmigrantes.

El centro más importante del estudio de la sociología antes de la II Guerra Mundial (1939-1945)
fue la Universidad de Chicago (EEUU). Allí, el filósofo estadounidense George Herbert Mead,
formado en Alemania, destacaba en sus trabajos la influencia de la mente, el yo y la sociedad en
las acciones e interacciones humanas. (interaccionismo simbólico).
Por mucho tiempo se consideró a la sociología una disciplina integradora de otras ciencias
sociales. Pero actualmente, se tiende a considerarlos como una parte de la teoría sociológica
que a su vez sólo es un área de la ciencia de la sociología.

Augusto Comte, considerado el padre de esta ciencia. El filósofo francés hizo una clasificación
de las ciencias, donde colocaba en los primeros puestos a aquellas menos complejas, pero más
abstractas, empezando por las Matemáticas, la Mecánica, la Astronomía, la Física, la Química y
la Biología, la Sociología. Esta última, no era una ciencia en aquel momento, y Comte, exigía su
constitución como tal. Con esto, pretende recuperar para Europa, la misma unidad que había
tenido durante el medievo. Pero esta nueva sociedad que reclamaba, habría de construirse
sobre una nueva base. Esta vez no sería la fe en Dios la que mantendría en armonía a Occidente,
sino la ciencia. Más tarde, crea la filosofía positiva y después la religión positiva, de la que él se
proclamaría sumo sacerdote.

Una de las figuras ejemplares en el desarrollo del pensamiento humano es, sin duda, la de
Augusto Comte, quien fuera el creador del positivismo y de la sociología, aportaciones que
influyeron poderosamente en la organización y en el rumbo del mundo. La vida de este pensador
se encuentra íntimamente ligada a su obra; acorde con su vocación innata, él logró consagrarse
exclusivamente al estudio y a la investigación, y en su desempeño se apegó fielmente a los
lineamientos éticos y filosóficos que expuso en sus propios libros, a pesar de que la suerte le
deparó un sino atormentado, lleno de sinsabores. Augusto Comte, el asceta parisino, en la
segunda mitad del siglo XIX iluminó con sus planteamientos intelectuales a la humanidad que a
partir de la Revolución Francesa vivía en una profunda crisis espiritual.

Comte nació en Montpellier, Francia, en el año de 1798; sus padres pertenecían a la clase media,
en aquel entonces católica, conservadora y monárquica. Ingresó a la escuela a la edad de nueve
años y dio muestras en corto tiempo de poseer una capacidad intelectual privilegiada y un
carácter independiente. De manera autodidacta aprendió español, italiano, alemán e inglés;
además obtuvo premios en todos los años de su formación académica y demostró especial
aptitud para las matemáticas, a las que dedicó gran parte de su vida.

Semana 6 El estudio del Positivismo y la ley de los tres Estados, la estática


y dinámica social teoría y práctica
Estudio del Positivismo
El positivismo es una corriente filosófica que afirma que todo conocimiento deriva de alguna
manera de la experiencia, la cual se puede respaldar por medio del método científico. Por tanto,
rechaza cualquier conocimiento previo a la experiencia. Positivismo, epistemológicamente
hablando, significa 'sin valor' o 'sin prejuicios'. Entre las características que presenta el
positivismo, destacan las siguientes: Rechazo del dogma y de las verdades absolutas.
Observación y experimentación para la búsqueda de leyes y teorías. Rechazo de la metafísica,
todos los fenómenos han de tener explicación científica.

El positivismo de Comte
El positivismo de Augusto Comte, filósofo francés nacido en Montpellier en 1798. Este pensador
fue secretario de Saint-Simon, y gracias a esto, pudo publicar en distintas revistas como La
Politique, L’Industrie, L’Organisateur. En el año 1822 la relación entre ambos termina y su
filosofía comienza a tomar un marcado cariz positivista. Posteriormente, tras la muerte de
Clotilde de Vaux, en 1846 y a quien amaba profundamente, su filosofía adopta un tono más
romántico y místico.

El positivismo se transforma en religión y el será el Sumo Sacerdote de la misma. Se puede


hablar, por tanto de 3 etapas bien diferenciadas en el pensamiento de Comte: una de carácter
político-sociológico, otra filosófica de corte positivista y otra místico-religiosa.

Características del pensamiento de Augusto Comte


• La razón y la ciencia son las únicas que pueden devolver el orden social,
• Alejamiento de la metafísica y la teología.
• Intención de reforma social, pero más conservadora y enfrentada a los planteamientos
de Voltaire y Rousseau, a los que acusa de utópicos y de promover el caos y la
inmoralidad.
• La sociedad en su conjunto, e incluso la moral, puede ser analizada desde un punto de
vista científico, a partir de la observación de los fenómenos, lo que permitirá establecer
y que permita leyes universales.
• Estas leyes rigen el curso de la naturaleza y también de la historia, entendida en términos
de sucesión y de progreso de ciertas etapas históricas o estados sociales.

La ley de los tres estados de Comte


Para conocer mejor el positivismo de Augusto Comte es importante conocer la ley de los 3
estados. Según Comte, individuo y sociedad pasan por tres estados o grados de desarrollo
intelectual: el estado teológico o ficticio, el estado metafísico o abstracto y el estado científico o
positivo. El primero es esencial para el desarrollo de la inteligencia humana; el segundo es
únicamente una etapa de transición y el tercero es su estado último y definitivo.

El Estado Teológico (Ficticio)


En esta etapa se creía que todos los fenómenos de la naturaleza eran causados por
agentes sobrenaturales, ya que no se conocían sus verdaderas causas. Este estado se divide a su
vez, en otros tres:
• Fetichismo: estado primario del estado teológico de pensamiento en el que existía
cierta confusión entre los objetos animados y los inanimados, por eso, adoraban a
estos últimos.
• Politeísmo: durante este estado, diferentes dioses sirven de explicación de todo lo que
sucedía, ellos controlaban los distintos fenómenos, y así adoraban a distintos dioses,
como el dios del agua, del fuego, del aire, de la tierra, etc.
• Monoteísmo: es la última etapa del estado teológico y se considera que todo lo que
existe tiene una única causa, que la creación es obre de un solo Dios.
En primer lugar – teológica, se determina por el período de la antigüedad y la Edad Media hasta
alrededor de 1300. Comte divide esta etapa en el fetichismo, politeísmo y el monoteísmo. En el
primer período de la historia (fetichismo) la gente puede atribuir vida a objetos y verlos como
dioses. Cuando el politeísmo, que era común en la antigua Grecia y Roma, deificado alguna
intervención criatura que explica a la gente el tiempo muchos de los fenómenos. monoteísmo
periodo asociado con la aparición y el desarrollo del cristianismo.

El Estado Metafísico (abstracto)


En este segundo estado de la historia de la humanidad se explica la realidad a partir de
un ente abstracto e impersonal, con poderes y fuerzas que controlaban todo lo que acontecía.
Así, se empieza a hablar de un principio ordenador de todo.
La metafísica, abarca (aproximadamente 1300-1800) fue considerado por Comte como una
transición, que se caracteriza por la destrucción de las viejas creencias – la base fundamental de
la paz. Los eventos más importantes de este período (la Reforma, la filosofía de la Ilustración
francesa de la Revolución) es acompañada por la difusión de la filosofía crítica negativa que dio
lugar a la disminución de la autoridad. espíritu metafísico de la época dio lugar a dudar de la
depravación moral y trastornos políticos.

Una sociedad en un estado de anarquía, necesitamos una nueva ideología que podría cumplir el
papel de la integración. Crear una ideología, Comte creía, – un desafío muy real. Dinámica Social
como una manifestación de la evolución natural de las leyes deben promover el desarrollo
progresivo de la sociedad.

El Estado Científico (Positivo)


Es el Estado científico. En este último estado, la explicación de la realidad se basa en
la observación, en la experiencia. El método científico relaciona la causa y la clasificación de los
datos recogidos, es fundamental. Comte establece una jerarquía de las ciencias basadas en
diferentes áreas de conocimiento, desde las más simples, como la mecánica o física a las más
complejas. Así el desarrollo de la ciencia es el siguiente: Matemáticas; Astronomía; Física;
Química, Biología, y Sociología, esta última, la más importante de todas las ciencias, capaz de
solucionar todos los problemas de la humanidad.

El positivo. Se produce cuando hay propagación de Ciencias, el crecimiento de su importancia


social, el desarrollo de la industria y en todos los ámbitos de la vida con el desarrollo fundamental
de la moral positivista. Ganar ideales altruistas más egoísta, la mejora de los sentimientos
sociales, el rápido crecimiento de la cultura material, garantizar la justicia y la paz – es decir, por
Comte, la dinámica social, que tendría que llevar a la sociedad hacia el progreso. Sin embargo, la
opinión de Auguste Comte, muchos científicos creen que una utopía.

La Estática y Dinámica Social, teoría y practica.


La Estática Para Comte la Estática comprende el estudio de las condiciones existentes de la
sociedad, el hecho principal de la Estática es el orden, , es decir que la Estática es una teoría
del orden, que equivale a la armonía entre las condiciones de existencia en sociedad del
hombre.

Por la estática social, Comte incluye el orden social y sistemas sociales estables y estructuras
localizadas en el tiempo y en el espacio, sujeta con un sentido de la solidaridad, el contrato
social, los intereses comunes, normas morales y éticas, legales, e ideológico y político. Entre este
tipo de estructuras, Comte creía, se refiere a una familia, un grupo social, clase, organización,
nación, estado.

La Dinamia, Según Comte comprende el estudio de su continuo movimiento, o de las leyes


de la sucesión de las etapas de la sociedad, el hecho principal de la dinámica es el progreso. La
Dinámica es una teoría del progreso social que equivale al desarrollo fundamental o evolución
de la sociedad.

La dinámica social – es el ámbito del estudio de la evolución de las leyes de las formas sociales,
sistemas de cambio secuencial y estructuras, factores deterministas naturales, climáticas, las
condiciones económicas y las fuerzas espirituales y morales de las entidades humanas.
dinámicas sociales deberían conducir a avances en el desarrollo de la sociedad. Conte destacó
factores primarios y secundarios que afectan el progreso social. Comte creía que el desarrollo
espiritual y mental primaria. Los factores secundarios que creía que la raza, el clima, el
crecimiento demográfico, la esperanza media de vida.

La acción de la secundaria, para Comte, sólo se ralentiza o acelera el progreso de la sociedad,


que debe llevarse a cabo de acuerdo con ciertas leyes, y su estado no se puede cambiar. Conte
compartió el progreso en ciertas áreas: el material, en el que la mejora en la vida externa; físico,
en el que debe ocurrir la mejora de la naturaleza humana; Inteligente, donde la inteligencia
evoluciona y se desarrolla la transición de la religiosa de visión científica del mundo; moral, a la
que el desarrollo de un sentido colectivo. Comte dio esferas intelectuales y morales esenciales.
La dinámica social implica la ley de tres etapas, que dice que las 3 etapas del desarrollo de la
mente humana son similares a las tres etapas del desarrollo de la historia.

Relación Estática y Dinámica


Pero Orden y progreso se relacionan entre sí. Ningún orden social puede establecerse si es
incompatible con el progreso y no es posible un progreso verdadero si no se consolida mediante
el orden. La división de la sociología hecha por Comte, sigue existiendo, expresada en términos
diferentes, como estructura social y cambio social.

Comte señala el camino para la definición moderna de la Sociología y sus divisiones


fundamentales, pero no definió, que es la sociedad, pero fácilmente se advierte, que para el la
sociedad esta formado por las familias y por combinaciones sociales que culminan en las
naciones y en la humanidad. definió a la sociología como una ciencia abstracta de la sociedad

Semana 7. Emile Durkheim: La teoría del Hecho Social. La Teoría


funcionalista. La Teoría de la Evolución Social de Durkheim, los Tipos de
Solidaridad.
1.Emile Durkheim
Émile Durkheim fue un sociólogo francés al que se le acredita, junto con Karl Marx y Max Weber,
la fundación de la sociología moderna. En otras palabras, propone que la sociedad se crea
cuando las conciencias individuales interactúan y se fusionan para construir una realidad
sintética que es nueva y mayor que la suma de sus partes. Según Durkheim, los hechos sociales
tienen una realidad objetiva que los sociólogos pueden estudiar de manera similar a otros
científicos. Los hechos sociales también son internos a los individuos y solo pueden existir a
través de los individuos.

La sociedad y los fenómenos sociales solo pueden explicarse en términos sociológicos, la fusión
de las conciencias individuales una vez creadas sigue sus propias leyes. No puede explicarse en
términos biológicos o psicológicos, ni reducirse a las formas materiales de una sociedad, como
es el caso del materialismo histórico.

Émile Durkheim (1858-1917) fue un sociólogo francés. Estableció formalmente la disciplina


académica y junto con Karl Marx y Max Weber, es considerado uno de los padres fundadores de
la sociología. Durkheim creó el primer departamento de sociología en la Universidad de
Bordeaux en 1895, publicando Las reglas del método sociológico. En 1896 creó la primera revista
dedicada a la sociología, L'Année Sociologique. Su influyente monografía, El suicidio (1897), un
estudio de los tipos de suicidios de acuerdo a las causas que lo generan, fue pionera en la
investigación social y sirvió para distinguir la ciencia social de la psicología y la filosofía política.
En su obra clásica, Las formas elementales de la vida religiosa (1912), comparó las vidas
socioculturales de las sociedades aborígenes y modernas, con lo que ganó aún más reputación.

2.Durkheim: La Teoría del Hechos Social


El hecho social es una teoría desarrollada por el sociólogo Emile Durkheim para describir cómo
los valores, la cultura y las normas controlan las acciones y creencias de los individuos y la
sociedad en su conjunto. todo modo de hacer, fijo o no, que puede ejercer sobre el individuo
una imposición exterior; o también, que es general en la extensión de una sociedad dada, al
mismo tiempo que posee existencia propia, independiente de sus manifestaciones individuales.
Son modos de actuar, de pensar y de sentir, exteriores al individuo, y que poseen un poder de
coerción en virtud del cual se le imponen. No es posible confundirlos con los fenómenos
orgánicos, pues consisten en representaciones y actos; ni con los fenómenos psíquicos, que sólo
existen en la conciencia individual y por ella… constituyen una nueva especie, y a ellos debe
atribuirse y reservarse la calificación de sociales, pues es evidente que, como el individuo no es
el sustrato de los mismos, no pueden tener otro que la sociedad.

Para comprender los hechos sociales, debe entenderse que, para Durkheim, una sociedad no es
simplemente un grupo de individuos que viven en una ubicación geográfica particular. Más bien,
la sociedad se corresponde a un conjunto de ideas, creencias y sentimientos de todo tipo que
se realizan a través de los individuos. Indica una realidad que se produce cuando los individuos
interactúan entre sí, resultante de la fusión de las conciencias individuales. Es decir, la sociedad
es mayor que la suma de sus partes. Reemplaza en complejidad y profundidad a la existencia del
individuo en particular y es completamente nueva y diferente de las partes que la componen.

Los hechos sociales son claves, ya que son los que constituyen y expresan la realidad psíquica
que es la sociedad. Los individuos adquieren rasgos particulares, como una lengua, un sistema
monetario, valores, creencias religiosas, tendencias al suicidio o tecnologías que nunca habrían
tenido viviendo en un aislamiento total.

Durkheim delinea dos clases diferentes de hechos sociales. La primera clase la identificamos con
los hechos sociales de un orden fisiológico u operativo. Incluye el código legal de una sociedad,
las creencias religiosas, el concepto de belleza, el sistema monetario, las formas de vestirse o su
lenguaje.

Es fácil ver cómo la sociedad se impone al individuo desde el exterior. La primera clase de hechos
sociales también contiene corrientes de opinión o fenómenos sociales que se expresan a través
de casos individuales. Los ejemplos incluyen tasas de matrimonio, nacimiento, suicidio o
patrones de migración.

En estos casos, el funcionamiento de la sociedad en el individuo no es tan obvio. Sin embargo,


estos fenómenos pueden estudiarse con el uso de estadísticas, que acumulan casos individuales
en un agregado y expresan un cierto estado de la mente colectiva.

La segunda clase de hechos sociales es de orden morfológico o estructural. Las condiciones


demográficas y materiales de la vida e incluye el número, la naturaleza y la relación de las partes
que componen una sociedad. Al final, Durkheim rechaza la distinción por completo, alegando
que la segunda clase de hechos sociales son simplemente formas más cristalizadas de la primera
clase de hechos sociales.
Se reconoce un hecho social en el poder de coerción externa que ejerce o que puede ejercer
sobre los individuos; y la presencia de este poder se reconoce a su vez por la existencia de una
sanción determinada, por la resistencia que el hecho opone a toda actividad individual que
pretenda violentarlo. Sin embargo, es posible definirlo también por la difusión que exhibe en el
interior del grupo, siempre que, de acuerdo con las observaciones anteriores, se tenga el
cuidado de agregar, como segunda característica esencial, que existe independientemente de
las formas individuales que adopta al difundirse.

3.La Teoría funcionalista.


El funcionalismo es una teoría sociológica que pretende explicar los fenómenos sociales por la
función que ejercen las instituciones en la sociedad. Si un cambio social particular promueve un
equilibrio armonioso, se considera funcional; si rompe el equilibrio, es disfuncional; y si no tiene
efectos, es no funcional.

El funcionalismo enfatiza un equilibrio social. Si sucede algo que interrumpe el orden y el flujo
del sistema, la sociedad debe adaptarse para lograr un estado estable. Según Durkheim, la
sociedad debe analizarse y describirse en términos de funciones. La sociedad es un sistema de
partes interrelacionadas donde ninguna parte puede funcionar sin la otra. Estas partes
constituyen la totalidad de la sociedad. Si una parte cambia, tiene un impacto en la sociedad en
su conjunto.

Por ejemplo, el estado brinda educación pública a los niños. La familia de los niños paga
impuestos, que el estado utiliza para la educación pública. Los niños que aprenden de la
educación pública se convierten en ciudadanos trabajadores y respetuosos de la ley, que pagan
impuestos para mantener al estado.

Veamos este ejemplo nuevamente. El estado brinda educación pública a los niños. Pero se
produce una interrupción o un desequilibrio en el sistema; tal vez la educación sea insatisfactoria
y los niños abandonen y se conviertan en delincuentes. El sistema se ajusta para mejorar la
educación e intenta rehabilitar a los delincuentes para que se conviertan en ciudadanos
respetuosos de la ley y contribuyentes.

Durkheim realmente vio el crimen y el comportamiento delictivo como un hecho normal y


necesario en el sistema social. Propuso que el crimen provocó reacciones de la sociedad sobre
el crimen. Estas reacciones compartidas se utilizaron para crear consensos comunes de lo que
los individuos sentían que eran normas morales y éticas que cumplir. Estas normas y valores
comunes llevaron a límites y reglas para la sociedad.

División del trabajo


El concepto de Durkheim de la división del trabajo se centró en el cambio en las sociedades de
una sociedad simple a una más compleja. Argumentó que las sociedades tradicionales estaban
compuestas por personas homogéneas que eran más o menos iguales en términos de valores,
creencias religiosas y antecedentes. Las sociedades modernas, en cambio, se componen de una
compleja división del trabajo, creencias y antecedentes.

En las sociedades tradicionales imperaba la conciencia colectiva, las normas sociales eran fuertes
y el comportamiento social estaba bien regulado. En las sociedades modernas, la conciencia
común era menos obvia y la regulación del comportamiento social era menos punitiva y más
restitutiva, con el objetivo de restaurar la actividad normal de la sociedad.
Solidaridad mecánica y orgánica
La solidaridad mecánica ocurre cuando los individuos dentro de las unidades estructurales son
similares y autosuficientes. Por ejemplo, en las sociedades tradicionales, las personas cultivaban
sus propios alimentos, confeccionaban su propia ropa y tenían poca necesidad de un contacto
social extenso con los demás porque no tenían que depender de otros para sus necesidades
diarias.

La solidaridad orgánica es cuando una gran población se estratifica en unidades estructurales


más pequeñas. Existe un alto nivel de interdependencia entre los individuos y las estructuras,
pero aún existe una división de personas en función del trabajo o el tipo.

Durkheim reconoció que cosas como una mayor comunicación, transporte e interacción con
otros resultaron en el cambio social de una solidaridad mecánica a orgánica. Si las sociedades
evolucionan demasiado rápido de lo tradicional a lo moderno, se produce una ruptura de las
normas y la conciencia colectiva. El concepto de comunidad y limitaciones sociales se debilita y
esto conduce al desorden, la crisis y la anomia.

Anomia
El concepto de anomia se refiere a una condición o estado en el que hay una ruptura de las
normas sociales y la orientación para los ciudadanos de la sociedad. La anomia ocurre cuando la
sociedad tiene poca influencia en la propensión de los individuos a seguir las reglas y normas y,
por lo tanto, los individuos quedan sin guía moral. Los individuos no se sienten apegados a la
sociedad colectiva.

Según Durkheim, la anomia es causada por la división del trabajo y el rápido cambio social de la
sociedad tradicional a la moderna. La anomia causa sentimientos de alienación entre las
personas porque sienten que su único apego es el sistema en el que no creen o no se sienten
parte de él. También provoca sentimientos de frustración y una sensación de privación.

El concepto de anomia se presentó en el trabajo de Durkheim titulado Suicidio. Durkheim


argumentó que los individuos tienen un cierto nivel de apego o integración social dentro de sus
grupos sociales. Niveles anormalmente altos o bajos de integración social pueden resultar en
suicidio. Los niveles altos hacen que las personas se sientan como una carga para su grupo social,
lo que las lleva a suicidarse, mientras que los niveles bajos de integración social provocan
sentimientos de pérdida o desorganización de la sociedad, lo que resulta en el suicidio.

La Teoría de la Evolución Social de Durkheim,


Comienza a preocuparse de los problemas del socialismo en 1883. Oponiéndose a una
concepción de la sociedad y del cambio social basada en las clases y el conflicto de las clases,
Durkheim expuso una teoría basada en la “solidaridad orgánica”, que ignoraba la división de
clases. Con el orden científico-industrial creía que las nuevas condiciones si bien llevarían un
orden jerárquico, sería orgánico caracterizado por la paz social y la estabilidad. sostenía que una
sociedad es una comunidad de ideas morales. Durkheim consideró brindar un sistema moral
secular (no religioso) queque uniera en un orden social solidario a las clases. Papel constructivo y
positivo, visión critico-negativa hacia los revolucionarios.

La Sociedad para Durkheim es una maquina organizada cuyas partes contribuyen al movimiento
de la totalidad. -La unión de los hombres constituye un verdadero ser cuya existencia es más o
menos segura o precaria según sus órganos desempeñen la función que se les ha confiado. El
evolucionismo de la sociedad antecede en la “ley de progreso” en el cual el hombre es un
instrumento de ella, sometido a su dominación. Durkheim admitía que era posible restaurar el
viejo orden y que debía ser “integrado” para evitar las crisis económicas. Los principales conflictos
en el viejo orden fueron los intereses y principios antagónicos de las clases feudal e industrial. La
sociedad industrial comprende a todos lo que participan de la vida económica sean propietarios
o no. Posición de Durkheim es que no hay razón para que exista algún tipo de conflicto de
intereses entre los que poseen los medios de producción y quienes no los poseen, no hay razón
pues, para que la existencia de clases no pueda brindar una base para la solidaridad orgánica.

Durkheim observa desigualdades estructurales. Desarrolla “la división de trabajo social” donde
sostuvo que la creciente división de trabajo llevaría a una mayor interdependencia y
responsabilidad mutua de las personas y mayor dependencia de la sociedad como un todo,
dependiendo menos de otros hombres, pero más de la masa. En la nueva clase los más capaces
son los que controlan –No son superiores, solo desempeñan una función diferente. - La nueva
sociedad no tiene lideres, cada uno ocupa la posición que debe ocupar de manera natural.
Durkheim sugirió la abolición de la herencia para que la propiedad no estuviera separada de la
capacidad natural. Durkheim hace referencia al egoísmo y decía que había que combatirlo a
través de la adhesión al cristianismo que unía a los hombres. Para lograr una real solidaridad se
necesita educación moral y una adhesión a la sociedad como un todo.

Durkheim temía al conflicto social y la anarquía. Nunca podría lograrse la paz social mientras que
los hombres no estuvieran contentos con su suerte, y para que estén contentos necesitan hallarse
convencidos de que no necesitan nada más. Para ello es necesario una autoridad superior que
les diga lo que es correcto. Exigía fidelidad a la sociedad, lo que significaba total fidelidad al
Estado. Llevó a cabo una ideología conservadora y autoritaria.

Durkheim postula una condición de solidaridad basada en sentimientos colectivos. Comienza


entonces a desarrollar una tesis de consecuencias positivas de la división de trabajo; que da
origen al intercambio de servicios. El concepto de división de trabajo, por ende, es un recurso que
le permite acentuar el aspecto cooperativo del sistema social. Insiste en que esta engendra
cooperación y solidaridad. Partiendo de esto concluye en que tal hecho desarrolla la
individualidad y personalidad al individuo. La solidaridad que proviene de la división de trabajo es
solidaridad orgánica.

Durkheim impone la división forzada de trabajo, donde el individuo tiene inclinación natural a sus
funciones. *Su cosificación de la sociedad es una expresión de sus preocupaciones ideológicas.
Ética profesional y moral cívica: Propicia una moralidad secular. -Es necesario establecer normas
morales que enseñen a los obreros sus derechos y sus deberes, considerando los intereses de la
totalidad, entonces así disminuirán sus conflictos con lo cual fortificará la solidaridad social. -
Durkheim sugiere que sea abolida la herencia de propiedad privada de riqueza la cual se
entregaría a la autoridad de las organizaciones ocupacionales. Para Marx esta medida debía
conducir a la abolición de clases, para Durkheim quedaban intactas. Señala la institución de la
herencia como un obstáculo supremo para la existencia de relaciones justas para la sociedad.

Durkheim sostiene que el Estado debe penetrar en la vida de los individuos de la sociedad,
supervisar y mantener el control de su manera de operar. Para Durkheim el individuo está
sumergido a un grupo, el cual a su vez, se halla sometido a la Sociedad (=Estado) --> Tiranía
Metodológica de las reglas del método sociológico. Para él el Estado es la forma de sociedad más
organizada que existe. Educación y Sociología: En la educación, observa Durkheim, hay una
tendencia a cosificar y divinizar la sociedad. Esta se convierte en el verdadero creador del
individuo, según lo cual lo divino es la expresión simbólica de las fuerzas de la sociedad. En el
sistema de Durkheim no hay tensión entre el individuo y la sociedad, y si existiera se resuelve a
favor de la sociedad.

El individuo está destinado de manera específica a cumplir un cierto rol ocupacional y la función
de la educación es facilitar la conformidad con su destino. Sostiene que para servir a los fines de
la sociedad y cuanto más hayamos puesto nuestras inclinaciones bajo el control de la sociedad,
más humanos somos La sociedad es el fin supremo y para que sea solidaria, los individuos deben
estar satisfechos en sus medios. El Estado adapta al hombre a las circunstancias. La función de la
Educación Moral es inculcar un profundo sentido de altruismo, autodisciplina, deber y
satisfacción. Antes dios era el guardián de la moral, pero con la decadencia de la religión esta
peligraba, por lo que era preciso hallar un sustituto. Durkheim quería utilizar la ciencia y la razón
para descubrir las fuerzas morales de la sociedad, para lo que pretende emplear el método
científico. Considera a la moral como una totalidad de prescripciones de conducta específicas y
definidas.

Para Durkheim el cambio social debía ser ordenado, gradual y orgánico. Reglas del Método
Sociológico: La Sociedad y el Estado se convirtieron en el dios de Durkheim y en la base ideológica
de su realismo metodológico. Su principio más importante era la realidad objetiva de los hechos
sociales. Ofrece una concepción cosificada de la sociedad como entidad real y viviente como una
cosa. Considera los hechos sociales como “cosas”. Los conceptos de evolucionismo sirvieron a la
preocupación de Durkheim por la sociedad y su supervivencia. La conclusión es que el hombre
debe someterse, es decir, que las Reglas Metodológicas de Durkheim estaban dirigidas a –crear
una sociología que ve en la disciplina la condición esencial de toda vida humana, a la par que la
funda en la razón y la verdad.

Los Tipos de Solidaridad.


Son dos los tipos de solidaridad que Durkheim reconoce: la solidaridad mecánica y la
solidaridad orgánica. Cada uno de ellos difiere en el lazo social que une a los individuos
entre sí.
La solidaridad mecánica, “Existe una solidaridad social que procede de que un cierto
número de estados de conciencia son comunes a todos los miembros de la misma
sociedad” (Durkheim, 2004, p. 110). Los individuos se unen, se asocian por la semejanza.
Todos nos parecemos a todos, la unión se da por lo que hay en común.

Al interior de estos lazos de semejanza, se borran las diferencias entre lo social y lo


individual. El “cierto número de estados de conciencia que son comunes a la sociedad”
es la conciencia colectiva que desvanece todo rastro de individualidad, aquello que cada
uno de nosotros tiene de propio y de característico: “desde el momento en que esta
solidaridad ejerce su acción, nuestra personalidad se desvanece pues ya no somos
nosotros mismos, sino el ser colectivo” (Durkheim, 2004, p. 131). Es la sociedad la que
actúa en nosotros. En este sentido es que Durkheim plantea que la proporción entre la
solidaridad mecánica y la personalidad individual es inversa; mientras más aumenta la
solidaridad de este tipo, menos personalidad individual habrá.

Para Durkheim, este tipo de solidaridad, y el lazo que encontramos en ella, es propio de
las sociedades primitivas. A medida que las sociedades evolucionan, y como causa
fundamental, a partir de la división del trabajo, asistimos al contexto de emergencia de
otro tipo diferente de solidaridad

La solidaridad orgánica. En palabras del autor, “mientras la anterior implica la semejanza


de los individuos, ésta supone que difieren unos de otros” (Durkheim, 2004, p. 132). El
lazo social que une a los individuos entre sí es la diferencia: retomando la metáfora
organicista, las partes se diferencian entre sí para hacer funcionar armónicamente al
todo. Los individuos se diferencian, se especializan, se crean órganos especiales, y tales
diferencias no excluyen ni debilitan a la sociedad, al ser colectivo, sino todo lo contrario:
“la individualidad del todo aumenta al mismo tiempo que la de las partes; la sociedad
hácese más capaz para moverse con unidad, a la vez que cada uno de sus elementos tiene
más movimientos propios” (Durkheim, 2004, p. 132). Si el anterior tipo de solidaridad da
cuenta de la forma en la cual la individualidad se pierde en la sociedad – cuando
actuamos, actúa la sociedad -, la solidaridad orgánica permite ver un desarrollo paralelo
de la conciencia colectiva y de la conciencia individual. La proporción en este caso, es
directa: aumenta la una, aumenta la otra.
En síntesis, el autor reconoce dos tipos de solidaridad, la mecánica y la orgánica. Los
individuos se unen por su semejanza y por su diferencia con los demás, respectivamente.
Mientras que la primera alude a una escasa diferenciación y a la existencia de pocas
posibilidades de conflicto, la segunda supone la diferenciación entre los individuos y,
como consecuencia, la recurrencia de conflictos entre ellos (Portantiero, 2004). La teoría
sociológica de Durkheim se orienta a dilucidar los aspectos acerca de cómo reglamentar
esos conflictos; se dirige a un modelo teórico de construcción de un orden social
armónico que integre las diferencias. En los tres tipos de suicidios que Durkheim presenta
en El Suicidio (1897) - el altruista, el egoísta y el anómico -, es la relación entre el individuo
y el orden social, definido como conjunto de normas y valores, lo que lo lleva al individuo
a suicidarse.

Semana 8. La Teoría del Suicidio, la Sociología de la Religión, la división


del trabajo. La Teoría de la Anomia. Conciencia colectiva, lo sagrado y
profano, totemismo, efervescencia colectiva.
1.Teroria del Suicidio
los suicidios son fenómenos individuales que responden a causas esencialmente sociales. Hay
corrientes "suicidogenas" que recorren la sociedad. Se originan no en el individuo, sino en la
colectividad y son la causa real o determinante de los suicidios. Las causas reales del suicidio son
fuerzas sociales que varían según las sociedades, los grupos y las religiones Emanan del grupo y
no de los individuos considerados por separado.

El estudio del suicidio se refiere a un aspecto patológico de las sociedades modernas y a un


fenómeno donde reaparece la relación entre el individuo y la sociedad. Durkheim quiere
demostrar hasta que punto los individuos están determinados por la realidad colectiva. El
suicidio es: todo caso de muerte que resulta directa o indirectamente de un acto positivo o
negativo realizado por la victima misma, y que según ella sabía, debía producir ese resultado.
Tipos de suicidio: el suicidio egoísta, el altruista y el suicidio anómico.
El suicidio egoísta se analiza a través de la relación que hay entre el individuo, y los cuadros
sociales integradores, como la religión y la familia. Haciendo comparaciones, Durkheim
establece que la tasa de suicidios varia con, la edad, con el sexo, con la religión y con el estado
civil. El hombre y la mujer, dentro de determinadas edades, y según sean casadas o solteras, se
quitan la vida cuando no están integradas a un cuadro social. El autor define a este primer tipo
social de suicidio como "egoísta". Los hombres y mujeres tienden más a quitarse la vida, cuando
piensan esencialmente en sí mismos, cuando no están integrados en un grupo social.

El suicidio egoísta es una respuesta profunda ejecutada por personas que se sienten totalmente
separadas de la sociedad. Por lo general, las personas se integran en la sociedad mediante roles
de trabajo, vínculos con la familia y la comunidad y otros lazos sociales. cuando estos lazos se
debilitan por la jubilación o la pérdida de familiares y amigos, aumenta la probabilidad de
suicidio egoísta. Las personas mayores, que sufren estas pérdidas más profundamente, son muy
susceptibles al suicidio egoísta.

El suicidio altruista: Durkheim pone en su libro dos ejemplos. Uno que observamos en
sociedades arcaicas de la India, donde la viuda acepte que la depositen sobre la pira donde
arderá el cuerpo de su marido muerto. Esto no es un suicidio por exceso de individualismo, sino
por el contrario, se trata de la total desaparición del individuo en el grupo. El individuo se da
muerte obedeciendo a imperativos sociales y ni siquiera piensa en su derecho a la vida.

El suicidio altruista es a menudo el resultado de una regulación excesiva de los individuos por
parte de las fuerzas sociales, de modo que una persona puede ser movida para suicidarse en
beneficio de una causa o para la sociedad en general. Un ejemplo es alguien que se suicida por
una causa religiosa o política, como los infames pilotos japoneses kamikaze de la Segunda
Guerra Mundial, o los secuestradores que estrellaron los aviones contra el World Trade Center,
el Pentágono y un campo en Pensilvania. en 2001. en tales circunstancias sociales, las personas
están tan fuertemente integradas en las expectativas sociales y en la sociedad misma que se
suicidarán en un esfuerzo por lograr objetivos colectivos.

El suicidio anómico: este es el tipo de suicidio que más le interesa a durkheim porque es
el más característico de la sociedad moderna. Este suicidio anómico es que refleja la correlación
entre la frecuencia de los suicidios y en las fases del ciclo económico. Las estadísticas reflejan
que, en los períodos de crisis económicas, la frecuencia de los suicidios aumenta, pero lo más
inesperado es que en las fases de gran prosperidad ocurre lo mismo. En el primer caso, el suicidio
se da porque el individuo no ve futuro de alcanzar la cima. En el segundo caso se da por la
competencia de mantenerse en la cúspide lleva al individuo que no resiste al suicidio.

El suicidio anómico es una respuesta extrema de una persona que experimenta anomia , una
sensación de desconexión de la sociedad y un sentimiento de no pertenencia como resultado
de una cohesión social debilitada. La anomia ocurre durante períodos de agitación social,
económica o política grave, que resultan en cambios rápidos y extremos en la sociedad y la vida
cotidiana. En tales circunstancias, una persona puede sentirse tan confundida y desconectada
que elige suicidarse.

La sociología de la Religión.
a sociología de la religión es el estudio de las instituciones, creencias y prácticas religiosas.
Fue precisamente Durkheim uno de los primeros sociólogos en estudiar la religión desde una
perspectiva rotundamente sociológica, En sus estudios sobre el suicido Durkheim utilizó la
identidad religiosa como un factor importante al momento de explicar ese fenómeno como un
hecho social. Sin embargo, el gran aporte de Durkheim a la sociología de la religión lo
encontramos en Las formas elementales de la vida religiosa (1912), trabajo que implica de por
sí una distinción entre dos formas de organización religiosa: “las formas elementales –propias
de sociedades donde prima la estructura comunitaria, es decir, “la solidaridad mecánica” y “las
formas complejas” –desarrolladas en sociedades con una amplia división del trabajo, donde
prima la “solidaridad orgánica”–. Durkheim analiza en esta obra la religión como un “hecho
social” o, en sus propios términos, como una “realidad sui generis”, poniendo de manifiesto que
la religión como hecho social es más poderosa que sus practicantes, a quienes se les impone y
determina.

Durkheim, aferrado a la neutralidad ética típica de la sociología científica, propuso que estudiar
la religión requería “librarnos de toda idea preconcebida”. Y añadió: “Los elementos de la
definición que nos es necesaria no deben ser solicitados a nuestros prejuicios, a nuestras
pasiones, a nuestros hábitos; se trata de definir la propia realidad”. Para definir la religión en
términos sociológicos Durkheim examinó diversas religiones y determinó los elementos
comunes a todas las religiones: “Dejando de lado toda concepción de la religión en general,
consideremos las religiones en su realidad concreta y tratemos de aislar lo que tienen en común;
pues la religión no se puede definir sino en función de caracteres que se encuentran en todos
los casos en los que aparece una religión”.

Durkheim notó que no todas las religiones incidían en lo sobrenatural y misterioso y que por el
contrario la mayoría se referían a lo “constante y regular”, a la cotidianidad. Durkheimtambién
descartó aquellas definiciones que destacaban la relación entre los humanos y las deidades, esto
porque no todas las religiones se organizaban alrededor de divinidades y algunas, como el
budismo, eran incluso ateas. Durkheim criticó y rechazó entonces las definiciones
convencionales de su época y propuso un método alterno para definir la religión:

Se procede como si la religión formara una especie de entidad indivisible, cuando en realidad
es un todo formado de partes; es un sistema más o menos complejo de mitos, dogmas, ritos,
ceremonias. Ahora bien, un todo no puede ser definido sino en relación a las partes que lo
constituyen. Resulta pues más metódico intentar caracterizar los fenómenos elementales que
constituyen una religión antes que el sistema producto de su unión.

Durkheim, subrayando la diversidad de religiones, así como su divisibilidad, propuso examinar


sus fracciones para identificar lo común y esencial, las formas elementales de la vida religiosa.
El sociólogo identificó las creencias y los ritos como esas formas elementales o esenciales que
constituyen la religión. Para él, basado en una distinción entre pensamiento y acción, las
creencias eran “estados de opinión” y los ritos “modos de acción”.

Desde la perspectiva de Durkheim los ritos no son muy distintos de otras prácticas morales,
excepto por el objeto al que van dirigidas. La “naturaleza especial” de ese objeto, su sacralidad,
es establecida por las creencias. Consecuentemente, no se puede definir un rito sin referencia a
una o más creencias. Para Durkheim las creencias envolvían un sistema de clasificación que
demarca y fija lo sagrado y lo profano, de hecho, convirtiendo estos dos campos—lo profano y
lo sagrado—en opuestos casi absolutos. Para Durkheim todos los ritos religiosos eran sagrados,
aunque su sacralidad variaba; unos ritos eran más sagrados que otros en cualquier religión.
Las fronteras entre ambos campos tampoco podían ser según Durkheim absolutamente
cerradas pues las religiones dependen de algún contacto entre lo sagrado y lo profano. Como
explicó Durkheim: “La cosa sagrada es por excelencia, aquella que lo profano no puede, no debe
tocar con impunidad. Sin duda, esta prohibición no puede llegar hasta el grado de hacer
imposible toda comunicación entre los dos mundos, pues si lo profano no pudiera de manera
alguna entrar en relación con lo sagrado, éste último no serviría para nada”.

Durkheim definió las creencias y los rituales de la siguiente forma: “Las creencias religiosas son
representaciones que expresan la naturaleza de las cosas sagradas y las relaciones que sostienen
ya sea entre sí, ya sea con las cosas profanas. Por último, los ritos son reglas de conducta que
prescriben cómo debe comportarse el hombre en relación con las cosas sagradas”. Para
Durkheim la formación de una religión dependía entonces de un sistema para clasificar lo
sagrado y lo profano y de unas series de rituales alrededor de las cosas sacras; es cuando se
forma un conjunto de rituales correspondientes a un sistema de clasificación de lo profano y lo
sagrado, las creencias, que se constituye una religión.

En fin, Durkheim definió la religión de la siguiente forma: “.una religión es un sistema solidario
de creencias y de prácticas relativas a las cosas sagradas, es decir separadas, interdictas,
creencias y prácticas que unen en una mima comunidad moral, llamada Iglesia, a todos aquellos
que se adhieren a ellas”. La definición de Durkheim apunta a tres dimensiones importante de la
religión.

Primero, la religión es un fenómeno cultural, pues envuelve creencias, valores, normas, rituales,
artefactos y ceremonias que forjan la identidad colectiva de un grupo de personas.

Segundo, la religión envuelve un conjunto de ritos—costumbres, ceremonias y reglas para el


culto religioso—de los que participan los miembros de una comunidad religiosa y con los que
además se identifican. Estos ritos están atados a las creencias.

Tercero, la religión provee a sus miembros confianza en que la vida tiene un significado esencial
que los ayuda a comprender la totalidad de sus vidas, esto estableciendo diferencias entre lo
sagrado y lo profano y sus relaciones. Finalmente, la definición durkheimiana también apunta a
que, y como señalara el propio Durkheim, la religión es un fenómeno “eminentemente
colectivo”, y por ello sujeto al análisis sociológico. Para Durkheim la religión era un hecho social.

Durkheim o sagrado y lo profano


Lo profano es el reino de lo útil o de la vida cotidiana, regido por la lógica de supervivencia al
ritmo de la economía y su temporalidad; lo sagrado, en cambio, es la interrupción deliberada de
la vida profana y de su devenir a partir de pensar a ciertos objetos, entidades o lugares como
sagrados a través de actividades rituales. Es en ese sentido que la religión es, para Durkheim,
esencialmente colectiva, ya que implica una ruptura de la vida social cotidiana de la comunidad
en la que se desarrolla. Para él, entonces, cultos y ritos son los modos colectivos de la religión.
Al rechazar la idea de que el culto sea una manifestación secundaria y opaca de una fuerza
primigenia, el sociólogo francés escribe:

Lo profano “Resultado inevitable de las experiencias de rebasamiento y de pérdida del control


de sí mismo, la certeza afectiva de enfrentarse a la acción de poderes superiores adopta, por
esta razón, en los individuos concernidos, la forma de una ligazón, una relación afectiva intensa
a los atributos de la situación en la cual ha tenido lugar la experiencia. Este acto de atribución
es para Durkheim la fuente de lo sagrado: una clasificación del mundo en dos dominios: según
que una cosa, un ser, una acción, una representación estén o no religados a una experiencia de
este tipo. Es profano lo que está sin relación de este tipo; es sagrado lo que corresponde a este
tipo de experiencia".

Lo sagrado manifestaciones de lo sagrado, como fenómenos extra- cotidianos pueden darse en


un conjunto de personas o individuales. lo sagrado es el punto nodal a partir del cual Durkheim
y cada uno desde su perspectiva, problematiza acerca de la efervescencia de lo social, donde
cobra centralidad el problema de la comunidad permitiendo plantear sugerentes cuestiones en
el ámbito del pensamiento político contemporáneo.

Lo “sagrado”, en el sentido que lo utiliza Durkheim se encuentra de muchas formas en la vida


cotidiana, también al margen de las religiones institucionales, y está en el origen de la formación
de todos los ideales, luego también de los ideales "seculares". Lo sacro está formado por un
conjunto de cosas, de creencias y de ritos. Cuando estas cosas sacras mantienen entre s
relaciones de coordinación y de subordinación, para formar un sistema de cierta unidad,
constituye una "religión".

Este acto de atribución es para Durkheim la fuente de lo sagrado: una clasificación del mundo
en dos dominios: según que una cosa, un ser, una acción, una representación estén o no
religados a una experiencia de este tipo. Es profano lo que está sin relación de este tipo; es
sagrado lo que corresponde a este tipo de experiencia".

Durkheim la división del trabajo del trabajo.


La división del trabajo según Durkheim “tiene como misión hacer la civilización posible” es decir,
que dentro de la sociedad en la que vivimos todos estamos destinados a cumplir una función
específica. Esto es lo que hace que es sistema se mantenga en pie y sea infinito, ósea que cuando
una pieza ya no funcione debidamente, es fácilmente remplazada por otra. El orden social que
se ha generado gracias a la división de trabajo ocasiona el perfeccionamiento de la técnica de
producción, pero muchas veces también produce la pérdida del sentido moral dentro de la
reproducción de ciertas cosas.

Dentro de la sociedad el sistema capitalista va creando necesidades a los seres humanos, estos
buscan satisfacer estas necesidades y a su vez son satisfactores, de una manera u otra, de las
necesidades de los demás. Esto es lo que hace que cada pieza de la sociedad sea de vital
importancia ya que del funcionamiento correcto depende todo el sentido del modo de
producción vigente. De esta manera el ser humano ha repartido el trabajo según la edad y el
sexo delimitando el trabajo de cada individuo. Estas tareas específicas hacen posible la
perfección en la técnica. Pero cabe recalcar que no todos los trabajos han logrado tener la misma
valoración social y también que no todos disfrutan del rol que cumplen el el gran rompecabezas
que se llama capitalismo.

Durkheim concibe dos tipos de sociedad: el primero, más primitivo, corresponde a la solidaridad
mecánica, que se caracteriza por una estructura social laxa y con poca o ninguna división en el
trabajo; por el contrario, la solidaridad orgánica es de un tipo más moderno y presenta una
división del trabajo mayor y más refinada. La división del trabajo es un hacho social material que
indica hasta qué punto se han especializado las tareas y responsabilidades.

Los cambios en la división del trabajo han sido fundamentales en la estructura de la sociedad,
de modo que una sociedad caracterizada por la solidaridad mecánica se mantiene cohesionada
porque sus individuos tienen conocimientos similares, mientras que una sociedad en la que
prima la solidaridad orgánica se mantiene unida porque los individuos tienen distintas tareas y
conocimientos, creándose una red de interdependencias, por ello la sociedad moderna se
mantiene unida por la especialización de las personas y la necesidad de servicios de otras.

Durkheim analiza cómo la división del trabajo el establecimiento de trabajos específicos para
personas específicas beneficia a la sociedad porque aumenta la capacidad reproductiva de un
proceso y el conjunto de habilidades de los trabajadores. También crea un sentimiento de
solidaridad entre las personas que comparten esos trabajos. pero, dice Durkheim, la división del
trabajo va más allá de los intereses económicos: en el proceso, también establece el orden social
y moral dentro de una sociedad.

Para Durkheim, la división del trabajo está en proporción directa con la densidad moral de una
sociedad. La densidad puede ocurrir de tres maneras: a través de un aumento de la
concentración espacial de las personas, a través del crecimiento de las ciudades, o a través de
un aumento en el número y la eficacia de los medios de comunicación. Cuando sucede una o
más de estas cosas, dice Durkheim, el trabajo comienza a dividirse y los trabajos se vuelven más
especializados. Al mismo tiempo, debido a que las tareas se vuelven más complejas, la lucha por
una existencia significativa se vuelve más extenuante.

La Teoría de la Anomia.
la anomia se refiere a la ausencia de un cuerpo de normas que gobiernen las relaciones entre
las diversas funciones sociales que cada vez se tornan más variadas debido a la división del
trabajo y la especialización, características de la modernidad. Dado que la transformación ha
sido rápida y profunda, la sociedad se encuentra atravesando por una crisis transicional debida
a que los patrones tradicionales de organización y reglamentación han quedado atrás y no ha
habido tiempo suficiente para que surjan otros acordes con las nuevas necesidades.

La anomia es para Durkheim un mal crónico que se caracteriza por la falta de límites a las
acciones individuales, ya sea porque no hay normas que las regulen o porque no hay fuerzas
colectivas que sean capaces de sostenerlas como tales y que se preocupen por garantizar su
cumplimiento. Es decir, la sociedad para Durkheim es la fuerza externa superior al individuo
encargada de imponérsele para lograr la cooperación; sin embargo, señala el autor, ha perdido
fuerza y permitido que se actúe de acuerdo a impulsos e intereses personales sin consideración
al grupo del que se forma parte, grupo que debería demandar del individuo ciertas acciones
evitando que cometa otras.

Durkheim ve la anomia como un estado de desintegración social. Debido a un cambio social de


gran alcance (aquí: industrialización, introducción del principio estructural de división del
trabajo), las diferenciaciones sociales están emergiendo cada vez más (por ejemplo, pobres –
ricos, urbanos – rurales, religiosos – secularizados, etc.). La desaparición de los viejos principios
de estructura y orden debilita la cohesión social. Como resultado, ya no se observan las reglas
sociales generales; el orden colectivo se disuelve y surge un estado de anomia. Las
consecuencias de esto son mayores tasas de suicidio y criminalidad.

La teoría de la anomia de Durkheim describe los efectos de la división social del trabajo que se
desarrolló en el industrialismo temprano y la creciente tasa de suicidios. En consecuencia, en
tiempos de convulsión social, la «conciencia colectiva» se debilita y las normas, convicciones
morales y controles anteriores disminuyen. Los viejos principios estructurales sociales, basados
en la uniformidad de los miembros de la sociedad y sus estilos de vida, están desapareciendo y
son reemplazados cada vez más por el principio de la división del trabajo. Aquí la división del
trabajo es más que un principio económico, pero representa la base de valor social central y
permite la solidaridad entre los miembros de la sociedad. Las crisis en general, los suicidios o
incluso los delitos son signos de patología social que ponen en peligro el nuevo principio
estructural de la división del trabajo. Un estado de anomia (irregularidad) es amenazante.

Conciencia colectiva,
La conciencia colectiva se trata de comprender qué hace que la sociedad funcione. Para
Durkheim, los individuos de la sociedad, aunque todos tenemos nuestra propia conciencia
individual, también comparten una solidaridad entre nosotros. Trabajamos juntos de muchas
maneras y nuestra conciencia colectiva es lo que permite que esto suceda. Básicamente, la
conciencia colectiva es una constelación de ideas, creencias y valores que comparten un gran
número de personas en una sociedad determinada.

La teoría de la conciencia colectiva del sociólogo Emile Durkheim busca explicar por qué ciertos
valores, tradiciones y creencias son constantes en una sociedad. En las sociedades primitivas, se
depende de la religión, los rituales y las creencias compartidas para mantener unida a la
comunidad. Durkheim llamó a esto” solidaridad mecánica “. En sociedades más avanzadas, los
individuos dependen unos de otros y existe una red compleja de diferentes instituciones sociales
que contribuyen al mantenimiento de la comunidad. Esto se conoce como” solidaridad
orgánica “.

La conciencia colectiva se define como el conjunto de características y conocimientos comunes


de una sociedad, que hace que los individuos piensen y actúen de manera mínimamente similar.
Corresponde a normas y prácticas, a códigos culturales, como la etiqueta, la moral y las
representaciones colectivas. «El conjunto de creencias y sentimientos comunes al promedio de
los miembros de una misma sociedad forma un determinado sistema que tiene vida propia;
podemos llamarlo conciencia colectiva o común. Sin duda, no tiene un solo órgano como
sustrato; es, por definición, difuso en toda la sociedad, pero aún tiene características específicas
que lo hacen una realidad distinta. De hecho, es independiente de las condiciones particulares
en las que se encuentran los individuos: pasan, permanece. Es, por tanto, bastante diferente de
las conciencias particulares, aunque solo se realiza en individuos. Es el tipo psíquico de sociedad,
el tipo que tiene sus propiedades, sus condiciones de existencia, su forma de desarrollo, de la
misma manera que los tipos individuales, aunque de manera diferente.”. (DURKHEIM, 2010,
pág.50)

La conciencia colectiva, según Émile Durkheim (sociólogo francés 1858-1917), es la fuerza


colectiva ejercida sobre un individuo, que provoca este acto y vive de acuerdo a las normas de
la sociedad en la que se inserta. Así como en la vida mental, la conciencia colectiva de las
representaciones que trascienden la esfera individual, por su superioridad y actúan firmemente
sobre las conciencias individuales. La conciencia colectiva es el resultado de pequeñas
contribuciones individuales, que juntos forman el conjunto, no siendo el resultado de teorías
metafísicas, sino de hechos sociales reales.

Según Durkheim, existen dos conciencias diferentes en cada individuo: una es la que se
confunde con el conjunto de la sociedad y tren de ayuda, el otro es que cada persona tiene de
particular y eso te hace un individuo diferente de los demás, a pesar de ser parte de un todo. En
esta concepción, es evidente que en una sociedad todos no es sólo el resultado de la suma de
cada una de sus partes, pero algo diferente a ellos
Para Durkheim, la conciencia colectiva es el conjunto de creencias y sentimientos comunes a la
población media de una sociedad particular, formando un sistema con vida propia, ejerciendo
una fuerza coercitiva sobre sus miembros, como el devoto que, al nacer, es las creencias
religiosas y prácticas estructuradas y en plena actividad. Si estas prácticas ya existen, es porque
son de él, pero aún así, influyen en su comportamiento y creencias. Es un sistema que existe
fuera del individuo, sino que los controles de la presión psicológica y moral, dictar la forma en
que la sociedad espera que se comporte.

La educación que reciben los niños es, según Durkheim, en un sistema de conciencia colectiva,
una vez obligada a comer, beber, vestirse y hablar según las normas y estándares vigentes en la
sociedad en la que operamos. Cualquier desviación de las normas de esta sociedad, podría
conducir al aislamiento del individuo, comparable a una sanción impuesta por la ley. Esta presión
sufrida por el niño, es la presión de la sociedad, tratando de darle forma a su imagen y
semejanza.
El individuo se somete a la sociedad y que está en esa presentación que encuentra refugio. La
sociedad que le obliga a seguir ciertos patrones, es el mismo que protege a usted y te hace sentir
como parte de un todo coherente y estructurado. Esta dependencia de la sociedad trae la
comodidad de pertenecer a un grupo, un pueblo, un país. En este sentido, no hay ninguna
contradicción en la relación de sumisión-liberación.

Efervescencia colectiva según Durkheim


Según Durkheim, una comunidad o sociedad a veces puede unirse y simultáneamente
comunicar el mismo pensamiento y participar en la misma acción. Entonces, tal evento provoca
una efervescencia colectiva que emociona a los individuos y sirve para unificar al grupo.La
efervescencia colectiva es la base de la teoría de la religión de Émile Durkheim, el sostiene que
la dicotomía religiosa universal de lo profano y lo sagrado resulta de las vidas de estos miembros
de la tribu: la mayor parte de su vida la pasa realizando tareas serviles como la caza y la
recolección. Estas tareas son profanas. Las raras ocasiones en las que toda la tribu se reúne se
vuelven sagradas, y el alto nivel de energía asociado con estos eventos se dirige a objetos físicos
o personas que también se vuelven sagradas.

La fuerza se asocia así con el tótem que es el símbolo del clan, mencionado por Durkheim en su
estudio de las "formas elementales" de religión en las sociedades aborígenes. Debido a que
proporciona el nombre de la tribu, el símbolo está presente durante la reunión del clan. A través
de su presencia en estas reuniones, el tótem llega a representar tanto la escena como la emoción
fuertemente sentida, y así se convierte en una representación colectiva del grupo.

Para Durkheim, la religión es un fenómeno fundamentalmente social. Las creencias y prácticas


de lo sagrado son un método de organización social. Según Durkheim, "dios y la sociedad son lo
mismo el dios del clan no puede ser otro que el propio clan, pero el clan transfigurado e
imaginado en la forma física de una planta o animal que sirve como tótem". " Efervescencia
colectiva

La efervescencia colectiva se refiere al envolvimiento casi eléctrico, extático, de un grupo


alrededor de un ritual. El contexto permite una entusiasta sintonía de las frecuencias
emocionales que, alimentándose entre sí, terminan por crear una intensa adherencia entre los
participantes. Incluso podríamos hablar de la plena fusión de voluntades y de un trance durante
el cual el grupo se convierte en una sola entidad. Esta excitación se traduce en una unificación
momentánea que, aunque eventualmente terminará disgregándose, deja a su paso una especie
de impronta compartida que mantiene viva la cohesión del clan.

Totemismo
Durkheim tomó el totemismo entre las tribus australianas como el concepto clave para explicar
el origen de la religión. Según él, el totemismo australiano es la forma de religión más primitiva
y simple que conocemos hoy en día. Estudió a los aborígenes australianos llamados tribus
'Arunta'. Todas las conclusiones a las que Durkheim presupone el principio de que se puede
captar la esencia de los fenómenos sociales, observándola en su forma más elemental. Para
Durkheim, el totemismo revela la esencia de la religión en su forma más elemental.

Según Durkheim, el totemismo es la religión más simple. La esencia del totemismo es la


adoración de una fuerza anónima impersonal, a la vez inmanente y trascendente. Esta fuerza
difusa anónima, superior a los hombres y muy cercana a ellos, es en realidad la sociedad misma.
Las nociones principales utilizadas por Durkheim son las de clan y totem. El clan es un grupo de
kinder que no se basa en vínculos de consanguinidad. El clan es un grupo humano, el más simple
de todos, que expresa su identidad al asociarse con una planta o animal, con un género o especie
de planta o animal.

En las tribus australianas estudiadas por Durkheim, el tótem está representado de varias
maneras. Cada tótem tiene su emblema. En casi todos los clanes hay objetos, piezas de madera
o piedras pulidas, que llevan una representación figurativa del tótem. Los objetos ordinarios,
que se conocen como 'Churinga' se transfiguran una vez que llevan el emblema del tótem.
Comparten la cualidad sagrada que se asocia con el tótem. Durkheim escribe:

“El totemismo es la religión, no de ciertos animales o de ciertos hombres o de ciertas imágenes,


sino un tipo de fuerza anónima e impersonal que se encuentra en cada uno de estos seres, sin
que, sin embargo, se identifique con ninguno de ellos. Ninguno lo posee por completo, y todos
participan en él. Tan independiente es de los temas particulares en los que está encarnado que
los precede tal como es adecuado para ellos. Los individuos mueren; Las generaciones pasaron
y son reemplazadas por otras. Pero esta fuerza permanece siempre presente, viva y fiel a sí
misma. Acelera a la generación de hoy como aceleró ayer y acelerará las mañanas. Tomando la
palabra en un sentido muy amplio, se podría decir que es el dios adorado por cada culto
totémico; pero es un dios impersonal, sin un nombre, sin una historia que permanece en el
mundo, difundida en una multitud innumerable de cosas "

El totemismo ha sido señalado por Durkheim la expresión primaria de las religiones, las cuales
contienen a su vez el modelo de la vida social. Por ello realizamos un análisis comparativo entre
ambos autores para explicitar sus coincidencias y divergencias, poniendo especial atención en
el rol que brindan al totemismo en la relación individuo – sociedad. La comparación de Durkheim
en torno al tema de totemismo tiene el propósito de dilucidar convergencias y divergencias
sobre una realidad que plantean como esencial a la construcción del mundo social y cultural.
Entiende que en el totemismo se encuentran los parámetros esenciales que se continuarán en
la religión y que dichas características armonizan el vínculo entre el individuo y su comunidad.

Semana 9. La Sociología de Max Weber: La Acción Social, Clases


Estatus y Partido.
Max Weber es considerado el padre de la sociología moderna, ya que realizó grandes
contribuciones a este campo, así como a la economía, la política y la religión. Este autor
analizó el actual sistema capitalista y los factores que contribuyeron a su origen, así como
tuvo un papel en la firma del Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
Además, sus aportaciones e influencia siguen vigentes en el área de la sociología en la
actualidad.
Para Weber, la sociología es una ciencia que pretende entender la acción social. La misma,
es aquella que se realiza en un sentido pensado por el o los actores y que se refiere a la
conducta de otros. La acción social puede tipificarse con cuatro tipos ideales.
1.Racional con arreglo a fines: La acción está determinada por los fines que se persiguen
2) Racional con arreglo a valores: La acción está determinada por un valor y se actúa en
servicio del mismo, sin importar los resultados de dicha acción.
3. Afectiva: Determinada por sentimientos. Es irracional
4) Tradicional: Está determinada por una costumbre arraigada que se sigue irracionalmente
por arraigo.
La realidad social, por otro lado, es incognoscible. Es por eso que para este autor el
investigador necesariamente construye tipos ideales al analizar su objeto de estudio. Los
tipos ideales sirven para ubicar el objeto de estudio causalmente en un proceso, compararlo
con otros, para Weber, son “medios del pensamiento con el objetivo de dominar
espiritualmente lo empíricamente dado y solo pueden ser eso”. Es decir, el concepto nunca
puede reflejar la realidad. También afirma que el tipo ideal se obtiene mediante la exaltación
unilateral de uno o de algunos puntos de vista.
El sociólogo aplicó la metodología de la sociología a campos como la política, el derecho, la
religión y la economía. Su pensamiento se caracteriza por ser antipositivista,
hermenéutico e idealista. Este autor tenía como objetivo entender la interrelación que se
produce entre los factores que contribuyeron a la fundación de la estructura social,
subrayando el papel de los elementos culturales y la mentalidad o ética colectiva a lo largo
de la historia.
Weber destacó la racionalización como clave para el desarrollo de la civilización occidental.
Identifica la racionalidad basada en la burocracia como motor de este proceso. Asimismo,
Weber consideró que la conducta del ser humano se encuentra guiada y ligada a la cultura
y religión del lugar de procedencia. A partir de este pensamiento, se elabora la teoría de la
burocracia de Max Weber, por la que establece las condiciones mediante las que las
personas que ostentan el poder legitiman su estatus de dominación y cómo las personas se
someten a él.

La Acción Social
En sociología, acción social se refiere a toda acción o actividad que tenga un sentido para
quienes la realizan, afectando o no, la conducta de otros, y cuya orientación o inspiración es
de tipo altruista y desinteresado. Una acción es social siempre y cuando sea consiente,
dirigida a otros, en espera de respuesta y hecha en forma subjetiva. La acción en el análisis
de Weber es toda conducta humana a la que un actor atribuye un significado subjetivo. De
acuerdo con Weber, “la acción es social, ya que en virtud del significado subjetivo que le
atribuye el individuo que actúa, tiene en cuenta el comportamiento de los demás y, por lo
tanto, se orienta en su curso”.
Max Weber concibió la sociología como una ciencia integral de la acción social. Su enfoque
principal se centró en los significados subjetivos que los actores humanos atribuyen a sus
acciones en sus orientaciones mutuas dentro de contextos sociohistóricos específicos. La
sociología definida por Weber es "la comprensión interpretativa de la acción social para así
llegar a una explicación causal de sus cursos y efectos". La acción en el análisis de Weber es
toda conducta humana a la que un actor atribuye un significado subjetivo. De acuerdo con
Weber, “la acción es social, ya que en virtud del significado subjetivo que le atribuye el
individuo que actúa, tiene en cuenta el comportamiento de los demás y, por lo tanto, se
orienta en su curso”.
A Weber le interesaba especialmente cómo los actores sociales a menudo conceptualizan la
acción social en términos de cadenas de medios y fines. Por ejemplo, una gran organización
burocrática organizará la actividad de individuos sociales asignando a cada trabajador un
rol particular en una jerarquía. Las responsabilidades asociadas con este rol son las reglas,
o normas, que sirven como medios para los fines que cumple la burocracia. Estas normas
sirven para hacer posible la acción social organizada; es decir, rutinizan y formalizan la
interacción social entre individuos que, por cualquier motivo, se comprometen a servir a la
organización.

Características de la acción social:


1. La acción social puede estar influenciada por una acción del pasado, presente o futuro.
Entonces, la acción social es un resultado o una modificación de alguna acción de otra persona
o personas.

2. La acción social presupone la existencia de otro individuo y alguna acción de él. Esto significa
que no puede haber acción social aislada. Por lo tanto, la acción social es posible si hay otro ser
humano cuya acción o comportamiento está impulsando a la persona que da a actuar de una
manera particular.

3. Necesidad de significado subjetivo. El enfoque principal de Weber fue en los significados


subjetivos que los actores humanos atribuyen a sus acciones en sus orientaciones mutuas
dentro de contextos sociohistóricos específicos.

4. Se orienta en su curso. El comportamiento que carece de tal significado queda fuera del
alcance de la sociología. "La acción es social", dice Weber. Según Weber, es acción cuando el
hombre asigna un cierto significado a su conducta y la acción es social cuando, por el significado
que le da, se relaciona con el comportamiento de otras personas y está orientado hacia su
comportamiento.

Para Weber, la acción humana es social en la medida en que "el individuo que actúa le atribuye
un significado subjetivo". El mero comportamiento se convierte en acción cuando deriva
relaciones con los demás y cuando tiene sentido; Que se orienta en su curso. El requisito básico
es que el actor esté consciente de lo que está haciendo, lo que puede analizarse en términos de
sus intenciones, motivos y sentimientos a medida que se experimentan.

Clases, Status y partido


Max Weber, enunció tres tipos de estratificación social: La clase social: Basada en las
diferencias económicas. El estatus: Fundado en el prestigio. El partido: Basado en el poder
político. La estratificación social es uno de los temas importante en nuestro contexto, uno
de las formas de referirse a ello es respecto a cómo los mismos consumidores colocan a
ciertos individuos en clases sociales superiores o inferiores, basando ese criterio, a formas
de vestir, de actuar o hasta del tipo de trabajo que las personas poseen.
La clase, en su esencia, es un concepto económico; Es la posición de los individuos en el
mercado que determina su posición de clase. Y es cómo uno está situado en el mercado que
afecta directamente las oportunidades de vida de uno."6 Esto fue teorizado por Weber
partiendo del "acceso desigual a los recursos materiales". Por ejemplo, si un individuo X
posee algo que un individuo Y quiere o necesita, entonces esto hace al individuo X
potencialmente más poderoso que el individuo Y. El individuo X está en una posición
dominante al mismo tiempo que el individuo Y está en una posición subordinada dado a que
el individuo X controla el acceso a un recurso social deseado. Un ejemplo clásico es la
relación entre un empleador y un empleado.
Las clases no son comunidades, solo representan posibles y frecuentes, bases de acción
comunal. Podemos hablar de una clase cuando 1- un número de personas poseen un
componente causal especifico de oportunidades de vida en común, en la medida en que 2-
este componente está representado exclusivamente por intereses económicos en la
posesión de bienes y oportunidades de ingresos y 3- está representado bajo las condiciones
de mercados de productos o de trabajo. Situación de clase es la típica oportunidad para un
suministro de bienes, condiciones de vida externa y experiencias personales vivida
Los partidos son asociaciones que buscan asegurar "el poder dentro de una organización
[o el estado] de sus líderes para obtener ventajas ideales o materiales para sus miembros
activos. Esta forma de poder puede estar relacionada con la forma en la que el Estado está
organizado en sistemas sociales modernos (implicando la capacidad de promulgar leyes,
por ejemplo). Si un individuo puede influir en este proceso de creación de la ley, entonces
estará en una posición potencialmente poderosa. Por lo tanto, el individuo, por su capacidad
de influir en un proceso de toma de decisiones, adquiere poder, a pesar de que no puede
ejercer directamente ese poder personalmente.
Los partidos políticos son los medios organizativos que tienen como fin adquirir poder a
través del mecanismo del Estado y esto abarca no sólo a los partidos formalmente
organizados, sino a cualquier grupo organizado para influir en la forma en que el poder se
ejerce legítimamente a través de la maquinaria del Estado. "Dado que los partidos apuntan
a objetivos tales como conseguir que sus programas se desarrollen o acepten y obtengan
posiciones de influencia dentro de las organizaciones, es claro que operan sólo dentro de un
orden racional dentro del cual estos objetivos son posibles de alcanzar y sólo cuando hay
una lucha por el poder.
En las sociedades modernas, subraya Weber, la formación de partidos es un importante
aspecto del poder y puede influir en la estratificación, con independencia de la clase y de la
posición. El "partido" define a un grupo de individuos que trabajan conjuntamente porque
tienen orígenes, aspiraciones o intereses comunes.
Marx solía explicar en función de la clase tanto las diferencias de estatus como la
organización de los partidos. En realidad, Weber argumenta que ninguno de estos procesos
puede reducirse a las divisiones de clase, aunque ambos se vean influidos por ellas; a su vez,
la posición y la organización de los partidos pueden influir en las circunstancias económicas
de los individuos y de los grupos, afectando, por consiguiente, a la clase. Los partidos pueden
apelar a preocupaciones que atraviesan las diferencias de clase: por ejemplo, pueden
basarse en la filiación religiosa o en los ideales nacionalistas. Un marxista podría intentar
explicar en términos de clase los conflictos entre católicos y protestantes en el norte de
Irlanda, puesto que hay más católicos en trabajos de clase obrera que protestantes. Un
weberiano opinaría que tal explicación es ineficaz, porque también hay muchos
protestantes que proceden de la clase trabajadora. Los partidos a los que las personas se
afilian son la expresión tanto de las diferencias religiosas como de las de clase.

Los escritos de Weber sobre la estratificación son importantes porque, además de la clase,
muestran otras dimensiones del fenómeno que tienen una gran influencia en las vidas de
las personas. La mayoría de los sociólogos sostienen que el esquema de Weber ofrece una
base más flexible y compleja para el análisis de la estratificación que el proporcionado por
Marx.
El estatus social Estatus es la posición que una persona ocupa en la sociedad. Dentro de
una misma sociedad hay varias posiciones de status, cada una de ellas requiere que el
individuo que la ocupa desempeñe ciertas obligaciones con respecto a los demás miembros
del grupo y esto lo hace merecedor de recibir ciertos derechos.
Es un recurso social simplemente porque el individuo Y puede tenerlo mientras el individuo
X no puede. "No todo el poder, sin embargo, conlleva el honor social: el típico jefe
estadounidense, así como el típico gran especulador, renuncia deliberadamente al honor
social. En general, el poder 'meramente económico' , y especialmente el poder monetario
'desnudo', no representa de ninguna manera una base reconocida o el honor social"
El estatus se manifiesta a menudo en forma de
1.La endogamia o el patrón restringido de las relaciones sociales,
2.La acción de compartir alimentos y otros beneficios dentro de los grupos,
3.Convenciones o tradiciones de estatus, y
4.La adquisición monopólica de ciertas oportunidades económicas o la evitación de ciertos
tipos de adquisiciones.

En la teoría weberiana el Estatus alude a las diferencias que existen entre dos grupos en
relación a la reputación o al prestigio que les conceden los demás. Las distinciones basadas
en la posición suelen variar con independencia de las divisiones de clase y la reputación
puede ser positiva o negativa. Entre los grupos que tienen una posición privilegiada en
sentido positivo se encuentra cualquier conjunto de personas que disfrute de gran prestigio
en un determinado orden social. Por ejemplo, los médicos y los abogados tienen un prestigio
considerable en la sociedad británica. Los grupos parias son aquéllos que tienen un estatus
privilegiado en sentido negativo y que son objeto de discriminaciones que les impiden
aprovecharse de las oportunidades de que disfruta la mayoría. Los judíos constituyeron
grupos parias en la Europa medieval, ya que les estaba prohibido tener ciertas ocupaciones
y ocupar cargos oficiales.

Semana 10. La Estratificación Social, la Religión, las relaciones


entre Violencia y Estado y el Capitalismo en Max Weber.
La estratificación social es uno de los temas importante en nuestro contexto, uno de las
formas de referirse a ello es respecto a cómo los mismos consumidores colocan a ciertos
individuos en clases sociales superiores o inferiores, basando ese criterio, a formas de
vestir, de actuar o hasta del tipo de trabajo que las personas poseen.
Las teorías sobre la estratificación más importantes e influyentes son las que desarrollaron
Marx y Weber. El elemento principal en la teoría de Marx es la clase, que considera una
característica objetiva de la estructura de la sociedad. Ve una división fundamental entre los
propietarios del capital y los trabajadores que no lo poseen. Weber comparte una visión
similar, pero señala otros dos aspectos en la estratificación: la posición o estatus y el partido.
La posición hace referencia a la estima o "reputación" que se concede a los individuos o
grupos; el partido tiene que ver con la activa movilización de los grupos con el fin de lograr
unos fines concretos.

La naturaleza de la clase
Para Marx, una clase es un grupo de personas que tienen una relación común con los medios
de producción, es decir, con aquéllos con los que se ganan la vida. Antes de la aparición de
la industria moderna, los medios de producción consistían primordialmente en la tierra y
los instrumentos que servían para cultivarla o para cuidar el ganado. Por consiguiente, en
las sociedades preindustriales las dos clases fundamentales eran quienes poseían la tierra
(los aristócratas, la nobleza o los dueños de esclavos) y los que se dedicaban a hacerla
producir (los siervos, los esclavos y los campesinos libres).
En las sociedades industriales modernas, las fábricas, las oficinas y la maquinaria, así como
la riqueza o el capital necesarios para obtenerlas se hicieron más importantes. Las dos
clases principales son la de quienes poseen estos nuevos medios de producción -los
industriales o capitalistas y la de aquéllos que se ganan la vida vendiéndoles su fuerza de
trabajo -la clase obrera o, en el término que Marx suele preferir y que ahora resulta bastante
arcaico, el "proletariado".
Según Marx, la relación entre las clases se basa en la explotación. En las sociedades feudales,
la explotación tomó la forma de una transferencia directa de lo que producía el campesinado
a la aristocracia. Los siervos estaban obligados a dar una cierta parte de su producción al
señor o tenían que trabajar un determinado número de días al mes en las tierras de éste,
cultivando los productos que consumirían él y su séquito. En las sociedades capitalistas
modernas la fuente de la explotación es menos evidente y Marx pone mucho interés en
dilucidar su naturaleza.
En el curso de un día de trabajo, razona Marx, los trabajadores producen más de lo que el
empresario necesita para recuperar el salario que les paga. Esta plusvalía es el origen de la
ganancia que los capitalistas pueden utilizar en su propio beneficio. Un grupo de
trabajadores en una fábrica textil, digamos, puede producir un centenar de trajes al día. La
venta de la mitad de los trajes proporciona una renta suficiente para que el fabricante pague
los salarios de los trabajadores. El ingreso que genera la venta del resto de la ropa constituye
el beneficio.
Para acercarse a la estratificación, Weber parte del análisis desarrollado por Marx,
modificándolo y reelaborándolo. Hay dos diferencias fundamentales entre las dos teorías.

En primer lugar, aunque Weber coincide con Marx en que la clase se basa en condiciones
económicas objetivas, cree que en su formación también son importantes otros factores
económicos, aparte de los reconocidos por Marx. Según Weber, las divisiones de clase se
derivan no sólo del control o ausencia de control de los medios de producción, sino de
diferencias económicas que nada tienen que ver, directamente, con la propiedad.
Entre estos recursos se pueden incluir especialmente los conocimientos técnicos y las
credenciales o cualificaciones que influyen en el tipo de trabajo que las personas pueden
obtener. Los profesionales y directivos ganan mas y tienen mejores condiciones de trabajo
que las personas con empleos de "cuello azul". Su cualificación -licenciaturas, diplomas y la
experiencia que han adquirido- los hace más "vendibles" que a otros que carecen de ella. En
un nivel inferior, dentro de los trabajadores manuales, los artesanos cualificados pueden
asegurarse salarios más altos que los que tienen poca o ninguna cualificación.
En segundo lugar, Weber distingue otros dos aspectos básicos de la estratificación además
del de clase: a uno lo denomina estatus y a otro partido. De hecho, partió del ejemplo de los
estados o estamentos medievales para elaborar su idea de los grupos que se constituyen en
función de la posición social; el término que emplea en alemán (Stand) significa ambas
cosas.

La Religión, Según Weber


Weber considera a la religión como motor impulsor del capitalismo. Considera que existe
un elemento esencial que ha actuado en el corazón del cristianismo provocando una
derivación hacia el protestantismo y que puede ser el origen del capitalismo: la
racionalización. El capitalismo en Weber es un freno moderado del impulso irracional
lucrativo.
Weber no trata inicialmente lo que es la religión, "sino de las condiciones y efectos de un
determinado tipo de acción comunitaria". "Las acciones religiosas deben realizarse para que
te vaya bien y vivas largos años sobre la tierra". Así, considera toda acción religiosa o mágica
inicialmente racional, ya que se actúa conforme a las reglas de la experiencia. Solo nosotros,
desde nuestro conocimiento de la naturaleza podemos descubrir la falta de racionalidad
causal entre los sucesos. No todas las personas pueden entrar en trance, es decir, provocar
magia. Para ello es necesario una fuerza especial, que tiene nombres como mana, orenda o
maga y que designaremos como "carisma".
-La creencia en los espíritus. Nacimiento de los poderes suprasensibles. Animismo y
simbolismo. Generalmente se parte de una abstracción: en los objetos o personas se esconde
un "espíritu". El mago es el hombre de permanente calificación carismática, mientras que el
lego solo podrá entrar en trance eventualmente mediante la orgía. A partir de estas
experiencias se desarrolla la conciencia del "alma". Las almas, al abandonar al hombre en la
muerte, pueden morar, poseer determinados fenómenos (representaciones animistas) o
pueden encarnarse representando "dioses y demonios".
De esta forma aparecen poderes suprasensibles que pueden intervenir en el destino del
hombre. La acción religiosa ordena las relaciones del alma y los dioses con el hombre. Los
poderes suprasensibles hacen que los fenómenos signifiquen algo, así el mago llega al
simbolismo. De esta forma surgió pronto la idea de hacer inofensiva al alma mediante el
entierro o el destierro. Especialmente importante es el sentido de estereotipo que alcanzan
las ideas religiosas: "lo santo es lo específicamente invariable".

La ética protestante y el espíritu del capitalismo


Weber escribió que el capitalismo en Europa del Norte evolucionó cuando la ética
protestante (particularmente Calvinista) influyó en un gran número de personas para que
se dedicaran al trabajo en el mundo secular, desarrollando empresas y participando en el
comercio y la acumulación de riqueza para la inversión. En otras palabras, la Ética
protestante del trabajo fue una fuerza importante detrás del surgimiento no planificado y
descoordinado del capitalismo moderno. En su libro, además de los calvinistas, Weber
también habla sobre los luteranos (especialmente pietistas, pero también señala diferencias
entre luteranos tradicionales y calvinistas), metodistas, bautistas, cuáqueros y Moravos
(refiriéndose específicamente a la comunidad basada en Herrnhut bajo la dirección
espiritual de Count von Zinzendorf. En 1998, la Asociación Internacional de Sociología
enumeró este trabajo como el cuarto libro sociológico más importante del siglo XX, después
de Economía y Sociedad de Weber, Mills La imaginación sociológica, y Teoría social y
estructura social de Merton.3 Es el octavo libro más citado en ciencias sociales publicado
antes de 1950.
Weber remonta los orígenes de la ética protestante a la Reforma protestante, aunque
reconoció cierto respeto por el trabajo cotidiano secular ya en la Edad Media. La Iglesia
católica aseguró la salvación a las personas que aceptaron los sacramentos de la Iglesia y se
sometieron a la autoridad clerical. Sin embargo, la Reforma había eliminado efectivamente
tales garantías. Desde un punto de vista psicológico, la persona promedio tuvo dificultades
para adaptarse a esta nueva cosmovisión, y solo los creyentes más devotos o "genios
religiosos" dentro del protestantismo, como Martín Lutero, pudieron hacer este ajuste,
según Weber.
En ausencia de tales garantías por parte de la autoridad religiosa, Weber argumentó que los
protestantes comenzaron a buscar otras "señales" de que eran salvos. Calvino y sus
seguidores enseñaron una doctrina de doble predestinación, en la que desde el principio
Dios escogió a algunas personas para salvación y a otras para condenación. La incapacidad
de influir en la propia salvación presentó un problema muy difícil para los seguidores de
Calvino. Se convirtió en un deber absoluto creer que uno fue elegido para la salvación y
despejar cualquier duda al respecto: la falta de confianza en uno mismo era evidencia de
una fe insuficiente y un signo de condenación. Entonces, la confianza en uno mismo
reemplazó a la seguridad sacerdotal de la gracia de Dios.
El éxito mundano se convirtió en una medida de esa confianza en uno mismo. Lutero hizo
un respaldo temprano a las divisiones emergentes de Europa. Weber identifica la
aplicabilidad de las conclusiones de Lutero, señalando que una "vocación" de Dios ya no se
limita al clero o la Iglesia, sino que se aplica a cualquier ocupación u oficio. Weber siempre
había detestado el luteranismo por el servilismo que inspiraba hacia el estado burocrático.
Cuando lo discutió en la "Ética protestante", usó el luteranismo como el principal ejemplo
de la "unio mystica" que contrastaba marcadamente con la postura ascética. Más tarde
asociaría a "Lutero, el exponente simbólico del despotismo burocrático, con la hostilidad
ascética hacia el Eros, un ejemplo de la tendencia esporádica de Weber a vincular los modos
de vida burocrático y ascético y oponerse a ambas perspectivas aristocráticas

Las relaciones entre Violencia y Estado


En la teoría de Weber no se entiende que sólo el gobierno utiliza la violencia, sino que los
individuos y organizaciones que pueden legitimar la violencia o pronunciarse sobre su
legitimidad son precisamente aquellos autorizados para ello por el Estado. Max Weber
define el Estado como "una organización política de carácter institucional y continuado" en
la que "su aparato administrativo reclama con éxito el monopolio de la fuerza legítima para
la realización del ordenamiento vigente.
“Estado es aquella comunidad humana que, dentro de un determinado territorio (el
“territorio” es elemento distintivo), reclama (con éxito) para sí el monopolio de la violencia
física legítima. Lo específico de nuestro tiempo es que a todas las demás asociaciones e
individuos sólo se les concede el derecho a la violencia física en la medida en que el Estado
lo permite. El Estado es la única fuente del “derecho” a la violencia.”.
«El Estado [moderno] sólo se puede definir sociológicamente por referencia a un medio
específico que él, como toda asociación política, posee: la violencia física. «Todo Estado está
fundado en la violencia», dijo Trotsky en Brest-Litowsk. Objetivamente esto es cierto. Si
solamente existieran configuraciones sociales que ignorasen el medio de la violencia, habría
desaparecido el concepto de Estado y se habría instaurado lo que, en este sentido específico,
llamaríamos anarquía.
La violencia no es, naturalmente, ni el medio normal ni el ̇único medio de que el Estado se
vale, pero sí es su medio específico. Hoy, precisamente, la relación del Estado con la
violencia es especialmente íntima. En el pasado las más diversas asociaciones, comenzando
por la asociación familiar (Sippe), han utilizado la violencia como un medio enteramente
normal. Hoy, por el contrario, tendremos que decir que Estado es aquella comunidad
humana que, dentro de un determinado territorio (el territorio es un elemento distintivo),
reclama (con éxito) para sí el monopolio de la violencia física legítima. Lo distintivo de
nuestro tiempo es que a todas las demás asociaciones e individuos sólo se les concede el
derecho a la violencia física en la medida en que el Estado lo permite. El Estado es la única
fuente del derecho a la violencia.
El Estado, como todas las asociaciones o entidades políticas que históricamente lo han
precedido, es una relación de dominación de hombres sobre hombres, que se sostiene por
medio de la violencia legítima (es decir, de la que es considerada como tal). Para subsistir
necesita, por tanto, que los dominados acaten la autoridad que pretenden tener quienes en
ese momento dominan. existen tres tipos de justificaciones internas para fundamentar la
legitimidad de una dominación.
En primer lugar, la legitimidad del eterno ayer, de la costumbre consagrada por su
inmemorial validez y por la consuetudinaria orientación de los hombres hacia su respeto.
Es la legitimidad tradicional, como la que ejercían los patriarcas y los príncipes
patrimoniales antiguos.
En segundo término, la autoridad de la gracia (carisma) personal y extraordinaria, la
entrega puramente personal y la confianza, igualmente personal, en la capacidad para las
revelaciones, el heroísmo u otras cualidades de caudillo que un individuo posee. Es esta
autoridad carismática la que detentaron los Profetas o, en el terreno político, los jefes
guerreros elegidos, los gobernantes plebiscitarios, los grandes demagogos o los jefes de los
partidos políticos.
Tenemos, por último, una legitimidad basada en la «legalidad», en la creencia en la validez
de preceptos legales y en la competencia objetiva fundada sobre normas racionalmente
creadas, es decir, en la orientación hacia la obediencia a las obligaciones legalmente
establecidas; una dominación como la que ejercen el moderno «servidor público» y todos
aquellos titulares del poder que se asemejan a él. Es evidente que, en la realidad, la
obediencia de los súbditos está condicionada por muy poderosos motivos de temor y de
esperanza (temor a la venganza del poderoso o de los poderes mágicos, esperanza de una
recompensa terrena o ultraterrena

El Capitalismo en Max Weber.


Weber presenta el problema de la especificidad de Occidente del siguiente modo. El
capitalismo, en principio, es un fenómeno de alcance universal, presente en todas las épocas
históricas:
“Lo decisivo de la actividad económica consiste en guiarse en todo momento por el cálculo
del valor dinerario aportado y el valor dinerario obtenido al final, por primitivo que sea el
modo de realizarlo. En este sentido, ha habido «capitalismo» y «empresas capitalistas»
(incluso con relativa racionalización del cálculo del capital) en todos los países civilizados
del mundo,
Weber comienza por refutar la noción de sentido común acerca del capitalismo. Así, el
capitalismo no es simplemente afán de lucro, de ganancias desmedidas. Afán de lucro»,
«tendencia a enriquecerse», sobre todo a enriquecerse monetariamente en el mayor grado
posible. Son tendencias que se encuentran por igual en los camareros, los médicos, los
cocheros, los artistas, los funcionarios corruptibles, los jugadores, los mendigos, los
soldados, los ladrones, los cruzados: en all shorts and conditions of men, en todas las épocas
y en todos los lugares de la tierra, en toda circunstancia que ofrezca una posibilidad objetiva
de lograr una finalidad de lucro
Weber apunta a un hecho inherente a la producción mercantil: la existencia del afán de
lucro. Ahora bien, el sociólogo alemán observa que en las sociedades precapitalistas dicho
afán se expresa en la búsqueda de ganancias desmesuradas (por ejemplo, en la rapiña de
los bienes de los conquistados, como fue el caso de las Cruzadas, la conquista de América,
etc., etc.). Esto es consecuencia (y Weber no dice nada al respecto, porque ignora en la
introducción la existencia de la economía “natural” – es decir, aquella que produce bienes
de uso para el consumo del individuo y/o el grupo -) de que en dichas sociedades el mercado
es una institución menor en el mar de una economía que produce valores de uso y no
mercancías.
“El capitalismo debería considerarse precisamente como el freno o, por lo menos, como la
moderación racional de este impulso irracional lucrativo. Ciertamente, el capitalismo se
identifica con la aspiración a la ganancia lograda con el trabajo capitalista incesante y
racional, la ganancia siempre renovada, a la «rentabilidad». Y así tiene que ser; dentro de
una ordenación capitalista de la economía, todo esfuerzo individual no enderezado a la
probabilidad de conseguir una rentabilidad está condenado al fracaso.” (p. 9).
El fundamento del capitalismo es la separación, llevada adelante por medios violentos, del
productor directo respecto a los medios de producción y los medios de subsistencia, con la
consiguiente necesidad de vender su fuerza de trabajo en el mercado y la correlativa
extracción de plusvalor por el capitalista (dueño de esos medios de producción). El cálculo
exacto, la racionalidad capitalista, es una consecuencia de esto. Una vez concretada la
expropiación de los trabajadores, la coerción extraeconómica (la violencia pura y simple)
pasa a un segundo plano, y se impone la lógica del capital. Todo esto queda oscurecido en la
introducción, en la que el factor cultural (el cálculo racional) queda poco a poco en el centro
de la escena.

Semana 11. El Formismo de George Simmel. La conciencia


individual, estructuras sociales, filosofía del dinero, el secreto. La
sociología del Olor.
El Formismo de George Simmel.
Simmel creía que los seres humanos eran básicamente actores que podían adaptarse a
estructuras sociales cambiantes que interactuaban con su mundo. La capacidad de
adaptación afectaría a la forma en que cada individuo mantenía las estructuras creativas.
Esto significa que las estructuras sociales y culturales tienen su propia individualidad.
Desarrolló una sociología macro sociológica de las formas de la sociedad al tiempo que una
microsociología de los contenidos de la sociedad. Simmel, como Weber, parte de las
interacciones individuales a la hora de definir a la sociedad. Cree que son los individuos en
sus acciones recíprocas las que crean las estructuras sociales que se superponen encima de
ellos. El individuo parte de la libertad creativa, que Simmel asocia a los contenidos de la
sociedad, pero inconscientemente crean una red de formas de la sociedad como el conflicto,
la dominación y las normas, a las que luego termina sometido. Los seres humanos son
quienes crean la sociedad, y no la sociedad quienes crean al individuo.
De una manera similar al pensamiento de Marx, que piensa la sociedad en términos
dialécticos y de conflicto, Simmel hará lo propio cuando piensa en la relación entre
individuo y sociedad. La manera en que la sociedad logra la cohesión de los individuos es a
través de las formas de la sociedad, que mediante la aplicación de modelos y reglas logra
socializar, normalizar, institucionalizar y estandarizar la vida exterior y particular de los
individuos. Simmel reserva al individuo una interioridad, una vida íntima, como un
contenido de la sociedad que se halla en conflicto contra las formas de la sociedad que él
mismo, paradójicamente, ha creado. Si las formas de la sociedad responden al orden social,
los contenidos de la sociedad refieren a la libertad individual.
Debido a ello, es que Simmel no considera a la sociedad como una realidad exterior, estática
o permanente, sino como un proceso emergente (es decir, a una creación que parte de las
interacciones individuales). Los contenidos de la sociedad son para Simmel los
sentimientos, los intereses, los impulsos y los objetivos de los individuos. De este hecho es
que Simmel concluye que los individuos, pese a que hayan creado formas de la sociedad que
se independizan de ellos mismos, siempre se encontrarán en conflicto contra ellas.Las
formas de la sociedad, dirá Simmel, nunca terminarán por consolidarse debido a este
perpetuo conflicto con los contenidos de la sociedad, es decir, con el individuo. Toda forma
social tiende al cambio, porque el individuo siempre se haya en conflicto con ella.
El dinero, una de las formas de la sociedad por excelencia, es uno de los mejores ejemplos
de la sociología de las formas y los contenidos de Simmel. Los individuos, movidos por sus
intereses (por los contenidos de la sociedad) se vieron necesitados del comercio del trueque
para intercambiar los productos que tenían en exceso por productos de los que carecían.
Luego de desarrollar esta actividad, para sustituir al trueque inventaron el dinero (o sea,
crearon una forma de la sociedad). Simmel concluye que luego de esta operación, el dinero
adquiere vida propia, se independiza de sus creadores, y termina por transformar y
dominar la vida de los individuos.

La conciencia individual
Individual que brota del individuo particular y a éste se dirige; pretende así desvincular la
moral de los universalismos para conectarla a la realidad individual de la vida humana.
Simmel (Simmel, 2003 [1918]: 69), ya lo hemos dicho, construirá su ética desde la vida y
desde el concepto central de vida, mientras que Kant lo hace partiendo de lo puramente
conceptual, de la abstracción del deber en la que se aleja de la vida.
Simmel entiende que en Kant "lo universal se revela como una suerte de poder divino que
reina sobre lo individual" (Leyva, 2007: 49), considerando el individuo que el deber que
emana de esta ley universal no es un deber que se ponga a sí mismo, sino que viene de fuera
y que desde fuera coacciona su vida individual. El contenido de deber de la ley individual es
asumido por el individuo como procedente de su propia vida y como un imperativo que se
pone a sí mismo para el desarrollo de su individualidad. Lo que pretende en última instancia
no es tanto sustituir la ética kantiana, sino reformular su ley para hacer de lo universal y
coercitivo algo individual y legitimado por el individuo como proveniente de su vida; es
decir, lo que pretende es lograr una síntesis superior de los conceptos de universal e
individual: la 'objetividad de lo individual'. Con el concepto de 'objetividad de lo individual'
Simmel supera la distinción clásica entre lo universal y lo individual sin perder el carácter
diferencial y autónomo de la individualidad ni el carácter normativo de la ley moral. Realiza,
como señala Leyva, una 'vitalización de lo universal' y una 'individualización de lo universal'
que hacen de la ley moral una ley apta para todos los individuos y que sin embargo nace de
cada uno de ellos y en su núcleo interno y autónomo de formación encuentra legitimidad
para la acción individual.
Distingue dos tipos de individualidad: la 'individualidad pasiva', que es la individualidad
artificial de las generalidades y aparece cuando se aísla un fragmento de la unidad diversa
del ser vital que fluye continua y constantemente y se apresa en conceptos que lo separan
de su fuente vital. Y la 'individualidad activa', que es aquella que se mantiene en el proceso
vital del que forma parte vinculada a la energía vital que la dota de sentido. En la medida en
que cada individualidad del proceso vital apunta hacia la unidad vital interna de la totalidad
del ser vivo, esta totalidad es en sí misma una individualidad, pero individualidad diversa.
Para Simmel todo lo real es individual, porque la realidad es, como veremos en poco, estrato
o forma de manifestación de la vida, que en sí misma es una totalidad individual (Simmel,
2003 [1918]: 56). Esta idea no es original de Simmel, sino que, como explica en Del ser y del
devenir (Simmel, 2006 [1910]: 81), es el filósofo alemán Schleiermacher el que acuña –
siguiendo las tesis nominalistas- la frase de que 'todo lo real es individual'; para éste la
forma individual es una realización particular e incomparable al resto de la totalidad del
universo. Simmel le llama "individualista metafísico" (Simmel, 2006 [1910]: 82) porque
afirma que el universo existe en la absoluta individualidad de cada elemento particular.
El principio moral que marque la exigencia del deber moral ha de estar dotado, a fin de
evitar que en la realización de la máxima moral la vida no escape hacia un mundo ideal y
normativo, de un contenido vital que parta de la propia vida. Se trata de que en el desarrollo
de la exigencia moral la vida no entre en contradicción consigo misma: A partir de ahí se
hace comprensible que la vida moralmente debida sólo pueda ser conocida, en principio, de
modo idéntico a como lo es la vida real (por más que la especificación conceptual de la una
y la otra nos reserven adicionalmente suficientes diferencias y dificultades de índole,
digamos, técnica y secundaria) y que, en consecuencia, hayan fracasado todos los intentos
encaminados a derivar el deber de un a priori abstracto contrapuesto a la vida(Simmel,
2003 [1918]: 92).
En resumen, Simmel propone una ley de exigencia ética y contenido normativo que sea
individual pero universal y objetiva, y que por su carácter y fundamento vivencial no es
posible apresar en conceptos. Una ley que conecte cada acto aislado con la totalidad vital
del individuo y que en esa medida exija de él una responsabilidad en cuanto a su totalidad.
Una ley que parte de la propia vida -del proceso vital, no de sus contenidos- y que refiere a
la propia vida, no estando condicionada por una instancia superior y externa que la obligue
a desarrollarse hacia tal o cual fin; el fin es el desarrollo vital en sí mismo y desde sí mismo.
Esta ley, aunque no conceptualizable porque no es lógico- racional, es válida para cada
individuo y para todos ellos y capaz de condicionar su acción sin perder legitimidad porque
atiende a los rasgos individuales de la personalidad. Con la noción de ley individual, dice
Leyva, Simmel invierte el proceso kantiano de construcción del imperativo moral: ya no
desde lo universal a lo particular, sino de lo particular o individual a lo universal, a fin de
evitar una ley moral universal vacía de contenido para el caso particular de la vida
individual y concreta (Leyva, 2007: 50).

estructuras sociales,
La estructura social es el ordenamiento o la forma en que se dan las relaciones sociales entre
los individuos de una sociedad determinada. Dicha organización es cambiante y
adaptable tal y como los propios individuos de la comunidad y opera a la manera de un
sistema con sus reglas sus mecanismos y sus procesos. Así como sus valores y contenidos.
La estructura social es omnipresente, es decir abarca el total de la sociedad. Pero no es algo
tangible es un ordenamiento que los individuos asumen como natural propio o espontáneo
En ese sentido disciplinas como sociología psico social antro social y otras se ocupan de
hacerla visible y de comprender sus alcances características y consecuencias. Así de la
estructura social se derivan 4 elementos centrales en su funcionamiento.
1. Las interacciones normativas son el modo aceptado o correcto de hacer las cosas en
una sociedad determinada y en un tiempo determinado de acuerdo a la costumbre, leyes o
protocolos que regulen las interacciones sociales en base a valores morales y políticos
2. Las estructuras de desigualdad : Como las clase sociales, las castas y otras formas de
discriminación basadas en rasgos económicos raciales de género, et. que otorgan poder a
alguno y exigen sumisión de otros.
3. Las instituciones sociales son los modos de organización que la sociedad refuerza encada
generación y valora por encima de otra familia, ciertos tipos conformaciones, partidos
políticos
4. Los aspectos demográficos y medioambientales: Los modos en que la sociedad
regula su crecimiento poblacional y lidia con su entorno. las dinámicas urbanas

Filosofía del dinero según Simmel


Simmel ve el dinero como un componente de la vida que nos ayuda a comprender la
totalidad de la vida. Simmel creía que las personas creaban valor al hacer objetos, luego al
separarse de esos objetos y luego tratar de superar esa distancia. Descubrió que las cosas
que estaban demasiado cerca no se consideraban valiosas y las cosas que estaban
demasiado lejos para que las personas las pudieran obtener tampoco se consideraban
valiosas. En la determinación del valor se tiene en cuenta la escasez, el tiempo, el sacrificio
y las dificultades que implica la obtención del objeto.
Para Simmel, la vida en la ciudad conduce a una división del trabajo y una mayor
financiarización. A medida que aumentan las transacciones financieras, se hace hincapié en
lo que puede hacer el individuo, en lugar de en quién es el individuo. Están en juego
cuestiones financieras además de las emociones.
Simmel nos habla de tres formas sociales que, según él, se han vuelto fuertemente
autónomas con la modernidad (incluso podríamos decir que, según él, la autonomía de estas
tres formas es el pilar fundamental de la modernidad). Estas tres formas son las del derecho,
es decir, la forma que adoptan en la edad moderna las formas de conducta normativa;
dinero, la forma moderna de relaciones de intercambio; e intelectualidad, una forma
moderna de relaciones basadas en la transmisión del conocimiento. Simmel nos dirá que
estas tres formas, al empoderar a los individuos, para que se conviertan en un elemento de
la cultura objetiva, obtendrán el poder de determinar formas de interacción.
“Las tres, ley, intelectualidad y dinero, se caracterizan por la indiferencia hacia la
particularidad individual; las tres extraen, de la totalidad concreta de los movimientos
vitales, un factor abstracto, general, que se desarrolla según normas específicas y
autónomas, e interviene de ellas en el haz de los intereses existenciales, imponiéndoles su
propia determinación. Al tener así el poder de prescribir formas y direcciones a contenidos
que por naturaleza les son indiferentes, las tres introducen inevitablemente en la totalidad
de la vida las contradicciones que aquí nos ocupan. Cuando la igualdad se apodera de los
fundamentos formales de las relaciones humanas, se convierte en el medio más agudo y
fructífero de expresar las desigualdades individuales; respetando los límites de la igualdad
formal, el egoísmo ha tomado a su lado de los obstáculos internos y externos y ahora posee,
con la validez universal de estas determinaciones, un arma que, al servicio de todos, también
sirve contra todos."
En Simmel, el valor de un producto se basa inicialmente en la apreciación subjetiva. Con la
creciente complejidad de la sociedad, el intercambio adquiere el estatus de hecho social.
Para facilitar el intercambio es necesario el dinero. El valor de las cosas se refleja en dinero.
En él, el mundo de los valores y el de las cosas concretas chocan: “El dinero es la araña que
teje la red social”. Es tanto un símbolo como la causa de una comparativa o relativización de
todas las cosas y una externalización. Como todo se puede cambiar por todo porque recibe
una medida de valor idéntica, se produce un ajuste (nivelación) al mismo tiempo, que ya no
genera diferencias cualitativas. La victoria del dinero es de cantidad sobre calidad, de
medios sobre fin. Solo lo que tiene un valor monetario es valioso.

El secreto Según Simmel.


Según Simmel, en grupos pequeños, los secretos son menos necesarios porque todos
parecen ser más similares. En grupos más grandes, los secretos son necesarios como
resultado de su heterogeneidad. En las sociedades secretas, los grupos se mantienen unidos
por la necesidad de mantener el secreto, una condición que también genera tensión porque
la sociedad se basa en su sentido de secreto y exclusión. Para Simmel, el secreto existe
incluso en relaciones tan íntimas como el matrimonio. Al revelar todo, el matrimonio se
vuelve aburrido y pierde toda emoción. Simmel vio un hilo general en la importancia de los
secretos y el uso estratégico de la ignorancia: para ser seres sociales capaces de afrontar
con éxito su entorno social, las personas necesitan dominios secretos claramente definidos.
Además, compartir un secreto común produce un fuerte "sentimiento" común. El mundo
moderno depende de la honestidad y, por lo tanto, una mentira puede considerarse más
devastadora que nunca. El dinero permite un nivel de secreto nunca antes alcanzado,
porque el dinero permite transacciones "invisibles", debido al hecho de que el dinero es
ahora una parte integral de los valores y creencias humanos y es posible comprar el silencio.

La sociología del Olor.


Cada individuo, emite y percibe olores, olemos, y tales olores tienen papeles muy
importantes en virtualmente todas las áreas de la interacción social: al comer y beber, en la
salud, el hogar, la terapia, al reducir el estrés, en la religión, la industria, el transporte, en las
relaciones de clase y étnicas, y en el cuidado personal. Los olores están por doquier ejercen
una amplia variedad de funciones. Los olores también son un buen negocio. El olor es algo
que] marca límites y distancias, un símbolo de estatus, una técnica para dejar una buena
impresión, una broma o protesta de un escolar, una señal de peligro. Los olores avivan
recuerdos y despiertan el apetito, tanto el culinario como el sexual.
los olores son manifestaciones de lo que uno es, no sólo de manera literal (…), sino de
manera metafórica. Los olores definen al individuo y al grupo, al igual que los define la vista,
el oído y los otros sentidos pero, ¿cómo es que los sentidos pueden definir al individuo y al
grupo en un sentido de identidad y de moralidad? Esta respuesta es muy interesante, pues
cada sociedad huele (tanto en el sentido de “percibe” como en el de “tiene un olor
característico”) de manera diferente.
para referirnos a los olores no hay un lenguaje propio, pues suele decirse que algo huele
bien, o que huele mal, o se hace referencia a otros sentidos, huele áspero o suave, incluso se
puede decir que algo huele como otro objeto; huele a café, huele a rosas, etcétera.
Entonces, si cada sociedad –y las divisiones que se puedan dar dentro de la misma– tiene un
modo diferente de referirse a las cosas y de percibirlas, los olores no pueden nombrarse de
manera perfectamente universa
Kant diría: cada sociedad y cada individuo categoriza sus percepciones de un modo
diferente. Es aquí donde se forma la moral de individuo y de grupos con base en el olor: lo
que huele bien es bueno y lo que huele mal es malo. Para la gente común el olor a cerdos
puede ser repulsivo, pero para un porcicultor huele bien, huele a dinero. Para quien vivió
en granjas de pequeño, el olor a estiércol de vaca evoca buenos recuerdos. Por lo tanto, el
que algo huela “bien” o “mal” está directamente relacionado con las concepciones sociales y
psicológicas que se tengan: el olor físico y la realidad metafísica son simbólicamente
recíprocos.

Semana 12. La Sociología de las Formas. La ciudad y sus Imágenes.


La especificidad de la disciplina sociológica es el estudio de las formas, con independencia
de los contenidos, de la vida social; las formas de vida social, en tanto estilizaciones de dicha
vida en su eterno despliegue, son aprehensibles de manera estética; en tanto expresiones
de la cultura humana, son aprehensibles de manera artística; y por ello, en definitiva, la
captación de las culturas y los estilos de las formas de vida social deviene posible a través
de la sociología como mirada artística y estetizante de las mismas.
El término ‘capital social’ ha sido empleado como etiqueta y como un término sombrilla-
genérico para explicar variopintos fenómenos. Se ha conceptualizado como una especie de
‘entidad’, que es medible, en relación a personas, grupos, organizaciones, comunidades,
países y regiones. Es entendido como ‘algo que está ahí’, como variable independiente, por
ejemplo, en la creación de capital humano (habilidades, conocimiento y experiencia),
instituciones democráticas más eficientes, la reducción del crimen, acceso a mejor
educación y empleo, movilidad social, erradicación de la pobreza, entre otros conceptos
asociados. No obstante, su uso ha sido tan diverso que ha evolucionado hasta transformarse
en una especie de panacea de las enfermedades que afectan a las sociedades (Portes, 1999).

El capital social, como forma


El capital social ha sido conceptualizado de muchas maneras: como un constructo socio-
estructural y psicológico, como un fenómeno micro y macro, como una metáfora y también
como un conjunto de recursos concretos. En otras palabras, por ‘capital social’ se denomina
a las características específicas del entorno social, el cual es muy diverso, pero que puede
facilitar la cooperación de las personas (Parts, 2013)8.
Se pueden identificar cuatro características y hechos en la sociedad, que han sido
categorizados con el término ‘capital social’, estas son: i) las relaciones personales; ii) el
apoyo de las redes sociales; iii) el compromiso cívico; y iv) la confianza y las normas de
cooperación.
Además de estas descripciones de los fenómenos en la realidad que denominamos por
‘capital social’, se le han asignado funciones en una variedad de contextos: 1) como fuente
de control social, 2) como fuente de apoyo familiar y 3) como fuente de beneficios a través
de las redes, incluyendo resolver problemas de acción colectiva.
A pesar de las diferencias de tesis sobre el ‘capital social’ (i.e. el sentido del término),
rescatamos la idea de que hay ciertas relaciones sociales, vínculos e interacciones sociales
que tienden a crear normas, instituciones o formas de organización que promueven la
confianza y la cooperación y coordinación entre las personas, en las comunidades y/o en la
sociedad en su conjunto. Debido a que los seres humanos confían y logran coordinar y
cooperar es que pueden resolver problemas de acción colectiva. Hay aspectos estructurales
que facilitan la interacción social y aspectos cognoscitivos o más psicológicos, que
predisponen a la personas a actuar de una manera socialmente beneficiosa (Parts, 2013). A
toda esta situación se le denomina ‘capital social’.
En cualquier caso, es importante destacar que estos autores consideran que el acceso de los
individuos a los recursos (i.e. capital social) depende de su participación en alguna forma
de relación social (Herreros, 2004) y que al relacionarse las personas y generarse
instituciones, se generan esos recursos, y dentro de esos recursos también hay normas e
instituciones.
En las ideas de Simmel, la existencia de cada individuo es singular. Es decir, las personas en
su individualidad y singularidad, somos portadoras concretas e inmediatas de toda realidad
histórica. Poseemos una “individualidad única de nuestro propio yo, que, como dibujado por
líneas ideales, rodea nuestra realidad perceptible” (Simmel, 1986, p.44).
Por lo tanto, “uno podría sostener que sólo las partes materiales singulares [los individuos]
serían la verdadera ‘realidad’, mientras que sus movimientos y modificaciones mutuamente
causados, por ser algo nunca asible, en cierto modo sólo serían realidades de segundo
grado” (Simmel, 2002, pp.33-34). Se podría afirmar que, “palpando lo tocable, sólo
encontraríamos individuos, y entre ellos nada más que espacio vacío” (Simmel, 2002, p.34).

La Igualdad de Género como Forma


La igualdad de género es la imparcialidad real en los derechos y obligaciones entre hombres
y mujeres, niñas y niños. Es decir, la igualdad de género es el trato equitativo entre hombre
y mujeres. Por ejemplo, que ambos géneros puedan tener una libre participación en la
política de su país, el acceso a las mismas oportunidades laborales, a la posesión de bienes,
El reconocimiento de los derechos y obligaciones entre hombres y mujeres ha cambiado a
lo largo de la historia. Jurídicamente a inicios del siglo XX, las mujeres comenzaron a tener
participación en la vida política. Es por lo anterior que, la igualdad de género es un tema que
lleva décadas en la agenda de organismos internacionales. Esto debido a las implicaciones
que tiene para la calidad de vida de cada integrante de la sociedad, sin importar su sexo ni
preferencia sexual.
América Latina y el Caribe es la región del planeta con más desigualdad, discriminación y
violencia. La situación afecta a millones de niñas, niños y adolescentes. Las identidades,
vivencias, oportunidades y discriminaciones que experimentan niñas, niños y adolescentes
no son homogéneas; cambian según el lugar de residencia, las normas sociales y la condición
de pobreza. A eso se le suman factores como vivir con algún tipo de discapacidad, pertenecer
a comunidades indígenas o afrodescendientes, además de las necesidades específicas de
niñas y adolescentes por el hecho de ser mujeres y menores de edad.

Identidad de Genero
El género es una construcción social. Y se ha construido históricamente en base al sexo con
el que nacemos: si naces con vagina te toca ser mujer, femenina, y si naces con pene te toca
ser hombre, masculino. La cuestión es que puedes estar de acuerdo con esta asociación,
identificarte con el género que te ha tocado, o no. La identidad de género es la identificación
con los contenidos del género, es decir, con el modelo de persona masculina o femenina que
cada individuo construye sobre sí mismo, y forma parte de la identidad personal.
La identidad de género se construye, primeramente, sobre el sexo con el que se nace, y luego
mediante los procesos simbólicos que en una cultura dan forma al género. Es decir, la
cultura dispone lo que se asocia con el género masculino y lo que se asocia con el género
femenino, y cada persona se va identificando con estos elementos, estando condicionada
por el sexo con el que ha nacido y la interacción con el aprendizaje de roles, estereotipos y
conductas.
La identidad de género se manifiesta cuando, por ejemplo, un niño rechaza que le pongan
un vestido porque “es de niñas”. En esta línea cabe mencionar la teoría de la
performatividad de Judith Butler, que según ella el género no es más que una repetición
estilizada de actos y, de hecho, se constituye a través de ellos.
La identidad de género está históricamente construida de acuerdo con lo que la cultura
considera “masculino” o “femenino” en ese momento, y estos son criterios que pueden ir y
van transformándose. Además, la construcción de la identidad de género se ve al mismo
tiempo influida por la clase social, la etnia, la raza, etc. Por ejemplo, no se concibe de la
misma manera la feminidad de una mujer de clase alta que la de una mujer pobre.
La identidad de género y la identidad sexual convergen en la construcción que hace el sujeto
de sí, sin embargo, la primera es más general e incluye aspectos no estrictamente biológicos,
en tanto que la segunda se relaciona principalmente con el reconocimiento que los sujetos
hacen respecto a sus órganos sexuales. La identidad de género por tanto añade una
dimensión psicológica de identificación que puede ser independiente de los caracteres
fenotípicos que todos los seres humanos poseen en función de condicionantes biológicos;
estos pueden ser independientes del ámbito psicosocial, a pesar de que en la mayor parte
de las personas existe una correlación entre ambos.
Cuando se hace referencia a la expresión de género se alude a la exteriorización de la
identidad de género de una persona (Ferreyra, Marcelo, IGLHRC). El sexo genotípico está
determinado por dos cromosomas sexuales, X e Y. Cromosomas XX es para mujer y
cromosomas XY es un varón. El sexo fenotípico está determinado por el desarrollo de los
genitales internos y externos. El genotipo XX conduce a una persona con ovarios, oviductos,
útero, cuello uterino, clítoris, labios genitales y vagina, una hembra humana. El genotipo XY
lleva a una persona con testículos, vesículas seminales, pene y escroto a ser un macho
humano. Pero la identidad autodesignada a veces no coincide con el sexo asignado al nacer.
Toda sociedad tiene un conjunto de esquemas de género, una serie de «normas,
prescripciones sociales o estereotipos culturales relacionados con el género»33 que sirven
de base para la formación de una identidad social en relación con otros miembros de esa
sociedad y que, en consecuencia, dan origen a la identidad de género. La identidad de género
es parte de una serie de círculos de pertenencia, como lo menciona Gilberto Giménez
(1996), a los que el sujeto se adscribe a partir del reconocimiento que hace de sí y de los
otros, durante las interacciones que se suscitan en espacios y momentos específicos.

El arte como forma social.


El arte, como forma de conciencia social, refleja la realidad en cualquiera de sus nexos y
relaciones y abarca toda la vida humana. El arte es un reflejo creador en forma de imágenes
artísticas y constituye un importante medio de asimilación y creación estética del mundo.
el mundo puede ser asimilado estéticamente por cualquier ser humano, pero la diferencia
entre el artista y el profano consiste en que el primero posee capacidades especiales, las
cuales podrá desarrollar un medio social propicio, reflejando la realidad en forma de
imágenes que rebasan los marcos de una vivencia ordinaria, por su grado de profundidad y
originalidad, a la par que él siente la imperiosa necesidad de producir, plasmar, objetivizar
mediante la obra de arte, sus experiencias, conocimientos y sentimientos, su modo interior.
La forma específica de reflejo de la realidad en el arte es la imagen artística. La imagen
artística constituye la «célula principal» del arte y en ella se reflejan aspectos esenciales de
la realidad en relación con el hombre y la mujer. La verdad en el arte tiene características
diferentes a la verdad en la ciencia, por cuanto al artista puede plasmar en las obras hechos
imaginarios que no niegan la realidad. Aquí lo verídico no se traduce obligatoriamente en lo
que es o lo que fue; también encierra del «debe ser» que se objetiviza en la obra artística en
correspondencia con las condiciones sociohistóricas y la atmósfera espiritual dentro del
cual se desenvuelve el creador, con el grado de originalidad y fantasía del mismo y el nivel
de desarrollo de las demás formas de la conciencia social. Además, en la obra de arte está
presente el mundo interior del creador, la verdad es dada a través del prisma de lo
individual, la realidad es una realidad – valorada.
En el arte una misma realidad, un mismo sentimiento o contenido, puede ser recreado de
diferentes formas y lograr en cualesquiera de las variantes una poderosa influencia sobre el
hombre y la mujer, al permitirle reflexionar, complacerse, extasiarse o sobrecogerse frente
a la obra terminada. En la que de manera coherente y armónica se vincula el contenido a la
forma, relación de índole imprescindible para la existencia de lo artístico. Sentimientos
como el amor, la amistad, la maternidad, el patriotismo, han sido tratados en el arte en
distintas épocas y países, desde diferentes posiciones clasistas e individualistas y utilizando
formas de expresión diversas con resultados análogos: grandes obras maestras.
El artista siente la necesidad, a diferencia del individuo corriente, de plasmar sus vivencias,
sus experiencias en la obra de arte, pero él tendrá presente un objetivo a lo largo de todo el
proceso de creación artística, la creación para otro, para un público o receptor determinado,
con el que debe lograr una determinada comunicación, un tipo de acercamiento. De ahí que
el proceso de creación artística haya tres elementos fundamentales: el creador o artista, la
obra de arte, el receptor o público a quien va dirigida la creación.
Al transmitir el artista su mundo interior a la obra de arte, plasmará y trasmitirá a la misma,
una determinada ideología, valores estéticos y un conocimiento dado. El artista plasma en
la obra una realidad dada, expresando sus contradicciones, consciente o inconscientemente,
ya que él mismo es producto de determinadas relaciones sociales y representante de una
clase o grupo social, lo cual se transmite de alguna forma a la obra, que no es más que la
materialización de una realidad a través del prisma de su creador, por lo que cada una lleva
impreso el signo de la personalidad del artista y es, por tanto, irrepetible.

La ciudad y sus Imágenes


La imagen de una ciudad no es algo que se construye artificialmente por el impulso, más o
menos bien intencionado, de unos gestores públicos. El posicionamiento y la imagen que
una ciudad transmite es la suma de muchos ingredientes que, a veces, juegan a favor y en
otras ocasiones en contra. La imagen de una urbe debe más a sus aspectos intangibles que
a las apariencias. Sin embargo, cómo se gestiona la imagen de una población es algo de una
gran transcendencia no solo para el visitante ocasional sino, fundamentalmente, para el
propio ciudadano.
El consistorio madrileño de la anterior legislatura es todo un ejemplo y un modelo de
buenas prácticas en más de un sentido. Nacho Padilla, el gestor de la comunicación del
Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena consiguió no solo unos resultados en lo
formal de un gran nivel sino, paralelamente, un modelo de gestión transparente y
diversificado en cuanto a sus autores. Este modelo, con el que se puede estar de acuerdo o
no con los mensajes y la ideología que había detrás, nos sirve para reflexionar sobre los
caminos a recorrer en el futuro y las consecuencias que esos caminos tienen sobre la imagen
de una ciudad.
Parece haber una imagen pública de cada ciudad, que es el resultado de la superposición de
muchas imágenes individuales.... Los contenidos de las imágenes de la ciudad que se han
estudiado hasta aquí y son referibles a las formas físicas, pueden para mayor comodidad ser
clasificadas dentro de 5 tipos de elementos, a saber

1. Sendas: Son los conductos que sigue el observador normalmente,


ocasionalmente o potencialmente.

2. Bordes: Son los elementos lineales que el observador no usa o considera sendas. Es él
limite entre dos fases, rupturas lineales de la continuidad, como ser vías del ferrocarril,
bordes de desarrollo, muros. Estos bordes pueden ser suturas (líneas según las cuales se
relacionan y unen dos regiones).

3. Barrios: (Áreas) El observador entra en su seno mentalmente y son reconocibles


como si tuvieran un carácter común que los identifica.

4. Nodos: Son los puntos estratégicos de una ciudad a los que puede ingresar un
observador y constituyen los focos intensivos de los que parte o a los que se encamina.
Pueden ser ante todo confluencias, sitios de una ruptura en el transporte, un cruce o
convergencia de sendas, momentos de paso de una estructura a otra.
Los nodos pueden ser, sencillamente concentraciones cuya importancia se debe a que son
la condensación de determinado uso o carácter físico, como ser una esquina donde se reúne
la gente o una plaza cerrada. Algunos de estos nodos de concentración constituyen el foco
y epítome de un barrio, sobre el que irradian su influencia y del que se yerguen como
símbolos.

5. Mojones: Los mojones son otro tipo de punto de referencia, pero en este
caso el observador no entra en ellos, sino que le son exteriores. Por lo común se trata de
un objeto físico definido con bastante sencillez por ejemplo un edificio. Algunos mojones
están distantes y se los utiliza como referencias radiales. Otros mojones son
fundamentalmente locales. La imagen de una realidad física determinada puede
cambiar ocasionalme.
No todas las imágenes de las ciudades sintetizan la imagen de una ciudad, pero sí la suma
de unas cuantas que en la mente de cada uno constituyen lo que la ciudad sugiere y
transmite al mundo. Craig Taylor en su magnífico ensayo sociológico Londoners (5) escribe
que, después de rechazar muchos de los tópicos que sirven para intentar definir lo que es
un londinense, llegó a la conclusión de que la única definición de “londoner” es “cualquier
persona que está alrededor de ti” en una calle o rincón de la ciudad.
No hay un retrato robot del londinense, no existe una foto fija de esa persona que pueda
considerarse el denominador común entre todos los londinenses; algo similar ocurre con
ese teórico icono que pueda representar a esta ciudad o a cualquier otra. Lo que sí ocurre,
sin embargo, es que las personas crean las imágenes y éstas acaban influyendo en la forma
de ser, de comportarse y de relacionarse de los ciudadanos estableciéndose así un
estimulante viaje de idea y vuelta.

La imagen de las ciudades en el Perú.


Ciudades del Perú. Las ciudades del Perú son conjuntos poblacionales surgido de la
aglomeración de centros poblados urbanos que cuentan con 15 000 o más habitantes. Las
aglomeraciones en la mayoría de los casos corresponden a distritos urbanos que se
encuentran aledaños y forman parte de una misma provincia. Aguas Calientes es una de las
ciudades más lindas de Perú, se localiza en el fondo de una gran garganta debajo del antiguo
Machu Picchu. Esta población se originó a iniciaciones del siglo XX con la creación del
Ferrocarril Peruano.
Perú, es un país rodeado de paisajes hermosos y espacios culturales que te harán volver una
y otra vez. Cuenta con montañas, ríos, lagos, cañones y exuberantes bosques nubosos. En
cada rincón encontraras pueblos y espacios indígenas se pueden hallar en todos estos
paisajes, inclusive algunos más remotos del Perú encontraras pequeñas ciudades y pueblos
hermosos.

Chimbote Ubicado en la playa peruana, Chimbote empezó como un pueblo de


pescadores durante el siglo XIX con una urbe de menos de 800 habitantes. Actualmente es
la fuente del 75% de la siembra de esta nación suramericana, y su población excede los
300.000. Si deseas visitarlo, podrá sentir el olor a pescado fermentado, aunque, vale la pena
por las sorprendentes vistas del océano.
El mar se encuentra al lado de bellas montañas, por lo que se crea un horizonte azul verdoso
nunca visto en otro lugar. El clima de Chimbote es ideal para dar una caminata por la plaza
en el día; y durante la noche es perfecto para conocer la visita al Malecón y a la planicie junto
al mar de Chimbote para ser espectador de los barcos que vuelven al puerto luego de una
fuerte faena de pesca.

Tingo María Situada en el corazón del Perú, Tingo María es capital de la bella provincia
de Leoncio Prado. Llamada cariñosamente por los habitantes como «la Puerta de la
Amazonia» y se pensaba que era un área inhabitable hasta la época de 1930.
Esta zona es famosa actualmente por su obtención de café y su especial clima tropical. Se
localiza en el valle del río Huallaga, en la asiento de la cordillera de piedra caliza conocida
como La Bella Durmiente, debido a que parece una mujer durmiendo. La ciudad cuenta con
una universidad especializa en silvicultura. Este territorio, además promete una muestra de
los bosques del Amazonas y la presencia de la Cueva de las Lechuzas o la Gruta de los Búhos.

Tarma Fundada en 1538 por los españoles, la ciudad de Tarma se localiza en la altiplanicie
peruana o tierras altas. Se estima como una de las ciudades más placenteras del Perú para
los turistas sin embargo es difícil llegar a ella por su elevación.
Está rodeado de encantadoras montañas y ubicado justo en la cima de la jungla. Esto lo
convierte en un lugar ideal si está pensando en conocer Perú para recorrer la Amazonía
central. Las emblemáticas gargantas de Tarma fueron el domicilio de los Incas, y sus lugares
permanecen, sin embargo, no en las mismas circunstancias que los de Machu Picchu. Tras
la llegada de los españoles, gran parte de la arquitectura del territorio presenta techos en
rojo y paredes en blanco, solía ser la moda del siglo XIX. Es un sitio perfecto para conocer
las ciudades más bellas del Perú.

Miraflores Es uno de las jurisdicciones más especiales de Lima. Está situado en los
animados acantilados costeros del Pacífico. Es uno de los importantes centros culturales de
toda Lima, con museos, galerías de arte y teatros Además, es un sitio turístico, al punto que
es centro de aclamados hospedajes como el Miraflores Park un hotel de cinco estrellas.
Igualmente hay boutiques, bares, restaurantes, discotecas, pubs y mucho más. Larcomar es
uno de los lugares más recomendados para disfrutar de la gastronomía peruana. Otra de sus
principales bondades son sus extensos parques, como el jardín que rodea a la Virgen
Milagrosa, en el cual se puede observar la Iglesia de la Virgen Milagrosa.

Ica. Es todo un oasis en el desierto que se encuentra a pocos kilómetros del antiguo Oasis
de Huacachina. Es el mayor fabricante de vino de Perú, asimismo de ser el primero en la
producción de Pisco. Desafortunadamente, la ciudad de Ica sufrió fuertes daño durante el
terremoto de 2007. Muchos de sus inmuebles aún continúan en reparación; aunque es el
domicilio del Museo Regional de Ica, que hospeda múltiples momias y aparatos
precoloniales. Igualmente está cerca de Nazca, donde se consiguen ver los populares dibujos
del Desierto de Atacama.

Puno. Se localiza cerca del lago Titicaca y es una de las localidades con mayor espacio
comercial. Es un sitio donde el pasado no se ha dejado de permanecer en su arquitectura
colonial, y muchos utilizan el tradicional atuendo vivo de la región. Es un territorio de
textiles elaborados de lana de alpaca y llama, así como herramientas tradicionales peruanas
para la venta como el siku de madera. Es estimada como la ciudad más folclórica del Perú.

Aguas Calientes. Es una de las ciudades más lindas de Perú, se localiza en el fondo de
una gran garganta debajo del antiguo Machu Picchu. Esta población se originó a iniciaciones
del siglo XX con la creación del Ferrocarril Peruano.
La población está separada geográficamente de las zonas circundantes debido a su vecindad
a montañas altísimas, selvas nubladas y al río Willkanuta. Esta localidad debe su nombre a
las aguas termales que adornan el sitio. Las viejas ruinas incas de Machu Picchu, que se
localizan a solo hora y media de caminata, que merecen de una visita, en especial se eres un
turista.
Arequipa Es considerada como la segunda localidad más grande y bella de Perú y gran
parte sus inmuebles son de diseño barroco, los cuales se fundaron a partir de la roca
volcánica blanquecina de esta misma montaña. Esta ciudad afronta con mucha frecuencia
terremotos, pero la piedra volcánica blanca hace que sus edificios sean resistentes. La bella
Catedral Basílica situada en la Plaza de Armas, la plaza principal de la localidad, es un
espacio de otro mundo, hasta que paso a ser parte del Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO desde el año 2.000.

La Rinconada. Es una localidad peruana situada en los Andes y es el sitio humano de


mayor elevación en la tierra. Está situada a 5.100 msnm, y se localiza cerca de la base de un
gran glaciar llamado como la Bella Durmiente. La Rinconada se encuentra cerca de una mina
de oro y se puede ver la actividad comercial que depende de sus 50.000 residentes. Su clima
es frío y se observan los picos nevados.

Semana 13. La Sociología de Karl Marx: Trabajo y Fuerza de


Trabajo, Valor de Uso y Valor de Cambio, la Plusvalía.
Semana 14. El Fetichismo de la Mercancía Base Y Superestructura.
Semana 15. Los cambios Históricos y sus contradicciones, la
alienación, Conciencia de clase y falsa conciencia, ideología.
Semana 16. La Teoría de las Clases Sociales en Marx, La Teoría del
cambio Social.

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