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Impreso en Donnebaum
Artículos de Literatura
Tatiana Calderón Le Joliff y Julio Zaráte
El laberinto fúnebre de la frontera y la deshumanización
del migrante en Las tierras arrasadas de Emiliano Monge 00
Denisse Lazo-González
Literatura chilena de la post-transición: una lectura a los
determinantes sociopolíticos de la narrativa
de Eltit y Fuguet 00
Pablo López-Carballo
De lo personal a lo colectivo. “Homenaje al lenguaje” de
Eduardo Milán 00
Artículos de Lingüística
Claudio Agüero San Juan, Juan Pablo Zambrano-Tiznado,
Federico Arena Rodrigo Coloma Correa
Análisis lingüístico y estereotipos en una sentencia penal
chilena 00
Reseña y Entrevista
Benjamín Escobar
Rojo, Grínor y Carol Arcos. Historia crítica de la literatura
chilena. Volumen II. La era republicana: Independencia y
formación del estado nacional. Santiago, Lom ediciones,
2018. páginas: 436. isbn 978-956-00-0992-0 00
Literature Articles
Tatiana Calderón Le Joliff y Julio Zaráte
El laberinto fúnebre de la frontera and the dehumanization of
the migrant in Las tierras arrasadas of Emiliano Monge 00
Denisse Lazo-González
Chilean post-transition literature: a reading of the socio-
political attachments of Eltit and Fuguet’s narrative fiction 00
Pablo López-Carballo
From the personal to the collective. “Homage to language”,
Eduardo Milán 00
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Linguistics Articles
Claudio Agüero San Juan, Juan Pablo Zambrano-Tiznado, Federico
Arena Rodrigo Coloma Correa
Linguistic analysis and stereotyping in a chilean criminal
sentence 00
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RESUMEN
En este trabajo, buscamos analizar la poética de la muerte Palabras clave:
en los procesos migratorios contemporáneos representados frontera, migrante,
por el ciclo infernal de los migrantes que cruzan la frontera cuerpo, testimonio,
en Las Tierras Arrasadas (2015) del escritor mexicano Emi- muerte
liano Monge. La lengua de la novela está compuesta por voces
fragmentarias, testimoniales, murmullos de los vivos y de los
muertos, cuyas historias son interrumpidas, devastadas. El va-
lor testimonial cruza el límite de la ficción y da una dimensión
distinta al relato al evitar la banalización de la violencia. Los
cuerpos de los migrantes, residuales y despojados de sentido,
están a la merced de seres abyectos. En el presente artículo,
estudiaremos cómo el espacio trágico de la frontera recrea, en
un relato frenético que se caracteriza por el delirio, la violencia
y la pérdida de la esperanza, lo que el autor presenta como el
“último holocausto de la especie” (341).
*1
Este trabajo se enmarca en dos proyectos de investigación: Fondecyt Regular n°
1151147 “Historia y memoria en la literatura de fronteras…”, ejecutado por Tatiana Cal-
derón Le Joliff en la Universidad Adolfo Ibáñez; y el proyecto sobre la representación
de la migración centroamericana en la literatura mexicana contemporánea del coautor
Julio Zaráte, autorizado por el laboratorio LLSETI de la Universidad Savoie Mont-Blanc.
**2
Franco-chilena. Doctora en Literatura Comparada por la Universidad Paris 13-
Nord y la Pontificia Universidad Católica de Chile. Académica de la Universidad Adolfo
Ibáñez, Santiago, Chile, tatiana.calderon@uai.cl.
***3
Mexicano. Doctor en Literatura Hispanoamericana Contemporánea por la Uni-
versidad Paul Valéry Montpellier III. Académico de la Universidad Savoie Mont-Blanc,
Chambéry, Francia, julio.zarate@univ-smb.fr.
17
ABSTRACT
In this work, we seek to analyze the poetics of death in the con- Keywords:
temporary migratory processes represented by the infernal border, migrant,
cycle of migrants crossing the border in Las Tierras Arrasadas body, testimony,
(2015) by Mexican writer Emiliano Monge. The language of the death
novel is composed of fragmentary voices, testimonials, mur-
murs of the living and the dead, whose stories are interrupted
and devastated. The testimonial value crosses the limit of fic-
tion and gives a different dimension to the story by avoiding the
trivialization of violence. The bodies of migrants, residual and
devoid of meaning, are at the mercy of abject beings. In the pre-
sent article, we will study how, in a frenetic tale characterized by
delirium, violence and the loss of hope, the tragic space of the
border recreates what the author presents as our “species’ last
holocaust” (341).
18
Introducción
Las tierras arrasadas (2015), del escritor mexicano Emiliano Monge,
explora la representación del mal y la poética de la muerte a través del
recorrido migratorio contemporáneo. En este trabajo analizaremos la
representación del calvario del sujeto migrante en el espacio laberínti-
co y deshumanizado de la frontera. Estela y Epitafio, personajes prin-
cipales de la novela, son dos amantes sanguinarios, cuya infancia se
desarrolló en el trauma de la violencia fronteriza. “Atraídos por el vacío
deslucido e interminable” (Monge 138), se dedican a secuestrar y des-
plazar migrantes a través de un espacio que sugiere el límite entre Gua-
temala y México. La novela se estructura en tres libros que aluden a la
Biblia: el libro de Epitafio, el libro de Estela y el libro de los Chicos de
la Selva. Dos intermedios intercalados entre los libros ofrecen al relato
una dimensión teatral. Las líneas principales de la novela confunden
sus límites, haciendo de ellas un mismo relato frenético que se caracte-
riza por el delirio, la violencia y la pérdida de la esperanza.
El recorrido de los personajes de esta novela se realiza a través de
una tierra de nadie donde reina la violencia. Monge plantea el cruce
como una transgresión que conlleva al aniquilamiento, ya que atrave-
sar la frontera geográfica implica, a la vez, el paso simbólico de la vida a
la muerte. El relato se desarrolla alrededor de la frontera sur de México,
pero la omnipresencia de la selva y del desierto hace posible la omisión
del espacio referencial. Esto permite al autor construir una estructura
dantesca en la que el espacio ficcional es descrito como un infierno o
un laberinto fúnebre de tránsito sin salida, que sirve de sepultura para
los migrantes. La idea del laberinto es reforzada por la presencia sim-
bólica del Minotauro a través de Minos, nombre del vehículo en el que
los migrantes son encerrados y devorados metafóricamente durante su
recorrido a través de este espacio de barbarie.
Además del espacio físico, el autor desvela el infierno psicológico
de los personajes, quienes buscan refugio en la memoria o en la pro-
mesa de un futuro lejos del engranaje criminal desplegado a lo largo
del recorrido migratorio. No obstante, parece imposible escapar de la
espiral de violencia en la que se sumergen los personajes de Las tie-
rras arrasadas, donde los nombres de los secuestradores, así como los
espacios por los que transitan componen un campo semántico de lo
funerario: Estela, Epitafio, Cementeria, Mausoleo, Osaria. El lenguaje
19
20
1
“que desencadena a la vez la pérdida de referentes, el fracaso de los signos, dicho de
otra manera, un proceso de desemiotización, al igual que un cuestionamiento existen-
cial que hace surgir interrogantes sobre la nada, el carácter inasible del ser, la alteridad,
la muerte” (nuestra traducción).
2
“toda trascendencia, invita a trayectorias inciertas, sin comienzo ni fin” (nuestra
traducción).
21
el día” (341). Esta suerte de quiasmo revela una alteración del orden
que hace de la selva una entropía infernal. El lugar del secuestro, lla-
mado “Ojo de Hierba” (13), también es conocido como “El Tiradero”
(29), pues ahí los migrantes son despojados de sus pertenencias. Los
dos chicos que hacen de “guías” de los migrantes recogerán los des-
pojos, que venderán de nueva cuenta a sus futuras víctimas, aquellos
que se preparan para adentrarse en la selva después de haber cruza-
do la frontera sur de México.
Desde el primer momento del secuestro en Ojo de Hierba, Epita-
fio, el jefe de los secuestradores, adopta una actitud despiadada: “¡Yo
soy la patria! […] —¿Y qué quiere la patria? —La patria quiere que se
hinquen” (26). Al presentarse como una personificación de la patria,
Epitafio hace del país el verdugo de los migrantes. Esto reafirma la pos-
tura de autores como Alejandro Hernández, en Amarás a Dios sobre
todas las cosas (2013) o Antonio Ortuño, en La fila india (2013) quienes
también abordan en su obra el recorrido centroamericano y postulan
que entrar en México es entrar en el infierno3. Los ecos de la novela de
Monge al “Infierno” de Dante, considerado como un laberinto cuyos
círculos concéntricos desvelan el eterno suplicio de los pecadores, su-
brayan el paralelismo con el recorrido migratorio y el sufrimiento de
los migrantes.
Si bien la topografía es detallada, en Las tierras arrasadas la omi-
sión deliberada del espacio referencial permite desplegar una geogra-
fía en la que cada espacio define la suerte de los migrantes: “la gente
de la selva lo llama El Purgatorio4” (300), el sitio en el cual los persona-
jes se detienen a descansar antes de llegar al claro Ojo de Hierba. Los
dos chicos que guían a quienes acaban de cruzar la frontera amenazan
con abandonarlos si alguno se retrasa: “no saldrá nunca de aquí el que
aquí se quede” (259), sentencia el menor de ellos. No son Virgilios, sino
demonios que conducen al martirio. Del mismo modo, dentro de este
espacio hay un “infierno”. Así se le conoce al taller de carretera Tres
3
Cabe señalar también los puntos en común que presenta el relato del secuestro en
la selva de Monge con el secuestro masivo de migrantes descrito en Amarás a Dios sobre
todas las cosas (2013), en Alejandro Hernández. El líder de los secuestradores en Her-
nández exclama al ver llegar a los migrantes: “Bienvenidos al infierno” (233).
4
Monge hace referencia a dicho espacio al final de la novela para insistir en el ciclo
infernal del recorrido migratorio que se repite sin cesar y que inicia con la llegada al claro
Ojo de Hierba.
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24
5
“efecto exótico” (nuestra traducción).
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26
27
mueven a los migrantes como fardos de un lugar a otro sin que se en-
tienda su andar, que hace recordar el camino laberíntico. Sin embargo,
se vislumbra progresivamente un método que permite el desarrollo de
la venta de estos migrantes por toda la región y especialmente en la
Carpa, espacio de esclavitud.
Uno de los fenómenos más interesantes ligados al lenguaje en la
obra es la puesta en escena de la metáfora gramatical. El narrador usa
los sintagmas nominales o verbales y los convierte en una función de-
nominativa, específicamente de nombre propio. Así tenemos a Oigo-
sololoquequiero, Elsordodelamente, Laciegadeldesierto, Losqueaún-
tienenalma, LaqueadoraaEpitafio, etc. Este uso aumenta a medida que
avanza el relato, provocando una extrañeza en la lectura y una aglu-
tinación que se parece a la idea de masa indistinta en la que se van
convirtiendo los cuerpos, que constituyen la moneda de cambio de los
traficantes.
Más allá de las lenguas ficcionalizadas, dispuestas como cantinelas
en la obra, la presencia del testimonio otorga una dimensión distinta
al relato. Jean-Francois Chiantaretto entiende el testimonio como un
“… récit à la première personne authentifié par la parole de celui qui
raconte et qui garantit, par l’acte même le constituant comme témoin,
l’existence de l’événement raconté”6 (Chiantaretto 11). Cada testimo-
nio, añade, involucra al testigo, por lo que ha vivido y por lo que cuenta,
pues el testimonio exige una responsabilidad con aquellos a quienes
implica. En la novela, al igual que con los personajes, Monge no preci-
sa el nombre ni la nacionalidad de quienes ofrecen el testimonio: solo
aparece una serie de voces cuyas cursivas indican que el argumento no
pertenece a la ficción. El autor insiste en el anonimato para subrayar la
violencia que envuelve el recorrido.
Pese a tratarse de breves paréntesis que interrumpen la diégesis, su
importancia reside en el cambio de percepción de la violencia, pues
como Cathy Fourez señala, la barbarie no radica en el texto, sino en la
vida misma. El texto, sin embargo, se vuelve fundamental para revelar
una realidad silenciada. “Les corps sont faits aussi de mots qu’il faut
6
“… relato en primera persona autentificado por la palabra de quien cuenta y que
garantiza, acto que lo constituye como testigo, la existencia del suceso contado” (nuestra
traducción).
28
7
“Los cuerpos también están hechos de palabras que hay excavar para que puedan
liberarse” (nuestra traducción).
8
“Hacer oír la voz de otro, esto supone escucharla en su propia voz, en la palabra
propia; de igual forma, a defecto de poder escucharse a sí mismo, es posible encontrarse
en la voz de otros, en su palabra” (nuestra traducción).
29
9
“una presentación cabal lingüística, textual y semiótica de los cuerpos” (nuestra
traducción).
30
et finit par nous engloutir”10 (Kristeva 12). Los cadáveres rodean a los
personajes de Las tierras arrasadas, tanto los victimarios como los mi-
grantes, y provocan un miedo intenso ligado al poco valor que toma el
cuerpo elegido para el trueque. Los dos personajes principales, Epi-
tafio y Estela, pueden ser calificados como seres abyectos, arrojados
fuera de un mundo al que no pertenecen y vagan constantemente:
“Constructeur de territoires, de langues, d’oeuvres, le jeté n’arrête pas
de délimiter son univers dont les confins fluides —parce que consti-
tués par un non-objet, l’abject— remettent constamment en cause sa
solidité et le poussent à recommencer. Bâtisseur infatigable, le jeté est
en somme un égaré”11 (16).
En el caso de los verdugos, sin embargo, sus construcciones son
más bien destrucciones de territorios, lenguas y obras. Su único punto
de arraigo es un amor intenso pero desestabilizador. Son seres abyectos
tocados por lo sublime: “L’abject est bordé de sublime”12 (19), siempre
al borde del abismo.
Dos tipos de cuerpos parecen emerger en la novela: los cuerpos
bultos y los cuerpos órganos. Los cuerpos bultos desean ser un solo
cuerpo (13), fundirse en una masa indistinta (16) para escapar de la
muerte, la mutilación y la violación que aparece como castigo al igual
que en el “Infierno” de Dante, cuando se fusionan dos cuerpos en uno.
Los cuerpos bultos (36) son cuerpos asustados, enmudecidos, violen-
tados, vaciados de su sentido: “toca acabar de enmudecerlos … casti-
garles la cabeza … volverlos ahora nadie” (81). Los cuerpos bultos, en
cierta medida, ya están muertos. Emiten sonidos inconexos desde su
prisión de lona, para luego ser silenciados: “El concierto de sonidos
que sus cuerpos arrancaron al acero hace que adentro del conteiner,
los que dejaron hace varios días sus tierras, lloren y hablen cada uno
aisladamente: saben que eso que ahora escuchan es la simiente de otra
infamia” (56). Ya nos les queda esperanza, son residuos de la empresa
funeraria, des/habitantes en esta tierra ajena.
10
“Extrañeza imaginaria o amenaza real, nos convoca y termina por sumergirnos”
(nuestra traducción).
11
“Constructor de territorio, de lenguas, de obras, el arrojado constantemente delimi-
ta su universo cuyos confines fluidos —porque constituidos por un no objeto, lo abyec-
to— cuestionan continuamente su solidez y lo empujan a empezar de nuevo. Arquitecto
incansable, el arrojado es finalmente un extraviado” (nuestra traducción).
12
“lo abyecto está bordeado por lo sublime” (nuestra traducción).
31
13
“En el exilio de la pobreza se ha instaurado una caza a los sujetos que van hacia otro
lugar y que, en el transcurso de su peligroso desplazamiento, se vuelven presas posibles
y fáciles, por haber alcanzado el punto álgido de la vulnerabilidad: sin documentos, sin
techo, sin lugar” (nuestra traducción).
14
“Profanar el cuerpo extranjero hasta el súmmum de la frenética transgresión, es
negar al individuo” (nuestra traducción).
15
La palabra migrante figura en cuatro ocasiones: p. 142, 155, 205 y 279 de nuestra
edición.
32
un antiguo soldado que predice la buena fortuna, sobrevive al tiroteo (231) y es vendido
a los trillizos, pero termina enloqueciendo al recordar su pasado como paramilitar (249-
252).
33
Conclusión
Una de las mayores dificultades que exige el tratamiento del tema mi-
gratorio es quizá la forma de representar la violencia, ya que como se-
ñala Fourez, escribir la violencia cualquiera que sea su contexto, hace
que lo banal linde con lo horrible. “Quelle écriture dans une société
34
17
“¿Qué tipo de escritura para una sociedad de violencia?” (nuestra traducción).
18
“de la terrible constatación previa a cualquier análisis literario de una obra ficcional
cuya base referencial sea este fenómeno” (nuestra traducción).
19
“cuenta lo que nadie más puede contar en su lugar” (nuestra traducción).
35
Referencias bibliográficas
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tréal, XYZ, 2006.
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Ortuño, Antonio. La fila india. México, D.F., Conaculta-Océano, 2013.
Pageaux, Daniel-Henri. “Exotismes d’hier et d’aujourd’hui”. Françoise
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Paveau, Marie-Anne & Zoberman, Pierre. “Corpographèses ou com-
ment on/s’écrit le corps”. Itinéraires, no. 1, 2009, pp. 7-19.
Peña Iguarán, Alina. “Residual lives: Art in times of war. Las tierras ar-
rasadas (2015) by Emiliano Monge”. Mitologías hoy: Revista
de Pensamiento Crítico y Estudios Literarios Latinoamerica-
nos, no. 17, 2018, pp. 135-149.
36
37
RESUMEN:
El presente artículo tiene como objetivo analizar las variantes Palabras clave:
estéticas y políticas que confluyen en el signo mujer proletaria Nicomedes
en la narrativa del escritor chileno Nicomedes Guzmán (1914- Guzmán, mujer
1964). La propuesta de lectura aquí desarrollada posiciona a proletaria, cuerpo,
maternidad, signo.
los personajes femeninos proletarios de Guzmán como nuevos
agentes revolucionarios que, mediante el cuerpo y la mater-
nidad, logran tensionar o hacer huir las jerarquías políticas,
sociales y culturales tradicionalmente concebidas en torno a
la mujer.
ABSTRACT:
This article aims to analyze the aesthetic and political variants Keywords:
that converge within the proletarian woman sign in the narra- Nicomedes
tive of Chilean writer Nicomedes Guzman (1914-1964). It pro- Guzmán,
poses a reading that positions Guzman’s proletarian female proletarian
woman, body,
characters as new revolutionary agents who, through the body
motherhood,
*1
El presente artículo surge de la tesis de la autora para obtener el grado de Magís-
ter en Literatura en la Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, Chile y se enmarca en el
proyecto Fondecyt Iniciación nº 11160327: “Literatura y multitud: cartografía conceptual
de la narrativa de Nicomedes Guzmán desde la perspectiva crítico-clínica de la filosofía
de Gilles Deleuze y Félix Guattari” (2016-2019), en el cual participó como ayudante de
investigación. Investigador responsable Dr. Patricio Landaeta Mardones. La autora agra-
dece al Dr. Landaeta por el apoyo en el desarrollo de esta investigación; así como a su di-
rector de tesis, Dr. Alexis Candia Cáceres, por la orientación y la asistencia en el proceso
investigativo.
**2
Chilena. Estudiante del Doctorado en Literatura de la Pontificia Universidad Cató-
lica de Chile. Magíster en Literatura por la Universidad de Playa Ancha y Licenciada en
Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. arcristi@uc.cl
39
40
Introducción
Durante el siglo XIX la imagen de la mujer en la literatura chilena se
caracterizó por responder a los convencionalismos patriarcales que
predominaron en la época. De entrada en el siglo XX, la representa-
ción de las mujeres continuaba respondiendo a un código sociocul-
tural masculinista, esbozándose frecuentemente desde la carencia de
toda agencia política, económica y social. Esta mirada, por ejemplo,
se evidencia en importantes novelas fundacionales como Martín Ri-
vas (1862) de Alberto Blest Gana o Casa Grande (1908)de Luis Orrego
Luco, donde las mujeres “de bien” son representadas sobre la base de
la conformación familiar tradicional, siendo madres por antonomasia,
fiel reflejo del “ángel del hogar” y símbolo del Estado nación. Lejos de
esto, las mujeres del “bajo pueblo” son escasamente mencionadas en
la literatura, siendo la mayoría de las veces personajes que representan
los vicios y defectos de una multitud silenciada que, aparentemente,
carece del goce de clase, formación y educación.
Sin embargo, entre 1930 y 1960 dicha representación del pueblo y la
mujer logra ponerse en cuestionamiento, sobre todo con la propuesta
estética-política de la generación del 38, cuyos miembros —interesa-
dos por el diálogo que surge del realismo social, las vanguardias la-
tinoamericanas y la cultura popular—, cuestionan el trabajo literario
realizado en torno a lo nacional y los convencionalismos con los que
usualmente se representaba al pueblo chileno. Entre los escritores y
escritoras que conforman la generación del 38, Nicomedes Guzmán
(1914-1964) destaca como una de las figuras más prolíficas. Autodi-
dacta de formación, su escritura no solo sobresale por interesarse en
la vida de los más desposeídos de la ciudad, la pampa salitrera o los
cerros de Valparaíso, sino que también por contribuir a un interesante
proyecto literario que buscaba reformular estéticamente la concep-
ción de pueblo, multitud e identidad nacional. Así pues, siguiendo la
visión crítica de escritores como Baldomero Lillo, Carlos Sepúlveda
Leyton, Jacobo Danke o Alberto Romero, Nicomedes Guzmán incluye
en su trabajo narrativo al pueblo obrero desde la legitimación de “lo
proletario”. Su obra narrativa se despoja de la retórica sensacionalis-
ta del naturalismo (Guerra, “El conventillo” 126) con la intención de
deslegitimar la perspectiva distante y negativa con la que de antaño
se configuraron los espacios suburbanos y “sus” gentes en la produc-
41
ción literaria nacional. En esta línea, la mujer popular que antaño solo
figuraba en los márgenes de la prostitución, el alcoholismo y la delin-
cuencia, ahora es visualizada desde un nuevo enfoque social, donde se
enaltece su participación en el trabajo, su rol de madre proletaria y su
compañerismo con el obrero.
A pesar de la riqueza que se advierte en la propuesta literaria de
Guzmán, los estudios en torno a su narrativa son escasos. La mayoría
de los que se han realizado hasta la fecha se concentran en la repre-
sentación del conventillo en sus dos principales novelas: Los hombres
oscuros (publicada en 1939) y La sangre y la esperanza (publicada en
1943), dejando un gran espacio en blanco respecto del resto de su
obra. Ciertamente, son pocas las menciones que se han hecho acer-
ca de otras temáticas presentes en la narrativa de Guzmán, siendo la
representación de la mujer una de las tantas aristas que quedaron al
margen del estudio que se ha registrado en torno al escritor. El in-
vestigador norteamericano Lon Pearson (1976) dedica un pequeño
apartado a la representación de la mujer obrera en la obra de Guz-
mán, advirtiendo cierta dificultad por parte del escritor para lograr
un “verdadero” acercamiento a la mujer proletaria. Algo que, en cier-
ta manera, discute Karim Rosemblatt (2000) al considerar a las mu-
jeres de La sangre y la esperanza como excelentes representantes del
proyecto sociopolítico izquierdista de la época (185). Según Rosem-
blatt, “Guzmán sketched his view of proletarian female virtue, placing
allegiance to class at the epicenter of feminine decency” (186). Lejos
de esto, María Fernández Smits (2011) vuelve a la mentada novela
de Guzmán para ejemplificar su posición crítica respecto de la natu-
ralización de la violencia doméstica en la literatura chilena de prin-
cipios del siglo XX, dando cuenta del retrato del hombre que “abusa
de la superioridad que socialmente tenía como hombre” (64). Esta
perspectiva es compartida por Camila Álamos Mubarak (2015) quien
elabora una tesis acerca de la posición subordinada y denigrante de
la mujer en la novela. Álamos atiende al desarrollo de los estereoti-
pos femeninos de madre/dueña de casa y prostituta y sostiene que
“ambos tipos de mujer sufren degradación corporal producto de su
cosificación” (37) en la obra de Guzmán. Será Lucía Vásquez (2017),
nieta del escritor, quien desarrollará un análisis menos interpelativo
en torno a las mujeres en la narrativa de Guzmán. Según Vásquez el
escritor —aún circunscrito en una cultura machista—logra integrar a
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44
45
1
La fatalidad es uno de los tópicos más recurrentes en la literatura criollista y regio-
nalista. Se caracteriza por la subordinación de los personajes tanto al paisaje como al
destino. La fatalidad es una cierta incapacidad de ejercer dominio sobre la vida, y desde
allí, aceptar los sucesos del pasado como parte inexorable del destino. Según Lorena
Amaro (2014) “La fatalidad se presenta como un rasgo de los personajes imposibilitados
para hacerse cargo de sus vidas y sus decisiones” (76).
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48
2
En este sentido, cabe destacar la figura del “héroe proletario” que, cumpliendo con
los propuestos clásicos de la narrativa social, también se advierte en algunos cuentos
de Nicomedes Guzmán. Este héroe se caracteriza por salvar a las prostitutas de su de-
gradación social. En “Solo unas cuantas lágrimas” se observa cómo un obrero defiende
a su enamorada tras ser amedrentada por su antiguo trabajo de prostituta, dándole de
este modo sentido y esperanza a su nueva vida. Igualmente, en “Soledad” una prostituta,
49
luego de sufrir diferentes humillaciones junto a su hija, recibe una segunda oportunidad
en la vida al ser amada y respetada por un noble italiano.
3
En tanto concepto, el hembrismo según la Encyclopedia of race, ethnicity and so-
ciety (2008), se define como: “In most societies, female and male roles are considered
complementary; in Hispanic cultures, machismo refers to essentially male or masculine
attributes and behaviors, while hembrismo pertains to matters feminine. Some note that
just an as machismo may be seen as an exaggerated sense of masculinity, hembrismo is
the feminine quality of being excessively submissive and subservient to men. The two
concepts must be considered in concert (863).
50
tanto en México como en Perú a principios del siglo XX. Allí, se pro-
mulgó con insistencia la búsqueda del superhombre y se ahondó en el
culto a la guerra y el patriotismo, algo que tuvo como contrapartida la
configuración complementaria de una estética femenina en la cual la
mujer vuelve a su estado natural, realzando la figura de la paridora o la
nutridora con la intención de sobrevalorar la virilidad del varón. Esta
perspectiva, muy relacionada con la propia cultura popular, contribu-
ye a un imaginario cultural que se refleja en los folletines, canciones y
distintas manifestaciones locales en las que el machismo es posiciona-
do y valorado como estandarte de reconocimiento y poder.
En La carne iluminada (1945) se muestra con claridad esta relación
entre animalidad y mujer. El escritor destaca la condición biológica
de la mujer y su correspondencia con la naturaleza y lo primitivo. En
“Rapsodia en luz mayor” se relata la historia de Gabriela quien, desde
el norte de Chile, viaja a Valparaíso junto con su esposo en busca de
una vida mejor. Allí, entre los cerros del puerto, la mujer es abando-
nada, quedando sola con sus dos hijos. La ausencia de su esposo pa-
reciera volverla débil, pequeña y sufriente. Los recuerdos de tiempos
pasados la envuelven en un estado de nostalgia permanente: “Gabriela
pensaba en una voz, ni ruda ni amable, pero viril, masculina, enérgi-
ca, capaz de mandar, de dominar, de seducir, de doblegar a costa de
varonil y levemente áspera ternura […] lo que ella amaba y adoraba
todavía” (20-21). Dicha nostalgia, teñida por un sentimiento de invali-
dez, muestra al personaje femenino desde una clara diferencia gené-
rica cuyo apogeo se observa en la propia configuración sociocultural
de la época.
Aludiendo a la animalidad de la proletaria, Guzmán no duda en
usar dicha expresión para referirse a Gabriela en contextos de excita-
ción anímica, tal como sucede tras su reencuentro con el marido: “le
hubiera mordido la nariz al esposo, la nariz o la oreja, como ella estaba
indistintamente habituada a hacerlo, sin dañarlo, hasta que él chillara
con ronca ternura, como en tales circunstancias siempre lo hizo: “¡Dé-
jate, déjate perra, perra brava!” (27). La animalidad que se le atribuye a
la mujer sirve para contrastar la diferencia genérica mediante la cual,
a modo de contraposición, se logra realzar la virilidad del sujeto mas-
culino: “tenía él un modo sutil y único de decirle ‘perra’ a la mujer. Ella
adoraba más que nunca esa voz cuando la llamaba así: ‘¡Perra!’, con
51
todas sus letras, pero con qué musicalidad y armonía de voz” (27). La
complementariedad de ambas caracterizaciones indica que la mujer
posee un profundo arraigo con el cuerpo, mientras que en contraposi-
ción, el varón evidencia apego con la palabra. Estas diferencias impli-
can la constante aparición de opuestos complementarios en la narra-
tiva de Nicomedes Guzmán, donde la mujer tiende a asumir roles que
a menudo indican complacencia, respeto y admiración hacia el sujeto
masculino.
En “La jauría” (1954) también se advierte la relación que el escritor
realiza entre la mujer y la “perra”. La narración muestra la atormenta-
da vida de Doralisa Canales quien sufre a diario por los comentarios
malintencionados que realiza un grupo de mujeres en el conventillo.
De este cuento, resulta interesante observar cómo el escritor consi-
gue retratar la dinámica insidiosa y malintencionada de las mujeres
para sí mismas: “Allí estaban las comadres dándole suelta a la lengua
[…] Se helaban los rostros y se mojaban las ropas de las hembras. Sus
palabras se desparramaban con una constancia insidiosa, espesas
insinuaciones [de odio] (114)”. Las mujeres aquí reunidas son mos-
tradas desde una evidente animalidad. No por otra cosa la condición
de grupo de las proletarias, a diferencia de los varones, resulta una
compleja red de complicidades y desavenencias que contribuye a la
conformación de la imagen femenina signada en “una figura bestial”,
cuyas características son la crueldad, “la muerte y la regeneración”
(Guerra, “El personaje” 8). Regeneración que según el imaginario de
Guzmán y tal como se analizará más adelante, solo puede realizarse
mediante la maternidad.
En efecto, las mujeres problematizan la supuesta condición gre-
garia del proletariado pues, atendiendo a su estrecha relación con el
cuerpo, pareciera que estas privilegian el instinto antes que los prin-
cipios de grupo. Desde esta perspectiva, el hembrismo aquí retratado
permite dilucidar un imaginario masculinista que muestra, al igual que
las tragedias griegas, la aparente condición pre-política de la mujer, es
decir, la exacerbación del instinto femenino por sobre la razón, condi-
ción que en apariencia no le permitiría la organización entre pares y
de ahí la imposibilidad de organización política. Sin embargo, será en
estos mismos relatos, como en otros cuentos y novelas del escritor, que
el instinto femenino pareciera huir de la mera animalidad para devenir
52
53
4
Estas líneas de fuga, en términos de Gilles Deleuze y Claire Parnet (2004), permiten
hacer huir a la escritura, es decir, redistribuir “los posibles” y reajustar el espaciotempo-
ral de la existencia (Zourabichvilli 53). Para el filósofo Deleuze, “la línea de fuga es pre-
cisamente una desterritorialización” (45), vale decir, “el movimiento por el cual se aban-
dona el territorio” (Deleuze y Guattari 634), el movimiento por el cual se logra perforar a
las dicotomías, abrir las polaridades y los dualismos hacia la multiplicidad. En este caso,
el cuerpo femenino actúa como línea fuga, toda vez que este, mediante la maternidad,
permite superar el supuesto individualismo y la pasividad de la mujer proletaria para
devenir en multitud y en acción política.
54
55
56
A modo de conclusión
La narrativa de Guzmán se sustenta en diversas bases ideológicas, es-
téticas y culturales que le permiten adentrarse, aún más, en el carác-
ter “representativo” de la realidad, dando a conocer la intimidad del
pueblo obrero desde dentro. Su escritura, basada muchas veces en su
propia experiencia, no se limita a la mera mímesis o al simple hecho de
revelar los sucesos ocurridos en los contornos del margen social, sino
que por el contrario, se caracteriza por proponer nuevas posibilidades
57
58
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59
60
RESUMEN
En este artículo me propongo analizar la novela Sumar (2018) de Palabras clave:
Diamela Eltit a partir de la configuración discursiva de tres tópi- Diamela Eltit,
cos que funcionan como metáforas asociadas a la problemática memoria,
de la memoria: el cuerpo de la narradora, el desplazamiento de posdictadura.
los ambulantes hacia La Moneda y la idea de nube/archivo. Sos-
tengo, a modo de hipótesis, que la noción de memoria se presen-
ta en esta novela como un punto de exploración estética y como
una preocupación política central para pensar el presente.
ABSTRACT
In this article, I analyze the novel Sumar (2018) by Diamela Eltit Keywords:
from the discursive configuration of three topics that function as Diamela Eltit,
metaphors associated with the problem of memory: the body memory, post-
of the narrator, the worker’s march to La Moneda, and the idea dictatorship
of cloud/archive. I consider, as an hypothesis, that the notion of
memory is presented in this novel as a point of aesthetic explo-
ration and a key political concern for analyzing the present day.
*1
El presente artículo se desprende de una línea investigativa del autor y del trabajo
realizado en el marco de la tesis de doctorado “La narrativa de Diamela Eltit (1983-2018):
metaficción, metáforas del cuerpo y cartografías marginales”, en curso.
**2 A
rgentino. Magíster en Estudios Latinoamericanos. Profesor Asociado en la Univer-
sidad Nacional de San Juan y becario doctoral de CONICET, San Juan, Argentina. federi-
codavidcabrera@gmail.com
61
Repasando imágenes
Aunque sorteamos el permanente bombardeo a
La Moneda, no logramos evadirla
1
Diamela Eltit (Santiago, 1949) es Licenciada en Letras por la Universidad de Chile.
Ha ejercido como docente de la Universidad Tecnológica Metropolitana y como profe-
sora invitada en las universidades de Cambridge, Columbia, Berkeley, Stanford, Wash-
ington y Johns Hopkins, entre otras. En el campo artístico, fue una de las fundadoras del
Colectivo de Acciones de Arte (CADA) a fines de los 70, movimiento que tendió a refor-
mular y rearticular las relaciones público/obra y arte/política en el marco de la censura
y el terror de la dictadura. Ha publicado tres libros que recopilan ensayos y artículos de
su autoría: Emergencias (2000), Signos vitales (2008) y Réplicas (2016). Su obra narrativa
comprende las novelas Lumpérica (1983), Por la patria (1986), El cuarto mundo (1988),
Vaca sagrada (1991), Los vigilantes (1994), Los trabajadores de la muerte (1998), Mano
de obra (2002), Jamás el fuego nunca (2007), Impuesto a la carne (2010), Fuerzas es-
peciales (2013) y Sumar (2018), además de las narraciones testimoniales El padre mío
(1989) y Puño y letra (2005).
62
2
La Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) y, luego, el Centro Nacional de Infor-
maciones (CIN) se encargaron de llevar a cabo la persecución y tortura de los distintos
frentes opositores. Además, entre 1974 y 1978 operan junto con las organizaciones de
inteligencia de Estados Unidos, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay en la Operación
Cóndor, plan supraestatal de represión que llevó a cabo el secuestro, entrega y asesinato
extrajudicial de exiliados entre los Estados que participaban.
63
3
Al respecto, Rubí Carreño Bolívar sostiene que el proyecto narrativo de Eltit “[…]
vulnera varias de las tradiciones hegemónicas chilenas, como por ejemplo, el imperio de
la literatura realista en colusión con el fundo mental como orden social; la construcción
de un sujeto popular que se escapa de las retóricas de la caridad o de la seguridad ciu-
dadana y que en vez de hablar de redimido tras las rejas, cuenta la historia, aunque sea a
través de las huellas que dejan en su cuerpo el vino, la tortura o la automutilación. A esto,
se suma en su narrativa reciente, la crítica a la omnipresencia del mercado que destruye
colectivos que van desde la familia y el gremio hasta la nación” (145).
64
4
“La ruptura del código lingüístico tiene también una equivalencia con la rotura de
la piel. Mediante esta rotura última, el cuerpo del texto expresa su deseo de liberación de
modelos opresores; el deseo de autogestarse desde una programación distinta, única y
nueva, frente a las diferentes prisiones ofrecidas por el sistema oficial” (Brito 112).
5
“Eltit’s texts throughout her career have required this recognition of the corporal. In
her first novel, Lumpérica, Eltit forces the reader to face the bloody cuts on her page in or-
der to enter the chaotic existence of Chilean citizen living under dictatorship. This move
toward the abject corporality of the sliced and wounded body has remained consistent
throughout the trajectory of Eltit’s work, with her 1991 novel, Vaca sagrada, exploring the
tortured body though the incorporation of expressions of body dysmorphia and marked
examination of sadomasochistic relationships. Later, El infarto del alma’s denunciation
of the Chilean mental health care system occurred via the photographic (re)presenta-
tion of the bodies of one facility´s patients, drawing the reader to a consideration of the
corporal evidence that betrays a differently normal interior psychic state. In her latest
novel, Impuesto a la carne, Eltit transports the reader into the bloodied and sickened
existence of a mother and daughter suffering through multiplying maladies within the
confines of an authoritarian hospital that repeatedly violates the sanctity of the body and
the autonomy of the individual. All of these texts reveal a constant within the trajectory
of Diamela Eltit’s contributions to New Chilean Fiction: the turn to the body´s revelatory
capacity as a corporal archive of human existence” (Corbin 2-3).
6
Utilizo la denominación “memoria social” en clara referencia a Halwachs (45)
quien entiende la memoria como una práctica social de carácter dinámico y colectivo
que produce experiencias del pasado. En lo que se refiere a la memoria social como un
campo de estudios, es importante destacar que en el contexto latinoamericano posterior
a la década del 80, adquieren especial protagonismo en relación con los procesos de
reconstitución democrática y la búsqueda de respuestas ante el horror del terrorismo
de estado. Son muchos los trabajos producidos en este campo; en la elaboración de este
artículo me han resultado especialmente significativos los aportes de Idelber Avelar (10),
Nelly Richard (Latencias… 9-12) y Steve Stern (30).
65
7
De acuerdo con Laura Scarabelli, la figura de la marcha parece aludir a una de las
más grandes hazañas del partido comunista chino: la Larga Marcha que emprendieron
las tropas del Ejército rojo huyendo del Ejército de la República de China entre 1934 y
1935. En coincidencia con la novela, esta gesta implicó el desplazamiento de miles de
soldados a los largo de doce mil quinientos kilómetros en trescientos setenta días (Sca-
rabelli 199).
66
8
Mónica Barrientos destaca que, a diferencia de lo que sucede en novelas como El
cuarto mundo o Impuesto a la carne, la relación madre-hijo en Sumar manifiesta una
agencia divergente: “La madre es parte de este acontecimiento de suma a otros como
ella, pero los nonatos tienen su propia agenda, porque son hijos neuronales, producto
de la tecnología humana” (160).
67
imágenes del pasado y del registro onírico como una pesadilla perma-
nente que, en palabras de la tocaya, agitan la memoria.
El espacio del sueño se presenta como una instancia de interpene-
tración de imágenes no resueltas, no decodificadas del todo, como una
fantasmagoría o un ejercicio de exhumación de archivos y de cuerpos
que vagan por las grietas de una memoria inconclusa. En este sentido,
resulta especialmente relevante la comparación que realiza la narra-
dora respecto de su actividad dicente:
[…] estoy convencida de que estoy habitada por voces ajenas. Pien-
so que soy la víctima de una tiránica forma de regresión síquica rea-
lizada por Eusapia Palladino, nacida en Bari, Italia, la médium más
iluminada del siglo XIX, que quiso traducir al barese los lamentos
de un conjunto de muertos. Fantasmas irritados ante la limitación
que contenían sus mensajes, porque ellos solo hablaban la lengua
de Oc. (Eltit, Sumar 60)
Al igual que sucede con otras narraciones de Eltit, es posible iden-
tificar una relación metafórica que conecta el cuerpo de la narradora
con el cuerpo de la escritura/narración (Morales, El discurso crítico…
10) entendidos como territorios polifónicos atravesados por la urgen-
cia de revisitar las huellas de la memoria, de conectar las experiencias
individuales con las tragedias del pasado y cepillar a contrapelo el dis-
curso del presente. Como afirma la tocaya: “El tiempo está disuelto y
circula en mi interior” (Eltit, Sumar 14). En este sentido, este cuerpo
multiforme modula una voz, una máquina de soñar, que es también
una máquina de recordar, de narrar y de sobrevivir.
68
9
Este texto ha sido extraído del libro Cartas de petición 1973-1989 de Leónidas Mo-
rales. De acuerdo con el autor, en estas cartas “el emisor en cada una de ellas le formula
siempre al destinatario una petición cuyo origen remite invariablemente al estado de
represión permanente que el golpe militar introduce: saber el paradero de un familiar
detenido, que se investiguen los términos inaceptables de una muerte, que se deje en
libertad a un detenido sin juicio durante largos meses, que se ponga término a una inco-
municación prolongada, que se suspenda la prohibición de abandonar un determinado
lugar de residencia, etc. Por eso en adelante me referiré a ellas llamándolas cartas de
petición […]” (2).
10
Sumar Nylon fue una industria textil intervenida por el gobierno de la Unidad Po-
pular en el período 1971-1973. Se considera una de las “industrias combativas” debido a
69
70
71
72
14
Recupero la noción bajtiniana de cronotopo novelesco para referir “[…] la co-
nexión esencial de las relaciones temporales y espaciales asimiladas artísticamente en la
literatura” (Bajtín 237).
73
Consideraciones finales
La noción de memoria gravita a lo largo de toda la producción literaria
de Diamela Eltit como una preocupación estética y política que podría
resumirse a través de la siguiente interrogante: ¿cómo habitar política-
mente los signos literarios y, a la vez, eludir las mallas del realismo y
las estéticas del significado único? (Richard, Feminismo 90). En el caso
específico de Sumar esta pregunta se traduce en un particular enlace
de metáforas que fundamentan una lectura dialéctica de la relación
pasado-presente.
La representación de los marchantes como hijos del genocidio
industrial y el amplio repertorio de referencias a las luchas del movi-
miento obrero, activa una estrategia de lectura que atiende a las rela-
ciones entre este discurso novelístico con la experiencia histórica de la
violencia política y económica instaurada por la dictadura militar en
1973. La retórica de la novela, como he señalado anteriormente, lejos
de asimilar un modelo lineal del tiempo histórico, se organiza en tor-
no a la permanencia de las tragedias. Parafraseando al ensayo de la
autora, la representación del escenario social chileno contemporáneo
permanece atrapado entre las llamas del Palacio de La Moneda (Eltit,
“Sociedad anónima” 29).
Asimismo, el cuerpo de la narradora se representa como un territo-
rio en el que se inscriben las huellas del tiempo. Aurora Rojas transita
diversos estadios como ambulante que marcha para alcanzar la mo-
neda, como espacio de la gestación de sus nonatos, como máquina de
contar/soñar historias y como archivo que resguarda las claves para
entender el presente.
Por último, la omnipresencia de la nube que contiene, vigila y ar-
chiva la vida en la comunidad de los ambulantes esboza una crítica a la
incesante penetración de las redes virtuales y del modo en que inter-
74
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76
77
RESUMEN
La novelística canalera no ha tenido una presencia significati- Palabras clave:
va en los estudios literarios latinoamericanos fuera de Panamá, literatura
a pesar de trabajar temas comunes con otras literaturas nacio- panameña, novela
nales de la región. A Joaquín Beleño (1922-1988) se le reconoce canalera, oralidad,
como iniciador de este género con la publicación de Luna verde otredad, identidad
fronteriza.
en 1941. Nos centraremos en el tratamiento del lenguaje en esta
novela, pudiéndose hablar de auténtica novela oralizada, con lo
cual llega a convertir el uso de la lengua en el parámetro para la
construcción de la otredad. La lengua en Luna verde de Joaquín
Beleño, como el Canal, que se abre y se cierra, junta al tiempo
que separa y contribuye a la construcción de una identidad pro-
blematizada, fronteriza, heterogénea.
ABSTRACT
The canal novel has not had a significant presence in Latin Keywords:
American literary studies outside of Panama, despite addres- Panamanian
sing common themes found in other national literatures in literature, Canal
the region. Joaquín Beleño (1922-1988) has been recognized novel, orality,
as the founder of this genre with the publication of Luna Ver- otherness, border
identity.
de in 1951. We will focus on the interesting treatment given to
language in this novel, which can be described as an authentic
oralized novel that turns the use of language into a parameter
for the construction of otherness. In short, the language in Joa-
*1
Este artículo se inscribe en el Proyecto de Investigación “Hacia la configuración de
un mapa del afrohispanismo literario”. Proyecto FGE.NPH.17.04, Dirección General de
Investigación de la Universidad de Las Américas, Quito, Ecuador.
**2
Española. Doctora en Literatura y Teoría Literaria. Académica de la Universidad de
Las Américas, Quito, Ecuador. nayra.perez@udla.edu.ec
***3
Español. Doctor en Literatura y Teoría Literaria. Académico de la Universidad de
Las Palmas de Gran Canaria, Canaria, España. antonio.becerra@ulpgc.es
79
quín Beleño’s Luna Verde, much like the Panama Canal, which
opens and closes, both brings together and separates, and con-
tributes to the construction of a problematized and heteroge-
neous border identity.
80
Introducción
No es posible entender la historia contemporánea de Panamá sin el
Canal. Es el símbolo de este pequeño país, “rasgadura” que parte el
continente americano en dos. Muchos autores van más allá al señalar
que sin esta colosal obra de ingeniería no puede entenderse la idiosin-
crasia del panameño (Castillo 28). Durante casi un siglo (1904-1999),
esta parte del territorio nacional perteneció a Estados Unidos, que no
solo la mantuvo militarizada, sino que ejerció la justicia militar sobre
los panameños en la Zona del Canal y mantuvo “un sistema de clases
(gold roll y silver roll) que favorecía a los estadounidenses contra los
trabajadores de otras nacionalidades” (Valderas Alonso 38).
La construcción del Canal no solo supuso el asentamiento de la
colonia estadounidense, sino la llegada de personas de múltiples et-
nias y culturas, lo que dará lugar a encuentros y desencuentros con los
proyectos de blanquear e hispanizar a la heterogénea población local,
llegándose a lo que Pulido Ritter denomina “la extranjerización del es-
pacio, en la cual quienes se comprenden como panameños creen ser
extranjeros en su propio espacio nacional” (“Joaquín Beleño…” 64).
Por eso, para el poeta Luis Caicedo, el Canal es “una ‘profunda herida’
en el cuerpo metafórico, incisión imperialista que emerge como origen
y falla (ursprung) imaginarios inalcanzables, de una realidad social im-
placable” (Noemi Voionmaa, “Cuerpos…” 143).
Así, es fácil entender que el Canal y su Zona, haya sido —y siga
siendo— objeto de la constante atención de los escritores paname-
ños, como explica Arias: “La temática del Canal ha sido tema per-
manente en la literatura panameña, como no podía menos dada su
trascendencia en la realidad nacional” (citado en Vázquez Quirós, El
Canal… 2).
81
82
dense. En este sentido, los textos escritos al calor de este tipo de ho-
menajes de claro cariz neocolonial apuntan hacia la dirección que in-
telectuales latinoamericanos como Henríquez Ureña o Ugarte habían
planteado, esto es, que “la lucha cultural y política que tiene lugar en
el continente enfrenta la riqueza material de Estados Unidos con la ri-
queza espiritual de Latinoamérica” (Becerra Bolaños 190). Margarita
Vásquez considera que estos textos plantean excluir a una parte de la
población panameña, como la procedente del Caribe inglés o francés,
o la misma población indígena, y se inscriben en la dialéctica civiliza-
ción/barbarie que se producía en otros países de la región (“Una lec-
tura…” s.n.). Curiosamente esa será una de las principales acusaciones
que le hace Quince Duncan a Beleño, para quien este representa al
“hispanomestizo típico, cargado de eurofilia, vale decir, alienado por
la cultura europea a la cual sobrevalora, mientras minimiza, denigra o
‘folcloriza’ a la cultura local” (Manzari, “Rompiendo…” 88).
Con Luna verde, Joaquín Beleño inicia su trilogía del Canal, que
completará con Curundú Lane y Gamboa Road Gang (1956 y 1960,
respectivamente), y que viene a distanciarse de la novelística anterior
“aun cuando”, como afirma el propio autor, “no pierde su acento de ex-
hibicionismo patriótico que se caracteriza por la diversificación de su
temática” (“La novela...” 34).
En uno de los primeros estudios referentes a las novelas canaleras
de Beleño, Ruiloba había propuesto una serie de intertextos (Al filo del
agua, de Agustín Yáñez; Raza de Bronce, de Alcides Arguedas; Canal
Zone, de Carlos Aguilera Malta; Compadres, de Carlos Droguett; Ple-
nilunio, de Rogelio Sinán; Vida y Dolores, de Juan Varela, y Gentes y
Gentecillas, de Carlos Luis Fallas) con los que la trilogía comparte espa-
cios comunes. De esta manera, continúa Ruiloba, estas novelas se ins-
criben dentro de la corriente neorrealista hispanoamericana, ya que
desarrolla sus tópicos (hombre y cultura, racismo, conciencia de clase,
luchas sociales y poder), aunque obvia “la sicología adjetiva” (“Joaquín
Beleño…” 89) de las novelas neorrealistas, porque no persigue inser-
tarse en posiciones ideológicas como aquellas y trata de trascender el
problema de la condición humana. De ahí que deberíamos considerar
que lo fundamental de las novelas de Beleño es el proceso de búsque-
da de la conciencia de ser frente al poder y los efectos de las relacio-
nes que establecen los personajes con aquel en el contexto del Canal
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como los “otros” han sido nombrados y definidos con categorías que
tratan de mostrar que sus cualidades están por debajo de aquellas
que han sido catalogadas como “normales” (“La otredad y…” 50).
Goffman (1970) identificó tres tipos de estigmas —que son huellas o
marcas que hacen del otro alguien a quien se puede señalar— con los
que identificamos al otro: “El primero está relacionado con lo que se
considera “abominaciones del cuerpo”; el segundo con los llamados
“defectos del carácter del individuo” y, por último, están los estigmas
“tribales de la raza, la nación y la religión” (citado en Fandiño Barros,
“La otredad y…” 51).
La lengua, dentro de su función comunicativa, puede ir más allá
de nombrar lo existente, al convertirse en su capacidad de manifestar
ideas, creencias y valores en tanto creadora de realidad; es decir, “la
comunidad de hablantes construye los significados que a su vez crean
o inventan la realidad” (Criado, “Lenguaje y…” 195).
Como ya hemos señalado, la construcción del Canal atrae mano de
obra de muy distintos y distantes puntos del planeta:
Zumba el aire de voces. Sirios, jamaicanos, martiniqueños, judíos,
chinos, polacos, centroamericanos, hindostanos y aquellos cuyo
origen se pierde entre la mezcla de todas estas razas, elevan un
rumor efervescente de soda simple, impregnando el ambiente de
sus notas, de sus canciones y sus conversaciones. (Beleño, Luna
verde 174)
Esto supone la convivencia de distintos grupos humanos lo que da
lugar, como ya vimos en el plano lingüístico, a una auténtica “rapso-
dia babilónica” (Beleño, Luna verde 174) y, en el cultural, a la mezcla
extrema de elementos (comida, ropas, cantos, etc.), a un “Carnaval”
(175), tomando palabras del autor en Luna verde. Pero en este contex-
to de lucha por la supervivencia, de violencia que empuja a competir,
la convivencia intergrupal se hace mucho más difícil, ya que el otro se
convierte en enemigo:
Negros contra negros. Negros contra latinos. Gringos contra grin-
gos. Latinos devorándose entre sí; gold roll contra silver roll. ¿Qué
insulta el gringo? Antillanos que callan y aprueban. Gringos que
prefieren el jamaicano porque su lengua inglesa no sirve para con-
testar, que no para la protesta. (Beleño, Luna verde 180)
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que no era de su color. Ahora todos queremos que seas feliz. Hay mu-
chas mujeres” (Beleño, Luna verde 293).
Conclusiones
Casi al final de la novela, durante la convalecencia del protagonista en
el hospital —punto de inflexión en la historia de Ramón— este, deli-
rante y sumido en sus reflexiones, llega a maldecir el mar, insalvable a
la vista del panameño, e ideal y propicio para la construcción del Ca-
nal, regalo de la naturaleza que se convierte en fuente de dolor para su
pueblo. No obstante, aunque resulte paradójico, al igual que el Canal
que se abre y se cierra, ese accidente natural e histórico es el que pro-
picia, al mismo tiempo, una importante problemática política y social
y la necesidad de autodefinición del panameño.
Luna verde, y en general la novelística de Joaquín Beleño, va más
allá de ser crónica histórica con una dura crítica a la política estadouni-
dense en la Zona. Aparte de colocar, por primera vez, a la Zona en el
universo literario de los panameños1, asume el rol de novela fundacio-
nal.
Podría parecer que Joaquín Beleño a través de sus novelas esbo-
za el nacionalismo panameño como una manifestación de odio ha-
cia los norteamericanos (Castillo 24). Sin embargo, observando con
más profundidad, descubrimos que plantea la descolonización como
condición para que sea posible el encuentro con la propia identidad.
Así para Jeager (91), René Conquista —el indígena que en Luna verde
abandona su tierra y su cultura para irse a trabajar al Canal—, se con-
vierte en metáfora nacional:
René, igual que Panamá, es tentado por las ganancias económicas
que promete el Canal. No obstante, para conseguir este dinero,
René tiene que someterse a la condición de ciudadano dc segundo
rango o silver roll y desempeñar un trabajo peligroso, igual que los
panameños que durante muchos años no podían entrar libremente
en la Zona. (Beleño, Luna verde 91)
1
“Hasta bien entrada la década de los sesenta, los intelectuales panameños asocia-
ban el Canal de Panamá a la pérdida de la nacionalidad, la degradación moral, la prosti-
tución, la ocupación, el colonialismo y el racismo” (Pulido Riter, “La ‘novela…” 33).
95
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RESUMEN
En 1821, el cura porteño Francisco de Paula Castañeda fue des- Palabras clave:
terrado de Buenos Aires a causa de la irreverencia de sus publi- siglo XIX,
caciones periódicas. En el número 73 del Despertador Teofilan- historia de la
trópico Místico-Político, que salió a la luz una vez que el fraile ya lectura, literatura
estaba de regreso en la ciudad, se publicó un extenso texto en el argentina, prensa
que Castañeda relata cómo fue su exilio. El artículo analiza las argentina,
distintas escenas de lectura que componen esa narración y sus Francisco de Paula
vínculos con otras representaciones de la práctica lectora apa- Castañeda.
recidas en publicaciones del autor. Se trata, en todos los casos,
de figuraciones en las que la lectura se desenvuelve en contextos
de carencias materiales y simbólicas y que deslindan un perfil
de Castañeda no solo como redactor de periódicos, sino también
como lector de libros.
ABSTRACT
In 1821, priest Francisco de Paula Castañeda was exiled from Keywords: 19th
Buenos Aires due to the irreverence of his newspapers. In the century, history
73rd edition of Despertador Teofilantrópico Místico-Político, of reading,
which came to light once the friar was already back in Buenos Argentinian
Aires, Castañeda published an extensive text about his exile. This literature,
*1
Este artículo se desprende de mi proyecto doctoral finalizado en 2018 con la de-
fensa de la tesis “Monstruos de la razón. Periódicos no ilustrados en la región platina
(1820-1830)”. A su vez, dialoga con las investigaciones llevadas a cabo en el marco del
proyecto UBACyT (20020190200286BA) “Dimensiones gráficas, materiales y espaciales
en la cultura literaria y visual del Cono Sur, 1810-1960”, dirigido por las doctoras Adriana
Amante e Inés de Mendonça.
**2
Argentina. Doctora de la Universidad de Buenos Aires, área Literatura. Becaria pos-
doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Buenos Aires,
Argentina. malauromano@gmail.com
101
article analyzes the different reading scenes that compose this Argentinian press,
narrative and their link to other representations of reading prac- Francisco de Paula
tices that appear in the author’s publications. In all cases, they Castañeda
are figures in which reading takes place in contexts of material
and symbolic deficiency, drawing a picture of Castañeda not only
as a newspaper writer but also as a book reader.
102
1
Listo los periódicos por orden de aparición: Despertador Teofilantrópico Místico-
Político; Suplemento al Despertador Teofilantrópico Místico-Político; Paralipómenon al
Suplemento del Teofilantrópico; Desengañador Gauchi-Político […]; Doña María Reta-
zos; y Dom Eu Nam Me Meto com Ninguem. Para una caracterización global del ingente
proyecto de prensa de Castañeda, véanse los trabajos de Claudia Roman (2010, 2014a,
2014b) y Virginia Forace (2016, 2017).
103
2
Adolfo Saldías, en su biografía de Castañeda, relata este primer destierro e infor-
ma cuáles fueron sus causas (193-200). El segundo destierro se produjo a principios de
1823 por orden de la Junta de Representantes que consideró subversivos sus periódicos
La Guardia Vendida por el Centinela y La Verdad Desnuda. En esta ocasión, Castañeda
huyó a Montevideo y después se trasladó a Santa Fe, donde permanecería hasta el día de
su muerte en 1832.
3
Circuló en Buenos Aires entre abril de 1820 y octubre de 1822. La colección consta
de 75 números (Zinny 283). El número 1, que funcionó a la manera de prospecto, inclu-
yó una extensa dedicatoria “a las matronas argentinas y por medio de ellas á todas las
personas de su sexo que pueblan hoy la faz de la tierra y la poblarán en la sucesión de los
siglos”. A lo largo del texto, me refiero a este periódico como Despertador.
4
Los 21 números del Suplemento al Despertador Teofilantrópico Místico-Político se
publicaron entre 1820 y 1822 (Zinny 251). La prensa de Castañeda se caracterizó por la
construcción de personajes en los que encarnaba la voz enunciadora de los periódicos
(el Despertador, el Suplementista, el Gauchipolítico, Doña María Retazos, D. Eu, etc.).
Uso letra cursiva cuando me refiero a los periódicos y letra redonda para referirme a los
personajes, aunque hay que aclarar que esa distinción a veces puede resultar difusa.
104
5
En todas las citas de los periódicos conservé la ortografía, la puntuación y las mar-
cas de énfasis originales. Dado que las publicaciones citadas tienen paginación corrida,
indico entre paréntesis el número de página original, a excepción de Doña María Reta-
zos, caso en el que coloqué la numeración de la edición facsimilar, y Vete portuguez, que
aquí no es, que no está paginado.
6
Se trata de estudios de distinto nivel de exhaustividad que permiten reconstruir los
sentidos asociados al acto de leer en la primera mitad del siglo XIX a partir del énfasis
en objetos diversos: el lector de periódicos (Martínez Gramuglia; Pas; Brunetti, Maggio
Ramírez y Grillo), la lectora mujer (Batticuore), la lectura relacionada con los espacios
bibliotecarios (Parada) y la influencia de los textos instruccionales en las representacio-
nes de la lectura (Maggio Ramírez).
105
el exilio suponía para él, reverberan por lo menos dos sentidos que
articulan su perfil como periodista y predicador. En primer lugar,
emerge un significado ligado a lo dificultoso que resultaba escribir
sin poder consultar libros, lo que viene a revelar, como corolario, su
método de trabajo: el cura escribía leyendo. En segundo lugar, ese
“desierto sin libros” mentaba el espacio social y material desde el
cual escribía, la ciudad de Santa Fe, probablemente escasa en libros,
bibliotecas, periódicos y lectores (todo ello por lo menos en relación
con Buenos Aires, el “pueblo grande” en el que, entre otros quizá más
grandes, Castañeda seguramente pensó). El lamento del fraile acerca
de los despojos sufridos constituye un lugar común del discurso de
los desterrados americanos por lo menos desde fines del siglo XVIII
(piénsese fundamentalmente en la literatura de la diáspora jesuítica).
“A mí me es imposible dejar borrador de mis escritos” confiesa
también en el prospecto de Vete Portuguez al quejarse por el extravío
de tres números de su publicación Los Derechos del Hombre (¿no es
una queja también por no poder construir su archivo de escritor?). La
vida itinerante y de escasez obligaba a leer y a escribir casi en el borde
de la imposibilidad.
No obstante, además en estas imágenes relacionadas con la falta
resuena un lugar común de origen bíblico: “predicar en el desierto”.
Castañeda había usado ese tópico para dar cuenta de su situación
en Buenos Aires como voz disonante que nadie quería escuchar
(Despertador, 366). En la estela de sentido que irradiaba esa imagen,
la ciudad porteña devenía un desierto, sino de libros, por lo menos de
periódicos, más específicamente, un desierto de periódicos con voces
concordantes con la ideología del cura. No está de más recordar que
su primera publicación salió a la luz en 1820, en el contexto en el que
comenzaba a discutirse la reforma eclesiástica. Acicateado por la aciaga
coyuntura, el fraile se esforzó por “devenir varios” periódicos a la vez,
como si hubiese asumido la tarea de escribir todas las virtualidades
de la prensa o, mejor, de escribir por aquellos (religiosos sobre todo)
que habían decidido callar7. Algún éxito tuvo en esta empresa: en
1820 salieron en Buenos Aires 12 periódicos, de los cuales cuatro
7
Son repetidas las quejas de Castañeda porque los curas no asumen la tarea a la que
los obliga su ministerio: corregir a sus hijos. Cuando arreciaban las críticas contra él de-
bido a su estilo insidioso, el fraile escribe: “yo confieso mi culpa de que no he dicho ni la
106
mitad, ni la cuarta parte de todo lo que pudiera haber dicho” (Castañeda, Despertador…
888-889).
8
Castañeda entabló fuertes polémicas con El Año Veinte, La Gaceta de Buenos Aires,
El Argos de Buenos Aires y El Lobera del Año Veinte. Los periódicos de Cavia merecen una
mención aparte, puesto que junto con su redactor, fueron uno de los blancos preferidos
del cura. Me refiero a El Imparcial (1820-1821) y a Cuatro Cosas o el Antifanático: el Ami-
go de la Ilustración, cuya Hija Primogénita es la Tolerancia: el Glosador de los Papeles
Públicos Internos y Externos; y el Defensor del Crédito de Buenos Aires y Demás Provincias
Hermanas.
9
Ya nos referimos a Cuatro Cosas o el Antifanático en la nota anterior. El texto com-
pleto de amenaza es el siguiente: “[…] y sepa finalmente que Cuatro cosas le pronostica
que ha de tener al fin y al postre un martirio… pero ¡qué martirio! ¿Quiere saberlo? Pues
allá va. NADA DE CALLE: NADA DE IMPRENTA: NADA DE SIGLO: NADA DE PÚLPITO;
CUATRO COSAS” (14).
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El uso de la literatura didáctica vincula a Castañeda, por un lado, con el moralismo
cristiano de la literatura del Barroco (la tradición de los desengaños y despertadores, en
la que se incluye Castañeda y muchos otros periodistas del siglo XIX, tenía sus raíces
en textos clásicos del 1600 como los Sueños de Quevedo y El diablo Cojuelo de Vélez de
Guevara). Por otro lado, el empleo de esas formas pedagógicas enlazaban el proyecto del
fraile con el discurso reformista ilustrado.
109
historicidad del que daba cuenta el Despertador (“pero todas las his-
torias nos parecían mancas y caducas, ó fuese porque nosotros era-
mos los que caducábamos, ó porque no hay historia que sea puntual,
ó porque nunca lo pasado es tan vivo como lo presente”), reenviaba a
una nueva condición de los saberes y de la tecnología empleada para
su transmisión, la escritura impresa, que despuntaba en un escena-
rio social en el que avanzaba la modernidad con sus influjos secu-
larizantes. ¿Dónde buscarían el Despertador y el Suplementista las
historias en las que descansar sus penas? Se puede imaginar que en
libros, en “el libro de los libros”, la Biblia, en el Nuevo Testamento,
que funcionó para los cristianos al modo de un vade-mécum (palabra
latina que significaba literalmente “ven conmigo”), de un compañero
de vida. La búsqueda infructuosa de los personajes coincidía con la
aparición y multiplicación del libro más perecedero de todos, el pe-
riódico, que Castañeda había elegido como plataforma para disparar
sus dardos censorios contra los corifeos del siglo XIX. La emergencia
del nuevo medio modificó los lugares en los que se depositaban y po-
dían encontrarse los saberes e insufló a estos un valor temporal, una
duración: en sus páginas, ningún escrito, cualquiera fuera la índole
del conocimiento que transmitiese, permanecía indemne al paso del
tiempo.
Ahora bien, en el recorrido una por una de las historias del pasa-
do que hicieron el Despertador y el Suplementista, algo del funciona-
miento del saber tradicional terminaba restableciéndose. Finalmente,
aparecía la “historia puntualísima”, la “historia verdadera”: El ingenioso
hidalgo don Quijote de la Mancha. Así, luego de la búsqueda infructuo-
sa en “las historias”, se configuraba la segunda escena de lectura que
contenía el relato: el Suplementista “tomó en sus manos el precioso
libro, y puestas las antiparras, y dando de narices en el capitulo 47 de la
segunda parte leyó en voz alta el párrafo siguiente” (1064). Se trata del
capítulo en el que don Quijote y Sancho Panza deciden volverse pasto-
res para cumplir con la prohibición de usar las armas que pesaba sobre
el manchego. La espada del personaje de Cervantes quedaba asimila-
da así a la pluma del fraile escritor. Un texto literario profano pasaba a
ocupar el lugar de objeto de una lectura instructiva destinada a mode-
lar las conductas. El Quijote devenía “una ley inviolable”, según pala-
bras del Suplementista, ya que les señalaba a los personajes un camino
a seguir. Castañeda, que tanto lamentaba el alejamiento de Dios de la
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3. El atadito y la leyenda
En varias escenas del relato del Despertador gravita una tendencia sa-
cralizante respecto de los libros y la lectura. En la elección que realiza
el personaje de los volúmenes que lo acompañarán en su destierro, re-
suena por ejemplo una exhortación bíblica de la literatura proverbial:
lleva la ley “siempre atada a tu corazón, y colgada como una joya a tu
cuello” sentencia el libro de los Proverbios (La Biblia Latinoamérica,
Prov. 6, 21). Así, el personaje cuenta que
en un atadito cargué la biblia: un librito de meditaciones de Fr. Luis
de Granada: el sacerdote perfecto del P. Molina, y á Jamin pensa-
mientos teológicos: por lo que hace á libros de política no cargué
mas que á la insigne política, y admirable doctora Sor Teresa de Je-
sús (1066).
Como se ve, todos eran textos religiosos. ¿Qué sentidos de uso de
los libros refulgen en esta imagen? En principio, el hecho de que el
contenedor que sirve para transportar los volúmenes sea un “atadi-
to” habla del tamaño pequeño de los objetos que acarrea; en efecto,
el texto de Granada es identificado con el diminutivo “librito”. Los ta-
maños y la forma física de los libros determinan los empleos a los que
se los destina (Lyons 138-139; Martínez de Sousa 399-406). La cultura
eclesiástica se caracterizó por estar muy atenta a esas cuestiones y por
aprovechar de manera productiva los avances relativos a las tecnolo-
gías de la escritura. Por ejemplo, se cree que las primitivas comunida-
des cristianas fueron las primeras en preferir el códice al libro en rollo.
Para Michel Melot, esta elección se explicaría porque el Evangelio era
considerado un manual de vida que había que llevar siempre consigo;
de ahí que hubiese sido necesario darlo a leer bajo una forma más ma-
nejable y transportable (30). Luego de la aparición de la imprenta, esa
necesidad se reflejó en los formatos de reducidas dimensiones como
si, de la era cristiana en adelante, el libro no hubiese hecho más que
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La catequesis, la homilía y el sermón son tres formas centrales de la predicación
cristiana. En los dos primeros, prevalece el interés por lograr en los oyentes la compren-
sión de la fe cristiana y de los textos sagrados, respectivamente. Este objetivo determina
que en ambos casos se prefiera el tono familiar. El sermón, que también puede consistir
en la explicación de algún pasaje bíblico es, por el contrario, una forma de predicación
de cierta solemnidad y formalidad (Herrejón Peredo 11).
113
embargo, ese silencio, que puede ser interpretado como signo de una
actitud sumisa hacia una figura de autoridad, también puede ser resul-
tado de un estado de embelesamiento. Después de todo, las imágenes
que propone la anfitriona para animar a su huésped son del registro
de la atracción y de la glotonería: “yo le prometo á V. que las señoras
concheras lo han de perseguir como moscas á la miel, y como las ave-
jas á las flores; son muy amigas estas matronas de que les lean buenos
libros” (1068). Hay algo de la voracidad del deseo, entonces, por parte
de las mujeres que escuchaban leer al Despertador; ahora bien, para
poner a raya cualquier peligro de bibliomanía, Castañeda imaginó una
práctica de lectura controlada y acotada (dos horas por día) que, ade-
más, estaba regulada por un varón anciano y piadoso.
No hay ninguna indicación de qué textos puntuales de su atadito
les leía el Despertador a las concurrentes de esas reuniones. No obs-
tante, el personaje enfatiza un rasgo de los libros que portaba: dice a la
dueña de casa que la mayoría de ellos son de la mística española Santa
Teresa de Jesús a quien, cuando enumera los impresos que cargaba,
llama “insigne política”. Castañeda en varias oportunidades se decla-
ró admirador del misticismo. De hecho, apelando a un procedimiento
característico de su profusa inventiva léxica, dejó huellas de su gusto
por ese tipo de religiosidad en el nombre de su primer periódico. Al fi-
lantropismo propio de la prensa ilustrada y a las materias políticas que
sin excepción abordaban las hojas que circulaban en la ciudad de Bue-
nos Aires de la década de 1820, el cura les imprimió su singular sello
calificando a su primogénito con el nombre de Despertador “teofilan-
trópico” “místico-político”. Así, reescribió y torsionó el sentido de dos
conceptos que se anudaban en la prensa decimonónica (filantropía y
política) a través de un título que ponía la cuestión religiosa en primer
lugar. Si la política era el campo del hacer del hombre que, en el mal-
hadado siglo XIX, más se alejaba del Cielo para volverse terrenal y de-
masiado humana, el componente místico reenviaba a un horizonte de
cercanía absoluta con Dios, a lo que Castañeda llamó en uno de los nú-
meros iniciales del Despertador el “ilapso de la divinidad en la sustan-
cia del alma” (145). Visto así podría pensarse que el cura construyó un
perfil lector a imagen y semejanza de su biblioteca mística (las mujeres
silenciosas y arrobadas que escuchaban al Despertador se parecían a
sus santas) y que la escena de la leyenda en el pueblo de las Conchas
era el grado cero de la comunidad deseada sobre el revés de una reali-
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En 1820, las Provincias Unidas del Río de La Plata quedaron desmembradas tras la
caída del gobierno central y la disolución del Congreso Nacional. Durante todo ese año
y principios de 1821, el nuevo Estado provincial pugnó por nacer bajo los embates de la
guerra facciosa. Se sucedieron gobiernos efímeros; las montoneras del interior ocuparon
la provincia de Buenos Aires y hubo un profuso derramamiento de sangre (Ternavasio,
119-130).
13
Así analizada, esta escena de lectura establece contrapuntos con las figuraciones
de lo femenino en la prensa de Castañeda. En ella, las mujeres tienen un rol protagónico
como corresponsales privilegiadas y editoras/redactoras. Su gran capacidad deliberan-
te coagula en la Asamblea de las Matronas, espacio imaginario de quinientas mujeres
reunidas para debatir sobre política con prescindencia de los hombres. La reunión de
las mujeres de las Conchas recuerda la Asamblea (aunque, en el primer caso, se reunían
alrededor de un varón).
14
Doña María Retazos salió entre el 27 de marzo de 1821 y el 1 de agosto de 1823. La
colección consta de 16 números, el último de los cuales se imprimió en Montevideo, ciu-
dad a la que Castañeda había escapado en ocasión de su segunda condena a destierro.
Existe una edición facsimilar de este periódico, que es la que usé a lo largo del artículo.
15
A partir del análisis de los anuncios publicados en La Gaceta Mercantil, Alejandro
Parada realizó un estudio de los libros que circulaban en Buenos Aires durante de época
de Rivadavia. Respecto de las enciclopedias, indica que las que tenían una presencia
reiterada en el periódico eran la Encyclopaedia Britannica, de 26 volúmenes; la Enci-
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116
117
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122
Denisse Lazo-González**2
RESUMEN
Este trabajo examina la relación entre literatura y política, propo- Palabras clave:
niendo una mirada de la literatura chilena publicada a partir del literatura y
año 2000 como literatura de la postransición. Toma como ejem- política, literatura
plos semicanónicos a Diamela Eltit y Alberto Fuguet, enfocándose chilena de la
postransición, Eltit,
en sus novelas Fuerzas especiales y Aeropuertos, respectivamente;
Fuguet, literatura e
en particular, en los medios modernos de control social y poten-
imaginario social.
ciales vías para resistirlo que sugieren estas obras. El artículo tiene
como objetivos desvelar las maneras en que las representaciones
literarias de dos autores —aparentemente disímiles como Eltit y
Fuguet— interactúan con determinantes sociopolíticos propios
de la postransición chilena, y demostrar el rol político-cultural
que dicha literatura juega en la creación de un cierto imaginario
social de la postransición, más allá de las diferentes perspectivas
con las que los autores puedan contribuir.
ABSTRACT
This work examines the politics of literature by proposing a view Keywords:
of literature published in Chile after the year 2000 as represen- politics of
tative of Chile’s post-transition literature. It takes Diamela Eltit literature, post-
and Alberto Fuguet as semi-canonical examples and focuses its transition Chilean
analysis on the novels Fuerzas Especiales and Aeropuertos, and literature, Eltit,
*1
Este trabajo es parte de la investigación doctoral titulada “The Politics of Literature
in Chilean Post-Transition to Democracy Novels: Portraits of Society and the Political
Status of Women in the Narrative of Diamela Eltit and Alberto Fuguet”, llevada a cabo en
la Univesidad de Oxford y financiada por Conicyt.
**2 C
hilena, Doctora por la Universidad de Oxford, Teaching Fellow, Universidad de
Reading, Reading, Reino Unido d.lazo-gonzalez@reading.ac.uk
123
specifically on the modern means of social control and the po- Fuguet, literature
tential paths towards resistance as suggested by these novels. The and social
article aims to unveil the ways in which these authors’ seemingly imaginary
different literary representations interact with the socio-political
attachments of the Chilean post-transition, as well as to demons-
trate the political and cultural role that this kind of literature
plays in the creation of a certain post-transition social imaginary,
regardless of the author’s different standpoints.
124
1
Traducción propia.
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de las decisiones literarias que toman los autores para retratar un de-
terminado universo ficcional, perspectiva que puede establecer cómo
dos autores aparentemente disímiles como Eltit y Fuguet construyen
representaciones que se entrelazan en el imaginario social chileno de
la postransición e interactúan con este, como lo graficará el siguiente
análisis.
2
En este artículo, el término “moderno/a”, se refiere a “Perteneciente o relativo al
tiempo de quien habla o a una época reciente” (Real Academia Española, Diccionario de
la lengua española).
3
El análisis hace referencia en el caso de Fuerzas especiales, a la edición publicada
por la editorial Planeta en su colección Seix Barral Biblioteca Breve (2013); y en el caso de
Aeropuertos, a la edición publicada por Alfaguara también en Santiago de Chile en 2010.
Las citas subsiguientes a ambas novelas contendrán solo el número de página entre pa-
réntesis.
4
El término “población” se refiere a barrios de clase baja y socialmente estigmatiza-
dos. En Chile, estos pueden tener orígenes formales o informales, a veces son el resul-
tado de proyectos de vivienda social impulsados por los gobiernos, o bien, se trata de
tomas de terrenos hechas por los mismos pobladores.
133
jóvenes adolescentes de las clases altas del Santiago de los años 1990
y 2000 que se convierten en padres a temprana edad, y la manera en
que tanto los padres como el hijo lidian con las consecuencias de una
paternidad no deseada. En ambas novelas, la multimedia y las TIC for-
man parte esencial de la vida diaria de los personajes, más allá de las
clases sociales disímiles que retratan ambas historias.
En Fuerzas especiales, la presencia de la tecnología cumple dos
propósitos. Por una parte, su uso se lee como el escape de una reali-
dad cruda y violenta, y por otra, como una fuente de conocimiento e
información abierta a personas con escasa educación formal. Esto es
evidente en el siguiente ejemplo:
Cómo complacerla o cómo ayudarla, pienso, pero me distraigo en
uno de mis sitios preferidos que da inicio a la nueva temporada de
zapatos manufacturados con la piel de una serpiente que habita el
norte argentino, la lampalagua. Estos diseños, los más elegantes
que he visto, ya se han apoderado de las superlativas vitrinas fran-
cesas. (29)
Estas palabras reflejan el registro lingüístico de la narradora-pro-
tagonista de Fuerzas especiales, el que es formal, culto y permeado de
información que obtiene desde los distintos sitios web que acostum-
bra visitar en el cibercafé donde se prostituye. Nos muestra que en la
vida moderna, la multimedia y las TIC se encuentran ampliamente
disponibles en contextos vulnerables y que también pueden tener
propósitos contradictorios. En el ejemplo, por un lado, la tecnología
se puede leer negativamente como un entretenimiento banal que in-
terviene con el proceso de reflexión que la protagonista lleva a cabo en
torno a la desmejorada situación que enfrentan ella y su familia. Vin-
culado con la economía de libre mercado a la que alude la novela, el
ejemplo nos recuerda la sobreexplotación de los recursos naturales (en
este caso de especies nativas sudamericanas) con fines comerciales. La
falta de una mirada crítica a este fenómeno por parte de la narradora
acentúa la idea de la tecnología como elemento distractor, en donde el
contenido que se ofrece (la moda) no pareciera motivar en ella ningún
afán crítico, idea sustentada por la forma narrativa. El proceso de re-
flexión inicial de la protagonista cede paso al frenesí de la prosa que
desvía su atención hacia la descripción apresurada de banalidades
relacionadas con la moda, también pasajera por cierto. No obstante,
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su vida diaria, su trabajo y sus relaciones con los demás. Está entonces
menos consciente de la manera en que se vulneran sus derechos y es
abusada por un sistema de libre mercado que protege los intereses de
los poderosos en desmedro del bienestar de la mayoría, y que intenta
por sobre todo mantener el statu quo. Al estar las personas menos con-
scientes del desmejorado estatus político en el que viven, no estarían
entonces preparadas para luchar, para resistir a este complejo sistema
que despliega todas sus armas con tal de evitar la insurgencia social
que podría devenir en su derrumbamiento.
Con todo, el uso que hacen las novelas estudiadas de la multimedia
y las TIC, y su apabullante presencia a lo largo del imaginario social
que (re-)crean arroja luces sobre potenciales vías para resistir dichos
objetivos del sistema y reconstruir lazos comunitarios. También ilumi-
na el rol político-cultural que juega el lenguaje literario en esta tarea,
en el contexto de una sociedad chilena neoliberal que ha heredado de
la dictadura y de la transición una marcada despolitización y descole-
ctivización con consecuencias no solo a nivel comunitario, sino tam-
bién en lo literario.
Baczko dice que “los imaginarios sociales operan todavía más vig-
orosamente en la producción de visiones del futuro, en especial en la
proyección de obsesiones y fantasmas, de esperanzas y de sueños col-
ectivos” (Baczko 30). Se puede decir, entonces, que el uso de la multi-
media y las TIC en Fuerzas especiales y Aeropuertos pone un foco en el
rol que estas pueden cumplir en una sociedad moderna y globalizada,
como nuevas formas de autoeducación y de generación de maneras
creativas e innovadoras de resistencia, reconexión y eventual orga-
nización desde las bases, ya sea socialmente o desde cada individuo.
El rol que podrían cumplir como una herramienta de conexión entre
las personas y entre estas y su realidad, uniéndolas y eventualmente
transmitiendo entre ellas significaciones ligadas con sentimientos pro-
fundos e información es esencial para la vida de las personas, lo que
puede acarrear importantes potenciales político-culturales.
Por ejemplo, en octubre de 2019, en el más reciente levantamiento
de la ciudadanía chilena contra las injusticias sociales que el Estado ha
promovido por más de cuatro décadas, el acceso amplio a la multime-
dia y las TIC jugaron un rol fundamental. Las redes sociales fueron la
plataforma que permitió conectar a millones de personas que enfrent-
144
145
Conclusiones
Se ha propuesto aquí un acercamiento a la literatura chilena del nuevo
milenio desde una mirada de la postransición, ficción para la cual sus
determinantes sociopolíticos son ineludibles. Este acercamiento per-
mite expandir las lecturas de las consecuencias político-culturales de
la dictadura por un lado, pero también posibilita una mirada crítica de
la transición hacia la actual democracia neoliberal imperante en Chile.
El contexto desde el que emerge la literatura chilena de la postransi-
ción y al cual interpela, contempla la compleja conjugación de trayec-
torias políticas, históricas y culturales locales. Estas trayectorias se han
traducido en formas de opresión que se basan en la interrelación de
diversos factores que encuentran su origen en la influencia cultural,
económica y política del neoliberalismo chileno, que es un legado de la
dictadura. Este trabajo muestra que la literatura chilena de la postran-
sición pone en primer plano sus apabullantes y sofocantes legados.
Se ha propuesto a Diamela Eltit y a Alberto Fuguet como autores
semicanónicos de este tipo de literatura. Una exploración compara-
da a algunas de sus novelas más recientes revela que desde distintas
perspectivas las obras analizadas se muestran en diálogo en cuanto
a las preocupaciones que alimentan el imaginario social chileno de
146
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147
148
149
150
La estratificación socioeconómica en El
Coordinador, una actualización de la
danza macabra∗1
RESUMEN
El presente artículo muestra cómo El Coordinador, de Benjamín Palabras clave:
Galemiri, constituye una actualización chilena del género me- interdiscursividad,
dieval de la danza macabra. La base para validar esta afirmación alegoría,
es el reconocimiento de una conciencia neomedieval, la aplica- parodia, estudios
transatlánticos.
ción de una visión alegórico-comparativista y la identificación
de ciertos rasgos intertextuales. La idea es evidenciar cómo, a
través de un cúmulo de referencias, se subvierte el optimismo
del relato chileno histórico oficial para construir una denuncia
lúcida de una sociedad que es constantemente maltratada, pero
que decide ignorar este hecho por la tranquilidad que proyecta
el concepto de libertad.
ABSTRACT
This essay explains why El Coordinador by Benjamín Galemiri Keywords:
can be interpreted as a new Chilean take on the Dance of Death, interdiscursivity,
a typical literary genre of the Middle Ages. This claim is based allegory, parody,
on the recognition of a neo-Medieval conscience, the applica- transatlantic
tion of allegorical-comparativist vision and the identification of studies
certain expressions of intertextuality. Essentially, this compa-
rison is made possible because both literary expressions relate
to each other from a transatlantic point of view, and represent
the triangle formed by Europe, Chile, and the USA. The aim is
*1
Este artículo fue presentado en el XVI Congreso Internacional ALEPH “Pecuniae
omnia parent: El papel de la economía en la literatura”, realizado en la ciudad de Valla-
dolid, España, entre el 8 y el 11 de abril de 2019.
**2
Chilena. Doctoranda de Estudios Lingüísticos, Literarios y Culturales de la Univer-
sitat de Barcelona. Barcelona, España, mmpizarr@gmail.com
151
152
Introducción
El presente artículo busca establecer una relación de equivalencia
entre el texto dramático El Coordinador y el género medieval de la
danza macabra. La idea es ahondar en el funcionamiento de ciertas
formas actuales de intertextualidad y proporcionar una aplicación
concreta de la teoría orientada a la actualización y a la reescritura
literarias.
El Coordinador es una obra dramática escrita por el dramaturgo
Benjamín Galemiri en 1992 y estrenada en 1993, época marcada por la
transición a la democracia y por el fortalecimiento del espíritu neoliberal
en Chile. Su argumento se desarrolla a partir de cuatro individuos cesantes
en busca de trabajo y atrapados en un ascensor que es controlado por
Marlon —supuestamente el encargado del edificio—, un personaje
autoritario, déspota y cruel, que conoce la vida de todos y aprovecha esa
ventaja para poner al resto de los personajes constantemente a prueba.
A través de una serie de situaciones incómodas enmarcadas en la lógica
del coaching y la superación personal, la obra construye una atmósfera
coercitiva que se proyecta como el reflejo de la identidad del país a finales
del siglo XX y que, a su vez, encarna el patetismo de quienes persiguen
desesperadamente el éxito del “milagro chileno”.
Ante todo, El Coordinador representa la transición democrática
de un país que ha sobrevivido a una dictadura militar y que pretende
construir —con éxito cuestionable— para sí mismo y los demás una
imagen luminosa y alejada de su pasado traumático, valiéndose de la
estética y de los símbolos neoliberales. De hecho, “lo sintomático de
la obra de Galemiri, lo realmente importante es que, como ninguno,
construyó las alegorías más potentes del poder autoritario, del fascismo
que aún permanecía en las estructuras sociales medias” (Jara Barría,
“Escenas sintomáticas…” 281). Cabe señalar que esta tendencia a la
representación figurada y altamente simbólica del presente es algo
muy característico de la generación de autores de transición y que, por
ello, quizá el mayor mérito de Galemiri sea sofisticar aquella retórica
antes que generarla. En cuanto a este punto Paulo Olivares agrega
que las obras teatrales de aquel grupo de jóvenes dramaturgos se
destacaron por conectar con una identidad chilena resquebrajada no
solo en las capas más superficiales, sino también en las bases. Así, el
desplome “se refleja en la tensión que hay en el tratamiento del género
153
1
Ubi sunt qui ante nos in hoc mundo fuere?: ¿Dónde están o qué fue de quienes vivie-
ron antes que nosotros?
2
Memento mori: Recuerda que morirás.
3
Omnia mors aequat: Alude al carácter igualitario de la muerte que, en su poder, no
discrimina a sus víctimas ni respeta jerarquía.
154
155
2. Análisis de la obra
2.3.2 La muerte y la
sociedad empresarial
como certezas igualadoras
2.3.3 Adecuación al
contexto demográfico
chileno
156
2. Análisis de la obra
2.1. Influencia estadounidense
Siguiendo esta línea teórica, el primer aspecto del triángulo Europa-
Chile-Estados Unidos que llama la atención es la cantidad de referen-
cias al imperialismo y la economía estadounidense presentes en El
Coordinador. El mismo espacio en el que se desarrolla la acción (el ele-
vador de una empresa) es símbolo del modelo norteamericano neoli-
beral y del ascenso social vinculado con la meritocracia, aunque solo
de manera aparente, como se comprobará más tarde. Tanto el espacio
del viejo ascensor como las dinámicas humanas que se generan en este
lugar forman parte de una atmósfera extranjera y eso queda reflejado
en gestos como el origen anglosajón del nombre Marlon, la importan-
cia asociada al dominio del inglés en un país en el que se habla caste-
llano y la búsqueda constante de éxito a través del fortalecimiento de
las habilidades que exige el mundo ejecutivo. Mientras Marlon humilla
a Brigitte y a Milan por la insignificancia de sus currículos, mezcla
anglicismos y en vez de decir “por supuesto”, utiliza la expresión
inglesa “of course”: “MARLON: Qué candor... francamente me hace
sonrojar, Milan. ¿Sabe cuánto cuesta en el mercado del edificio cada
información relevante para las otras empresas de la competencia?
No, por supuesto su vitae, Milan, ni el de Brigitte, of course” (Galemiri
11). Este tipo de variaciones lingüísticas reaparece constantemente y
construye la identidad de la obra.
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164
165
3. Conclusión
Finalmente, la serie de referencias expuestas validan el triángulo de de-
bate Europa-Chile-Estados Unidos y detonan una atmósfera medieval
que hace posible la concienciación social a través de la contemplación
estética. El Coordinador se yergue así como una obra burlesca, moral-
mente satírica y fuertemente conectada con su contexto histórico y so-
cial, tal como lo fue el género de la danza macabra en el pasado, motivo
por el cual es posible entenderla como una reescritura contemporánea
con un mensaje ético. Al respecto, resulta particularmente lúcida una
conocida cita de Walter Benjamin:
La humanidad, que antaño, en Homero, era un objeto de espectá-
culo para los dioses olímpicos, se ha convertido ahora en espectá-
culo de sí misma. Su autoalienación ha alcanzado un grado que le
permite vivir su propia destrucción como un goce estético de pri-
mer orden (“La obra de arte…” 17).
Ya sea debido a la función de la representación dramática o a la
fuerte conexión que mantiene el teatro con su realidad social, El Coor-
dinador nos invita a ser espectadores de la decadencia de la mejor
imagen que ha llegado a exportar la sociedad chilena en los últimos
treinta años. Al mismo tiempo deja en evidencia la vulnerabilidad y el
absurdo tras la venta del esteticismo de la política económica domi-
nante e invita a reflexionar en torno a conceptos tan trascendentales
como el sentido de la vida, el exitismo, la dominación política y las je-
rarquías sociales que aparecen hermanadas en el sentimiento de infe-
licidad e insatisfacción de los personajes. Tal como señala Byung-Chul
166
167
Referencias bibliográficas
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168
169
RESUMEN
El texto analiza la autorrepresentación del narrador Benjamín Palabras clave:
Vicuña Mackenna y su construcción del pueblo, como resisten- Representación,
cia al poder hegemónico conservador en el año 1858. A través del intelectualidad,
artefacto “campanas”, objetos que permiten/prohíben el discur- pueblo, prensa
chilena, siglo XIX.
so, el narrador denuncia este poder al tiempo que se construye
como una voz del pueblo en oposición a esta hegemonía. El texto
aquí analizado es inédito, por lo que su recuperación es tanto
patrimonial como crítica. Si bien acostumbramos a reconocer
los textos de Vicuña Mackenna como obras de análisis político y
social de la sociedad chilena decimonónica, son pocos los textos
públicos en los que el autor se autorrepresenta como intelectual,
deambulando por la ciudad. Este análisis se realiza a partir de la
categoría de representación, la que nos permite ahondar en las
formas en que el autor se apropia del discurso para mostrarse
como un intelectual resistente al poder conversador detentado
por Manuel Montt (1851-1861).
ABSTRACT
This paper analyzes the self-representation of narrator Benja- Keywords:
mín Vicuña Mackenna and his construction of the people, as a representation,
form of resistance to the hegemonic conservative power in the intellectuality,
year 1858. Through the figure of the “bells,” objects that allow or
*1
Este trabajo corresponde a mi informe final para la cátedra “Teorías Culturales” del
programa de Doctorado en Literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile, im-
partido por la profesora Dra. Magda Sepúlveda Eriz. Agradezco a la profesora su tiempo
y dedicación para la revisión de este trabajo.
**2
Chileno. Doctor en Literatura de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Uni-
versidad de los Andes, Santiago, Chile, cvelizro@gmail.com
171
prohibit speech, the narrator denounces this power while cons- people, Chilean
tructing himself as the voice of the people in opposition to this press, 19th century
hegemony. The text analyzed here is unpublished, therefore its
recovery can be considered both heritage and critical. Although
we used to recognize the texts by Vicuña Mackenna as works of
political and social analysis of the 19th-century Chilean society,
there are few public texts in which the author represents himself
as an intellectual wandering around the city. This analysis was
performed from the category of representation, which allowed
us to delve into the ways in which the author appropriates the
discourse to show himself as an intellectual critic of the conser-
vative power held by Manuel Montt (1851-1861).
172
173
174
público lector dinámico entre los que deambula el narrador, esto es,
como texto que se construye en interpelación constante entre el texto,
el productor y su público.
Todo lo anterior será revisado a partir del marco teórico aportado
por la categoría de la representación. La representación como identi-
dad, como construcción desde un afuera constitutivo, en el que “yo”
reclama ser reconocido desde un ángulo social y que, a su vez, se
mueve performando en diversas locaciones, nos arroja una categoría
representacional que se encuentra en permanente tensión: una alo-
cución dirigida al ámbito de lo público. Revisaremos dicha represen-
tación del intelectual a partir del análisis de autores tales como Slavoj
Žižek, Gayatri Spivak, Stuart Hall y Zigmunt Bauman.
1
La noción de modernidad es entendida, específicamente, a partir de la clásica obra
de Marshall Berman, Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la mo-
dernidad (1989). La modernidad, acompañada por la “viga maestra” del capitalismo y
amparándose, predominantemente, en el modelo impulsado por la razón, se muestra
constantemente mutable, contradictoria y fortalecida por cada nuevo periodo de cri-
sis. Al interior de la modernidad existirían modernismos, como parte de las ideas que
acompañarían a la modernidad, romanticismo, naturalismo, positivismo, entre otros, así
como modernizaciones: procesos efectivos que servirían para concretar dichas ideas,
tales como el ferrocarril, la telegrafía, el desarrollo urbano, la prensa, entre otras concre-
ciones de los modernismos (1-27).
175
• una prensa doctrinaria que, dominada por una razón política, de-
fiende sus puntos de vista acerca de los presupuestos de esta no-
ción;
• una prensa fundacional y legalista, que como El Araucano2, da a
conocer las leyes y los decretos emanados del gobierno, establecida
como defensa de este poder;
• una “prensa raciocinante” e informativa, que otorgándole más
protagonismo a la voz del naciente periodismo —la figura de los
“publicistas” difundida tanto por Ossandón como por Santa Cruz
resulta clave, al respecto— separa su escritura, encontrando un es-
pacio propicio para la profesionalización del periodista. Para esta
categoría, los ejemplos que utiliza Ossandón son dos: el periódico
ilustrado El Correo Literario (1858) redactado por José María Torres
y la simbiosis de periodismo informativo constituido por La Sema-
na (1859-1860) de los hermanos Arteaga Alemparte; finalmente,
• una prensa de ariete, que siendo espontánea con “lances y ocasión”
(Ricardo Donoso 219), se manifiesta ideológica y con un conteni-
do que depende directamente del contexto de emergencia; surge
como resultado de un fenómeno puntual y no pretende subsistir
más allá de la concreción de sus demandas. Para el caso del análisis
presentado aquí, tanto el soporte como su autor, corresponden a
esta categoría.
Al respecto, cuando nos vemos vivenciando las polémicas plantea-
das por la televisión abierta referidas a programas de farándula criolla,
a los diversos realities y las múltiples teleseries que instan a una coloni-
zación del deseo en nuestras sociedades, cuesta imaginarnos que ape-
nas hace ciento cincuenta años también existió la fuerte presencia de
un aparato de prensa que tuvo por función la circulación de polémicas
que cumplieron con el establecimiento de nuestro deseo en fomento
de la presunta identidad nacional. Y es que denostar al “otro” haciendo
pública una imagen de él y exhibiendo el espacio privado como domi-
2
El Araucano fue un periódico bisemanal que circuló en Santiago entre los años de
1830 y 1877. Su fundador, Andrés Bello, fijó los parámetros del periódico, orientándolo a
la necesidad de informar al público lector respecto de las reglamentaciones vigentes en
los distintos gobiernos. Su comité revisor estuvo integrado por el mismo Bello, Ventura
Martin y Juan Egaña.
176
nio público son límites que hemos cruzado fuertemente en este siglo
XXI, pero que ciertamente ya venían fisurados desde hace tiempo.
Estas fisuras tienen directa relación con los golpes de ariete pro-
piciados por estos periódicos que, arremetiendo contra los gobiernos
imperantes, no escatimaron para lograr sus objetivos. Enalteciendo
candidatos, provocando la lucha, humillando a sus enemigos, estos
periódicos sirven como un interesante escenario para estudiar los más
encarnizados ánimos ad-portas de un torbellino social que se avecina-
ba y que tendría severas consecuencias para ambos bandos: estados
de sitios, un ejército de mineros en marcha contra la metrópolis, una
capital en estado de alerta, una intelectualidad exiliada y el fin de la era
conservadora para el Chile republicano.
Como hito paradigmático de esta prensa de ariete del siglo XIX (Os-
sandón 10), La Asamblea Constituyente comenzó a circular el viernes
29 de octubre de 1858, bajo la imprenta del Correo (pasaje Bulnes N°
14). Compuesta por 13 números en total que abarcaron desde el 29 de
octubre al 11 de diciembre del mismo año y con una extensión que
fluctuaba entre las cuatro y las ocho páginas (en dos columnas, como
era común en la época)3, La Asamblea Constituyente ha sido señalada
por distintos historiadores (Collier 285-287; Cortés Lutz 19-27) como el
foco de ebullición en el conflicto que conminó a Santiago al último es-
tado de sitio convocado por el gobierno de Manuel Montt (1851-1861),
así como el punto de no retorno en la tolerancia de ese gobierno contra
los opositores letrados. A su vez —y presentada con un programa po-
lítico bien definido por su redactor en jefe Benjamín Vicuña Macken-
na—, el prospecto político del periódico no tiene dudas respecto de su
finalidad: es la constituyente o la revolución armada4.
La Asamblea Constituyente llamó la atención de la sociedad de su
época en cuanto a la necesidad de virar el timón político para darle
paso al gobierno liberal. Sin embargo y como un caso desviado en
3
“Se publicará 2 o 3 veces por semana. En pliegos de cuatro u ocho páginas” (La
Asamblea Constituyente, Miércoles 3 de noviembre 1858, n° 2, p. 18).
4
Las demandas principales de este periódico se basaron en: reforma de la Consti-
tución de 1833, desconcentración del poder en Santiago en favor de las provincias, am-
pliación del sufragio, término a los constantes estados de sitio, reforma al poder judicial,
disminución de los poderes de los intendentes a favor de las municipalidades, así como
una política de unión y entendimiento con las otras repúblicas de América Latina (Snow
19-20).
177
5
El nº 10 del periódico lo dicta explícitamente: “La suscripción se hará por trimestres
adelantados al precio de tres pesos. No se venden números sueltos ni se publican avisos.
Los días fijos señalados para la publicación son los miércoles y sábados, y se repartirá a
los suscriptores por la tarde, en razón de no ser un diario de noticias” (4). Siendo un pe-
riódico que se preciaba de estrictamente político, su seriedad no le permitiría dedicarse
a otros distractores como podría ser, las noticias del día a día o los avisos comerciales.
6
En el original, la tipografía del periódico lo escribió con mayúsculas; comprendien-
do que lo que intentamos es analizar no solo el contenido sino también el soporte, he-
mos respetado la mayúscula del título.
7
La investigadora Ana Peñas ofrece la siguiente definición respecto de este tipo de
narrativas: “Desde el punto de vista temático, tanto las fisiologías como los artículos de
costumbre textualizan las prácticas culturales y artísticas de una sociedad, la del XIX,
dividida entre la voluntad de representación y exhibición y la privacidad de la moral bur-
guesa; entre el ofrecer la imagen de ‘cette chose qu’on appelle la vie privée d’un peuple’,
como reflexiona Jules Janin (1840 vii); y el respeto de un código implícito a la propia poé-
tica costumbrista, inherente también a la poética de la moral y de la sátira, según la cual
el escritor de costumbres debía poseer ‘suma delicadeza para no manchar sus cuadros
con aquella parte de las escenas domésticas cuyo velo no debe descorrer jamás la mano
indiscreta del moralista, para saber lo que ha de dejar en la parte oscura del lienzo (Larra
2000: 550)’” (Peñas 443).
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8
Debemos recordar que este diario, así como toda la prensa de este año (1858), fue
suprimido por el gobierno al mismo tiempo que el país era declarado en estado sitio por
la amenaza revolucionaria. Dicha situación fue el prolegómeno del alzamiento minero
que avanzó contra la capital (1859), incitando a la rebelión de las provincias.
9
Según Stuart Hall: “Aunque parecen invocar un origen en un pasado histórico con
el cual continúan en correspondencia, en realidad las identidades tienen que ver con
las cuestiones referidas al uso de los recursos de la historia, la lengua y la cultura en el
proceso de devenir y no de ser; no ‘quienes somos’ o ‘de dónde venimos’, sino en qué
podríamos convertirnos, cómo nos han representado y como atañe ello al modo como
podríamos representarnos (…) Surgen [las identidades] de la narrativización del yo, pero
la naturaleza necesariamente ficcional de este proceso no socava en modo alguno su
efectividad discursiva, material o política, aun cuando la pertinencia, la ‘sutura en el re-
lato’ a través de la cual surgen las identidades resida, en parte, en lo imaginario (así como
en lo simbólico) y, por lo tanto, siempre se construya en parte en la fantasía, o al menos,
dentro de un campo fantasmático” (17-18).
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10
La figura del proscrito es una imagen que fue presentada y representada por au-
tores icónicos de la época como José de Espronceda y Víctor Hugo. Tanto Espronceda
como Hugo desarrollaron el arquetipo del proscrito como parte del imaginario román-
tico. Nuestra Señora de París (1831), Los Miserables (1862), así como para Espronceda, El
estudiante de Salamanca (1840) o Diablo Mundo (1841), exhiben este contexto en el que
los personajes románticos asumen cualidades enaltecidas desafiando a la sociedad. Por
otra parte, la perfomance de ambos escritores, uno siendo exiliado de la España monár-
quica, así como Hugo, luchando en las barricadas de París para 1830, fueron narraciones
ampliamente conocidas por los jóvenes intelectuales de la época, como bien lo han re-
cogido Cristian Gazmuri y Bernardo Subercaseaux.
180
nas”. Presente tanto en el título del artículo “Las campanas o sea UNA
VISITA AL NUEVO EDIFICIO DEL CONGRESO (Artículo que debía ser
político y no lo ha sido)” como en reiteradas oportunidades a lo largo
del texto (6 veces a lo largo del texto; 7 más aludiendo a otras palabras
que comparten un campo semántico semejante, como campanillazo o
campanillas, entre otras), la tiranía de las campanas es un significan-
te que se expresa continuamente en el discurso del paseante. Artificio
utilizado por el narrador para poner en evidencia la extensión de un
poder que territorializa todos los espacios sociales: las campanas se
hacen oír en el Senado, en el pueblo, en las calles y aún en el descanso
mismo de todos los ciudadanos. Y es que nos encontramos con este
significante que prohíbe/permite el discurso funcionando como un
poder que irradia hacia todos los espacios públicos y privados posi-
bles, que ordena los límites del tiempo cívico como un anuncio para
todos aquellos que habitan la ciudad, pues aun cuando las sesiones del
Congreso pueden cerrar, la Iglesia es una institución de 24 horas que
dicta cuándo debemos dormir y cuándo debemos despertar:
Los presidentes de asamblea agitan el mango de sus campanillas,
y las asambleas enmudecen. Los sacristanes repican, y las asam-
bleas del pueblo se congregan, se arrodillan y oran en silencio. ¡Oh!
Tú, mortal oscuro, que inventaste las campanas, tú no sabías que
serías un día el supremo legislador del universo, tú no sabías que
el gran secreto de los profundos políticos modernos iba a consistir
en las vibraciones del argentino metal que tú forjaste! ¡Y dichosos
vosotros que jamás conocisteis esa horrible tiranía de los tímpanos,
la tiranía de las campanas y de los sacristanes! Dichosos los sor-
dos que nunca despertarán al oír tu monótono canto, esquilón de
la Catedral, ni se durmieron oyendo la campana de la agonía o la
plegaria de la media noche que tocan las Capuchinas! ¡Seis horas
de sueño y lo demás un eterno repique, un vibrante campaneo, he
aquí la vida auditiva de Santiago! (Vicuña Mackenna 7)
Esta molestia que cae desde el mismo gobierno hasta su vínculo
directo con el poder político de la Iglesia, la vida auditiva de Santiago
está dominada por la tiranía de estas campanas que se presentan como
los instrumentos que custodian el acceso al poder. Por otro lado, inser-
to este artículo en una sociedad que aún guardaba un sagrado respeto
por la Iglesia y su creencia, la lectura de la voz narrativa a partir de una
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El texto de Elías Palti (2007) acerca de los lenguajes políticos en el siglo XIX latinoa-
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Esta categoría la encontramos presente en el análisis de Julio Ramos, quien reserva
este dominio a Andrés Bello, como representante del discurso de los intelectuales ame-
ricanos (55-75).
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“1. m. trono (|| asiento con gradas y dosel). 2. m. desuso. Sesión solemne que las
antiguas Cortes celebraban con asistencia del rey, para que este confirmase lo acordado
en ellas” (Real Academia Española s/p).
15
“Tal vez la actitud romántica de los jóvenes de 1842 (vinculada con el romanticismo
social francés) se manifieste de preferencia en el modo mesiánico y voluntarista con que
asumen la tarea de educar al espíritu para modificar la sociedad. Vicuña Mackenna en
sus crónicas históricas recuerda a Bilbao presidiendo un grupo de jóvenes en procesión
y llevando, como iluminado, un árbol de la libertad hecho de mostacillas” (Subercaseaux
63).
16
“Para Chacón, como para Lastarria, la historia es un organismo teleológico y Chile,
un espacio donde es posible llevar a cabo la perfección del género humano. Imbuidos
en la doctrina del progreso, los jóvenes de 1842 estudian a De Segur y Fleury, conocen
a Cousin, a Vico —por intermedio de Michelet— y a Herder, pero los leen haciendo un
esfuerzo para establecer una forma de vida nacional; los estudian con una óptica especí-
fica: chilecéntricamente, como si la historia fuese un lago y el pasado ondas concéntricas
que se concitan en un punto central: Chile” (Subercaseaux 63-64).
17
“Algunos nobles escritores, poseedores de un genio aristocrático, que antes descri-
bían las costumbres de las clases altas, se han acordado del pueblo. Con una intención
benevolente, se dieron a la tarea de poner al pueblo de moda. Salieron de sus salones,
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“Los latinoamericanos pretenderán borrar, negar sin asumir, el pasado colonial
impuesto por la primera oleada colonizadora, la ibera; para asumir como propia la ex-
periencia de los hombres y pueblos que han dado origen a la segunda etapa de coloniza-
ción, la occidental” (Zea 166).
19
A este respecto, el historiador Manuel Vicuña indica lo siguiente: “El historiador
francés Marc Bloch escribió: ‘durante mucho tiempo el historiador pasó por ser una
suerte de Juez de los Infiernos, encargado de distribuir a los dioses muertos el elogio o
la condena’. Vicuña Mackenna mereció esa reputación, ya que descendió a los infiernos
del pasado para ejercer como juez póstumo en el tribunal de la historia; sopesó cargos,
aportó pruebas, reunió testimonios; condenó y exculpó, discriminando a los héroes de
los villanos y aún de los monstruos; a la larga, erigió un panteón republicano a la medida
de sus visiones de grandeza nacional” (231).
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ción con el lugar desde el que nos observa, desde el que nos miramos
de modo que nos resultamos amables, dignos de amor. (Žižek 147)
Según Slavoj Žižek y su interpretación del grafo del deseo de Jaques
Lacan, este yo narrativizado y firmado con estas letras (“B. VICUÑA
MACKENNA”), demanda que se le reconozca por su lugar social como
hijo de la alianza entre Europa y oligarquía americana (Vicuña, oligar-
ca y Mackenna, europeo-irlandés), situándose a los ojos de su público
como un intelectual de alta clase presto a juzgar a las clases populares.
Unido a este significante (Žižek 142), el éxito de la representación en la
figura de este intelectual ha sido categórica, impactando a su medio y
a la posteridad, con una imagen que exhibe la importancia de un ape-
llido que, desde su significante, constituye a la intelectualidad del siglo
XIX chileno.
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191
192
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constituyente (5 de enero de 1859 a 1863)”. Revolución consti-
tuyente 1859-2009. Tributo a Pedro Pablo Muñoz Godoy, Co-
193
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Pablo López-Carballo**2
RESUMEN
Para tratar de comprender el alcance y la relevancia del trabajo Palabras clave:
poético de Eduardo Milán, en las páginas siguientes se propone Eduardo
una aproximación a su obra desde uno de sus textos más emble- Milán, poesía,
máticos, el último poema de Razón de amor y acto de fe (2001), representación,
titulado “Homenaje al lenguaje”. Este texto nos servirá para expli- poesía
car los procedimientos y problemáticas abordadas por el poeta latinoamericana.
uruguayo en sus más de cuarenta y cinco años de escritura. Las
dificultades asociadas a la representación serán el principal mo-
tivo desde el cual problematizar la compleja relación que man-
tiene el poema con el mundo, el papel social del escritor o los
vínculos u oposiciones en torno a los estamentos de poder y sus
consecuencias.
ABSTRACT
In order to understand the importance and relevance of Eduar- Keywords:
do Milán’s poetic work, this article proposes an approach to his Eduardo
entire oeuvre based on one of his most emblematic texts: “Ho- Milán, poetry,
menaje al lenguaje” (Homage to language), the last poem in his representation,
book Razón de Amor y Acto de Fe (2001). This poem will help us Latin American
poetry
explain both the procedures used and the issues addressed by
the Uruguayan poet throughout his forty-five year writing career.
The difficulties concerning representation will be the main motif
used in order to analyze the complex relationship between the
*1
Este artículo se enmarca dentro de las investigaciones posdoctorales de su autor.
Sigue una línea de investigación caracterizada por analizar las prácticas discursivas de
poetas hispanoamericanos de la segunda mitad del siglo XX.
**2
Español. Doctor en Literatura Española e Hispanoamericana. Profesor del área de
Literatura Hispanoamericana de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Ma-
drid, España. pablol12@ucm.es
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poem, the world, the social role of the writer, and the relations-
hips surrounding levels of power and their consequences.
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y finaliza la cuarta estrofa con “necesito pedir perdón. /por eso entro”
(74). Esta primera parte finaliza con una nueva remisión a este hecho,
“Pero entonces /—yo no pedía nada, yo no sabía nada— ¿por qué /
me culpo” (74), increpándose a sí mismo, como queriendo justificar
el arrepentimiento previo, ya que carecía de intencionalidad y la inge-
nuidad y el desconocimiento serían, digamos, exculpatorios. Esta for-
ma de revisión, de mirar al pasado para ver las cosas de otra forma es
una constante en la obra de Milán. Un claro ejemplo puede ser el libro
Acción que en un momento creí gracia (2005), donde se revisan modos
poéticos, acontecimientos históricos y personales, tratando de obtener
nuevas perspectivas y posibilidades en torno a ellos. En este sentido,
tendríamos versos como “en el tiempo en que leía por epifanía / —epi-
fanía es una palabra posterior” (23) o “mención de una flor que en un
instante creía bella” (24). Asimismo, en esta primera parte del poema
“Homenaje al lenguaje” hay clara vocación de revisar las prácticas del
pasado en torno a la creación. Más que hablar de una condena de los
procedimientos empleados anteriormente, se trata de una puesta al
día, un cuestionamiento personal que no persigue cancelar el pasado,
sino —quizás, en el mejor de los casos— reformularlo o entenderlo de
manera diferente a como ya había sido fijado. Este impulso por regre-
sar a esos lugares, hechos, acontecimientos, procedimientos, etc., sin
la intención de suplantarlo por algo nuevo también la percibe Antonio
Ochoa en un acercamiento a la poesía del autor uruguayo:
Milán no trata de borrar, de corregir, sino de tachar, pasar la línea
que cruza pero deja visible lo tachado. No borrar sino pasar el lápiz
sobre el papel una vez más, hacer otra huella sobre el papel y sobre
el lenguaje. Volver a decir, de algún modo distinto, lo mismo que
no era lo mismo pues no se dijo en primera instancia, ya que no se
tocó. (Ochoa s/p)
Con la misma intención, otorgándole esa naturaleza a la acción, en
la que la actividad del tachado, la corrección, o la acotación no supon-
dría una anulación de lo existente, la encontramos en otras publica-
ciones. Por ejemplo, en el apartado “Aquí como en este lado (sobre la
tachadura)” (279-308) de su libro Querencia. Gracias y otros poemas,
aborda de manera directa este procedimiento desde diversos ángulos.
Lo que parece más claro es el interés del poeta por no sustituir nada:
“vamos dejándolo todo /atrás por si le interesa a otro” (Querencia…
206
296) o en Ganas de decir: “Un poema se corrige con otro” (88). De esta
manera, la configuración de un poema no cancela —si acaso comple-
menta, se contrapone, o se incorpora— la existencia de otros, del mis-
mo modo que la tachadura permite que tanto lo previo como lo pos-
terior formen parte del significado, en donde también estaría la propia
acción.
La segunda parte del poema “Homenaje al lenguaje” responde a
un segundo momento de estadio poético distinto del primero. En este
caso, la reflexión en torno a la ausencia y la palabra ocupan el mayor
espacio del poema en cuanto a extensión. Respecto de la primera par-
te, donde el sujeto poemático hablaba acerca de una acción de entrada
al lenguaje —al mundo, al amor—, en esta segunda puede apreciarse
cómo la relación es desde el interior del propio sujeto enunciativo. La
cuarta de las cinco estrofas nos muestra esta necesidad de que la pala-
bra sea, por emplear un término del que nos hemos valido previamen-
te, verdadera:
Olvidé durante mucho tiempo
que la palabra es de adentro,
enamorado tal vez de tanto verla fuera,
de tanto mundo que insiste en que la palabra es de afuera,
como si la palabra solo comunicara
cuando la palabra no solo es lazo.
Una palabra condenada a celebrar
o a condenar el mundo,
una palabra del mundo
no puede durar mucho tiempo. (Milán, Razón… 76)
Estos versos nos recuerdan un problema recurrente en la obra de
Milán: la comunicación estética (Hilachas… 49-54) frente a los modos
de comunicación social que en ocasiones han prevalecido en el ámbito
de la lengua española (López-Carballo, “Confluencias…” 1117-1128).
Para Milán las palabras no pueden entenderse como meros elementos
transmisores, porque el contenido no está prefijado. Esto conllevaría
cercenar las posibilidades que albergan las relaciones y no serviría
para dar cuenta de la tensión que generan. En el espacio en el que se
desarrolla el poema, donde se da una experiencia de lenguaje, se pro-
duce una unión en la palabra que es indispensable para que surja el
acontecimiento del poema. Al respecto, Milán entiende que “la con-
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208
209
210
211
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dida. Conversación con Eduardo Milán”. Manuales de in-
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lados del Atlántico”. Bulletin of Hispanic Studies, vol. 94, no.
10, 2017, pp. 1117-1132.
212
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214
RESUMEN
Gabriela Mistral elaboró en Tala un americanismo que no con- Palabras clave:
siste en hablar por otros, sino en elaborar una enunciación plu- Gabriela Mistral,
ral, un “nosotros” andino. En la identificación de la voz poética andino, poesía
con el mundo andino, más que una representación de las cul- chilena, Rancière.
turas de los Andes, la escritora opta por trazar otro modelo de
percepción para la zona. Mistral consigue desplazar las líneas
de representación habitual acerca de la comunidad andina. En-
tre las formas disensuales concebidas por Mistral están la crea-
ción de otros referentes territoriales para América y la constitu-
ción de un colectivo político de enunciación y valoración de los
conocimientos incaicos. Todos estos aspectos se hacen visibles
en el poema “Cordillera”, el que se vuelve el modelo ejemplar
de Tala.
ABSTRACT
Gabriela Mistral developed an Americanism in Tala that con- Keywords:
sists not of speaking for others, but instead constructing a plural Gabriela Mistral,
enunciation, an Andean we. By identifying the poetic voice in Andean culture,
the Andean world, rather than a representation of the cultures of Chilean poetry,
the Andes, the writer chooses to trace another model of percep- Rancière.
tion for the area. Mistral manages to displace the usual lines of
representation of the Andean community. The dissensual forms
conceived by Mistral are the creation of other territorial referen-
ces for Latin America, the constitution of a political collective of
*1
Este artículo se inscribe dentro del proyecto Fondecyt Nº 116019, “Llaneros solita-
rios, fisiatras y sampleadores. Artes poéticas, manifiestos y proclamas de la poesía chile-
na”.
**2
Chilena. Doctora en Literatura por la Universidad de Chile. Académica titular del
Departamento de Literatura de la Universidad Católica de Chile.
215
216
Introducción
La gran mayoría del territorio chileno está flanqueado por la cordille-
ra de los Andes, volviéndose una referencia constante para los conna-
cionales. Pese a ello, el país no se reconoce a sí mismo como andino,
en parte porque el imaginario nacional que se originó en el siglo XIX
potenció las culturas que están entre el mar y la cordillera1. Esa visión
ligó la creación de la identidad nacional oficial al valle central, con su
correspondiente figura, el huaso2, relegándose así la conciencia de las
altas montañas de los Andes y de los personajes cordilleranos que ha-
bitan en ella. Sin embargo, la poesía de Gabriela Mistral ejerció una
fuerza contraria3.
1
Esta construcción deja relegada no solo a la cordillera, sino también al mar como
lo hace ver el historiador Cristián Gazmuri: “El hecho es que Chile —que es pura costa—
culturalmente ha mirado hacia la tierra y no hacia el mar; su arquetipo humano es el
huaso” (29).
2
“El huaso fue el símbolo del mundo rural, defendido por los criollistas como el
personaje que mejor representaba la idiosincrasia y el particularismo nacional. […]. La
vinculación del huaso con los caballos, el rodeo y con las destrezas del campo, su vesti-
menta de origen andaluz, cordobesa e incaica, e incluso, en ocasiones su lenguaje, son
atributos tanto del patrón como del peón. El huaso, tanto en la realidad como en la fic-
ción es —a diferencia del roto— un personaje transclase, un canal no de confrontación,
sino de hibridaje social, de intercambio de visiones de mundo y valores” (Subercaseaux
336- 338).
3
Otros poetas chilenos que han tomado lo andino en distintos momentos de su pro-
ducción son Cecilia Vicuña, Soledad Fariña y Raúl Zurita
4
En 1938, Mistral viaja a Argentina, aceptando la invitación de Victoria Ocampo, a
quien había conocido en Madrid. Mistral tenía un manuscrito de Tala, que Ocampo pu-
blicó bajo su sello, Sur, el más prestigioso en Latinoamérica en esa época. Tala es en parte
una respuesta a la Guerra Civil Española (1936-1938), lo cual se aprecia en su mención a
los niños del Orfanato Basque, donde se atendía a los huérfanos, y también en su invita-
ción a los europeos a venirse a América Latina.
217
dinas permite referir a zonas de altura, pero también a regiones que es-
tán a los pies y a media altura de la cordillera, lo que implica prácticas
más variadas de las que se ejercitan solo en la puna. Además, hablar de
culturas transandinas5 permite salir de la idea de pueblo originario, es
decir, pegado al origen, y plantearlos como pueblos con pasado, con
diversos periodos históricos, pero a la vez actuales.
El momento transandino de la fragmentación de la zona andina
en territorios nacionales corresponde al periodo en que Gabriela
Mistral desarrolla su escritura. En Tala, la poeta emprende una mira-
da más allá de lo nacional: ella imagina una región andina a partir de
su andar por el continente, por eso su subjetividad se inscribe como
transandina. La vecindad cultural en que se escribe Tala correspon-
de a un momento de reflexión en torno a América Latina. El crítico
Mauricio Ostria explica que el poemario “coincide con una serie de
trabajos ensayísticos que procuran descifrar los signos de nuestra
cultura, como es el caso de las obras de José Vasconcelos, Samuel Ra-
mos, Antonio Caso, Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña, Mariano
Picón Salas, José Carlos Mariátegui, Antenor Orrego, Ricardo Rojas,
Manuel Ugarte, Aníbal Ponce y Ezequiel Martínez Estrada” (82). En
ese contexto, Mistral elabora su idea de una comunidad latinoameri-
cana formada por los campesinos, razón por la que el estudioso Jai-
me Concha caracteriza la propuesta como “humanismo rural” (33-
34). Considerando estos aspectos, nosotros deseamos precisar que
el humanismo americano de Mistral no consiste en hablar por otros,
sino que en reconocerse en un “nosotros” andino desde el cual sitúa
su lugar de enunciación.
La vanguardia de Mistral no fue el experimentalismo de los años 30,
sino traer al presente y hacer visibles las formas retóricas del mundo
incaico. En otras palabras, la avant-garde de Mistral fue usar y construir
5
La idea de “culturas transandinas” fue propuesta por varios investigadores para re-
ferirse a comunidades que se destacaban por su movilidad espacial en las zonas de los
Andes. Ellos distinguen un primer periodo histórico donde las diversas comunidades
indígenas del altiplano andino y regiones colindantes forman un complejo cultural co-
mún. El segundo periodo corresponde a la instalación del Virreinato del Perú. El tercer
momento se caracteriza por la fragmentación de la zona andina en estados nacionales,
en las que destacan discursos nacionalistas, indigenistas y americanistas; y el cuarto,
más contemporáneo, está definido por las migraciones diaspóricas intra, inter y transna-
cionales (Bernaschina y Bosshard, “Introducción…” 927).
218
6
La crítica literaria hace diferencias entre la literatura indigenista y la literatura in-
dígena. Uno de los mayores estudiosos de este asunto es Antonio Cornejo Polar. Para
él, “la literatura indigenista no abre un nuevo sistema comunicativo en cada uno de los
países andinos y se limita a discurrir por el cauce que es propio de la literatura culta, si se
quiere oficial” (“El indigenismo…” 19). Este “proceso de producción obedece a normas
occidentalizadas o europoides, [tanto] por la posición social y cultural de sus producto-
res [cuanto] por el contexto en que actúan y las convenciones culturales y literarias que
emplean” (18).
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7
El monte Aconcagua se encuentra ubicado a 32º latitud sur y 69º longitud oeste.
Tiene un grado de diferencia en ambas coordenadas de distancia respecto de Santiago
de Chile, ubicado a 33.45º de latitud y 70º de longitud.
8
Cíngulo es “el cordón o cinta de seda o lino, con una borla a cada extremo, que
sirve para ceñirse el sacerdote” (RAE, 1992). Mistral llama así al cinturón de fuego del
Pacífico, que parte en Chile, sigue hasta la costa de California y finaliza en Japón. El
nombre se debe a los volcanes submarinos y a las placas tectónicas inestables de ese
lecho marino.
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9
Llamados ríos Dioscuros, porque son dos puntas que se transforman en una hebra.
El río Magdalena se inicia en los Andes colombianos y drena hacia el mar Caribe. Tiene
1.290 km navegables. El Cauca, que también nace en los Andes, recorre buena parte de la
geografía colombiana, antes de unirse al Magdalena (Vergara y Velasco 35). Ellos corren
paralelos gran parte de su descenso antes de unirse, por ello se les denomina como los
gemelos griegos, los Dioscuros.
10
Cástor y Pólux nacieron de los huevos de Leda como consecuencia de la unión con
Zeus transformado en cisne. Eran llamados Dioscuros, es decir, hijos de Júpiter. Entre sus
hazañas destaca la liberación de su hermana Helena del secuestro acometido por el ate-
niense Perseo. “Cástor y Pólux son dos héroes jóvenes, dos combatientes. El primero es
especialmente guerrero; el segundo practica el boxeo” (Commelin 142). Además, libra-
ron al archipiélago griego de los saqueadores. Otra gran hazaña fue ayudar a la conquista
del vellocino de oro. Por su fuerza guerrera eran representados en medallas antiguas con
figuras de robustos adolescentes, [unas veces] de pie, pica en mano, y otras en soberbios
caballos blancos (288-289).
11
El mar de los sargazos se ubica en la costa atlántica abarcando las zonas de Vene-
zuela (Isla Margarita), México, Florida y Cuba. Su nombre se debe a un alga café muy
tupida. Fue considerado un mar peligroso para los buques de vela en el siglo XII y XIII
(Oxford University Press 152).
221
que hay que poner atención “desde dónde y a partir de dónde se piensa” (258) para salir
de “habitar la casa del imperio” (260) y dar un “giro geo y corpo político frente a la teo-
política desincorporada y deslocalizada” (262).
222
13
Atalanta, la extraordinaria corredora, no deseaba casarse, por ello, confiando en sus
capacidades, dijo que solo lo haría con quien la venciera. Se casó efectivamente con el
joven que la venció en la carrera. Gozaron de su amor en el santuario de Cibeles. La diosa
223
de la Tierra, llamada después Rea, montó en cólera y los transformó en dos leones que
tiran su carro (Grimal 57-58). Observando este mito, se aprecia que Mistral feminizó la
cordillera de forma particular, asunto que amerita un estudio específico y profundo.
14
De acuerdo a The Princeton Encyclopedia of Poetry, los himnos nacionales tienen
su origen en el siglo XIX, siendo el primero de ellos el himno holandes, “Het Wilhelmus”.
Los himnos nacionales se han construido con motivo de una crisis social, como “God
save the king” en Inglaterra; de una revolución, “Marseillaise” en Francia o de una inde-
pendencia como el himno turco. Todos ellos aspiran a ensalzar la cohesión social de un
grupo mediante elogios al pueblo, al paisaje, a los símbolos patrios y a otros valores que
se busca resaltar. A nivel melódico, la comunidad llega a estar presente bajo la forma de
coro. Su valor performativo se reivindica en cada acción, en las marchas militares, en el
primer día de clases y en los rituales deportivos, generando así el sentimiento de ser una
colectividad.
15
Mistral también es consciente de usar un estilo de escritura para el himno que no
sea cercano a la tradición greco-latina: “Si nuestro Rubén, después de la Marcha Triunfal
(que es griega o romana) y del Canto a Roosevelt que es ya americano, hubiese querido
dejar los Parises y los Madriles y venir a perderse en la naturaleza americana por unos
largos años —era el caso de perderse a las buenas— ya no tendríamos estos temas en la
cantera; estarían devastados y andarían entonando el alma del mocerío” (276).
224
“Peán: Término griego (paian) con el que se designa un himno coral cantado en la
16
antigua Grecia, y que estaba formado por un proemio del solista y un clamor ritual del
coro a base del grito “ie paian”. [….]. La función del solista podía desempeñarla el jefe
militar, mientras que a los soldados o ciudadanos les correspondía el papel del coro”
(Estébañez 818).
225
17
A los lugares de adoración en las montañas llegaban “ofrendas humanas” (Ceruti
233) y de objetos, “en el marco del ritual de las capacochas, complejos mecanismos re-
ligiosos y políticos que constaban en primera instancia de convergencia en el Cuzco de
víctimas sacrificiales y ofrendas procedentes de todo el Tawantinsuyo, y de una segunda
instancia de redistribución de las mismas mediante desfiles y procesiones, hasta su des-
tino final en los confines sagrados del imperio (233). Durante el ritual y en varias pro-
cesiones se entonan “canciones al Apu y a la Pachamama” (Wissler 104). “A través de la
música, ellos recrean una fuerte conexión con el cosmos, ya sea dentro de la comunidad
nativa, con el apu o con miles de otros peregrinos” (112).
226
18
En “Comentarios reales” (1609), el Inca Garcilaso de la Vega transcribe la histo-
ria del nacimiento de su cultura: “puso nuestro padre el sol estos dos hijos suyos en
la laguna Titicaca” (47). “Nuestro inca se llamó Manco Cápac y nuestra coya Mama
Ocllo Huaco. Fueron, como te he dicho, hermanos, hijos del sol y de la luna, nuestros
padres” (50).
227
228
229
230
La peana es la “base, apoyo o pie para colocar encima una figura u otra cosa” (RAE,
21
1992).
231
232
22
“Copaiba, Canime, Maracaibo Balsam”, “native to Brazil and Venezuela”, “the Copal
is used in lacquers, massage preparations, medicines and paint” (Duke 192-196).
233
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234
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236
RESUMEN
El artículo usa elementos de la lingüística sistémico funcional Palabras clave:
desarrollados por la escuela de Sidney junto con la teoría de Análisis del
estereotipos para analizar dos fragmentos de una sentencia pe- discurso, sentencia
nal chilena. La sentencia fue elegida de forma intencionada. La penal, teoría de
investigación aplicó una segmentación al texto y seleccionó dos estereotipos,
de ellos para hacer un análisis lingüístico y de estereotipos. El discurso jurídico,
análisis muestra que los jueces evaluaron la credibilidad del úni- discurso
co testigo de la defensa de forma parcial. A su vez, el análisis de ideológico.
estereotipos dio cuenta de la presencia de un estereotipo norma-
tivo implícito en el texto de la sentencia, el cual se refiere al rol
de madre que le cabría a la testigo en relación con el acusado. La
conclusión es que el uso del estereotipo no está justificado, por-
que los jueces no presentaron evidencias de que el estereotipo
usado fuese aplicable al caso.
*1
Este artículo es resultado del proyecto Fondecyt Regular nº 1190702 titulado “Len-
guaje claro, palabras técnicas y conceptos jurídicos indeterminados: el razonamiento
judicial sobre la ley AUGE”. Este artículo también contó con el apoyo del del proyecto de
investigación “Discriminación e igualdad. Un análisis filosófico de la relevancia jurídica
de los estereotipos”
**2
Chileno. Doctor en Ciencias Humanas mención Discurso y Cultura. Profesor de las
Facultades de Derecho de las universidades Diego Portales y Alberto Hurtado, Santiago,
Chile. aguero.claudio@gmail.com
***3
Chileno. Doctorando en Ciencias Humanas mención Discurso y Cultura. Profesor
del Departamento de Ciencias Jurídicas de la Universidad de La Frontera, Temuco, Chi-
le. juanpablo.zambrano@ufrontera.cl
****4
Argentino. Doctor Europeo en Filosofía del Derecho y Bioética Jurídica. Inves-
tigador asistente, CONICET-Universidad Nacional de Córdova, Córdoba, Argentina.
fjarena@gmail.com.
*****5
Chileno. Doctor en Derecho. Profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad
Alberto Hurtado, Santiago, Chile. rcoloma@uahurtado.cl
239
ABSTRACT
This article uses elements of systemic functional linguistics de- Keywords:
veloped by the Sydney School, along with stereotypes theory to discourse
analyze two fragments of a Chilean criminal sentence, which analysis, criminal
was chosen intentionally. The research applied a segmentation sentence, theory
of stereotypes,
to the text and selected two segments to perform a linguistic and
legal discourse,
stereotypes analysis. The analysis shows that the judges partially
ideological
evaluated the credibility of the only defense witness. In turn, the
discourse.
analysis of stereotypes shows the presence of a normative stereo-
type implicit in the text of the sentence. This stereotype refers to
the witness’ maternal role in her relationship with the defendant.
It is concluded that the use of the stereotype is not justified be-
cause the judges did not present any evidence that the stereotype
used was applicable to the case.
240
1. Introducción
Las sentencias judiciales son textos que comunican no solo las normas
aplicadas y las acciones juzgadas, sino también una serie de creencias,
opiniones, elecciones y decisiones que son asumidas (explícita o im-
plícitamente) por los jueces (Zambrano, 2015).
Las sentencias expresan la cultura jurídica chilena más allá de
reflejar con fidelidad los hechos del caso, los medios de prueba y las
normas aplicadas. Con estas ideas en mente, pensamos que el análisis
del discurso y la teoría de estereotipos son dos buenas herramientas
para lograr desentrañar qué tipo de significados están implicados en el
texto de la sentencia, ya que nos permiten comprender qué tipo de jui-
cios evaluativos comunica el texto. En este sentido, esta investigación
se formula como un ejercicio que fija altos estándares de rendición de
cuentas a los textos que producen los tribunales orales chilenos en lo
penal. Creemos que esta aproximación es adecuada por tres razones.
En primer lugar, la sentencia penal es un texto oficial del sistema de
justicia criminal que tiene la potencialidad de restringir la libertad de
una persona. En segundo término, la sentencia es un género discursi-
vo especializado (Agüero, 2014; García & Agüero, 2014) que es elabo-
rado por un tribunal compuesto por tres jueces profesionales. Ya que
la colegialidad es un mecanismo de control del proceso de decisión,
parece razonable que se exija a los magistrados el máximo cuidado en
la escrituración del texto que justifica la decisión judicial. Por último,
las sentencias penales tienen un valor memorativo, porque están car-
gadas de las tensiones sociales imperantes en el grupo humano que
las produce y, por ello, es sensato exigir de los jueces que usen cuida-
dosamente las palabras para evitar comunicar creencias, valores, pos-
turas ideológicas o actitudes personalísimas, opuestas a las creencias
sociales compartidas o directamente lesivas del estado constitucional
democrático de derecho.
Para lograr nuestro objetivo usamos una sentencia dictada en 2007
por el Tercer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, con el
objetivo de mostrar las estrategias lingüísticas que usan los jueces para
justificar las decisiones que toman y cómo estas conllevan a malos en-
tendidos, porque las interpretaciones posibles del texto de la sentencia
comportan estereotipos normativos ajenos al ideal de razonamiento
judicial.
241
2. Marco de referencia
La presente investigación se realizó bajo el alero de la lingüística sis-
témico funcional (de ahora en adelante SFL, por su sigla en inglés) de
la escuela de Sidney, de su gramática y sus desarrollos posteriores: la
R> y la AT. Esta teoría lingüística desplaza el propósito social del
texto desde el registro hasta el género, para configurar una organiza-
ción estratificada del contexto en donde el registro es una interfaz en-
242
243
244
245
246
4. El caso y su análisis
El caso RIT 28-2007 fue resuelto por una sala del Tercer Tribunal Oral
en lo Penal de Santiago. El acusado, a quien llamaremos Andrés1, fue
condenado por unanimidad a la pena de cinco años y un día como
autor del delito de robo con violencia2.
La sentencia fue seleccionada de modo intencionado, porque el
razonamiento probatorio se focalizó en la verosimilitud de las decla-
raciones de la víctima, del acusado y de la madre de este. Buscamos
un caso sin peritos, porque nos pareció que esa prueba aumentaba la
posibilidad de que el juez aceptara sin más sus afirmaciones al estar
revestidas de un halo de cientificidad. Entonces, si los peritos poseen
una cuota de credibilidad que no muestran las declaraciones de los
testigos, seleccionar un caso que no presenta pruebas periciales ase-
gura la no interferencia de este tipo de discursos en el razonamiento
judicial.
1
Hemos cambiado los nombres de las víctimas, del acusado y de los testigos con el
fin de resguardar su identidad.
2
Un dato importante a tener en cuenta es que los únicos medios de prueba relevan-
tes que se presentaron para sustentar la acusación fueron declaraciones: la de la traba-
jadora de casa particular que se encontraba en el lugar, la de la dueña de la residencia,
la de la hija de esta última y la de un funcionario policial. La Defensoría Penal Pública
presentó las declaraciones del acusado y las de tres testigos, uno de los cuales era la ma-
dre del acusado.
247
248
Tabla 1.
Composición del texto de la sentencia.
Considerandos Modo de
y párrafos del organización
Segmento Fragmentos analizados
texto de la del discurso
sentencia preferente
Considerandos Exposición Narrativo y “En cuanto a la prueba de la defensa,
2º, 7º, 8º de los descriptivo referente a la credibilidad de la
hechos misma, primero la declaración de
la madre del acusado, obviamente
tiene interés y cariño por su hijo, sin
embargo, si ella tuvo conocimiento
que el día de los hechos su hijo
estuvo con ella en otra ciudad,
debió decirlo antes al [sic] Fiscalía o
al defensor, debió “poner el grito en
el cielo”, esperó que su hijo estuviera
tres meses en prisión preventiva
sin realizar ninguna diligencia,
esta conducta no resulta lógica. Lo
mismo respecto de la declaración
del abogado Mario Vargas, quien
incluso señaló que tenía una
relación especial con el imputado,
era uno de los “regalones”, si lo vio en
la audiencia con el pelo rojo debió
informar de esta característica para
solicitar el sobreseimiento de la
causa, ahorrando el despliegue de
recursos del Estado (fragmento del
párrafo 12 del considerando 7º)”.
3
En efecto, como se trataba de una testigo directa, no admite que el tribunal perma-
nezca indiferente ante ella, a menos que muestre que es de dudosa calidad epistémica.
249
250
Tabla 2.
Análisis de transitividad y de AT paralelamente.
Complejo clausal Nº de Cláusulas Transitividad AT
cláusula
“obviamente tiene 1 obviamente Proceso Juicio +
interés y cariño tiene interés y relacional estima social
por su hijo, sin cariño por su +tenacidad
embargo, si ella tuvo hijo,
conocimiento, que el 2 sin embargo, Proceso Juicio +
día de los hechos su si ella tuvo relacional estima social
hijo estuvo con ella conocimiento, +capacidad
en otra ciudad,
3 que el día de No analizado No analizado
los hechos su
hijo estuvo con
ella en otra
ciudad
debió decirlo antes 4 debió decirlo Proceso verbal
al [sic] Fiscalía o antes al [sic]
al defensor, debió Fiscalía o al
“poner el grito en el defensor,
cielo”, 5 debió Proceso verbal
6 “poner el grito Nominalización
en el cielo” o metáfora
Juicio -
gramatical
estima social
esperó que su hijo 7 esperó que su Proceso de -normalidad
estuviera tres meses hijo estuviera comportamiento
en prisión preventiva tres meses
sin realizar ninguna en prisión
diligencia, esta preventiva
conducta no resulta
8 sin realizar Proceso de
lógica”.
ninguna comportamiento
diligencia
9 esta conducta Metáfora Juicio - sanción
no resulta gramatical social -
lógica”. adecuación
social
4
Como se sabe, la transitividad es la red de significados que usan los hablantes para
organizar su experiencia del mundo (Gil y García, 2010). Así, aunque la transitividad no
es el foco del estudio, pensamos que tenerla a la vista permitirá al lector reconstruir de
forma más clara el proceso de análisis, ya que muchas de las apreciaciones que hacen los
jueces tiene por objeto el comportamiento de un testigo en la audiencia de juicio.
251
5
En este sentido, “obviamente” equivale a la expresión “de hecho” y presenta al argu-
mento como cierto o probable.
252
253
oral, la que fue realizada bastante tiempo después de que este había
sido formalizado.
A juicio del Ministerio Público y del tribunal cualquiera que se vea
afectado por la acción injusta de un tercero “debería poner el grito en
el cielo”. Con esta expresión los jueces quieren comunicar dos posibles
conclusiones; (i) la madre inventó el relato según el cual ella estaba
con su hijo en San Francisco de Mostazal y, (ii) la madre efectivamente
estuvo con su hijo y no entregó oportunamente dicha información, lo
que sería propio de una de una mala madre.
La Tabla 3 permite apreciar cómo los juicios acerca de la madre del
acusado (ser la única testigo y tener motivaciones subjetivas) se rela-
cionan con la evaluación de lo dicho por ella. En este sentido, es claro
que la veracidad del testimonio y la credibilidad de quien declara son
evaluaciones interdependientes.
Tabla 3.
Juicios acerca de la madre del acusado y su evaluación.
Nº de
Complejo clausal Cláusula Transitividad AT
cláusula
Según se desprende de la No No analizado No analizado No
declaración de la testigo analizado analizado
Pérez Soto, esta sitúa al
1 resulta así, Proceso Juicio
acusado, en el lapso de
ser la única existencial - estima
tiempo en que se come-
testigo de tal social
tió el ilícito motivo de
circunstancia, -
este juicio, en el domici-
normalidad
lio común de ambos ubi- 2 testimonio Proceso
cado en San Francisco de este que se mental
Mostazal, resulta así, ser desestimará
la única testigo de tal cir- en esta parte
cunstancia, testimonio 3 teniendo para Proceso Juicio
este que se desestimará ello presente mental - estima
en esta parte, teniendo la calidad de social
para ello presente la cali- madre del -
dad de madre del acusa- acusado normalidad
do, lo que hace aparecer
dicha declaración caren-
te de la imparcialidad ne-
cesaria como para lograr
que el tribunal adquiera
más allá de toda duda
razonable la convicción
necesaria para una de-
cisión absolutoria en
cuanto a la participación
que le cupo en el referido
254
255
6
Es una función epistémica del testimonio: si ella permaneció callada, lo que más
adelante pudiera decir a favor de su hijo no sería cierto.
7
Esta distinción está presente en la definición mixta de estereotipo de género de
la Corte Interamericana: “El (…) estereotipo de género se refiere a una preconcepción
de atributos o características poseídas o papeles que son o deberían ser ejecutados por
hombres y mujeres respectivamente” Caso González y otras (“Campo algodonero”) vs.
México. Sentencia del 16/11/2009. Serie C N° 205, párrafo 401, CIDH.
8
256
257
258
5. Conclusiones
Las sentencias judiciales constituyen un macrogénero que se compone,
entre otros microgéneros, de una etapa de consolidación de los hechos
y de otros para la valoración de la prueba. A través del análisis de estos
segmentos hemos podido advertir que el texto instancia un estereotipo
normativo en cuanto a la conducta de una de las partes. Los estereotipos
—a pesar de su fragilidad epistémica y de su carga ideológica— favore-
cen la construcción de sentencias que propician el ocultamiento de la
incertidumbre en la decisión de dar por probados ciertos hechos. Esto
es interesante porque el sistema procesal penal tiene mecanismos para
enfrentar dicha clase de problemas, sin necesidad de ocultar espacios
de incertidumbre a través del estándar de prueba “más allá de toda duda
259
razonable”9. Esto último, por cuanto la ley dice que debe sancionarse a
quienes se han apoderado con violencia de bienes ajenos y no a quienes
los jueces crean que lo han hecho.
El texto de la sentencia analizada no presenta la evaluación de
la prueba como una construcción compuesta de generalizaciones
probabilísticas, sino como una conclusión de un razonamiento si-
logístico que tiene valor universal. La falta de reconocimiento de la
incertidumbre que atraviesa la escrituración de la tarea judicial de
construcción de lo probado nos otorga también pistas interesantes
acerca de la función de las sentencias, en cuanto a fijar episodios pro-
blemáticos de la vida de las personas en términos de que no queden
abiertos (como ocurriría en la investigación histórica o periodística).
Aquello sería epistémicamente más correcto, pero implicaría reco-
nocer la falibilidad de los jueces en la labor de construir representa-
ciones de lo que habría ocurrido en el mundo, lo que entra en tensión
con una visión mecanicista de su labor. Por cierto, un análisis depu-
rado desde el punto de vista lingüístico puede permitir develar estos
presupuestos que dan cuenta del ocultamiento de la subjetividad y
de las ideologías a las que adhieren los jueces. Aquello sería impor-
tante, porque favorecería el esclarecimiento de la función social des-
empeñada por los jueces, incluso si lo que se descubriera no fuera
como para “poner el grito en el cielo”.
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www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid
=S1405-14352010000300004
9
Este estándar de prueba está regulado en el artículo 340 del Código Procesal Penal
chileno y constituye una forma de distribución de los errores en que podrían incurrir
los jueces por lagunas de información o de deficiente calidad epistémica de la prueba
disponible (Coloma, 2010).
260
261
262
263
264
Influencia de la duración en el
reconocimiento de las modalidades
oracionales en el español colombiano*1*
RESUMEN
Este trabajo analizó la influencia de las configuraciones dura- Palabras clave:
tivas en la diferenciación de las modalidades oracionales en la configuraciones
producción y percepción del habla. En el estudio de producción durativas,
participaron 36 hablantes de seis de las principales ciudades de prosodia,
Colombia. Las diferencias se ubicaron en el sintagma preposicio- diferencias
mínimas
nal, donde la configuración L* caracteriza las oraciones declara-
perceptibles.
tivas y la B* las interrogativas. Para verificar este resultado a nivel
perceptivo, 42 estudiantes universitarios de diferentes partes del
país escucharon oraciones sintetizadas en las que el sintagma
preposicional de las declarativas contenía la L* y el de las interro-
gativas la B*. Los participantes diferenciaron acertadamente las
modalidades oracionales. Los resultados sugieren que la estruc-
tura temporal del habla diferencia las modalidades oracionales
en la producción y en la percepción.
ABSTRACT
This research paper analyzed the influence of the configuration Keywords:
of vowel duration to differentiate sentence modality at the level configuration of
of production and perception. Thirty-six speakers from six Co- vowel duration,
lombian cities participated in the production study. Differences prosody, just
were found in the prepositional syntagma (PS), where the L* con- noticeable
difference.
*1
El trabajo se realizó en el marco del proyecto AMPER_Col, integrado al grupo de
investigación “Psicolingüística y prosodia”, coordinado por la profesora Mercedes Muñe-
tón y perteneciente a la Universidad de Antioquia.
**2
Colombiana. Doctora en psicolingüística experimental de la Universidad de La La-
guna. Profesora Titular de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. mercedes.
muneton@udea.edu.co
265
266
Introducción
La prosodia es un rasgo complejo de la producción oral que propor-
ciona melodía al habla. Su complejidad radica en la confluencia de
tres parámetros acústicos: la frecuencia fundamental (F0), la dura-
ción y la amplitud. De ellos, el más estudiado ha sido la frecuencia
fundamental, porque se ha señalado como el parámetro que mar-
ca la prominencia en el habla (Kochanski, Grabe, Coleman & Ros-
ner, 2005). De esta manera, los otros dos parámetros se han dejado
un poco de lado, aunque diferentes estudios han mostrado su im-
portancia no solo en español (Canellada y Madsen, 1987; Cuervo,
1954; Navarro Tomas, 1944), sino también en inglés (Fry, 1995; Turk
& Sawusch, 1996). Así, Canellada y Madsen (1987) sugieren que el
correlato del acento es la duración, mientras que Cuervo (1954) y
Navarro Tomas (1963) señalan que es la intensidad. Además, estu-
dios llevados a cabo en lengua inglesa indican que la duración y la
intensidad son claves para juzgar el acento, sin embargo, la dura-
ción es un parámetro más efectivo que la amplitud (Fry, 1995; Turk
& Sawusch, 1996).
Fox (2000) menciona que, de todos los rasgos prosódicos, la longi-
tud parece ser la más simple y la menos controversial. La producción
verbal se lleva a cabo en tiempo real y, a diferencia de los segmentos
del habla —que suelen superponerse en algunas ocasiones—, siempre
hay un orden temporal tanto para la producción como para la percep-
ción del habla. Así, cualquier parte de esta señal ocupará una porción
definida de tiempo —la cual puede ser medida—, y la duración de es-
tas partes son solo el tiempo tomado para ser producidas oralmente.
Por tanto, el habla es una actividad dependiente del tiempo que po-
dría influir, incluso, a nivel modal. Definitivamente, la mayor o menor
duración vocálica se evidencia solamente a través del contraste entre
los sonidos (Fox, 2000). Por tal motivo, con el fin de aprehender sus
diferencias tanto a nivel intra como intersujeto se hace necesario con-
trastar los segmentos para generar unidades relativas que sean com-
parables. Actualmente, gracias a la profundización en el análisis de la
duración, se ha observado que este parámetro puede ser un rasgo que
permita diferenciar las modalidades oracionales (Muñetón y Dorta,
2019; Muñiz Cachón, 2017), aunque como es bien sabido, esta es una
característica atribuida solamente a la F0.
267
1
AMPER es la sigla del proyecto internacional Atlas Multimedia de Prosodia del Es-
pacio Románico. Uno de los objetivos principales es el estudio de los tres parámetros
prosódicos (F0, duración e intensidad) en las distintas lenguas y variedades diatópicas
del ámbito románico. La identificación del país en estudio se hace mediante la extensión
después de la sigla AMPER, así AMPER-Astur, significa proyecto AMPER en Asturias.
2
AMPER-Col, AMPER en Colombia, está coordinado por Mercedes Amparo Muñe-
tón Ayala, profesora de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia y subcoordi-
nado por Josefa Dorta Luis, profesora de la Universidad de La Laguna, Tenerife, Islas
Canarias, España.
268
269
2. Estudio de producción
El propósito de la primera parte del estudio fue examinar si las configu-
raciones durativas intervienen en la diferenciación de las modalidades
oracionales a nivel de producción.
2.1. Método
2.1.1. Participantes
En esta etapa se analizaron las emisiones de 36 colombianos de seis
puntos de encuesta: Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Ibagué y
Pasto. Cada punto estuvo constituido por seis informantes con edades
comprendidas entre los 25 y 45 años: un hombre y una mujer sin estu-
dios de la zona rural; un hombre y una mujer sin estudios de la zona
urbana; y un hombre y una mujer con estudios de la zona urbana.
270
2.1.3 Procedimiento
Las grabaciones de los hablantes de Medellín se hicieron en la cabina
insonorizada del laboratorio de fonética de la Universidad de Antio-
quia y las del resto de participantes en su lugar de residencia, utilizan-
do grabadoras TASCAM-100, con micrófono unidireccional externo,
modelo Sennheiser E845. Los datos fueron analizados posteriormente
con el programa AMPER-2006 (López et al., 2007) en el entorno Matlab
Matriz Laboratory3. Las rutinas creadas en Matlab permiten obtener, a
partir de la segmentación en el oscilograma, tres valores de F0 de cada
vocal silábica (en el inicio, en el medio y en el final), así como el valor
de la duración y de la intensidad. En este estudio nos enfocamos solo
en la duración.
3
Licencia Nº 878.004 del laboratorio de fonética de la Universidad de Antioquia.
271
Tabla 1.
Número de vocales rotuladas en función de la estructura oracional y tipología
acentual.
Oraciones Oxítonas Paroxítonas Proparoxítonas Total vocales
SE 72 x 8 72 x 9 72 x 9 1.872
ES 72 x11 72 x 12 72 x 12 2.520
EO 72 x11 72 x 12 72 x 12 2.520
Total vocales 6.912
Nota. Las abreviaturas de la tabla son: SE = Sin expansión; ES = Expansión en el sujeto;
EO = Expansión en el objeto.
Fuente: Elaboración propia.
4
Abreviaturas de la estructura oracional: SE = Sin Expansión; ES = Expansión en el
sujeto; y EO = Expansión en el objeto.
5
Abreviaturas de la tipología acentual: O = Oxítona; P = Paroxítona; y Pp = Proparoxíto-
na.
272
Tabla 2.
Total de contrastes en función de la estructura oracional y tipología oracional.
Oxítonas Paroxítonas Proparoxítonas
Pr-T T-Ps Pr-T T-Ps Pr-T T-Ps Total
T C T C T C T C T C T C Pr-T T-Ps
SE 3 216 2 144 3 216 3 216 3 216 3 216 648 576
ES 4 288 3 216 4 288 4 288 4 288 4 288 864 792
EO 4 288 3 216 4 288 4 288 4 288 4 288 864 792
Total 2.376 2.160
4.536
2.2. Resultados
Presentaremos los resultados en tres grandes apartados: en el primero
observaremos el comportamiento de la duración basado en las medias
273
274
Tabla 3.
Media, desviación estándar y efectos significativos (P) al contrastar cada sintag-
ma en función de la modalidad oracional.
Declarativas Interrogativas
N
Media DE Media DE P
SN 36 64,55 11,38 59,94 10,76 0,000
SE SV 36 53,63 7,36 51,40 7,14 0,000
SP 36 83,25 13,69 79,55 12,88 0,003
SN 36 61,73 10,98 60,67 12,51 0,223
EXP 36 63,08 12,24 59,74 11,09 0,001
ES
SV 36 52,31 7,39 50,98 6,70 0,038
Tabla 4.
Distribución de las configuraciones en función de la modalidad, estructura ora-
cional y sintagmas.
Declarativas
SE ES EO
CONF. SN SV SP SN EX SV SP SN SV SP EX Total %
B*
37 85 16 47 49 83 21 47 79 52 42 558 23,48
B*L 0 5 0 2 1 4 1 0 5 0 0 18 0,76
BL* 11 17 50 12 1 19 48 10 20 9 25 222 9,34
BL L
*
0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0,04
L* 20 1 37 14 10 0 31 16 2 21 31 183 7,70
L*B 40 0 5 32 46 0 7 35 1 26 10 202 8,50
275
LB* 0 0 0 0 1 1 0 0 1 0 0 3 0,13
LB L *
0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0,04
Interrogativas
B* 40 78 32 56 54 85 34 47 81 61 42 610 25,67
BL
*
0 4 0 1 1 3 1 0 6 0 1 17 0,72
BL* 8 23 54 9 2 17 52 11 19 7 38 240 10,10
L* 19 2 18 7 7 1 15 11 1 11 19 111 4,67
LB
*
41 0 4 35 43 0 6 38 0 29 8 204 8,59
LB* 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0 0 3 0,13
LB*L 0 1 0 0 0 1 0 0 1 0 0 3 0,13
Fuente: Elaboración propia.
6
Abreviaturas: D = Declarativa; I =Interrogativa.
276
Tabla 5.
Medias y desviaciones típicas de la producción de las configuraciones durativas en
función de la modalidad y el sintagma en cada una de las estructuras oracionales.
Sin Expansión Expansión
expansión sujeto objeto
Modalidad Sintagma Configuración Media DT Media DT Media DT
Declarativa SN B* 0,34 0,05 0,44 0,04 0,44 0,04
BL* 0,10 0,03 0,11 0,03 0,09 0,03
L *
0,19 0,04 0,13 0,03 0,15 0,03
L*B 0,37 0,05 0,30 0,04 0,32 0,04
SV B *
0,79 0,05 0,77 0,05 0,73 0,05
BL* 0,16 0,05 0,18 0,05 0,19 0,05
L *
0,01 0,01 0,00 0,00 0,02 0,01
L*B 0,00 0,00 0,00 0,00 0,01 0,01
SP B *
0,15 0,04 0,19 0,04 0,48 0,05
BL* 0,46 0,05 0,44 0,04 0,08 0,02
L *
0,34 0,04 0,29 0,04 0,19 0,04
L*B 0,05 0,02 0,06 0,02 0,24 0,04
EXP B *
0,45 0,05 0,39 0,05
BL* 0,01 0,01 0,23 0,04
L *
0,09 0,03 0,29 0,04
L*B 0,43 0,04 0,09 0,03
Interrogativa SN B *
0,37 0,05 0,52 0,04 0,44 0,05
BL* 0,07 0,02 0,08 0,02 0,10 0,03
L *
0,18 0,03 0,06 0,02 0,10 0,03
L*B 0,38 0,04 0,32 0,04 0,35 0,04
SV B* 0,72 0,05 0,79 0,05 0,75 0,06
BL *
0,21 0,05 0,16 0,05 0,18 0,05
L* 0,02 0,02 0,01 0,01 0,01 0,01
LB
*
0,00 0,00 0,00 0,00 0,00 0,00
SP B* 0,30 0,05 0,31 0,05 0,56 0,05
BL *
0,50 0,05 0,48 0,04 0,06 0,03
L* 0,17 0,03 0,14 0,03 0,10 0,03
LB
*
0,04 0,02 0,06 0,02 0,27 0,04
EXP B* 0,50 0,05 0,39 0,05
BL *
0,02 0,01 0,35 0,04
L* 0,06 0,03 0,18 0,03
LB
*
0,40 0,04 0,07 0,02
277
278
279
280
3. Test de percepción
Con el fin de comprobar la veracidad perceptiva de los resultados ob-
tenidos llevamos a cabo una segunda parte del estudio a través de un
test de percepción, aislando las configuraciones que diferencian am-
bas modalidades.
3.1 Método
3.1.1 Participantes
En este experimento participaron 45 estudiantes universitarios (23
mujeres y 22 hombres, con una media de edad de 21 años, en un rango
que abarcó entre los 18 y los 25 años) de diferentes localidades de Co-
lombia. Todos los participantes eran neurológicamente sanos, colom-
bianos hablantes nativos del español, escribían con la mano derecha
y no tenían problemas de audición. Tres participantes se descartaron
debido a que no comprendieron la tarea, dejando una muestra final de
42 personas, de las cuales 22 eran mujeres.
281
3.1.3 Procedimiento
Durante el experimento los participantes se sentaron en una silla có-
moda y usaron auriculares. Se les indicó que iban a escuchar oraciones
sintetizadas, es decir, la melodía de la oración sin el contenido léxico.
Se les pidió que indicaran si la oración que escuchaban era declarativa
o interrogativa. Cada participante fue instruido para que respondiera
lo más rápido posible una vez que la había escuchado: si era decla-
rativa debía de pulsar la tecla “S” y si era interrogativa, la tecla “L”. Al
participante se le alertaba de la emisión del próximo ítem mediante
la presentación de un asterisco en el centro de la pantalla que duraba
1.000 ms.
Después de recibir las instrucciones los participantes escucharon
ocho oraciones de práctica, seguidas por un bloque experimental
constituido por 20 ensayos presentados al azar, 10 pertenecientes a las
oraciones declarativas y otros tantos a las interrogativas. Cada ensayo
consistía en presentar auditivamente una oración.
282
3.2 Resultados
El objetivo de la segunda parte del estudio fue analizar si la duración
de las vocales del SP de las oraciones mediatiza el reconocimiento
de las modalidades oracionales como se mostró en los resultados
283
Tabla 6.
Media y DT en la modalidad declarativa e interrogativa en función de los acier-
tos y la latencia de la respuesta.
Declarativas Interrogativas
Aciertos M 0,67 0,53
DT 0,21 0,10
Latencia M 3029,62 2906,79
DT 505,51 460,42
Fuente: Elaboración propia.
4. Discusión
El objetivo de la investigación aquí descrita fue analizar la influencia
de las configuraciones durativas en la diferenciación de las modali-
dades oracionales tanto a nivel de producción como de percepción,
para lo cual se llevaron a cabo dos estudios, uno por cada nivel. Los
284
7
Dato extraído de la Tabla 9 del estudio de Fernàndez Planas y Martínez Celdrán
(2003).
285
(12,37%). Las otras cuatro configuraciones B*L, LB*, LB*L y BL*L ofrecen
un porcentaje acumulado incipiente (1,93% en total). De esta manera,
los estudios coinciden en mostrar que las cuatro configuraciones que
concentran la mayor frecuencia son B*, BL*, L*B y L*. En relación con la
diferenciación de las modalidades en general, Muñetón y Dorta (2019)
reportan que la producción de B* es mayor en las interrogativas que en
las declarativas, mientras que estas últimas son caracterizadas por la
configuración L*.
Esta tendencia se ratifica en el análisis multivariado de medidas
repetidas (modalidad*sintagma*configuraciones) que realizamos
en el presente estudio, debido a que la media de producción de
estas dos configuraciones es, precisamente, la que mediatiza las
diferencias entre las modalidades en función de los diferentes
sintagmas. En primer lugar, en las oraciones sin expansión y con
expansión en el sujeto se presenta la interacción de los tres factores
indicando dependencia entre ellos. Así, ambas tipologías oracionales
coinciden en ubicar las diferencias en el SP, donde la producción
de la configuración L* es significativamente mayor en las oraciones
declarativas que en las interrogativas, mientras que la producción de
la B*, es mayor en las interrogativas que en las declarativas. En las
oraciones con expansión en el sujeto encontramos una interacción
doble entre modalidad y configuraciones, ratificando el patrón
encontrado en las otras dos estructuras oracionales, esto es, la
configuración L* presenta una mayor producción en las declarativas
que en las interrogativas. Sin embargo, debido al objetivo de la
investigación decidimos llevar a cabo un contraste de medias
entre cada una de las configuraciones en cada sintagma y en cada
modalidad por separado. Los resultados coincidieron en ubicar las
diferencias entre las configuraciones solamente en el SP, ya que en
el resto de sintagmas no hubo diferencias significativas de forma
similar que en las oraciones SE y con ES.
Según lo anterior, el diseño usado nos permite observar que las
modalidades oracionales sí se diferencian por la producción de las
configuraciones durativas que se presentan específicamente en el SP.
Con el fin de contrastar este resultado a nivel perceptivo, llevamos a
cabo un test de percepción en donde aislamos las configuraciones
reportadas en el SP. Los resultados mostraron que los participantes
286
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tal y la duración: dos aspectos de la taxonomía prosódica en
287
288
289
Carolin Adam****4
RESUMEN
Las nuevas formas de intercambio social y comercial han eviden- Palabras clave:
ciado el uso de préstamos del inglés en prensa en español; de neología léxica,
allí el interés por estudiar la neología léxica que deriva de esta préstamo del
lengua. En este trabajo se abordan tres subtipos de formaciones inglés, sintagma
anglicado, calco,
anglicadas: préstamos, sintagmas híbridos y calcos. El corpus se
prensa.
formó con unidades léxicas extraídas de prensa chilena observa-
da durante 12 años. La recopilación se realizó de forma manual
y semiautomática, y el criterio empleado fue la neologicidad
lexicográfica. Los neologismos fueron caracterizados según dis-
tintos aspectos, entre ellos, su formación y los ámbitos de mayor
ocurrencia. Los resultados mostraron una presencia importante
de los tres subtipos de formaciones anglicadas, especialmente
en ámbitos de innovación e intercambio. Además, se constató
*1
Este artículo expone resultados de una investigación adscrita al Observatori de
Neologia (OBNEO), proyecto internacional e interuniversitario de investigación en neo-
logía léxica del español y el catalán, liderado por la Universidad Pompeu Fabra de Bar-
celona. Además, a nivel nacional, el proyecto cuenta con el respaldo institucional de la
Dirección de Investigación de la Universidad de Concepción, Chile (TermUdeC, código:
03.F5.01).
**2
Chilena. Doctora en Educación de la Universidad de Concepción y Stockholms
Universitet. Académica de la Universidad de Concepción, Concepción, Chile. constanza.
gerding@gmail.com
***3
Chilena. Doctora en Comunicación Lingüística y Mediación Multilingüe de la Uni-
versidad Pompeu Fabra. Académica de la Universidad de Concepción, Concepción, Chi-
le. pcanete@udec.cl
****4
Alemana. Doctora en Lingüística de la Universidad de Concepción. Académica de
la Universidad de Concepción, Concepción, Chile. cadam@udec.cl
291
ABSTRACT
The prevailing forms of social and commercial exchange have Keywords:
made English loanwords evident in non-specialized Spanish lexical neology,
language press, generating interest in studying the different English loanword,
forms of Anglicized lexical neology. This paper deals with three Anglicized phrase,
subtypes of Anglicized formations in Spanish: loanwords, hy- calque, press.
brid phrases and calques. The corpus consisted of lexical units
extracted from Chilean newspapers observed over a period of
twelve years. The compilation was done both manually and se-
mi-automatically. The criterion used was that of lexicographi-
cal neologicity. The neologisms were characterized according
to their formation, grammatical category, among others. The
presence of the three subtypes of Anglicized formations was
very high, especially in areas of innovation and exchange. In
addition, the study confirmed the tendency to not modify these
lexical pieces typographically.
292
1. Introducción
El presente trabajo forma parte de las investigaciones realizadas en el
marco del proyecto internacional para el estudio de la neología léxi-
ca del español, Antenas Neológicas-Red de neología del español, fun-
dada en 2002 y liderada por el Observatori de Neologia de Barcelona,
OBNEO. El objetivo de esta red, formada por centros de investigación
de Argentina, Chile, Colombia, España, México y Perú, es describir las
manifestaciones de los neologismos en diferentes variedades del espa-
ñol, observados principalmente en prensa escrita no especializada. El
propósito es constatar la vitalidad de la lengua mediante un corpus de
neologismos de distintas variedades del español, analizar los recursos
que se utilizan para la innovación del léxico, difundir las nuevas crea-
ciones léxicas, contribuir a la actualización de diccionarios (Antenas
Neológicas-Red de neología del español, 2017) y aportar a la praxis de
profesionales cuya herramienta de trabajo es la lengua española, a sa-
ber, periodistas, traductores, docentes e investigadores, entre otros.
En esta red se analiza la presencia de nuevas voces en el español
sobre la base del protocolo denominado Metodología del trabajo en
neología: criterios, materiales y procesos instrumento creado por el
OBNEO (2004), que establece los criterios para la detección y clasifi-
cación de neologismos según diversos procesos. En primer lugar, este
documento presenta las unidades léxicas formadas con recursos pro-
pios del español, como los neologismos creados mediante afijación,
composición nominal, composición culta, lexicalización, conversión
sintáctica, sintagmación, procesos de truncación y resemantización,
por nombrar los más frecuentes. En segundo lugar, hace referencia a
unidades léxicas incorporadas desde otras lenguas y, por tratarse de
observación en textos periodísticos escritos, el OBNEO las circuns-
cribe esencialmente a los préstamos adaptados y a los préstamos no
adaptados ortográficamente. Por último, contempla una clasificación
de unidades léxicas difíciles de etiquetar, como creaciones ex nihilo,
cultismos o palabras dialectales y argóticas.
Dada la incidencia en español de piezas léxicas provenientes de
otras lenguas, este trabajo se centró en el segundo proceso: el présta-
mo en general y el préstamo del inglés en particular. En efecto, como
plantea Alba (2007), uno de los mecanismos frecuentes con el que las
lenguas amplían y enriquecen su caudal léxico es mediante la incor-
293
294
295
2. Metodología
Como fuentes de recopilación de neologismos en la prensa chilena se
eligieron los periódicos El Mercurio, El Sur, Las Últimas Noticias y The
Clinic. Los criterios para la selección de estas fuentes de recopilación
fueron los siguientes:
• que fueran periódicos de circulación nacional (El Mercurio, Las Úl-
timas Noticias y The Clinic) y local (El Sur);
• que el formato de los periódicos seleccionados incluyera ediciones
digitales como también en soporte de papel; y
296
297
298
3. Resultados y discusión
Los análisis realizados permitieron observar distintas características
de las piezas léxicas anglicadas en su manifestación en la prensa.
En primer lugar, se observó que de un corpus constituido por 15.996
unidades léxicas neológicas de variados tipos de formación (BOBNEO,
2017) los préstamos, en general, representaron prácticamente el 30%
(N = 4.747) y que de ese porcentaje el 80% (N = 3.838) correspondió
específicamente a formaciones anglicadas (Banco de datos del Obser-
vatori de Neologia, 2017). El segundo lugar en cuanto a presencia en
la prensa lo ocuparon los préstamos provenientes del francés (crutón,
déjà vu) y el tercero, los préstamos del italiano (a capella, risotto), am-
bos con muy escasa presencia (7% y 3%, respectivamente).
La alta frecuencia de unidades anglicadas en la prensa obedece-
ría, por un lado, al influjo político, económico y cultural de Estados
Unidos en la sociedad chilena actual, lo que se traduciría en una rela-
tiva soltura por parte de los hablantes para incorporar préstamos del
inglés cuando las creaciones nuevas aún carecen de denominación
en español (youtuber, cameo, Bluetooth) o en una marca de prestigio
que los hablantes atribuirían al uso de voces anglicadas (app, after
office, hacer sentido). Por otro lado, la adopción de voces de origen
anglicado en la prensa estaría influida también por la urgencia de
trasvasar al español mensajes originalmente redactados en inglés
(lavado de dinero, tarifa plana, pantalla touch) y por el empleo de
vocablos cortos, propios de la funcionalidad del estilo periodístico
(wifi, mall, food court).
Respecto de la adaptación de anglicismos, se determinó que apenas
el 8% evidenció algún tipo de modificación ortográfica al ser emplea-
dos por los redactores de prensa. De este resultado se puede colegir
que en Chile no habría una intención de naturalización o adaptación
ortográfica de los préstamos, cuestión que se ha observado también en
estudios anteriores (Diéguez, 2004; Gerding et al., 2012a; Gerding et al.,
2014). Los préstamos del inglés que sufren adaptación ortográfica, por
lo general, exhiben una alteración menor en su escritura (por ejemplo:
ciberbullying, pendrive, ránking, reggaetón). Los préstamos sin
adaptación corresponden a variados ámbitos y son de uso recurrente
en la prensa estudiada (por ejemplo: coach, retail, selfie, smartphone,
299
300
301
302
303
4. Conclusiones
La participación de una diversidad de países en intercambios eco-
nómicos, sociales y culturales ha redundado en la necesidad de dis-
poner de una suerte de lengua franca para el entendimiento entre
personas de distintas lenguas. El idioma inglés ha servido para tal
propósito y se ha convertido en lengua funcional en muchas socie-
dades actuales, permeándolas tanto en el lenguaje de las especiali-
dades como también en el del léxico común. De este modo, el léxico
del español se ha visto influido de manera importante por el predo-
minio de la lengua inglesa en las comunicaciones internacionales
actuales, hecho que confirman los resultados obtenidos en el pre-
sente estudio.
En general, el predominio de anglicismos obedecería a la universa-
lidad del inglés, por efecto de la adopción de un determinado modelo
de desarrollo económico y social, lo que supone distintos niveles de
influencia científico-técnica y cultural. Obviamente, la incorporación
de nuevas unidades léxicas anglicadas en español podría estar supe-
ditada a una multiplicidad de razones, pero probablemente las más
304
305
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308
309
RESUMEN
Este estudio entrega la primera evidencia destinada a determinar Palabras clave:
la naturaleza fonética de los sonidos articulados en las secuen- <hi> más vocal,
cias ortográficas <hi> y <hu> más vocal para el castellano habla- <hu> más vocal,
do en Chile. Para ello, se anotaron instancias de estas secuencias vocoide, contoide,
y se midieron algunas de sus propiedades acústicas. Luego, se castellano chileno.
compararon los datos provenientes de las secuencias en estudio
mediante modelos generalizados lineales mixtos con los de dip-
tongos crecientes (por ejemplo [je] y [we]) y también con sílabas
de tipo CV (por ejemplo [d͡ʒe] y [gʲe]), con el fin de determinar si
el primer elemento de las secuencias <hi> y <hu> más vocal tenía
más parecido a unidades de tipo vocálico o de tipo consonántico.
Los resultados sugieren que el primer elemento de las secuen-
cias ortográficas tiene propiedades acústicas más similares a las
de sílabas de tipo CV, lo que presenta importantes desafíos para
*1
Trabajo desarrollado en el marco del proyecto Fondecyt 1161466, titulado “Realiza-
ciones fónicas segmentales en habla subestándar: una contribución a la construcción de
un inventario inclusivo y actualizado de fonemas y alófonos del español de Chile”.
**2
Chilena. Magíster en Lingüística Aplicada de la Universidad de Concepción. Acadé-
mica de la Universidad del Biobío, Concepción, Chile. lizgomez@udec.cl
***3
Chileno. PhD in Speech, Hearing and Phonetic Sciences del University Co-
llege London. Académico de la Universidad de Concepción, Concepción, Chile.
maufigueroa@udec.cl
****4
Chileno. Doctor en Lingüística de la Universidad de Concepción. Académico de la
Universidad de Concepción, Concepción, Chile. gsalaman@udec.cl
311
ABSTRACT
This study provides first evidence to describe the phonetic nature Keywords: <hi>
of the sounds articulated in the orthographic sequences <hi> and followed by vocal,
<hu> followed by vowel in Chilean Spanish. In order to do this, <hu> followed
instances of these sequences were observed, and some of their by vocal, vocoid,
acoustic properties were measured. The acoustic data obtained contoid, Chilean
from the orthographic sequences was compared using generali- Spanish.
zed linear mixed models to those of Spanish opening diphthongs
(e.g., [je] and [we]) and of CV syllables (e.g., [d͡ʒe] and [gʲe]), in
order to determine whether the first element of the <hi/hu> se-
quences is more similar to vocalic or consonantal units. The re-
sults suggest that the <hi> and <hu> orthographic sequences are
more closely related, at least acoustically, to CV syllables, which
poses interesting challenges for the interpretation of this section
of the Spanish phonetic and phonemic systems.
312
1. Introducción
Los segmentos deslizados [j] y [w] (también llamados glides, o semi-
consonantes) han formado parte de extensos debates que aún hasta
hoy no se encuentran completamente zanjados (Bowen & Stockwell,
1955; Harris & Kaisse, 1999). En efecto, aunque diversos autores con-
cuerdan en cuáles son los procesos fonéticos y fonológicos que ocu-
rren en los diptongos del español, aún no se ha logrado aclarar de ma-
nera convincente cuáles son las realizaciones fonéticas que ocurren
cuando estas glides van precedidas del grafema <h>, ni tampoco ha
sido posible proponer una representación fonológica estable para es-
tas secuencias. Este estudio se propuso contribuir a avanzar en el co-
nocimiento de algunas de las propiedades acústicas de las secuencias
conformadas por <hi> seguida de vocal y <hu> seguida de vocal, a tra-
vés del uso de metodologías de la fonética acústica y de la estadística
inferencial, con la finalidad de proveer insumos para que, en futuras
incursiones investigativas, permitan resolver los problemas de orden
fonológico que suscitan estas secuencias. Con la finalidad de poner en
contexto la temática del presente estudio, entregaremos algunos ante-
cedentes históricos para luego sintetizar los principales precedentes
investigativos.
313
<u> y <v>, antes de que fuesen letras diferentes; por ejemplo, algo escrito
como “uelo [...] podría ser interpretado como ‘velo’ o como ‘huelo’. La
<h> indica que la letra que sigue no puede ser una consonante” (Hualde,
2014, p. 305). Esta idea es compartida por la Real Academia Española
(RAE), la que asegura la importancia del uso de la <h> en “palabras que
empiecen por ue procedente de o latina: huevo, huérfano. Se justifica
esta h para no equivocar la v con la u en la lectura y, así, en lugar de uevo
no se leyese vevo, y veso en lugar de hueso” (RAE, 1754, p. 46).
Como consecuencia de estos criterios ortográficos, en español no
existen diptongos crecientes en inicio de sílaba que no vayan precedi-
dos por la <h> grafémica —excepto en muy escasas realizaciones de al-
gunos préstamos como ocurre con las palabras “ion”, “iodo”, “iota” y sus
derivados—, de ahí que sea más curioso aún que si dicha consonante
nació por motivos de orden práctico, los diptongos que las contienen
no sean exclusivamente vocálicos (o semivocálicos) como lo sugieren
los precedentes de investigación que se revisarán a continuación.
314
315
alizaciones [gw] o [ɣ̞w], pero en los casos de <ie> solo sería posible la
realización fonética de una aproximante [ʝ̞] o semiconsonante [j], pero
nunca como una consonante plena.
Aguilar y Salamanca (2013), en un trabajo realizado con hablantes
profesionales chilenos de la ciudad de Concepción y centrado única-
mente en la secuencia grafémica <hu> más vocal, exponen que hab-
ría cuatro fonos discriminables, de los cuales el aproximante fue el
que presentó mayor frecuencia de realización y la semiconsonante la
menor cantidad de registros, contrariamente a lo que se reportó para
el habla de Costa Rica.
Para terminar, Hualde (2014) concuerda con otros autores en que
ambas secuencias grafémicas sufren una consonantización y que en
posición inicial y después de nasal realizarían sonidos más implosivos.
Es interesante resaltar, sin embargo, que en casos específicos como
la palabra “hiena” Hualde señala que los hablantes tenderían a pro-
nunciar la palabra como [ˈi̯e.na] en vez de [ˈʝe.na], dada la similitud
de “hiena” con la palabra “llena”, mismo fenómeno que se daría con
otros conjuntos como “de hueso”, que promovería una pronunciación
más frecuente de [de.ˈu̯e.so] en lugar [de.ˈɣu̯e.so], por su cercanía
con conjuntos como “de guasa”, aunque estos contrastes ocurrirían
solamente después de pausa y en un habla cuidada.
Como puede observarse, no existe consenso respecto de qué tipo de
unidades fonéticas realizan los primeros elementos de las secuencias
ortográficas <hi> y <hu> seguidas de vocal, puesto que los precedentes
de investigación han detectado —mediante métodos diversos y para
un conjunto de variedades dialectales del español, es cierto— un
rango de realizaciones que va desde las más vocálicas hasta las más
consonánticas; tampoco existe consenso en cuanto a cómo deben
interpretarse fonológicamente estas realizaciones.
A continuación se expondrán los métodos que se han seguido en
el presente estudio para obtener evidencia empírica que contribuya a
caracterizar la naturaleza acústica de las realizaciones de <hi> y de <hu>
seguidas de vocal, y los resultados de la aplicación de estos métodos.
Como se verá, además de proveerse un reporte acerca de cuáles
realizaciones son las más típicas, se realizarán comparaciones entre las
instancias de las secuencias en estudio con realizaciones de diptongos
316
2. Métodos
2.1. Participantes
Para esta investigación se utilizó un corpus de habla en lectura en voz
alta elicitado de cuatro mujeres y cuatro hombres de ocho ciudades
de zonas del país estratégicamente seleccionadas para abarcar par-
te importante del territorio chileno (Iquique, La Serena, Valparaíso,
Santiago, Concepción, Temuco, Coyhaique y Punta Arenas). En total,
se contó con un muestreo de 64 sujetos, todos nacidos y criados en la
zona en cuestión, con edades que fluctuaron entre los 18 y 35 años.
El estudio se centró en hablantes que no hubieran terminado su edu-
cación escolar formal y que no poseyeran ningún otro tipo de estudio
superior o capacitación especial.
317
Tabla 1.
Enunciados elicitados a través de lectura en voz alta y contextos en que ocurren
las secuencias <hu> y <hi> seguidas de vocal.
Enunciado Contextos
1. En el encuentro deportivo entre Huachipato y Everton, jugó V___V
el Huaso Isla, quien marcó un tremendo golazo de chilena, l___
mientras escabullía la marca. Pero el árbitro lo anuló, haciendo
sonar huecamente el pito. r___
2. Los invitados a la fiesta se comieron hasta los huesos del s___
chancho. Después tomaron piscola con hielo, mote con n___
huesillos del huerto y helado de postre. Armaron harto
bochinche. l___
3. Llegada la década de los ochenta, en Rengo, mi tío Gustavo
y mi abuelo Pancho comenzaron a administrar una fábrica de (NA)
muebles, con un alto nivel de seguridad.
4. En la FACH, vendieron aviones de guerra en diez millones
de dólares. Con el dinero recaudado, pagaron los sueldos n___
pendientes de los guardias en huelga.
5. Ya fueron recuperados varios de los objetos robados s___
a la Junaeb, debido a la rápida labor de los policías en la
investigación sobre las huellas halladas en Llanquihue. V___V
318
12. Huevos revueltos con hierbas aromáticas ofrecían los chinos #___
radicados en Huasco. n___
13. Beber whisky con hielo se puede hacer aprovechando los n___
deshielos del sur chileno. s___
14. Chatear por la web, afirmaba Blanca, es mejor que patinar
l___
en el hielo.
15. Triture el huachalomo con cuidado para no perder el jugo. l___
16. Varios huasos hacen la pega y, al terminar, beben chelas
s___
para calmar la sed.
17. Beto quedó atrapado en la red, pues ignoró la advertencia
V___V
que había entre la hierba.
18. Ganaron los albos un partido absurdo. Huamachuco jugó
$___
mal, aunque estuvo cerca de dar vuelta el resultado.
19. Al llegar, hienas salvajes y otros animales nos atacan y nos $___
hieren. Nosotros huimos en zigzag. s___
20. El huemul y el pudú pigmeo están casi en extinción. Chile l___
puede dejar huella positiva en las futuras generaciones si los
protege. r___
26. Deja que el agua hierva bien antes de poner hierbabuena V___V
en el mate. r___
27. Hiela mucho en la cordillera al llover fuerte. #___
28. La profesora explicó a sus alumnos en qué consisten el hiato
(NA)
y el diptongo.
Nota. El instrumento consideró 28 enunciados, cuya mayoría contiene las secuencias
grafémicas <hi> y <hu> más vocal y sus respectivos contextos fonéticos, además de nu-
merosas instancias de diptongos crecientes y de los fonemas /d͡ʒ/ y /g/. En la tabla se han
destacado en negrita las instancias de <hi> y de <hu> seguida de vocal, y se incluye un
listado de los contextos fonéticos en los que ocurren estas realizaciones.
Fuente: Elaboración propia.
319
320
321
322
3. Análisis y resultados
Los procesos de segmentado y etiquetado arrojaron un total de 8.962
realizaciones. De estas, 3.790 son instancias de diptongos crecientes
(42%), referidos de aquí en adelante como “diptongos”; 2.426 instan-
cias fueron secuencias de <hi> o <hu> seguidas de vocal (27%), en
adelante, “secuencias”; y 2.746 fueron realizaciones de /g/ o /d͡ʒ/ se-
guidas por vocal (31%), a partir de ahora, “consonantes”. Estos tres
niveles —diptongos, secuencias y consonantes— fueron agrupados
bajo la variable categórica clase. Para el caso específico de las se-
cuencias, la Tabla 2 resume los modos de articulación encontrados.
Como se observa, las realizaciones aproximantes y los segmentos
africados con aproximantización predominan en ambas categorías.
Respecto de la zona de articulación, en total 4.648 instancias fueron
categorizadas como pertenecientes al grupo “anterior” (52%), esto
es, aquellas que comienzan con [j], <hi> o /d͡ʒ/; y 4.314 instancias al
grupo “posterior” (48%), esto es, aquellas iniciadas con [w], <hu> o
/g/. Estos dos niveles —anterior y posterior— fueron agrupados bajo
la variable categórica categoría. Por razones de espacio, las variables
acento y contexto fonético no fueron incluidas en los análisis estadísti-
cos que se reportarán a continuación, pero su importancia será abor-
dada brevemente en la discusión.
323
Tabla 2.
Porcentajes de ocurrencia de los fonos que instancian el elemento inicial de las
secuencias <hi> y <hu> más vocal.
Secuencias <hi> Secuencias <hu>
Modo de articulación
% AFI % AFI
Oclusivo --- --- 17,0% [g]
Fricativo 0,8% [ʝ] 5,7% [ɣ]
Africado 1 (distensión
9,6% [d͡ʒ] --- ---
fricativa)
Africado 2 (distensión
34,4% [d͡ʝ̞] --- ---
aproximante)
Aproximante 43,8% [ʝ̞] 76,7% [ɣ̞]
Glides 11,4% [j] 0,6% [w]
Total 100% 100%
324
clase (χ2 (2) = 3918,085, p < 0,001) y categoría (χ2 (1) = 26,198, p < 0,001),
y una interacción significativa entre estas dos variables (χ2 (2) = 17,521, p
< 0,001). Los datos que explican estos efectos y la interacción pueden ser
observados en el panel izquierdo de la Figura 2. Como el modelo sugiere,
las instancias de diptongos (x̅ = 6,36, σ = 4,4) y consonantes (x̅ = 15,83, σ =
10,02) muestran una cantidad significativamente menor de diferencia de
intensidad que las secuencias ortográficas en foco (x̅ = 17,94, σ = 9,88). Sin
embargo, tanto el tamaño de los coeficientes como el de t —ver Tabla 3—
sugieren que las diferencias entre diptongos y secuencias son considera-
blemente mayores que entre las consonantes y las secuencias. En otras
palabras, las secuencias de <hi> más vocal y <hu> más vocal parecen es-
tar más estrechamente relacionadas acústicamente con las consonantes
que con los diptongos típicos. Respecto de la categoría, aunque se detec-
tó un efecto principal —lo que sugiere diferencias entre las realizaciones
anteriores y posteriores (consúltese el panel de la derecha de la Figura
2)—, este efecto se diluye cuando se tienen en cuenta los datos de clase
(consúltese el panel de la izquierda de la Figura 2). Finalmente, respec-
to de la interacción entre clase y categoría, la diferencia entre los niveles
anterior (x̅ = 6,58, σ = 4,87) y posterior (x̅ = 5,95, σ = 3,3) no es significativa
cuando se comparan los diptongos con las secuencias, pero lo es cuando
las instancias de las consonantes anteriores (x̅ = 17, σ = 10,68) y posterio-
res (x̅ = 15,09, σ = 9,51) se comparan con las secuencias ortográficas. Esto
se debe, probablemente, a una mayor diferencia entre las realizaciones
anteriores y posteriores en consonantes que en los diptongos.
Tabla 3.
Modelo generalizado de efectos mixtos para la variable dependiente diferencia
de intensidad, incluyendo clase y categoría como efectos principales, y partici-
pantes como efecto aleatorio.
Efectos
Coeficientes Error estándar Valor t Valor p
mixtos
Intercepto 18,0009 0,3266 55,119 < 0,001
Clase
Secuencia (nivel de ref.)
Diptongos -11,4253 0,2829 -40,380 < 0,001
Consonantes -1,0001 0,3362 -2,975 < 0,01
Categoría
Anterior (nivel de ref.)
325
326
4. Discusión
Como se mencionó anteriormente, la evidencia acústica (Figura 2) y
cualitativa (Tabla 2) muestra que las realizaciones de las secuencias
<hi> y <hu> más vocal están más estrechamente relacionadas con
consonantes como las que se encuentran en sílabas que comienzan
con /d͡ʒ/ y /g/. Respecto de <hu>, es relevante que a pesar de que para
esta secuencia no aplican dos de los modos articulatorios que sí son
instanciados en <hi>, queda claro que la consonantización es la nor-
ma y la articulación de glides la excepción. En efecto, si se suman las
secuencias consonánticas, el conjunto de variantes no vocálicas arro-
ja un 99,4% del total de las instancias de <hu>, y de ese porcentaje el
76,7% corresponde a realizaciones aproximantes. Esta tendencia no
es tan evidente en el caso de <hi>, pues el porcentaje de realizaciones
consonánticas es de un 88,6% (78,2% con algún componente aproxi-
mante); sin embargo, es claro también el predominio de las realizacio-
nes con mayor constricción en lugar de las vocálicas. En este contexto,
se comprueban diferencias importantes respecto de los resultados ob-
servados para el habla de Costa Rica (Calvo, 2008), y avenencias con el
estudio presentado por Aguilar y Salamanca (2013).
En el caso de la evidencia acústica, nos parece que esta también
muestra tendencias claras: al analizar el grado de constricción articu-
latoria de las instancias de <hi> y <hu> seguidas de vocal mediante un
medio indirecto (las diferencias de intensidad) es posible observar y
determinar, estadísticamente, que las realizaciones en foco presentan
características más similares a sílabas de tipo CV que a diptongos cre-
cientes. Es importante también observar que, además de que las se-
cuencias <hi> y <hu> seguidas de vocal presentan importantes dife-
rencias estadísticas respecto de las instancias de diptongos crecientes,
las distribuciones observables en la Figura 2 no se traslapan, es decir,
las sílabas con diptongo creciente son cuantitativa y cualitativamente
diferentes de las instancias de <hi> y <hu> seguidas de vocal. Toma-
das en su conjunto, la evidencia cualitativa y acústica sugieren que las
instancias de las secuencias <hi> y <hu> seguida de vocal se compor-
tan, en su mayoría, como sílabas de tipo CV, lo que tiene importantes
consecuencias para nuestra comprensión del sistema fonológico cas-
tellano. Nótese también que por lo menos para efectos de su compor-
tamiento articulatorio y acústico no se demostraron diferencias entre
327
328
329
5. Conclusiones
El presente estudio acústico y estadístico acerca de la naturaleza de
las realizaciones de las secuencias <hi> seguida de vocal y <hu> más
vocal reveló en primer término que las mediciones de intensidad re-
lativa presentan diferencias estadísticamente significativas respecto
de las de los diptongos crecientes y de las de las consonantes en sí-
labas CV, pero que estas diferencias son considerablemente más im-
portantes entre las secuencias y los diptongos, que entre las secuen-
cias y las sílabas CV con un primer elemento consonántico. Dicho de
manera más sencilla, es posible concluir que el grado de constricción
de las realizaciones de las secuencias se acerca más al de secuencias
de estructura CV.
Por otra parte, aunque fue posible observar pequeñas diferencias
entre las instancias anteriores y posteriores, la variable clase no parece
tener un rol particularmente importante cuando se trata de los resul-
tados de <hi> y <hu> seguidas de vocal, lo que habla de un probable
comportamiento de conjunto, a pesar de las importantes diferencias
de punto articulatorio.
Toda esta evidencia, tomada en su conjunto, problematiza la in-
terpretación actual que tenemos de cierta porción del sistema fonéti-
co y fonológico del castellano. Desde una perspectiva metodológica,
también es posible concluir que las mediciones acústicas realizadas
parecen codificar información relevante en cuanto a la variabilidad
de los segmentos en estudio, y en las direcciones esperadas teórica-
mente.
Referencias bibliográficas
Aguilar, E. y Salamanca, G. (2013). Fonos que realizan la secuencia
grafémica “hu+vocal” en 17 sujetos de Concepción e
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Boersma, P. & Weenink, D. (2018). PRAAT: Doing phonetics by com-
puter (programa computacional). Amsterdam: University of
Amsterdam. Recuperado de http://www.praat.org/
330
331
332
RESUMEN
Este estudio examina cómo los autores construyen su voz auto- Palabras clave:
ral. Para ello recurre a las categorías de análisis del sistema de la escritura
valoración y su subsistema de compromiso de la lingüística sisté- académica,
mico funcional. El corpus lo constituye la sección de marco teó- compromiso,
rico de 20 artículos de investigación en el área de lingüística apli- lingüística
cada en Colombia. El análisis se centra en las cláusulas verbales sistémico-
para describir cómo la voz autoral se ubica en una posición de funcional.
apertura hacia otras voces (expansión) o, por el contrario, recha-
za esas posibles alternativas, o señala un fuerte involucramiento
con el punto de vista emitido (contracción). Como resultado, se
identificaron tres patrones de compromiso heteroglósico, a sa-
ber, diamante, embudo y línea recta. Los patrones identificados
son susceptibles de ser enseñados atendiendo a las necesidades
y experiencia del escritor, así como a los requerimientos y expec-
tativas de la revista en la que se aspira ser publicado.
ABSTRACT
This study examines how writers construct their authorial voice
using the categories of analysis of the evaluation system and its
*1
Este artículo se inscribe en el proyecto “El uso de los procesos verbales en español
para expresar valoración en textos científicos en el área de lenguaje” realizado en la Uni-
versidad del Norte, Barranquilla, Colombia.
**2
Colombiana. Doctora en Investigación, Diagnóstico y Evaluación en la intervención
educativa. Universidad del Norte, Barranquilla, Colombia. dchamorro@uninorte.edu.co
***3
Británica. PhD en Latin American Linguistic Studies. Universidad del Norte, Ba-
rranquilla, Colombia. mgilmoss@yahoo.com.ar
****4
Colombiana. PhD en Second Language Acquisition and Teaching. Universidad del
Norte, Barranquilla, Colombia. nbarlett@uninorte.edu.co
333
334
Introducción
La escritura académica es una actividad social con carácter altamen-
te interactivo. Desde Aristóteles se ha distinguido por tener objetivos
persuasivos (Hyland, 2008), pues intenta legitimar las aseveraciones,
apunta a encontrar un ambiente receptivo entre los lectores e influye
en ellos utilizando las convenciones aceptadas, pero también utiliza
las voces de los miembros con autoridad dentro de su comunidad dis-
ciplinar. Para ello, los escritores dan cuenta de las fuentes, de las posi-
ciones representadas en su texto y negocian con ellas (Hood, 2012); y
a menudo intentan anticiparse a posibles reacciones negativas o posi-
ciones alternas utilizando las estrategias, teorías y conocimiento cons-
truido previamente (Hyland, 2004).
La escritura de artículos de investigación, en particular, requiere
que los investigadores no solo describan los estudios que realizan y sus
resultados, sino que lo hagan de tal forma que se evidencie la relación
con otros textos y la construcción de la voz autoral. La intertextuali-
dad —que se expresa mediante citas o referencias a otros autores—,
constituye muchas veces la base para decidir la publicación de un
manuscrito (Hyland, 2004; Myers, 1990). La referencia explícita de los
trabajos previos en la sección marco conceptual o teórico forma par-
te de la construcción colaborativa del nuevo conocimiento y sitúa las
aseveraciones del escritor en el marco disciplinario construido hasta
el momento. La presencia de otras voces dentro del texto permite esta-
blecer un diálogo con las aseveraciones anteriores, con la teoría exis-
tente y con los lectores. Esto corresponde a la práctica cada vez más
fuerte de contextualizar el trabajo científico en los problemas que se
abordan en las disciplinas, así como de estructurar los artículos y tam-
bién de crear lazos entre la documentación científica (Bazerman, 2000;
Hyland, 2004). Se trata, entonces, de crear “una persona profesional-
mente aceptable y una actitud apropiada, tanto para los lectores como
para la información que se presenta” (Hyland, 2004, p. 13).
La construcción de la voz autoral, identidad de autor o posicio-
namiento, ha sido estudiada desde diferentes ángulos: a partir de la
noción de evidencialidad (Chafe, 1986), el concepto de intensidad
(Labov, 1984) y las expresiones de actitudes personales (Biber & Fine-
gan, 1989). Más recientemente, otros autores se han referido a la voz
autoral desde la noción de posicionamiento (stance), relacionado con
335
336
cionamiento a partir del diálogo con ellas, aun cuando los profesores
no hubieran hecho explícita esta característica como criterio de eva-
luación. Los ensayos de bajas calificaciones utilizan más aseveraciones
monoglósicas, mientras que los buenos ensayos expresan “distancia
crítica” y “alineación discursiva”, esto es, incluyen más voces y antici-
pan las voces o reacciones de los lectores (Lancaster, 2016).
Los resultados de los estudios sugieren que construir una voz au-
toral de forma adecuada es especialmente difícil para hablantes de
segunda lengua; sin embargo, “la tendencia a presentar una persona
subjetiva e inapropiada es característico, tanto entre escritores en su
primera lengua como en la segunda” (Chang & Schleppegrell, 2011,
p. 41).
En español, en tanto, los estudios se han orientado al análisis de pa-
trones de realización de la voz autoral en documentos históricos (Oteí-
za, 2010), el discurso pedagógico en las clases de Historia (Manghi &
Badillo, 2015) y las posiciones de los médicos respecto de la práctica
(Gallardo & Ferrari, 2010).
El propósito de la investigación aquí descrita fue analizar, mediante
la aplicación de las categorías del sistema de la valoración y el subsis-
tema de compromiso de la LSF, las formas en que los escritores des-
pliegan los recursos léxicogramaticales de las cláusulas verbales en el
marco teórico de artículos científicos en español, para posicionarse a
sí mismos respecto de otras voces y de las teorías que representan. El
análisis de estos significados a nivel semántico-discursivo, a su vez,
permite identificar la forma en que su desarrollo construye tres ten-
dencias de patrones reconocibles de compromiso heteroglósico.
2. Marco referencial
2.1. La lingüística sistémico funcional
El modelo de la LSF interpreta el lenguaje desde múltiples perspectivas
que se complementan para proveer una visión global de los fenóme-
nos lingüísticos. Una de las complementariedades básicas es la de las
tres metafunciones, es decir, la idea de que el lenguaje es un recurso
para combinar tres tipos diferentes de significado en cada acto de co-
municación: significados ideacionales (experienciales y lógicos), tex-
tuales y interpersonales.
337
338
339
340
3. Metodología
El estudio del compromiso heteroglósico en las cláusulas verbales pre-
sentado en este artículo se enmarca en la perspectiva sistémico funcional
sobre la valoración (Hood, 2010; Martin & White, 2005). Los resultados
341
1
El estudio hace parte del proyecto internacional SAL (Systemics Across Languages).
2
Íkala, Forma y función, Educación y educadores, Lenguaje.
342
Tabla 1. 3
Sistema de compromiso.
Las funciones de
focalización… no
Absoluto
habían sido definidas
por los otros autores3.
Negar Sin embargo, no
podríamos afirmar que
Atenuado este sería el caso si los
interlocutores estuvieran
Contracción
Rechazo frente a frente.
dialógica
El problema no se
encuentra en que el
aprendizaje de un L2
afecte al L1, sino en lo
Contradecir
que nuestros resultados
indican: que el L1 es
fuente de interferencias
en el bilingüismo…
Aunque esta técnica se
Acuerdo Conceder
ha criticado…
Es de recalcar; es de
anotar; es importante
señalar; conviene
Pronunciar
aclarar; se puede
afirmar; es necesario
Refuerzo referirse a…
Contracción
Declaración
dialógica Quizás porque como
dice Cassany;
Justificar
Searle encontró algunas
fallas… alegando que...
Nos guiaremos por la
taxonomía propuesta
Aprobar
por Blum-Kulka, House
y Kasper…
El papel del lenguaje
en los documentos de
Alta política educativa puede
Consideración decirse, entonces, que
no solo es usado por…
Expansión Algunos promueven
dialógica Mediana
estas ideas…
Reconocimiento Este autor afirma; …
Atribución En el aspecto
Distancia sintagmático se ha
pretendido
Fuente: Elaboración propia sobre la base de Martin y White (2005).
3
Los ejemplos son tomados del corpus.
343
4. Resultados
El análisis de los procesos verbales en los veinte artículos nos permi-
tió identificar tres tendencias que sugieren patrones de realización y
despliegue de compromiso heteroglósico que utilizan algunos auto-
res: diamante (cuatro casos), embudo (tres casos) y línea recta (cinco
casos). En los demás artículos se apreció un vaivén aparentemente
aleatorio entre contracción y expansión, lo que dificulta al lector la
identificación del punto de vista del autor4. Veamos cada uno de los
tres patrones identificados.
4
Ver Hood (2010) acerca de la importancia de la armonía actitudinal.
344
5
Aclaramos algunas convenciones: escritor/a alude a la autoría del artículo analiza-
do, mientras que autor/a corresponde a las voces citadas.
345
346
347
348
5. Conclusión
El análisis de los procesos verbales en la sección de marco teórico
de los artículos de investigación de revistas en el área de lingüísti-
ca aplicada, nos permitió confirmar que las selecciones léxicogra-
maticales dentro de las cláusulas verbales señalan el compromiso
que el escritor construye a medida que desarrolla estas secciones.
La selección de un compromiso heteroglósico expansivo está
asociada con el reconocimiento del aporte teórico de otros autores,
aunque estos no constituyan el fundamento conceptual del trabajo a
349
350
Referencias bibliográficas
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edition, revised by Christian M. I. M. Matthiessen). London:
Hodder Arnold.
351
352
353
354
RESUMEN
Los niños con trastorno específico del lenguaje evidencian una Palabras clave:
alteración en el procesamiento de la subordinación. Interesa trastorno
examinar aquí el aumento de dichas estructuras y el registro de específico
los fallos que producen estos niños a medida que crecen respec- del lenguaje,
to de sus pares con desarrollo típico. Para ello, se planteó un es- desarrollo típico,
subordinación,
tudio longitudinal, descriptivo-comparativo con 50 estudiantes
estudio
(25 TEL, 25 DT) quienes recontaron tres cuentos. El corpus fue
longitudinal,
recolectado en tres momentos diferentes de su escolarización,
comparativo y
distribuidos en dos años (cinco, seis y siete años). En el aná- descriptivo.
lisis se aplicaron dos índices: productividad de subordinación
y desviaciones interclausulares en la subordinación y se
identificaron diferentes desviaciones interclausulares:
sustitución, incorporación, elisión y discordancia. Los
resultados permiten observar que el grupo TEL aumenta el uso
de subordinación y las desviaciones interclausulares respecto
de sus pares con desarrollo típico.
*1
Estudio inserto en el marco del Proyecto Fondecyt 1160653.
**2
Chilena. Doctora en Lingüística. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Val-
paraíso, Chile. nina.crespo@pucv.cl
***3
Chilena. Doctora© en Lingüística. Pontificia Universidad Católica de Valparaíso,
Valparaíso, Chile. carola.alvarado@pucv.cl
****4
Chilena. Magíster en Lingüística Aplicada. Pontificia Universidad Católica de Val-
paraíso, Valparaíso, Chile. jeannette.sepulveda@pucv.cl
*****5
Chilena. Fonoaudióloga, Doctora© en Lingüística. Universidad de Valparaíso, Val-
paraíso, Chile. alejandra.figueroa@uv.cl
355
ABSTRACT
Children with specific language impairment (SLI) show an al- Keywords:
teration in the processing of subordination. It is interesting to specific language
examine here the increase in these structures and the number impairment,
children
of failures produced by these children as they grow up, with res-
with typical
pect to their peers with TD. To do observe this, a longitudinal,
development,
descriptive-comparative study was applied to 50 students —25
subordination,
SLI, 25 TD— who were asked to tell three stories. The corpus was longitudinal,
collected at three different times during their schooling distribu- descriptive-
ted over two years (five, six and seven years old). In the analy- comparative study.
sis, two indices were applied: that of subordination productivity
and that of interclausal deviations in subordination. Moreover,
different types of interclausal deviations were identified, inclu-
ding substitution, incorporation, elision, and disagreement. The
results have allowed us to observe that, ontogenetically, the SLI
group increases the use of subordination and interclausal devia-
tions with respect to their TD peers.
356
Introducción
En los estudios que se han llevado a cabo en niños diagnosticados
con trastorno específico del lenguaje (TEL) —comparándolos con
niños de desarrollo típico (DT)— se ha observado que los niños con
TEL presentan dificultades para construir y comprender una sintaxis
compleja, específicamente referida al uso de mecanismos de vincula-
ción clausular como lo es la subordinación (Van der Lely, 1998, 2005).
Por una parte, se ha sostenido que cuando producen textos —orales o
escritos— los menores con TEL construyen menos oraciones subor-
dinadas que sus pares con DT (Coloma, 2013), así como también que
al construir estructuras subordinadas producen cuantitativa y cuali-
tativamente más errores de tipo formal que los niños con DT (Van der
Lely, 1998, 2005).
Diversos trabajos han permitido lograr un esbozo del desempeño
gramatical en la subordinación de los niños con TEL hablantes de es-
pañol (Acosta, Moreno y Axpe, 2014; Coloma, Araya, Quezada, Pavez
y Maggiolo, 2016; Coloma, Mendoza y Carballo, 2017; Jackson-Mal-
donado y Maldonado, 2015). Sin embargo, aún no se han esclarecido
ciertos aspectos del déficit. Por ejemplo, por un lado los hallazgos
obtenidos por los diferentes estudios no corresponden a datos lon-
gitudinales a partir de un seguimiento de un mismo grupo de suje-
tos, sino solo evidencian los resultados de la comparación de grupos
diferentes de distintas edades; y, por otra parte, si bien hay estudios
en los cuales se describen los problemas gramaticales de los niños
TEL (Acosta et al., 2014; Auza y Morgan, 2013; Jackson-Maldonado &
Maldonado, 2017), no se han focalizado de forma particular los fallos
gramaticales que tienen lugar en la vinculación clausular de oracio-
nes subordinadas. Por consiguiente, en este estudio se describirá el
desarrollo longitudinal de la subordinación en una única población
TEL, comparándola con la que evidencia una única población con DT
que posee características demográficas similares. Para concretar la
investigación nos propusimos tres principales objetivos:
• Determinar si evolutivamente la productividad de la subordinación
se mantiene cuantitativamente deficitaria en los niños con TEL en
comparación con sus pares con DT.
• Establecer si existe diferencia en el porcentaje de vínculos inter-
clausulares con fallos o desviaciones en las narraciones producidas
357
2. La subordinación en el español
La subordinación es un fenómeno concreto que nos permite recono-
cer y analizar aspectos fundamentales del lenguaje. Tradicionalmente,
el término se ha aplicado para describir la relación que se establece
entre un elemento subordinado y uno principal o subordinante. Bajo
estas premisas teóricas, la oración subordinada establece una relación
jerárquica entre una cláusula subordinada y otra superordinada —la
principal— la que, a su vez, puede estar subordinada a un nivel más
alto en la jerarquía de inclusión clausular (Mota, 2015).
Según la Nueva gramática de la lengua española (Real Academia
Española/Asociación de Academias de la Lengua Española, RAE/ASA-
LE, 2009), las cláusulas subordinadas en español pueden ser clasifica-
das de acuerdo con la función sintáctica que cumplen en la oración
principal, o bien, con el criterio estructural, es decir, los rasgos de su
verbo. Así, la subordinada puede funcionar como un sintagma nomi-
nal (SN), adjetival (SAdj) o adverbial (SAdv), como se ve en (1).
358
359
360
361
362
4. Metodología
La presente investigación se enmarca dentro de un estudio longitu-
dinal1 de alcance descriptivo-comparativo que se aplicó en dos po-
blaciones de niños con TEL y con DT para observar el desarrollo de
su productividad sintáctica y la presencia de desviaciones a nivel gra-
matical.
4.1. Participantes
Se reclutaron 50 estudiantes de colegios con sistema regular, con diag-
nóstico de TEL (N = 25; 16 hombres y nueve mujeres) y con desarrollo
típico (N = 25; 13 hombres y 12 mujeres), los que fueron evaluados en
diversas oportunidades.
Para este estudio tomamos solo el tiempo 1 (esto es, entre los cin-
co años y cinco años 11 meses), el tiempo 3 (entre los seis años y seis
años 11 meses) y el tiempo 5 (entre siete años y siete años 11 meses
de edad).
Los niños del grupo DT tenían un desempeño cognitivo y lingüís-
tico adecuado a su edad y su escolarización seguía los estándares
normales, según el criterio de la educadora a cargo del nivel y del
gabinete psicopedagógico de cada establecimiento educacional. La
selección de los niños del grupo TEL se efectuó de acuerdo con las
normas chilenas para su diagnóstico (Decreto nº 170), y fue realizado
mediante el test exploratorio de gramática española de Toronto (Pa-
vez, 2010), tanto la subprueba receptiva (STSG-R) como la expresiva
(STSG-E) y el TEPROSIF-R (Pavez, Maggiolo y Coloma, 2009). En am-
bas pruebas, los sujetos que obtuvieron 1,5 de desviación estándar
bajo la norma fueron considerados con rendimiento deficitario e in-
gresaron al grupo TEL. Además, para corroborar que presentaban un
desempeño cognitivo y auditivo dentro de la norma se aplicó el test
de matrices progresivas-escala coloreada (Raven, 2005), tomando la
norma chilena (Ivanovic et al., 2000), más una audiometría tonal e
impedanciometría. En la Tabla 1 se presenta una síntesis de las medi-
ciones realizadas y sus resultados.
1
El estudio fue validado por el Comité de Bioética de la Pontificia Universidad Cató-
lica de Valparaíso, Chile, con fecha 8 de mayo de 2013.
363
Tabla 1.
Resultados de las evaluaciones diagnósticas y de selección del grupo TEL.
Desviación
Media
Estándar
Pruebas
STSG-E 23,61 6,45
STSG-R 22,78 7,40
TEPROSIF-R 28,94 15,87
Test de matrices coloreadas de Raven 20,89 3,77
Evaluación auditiva Min. Max.
Audiometría tonal. Promedio tonal puro oído 8,3 23,3
derecho
Audiometría tonal. Promedio tonal puro oído 8,3 21,7
izquierdo
Fuente: Elaboración propia.
2
Para una descripción más detallada, revisar Alvarado, Crespo y Manghi (2016);
Bustos y Crespo (2014); Crespo, Góngora y Figueroa (2015).
364
4.3. Análisis
Los 150 discursos narrativos orales fueron transcritos fonéticamente.
La información lingüística fue analizada sintácticamente en: separa-
ción de cláusulas; identificación de cláusulas subordinadas; e identi-
ficación de desviaciones en las vinculaciones interclausulares. Estas
unidades fueron contabilizadas y, además, se calcularon índices y pro-
porciones.
365
Tabla 2.
Codificación de la categoría desviación.
Tipo de desviación Ejemplo
interclausular
Sustitución Verboide se tiró sin gritar/el otro con gritar
(BATO_06TEL)
Nexo pensó si se podría caer (LILO_44TEL)
Formas y después se sintió/ triste llorando
verbales (BATO_15DT)
Preposición pero un día Lilo tenía mucho miedo en
caerse (LILO_15DT)
Incorporación Nexo y/o pero dijo no voy a tener de miedo/
preposición (LILO_06TEL)
Elisión Nexo y primero sus/ sus amigos fueron rescatarla
(FLOPI_07TEL)
Preposición y la serpiente le tuvo miedo escénico que le
pegue/ (LILO_10TEL)
Subordinada y fue a su casa corriendo a buscar un /e/
(FLOPI_DT67)
Verbo una vez un oso futbolista vivía en el bosque
cuando su amigo (BATO_14TEL)
Discordancia TAM conejo le dijo al oso que se vayaba de la
cancha (BATO_14TEL)
Persona pero un día le mostró cómo volaban
(LILO_52DT)
Pronominal y tuvo que hacer las zapatillas/ tanto
trabajo/ hasta que los terminó (BATO
37TEL)
Fuente: Elaboración propia
4.3.2. Índices
El índice de productividad de subordinación (IPS) se ha construido a
partir de la cantidad total de cláusulas subordinadas (TCS) y la canti-
dad de cláusulas totales (TC) producidas por cada menor en su tarea
de recontado. El IPS se calcula dividiendo el TCS por el TC.
IPS = (TCS/TC)
366
IDS= (TDS/TCS)
5. Resultados
5.2. Análisis estadístico de los resultados
Tabla 3.
Descriptivos del índice de productividad de subordinación de los grupos DT y
TEL en la variable intrasujeto (medidas repetidas).
Desviación
Medidas Grupo Media N
Estándar
(Tiempo 1) IPS_Flopi DT 0,247 0,111 25
TEL 0,198 0,105 25
(Tiempo 3) IPS_Bato DT 0,332 0,087 25
TEL 0,270 0,096 25
(Tiempo 5) IPS_Lilo DT 0,378 0,067 25
TEL 0,378 0,077 25
Fuente: Elaboración propia.
367
Tabla 4.
Análisis de interacción entre las variables medidas y grupo en la productividad
de subordinación.
Suma de Media
df F P η² p
cuadrados cuadrática
Medidas
0.607 2 0,303 38,336 < ,001 0,444
Medidas ✻
0.027 2 0,013 1,693 ,189 0,034
grupo
Residual 0.760 96 0,008
Nota: df significa grados de libertad, del inglés degrees of freedom.
Fuente: Elaboración propia.
Los análisis permiten observar que, si bien los sujetos con TEL y
con DT muestran avances significativos en la PS entre los distintos
momentos de la toma, la trayectoria de ambos grupos es similar (Fi-
gura 1).
368
Tabla 5.
Descriptivos del índice de desviaciones en la subordinación de los grupos DT y
TEL en la variable intrasujeto (medidas repetidas).
Desviación
Medidas Grupo Media N
Estándar
IDS_Flopi DT 0,092 0,115 25
TEL 0,084 0,172 25
IDS_Bato DT 0,180 0,183 25
TEL 0,232 0,241 25
IDS_Lilo DT 0,076 0,060 25
TEL 0,196 0,162 25
Fuente: Elaboración propia.
369
Tabla 6.
Análisis de interacción entre las variables medidas y grupo en el índice de des-
viaciones en la subordinación.
Corrección Suma de Media
df F p
de esfericidad cuadrados cuadrática
Greenhouse-
Medidas 0,352 1,635 0,215 6,623 0,004
Geisser
Medidas Greenhouse-
✻ grupo
0,103 1,635 0,063 1,929 0,160
Geisser
Greenhouse-
Residual 2,552 78,481 0,033
Geisser
Nota: df significa grados de libertad, del inglés degrees of freedom.
Fuente: Elaboración propia.
370
Tabla 7.
Descriptivos del total de desviaciones en la subordinación de los grupos DT y
TEL en la variable intrasujeto (medidas repetidas).
Medidas Grupo Media Desviación Estándar N
TDS_Flopi DT 0,520 0,653 25
TEL 0,240 0,436 25
TDS_Bato DT 1,160 1,106 25
TEL 1,360 1,381 25
TDS_Lilo DT 0,960 0,841 25
TEL 2,480 1,960 25
Fuente: Elaboración propia.
371
Tabla 8.
Análisis de interacción entre las variables medidas y grupo en el total de desvia-
ciones en la subordinación.
Corrección Suma de Media
df F P η² p
esfericidad cuadrados cuadrática
Medidas Greenhouse-
46,36ᵃ 1,778ᵃ 26,072ᵃ 17,579ᵃ < ,001ᵃ 0,268
Geisser
Medidas Greenhouse-
✻ grupo
21,72ᵃ 1,778ᵃ 12,215ᵃ 8,236ᵃ < ,001ᵃ 0,146
Geisser
Residual Greenhouse-
126,59 85,351 1,483
Geisser
ᵃ Mauchly’s test of sphericity indicates that the assumption of sphericity is violated (p < .05).
Nota: df significa grados de libertad, del inglés degrees of freedom.
372
Tabla 9.
Descriptivos de la desviación en la subordinación de tipo sustitución (DS) de los
grupos DT y TEL en la variable intrasujeto (medidas repetidas).
Desviación
Medidas Grupo Media N
Estándar
(Tiempo 1) DS_Flopi DT 0,080 0,277 25
TEL 0,040 0,200 25
(Tiempo 3) DS_Bato DT 0,480 0,653 25
TEL 0,120 0,332 25
(Tiempo 5) DS_Lilo DT 0,320 0,627 25
TEL 0,480 0,714 25
Fuente: Elaboración propia.
Tabla 10.
Descriptivos de la desviación en la subordinación de tipo elisión (DE) de los gru-
pos DT y TEL en la variable intrasujeto (medidas repetidas).
Desviación
Medidas Grupo Media N
Estándar
(Tiempo 1) DE_Flopi DT 0,200 0,408 25
TEL 0,160 0,374 25
(Tiempo 3) DE_Bato DT 0,080 0,277 25
TEL 0,280 0,458 25
(Tiempo 5) DE_Lilo DT 0,160 0,374 25
TEL 0,800 1,155 25
Fuente: Elaboración propia.
373
Tabla 11.
Descriptivos de la desviación en la subordinación de tipo discordancia (DD) de
los grupos DT y TEL en la variable intrasujeto (medidas repetidas).
Desviación
Medidas Grupo Media N
Estándar
(Tiempo 1) DD_Flopi DT 0,240 0,523 25
TEL 0,000 0,000 25
(Tiempo 3) DD_Bato DT 0,400 0,645 25
TEL 0,880 1,092 25
(Tiempo 5) DD_Lilo DT 0,400 0,500 25
TEL 0,880 1,013 25
Fuente: Elaboración propia.
374
Tabla 12.
Descriptivos de la desviación en la subordinación de tipo incorporación (DI) de
los grupos DT y TEL en la variable intrasujeto (medidas repetidas).
Medidas Desviación
Grupo Media N
Estándar
(Tiempo 1) DI_Flopi DT 0,000 0,000 25
TEL 0,040 0,200 25
(Tiempo 3) DI_Bato DT 0,240 0,523 25
TEL 0,080 0,277 25
(Tiempo 5) DI_Lilo DT 0,080 0,277 25
TEL 0,200 0,500 25
Fuente: Elaboración propia.
Tabla 13.
Efectos de interacción por grupo en los tipos de desviación en la subordinación.
F p η² p
Sustitución 3,362ᵃ 0,049ᵃ 0,065
Elisión 4,194ᵃ 0,030ᵃ 0,080
Discordancia 4,039ᵃ 0,026ᵃ 0,078
Incorporación 2,157ᵃ 0,129ᵃ 0,041
Fuente: Elaboración propia.
375
6. Conclusiones
A partir de los resultados obtenidos en la presente investigación, es po-
sible hacer referencia al cumplimiento de los tres principales objetivos
que direccionaron el estudio. En relación con el primer objetivo —de-
terminar si evolutivamente la productividad de la subordinación se
mantiene cuantitativamente deficitaria en los niños con TEL en com-
paración con sus pares con DT— se concluye que en términos evolu-
tivos la baja productividad en la subordinación del grupo con TEL no
se mantendría. En la medida en que los niños avanzan en escolaridad,
también avanzan en la producción de estructuras subordinadas, des-
plazando la idea de una producción cuantitativamente menor respec-
to de la de sus pares con DT, que sí se observa en la temprana infancia.
Además, se pudo corroborar que ambos grupos, dentro de la lógica
de su productividad, hacen un recorrido parecido. Esto podría sugerir
que los sujetos con TEL pueden tener resultados más bajos que los de
DT, pero dentro de su propia lógica recorren el mismo camino de la
376
377
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378
379
380
381
382
383
RESUMEN
En la tradición laboviana el estudio de la variación lingüística Palabras clave:
ha comenzado a aplicarse recientemente en investigaciones de variación
segunda lengua, donde se ha demostrado que en este tipo de lingüística,
contextos (principalmente inmigración) surgen patrones socio- fonética acústica,
transferencia,
lingüísticos similares a los encontrados en estudios de variación
hipercorrección,
en lengua materna. Este artículo recoge la fricativa postalveolar
inglés como lengua
sorda (ʃ)***3 como variable fonética en el habla de 18 estudiantes
extranjera.
chilenos de inglés. Por medio de análisis de factor por factor y
de variable múltiple se buscó determinar, en primer lugar, si los
patrones de variación lingüística del español de Chile también
ocurren en situaciones de inglés como lengua extranjera, dado
que esta variable ha sido históricamente correlacionada con
factores sociales y, en segundo término, si los hablantes no na-
tivos de inglés replican la variación que muestran los hablantes
nativos. Los resultados sugieren que tanto factores lingüísticos
como sociales contribuyen a la variación de (ʃ). De esta forma, el
artículo contribuye a fortalecer la noción de que la variación es
inherente a las lenguas, tanto en lengua materna como en lengua
extranjera.
*1
La variable estudiada en este artículo corresponde a uno de los capítulos de la tesis
doctoral “A phonetic variationist study on Chilean speakers of English as a foreign lan-
guage”, de mi autoría.
**2
Chilena, PhD in English Language, University of Glasgow, académica Universidad
del Bío-Bío, Chillán, Chile. psubiabre@ubiobio.cl
***3
En sociolingüística los paréntesis se utilizan para referirse a una variable lingüísti-
ca; las variantes lingüísticas (las distintas realizaciones de una variable) serán identifica-
das con corchetes.
385
ABSTRACT
Variationist research in the Labovian paradigm has traditiona- Keywords:
lly looked at the structured heterogeneity of first languages. This linguistic variation,
methodology has been recently applied to second languages, acoustic phonetics,
transfer, over-
usually in immigration settings. Research has shown sociolin-
correction, English
guistic patterns in the L2 acquisition processes that are similar
as a foreign
to those found in L1 speech. This article examines the speech
language.
of 18 Chilean university learners of English and explores the
variation of voiceless postalveolar fricative (ʃ). Using a factor
by factor and multivariate analysis, it seeks to first test whether
the patterns of variation characteristic of Chilean Spanish are
transferred to English; and secondly, whether the variation ex-
hibited by native speakers of English is replicated in EFL con-
texts. The results suggest that the transfer of patterns from the
L1 to the L2 occurs for (ʃ). Both social and linguistic factors have
an effect on the use of (ʃ). The study of variation in EFL seeks to
contribute to the notion that variation is inherent to language
in native and non-native contexts, especially in relation to the
effect of internal constraints.
386
1. Introducción
El estudio cuantitativo de la variación lingüística se basa en el argu-
mento de que todas las lenguas naturales varían y cambian (Sapir,
1921; Weinreich, Lavov & Herzog, 1968) y, dentro de ella, la perspec-
tiva laboviana sugiere que dicha variación es el resultado de la con-
vergencia de factores lingüísticos y extralingüísticos. Tal variación es
inherente a la lengua y tiende a ser sistemática, por lo que se espera
que todos los hablantes de un idioma varíen sistemáticamente en un
rango de situaciones lingüísticas, dependiendo de factores internos
(lingüísticos) y/o externos (sociales). Dentro de los factores internos
que han presentado históricamente una mayor incidencia en la va-
riación lingüística se cuentan el contexto fonético inmediato y la po-
sición de la variable. Asimismo, los factores externos más recurrentes
son la edad, el sexo, el nivel educacional y el nivel socioeconómico
de los hablantes.
Si bien el estudio de la variación lingüística se ha enfocado tradicio-
nalmente en la variación en lengua materna (L1), las últimas décadas
han visto un aumento en el estudio de la variación de hablantes de se-
gunda lengua (L2), principalmente en contextos de inmigración y aún
más recientemente, en casos de lengua extranjera (por ejemplo, Kpogo
& Gathercole, 2019; Miatto, Hamann & Boersma, 2019), donde el habla
que se adquiere no ocurre como componente de un proceso de inmer-
sión, como en el caso de Chile. El español de Chile presenta ciertas
características dialectales que lo diferencian de otras variedades de es-
pañol, entre las que se cuentan el uso de la fricativa postalveolar sorda
que se analiza acá. El presente estudio buscó determinar si la variación
fonética que exhiben los hablantes de inglés como lengua extranjera
(ILE) es sistemática y, de ser así, si esta variación es atribuible a facto-
res sociales, lingüísticos o a ambos; y, en segundo término, comprobar
si la variación en hablantes de ILE es similar a la de los hablantes nati-
vos, al menos en lo que respecta a esta variable.
El artículo examina el uso de la fricativa postalveolar sorda en el
habla de 18 alumnos de la carrera de Pedagogía en Inglés de la Univer-
sidad del Biobío, Chillán, en relación con los factores que se muestran
en la Tabla 1.
387
Tabla 1.
Factores externos e internos considerados en el análisis de la variación de la fri-
cativa postalveolar sorda.
Tipo de factor Grupo de factores Factores
Externo Sexo Hombre (M)
(social) Mujer (F)
Exposición al inglés en 1
contexto educativo (en años) 3
5
Grupo socioeconómico C2
C3
D
Interno Contexto fonético (anterior y Vocales
(lingüístico) posterior) Consonantes
Pausa
Posición Inicio de turno
Otra posición en el turno:
Inicial (en la palabra)
Interna (en la palabra)
Final (en la palabra)
Clase de palabra Abierta
Cerrada
Fuente: Elaboración propia.
2. Marco teórico
La fricativa postalveolar sorda (ʃ) aparece en una variedad de contex-
tos lingüísticos en inglés, como en los lexemas show /ʃəʊ/1, perception
/pəˈsepʃən/, commercial /kəˈmɜːʃəl/ e impression /ɪmˈpreʃən/. Este ras-
go no ha sido estudiado como variable en hablantes nativos de inglés,
pero sí aparece en descripciones fonéticas generales del inglés (Cat-
ford, 2002; Ladefoged & Disner, 2012) y asociado al efecto que tienen
las vocales en su realización (Shadle, Proctor, & Iskarous, 2008; Wilde,
1995). También ha sido mencionado como variante de (s) en el habla de
1
Esta y las siguientes transcripciones fonéticas estándares corresponden al acento
RP (received pronunciation), uno de los más tradicionales en la enseñanza del inglés
como lengua extranjera.
388
2
Labov (2012) utiliza la notación (sh/ch) para el estudio de las representaciones gra-
fémicas más comunes para la fricativa alveolar sorda /ʃ/ (sh) y la africada alveolar sorda
/tʃ/ (ch).
389
3
Los fonos americanistas [š] y [č] corresponden a los signos del alfabeto fonético in-
ternacional IPA [ʃ] y [ʧ], respectivamente.
4
Mi propia notación; Cedergren (1973) utiliza s̆.̂
5
Cedergren (1973) concluyó que el uso de la fricativa alveolar sorda es un cambio
lingüístico de aparición reciente que se origina en las áreas urbanas y que fue iniciada
por adultos jóvenes de clase media. Este proceso estuvo marcado por la implementación
gradual fonética [ʧ] > [tʃ] > [ʃ].
390
6
El estudio de Dalbor no es variacionista, pero se basa en la observación del proce-
so adquisitivo desde una perspectiva educacional en contextos de inglés como segunda
lengua o como lengua extranjera (EFL/ESL), donde la variación se considera como utili-
zación errónea de ciertos elementos.
7
Ver la nota a pie nº 5 del presente artículo.
391
2.4. Hipótesis
Dado el estatus de este sonido en el español de Chile (un estereoti-
po característico principalmente de hablantes de clase social baja, no
educados), este trabajo propone que la variación sistemática de (ʃ) que
se evidencia en hablantes nativos de español, se replica en el habla del
inglés como lengua extranjera, por medio de la trasferencia de la va-
riante prestigiosa, como producto del fenómeno de hipercorrección8.
Específicamente, y basada en estudios similares, la investigación bus-
có probar que:
• existe una diferencia entre el habla de hombres y mujeres no na-
tivos de inglés, donde hay dos escenarios posibles: las mujeres
muestran un mayor uso de la forma no estándar del inglés [ʧ] sobre
la estándar [ʃ], que es estigmatizada en el español de Chile, o bien,
utilizan la forma estándar por sobre la no estándar (refiérase a la
paradoja de género de Labov, 2001).
• el efecto del contexto fonético inmediato es uno de los factores más
importantes que contribuyen a la variación, especialmente en pre-
sencia de vocales y pausa, ya que estas favorecen el proceso de le-
nición.
8
Labov (1972) describe la hipercorrección como la tendencia de ciertos grupos so-
cioeconómicos (particularmente la clase media baja) de sobrepasar a grupos en posi-
ciones más altas en el uso de ciertos elementos que se consideran estereotípicos. En este
caso, se acentúa el componente oclusivo de la africada.
392
3. Metodología
La metodología cuantitativa tradicional sugiere que una de las herra-
mientas más eficientes en el estudio de la variación lingüística es la
entrevista sociolingüística. Esta tiene tanto ventajas como desventa-
jas: si bien permite que el investigador monitoree de forma confiable
al objeto de estudio (en lo que respecta a la calidad de los materiales,
grabación, etc.) y en cuanto a la obtención de datos demográficos9, aun
así es una entrevista y el registro tiende a ser un poco más formal que si
se tratara de una conversación entre conocidos (refiérase a la paradoja
del observador, Labov, 1972).
Se obtuvieron más de 17 horas de datos, producto de entrevistas se-
miestructuradas a 18 estudiantes de la carrera de Pedagogía en Inglés
de la Universidad del Biobío. La selección del número de estudiantes
buscó garantizar la representatividad de la muestra en términos de
sexo, formación y grupos socioeconómico (tres hombres y tres muje-
res de primer, segundo y tercer año; la indexación del grupo socioeco-
nómico fue posterior a la obtención de datos demográficos). Las en-
trevistas semiestructuradas se realizaron sobre la base de módulos de
conversaciones (Labov, 1984).
Las conversaciones fueron grabadas y posteriormente transcritas
grafémicamente en CLAN (MacWhinney, (2000)10. Una vez finalizado
el proceso de transcripción —que se estandarizó por medio de un pro-
tocolo de transcripción—, se identificaron las variables seleccionadas,
9
En oposición, por ejemplo, a la metodología empleada por Labov (1966a) en el es-
tudio de las tiendas de departamentos en New York, donde el investigador se basó en
características demográficas evidentes y no entrevistó directamente a los sujetos para la
obtención de los datos demográficos.
10
CLAN, https://talkbank.org/software/
393
4. Resultados
4.1. Variantes y distribución
Inicialmente se identificaron cuatro variantes:
• Fricativa postalveolar sorda [ʃ], que correspondería al sonido meta
del inglés y es estigmatizada en español de Chile. Se le denominará
“fricativa”12.
• Africada postalveolar sorda [ʧ], forma no meta que corresponde a
la variante de prestigio del español de Chile. Se denominará “afri-
cada”.
• Oclusiva alveolar sorda [t], forma no meta, que no ha sido registra-
da previamente en estudios similares; se le denominará “oclusiva”.
• Una forma de africada alveolar sorda con énfasis en la fricación
[tʃ]; forma no meta, que se denominará “fricativizada”. Esta va-
riante fue registrada por Cedergren (1973)13 y constituye una
forma compuesta14 en que la africada y la fricativa comparten, al
menos, uno de sus constituyentes (Chambers & Trudgill, 1998).
De acuerdo con Chambers (1980), estas formas son comunes en
situaciones de contacto lingüístico entre lenguas o dialectos; en el
caso de esta investigación [tʃ] surge del contacto entre el español
(L1) y el inglés (L2).
A pesar de la cantidad limitada de estudios de la fricativa alveolar
sorda (ʃ) en hablantes nativos de inglés, esta investigación se enfocó en
determinar la fuente y los patrones de variación en hablantes no na-
tivos, ya que el rasgo en estudio ha demostrado variación sistemática
11
Todos los aspectos metodológicos están detallados en Subiabre (2015).
12
La denominación de las variantes obedece a un aspecto práctico.
13
Cedergren (1973) la describe como una forma de africada palatal sorda con un on-
set oclusivo reducido. Esta forma ocurre en el 8% de las instancias totales de su estudio.
14
Chambers y Trudgill (1998) utilizan en término “fudge”.
394
Tabla 2.
Distribución de (ʃ) en las variantes [ʃ], [ʧ] y [tʃ], para hablantes no categóricos
(N = 243).
[ʃ] [ʧ] [tʃ]
% N % N % N
Total 67 162 24 57 10 24
Fuente: Elaboración propia.
15
El valor sociolingüístico de este segmento es diferente en Chile y en Ciudad de Pa-
namá, ya que mientras en Chile está estigmatizado, en Panamá es prestigioso.
16
Véase también Smith, Durham y Fortune (2007) y Smith, Durham y Richards (2013)
para una justificación similar en relación con la remoción de hablantes categóricos.
395
Tabla 3.
Distribución de la fricativa alveolar sorda (ʃ) por grupo socioeconómico de los
hablantes no categóricos (N = 243).
Fricativa Africada Fricativizada
[ ʃ] [ʧ] [tʃ]
Grupo socioeconómico % N % N % N
Medio-medio 76 44 19 11 5 3
Medio-alto 68 47 22 15 10 7
Medio-bajo 61 71 27 31 12 14
Total 67 162 24 57 10 24
Fuente: Elaboración propia.
17
Del análisis individual de los hablantes se desprende que la mayoría utiliza la forma
objeto por sobre las demás, con excepción de un solo hablante. El factor sexo no pudo
ser analizado, porque tanto hombres como mujeres mostraron un comportamiento in-
tragrupal disímil, al igual que el análisis del factor de años de experiencia en la L2.
396
397
Tabla 4.
Distribución de la fricativa alveolar sorda (ʃ) por ítem léxico, en hablantes no
categóricos (N = 243).
Fricativa Africada Fricativizada
Ítem léxico [ ʃ] [ʧ] [tʃ]
% N % N % N
Show, shown, shows 87 13 13 2 0 0
Short, shorter, shorts 86 12 14 2 0 0
Relationship 80 12 20 3 0 0
Finish, finishing 71 10 14 2 14 2
English 70 30 9 4 21 9
Should 64 7 9 1 27 3
She 61 43 37 26 3 2
Share, sharing 60 6 30 3 10 1
Otros (<10) 60 12 35 7 5 1
Spanish 57 17 23 7 20 6
Total 67 162 24 57 10 24
398
18
La categoría Otros incorpora de forma exclusiva palabras de clase abierta.
19
Todos los segmentos fonéticos anteriores se agruparon en categorías mayores para
facilitar el análisis. Esta decisión se basa en trabajos como los de Cedergren (1973), Guy
(1991), Poplack, Tagliamonte & Eze (2000), Poplack y Tagliamonte (2001), entre otros.
Guy (2007) sugiere que la naturaleza de los objetivos de la investigación determinará
cómo se considera (y agrupa) el contexto fonético, es decir, dependerá del nivel de aná-
lisis que el investigador desee realizar.
399
Tabla 5.
Distribución de la fricativa alveolar sorda (ʃ) para segmento fonético anterior
para los grupos: pausa, vocales y consonantes; para hablantes no categóricos
(N = 243).
Fricativa Africada Fricativizada
[ʃ] [ʧ] [tʃ]
% N % N % N
Fricativas 87 13 7 1 7 1
Laterales 86 6 14 1 0 0
Pausa 83 5 17 1 0 0
Nasales 70 19 30 8 0 0
Vocales 67 99 20 29 14 20
Vibrante 67 6 33 3 0 0
Oclusivas 45 14 45 14 10 3
Total 67 162 24 57 10 24
Fuente: Elaboración propia.
400
Tabla 6.
Distribución de la fricativa alveolar sorda (ʃ) para segmento fonético posterior
(N = 243).
Fricativa Africada Fricativizada
[ʃ] [ʧ] [tʃ]
Segmento % N % N % N
Nasales 100 5 0 0 0 0
Aproximantes 100 3 0 0 0 0
Africadas 100 1 0 0 0 0
Vibrante 100 1 0 0 0 0
Pausa 70 9 8 1 23 3
Vocales 67 122 28 51 6 10
Oclusivas 61 14 17 4 22 5
Fricativas 50 7 7 1 43 6
Total 67 162 24 57 10 24
Fuente: Elaboración propia.
20
Una tabulación cruzada del segmento anterior y el posterior confirma que la posi-
ción intervocálica favorece el uso de las fricativas (67%, N = 60), lo que es consistente con
los patrones descubiertos por Cedergren (1973).
401
Tabla 7.
Distribución de la fricativa alveolar sorda (ʃ) por posición en la palabra
(N = 243).
Fricativa Africada Fricativizada
[ʃ] [ʧ] [tʃ]
Posición % N % N % N
Media 77 20 23 6 0 0
Inicial 67 84 28 35 5 6
Final 63 58 17 16 20 18
Total 67 162 24 57 10 24
Fuente: Elaboración propia.
402
Tabla 8.
Tabulación cruzada de ítem léxico y posición inicial, media y final (N = 243).
Ítem léxico Variante N %
Fricativa 13 87
Show, shown, Africada 2 13
shows Fricativizada 0 0
Σ 15
Fricativa 12 86
Short, shorter, Africada 2 14
shorts Fricativizada 0 0
Σ 14
Fricativa 3 75
Africada 1 25
Otros
Fricativizada 0 0
Posición Σ 4
inicial Fricativa 7 64
Africada 1 9
Should
Fricativizada 3 27
Σ 11
Fricativa 43 61
Africada 26 37
She
Fricativizada 2 3
Σ 71
Fricativa 6 60
Share, Africada 3 30
sharing Fricativizada 1 10
Σ 10
Fricativa 4 100
Finished, Africada 0 0
finishing Fricativizada 0 0
Σ 4
Fricativa 12 80
Posición Africada 3 20
Relationship
media Fricativizada 0 0
Σ 15
Fricativa 4 57
Africada 3 43
Otros
Fricativizada 0 0
Σ 7
403
Fricativa 30 70
Africada 4 9
English
Fricativizada 9 21
Σ 43
Fricativa 6 60
Africada 2 20
Finish
Fricativizada 2 20
Σ 10
Posición final
Fricativa 17 57
Africada 7 23
Spanish
Fricativizada 6 20
Σ 30
Fricativa 5 56
Africada 3 33
Otros
Fricativizada 1 11
Σ 9
Fuente: Elaboración propia.
alta de estas dos palabras resulta particularmente interesante dada la saliencia de estas
palabras para los aprendices de inglés (Corpus of Contemporary American English (Da-
vies, 2008) http://www.wordfrequency.info).
404
que plantea que las articulaciones más fuertes ocurren en posición ini-
cial (en este caso las africadas, por efecto de su componente oclusivo),
mientras que la posición media tiende a favorecer la fricativización. El
alto porcentaje de formas no meta en posición final sugiere que los su-
jetos han adquirido la estructura silábica del inglés, pero estarían aún
en proceso de separar las características sociolingüísticas de esta va-
riable de la L1 y la L2.
405
406
Tabla 9.
Análisis de variable múltiple para la fricativa postalveolar sorda (ʃ).
Peso factorial
% Total N
(FW)
Input .654 65 231
Contexto fonético anterior
Fricativas ,77 87 15
Laterales ,75 86 7
Pausa ,72 83 6
Nasales ,55 70 27
Vibrante ,50 67 9
Vocales ,49 65 137
Oclusivas ,28 43 30
Rango 49
Años de educación en inglés
Quinto año ,71 83 41
Tercer año ,50 66 84
Primer año ,42 59 106
Rango 29
Grupo socioeconómico
Medio-medio ,61 75 56
Medio alto ,51 67 63
Medio bajo ,44 60 112
Rango 17
Contexto fonético posterior
Pausa [,54] 69 13
Vocales [,51] 67 183
Pausa [,45] 61 23
Fricativas [,35] 50 12
Ítem léxico
Show, shown, shows [,77] 87 15
Short, shorter, shorts [,75] 86 14
Relationship [,67] 80 15
English [,52] 68 41
Should [,47] 64 11
She [,43] 60 70
Finish, finishing [,43] 60 10
Otros [,41] 59 29
Spanish [,37] 54 26
Posición
Inicial [,51] 67 123
Final [,44] 60 82
Media [,25] 77 26
Fuente: Elaboración propia
407
5. Resumen y conclusiones
La hipótesis inicial que proponía que el uso de la fricativa postalveo-
lar sorda (ʃ) sería replicado desde el español de Chile al inglés se re-
futa: los sujetos utilizan la forma meta [ʃ] mucho más que la forma
prestigiosa de la L1 [ʧ], a pesar de que esta aparece fuertemente es-
tigmatizada. Esto sugiere que los sujetos superan el paradigma social
del segmento y reconocen las diferencias fonéticas entre la L1 y la
L2. Sin embargo, el uso de las formas no meta parece estar motiva-
do sociolingüísticamente, ya que se determina que tanto los factores
internos como externos contribuyen en la variación de la fricativa al-
veolar sorda. Específicamente, el análisis de variable múltiple sugiere
lo siguiente:
• El factor más importante es el segmento anterior (rango 49). En
oposición a los resultados mostrados por Cedergren (1973), las vo-
cales no parecen desfavorecer el uso de las fricativas a través del
proceso de lenición. De este grupo de factores, las fricativas son las
que promueven, en mayor medida, el uso de la variante fricativa
(,77) y las oclusivas, las que menos lo hacen (,28). Así, este es el úni-
co factor interno que contribuye a la variación de (ʃ).
• El segundo factor significativo es el tiempo de instrucción (rango
29), que demuestra una progresión clara en la adquisición de la for-
ma meta desde el primer año (,42), seguido por el tercero (,50) y,
finalmente, el quinto año (,71).
• Finalmente, el tercer factor que contribuye a la variación es el grupo
socioeconómico (rango 17). Los resultados confirman lo sugerido
por Labov (1966, 1990) y Beebe (1980), que plantean que la hiper-
corrección ocurre en sujetos del grupo medio-bajo. Aquí, este gru-
po muestra un uso relativamente alto de las formas no meta, que
son más prestigiosas, comparado con la forma meta (,44). El mayor
uso de la forma meta ocurre en los sujetos del grupo medio-medio.
408
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s0071-17132001003600006
409
410
411
412
413
414
RESUMEN
Este estudio analiza la relación entre la ortografía de la excon- Palabras clave:
gresista Supa y las valoraciones expresadas por el diario Correo literacidad,
en torno a lo que se considera “la escritura” para legislar. Me- parlamento,
todológicamente, se realizó un análisis ideológico del discurso política, ortografía,
mujer.
periodístico. En el trabajo se identificaron dos representaciones
acerca de la ortografía y la escritura en general. Considerando el
modelo autónomo de la literacidad, se explica que Correo asume
que la escritura crea y desarrolla habilidades cognitivas de nivel
superior, y que conduce al progreso económico, por lo que cual-
quier persona no puede ser parlamentaria. Por otro lado, des-
de los nuevos estudios de la literacidad, se concluye que estas
asunciones resultan ser creencias insostenibles, e incluso gene-
radoras de racismo, porque la literacidad trasciende los aspectos
técnicos y raciales.
ABSTRACT
This study analyzes the relationship between the spelling of Keywords:
former congresswoman Supa and the related assessments by literacy, Congress,
the Correo newspaper of what is considered “writing” for legis- politics, spelling,
lation. The methodology applied is an ideological analysis of woman
journalistic discourse. The paper identifies two representations
of spelling and writing in general. Considering the autonomous
*1
Este trabajo fue desarrollado en la Maestría y concluido en el marco de apoyo al
incentivo de los proyectos de investigación de la Universidad Peruana de Ciencias Apli-
cadas (UPC), Área de Humanidades.
**2
Peruano. Magíster de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, Perú. mlo-
von@upc.edu.pe
415
416
1. Introducción
El 17 de abril del 2009, el diario Correo hizo noticia con el siguiente ti-
tular “¡Qué nivel! Urge Coquito1 para congresista Supa”, el cual eviden-
ciaba el reproche, la censura y el desdén del diario hacia la escritura
personal o privada de la excongresista cusqueña.
Según Cervera (2016), los titulares de opinión se construyen discur-
sivamente para orientar y persuadir al lector. Hilaria Supa es bilingüe
quechua-castellano, lenguas que aprendió por ella misma, puesto que
no recibió educación formal por la ausencia de escuelas en su zona de
origen, lo cual no reconoció el diario:
“Me indigna y rechazo profundamente que se hayan atrevido a
invadir mi privacidad (...) nunca he entrado a la escuela porque
nunca he tenido oportunidad”, dijo la legisladora aludida, una ex-
dirigente campesina defensora de las mujeres que representa a la
región de Cusco (El Universo, 2009, párr. 7).
El diario Correo (2009a) se lamentaba por las formas de escribir de
Hilaria Supa, quien anotó entre sus apuntes: “comgreso De la rePoBle-
ca si Discotio lasituasion de Brai ovo Muchas ParticiPasion”, sin consi-
derar, desde un punto de vista lingüístico, la influencia que ejercía la
lengua materna en su escritura, representada en los cambios vocáli-
cos; o desde un punto de vista social, no contemplaba la carencia de
escolaridad para explicar la práctica escribal de Supa, quien a pesar de
ello llegó a ser parlamentaria del Congreso durante el periodo 2006-
2011 en el que gobernaba el expresidente Alan García. La congresista,
como otras tantas personas, provenía de la zona rural de la Sierra del
Perú y vivió en una comunidad que no estuvo privilegiada con la en-
señanza y uso de la escritura. Actualmente en el Perú aún hay zonas
en las que no existen escuelas o en las que lenguas como el quechua o
el aimara se encuentran en estado de segundas lenguas, por lo que se
requiere de la enseñanza de las lenguas originarias con metodologías
de segundas lenguas (Lovón, 2016). Entonces, en su titular el diario Co-
rreo solo se limitaba a cuestionar, señalar y horrorizar a los lectores con
los escritos de Supa, y atribuir, en última instancia, un aleccionamiento
1
Coquito es un libro que se empleaba en los primeros años de las escuelas primarias
peruanas para el aprendizaje de la ortografía.
417
418
419
420
421
422
423
424
425
3. El castellano andino
Ahora bien, para entender la ortografía de la congresista Supa es nece-
sario reconocer la variedad lingüística que usó en su escrito personal:
se trata del castellano andino.
Esta variedad del castellano se habla en la región andina de Perú,
así como en otros países vecinos (en zonas de Ecuador, Bolivia, etc.), y
surgió en la época de la Conquista con la castellanización de quechuas
y aimara hablantes, cuyo aprendizaje del castellano por parte de las po-
blaciones indígenas fue un proceso lento e informal (Zavala, 1999), y aún
lo es. Este castellano presenta rasgos como el uso de “dice” y “dicien-
do” a finales de las oraciones, eliminación de objetos directos o quizás
doble redundancia de estos, neutralización vocálica o “motoseo”, entre
otros rasgos. Este último, la neutralización vocálica, se entiende como la
falsa percepción que tienen los castellano-hablantes no andinos acerca
de la producción vocálica de los castellano-hablantes andinos respecto
del uso o la pronunciación de las vocales /e/, /i/, /o/ y /u/, a los que se
les atribuye que están invirtiendo las vocales o que estuvieran atinando
ciertas veces al uso correcto de las vocales y otras veces no:
Así, pues, el origen del prejuicio radicaría, de un lado, en la per-
cepción ‘defectuosa’ del hablante del castellano no andino, que no
alcanzaría a identificar cabalmente el timbre de la vocal [I] y la cate-
goriza como /i/ o como /e/, con la sensación equivocada de que el
hablante del castellano andino estaría invirtiendo las vocales (Pé-
rez, Acurio y Bendezú, 2008, p. 12).
En el Perú esta inversión —o más bien estereotipo lingüístico—, es
llamada motoseo, y ha sido usada para crear prejuicios referentes a los
hablantes de lenguas originarias quechua y aimara que aprenden cas-
tellano (Lovón, 2019b). Según Pérez y Zavala (2010)
Este estereotipo es consistente con un prejuicio extendido en el
Perú con relación a las personas de origen andino, a saber, que son
426
427
4. Metodología
Para analizar el discurso del diario Correo acerca de lo que se considera
que debe ser la escritura, hemos seleccionado la portada, la columna
editorial del 23 de abril del 2009, la columna editorial del 24 de abril del
2009 —en la que pide perdón, pero no realiza alguna rectificación—,
así como otros escritos importantes anteriores. Como se trata de más
de un escrito, nos referiremos al Correo, más que a su representante
—Aldo Mariátegui—, pues se trata de toda una línea editorial en la que
incluso nadie se ha opuesto a los planteamientos procedentes desde
la dirección del diario; se trata, entonces, de una visión compartida de
este medio de prensa.
Para el análisis, segmentamos el discurso en enunciados, puesto
que estos constituyen la unidad principal de la presente investigación.
En los enunciados se analizan las palabras y figuras retóricas usadas
por el diario. Postulamos que este discurso responde a un racismo en-
cubierto que se guía bajo las asunciones del modelo autónomo respec-
to de las habilidades cognitivas y el progreso, las que se pueden repre-
sentar con las siguientes aseveraciones:
• Representación 1: Un legislador que escribe con las normas del cas-
tellano estándar posee habilidades cognitivas superiores; uno que
escribe en castellano andino posee habilidades cognitivas inferiores.
• Representación 2: Un legislador que escribe con las normas del cas-
tellano estándar garantiza el progreso económico; uno que escribe
en castellano andino conduce al retroceso.
Ambas posturas, finalmente, justifican formas de pensar como esta
representación: Si hablas o escribes mal, no eres capaz de representar
ni gobernar el país.
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“prejuiciosa” (líneas 134, 135, 136, 139), descalificativos con los cuales
se buscaba desprestigiar la imagen política de Supa, debido a su nivel
de instrucción o educación bajo, “elemental” (línea 128). Al respecto,
las TGD consideran que el pensamiento letrado es superior al pensa-
miento oral, que es precisamente lo que hace el diario al situarla como
iletrada (líneas 27, 84), pues como su castellano no es el estándar, la
asumen como incivilizada y, por tanto, como símbolo del atraso eco-
nómico de un país. Para el diario, ella no posee una “buena educación”,
porque tiene una instrucción “elemental” (línea 128).
Así mismo, al analizar las manifestaciones del diario, la relación
causa-efecto entre la escritura y el desarrollo del progreso social o po-
lítico (por ejemplo, la aprobación de leyes) se expresa como una ge-
neralización (línea 5, 80, 91), igual que lo que ocurre con la expresión
“es indiscutible” (línea 128), la cual naturaliza la forma de asumir esta
consecuencia. De este modo, “la instrucción elemental” (línea 128) re-
duce la capacidad que tiene la congresista para elaborar leyes, lo que
queda evidenciado por el adverbio “poco” (línea 130) y se niega su po-
sibilidad para aportar con la reflexión de la política diaria. La metáfora
de formar parte de “la nave del Estado” (línea 131) revela que la con-
gresista no sería una tripulante acorde con las expectativas de la élite
social que dirige el Estado, no puede tomar el timón y ni siquiera iría
en la misma dirección que el resto de los marineros. Este juego retórico
invisibiliza la presencia de los congresistas, incluso limeños, que ca-
rezcan de prácticas de redacción para elaborar un proyecto ley o usar
siempre las reglas de la ortografía estándar, lo cual es contradictorio
pues, como es sabido, hay congresistas que tienen sus propios asesores
dedicados a formular los proyectos legislativos.
Por otra parte, con el adverbio “así” en “una persona así” (línea
132), se engloban y manifiestan valoraciones claramente negativas,
pues esta partícula en el discurso del diario se presenta con una con-
notación peyorativa y de reproche. En relación con ello, si bien en el
diario se usa el adverbio “posiblemente” (línea 132) para atenuar algu-
na conclusión, indica con mayor énfasis la idea de con frecuencia va “a
oponerse”, a estar en contra (línea 133); es decir, se refuerza la imagen
obstructiva que Supa genera al continuar siendo representante legisla-
tiva en el Congreso y resistirse desaparecer o ser purgada. Para Correo,
como se ve, la falta de desarrollo económico y social se transfiere, pues,
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Después de la nota del diario del 17 de abril del 2009, el Pleno del
Congreso condenó la actitud de Correo al haber publicado información
privada de la congresista Hilaria Supa usada para infravalorarla. El co-
municado fue aprobado por 72 votos a favor, dos en contra y una abs-
tención. Los excongresistas Aurelio Pastor del Partido Aprista (APRA)
y Martha Hildebrandt de Alianza por el Futuro (AF) votaron en contra
(línea 199). Para Pastor, el diario matutino solo se limitó a expresar su
preocupación por la “calidad de la representación en el Perú” (BBC,
2009), mientras que para la lingüista y exlegisladora Hildebrandt el
diario solo informó, ya que para ella Hilaria Supa podría ser quechua-
hablante y escribir un correcto castellano, por lo que entonces no le
hubiesen tomado las faltas de ortografía que tiene (El Universo, 2009).
Es decir, para ambos exparlamentarios si Supa hubiera escrito en cas-
tellano estándar, no habría sido discriminada ni se habría convertido
en noticia nacional ni mundial. Con ello se aprecia que el modo de
asumir la escritura desde el modelo autónomo está tan internalizado,
incluso entre las autoridades políticas, que estas terminan por apoyar
la idea de que legislar implica tener buena ortografía.
Correo, asimismo, deslegitimó a todo el resto de los congresistas
señalando que no sabían leer o comprender (línea 172) y los asumió
como patéticos (línea 198). Al principio, sostuvo que estos no sabían
escribir, pero como estuvieron en contra de sus formas de pensar, ello
demostraba que al parecer todos tendrían problemas de escritura y so-
bre todo de lectura, pues no lograron entender su postura (línea 167).
Esta es una estrategia de los discursos situados en el modelo autóno-
mo, donde si los otros no piensan como uno, entonces ello es indicati-
vo de que se tienen problemas de comprensión de lectura, con lo cual
se representa al otro como iletrado o analfabeto, al no compartir su
lectura de los hechos, sino evidenciar una postura distinta. Desde esta
perspectiva, los productores del discurso buscan alimentar siempre a
sus lectores y sus consumidores, por tanto, deben asumir la forma de
pensar vertida en el discurso, sin oponerse para no terminar siendo si-
tuados como enemigos, carentes de inteligencia, intelecto o sabiduría,
y como apañadores del supuesto “retraso” económico y social del país
(línea 200, 201, 202, 203, 204).
Las dos representaciones hasta aquí analizadas alimentan el dis-
curso acerca de la literacidad desde el enfoque de las TGD, el cual ha
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acciones, pues está tan internalizado que se ve como algo común posi-
cionarse racialmente uno sobre otro (línea 224, 225, 226, 227, 230, 231).
6. Conclusiones
Siguiendo a las TGD, la escritura está relacionada con capacidades
cognitivas. En ese sentido, escribir bien implica un grado respetable
y lógico de la organización del pensamiento y conocimientos para ac-
tuar en el mundo. Desde el ACD, las concepciones acerca de la escri-
tura pueden generar prácticas de racialización, ya que las formas de
apreciar determinadas escrituras responden a los posicionamientos
sociales de las personas. De esta forma, los individuos más letrados
pueden discriminar a los menos letrados y atribuirles características
negativas o denigrantes, hasta impedirles su acceso al espacio público,
educativo y político.
A partir del ACD hemos visto que el diario Correo reprocha la escri-
tura de la congresista Supa sobre la base de la observación de errores
ortográficos y la representa como un sujeto carente de capacidades
cognitivas superiores. Para el diario, la escritura no hizo de Supa un
individuo letrado y, más aún, como no escribe bien, ella no puede le-
gislar, por ser percibida como un individuo no preparado, no apto y sin
educación. Así, puesto que gobernar implica tener la capacidad para
escribir bien, el individuo que escribe mal se convierte en un obstáculo
para el desarrollo económico y social de un país.
El análisis del trabajo arrojó dos representaciones que derivan de
las formas en que se considera la escritura. Las manifestaciones dis-
cursivas de Correo, asimismo, son muestras de los discursos produci-
dos y reproducidos desde el enfoque del modelo autónomo sobre la li-
teracidad. Hemos procurado deconstruir estas creencias sobre la base
de los NEL, que perciben la escritura vinculada con objetivos y contex-
tos específicos, o marcos de socialización particulares. De esta forma,
en nuestro país los sistemas gráficos no son iguales para hablantes mo-
nolingües que para bilingües, donde el proceso de aprendizaje de la
escritura se ve influenciado por muchos otros factores sociales, como
por ejemplo el poder. Para estos nuevos estudios, la oralidad o la in-
fluencia de una lengua materna cobra importancia en el aprendizaje
de un sistema hegemónico de escritura, pero no como una manera de
desdeñar a los aprendientes, sino como una forma de observar el acer-
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camiento de ellos a este nuevo sistema que implica una serie de reglas
y prescripciones impuestas (las cuales también pueden ser transgre-
didas por individuos letrados, pero que no son ubicados en la misma
valoración social que los hablantes de lenguas indígenas, provenientes
de zonas emergentes y que, a pesar de lograr un cargo político estatal,
siguen siendo infravalorados).
Como hemos visto, la literacidad no solo involucra aspectos técnicos,
sino otros elementos. Con los NEL se pueden valorar las notas perso-
nales de Supa, quien se apropia de la escritura, la recrea, la ve como un
medio para satisfacer sus necesidades comunicativas, pues para ella lo
que escribió tenía sentido. Los usos de lo letrado se sitúan en contex-
tos sociales particulares donde tiene relevancia a través de los valores
que subyacen en las prácticas letradas de los individuos (Street, 2000).
En otras palabras, la literacidad se sitúa en contextos específicos y mar-
cos culturales, involucra maneras y propósitos de acercarse a lo escrito
y valora por igual los productos escritos entre los individuos (Calderón,
2015).
Las formas en que se perciben la escritura y la ortografía se han
convertido en fuentes de discriminación o racialización en el Perú. La
ortografía de la congresista Supa, por ejemplo, se percibe como degra-
dante y una amenaza a la normatividad de la escritura castellana, ne-
gándosele su derecho a ser legisladora y a tomar decisiones políticas
sobre la base de sus escritos. Alguien como ella no podría ser aceptada
como presidenta del país, ya que el discurso racista argumentaría que
sería un atentado. Las faltas de ortografía se convierten, por tanto, en
herramientas para diferenciar a individuos: unos letrados, otros no;
unos educados, otros no; unos críticos, otros no. De esta manera, se
establecen jerarquías y desigualdades político-sociales.
A Paredes (2001) le parecía extraño que
Al volver a Perú, después de casi 18 años de ausencia, compruebo
con sorpresa que los cholos (95% de la población peruana), antes
menospreciados y relegados, están a un paso del poder político,
aunque este no pueda darse en un año o dos, ni quizá en cinco,
estoy seguro, sin embargo, que no pasarán décadas para que este
hecho de extrema importancia nacional, de absoluta necesidad
histórica, sea real (p. 4).
442
Referencias bibliográficas
Ames, P. (2002). El esquivo encanto de la escritura. Un ensayo en torno
a los estudios sobre literacidad. En P. Ames (Ed.), Para ser
iguales, para ser distintos. Educación, escritura y poder en el
Perú (pp. 63-84). Lima: Instituto de Estudios Peruanos.
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llo. Escenarios prospectivos 2012-2016. La Paz - Bolivia: Pro-
grama de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
Proyecto de Análisis Político y Escenarios Prospectivos (PA-
PEP-PNUD), Instituto Internacional para la Democracia y la
Asistencia Electoral (IDEA Internacional).
Barton, D. y Hamilton, M. (2004). La literacidad entendida como prác-
tica social. En V. Zavala, M. Niño-Murcia, y P. Ames (Eds.),
Escritura y sociedad: nuevas perspectivas teóricas y etnográ-
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Anexos: El corpus
A continuación, se registran los escritos que hicieron referencia a
Hilaria Supa en Correo.
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50. Medina enfatizó además 51. que es primordial que los partidos po-
líticos se aseguren de que aquellas personas que proponen para al-
gún cargo público se encuentren debidamente preparadas. 52. “No
solamente se requiere preparación en el sentido de instrucción, 53.
sino también la ética es clave. 54. Un partido político —antes de pre-
sentar su lista— tiene que estar seguro de que las personas que está
presentando tienen una trayectoria de honestidad, de compromi-
so... 55. No se puede presentar a cualquiera”, opinó. 56. En ese sen-
tido, Medina consideró 57. que los partidos políticos —al evaluar a
sus candidatos— no deben caer en criterios de selección 58. como el
nivel de popularidad o de aporte económico a la campaña electoral.
59. “Fíjese que muchos partidos que obtuvieron muchas curules (en
las últimas elecciones congresales), luego las perdieron porque sus
candidatos no compartían su visión programática”, acotó.
60. Bancada debe apoyarla.
61. Por su parte, el director ejecutivo de Reflexión Democrática, José
Élice, 62. dijo que Supa —más allá de su condición de quechua-
hablante— 63. tiene derecho a ocupar un cargo político. 64. No obs-
tante, agregó que era responsabilidad de su partido 65. —y sobre
todo de su bancada— 66. asesorarla y apoyarla en la revisión de la
estructura 67. y el fondo de los proyectos que presente. 68. “Pue-
de haber personas que escriban pésimo, 69. pero que pueden dar
aportes bien interesantes 70. o que conocen otras realidades que
todos no conocemos. 71. Y tienen todo el derecho de participar en
el Congreso. 72. Si no respetamos ese derecho, 73. estaríamos ha-
blando de un Congreso elitista, 74. académico”, acotó.
75. Fue empleada del hogar
76. Muchos años antes de ser elegida congresista, 77. Hilaria Supa se
desempeñó como empleada del hogar en el Cusco, Arequipa y
Lima. 79. Días previos a su juramentación como legisladora, 80. la
nacionalista irrumpió en el hemiciclo del Congreso para protestar
contra el TLC suscrito con EE.UU. 81. Además, protagonizó un es-
cándalo al denunciar haber sido víctima de discriminación por la
aerolínea Iberia. 82. Tiempo atrás, su colega Martha Hildebrandt
83. se quejó de sus destempladas protestas sobre un proyecto para
declarar oficiales las lenguas aborígenes. 84. “Miren los modales de
estas niñas quechua-hablantes”, comentó.
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*1
Directora del Observatorio sobre Educación Lectora, Nuevas Ciudadanías y Edu-
cación Lectora “Emilia Ferreiro” (Centro de Estudios Latinoamericanos de Educación
Inclusiva, CELEI, Chile). Profesora de la Universidad de Extremadura (UEX, España).
clopezc@unex.es
**2
Director del Centro de Estudios Latinoamericanos de Educación Inclusiva (CELEI,
Chile). Doctor en Ciencias de la Educación, Universidad de Granada (UGR, España).
aldo.ocampo@celei.cl
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forma que en ese estudio encontramos que los niños y niñas se valen
de sus experiencias y conocimientos para hacer su propia “lectura de
imágenes”.
Nuestra investigación (y otras que le siguieron) reveló que la may-
oría de las niñas y niños puede interpretar imágenes sofisticadas; de
igual modo también fue claro que no todos llegan a apreciar los múlti-
ples niveles de significado que ofrece la interacción entre la palabra y
la imagen en los libros-álbum más complejos (y por cierto, tampoco
todos los adultos, como por ejemplo, los maestros). Muchos lectores
requieren de un soporte para mirar más de cerca. Por ello, con mis co-
legas en la Universidad de Glasgow, hemos desarrollado una serie de
herramientas —teóricas, metodológicas y didácticas— para identificar,
interpretar y comprender cuál es esa perspectiva que se nos invita a
tomar y cómo podemos crear una distancia del objeto estético y mirar
o “leer” desde un espacio más crítico, más enriquecedor. Este acerca-
miento analítico y pedagógico a las “políticas de la mirada” es una ac-
tividad cada vez más imprescindible, como bien dicen ustedes, porque
en el contexto digital contemporáneo las imágenes no solamente se
reproducen y comunican con una rapidez nunca antes vista, sino que
también pueden manipularse con facilidad (pensemos en las posibi-
lidades de Photoshop, las noticias falsas y la inmediatez de la infor-
mación visual en las redes sociales).
Entonces, a pesar de que no podemos decir que es un campo
“nuevo”, lo que sí es novedoso es el área de estudios desde la esté-
tica, la literatura y la educación y de cómo los niños y los jóvenes in-
terpretan y comprenden imágenes, especialmente, los estudios que
toman en cuenta lo que ellos mismos dicen y opinan. Hasta hace
relativamente poco tiempo no se les otorgaba importancia a estas
respuestas, porque se consideraban no solamente inmaduras sino
hasta “peligrosas”, porque podían relegar la cuestión del “buen gus-
to” a quienes no se consideraban lo suficientemente educados para
hacerlo. A pesar de que esto sigue siendo el caso en muchos contex-
tos culturales y educativos, en otros se ha aceptado la idea de que los
niños y jóvenes tienen el derecho de seleccionar lo que miran y leen,
así como a expresar sus opiniones acerca de ello y que estas opinio-
nes tienen validez. A la par, el mercado editorial de libros para niños
y jóvenes, con todas las opciones visuales que ofrece, ha experimen-
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1
Pueden encontrarse algunas dentro de nuestra página www.childslitspaces.com
para contextos de desplazamiento, bajo la sección de “Herramientas”.
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2
Este es el caso de Los cuadernos del doctor Calamar, de José Andrés Gómez e ilus-
trado por Juan Carlos Restrepo, publicado en 2017.
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3
Para mayor información se puede visitar el blog “Transformaciones lectoras”
http://transformacioneslectoras.blogspot.com/2014/09/)
476
Referencias bibliográficas
Arizpe, Evelyn. “Entre imágenes y palabras: la investigación que
promueve comunidades lectoras inclusivas y creativas”.
La literatura que acoge: inmigración y lectura de álbumes.
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GRETEL y Fundación SM, 2012, pp. 44-68.
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York, Bloomsbury Academic, 2014.
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Pied Piper Press, 2006. Recuperado de http://www.indiana.
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Arizpe, Evelyn y Morag Styles. Lectura de imágenes. Los niños interpre-
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ca, 2004.
Bishop, Rudine Sims. “Mirrors, windows, and sliding glass doors”. Per-
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