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Focus amoenus. Avatares del Che Guevara en dos novelas argentinas del
cambio de siglo

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Daniel Mesa Gancedo


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APITULO 1

Focus Amoenus: avatares del Che Guevara


en dos novelas argentinas del cambio de siglo

Daniel Mesa Gancedo

La transparencia del Che en la narrativa hispanoamericana

A lo mejor, en su momento, alguien lo echó de menos. O a lo mejor era


tan evidente su querida (o no tan querida) presencia que silenciar ese nom-
bre pudo pasar - en su momento - inadvertido: en el inevitable namedrop-
ping que usaron Gómez y Fuguet en su afamado prólogo mcondista para
definir lo que "Latinoamérica es" (15-16) faltaba al menos una figura que
durante mucho tiempo no hubiera necesitado de más compañía para cifrar
esa esencia: la de Ernesto Che Guevara. Menos sorprendente, quizá, pero
no menos elocuente, es también su ausencia en cualquiera de los textos fun-
dacionales del Crack. 1
Cabe afirmar, no obstante, que el interés literario hacia la figura del Che
Guevara se revitaliza durante la década de los 90 y la primera década del si-
glo XXI. No es el momento ahora de detallar el desarrollo previo de ese interés;
ni siquiera hay espacio para mencionar algunos de los textos que lo prueban,2
pero sí conviene postular- aunque sólo sea como hipótesis -que en el cambio
de siglo esa revitalización se produce en la periferia de las propuestas cano-
nizadoras de lo que pretendía ser la nueva narrativa latinoamericana.

1
Sólo Jorge Volpi le da un papel secundario, años después , como figura histórica en su
trilogía sobre el siglo xx (particularmente en El fin de la locura, 2003) y le concede algo más
de atención en ensayos como Ú1 imaginación y el poder. Una historia intelectual de 1968
(1998) o El insomnio de BoUvar (2009) . En este último texto afirma: "Todavía hoy, el latino-
americano más célebre es el Che" (37).
2
Intenté trazar las pistas en mi trabajo de 2014, incluido en la bibliografía.
FOCUS AMOENUS: AVATARES DEL CHE GUEVARA 193
192 DANIEL MESA GANCEDO

Mira: "No había leído nada así en nuestras letras , tampoco había imaginado
Avatares del Che en Mira y Gamerro que fuera posible" ("Rescates"). Incluso ha declarado que sin ella su propio
proyecto no hubiera podido realizarse de la manera en que lo ha hecho.
Los dos textos que constituirán el núcleo de mi análisis se integran en Quizá por ello Un yuppie ... esté dedicado a Rubén Mira.
un marco de reformulación paulatina del mito guevariano que tiene alcance El diferente contexto temporal en el que las dos novelas se escriben im-
continental, aunque por lo general se proyecta en la obra de autores cuya plica, no obstante, un significado distinto. Guerrilleros aparece fechada
difusión internacional - o incluso nacional - es , en principio, limitada. Pu- entre Bolivia, verano de 1986, y Lanús , verano de 1993. Es , pues , una no-
blicadas con una distancia temporal de casi dos décadas, Guerrilleros. Una vela que se fragua y se elabora en la primera década de la recuperada de-
salida al mar para Bolivia (1993), de Rubén Mira, y Un yuppie en la co- mocracia argentina, tras una dictadura a la que el texto parece no aludir,
lumna del Che Guevara (2011) 3 de Carlos Gamerro hacen uso de la figura porque la acción se sitúa en Bolivia (con alguna digresión hacia el Perú).
y los textos del Che Guevara para construir dos ficciones profundamente La conexión explícita con el contexto argentino es sólo ocasional (la pro-
perturbadoras sobre el lugar y las posibilidades de la revolución en la so- cedencia del protagonista y de algún personaje muy secundario). Y, sin em-
ciedad contemporánea. Esa base común, entre otras cosas (críticas , dedica- bargo, Gamerro ha podido afirmar: "Guerrilleros también lee la realidad
torias y colaboraciones mutuas), permite poner los textos en diálogo , aun (la alucinación) argentina desde ese espejo oscuro que le ofrece la boliviana,
teniendo en cuenta que son muy distintos en su planteamiento y en el 1ugar poco conocida a través de una literatura propia, recorriendo ese puente entre
que ocupan en la obra de sus respecti vos autores. ambas que quiso trazar el Che Guevara" ("Rescates").
Guerrilleros es la única novela de un autor poco conocido (al menos Por su parte, Un yuppie .. . se publica a principios del siglo XXI: es una
fuera de Argentina), que se ha dedicado al periodismo y al ensayo de divul - novela no sólo posdictatorial (y que habla de la dictadura), sino también pos-
gación.4 Fue considerada desde el principio una rareza de culto y sus dos crisis. En 2011 , hablar del Che Guevara y recordar - ya que no postular - la
ediciones han circulado poco .5 Un yuppie en la columna del Che Guevara revolución no podía tener el mismo sentido que en 1993 .
forma parte de la sostenida trayectoria narrativa iniciada por su autor con
Las islas ( 1998) y continuada con las novelas El sueño del señor juez
(2000), El secreto y las voces (2002) y La aventura de los bustos de Eva Guerrilleros: Che, revolución y merca ...
(2004). 6 Un yuppie ... es continuación explícita de esta última y ambas
pueden considerarse "precuelas" de Las islas.7 Con viene ya advertir que Desde la perspectiva de Gamerro, uno de sus primeros y más agudos lec-
Gamerro se convirtió en uno de los principales defensores de la novela de tores, Guerrilleros parece proponer una especie de alegoría lisérgica, una fá-
bula política y contracultural atravesada por tensiones americanas en su más
amplio sentido. Si su recepción no ha sido fácil - se sugiere - es porque no
3
Tras mucho tiempo inhallable , la novela de Mira tuvo una segunda edición en 2007
estaba construido todavía el marco de lectura: un marco atravesado por el
(quizá a impulso de Gamerro), que es la que utilizo en mi trabajo (y que mereció alguna re-
seña: Giaccaglia; Salas ; Valle) . Los datos completos se encuentran en la bibliografía, igual "cyberpunk latino y tercermundista" y la lección de William Burroughs ("el
que los de la novela de Gamerro. creador de una matriz irremplazable para leer la cultura andina en clave beat,"
4
Con posterioridad, Mira ha publicado Burroughs para principiantes (2001) y Cervantes
según Gamerro en "Rescates"). Esa matriz sería una propuesta para superar
para principiantes (2004), ilustrados por Sergio Langer, con quien también compuso las tiras
cómicas protagonizadas por la Nelly, que aparecieron en Clarín entre 2010 y 2016 (Todav ía el "realismo mágico" acaso no contemplada por los narradores que estaban
pueden verse en http://la-nelly.blogspot.com.es/) . Fue impulsor de la editorial cooperati va Tan- copando la primera línea de visibilidad latinoamericana en el mismo momento
talia, donde se publicó la primera edición de Guerrilleros.
5
en que - casi secretamente - se publicó por primera vez la novela de Mira.
No aparece mencionada en panoramas como los de Fabry y Log ie o Rui z .
6
A estas novelas habría que añadir el volumen de relatos titul ado El libro de los afectos Mira inventa una guerrilla que en 1984 pretende reproducir - por medios
raros (2005) y otra novel a titul ada Cardenio (2016) . Además , Gamerro tiene una larga tra tecnológicos y qu ími cos - la última expedición del Che: se ubica en el
yectoria como crítico literari o, traductor e incluso gui o ni sta de ci ne (e n la que ha colaborado
mi smo lu ga r, la ~cl\ a boli viana (ahora domesticada como "Parque Nacio-
con Rubén Mira: Tres de corazanes , diri gida por Se rgio Rc n:in, 2007).
7 La acció n de Las islas com ienza el mismo día} l'n 1·11111,1110 l11~i11 l'll que condu,c Un nal"); los pr11tag11111 , 1a, .1dnrtan los nombres de los guerrill eros sesenti stas;
y uppie . . . No obstnntc, el pmtugo1m1a d1· l,1, do~ 11r,11·Jn,; m:l'I rcclrnh:~, fam·,10 l\1a1 rnm'. Sl' ri gl'll por el diurin ltll~'\ .111 .11111 (que el narrador protagoni sta emul a muy
1ic nc 1111 pa pl' l rl'ia1 11 i1 111l' lll 1· ,1·rnnd;11 1" 1:11 / .n.1 i.,/a1 l'or otro Indo, tarHo ¡./ J111·1111 ,¡,.¡ 1,·,1m
dl' n :rl~H en la primera panc del tc, tn) ... l\•m prl'll' ntkn l' ' itar sus errores
lll('h>1111do• ""n 111 d1ct11du
194 DANIEL MESA GANCEDO FOCUS AMOENUS: AVATARES DEL CHE GUEVARA 195

asimilando sus memorias a las de los guerrilleros originales, mediante el topadoras. Donde antes volaba el cóndor una gaviota sostenía un cartel que decía: "AQUÍ
SE CONSTRUYE EL TUNEL OCEÁNICO . POR UNA SALIDA AL MAR. ARMADA BO-
uso de una máquina (la Recicladora) conectada a pilas instaladas en el ce-
LIVIANA ." (230)
rebelo, que funcionan a base de cocaína.8
La máquina tiene también poder prospectivo: recicla los sueños de los
La novela de Gamerro es distinta. Desde su título, revela su intención
combatientes y los convierte en material que puede proyectarse en la reali-
paródica, la cara farsesca de la reescritura de la historia que - trágica, críp-
dad . La estructura del texto, aparentemente equilibrada, es también relativa-
ticamente - había quizá planteado Mira. El componente metaliterario de
mente compleja. Consta de tres partes: en la primera, titulada "Cuaderno l ,"
ambas novelas es muy intenso, pero es mucho más transparente, desde su
se transcribe el diario del protagonista, reescritura amplificada de los Diarios
título, en la de Gamerro. Ese título alude claramente a Un yanqui en la corte
de Bolivia del Che. La segunda parte de la novela se titula "Las piedritas de
del rey Arturo y, por tanto, parece sugerir que lo que ha de leerse es una
mi camino" y cambia completamente el enfoque y hasta el género narrativo:
ucronía o un viaje en el tiempo: el viaje a un pasado conflictivo y peligroso
es el relato en primera persona de Guerra, el Primer Detective Boliviano,
de alguien , Ernesto Marroné , que por haber sobrevivido se convirtió en un
quien trata de localizar el paradero de un joven, que por la lectura de la pri-
yuppie en virtud de su experiencia. Ese viaje se actualiza en la memoria del
mera parte se sabe está incorporado a la guerrilla y por la lectura de su diario
protagonista durante una sola noche: la del 31 de mayo al 1 de junio d<;
se descubre que se cree hijo del Che. La investigación revelará la actividad
1992, cuando, tras haber descubierto que su hijo adolescente tiene en su
de dos empresas siniestras que rivalizan por el dominio del mundo y ya ha-
cuarto un póster del Che Guevara, se plantea que ha llegado el momento de
bían sido mencionadas en la primera parte. La tercera y última parte de Gue-
explicarle su experiencia revolucionaria . En ese breve lapso temporal se
rrilleros se titula "Cuaderno 2" y es una reconstrucción de las peripecias de
concentra el recuerdo de sucesos ocurridos en 1976, cuando Marroné formó
la guerrilla cuyo origen acaba de relatarse, inspiradas ahora en los Pasajes
parte - primero accidentalmente y luego plenamente convencido - de una
de una [sic] guerra revolucionaria del mismo Che Guevara,9 y se cuentan
célula guerrillera ubicada en el Delta del Tigre.
contrapunteadas con episodios de carácter fantástico. Todo conduce a una
La novela, tras el prólogo que ubica el tiempo principal y la escena des-
reformulación de la sentencia marxista: "Si la historia se repite primero como
encadenante, se organiza en diez capítulos. En ese sentido, su planteamiento
tragedia y luego como farsa vivimos un receloso tercer tiempo: el de los que
superficial es más lineal y menos complejo (más folletinesco , si se quiere)
sufren la farsa de vivir la historia como tragedia" (200).
que el de la novela de Mira, aunque la lectura revelará sutiles saltos tempo-
rales no marcados entre el tiempo de la evocación y el tiempo evocado en el
desarrollo mismo de algunos capítulos. La novela de Gamerro es, en cierto
Cómo llegar a ser Un yuppie en la columna del Che Guevara modo, una comedia de errores: para liberar a su jefe (que es también su dueño
y señor) , el abyecto empresario Tamerlán (de la misma calaña que los em-
La novela de Mira se presenta, en su final , como una utopía irónicamente presarios de Guerrilleros), Marroné debe hacerse pasar por guerrillero. Pero
realizada, una manifestación degradada del tópico del locus amoenus:
lo que empieza como una simulación forzada pronto - en virtud del amor
por una guerrillera - se convierte en acción real. Como en la novela de Mira,
una playa popular donde las cholas , en bikini , dejaban su piel expuesta a los rayos de los re-
flectores . El estacionamiento estaba cubierto por grandes montañas de tierra y, entre las rui ·
la emulación estricta de la acción del Che Guevara real en la selva de Ñan-
nas de los baños, descansaban de su movimiento camiones voleadores, palas mecá ni cas. cahuazú se convierte en el núcleo del relato: Marroné lee el diario de Guevara
y lo replica en su propio diario (177-230) y en un proyecto de fotonovela
que reproduce episodios concretos de la aventura boliviana.
8 Para que se aquilate el grado de "realismo" de la novela de Mira, cabe señalar que ese
Cada episodio del relato (las acciones de guerrilla urbana; el juicio po-
motivo ya está en la primera anotación del di ari o real del C he (7/ 11/ 1966), donde co nsig na
la presencia de un propietari o local que "murmura sobre la posibi lidad de que nuestra empresa
pular contra Tamerlán; la detención por las fuerzas de la dictadura) será una
esté dedicada a la fa bricac ió n de cocaína ." lección que Marroné habrá de resumir y adaptar para que el hijo comprenda
9
Se trata de l texto dedi cado a la Revo lució n C' uha nu () rm 1kl IJlll', rnn el mismo títul o y no rcrita l'i pa~ado de su padre. La conclusión es patéti camente morali-
dedi có a la aventu ra africa na, pu blicado mucho dl'S Jll ll''· t· 11 11111111 <, a1111·1111 anal11,1 con dt·
ta ll e el seg undo)- snl·a 1nll'1t·,an1t·, l"0n,1·rn1·11r111s de !11, rrl11dc111c, ton él 1n10 d1· 1:~n 111>s
1.a ntl': lo, gucrn lkrn, l'\ pl ica Marroné- se derrotaron a sí mi smos, porque
a11l 11b111~1,\1 1n>s dl'i ( ltt· C" I a, lrnrt'i• lnf'l , no qunian "morir ni pedo .. , 1gui l· nd o un L'jrn1pl o impos ihk .
196 DANIEL MESA GANCEDO FOCUS AMOENUS: AVATARES DEL CHE GUEVARA 197

1976. Frente a ese paradójico paraíso, Buenos Aires será un infierno urbano:
De la tragedia farsesca a la farsa trágica barrios de clase alta, en los que viven ejecutivos, pero que son-también pa-
radójicamente - los espacios en los que se disimulan tanto las cárceles del
Lo que en Mira era psicodelia surrealista o beat, que podía provocar una pueblo de los guerrilleros como los "chupaderos" en los que poco después
risa histérica ante el cúmulo de atrocidades que a veces experimentan o pro- los militares esconderán, torturarán y asesinarán a sus víctimas.
vocan los personajes de su novela, es en Gamerro parodia barroca que em- Si las dos novelas difieren en el uso que hacen del tiempo y el espacio,
pieza, según he dicho, como una "comedia de errores" acumulados sobre un no menor es la diferencia en la construcción de las voces narrativas. Rubén
"hombre mediocre" y termina en tragedia patética que sólo deja un hombre Mira opta siempre por la primera persona: la del autor de los cuadernos en
destruido y completamente alienado. 10 Por otra parte, si ambas novelas se la primera y la tercera parte, y la del detective privado que cuenta su vida y
sitúan en el pasado respecto de su escritura, la de Gamerro es una historia su peripecia en la segunda. Gamerro, por el contrario, utiliza un narrador
conscientemente retrospectiva y autojustificativa, mientras que no lo es la en tercera persona omnisciente, pero siempre desde la perspectiva del pro-
de Mira, por su propio planteamiento enunciati vo (la forma de diario) . In- tagonista Ernesto Marroné. Sobre esa base se van introduciendo las voces
cluso aunque se ubique en un pasado reciente, Guerrilleros postula un mundo de los muy numerosos personajes que atraviesan la novela, con algunos epi-
no realista, sino definido por avances tecnológicos imaginarios y ominosos. sodios muy notables (el interrogatorio de un electricista ante la CONADEP,
Simétrica a esa divergencia en el tratamiento del tiempo es la cuestión en el capítulo 9, por ejemplo).
del espacio en las dos novelas .Aunque sea de modo alegórico (como sugería
Gamerro) , la novela de Mira se ubica en Bolivia (y el subtítulo lo subraya),
con ocasionales saltos a otros espacios cercanos (el Perú), en el relato in- Resonancias guevarianas
tercalado de alguno de los personajes. El afán de perfeccionar la emulación
de la última aventura del Che parece justificar esa localización. Pero en Estas divergencias entre ambas novelas , y las de sus planteamientos es-
1984, diecisiete años después de la muerte del modelo, ese espacio está fa- tructurales y genéricos , no ocultan semejanzas igualmente importantes entre
talmente alterado: el escenario de la reproducción de la acción guerrillera ellas, que las convierten en textos , en cierto sentido , complementarios.
ya no será una selva estrictamente virgen, sino un Parque Nacional fantás - Puede señalarse en primer lugar la análoga situación de los protagonistas
tico, repleto de turistas japoneses, o una ciudad degradada que, aunque no de las dos novelas: en ambos casos , se convierten - como aquí postulo - en
se identifica, puede vincularse con la capital boliviana, quince años después avatares del Che Guevara histórico (en ambos casos percibida a veces como
de la destrucción del país, como se indica hacia el final de la novela. No "resurrección") . En ese proceso, el Diario de Bolivia se convierte en guía
hay que descartar tampoco que para un escritor y un lector argentinos a prin- de acción, pero también en modelo de escritura.
cipios de los noventa, Bolivia apareciera como el "más allá" esencialmente No obstante la elaboración del avatar del Che que realiza Gamerro es
distópico del que podrían empezar a llegar sujetos que, efectivamente, al - más matizada e irónica que la de Mira. Los guerrilleros de Gamerro son
terarían el estado del mundo. más conscientes de las múltiples facetas del personaje y de la necesidad de
La novela de Gamerro es, desde el punto de vista espacial , mucho más seleccionar una:
realista: se ubica en Buenos Aires y en el Delta del Tigre. Este último es un
¿Qué nos importa el Che emparentado con la oligarquía, el Che jugador de rugby, el Che be-
espacio salvaje que tiene una importancia fundamental para el entrenamiento
atnik de la motito ? Ése es un Che para burguesitos rebeldes. El Che con Fidel a bordo del
de los guerrilleros , pero en un momento dado, cuando el foco se di suelve Granma; navegando hacia Cuba, ése es el Che que necesita el pueblo .. . ahora lo que estamos
temporalmente, se convierte en paraíso (focu s amoenus, como sarcásti ca- buscando es un Che más peronista. Acá en la Argentina siempre lo jorobó un algo de cajetilla,
mente denominará el empresario Tamerlán al espacio descrito por el Che en de nene bien que nunca terminaba de borrársele del todo . Estaría bueno lograr una síntesis ,
su diario verdadero, 334) , en el que los dos protagoni stas , Ernesto y María un Che del pueblo. (169-70)
Eva , vi virán un tórrido idilio j usto antes del golpe de Estado de mar.1.0 dl'
ahc prqiuntar\l' si, en efecto, esa visión compl eja de la fi gura del Che
'º Para conoce r la tradil'1t\n dt· lii q111· p11>u·dll cM1.111111U11 del "hornhrr. ~11pnfl1111 ," 11~as1· no rl' , ulta un tan h , .111arn'1111ra para el ti empo de acc ión de la novela y en el
lk ltran (41 O 111 ) mi , mo cucs1ionnmlcn10 cnc,1ja 11 a la ¡w r, pl'cti\ a tk rnnstru crioni sta que
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llega a plantear el empresario Tamerlán: "Ah, el hombre nuevo. A mi padre Esa misma imagen se convertirá luego en testigo parlante, tras la parodia
le encantaba hablarme del hombre nuevo. Bueno, si me corren por ese lado de la entrevista-ruptura del Che-avatar con Mario Monge:
les digo que sí, que la construcción del socialismo no presenta ningún mis-
terio; les digo más, es una papa: bastaría que todos los hombres fueran el El póster del Comandante Guevara, algo dañado por las llamas , fue el último sobreviviente
de lo que hoy sucedió. Parecía sonreír como diciéndome: "has aprendido las dos virtudes bá-
Che Guevara. Así que denle para adelante no más , y cuando estén listos me
sicas de un jefe revolucionario: tienes firmeza y tienes ternura". Siento que a partir de esta
avisan" (326). entrevista su sangre está en la mía; hemos abierto nuestras venas, estamos poniendo nuestras
Sea como sea, la novela de Gamerro presenta también una minuciosa muñecas en contacto . (80-81 )
comparación entre el Che histórico y el protagonista que se va convirtiendo
poco a poco en su avatar: La identificación del protagonista con la figura - análoga a la que ex-
perimenta Marroné en la novela de Gamerro - se empieza a producir en la
Similitudes entre el Che y yo: primera entrada del diario: "Recordaremos , claro , cosas que no vivimos,
l. Inmoderada pasión por la lectura .
pero eso no es nuevo para nosotros. Tomemos mi caso por ejemplo: yo to-
2. Determinación tenaz de sobreponerse a una dolencia física crónica.
3. Fe en los estímulos morales antes que en los materiales . davía soy Yo, pero también soy Che. Pronto el proceso de asimilación me
4 . Creencia en la posibilidad de dejar atrás el hombre viejo y gestar el nuevo . dará una nueva vida, nutrida en ese ejemplo y alimentada con la experiencia
5. No somos, en última instancia, hombres de familia . propia" (52) . Pero esa identificación es más compleja desde el momento en
Mi pelo está creciendo, y me nace la barba: dentro de un par de semanas seré él. (189) el que surge la figura del adolescente "Ernestito" en Guerrilleros . .. : "Re-
cordé aquel suceso de Pujio, en el que la vieja había confundido a Ernestito
La conclusión del proceso, tal como lo plantea la novela, sólo puede lle- conmigo: Su rostro me devolvía la insipiencia de mis rasgos como un iden-
var al desencanto. La famosa imagen del Che de Korda, que su hijo tiene tikit, la vida del monte nos estaba asimilando" (201). Justo antes de la "re-
en su cuarto, sólo revela un "Che de pacotilla": "Eso era el hombre nuevo. producción" de la escena de la muerte del Che histórico, la fusión entre los
el eterno aguafiestas que le había venido jodiendo la vida todos estos años. dos personajes será total, pero momentánea:
e iba a seguir jodiéndosela si no hacía nada para evitarlo" (401-02). El relato
de Marroné debe evitar que su hijo caiga en una fascinación análoga. Esa voz fue , a la vez, la mía y la de Ernestito. La sombra de la mujer cubrió nuestro rostro,
En el caso del protagonista de Mira la construcción del avatar es igual - su boca tocó nuestra boca, era suave y cálida . Nuestros cuerpos y nuestras mentes estuvieron
unidos en ese instante. Y a partir de entonces , las perspectivas comenzaron a separarse gra-
mente compleja, pero por otras razones. El protagonista principal es anó-
dualmente. La conexión se mantuvo , pero ya no era perfecta. Mi punto de vista se alejaba de
nimo, no se llama Ernesto (como el Marroné de Gamerro), sino que este los ojos moribundos y comenzaba a flotar hacia arriba, ganando altura, regresando . Cuando
nombre (generalmente en diminutivo) se lo atribuye el muchacho desapa - la boca de la mujer resbaló buscando el pecho ya no la sentí. (209)
recido e integrado en la guerrilla. En el desenlace de la novela se produce
una especie de fusión y posterior escisión entre el yo protagonista anónimo
(que es el que adopta la posición y el discurso del Che) y ese Ernestito, que Emulación quijotesca
es el que padecerá la nueva versión de la muerte del Che. Por otro lado, la
primera aparición de la imagen del Che verdadero en la novela de Mira no La construcción del avatar en las dos novelas se propone como resultado
se produce - como en Gamerro - en el espacio seguro de un cuarto de ado- de un proceso de imitación o, por mejor decir, de emulación. Como es sa-
lescente, sino en una cloaca: bido , este concepto es central en la teoría económica marxista-leninista
(opuesto al concepto capitalista de "competencia") y, con ese sentido, se
Las paredes de la letrina estaban escritas con frases precari as, dibujadas por manos torpe,: hace explícito de forma irónica en varios lugares de la novela de Gamerro:
eran palabras de agradecimiento y deseos, alguna que otra cita reconocible. Y rodeada de en la competición como cortadores de junco entre Marroné-Che y Miguel,
velas encendidas, cápsul as de medi ca mentos, profilácticos usados, tampones. algodones, pa " una lección prácti ca sobre la diferencia entre la emulación revolucionaria
peles hi giéni cos, asp iri nas, pequeñas cápsul as de drogas, cigarnl ln,) lllras ofrendas di gna,
y la comrl'tl'n cia ca pitali sta," como anota el primero en su di ario (214),
de aquel paraje de recidados. había una vieja estampa lk l c ·11111amb111r <'ht· (iuc,ura (2'i)
aunqul' l'll rl·al1 d,1d l'' una l's pccic de concurso de " machos alfa" a la vista
dl' la hl'rnliru (I¡¡ Kucrrilli:1.1 \farta h a) a la qul' ambos qui l' rl'n rnnqui 'i tar.
200 DANIEL MESA GANCEDO FOCUS AMOENUS: AVATARES DEL CHE GUEVARA 201

O también, refutado sarcásticamente, en la autodefensa de Tamerlán durante como la de Mira cuentan algunos resultados de ese proceso de clonación (in-
su juicio: "Emulación, trabajo voluntario, estímulos morales , disciplina re- dividual , textual , pero también colectiva).11
volucionaria .. . Los negros lo que quieren es pachanga, muchachos, alcohol Pero como digo, la importancia de la emulación tiene un alcance poético-
y mujeres , acá, en el Congo y en todas partes" (321). retórico que pasa por la reescritura del diario del Che. En la novela de Mira,
Y, sin embargo, no puede obviarse que en la novela ese principio articula no hay una meta-reflexión acerca de esa reescritura, o sólo aparece de un
la construcción del personaje principal y su propia escritura. Más que un modo críptico: "Los apuntes de este diario guerrillero son sólo la base: entre
principio económico especializado supone un procedimiento poético y re- sus líneas habrá que escribir. Encima de sus palabras, otras, para que la nueva
tórico, que a veces cobra tintes menardescos: historia sitúe al lector en medio de las circunstancias" (15). El problema es
mucho más explícito en la novela de Gamerro. Se menciona allí el hecho real
Sabía, por supuesto , que no alcanzaba con dejarme crecer la barba y el pelo , vestir un rotoso
de que los guerrilleros tenían prohibido llevar un diario, porque podía ser una
uniforme verde oliva , calarme una boina con una estrellita y mirar fiero a cámara. ¿Cómo pieza comprometedora, en caso de caer en manos del enemigo. Por ello, se
se convierte un hombre en el Che Guevara? No basta, evidentemente , con interiorizarse de le censura a Ernesto Marroné que esté escribiendo uno y se le somete ajuicio.
su vida, leer sus escritos, tratar de meterse en su mente. Eso es apenas copiarlo . Y el con- En las alegaciones se hace explícita la condición programática del diario real
cepto clave , los propios escritos del Che lo enseñan es no el de imitación sino el de emula- del Che, su virtualidad práctica, sus consecuencias históricas:
ción: seguir su ejemplo no servil sino creativamente , desarrollar s us potencialidades
inex ploradas , aprender de sus errores y triunfar allí donde él había fracasado. No se trata
a mi favor fue previsiblemente invocado el ejemplo del Che , pero Miguel alegó , también pre-
de comprender al Che, sino de transformarse en él , de recoger, el fusil donde él lo había
visiblemente, que el diario del Che había caído en manos de la CIA , sirviéndole para petfec-
dejado . (191 -92)
cionar sus tácticas de contrainsurgencia; que estábamos tratando de seguir el ejemplo del Che
sin repetir sus errores. Pero Inti argumentó que objeti vamente el diario del Che había servido
En el propósito de Ernesto Marroné hay, pues, una voluntad creadora, a los intereses de la revolución antes que a la contra; si no fuera por él , agregó , subiendo la
pero al mismo tiempo se persigue una especie de consustanciación de aires apuesta, quizá ninguno de nosotros estaría aquí en este momento , apreciación que fue corro-
borada por Oniria, quien pidió permiso para afirmar que había sido la lectura de aquello que
místicos, en la medida en la que resulta difícil precisar el procedimiento (si la decidió a sumarse a la lucha armada . (181 )
es que éste no se reduce a un pastiche doble: la reproducción en forma de
fotonovela de las acciones del modelo; la reproducción - puesta en obra - En este pasaje se insinúa, además, claramente la condición quijotesca de la
de su diario). En el caso de la novela de Mira, el objetivo es idéntico , pero acción guerrillera: es la lectura la que mueve a la emulación. El propio Ga-
los medios están mucho más claros, y quizá esa diferencia marca el distinto merro ha señalado recientemente que el mero concepto de emulación apunta
género de uno y otro relato: la emulación en Guerrilleros (donde el término en ese sentido: "El Che quería convertir al guerrillero no sólo en una eficiente
no aparece) está basada en la tecnología y en la química, y la consustancia- arma de combate sino en ejemplo, en el modelo del hombre nuevo; la noción
ción supone también explícitamente la incorporación de una memoria aj ena de emulación , de lejanos orígenes heroico-caballerescos , nunca está lejos de
(otro tema borgiano, como el de la reproducción menardesca) . Muy proba- su mente" ("Las tinieblas" 397). El protagonista de su novela (como el Che
blemente, en el diferente lugar y sentido que ocupa la memoria en una ) real , por otra parte) 12 es, inequívocamente, un personaje quijotesco: su vida
otra novela (incorporación de la ajena en Mira; recuperación y manipulación se rige - antes de adoptar el diario del Che como guía - por los manuales de
de la propia en Gamerro) reside también una de sus principales divergencias éxito empresarial, entre los que se cuenta uno titulado nada menos Don Qui-
y, a la vez, su principal virtualidad complementaria.
La emulación como reproducción de una conducta es el principio que
11 En ambos textos, los compañeros de estos avatares del Che son, a su vez , avatares de
articula la construcción de los personajes en ambas novelas. En Gamerro se
algun os de los guerrilleros que lo acompañaron en su aventura final (en ambos textos hay un
recuerda que el objetivo revolucionario es la multipli cación - casi clonación Ro lando, un Urbano, un Beni gno, un Ñato, un Loro, un Coco , un León y, sobre todo , un Inti).
- del modelo del Che: "de cada Che muerto saldrían dos, tres, muchos Ches En estos casos, la descripc ión de la semejanza no es ex pl ícita y se reduce a la coincidencia
di spuestos a entonar ca ntos luctuosos con tahll'tl'o dl' ametrall adoras) nuL' ono mást ica. dt· rnnk tl'r ca~ i mágico.
" Rt·tut•rdc~c ,¡111: lu r.111,1 de despedida a sus padres (del I de abril de 1965) comenza ba
vos gritos de guerra) de , it'tori a" (209 ). k , d in· Mnm,nl~ n 1(), l,1111 ¡w, inos drr1t· nd11 : "'Utril ve, 8lt'nlo h11J11 rn1, ta lnm·~ el costill ar de Rocina nte. vue lvo al camino con
qul' han nido , u rL·,111t1l'll dl· la hio¡,:ral 1u del aucrrill mi r1driraa al
202 DANIEL MESA GANCEDO FOCUS AMOENUS: AVATARES DEL CHE GUEVARA 203

jote, el ejecutivo andante. Incluso en el desenlace de su trayectoria vital, Ma- los militares, es obligado a torturar a una mujer que resultará ser María Eva.
rroné revela una cierta analogía con el personaje cervantino: en ambos casos Ella, asesinada en el centro de detención, no llegará a enterarse del atroz re-
ese desenlace supone la recuperación de la cordura, el abandono del sueño encuentro con su amante. Pero Marroné sí es consciente de la identidad de
caballeresco. En la novela de Mira, por el contrario, el final no es desencan- su víctima y ésa será la peor huella del pasado que pretende aniquilar para
tado: el "caballero-soldado" es casi literalmente reanimado por unas extrañas poder reintegrarse a la vida familiar y al guión que le estaba destinado.
doncellas y queda de nuevo a disposición de la aventura. El otro tema común a ambas novelas es la violencia. En la de Mira, el
origen de la célula de guerrilleros es un grupo de niños secuestrados por el
poder - quizá la más explícita resonancia de un tema directamente relacio-
Crueles melodramas carnavalescos nado con la dictadura argentina-, con objeto de reinsertarlos posteriormente
en la sociedad, una vez readaptados. La intervención de agentes subversivos
Si dejamos de lado - por falta de espacio - el componente intertextual los reprograma de otro modo, y a partir de ese momento van a poner en 11

de ambas novelas, 13 para concluir la comparación restaría señalar algunos marcha su aventura rebelde. Aunque ellos matan y mueren, las escenas de
aspectos temáticos en los que también las obras se parecen. Es muy rele- mayor violencia explícita se dan en el marco "civil," donde sujetos de dife-
vante en ambos textos la inclusión de aventuras sentimentales de tinte me- rente condición se ven sometidos a vejaciones difícilmente soportables.
lodramático. En la novela de Mira esto se da, al menos , en dos ocasiones: En el caso de la novela de Gamerro, además de las escenas de combate,
en el relato intercalado de la primera parte que cuenta la relación del Chino la violencia más flagrante se da también en las relaciones entre los persona-
con Malena, un personaje que se revelará esencial en el desenlace; y en la jes: el empresario Tamerlán tiene subyugados física y psicológicamente a
historia amorosa del detective Guerra con su novia Solange , víctima tam - sus empleados y a su familia. La descripción de las escenas de tortura aparece
bién de la conspiración empresarial . filtrada por una voz ajena formulada como "testimonio oficial" (el electricista
En la novela de Gamerro, este aspecto sentimental se convierte en motor que declara ante la CONADEP) , que no logra atenuar la trivialización del
de la acción a partir del reencuentro entre el protagonista y su amada María dolor ajeno que los victimarios habían logrado imponer. Esa trivialización,
Eva. La relación previa de ella con otro guerrillero, Miguel, genera tensiones que a veces redunda en situaciones ridículas , se acerca por ello a la repre-
en el seno del grupo en las que la discrepancia ideológica es mero barniz que sentación carnavalesca de la violencia que se encuentra en algunas escenas
apenas disimula los celos. Pero cuando Miguel muere en una escaramu1.a de la novela de Mira.
contra el ejército y los dos protagonistas quedan solos en la selva, la novela Por otra parte, resulta explícito en ambos textos el vínculo de la violen-
se convierte en un idilio plasmado en una sucesión de intensas (y paródi cas) cia con el desarrollo voraz del capitalismo: Bonzai S. A. y Fantasías Entra-
fantasías erótico-ideológicas (258) , que concluye en el momento del golpl' ñables, en la novela de Mira, y Tamerlán e Hijos, en la de Gamerro, son
de Estado de marzo de 1976, cuando los amantes tienen que abandonar su corporaciones regidas por ejecutivos grotescamente demoníacos . Pero son
refugio, su locus I focus verdaderamente amoenus. Separados desde enton también emblemas admonitorios - en su distorsión expresionista- de ciertas
ces, el melodrama se convierte en tragedia cuando Marroné, detenido por deri vas del mundo contemporáneo y ninguna de las dos novelas parece au-
gurar una derrota inmediata de esos fantasmas . Pero, por último, y como
acabo de sugerir, para entender cabalmente la mezcla de melodrama senti-
13
Un yuppie ... incluye - una vez más quijotescamente - un "donoso escrutinio" de 11 mental, relato violento y crítica anticapitalista, debería considerarse el en-
teratura moderna y latinoamericana (140 ss.) . Todas las lecturas se juzgan desde un punto tk
vista ideológico y así se dice que es una mala suerte "que nuestro mej or escritor [Borges 1, t·a foque carnavalesco que atraviesa ambas novelas: el disfraz, incluso el
tan gorila" (150) y de Cortázar que es un "goril a depilado" (147). María Eva as pirará utóp1 travestismo (guerrilleros disfrazados de cholas en la novela de Mira); la
camente a una sociedad en la que no haya que quemar la obra del decadente Proust, si no en fiesta orgiástica (la visita al Burdel de la Democracia en Mira; la sucesión
la que todos puedan leerlo. La limitación de las lectu ras de Marroné q ueda pate nte, por otro
lado , en una escena en la que un ejecuti vo competidor lo humill a a base de citas de Ha111!1·1 de fantasías eróticas desbocadas entre Marroné y María Eva en el Delta del
(96) -Jo que aún es más sangrante si se recuerda que en La 01w1111ra de los b11sros de /;1 •0 , u Tigre); incluso el elemento escatológico explícito (la materia prima de Fan-
otro libro de cabecera había sido Shakespeare rht• R 111i111•11111a11 1 n t·I ,a,o de Mira , ha) t 1ws tasías rntra11ahil'" l'n Mira; los problemas intestinales de Marroné en la no-
no identifi cadas de Neru da ("Todo en mí fu t· t· I 11a 11fra¡,1111" 2:.?t,¡ ,, /\hu, (_"tnrna r c l ut'ln por
nsa lt o" 229)) t·,taría po r t•,plo rar t· I nn.n n.pll,·1 10 - rnth nlld ele clcnwnli>i d,· l.i trama - \ d a dl' <iallll'rrt.•.) "111 l'irnH:ntos fund amentales en las dos. La revolución
nm oh r.a, n 111 111 la d,· 1! 11 rr n1111h, no hahr.l sido tCh:\ 1s,1d:, l'll l.1 rHn l'i a dl' ( i anwrm (a unqul' en algun a parte
204 DANIEL MESA GANCEDO FOCUS AMOENUS: AVATARES DEL CHE GUEVARA 205

habrán quedado los negativos de las tomas para la fotonovela que prepara- como los de Mira y Gamerro y, por tanto, son ellos los que más cerca han
ron en el Tigre); 14 en la novela de Mira, sin embargo, se habrá convertido estado tal vez de dar las claves para comprender y denunciar a un tiempo
en espectáculo, como medio para acabar con ella (generando incluso inter- las virtualidades históricas de su acción.
ferencias en las imágenes que los guerrilleros reciben en las pantallas sobre
las que proyectan sus sueños). En cualquier caso, en ambas novelas, esa re-
volución habrá sido una fiesta con final muy infeliz. Obras citadas
A casi veinte años de distancia entre uno y otro, pero estrechamente re-
Beltrán Almería, Luis. Genvs . Genealogía de la imaginación literaria. De la tradición a la
lacionados entre sí, los textos de Mira y Gamerro son -a mi juicio- las re- Modernidad. Barcelona: Calambur, 2017 .
alizaciones más excepcionales hasta el momento de la indagación ficcional Crack. Instrucciones de uso. Barcelona: Mondadori , 2004.
sobre el mito del Che Guevara como piedra de toque para aquilatar una sec- Fabry, Genevieve e Ilse Logie , eds. La literatura argentina de los años 90. Amsterdam: Ro-
dopi, 2003 .
ción extremadamente sensible del imaginario colectivo latinoamericano. El McOndo. Ed. Alberto Fuguet y Sergio Gómez . Barcelona: Mondadori , 1996.
ejercicio de Mira es más arriesgado - por el momento de producción, por Gamerro , Carlos . "Ficciones sobre los años 70: imaginaciones verdaderas." La Nación . 23
su forma, por sus referentes intertextuales -; el de Gamerro, más consciente marzo 2016. Web. 5 agosto 2017 .
- - - . La aventura de los bustos de Eva. Buenos Aires: Edhasa, 2004.
e inevitablemente paródico, más distanciado y demorado, inserto en un pro- - - - . "Las tinieblas del Che." Facundo o Martín Fierro : los libros que inventaron la Ar-
yecto más amplio y que aspira - quizá - a alcanzar a un público más amplio, gentina. Buenos Aires: Penguin Random House , 2015. 386-416.
lo que en sí puede considerarse también un gesto político. En ambos casos, - - - . "Rescates: Guerrilleros." Página/12. 23 noviembre 2003. Web. 1 agosto 2017 .
- - - . Un yuppie en la columna del Che Guevara. Buenos Aires: Edhasa, 2011.
no obstante, se demuestra que la figura del "guerrillero heroico," el arque- Giaccaglia, Roberto. "Miedo y asco en el monte (y a la literatura argentina)." Crítica creación.
tipo del "hombre nuevo," era un patrón de conducta imposible, un modelo 9 enero 2008. Web. 23 abril 2017 .
"clonable" quizá como ficción , pero cuya derrota estaba inscrita fatalmente Gilman, Claudia. Entre la pluma y el fusil: debates y dilemas del escritor revolucionario en
América Latina. Buenos Aires: Siglo XXI, 2003 .
en su código. En la novela de Mira, absolutamente delirante, la verosimili- Guevara, Ernesto . Diario de Bolivia. Madrid: Sarpe, 1985 .
tud no impone ningún límite, y su final parece dejar abierta la puerta a nue- - - - . Obras escogidas. Santiago: Resma (ed . digital) , 2004.
- - - . Pasajes de la guerra revolucionaria. Barcelona: Anagrama, 1975.
vas aventuras protagonizadas por ese personaje. En la de Gamerro - más
Mesa Gancedo, Daniel. " Ernesto Che Guevara." Temas literarios hispánicos (JI). Ed. Leo-
realista-, en cambio, parece quedar clausurada toda posibilidad, e incluso nardo Romero Tobar. Zaragoza: Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2014 . 101-54.
la acción anterior es condenada por el propio protagonista como "execrable" Mira, Rubén. Burroughs para principiantes. Buenos Aires: Era Naciente, 2001.
- - -. Guerrilleros ( Una salida al mar para Bolivia). Buenos Aires: Diada, 2007 .
(quizá por ello su relato queda agotado en el díptico sobre Evita y el Che)' Rogna , Juan Ezequiel. "La aventura de los bustos de Eva de Carlos Gamerro: viaje iniciático
desaparece como personaje: en Las islas, Marroné queda reducido a un pe- sin iniciación o el Che vive (en un country)." Estudios de Teoría Literaria 11 (2017):
lele secundario). 265-77.
Ruiz, Laura. Voces ásperas. Las narrativas argentinas de los 90 . Buenos Aires: Biblos, 2005 .
Entre los relatos hispanoamericanos que en el cambio de siglo definie- Salas, Hugo. "La profecía latinoamericana." Página/12. 28 octubre 2007. Web. 1 agosto 2017 .
ron de un modo u otro el canon, muy pocos prestaron atención a una figura Valle, Agustín J. "Guerrilleros (U na salida al mar para Bolivia) ." Rolling Stone, marzo 2008.
que para entonces había consolidado su condición icónica. Y esa, sin duda, Accesible en Solo las cosas archivex. Web. 23 marzo 2017.
Volpi, Jorge. El insomnio de Bolfvar: cuatro consideraciones intempestivas sobre América
es una cuestión que merece seguir siendo pensada. Pero incluso entre ese Latina en el siglo XXI . Barcelona: Debate, 2009 .
sector marginal de la narrativa latinoamericana reciente, muy pocos se per-
mitieron someter a la figura del Che Guevara a un trato ficcional tan intenso

14
Y, sin embargo, la televisión tiene una presencia relevante en alguna escena: Marro né
recuerda una fiesta en casa de Tamerlán (durante la que recibe el encargo de infiltrarse en la
guerrilla para liberar al empresario) en la que unos "jóve nes docum entali stas" intentan hacer
"un registro de la Argentina prerrevolucionari a. Para las gl' Jll' r at· ron1·, fll tu ni-" ( 104 05) l .o
que más recuerda de esa fie sta es la entrevi sta qtrl' k harl'll 11 .. 1111 ,,:,11oc11Jc, t!S.;-11101 l'll)ll no rnhrt•
po r el momento se k l'srnpaha " ( 10-ll . p1·1ll t' ll\ ll~ p11l11hr ns w n 111, nmmM que en 111/iX rq;l~-
trara I nnando 1'11111 ',11la11a, d11 hocu de M 1111u<'I y hAn qu«ia&, en '" liom ,J,, /oJ lw11rns
J. .J
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tología de cuentos iberoamericanos McOndo, editada por 1


os Sergio Gómez y Alberto Fuguet, en 1996, y el "M
," producido ese mismo año por un grupo de escrito
rdo Chávez Castañeda, Ignacio Padilla, Pedro Ángel
y Eloy Urroz- dejaron una huella significativa en 1
ia latinoamericana de fines del siglo XX y contribu
·vamente a lineamientos estéticos y editoriales en el
al. McCrack: McOndo, el Crack y los destino.v d, /1
americana estudia ambos fenómenos en conjunt
icos especialistas en el tema como a escritores p
agrupamientos literarios (Edmundo Paz Soldán
Ángel Palau para el Crack), y otros cscritorc11 q
rtenecer a estos grupos, como NaiefYchyu y
a, son contemporáneos de aquellos y particip
o literario de manera influyente. El objetivo d
exionar de manera crítica sobre lo que hn qu
enciones literarias --diversas estéticas. poéti
tes, amén de la evidencia literaria concrctn presenta
las- y cómo han sido estudiadas. Dado que en 1
la llamada "nueva" literatura latinoamcricnn
ado vigor y se ha sumado al debate sohr,
s literaturas mundiales, este volumen asp1r:
dinámicas actuales de la literatura latinoam
cial atención a las redes tejidas en tomo u 1
tablecimiento de conexiones transatlánti
cambios, a las migraciones culturales y
unicación y fonnación de identidades.

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