EDITORIAL

En uno de sus poemas, Emily Dickinson

asegura que para viajar a mundos
desconocidos no hay mejor embarcación
que un libro. Y nosotras lo hemos
experimentado muchísimas veces: cada
vez que navegamos por las páginas de
un nuevo destino, llenamos nuestras
alforjas de experiencias únicas porque
cada obra es irrepetible. En el afán de
disfrutar al máximo nuestras aventuras
literarias hemos querido compartir con
ustedes nuestras rutas, y abrir caminos
para el diálogo en un tema que, pese a su
popularidad mediática, aún nos plantea
muchas preguntas en torno a lo que se
conoce como literatura infantil y juvenil.
Queremos que esta revista, cuyo principal
interés es la divulgación y la crítica literaria,
se convierta en un puerto interoceánico
donde converjan todas las embarcaciones,
con el fin de generar conversaciones
profundas para construir puentes sobre
los que podamos acompañar a los niños y
jóvenes lectores.
Queridos NAVEGANTES, les damos la
bienvenida a esta travesía lectora con la
esperanza de seguir encontrándonos en
buenos puertos.
 revista de literatura infantil y juvenil

Editora
Dalina Flores Hilerio
Coordinación editorial
Susana Ruiz Espinosa Salma Guzmán Ortiz Jessica Nieto Pamela Cedeño
Consejo editorial
Adolfo Córdova Alberto Chimal Ana Romero Antonio Malpica
Áurea Xaydee Esquivel Carlos Calles Jaime Alfonso Sandoval Jorge Alberto Silva
Laura Guerrero Guadarrama Martha Riva Palacio Raquel Castro
Ricardo Chávez Castañeda Víctor Ramírez Córtes
Diseño imagen / Logo / Ilustraciones (portada)
Mónica Cantú Rojas /Paloma Ondarza S. / Greta Haaz

Rogelio G. Garza Rivera

Rector
Santos Guzmán López
Secretario General
Celso José Garza Acuña
Secretario de Extensión y Cultura
Antonio Ramos Revillas
Director de Editorial Universitaria

Navegantes. Revista de Literatura Infantil y Juvenil , Año 1, No. 00, enero-junio 2019, es una publicación
semestral, editada por la Universidad Autónoma de Nuevo León, a través de la Dirección de Publicaciones
de la UANL Casa Universitaria del Libro, Padre Mier 909 Pte. esquina con Vallarta, Monterrey, Nuevo León,
México, C.P. 64000. Tel: +52 81 8329126. Reserva de derechos al uso exclusivo, ISSN en trámite. Impresa
por Serna Impresos, S.A. de C.V., Vallarta 345 Sur, Centro, C.P. 64000, Monterrey, Nuevo León, México.
Este número se terminó de imprimir el 15 de enero de 2019 con un tiraje 1,000 ejemplares. Las opiniones
expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Prohibida
su reproducción total o parcial de los contenidos de la publicación sin previa autorización del editor.
 ÍNDICE

Botella al mar

5 La experiencia literaría y los niveles

de lectura / Dalina Flores Hilerio 38 El niño que imaginaba / Ana Romero

12 Esto que brilla en el aire: novedades

de poesía para niños y jóvenes en
México / Adolfo Córdova
42 La vendedora de fósforos

¡Tierra a la vista!

20 Lugares habitados de espanto, la

ciudad de México en El libro de
los Héroes / Laura Guerrero G.
45 De cuentos como puentes / Teresa
Ramírez Puente
47 Semillero de cuentos: la literatura
en la primera infancia / Susana Ruiz
Mar abierto

28 Ser niño en el andén / Esteban Viento en popa

Arrambide Silva
51 La vida amorosa de los animales
29 Buenas noches, Marina / Myrna
Santana Hernández 52 Pinceles de iguana calva
30 Los juegos y las sombras del señor 53 Mexicoland
Burdick / Alexis Ayala Ontiveros
31 Cuando el mundo se vuelve negro Tinta de sirena
/ Ana Clara Villegas

55 Arenas cantarinas / Ana Fabiola

Medina Ramírez
Cartas náuticas
60 Hacia una educación alimentaria en
32 Volar / Martha Riva Palacio Obón familia / Pamela Cedeño

33 Minuto 197 / Toño Malpica 65 Educación sexual integral, un reto

social urgente / Dalina Flores Hilerio

Grandes capitanes

36 Contar al cuentacuentos / Ana

Rodríguez López
Ilustración de Greta Haaz

La experiencia
literaria
y los niveles de lectura
Por Dalina Flores Hilerio
A
lo largo de una investigación
sobre la lectura literaria con
estudiantes de todas las
edades y grados de escolaridad (desde
preescolares hasta universitarios),
hemos visto que el desarrollo de
la competencia lingüística está
íntimamente relacionado con sus
estructuras intelectuales (Piaget
1976), que se evidencian en su
organización argumentativa (Peón
Zapata 2004); sin embargo, el asunto
medular en torno a la lectura de
Literatura es el desarrollo de múltiples
habilidades, no sólo las lingüísticas.
Asimismo, y de acuerdo con Vygotsky
(2005), la relación del niño con las
artes, en general, y con la Literatura,
particularmente, debe darse de una
manera libre, alejada de dogmas, sin
pretender la implantación de modelos
5
BOTELLA AL MAR
lingüísticos y creativos propios del
mundo adulto, ya que la imaginación
en el niño es un disparador de su
creatividad que, si no es reprimida,
puede llegar a dar muchos frutos.
Por su parte, los lectores jóvenes
muestran una reticencia natural a
seguir leyendo las recomendaciones
literarias dictaminadas por el sistema
educativo y eso los lleva a rechazar
la lectura, o a buscar alternativas
más cercanas a ellos mismos y,
generalmente, ofrecidas por pares y
no por maestros.
La imaginación en el niño es un
disparador de su creatividad
que, si no es reprimida, puede
llegar a dar muchos frutos
00° NAVEGANTES
Es importante entonces, cuando
estamos involucrados en los
procesos de formar lectores (más
allá de la simple alfabetización),
reconocer que la Literatura es un
organismo vivo que continuamente
se actualiza. Ante esta evidencia,
es menester cuestionar(se) sobre
la validez de “enseñar” literatura
repitiendo sólo modelos del pasado.
La Literatura pretende entablar
un diálogo con lectores modernos
cuyas necesidades distan mucho de
las del lector ideal del siglo pasado.
La vertiginosa época actual está
creando lectores que, en primer
lugar, no leen Literatura, ya que su
primordial interés es adecuarse a un
mundo que, velozmente, los rebasa:
les quita el empleo, los somete a
un sistema político al servicio de
los grandes capitales, los esclaviza
a las máquinas y al ciberespacio.
Éstas son las nuevas condiciones de
los lectores virtuales de Literatura,
para quienes, además de que van
perdiendo los pocos vínculos con el
lenguaje académico, las referencias
clásicas de las Letras Universales
son cadáveres cubiertos de rosas: no
dicen nada y empiezan a apestar.
La literatura es un
organismo vivo que
continuamente
se actualiza
1 Vale la pena revisar el concepto de democra-
6
Por otro lado están los lectores
cuya formación les permite, aun
contra la marea globalizadora
del neoliberalismo (en todos los
sentidos), seguir siendo fieles a los
clásicos, y buscan, en el placer de
la lectura de un libro, la compañía
necesaria para trascender las
individualidades. Indudablemente,
tras casi todos ellos debe estar la
presencia de un maestro o promotor
de la lectura literaria quien, lejos de
esmerarse en transmitir conceptos
sobre corrientes, escuelas e historia
de la literatura, logró provocarlos
(por lo menos su gusto por ella). Es
evidente, entonces, que la teoría
literaria, la historia y la crítica, son
herramientas interesantes sólo para
quien pretende hacer de la literatura
un modelo científico: el historiador, el
docente, el teórico o el crítico.
Pero el resto de las personas
requieren de la literatura, según
Rosenblatt (2002:30), para ser críticos,
creativos y libres y así puedan
construir el mundo democrático1
que la humanidad necesita para
vivir en armonía. La Literatura
permite el desarrollo de habilidades
cognoscitivas diversas, además
de ser un espejo de la vida; ante
ella, el lector reflexiona sobre los
paradigmas culturales de su época y
llega a ser asertivo y propositivo. La
Literatura sacude las conciencias,
cia que defiende Rosenblatt.

como ninguna otra actividad del ser
humano, por lo que, según Saramago,
es una razón para quitarse ante ella
el sombrero.
No basta, sin embargo, con quitarse
el sombrero. Debe existir alguien que
promueva este acercamiento del
hombre “natural” con la Literatura;
y esta labor pertenece a quien está
convencido, por emoción estética
propia y por sus conocimientos de
las herramientas teóricas (crítica,
historia y teoría literarias), a los
investigadores, maestros, críticos y
expertos en general en las Letras. Tal
como correspondería a un cirujano
intervenir quirúrgicamente una
apendicitis, la función de los expertos
debe ser la de “sumar gente a la lista
de lectores” ¿Qué pasa entonces con
los modelos educativos que están
logrando exactamente lo contrario?
Atiborramos a los lectores en ciernes
de teoría y, peor aún, de textos
literarios que no logran establecer
un diálogo con ellos. Pretendemos
repetir patrones caducos que no
responden a las inquietudes y
necesidades del lector actual, ¿para
qué?, ¿para seguir erigiendo una línea
divisoria entre “los intelectuales”
elegidos por los dioses y los pobres
hombres elementales que nunca
entenderán a Shakespeare?
El diálogo con la obra artística, sea
ésta literaria o no, funciona como el
elemento que dispara la receptividad
del lector en la medida en que éste
lo relaciona con su mundo. Sea
7
BOTELLA AL MAR
bella o sublime (Schiller, 1968), la
propuesta de la obra literaria, a
medida que el lector se acerca a ella,
irá construyendo un puente que le
permita reconocerla y gozarla. Este
gozo es el placer de vivir el arte sin
la necesidad de hacerlo utilitario. La
Literatura infantil contemporánea
promueve este acercamiento, sobre
todo si se diseña un vehículo lúdico
que funcione como el andamiaje que
sustentará la travesía del lector a
través del mundo de los libros.
Este gozo es el placer de vivir
el arte sin la necesidad de
hacerlo utilitario.
Para poder establecer esta
interacción dialógica a propósito
del texto literario, es necesario
reconocer que existen diferentes
niveles de lectura y que su evolución
en un lector depende muchísimo
del andamiaje que acompaña su
proceso. Como podemos ver en la
descripción de niveles de lectura que
hemos realizado en Biblionautas, en
este andamiaje es fundamental, en
un principio, el acompañamiento
por adultos más experimentados;
pero más adelante, sin duda, son los
propios compañeros lectores quienes
forman comunidades que incentivan
la lectura literaria (en el mejor de los
casos) e incluso los propios libros
00° NAVEGANTES
ya que, como asegura Vygotsky, el
agente que promueve el aprendizaje
no necesariamente debe ser una
persona (2001). Y es aquí donde la
labor editorial es tan trascendental,
pues sin duda, el cuidado y selección
de los libros puede ser un aliciente
muy importante para que los lectores
sigan acercándose al discurso
literario.
El incansable formador de lectores
Felipe Garrido asegura que hay
cuatro perfiles de lector: el que sólo
decodifica; el que lee para comprender
conceptos que le son útiles en otras
áreas (no literarias); el que lee y goza
con la lectura; y el que se dedica
profesionalmente a la lectura. La
experiencia escolar de los lectores
mexicanos se ubica, en muchos
casos, en el nivel 2; sin embargo, la
promoción de la lectura literaria,
desde la infancia, contribuirá a la
formación de lectores gozosos con
habilidades múltiples que, a su vez,
sean asertivos y críticos.
Hemos podido observar, a lo largo
del trabajo con diferentes grupos de
lectores que, independientemente
de su edad biológica, los adultos
que no están familiarizados con la
lectura literaria, podrán encontrar
en textos no canónicos el estímulo
para desarrollar, poco a poco, sus
competencias lecto-literarias, pero
sin duda es un proceso progresivo que
puede ubicarse entre los siguientes
perfiles, que hemos definido, un poco
de forma lúdica y relacionada con
8
la idea de que viajamos, como bien
nos ha indicado Emily Dickinson,
a través de navíos que son libros y
eso nos convierte en navegantes.
He aquí nuestra clasificación donde,
a pesar de que sugerimos edades
ideales de acuerdo con la plataforma
neurocognitiva de los lectores,
realmente nos gusta enfatizar en las
experiencias de lecturas particulares
para poder identificar el nivel:
Nivel 1
Marinero de agua dulce: primer
lector (literario); desde el que apenas
empieza a codificar y decodificar la
lengua escrita, hasta el que sólo ha
leído lo que le piden en los primeros
dos años de la escuela, o libros cuyo
contenido es utilitario (manuales,
libros de texto, etc.). No asocia la idea
de leer con el gusto; lee sólo porque
necesita hacerlo e incluso, prefiere
no leer. (Edad ideal aproximada
de 0 a 6 años). Puede leer historias
narrativas breves, con apoyo visual
(de preferencia con metáforas o
dobles lecturas, pero sin alejarse de
lo ilustrativo). Gusta de personajes
de todo tipo pero son más adecuados
los que son muy cercanos a sus
actividades diarias.
Los recursos literarios que pueden
alentar a los lectores de este nivel son
principalmente los de la lírica, ya que
implica la musicalidad del lenguaje
relacionada con los cantos y rimas
de la primera infancia; así como el
sentido del humor explícito y los

juegos de palabras. Las breves obras
de teatro, sobre todo de personajes
fantásticos y animales, son un
excelente material de lectura y de
representación que los acerca a las
historias. Los temas de mayor interés
para este grupo de lectores son los
que tienen que ver con el primer
conocimiento del mundo, sobre todo
de índole personal.
Nivel 2
Explorador de arrecifes: Lector inicial
que disfruta de los libros-álbum, sin
embargo, encuentra más diversión en
la narrativa breve, donde los eventos
tienen pocos giros pero la narración
es ágil. Está familiarizado con la
narrativa, a pesar de que no siempre
prefiere la literaria. Gusta de historias
fantásticas y grandilocuentes, de
ilustraciones llamativas, así como
de leer en voz alta e improvisar
creando voces. Empieza a reconocer
los géneros literarios y a encontrar
el gusto por la lectura autónoma y
recreativa, aunque suele hacerlo por
encargo o en grupos, y disfruta de
realizar representaciones escénicas.
(Edad ideal aproximada: a partir de 7
años).
Las personas que se ubican en
este nivel lector pueden leer todo
tipo de temáticas aunque con
planteamientos lineales y sin
muchas complicaciones narrativas.
El empleo de las imágenes ya no es
sólo ilustrativo, aunque sigue siendo
importante su inclusión. Puede llenar
9
BOTELLA AL MAR
huecos narrativos y hacer inferencias
internas y externas simples, así como
sentir interés por la poesía amorosa
o humorística, pero necesita una
plataforma o acompañamiento para
comprenderla. La lectura en voz alta
de textos dramáticos le puede llamar
la atención y ser un vínculo para
cohesionar a lectores afines.
Nivel 3
Maestre de los veleros: Lector
gozoso que empieza a leer de forma
autónoma (se acerca a la lectura por
gusto). Reconoce géneros literarios y
tonos narrativos. Es capaz de leer en
silencio y de forma independiente
libros de más de cien páginas y
empieza a desarrollar inferencias
y relaciones de la lectura con otros
referentes (de su contexto cercano,
principalmente) y, de lo que lee,
con otros textos (reconoce algunos
intertextos y metáforas y analogías
complejas). Lee y disfruta todos los
géneros literarios, aunque sigue en
búsqueda de ‘el suyo’. Prefiere las
imágenes artísticas no ilustrativas.
(Edad ideal aproximada: a partir de
los 11 años).
Los maestres de los veleros
pueden leer todo tipo de temáticas
con interpretación e inferencias
externas más o menos complejas.
Conectan su información cultural
previa para construir el sentido del
texto de forma simple, aunque sus
puntos de vista no son totalmente
autónomos. Prefieren la narrativa
00° NAVEGANTES
sin ilustraciones, porque le dan
prioridad a su imaginación. Gustan
de todo tipo de propuestas artísticas
literarias, con recursos lingüísticos
particulares, que los inicien en la
co-construción del sentido. Sus
búsquedas son autónomas y libres.
Disfrutan la lectura literaria tanto
como de otras narrativas (gráfica,
cine, danza, videojuegos, etc.).
Nivel 4
Capitán de siete mares: Lector
experimentado cuyas lecturas le
han dado un bagaje suficiente para
entender metáforas y analogías
complejas; es capaz de hacer hipótesis
e inferencias complicadas y construir
de forma autónoma relaciones inter
y extratextuales. Reconoce, disfruta
e interpreta intertextos culturales
y literarios o artísticos complejos.
Argumenta y selecciona sus lecturas.
El capitán de siete mares es capaz
de reconocer géneros, estilos y tonos
literarios y siente predilección por
alguno(s) en particular. Disfruta de
lecturas con estructuras complejas y
no teme a ningún tipo de propuesta
estética. (edad ideal aproximada:
de 15 años en adelante). Lee todo
tipo de temas y textos literarios
con habilidades hermenéuticas
(de básicas a complejas, según su
nivel académico). Tiene definidas
sus predilecciones literarias, pues
para él, la lectura literaria es un
juego constante del que le gusta
participar sobre todo a través de la
10
complejidad de las estructuras y
los recursos lingüísticos-estéticos.
Puede disfrutar cualquier tipo de
texto lírico contemporáneo. Es lector
autónomo de todos los géneros
literarios y disfruta del comentario
literario crítico, por lo que también
es lector y, muchas veces, autor de
textos críticos.
Nivel 5
Almirante de todos los océanos:
Lector especializado que se dedica a la
lectura literaria casi exclusivamente
de forma profesional. Busca libros
exóticos o con características muy
peculiares relacionadas con su
propio gusto literario. Reconoce
muchos referentes relacionados a
la cultura literaria y otros artísticos,
identifica las épocas y corrientes
generales de los textos literarios
así como sus géneros y subgéneros,
estilos y tonos. Confronta su lectura
con el canon occidental y es capaz de
edificar su propio canon personal con
argumentos y con textos provenientes
de otras lenguas y culturas. (Edad
ideal aproximada: de 18 años en
adelante). Lee todo tipo de temas y
de textos literarios de manera crítica
y profunda; disfruta particularmente
de textos ensayísticos y líricos con
recursos complejos, además de los
narrativos que le exigen gran nivel
de concentración e interpretación.
Lee lírica compleja y encriptada y
realiza crítica literaria descriptiva y
normativa.
 BOTELLA AL MAR

A pesar de que son muchos y

variados los programas guberna-
mentales y de asociaciones civiles Referencias:
para erradicar el analfabetismo
Peón Zapata, M. (2004). Habilidades
funcional en México, y de que ya
argumentativas de alumnos de primaria y su
existen muchos promotores de
fortalecimiento. Tesis doctoral. Universidad
literatura profesionales, el nivel
Nacional Autónoma de México.
de competencia lecto-literaria en
Piaget, J. (1976). El lenguaje y el pensamiento en
México es básico; se encuentra entre
el niño. Buenos Aires: Ed. Guadalupe.
las categorías de marinero de agua
Rosenblatt, L. (2002). La literatura como
dulce y explorador de arrecifes, por
exploración. México: F.C.E.- Espacios para la
lo que muchos de los libros creados
lectura.
especialmente para niños y jóvenes
Schiller, F. (1968). La educación estética del
pueden resultar particularmente
hombre. Madrid: Espasa-Calpe
atractivos para el potencial lector
Vigotsky, L. (2001). La imaginación y el arte en la
nacional sin que importe su edad.
infancia. México: Ediciones Coyocacán.
Es cierto que la escuela ha tenido
― . (2005). Pensamiento y lenguaje. Buenos
graves deficiencias en la animación
Aires: Paidós.
a la lectura literaria y, por ello, la
experiencia lectora de los mexicanos
es muy baja; sin embargo, la literatura
contemporánea, particularmente
la dedicada a los niños, puede
ofrecer una alternativa eficaz para
el desarrollo del gusto genuino por
la literatura en lectores de todas las
edades.

La literatura contemporánea
(...) dedicada a los niños puede
ofrecer una alternativa eficaz
para el desarrollo del gusto
genuino por la literatura en
lectores de todas las edades

11
00° NAVEGANTES

Esto que brilla

en el aire:
Novedades de poesía para
niños y jóvenes en México

Por Adolfo Córdova

E
n 2017 una docena de libros de poesía ilustrada
fue publicada en México. Este es un recorrido
para mirar, leer y asombrarse con la diversidad y
vitalidad de la creación poética y gráfica en nuestro país.
Tanto formas clásicas de la lírica de tradición popular
infantil, que mantienen vigente esta antigua vía para
acercar la poesía a los primeros lectores, como versos
libres de métrica y sin rima, que ofrecen nuevas músicas
verbales y actualidad a las publicaciones. Igual de notable
y variada es la ilustración que extiende y acompasa las
palabras mientras combina técnicas y lenguajes como el
cómic, la fotografía y el minimalismo.

12
 BOTELLA AL MAR

He pasado los últimos dos años en circulación hasta 50 novedades al

estudiando y leyendo especialmente año, suena a insuficiente, pero en un
la poesía para niños y jóvenes que mundo menos saturado de libros, doce
se publica en Iberoamérica. Aunque títulos al año, uno por mes, sonaría
sabemos que se publica más novela razonable, sobre todo si notamos
y cuento (en libro que cada título tiene
álbum) e incluso algo sobresaliente y
libro informativo, la que ninguno fue una
relación cantidad
En un mundo menos compra de derechos.
y calidad entre los saturado de libros, doce Es decir, pocos pero
nuevos libros de títulos al año, uno por mes, buenos, hechos en
poesía pareciera más sonaría razonable. México y muchos
equilibrada. Este año, de ellos tomando
por ejemplo, se publicaron estos doce riesgos formales y temáticos. Esa fue
nuevos libros de poesía para niños y mi sorpresa cuando la CANIEM me
jóvenes en México. Si pensamos que pidió que preparara este recorrido
una sola editorial con colecciones con las novedades para su encuentro
infantiles y juveniles puede poner nacional de libreros, editores y

13
00° NAVEGANTES
bibliotecarios en la pasada FILIJ.
Entonces me enviaron diez, aquí
he agregado dos más que encontré
después. Brilla la poesía en México.
Juzgue usted con este recorrido
encadenado, como en retahíla, de
poesía inagotable, que ganó la batalla.
1 adivinanzas, arrullos; poemas para
Empezamos con un título de Ramón
Iván Suárez Caamal, uno de los
poetas más prolíficos y premiados
de México. En su poemario Malaika
(Nave de papel, 2017), dedicado a su
nieta e ilustrado por Karla Moo, rinde
homenaje a la cultura afrocaribeña
en México, con poemas llenos de
tambores y cantos: un repertorio que
va de la ronda, el juego de palabras, la
retahíla y el caligrama a una poesía de
versificación libre y rima fluctuante
que igual hace sonar cada página.
2
De un arrullo a otro en Camino de
plata (Nostra Ediciones, 2017) de
otra maestra de la lírica tradicional
infantil: Gilda Rincón. Ilustrado por
Bárbar Sansó, este bello poemario
es, como dice la autora en el
prólogo, una “cosecha de mangos
maduros”. Vasta cosecha, de casi
un centenar de poemas, dividida
en tres partes: “A la vío vío: Para los
más chicos”, “En un rincón del patio:
para los no tan chicos” y “El chiturí,
clarín de primavera: haikús y otros
14
minipoemas”. El registro de esta
autora es muy amplio, mientras que
en poemas como “El heredero” se
siente una voz más adulta que intenta
acercarse al niño, en otros como “Yo
quiero ver un duende” consigue una
complicidad directa con el lector.
Esperan aquí pequeños abecedarios,
contar hipopótamos, un doctor
trabalenguas que enreda todas
las palabras, hermanas pequeñas
que son como muñecas, animales
que bailan rock, una niña que no
abandona a su osito de peluche
precisamente porque de tanto jugar
se le han caído los ojos; niños que
juegan al trenecito, niños que desean
tener las siete vidas de un gato y en
cada uno de ellas ser algo distinto;
y un montón de animales: gatos,
cangrejos, pingüinos, mariposas,
abejas, palomas, pelícanos, pulpos,
caballitos de mar y cigüeñas.
3
Y para seguir el carnaval de animales,
El Conejo en la Luna de Emilio Ángel
Lome y Daniela Martagón (Océano
Travesía, 2017), un libro dirigido a
bebés en el que la síntesis de texto
e imagen es ejemplar. Un conejo
coqueto, con aires del mito de Narciso,
se mira en un espejo y, nos dice Lome
en su poema, ahí se queda “muy, muy,
muy quieto”. Esa observación de sí
mismo, ver sus orejas, ver sus grandes
bigotes, ver su nariz, se convierte

en un juego de imitaciones en las
ilustraciones de Martagón, que sacan
al “segundo” conejo del espejo y lo
vuelven un doble o un hermano que
juega a repetir los movimientos del
primero. Aunque más que Narciso, el
mito que se reelabora aquí es, claro, el
que da título al libro. La fuerza de esta
propuesta radica en el ritmo ágil y
juguetón del poema en rima de Lome
y en la pregnancia de la ilustración
de Martagón: bidimensional, como
los cut-outs monocromáticos de
Matisse, con fondos sólidos de color
y un “conejito” dibujado que ya no es
el de Beatrix Potter o John Tenniel.
Este conejo, más esquemático en
su forma, tiene un tono surrealista
y psicodélico: se multiplica de una
página a otra como si fuera una
alucinación, le aparecen unos bigotes
a la Salvador Dalí y flota en medio de
un pequeño cosmos. La historia y su
final, gracias a ese segundo conejo
que crea Martagón, adquiere una
carga ontológica fuerte: ¿será que
buscamos nuestro reflejo cuando
leemos?, ¿el libro es la fuente a la que
nos asomamos? En cualquier caso,
este conejo no se tira al agua como
Narciso, salta, sí, pero a la luna. Y
hasta allá irá también el bebé filósofo
después de leerlo.
4 un aire fresco a la épica: las hazañas
Un salto de conejo a chapulín para
seguir las huellas de animales
por un paisaje más cercano. En
15
BOTELLA AL MAR
Un ajolote me dijo (Castillo, 2017)
de María Baranda, embajadora
FILIJ 2017 y quien ha impulsado
el reconocimiento de la LIJ como
literatura de grandes ligas, el jaguar,
el venado cola blanca, el ocelote,
el teporingo, el lobo gris y hasta el
zopilote dicen sus nombres para que
los lectores mexicanos no les teman.
O así lo sugiere la poeta que, en la
primera página, confiesa que sólo está
contando lo que un ajolote le dijo: que
todos los animales son amigos. Aquí
entramos a un terreno que se aleja
ya de la lírica tradicional, aunque
no de los personajes carismáticos
para los lectores. María Baranda
explora y juega con varios tonos y
ritmos hechos con aleteos, aullidos,
deslizamientos… Las extraordinarias
ilustraciones de Armando Fonseca,
aumentan el asombro, la belleza y la
pausa en cada página.
5
En Los hermanos Zapata (Libros
para imaginar, 2017) dos gatos se
quedan huérfanos luego de que su
madre sea tragada por una enorme
iguana o “dragón del desierto”. Este
inicio desborbitante es la entrada
para leer esta “ópera del desierto
mexicano”, extensa hipérbole que da
que se relatan aquí son las de un par
de gatos perseguidos por el crimen
organizado y con el sueño americano
como plan de escape y supervivencia.
00° NAVEGANTES
Parte del valor de esta arriesgada
propuesta radica en la visibilidad
que le otorga a un tema casi inédito
en los libros para niños que se
publican en México: la complicidad
entre gobierno y narcotráfico, las
ejecuciones públicas y el exilio.
Escrito originalmente en noruego por
Torgeir Rebolledo Pedersen, nieto del
poeta modernista mexicano Efrén
Rebolledo (diplomático y embajador
de México en Noruega en los inicios
de la década de los veinte del siglo
XX), el tono halla su punto justo
gracias a las delirantes ilustraciones
de Lilian Brogger, en clave de cómic.
6 El cuentacuentos y escritor Jermán
Nos quedamos en el imaginario
mexicano para prenderle una velita
al Santo Remedio (Petra Ediciones,
2017) de Ernesto Lumbreras y Flavia
Zorrilla Drago. Golpes de ingenio
con mucho sentido del humor que
actualizan al refrán o conseja popular
16
cruzándolo con un imaginario clásico
infantil lleno de seres fantásticos:
fantasmas, ogros y brujas; juegos de
aliteraciones en textos como “Los
chocolates de los Chávez” y una
sección de “vocales de colores” que dan
una función de circo completan este
divertido poemario que se antoja leer
en voz alta. La ilustración aumenta el
humor, añade capas de lectura a los
versos y emprende un camino propio
en el que se multiplican las pociones y
los personajes de este recetario lírico
de criaturas olvidadas por la ciencia.
7
Argueta reproduce aquí el tono oral
que domina para conducirnos de
vuelta a una casa, la casa siempre
abierta de los abuelos, casa-barco
lista para zarpar al pueblo de la
memoria. La casa de mis abuelos
(Edelvives, 2017) es una evocativa
narración en verso, con algunos ecos

de Pedro Páramo, que nos sitúa en
una comunidad rural en la que un
hombre recuerda su infancia. Aunque
el tiempo revele lo contrario, el lugar
de juegos para él sigue intacto, listo
para zarpar en cualquier momento y
con la ayuda de palabras familiares.
Las ilustraciones de Rosi Aragón
exploran en distintas capas, igual que
sucede con los recuerdos, texturas
de papel recortado, fotografía e
imagen digital, lo que le imprime a la
propuesta un sello vanguardista.
8 sus cualidades estilísticas que
Arropados por una noche que
escapa del lugar común, Esto que
brilla en el aire (FCE, 2017) coloca
a los niños y niñas en el centro. No
es una poesía sobre niños sino para
niños, cercana a ellos y a un motivo
poético predilecto: la fascinación por
la naturaleza. La nieve, la tela de una
araña, un cardumen de peces como
17
BOTELLA AL MAR
estrellas, una bandada de versos
como pájaros en el cielo, muchos
juegos entre charcos de noche y
algunas preguntas recostados en la
hierba. Escrito por Cecilia Pisos e
ilustrado por Ana Pez, este brillante
poemario hace honor a su título y
ganó el Premio Hispanoamericano de
Poesía 2016 (de entre 288 propuestas
provenientes de 20 países). El jurado,
integrado por María Emilia López,
María García Esperón y Francisco
Hinojosa, destacó “su profundo trabajo
y el desarrollo sutil de las imágenes;
revalorizan la poesía para niños en
un contexto que puede ser destinado
a lectores de cualquier edad”.
9
Se suma a la notable colección
de antologías de poesía que ha
emprendido Castillo, de la mano
de Rodolfo Fonseca, Marineros.
00° NAVEGANTES
Antología de poesía iberoamericana
sobre el amor (Castillo, 2017). Una
impecable selección, correspondida
con las ilustraciones de Inés
Sánchez, de algunas de las voces
más representativas de Iberoamérica:
Salvador Novo, Alejandra Pizarnik,
Xavier Villaurrutia, Octavio Paz,
Isabel Fraire, Vicente Aleixandre,
Fernando Pessoa, Juan Ramón
Jiménez, Oliverio Girondo, Alfonsina
Storni, Gabriela Mistral, Pablo Neruda,
Rosalía de Castro, Federico García
Lorca, Vicente Huidobro, Clarice
Lispector y Jorge Luis Borges. Un
amplio catálogo poético, del verso
medido y rimado, a los poemas en
prosa y las vanguardias, que acercará
a los jóvenes lectores a esos dos
temas favoritos de los poetas: el mar
y el amor, y sus altibajos.
Lo poco que se publica
pareciera pelear por
su lugar, ganárselo por
mérito propio y brillar entre
el resto de libros.
18
10
Con un cambio de perspectiva y
originales variaciones, María Baranda
y Santiago Solís dan nueva vida a
los objetos domésticos en Máquinas
imaginadas (Planeta, 2017). Poemas
como artefactos imposibles de
desarmar, enigmáticos, divertidos y
detonadores de más imaginaciones.
Un refrigerador que es museo, un
formador de nubes, una batidora de
ideas, una taza que hace agujeros,
un trapeador que se lleva las horas,
una puerta termómetro y otras
muchas formas disparatadas de
poner en acción un singular mundo
de mecanismos poéticos. Juego que
provoca juego.
11
El interior de los colores (Planeta,
2017) es una propuesta necesaria,
audaz y renovadora en el mercado
de libros para niños. De María José
Ferrada y Rodrigo Marín Matamoros,
invita a los lectores a mirar por un
círculo un posible momento en la vida
de un color. El libro recuerda otros
experimentos artísticos como los
lienzos con plastas monocromáticas
que a finales del siglo XX el humorista
francés, Alphonse Allais, asociaba con
un título excéntrico como “Marcha
fúnebre compuesta para las exequias
de un célebre hombre sordo”. O bien
el arte conceptual y minimalista de

Sol LeWitt y el libro Pomelo de Yoko
Ono, pues los poemas de Ferrada son
instrucciones, escritas en segunda
persona, que invitan al lector a
mirarse poéticamente. Rara joya.
12
También de María José Ferrada, en
conjunto con Ana Penyas, otro libro
destacable, enmarcado por un tema
muy contemporáneo y recurrente en
la LIJ: la migración y los refugiados.
Mexique, el nombre del barco
(Ediciones Tecolote / Libros del Zorro
Rojo, 2017) es una narración en verso
que recrea la salida de 456 niños
españoles, hijos de republicanos,
hacia costas mexicanas en mayo
de 1937, esos niños que serían
conocidos en nuestra historia como
los “niños de Morelia”. Con sutileza y
centrándose en el trayecto, las autoras
nos muestran las preocupaciones
y esperanzas infantiles con un
acierto que trasciende la anécdota y
conmueve profundamente.
Si bien es cierto que frente a la
narrativa la muestra de novedades
de poesía en un año es tan acotada
que cabe en un breve texto, también
es cierto que lo poco que se publica
pareciera pelear por su lugar,
ganárselo por mérito propio y brillar
entre el resto de libros.
19
BOTELLA AL MAR
Referencias
Fonseca, R. (antologador). (2017). Marineros.
Antología de poesía iberoamericana sobre el
amor.. Ciudad de México, México: Ediciones
Castillo.
Baranda, M. (2017). Un ajolote me dijo. Ciudad de
México, México: Ediciones Castillo.
― (2017). Máquinas imaginadas. Ciudad de
México, México: Planeta.
Ferrada, M. J. (2017). El interior de los colores.
Ciudad de México, México: Planeta.
― (2017). Mexique, el nombre del barco. Ciudad
de México, México: Ediciones Tecolote.
Lome, E. A. (2017). El conejo en la Luna. Ciudad
de México, México: Océano.
Lumbreras, E. (2017). Santo Remedio. Guadalajara,
México: Petra Ediciones.
Pisos, C. (2017). Esto que brilla en el aire. Ciudad
de México, México: FCE.
Rebolledo Pedersen, T. (2017). Los hermanos
Zapata. Ciudad de México, México: Libros
para imaginar.
Rincón, G. (2017). Camino de plata. Ciudad de
México, México: Nostra Ediciones.
Suárez Caamal, R. I. (2017). Malaika. Chetumal,
México: Nave de Papel.
00° NAVEGANTES
Lugares habitados de espanto, la ciudad de México en
El libro de los
héroes
Por Laura Guerrero Guadarrama
H
ace diez años editorial
Océano Travesía creó una
colección a la que llamó
“El lado oscuro”, caracterizada
por ofrecer novelas juveniles de
suspenso creadas por autoras y
autores internacionales con manejo
del terror y misterio, historias
contemporáneas que actualizan los
ambientes góticos y los monstruos
míticos.
Una de las primeras obras en
aparecer fue Siete esqueletos
decapitados (2009) de Antonio
Malpica, con ella el autor inició
una saga compuesta por cinco
volúmenes que lleva por nombre:
El libro de los héroes, título
metaficcional que alude al nombre
del volumen que, dentro de la trama,
indica a los elegidos o mediadores
cómo exterminar a los demonios
que pululan en el mundo, lo que
20
ciertamente es un guiño de compli-
cidad para los lectores:
“El libro de los héroes contiene
los secretos para mantener a los
demonios a raya. Secretos que
solo conocen los mediadores. En
el siglo trece se copiaron a mano
veintidós ejemplares. Uno de ellos
está ahora en tu poder” (Énfasis
personal. Malpica, Siete, 72).
La saga consta de cinco novelas
que salieron publicadas en ocho
años: Siete esqueletos (2009),
Nocturno Belfegor (2011), El llamado
de la estirpe (2013), El destino de
la espada (2016) y Principio y fin
(2017).
Desde el primer título, Siete
esqueletos decapitados, se
esta-blece, entre otras pautas
importantes, a la Ciudad de México

como punto de partida para la aventura,
un lugar que es también origen del sueño
y de la pesadilla, del deseo y de la más
viva nostalgia, pues también representa
el hogar. Y la última, quinta novela de
la saga, se conforma por historias
paralelas que, como señala el título,
nos llevan del origen al cierre final con
un giro en la trama que afecta nuestra
comprensión de la saga entera, un
volumen ejecutado con gran habilidad
narrativa que exige del lector toda su
atención y complicidad; con este texto
Malpica se coloca al lado de grandes
autores como Philip Pullman y su saga
La Materia Oscura.
Con este texto Malpica
se coloca al lado de grandes
autores como Philip Pullman
y su saga La Materia Oscura
De los miedos y
terrores
“[…] la literatura sería para siempre
incomprensible si no viniese a configurar
lo que aparece ya en la acción humana.”
(Ricoeur, 130).
La historia comienza con el secuestro
consecutivo de siete niños y niñas que
viven en la colonia Juárez, Roma y
Cuauhtémoc y cuyos padres comienzan
21
BOTELLA AL MAR
a recibir unos sacos con la ropa
ensangrentada y huesos, pero no las
cabezas. El trasfondo no solo es delictivo
y asesino, no solo atenta contra la vida de
los niños y niñas sino también tiene una
gran dosis de malignidad demoniaca
que no se esclarece sino hasta el final.
Paralelamente a esta tétrica trama
Sergio Mendhoza, el protagonista, recibe
un llamado cibernético que cambia su
vida, que lo conduce hacia la ruta de la
antigua lucha entre héroes y demonios,
él ha sido nombrado mediador, él debe
guiar al héroe, que resulta ser un policía,
el teniente Guillén quien transmite ese
“halo de seguridad” que irradian las
personas heroicas:
“Súbitamente recordó por qué había
escogido portar una placa, luchar
por el bien, combatir las injusticias.
Recordó que anhelaba ser como
los héroes que protagonizaban las
historietas que leía de niño.” (Malpica,
2009, 300)
Sergio estudia en la secundaria privada
Isaac Newton y ahí conoce a Jop, su
mejor amigo, entusiasta cibernético que
anhela hacer películas de terror. Otra
amiga es Brianda, su vecina, una niña
extrovertida, que habla con la estatua de
Giordano Bruno, y está enamorada de
Sergio a quien le ha advertido que un día
serán novios. Sergio vive con su hermana
Alicia pues su madre murió cuando era
bebé y su padre desapareció, hay algo
misterioso en su pasado pues perdió la
pierna mientras él y su hermana huían
00° NAVEGANTES
por el desierto de Sonora. Sergio es un
ferviente entusiasta del rock pesado y
admira al grupo Led Zeppelin, toca la
batería con inspiración y técnica. Los
tres personajes nombrados constituyen
el mundo solidario de Sergio, así como
su punto débil frente a los enemigos.
La saga plantea que la lucha entre la luz
y la oscuridad ha perdido su equilibrio,
que los demonios cada día seducen
a más personas para que actúen bajo
su control, seres que se ven atrapados
por el deseo, por la fama, el dinero o la
pereza y por eso caen en las garras de
seres desalmados que les hacen perder,
poco a poco, su humanidad y con ello la
visión del mundo que los hace buscar la
paz, la justicia y el amor. El motor es el
miedo y Sergio controla ese miedo que
es como una fe maligna, es creer que te
puede pasar algo malo:
“Todo el mundo tiene miedo de algo,
de morir de cáncer o de ser asaltado,
de no poder pagar las deudas o de
defraudar a los seres queridos. Y no
por eso la gente se avergüenza de sí
misma. La gente sabe vivir con sus
miedos.” (Malpica, 2009, 88).
El terror, nos dice la saga, es la certeza
de que te va a pasar algo malo, pero aún
el terror se puede controlar y vencer.
Como sabemos, el miedo es un
componente regular de los cuentos de
la tradición oral, de los llamados cuentos
de hadas, aunque rara vez tienen un
hada en la trama. En estos relatos que
forman parte del corpus de la LIJ existen
22
El terror (...) es la certeza
de que te va a pasar algo malo,
pero aún el terror se puede
controlar y vencer.
personajes que detonan los miedos de la
infancia: niños perdidos o abandonados,
madrastras crueles o asesinas, lobos
que acechan en el camino, ogros y
ogresas que comen infantes, las brujas
que transforman o devoran a los niños y
niñas. El final puede ser discatastrófico
(cuando vence la tristeza o el fracaso),
o al contrario, ser eucatastrófico y
puede ofrecer un consuelo que rechaza
la completa derrota final “pues la
posibilidad de ambos se hace necesaria
para el gozo de la liberación.” (Tolkien,
1988). Las representaciones del mal son
las representaciones del miedo, ningún
temor es absurdo, en ninguna edad.
Los volúmenes de esta saga retan a los
héroes y a las heroínas frente a actos de
maldad que están en el mundo y que se
pueden leer diariamente en las noticias
como si fueran hechos comunes y
corrientes, sucesos del mundo de la
cotidianeidad. Por ejemplo, el secuestro
y la muerte de niños y niñas en situación
de calle, acontecimientos terribles que
pierden su halo de horror. Como señala
Kristeva: la banalidad del mal implica
perder la “aptitud para la libertad.
Puesto que sólo los hombres libres son
capaces de juzgar el mal.” (1), y estamos
Ilustración de Greta Haaz

23
BOTELLA AL MAR
00° NAVEGANTES
perdiendo esa sensibilidad para percibir
lo malvado, Malpica nos enfrenta con
esa terrible verdad porque “sólo cierto
modo de contemplar de cara el mal para
trasponerlo mejor -o para trasponerlo
lo mejor posible- en discurso puede
sustraernos a la banalización y abrirnos
a la libertad.” (Kristeva II). En esta saga
el escritor nos coloca frente al mundo
irracional y estúpido de la perfidia, no
podemos sustraernos de él y tenemos
que tomar una postura, asumir un papel.
Hacia eso apunta esta saga, hacia
una conmoción interna que nos permita
detectar, como a los mediadores en la
historia, la presencia de lo inhumano
frente a los actos espantosos de la vida
diaria. En una ciudad que no duerme, que
cobija lo mismo a inocentes que a seres
terribles, la violencia debe sujetarse,
como el miedo, y la respuesta está en
el interior de cada ser humano, en el
trabajo y rebelión de muchos héroes y
heroínas que habitan los espacios de
esta urbe.
Aún más, como diría el maestro
Gutierre Tibón, la Ciudad de México
simboliza el centro de México, palabra
que significa en náhualt “en el ombligo
de la Luna”, y específicamente es
reconocida como ciudad-ombligo-lago
ya que en el principio estuvo sobre el
agua de los grandes lagos de la cuenca
de México (Sotomayor), y es el “centro
cósmico, geográfico, arquitectónico y
psíquico” (1983, 7) de los mexicanos y
lo que pasa en ella se extiende al cuerpo
entero:
24
“en la cosmogonía de los antiguos,
en ambos mundos, el centro-ombligo
es el lugar sacratísimo de la creación,
el único punto donde es posible la
comunicación con la morada de
los muertos y de los dioses: cielo e
inframundo.” (Tibón, 1983, 9).
La Ciudad de México es así lugar
mágico, dual: cielo e inframundo.
Tierra seductora de dioses, fantasmas
y monstruos, que ha sido nombrada
y configurada desde tiempo antiguos,
desde las viejas historias del mundo
prehispánico. Fundada en 1325
(Sotomayor) por la tribu nahuatlaca
en la que estaban los mexicas, es
una ciudad del siglo XIV, y cuando la
Conquista y caída de Tenochtitlan en
1521 se reconstruyó sobre sus ruinas y
conservó mucho de su traza original. Su
presencia es patente en obras como la
Crónica Mexicáyotl o los “Presagios de
la venida de los españoles” en la Visión
de los vencidos. Relaciones indígenas de
la Conquista:
“Quinto presagio funesto: hirvió el
agua: el viento la hizo alborotarse
hirviendo. Como si hirviera en furia,
como si en pedazos se rompiera
al revolverse. Fue su impulso muy
lejos, se levantó muy alto. Llegó a los
fundamentos de las casas: y derruidas
las casas, se anegaron en agua. Eso
fue en la laguna que está junto a
nosotros.” (Visión, 1984, 3-4).

Y, por supuesto, es el espacio de las
leyendas, de las calles y personas
del mundo novohispano (González
Obregón, Valle Arizpe, Juan de Dios
Peza), relatos que se desarrollan sobre
todo en el centro de la capital, lugar
destinado a los grupos españoles, así
como la periferia estaba destinada para
los indígenas. Poco a poco la ciudad
maduró y adquirió rasgos estilísticos
que representaban a los diferentes
grupos que migraron a ella o las formas
artísticas de la época.
“Imitar o representar la acción es, en
primer lugar, comprender previamente
en qué consiste el obrar humano: su
semántica, su realidad simbólica,
su temporalidad. Sobre esta
precomprensión, común al poeta y a
su lector, se levanta la construcción de
la trama y, con ella, la mimética textual
y literaria” (Ricoeur, Tiempo, 129).
La Ciudad de México que nos representa
Toño en su saga es el D.F. del nuevo
milenio que se nos revela como un ser
múltiple, heterogéneo, palpitante, vivo,
diverso y monstruoso. Del mundo de
la acción y referido, nace esa ciudad
en la que cada colonia, departamento,
casa, plaza, iglesia, edificio, transporte,
café o centro comercial está preñado
de sentido y late con vida propia, con
una personalidad que le transmite a la
acción y la dota del impulso necesario.
Incluso un montaje como la casona de
Coyoacán en el tercer tomo El llamado
25
BOTELLA AL MAR
de la estirpe se convierte en un escenario
gótico con pasajes, instrumentos de
tortura y demonios. Malpica representa
una Ciudad que está en movimiento y
que guarda miles de secretos y de tratos
con lo extraordinario o el más allá. De
esta manera, se le puede ligar con una
larga tradición fantástica en la que los
espacios urbanos están cubiertos de
misterio y espanto, obras como “La
cena” de Alfonso Reyes o Aura de Carlos
Fuentes.
La Ciudad de
México que nos
representa Toño (...)
se nos revela como
un ser múltiple,
heterogéneo,
palpitante, vivo,
diverso y monstruoso
De manera especial, el autor asume
y replantea la colonia Juárez, zona
residencial del porfiriato, nacida a finales
del siglo XIX con un aire afrancesado
para personas ricas, lugar que ha perdido
parte del glamour que la caracterizaba.
También recrea las vecinas colonias
Cuauhtémoc, Roma y el Paseo de la
Reforma que fue abierto en 1865 por
Maximiliano por lo que originalmente
fue conocida popularmente como
Calzada del Emperador y rebautizada en
1877. Asimismo, la saga se desarrolla
00° NAVEGANTES
en la colonia Hidalgo o de los “Doctores”
y en la calle de Mesones de un Centro
histórico especialmente siniestro.
Mas el eje principal, podríamos decir
que el epicentro de la actividad de
los personajes que es algo así como
un verdadero cataclismo, es la plaza
Giordano Bruno inaugurada en 1991, en
la esquina de Londres y Lisboa, frente a
la calle de Roma en donde está el edificio
donde vive Sergio, el protagonista, y su
departamento en el tercer piso.
En esta plaza hay un monumento
que representa a un filósofo, poeta,
astrónomo y teólogo italiano, dominico
del siglo XVI, sentenciado por la
Inquisición a la hoguera por sus ideas
herejes y revolucionaras. En la saga,
Giordano Bruno es además un personaje
importante, primero un mediador,
después un fantasma o ánima que está
en constante comunicación con Sergio,
aunque al principio no se le revela.
El departamento de Sergio y Alicia
es otro lugar al que se regresa
continuamente, sitio del reposo, el hogar,
espacio que alude a la casa onírica de
la que hablaba Bachelard, sede de la
convivencia y de la soledad, del ensueño,
del recuerdo que ofrece una sensación de
estabilidad, “la casa es imaginada como
un ser concentrado. Nos llama a una
conciencia de centralidad.” (Bachelard,
1986), donde “los ruidos oceánicos de la
ciudad pertenecen a la ‘naturaleza de las
cosas’ (60). Espacio que convoca como
un faro al aventurero y al perdido. Sitio
que, aunque se destruya, permanece,
pues es el imaginario del útero.
26
El espacio referencial se proyecta
simbólicamente para potenciar los
rasgos de sus variados grupos de
habitantes con sus anhelos, miedos
y terrores. El DF se dibuja con su
caótica circulación, el abandono de
sus espacios, la violencia, la corrupción
y el poder que ejercen los poderosos
sobre los habitantes a quienes pueden
violentar sin ningún tipo de temor, pero
donde también hay héroes, personas
que luchan, amigos y familias distintas
que se aman.
Urbe que se desdobla en el último
volumen para mostrarnos que es la
morada de los muertos, la ciudad del
inframundo, de la pesadilla, del eterno
retorno, reproduce de manera malsana
los espacios para reforzar la desolación,
la maldad, la sed inclemente, el polvo,
donde todos los seres son demoniacos
y se ha perdido la esperanza.
“El temblor se incrementó hasta
volverse terremoto. De pronto ya
era cataclismo. Los edificios se
derrumbaron frente a sus ojos. La
estatua de Bruno se vino abajo. Los
autos eran tragados por socavones
repentinos. Los postes se arrastraban
unos a otros unidos por el alambrado.
Sólo él y el demonio permanecían en
el mismo lugar.” (Malpica, 2017, 156).
Un infierno del que la única salida es la
solidaridad, la ayuda y la confianza en el
ser humano.

“Milagro, sí”, pensó Sergio ¿Qué otro
nombre podría recibir una sacudida
del corazón en un sitio como ése?
Porque con esas palabras recuperó la
sensación de que, al lado de un héroe
como Guillén, nada podía salir mal.
Nunca. Ni siquiera en un sitio atroz
como ése. Y se dijo que atesoraría ese
milagro así pasaran cientos de miles
de años.” (Malpica, 2017, 158).
Urbe, calles, plazas, casas, departa-
mentos, espacios simbólicos que se
habitan y que se proyectan en el papel
para encender la imaginación del lector
que percibe cómo los límites de la
realidad se fusionan con la ficción.
27
BOTELLA AL MAR
Referencias
Bachelard, G. (1986). La poética del espacio, trad. de
Ernestina de Chamspourcin, colección Breviarios
de FCE, núm. 183. México: FCE.
Sichére, B. (1996). Historias del Mal, trad. por Alberto
Luis Bixio, pról. de Julia Kristeva. Barcelona:
Gedisa Editorial, Serie CLADEMA.
Malpica, A. (2017). Principio y fin. México: Editorial
Océano, Col. El lado oscuro.
― (2016). El destino y la espada. México: Editorial
Océano, Col. El lado oscuro.
― (2009). Siete esqueletos decapitados. México:
Editorial Océano, Col. El lado oscuro.
― (2011). Nocturno Belfegor. México: Editorial
Océano, Col. El lado oscuro.
― (2013). El llamado de la estirpe. México: Editorial
Océano, Col. El lado oscuro.
Mañas, P. (2010). Ciudad laberinto, ilust. de Silvina
Socolovsky, Premio de Poesía para Niños Ciudad
Orihuela 2009. Andalucía: Kalandraka.
Tibón, G. (1983). El ombligo como centro erótico.
México: FCE.
― (1981). El ombligo como centro cósmico. Una
contribución a la historia de las religiones. México:
FCE.
Tolkien, J.R.R. Árbol y hoja y el poema Mitopoeia
trad. de Julio César Santoyo Barcelona: Ediciones
Minotauro, 1988.
Sotomayor, Arturo. Expansión de México. México:
FCE, Col. Archivo del Fondo 31, 1975.
Visión de los vencidos. Relaciones indígenas de
la Conquista. Introducción, selección y notas
Miguel León-Portilla, Versión textos Ángel María
Garibay, Ilust. de Alberto Beltrán. México: UNAM,
1984.
00° NAVEGANTES
Ser niño en
el andén
El sonido de la lluvia, el crepitar del
fuego, los arrullos de los padres, cada
niño tiene un primer acercamiento
a la poesía. La experiencia poética
aparece muy temprano en nuestras
vidas, y nos motiva a realizar
grandes hazañas. Para Ana Romero,
ganadora del premio Bellas Artes de
cuento infantil Juan de la Cabada
por su obra Puerto libre. Historias
de migrantes (2012), la llegada
y los sonidos de las máquinas
locomotoras de su pueblo fueron
su inspiración para escribir Trenes
(2008).
El ritmo recrea los silbidos de un
tren, pero también se ajusta al tono
de los versos: va de ida o vuelta,
como una locomotora, de acuerdo
con la viveza o melancolía de los
versos. La unidad rítmica crea ecos
sonoros que evocan a las más
coloridas imágenes en el lector. “El
ritmo es algo más que una medida,
es el sentido detrás de los versos”
(Paz, 1975, p: 49-68). Las palabras
encarnan lo abstracto e intocable,
la amistad o el adiós, por ejemplo.
Palabra y ritmo se unen para crear
imágenes, colores y metáforas que
provocan sensaciones en quien lea.
28
En fin, este poemario contiene
ilustraciones, hechas por la artista
María del Mar Hernández, que
acompañan el quehacer poético de
Romero y en conjunto encarnan
lo que no tiene cuerpo, dicen lo
indecible y hasta nombran lo que
todavía no tiene nombre.
Para concluir, los versos de
Romero conciben un mundo como
si fuera visto por un niño por
primera vez, es decir, lo abstracto
se apoya de lo concreto para poder
designarse. Así pues, el tren es la
metáfora que recrea el llanto, la
risa, los sueños y la imaginación,
entre otros sentimientos. En un
mundo de gigantes, la imaginación
es el andén por el que llegan los
trenes de las sensaciones.
Esteban Arrambide Silva

Buenas noches,
Marina
¿Cuál era el tema que, cuando niño,
tus padres se esforzaron en mantener
lejos de tu mente? O eso que, a la
mínima referencia en la televisión,
se sentían obligados a tomar el control
remoto para apagarla avergonzados,
quizás sin comprenderlo tampoco.
Entonces llega la duda que aparece
al mediodía en la comida familiar, y
la madre pide que calles y el padre te
obliga a ir castigado a tu habitación.
Mamá, papá: ¿cómo alguien deja de
existir en tan sólo un instante?
Hay historias como “Buenas noches,
Laika” de Martha Riva Palacio que
buscan hacernos sentir: el miedo,
la rabia y la tristeza de un joven que
no se explica cómo su compañera
29
MAR ABIERTO
no volverá a ocupar su pupitre;
un chico que, tras días y días de
pensar, descubre que “las dos de
la mañana no era la mejor hora
para preguntarse si uno podría
haber hecho algo”. A la par de
estas cuestiones que nacen en un
adolescente, Sebastián busca hacer
contacto con Laika, sí, la perrita
cosmonauta que lanzaron los rusos
en el Sputnik 2. Las noticias que
le llegan son inciertas, como las
respuestas de sus maestros que
buscan acallar lo inevitable. La
muerte, el enojo, el miedo. El mundo
desenfocado de Sebastián, que a
veces piensa que Laika, o Marina,
y él son sus únicos habitantes.
En este pequeño libro, que nos
encuentra con las dudas luchando
por salir de nuestra garganta en
modo de grito, Martha Riva Palacio
ofrece el luto en forma de cuestiones
que no terminan de resolverse. El
juego de la literatura lo hace de
nuevo. Completar una figura junto
al protagonista. Laika o Marina. La
propia vida. Decir sin decir.
Myrna Santana Hernández
00° NAVEGANTES
Los juegos y
las sombras del
señor Burdick
"Él la había prevenido sobre el libro.
Ahora era demasiado tarde."
- C. Allsburg 2014
A primera instancia, esta cita,
parece sacada de cualquier obra
literaria escrita en el siglo XXI. No
tiene mucho de extraordinario en sí
misma, sin embargo, al leerla una y
otra vez, comienza a desarrollarse
cierta curiosidad por descubrir el
misterio detrás de la frase. ¿Quién le
había prevenido sobre el libro? ¿Qué
libro? ¿Tarde para qué? Y no sólo eso,
pronto crecen las ganas de saber
el contexto que existe detrás de la
referencia. Pero, ¿qué pasa si no hay
nada más detrás de ella?, o ¿qué pasa
si tras descubrir el contexto de esa
cita encuentras aún más misterio?
Esta frase pertenece al libro Los
misterios del señor Burdick, del autor
estadounidense Chris Van Allsburg,
publicado en México por la editorial
Fondo de Cultura Económica, en 1996,
compuesto por catorce ilustraciones,
cada una de ellas acompañada
de un título y un epígrafe. Los
misterios del señor Burdick tiene
una belleza significativa en las
sombras de sus ilustraciones que
30
crean una importancia visual en
ellas. En El elogio de la sombra,
Junichiro Tanizaki asegura que se
puede experimentar el placer de las
sombras como una sensibilidad y una
finura donde se valora la discreción,
la antigüedad, la profundidad y el
misterio. En este libro albúm, Van
Allsburg presenta ilustraciones en
blanco y negro tan impresionantes
que en ocasiones se llega a creer que
se mueven o que están cambiando,
como si fueran sombras. Lo bello
no es una sustancia en sí sino
tan sólo un dibujo de sombras, un
juego de claroscuros producido
por yuxtaposición de diferentes
sustancias. (Tanizaki, 2016, p: 67)
El desafío consiste entonces en
asumirse como jugador y en dejarse
ser jugado por el juego para desde
allí ampliar y propiciar el ámbito
divertido, regenerador del sentido
de la existencia, constructor de la
imaginación y del pensamiento
crítico.
Alexis Ayala Ontiveros

Cuando el mundo
se vuelve negro
Tenemos la idea de que el pensa-
miento de los niños es limitado, que
debemos simplificarles la verdad de
las cosas y la vida. Hacemos lo mismo
con los libros. Somos nosotros quienes
ponemos etiquetas y clasificamos por
edades, temas, contenido y lenguaje.
Sin embargo, existen libros que se
burlan de nuestras clasificaciones de
adultos y pasan como libros infantiles
mientras abordan con sutileza
los temas complejos que solemos
censurar o ignorar. Un ejemplo es Tal
vez vuelvan los pájaros, de Mariana
Osorio Gumá; la autora construye
con ingenio el mundo de Mar, una
niña de 8 años que, a pesar de su
tenacidad, su alegría, su manera de
jugar con las palabras y su curiosidad
por las cosas, se ve rodeada por
una situación que no acaba de
comprender: el golpe de estado de
Chile en 1973. Primero, el mundo se
vuelve negro, pero muy negro. Mar ve
a su papá quemando libros; nadie le
explica qué pasa, pero sabe que algo
no anda bien. Días después, su papá
se va. A partir de ahí emprende un
viaje con su mamá para refugiarse y
sobrevivir. La pequeña protagonista
se aferra a sus recuerdos, a la imagen
de su papá, de su nana, de su casa y a
lo poco que queda: su cajita musical;
31
MAR ABIERTO
se convence de que la muñeca le
habla, de que a ella y a los adultos les
salen escamas de la piel en El lugar
de mientras tanto. Se rehúsa a hablar,
hasta no volver a ver a su padre, de
quien no saben nada. De los silencios,
referencias e inferencias: a través del
lenguaje sutil, el lector experimenta
la violencia y lo grotesco del contexto
en el que se ve obligada a crecer y la
manera en la que sus pensamientos
y su forma de hablar cambian a lo
largo de la diégesis. Los silencios
refuerzan la narración sublime y
los recursos literarios en los que se
apoya la autora. Sin duda alguna,
Tal vez vuelvan los pájaros es uno
de esos libros que conmueven y
desgarran dejando un vacío en el
lector y un irremediable cariño por los
personajes. No podemos dejar de leer
esta novela como una apuesta por
contar la historia y aprender de ella
a través de una narrativa rica para
cualquier público que esté dispuesto
a abrirse y sensibilizarse al complejo
mundo de Mar donde, aunque a veces
el mundo se torne negro, pero muy
negro, siempre hay esperanza de que
vuelvan los pájaros.
Ana Clara Villegas
00° NAVEGANTES

VOLAR
Por Martha Riva Palacio Obón

Volar es soñar ríos en el cielo

y nadar de mariposa
por los vasos capilares
de la atmósfera.
Nadar es cruzar al vuelo
un océano repleto de peces
y llegar en dos brazadas
hasta Marte.
Volar de crol al mediodía
con los ojos llenos de sal
y el sol...
El sol que se vuelve agua.
Echarse un clavado
y flotar panza arriba
por la cima del mundo.
Nadar es volver a casa
y ser ola, vaivén, burbuja,
un instante que pasa
a golpe de branquia.

32
 CARTAS NÁUTICAS

MINUTO 197
Por Toño Malpica

U
na cosa es que un libro se te caiga de las manos
y otra, muy distinta, que se te eche a correr. Puede
ser un sábado o un lunes. Octubre o mayo. El
parque, la habitación o el sanitario. A mí, por fortuna, me
ocurrió en el jardín, debajo de una sombra, en viernes y
con música sonando. “Esto es el colmo”, dijo el ejemplar.
Se refería (supuse) a que era la tercera vez que cabeceaba
(yo) y caía al suelo (él); en este caso, sobre los filos de unas
piedras volcánicas bajo mi hamaca. Acto seguido, corrió
a refugiarse al interior de una manguera verde enrollada
como serpiente. Supuse que ninguna disculpa serviría, pero
peor era hacerse el desentendido, ir al librero y extender
la mano para tomar cualquier otro (la verdad nunca se
sabe si un ejemplar conoce el camino al estante de donde
fue tomado; además, podía decirse que todo aquel drama
era mi culpa: uno debe tener bien arraigada la disciplina
de la lectura, avanzar párrafo tras párrafo tras párrafo
sin importar cuán farragosos éstos sean, concluir el texto
y emitir un juicio concreto, de preferencia publicable en
internet.) Así que me aproximé y, ya en cuclillas, ofrecí una
disculpa. “Usted perdone, es que, uhm, verá, ayer pasé mala
noche, comí pesado y, de pilón, mire usted, pronosticaron
lluvia y, en cambio, este insoportable calorón.” (Habrá que
advertir que no quise hacer mención a palabras como
impepinable cuyo significado desconozco y cuya inferencia
prefería evitar y de las cuales estaba plagado el sujeto; todo
con el fin de que no se sintiera, claro, aún más ofendido).
“No se fije”, dijo abrazándose a sí mismo, como si se
hubiese sorprendido desnudo de portadas, o como si le
avergonzara su propio título. “En realidad cuando dije «esto
es el colmo» me refería a mí mismo. No tiene usted idea

33
00° NAVEGANTES

de cuántas veces he pasado por esto. Estoy casi seguro de

que nadie ha llegado a la página 437 sin bostezar varias
veces. Y aquellos que se han preciado de leerme completo,
comienzo a dudar que en realidad lo hayan hecho. Acaso
estaban pensando en algún amor perdido de su juventud o
en los intereses moratorios de sus deudas cuando llegaron
a la última página, y no en la feliz conclusión de las tramas
de mis personajes.” Debo admitir que me inspiró una gran
piedad el quejoso y mastodóntico ejemplar. ¿Cómo poder
refutarlo? Todos decían que era una obra maestra. Así fue
como llegué yo a él. Así me animé a abrirlo y dedicarle una
tarde de viernes a la sombra con música de fondo. Pero las
tres veces que acabó en el suelo eran tan irrefutables como
el llanto que empapaba su sello editorial. “A veces desearía
ser una predecible historia de vampiros o un policiaco
lleno de clichés o una novela erótica con diálogos de lo
más sosos o...” Se derrumbó en el césped contra su cuarta
de forros mientras yo pensaba que ningún libro se merece
tal suerte. Mi misión sería reivindicarlo. Mi bien arraigada
disciplina de la lectura me llevaría a avanzar párrafo tras
párrafo tras párrafo sin importar cuán farragosos éstos
fueran, concluiría el texto y emitiría un juicio concreto, que
al final publicaría en internet. Lo levanté. Lo sacudí. Me
senté sobre la piedra volcánica a modo de castigo. Apagué
la música. Me concentré y avancé letra tras letra palabra
tras palabra línea tras línea párrafo tras párrafo tras
párrafo tras párrafo hasta ese momento en que apareció
frente a mí una pantalla de cine en la que proyectaban “El
valle de Abraham” de Manoel de Oliveira y yo era el único
espectador en la sala que en el minuto 197 se levantaba y
pedía a gritos que por misericordia humana....
En todo caso esa cuarta vez....
...cuando desperté, el dinosaurio (es un decir, claro),
todavía estaba allí.
Puesto que nunca se sabe si un ejemplar conoce el
camino al estante de donde fue tomado, yo mismo lo llevé
de regreso. Y tomé el primer policiaco con una rubia en la
portada que pude encontrar en el librero.

34
Ilustración de Greta Haaz

HANS

ANDERSEN
CHRISTIAN
00° NAVEGANTES

Hans Christian Andersen,

autorretrato

Contar al
cuentacuentos
Por Ana Rodríguez López

H
abía una vez un literato danés que supo sumergirse con buen
tino en el imaginario de grandes y niños. Es fácil imaginar
que hablamos del célebre Hans Christian Andersen, un
genio soñador, viajero empedernido, acomplejado e incondicional
de amores imposibles, que amaba las artes, sin limitarse a las letras.
La ironía de esta historia es que el autor, conocido como el padre de
la literatura infantil, se tropezó con desgana con su destino, pues en
su fuero interno ansiaba triunfar como dramaturgo, bailarín, actor e
incluso cantante de ópera.
Nacido el 2 de abril del año 1805 en la ciudad danesa de Odense,
Andersen creció rodeado de un ambiente de pobreza en el que el
alcoholismo y la prostitución le aterraron y marcaron. Tímido y
retraído, el niño Hans solía jugar con un teatrito y unas marionetas,
alejado de las burlas de los otros niños, que no perdonaban su
aspecto afeminado y afeado. Las mil y una noches le acompañaron
durante su infancia, transmitida en palabras de un padre zapatero

36
 GRANDES CAPITANES

que, al igual que Scheherezade, de libro de viajes, mezclado con

gustaba de contar cuentos. Lo cierto tintes autobiográficos, que narra las
es que el pequeño Andersen siempre andanzas del protagonista Antonio.
supo refugiarse en los recovecos de El autor se proyectó en muchas de
su imaginación, con la que presentía sus obras, como es el caso de El patito
un futuro de fama y gloria. feo y su anhelado álter ego en forma
Su padre murió cuando él solo tenía de cisne. O La sirenita que, lejos
once años. Tres años después, y tras de la idealización que popularizó
las segundas nupcias de su madre, el Disney con su versión, es un canto
adolescente y autodidacta Andersen al desamor. Y es que el desdichado
se marchó a Copenhague con los y acomplejado Andersen albergó su
sueños intermitentes de convertirse talón de Aquiles en el amor que, por
en un gran artista. Durante una corta más que buscó, jamás lo encontró.
y poca fructífera etapa en el Teatro Andersen murió el 4 de agosto
Real de Copenhague, conoció a una de 1875. Paradójicamente, hoy
figura clave en su vida, Jonas Collins, los turistas desafían la soledad
el director del teatro, quien intercedió del escritor en el cementerio de
para conseguirle al joven una beca en Assistens, donde descansan los ecos
la Escuela de Gramática de Slagelse, de su imaginación.
además de una ayuda para viajar por
Francia e Italia.
El literato, atraído por la mitología
griega y las leyendas de la tradición
popular germana, escribió más
de 160 cuentos empapados de
romanticismo danés. Algunos tan
populares que, dos siglos y varias
generaciones después, se siguen
transmitiendo a los más pequeños.
Es el caso de El patito feo, El traje
nuevo del emperador, El soldadito
de plomo, Pulgarcita, La reina de las
nieves, El ruiseñor, La sirenita o La
vendedora de fósforos, cuento en el
que inmortalizaría la pobreza a la que
se enfrentó su madre.
Más desconocidas hoy en día
son sus novelas, como es el caso
de El improvisador, una suerte

37
00° NAVEGANTES
El niño que
imaginaba
Por Ana Romero
“A
tención, que vamos a
empezar. Cuando hayamos
llegado al final de esta
parte, sabremos más que ahora…”,
dijo Andersen al inicio de La reina
de las nieves, y no me queda más
remedio que atender la proclama.
Comencemos pues.
Hans Christian Andersen pasó sus
70 años de vida siendo un niño.
“¡Qué manera de arruinar un inicio
con semejante lugar común”, estarán
pensando, pero permítanme explicar
mis razones: Andersen siempre fue
un niño porque nadie lo tomaba en
serio, ni siquiera él mismo; tenía la
curiosidad tan a flor de piel que hasta
rasquiñas le daban y sólo las curaba
conociendo, viajando; su imaginación
era tan exacerbada que lo llevó a ser
calificado de lunático, viejillo loco, el
bobo de los cuentos de hadas; se pasó
la vida entera buscando el amor; y
sobre todo, nunca encontró su lugar
en el mundo.
38
Siempre fue un niño y sólo su
imaginación y terquedad infantiles
(las más potentes entre todas) le
granjearon un lugar en el Parnaso
Literario y, encima, lo ayudaron
a mantenerse vivo por 70 largos
años, a pesar de haber vivido en
un lugar y en un tiempo donde
aquellos que pasaban de los 5 ya
podían considerarse sobrevivientes.
Veteranos de la vida.
Andersen era un niño y como tal,
su imaginación lo mantuvo en pie
en esos días negros que, como buen
infante, tuvo en abundancia. Hijo de un
zapatero herido por la guerra y de una
lavandera alcohólica, nuestro maestro
contador tuvo que pedir limosna y
dormir debajo de los puentes, ¿cómo
iban a ser sus historias si no oscuras?,
¿por qué sus narraciones habrían de
tener final feliz si él fue testigo de lo
contrario?, ¿quién podría negarse al
reflejo de su literatura si del dolor
todos hemos probado?

Andersen era un niño y como tal, su imaginación
lo mantuvo en pie en esos días negros que, como
buen infante, tuvo en abundancia.
No nos llamemos a engaño,
Andersen sí se pasaba los días
fantaseando, viviendo cientos de
aventuras que sólo ocurrían en su
mundo interior. Sí era un lunático,
pero también es el mejor.
Sus historias forman parte de la
educación sentimental de todos los
seres humanos. No, no exagero porque
su herencia no recala únicamente sus
cuentos, también las adaptaciones
de cine, televisión e innumerables
libros (de distintas calidades, todo
hay que decir) que ni siquiera hay que
pagar con monedas, muchos hasta
los regalan y pueden encontrarse
en libreros, puestos de periódicos,
supermercados o mantelitos de
restaurantes. También es cierto
que de entre los educandos de papá
Andersen, una inmensa mayoría
desconoce el nombre del autor y qué
más da. La sirenita, El patito feo o La
vendedora de fósforos, son antiguos
conocidos porque todos hemos sido
ellos, quizá nos parecemos a unos más
que a otros, pero en la intimidad de la
imaginación, ¿quién se va enterar de
que estamos más cerca del vanidoso
Emperador que de la Princesa del
guisante? Para confirmar lo anterior
y con total ausencia de rigor, hice
un estudio bastante manga ancha y
39
GRANDES CAPITANES
tramposón, es decir, pregunté en mis
redes sociales por el cuento favorito
de los presentes. La conclusión no es
sorpresa para los lectores de literatura
para niños y jóvenes, pero sí para la
obtusa comunidad de censores que,
aún más que escritores, tiene la LIJ.
Ganaron los tristes y por razones de
tristeza. ¿Qué nos impele a recrear la
desventura? Un reflejo. Un espejo lo
suficientemente distante para que no
hiera, pero que sí cale.
Por amplio margen, el cuento
más querido de Andersen es La
vendedora de fósforos, donde se
narran los últimos minutos de vida
de una niña que apenas conoció a
su madre, es golpeada por su padre
y, descalza, muere de frío ante la
imperturbabilidad de los transeúntes.
Le siguió en popularidad El patito
feo, en el cual se relatan las miserias
por las que pasa este crío gordo, feo,
dueño de una voz que no soporta ni
su madre, quien prefiere exiliarlo de
la comunidad y en ese aislamiento,
lo picotean casi hasta la muerte, lo
dejan sin alimento, sin abrigo, sin
réplica. Lo aíslan.
Vinieron a continuación Las
zapatillas rojas, la historia de una
vanidosa de nombre Karen que
muere por agotamiento físico, dado
00° NAVEGANTES

que le es imposible dejar de bailar, un ser humano se le hayan podido

para subsanar su mal no se le ocurre imaginar. Corrijo: que un niño pudiera
mejor cosa que pedirle al verdugo imaginar. Este cuento siempre me ha
del pueblo que le corte los pies con perturbado: ¿por qué el soldadito no
todo y zapatos; hasta eso que el buen abandona la postura marcial para
hombre le fabrica zancos y muletas, salvarse? O peor aún: si se hubiera
pero Karen muere de todos modos. Al movido, revelando la magia de los
igual que La sirenita, una romántica juguetes, ¿le habría servido de algo?
que abandonó familia, patria y voz por El ala burlona de los encuestados
perseguir el amor de un príncipe que apareció con El traje nuevo del
no la quería, y por quien sacrificó su emperador, donde podemos reírnos
hermosa cola a cambio de dos piernas a gusto del tarado gobernante y su
y unos tremendos dolores, “cada vez tarada corte, igual que en La princesa
que sus pies tocaban el suelo, creía y el guisante, porque aunque seamos
pisar un agudísimo cuchillo”, nos capaces de roncar sobre camas
cuenta Andersen y es de piedra, todas
éste, de entre todos En todos esos cuentos, diremos en público
sus cuentos, el que hay un halo salvador, que tenemos la
más me recuerda a su una luz que se enciende, característica piel
autor. No puedo pensar una primavera que delicada de la realeza.
en un sacrificio mayor vuelve para deshelar los Mi estudio podría
para un contador campos aunque ya no inferir que nos
de historias que el sea en este mundo. encanta sufrir. Pues
de ofrendar su voz, no. Porque en todos
sus palabras, a cambio de un cariño esos cuentos, hay un halo salvador,
sincero. Igual que la sirenita (no le una luz que se enciende, una
pongo nombre porque Andersen no primavera que vuelve para deshelar
se lo dio, lo de Ariel se lo debemos a los campos aunque ya no sea en este
un guionista de Disney), el buen Hans mundo. La cerillera muere con la
tampoco conoció el verdadero amor, sonrisa que le da el recuerdo de su
y podría asegurar que él también abuela, la sirenita se lanza de cabeza
habría callado a cambio de ser al mar y es recibida por sus hermanas
correspondido alguna de las muchas del aire, Karen encuentra sosiego
veces que se enamoró. en un lugar luminoso donde nadie
Otro de los muy nombrados fue El le pregunta por sus zapatos rojos, el
soldadito de plomo, un militar cojo militar sin pierna arde en las llamas,
que por no perder su rigor marcial, pero en brazos de su gran amor.
deja que la vida lo someta a todos La imaginación los salvó igual que
y cada uno de los castigos que a a su creador. Y él nos salvó a nosotros

40

del tedio. Sabedor de la poca paciencia
del público infantil, no se demora en
preámbulos y desde las primeras
líneas nos lleva a otro mundo. “¡Qué
frío hacía!” (La vendedora de fósforos);
“El pobre Juan estaba muy triste, pues
su padre iba a morir” (El compañero
de viaje), “Una mujer anhelaba tener
un hijo pero no sabía dónde irlo a
buscar” (Pulgarcita), “Había una vez un
príncipe que quería casarse con una
princesa” (La princesa y el guisante)…
Un golpe de vista y ya estamos ahí,
donde el autor nos necesita y que
comience la magia.
Para conocer la grandeza de
nuestro eterno niño sólo basta leer
(o releer) un cuento, el que sea, pero
tomando ventaja de estar detrás de
estas líneas, voy a sugerir mi favorito,
La reina de las nieves. Ahí se narra
cómo Margarita tuvo que salir al
mundo sin zapatos (algo se traía don
Hans con esa escasez de calzado),
para rescatar a su amigo Carlos de
las garras de la gélida y cruel Reina
de las Nieves. Todo bien hasta aquí,
muy normal para un cuento de
hadas, la cosa es que Andersen no se
contentaba y su imaginación, menos.
Entremezclados con la narración
base, aparecen el diablo; una viuda
hindú a punto de ser lanzada a la pira
funeraria donde yace su marido, pero
que gasta sus últimos momentos
en mirar los ojos de su verdadero
amor; unas flores que “sólo saben de
sus propios pesares”; una bandolera
de buen corazón pero muy malos
41
GRANDES CAPITANES
modos; una lapona que usa el bacalao
como papel de carta y una finesa que
se cena el papel. En La reina de las
nieves hay de todo, hay el destino, la
salvajada, el buen final.
Pero elijan el que quieran
porque don Hans narró la vida tan
admirablemente bien, que ni cuenta
nos dimos de que al leerlo también
estábamos filosofando, aprendiendo
a resistir los embates del destino que,
casi con toda seguridad, íbamos a
recibir.
Sin haber encontrado pleno
reconocimiento en vida por su
magnífica obra, Andersen siempre
vivió dentro de su literatura. Además
de narrador en primera persona que
a menudo se hace notar, nos hizo
creer que también fue testigo de
los hechos. Un testigo arrebatado y
mandón que jamás desaprovechó la
tinta para mostrarle su voz al mundo.
No es casual que muchos de sus
cuentos tengan como protagonista a
un contador de historias que se salva
gracias a la palabra.
Andersen sabía que la imaginación
salva, pero que las historias
compartidas, redimen. Los cuentos
de este niño eterno se desprendieron
de su autor para ir a transformarse
en mitología llegada de quién sabe
dónde, pero llegada para quedarse.
“¡Adiós, adiós! Y éste es el destino
de todos los cuentos”, dijo muy cortés
El abeto antes de despedirse y quien
esto escribe, no se puede quedar
atrás. Adiós.
00° NAVEGANTES

La vendedora
de fósforos

¡Qué frío hacía! Nevaba y comenzaba a oscurecer; era la

última noche del año, la noche de San Silvestre. Bajo aquel
frío y en aquella oscuridad, pasaba por la calle una pobre niña,
descalza y con la cabeza descubierta. Verdad es que al salir
de su casa llevaba zapatillas, pero, ¡de qué le sirvieron! Eran
unas zapatillas que su madre había llevado últimamente, y
a la pequeña le venían tan grandes que las perdió al cruzar
corriendo la calle para librarse de dos coches que venían
a toda velocidad. Una de las zapatillas no hubo medio de
encontrarla, y la otra se la había puesto un mozalbete, que
dijo que la haría servir de cuna el día que tuviese hijos.
Y así la pobrecilla andaba descalza con los desnudos
piececitos completamente amoratados por el frío. En un viejo
delantal llevaba un puñado de fósforos, y un paquete en una
mano. En todo el santo día nadie le había comprado nada, ni le
había dado un mísero centavo; volvíase a su casa hambrienta
y medio helada, ¡y parecía tan abatida, la pobrecilla! Los copos
de nieve caían sobre su largo cabello rubio, cuyos hermosos
rizos le cubrían el cuello; pero no estaba ella para presumir.
En un ángulo que formaban dos casas –una más saliente
que la otra–, se sentó en el suelo y se acurrucó hecha un
ovillo. Encogía los piececitos todo lo posible, pero el frío
la iba invadiendo, y, por otra parte, no se atrevía a volver a
casa, pues no había vendido ni un fósforo, ni recogido un
triste céntimo. Su padre le pegaría, además de que en casa
hacía frío también; solo los cobijaba el tejado, y el viento
entraba por todas partes, pese a la paja y los trapos con que
habían procurado tapar las rendijas. Tenía las manitas casi

42
 GRANDES CAPITANES

ateridas de frío. ¡Ay, un fósforo la aliviaría seguramente! ¡Si se

atreviese a sacar uno solo del manojo, frotarlo contra la pared
y calentarse los dedos! Y sacó uno: «¡ritch!». ¡Cómo chispeó y
cómo quemaba! Dio una llama clara, cálida, como una lucecita,
cuando la resguardó con la mano; una luz maravillosa. Le
pareció a la pequeñuela que estaba sentada junto a una gran
estufa de hierro, con pies y campana de latón; el fuego ardía
magníficamente en su interior, ¡y calentaba tan bien! La niña
alargó los pies para calentárselos a su vez, pero se extinguió
la llama, se esfumó la estufa, y ella se quedó sentada, con el
resto de la consumida cerilla en la mano.
Encendió otra, que, al arder y proyectar su luz sobre la pared,
volvió a esta transparente como si fuese de gasa, y la niña
pudo ver el interior de una habitación donde estaba la mesa
puesta, cubierta con un blanquísimo mantel y fina porcelana.
Un pato asado humeaba deliciosamente, relleno de ciruelas y
manzanas. Y lo mejor del caso fue que el pato saltó fuera de la
fuente y, anadeando por el suelo con un tenedor y un cuchillo
a la espalda, se dirigió hacia la pobre muchachita. Pero en
aquel momento se apagó el fósforo, dejando visible tan solo
la gruesa y fría pared.
Encendió la niña una tercera cerilla, y se encontró sentada
debajo de un hermosísimo árbol de Navidad. Era aún más alto
y más bonito que el que viera la última Nochebuena, a través
de la puerta de cristales, en casa del rico comerciante. Millares
de velitas ardían en las ramas verdes, y de estas colgaban
pintadas estampas, semejantes a las que adornaban los
escaparates. La pequeña levantó los dos bracitos… y entonces

43
00° NAVEGANTES

se apagó el fósforo. Todas las lucecitas se remontaron a lo

alto, y ella se dio cuenta de que eran las rutilantes estrellas
del cielo; una de ellas se desprendió y trazó en el firmamento
una larga estela de fuego.
«Alguien se está muriendo» –pensó la niña, pues su abuela,
la única persona que la había querido, pero que estaba muerta
ya, le había dicho:
–Cuando una estrella cae, un alma se eleva hacia Dios.
Frotó una nueva cerilla contra la pared; se iluminó el
espacio inmediato, y apareció la anciana abuelita, radiante,
dulce y cariñosa.
–¡Abuelita! –exclamó la pequeña–. ¡Llévame, contigo! Sé
que te irás también cuando se apague el fósforo, del mismo
modo que se fueron la estufa, el asado y el árbol de Navidad.
Se apresuró a encender los fósforos que le quedaban,
afanosa de no perder a su abuela; y los fósforos brillaron con
luz más clara que la del pleno día. Nunca la abuelita había
sido tan alta y tan hermosa; tomó a la niña en el brazo y,
envueltas las dos en un gran resplandor, henchidas de gozo,
emprendieron el vuelo hacia las alturas, sin que la pequeña
sintiera ya frío, hambre ni miedo. Estaban en la mansión de
Dios Nuestro Señor.
Pero en el ángulo de la casa, la fría madrugada descubrió
a la chiquilla, rojas las mejillas y la boca sonriente… Muerta,
muerta de frío en la última noche del Año Viejo. La primera
mañana del Nuevo Año iluminó el pequeño cadáver sentado
con sus fósforos: un paquetito que parecía consumido casi
del todo. «¡Quiso calentarse!», dijo la gente. Pero nadie supo
las maravillas que había visto, ni el esplendor con que, en
compañía de su anciana abuelita, había subido a la gloria del
Año Nuevo.

También te recomendamos leer: Historia de una madre, Los cisnes

salvajes, La sirenita, El traje nuevo del emperador y El patito feo.

44
 ¡TIERRA A LA VISTA!

De cuentos
como puentes
Existe una frase mágica capaz de calmar cualquier exaltación; tiene el poder
de provocar la atención total del auditorio; el silencio absoluto y expectante;
el redescubrimiento del asombro y la alegría que le precede; surge de unos
labios que aletean como alas de mariposa, diciendo: “había una vez”.

Por Teresa Ramírez Puente

U
na de las estrategias más
utilizada por mediadores
y padres de familia para el
acercamiento de los niños a la lectura
es la narración de cuentos, ya sea a
través de la lectura en voz alta o de la
narración oral. Sin embargo, parece
haber cierto escepticismo respecto a
los alcances de esta práctica como una
forma de acercamiento de los jóvenes
a la literatura. Frecuentemente
se piensa que la transición del
juego, las retahílas, jitanjáforas, las
adivinanzas, trabalenguas y los
cuentos infantiles a la lectura de
textos literarios debería ser algo
natural, es decir, un evento que
sucede por el hecho de tener cierta
edad o ingresar a determinado grado
escolar. No obstante, todos los días,
los docentes nos enfrentamos con el
reto de “hacer” que los adolescentes
lean. Para cumplir tal cometido,
intentamos motivar a los alumnos
usando nuestros argumentos más
convincentes sobre la utilidad de
la lectura, su relevancia para la
comprensión de cualquier unidad de
aprendizaje y el valor que tiene para
convertirnos en personas “cultas”,
olvidando –la mayoría de las veces
sin mala intención- que no existe
mejor estrategia para la promoción
de la lectura que el contagio.
Los adolescentes están en una
búsqueda constante de modelos
de identificación e idealización.
Un maestro que cuenta cuentos a

45
00° NAVEGANTES
sus alumnos, automáticamente, se
reconocerá por el adolescente como
un maestro que gusta de la lectura,
que la disfruta tanto que hasta la
cuenta, como quien le platica a su
mejor amigo la película que recién
acaba de ver en el cine. Asimismo,
en el momento en que se atribuye al
maestro el goce de la lectura, todo lo
que diga de ahí en adelante, en torno
a la literatura, adquiere legitimidad,
es decir, su discurso en favor de la
lectura se hace verdadero, tangible y
por lo tanto confiable.
Desgraciadamente, contar cuentos
es una estrategia que utilizamos
pocas veces para el trabajo con
adolescentes, por una parte porque
pensamos que es una actividad
infantil. Ante esto, es preciso
recordar que los chicos de nivel
preparatoria aún están en búsqueda
de su identidad y, en su necesidad
de incorporarse al mundo adulto, tan
deseado y temido a la vez, recurren
a la fantasía para hacer frente a la
colisión que esta etapa les impone. Es
en este punto donde la narración oral
puede ser ese puente que permita al
joven fantasear, como preámbulo a la
entrega total al texto escrito, la cual,
finalmente, le brindará un mayor
acceso a la posibilidad de enriquecer
su mundo interior, hacer frente a
sus fantasmas, resolver su temores
y conflictos y dotar de sentido al
mundo en el que vive.
Por otra parte, está el temor del adulto
de no encontrarse lo suficientemente
46
preparado, artísticamente, para esta
tarea. A este respecto la solución es
muy sencilla: los talleres. Un taller
para aprender a narrar cuentos y leer
en voz alta puede tener una duración
de entre 5 y 10 sesiones, al cabo de las
cuales ciertamente no se convertirá
en un narrador oral artístico, pero sí
obtendrá la preparación suficiente
para utilizar esta maravillosa
herramienta en el aula, en su sala
de lectura o con sus hijos. Porque
no sé a ustedes, pero a mí todavía
me gusta que mi mamá me cuente
cuentos. Los invito a navegar por el
extraordinario mar de la narración
oral. Estoy segura de que no van a
arrepentirse, ya que, como apunta
Aidan Chambers, “hay quienes dicen
que no les gusta leer relatos, pero
nunca me he encontrado con alguien
a quien no le guste escucharlos”.
La narración oral
puede ser ese
puente que permita
al joven fantasear,
como preámbulo a
la entrega total al
texto escrito

Semillero de cuentos:
la literatura en
la primera infancia
L
a primera infancia es una
etapa crucial que define gran
parte del desarrollo adulto de
los niños. En este espacio temporal,
que va desde el nacimiento a los ocho
años (aproximadamente, aunque
hay países en los que la primera
infancia abarca hasta los 4), los niños
desarrollan habilidades elementales
que les permiten ser y estar en el
mundo. Las neuronas desarrollan
conexiones a gran velocidad, el
cuerpo experimenta grandes cambios
físicos en lapsos muy breves y el
afecto constituye un elemento básico
para potenciar el desarrollo de los
niños en esta etapa.
La lectura literaria constituye, en
este período, no sólo una herramienta
que apuntala el desarrollo cognitivo
de los niños, sino una oportunidad de
disfrutar, de jugar y de abrir la puerta a
la literatura. Con lo anterior en mente,
Semillero de Cuentos ha desarrollado
47
¡TIERRA A LA VISTA!
Por Susana Ruiz
actividades a lo largo de siete años,
en las que niños desde cero meses
hasta los 3 años y sus padres tienen
la oportunidad de acercarse a la
literatura a partir del juego, la música
y la experiencia plástica.
Karla Monsiváis y Noa Muñoz
iniciaron este proyecto (al que
posteriormente se integraría Myrna
Luna) con la intención de atender
a este sector de la población para el
que, por lo general, hay poca oferta
cultural. Ellas buscan despertar en
los niños un interés genuino por la
lectura a partir de una relación de
afecto con un adulto de confianza
(padres, abuelos, etcétera) quienes
acompañan al niño en la sesión.
“Buscamos que el juego con el libro
sea algo natural” apunta Noa, “no
queremos al libro en el pedestal.
Siempre compartimos con los padres
la idea de que el libro puede estar
en cualquier rincón, en cualquier
00° NAVEGANTES
parte: en el carro, en una canasta,
como una opción más; no tiene que
haber necesariamente una ‘hora de
la lectura’”. Durante las sesiones,
los niños tienen la oportunidad de,
literalmente, jugar con los libros:
tomarlos, apilarlos, olerlos, hojearlos.
No hay un criterio preciso sobre la
selección de los textos que se leen
en las sesiones, pero eso sí, deben ser
libros del gusto de quien lo lee (¿cómo
contagiar el amor por un libro si uno
mismo no lo ama?) así que el gusto
de todas está presente en la pequeña
biblioteca con la que cuentan en sus
instalaciones.
La música es un elemento muy
importante (Noa toca la guitarra y
canta) por lo que siempre tratan de
conjuntar la canción con el texto,
que tenga un sentido la presencia
de la música respecto a los libros
que se leen en la sesión, un porqué.
Asimismo, cada sesión empieza con
la canción de inicio y termina con
la de despedida; ambas canciones
son propias del grupo y los padres y
niños suelen aprenderlas y cantarlas.
Por otro lado, la experiencia estética
del espacio también es importante.
Muchas de las actividades requieren
espacios especiales, donde sea
posible jugar con cualquier tipo de
elemento. Myrna es arquitecta y,
desde su visión, ha procurado que
los espacios físicos de Semillero de
Cuentos no sólo sean apropiados
para las actividades, sino que además
sean estéticos.
48
Los temas son libres, variados,
no hay una intención didáctica.
“El tema es un pretexto” señala
Karla, “no buscamos un tema de
aprendizaje en particular, buscamos
imágenes para jugar”. Además
del juego, la experiencia estética
sensorial es importante para sus
actividades. Karla comenta al
respecto: “Nuestro primer amor fue
el teatro, por lo que para nosotros
el juego es fundamental. El teatro
siempre es estar en esta búsqueda
de la sorpresa, de crear metáforas,
ambientes. Buscamos que la sesión
sea más estética, más sensorial, pero
jugando con el elemento elegido”. El
texto, la canción, la ambientación y
los materiales: todo se conjunta de
acuerdo con un tema o experiencia
para dar lugar a una sesión redonda
en torno a un núcleo. “Buscamos que
llegue a la subjetividad de los niños;
que los sorprenda, que les abra más
espacio en su universo” dice Karla.
El texto, la canción,
la ambientación y los
materiales: todo se
conjunta de acuerdo con
un tema o experiencia
para dar lugar a una
sesión redonda en torno
a un núcleo.
 ¡TIERRA A LA VISTA!

Por otro lado, Karla comenta que En Semillero de Cuentos, Karla, Noa
la lectura de poesía es algo que se y Myrna disfrutan mucho trabajando
realiza con frecuencia en Semillero. con los niños, con esta primera
“La poesía en la primera infancia es infancia -a veces tan ignorada- que
maravillosa; los niños son poetas tan fácilmente puede volcarse a
por naturaleza, ven el mundo de la literatura a partir del juego y la
diferente manera, crean metáforas relación con sus padres. “Los libros
en sus juegos y el fomentar la son una herramienta preciosa para
lectura de poesía es potenciar estos que sus mundos se amplíen”, apunta
momentos poéticos que tienen los Karla, “qué mejor que experimentarlos
niños, potenciar este mundo modal al lado de sus papás que son los que
en el que viven, donde no conocen el les leen, los que están sosteniendo la
nombre de las cosas. Nada existe si lectura”.
no se nombra, entre más nombramos
el mundo a los bebés desde la primera https://www.facebook.com/
infancia, más vasto, más grande va a SemillerodeCuentos/
ser el universo en el cual viven”.
Para Semillero de Cuentos es
importante integrar a los papás en las
actividades. “Queremos mostrarles
la belleza de la literatura infantil a
los papás, porque si a los papás los
atrapas van a compartir este gusto
con sus hijos”, señala Myrna, “en mi
caso así fue: la literatura infantil me
[en]ganchó y ahora es mi mundo”. Por
otro lado, Noa comenta que por medio
de los niños es posible llegar a los
papás, a los abuelitos, tíos: “cuando en
la sesión está toda la familia estamos
haciendo un trabajo doble: además
de fomentar las artes y la literatura
infantil en los niños, estamos
fomentando la unión familiar”.
Gracias a los libros y las canciones,
los adultos recuerdan cómo jugar, se
sacuden los prejuicios y limitaciones
y se integran al juego.

49
 CONVOCATORIA
¿Quieres
navegar con
nosotros?
En Navegantes queremos hacernos a la mar contigo.
Si te interesa publicar tus textos, te recordamos nuestras secciones:

1. Botella al mar – ensayo y crítica sobre LIJ

2. Mar abierto – reseñas de LIJ
3. Cartas náuticas – creación literaria (literatura para niños y jóvenes)
4. ¡Tierra a la vista! – promoción de la lectura/literatura – estrategias y
opinión
5. Viento en popa – novedades literarias
6. Tinta de sirena – temas relevantes para la infancia

Los textos deberán enviarse al correo navegantes@biblionautas.mx con

el siguiente formato: letra times a 12 puntos, interlineado doble, margen
de 2.54 cm (una pulgada) en documento Word o PDF.

La vida amorosa
de los animales
Fleur Daugey &
Nathalie Desforges
Océano Travesia
La inquietud por saber “¿quién soy?”
la compartimos los seres humanos y
pasa que, cuando volteamos a ver esa
pregunta, estamos tan ensimismados
con nuestro día a día que se vuelve
algo abrumador.
El libro informativo La vida
amorosa de los animales, escrito por
Fleur Daugey e ilustrado por Nathalie
Desforges, funciona como ventana
hacia un lado desconocido de muchos
animales con quienes compartimos
el mundo. Al leerlo, nuestra mirada se
dirige hacia el exterior y nos recuerda
51
VIENTO EN POPA
que para comprendernos también es
necesario ver más allá de nosotros
mismos. Con su lectura nos damos
cuenta de que las ideas preconcebidas
están ahí para ser cuestionadas e
incluso desechadas. Nos recuerda
que aún tenemos la capacidad de
maravillarnos, asombrarnos con
nuevo conocimiento y, lo más
importante: conocer otras formas de
ser y estar en el mundo.
Acompañados de un tono ameno y
ligero y unas divertidas ilustraciones,
conocemos las muchas formas del
00° NAVEGANTES
amor y la sexualidad en el mundo
animal. Así nos enteramos de que
también los animales necesitan y les
gusta demostrar afecto por el simple
gusto de hacerlo, como es el caso
de los bonobos. Que ellos también
buscan llamar la atención de sus
parejas, algunos para estar juntos
para siempre, otros para perpetuar la
especie, otros por placer. Si creímos
que solo los humanos teníamos
una debilidad por las flores para
conquistar al otro, los delfines rosas
del Amazonas nos demuestran lo
contrario. Que entre los animales los
hay padres solteros, los que cambian
de sexo, hembras que deciden criar
Pinceles de
iguana calva
Gibrán Peña Bonales
Uranito
Un poema, una canción, el rasgueo
de una guitarra, una obra de teatro,
intento hurgar en mi memoria y
pensar en mi primera experiencia
artística entrañable, de esas que
llevamos siempre detrás de la oreja o
en algún bolsillo y a las que también
acudimos de nuevo cuando la vida
52
juntas a sus hijos, entre muchas más
formas de vivir. Nuestro viaje por este
libro pasa tan rápido que sorprende
que al final la impresión que deja es
todo menos ligera: nos enriquece y
trasciende.
Las ballenas jorobadas logran
comunicarse a miles de kilómetros,
gracias a los micrófonos submarinos.
Quizás los demás, los otros, no tienen
un micrófono que nos haga imposible
no escucharlos, pero libros como este
logran que nuestros ojos y oídos estén
un poco más dispuestos a conocer y
entender. Terminar así un poco más
conectados con nuestro mundo.
nos orilla a determinados momentos,
obras que se vuelven refugio y a
veces morada. Además de la obra,
el recuerdo se vincula con quién
nos acompaña, el olor de la abuela,
el ronroneo de nuestro gato en el
cuello, la taza de café tibio. Imágenes
y sensaciones que suspendemos en

el tiempo y solo podemos volver (si
tenemos práctica) a través de algún
ingrediente cercano al arte.
Pinceles de Iguana Calva, de Gibrán
Peña Bonales con ilustraciones de
Vania Lecuona Silva, editado por
Uranito, es la historia de los
hermanos Santana que nos llevan a
rincones inimaginables gracias a las
pinceladas de Diego, quien es un gran
pintor. El conflicto sucede cuando
un espectro, clasificado como: devo-
rador de historias, ha escapado del
maletín del Señor Santana quien es
un honorable atrapa fantasmas y
padre de los protagonistas quienes
encabezarán grandes hazañas, entre
ellas buscar al abuelo desaparecido.
Lo que pasó fue que un día, mientras
trabajaba en la obra que sería su
Mexicoland
Jaime Alfonso Sandoval
Montena
Con la publicación de la saga
Mundo Umbrío (2011-2015), el
escritor mexicano Jaime Alfonso
Sandoval dejó claro que no sólo es
un gran contador de historias, sino
un artífice puntual y meticuloso de
universos narrativos complejísimos
y fascinantes. En 2018, el grupo
53
VIENTO EN POPA
pieza maestra, desapareció sin dejar
rastro, como si se lo hubiera tragado
la tierra... o la pintura.
El narrador de la historia es Adrián,
el hermano menor cuyo don, si bien
no consiste en pintar como Diego,
es escribir y cuestionar algunas
prácticas familiares como atrapar
fantasmas.
Este libro sin duda acaricia la
nostalgia y apuesta por la esperanza
de poder encontrar a quien ya no está,
a quién ha desaparecido, a enmendar
fallas, a rehabilitar almas en pena
y poder encontrar un lugar para
descansar y estar tranquilo ya que la
esperanza le pertenece a la vida; es
la vida misma defendiéndose, como
decía Cortázar.
editorial Random House, a través
de su sello Montena, nos sorprendió
con la publicación de Mexicoland,
una novela en la que se concatenan
elementos narrativos muy precisos
que hacen de ella una lectura atractiva
y dinámica; asimismo encontramos
una gran lucidez en su planteamiento
00° NAVEGANTES

que nos lleva a disfrutarla, incluso asimismo, el autor potosino hace un

a carcajadas, mientras realizamos recorrido histórico por dos de las más
pausas para la reflexión profunda grandes civilizaciones prehispánicas
sobre los temas que el autor propone. que distinguen a nuestra cultura:
Sandoval expone la vida en un la azteca y la maya, y recrea un
país que ha quedado devastado escenario donde las costumbres
por la violencia, la inseguridad, el más ancestrales se convierten en
machismo y la intolerancia, por lo que producto de cambio al servicio de
ha divido su territorio: por un lado, una una sociedad estratificada por castas
sociedad “civilizada” y organizada y enajenada por el consumo.
asépticamente, donde cualquier Sin duda, leer Mexicoland es una
falta se castiga con ejemplar dureza, experiencia que no podemos dejar
y por otro, los Territorios Perdidos, pasar para involucrarnos de forma
un lugar, casi mítico, a donde nadie divertida y crítica en la historia
quiere llegar pues está bajo el ancestral y moderna de nuestro país y
dominio del terror y la anarquía. Para en lo que no está lejos de sucedernos
evitar ser desterrados de México si seguimos por el camino neoliberal.
Nuevo, el territorio que asegura la
paz y el progreso, los habitantes
deben sujetarse a los caprichos
de una bondadosa presidenta que
administra el estado como si fuera
una empresa.
El ritmo vertiginoso es un sello
distintivo de la narrativa desbordada
del autor, por lo que Méxicoland
también es una novela que se
lee con fruición. Con un dominio
extraordinario del lenguaje y de
un sentido del humor fresco y
vivaz, acompañamos, en medio de
situaciones satíricas, a Temo, el
protagonista, que desde un principio
se queda huérfano y sin protección,
y nos involucramos también en
una crítica muy certera y puntual
sobre la globalización y los procesos
neoliberales que hoy distinguen a casi
todos los gobiernos sobre la tierra;

54

Arenas
cantarinas
Por Ana Fabiola Medina Ramírez
fundamental del manejo del signo de escritura
como representación de los símbolos verbales,
debe comprender que no sólo se pueden dibujar
L
a escritura es una aventura que
se inicia desde los primeros
instantes de vida fuera del útero
materno. Apenas la piel es rosada por
el aire, se vuelve susceptible de recibir
la inscripción de la experiencia
humana en un largo proceso en el que
acontece el ser.
Inicio compartiendo algunas anéc-
dotas de mi reciente taller infantil
de libro objeto. Es la tercera sesión
y la propuesta de realizar un libro-
bicho, inspirado en La Metamorfosis
de Kafka, es bien recibida por los
asistentes: cuatro niñas de 7, 10, 12 y 13
años y 2 niños de 4 y 10 años de edad.
El ejercicio tiene varios momentos:
Primero, narro brevemente el pasaje
inicial de la novela de Kafka en la
que el joven Gregorio se despierta
transformado en algo así como un
escarabajo. Después, pasamos a la
55
TINTA DE SIRENA
“Para que el niño llegue al descubrimiento
las cosas, sino también el lenguaje”
- L. Vygotski
mesa de trabajo donde enseño a
los participantes diversas técnicas
sencillas de encuadernado. La idea es
que el libro tenga forma de su bicho
favorito: mariposa, catarina, araña,
etc. Tras mostrar las técnicas, se da
bastante autonomía en la creación.
El siguiente paso consiste en recorrer
el espacio dentro del que se realiza
el taller, que en esta ocasión se trata
de la hermosa librería color menta de
Conarte. La finalidad de esta acción
es que el libro-bicho se transforme en
personaje y viva algunas aventuras
que los niños puedan ir escribiendo
en sus páginas como un diario.
Niñas y niños se dedican entu-
siasmados a la tarea de confeccionar
su libro-bicho. Ayudo al más pequeño
a realizar el suyo, un libro-catarina de
páginas circulares a las que hacemos
una perforación para unirlas con un
00° NAVEGANTES
sujetador de papel. Él pinta los puntos
negros de las alas. Claramente se
siente en desventaja para continuar,
pues a sus 4 años de edad no ha
aprendido a hacerlo. Se retira de la
mesa y se sube al graderío con el libro-
catarina en sus manos manipulándolo
como a un juguete. Yo lo observo
desde la mesa donde guío al resto del
grupo. Él se encuentra a unos cuantos
pasos, lo suficientemente cerca como
para escucharlo inventar una canción
que acompaña su juego.
La facilidad con la que niñas y
niños aceptan una invitación a
dibujar, no permite valorar ese hacer
de la hoja en blanco un espacio para
la representación gráfica (escritura
o dibujo). Se trata de un proceso
complejo resultado del desarrollo
de facultades motoras, cognitivas,
psíquicas y sociales alcanzadas por el
infante. En las siguientes páginas me
propongo hacer visible la intricada
red en la que se tejen las diversas
líneas del desarrollo relacionadas
con la adquisición del lenguaje en la
infancia y que solemos simplificar
y estudiar de manera aislada. Mi
interés es destacar la forma en que
unas a otras se potencializan dando
como resultado la estructuración del
individuo y proponer la necesidad de
una enseñanza interdisciplinaria del
arte en la infancia.
Antes de exponer mis ideas, dos
puntualizaciones teóricas: Por
lenguaje entenderemos la capacidad
humana de expresarse a través del
56
signo en todas sus formas. Pensarlo
así y no solamente como habla o
escritura engloba otras modalidades
expresivas tales como el dibujo y el
juego, y permite apreciar su aporte en
el desarrollo integral infantil. El otro
punto importante está relacionado
con el signo. En sus investigaciones,
Lev Vygotski (1896-1934) destaca
la trascendencia del signo en la
adquisición de los procesos superiores
del pensamiento y señala su origen
socio-histórico. Tenemos así, que los
procesos cognoscitivos superiores
del ser humano son mediados, esto
es, posibles gracias a la facultad
humana de crear, pensar y comunicar
a través del signo: verbal, escrito,
matemático y gráfico, entre otros
más. Vygotski (1930) incluye también
el dibujo y el juego como procesos
cognitivos externos que facilitan a la
niña y al niño el manejo abstracto de
sus objetos.
Vygotski afirma que “la historia
del lenguaje escrito del niño
está representada por una sola
línea de desarrollo a pesar de sus
interrupciones, metamorfosis y
extinciones” haciendo alusión a
aquellas otras facultades de la primera
infancia que son provocación y apoyo
al acto de comunicar. La importancia
que se le da a la escritura sobre otros
lenguajes lleva a la errada idea de un
inicio espontáneo en el trazo de las
primeras grafías sobre el cuaderno.
Para visualizar el desarrollo del
lenguaje, desde el gesto a la escri-

tura, consideremos que hay antes
un impulso o una necesidad de
comunicar. En el gesto que demanda
está el reconocimiento del otro, lo
que indica que empieza a formarse el
individuo. El infante, que extiende los
brazos para solicitar el ser cargado o
para que le sea entregado su juguete,
comunica su necesidad no sólo con
la acción de los brazos sino con toda
la expresión del rostro y el cuerpo.
Apenas es el segundo mes de vida y
los primeros balbuceos acompañarán
ese gesto. En el primer año el gesto
refuerza la intención de las primeras
palabras monosilábicas. En este
proceso y hacia el segundo año, se da el
garabateo sobre el papel, que tiene aún
mucho del gesto. Ya podemos pensar
en niña o niño cuando el infante
alcanza cierta fluidez en su habla.
Cerca de los tres años, la maduración
visomotriz permitirá el control
paulatino del trazo hasta lograr formas
simples a las que el pequeño asigna
un nombre. Así, tenemos que el habla,
el decir del niño, refuerza un dibujo
pre-esquemático (Lownfeld, 1961) que
aún no esboza rasgos representativos
del objeto. En ese intento de proseguir
en su trazo, aparecen gráficos como
círculos, semicírculos, pequeñas
líneas y cruces que en unos meses
evolucionarán en dibujos o en grafías.
En la etapa esquemática, el dibujo
acompaña a la escritura. Hacia los
seis años de edad, la educación
formal concentrará todo su esfuerzo
en perfeccionar la escritura. El dibujo
57
TINTA DE SIRENA
deja de ser importante en la escena
escolar.
A grandes rasgos, en el esquema
anterior se aprecia un entrelazamiento
entre lenguajes distintos: el gesto, el
habla, el dibujo y la escritura. Pero
en este esbozo es necesario incluir
el desarrollo del juego que empieza,
por un lado, a manipular las cosas
para reconocerlas, y por el otro, a
transformarlas en objetos (Winnicott,
1987). La primera acción corresponde
al plano físico y favorece la madurez
del aparato visomotor; la segunda,
en un nivel psíquico, facilita la
aprehensión del objeto y la creación
de experiencias. Es en el juego donde
el niño se acerca por primera vez al
signo al hacer de ciertas cosas el
sustituto de otras. Así, el gesto y el
habla tienen un papel importante.
El gesto manipula y crea el juguete
simbólico en tanto que el habla relata
las acciones.
Estoy de regreso en el taller de
libro-objeto, donde el pequeño de 4
años juega con su libro-catarina. En
su juego, el gesto total del cuerpo
del niño posibilita las hazañas del
libro-catarina que brinca y vuela.
Le molestan las alas que se abren
sin control y se queja por ello. El
libro-catarina sube y baja escaleras
mientras el niño inventa una canción.
Se trata del relato melodioso de su
juego.
Ya Vygotski ha señalado que el
gesto y el habla se organizan para
la configuración del juego, logrando
00° NAVEGANTES
de esta forma la experiencia del
signo, necesaria para abrirse al
entendimiento de la escritura. Me
llama la atención que Vygotski no
advirtiera que en el juego se da también
la escritura en el espacio. Nuestro
amiguito sube y baja los escalones de
la librería, hace brincar de un estante
a otro al libro-catarina, dejando un
rastro invisible en el espacio, una
inscripción que hacia el final del día
se anima a recoger en las páginas del
libro con un solo dibujo. —La catarina
se enamoró de una mariposa—, me
cuenta al mostrármelo. La mariposa,
a la que hace referencia, pertenece
al libro-bicho de su hermana, de 7
años, con quien se encontró por unos
momentos, en la parte más alta de la
librería.
Sólo los hermanitos atienden a la
instrucción de recorrer el espacio
para crear experiencias qué contar.
Aunque, en realidad, el pequeño lo
hace de manera espontánea como
retirándose al sitio seguro del juego.
Mi finalidad al dar esta instrucción
es precisamente provocar el juego y
el relato. Ya en una sesión anterior
practicamos esta forma de crear
historias, con ratones de papel que se
pasearon por la librería. Quizá por eso,
los participantes mayores prefieren
seguir confeccionando libros,
ocupados en aprender la técnica de
encuadernar. Pero la niña pequeña
cumple con la consigna, recordando
que es una parte importante en las
creación del relato. Así lo menciona.
58
Se le ve en uno y otro rincón del
espacio, con su libro-mariposa,
deteniéndose a escribir.
Las primeras inscripciones de la
experiencia son en el cuerpo. Yo me
aventuraría a nombrarlo el modelo
de la proto-escritura. Escribir en
las páginas del libro-bicho según
se recorre el espacio de juego es
una metáfora de esta escritura en el
cuerpo que al configurarla en lenguaje
nos constituye como sujetos.
Tras la experiencia del taller de
libro-objeto, mis reflexiones son en
el sentido de que la manera en que
cada participante vivencia el proceso
creativo corresponde claramente al
punto de su desarrollo en el amplio
espectro del lenguaje que les com-
parto. El niño de 10 años no crea libro-
bicho, sino un libro-pizza en forma
triangular y su historia es el relato
visual de la rebanada de pizza que al
pasar las páginas va siendo mordida
hasta terminar en la orilla. Una de las
niñas mayores escribe, sin necesidad
de hacer el recorrido, una historia que
imagina. La otra niña logra terminar
tres libritos, pero no atina a escribir
nada creativo, limitándose a apuntar
algunos datos personales. Lo cierto es
que todos suman habilidades y crean
experiencias nuevas con la escritura
y el libro, lo que finalmente es la razón
por la que se muestran satisfechos.
Vygotsky sugiere que sería ideal
que la enseñanza de la escritura se
diera de manera natural en la niña
y el niño, y no con la imposición con

la que se imparte. Propone también,
que no deberían desestimarse las
transformaciones y extinciones
de otras formas de lenguaje que se
dan en el proceso de la adquisición
de la escritura. En este caso está el
gesto, que queda relegado al grado
de que muchas personas al hablar
sólo se comunican verbalmente sin
el menor ademán o expresión del
rostro. También, el juego y el dibujo
desaparecen con la vida infantil.
La razón por las que propongo una
enseñanza interdisciplinaria del arte
en la infancia se deriva de la siguiente
precisión conceptual. La palabra
infancia proviene del latín infans que
significa “el que no habla”. Idealmente
debiera usarse sólo en aquellos
pequeños que no han aprendido a
comunicarse por medio de la palabra.
Sin embargo, para Agamben (2007),
la infancia coexiste con el lenguaje.
Esto es fácilmente entendible
si consideramos todas aquellas
maneras pre-verbales que persisten
en la comunicación humana a lo
largo de la vida como el gesto y los
sonidos guturales. Lo infantil dispone
más del cuerpo para expresarse y
una idea puede ser dicha en varios
lenguajes a la vez, por lo que no todos
los contenidos dejan su huella en un
mismo soporte. Lo infantil aparece
también en las representaciones
como evocación directa de
sensaciones que no siempre quedan
claramente codificadas.
Lo infantil es una forma de
59
TINTA DE SIRENA
acercarse al otro, con curiosidad y
apertura. Implica una manera lúdica
de interacción, donde la niña y el niño
exploran las posibilidades, fascinados,
dispuestos a aprehender la sorpresa
como quien atrapa un globo en
pleno vuelo. El rasgo infantil plantea
también la acción como necesaria
para que la experiencia suceda. Es por
esto que el juego, el dibujo y el cuento
son escenarios privilegiados de la
experiencia infantil.
En otro espacio (Medina, 2010) ya
he demostrado que el juego simbólico
estructura de forma importante el
cuento-dibujo infantil, de manera que
niñas y niños continúan jugando en
ellos. Esto es así en la creación libre.
Una enseñanza interdisciplinaria del
arte haría del juego su metodología
favoreciendo el desarrollo de todas
las formas expresivas de las que es
capaz un cuerpo sensible. Pint-bailar,
escribujar, musipintar, escri-danzar,
técnicas artístico-lúdicas para crear
imagen y preservar la infancia.
Referencias
Agamben, G. (2007). Infancia e historia, Buenos
Aires, Argentina: Adriana Hidalgo.
Lowenfeld, V. (1961). Desarrollo de la capacidad
creadora, Buenos Aires, Argentina: Kapelusz.
Medina, A. (2010). El juego de los trazos, México:
Trillas.
Vigotsky, L. (2000). Obras escogidas. Madrid,
España: Visor.
Winnicott, W. (1987). Realidad y juego. México:
Gedisa.
00° NAVEGANTES
Hacia una educación
alimentaria
en familia
Por Pamela Cedeño
T
odos los seres humanos
tenemos diversas necesidades,
estas dependen de nuestro
contexto, dónde crecemos, la cultura
que nos rodea, nuestra identidad.
Necesidades que van desde lo más
básico hasta lo que puede parecer
prescindible para otros, pero cada
uno de nosotros las define. La
alimentación es una necesidad tan
básica que, si pensamos en cómo nos
hemos acercado a ella a lo largo de
nuestra vida, es probable que muchos
de nosotros notemos que, por ser
tan básica y tan común en nuestro
día a día, le restamos importancia:
es un hábito más en el que no nos
detenemos a reflexionar.
En ocasiones es hasta que nos
encontramos con la enfermedad
que nos vemos en la necesidad
de cambiar hábitos, e incluso esto
nos parece normal, llegamos a este
punto sin asociar la alimentación
previa como una de las causas de la
enfermedad. ¿Por qué? La educación
60
alimentaria y sensibilización respecto
a la importancia de una buena
alimentación es algo que se aborda
superficialmente en la escuela,
crecemos viendo cómo comen los
adultos, y una vez que somos adultos
pasamos estos hábitos a los niños.
México tiene el primer lugar
mundial en obesidad infantil, el
segundo en obesidad de adultos,
solo por detrás de Estados Unidos.
Además, la UNICEF indica que
la desnutrición afecta significati-
vamente en el sur del país, mientras
que en el norte la obesidad es
un problema grave. Tendemos a
relacionar la conversación respecto
a una alimentación saludable con
nuestro aspecto físico: cómo nos
vemos teniendo o no sobrepeso.
Pero no solo queremos tener niños
sin obesidad, queremos que los
niños crezcan saludablemente, bien
nutridos. Tenemos la necesidad de
virar esa conversación hacia la salud.
Es común, por ejemplo, escuhar sobre

cómo el azúcar es una sustancia
que debemos evitar en grandes
cantidades pues no nos aporta
mucho nutricionalmente, genera
adicción, debilita nuestro sistema
inmunológico, nos deja con hambre,
engorda… Tenemos razones de
sobra para evitarla pero, si está tan
normalizada en tantos productos,
es fácil engañarnos y pensar que no
puede ser tan mala. Imaginemos que
tenemos de nuevo seis años, y nuestra
debilidad son las gomitas de azúcar.
Vemos comerciales de televisión
que las promocionan directamente
para nosotros, nos las dan en casa, en
fiestas, para nosotros la única certeza
sobre estas gomitas es que son
deliciosas. Entonces, nos enteramos
de las cantidades desproporcionadas
de azúcar que tiene nuestro dulce
favorito. ¿Por qué nadie nos informó
de daño que nos hace? ¿Por qué nos
dan a consumir eso?
Muchas veces escuchamos que los
niños son el futuro. Nosotros fuimos
niños también y fuimos guiados por
los adultos de entonces. Los niños
de ahora necesitan de nuestra guía
y compromiso para lograr que ese
futuro que dejamos en sus manos
sea tan positivo como lo queremos
para ellos. Esto puede ser abrumador
porque, claro, toda la vida nos hemos
relacionado con la alimentación de
una manera en particular, pero no
es imposible de cambiar. Primero
debemos estar conscientes de que
éste es un proceso y que requiere
61
TINTA DE SIRENA
de nuestro compromiso. Así que,
¿cómo empezamos? ¿cómo cam-
biamos la conversación en torno
a la alimentación? Detengámonos
un momento y reflexionemos en
torno a nuestra relación con ella,
comencemos por entenderla para
decidir qué debemos cambiar.
Cynthia Robleswelch, La mamá
de Rocco, sensibiliza a niños y
adultos sobre la importancia de
una educación alimentaria con su
proyecto Una escuela de colores y
realiza laboratorios del gusto con
el propósito de familiarizarnos con
la variedad de alimentos con la que
podemos experimentar y que muchas
veces desconocemos. Comenta
que la manera más efectiva de
sensibilizarnos en familia es a partir
del juego. Algunas recomendaciones
que ella da para integrar a los niños y
toda la familia en el proceso son las
siguientes:
••Comenzar con nuestra buena
disposición. En ocasiones los
adultos somos los más reticentes
a cuestionar nuestros hábitos,
este es un proceso largo, pero
gratificante.
••No forzar a los niños en este
aprendizaje. Dejarlos que
experimenten y definan poco
a poco sus gustos dentro de
los alimentos saludables. Que
asimilen las posibles combi-
naciones y sepan que la comida
no se divide solo en chatarra =
00° NAVEGANTES
rico, verduras = aburrido y feo.
••No asociar la comida saludable
con el castigo ni la obligación y
no usar la comida chatarra como
un premio.
••Involucrar a toda la familia en
el proceso, hablarlo y definir
estrategias para apoyarse unos a
otros y compartir el aprendizaje.
••Ser pacientes con nosotros
mismos; esto tomará tiempo
y está bien, debemos ser
conscientes del proceso y,
si fallamos, podemos seguir
intentándolo.
••No temer a los niños en la
cocina; buscamos heredar
buenos hábitos, tenemos que
estar presentes y que ellos nos
vean a nosotros aprendiendo.
Las emociones tienen un papel muy
importante en esta nueva relación
que buscamos fomentar con los
alimentos. Es normal que a los niños
les cueste asimilar la importancia
de esta educación, con mayor razón
si, por ejemplo, los sobornamos con
alimentos de bajo valor nutricional
para que coman sanamente. El
lenguaje que utilizamos con ellos es
clave en este proceso, procuremos
que ellos mismos aprecien el valor
de los alimentos saludables y los
beneficios que les aportan.
Si nos familiarizamos positiva-
mente con los alimentos, podremos
62
darnos cuenta de que estos incluso
forman parte de nuestra identidad.
Notar y apreciar lo que nos brinda
nuestra tierra, los alimentos que se
dan en nuestro país y por qué son
especiales. Desde esta visión en la que
la alimentación está estrechamente
ligada a nuestra cultura, Cynthia
Robleswelch nos comenta que
incluir narrativa y poesía en esta
relación funciona para crear un
vínculo con los alimentos. Narrar,
por ejemplo, la leyenda del origen del
maíz antes de preparar algo con este
ingrediente, o leer un poema sobre el
olfato y después hacer un juego para
reconectarnos con los olores de los
ingredientes que vamos a utilizar,
son algunas de las estrategias que
podemos emplear para hacer de
nuestra educación alimentaria
algo disfrutable e incluso estrechar
nuestros vínculos en familia.
Algunos libros que recomienda para
este proceso son:
••Para los niños: Tristán, el
gato comecolores, de Cynthia
Robleswelch
••Para practicar en la cocina:
Repugnante y nutritiva, de
Adriana Chalela y Alejandro
Magallanes
••Para informarnos juntos: Vamos a
comer… ¡flores! de Judy Goldman
Vivimos en una época en la que
podemos informarnos con más
facilidad que en tiempos anteriores,
 TINTA DE SIRENA

aprovechemos eso y poco a poco obesidad, entre otras.

enriquezcamos nuestro cono-
••Quitar los saleros de los
cimiento respecto a la nutrición. Al
comedores es una acción que
preguntarle a la nutrióloga Cristely
ayuda mucho. A la larga, la sal
Valdez sobre los primeros pasos que
de cocina causa problemas
podemos tomar hacia una mejor
de hipertensión, retención de
alimentación, nos da las siguientes
líquidos, enfermedades del
recomendaciones:
riñón, entre otras. En su lugar se
••Darnos a la tarea de informarnos recomienda agregar sal cruda a
sobre lo que consumimos, leer la los alimentos.
etiqueta nutricional e investigar
••Podemos investigar sobre las
sobre los ingredientes que
frutas y verduras por temporada
contienen los productos que se
y adecuarlos a nuestra dieta
ingieren. Familiarizarnos con
habitual, buscar la manera
los nombres extraños o ajenos
para que lo que consumamos
a nuestro vocabulario, palabras
nos aporte los nutrientes
que nos hagan ruido en estas
necesarios para cumplir con
etiquetas e investigar sobre ellos
nuestras necesidades diarias, y
para darnos cuenta de lo que
si podemos aprovechar dichos
consumimos realmente.
alimentos por temporada, ¡qué
••Evitar soluciones prácticas que mejor!
parecen buenas y rápidas, como
los suplementos alimenticios. Algo que descubriremos poco a poco
es que no tenemos que cambiar
••Identificar ingredientes nocivos
radicalmente lo que comemos, sino
para la salud que están en los
aprender a consumir lo que nos gusta
productos de consumo básico,
utilizando los ingredientes más
como la cantidad de azúcar, el
saludables para nosotros. Podemos
jarabe de maíz de alta fructosa,
hacer el cambio paulatinamente.
y los colorantes artificiales
Si, por ejemplo, los niños disfrutan
amarillos 6, azul, rojo 40, entre
desayunar pan con mermelada,
otros; leer sobre los daños que
aprendamos qué pan es el saludable
estos causan en el organismo.
para nosotros y con qué podemos
••En los niños, procurar que con- brindar el mismo sabor sin que
suman menos harina y menos consuman tanta azúcar. Una receta
azúcar, para evitar que más que nos propone Cristely Valdez para
adelante desarrollen problemas este cambio es la siguiente:
de salud como diabetes infantil,

63
00° NAVEGANTES

Ingredientes:

••Pan de centeno
••Crema de avellana o cacahuate orgánica
••Fruta a elegir

Instrucciones: Untar crema de avellana o cacahuate

orgánica en el pan de centeno (puede ir o no tostado,
según nuestro gusto) y agregamos fresa, plátano o la fruta
que más disfrutemos.

Esta es una receta sumamente sencilla que, sin embargo,

marca una gran diferencia a otros desayunos no tan
saludables que podemos acostumbrar. A diferencia del
pan comercial, el pan de centeno es una excelente fuente
de fibra, tiene carbohidratos de absorción lenta por lo
que permite un aporte de energía prolongado; también
contiene ácido linoleico, el cual favorece la circulación
de la sangre y la elasticidad de vasos sanguíneos.
Con un ligero cambio y mayor información, tenemos
la oportunidad de cuidarnos mejor y tomar mejores
decisiones respecto a lo que ingerimos.
Como podemos ver, son muchas las estrategias que
podemos llevar a cabo para que la relación que tenemos
con los alimentos sea positiva y saludable. Conforme
avancemos en este compromiso con nuestra alimentación
y la de los niños, veremos un cambio paulatino en el
que nuestra salud será la mayor beneficiada. Lo único
que necesitamos es decidirnos y contagiar nuestra
determinación en nuestro hogar.

64

Educación sexual integral,
un reto social urgente
Por Dalina Flores Hilerio
L
a idea de educar en sexualidad
a los niños, en muchas culturas,
ha parecido una herejía pues
se percibe como si ésta consistiera
en fomentar el ejercicio de una
sexualidad temprana y desenfrenada.
No obstante que todos los seres
humanos ejercen su sexualidad
incluso desde antes de nacer, según
diversos estudios de Masters y
Johnson (1995), educar sexualmente
no tiene que ver con el despertar de
sus prácticas, sino con un proceso
reflexivo-informativo que otorgue a
los niños las herramientas necesarias
para tomar decisiones asertivas cuyo
dominio, en primer lugar, los pongan
a salvo; y en segundo, los lleve a la
construcción de una sociedad más
armoniosa y afectiva.
No es un secreto que el ejercicio
de la sexualidad es una práctica que
impacta directamente en la salud:
desde un embarazo o enfermedades
65
TINTA DE SIRENA
de transmisión sexual que pueden
llevar a la muerte, hasta condiciones
neurológicas derivadas de las formas
en que se lleva a cabo la actividad
sexual que, muchas veces, se ve
condicionada por los paradigmas
prejuiciosos de las comunidades que
tratan de esconder todos los temas
asociados con el sexo.
Por otra parte, la educación sexual
integral que se propone como
alternativa para frenar los problemas
derivados de la ausencia de esta
información, tanto en la escuela
como en los hogares, no sólo se
interesa por aportar información
sobre las funciones biológicas de
los cuerpos, sino también en las
diferentes actitudes emocionales,
asociadas a prácticas responsables y
seguras que apuntalan la importancia
del desarrollo afectivo en función de
la propia sexualidad y la autonomía,
así como en la interacción con los
00° NAVEGANTES
demás; en este sentido, se entiende
la educación sexual como una
teoría orientada a la práctica de
relaciones afectivas corresponsables
donde se enfatice la relevancia de
las funciones corporales a través
de su conocimiento profundo y de
las implicaciones emocionales que
conlleva.
La sexualidad infantil es un tema
que se ha tratado de encubrir en
nuestra cultura; sin embargo, no
podemos soslayar la curiosidad
innata de los niños que tratan
de explicarse el mundo y hacen
preguntas que muchas veces los
adultos no queremos o no podemos
responder. Es natural que, debido
a los convencionalismos que han
permeado nuestra cultura, la mayoría
de los adultos desconozcamos cómo
funcionan nuestros propios cuerpos
y por eso a veces no sabemos
qué responder; sin embargo, esta
ignorancia genera consecuencias
perniciosas en nuestros niños,
que son más graves cuando
deliberadamente no queremos
responder porque, a pesar de que
tenemos ideas equivocadas al
respecto, consideramos que son
verdades universales de índole moral
que no están a su alcance.
Las consecuencias de la falta de
información oportuna pueden ser
peligrosísimas cuando por ello los
pequeños no saben defenderse de
los peligros que los rodean; a pesar
de que quisiéramos que la vida
66
les fuera inofensiva, sabemos que
la naturaleza humana puede ser
terrible y ensañarse con los que
representan el grupo más vulnerable:
la infancia, sobre todo si ésta es
también ignorante. Asimismo, no
sólo el ser humano se ha dedicado
sistemáticamente a agredir a los
más pequeños de forma directa;
también hemos ideado una serie
de prácticas culturales que los
mediatizan, los esclavizan y los
hacen repetir esquemas de conducta
altamente peligrosos, como lo
evidencian algunos programas de
televisión, videojuegos o la serie
de imágenes a que los somete la
internet.
Por eso el debate en torno a la
necesidad de educar sexualmente
a los niños no tendría que versar
sobre su pertinencia o no, sino en
cómo debería atenderse en virtud
de que es una necesidad urgente.
De ahí que diferentes organismos e
instituciones estén encaminando
sus esfuerzos en proponer una
alternativa de educación sexual
para niños que además de aportar
información precisa y pertinente
sobre las funciones de la sexualidad
humana, también los acompañe de
forma emocional y afectiva.
No se trata de establecer una serie
de comportamientos sexuales, de
manera normativa, sino de abrir
el diálogo hacia las dudas que
enfrentan los niños, y de minimizar
los tabúes que se han derivado del

enmascaramiento de la sexualidad,
principalmente por prejuicios
culturales. En este sentido, el objetivo
principal de la educación sexual, tanto
en casa como en la escuela, tendría
que dirigirse al acompañamiento
asertivo que permita que los niños
sean capaces de tomar las decisiones
más responsables en relación con su
edad y su contexto.
El objetivo principal
de la educación sexual
tendría que dirigirse
al acompañamiento
asertivo que permita
que los niños sean
capaces de tomar
las deciciones más
responsables
En el proceso de acompañamiento,
a pesar de que la función principal
de la literatura no sea directamente
pedagógica, sí es cierto que nos
permite abrir puertas para el diálogo
y la discusión sobre los temas
que nos interesan, de una manera
afable y divertida; en particular, la
literatura infantil contemporánea es
un interesante escaparate desde el
que podemos encontrar la punta de
muchos hilos enredados pues, como
67
TINTA DE SIRENA
señala el escritor cubano Enrique Pérez
Díaz, en su artículo Por qué a veces
las caperucitas prefieren a los lobos:
“los libros infantiles de hoy presen-
tan a niños y jóvenes una realidad
en todas sus aristas posibles, de tal
modo que puedan entenderla y
superarla” (1999), por ello, quienes
estén interesados en abordar este
proceso con los pequeños, desde
casa o en la escuela, pueden empezar
a hacerlo a través de la lectura
acompañada de libros infantiles.
Si queremos charlar con los
más pequeños sobre la estructura
y sensaciones de sus cuerpos,
podríamos utilizar desde libros
informativos, como la enciclopedia
El sexo contado a los pequeños,
editada por Océano, donde de una
manera muy organizada y con un
lenguaje muy claro y documentado
se abordan diferentes descripciones
de las funciones corporales; hasta
textos narrativos como El rey que no
quería bañarse, de Ema Wolf, en el
que acompañamos a un pequeño
dictador a conocer su cuerpo
y sus razones para oponerse
al baño. En este tenor, quizás
para chicos un poco mayores,
encontramos las propuestas de
Babette Cole que van desde Pelos
por todas partes, historia donde
nos cuenta cómo se comportan el
señor y la señora Hormona, hasta
El príncipe Ceniciento, libro en
el que cuestiona de una manera
divertida e intertextual los roles de
00° NAVEGANTES
género. Otro libro interesantísimo
para abordar asuntos de género es
Arturo y Clementina de Adela Turín,
libro-álbum en el que presenciamos
cómo “el amor” del protagonista
puede asfixiar a su compañera.
Para charlar sobre los cambios
producidos por las diferentes
funciones hormonales, que
se disparan con locura en la
preadolescencia, podemos leer El
libro rojo de las niñas, de Cristina
Romero, pero no sólo con las niñas;
este libro ofrece un pretexto ideal
para charlar con los varones sobre
las diferencias y las convergencias
en asuntos de fluidos corporales.
Con implicaciones más complejas
a nivel emocional, podemos leer La
mala del cuento, de Vivian Mansour,
ilustrado por Patricio Ortiz, donde
recorremos, junto a la protagonista,
su tránsito afectivo, luego de perder
a su madre, hacia la adolescencia;
en esta historia, la muerte es un
tema fundamental y difícil que la
autora aborda asertivamente. Tal
como lo hace, respecto a otros temas
delicados, Ricardo Chávez Castañeda,
en La valla, una breve novela en la
que con singularidad nos cuenta
sobre los miedos y frustraciones de
Teresa, la protagonista, quien vive
acosada por la presencia de algunos
adultos.
Respecto a temas difíciles en cuanto
a la comprensión de la adolescencia
(para los jóvenes y para los adultos),
los libros de Martha Riva Palacio son
68
esenciales: Las sirenas sueñan con
trilobites nos permite acompañar a
Sofía en una transición que la lleva
a vivir situaciones extremas y que
ella intenta abordar desde metáforas
marinas. Asimismo, de manera más
emocional, porque la educación
sexual no sólo tiene que ver con el
cuerpo, en Buenas noches, Laika,
acompañamos al protagonista por
los vericuetos emocionales de la
adolescencia.
Desde una narrativa más enfocada
en las peripecias que implica irse
descubriendo como joven, con todas
sus consecuencias, podemos leer
novelas un poco más extensas como
Ojos llenos de sombra y Un beso en
tu futuro, de Raquel Castro, Algunas
primeras veces o El fantasma de
la casa del lago, de Ana Romero,
o Bitch doll, de Orfa Alarcón.
Incluso, dentro de nuestros clásicos
contemporáneos, podríamos echar
mano de La tumba, del maestro de
maestros José Agustín, o El principio
del placer y Las batallas en el desierto,
del inmortal José Emilio Pacheco.
Es primordial, a pesar de que
tengamos la intención de acompañar
a nuestros hijos o alumnos por el
emocionante camino de la educación
sexual, a través de lecturas literarias
compartidas, que no dejemos de
buscar alternativas libres de tabúes
para documentarnos, por lo que
también es recomendable recurrir
a las publicaciones de diferentes
agrupaciones civiles, como la
 TINTA DE SIRENA

Fundación para la planeación familiar

o la Asociación mexicana de sexología,
o incluso buscar manuales que
pueden ser divertidos y provechosos
como el de Thalia Attie Rohl, Manual
para los hijos que quieren contribuir
a la educación sexual de sus padres
o la serie de libros informativos
de Luz María Chapela: Hablemos
de sexualidad en familia. Incluso
podríamos contribuir a nuestra propia
formación sobre sexualidad en asuntos
de género al leer libros teóricos como
¿Iguales o diferentes?, de Carlos Lomas
o You Just Don’t Understand: Women
and Men in Conversation, de Deborah
Tannen.

69