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Mtra. María Emilia González Díaz
Dra. Graciela Sánchez Guevara n Universidad Autónoma de la Ciudad de México (México)
Mtra. Concepción Lugo Olín n Instituto Nacional de Antropología e Historia (México)
Mtra. Patricia María Montoya Rivero n Universidad Nacional Autónoma de México, Acatlán (México)
Dra. Martha Islas n Universidad de Guadalajara, Centro Norte (México)
Dr. J. Carlos Vizuete Mendoza n Universidad de Castilla-La Mancha (España)
Dra. Evelia Trejo n Universidad Nacional Autónoma de México (México)
Dra. Angelita Martínez n Universidad de la Plata (Argentina)
Dra. Carmen Alemany n Universidad de Alicante (España)
Dr. Álvaro Moreno Leoni n Universidad Nacional del Río Cuarto (Argentina)
Dra. Esperanza Arciniega Lagos n Universidad del Valle (Colombia)
Dr. Jean Lèo Leonard n Universidad Paris-Sorbonne (Francia)
Dr. Luis A. Torres n University of Calgary (Canadá)
Dr. Saúl Jerónimo Romero n Coordinador de Difusión y Publicaciones de la División de Ciencias Sociales y Humanidades
Lic. María de Lourdes Delgado Reyes n Distribución
3
Convocatoria 2017
Próximos números
195 Colaboradores
Presentación
Biografía, autobiografía, memoria y testimonio
que pueda conjugarse un pacto noveles- laboraciones que emplean, aplican o re-
co o autobiográfico cuando el nombre del flexionan sobre la autoficción y su natu-
autor coincide con el nombre del perso- raleza teórica o su plasticidad aplicativa.
naje. Así, indirectamente, Lejeune pone A mi modo de ver, este profuso inte-
en el horizonte teórico una noción, aunque rés por la autoficción es síntoma de una
la presente en su ausencia; es decir, justa- nueva forma de concebir la literatura y,
mente al afirmar que esa conjunción de cir- principalmente, de abordarla. La ambi-
cunstancias no sería posible la hace existir. güedad en el pacto de lectura que supone
A la imposibilidad teórica que diagnosticó la propia creación ficticia pone frente a
Lejeune, la literatura responde creando una nosotros diversos cuestionamientos: ¿se-
posibilidad, como lo muestra Dubrovsky rá que el pacto novelesco está cediendo
con su novela Fils (1977). paso a la autoficción, o más bien, el con-
Ese bautizo conceptual permite mirar cepto de autoficción nos permite mirar
retrospectivamente un corpus hasta en- de una manera distinta los géneros lite-
tonces incomprendido y, por lo tanto, ofre- rarios y el papel del lector en su definición?
ce nuevos horizontes de lectura de textos El concepto de autoficción, y también el
que habitaban el pasado de la literatura. creciente interés por la escritura y su re-
Cuando hablo de esta nueva forma de leer lación con la construcción de identidades
ciertos textos literarios me refiero tam- dentro y fuera del arte, no sólo nos pre-
bién a nuevas formas de subjetividad, pues sentan una nueva forma de producción de
ese entramado social y cultural al que lla- literatura, sino también un nuevo modo
mamos subjetividad es también una masa de leerla, ya no únicamente desde un
textual cambiante. pacto de ficción o uno referencial, sino
El campo fértil de estudio de las es- como un pacto ambiguo; por ello Alberca
crituras del yo (biografías, autobiografías, afirma que:
confesiones, memorias, testimonios, dia-
rios) ha producido nuevos conceptos; nu- [...] la autoficción no es una novela auto-
merosos teóricos han aportado nuevas biográfica más, sino una propuesta ficti-
formas de pensar la identidad y acadé- cia y/o autobiográfica más transparente
micos de todas las universidades han y más ambigua que su pariente mayor. La
participado en el ejercicio incesante de autoficción se presenta como una nove-
trabajo sobre los discursos sociales, las la que simula o aparenta ser una histo-
manifestaciones públicas y la producción ria autobiográfica con tanta transparencia
de textos en su relación con la construc- y claridad que el lector puede sospechar
ción de identidades. que se trata de una pseudo-novela.1
Para este número de la revista Fuen-
tes Humanísticas hemos reunido textos Hay entonces en nuestro modo actual de
que se preguntan por la textualización de aproximarnos a la literatura un ejercicio
la vida en la literatura, particularmente en de búsqueda de la diferencia y no del
torno a un concepto de gran importancia modelo, que se ubica en la frontera entre
para los estudios literarios actuales: el de
autoficción. Sin proponérselo, la convo- 1
Manuel Alberca, El pacto ambiguo. De la novela auto-
catoria respondió mayoritariamente co- biográfica a la autoficción, p. 128.
9
Fuentes Humanísticas 52 > Presentación Biografía...> Rocío Romero Aguirre
los géneros o, para decirlo de otro mo- a las interpretaciones psicologistas; sin
do, los lectores actuales sostienen la am- embargo el viraje en la lectura y la pro-
bigüedad que implica lo que Paul Ricoeur ducción literaria en la que vivimos no
ha advertido al definir la identidad como equipara la biografía a la novela como su-
aquello que se narra. El propio Alberca lo cedió en el siglo xix; tampoco, como lo
explica en términos de la lectura: advirtió Barthes, se trata de considerar al
autor como la fuente de toda interpreta-
En ese dilema se ha de mover el lector de ción y sentido de la obra literaria. Más bien
una autoficción: ¿se trata de un relato en un espacio de lectura en que hacemos
de apariencia autobiográfica o se trata de existir al autor a causa de la ambigüedad
una autobiografía sin más ficción que la de su texto. Esta estrategia de lectura sólo
etiqueta de novela? Ambas soluciones es posible en una sociedad la cual pone en
son posibles, pero sin olvidar que la solu- circulación la literatura como objeto ar-
ción autobiográfica y la solución noveles- tístico y como objeto de mercado; enton-
ca son los dos extremos de un arco en el ces el autor viene a ser el nombre que
que caben infinidad de puntos interme- sostiene y garantiza el sentido artístico de
dios. Cuanto más sutil sea la mezcla de la obra. Por tanto, el nombre del autor o,
ambos pactos, más prolongado será el en su defecto, la identificación entre autor
efecto de insolubilidad del relato y ma- y personaje produce el sentido del texto
yor el esfuerzo de resolverlo. Entre la no sólo porque provoca la indeterminación
novela y la autobiografía hay una gran va- en la lectura, sino porque, de cierta for-
riedad de formas y estrategias y una in- ma, el autor circula al mismo tiempo como
finidad de posibilidades y grados.2 personaje literario y sujeto real: produc-
tor-producto. Quiero decir que esta am-
La idea del arco utilizada por Alberca para bigüedad literaria da cuenta de un mo-
mostrar las posibilidades explicativas que mento de la cultura en que “la identidad
otorga la noción de autoficción también sería […] una construcción nunca acabada,
deja ver que la realización de la escritura abierta a la temporalidad, la contingen-
autoficcional es tan variable como la sub- cia, una posicionalidad relacional sólo
jetividad misma y esta, se ofrece como un temporalmente fijada en el juego de las
misterio al otro. diferencias”;3 pero también nos permite
El modo de realización del relato auto- distinguir de qué manera el lugar que
ficcional da cuenta, paralelamente, de un hoy en día ocupan la literatura y el arte
cambio social el cual ha colocado nue- en relación con el mercado (en su sentido
vamente a la figura del autor como central material y simbólico) opera en nuestras
y, al mismo tiempo, nos otorga una for- definiciones de lector y autor.
ma distinta de aproximarnos al texto li- Más allá del inmanentismo del arte
terario mediante la ambigüedad de un nos encontramos frente a una producción
pacto de lectura. Podría pensarse que nos artística, la cual requiere de un nombre
encontramos en un momento de retorno que otorgue unicidad a la obra. Ana María
3
Leonor Arfuch, El espacio biográfico. Dilema de la
2
Ibid., p. 129. subjetividad, p. 24.
10
Presentación Biografía, autobiografía, memoria y testimonio
lo que Mieke Bal advierte en su libro Con- también contrasta la posición de autora
ceptos viajeros en las Humanidades: que ocupa Campobello para reflexionar
sobre la propuesta de Silvia Molloy en tor-
Los conceptos distorsionan, desestabi- no a lo autobiográfico en Hispanoameri-
lizan y sirven para dar una inflexión al ca. El estudio de Cuecuecha también enfa-
objeto. Declarar que algo es una imagen, tiza la ambigüedad en el pacto de lectura
una metáfora, una historia o lo que se que produce Cartucho. Por su parte, Jesús
quiera –es decir, utilizar los conceptos Pérez Ruiz en “El problema del autor en
para etiquetar– no sirve de gran cosa. El un relato de Reinaldo Arenas”, realiza una
lenguaje de la ecuación –“es”– tampoco lectura autoficcional del texto “Final de
consigueocultar las opciones interpreta- un cuento”, pues reflexiona sobre la seme-
tivas que se han tomado. De hecho, los janza entre este y la vida de Arenas en un
conceptos son, o mejor dicho hacen, mu- diálogo con otros textos autobiográficos.
cho más. Si pensamos lo suficiente so- Su análisis arroja una interpretación acor-
bre ellos, nos ofrecen teorías en minia- de con los presupuestos sobre la autobio-
tura y, de esta guisa, facilitan el análisis grafía en la actualidad, pues enfatiza la
de objetos, de situaciones, de estados división yoica que atraviesa el persona-
y de otras teorías.12 je protagonista del relato de Arenas, co-
mo posibilidad la cual permite al autor mi-
La intención de tomar el concepto de rarse a sí mismo desde otro lugar. En “Una
autoficción para presentar el número 52 identidad que se bifurca: autoficción y ciu-
de Fuentes Humanísticas responde justa- dad en La forma del silencio de María Luisa
mente al impulso de reflexionar los distin- Puga” de Berenice Romano Hurtado, hay
tos modos en que pueden pensarse las una interesante reflexión sobre la novela/
diversas relaciones entre la escritura y autoficción y los modos en que mediante
la vida. El presente número reúne ocho la narración del recuerdo, la reflexión crí-
artículos que reflexionan desde puntos tica sobre la escritura literaria y la temati-
de vista distintos sobre la escritura en la zación de la ciudad, Puga construye un
autobiografía, la relación entre el autor texto que no transita entre los géneros
y el texto que da cuenta de su vida y so- autobiográfico, autoficcional y novelesco.
bre el papel de la memoria y el olvido en Desde un punto de vista teórico Edith
la poesía. Vargas Jiménez presenta “La autobiogra-
La autoficción es un tema recurren- fía: proyecto de vida y escritura. Un acer-
te, como advertimos al inicio de esta pre- camiento desde la teoría de Mijaíl Bajtín”.
sentación. En “Cartucho de Nellie Campo- Su aproximación aborda la cuestión del
bello: una aproximación desde la teoría autor en su relación con el personaje y en
autoficcional”, Ma. del Carmen Dolores su relación con la lectura mediante la no-
Cuecuecha Mendoza identifica los ele- ción de cronotopo, ambos desde la teo-
mentos propios del género autobiográfico ría de Bajtin.
en los relatos que integran Cartucho, pero Desde un punto de vista más social,
Merari Ruiz Cárdenas escribe “Francisco
12
L. Urquizo: entre lo biográfico y la auto-
Mieke Bal, Conceptos viajeros en las Humanidades,
p. 26. biografía”. Se pregunta por las caracterís-
15
Fuentes Humanísticas 52 > Presentación Biografía...> Rocío Romero Aguirre
Resumen Abstract
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 17-31
Fecha de recepción 30/06/2015 > Fecha de aceptación 24/09/2015
ccuecuecha@yahoo.com.mx
*
Universidad Autónoma de Tlaxcala.
18
Cartucho de Nellie Campobello: una aproximación desde la teoría autoficcional
Como advertimos, la investigadora —Pues verás Nellie, cómo por causa del
también indica en su estudio el hibridis- General Villa me convertí en panadero.”11
mo de Cartucho, pero además señala la Otro aspecto importante de las auto-
combinación de autobiografía y testimo- ficciones y que se encuentra en el texto
nio, aspecto que le parece irreconciliable, que nos ocupa es su imprecisión genérica,
aunque en realidad no lo sean tanto, co- pues aunque en la portada dice Cartucho.
mo veremos más adelante. Relatos de la lucha en el norte de México,
Ante el evidente problema del doble como hemos podido ver anteriormente, ha
hibridismo en Cartucho, abordaremos a ocasionado que los lectores y críticos lean
continuación su análisis a la luz de la teo- la obra, ya sea como literaria o como auto-
ría autoficcional, teoría que precisamente biográfica, ocasionando una lectura ambi-
encuentra su nombre en la unión de dos güa. Es decir, debido a que las autoficcio-
discursos antitéticos como el referencial nes se encuentran en el cruce de los dos
–al que pertenecen la autobiografía, la pactos, el de la referencialidad y el de la
memoria, el testimonio y el retrato– y ficción, surge un pacto indeterminado y
el ficcional, en el que encontramos la no- confuso, el cual propone Alberca como un
vela y el cuento. “pacto dual, híbrido, difícilmente deslin-
dable pues bebe de las fuentes ficcional
y confesional a un tiempo”,12 al cual llama
La autoficción pacto ambiguo. Como resultado del cho-
que de pactos antitéticos se desencadena
Manuel Alberca, crítico español estudioso la perplejidad y confusión del lector al no
de la autoficción, señala que: saber en principio a qué pacto de los dos
debe atender. Esta ambigüedad es una
La autoficción es, en primera instancia, característica de las autoficciones, ya que
un dispositivo muy simple: un relato en es el lector quien decide resolver cómo
el que el narrador y [el] protagonista leer el texto, si en clave autobiográfica
comparten la misma identidad nominal o ficticia.
y cuyo título genérico indica que se trata Un elemento más que nos permite
de una novela.10 detectar la factura autoficcional de Cartu-
cho es la narración que corre a cargo de
En efecto, en Cartucho la coincidencia en- una mujer, quien recuerda su infancia a
tre la autora que firma el relato en la por- la edad de siete años cuando presenció la
tada, como la narradora y la protagonista lucha armada en el norte de México. Sin
supuestamente niña, comparten el mismo embargo, la niña Nellie hace comentarios
nombre, Nellie: “Allá en la calle Segunda,
Severo me relata entre risas, su tragedia:
11
Las citas que realizaré a partir de este momento
son tomadas de la edición Cartucho. Relatos de la
lucha en el norte de México, incluida en su Obra reu-
nida. Nellie Campobello, Obra reunida, pp. 95- 193.
12
Cit. Por Francisco Puertas Moya, La escritura auto-
biográfica en el siglo xix: el ciclo novelístico de Pío
10
Manuel Alberca, El pacto ambiguo. De la autobio- Cid considerado como la autoficción de Ángel Ga-
grafía a la autoficción, p. 3. vinet, p. 13.
21
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza
y juicios que no son propios de una ni- escritora tenía aproximadamente 19 años,
ña pequeña: como en el relato “La muerte de Felipe
Ángeles”, en el que dice:
Cartucho no dijo su nombre. No sabía
coser ni pegar botones. Un día llevaron Eran tres prisioneros: Trillito, de unos
sus camisas para la casa. Cartucho fue catorce años, Arce, ya un hombre, y Án-
a dar las gracias. ´El dinero hace a veces geles. Nos fuimos corriendo mi herma-
que la gente no sepa reír´, dije yo jugando nito y yo hasta el Teatro de los Héroes; no
debajo de una mesa. (Cartucho, p. 93) supimos ni cómo llegamos hasta junto
el escenario”. (Cartucho, p. 123)
Como advertimos, este artificio de fingir la
perspectiva infantil de la narradora no se Este hecho, como sabemos, ocurrió en
logra del todo, posiblemente porque en la 1919 en el Teatro de los Héroes de Parral
realidad extratextual la escritora, quien Chihuahua, donde Nellie Campobello tra-
nació el 9 de noviembre de 1900, conta- bajaba en la taquilla y seguramente pre-
ba con catorce o quince años cuando ocu- senció el suceso o al menos escuchó de
rrió la ocupación villista en Chihuahua13 y él,15 por lo que lo incorpora en Cartucho.
la posterior persecución que vivieron és- Lo mismo ocurre con el relato “La muleta
tos a cargo del ejército carrancista que, de Pablo López” (Cartucho, p. 123), donde
según la historia oficial, aconteció entre hace alusión a la invasión a Columbus que
1915 y 1916.14 realizó el ejército villista en 1917.
Asimismo, algunos episodios que na- En cuanto a los personajes de Cartu-
rra la niña testigo de los hechos ocurrie- cho, que además de ser los hombres del
ron en la realidad extratextual, cuando la norte de México, de los cuales muchos de
ellos fueron habitantes de la calle Segun-
da del Rayo o bien de los alrededores de
13
Francisco Villa tomó la ciudad de Ojinaga, Chihua- Chihuahua, tenemos a Mamá –un perso-
hua, el 10 de enero de 1914 y con ello todo el es-
tado quedó bajo su control. De 1914 a 1915, “Chi- naje importante en los relatos, ya que
huahua estuvo ocupada por los villistas, quienes a través de ella la niña conoce detalles
de inmediato tomaron el control de los ferroca- de la lucha armada–, que pertenece a la
rriles, fábricas, almacenes, teatros, residencias,
automóviles y las grandes haciendas y algunas mi- autobiografía de la autora. Además de
nas de oro y plata ubicadas en distintas regiones Mamá están presentes otros familiares,
del estado”. Jesús Vargas Valdez y Flor García como su hermana menor Gloriecita, su
Rufino, Nellie Campobello. Mujer de manos rojas,
p. 97. primo El Peed, y sus hermanos, El Siete
14
Tras las consecutivas derrotas de la División del y El Mudo, que incorpora en los relatos
Norte, todo el territorio nacional quedó bajo el “Las tristezas de El Peed”, “El Mudo”, “El
control del carrancismo, menos Chihuahua y Du-
rango, donde las fuerzas del gobierno no lograban sueño de El Siete”, “Los tres meses de Glo-
controlar la situación, por lo que en las ciudades riecita” y “Mi hermano y su baraja”.
y en muchos pueblos, los habitantes sufrieron las
consecuencias de haberse definido como villistas.
Entre 1915 y 1916 tanto Rafaela y sus hijos, ma-
dre y hermanos de Nellie Campobello, quedaron
expuestos ante los enemigos de Villa. Este he-
cho lo refiere Campobello en el relato “El General
Rueda”. Vid. ibid., p. 113. 15
Cf. ibid., p. 129.
22
Cartucho de Nellie Campobello: una aproximación desde la teoría autoficcional
Por todo esto podemos señalar que que como niña cuenta la verdad acerca de
Cartucho es una autoficción16 pura en la la participación en la lucha armada de los
que, de acuerdo con Manuel Alberca: supuestos bandoleros, esto es, Villa y la
División del Norte, desprestigiados por
La equidistancia con respecto a ambos la historia oficial al servicio de compromi-
pactos y por forzar al máximo el fingi- sos diplomáticos, sobre todo con Estados
miento de los géneros, su hibridación y Unidos. Esto ha desconcertado a los lec-
mezcla. No son novelas ni autobiografías, tores impidiéndoles detectar en dónde
o son las dos cosas a la vez.17 termina lo biográfico o lo testimonial y en
dónde lo ficticio.
De tal suerte que el lector no puede de-
tectar donde termina lo biográfico y don-
de lo ficticio. La autobiografía
En efecto, Cartucho está conforma- hispanomericana y el testimonio
do por relatos que intentan parecerse al
cuento y, como parte de su hibridismo, Como ya hemos indicado, Cartucho no po-
también contiene canciones que bien lo see la estructura canónica de la novela
pueden acercar al corrido proveniente de o el cuento, de ahí que la crítica literaria
las voces populares que se entretejen en la considere que son estampas, cuadros,
narración. Si bien Cartucho presenta da- murales, fotografías de cartera o relatos
tos históricos comprobables como el fusi- (por ser este el término más general en
lamiento de Pedro López, la invasión a cuanto al acto de narrar).
Columbus o el juicio de Felipe Ángeles, no Sin embargo, por el lado de la auto-
sabemos hasta qué punto la autora fabula biografía18 y el testimonio muchos de los
sus recuerdos, sobre todo los empeñados elementos que han cuestionado a la obra
en vindicar la imagen del general Fran- como literaria encuentran su explicación
cisco Villa. Por eso, Nellie Campobello elije en estos terrenos, aunque debemos ad-
en la narración de sus relatos, la primera vertir que Cartucho tampoco presenta las
persona, una niña testigo de los hechos, características estructurales de la auto-
biografía canónica, esto es, la europea,
16
Manuel Alberca emplea el término novelas del yo porque no hace hincapié en un yo indi-
a lo que antes se les llamaba de manera general vidual o insiste en una singularidad, ni la
autoficciones y establece tres clases: autoficciones
biográficas muy cercanas a las novelas autobio-
gráficas, las autoficciones fantásticas en las que el Manuel Alberca señala que “para describir el es-
18
autor es el héroe, pero transfigura su existencia tatuto de la autoficción y del resto de las formas
y su identidad en una historia irreal, indiferente novelescas vecinas, es necesario relacionarlo en
a la verosimilitud biográfica (op. cit., p. 190). Por sus coincidencias y divergencias con los pactos
último, las autoficciones puras, las cuales se carac- narrativos más importantes [el literario y el auto-
terizan por su “equidistancia con respecto a am- biográfico]. Entre ambos y en su zona intermedia,
bos pactos y por forzar al máximo el fingimiento entre los confines de uno y otro, se abre un te-
de los géneros, su hibridación y mezcla. No son rritorio cada vez más extenso y variado, un amplio
novelas ni autobiografías, o son las dos cosas a la laboratorio de experimentación literaria” (Ibid.,
vez. De tal suerte que el lector no puede detectar p. 65). Por lo tanto, si entendemos al extremo de
donde termina lo biográfico y donde lo ficticio” uno de estos polos, es decir, al autobiográfico y
Ibid., p. 194. su variante el testimonio, podemos comprender
17
Ibid., p. 194. muchos elementos presentes en Cartucho.
23
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza
Cartucho fue publicado en 1931, cuando verdad o, mejor dicho, su verdad o pers-
Campobello contaba con 31 años. Los re- pectiva acerca de la Revolución Mexicana,
latos fueron escritos poco a poco en la li- y también para la posteridad, es decir, la
breta verde de Nellie, como ella misma Historia. Señala Molloy que los escritores
relata en Mis libros (1937), pero no olvide- hispanoamericanos buscan legitimarse de
mos que el objetivo de Campobello era: esta manera, pues carecen de un respal-
do social, ya que provienen del pueblo.
Vengar una injuria. Las novelas que para Tal es el caso de Nellie Campobello, quien
entonces se escribían, y que narraban he- era autodidacta y oriunda de Villa Ocam-
chos guerreros, están repletos de menti- po, Durango, lugar que era conocido por
ras contra los hombres de la Revolución, su filiación villista.
principalmente contra Francisco Villa. Es- En este mismo orden de ideas, Fernan-
cribí en este libro lo que me consta del vi- do Tola, en el prólogo de Cartucho editado
llismo, no lo que me han contado.26 por Factoría Ediciones en el 2003, señala:
tre evocación lírica y registro de los he- literaria hace a la fragmentación de Cartucho, de-
bemos acotar que también en la literatura escrita
chos. La preocupación nacional reverbera por mujeres un rasgo característico es la frag-
en el texto como escena de “crisis” y se mentación. Véase Carmen María Matías López y
aprecia esa preocupación nacional como Philippe Campillo, “¿Puede hablarse realmente
de escritura femenina?”, Espéculo, núm. 42. Asi-
una ansiedad de orígenes y de represen- mismo, en la autobiografía de Occidente escrita
26
Cartucho de Nellie Campobello: una aproximación desde la teoría autoficcional
Lo mataron aquí en Parral, allá por el Ella sufrió mucho presenciando estos
mesón del Águila. El Taralatas ¿cómo se horrores. Sus gentes queridas fueron
llamaba? Lo ignoraron los recuerdos, Ta- cayendo, ellas las vio y las lloró. […]. Po-
ralatas le decían y así murió. brecito de Santos Ortiz, exclamaba ma-
Mataron al Perico Rojas, a Gómez, al má con lágrimas en los ojos. […]. Otras
Chato Estrada, y así pasaban las noticias veces cuando ella estaba contando algo,
de boca en boca […]. Muchas señoritas se de repente se callaba, no podía seguir.
quedaron solteronas porque ellos se mo- Narrar el fin de todas sus gentes era todo
rían gritando en los combates. Ernesto lo que le quedaba. Yo la oía sin mover los
Curiel, José Díaz, El Pagaré, Rafael Galán, ojos ni las manos. (Cartucho, p. 121)
El Taralatas, El Kirili, Perico Rojas, Chon
Villescas y tantos más… (Cartucho, p. 153) Otras características del testimonio que
menciona Doris Sommer son el hecho de
Asimismo, en el testimonio la autora cons- que los escritores hispanoamericanos no
truye personajes ideales, los cuales, se sienten como un intelectual reconoci-
do, toda vez que provienen de las clases
[...] son ideales porque representan valo- populares. En efecto, Nellie Campobello,
res de la comunidad. Y lo que es más sig- como ya indicamos, era del pueblo y auto-
nificativo, estos modelos son retocados, didacta, ya que nunca pisó una escuela,
desestabilizados […]. De modo signifi- lo que ocasionó, según sus biógrafos:
cativo, el modelo provisional de la na-
rradora es el padre, guía y guardián del […] la actitud defensiva que adoptaba
código comunal. 41 cuando tenía que tratar con otros ar-
tistas, especialmente con otros intelec-
Sin embargo, en Cartucho, el modelo tuales. […]. Era una forma de protegerse
idealizado que construye Nellie Campo- ante la posibilidad de que se pusiera en
bello es su mamá, quien representa los evidencia algún hueco, alguna deficien-
valores de la comunidad de Villa Ocampo cia en su formación autodidacta e intuiti-
y de la calle Segunda del Rayo, como lo va. [….]. Considerando que provenía de
son el valor, la compasión, la fortaleza, una comunidad rural del Norte, sin ha-
la solidaridad y la lealtad, pues aunque ber pasado nunca por la escuela, deben
su mamá se vio en peligro por curar a los reconocérsele éstos como el mayor mé-
heridos, sin importar su filiación militar, rito de su biografía. Ella con su empiris-
lo continuo haciendo; tampoco dejó de mo, con su intuición, con la fuerza que le
proteger a su sobrino El Peed ni a su hijo daba el orgullo de su tierra y de su gente
El Siete, a quien buscó entre los heridos en enfrentó, sin proponérselo, prejuicios y
Guanajuato; ayudó a sus vecinas a que los mitos de una sociedad en transición. 42
revolucionarios no robaran a una joven de
catorce años y llevó libros a sus paisanos Otro elemento del testimonio es el senti-
que estaban sentenciados a muerte: do de responsabilidad social. El escritor se
42
Jesús Vargas Valdez y Flor García Rufino, op. cit.,
41
Ibid., p. 119. pp. 20 y 21.
29
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza
Así dijo Severo, reteniendo en sus oídos que nos permite apreciar la voz de la es-
la voz del general Villa.” critora que se desliza hacia un nosotros.
A Nellie Campobello le preocupa la situa-
También en el relato “Las lágrimas del ción de su país y el sistema de gobierno
general”, podemos advertir la idealización que se ha hecho del poder. De ahí su com-
del Francisco Villa, quien les habla a los promiso con México y su gente para
amedrentados habitantes de la localidad contar su visión de la Revolución Mexi-
de Conchos: cana, una visión rica y humana que nos
permite apreciar la vida y la muerte de los
Conchos no tienen por qué temerle a Vi- mexicanos que lucharon por sus idea-
lla, allí nunca me han hecho nada […] les, intentado forjar un país mejor.
trabajen tranquilos. Ustedes son hom-
bres que labran la tierra y son respetados
por mí […]. Váyanse y no vuelvan a echarle Bibliografía
balazos a Villa, ni le tengan miedo, aun-
que les digan lo que sea […]. A Villa se le Alberca, Manuel. El pacto ambiguo. De la
salieron las lágrimas y salió bajándose autobiografía a la autoficción. Madrid,
las forjas hasta los ojos. (Cartucho, p. 147). Biblioteca Nueva, 2007.
Campobello, Nellie. Cartucho. México, Fac-
Finalmente, los testimonios se escriben toría Ediciones, 2003.
desde posiciones interpersonales étnicas . Obra reunida. México, Fondo
y de clase. La narradora representa a su de Cultura Económica, 2007.
grupo como miembro de él y no como Carballo, Emmanuel. Protagonistas de la
un tipo ideal y repetible. 47 En efecto, el literatura mexicana. México, Alfagua-
testimonio de Nellie Campobello en Cartu- ra, 2005.
cho se escribe desde la posición de mujer Cázares H. Laura. “Eros y Tanatos: infan-
norteña, de sangre comanche, de clase po- cia y Revolución en Nellie Campo-
pular, oriunda de Villa Ocampo, Durango, bello”. Nora Pasternac, Ana Rosa
y avecindada en el momento de la Revo- Domenella y Luzelena Gutiérrez de
lución Mexicana en Parral, Chihuahua. Ella Velázco (compiladoras). Escribir la in-
misma representa a ese grupo de gente fancia. Narradoras mexicanas con-
norteña aguerrida y valiente que enfrenta temporáneas. México, El Colegio de
con firmeza las dificultades que le presen- México, Programa Interdisciplinario
tó la vida, como la de presenciar la lucha de Estudios de la Mujer, 1996.
armada en el norte de México. Molloy, Sylvia. Acto de presencia. La es-
En conclusión, Cartucho es una auto- critura autobiográfica en Hispanoamé-
ficción pura en la que se conjugan ficción rica. México, El Colegio de México-
y autobiografía, imposibles de deslindar. Fondo de Cultura Económica, 2001.
En la parte autobiográfica observamos un Reyes Córdova, Bladimir. “Nellie Campo-
segundo hibridismo, ya que la autobio- bello: una aproximación al discurso
grafía se discurre hacia el testimonio, lo literario en Cartucho”. En Renato Pra-
da Oropeza (coord.). La narrativa de
Vid. ibid., p. 298-329.
47 la Revolución Mexicana. Primer perio-
31
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza
Resumen Abstract
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 33-40
Fecha de recepción 27/06/2015 > Fecha de aceptación 08/12/2015
jeperu@hotmail.com
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Universidad Nacional Autónoma de México.
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El problema del autor en un relato de Reinaldo Arenas
Antes de dar paso a esa dilucidación, En segundo lugar porque dicho trasfondo
quisiera hacer referencia a otra interro- biográfico puede brindar algunas claves
gante que surge durante la lectura del que autoricen postular que ese “tú” es
relato, no ya en cuanto a su pertenencia un doble del narrador, es decir, que el yo
genérica, sino respecto a uno de los per- que narra y el tú al que interpela son una
sonajes, un “tú” silencioso cuya presencia y la misma persona. Establecida así la
constante en el texto no sólo desconcier- segunda hipótesis de este ensayo, y an-
ta, sino que exige ser explicada. ¿Se trata tes de proceder a desarrollarla, ofrezco al-
de un alter ego del narrador? ¿Es otro per- gunos datos sobre la vida y obra de Rei-
sonaje “real” como aquel que cuenta la naldo Arenas.
historia? Me parece que no se puede en- Nació en Cuba en 1943. Enfermo de
tender el texto del escritor cubano si no sida, decidió suicidarse en Nueva York
se aclara, hasta donde lo permiten los lí- en 1990. Había logrado salir de la isla a
mites de la interpretación, la naturaleza principios de los años 80 luego de sufrir
verdadera de ese otro presente en el relato la represión del régimen castrista que lo
de principio a fin. Esto permitirá también, acosó por disidencia política, por rebeldía
espero, comprender de otra manera la tri- e insumisión a las reglas sociales impe-
ple identidad a la que ya me he referido y rantes en ese momento y, por si esto fue-
que conforma uno de los ejes principales ra poco, por su homosexualidad. De un
de la reflexión teórica sobre la autoficción. autor apreciado por sus primeros traba-
jos,5 Arenas pasó a ser un individuo incó-
modo para el sistema. Esta condición de
Reinaldo Arenas extranjería en su propia tierra queda fiel-
mente retratada en sus últimas obras, to-
Para poder indagar sobre la naturaleza das las cuales fueron escritas en el exilio
autoficcional de Final de un cuento, así co- norteamericano. A ellas pertenece “Final
mo sobre el origen y la función de ese de un cuento”, relato escrito en 1982 y que
“tú” al que se dirige constantemente la forma parte del volumen Adiós a Mamá,
voz autodiegética, es necesario tener pre- publicado póstumamente en 1995.
sentes, aunque sea de manera sucinta, al- De esta breve semblanza se des-
gunos aspectos de la biografía del autor. prenden tres aspectos que a mi juicio no
En primer lugar porque, como apunta se deben perder de vista: la homosexuali-
Teresa Miaja: dad de Arenas, su condición de escritor y
su postura política. Digo que son relevan-
Acercarse a Reinaldo Arenas es y será tes porque, a diferencia de lo que habría
siempre un reto, tanto de lectura y escri- sucedido en un contexto socio-político
tura como vivencial, ya que en él su vida
y su obra van siempre de la mano, por lo
5
que resulta difícil, si no imposible, separar Su primera novela Celestino antes del alba (1965)
obtuvo mención especial en un concurso nacional
una de otra. 4 cuyo jurado estaba encabezado por Alejo Carpen-
tier; El mundo alucinante (1969), su segunda nove-
la, obtuvo junto con Cien años de soledad de Ga-
4
María Teresa Miaja de la Peña (comp.), Del alba al briel García Márquez, el Premio Femina a la mejor
anochecer. La escritura de Reinaldo Arenas, p. 9. Las novela extranjera publicada en Francia.
cursivas son mías.
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El problema del autor en un relato de Reinaldo Arenas
distinto, en el caso de este autor estos tres gico (del cual me ocuparé más adelante)
aspectos de su biografía marcan su desti- ese tú que acompaña a la voz narrativa
no y sobre todo su obra indeleblemente; inaugura un interesante y revelador diálo-
y no podría ser de otra manera: en la Cuba go con el narrador principal, ya que re-
de los años 70 del siglo pasado se le podía presenta su opuesto, y marca el contraste
perseguir judicialmente a alguien por al- y la disonancia frente a lo que, de otro mo-
guno de los aspectos mencionados. ¡Ima- do, sería una monótona narración testi-
ginemos por un instante lo que debió sig- monial: “Pero tú eres diferente. No sabes
nificar, como en el caso de Arenas, ser sobrevivir, no sabes odiar, no sabes olvi-
perseguido por esos tres delitos a la vez!6 dar.” (p. 273)7 A través del yo que narra
Es aquí donde yo encuentro el ori- conocemos al tú interpelado, pero tam-
gen de esa fractura interna que divide al bién, por virtud de la diferencia, llegamos
sujeto Reinaldo Arenas, fractura existen- a conocer más de ese yo. Ciertamente, son
cial que es reelaborada artísticamente tan distintos uno del otro que por momen-
mediante la escritura y de la cual Final de tos el tono parece de disputa y desafío.
un cuento es, como se verá más adelan- Creo que una lectura atenta de los
te, un ejemplo extraordinario. momentos numerosos en que el narra-
dor se dirige al otro, permite afirmar que,
en efecto, entre ambos se entabla un diá-
El narrador logo, un diálogo sui generis puesto que el
interlocutor no emite palabra alguna; ello
El narrador en “Final de un cuento” es al no impide, sin embargo, que nos entere-
mismo tiempo el personaje principal, la mos de su opinión, su visión de las cosas
voz narrativa que, en varios momentos, y su postura frente al mundo.
dice yo y que relata, desde su perspecti- Ahora bien, ¿ese tú misterioso es efec-
va, los acontecimientos que conforman la tivamente alguien más? Hay suficientes
historia, es decir, se trata de un narrador marcas textuales que parecen confirmar-
homodiegético. lo. El narrador, en las últimas líneas del
Para la narratología, entonces, ese na- texto le pide al mar: “no rechaces las ce-
rrador es el origen y el fin de cuanto pode- nizas de mi amigo” (289). Antes, en la pá-
mos saber en tanto que lectores, y por esa gina 286, relata cómo ese amigo muere al
razón dependemos de él absolutamente. lanzarse al vacío desde el Empire State.
Sin embargo, hay alguien más que si bien En seguida se encarga de incinerarlo para
no “habla”, no por ello es menos elocuente poder llevarlo hasta ese “sauthermost
que el narrador en primera persona. In- [sic] point in usa”, donde inicia y termina
dependientemente de su estatus ontoló- la narración.
Existen, no obstante, otras tantas
marcas textuales que podrían modificar
6
Para el régimen cubano de esos años, en efecto, esa primera lectura. No digo que la inva-
la homosexualidad constituía un delito tipificado
y sancionado por la misma constitución. El mismo liden, o que se trate de una lectura inco-
Arenas hace alusión a esta situación en el relato
que voy a analizar: “«Que el que mirare a otro suje-
to de su mismo sexo será condenado a…»”, “Final 7
En lo sucesivo anotaré entre paréntesis sólo el nú-
de un cuento”, p. 274. mero de la página donde aparece la cita.
37
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Jesús Pérez Ruiz
rrecta. Lo que sugiero es que al atribuirle intentar llenarlo”.10 La solución técnica que
a ese otro una categoría ontológica distin- representa el desdoblamiento dejaría de
ta, es decir, al verlo como alter ego del na- ser entonces un mero recurso formal para
rrador, se enriquece no sólo su identidad convertirse en la única posibilidad de mos-
narrativa, sino también la apropiación trar a un personaje múltiple y complejo,
que de ella hace el lector. Se trata, para escindido, un personaje que, en este ca-
decirlo de una vez, de un desdoblamien- so, es también el narrador y, en tanto que
to del narrador, fenómeno que analizo trasunto inconfundible del autor Reinaldo
en seguida. Arenas, comparte los tres atributos funes-
tos de éste (funestos –repito– para un cu-
bano bajo el régimen de Fidel Castro), a
El (otro) personaje saber, su homosexualidad, su condición de
escritor y de disidente político. En el texto
Esta figura o recurso del desdoblamien- pueden encontrarse suficientes referen-
to del yo parece ser una constante en la cias a estas situaciones; recojo algunas:
obra de Arenas. Cualquiera que se haya
acercado aunque sea un poco a ella, pue- Homosexualidad: “…jóvenes y más jóve-
de comprobarlo con facilidad. El ejemplo nes, todos en short, mostrando o insi-
extremo sería el ciclo de cinco novelas con nuando lo que ellos saben (y con cuánta
fuerte carga autobiográfica conocido co- razón) que es su mayor tesoro…” (282).
mo la “pentagonía”.8 Pero ya desde antes, Escritura: “…y con esta historia haré un
en el aclamado libro El mundo alucinante cuento (ya lo tengo casi terminado) para
(1969), en una carta-prólogo dirigida a Fray que veas que aún puedo escribir” (288).
Servando Teresa de Mier –protagonista Disidencia: “…por primera vez ahora so-
de la novela– el autor escribe: “Lo más útil mos personas, es decir, podemos aborre-
fue descubrir que tú y yo somos la misma cer, ofender libremente, y sin tener que
persona.”9 Entonces, más que un simple cortar caña…” (276).
recurso estilístico o retórico, el desdobla-
miento puede ser, en el escritor cubano, No importa entonces que el lector desco-
un síntoma de otra cosa, tal vez “del reco- nozca el nombre del personaje que narra,
nocimiento de la propia indigencia, del va- ¿hace falta que se auto-nombre Reinaldo
cío que experimenta el ser en el fondo de –como lo hace en otros de sus textos– 11 pa-
sí mismo y de la búsqueda del Otro para ra que afirmemos que es Reinaldo Arenas
quien escribe? Lo que él quiere lograr y, a
8
En especial la tercera novela de ese ciclo, Otra vez
el mar. Ahí, el personaje principal “desplaza su yo 10
Juan Bargalló, Identidad y alteridad: aproximación
para desapropiarse de un contenido incompatible al tema del doble, p. 11.
con su realidad. Él representará para sí mismo una 11
En El color del verano (1999) por ejemplo, cuarta
escena de autoengaño. La simulación y la negación novela de la “pentagonía”, aclara: “No soy una per-
se generarán mediante un “mecanismo adaptati- sona, sino dos y tres a la vez. Para ti sigo siendo
vo extremo” ante una realidad que siente ajena. Gabriel, para aquellos que leen lo que escribo y
Dicho mecanismo de adaptación está ficcionali- que casi nunca puedo publicar soy Reinaldo, para
zado a través del desdoblamiento y la dualidad”. el resto de mis amigos, con los cuales de vez en
María Teresa Miaja de la Peña, op. cit., pp. 93-94. cuando me escapo para ser yo totalmente, soy la
9
Reinaldo Arenas, El mundo alucinante, p. 11. Tétrica Mofeta”; p. 115.
38
El problema del autor en un relato de Reinaldo Arenas
mi juicio, consigue muy bien a través del cie de consuelo, un dolor dulce, una for-
desdoblamiento, es dar cuenta de esa con- ma de ver las cosas y hasta de disfrutarlas”
frontación consigo mismo, confrontación (275 y 283).
que el exilio sólo vino a exacerbar. Si esa Lo que ese tú representa, para mí, es
nueva condición representó la posibilidad justamente esa nostalgia, desconocida
de un cambio, “Final de un cuento” puede hasta entonces, al menos en la forma en
leerse como el fracaso de esa posibilidad, que es descrita, padecida y elaborada a
la disolución de toda esperanza,12 puesto lo largo del cuento; la lucha que el narra-
que representa, entre otras cosas, la pér- dor y su doble entablan es entonces por
dida absoluta de identidad: la sobrevivencia:
lleva de vuelta al punto de partida); es ético ficios, una simulación por parte del autor,
porque sólo al finalizar la lectura com- simulación que es otro de los recursos
prendemos el sentido y la significación de distintivos de la escritura autoficcional.17
ese cierre narrativo, y desde luego es for- ¿Por qué Reinaldo Arenas no bautiza
mal en tanto que modula el espacio y el simplemente con su nombre al narrador?
tiempo de la narración. Varias posibles respuestas:
20
Peter Brooks, op. cit., p. 338.
21
Ibid., p. 320.
41
Resumen Abstract
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 41-51
Fecha de recepción 29/06/2015 > Fecha de aceptación 26/11/2015
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Una identidad que se bifurca: autoficción y ciudad en La forma del silencio de María...
la, mientras dice que escribe una, y por escribió Philippe Lejeune. El texto de
otro cuando niega y afirma la presencia de Puga es una autoficción, porque, a pesar
rasgos biográficos. de negar su presencia real en la historia,
Este entramado se sostiene sobre una no admite ningún dato como verdadero
escritura en apariencia ligera o sencilla, y a lo largo de toda la historia insiste en
pero en realidad trabaja en elaborar un decir que escribe una novela, aun cuan-
complejo tejido narrativo con el cual, tan- do hay referencias verificables de su pro-
to describe técnicas de construcción, como pia identidad.
su puesta en marcha y los temas que a su Sin embargo, la forma en que Puga
vez son tópico de escritura, modelo teóri- elabora su autoficción es peculiar; no se
co y la escritura misma. trata llanamente de un texto el cual cuen-
De los temas que Puga desarrolla en te una historia de ficción con rasgos auto-
la novela y señala en “A manera de índice”, biográficos, sino uno donde la autora
me interesa subrayar tres para este ar- juega con el carácter autorreferencial de
tículo: «La escuetez», «La novela» y, por la literatura para decir que, a pesar de es-
último, el que titula «Yo». A diferencia de cribir un texto de ficción, esto no le impide
los otros tópicos, más próximos al con- reflexionar sobre su propia vida o acerca
tenido dentro de la historia, estos se di- de su trabajo de escritura. Por ello, su tex-
rigen a la forma, a la estructura del tex- to se encuentra pleno de afirmaciones
to, es decir, al quehacer literario. Por lo como la siguiente: “una novela puede ser
tanto, son muestra de las reflexionas de una manera de ponerse en las cosas para
la autora sobre la escritura y trasluce el entenderlas, para reconstruirlas o reorga-
juego en torno al género. nizarlas. Para recordarlas o conjurarlas.”1
Con el título de «La novela», María Es decir, aunque se trate de una novela,
Luisa Puga se presenta como una guía pa- sigue siendo un espacio en el cual la auto-
ra el lector ante los vericuetos del género; ra puede desarrollar un discurso que, de
enseña, como si fuera un manual, paso a una forma u otra, la contenga.
paso cómo busca y presenta sus temas y Fernando Cabo Aseguinolaza comen-
personajes, y afirma, una y otra vez, que ta que entre los escritos de autoficción se
está haciendo un texto de ficción, una na- puede encontrar una especie de “ficción
rración novelada. A pesar de las referen- crítica”, en la que, al mismo tiempo, los
cias a situaciones reales de la vida de la autores narran una historia de ficción y
autora, como su paso por la casa de su desarrollan un discurso en el que esta-
abuela en Acapulco, la muerte de su ma- blecen su pensar sobre algunas cuestio-
dre o el departamento de su padre en la nes literarias. Al respecto, el crítico señala:
ciudad de México, Puga nunca dice que
se trate de un texto autobiográfico; al con- […] ¿por qué en estos ejercicios que tanto
trario, se preocupa por subrayarlo como se aproximan al ensayo adquiere un pa-
una novela, y se cuida de no dar referen- pel tan relevante la literatura, el saber
tes extratextuales que la desmientan. Por literario o, sobre todo, la condición del
ello, no se puede hablar de autobiogra- sujeto como lector y, a partir de ella, la
fía: no se hace el contrato de lectura que
la ratifique, no se firma el pacto, según 1
María Luisa Puga, La forma del silencio, p. 22.
44
Una identidad que se bifurca: autoficción y ciudad en La forma del silencio de María...
exhibición de sus lecturas? Sin duda tiene subyace a la narración central, continúa su
algo que ver aquella voluntad conradiana disertación sobre la escritura, la impor-
de “to make a name”, y fijar ese nombre tancia del lenguaje y lo que ese trabajo
a una determinada posición, que mucho textual puede producir en el lector:
tiene que ver también con la propia e idio-
sincrásica postulación de un canon.2 Sin adornos. Sin ambages… Le dije a Juan
que lo que me caía bien de él era su es-
Porque, paradójicamente, mientras no se cuetez. Su total y absoluta escuetez, que
quiere decir que quien narra es el autor real, como tal no está en el diccionario, pero
se habla desde una posición de escritor; no le hace… Casi todo no es más que pa-
en este caso, Puga interpreta y explica los labras, y éstas se organizan a voluntad.
principios de la novela y sólo lo puede ha- De acuerdo, pero hay de organización de
cer a partir de su saber de escritora. Esto palabras a organización de palabras. Va-
resulta en la hibridez del texto de María mos a ver…3
Luisa Puga: la historia se narra en peque-
ñas estructuras discursivas que en ocasio- Esa organización a voluntad no sólo le per-
nes no se suceden temáticamente; en es- mite a Puga estructurar un texto lleno de
te sentido, cada una es independiente y libertades –no se ajusta rigurosamente
responde a su propia intención, tanto en a ningún género–, sino construir una es-
la forma como en el contenido. El tono pecie de retrato de sí misma que los lec-
puede variar y producir algunos fragmen- tores puedan reconocer. Es decir, a pesar
tos más poéticos, otros jocosos o lúdicos, de los referentes velados, las continuas alu-
más o menos emotivos. De este modo se siones al quehacer literario son también
tienen algunos textos con una historia, la alusiones a su ser escritora. De esta mane-
de la narradora, quien a su vez cuenta ra, está sacando a la luz a cada momento a
la de Juan; otros, se detienen a recordar y una autora: una que se hace y se muestra
a paladear sensiblemente esas memorias; al mismo tiempo que, en el discurso en
así como aquellos destinados a reflexio- marcha, se niega.
nar sobre la literatura, en particular de los Aquí radica el juego más importante
distintos derroteros de la novela. en La forma del silencio, Puga oculta deli-
La dominante es el juego. Puga sa- beradamente los nombres porque sabe
be, la escritura le permite crear una novela que en ellos recaen las identidades; pero
que en realidad luce como autobiografía, su nombre no es una ausencia real en el
o hacer una autoficción con apariencia de texto, sino un nombre borrado, es decir,
novela. Lo importante es cómo se dice y uno que, a pesar de no ser una presencia,
lo que se escribe. Su texto se llena de mo- ya ha sido, y es capaz de pre-sentirse por
mentos en los que al mismo tiempo que medio de la escritura. María Luisa Puga
pretende seguir el hilo de una historia en está en su texto, aunque su nombre no se
apariencia de menor envergadura, y que lea en él.
Cabo Aseguinolaza comenta respec-
to del nombre:
2
Fernando Cabo Aseguinolaza, “Teatralidad, itine-
rancia y lectura: sobre la tradición teórica de la
autoficción”, El yo fabulado, p. 40. 3
María Luisa Puga, op. cit., p. 15.
45
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Berenice Romano Hurtado
La voluntad por modificarlo es, sin duda, haciendo nombre. Esto lleva a entender a
una evidencia de la importancia que tie- la autoficción como una autorepresenta-
nen los nombres y de su capacidad para ción de la autora en la que cobra densidad
actuar como sostenedores de identida- a medida que se sugiere entre las líneas
des públicas o privadas. 4 de la historia de Juan.
sujeto a través de distintos y variados cor- crítica; más que exhibir, trata de compren-
tes y ensamblajes, en el sentido en que los der un espacio de contrastes por el cual
acuña Barthes, del transcurso de una vida. tiene sentimientos también en conflicto.
Es decir, el personaje narrador de la Por ello, como si fuera un reflejo de la
historia, quien juega a ser y no ser la auto- ciudad, la niña es una suma de oposiciones
ra misma, crea una identidad de ciudad y entre su vida en Acapulco, en una escuela
de escritura en correspondencia con la pública y con la vigilancia y educación con-
suya propia. De ahí las continuas pausas servadora de la abuela, y la de la Ciudad
para destacar cómo debería escribirse una de México, en un colegio privado y con la
novela, para mostrar la dificultad de con- casi nula presencia de su padre.
tar una vida y para describir los espacios A su vez, esta amalgama niña-espa-
que emocionalmente van configurando a cio, se sostiene en una escritura híbrida
la narradora. Así se va tejiendo, al mismo –también especular–, que pretende tomar
tiempo, una historia hecha de tres hebras la forma de una novela, a pesar de estar
centrales: la identidad de la ciudad, la de narrando una vida, como en la autoficción.
la configuración de la novela como géne- El texto se construye, en gran medida, de
ro y la del yo de la narradora. Debe subra- las reflexiones hechas alrededor de ambos
yarse que ninguna precede a la otra, más géneros y del cúmulo de recuerdos de la
bien, tal como está contando la historia, narradora puestos al costado de la histo-
cada una pertenece y determina a las de- ria de una novela inexistente, pero pre-
más. De tal forma, el resultado es una iden- sente como la central en la narración. Al
tidad determinada por el espacio que se respecto, escribe Puga:
habita y por la escritura.
Por eso, la protagonista está sujeta al Muchos años después, o pocos, surgirá
lugar donde vive, porque éste cambia su esa necesidad de novela en la que tratas
proceder, ya sea que se encuentre en Aca- de poner todo en su sitio; su verdadero
pulco o en la ciudad de México; asimis- sitio. No el que tuvo, sino el que tú sen-
mo, la ciudad adquiere rasgos de perso- tiste. Tratas de reconstruirlo todo paso
naje y se describe como uno más de los a paso, sabiendo que unas cosas quedan
seres que la narradora trata de definir: de cabeza, otras de lado y otras más de-
saparecen, pero lo que reconstruyes es
La ciudad, lo sé, se mostraba segura de un sentimiento de realidad.15
sí. Tenía sus barriadas en donde apenas se
iniciaba el hacinamiento, pero ella lo ig- El juego queda de relieve, la necesidad de
noraba. Mostraba soberbia su faz afran- novela implica, en este caso, un deseo
cesada. Con todo y sus taquerías, sus de contarse; sin embargo, se debe subra-
banquetas rotas, sus canasteros, que yar la paradoja de querer narrar el verda-
también se iban empobreciendo.14 dero sitio de los recuerdos en un texto de
ficción. Lo que surge de nuevo es recono-
Al caracterizar de esta forma a la urbe, no só- cer en los recursos narrativos liminales
lo la personifica, hace una valoración y una –como esta paradoja– el sitio donde Puga
14
Ibid., p. 192. 15
Ibid., p. 198.
49
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Berenice Romano Hurtado
que se recuerda desde la memoria adul- bora un recuento del espacio que vive y la
ta. En este sentido, Manuel Alberca señala vive. La ciudad, o el puerto de Acapulco,
que se ha ido creando un desiderátum pos- parecen definirse conforme los transita y
moderno interesado en la autocreación, se reconoce parte de ellos. En esta medi-
es decir, la elaboración propia de lo que se da, la identidad queda sujeta a las descrip-
quiere ser, o mejor dicho, se representa ser.20 ciones y emociones que surgen al hablar
Es decir, en Puga relatar la infancia parece del espacio; así se ha mostrado cómo en
tener la intención de explicar quién se ha los espacios vacíos, en lo que el silencio
sido para construir, tácitamente, en quién deja, que es siempre lo que resta, lo que
se convertirá. sobra y permanece de entre un montón
La forma del silencio alude a aquello de hechos superfluos, se entiende lo ma-
que no se dice, a lo que se vive en secreto, leable de la palabra y se desarrolla una
en lo recóndito del ser. La introspección narración construida de fragmentos, para
explora al ser autobiográfico y se escribe conformar una identidad, también dividi-
de silencios, de la respiración pausada que da, en la representación –escritura– del
marca un ritmo calmo: el propicio para ser-niña y del ser-ciudad.
explorar la infancia y escribirla. En este
caso, los silencios son sonoros, susurros
de voces del pasado de la narradora; los Bibliografía
recuerdos que quiere, o no, compartir.
Alberca, Manuel. El pacto ambiguo. De la
Los silencios, pues [dice la narradora]. Los novela autobiográfica a la autoficción.
silencios de cada cual se van haciendo Biblioteca Nueva, Madrid, 2007.
como lagunitas en la existencia que muy Cabo Aseguinolaza, Fernando. “Teatrali-
de vez en cuando, casi siempre por acci- dad, itinerancia y lectura”. El yo fabu-
dente, encrespan sus aguas. Tan habi- lado. Nuevas aproximaciones críticas
tuados estamos a ellos, que no sabemos a la autoficción. Ana Casas (ed.). Ibe-
reconocer lo que pasa las más de las ve- roamericana-Verbuert, Madrid, 2014.
ces. Sin embargo hay ocasiones en que García Barrientos, José Luis. “Paradojas
se secan. Silencios tan profundos que se de la autoficción dramática”. El yo
evaporan. Como el silencio de la noche, fabulado. Nuevas aproximaciones crí-
que acaba por ser noche, o el del mar en ticas a la autoficción. Ana Casas
ocasiones, que termina siendo azul.21 (ed.). Iberoamericana-Verbuert, Ma-
drid, 2014.
El silencio permite un texto en el que Ma- Puga, María Luisa. La forma del silencio.
ría Luisa Puga juega a que hace y desha- Siglo XXI, México, 2014.
ce un escrito de autoficción; es decir, más
que escribir una construcción real con la
cual se pueda identificar a la autora, ela-
20
Manuel Alberca, El pacto ambiguo. De la novela
autobiográfica a la autoficción, p. 41.
21
Ibid., p. 249.
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Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Berenice Romano Hurtado
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Fecha de recepción 27/02/2015 > Fecha de aceptación 05/08/2015
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Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
1
Cabe aclarar que la noción de escritura autobiográfica propuesta aquí no es ni dogmática ni normativa, sino
operativa, y se elabora con miras al análisis de las autobiografías de autores críticos (en palabras de Mijaíl
Bajtín). El crítico ruso establece una diferencia entre el autor ingenuo que estetiza su vida, pero que: “[…] al
crear al héroe con su vida, se orienta a los mismos valores en medio de los cuales vive la vida su héroe y no
dispone de momentos excedentes y transgredientes para la creación que no poseyera el mismo héroe para
con su vida; el autor en su obra solamente continúa aquello que ya existe en la misma vida de los héroes.”
Mijaíl Bajtín, Estética de la creación verbal, p. 141. Por el otro lado se encuentra el autor crítico que, como se
probará: “[…] siempre opondría a los valores de la vida del héroe los valores transgredientes de conclusión,
concluiría la vida desde el punto de vista fundamentalmente diferente del que tenía el héroe viviéndola desde
su interior; en tal caso, cada línea, cada paso del narrador revelarían un esfuerzo por utilizar el excedente
54
La autobiografía: proyecto de vida y escritura. Un acercamiento desde la teoría de...
Paul de Man puso el acento en esta ca- cual se le confiere el poder de la palabra
racterística y señaló que los episodios y se establece la posibilidad de que esta
narrados se convertían en elementos de entidad pueda replicar.9
una alegoría, que tenía como eje central
la representación del yo, y como figura Para De Man, lo autobiográfico no podía
retórica por excelencia a la prosopope- tener un referente extra-textual, pues la
ya que, en sus términos, significaba: identidad construida sólo existía en tér-
minos lingüísticos: no era posible hallar
[...] la ficción de un apóstrofe a una en- un anclaje fuera del texto, ya que no era
tidad ausente, muerta o sin voz, por la la vida la que determinaba al texto, sino
éste el que dotaba de sentido a la repre-
sentación vital. El trabajo de De Man fue
convencer y persuadir a la ciudadanía. Así, la re-
tórica que proponían los sofistas se explicaba significativo para la teoría autobiográfi-
de la siguiente manera: la relación entre el habla y ca, pues con él, el crítico belga le confirió
el mundo era una representación, la cual debía a lo autobiográfico un estatuto literario
poseer ciertas características (como los topoi koi-
noi, lugares comunes), para que la persuasión tu- que, si bien ya había sido señalado por
viera una mayor efectividad. Entonces, las disci- Georges Gusdorf en 1956, aún no se le
plinas fundamentales, la oratoria y la dialéctica, terminaba de conferir.10
se desprendían de la retórica; también se instauró
la inventio, el diseño de elementos reales o ve- De esta manera, se entiende que
rosímiles que hicieran aceptable el discurso. Al la escritura autobiográfica participa de la
mismo tiempo, se desarrolló un método de con- creación estética y que el yo representado
vencimiento que era oral y ejemplificador. Sin em-
bargo, los sofistas utilizaban la retórica como un adquiere el nivel de personaje de esta na-
medio para mantener sus propios intereses; por rración. Por esta razón, es pertinente traer
ello, Isócrates se distanció de este método y luchó a colación las reflexiones de Mijaíl Bajtín
contra éstos, ya que pensaba que había que bus-
car la verdad (mayéutica), pero sin desasociarla del sobre la actitud del autor con respecto a
hombre. La retórica, para el pensador griego, no
era una simple técnica ni sólo un instrumento de
persuasión; iba más allá al proponerla como un
método educativo. Pero en el presente trabajo, 9
Paul de Man, op. cit., p. 116.
no se observa la propuesta isocrática, sino, más 10
Georges Gusdorf, en su artículo “Condiciones y lí-
bien, se toma la noción de retórica desde este mites de la autobiografía”, señalaba que la auto-
carácter persuasivo, antes que como un juego de biografía era: “un género literario firmemente es-
ingenio, principio que se aproxima más a la idea tablecido, cuya historia se presenta jalonada de
aristotélica, que fue heredada por el periodo he- una serie de obras maestras, desde las Confesiones
lenístico; puesto que en éste, al haber cambiado de san Agustín hasta Si le grain ne meurt de Gide,
la forma de gobierno, ya no existía un auditorio al pasando por las Confesiones de Rousseau, Poesía
cual convencer y, por lo tanto, la retórica perdió y verdad [de Goethe], las Memorias de ultratumba
su vitalidad. Sin embargo, lo que se propone en [de Chateaubriand] o la Apología de Newman”.
el presente trabajo es que en la escritura auto- Georges Gusdorf, “Condiciones y límites de la
biográfica aún se hallan indicios de este carácter autobiografía”, La autobiografía y sus problemas
persuasivo y vital de la retórica, ya que se trata de teóricos. Estudios e investigación documental, Su-
una obra que tiene en mente a un público lector, plementos Anthropos, p. 9. // La importancia de
que se publica en un contexto específico y con de- entender este carácter creador es reafirmar el va-
terminadas intenciones y que, por lo mismo, lo que lor literario que tienen las autobiografías, pues
hace es focalizar el poder de sugestión de la retó- hasta hace algunos años se les había negado el
rica, para que la identidad autobiográfica sea estatuto de literatura y, en la actualidad, aún se
aceptada, como se analiza en el segundo aparta- les considera un género menor; actitud que em-
do de este estudio, que trata la dimensión ape- pobrece el acervo literario mexicano e hispano-
lativa de lo autobiográfico. americano.
57
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Edith Vargas Jiménez
tud de extraposición para dotar de sentido ra-mí, sino del yo-para-otro.22 En esta tó-
al relato de vida: elegir implica un esfuer- nica, incluso Bajtín elabora un pequeña
zo de discriminación entre los sucesos que lista de motivaciones que él denomina “la
apoyan el proyecto de identidad auto- base de los valores biográficos”, entre los
biográfico y aquellos que no; entonces, se que cita:
entiende que los silencios mantienen una
relación de diálogo con los elementos que [...] la voluntad de ser héroe, de tener im-
sí están presentes en el relato y que, en con- portancia en el mundo de los otros, la
junto, apoyan la unidad de la obra. voluntad de ser amado y, finalmente,
la voluntad de vivenciar el fabulismo (la
aventura) de la vida, la heterogeneidad
La autobiografía como lectura de la vida exterior e interior.23
En segundo lugar, no debe olvidarse que Mijaíl Bajtín ejemplifica lo anterior en Es-
lo autobiográfico tiene una función apela- tética de la creación verbal, cuando se refie-
tiva y busca una reacción por parte del lec- re a la confesión, una de las primeras for-
tor: la imagen que se construye en el texto mas autobiográficas: Santa Teresa, al hacer
debe ser leída como auténtica, que no sig- uso de ésta no se dirige a Dios ni al yo-para-
nifica lo mismo que real o verdadera, sino mí, sino a sus prójimos (a sus hermanas y a
que debe ser: “Acreditad[a] de ciert[a] y su confesor), por lo que la confesión ideal
positiv[a] por los caracteres, requisitos o (monológica, orientada a Dios) no tiene la
circunstancias que en ell[a] concurren.”21 posibilidad de realizarse en el momento
Es por esta razón que la sinceridad sigue en el que se ha cambiado el acento de
blandiéndose como uno de los valores lo que se ha hecho (lo que se confiesa) a
principales de lo autobiográfico. Por lo observar la representación que se hace
tanto, se entiende que si el elemento re- de esto ante el otro (el confesor). El yo-
ferencial de la identidad no estuviera en para-otro surge con el planteamiento de
juego, simplemente no habría discusión y la otredad (de un otro posible, de un oyen-
la autobiografía se tomaría sólo como fic- te, de un lector) y, con ello, nace el diálogo
ción, pero como esta dimensión es justa- con el receptor; es decir, el carácter apela-
mente la que cierra el proyecto autobio- tivo de la autobiografía: “Ni en la biogra-
gráfico, estas narraciones se convierten fía, ni en la autobiografía el yo-para-mí
en discursos comunicativos y de diálogo (la actitud hacia uno mismo) viene a ser
y, a su vez, también en textos altamente
motivados, para restringir la sobreinter-
22
pretación en favor de las motivaciones del La identidad para Bajtín se da en la lógica de la
triada: yo-para-mí, yo-para-otro y otro-para-mí. Ésta
autor y de la imagen que busca proyec- es resultante de las interacciones del yo consigo
tar de sí mismo: se trata no sólo del yo-pa- mismo (percepción interna, autoimagen) y con el
otro (la apreciación que este otro hace de uno mis-
mo). Así, la identidad se construye y sobredeter-
mina por la alteridad: “El hombre, en tanto na-
turaleza, sólo se vivencia convincentemente en el
21
Real Academia de la Lengua Española, Diccionario otro, pero no en sí mismo”. Mijaíl Bajtín, Estética
de la Real Academia de la Lengua Española, http:// de la creación verbal, p. 44.
lema.rae.es/drae/?val=aut%C3%A9ntico 23
Ibid., p. 135.
60
La autobiografía: proyecto de vida y escritura. Un acercamiento desde la teoría de...
Bibliografía: Hemerografía
Bajtín, Mijaíl. Estética de la creación verbal. De Man, Paul. “La autobiografía como
2ª ed., México, Siglo XXI, 2012. desfiguración”. La autobiografía y sus
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Madrid, Alianza, 2008.
65
Francisco L. Urquizo:
entre lo biográfico y la autobiografía
Francisco L. Urquizo:
between the biographical and the autobiography
Resumen Abstract
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 65-77
Fecha de recepción 29/06/2015 > Fecha de aceptación 07/10/2015
mera140486@hotmail.com
*
Universidad Autónoma del Estado de México.
66
Francisco L. Urquizo: entre lo biográfico y la autobiografía
4
A causa de que el presente análisis se centra sólo
en lo referente a los conceptos de ‘yo social’ y
‘yo creador’ planteados por la Psicocrítica, no se
profundizará en este concepto, sin embargo a con-
tinuación se proporciona la definición que da so-
bre él Charles Mauron: «Cette définition empiri-
que, nommer “mythe personnel”, le phantasme
3
“Él distingue un «yo creador» y un «yo social» le plu fréquent chez un écrivian, ou mieux en-
que no se comunican entre sí más que a través del coré l’image qui résiste à la superposition de ses
mito personal, conectado al inconsciente. Él ve a ouvres.». “Esta definición empírica llamada «mi-
la creación artística no como una expresión directa to personal», la fantasía más común en un es-
del inconsciente, pero implica una especie de critor, o mejor aún la imagen que se resiste a la
autoanálisis, o de regresión controlada a traumas superposición de sus obras”. Charles Mauron, Des
originarios y a etapas infantiles, una «revisión de la Metaphores Obsédantes au Mythe Personnel. In-
inconsciencia».” Gérard Genette, Figures I, p. 136. troduction à la Psychocritique, p. 14.
69
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Merari Ruiz Cárdenas
mediador entre estas dos fuerzas, y que xicana (la transición del gobierno de Por-
a través del empuje del inconsciente tam- firio Díaz al de Francisco I. Madero), la
bién busca ser exteriorizado. Así, las co- traición realizada a Madero por parte de
nexiones que existen entre la vida y la Victoriano Huerta, y el inicio y ocaso del
obra no son racionalizadas por el artista y Constitucionalismo representado por la fi-
tampoco, según Mauron, repercute la una gura de Venustiano Carranza.
en la otra de manera directa ya que las Este espacio de la Revolución Mexi-
experiencias biográficas del yo social no cana –fundado a partir de los lugares ins-
son transmitidas al yo creador, pues és- tituidos por las relaciones que establecen
tas son disminuidas por el tiempo y por la los personajes históricos mencionados–,
interpretación que les da a partir de su co- en la narrativa de Urquizo, constituye un
nocimiento de la vida y la muerte. En este manejo espacial tal, que conduce a con-
punto no se debe confundir que yo social siderarlo un “soñador de moradas”. Las
y yo creador no se influyen mutuamente; moradas creadas por Urquizo son lugares
el enfoque de Mauron se sitúa en el hecho habitados por “espacios del anonimato”
de que estos pueden funcionar, por un resultantes de su visión panóptica6 del es-
tiempo determinado, de manera indepen- pacio de la Revolución Mexicana. En este
diente. Mieke Bal en Teoría de la narrativa entendido, Urquizo es el “Ojo solar, una
(una introducción a la narratología) ejem- mirada de dios”,7 un ojo totalizador que en
plifica esta influencia mutua entre el yo analogía con la arquitectura carcelaria se
social y el yo creador al mencionar que “el convierte en el guardián que desde la torre
espacio no se presenta como marco fijo, central observa a los prisioneros recluidos
sino como zona de paso susceptible de en edificios individuales situados a su al-
grandes variaciones”.5 rededor. Los prisioneros de Francisco L.
En el caso de Francisco L. Urquizo, el Urquizo, en su calidad de guardia carcela-
“marco fijo” es el espacio representado por ria, son los personajes situados en los
el movimiento armado de la Revolución recortes de realidad revolucionaria; y los lu-
Mexicana, pero como lo menciona Bal, a gares donde estos están recluidos son
pesar de representar el marco de determi- precisamente “espacios del anonimato”,
nado contexto, todo espacio no es fijo, pues que en conjunto instauran el espacio de la
existen en él variaciones y movimientos; Revolución Mexicana observada por Ur-
estos movimientos se determinan a partir quizo desde su torre central de escritor y
de recortes de la realidad. Los recortes de narrador omnisciente.
realidad del marco espacial de la Revolu-
ción Mexicana realizados por Urquizo son
definidos a partir de sus recuerdos y expe- 6
El panóptico es un tipo de arquitectura carcelaria
riencias, y básicamente son tres: el relacio- ideada por el filósofo utilitarista Jeremy Bentham
nado con los inicios de la Revolución Me- hacia fines del siglo xviii. El objetivo de la estruc-
tura panóptica es permitir a su guardián, ubicado
en una torre central, observar a todos los prisio-
neros recluidos en células individuales alrededor
de la torre, sin que éstos puedan saber si son
observados.
5
Mieke Bal, Teoría de la narrativa (una introducción a 7
Michel de Certeau, La invención de lo cotidiano I.
la narratología), p. 104. Artes de hacer, p. 104.
70
Francisco L. Urquizo: entre lo biográfico y la autobiografía
10
Senado de la República. “Medalla Belisario Domín-
8
Jean Le Galliot, Psicoanálisis y lenguajes literarios. guez. Palabras del Gral. Francisco L. Urquizo”, http:
Teoría y práctica, p. 163. //www.senado.gob.mx/?ver=sen&mn=2&sm=8&
9
Ibid., p. 163. str=docs/1967.html
71
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Merari Ruiz Cárdenas
cerles una especie de homenaje al recor- ción, para que sirva si quiera como datos
darlos en sus textos; pero al decir que lo para los que escriban la historia.11
hace para “proporcionar a la juventud
modelos a seguir” y para tratar de “hacer En esta cita se reitera el carácter testimo-
agradables los recuerdos” –evidentemen- nial de la escritura como un derecho y un
te para el lector–, da en cierta forma la deber para sustentar la investigación de
impresión de ficcionalizar lo que cuenta los historiadores y, por lo mismo, el autor
con el fin de convertir a los revolucionarios en primera persona no es propiamente un
en ejemplos a seguir. Posiblemente por narrador ficticio o de ficción literaria, sino
ello los dotó de virtudes que tal vez en la un sujeto real que testimonia lo vivido. Se
vida real no tuvieron y, al mismo tiempo, coloca, pues, como testimoniante de los
omitió sus defectos. hechos reales de la historia.
Siguiendo esta misma idea, otra ob- Esta intención de Urquizo por dejar
servación respecto a sus palabras radica testimonio de lo vivido en la Revolución
en la función del acto de escribir; es decir, Mexicana dio como resultado el uso de
Urquizo no considera la escritura un oficio diversas literaturas del yo presentes en
del todo literario, sino como una espe- su producción literaria (memorias, testi-
cie de deber comunicativo, muy cercano, monios, biografías, crónica, diario, entre
además, a una necesidad estética capaz otros), lo cual, en un primer momento, di-
de liberarlo de sí mismo. Sobre esto es re- ficulta determinar qué tipo de escritura
levante notar la consideración de tener predominante desarrolla en sus obras.
presente la figura de los lectores, lo que Este problema ya es observado por el
ya da indicios de que Urquizo se posiciona ensayista y editor Alejandro Katz:
constantemente como escritor y, por lo
tanto, reconoce la responsabilidad de es- ¡Viva Madero! (1954), por ejemplo, es,
cribir de manera amena, o literariamente, al tiempo que una crónica, una biografía
considerando el proceso de creación de la novelada […]. A la par que una biografía de
obra y del mensaje para lograr una eficaz Madero, el libro permite a Urquizo expre-
recepción por parte de los lectores. sar sus puntos de vista […]. La Ciudadela
Otro punto que revela la posición de quedó atrás (1965) […] se aparta del tono
Urquizo, no como escritor de oficio, sino de la crónica para adoptar el de las me-
como encargado de dejar testimonio de morias: es el joven subteniente Urquizo
lo ocurrido durante los tiempos de la Re- quien narra los sucesos acaecidos duran-
volución, se observa en las últimas pági- te la Decena Trágica […]. México-Tlax-
nas de su novela Fui soldado de levita de calantongo es la novela […] [donde] Ur-
esos de caballería, donde habla en prime- quizo, en cuanto testigo de los hechos
ra persona, asumiendo explícitamente su –ya que viajaba en el mismo tren–, ofre-
papel de personaje: ce una narración cuyos límites se confun-
den una vez más con los de la crónica.12
Todos los que como yo tuvimos la suerte
de formar parte en la Revolución tenemos
11
el derecho, yo creo que hasta la obligación, Francisco L. Urquizo, Obras escogidas, p. 744. Las
cursivas son mías.
de contar cuanto supimos de la Revolu- 12
Ibid., pp. 8-9.
72
Francisco L. Urquizo: entre lo biográfico y la autobiografía
tanto para una historia individual co- posición sobre el movimiento armado. De
mo de época.17 esta forma justifica su postura respecto
a escribir no por vocación ni por oficio,
Como se muestra, Arfuch reconoce la com- sino para dejar testimonio de lo que él
plejidad de la biografía al observar den- presenció. Para él, el fin último de la es-
tro de ésta la presencia de otros géneros, critura es la permanencia de su concien-
denominados por ella “canónicos”, que cia, pero no para sí sino para los demás, al
funcionan al mismo tiempo como elemen- asumir la responsabilidad que la autobio-
tos históricos y ficcionales en la obra lite- grafía implica cuando habla de él y de los
raria. En el caso de Urquizo, éstos constru- hechos en los cuales participó. Para clari-
yen su historia tanto individual (carácter ficar este punto es importante hacer una
narrativo de la experiencia), como de la distinción entre biografía y autobiografía.
época (Revolución Mexicana), en la que Antes es necesario mencionar que en
el aspecto vivencial es determinante. Ar- Francisco L. Urquizo no se observa la con-
fuch, al citar en Problemas de lingüística ge- ciencia de escribir autobiografía como
neral II al lingüista francés Émile Benve- tal. Siempre, al hablar de su escritura, se
niste, hace una observación importante refiere a este hecho como una manera de
sobre el carácter vivencial del autor al mo- dejar testimonio de lo presenciado; es
mento de narrar sus experiencias: decir, como si lo narrado no fuera sobre
él sino encaminado hacia el exterior de su
Esa unificación imaginaria de la multi- propia creación –a pesar de que en nove-
plicidad vivencial que opera el yo, como las como ¡Viva Madero! no sólo aparece
un momento de detención, un efecto de como personaje, sino que reconoce hablar
(auto) reconocimiento de “permanencia sobre sus propias experiencias–. Este ac-
de la conciencia”, así como el carácter esen- to de negación autobiográfica es tal vez
cialmente narrativo y hasta testimonial con la intención de otorgar a su escritura
de la identidad, “visión de sí” que sólo el un tono de objetividad, que es una de sus
sujeto puede dar sobre sí mismo –inde- intenciones primeras. Aun así no se debe
pendientemente, podríamos agregar, descartar la consideración de una escri-
de su “verdad” referencial–. Característi- tura autobiográfica, pues el hecho de que
cas que definen precisamente la especi- Urquizo no sea consciente de ello es in-
fidad, aún relativa, de lo autobiográfico.18 cluso más revelador que si lo fuera. Geor-
ges May, al citar a Phillipe Lejeune, da
En consonancia, Arfuch alude a lo que Ur- cuenta de esto: “La propia novela puede
quizo hace: más que biografía, lo escrito frecuentemente ser, aun cuando no se
por Francisco L. Urquizo es autobiogra- ofrezca como tal, una forma de expre-
fía pues en toda su obra literaria intenta sión autobiográfica.”19
dar una “visión de sí” mismo y a la vez Hecha esta salvedad, para visualizar
transmitir su “verdad referencial” a partir las diferencias entre biografía y autobio-
de un previo auto-reconocimiento de su grafía recurriré a la siguiente tabla, la cual
17
Leonor Arfuch, “La vida como narración”, p. 91.
18
Ibid., p. 96. 19
Georges May, La autobiografía, p. 218.
74
Francisco L. Urquizo: entre lo biográfico y la autobiografía
Biografía Autobiografía
Da cierta seguridad al biógrafo pues, des- No finaliza con la muerte del personaje, es
de el momento en que se pone a escribir la decir, nunca puede decirse de él una última
vida de un muerto, demuestra que la me- palabra. El autobiógrafo se encuentra en
moria de éste se perpetuó más allá de su una inevitable incertidumbre al no saber si
muerte fisiológica. el personaje alcanzará la perpetuidad des-
pués de la muerte, y no puede sino esperar
su inmortalidad al menos en el papel.
Tiene un punto de vista objetivo en la me- Trabaja con materiales que son por defini-
dida en que los materiales de que se sirve, ción subjetivos: sus propios recuerdos.
igual a los del historiador, son exteriores a
él y por tanto puede distanciarse de ellos
para someterlos a una crítica objetiva.
La vida que reconstruye, basándose en Otorga a los episodios de su pasado casi
documentación y entrevistas, está com- siempre un grado de atención proporcional
puesta de episodios dispuestos cronológi- a su alejamiento en el tiempo.
camente: del nacimiento hacia la muerte.
Le es posible omitir lo que sabe acerca de No puede aparentar que no sabe lo que sí
los episodios posteriores de la vida, que sabe. Su personaje está dotado, a diferen-
conoce por la documentación y no por la cia del personaje del biógrafo, de un futuro
experiencia. y sobre todo de un presente.
20
Ibid., pp. 184-200. 21
Ibid., p. 193.
75
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Merari Ruiz Cárdenas
realmente escrito por Urquizo a lo largo de tóricos de manera fiel desde su posición
su vida fue autobiografía, lo desglosado de testigo de los hechos –cuando hace es-
en estas páginas tiene también la inten- to se percibe una fluidez en su narración
ción de revalorizar, tanto a él como per- que lo conduce a realizar fuertes críticas a
sonaje histórico, como su contribución en la institución del ejército, al movimiento
la construcción de la narrativa de la Revo- armado como tal, a los hombres en el
lución Mexicana, es decir, visualizar a un poder, es decir, a todo lo que desde su po-
Francisco L. Urquizo en un punto donde sición de militar de carrera, apegado a las
convivan de manera equitativa su yo so- normas sociales y castrenses, está desti-
cial y su yo creador. nado a defender–, y cuando se espera po-
Finalmente, cabe señalar que en con- der percibir sus verdaderas posturas e
sonancia con los conceptos retomados ideales, abruptamente frena la narración
de la Psicocrítica (yo social y yo creador), para inmediatamente cambiar su actitud
el mito personal reflejado en la obra de de manera positiva, ya sea justificando el
Francisco L. Urquizo es el de Reparación. actuar de los personajes o resaltando la
Esto lo fundamento tras la determinación parte más aceptable de los hechos como
de que la singularización de su estilo es- una forma de resarcir el posible error que
critural –basado en una compulsión a la estaba a punto de cometer. Así, nos en-
repetición, de los sentimientos de culpa y contramos frente a un escritor que no ter-
angustia, así como de un sentido del de- mina de perfilarse como tal y que escribe
ber aceptado y autoimpuesto– perfila su sólo para ser escuchado, lo cual no es ne-
producción escrita a reparar los objetos gativo pues si no fuera por esto olvida-
destruidos, al recrearlos constantemente ríamos que el inconsciente es verbal en
en sus narraciones. Y si bien Urquizo se la medida en que comunica, y la única for-
reconstruye a sí mismo en su obra, esta- ma en que se sabe que existe es preci-
mos frente a un escritor frustrado y a la samente por medio de lo verbal.
vez autocensurado creativamente hablan-
do. Su tendencia a mantenerse siempre
del lado de la legalidad y respetar las Bibliografía
normas lo frenó creativamente, pues
la reparación del deber transgredido lo Arfuch, Leonor. “La vida como narración”,
restringió, lo hizo centrarse únicamente en El espacio biográfico. Dilemas de la
como un defensor de la verdad –claro que subjetividad contemporánea. Buenos
dentro de lo que él considera válido para Aires, Fondo de Cultura Económica,
funcionar como argumento de verdad–. 2002.
De esta manera, al mantenerse fiel a la Bal, Mieke. Teoría de la narrativa (una in-
historicidad, se otorga la autoridad para troducción a la narratología). Madrid,
reivindicarse a sí mismo y a los otros, pe- Cátedra, 1990.
ro pagando el costo de perder su libertad De Certeau, Michel. La invención de lo co-
no sólo creativa, también ideológica, ya tidiano. I. Artes de hacer. México, Uni-
que en sus narraciones se perciben silen- versidad Iberoamericana, 1996.
cios autoimpuestos de manera violenta.
Por ejemplo, relata acontecimientos his-
77
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Merari Ruiz Cárdenas
Resumen Abstract
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 79-95
Fecha de recepción 01/10/2015 > Fecha de aceptación 07/04/2016
javigalindo27@hotmail.com
*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
80
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos
1
Pedro Henríquez Ureña, “La sociología de Hostos”, Adelaida Lugo Guernelli, Eugenio María de Hostos:
2
personajes y hechos reales (diario ínti- fluidos como estaban por la ideología de
mo, diario de viajes) o ficticios (diario su época, escribieron sus diarios bajo una
literario). 4 cosmovisión laica, individualista e inti-
mista. Tuvieron que abandonar la creencia
Dado que sigue la convicción de que “el religiosa para creer en sí mismo y atribuir
que vive escribe”, ha estado fuertemente al yo un valor privilegiado en su explora-
influido por los cambios en la idea de vida ción psíquica y moral. Como dice Girard:
privada y vida pública del individuo.
Para Philippe Lejeune y Catherine Los primeros redactores de diarios ínti-
Bogaert, el origen del diario íntimo apare- mos, fieles a los principios de la escuela,
ce como un ejercicio espiritual a la mane- no tuvieron otra ambición de origen que
ra de una confesión cristiana. Como una comprender las operaciones del espíritu,
práctica surgida de la Contrarreforma y captar las relaciones de lo psíquico y lo
de la fundación de la Compañía de Jesús, moral, y conocer mejor al hombre […] Ellos
el “diario espiritual –diario de oración o de vinieron a atribuir al yo y al testimonio de
examen de conciencia– es históricamen- sentido íntimo un valor privilegiado.7
te la primera forma de un diario verdade-
ramente ‘íntimo’”.5 Además, esta prác- En América Latina, Hostos es uno de los
tica del diario ha sido reanimada por el pocos diaristas que continúan con un esti-
protestantismo,6 en donde el hombre se lo de examen de conciencia. Si José San-
ocupa de sí mismo en su diálogo con el tos Vargas, en Bolivia,8 y José Martí, en
papel en blanco, como su único confesor. Haití y Cuba,9 relataron en sus diarios su
En la época clásica, al menos en Francia, experiencia como guerrilleros, Hostos con-
entre los siglos xvi-xviii, se carece de una fiesa sus dudas, angustias y sentimientos
tradición de diario espiritual. Sólo a partir contrariados con respecto a su devenir y a
de fines del siglo xviii, el diario está pues- la preocupación constante de la revolución
to al servicio de la persona como un me- no lograda aún en Puerto Rico.
dio de aprendizaje para la escritura y la Hostos empieza a escribir su Diario10 a
administración del tiempo. partir del 23 de septiembre de 1866, fecha
A mediados del siglo xix, el diario se que se corresponde con la etapa de con-
reconfigura y vuelve a tomar importancia solidación moderna del género en Euro-
como expresión del individuo, al conver-
tirse en un examen de conciencia del es- 7
Alain Girard, Le journal intime, p. X. La traducción
critor en torno al tiempo y el espacio con- es mía.
temporáneos de la escritura. Para Alain 8
José Santos Vargas, Diario de un comandante de la
Girard, los primeros diaristas importantes independencia americana 1814-1825. Trascripción,
introducción e índices de Gunnar Mendoza L.
como Maine de Biran, Benjamin Constant México, Siglo XXI, 1982.
y Stendhal, nacidos en el siglo xviii, in- 9
José Martí, Diarios. Pról. de Guillermo Cabrera In-
fante. Barcelona, Círculo de Lectores-Galaxia Gu-
tenberg [1997].
4
Ana María Platas Tasende, Diccionario de términos 10
E xiste otra forma de bautizar de modo más so-
literarios, p. 214. fisticado los diarios. Por ejemplo, Federico Gam-
5
Philippe Lejeune et Catherine Bogaert, Una journal boa titula así el suyo: Mi diario. Mucho de mi vida
á soi: histoire d’une pratique, p. 56. y algo de la de otros. Adolfo Bioy Casares lo hace
6
Ibid., p. 11. en relación con la vida de su mejor amigo: Borges.
83
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa
pa, cuando este tipo de textos se redefine ra hispanoamericana. Poco estudiado co-
como una construcción educativa y moral mo género literario, sólo ha servido como
del individuo burgués y como un ejerci- material de consulta para ampliar la in-
cio de conciencia y de comprensión del formación de la vida de cualquier escritor.
tiempo presente y del mundo contempo- Existen diversas definiciones que van
ráneo de quien lo escribe. Hostos se acom- desde la explicación de sentido literario
paña de su diario en Madrid, Barcelona y hasta la comprensión estructural y socio-
París, entre los años de 1866 y 1869, y con- lógica en torno a la práctica concreta de la
tinúa escribiéndolo en Nueva York hasta redacción de un diario personal. Georges
el 3 de octubre de 1870.11 May compara la autobiografía y el diario
El tema central del Diario es el propio íntimo y establece características dife-
sujeto narrado en primera persona y alre- rentes en el tiempo narrado: “La distancia
dedor de él se representan diversas ideas entre el tiempo de la experiencia y el de su
que ilustran el carácter y la situación del anotación es mayor en el caso de la auto-
personaje: el sentimiento de fracaso como biografía que en el del diario íntimo”.12 De-
motivo de introspección y retrospección, metrio Estébanez Calderón señala como
el proyecto de vida política y moral. una de las particularidades de este tipo de
texto el “uso preferente de los tiempos de
presente y pretérito perfecto, dada la cer-
El diario íntimo canía entre el momento de la narración y
el acontecimiento narrado...”13. Para Jean-
La autobiografía se caracteriza por una Philippe Miraux, el diario es un texto que
narración en forma retrospectiva; el diario inicialmente está escrito en la intimidad y
íntimo, en cambio, ha carecido de una de- que no está destinado primeramente a ser
finición precisa en el terreno de la literatu- publicado; además, no va desde “el pre-
sente al pasado, sino que se realiza en
11
el instante de la enunciación más o menos
Según la edición conmemorativa del gobierno de
Puerto Rico 1839-1939, Habana, Cuba, Cultural, instantánea […], arraiga en la inmedia-
S.A. – Obispo y Bernaza, 1939, el Diario del tomo II, tez”;14 en cambio, la autobiografía tiene la
vol. II cubre el periodo comprendido entre el jue- dificultad de reconstruir el yo mediante el
ves 24 de noviembre de 1870 en el Hotel Seronva-
lle de Lima, Perú, hasta el 6 de agosto de 1903 en recuerdo del pasado.
Estancia, Santo Domingo, República Dominicana.
En las Páginas íntimas del tomo III, se incluye a
“Inda”, un diario que recoge los momentos cuan-
do Hostos conoce a su esposa, la cubana Belinda
Otilia Ayala. A diferencia de la estructura tradi- 12
Georges May, La autobiografía, p. 179.
cional de una novela (Inicio, desarrollo y desenlace), 13
Demetrio Estébanez Calderón, Diccionario de tér-
la redacción de un diario completo se termina o se minos literarios, p. 286.
abandona, generalmente, en los últimos días del 14
Jean-Philippe Miraux. La autobiografía: las escri-
diarista hasta que fallece. Hostos dejó de existir turas del yo, p. 16. De una manera más precisa, Mau-
el 11 de agosto de 1903, cinco días después de rice Blanchot menciona la base esencial en que
haber redactado sus últimas palabras en su Diario: debe apoyarse la práctica de este género aparen-
“Mi cerebro, tan poseído ya del fastidio de la temente insignificante: “El diario íntimo, que pa-
vida...”.Véanse también los fragmentos del Diario, rece tan desprendido de las formas, tan dócil ante
que abarcan del 6 de julio de 1898 a enero 21 de los movimientos de la vida y capaz de todas las
1899, rescatados por José Luis González para la libertades… debe respetar el calendario. Este es el
antología Hostos, Textos, pp. 215-237. pacto que sella”, El libro que vendrá, p. 207.
84
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos
Como un producto literario que care- Para el crítico Jean Pfeiffer, el diario, contra-
ce de una estructura ordenada de inicio, riamente a la autobiografía, que suele dis-
desarrollo y desenlace, para Léon Bopp: tanciarse de lo cotidiano, tiende a ser una
“Los diarios íntimos… no tienen cura de las literatura, porque tal vez el escritor sólo
contradicciones o de las repeticiones, ellos aspira a impregnar de su prestigio los me-
no se preocupan ni de las proporciones, ni nudos acontecimientos de su existencia.19
de las preparaciones, ni de la progresión En cambio, Philippe Lejeune y Cathe-
(como lo exigen las memorias)”.15 rine Bogaert ven al diario íntimo como un
El diario íntimo, además, tiene la ven- género libre, como un espacio confidencial
taja de relatar, de una manera muy precisa, en el que el diarista tiene la libertad de es-
los sucesos materiales y morales siempre cribir lo que siente y piensa de acuerdo a
muy próximos. “Su valor documental es, las circunstancias personales y sociales en
de lo hecho, considerable”.16 que vive. Debido a esta libertad de expre-
Respecto de la actitud del diarista en sión, delimitada por el calendario, el con-
su silencio y olvido, que tiene que ver de al- tenido del diario suele manifestar frases y
gún modo con el tono meditativo de Hos- pasajes repetitivos, que definen el estilo
tos, León Bopp explica que: de conducta del protagonista: “Sometido,
por el contenido, a la repetición, el diario lo
[...] el autor de un diario está a veces obli- está, por su forma, a la auto-imitación”.20
gado a callar, por pudor, por considera- Con una visión sociológica, el francés
ción o por creencia de deformar las cosas Alain Girard concibe al diario íntimo como
sobre el efecto de una acción pasajera; un documento en que se manifiesta la per-
y después, escribe en la soledad y sobre sona en el transcurso de la historia:
todo para sí mismo, el diario inclina vo-
luntarios a la tristeza.17 Nuevo género literario y hecho de civili-
zación, el diario íntimo es inseparable de
El gran diarista genovés, H.F. Amiel, dis- las circunstancias de tiempo y lugar en
tingue la función del escritor de diarios de donde se originó y se desarrolló. Él es un
los novelistas: testimonio, al que podemos interrogar
para comprender mejor la época...21
Nosotros tratamos a la inversa del no-
velista, que desarrolla, agranda, pone en
relieve los sentimientos misteriosos de
sus personajes; nosotros deseamos me-
jor despistar la curiosidad posible de todo el dolor y el placer, entre el desengaño y la con-
(tiempo) próximo, conservando el hilo de vicción, entre la felicidad y el fracaso, Amiel afirma
que el diario aumenta “‘ nuestras culpas y nuestras
nuestro laberinto18. penas’, y lo hace por el solo hecho que silencia
nuestros movimientos y nuestros mejores mo-
mentos. El peca por omisión y pinta en negro sin
15
Léon Bopp, “Introduction” a H.F. Amiel, Journal intención, pero por la desigual repartición de luces
intime de l’année 1866, p. 12. y de sombras”.
16
Ibid., p. 13. 19
Jean Pfeiffer, La vie absente de l’autobiographie, pp.
17
Loc. cit. 26-27.
18
Amiel, op. cit., p. 323. Como un género que amplía 20
Lejeune y Bogaert, op. cit., p. 98.
el contraste de los sentimientos que giran entre 21
Alain Girard, Le journal intime, p. XX.
85
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa
Girard considera que el que escribe expresado por una verdadera caída de
un diario íntimo no es una persona que vi- valores, provocado por las transforma-
ve aislada de la circunstancia social ni de ciones sociales. Sin duda los redactores
las transformaciones socio-políticas, sino de los diarios íntimos del siglo xix no han
que es una persona que se interroga por estado conscientes de cumplir esta caída.
el tiempo que ve transcurrir y por los dis- Dotados de una sensibilidad muy viva
tintos espacios en que convive con la de- y mal defendidos contra los ataques de
más gente: afuera, ellos vivieron sin saberlo un dra-
ma espiritual que es aquel de su época.24
El hombre que tiene un diario relata los
menudos incidentes de su vida y consigna Con base en lo anterior, el diario íntimo de
sus impresiones y sus sentimientos fren- Hostos manifiesta esta difícil circunstan-
te a los sucesos, acentuada todavía su sin- cia de la persona que narra desde su sole-
gularidad, al punto de no tener nada en dad sentimientos frustrados, recuerdos y
común con el prójimo […] Un hombre sensaciones de la vida ante un periodo crí-
que habla de él, sin transposición, de sus tico de España, antes y después del derro-
humores, de sus aspiraciones decididas o camiento de la reina Isabel II, y la anexión
realizadas, de sus amores o de sus odios, estadounidense.
habla también de otro.22 El Diario de Hostos cubre cabalmente
las características de un diario íntimo, en
Se trata de una caracterización excelente cuanto narra la crisis de una persona, atri-
para el conocimiento del Diario de Hostos. buye al yo un valor privilegiado frente a los
El diario íntimo tiene la particularidad de cambios sociales y las múltiples visiones
hacer brillar la historia de la persona que en torno a los acontecimientos que van
sufre en soledad por las transformacio- sucediendo, al mismo tiempo que realiza
nes sociales y las instituciones de poder un ejercicio espiritual y de conciencia so-
en crisis. Circunstancias que llevan al dia- bre los hechos incumplidos y la caída de
rista a tomar conciencia sobre su situación valores, como la libertad y la igualdad
ante esta pérdida de valores y preguntar- de los hombres.
se sobre su origen y futuro de su existen-
cia. Dice Girard: “Es cierto que el diario
íntimo, en tanto que género práctico y El espacio del yo
reconocido, expresa la interrogación del
individuo frente a su posición nueva ante Para Lejeune y Bogaert, “se tiene un diario
el mundo”.23 durante una crisis, una fase de su vida, en
Refiriéndose a la época del siglo xix ocasión de un viaje. Lo tomamos, lo aban-
en Francia, Girard considera que: donamos, lo reencontramos”.25 Sin em-
bargo, en esta actividad pasajera o irregu-
[...] el diario íntimo aparece como un he- lar, no se pierde el valor confidencial del
cho de civilización entre muchos otros, papel en blanco con el que se pretende
22
Ibid., p. 485. 24
Ibid., p. XVII.
23
Ibid., p. XI. 25
Lejeune y Bogaert, op. cit., p. 8.
86
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos
asegurar la existencia del yo y liberarse de ¿Es tiempo todavía para ser hombre? Lo
sus emociones: veremos. Recurramos a los veintisiete
años al mismo remedio que me salvó a los
El diario es un espacio donde el yo escapa diecinueve. Moderemos la imaginación
momentáneamente de la presión social, dirigiendo cada noche o cada mañana una
se refugia para protegerse en una esfera, mirada atenta al fondo de este caos que
donde puede desplegarse sin riesgo, an- va conmigo; ejercitemos otra vez la re-
tes de volver, aliviado, en el mundo real… flexión; moralicémonos. Los años corren,
Él contribuye, modestamente, a la paz las esperanzas pasan; la fuerza primitiva
social y al equilibrio individual.26 desfallece. Rehagámonos. Si la voluntad
no renace, el hombre al agua, inteligencia
Este tipo de documento confidencial tam- a las sombras, espíritu al vacío.29
bién nos permite reflejarnos ante un espe-
jo en el que descubrimos la otra imagen de Es de comprenderse que la mayoría de
personalidad que queremos manifestar al las entradas del Diario de Hostos señalan
lector. Como afirman Lejeune y Bogaert: detalladamente el nombre de la zona en
que habita, el de la ciudad, la fecha y la
La imagen de sí mismo que se forma tie- hora, con el propósito de manifestar que
ne la ventaja de desarrollarse en el tiempo: el yo de la escritura se define en relación
a la vez en la repetición y en el cambio, con el espacio y el tiempo en que se vive.
que hacen aparecer las contradicciones, El hombre es la sustancia del tiempo. Y la
los errores, todos los aspectos que per- situación de Hostos se halla en una crisis
miten empezar nuestras certezas… El moral. Vive solo en Madrid, en circunstan-
diario será… el lugar de construcción de cias difíciles para lograr el propósito de
esta imagen positiva…27 ser escuchado por los republicanos e inte-
lectuales del Ateneo de Madrid. Tiene la
Enseguida, ambos especialistas sintetizan edad de veintisiete años y reflexiona sobre
la función de este lugar de examen y labo- esta etapa de madurez, si todavía puede
ratorio de introspección: “La aventura del llegar a ser hombre en lo moral, y a esa
diario es pues frecuentemente vivida co- edad también se preocupa por la noción
mo un viaje de exploración”.28 del tiempo. Hostos vuelve a interrogarse
Según la edición conmemorativa del sobre su existencia, a reflexionar sobre sí
Gobierno de Puerto Rico de 1939, la pri- mismo, con el objetivo de alcanzar la ma-
mera entrada del diario de Hostos per- durez de su pensamiento y acción. Se con-
tenece a Plaza del Carmen 1 y 2. Madrid, fía en su diario para resistir la soledad y
23 de septiembre 1866, media noche, en el tiempo aciago de la ciudad española,
donde aparecen estas primeras líneas: porque desea permanecer en un equilibrio
ante la fuerza interior de sus sentimientos
y razones frente al tiempo que avanza ver-
tiginosamente para él.
26
Ibid., p. 10.
27
Loc. cit.
28
Loc. cit. 29
Ibid., pp. 24-25.
87
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa
35
Sylvia Molloy, Acto de presencia. La escritura auto- 36
José Luis Gómez-Martínez, Teoría del ensayo, p. 115.
biográfica en Hispanoamérica, p. 15. 37
Ibid., p. 114.
89
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa
rio puede ser, según la ilusión romántica, no hay fruto en lo pequeño, y nada gran-
buscarse en la recapitulación de sus es- de le doy para exaltarla. 40
tados. O bien, en la línea de Montaigne,
buscar en el tránsito mismo el lugar de Hostos no pudo convencer a los republi-
la realidad.38 canos españoles de la revolución necesa-
ria en las Antillas, como tampoco lo hará
En su Diario, Hostos realiza un pacto de con sus compatriotas, inclinados a la ane-
desdoblamiento consigo mismo. Para él xión estadounidense. Sólo en el interior se
es un deber escribir un diario, no sola- halla la verdad del hombre y a través de la
mente un hábito común para relatar cosas escritura el consuelo íntimo y satisfacto-
íntimas, cotidianas o coloquiales, sino sa- rio: “Yo no sé qué angustia vaga, hermana
ber interpretarse a sí mismo e interpretar de la incertidumbre y el vacío, me ha acon-
el mundo en crisis que lo rodea. Es llenar el sejado escribir para buscar consuelo”. 41
tiempo que vive detrás de la actividad pe-
riodística y política del ensayista. Resistir Para interpretar el mundo caótico, el
al recuerdo de sus seres queridos y fami- tiempo que pesa sobre la conciencia del
liares. Aprender del pasado perdido, para escritor, el desorden político entre los
saber encontrar el camino de la verdad. El miembros de la Junta anexionista y la
diario es una forma de concebir el espíri- situación social de Cuba y Puerto Rico,
tu, el sentimiento y la razón, el cuerpo y Hostos se permite indagar metódica-
el alma, en el transcurrir del tiempo, sin mente sobre su pensar y devenir: Hoy
violentar el ideal de justicia. Escribe Hos- tengo el pensar con método y paso todo
tos en Madrid, el 29 de mayo de 1869: el día ordenando mis ideas, mis senti-
“Toda mi vida ¿qué ha sido? Nada de jui- mientos y mis actos, tratando de reducir
cios sintéticos: quiero un relato conciso y toda mi vida a la sencilla expresión que,
verdadero”.39 con voluntad más concisa o imperativa, la
El diario se convierte en un relato de ha resumido siempre. 42
vida, pero con un plan moral e intelectual
bien definido, en el cual el enunciador pue- El Diario de Hostos es un programa de
da examinarse día a día bajo el dominio de estudio particular, que analiza la realidad
la razón. Escribe Hostos: de su entorno y la ordena de acuerdo a la
visión del enunciador. El escritor se impo-
Porque la reflexión y la experiencia están ne la tarea de cumplir con sus mandatos
diciéndome que el hábito es al alma lo de conducta moral diariamente. “Confié-
que el movimiento al cuerpo, por eso me sate tres veces por la noche; una, en el
empeño en adquirir el de examinarme diario de tus sentimientos y tus actos;
diariamente y por eso escribo hoy, pues otras, en el resumen de tu trabajo inte-
ya estaba diciéndome la imaginación que lectual; otras, en tu libro de cuentas”. 43
38
Georges Raillard, La nausée de Jean-Paul Sartre, 40
Septiembre 24 [1866], medianoche, p. 25.
p. 44. 41
Noviembre 15, once y cuarto de la noche, p. 45.
39
Eugenio María de Hostos, Obras completas. Diario, 42
28 de enero de 1870, p. 244.
vol. I, t. 1, p. 117. 43
Septiembre, 24, [1866] medianoche, p. 25.
90
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos
45
Junio 3, p. 125
46
Nueva York, noviembre 1º. 2 ¼ , p. 168
44
Girard, op. cit., p. 510. 47
París, 3 de septiembre (1868), 2 ½ de la tarde, p. 88.
91
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa
dentro del tiempo cronológico; en cam- Una habitación propia, una mesa, una
bio, en el tiempo de la memoria, aquel lámpara, la cama sobre el cual a veces es-
recuerdo sigue presente. Escribe Hostos: cribimos, la mesa de noche, donde colo-
camos el cuaderno, debajo de la almoha-
En 28 de mayo de 1862, hace ocho años da o el colchón, donde lo guardamos: es
en el tiempo, no hace tiempo ninguno en el ambiente mítico del diario íntimo.51
mi corazón, murió mi madre, la santísima
mujer a quien debí una vida que pudo ser El espacio en que se redacta un diario de-
feliz, que yo he hecho a sabiendas desgra- pende del medio y la circunstancia en que
ciada... Son las nueve de la mañana... Mu- se encuentra el diarista. Si Federico Gam-
rió aquella esposa, aquella madre, aque- boa lleva consigo su diario en Guatemala,
lla hija incomparable.50 Argentina, Brasil, Francia, España y otras
regiones europeas en su labor como fun-
Hay dos tiempos en el diario de la vida de cionario público,52 el ensayista puerto-
Hostos. El del recuerdo y el cronológico. El rriqueño empieza a redactar el suyo en
primero aparece al margen de los hechos Madrid, cuando es aún estudiante de De-
transcurridos cronológicamente. Ve pre- recho, lo continúa en Barcelona, a escon-
sente lo perdido. Aquel pasaje sucede en didas de las autoridades españolas; luego
una mañana, al principio del día y Hostos en París, donde prepara su regreso a Amé-
comienza con la imagen de la muerte de rica Latina, con escasos recursos econó-
la madre. El Diario representa en su ma- micos, y, finalmente, en Nueva York, donde
yor parte el ambiente interno del perso- retrata la actitud de los anexionistas.
naje, las reacciones sentimentales y los Si José Martí aprovechaba la hospi-
recuerdos. El ambiente exterior le parece talidad que le brindaban las familias de
un caos difícil de resolver, de comprender. Santiago de los Caballeros y Cabo Haitia-
La salvación está consigo mismo, con el no y el refugio del campamento en Dos
espíritu del hombre. El tiempo cronoló- Ríos, Cuba, para dar una imagen positiva
gico avanza, acelera el ritmo de la vida, de los guerrilleros y de la gente del pue-
pero el tiempo de la mente se detiene en blo, antes de que fuese acribillado por el
el pasado, en la pérdida de los valores y de ejército español el 19 de mayo de 1895;53 si
proyectos políticos. Hay que comenzar de José Santos Vargas realiza la crónica de la
nuevo. Se ha perdido todo, menos el tiem- independencia de América Latina en una
po de la memoria. hacienda llamada Campiñota, que renta-
ba un hermano suyo, cerca del pueblo de
Machaca54 , y si Ernesto Che Guevara es-
El ambiente mítico
cribe con dificultad su diario, en medio de alambres. Pasó: le di su vela, nos saluda-
una persecución militar, en una finca cer- mos y vine yo a pasar la noche más in-
cana de Cochabamba, en campamentos quieta que he pasado en París. Mala es la
improvisados en Ñacachusaú, Higueras y del espíritu, pero no es buena la inquietud
en la quebrada del Yuro,55 Hostos goza del de los sentidos. Ea, mientras sirva para
tiempo suficiente y de espacios apropia- probar que puedo más que ellos.56
dos para concentrarse en la escritura, re-
fugiándose en casas alquiladas en Madrid En lugar de ser un diarista amante del pai-
y Barcelona, en una habitación de París y saje, como lo fue Martí, Hostos describe
en un camarote de Nueva York. Aunque no una serie de sensaciones que se tornan an-
precisa cómo es el lugar en que habita, sí gustiantes ante la soledad oscura del am-
podemos observar la actitud del diaris- biente y de sí mismo. Pero se sirve de la es-
ta que reacciona de acuerdo al ambiente en critura como un medio o instrumento para
que se encuentra en el momento de la es- llegar a la razón y resistir los momentos o
critura. A diferencia de Martí, Santos Var- circunstancias más extremas en torno a su
gas y Guevara, que relatan la naturaleza y persona. Con la escritura tiene el apoyo
las circunstancias en torno suyo, en oca- para enfrentar a la soledad y a los sentidos
siones muy inesperadas, Hostos mantiene que impiden el camino de la razón.
una actitud racional en torno a su intimi- En una situación melancólica, se pasa
dad y a la introspección de sus sentimien- las noches de invierno en Madrid, toman-
tos respecto del lugar íntimo y solitario. do café, conservando una vida austera y
Su único refugio de salvación es su carpeta resintiendo el vacío de su ser: “Dentro de
personal en el que se apoya para resistir mí, nada; fuera de mí la indiferencia. En
lo azaroso del ambiente de la calle y la se- mi casa, dormir y perder el tiempo. En la
mioscuridad de su solitaria habitación. Es- sociedad huir de ella. Mi situación es te-
cribe su diario para encontrar una luz que rrible; sólo mi pasividad puede hacerla
lo salve de su locura y de la muerte. soportable”.57
Si Martí y Guevara escribían su diario En cambio, la actitud de Hostos en
casi a la intemperie y antes del anochecer, su residencia de Nueva York se torna más
Hostos lo escribe en lugares cerrados y os- melancólica y sentimental en un camaro-
curos. Por ejemplo en París muestra cómo te mucho más íntimo. El diarista llega a
padece la falta de luz en la oscuridad de la ser un retratista de su espacio secreto, se
noche y de su camarote. Pobre y preocu- muestra como un escritor y como una per-
pado con el estado de su bolsillo y con el sona aquejada por el recuerdo de deter-
cambio de domicilio, necesitaba luz para su minada mujer amada, en el momento en
cuarto oscuro. Cuando subió acompaña- que lo abandona:
do por una joven con una vela encendida,
Cojo la pluma para despedirme de la casa.
surgió el hombre desconocido; es decir, En estas cuatro paredes queda el secreto
sentí aquella terrible sacudida de los ner-
vios que es como la electricidad de los
56
Agosto 31, 1868, 4 de la tarde, p. 87.
55
El diario del Che en Bolivia, pp. 27 y ss. 57
Octubre 31, 1866, pp. 42-43.
94
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos
Resumen Abstract
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 97-111
Fecha de recepción 24/06/2015 > Fecha de aceptación 30/09/2015
dite23@gmail.com
*
Universidad de Guanajuato, Departamento de Letras Hispánicas.
98
El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a algunos momentos de la poesía de...
Se trata del profundo conocimiento de Fuera del suelo natal, con la casa y la ciu-
lo propio, para poder así conocer, tam- dad destruidas, a Gelman, en opinión de
bién profundamente, lo ajeno. Al igual Pacheco, le queda un instrumento pode-
que Pacheco, Gelman posee la pulsión por rosísimo para volver a construir, para
emprender periplos a diversas tradiciones regresar a su “imbatible” Buenos Aires:
literarias, y regresar de ellas a la propia. la escritura. Contra la separación –el des-
Esto se advierte no sólo en los epígrafes tierro–, la defensa y la venganza que se
de sus libros de poemas –tomados de encarnan en su poesía.
Dylan Thomas, por poner un ejemplo–, “¡Cómo voy a ser el mejor poeta me-
sino también en la intrincada relación de xicano si no lo soy ni de mi colonia, ni de
citas y reelaboración de la obra de otros mi barrio. A la vuelta de la esquina de mi
poetas, reales o ficticios.3 casa vive Juan Gelman”, respondía Pache-
Al llamarlo “el gran poeta del exilio”, co en 2009, cuando le fue entregado el
Pacheco apuntala ciertos aspectos de la Premio de Literatura en Lengua Castella-
escritura de Gelman que se inscriben den- na Miguel de Cervantes. Además de com-
tro de esto que llamo nomadismo como partir el premio –a Gelman le fue otor-
principio poético del poeta argentino: gado en 2007–, la amistad y la ferviente
creencia de que frente al arrostramiento
Si uno hace un leve repaso de lo que se y la desesperanza sólo nos queda la pala-
ha escrito en este continente verá que bra, estos dos poetas creen que no hay
gran parte de nuestras literaturas se han peor condena y agravio que el olvido.
hecho fuera del suelo natal. Desterrar En Morirás lejos, la novela de Pache-
significa quitar la tierra bajo los pies, de- co, Alguien es un personaje que podría
jar a la intemperie, derruir la casa, demo- estar escribiendo una historia acerca de la
ler la ciudad de cada uno con todas sus persecución del pueblo judío en diferen-
tes momentos de la historia. A propósito
2
José Emilio Pacheco, “La travesía de Juan Gelman”. del tema elegido por el personaje para su
3
Ejemplo de ello es Los poemas de Sidney West relato, el narrador apunta que éste:
(1968-1969), en donde Gelman, mediante el la-
mento y la elegía, da voz a este poeta “contesta-
tario norteamericano, que denuncia el fracaso […] no vacila en repetir lo mil veces sabi-
de su sociedad, la muerte del sueño americano, do es porque cree: (primero) que no debe
su falsedad”. Alberto Julián Pérez, “Gelman y la
poesía norteamericana: Los poemas de Sidney
West”, p. 4. 4
José Emilio Pacheco, loc. cit.
101
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Asunción del Carmen Rangel López
Contra el recuerdo no hay liberación. En los versos “¿Han vuelto o todo es dife-
Se borra en parte rente?” y “La incertidumbre es todo lo que
y es archivado junto a sus iguales. tengo” se encierra una idea cara al pen-
Cuando menos se piensa ya está fuera samiento poético de José Emilio Pacheco,
con ganas de morder. la cual encuentra una correspondencia
Ha echado espinas con diferentes momentos de la poesía de
y encaja los comillos insaciable Juan Gelman. ¿Cómo resistir a la violencia,
del nunca más.8 al desierto que sangra, a la guerra? Con la
certidumbre de no saber cómo proceder
Se violenta a la memoria al renegar de la ante ello, pero con la conciencia de que
fugacidad del instante, de ahí proviene la violencia, la guerra y sus estragos, son
la tergiversación, una lucha aciaga contra lo innegables.
que no se puede evitar: el recuerdo. Re- Tanto José Emilio Pacheco como Juan
sulta elocuente que Pacheco, en ese poe- Gelman participan de la idea de que no hay,
ma, convierta al recuerdo en una bestia en primer lugar, épocas de decadencia.
que muerde, que encaja sus colmillos. Así Quiero decir: si a la decadencia le supone
hace manifiesto lo doloroso que resulta el una época precedente de esplendor o le
recuerdo más objetivo y cristalino –hasta sucede una de progreso, estaríamos im-
donde sea posible– de lo que fue. posibilitados de apreciar el aquí y el aho-
En la parte final de “The Dream is ra y, de esta manera, estaríamos también
Over”, remata con la habitual desazón imposibilitados de resistir el dominio de la
–que no lo convierte en un simple que- guerra y la violencia. Para Pacheco y pa-
rulante– que caracteriza la poesía de ra Gelman, una de las salidas al estado
Pacheco: degradado de las cosas y a la situación del
hombre en el mundo lo constituiría la
Música apreciación de las figuras de la felicidad,
y de repente es la misma canción, incluso en la derrota. En la apreciación de
la que sonaba en tardes como aquéllas. esos momentos privilegiados es posible
¿Han vuelto o todo es diferente? la resistencia.
La zarza de los días se enreda en la Ejemplo de ello, en el caso de Pa-
violencia. checo, es el poema “Souvenir” de Islas a la
El desierto sangra. deriva (1973-1975):
Tablas y leyes de conducta.
Multitudes Aún queda nieve entre los árboles. Hay
que dan vueltas y vueltas [hojas
calcinadas de otoño bajo los setos.
8
José Emilio Pacheco, Tarde o temprano [poemas
1985-2009], p. 118. 9
Ibid.
103
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Asunción del Carmen Rangel López
Las ramas, blancas o pardas, todavía se Noguerol: “[…] sus poemas más positivos
[desploman celebran el instante, hecho vinculado
bajo el agravio de su desnudez. Sin tanto a su carácter único –ningún segun-
[embargo, do se repite– como a su condición efíme-
la ardilla, al fin ha abandonado el subsuelo ra.”11 De ahí que Pacheco encuentre abe-
y el primer petirrojo ya escarba rrante al souvenir que produce una cámara
en su coto de caza, ya pesca o un pincel; “unas cuantas palabras” son
las lombrices que han vuelto a la yerba. lo único que puede llevarse consigo como
“única constancia de haber estado”, “unas
El sol opaco pinta bosques de sombra cuantas palabras”, cabe agregar, que son
en la mancha de nieve. Ya todo tan efímeras y fugaces como el instante
se dispone a vivir nuevamente. perfecto.12
La exaltación de esos instantes per-
Contemplo el móvil cuadro en la pared: fectos aparece, con matices diferentes,
[esta ventana. en la obra de Juan Gelman. En “La foto”
No volverán mis ojos de Mundar (escrito en la ciudad de México
a detenerse en el jardín. entre 2004 y 2007), por ejemplo:
Seguirá la casa
con algo de nuestras voces y nuestras A las cuatro de la tarde de marzo
[vidas. en una vieja foto
las rosas se volvieron a abrir.
Es demasiado el equipaje. No puedo La vida no apagó
guardarme ni siquiera una hoja muerta su aroma ni
y calada de invierno. la brisa que pasaba lenta
con fechas del paisaje. Una
A falta de una cámara, un pincel muñeca es todavía en
o habilidad para el dibujo, me llevo la manita que toca el universo,
–como única constancia de haber tibia. Alrededor
[estado– se ve un vuelo de pájaros idos.
unas cuantas palabras.10 Al fondo,
el ser que es haber sido lee
En la edición preparada con motivo del lo que el tiempo escribió.13
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoameri-
cana 2009, titulada Contraelegía –Gelman El proceso de rememoración surge a par-
ganó esta presea cinco años antes–, Fran- tir de una “vieja foto” y ésta es vista con
cisca Noguerol ofrece una fina descrip-
ción de las temáticas y los periodos de la 11
Francisca Noguerol, “Leerse en Pacheco”, p. 44.
obra de Pacheco. Sobre el instante per- 12
Muestra de esta propensión de Pacheco por la fu-
fecto, como una temática recurrente en gacidad y efímero de las palabras es el poema
“Aceleración de la historia”: “Escribo unas pala-
la poesía de Pacheco y sobre el que tam- bras // y al minuto / ya dicen otra cosa, // significan
bién discurre el poema “Souvenir”, indica / una intención distinta” (73). Del libro No me pre-
guntes cómo pasa el tiempo (1964-1968).
13
Juan Gelman, Poesía reunida. Tomo II. El emperador
10
Ibid., pp. 185-186. corazón se amora, p. 458.
104
El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a algunos momentos de la poesía de...
los ojos de quien estuvo ahí y tuvo esa proveniente de la suma de esos rasgos
experiencia, y la trae ahora a los versos del del sujeto –amoroso, por lo sugerido en
poema, para convertirla en un “instante el poema–. Esa dulzura es palpable en la
perfecto”. Aunque en el papel esté repro- fotografía y es, en oposición a lo que ven-
ducido –como nos deja ver Gelman en este drá en los versos siguientes, conocida, vi-
poema– un paisaje con rosas y pájaros, en sitada y revisitada por el sujeto poemático
el momento en que alguien está contem- gracias al papel fotográfico, como testi-
plando esa fotografía puede leer “lo que monio de esa “vieja” experiencia. En ella se
el tiempo escribió”, que no es otra cosa conjugan la vibracion, el oleaje y el clamor,
que la vida, cifrada en el aroma de las ro- de tal suerte que el rostro deja de referirse
sas, que puede volver a percibirse, la tibie- a la boca y a los cabellos para convertir-
za de una mano y el vuelo de los pájaros. se en una tierra siempre desconocida. La
En “La foto” advertimos esa cristalización fotografía es y será siempre la misma. El
del momento, del instante perfecto. rostro de perfil (con su boca y sus cabellos)
Gelman vuelve, una y otra vez me- también lo es. Lo diametralmente opues-
diante su poesía, a esas cristalizaciones, to, y aquello por lo que el sujeto poemáti-
aunque en ello esté implicado el horror y co no puede olvidar, es pura experiencia
la brutalidad de la persecusión, las atro- nueva, una tierra siempre por descubrir.
cidades de la dictadura argentina. En
poemas como “La foto”, pero también
en otros, como “Foto” de Velorio del solo El horror de olvidar
(escrito en Buenos Aires entre 1959 y
1961): “Quien olvida está condenado a repetir
su historia”, escribió Marco Tulio Cicerón.
En la fotografía que tus ojos vuelven dulce Este principio vital atraviesa toda la obra
hay tu rostro de perfil, tu boca, tus tanto de José Emilio Pacheco como de Juan
[cabellos, Gelman. Periodista, traductor y militante
pero cuando vibramos de amor en organizaciones guerrilleras, la vida de
bajo el oleaje de la noche y el clamor de Gelman no puede pasar inadvertida en la
[la ciudad lectura de sus versos. En 1976, durante
tu rostro es una tierra siempre los inicios de la dictadura de Jorge Ra-
[desconocida fael Videla, sus hijos Nora Eva y Marcelo
y esa fotografía el olvido, otra cosa.14 Ariel (de 19 y 20 años), fueron secuestra-
dos, junto con María Claudia Irureta, em-
El instante se bifurca, por así decir, en dos barazada de siete meses. Muchísimos años
momentos. Uno, perfecto; el otro, de ol- después, Gelman se encuentra con su nie-
vido. El primero de ellos tiene que ver con ta, Macarena, quien aparece en diversos
el momento en que se percibe el rostro, momentos de su escritura y a quien dedi-
la boca y los cabellos, como si en esa fo- ca muchos de sus poemas.
tografía estuviera presente una dulzura El olvido es en Gelman, en Pacheco y
en otro escritor argentino de la talla de
14
Jorge Luis Borges, imposible, pero tam-
Juan Gelman, Poesía reunida. Tomo I. Violín y otras
cuestiones, p. 66. bién una de las bestias mediante la cual
105
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Asunción del Carmen Rangel López
15
Jorge Luis Borges, Poesía completa, p. 204.
16
Juan Gelman, Poesía reunida. Tomo I. Violín y otras
cuestiones, p. 131.
106
El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a algunos momentos de la poesía de...
17
Ibid., p. 67. 18
Ibid., p. 17.
107
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Asunción del Carmen Rangel López
“Hay que aprender a resistir”. Para ello, Tenemos así que, derivadas del viaje de
ni marcharse, ni permanecer, sólo la con- la imaginación, se le presentan al poeta
ciencia de que el arrostramiento, el dolor experiencias que comparten tres rasgos:
y el olvido, están asegurados. el desorden, la contradicción y la resis-
tencia a sucumbir. Sobre el desorden y la
Ni a irse ni a quedarse, contradicción, habría que mencionar, por
a resistir, ejemplo, las muchas veces en que Gelman
aunque es seguro va, mediante su poesía, a la experiencia
que habrá más penas y olvido.19 del exilio.21 Antes, una anotación: cuando
Sarlo habla del surgimiento de experien-
Unas líneas arriba he dicho que la imagi- cias desordenadas y contradictorias, se re-
nación de Gelman “sale de visita”, y que fiere al surgimiento en los términos en que
ese viaje le proporciona distancia y una un poeta experimenta; para decirlos con
mirada crítica sobre la experiencia propia. el poeta ingles Wordsworth, se trata de
Ese tesón por marcharse y quedarse, me un rebote espontáneo de poderosos senti-
parece, está acentuado en ese “ni irse, ni mientos, pero esa emoción es recordada,
quedarse”, una paradoja que nos ofrece posteriormente, en tranquilidad. En este
el entusiasmo y la quietud, para decirlo segundo momento de tranquilidad suce-
nuevamente con el título del libro de de la escritura poética.
Marí. Se trata del sosiego y la intranquili- En Notas (Calella de la Costa/París/
dad que son atravesadas por el imperativo Roma, 1979), me parece, se presenta una
“hay que resistir”, justo en medio de esos experiencia desordenada, contradictoria
dos extremos. y resistente a sucumbir. En la “Nota I”,
La resistencia, como una de las natu- por ejemplo:
rales consecuencias de ese viaje de la ima-
ginación, y como un imperativo de sortear [...] te nombraré veces y veces.
el extremo de la partida o de la perma- me acostaré con vos noche y día.
nencia, es explicada por Beatriz Sarlo de la noches y días con vos.
siguiente manera: me ensuciaré cogiendo con tu sombra.
te mostraré mi rabioso corazón.
La condición dialógica es establecida por te pisaré loco de furia.
una imaginación que, abandonando el te mataré los pedacitos.
propio territorio, explora posiciones des- te mataré uno con paco.
conocidas donde es posible que surja un
sentido de experiencias desordenadas,
21
contradictorias y, en especial, resisten- No son pocas las veces en que Gelman poetiza
sobre la experiencia del exilio en aras, me parece,
tes a rendirse ante la idea demasiado de darle un orden poético. Al respecto, basta con
simple de que se las conoce porque se las mencionar que, por ejemplo, los compendios de
ha soportado.20 poemas como Hechos, Notas, Carta abierta o Co-
mentarios indican, en su título, el lugar en donde
fueron compuestos: París, Roma, Zurich, Ginebra,
etcétera. Además de dar constancia del lugar en
19
Ibid. donde fueron escritos, Gelman busca indicar sus,
20
Beatriz Sarlo, Tiempo pasado. Cultura de la memo- por así decir, puertos de recalada en el periplo del
ria y giro subjetivo. Una discusión, p. 54. exiliado.
108
El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a algunos momentos de la poesía de...
En el trazo del periplo del que habrá que Between the motion
regresar, el olvido y sus bestias son com- And the act
pañeros ineludibles de viaje. Gelman lo Falls the Shadow
sabe, y por ello emprende un peregrinaje
a la derrota no sin la franca intención For Thine is the Kingdom
de vencerla al asesinarla. Este viajero sabe
que entre más contorneada, áspera y do- Between the conception
lorosa es la ruta, mayores virtudes encon- And the creation
trará en la posición final de su meta, y ésta Between the emotion
no es, indudablemente, la derrota. And the response
“Ni a irse ni a quedarse / a resistir”. Re- Falls the Shadow
sistir es una de las consignas poéticas que
atraviesa buena parte de la obra del poeta Life is very long
argentino. Ni partir ni marcharse, sino una
suerte de justo medio: tener el corazón Between the desire
allá, pero la intelgencia acá, o viceversa. And the spasm
Entrever ese justo medio implica nece- Between the potency
sariamente experimentar en hondura am- And the existence
bos movimientos, sin que el resistir se Between the essence
convierta en una natural síntesis. Es sig- And the descent
nificativo que Gelman haya despersona- Falls the Shadow
lizado la acción en ambos verbos, en la
ejecución de la acción; el “se” da cuenta For Thine is the Kingdom.23
de ello. También es significativo que el
verbo que encarna esta idea cara a la
poética gelmaniana, resistir, tenga una La preposición “between”, anáfora y figura
forma no personal, pero que ahí mismo de repetición, agiliza el surgimiento de
estén contenidas todas las posiblidades un intersticio del cual surge la caída de la
o conjunciones del verbo, de la acción. sombra –“Falls the Shadow”–. “Between”,
Esto permite decir que, para Gelman, re- el entre, funciona como espacio fronteri-
sistir es una tarea que compete a todos, zo, como umbral que genera el surgimien-
sin un tiempo preciso o fijo. Resistir es un to, la caída; pero también se convierte en
llamado a la acción común. el espacio privilegiado en que sería posi-
Entre la permanencia y el abandono ble la escritura poética.24
–entre la negación a irse y la negación a
quedarse–, el resistir se erije como una
suerte de estado intermedio entre esto
y aquello; se trata de un “entre”, de un 23
T. S. Elliot, “The Hollow Men”, vv. 5-24.
24
between para decirlo con el estribillo de Para Octavio Paz, el entre, el intersticio, es el
espacio por excelencia para la poesía. En el poema
The Hollow Man de T.S. Eliot: “Decir, hacer”, por ejemplo, el espacio privilegiado
del cual surgirá la poesía es un entre, una zona fron-
Between the idea teriza: “Entre lo que veo y digo, / entre lo que digo
y callo, / entre lo que callo y sueño, / entre lo que
And the reality sueño y olvido, / la poesía” (2004: vv. 1-5).
110
El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a algunos momentos de la poesía de...
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la memoria y giro subjetivo. Una discu-
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113
Álvaro Villalobos*
Aspiraciones de indigente:
cartografía personal sincretizada
Homeless aspirations:
personal cartography hybrid
Resumen Abstract
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 113-128
Fecha de recepción 24/06/2015 > Fecha de aceptación 30/01/2016
alvaro.villalobos.herrera@gmail.com
*
Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma del Estado de México.
114
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada
Yo. Ciento diez kilos de peso, eternamente tíficas que aceptan el reto de considerar
perdido y confuso, piernas flacas y cortas, la producción artística como forma de
cuerpo de mono, lleno de pelo, sin cuello, conocimiento.
cabeza grande, ojos nublados y despeinado. Mi principal interés en este escrito no
Un metro ochenta de inmundicia humana. es presentar obras basadas en una defi-
nición fija y precisa de performance art,1
Charles Bukowski menos cerrar el abanico de posibilidades
que existe para entenderla. Se trata, en
esta ocasión, de seguir la pauta trazada
por la observación y reflexión de algunas
Arte vida y realidad acciones realizadas en diferentes espa-
cios y tiempos que ayudan a entenderme
ra más natural posible para entender los te- un festival que presentó la mayoría de las
mas que trata. Aunque todas las artes en obras por convocatoria y otras, incluida
teoría representan una fantástica ilusión, mi performance, por invitación del director
la performance emite informaciones con- del museo, todas atendiendo las sugeren-
ceptuales y perceptivas dirigidas direc- cias del curador del festival. Siendo egre-
tamente por el artista, quien modula y sado de una universidad pública de Bogo-
modela el tiempo y el espacio en los que se tá como escultor, poco después de llegar
ejecuta la obra de manera presente. a vivir a la Ciudad de México diseñé esa
pieza con alto porcentaje de elementos
emergentes de las artes plásticas. La per-
Calles y fronteras formance consistió en visitar varias colo-
nias y sitios de interés de la ciudad de Mé-
Las obras que presentaré a continuación xico con él ánimo de realizar, en un horario
fueron ejecutadas en diferentes contex- determinado desplazamientos para cono-
tos y épocas. Antes de realizarlas vi y viví cer los más contrastados lugares urbanos:
otras obras de artistas que admiro y, para mercados, zonas turísticas, sitios popula-
relacionarme con ellos, atravesé a pie las res de estrato económico y social bajo con
fronteras de varios países latinoamerica- niveles de delincuencia inimaginables o
nos. Por ejemplo, en enero de 1990 salí de colonias con estrato social alto donde las
mi casa paterna sin rumbo fijo y sin re- dificultades estaban basadas en que ni si-
greso, viajé en busca de experiencias en quiera se podía estar en la calle demasiado
calles y barrios desconocidos, donde tuve tiempo contemplando el espacio sin pa-
vivencias espontáneas en recorridos sin sar desapercibido para los organismos de
un fin determinado, hasta llegar a Méxi- seguridad o parecer sospechoso.
co, donde la acogida a mi trabajo ha sido
mínima pero satisfactoria. Mi trabajo tie- Las prácticas de Álvaro Villalobos se mue-
ne que ver con la vida en las calles, con ven en una frontera difícil de enmarcar,
recorridos incansables y situaciones apre- fuera de la mirada curatorial que re-
hendidas y enmarcadas en la estética ur- gresa las acciones a la condición de
bana contemporánea. Para presentarlo obras para ser exhibidas en bienales y
utilizaré métodos descriptivos derivados museos. Villalobos explora la dimensión
de circunstancias específicas y modos com- activista de una práctica que deviene
parativos basados en relaciones con casos política por la naturaleza de la propia
y cosas que corresponden a los móviles acción, implicándose en situaciones de
conceptuales del mismo. La primera obra las márgenes urbanas y de espacios sub-
tiene que ver con la llegada a México des- alternos. Saliendo del arte y entrando en
de Colombia –país natal– a mediados de la esfera cotidiana, este creador produce
los noventa, una época efervescente para una parte de su práctica como ofrendas
esta disciplina. que a corto o largo plazo parecen incidir
Puntual de asfalto: Fue presentada en en la calidad de vida de algunos gru-
el v Festival Internacional de Performan- pos humanos. Y en esta zona más de un
ce, Ex Teresa Arte Alternativo de México
D.F., el jueves 8 de noviembre de 1996, en
118
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada
artista elige resguardar su propio hacer ciones obtenidas en los lugares visitados
de la categoría de obra de arte. 4 ocasionaron en mí un cambio de actitud
frente a la Ciudad de México. Aunque las
El trabajo se desarrolló durante los meses descripciones de su propia ciudad reali-
de septiembre y octubre de 1996 desde zadas por el público desprevenido dieron
las seis de la mañana hasta las doce cuenta de una metrópolis peligrosa, inse-
de la noche, todos los días. Durante la gura y compleja, los sitios visitados y las
obra, en cada lugar observé contemplé personas que los circundan me dieron
y reflexioné sobre su tipología espacial y confianza para realizar otros desplazamien-
la de sus habitantes. Una vez localizado tos con la idea de conocerla mejor. La con-
en el sitio elegido, generalmente por reco- clusión de este ejercicio cotidiano, como ya
mendaciones de allegados, permanecí du- lo dije, fue presentada en el V Festival de
rante el día sin tomar fotografías ni apun- Ex Teresa. En esa ocasión llegué a ejecu-
tes de las vivencias adquiridas. Se trató tar la obra al frente del museo, en la calle
de un ejercicio introspectivo en contacto Licenciado Verdad del Centro Histórico
directo con los acontecimientos del lu- capitalino, una fría noche de noviembre,
gar y su gente, interesado en obtener la vestido con los colores de la bandera de
mayor cantidad de vivencias y un registro Colombia. En el suelo se encontraban ins-
personal con sentido para la performan- talados previamente cinco botes con pin-
ce. En esta obra el público fungió única- tura de vinilo del color de las banderas
mente como espectador pasivo en todas mexicana y colombiana, respectivamente.
sus etapas. Una vez frente a los recipientes de
pintura y al público que contemplaba pa-
sivamente los elementos dispuestos para
la acción, derramé su contenido en el
piso, al tiempo que rodé mi cuerpo entre-
mezclando las pinturas con él. Luego me
despojé de la ropa y rodé nuevamente con
el cuerpo desnudo para impregnarlo del
color de las banderas. Después de varios
recorridos de ida y vuelta con el cuerpo
sobre la pintura me cubrí con un sarape
en señal de asentimiento de la cultura lo-
cal. Para terminar, fui rumbo a casa en el
metro, en un recorrido por varias estacio-
nes repartiendo la imagen impresa en se-
rigrafía, de un mapa en el que se super-
ponían el barrio Fontibón de Bogotá y la
1. Puntual de asfalto, México 1996 colonia Ramos Millán del Distrito Fede-
Después de varias semanas, las informa- ral, últimos lugares de residencia hasta
esos días.
4
Ileana Diéguez Caballero, Escenarios liminales, tea-
tralidades, performances e políticas, p. 152.
119
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Álvaro Villalobos
Carácter comunitario
tuvimos plásticos, maderas, pintura y de- realizaba pinturas y dibujos como terapia
más implementos necesarios. ocupacional. A mi entender, las obras de
El festival requirió una performance Bara Bara ponían en tela de juicio las opi-
para un restringido número de personas niones de los críticos, que giraban en torno
en horas de la mañana. Una vez presenta- a que sus trabajos no se podían reconocer
da me desplacé a la Alameda Central de la como obra de arte, porque el autor no po-
Ciudad de México y, con la ayuda de los seía facultades mentales normales. Si no se
niños de la calle, reforcé sus moradas agre- conociera al autor de las pinturas no podrían
gando colores vistosos. La satisfacción du- distinguirse como hechas por un paciente
ró poco tiempo porque unos meses des- mental ya que tenían una impactante ca-
pués el gobierno capitalino desplazó a los lidad expresiva.
indigentes violentamente, por solicitud del Previo a la realización de la obra, que
Hotel Sheraton que fue construido frente denominé Retratos de ciudad, logramos
al lugar de los cambuches. El desalojo co- que la administración del hospital autori-
rrespondió al programa de remodelación zara impartir un taller de artes plásticas,
y embellecimiento del Centro Histórico de específicamente de pintura, con los inter-
la Ciudad de México promovido y ejecu- nos dentro del recinto. En visitas anterio-
tado con apoyo de grandes inversiones de res detectamos en el lugar la extrema
las empresas privadas comandadas por el pobreza en que vivían los pacientes y la
principal capitalista del país, Slim Helú. falta de atención por parte de las autori-
dades de salud. Los internos pasaban sus
días en malas condiciones, sucios y aguan-
Denunciar sin renunciar tando frío. Con ello justificamos la acción
de denuncia y a cambio del taller de artes
Sabiendo que venía a vivir a México pensé pláticas con los pacientes ejecutamos la
en traer material conceptual para desa- performance. Esta comenzó con el pega-
rrollar aquí obras de arte urbano. En esa do de los carteles en los muros de dife-
época tenía contacto con amigos en el Hos- rentes lugares, como tiraderos de basura y
pital Psiquiátrico San Bernardino, loca- tendajos improvisados de indigentes en-
lizado en la Zona de Tlalpan, y quería tra- contrados durante la caminata. Los carte-
bajar una pieza similar a la que describiré les señalaban los lugares y obligaban a di-
a continuación, pero, por motivos logísti- rigir la vista hacia donde generalmente no
cos y falta de habilidad para sortear la bu- se ve. Otra vez con la inscripción en ne-
rocracia mexicana no pude realizar la gro y rojo: En el mercado de la indolen-
obra proyectada inicialmente. En Colom- cia, la muerte está demasiado barata.
bia, el miércoles 17 de abril de 1996, con
artistas ecuatorianos y peruanos, salí ca-
minando durante varias horas rumbo al
Hospital Psiquiátrico de Sibaté, institu-
ción pública adscrita al Ministerio de Sa-
lud, localizada diez kilómetros al sur oc-
cidente del centro de Bogotá. El objetivo,
visitar al enfermo mental Bara Bara que
122
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada
la mirada. Su performance hace visible gentes. Los rostros de las fotografías tira-
la población que nunca se ve; los des- das en el suelo tienen que ver con la ma-
plazados, la gente que en Colombia lla- sificación anónima e indiferente que vi-
man “los desechables”. El performance ven las personas en la calle. En el muro
invierte la mirada del espectador: nor- del vestíbulo el público podía leer un car-
malmente la gente desamparada, nos tel con el significado del término ex voto
mira pero nosotros evitamos el contacto (acción de carácter votivo), y la invitación a
visual, el reto en este performance no participar en la obra con la premisa de que
es sólo lo que puede soportar el artista, al relacionar el ayuno con alguna situa-
sino lo que puede tolerar el público. Con- ción personal, se podía encender una vela
frontado con una realidad que prefiere a manera de ex voto. Las velas estaban en
no ver.10 una caja debajo del cartel y la etapa inte-
ractiva terminó cuando se apagó la última.
La experiencia inicial de los ayunos vo-
luntarios como obra de arte la constitu-
yó: Acto sincrético, de 28 horas continuas
tirado en el piso de la entrada principal de
la Facultad de Artes de la Universidad Po-
litécnica de Valencia, en España, en 1999.
Allí recurrí a la resignificación del espacio
a través de la instalación en el suelo, de un
recuadro demarcado por pequeñas fotos
de rostros anónimos, extraídas de los ar-
chivos de un antiguo estudio fotográfico.
Dentro de la demarcación estuve con el
rostro cubierto por un pasamontañas, uti-
lizado por los habitantes de la sierra chia-
paneca al sureste mexicano. La finalidad
del recuadro hecho con fotografías de per- 7. Acto sincrético, España 1999
sonas desconocidas, con el rostro y cuerpo
cubiertos, tenía como propósito negar al
público mi identidad y poner en tensión Con años de diferencia ejecuté dos perfor-
esta dupla: por un lado los personajes mances más incrementando las horas de
anónimos que sufren inclemencias en la ayuno, una de ellas, Desplazados, fue rea-
calle por azares del destino y, por otro, lizada entre el 5 y el 6 de marzo de 2003,
la indiferencia pública por el sufrimien- en el primer Encuentro Nacional de Perfor-
to ajeno. mance, Performagia.11 Fue inspirada en los
La obra aludía también con lo perfor- problemas de los campesinos, niños y mu-
mativo, a las personas frente a sujetos jeres que llegan a las calles de las grandes
sin rostro, a quienes no queremos mirar
porque sufren inclemencias como indi-
11
Festival organizado anualmente durante una dé-
cada por el Museo Universitario del Chopo, unam,
10
Diana Taylor, Performance, p. 78. México D.F.
125
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Álvaro Villalobos
ciudades, víctimas de persecuciones polí- midad del arte como una cuestión más
ticas, desplazamientos y migraciones eco- filosófica y política que propiamente ar-
nómicas, que promueven pequeñas y ge- tística es cada vez más frecuente. Se trata
nerales miserias, violencia y humillaciones, de una objeción a las maneras tradicio-
haciendo cada vez más aguda la pobreza nales de pensar el mismo arte en torno a
y sus variadas formas de discriminación. situaciones específicas de la vida cotidia-
Estos conflictos se convirtieron en un lu- na. En ese sentido los ideales formales y
gar común desde hace años en Latinoamé- conceptuales de mis obras giran en torno a
rica; en Colombia particularmente se re- la posibilidad de señalar de manera críti-
crudecieron por la guerra de guerrillas, las ca los abusos de poder y los modos de
represiones del ejército sobre la pobla- producción dominantes que, en nuestro
ción civil, la delincuencia común y la con- contexto se convierten en esquemas so-
secuente violación de sus derechos funda- berbios de gobierno. Un ejemplo lo cons-
mentales. Los crímenes contra la ciudadanía tituyen las desapariciones forzadas y los
generados por las autodefensas y para- enterramientos en fosas comunes en La-
militares son cada vez más frecuentes, a tinoamérica, particularmente en México
ello se suman todas las formas de violencia y Colombia.
generadas por los narcotraficantes y sus Para reafirmar la explicación sobre el
subsidiarios nacionales e internacionales. carácter votivo de mis obras y la manera
en cómo las asocio con la imaginería po-
pular para producir efectos dentro de los
discursos visuales contemporáneos me
referiré a la performance Fosa, que con-
sistió en un entierro de seis horas realiza-
do en el Faro Tláhuac, localizado en la
avenida La Turba en la Ciudad de México,
el viernes 23 de mayo de 2008. Median-
te el recurso artístico de la acción y el len-
guaje corporal aludí conceptualmente a la
práctica común y ordinaria en los conflic-
tos armados latinoamericanos en los que
se entierran cuerpos inertes en terrenos
baldíos, convirtiendo los campos en ce-
menterios de fosas comunes que reducen
8. Desplazados, México 2003 los cadáveres a su fin último, la descom-
posición de la materia que los soporta.
Al respecto, en esa ocasión, en el
Soportar la naturaleza marco del festival de performance, Hí-
brido, del Faro Tláhuac,12 presenté la obra
Artistas de la performance, entre los que
me incluyo, experimentamos sobrepasar
12
los límites del arte para llegar a otras disci-
Realizado en un baldío donde se localiza el
Centro Cultural Faro Tláhuac, dependiente de la
plinas, por ello la pregunta sobre la legiti- Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México,
126
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada
que además se basó en las crónicas urba- Por la sombra de muerte que reviste el lu-
nas emanadas del lugar donde se realiza el gar cavé una fosa en el terreno de Tláhuac,
Festival, administrado por el gobierno para que dos policías del Distrito Federal
del Distrito Federal. En las distintas oca- me enterraran al comienzo de la jornada
siones que visité el sitio, muchas personas artística. Yo recabé la tierra y ellos me en-
argumentaron que ahí, los organismos terraron y me sacaron cuatro horas des-
oficiales tiraron escombros con restos hu- pués. Someter el cuerpo con fuerza de vo-
manos del terremoto que azotó a Méxi- luntad y coartar los movimientos con el
co en 1985. Otras personas me dijeron que peso de la tierra en un tiempo y lugar espe-
también ahí fueron enterrados los desa- cífico, constituyó este ejercicio artístico.
parecidos del conflicto violento con el que Soportar el peso de la naturaleza, recibir
se quiso disolver al movimiento estudian- la tierra y ser sepultado, unió la obra con
til en 1968, época luctuosa en que el go- otro acto simbólico utilizado por diferen-
bierno mexicano por medio de sus fuerzas tes comunidades sudamericanas, princi-
armadas asesinó brutalmente y atropelló palmente relacionado con la muerte y
a miles de estudiantes. el olvido.
En ese sentido, mi trabajo insiste en
funcionar como organismo operador de
crítica simbólica de la realidad existente.
En esta obra se unen los pensamientos
que pueden expresarse de manera icónica,
verbal, escrita, con las propias acciones
en la práctica artística. Estoy consciente
de que para producir arte con contenidos
políticos el artista se tiene que involucrar
con diversas informaciones de los siste-
mas de gobierno, al menos en sentido crí-
tico, pero tomando distancia, para que el
arte cumpla con la función de hacer que se
dirija la mirada hacia donde comúnmen-
te la gente desprevenida no lo hace. En
esta disciplina es importante entender los
conceptos que se van a tratar en las obras
y trabajar artísticamente para modelar y
modular la realidad presente.
Indiferencia e invisibilidad
Resumen Abstract
Federico Patán (Gijón, 1937) es un po- Federico Patan (Gijon, 1937) is a wri-
lígrafo perteneciente al grupo de ter/author pertaining to the Spanish
escritores hispanomexicanos, de la Mexican group of writers from the
generación mexicana del Medio Si- mid xx Century. He has perfectly
glo, y se trata de uno de esos auto- combined his literary outcome, with
res que ha conjuntado la creación teaching and the academic research.
literaria con la docencia y la investi- Federico Patan works include poe-
gación académica. try, essays, tales, novels, memories,
Su obra abarca la poesía, el ensayo, translation and cultural journalism.
el cuento, la novela, las memorias, la He is generally highly recognized by
traducción y el periodismo cultural. his narrative works, though his poe-
try is as important and meaning-
ful as Patan has widely exercised it
Palabras clave: Federico Patán, grupo since youth. It represents the literary
hispanomexicano, exilio, republicanos, outcome that better describes his
poesía, lirismo literary and intellectual work.
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 129-149
Fecha de recepción 19/05/2015 > Fecha de aceptación 24/09/2015
alapiz2000@gmail.com
*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
130
Una mirada a la obra poética de Federico Patán
1
Arturo Souto, Conversación en la Facultad de Filo- Todas las obras de Federico Patán mencionadas en
2
sofía y Letras de la unam (México, D. F.), 3 de fe- este trabajo se encuentran en la sección “Biblio-
brero de 2009. grafía de Federico Patán”. Véase pp. 145-149.
131
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar
Los “afanes audaces” explorados por género más frecuentado por él sea el
Patán en Los caminos del alba no vol- de la poesía –así sólo sea por el número de
vieron a repetirse en su obra, aunque el poemarios publicados–; de que su primer
uso de enclíticos, calembures y giros ver- libro de cuentos, Nena, me llamo Walter,
bales de tono peninsular parecen “mar- fuera publicado en 1986, lo mismo que
ca de la casa”: dichos afanes no aparecen su primera novela, Último exilio; y que su
en Del oscuro canto ni en la transición se- primer libro de ensayos, Calas menores,
tentera representada por Fuego lleno de fuera de 1978: Patán entró al mundo de
semillas, donde poetiza los estados de la la literatura por la puerta de la poesía, no
pasión serena mediante metros tradi- obstante que al cabo del segundo poe-
cionales y sonetos. Las “brumosas geo- mario publicado hubiera dejado pasar do-
grafías” de A orillas del silencio corrobo- ce años antes de la aparición de su tercer
ran la voluntad de no permanecer en una libro de versos. 1965 fue el año en que el
sola tesitura: Patán mantuvo el gusto poeta, sin detener la criba, cesó de destruir
por el endecasílabo, combinándolo li- todos los manuscritos de sus poemas y
bremente con otros metros para pro- se decidió a publicar Del oscuro canto.
ducir una sensación de verso libre. Así, (Tiendo a creer que el relativo desconoci-
las exploraciones estilísticas de los tres miento de los versos de Federico se debe
poemarios publicados durante los años a la disminución de lectores de poesía y a
ochenta –A orillas del silencio, Del tiem- un amplio analfabetismo literario que
po y la soledad e Imágenes–, más los prevalece en un México donde se afirma
cuatro de los años noventa del siglo pa- que a mayor número de horas de clase se
sado –El mundo de Abel Caínez, Umbra- corresponde un aumento proporcional en
les, No existen los regresos y Árboles hay el aprovechamiento escolar –si esto fue-
y ríos– confirmaron la voz de un poeta ra cierto, México sería el país más culto
con temperamento polifónico, diverso, del mundo–.)
desembocada en la serena madurez de El primer poemario de Patán incluye
Es el espejo un agua rigurosa y Paisajes formas dialectales peninsulares como
transitorios. “sabedlo”, “vosotros”, “orvallo”, que casi
El título de Paisajes transitorios per- no volverían a aparecer en los poemarios
tenece a un manuscrito posterior a Es el subsecuentes, e incorpora algunas evoca-
espejo un agua rigurosa, que se incluyó en ciones de la guerra civil, que el autor no
un libro de poesía reunida y dio nombre presenció por razón de su edad. Aunque
a ese respetable volumen de más de 350 éste afirma retóricamente en dos de sus
páginas y de medio siglo de frecuentar versos: “Sólo tengo mi voz, / y mi voz es
a la Musa,3 el cual es el motivo de estas humilde”4 , muestra una gran potencia al
meditaciones. hablar de la amada en un formato de verso
Resulta extraordinario percatarse de libre con asonancias en los versos 3, 4 y 6:
que Federico Patán sea más conocido como
narrador y ensayista que como poeta, no
obstante que su catálogo muestre que el
4
Id., “Dos campos”; Del oscuro canto, Paisajes transi-
3
Federico Patán, Paisajes transitorios, 355 p. torios, p. 41.
133
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar
5
Id., “De algunas razones”; Del oscuro canto, ibid.,
p. 55.
6
Id., “La voz definitiva”; Del oscuro canto, ibid., Id., “Sabio de saber morir”; Los caminos del alba,
7
10
Id., “Poema para el oído izquierdo”; A orillas del Id., “En paisaje de amor caigo encendido”; Del tiem-
11
lúdico de Federico Patán, donde hay re- dos tímidas monedas cuyo acoso
ferencias a Quevedo y Machado, donde el tránsito pagaran.14
las viejas obsesiones dejan el tono menor
y se llenan de gracia: Alejado del silencio, la década de los no-
venta se poblaría con cuatro poemarios
Quiso, lento, más, tres novelas (La ceremonia perfecta,
subir rubio. Mujeres ante el espejo y El rumor de su
Lo miraron, sangre), tres cuentarios (El paseo y otros
lo quisieron, acontecimientos, Bitácora de extravíos y La
se cansaron, piel lejana), tres ensayarios (Los nuevos te-
lo volvieron. rritorios, También Virginia Woolf y El es-
Pudo, lento, pejo y la nada), una antología (El viejo
bajar turbio. Bloomsbury y otros ensayos de Virginia
Woolf) y un libro autobiográfico (Federico
Cuatro son los Patán. De cuerpo entero). Eso suma doce
cuatro puntos.12 libros: 1.2 libros por año. Sin dudarlo, ha
sido la década más prolífica en la vida
En los poemarios previos hubiera sido in- literaria de Federico Patán.
imaginable la siguiente ligereza: El mundo de Abel Caínez (1991) inau-
guró la siguiente década poética de Pa-
Muerte, la mi señora, tán. El título se abre a innumerables con-
en torre de marfil diálogo a besos tradicciones y paradojas fundidas en el
y en los hilos las horas, nombre del “personaje” que conducirá
de tu mano tapiz de verde a negro.13 el poemario: Abel y Caín, los hermanos
opuestos, Jeckyll y Hyde, los dobles. El
La tercera parte del poemario, “Jornadas”, título prometía un poemario narrativo.
supuso el desembarazamiento conceptual ¿Fue así? También prometía un persona-
de los tópicos paisajísticos empleados por je. ¿Apareció? Examinemos someramente
Patán: si antes recordaban un universo de el libro.
lecturas vertidas en sus poemas, ahora Las expectativas mencionadas se in-
los paisajes invocados pasaban a ser una cumplen con rapidez, pero no otras: no
apropiación del poeta, vínculos entre hay un poemario narrativo, ni un perso-
emoción, revelación, voz y naturaleza. naje conductor llamado Abel Caínez. De
hecho, Abel Caínez es una especie de tras-
[…] Si el viento se callara minación del propio poeta, del autor, de
tal vez, sólo tal vez, hablar pudieran la voz que en el libro permite apreciar
el olivo, la palma y el laurel. objeciones que se otorgan distintas par-
Si el viento se callara tes de sí misma; es el nombre dado a
tal vez, sólo tal vez, la bruma fuera una metáfora de la escisión individual,
de una disputa interior que ocurre en el
campo de batalla que es la conciencia
12
Id., “Cuatro”, Imágenes; ibid., p. 163.
13
Id., “Tapiz”; ibid., p. 168. Id., “Jornadas, ii”; ibid., p. 175.
14
137
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar
de un ser llamado Abel Caínez, pero en Patán se permitió varias rarezas dentro
cuyo trasfondo es posible reconocer a Fe- de este poemario: las palabras ‘detersivo’
derico Patán, o a alguna de sus muchas (“lo que limpia y purifica”) y ‘esméctica’,
máscaras poéticas y narrativas, aunque ya cuyo esclarecimiento requiere de la si-
es indicador el hecho de que el poeta no se guiente, ardua explicación:
quiera identificar bajo las letras de su pro-
pio nombre. El poemario, pues, no aborda La principal característica de estos com-
el tema de la muerte y aniquilación del puestos [los cristales líquidos] es que sus
hermano semejante, de la lucha entre esos moléculas son altamente anisótropas en
contrarios, sino de la convivencia de dis- su forma, pueden ser alargadas, en for-
tintas pulsiones intelectuales y vitales en ma de disco u otras más complejas como
la palestra llamada la persona, una perso- forma de piña. A diferencia de los cris-
na, eso que Borges denominó “el otro, tales (orientación a largo alcance y posi-
el mismo”. Así, el nombre antinómico de ciones ordenadas a largo alcance), los CL
Abel Caínez denomina la convivencia fra- tienen una orientación a largo alcance,
ternal y rencorosa de aquellos asuntos con pero posiciones ordenadas a corto alcan-
los que debe convivir el ser. El enigmáti- ce. Además, contienen intrínsecas pro-
co poema que da título al libro dice así: piedades físicas anisótropas. En función
de esta forma el sistema puede pasar por
Tierra esméctica, podadora de orgullos, una o más fases intermedias (mesofases)
no rechaces la orfandad adjetivada desde el estado cristalino hasta el líquido.
de este año caduco: En estas mesofases el sistema presenta
muerto viene a ti de fiebres docenarias. propiedades intermedias entre un cristal
y un líquido. Dos de las principales fases
Acéptalo, recógelo, acógelo, de un cristal líquido son la fase nemática
protégelo, divídelo, armonízalo, y la esméctica. En la fase nemática los
tu seno detersivo en humus lo convierta, centros de masas de las moléculas están
retornándolo al mundo en otro vínculo. colocados como en un líquido (sin orden
de largo alcance) y al menos uno de los
Química enamorada del mantillo ejes principales de las moléculas apunta,
soberbio, en promedio, a lo largo de una determi-
así te lo rogamos en disfraz de rito: nada dirección (llamada director). En la
permítenos que el tiempo, caníbal de sí fase esméctica, al igual que en la nemáti-
mismo, ca, tenemos orden de largo alcance orien-
con doce pasos vaya de nuevo al tacional y además los centros de masas
sacrificio.15 moleculares están organizados en capas
a lo largo de una dimensión. El esméctico,
por tanto, presenta también orden de lar-
Poco dado al uso de palabras inusuales go alcance posicional en una dimensión.16
dentro de su léxico poético, aunque hay
ejemplos notables del uso de las mismas,
16
“Cristal líquido”, http://es.wikipedia.org/wiki/Cris
15
Id., “El mundo de Abel Caínez”; ibid., p. 179. tal_l%C3%ADquido
138
Una mirada a la obra poética de Federico Patán
El locutor poético del poema se dirige a la chas entre 1937 y 1988, que van del año
Tierra y, como si se tratara de una oración del nacimiento del autor hasta su cum-
religiosa, pide que acoja al año que llega, pleaños número 51. Cada poema arranca
prematuramente deteriorado por fiebres con un título y un año: 44 pórticos se-
que lo atacan doce veces (doce meses); lectivos. Cada puerta anuncia una fecha
luego, el poema cambia de interlocutor y y las fechas van recorriendo los años,
se dirige a la Química para solicitarle que los asuntos y la vida del locutor poético
permita al año que entra cumplir con su (identificable con el autor, aparentemente
sacrificio de doce meses, al cabo del cual sin mayores máscaras). Pareciera un texto
llegará su propia muerte (del año, quie- autobiográfico, impulso que Patán cons-
ro decir). El poema, pues, se instala en el truyó paralelamente en Federico Patán.
paso del tiempo y solicita a la Tierra y la De cuerpo entero y, más tarde, en Una
Química que dejen que el año transcurra: infancia llamada exilio, aunque no se tra-
ese es el mundo de Abel Caínez. ta de un poemario construido alrededor
Después, el poemario se divide en de una biografía personal, sino de una
dos secciones dedicadas a la ciudad y la obra donde las diferentes notas perso-
palabra. Confieso que la lectura de este nales dejan ver los trasiegos de una vida:
poema y del libro, en general, me deja es- los destellos, las breves luminarias, las
tupefacto. Se me escapa la oposición chispas que arrojan luz, permiten al cu-
entre los hermanos Abel y Caín, o la de su rioso y al interesado asomarse desde
complementaria dualidad simbólica; con- ventanas donde cada umbral, cada arco
sidero que es el más enigmático de los de penumbra, cada lugar de paso mues-
poemarios escritos por Patán, lo cual ex- tra y acoge los años de un autor donde la
traña por tratarse del libro subsecuente silueta y la sugerencia de un momento
a Imágenes, uno de sus más luminosos y son el inicio de una historia insondable.
cristalinos; además de que se trata de un Las puertas conducen a distintos
poeta poco dado a rarefacciones verbales lugares: un momento de la infancia, el
como ‘perpetuicemos’ (en lugar de ‘per- nacimiento del primer hijo, la muerte
petuemos’)17 –aunque se aprecia un tono de Luis Rius, una tarde de encuentro
burlón dirigido hacia no se sabe dónde– y con la hija menor, el amor por Carmen,
el uso de minúsculas para los títulos de los meditaciones íntimas. La paleta verbal
poemas (mas no para el cuerpo del texto) de Patán se diversifica para ofrecer una
como en recuerdo de e. e. cummnings. suerte de aleph desde donde se vislum-
Después llegó Umbrales (1992), poe- bran (la palabra no es casual) ciertos
mario notoriamente distinto al anterior. momentos, escenas y escenarios donde
El libro se organiza en estructura anular, una vida desenvuelve sus sombras chi-
con un texto de arranque y uno de cierre nescas. Las siluetas, unidas, fundan un
llamados “Tiempo sin fecha”. Después, en escenario que resulta una suerte de
el intermedio –que es, propiamente, el mural. El trabajo del lector es organizar
cuerpo de la obra–, aparecen distintas fe- el mapa para interpretar una vida que el
poeta ha narrado de manera versificada,
17
con los misterios y elusiones propios de
V. “mirar atrás”, id., “El mundo de Abel Caínez”;
ibid., p. 191. la materia poética.
139
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar
Este yo en ti que soy sin bien saberlo, Supongamos un hilo sin paredes
este callado asomo de tu mío señalando un camino que no existe
en tu nuestro su siempre deleitando, y un héroe sin el monstruo
este siempre con ti cuando conmigo al cual la espada dirigirle
este siempre con mí cuando contigo, y al otro extremo el llanto
este tú y yo sin ellos porque sobran de una joven
busca el nombre secreto de nosotros sin héroe en quien dejar
y un traductor dulcísimo y preciso el hilo aleve
en el mío que soy siendo tan suyo.18 y a partir de la nada
de la imagen
No existen los regresos (1997) fue una bre- soñemos.19
vísima plaquette que el autor respetó co-
mo tal, es decir, como un muy breve Como cierre personal del siglo xx, Patán
cuadernillo poético que no se fusionó con publicó Árboles hay y ríos (2000), con el
futuros materiales más extensos. Es una que clausuró la década más prolífica de
suerte de Sinfonía Pastoral (la de Ludwig su trabajo literario édito, a menos que mi
van Beethoven y la de André Gide) con percepción yerre por la cantidad de bo-
poemas donde los diversos paisajes resu- rradores de obras narrativas y poéticas
men y rezuman reflexiones que Federico sin publicar, más las reseñas publicadas
Patán concede a la existencia. Pero esto previamente en Sábado, es decir: el guar-
exige matices: no se trata de landscapes, dadito inédito de Federico. Éste fue el
ni del deslumbrante paisajismo detalla- último poemario en el que el autor no in-
do de José María Velasco. El poeta, más dicó la fecha de escritura de cada poema,
bien, expone una cadena de no-regresos costumbre que inició después de 2003, co-
expuestos desde el trabajo poético, es mo para indicar a los lectores un registro
decir, de memorias insuficientes, de evo- donde el volumen de los materiales y la
caciones incompletas, de memorias modi- frecuentación con la Musa lo libraban de
ficadas por el paso del tiempo: lo dicho, imposturas sospechosas frente a quie-
lo descrito es apenas una sugerencia de nes, me parece, no siempre merecen tan-
paisajes interiores y exteriores que nunca tas consideraciones para legitimar las ho-
volverán a ser los mismos. Como Heráclito, ras nalga y horas mano dedicadas por cada
Patán considera que el río para bañarse no autor a la fructificación de su trabajo li-
será el mismo río de ayer, pero tampoco terario. Federico Patán es un escritor que
nunca ha dejado de escribir en cada uno
18
Id., “Canción para un anillo: 1967”; ibid., p. 224. 19
Id., “Laberinto”; ibid., p. 249.
140
Una mirada a la obra poética de Federico Patán
de los géneros que le es propio y me parece el premio José Fuentes Mares, en 2006;
relativamente innecesario fechar las obras dos novelas (Ángela o las arquitecturas
si no es por exclusivas razones que com- abandonadas, y Esperanza), un segundo
petan al autor. libro de memorias (Una infancia llamada
Árboles hay y ríos fue un nuevo poe- exilio), una antología personal de las re-
mario de condición breve donde el autor señas publicadas en el suplemento Sá-
retomó su amor por los paisajes exteriores bado (No más de tres cuartillas, por fa-
traducidos y resignificados en el lenguaje vor… Reseñas sobre literatura mexicana
de los paisajes interiores. Con mucha li- del siglo xx), dos libros de traducción (El
bertad, se permitió la conjugación de artista serio y otros ensayos (Ezra Pound)
asuntos que antes aparecían separados: y El carácter inglés. El ensayo informal en
los recuerdos y las imágenes de la in- Inglaterra) y una antología (El ensayo lite-
fancia, las alusiones a la historia del poe- rario mexicano). Increíblemente, respecto
ta con Carmen, la eterna lucha con la a la última década de los noventa, fue
palabra, la conciencia del paso del tiem- perceptible un descenso en el ritmo de
po, la melancolía y la palabra, siempre publicaciones del autor, pero donde esto
la palabra, como en el siguiente ejemplo, se hizo más notorio fue en el terreno de su
con resonancias villaurrutianas: producción poética.
Durante los doce años mencionados,
Tras el ayer la calle, Patán publicó el poemario Es el espejo un
acera de las horas agua rigurosa (2003) y concluyó Paisajes
tal vez ciertas transitorios en 2008, que no fue publicado
en el mínimo asombro de lo visto. sino hasta 2013, diez años después, junto
O aquella sin memoria con el conjunto de su poesía recogida, al
en la memoria huella adelantada que dio título. La reducción del núme-
y, al menos en temor, al muro fija ro de trabajos poéticos recuerda, inevita-
en la fija intención de la mirada, blemente, el alfa literario del autor, en
posible red el rostro cuyo recuento hay dos poemarios iniciales
de las hoscas ventanas encendidas y editados en los años sesenta: un poe-
de arena tabulada mario por década en el siglo xxi.
e intentos de ceguera prematuros De la misma manera en que Imágenes
y la calle hacia atrás empecinada fue un parteaguas en la producción perso-
en las horas aquellas, nal de Federico, Es el espejo un agua rigu-
en las horas rosa se convirtió, diecisiete años después,
aquellas de la calle en el eco en la perfecta cristalización de cuanto poe-
empecinada nada nada…20 tizó desde 1986 por la manera en que se
imbrican con sutileza las habilidades del
Entre 2001 y 2013, Federico Patán pu- poeta y el narrador, por la serenidad del to-
blicó un poemario más y un volumen con no general y los abordamientos temáti-
su poesía reunida, además de un libro de cos, por la forma como el paisaje es apro-
cuentos (Encuentros), con el que ganó piado dinámicamente desde la mirada y
las palabras del autor, por una contención
Id., “Empecinamiento”; ibid., pp. 267-268.
20 emotiva que sofrena cualquier exceso sin
141
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar
menoscabo de la intensidad, por la armo- rica del poema) tres cosas que le serán
niosa belleza del conjunto y porque el poe- entregadas a medias (como si se tratara
mario es, además, una síntesis conceptual de tres deseos dirigidos hacia un talismán
y temática de la poesía del polígrafo, enun- mágico): un río, una roca y tiempo. En
ciada desde las cuatro partes en que se lugar de eso, se le otorgarán un riachuelo,
divide el libro: “Errancias”, “Del camino”, una piedra lajada y tiempo (desde lue-
“De la muerte” y “De la escritura”, que han go, éste, que es el más temible de los
sido las obsesiones personales más visi- elementos solicitados, será el único que
bles de Federico Patán desde que iniciara permanecerá incólume en la lista de peti-
su trabajo, sin dejar de lado otros asuntos, ciones, pues se sabe que todos los talis-
como el de una tímida infancia sostenida manes son tramposos). El resultado es lo
en ambigüedades que oscilan entre la fe- que Marguerite Yourcenar propone en El
licidad y la infelicidad. tiempo, gran escultor: el mármol esculpido
La palabra ‘errancia’ se encuentra por el hombre, hundido en el agua durante
dentro del campo semántico de ‘errar’, en un naufragio, recuperará su condición de
el sentido de ‘deambular’, pero Federico piedra informe al cabo de los siglos gracias
Patán aprovecha la peligrosa cercanía a la mansa pero irrevocable devastación
que tiene con la palabra ‘yerro’ y el campo de los elementos y el paso de los años).
semántico ‘equivocación’. El poeta sugie- Para Federico Patán, la vida se de-
re, entonces, que uno de los riesgos del vasta con el caminar del tiempo: la roca
ser errabundo es el de cometer errores… del pasado queda reducida a la condi-
Lo cual termina siendo una de sus venta- ción de una piedra pulida, de un canto
jas cognoscitivas, en la línea de lo que ya rodado; el antiguo río es ahora una co-
Constantino Cavafis había advertido: toda rriente mansa; sólo el tiempo sigue sien-
aventura termina siendo rica en peripe- do él mismo: ante él, toda la materia se
cias y conocimiento, incluido el de la muer- reduce y se transforma. Quedan el re-
te. Por otro lado, debe advertirse el gusto cuerdo y la mirada en el espejo, que tra-
del autor por la elección de palabras duce el paso de los años como si la vida
que viven entre dos campos semánticos se hubiera ido en el agua: ante el azogue
distintos: las que proceden de ciertas de- ya no se asoma el joven de antaño, sino el
formaciones familiares y variantes astu- viejo de hogaño, punto donde el poema
rianas, como ‘orbayo’; y las que son de encuentra su inminencia fáustica, salvo
origen especializado e hiperculto como que la voz del poeta no desea recuperar
‘detersivo’. una juventud perdida sino que concluye
En la sección “Errancias”, de Es el espe- con la sabiduría de que el espejo, reflejo
jo un agua rigurosa, se encuentra el poe- del tiempo, devuelve ante la mirada de
ma “Agua rigurosa”. El texto es de un quien se pone frente a él lo que el agua (el
ambiente onírico donde el pasado y el transcurrir) ha desgastado en la materia,
presente se entrecruzan. El locutor poé- en el cuerpo, en el rostro. ¿El poema era en-
tico ingresa a su casa (¿el cuerpo?, ¿el tonces, desde el principio, una mirada
sueño?, ¿el hogar?). Recuerda el campo y frente al espejo?
solicita a Algo, o Alguien, al Ayer (indesci-
frabilidad que refuerza la condición oní-
142
Una mirada a la obra poética de Federico Patán
21
Id., “Agua rigurosa”; ibid., p. 286. Id., “Uno de los caminos”; ibid., pp. 292-293.
22
143
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar
la reunión de toda la obra poética de nera”. Vale decir que, después de leer las
Federico Patán. Simultáneamente, cerró manzanas y cítricos de Patán, no se pue-
el libro y le dio título. Las fechas de los den oler esas frutas de la misma manera.
poemas dejan ver que se trató de un poe-
mario que se escribió casi en paralelo a Es El frutero abre al día
el espejo un agua rigurosa, al que prolonga la cálida rojez de las manzanas.
en madurez y plenitud escritural. De ser El aire la rojez cambia en aroma
correcta la percepción que deja la crono- y sólo se lamenta que un susurro
logía de los poemas reunidos del autor, no llegue cuando el tacto
debe pensarse que después de 2008 ya no transcurre por la piel de aquella fruta.
ha habido novedades poéticas, o no las
suficientes para configurar un nuevo poe- Al descuido una mano el amarillo
mario. Paisajes transitorios, décimo segun- de una cítrica esfera allí coloca
do poemario de Patán, no se encuentra di- y el estupor avanza por el ojo
vidido en secciones, aunque se aprecia y la nariz se pierde entre dos fuegos
una continuidad temática que recuerda la y el tacto se amilana.
Séptima sinfonía de Jan Sibelius: la flui-
dez es clara y los momentos están bien Mas sucede que el amarillo al rojo
definidos, cada tema se deja leer conse- le da razón de ser que no tenía
cutivamente pero no es igual al anterior. y el rojo al amarillo le concede
Una característica de Federico ha sido un espejo sin duda más profundo.
la de establecer relaciones misteriosas
entre los objetos y los paisajes con los El ojo busca entonces que la mano
estados anímicos de la persona. No se otra ruptura inicie.25
trata de la llamada “falacia romántica”,
por la cual los autores del Romanticismo y Uno de los poemas más conmovedores del
sus secuelas ubicaban paisajes nubosos libro es el que se refiere a un padre dis-
y grises dentro del texto para que la ima- tante, donde la perfección del poema ra-
gen fuera espejo del estado anímico y dica en su capacidad de elusión, de reti-
melancólico del protagonista: las corres- cencia: se dicen y no se dicen cosas, se
pondencias del autor relacionan moder- escamotea lo necesario para que el autor
namente los fragmentos de la conciencia deje ver la condición indiferente de un
con los segmentos de la percepción, co- hombre incapaz de mirar a su familia y de
mo si fueran astillas incompletas donde responder a las preguntas de su hijo. El
el lector debe intervenir para completar la acto de leer, que es siempre ensimismado,
imagen sugerida por el poeta. deja afuera a quien lo interrumpe. Si leer
El siguiente ejemplo recuerda las pin- es una comunicación entre autor y lector,
celadas de Paul Cézanne puestas en pa- también incomunica al hijo que se acerca
labras. Se trata de la puesta en poesía al padre lector. Realidad contra lectura,
de lo que George Steiner considera una vida contra lectura. El silencio del padre
característica del arte: “después de mirar contra el hijo, contra la vida, ocurre por la
las manzanas de Cézanne, no se pueden
volver a mirar esas frutas de la misma ma- Id., “Frutero”; ibid., p. 330.
25
145
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar
preferencia del texto sobre la realidad. cuartetos, esas cumbres musicales, repre-
Nunca me enseñó a volar sentan cada período de su vida y lo acom-
cometas pañaron durante el resto de su trabajo mu-
y su pasatiempo favorito era el silencio, sical. Los temas del poeta, lo dije antes,
un vaso constante a la siniestra. son el amor, la errancia, la escritura, la
Leía. infancia, el paisaje y la muerte. Han sido
Eran los suyos territorios sin visa, constantes en la obra poética de su autor
los paisajes vislumbrados y han recibido muy distintos tratamientos
debido a la distancia inescrutables. formales y estilísticos a lo largo de la es-
Leía. critura de Federico. Diré, condescendien-
Los suyos eran ojos temente, que la amistad con la novela y
que muy lentos miraban la prosa es amistarse con lo que hoy se
desde esa lejanía, considera lo comercialmente adecuado,
que muy lentos miraban lo socialmente visible para leer; la poesía
con desgano, está hermanada con la música de cámara
desinvitando lo externo hacia lo interno. y los géneros fuera de comercio.
Leía. Expresaré un juicio fuera de lugar,
¿Fue niño? aunque adecuado: quien crea conocer a
Mi niñez era tímida y no osó preguntarle. Federico Patán por su escritura en prosa,
Llegó la juventud y se dio la pregunta. ignorando sus versos, no se da cuenta de
El hombre aquel leía.26 la manera en la que pierde de vista la
construcción literaria de un autor polifó-
Regreso a algunos asuntos mencionados nico. Si las novelas son sinfónicas, la poe-
al principio de estas reflexiones. Es com- sía es la música de cámara. Concuerdo con
prensible que haya quienes conozcan me- la idea de que Federico Patán es sinfóni-
jor a Federico Patán como narrador, crítico co, pero quien pierda de vista al poeta
y ensayista, o como traductor, consideran- perderá la clave íntima, la más profunda,
do que los tiempos recientes parecieran para interpretarlo.
favorecer la lectura de la prosa por enci-
ma de la del verso. El tema me parece
complejo como para esclarecerlo en este Bibliografía de Federico Patán
momento, pero es inevitable que la ma-
yoría de los lectores de Patán lo han per- Antologías críticas
seguido a través de su prosa. Desde luego,
las recompensas para esos lectores son Bernard Malamud: cuentos. Trad., sel. y
elevadas. Lo que me parece una pérdida nota intr. de fl. Dirección de Lite-
para ellos es ignorar el volumen de una ratura de la Universidad Nacional
obra poética que se ha construido parale- Autónoma de México, México, 1990.
lamente a la otra y al quehacer general de 30 pp. (El cuento contemporáneo, 77)
Federico como escritor. Como en el caso Cuatro novelas cortas norteamericanas. T.
beethoveniano, es como ignorar que los i. Trad., pról. y notas de fl. Secreta-
ría de Educación Pública/Universidad
26
Id., “El hombre aquel leía”; ibid., p. 348.
146
Una mirada a la obra poética de Federico Patán
Nacional Autónoma de México, Mé- México, México, 1999. 220 pp. (Serie
xico, 1981. 304 pp. (Clásicos Ameri- Poemas y Ensayos)
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ii. Trad., pról. y notas de fl. Secretaría teratura, Universidad Nacional Autó-
de Educación Pública/ Universidad noma de México, México, 1989. 34
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xico, 1982. 216 pp. (Clásicos Ameri- Estados Unidos en sus ensayos literarios.
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pról., sel. y notas de fl. Premià/Di- sidad Nacional Autónoma de México,
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Coordinación de Humanidades de la to contemporáneo, 16)
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Poemas y Ensayos) Universidad Nacional Autónoma de
El carácter inglés: el ensayo informal en México, México, 1996. 44 pp. (El cuen-
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manidades de la Universidad Nacio- pról., sel. y notas de fl. Premià/Di-
nal Autónoma de México/ uv, Méxi- rección de Literatura, Universidad
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Literarias del Siglo xx, 2) xico, 1987. 142 pp. (Textos de
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ingleses. Trad., pról., sel. y notas de fl. 6 cuentos norteamericanos de lo fantásti-
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México, México, 1985. 108 pp. (Tex- 1983. 130 pp.
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El viejo Bloomsbury y otros ensayos de literario. Coord., trad. [de un texto],
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147
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Puertas antiguas. Alianza Editorial Mexi- 2008. 76 pp.
cana, México, 1989. 128 pp. Paisajes transitorios. Ed., comp. y nota prel.
de Enrique López Aguilar. Universidad
149
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar
Alfonso Milán*
Resumen Abstract
El artículo analiza cómo algunos es- The article analyzes how some ur-
pacios urbanos que tuvieron cone- ban spaces that had connection with
xión con la Intervención Francesa y el the French intervention and the Se-
Segundo Imperio fueron derruidos cond Empire were demolished to
para evitar el ejercicio de la memo- prevent the exercise of memory,
ria, sin embargo se erigieron otros however were others whose com-
cuya finalidad conmemorativa tuvo memorative purpose had to do with
que ver con la reconciliación entre the reconciliation between France
Francia y México. Se pone énfasis en and Mexico. Emphasis is placed in
el caso del Mausoleo Franco Mexi- the case of Mexican French mauso-
cano, espacio en el cual el estoicismo leum, space in which, the stoicism
con el que los legionarios franceses with which the French Legionnaires
enfrentaron la muerte se convirtió en fought death, became the virtue
la virtud que mereció ser recordada that deserved to be remembered
a través de un monumento. through a monument.
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 151-161
Fecha de recepción 02/10/2014 > Fecha de aceptación 15/02/2015
amilan28@hotmail.com
*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
152
Muerte y poder en los lugares de memoria sobre la Intervención Francesa y el...
Ahora bien, los objetivos que persi- hacen también los monumentos históri-
gue este artículo son los siguientes: prime- cos,7 que se levantan exprofeso para con-
ro, definir teóricamente lugar de memoria, memorar sucesos relevantes. El grupo
es decir, conocer cuáles son las caracterís- social, guiado siempre por sus represen-
ticas que deben cumplir los monumentos tantes, pretende:
conmemorativos para ser considerados es-
pacios de memoria y no sólo de ornato en Construir y asegurar lugares que no sólo
las ciudades. Una vez que conozcamos sirven como escenarios de sus formas de
cuáles son dichas características, exami- interacción, sino también como símbo-
naremos algunos monumentos funerarios los de su identidad y como puntos fijos
de memoria que sustituyeron a San An- para su memoria. La memoria necesita
drés como referentes simbólico-arqui- lugares, tiende a fijar espacio. […] La me-
tectónicos de la Intervención Francesa y moria colectiva se aferra a sus portadores
el Segundo Imperio. pondremos mayor y no es transferible. Quien participa en
atención al análisis del Mausoleo Franco ella testimonia de este modo su perte-
Mexicano de Camarón, Veracruz, refle- nencia al grupo.8
xionando tanto en su diseño arquitectó-
nico, como en las celebraciones y actos La erección de un monumento no es un
oficiales que se llevan a cabo año con año hecho fortuito, ni cumple sólo una función
para conmemorar los hechos históricos de ornato o de referencia espacial, sino
que de éste devienen. que responde a una “elección realizada”,
es decir, la voluntad colectiva o institucio-
nal escoge las continuidades referenciales
Los lugares de memoria que son adecuadas para recordarse y en
consecuencia las que deben perpetuarse.
Del mismo modo que las imágenes recuer- En palabras de Thomas Nippendey los
dan acontecimientos referenciales de alto monumentos son “obras que surgen de
impacto como coyunturas políticas, socia- una gran cantidad de propuestas rivales y
les, culturales y económicas que ha dic-
tado el devenir histórico de un grupo,6 lo
rimos también al lenguaje pictográfico y oral, la
artesanía, las costumbres y tradiciones.
7
Parece ser que el término “monumento histórico”
apariencia física y fisonomía, de modo que las más apareció por primera vez en la obra de Aubin-Louis
agraciadas eran de primera. La necesidad de llevar Millin, Antiquités nationales, en 1790. El contexto
un control de este tipo, tuvo su origen en la preo- revolucionario en el que se encontraba Francia
cupación del mariscal Bazaine por el elevado nú- favoreció en cierto sentido la consolidación de di-
mero de militares franceses que contrajeron enfer- cho concepto y la toma de conciencia de que es
medades venéreas, principalmente la sífilis. Para necesario preservarlo para el futuro. Aquí el tér-
1867 se tenían registradas a 598 prostitutas. Cfr. mino “monumento” se extiende no sólo a edifi-
Orlando Ortiz, Diré adiós a los señores. Vida coti- cios, sino también a todos aquellos objetos –tum-
diana en la época de Maximiliano y Carlota, p. 76. bas, estatuas, vidrieras– que hagan referencia a
6
La memoria colectiva no es ninguna entidad fija, la historia nacional. Cfr. Francisca Hernández Her-
surge y se transforma en medio del proceso de la nández, El patrimonio cultural: la memoria recu-
praxis cultural. Para tal desenvolvimiento son fun- perada, p. 81.
damentales diversos elementos que dan sentido e 8
Jan Assmann, La memoria cultural. Escritura, me-
identidad al grupo y no se limitan al símbolo grá- moria e identidad política en las culturas altas an-
fico o al monumento conmemorativo. Nos refe- tiguas, p. 39.
154
Muerte y poder en los lugares de memoria sobre la Intervención Francesa y el...
decisiones; son productos que esencial- de memoria son huellas en piedra donde
mente pretenden poseer un tipo especial subsiste una conciencia conmemorativa
de publicidad y continuidad”9. Estos pro- de la historia.
cesos no son tan simples como puede pa- El monumento tiene también un do-
recer. Muchas variables deberán tenerse ble carácter, tanto en estilo como en sen-
en cuenta en todo el proceso, como la con- tido. El estilo tiene que ver con su forma
ceptualización arquitectónica de la obra, intrínseca, con los patrones arquitectó-
a quién o a quiénes representará; el men- nicos que tienen relación con los valores
saje; los intereses políticos y sociales a y sentimientos que se pretenden trasmi-
considerar, etcétera. tir. Aquí entra en juego un aspecto muy
El proceso constructivo implica tam- importante: la alegoría, con sus formas
bién una transformación en el espacio clásicas de la mitología (romana, griega,
urbano, invitando al ciudadano a obser- mesoamericana) que se relacionan con di-
var, leer, a tocar, a ser parte del espacio ferentes virtudes.12 Por otro lado, el senti-
conmemorativo.10 Hacia allá apunta la do ideológico se proyecta de acuerdo con
inauguración de los monumentos con la voluntad popular y oficial de perpetuar la
actos singulares y de carácter patriótico, memoria significativa. Respecto a los lu-
acompañados de discursos alusivos en los gares de memoria por su estilo arquitec-
que se ensalzaba la figura del representa- tónico, desde la antigüedad romana tien-
do. No obstante, el monumento per se no den a especializarse en dos sentidos:
constituye un lugar de memoria, tiene que
cumplir, “una vigilancia conmemorativa, 1. Una obra de arquitectura o escultura
lo que implica mantener los aniversarios, con el fin conmemorativo: arco del
organizar las celebraciones y pronunciar triunfo, columna, trofeo, pórtico.
elogios fúnebres”.11 Entonces los lugares 2. Un monumento funerario destina-
do a trasmitir el recuerdo de un
9
Thomas Nippendey, “Idea nacional y monumento
nacional en el siglo xix en Alemania”, en Nippendey
Gesellschaft, Kultur, Theorie [Sociedad, cultura,
teoría], p. 133.
10
De alguna manera las ciudades son una especie En el mundo del arte, conceptos, ideas, dogmas
12
de “libro abierto”, de las historias nacionales, a religiosos, principios morales, son representados
través de las cuales y siguiendo los recorridos his- a través de imágenes realísticas, alusivas, fabulo-
tóricos, se fue imponiendo desde la voluntad sas o misteriosas. La alegoría, palabra de origen
gubernamental una manera de “leer” la historia. griego, significa “discurso para otro”, es la repre-
Para el caso de las urbes de América Latina este sentación de una concepto abstracto a través
fenómeno comienza a partir de la culminación de de una imagen a fin de hacer el concepto mismo
los movimientos independentistas, con la inau- inmediatamente perceptible y reconocible. Por
guración de monumentos que tuvieron a los héroes ejemplo, la justicia es representada, en la cultura
de la emancipación como protagonistas, hasta occidental, como una mujer vendada que sostiene
llegar a las propias estatuas de las autoridades del en la mano derecha una balanza, cuyos platos es-
momento. Cfr. Rodrigo Gutiérrez Viñuales y María tán en perfecto equilibrio; el significado último
Luisa Belindo Gant, “La escultura conmemorativa es la idea de justicia, y esto tiene más importancia
y la nueva imagen urbana”, en Rafael López Guz- que la imagen que representa (es decir; el signifi-
mán (comp.), Historia del arte en Iberoamérica y cante: la mujer vendada). Hay una radical sepa-
Filipinas, p. 308. ración entre imagen significante y la cosa signifi-
11
Pierre Nora, Entre memoria e historia: la problemá- cada. Cfr. Rodrigo Gutiérrez Viñuales y María Luisa
tica de los lugares, p. 37. Belindo, op. cit., pp. 284-285.
155
Fuentes Humanísticas 52 > Historia e Historiografía > Alfonso Milán
con el templo de San Andrés. Hay que ubicación, belleza y hasta por su proceso
mencionar que esta iglesia fue un “espa- constructivo, se encuentran la estatua se-
cio de memoria secundario”, ya que su dente realizada por Miguel Noreña ubica-
concepción no fue de alusión exclusiva al da en el patio mariano del Palacio Nacio-
personaje o periodo histórico que la hizo nal, la cual fue fundida a partir del bronce
famosa. Con el paso de los años fueron de treinta cañones que habían sido utiliza-
surgiendo otros monumentos destinados dos en la batalla que dio fin a la Guerra de
a la reconciliación y el perdón, la mayoría Reforma, la de San Miguel Calpulalpan, y
de ellos de carácter funerario. con restos de proyectiles disparados con-
tra la ciudad de Puebla en el sitio de 1863.
Otro ejemplo importante fue su pro-
Algunos lugares de memoria so- pio mausoleo en el panteón de San Fer-
bre la Intervención francesa y el nando, inaugurado en 1880 durante su
Segundo Imperio octavo aniversario luctuoso. El mausoleo
se compone de dieciséis columnas y techo
Con la muerte de Benito Juárez vino una a dos aguas que evoca al Partenón griego.
ola de construcciones alusivas a su perso- Al centro del enorme nicho se ubica una
na y legado hasta convertirlo en el per- escultura del benemérito en posición ya-
sonaje “más monumentalizado de Méxi- cente: evoca el mismo momento de su
co”.18 Entre los más elocuentes por su muerte. Una figura femenina doliente que
representa a la patria se encuentra en su
“productor de espacio”, ya sea desde un gobierno cabecera. El gesto en el rostro de Juárez
u organización social, como hemos venido afir- recuerda su propia mascarilla mortuoria.
mando, dicta las geometrías, los estilos, las ubica- Como señala Guadalupe Pérez San Vi-
ciones, pone nombre y dirige los ritos oficiales
llevados a cabo en cada lugar de memoria, cons- cente, la cara “parece deformada por la
truye a la vez un espacio que no es tan sólo físico, congestión sanguínea”.19 La obra estuvo
sino que lo verbaliza, y se transforma en discurso a cargo de los hermanos Juan y Manuel
emparentado con la biografía del representado o
con el suceso relevante ocurrido en el lugar. La re- Islas, quienes cincelaron un bloque com-
sistencia que se ve imposibilitada para “construir”, pleto de mármol traído desde Carrara, Ita-
“calificar” o “designar el espacio físico”, se apropia lia. En San Fernando se encuentran repo-
de él, de manera que transforme y cambie su uso,
conforme a sus necesidades y deseos. En palabras sando los restos de otros personajes que
de De Certeau, aparece la figura del “no lugar”. acompañaron la lucha civil y militar de
Michael de Certeau, “Prácticas del espacio”, en La Juárez contra la Intervención Francesa y
invención de lo cotidiano. 1. Artes de hacer, p. 115.
18
La figura de Juárez sigue siendo hoy en día un el imperio, como los generales Ignacio
fuerte referente de identidad nacional, pero tam- Zaragoza,20 José María Arteaga y Carlos
bién de abstracciones como el laicismo, legalidad,
república o estado de derecho. En torno a su fi-
gura se siguen reproduciendo conmemoraciones
cívicas que pretenden recordar y afianzar dichas ciclo a Juárez; los gobiernos de la alternancia
abstracciones, que son bandera y proclama del decidieron mudar el acto al pie del monumento en
gobierno en turno. Cada 21 de marzo (natalicio) el Recinto Homenaje a Juárez del Palacio Nacional.
o 18 de julio (muerte) se llevan a cabo los actos 19
Guadalupe Pérez San Vicente y Antonio Arriaga
oficiales. Lo interesante es que cada gobierno Ochoa, Juárez en el arte, p. XXIX.
escoge los escenarios monumentales en los que 20
En 1976, el cuerpo fue exhumado y llevado a su
debe llevarse a cabo. Durante los gobiernos post propio mausoleo al pie de los cerros de Loreto y
revolucionarios el sitio elegido solía ser el Hemi- Guadalupe en la ciudad de Puebla.
157
Fuentes Humanísticas 52 > Historia e Historiografía > Alfonso Milán
Salazar. En ese espacio también yacían sus Surgieron otros lugares con la misma lógi-
acérrimos enemigos como Miguel Mira- ca de promoción de la reconciliación. Uno
món y Tomás Mejía.21 de ellos fue el Monumento Franco Mexi-
Otros personajes y diferentes ale- cano a la Muerte Reconciliadora, ubicado
gorías fueron sumándose al repertorio de en el panteón francés de la ciudad de Pue-
monumentos destinados al recuerdo de la bla. Fue una vez más Porfirio Díaz uno de
gesta heroica conocida como “la segunda sus promotores. Él colocó la primera pie-
independencia de México”. Podemos re- dra el 23 de noviembre de 1898, y la inau-
mitirnos a la capilla expiatoria del Cerro de guró en 1901.
las Campanas, en Querétaro, construida
durante el gobierno de Porfirio Díaz. La Al cuerpo arquitectónico, le remata una
edificación se dedicó al recuerdo del fusi- escultura de tres figuras, los personajes
lamiento del emperador, pero además representados en la cúpula son un solda-
sirvió de puente para la reanudación de do mexicano, un zuavo y un ángel que les
las relaciones diplomáticas con Austria.22 une, que funciona como puente, mien-
tras estos dos guerreros se estrechan las
manos. Las figuras aquí representadas
21
El cuerpo de Miramón tampoco se encuentra en gozan de un trabajo academicista, de
su lugar original, pues su esposa, Concepción
Lombardo, mandó exhumar el cadáver cuando proporción, de composición y de movi-
supo que estaría a unos metros de Benito Juárez. miento, pues visualmente los brazos de
Hoy sus restos descansan en una capilla de la ca- todos facilitan el recorrido visual hasta el
tedral de Puebla. El caso de Tomás Mejía también
es elocuente. Su viuda no tenía recursos pecu- punto en que mientras el brazo izquier-
niarios para sepultar los restos. Aprovechó el exce- do del mexicano señala a la tierra, el del
lente embalsamamiento de su esposo y lo sentó ángel señala el cielo. Por otra parte, la dis-
en la sala de su casa. Conmovido por la triste si-
tuación, el presidente Benito Juárez (¿Mariano posición de los tres mantiene en su altura
Escobedo?) intervino proporcionando a la viuda un equilibrio triangular.23
los recursos necesarios para el entierro en San
Fernando. Sin embargo, la iconografía de su tum-
ba no pudo estar exenta de crítica. Su nombre El ejemplo más elocuente se observa en el
está abreviado, además de apreciarse una estrella Mausoleo Franco Mexicano de Camarón,
de seis picos. Estos símbolos se han interpretado cuyos festejos y celebraciones cívico-mi-
como la imperfección, además aparece un yugo
que simbolizaría la traición. litares en torno a éste, lo han convertido
22
Como antecedente de la capilla existió un pequeño en un exitoso lugar de memoria por dere-
monumento compuesto por tres columnas de cho propio. ¿Qué acontecimiento mereció
mármol. La muerte vuelve a convertirse en el eje
que articula el “discurso en piedra”. En este caso la erección de un monumento en ese pue-
no se construyó un monumento funerario desti- blo del estado de Veracruz?
nado al resguardo de cuerpos, sino que se hace
referencia al punto exacto donde se sufrió la
muerte. Después del triple fusilamiento y has-
ta la construcción de la capilla, cada aniversario sable que el gobierno tolerara que el montículo
la gente identificada con la causa de Maximiliano, queretano se convirtiera en un espacio dominante
o aquellos conmovidos por su violento fin, subían y exclusivo de la facción derrotada. Cfr. José Gua-
hasta el punto indicado a llevar algún arreglo dalupe Ramírez Álvarez, Cerro de las campanas.
florar o pronunciar una oración. Más tarde, duran- 23
Elvia Sánchez de la Barquera, “Aristas de la ciu-
te el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, se erigió dad. Monumento Franco-Mexicano a la Muerte
en el mismo predio, y por encima de la capilla, Reconciliadora”, La Jornada de Oriente, 3 de abril
una estatua gigante de Benito Juárez. Era impen- de 2007.
158
Muerte y poder en los lugares de memoria sobre la Intervención Francesa y el...
24
La 3ª Compañía de la legión francesa que comba-
tió en Camarón provenía de diversos puntos de
Europa. Había prusianos, bávaros, polacos, suizos, 25
Fernando del Paso, Noticias del imperio, p. 342.
belgas, daneses, italianos y españoles. Cfr. Alain 26
Luis Garfias, La intervención francesa en México,
Gouttman, La intervención en México, 1862-1867, p. 100.
p. 231. 27
Ibid., p. 104.
159
Fuentes Humanísticas 52 > Historia e Historiografía > Alfonso Milán
Resumen Abstract
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 163-175
Fecha de recepción 01/07/2015 > Fecha de aceptación 19/11/2015
sofisada1@hotmail.com
*
Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Estudios Superiores Iztacala.
164
Violencia de “género” en el malestar actual: bullying y cutting en la escuela
No hay nada más vago que la pertenen- biología, el discurso científico es coman-
cia a uno de estos dos lados […]. Es preci- dado en esa “misión” que aparece en dos
so, de todos modos, que me despegue de fenómenos dignos de atención que son: la
algo que es una […] suposición, la de que ideología contractual igualitaria y el dis-
hay un sujeto masculino o femenino. Es curso de la preferencia sexual, que aborda-
una suposición que, con toda evidencia, la remos en el presente trabajo apoyándo-
experiencia hace insostenible. nos en testimonios diversos que expresan
nuestra tesis de la exacerbación de la vio-
Jacques Lacan lencia, hoy reducida a la llamada violencia
Les non-dupes errent “de género”.
(15 de enero de 1974) Sustentamos la tesis de que la violen-
cia en el malestar actual es un efecto del
incremento de la angustia provocada por
Introducción la falta, hoy más que nunca, de referencias
con respecto a la constitución de la “iden-
sea de lo incognoscible excepto por la psi- vas patologías” (anorexias, bulimias, toxi-
cología: la diferencia de los sexos.5 “Por comanías, depresión).
ello la cuestión de lo que uno tiene que Sin pretender negar ni minimizar la
hacer como hombre o como mujer es un violencia del malestar actual, es necesario,
drama que se despliega por completo en no obstante, repensar este diagnóstico
el campo del Otro.”6 Las voces del males- actual, situando la agresividad y sus moti-
tar, que pudimos documentar en una in- vos como expresión misma del sujeto,
vestigación previa7 sobre el análisis de la para contribuir a matizar la lectura de una
demanda del sujeto en el malestar actual, degradación mórbida de lo humano tra-
y que constituyó el eje de la presente inves- ducida como violencia y que implica su
tigación, apuntan a evidenciar el conflicto franca ignominia, “la degradación intro-
de la diferencia sexual, lo que confirma duce la categoría del monstruo: ni animal
que lo actual del malestar es del orden del ni humano…”10
“mal-decir sobre el sexo”8, que se mostró
en prácticamente todos los casos; la lógica [...] reducir la moralidad a la coerción y a
conflictiva de y entre los sexos, lógica en la servidumbre social es consecuencia de
la que “en el plano del malestar en la cultu- concebir la sociedad no como espacio
ra […] la bipartición Eros y Tánatos repro- de la agresividad, sino sólo como con-
duce algo de la oposición de lo femenino y tención civilizadora de una agresividad
lo masculino”9. previa proveniente de otro lugar, es de-
cir, mera prolongación de la vida natural
e instintiva en el hombre.11
Agresividad y malestar actual
La agresividad es un asunto constitutivo
Por influencia del enfoque sociológico se del sujeto y del lazo social, no un mero re-
tiende a pensar la violencia como un efecto sultado cultural, pues atañe a su relación
directo del lazo social, desconociendo el con el yo, con el otro y con el cuerpo.
peso del vínculo social inconsciente. La Abrimos la pregunta en torno a si los
aparición de síntomas que conectan al su- pasajes al acto cada vez más frecuentes,
jeto con un goce al margen del lazo social, los actos agresivos de los sujetos contra
introduce una suerte de función que ra- sí mismos y en general la agresividad en
dica en “atacar el lazo social” tal como se tanto expresión del narcisismo, pueden ser
advierte en algunas de las llamadas “nue- enmarcados en la categoría de violencia,
hallando su máxima expresión en la lla-
mada “violencia de género”. A este res-
pecto lo que Assoun llama “lo femenino en
Evans, Diccionario introductorio del psicoanálisis la-
caniano, p. 72. cólera” puede ser un buen ejemplo:
5
Vid. Paul-Laurent Assoun, Lecciones psicoanalíti-
cas sobre masculino y femenino. [...] el furor sería en la mujer el síntoma pa-
6
Dylan Evans, op. cit., p. 72.
7
Saad Dayán, S., La transfiguración de la demanda: tognomónico de la angustia de castra-
voces del malestar en la cultura actual.
8
Vid. Colette Soler, La maldición sobre el sexo.
9
Freud, citado por Paul-Laurent Assoun, op. cit., 10
Francisco Pereña, op. cit., p. 64.
p. 109. 11
Ibid., p. 74.
167
Fuentes Humanísticas 52 > Cultura y Estudios culturales > Sofía Saad Dayán
do). “Es esencialmente algo en la conducta tras amigas, y así… y… ya después, se fue
del sujeto que se muestra.”20 volviendo, no sé, como una forma de li-
Es de cara al malestar que el acting- brarse de problemas y no sé, como de
out es quizá uno de los más importantes desahogarte.
destinos de la angustia. La angustia social —Lo hacía, no sé, cuando… me enojaba
encuentra en los procesos colectivos múl- mucho… bueno, me peleaba con mis ami-
tiples facetas: en el rumor, en la intriga, en gas o cuando tenía muchos problemas, y
la identificación (imagen especular), en la pues ya, para mí era una forma de desa-
violencia y en el ideal, por mencionar algu- hogarme y así… sentía una liberación.
nas de las más evidentes. Así, en tanto que
es “angustia social”, “se trata del producto En cierta dificultad para darse a entender, se-
del ‘reproche’ de la ‘comunidad’, debida- ñala: “pues… en mis ideas tan locas, que…
mente interiorizado…”21 Con todo, no deja decía que ya todo estaba bien, que ya se
de ser llamativo el hecho de que por muy había calmado, pero no, ahí seguía”. ¿Qué
social que sea este destino, hoy parezca seguía? La angustia, el malestar. Situación
tomar predominantemente la vía del cuer- que la atrapa en un círculo “vicioso”, en
po; lo que entre otras cosas nos ha hecho el que no se advierte una salida, ya que
preguntarnos ya por la índole (forma) de la “ahí seguía”. En su relato, no aparece una
demanda hoy. En ese caso, adicionalmen- mínima subjetivación del acto en cues-
te, sugiere una mínima reflexión acerca de tión, mismo que insiste en ser remitido a
lo femenino de la angustia en este destino lo colectivo, al grupo (de amigas) sin más.
(acting-out). Compartimos la idea de que
“la agresividad está enlazada con el ex- —Empezó por un juego, a ponernos ini-
travío del cuerpo. Cómo tener un cuerpo ciales, porque éramos una bolita y entre
que de torpe y extraviado que es, parece todas iniciamos.
el gran obstáculo para vivir y que sólo pue-
de vivir del otro cuerpo”.22 A lo sumo encontramos una somera des-
El testimonio obtenido mediante en- cripción de lo que ocurría:
trevistas a profundidad de una adolescen-
te mexicana de catorce años, que cursa- Al momento de cortarme, sentía que
ba tercer año de secundaria en una escuela en cada cortada se iban los problemas, en
pública, y que fue referida por las autori- cada cortada… yo era la que me estaba
dades escolares por hacerse cortadas en haciendo las ideas, de que los problemas
las manos, se ilustra con los siguientes ex- se iban, pero no era así porque los pro-
tractos de su discurso: blemas seguían, y me decían que era una
forma de hacerme yo misma daño, y me
—Bueno, empezó como un juego, al prin- quitaban la navajita.
cipio, de… grabarnos las iniciales de nues-
No obstante al declarar su “convicción” de
estar haciendo lo correcto, manifiesta una
20
Jacques Lacan, Seminario X: la angustia, p. 136. suerte de “inconformidad” y deja emerger
21
Paul-Laurent Assoun, Lecciones psicoanalíticas so- algo de lo femenino de la angustia:
bre la angustia, p. 95.
22
Francisco Pereña, op. cit., p. 14.
170
Violencia de “género” en el malestar actual: bullying y cutting en la escuela
–Antes de que me empezara a cortar yo dure y este… y que ya salga de eso. Por-
era una niña súper mega buena onda, y que para mí, esa navaja (ríe) era mi vida,
así, hasta que hubo un momento en el mi vida completa, supuestamente, porque
que los del salón se portaron muy mal siempre tenía la misma y no acostumbra-
conmigo y me dieron la espalda por com- ba compartirla.
pleto, y ahí fue cuando cambie mi acti-
tud, porque dije: Ay, ¿por qué me lo ha- Hace una reflexión sumamente interesan-
cen y que yo no lo pueda hacer? Entonces te para “desmentir” o quizá “denegar” su
fue cuando me volví más… amargada… acto, intentando minimizarlo:
se podría decir… y todo, pero o sea, yo sé
con quién hacerlo y con quien no, porque –Digo, igual el que te cortes no quiere
pues… con las chavas soy así de… mmm, decir que seas emo, porque… bueno, sería
si, ajá… y con los chavos no, con los chavos casi lo mismo porque, estas personas se
me porto… bien (ríe), y todo es desmadre cortan igual cuando se sienten tristes y
con los chavos, cotorreo, salir a pasear todo, pero es muy aparte porque… los
más con los chavos que con las chavas, no emos se hacen las cortadas profundas
sé, me llevo más con los hombres que con más sin en cambio yo no, yo me las ha-
las mujeres. cia leves.
Enunciados que llevan a preguntarse por Todo este intento de “minimizarlo” es aca-
una cierta vivencia de angustia que se pre- so ¿por vergüenza? Ella no la menciona co-
cipita en relación con lo femenino y puede mo tal, sin embargo es en “la ocultación”,
cobrar presencia en su imagen ante otras en “el secreto” en donde (la vergüenza) se
mujeres (las amigas), lo que parece ser puede asomar como una herida “del ideal”:
motivo (por vía de la comparación) de una
franca preocupación. ¿Se trata acaso de lo –Desde que empecé hasta que dejé… co-
femenino en perjuicio? mo… seis meses, siete. Mira, no se nota
porque… porque usaba muchas pulseras,
–Me acuerdo mucho de un día, en que yo siempre me acostumbré así a usar mu-
tenía la navaja, y este… y me… me iba a chas pulseras, pero en esos casos usaba
empezar a cortar y alguien agarró y me pulseras gruesas, de esas de estrellas y
la quitó y se la dio a otro chavo, para que todo eso.
no me dejaran cortar, y yo ‘pero es que dén-
mela, dénmela’ y ahí me ves rogándoles Finalmente, lo que nos permite plantear
que me la den, y ahí fue cuando me dije, que se trata de un acting-out, es justamen-
¿por qué les ruego por una navaja?, cuan- te que en todo momento “algo se muestra”
do yo sé que eso no está siendo… no me en referencia (y en transferencia) ya sea a
hace bien, eh, por qué… si yo quisiera pu- las amigas, aún si de lo que se trata es de
diera conseguir otra, pero… ¿Por qué me oponérseles, o de los amigos, de quienes
aferro por una?... Entonces, como también insiste recibe todo el apoyo para cesar.
platicaban mucho conmigo y así, dije no, Todo parece indicar que nunca sale de la
es que tienen razón, basta ya, hasta aquí “escenificación” mostrando el acting-out.
llegué con esto. Es hora de que ya ma-
171
Fuentes Humanísticas 52 > Cultura y Estudios culturales > Sofía Saad Dayán
Según Lacan, el acting-out “de en- la angustia?”.26 Argumento que nos pa-
trada puede parecer ser más bien del or- rece, junto al caso descrito, un matiz muy
den de la evitación de la angustia”.23 Esto importante a la tesis de la perversión ge-
quizá tenga relación con lo que Freud re- neralizada que parece renegar de la an-
fería de la angustia como señal en el yo. gustia, ensalzando el goce.
Lacan plantea al respecto que “si esta
señal se encuentra en el yo, debe estar en [...] si miramos el asunto desde la vulnera-
algún lugar del yo ideal”.24 Lo que hace bilidad y la excentricidad, la felicidad que-
pensar esa apariencia de “evitación de la da fuera del cuadro, pues en realidad no
angustia” del acting. se trata de la felicidad, sino de la obten-
Resulta interesante apreciar la lógi- ción de protección y de identidad. La se-
ca en la que se hace del “perjuicio” su xualidad resulta un obstáculo a esa pro-
“ideal”,25 detectada por Assoun, como una tección y a esa identidad al ser una herida
expresión del malestar actual. También el abierta en la carne del deseo que no se
citado caso parece presentarse como an- somete al principio de unidad del cuer-
gustia desafectada. “Si el acto síntoma pa- po, por lo que se ha de someter a la fuer-
rece habitualmente ‘desafectado’ ¿no es za de la apropiación y a la contención ex-
porque toda la carga de afecto se convirtió terna de la destrucción. El infierno de la
en la energía del pasaje al acto, praxis de agresividad se da en el seno del vínculo
social, ese es su cubil.27
23
Jacques Lacan, op. cit., p. 129.
24
Ibid., p. 130.
25
Según Assoun, los términos que ordenan la sub- Bullying
jetivación del perjuicio: a) Kränkung, es la herida
del amor propio, es el hecho de que alguien se
sienta herido, en su “sentimiento del honor” por En el tema de bullying estalla la violencia
algo que surgió como algo extremo, del lado del “intra-género” y de “género” pero cuyo
otro: este comportamiento, aquellas palabras, fundamento estriba en la pregunta acu-
abren un desahogo narcisista. b) Zürücksetzung, es
el hecho de sentir que uno es tratado vilmente, ciante por la identidad y por la diferencia
sentirse menos bien tratado o sentirse menos es- sexual. Se trata de una forma de integrar-
timado de lo que uno habría de esperar. c) Enttäus- se a un grupo y de hacer ver quién es el más
chung, es el hecho de haberse equivocado en las
expectativas o en las esperanzas de algo que de- fuerte remarcando las diferencias “de gé-
bería haber venido del otro –sentimiento de pér- nero” que no obstante no ocultan la mar-
dida como consecuencia de la no realización que, ca de la angustia por la diferencia sexual.
curiosamente, va a la par de una desilusión–.
Ésta es la trilogía de las modalidades subjetivas Partimos de las siguientes preguntas:
de la “herida del ideal” y de la mortificación: “veja- “Creerse hombre o mujer, aunque sea in-
do, humillado, decepcionado, el sujeto “registra” conscientemente, ¿equivale a serlo? ¿bas-
una pérdida que se le vuelve sensible, es decir, un
revés que viene a significarle en la realidad una falta tan las identificaciones para determinar
de ganancia. El sujeto se encuentra confrontado la sexuación?”28
a la “vergüenza de ser”. Observemos que la bre-
cha por donde se abre la melancolía no es necesa-
riamente la pérdida de objeto, sino la herida del
ideal avergonzado. Es la llaga melancólica la que 26
Ibid., p. 90.
hay que buscar en el sujeto perjudicado. Paul- 27
Francisco Pereña, op. cit., p. 79.
Laurent Assoun, Lecciones psicoanalíticas sobre la 28
Genevieve Morel, Ambigüedades sexuales: sexua-
angustia, p. 18. ción y psicosis, p. 21.
172
Violencia de “género” en el malestar actual: bullying y cutting en la escuela
Los siguientes enunciados que he- buleadas por sus atributos y que encon-
mos clasificado en femenino-masculino tramos en frases como:
apelando al género, son argumentos reca-
bados en una escuela secundaria pública, • Porque está gorda, flaca y fea.
y pueden dar algún sustento a la hipóte- • Llamar la atención.
sis que hemos venido sosteniendo. Estos
testimonios aluden a las “razones” para Asimismo, de este lado se advierte una
cometer bullying, ya sea de lado del “bu- fuerte tendencia a orientarse por criterios
leador” o del “buleado”. Es importante ha- de identidad de género sumamente ge-
cer notar que las respuestas del lado de lo nerales, a modo de enunciados impues-
femenino se construyen predominante- tos por la cultura en los que se exacerban
mente sobre la base de la comparación con las posiciones de género. Al respecto en-
lo masculino, que encontramos en fra- contramos frases como:
ses como:
• Las mujeres femeninas son más
• “Bulean” a los niños porque saben atractivas, no hablan con groserías
que no les pueden pegar [los hom- y no pegan.
bres a las mujeres]. • Para sentirse importantes y
• Una mujer femenina es más aceptadas.
atractiva.
• Las mujeres son más delicadas. Retomando el tema de la ideología con-
• No es el mismo riesgo, las muje- tractual igualitaria, como anteriormente
res sólo son insultos y los hombres mencionamos, ésta no trabaja a favor del
pueden llegar hasta el suicidio. sexo. Así, es común encontrar del lado de lo
• El bullying se da más bien en los masculino cómo los “machos” se enmas-
hombres porque las mujeres son caran (frente al feminismo igualitario) y
más delicadas. exhiben el significante del goce fálico tal
como se aprecia en las siguientes frases:
También sobresale la comparación de las
mujeres con los hombres, pero sobre to- • Para sentirse más hombres.
do “intragénero”, misma que refleja la • Por gozo.
pregunta subyacente sobre ser mujer, con • Se sienten lo máximo.
frases como: • Para lucirse frente a sus novias.
• Para lastimar a alguien por ven-
• Porque tienen más atributos [físi- ganza o por odio…
cos]… hasta se manosean y hacen • Yo fui “buleado”, tuve una expe-
concursos por quién tiene más. riencia así muy difícil que yo logré
• Se pelean por el novio. superar…
• A veces los niños tienen rencor que
Destaca también del lado de lo femenino, tienen que sacar.
la preponderancia de la imagen del cuer-
po refiriéndose a que pueden bulear o ser
173
Fuentes Humanísticas 52 > Cultura y Estudios culturales > Sofía Saad Dayán
la que podemos agregar que ésta se en- zar diversos síntomas como el bullying,
cuentra atravesada inexorablemente por el cutting, el fracaso y el bajo rendimien-
la pregunta por la diferencia sexual, tal co- to escolar, entre otros problemas, y, junto
mo se muestra en los breves testimonios con el análisis del discurso, han sido los
presentados en este trabajo, “…mientras principales recursos metodológicos de di-
más identidad, más hostilidad se necesi- chas intervenciones para intentar articu-
ta”.34 Hay ambigüedad sexual para soste- lar al sujeto en el juego social y educati-
ner un “núcleo de identidad de género”. vo que parece haber desaparecido en el
Es factible también concluir la nece- discurso institucional, haciendo posible
sidad de trascender el criterio de la iden- por la vía de la enunciación, como puesta en
tidad de género para pensar los sínto- acto del lenguaje, el acceso al sujeto en su
mas sociales al incluir el de la diferencia singularidad; haciendo aparecer lo que en
sexual pues: el lenguaje está eclipsado: su decir.
Dolores Serrano*
Resumen Abstract
Este trabajo revisa las causas que This paper revises the causes that
han hecho del inglés la lingua fran- have made English the lingua franca,
ca, lengua hegemónica, en la época or hegemonic language in today’s
actual. Primeramente se explora el world. First, the concept of lingua
concepto de lingua franca en su con- franca is explored in its historical
texto histórico. Después se analiza context. Then the overwhelming mi-
la hegemonía del inglés como resul- litary, economic, scientific and tech-
tado de los impresionantes avances nological developments of Great
científicos y tecnológicos de La Gran Britain and of the United States of
Bretaña y de Los Estados Unidos de America are pointed out as the for-
América. Finalmente se aborda algu- ces behind the spread of the English
nas consecuencias de la suprema- language. Finally some implications
cía de la lengua inglesa en el ámbito of the dominance of English in the
académico. academic field are considered.
Palabras clave: Lingua franca, hege- Key words: Lingua franca, hegemony,
monía, avances tecnológicos, suprema- technological developments, dominan-
cía, globalización ce, globalization
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 177-190
Fecha de recepción 27/01/2015 > Fecha de aceptación 01/06/2015
dolores_usc11@yahoo.com
*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
178
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...
osco, que terminaron por desaparecer. tonces las lenguas nativas se extinguían
Esta eliminación fue consecuencia de la como sucedió en la Galia y en la Península
conquista y del sometimiento de los pue- Ibérica. Hubo excepciones, como es el caso
blos invadidos, lo que en este caso hizo del griego, que se mantuvo hasta la Edad
posible la imposición del latín como lingua Media en las colonias griegas de la Galia,
franca en las vastas regiones conquista- desde Niza hasta Ampurias. Wolff afirma
das por los romanos. que hoy en día aún se habla el griego de
Wolff afirma que el latín fue una de las entonces en algunas pequeñas poblacio-
muchas lenguas que se hablaban en el Im- nes de esas zonas. 4
perio Romano, pero éste expandió el idio- En los casos en los que el latín no
ma por todos sus territorios y lo convir- trascendió a las zonas rurales, sino que se
tió en la lengua de la administración en casi quedó en las ciudades, con la caída del
en toda la parte oriental de sus dominios. Imperio Romano, también las urbes su-
Algunas lenguas de las regiones conquis- cumbieron y con ellas la lengua de Roma.
tadas, como el griego y el arameo, ofre- Para inicios del Siglo iii a. C. el latín ya ini-
cieron resistencia y lograron subsistir. ciaba su desaparición. Algunas lenguas
El Imperio Romano extendió su len- rurales permanecieron, tal fue el caso del
gua “desde los confines de Escocia hasta inglés antiguo en Bretaña, Inglaterra.
el oriente helenístico, y de la actual Ru-
mania a las columnas de Hércules, aunque
no sin resistencia encarnizada por parte La lengua inglesa
de las poblaciones sometidas”.3 Si bien
Wolff menciona que el latín fue la lengua El inglés forma parte de la familia de len-
de la administración romana, fue también guas indoeuropeas; el germánico, uno de
la lingua franca del imperio, es decir, la los grupos lingüísticos descendiente del
lengua que permitía intercambios de todo proto-indo europeo, se considera la len-
tipo con los pueblos sometidos. gua madre del inglés.
Cuando los conquistadores sometían A diferencia de otras lenguas, el origen
alguna región, establecían su aparato de del inglés puede ser ubicado con cierta
gobierno, creaban escuelas donde se en- certeza porque surgió de un movimiento
señaba el latín e instalaban centros de es- migratorio de las tribus de anglos, saxons
parcimiento. Tal actividad era polo de y jutes, que se establecieron en el siglo v
atracción tanto de las poblaciones urbanas en la Isla Bretaña con fronteras bien defi-
como de las rurales, de modo tal que los nidas por el mar. Estos grupos hablaban
pueblos conquistados veían la necesidad una variedad de lenguas indoeuropeas que
de aprender la lengua de sus invasores. no guardaban ninguna relación con el
En estas regiones surgió un bilingüismo, celta y el latín de los habitantes de la isla.
esto es, los nativos hablaban su propia Lo más probable es que el inglés antiguo
lengua pero también aprendían el latín; se formara de las lenguas indoeuropeas
cuando finalmente el idioma imperial ter- de estos inmigrantes y de la influencia del
minaba por desplazarlas e imponerse, en-
3
Ibid., p. 37. 4
Ibid., p. 22.
180
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...
latín y el celta de los habitantes de la re- throughout Europe? Ask the legions of
gión después de varias generaciones.5 the Roman Empire.7
El inglés inició su expansión en una
escala local en las islas británicas, ahora Los procesos colonizadores del Imperio
Gales, Escocia e Irlanda, con los movi- Británico llevaron el inglés a todos los con-
mientos migratorios de las tribus mencio- tinentes en los que invadió pueblos, esta-
nadas. Luego siguió su mayor expansión bleció colonias y en donde los nativos se
con las expediciones de la Gran Bretaña vieron obligados a aprender su lengua, em-
a Norte América, hoy Estados Unidos, presa realizada no precisamente con gen-
Canadá y el Caribe, entre los años 1500 y tileza. Más adelante, con el desarrollo in-
1600. Hacia el siglo xvii, el ímpetu colo- dustrial, tecnológico y los avances de las
nialista de la Gran Bretaña la llevó a in- ciencias, la lengua inglesa empezó a expan-
cursionar en Australia y Nueva Zelanda, dirse de manera global para la realización
Sudáfrica, el sureste de Asia y el Pacifico de transacciones de diversa índole con
del sur, llevando el inglés a estas regio- otros pueblos.
nes. Así, el inglés británico, la lengua de los Crystal considera que la Revolución
colonizadores, se convertiría en la lengua Industrial, iniciada en el siglo xviii en la
de poder en las regiones subyugadas.6 Gran Bretaña, fue la gran detonadora del
Evidentemente las conquistas se ha- uso global del inglés: el impulso de esta
cen con el poderío militar; sin embargo, lengua inició con la colonización empren-
además de la fuerza militar de los pue- dida por el Imperio Británico, siguió for-
blos, el poderío económico de éstos y su talecida por los desarrollos tecnológicos
capacidad para expandirse son factores y de ahí se expandió a otros países. Gran
determinantes en la imposición de su len- Bretaña fue líder en el desarrollo industrial
gua, tal como ocurrió con la expansión y comercial; luego, fueron los Estados
del inglés y, como David Crystal recuerda, Unidos de Norteamérica los que, a finales
con la expansión del griego y del latín en del mismo siglo, hicieron crecer su econo-
su tiempo: mía mundialmente y fue así que los inter-
cambios internacionales de diversa índole
Why did Greek become a language of in- dieron al inglés un carácter hegemónico.
ternational communication in the Middle El desarrollo industrial de principios
East over 2,000 years ago? Not becau- del siglo xx en la Gran Bretaña empezó a
se the intellects of Plato and Aristotle: expandirse de manera global. La tecnolo-
the answer lies in the swords and spears gía de entonces: el telégrafo, el teléfono y
wielded by armies of Alexander the la radio, permitieron intercambios comer-
Great. Why did Latin became known
7
Ibid., p. 7. ¿Por qué el griego se convirtió en la len-
gua de la comunicación internacional en el medio
oriente hace más de 2000 años? No fue por el
intelecto de Platón y el de Aristóteles: la respuesta
5
David Graddol, “The decline of the native speaker”, está en las espadas y lanzas empuñadas por los
English in a changing world, p. 59. ejércitos de Alejandro Magno. ¿Por qué el latín se
6
David Crystal, English as a global language, pp. dio a conocer por toda europa? Habría que pre-
24-63. guntar a las legiones del Imperio Romano.
181
Fuentes Humanísticas 52 > Educación y comunicación > Dolores Serrano
8
Vid. ibid. 10
J. Gimeno Sacristán, Educar y convivir en la cultura
9
Vid. la página del British Council, http://englishagen global, p. 76.
da.britishcouncil.org/ 11
Ibid., p. 80.
182
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...
12
Ibid., p. 81. 14
Sue Wright, Language Policy and Language Planning.
13
Ibid. From Nationalism to Globalization, pp. 157-178.
183
Fuentes Humanísticas 52 > Educación y comunicación > Dolores Serrano
lengua oficial en sus actividades y mu- educados en esta lengua, quedó sin par-
chas de estas asociaciones restringen sus ticipación de las enormes riquezas pro-
conferencias al uso exclusivo de este idio- ducidas con los recursos de su país, así
ma; éste es el caso de cientos de asocia- como de las decisiones políticas que los
ciones tanto científicas como académicas, afectaban.
deportivas, de editores, de negocios, et- James Tollefson, quien analiza la ideo-
cétera, que si bien admiten otras lenguas logía de las políticas lingüísticas desde la
como oficiales, imponen el uso del inglés perspectiva de la teoría social de autores
en sus reuniones, publicaciones y corres- como Habermas, Giddens y Foucault, ha-
pondencia. Decisiones de este tipo le ce notar que la educación en el mundo se
han dado un mayor impulso al uso de es- asocia con la clase económica: los indi-
ta lengua.19 viduos con mayor escolaridad alcanzan
Para Robert Phillpson,20 desde la fa- los salarios bien remunerados a diferencia
se expansionista del Imperio Británico, la de los que no logran avanzar en su esco-
imposición del inglés en sus colonias tuvo laridad. El autor destaca que en el sistema
intenciones particulares. En la India, se- económico actual, la división del trabajo
gún documentos que él refiere, el pro- necesita de un número reducido de técni-
pósito era “educate a class of Indians who cos y administradores y de un grupo nu-
could function as interpreters between meroso de mano de obra no calificada o
the British colonial power and the mi- semi-calificada con diferentes destrezas
llions of Indians they governed”.21 Así, por y escolaridad para servir a la economía.
ejemplo, el manejo del inglés por parte De este modo las escuelas sirven como
de la élite india, educada en esta lengua, el filtro para la selección de la fuerza
era considerado un signo de prestigio y a de trabajo y determinan quienes van a qué
la vez de cercanía al poder. trabajos y con qué salarios.23
Por su parte Alastair Pennycook22 Dentro de esta perspectiva, las polí-
afirma que así como hubo la imposición del ticas lingüísticas de un país se interpretan
inglés en las colonias, también se impedía desde el contexto de su papel de servir a
y restringía su uso según las necesidades los intereses del Estado y a los grupos
de los colonizadores. Lo anterior dio ori- de poder que lo dominan. Esta postura di-
gen a una división social: por un lado el fiere de la dominante, llamada “enfoque
grupo de aristócratas nativos que compar- neoclásico”, que percibe las políticas lin-
tían el poder con los británicos y eran sus güísticas como resultado de la magna-
aliados; por el otro, el resto de la pobla- nimidad del Estado para satisfacer los
ción, que por desconocer el inglés y no ser intereses nacionales, postura que ignora
el papel del Estado en la creación y man-
tenimiento de desigualdad.
19
Ibid. Desde el análisis crítico usado por
20
Robert Phillipson, Linguistic Imperialism, p. 110. Tollefson la lengua es factor determinante
21
Ibid., p. 110. “Educar a una clase social de indios
quienes funcionarían como intérpretes entre el en la distribución del poder político y los
poder colonial británico y los millones de indios a
quienes gobernaban.”
22
Alastair Pennycook, The cultural politics of English 23
James Tollefson W., Planning language, planning
as an international language, pp. 73-103. inequality, pp. 3-21.
185
Fuentes Humanísticas 52 > Educación y comunicación > Dolores Serrano
recursos económicos. Las políticas lingüís- entre los individuos. Para este autor, las
ticas vienen a ser un mecanismo que usa políticas que requieren que todos apren-
el Estado, y los grupos de poder deciden dan una lengua dominante es en aparien-
qué lengua o lenguas serán las hegemó- cia una solución de “sentido común” a
nicas en un país y en ocasiones quienes problemas de comunicación en la socie-
serán entrenados para aprenderlas. dad. El razonamiento parece ser que si las
minorías lingüísticas aprenden la lengua
That is, language policy is one mechanism dominante, entonces las desigualdades
for locating language within the social desaparecerán, pero no es así. Los sis-
structure so that language determines temas económicos neoliberales marcan
who has access to political power and eco- otros rumbos, y este argumento es un ar-
nomic resources. Language policy is one gumento ideológico “de sentido común”,
mechanism by which dominant groups usado por las instituciones para legitimar
establish hegemony in language use.24 la exclusión.
Por ideología se entiende los supues-
tos que se perciben como sentido común
El inglés en el sistema educativo y que se usan para justificar políticas en
en México que se sustenta la desigualdad y la ex-
clusión de los afectados, quienes son in-
En México, ya hace tiempo que en las uni- conscientes de la manipulación implícita
versidades el conocimiento de una len- en estos argumentos. De hecho, Tollefson
gua extranjera, principalmente el inglés, afirma que el ejercicio del poder se basa,
se ha convertido en un criterio para que los entre otros, en la fabricación de supuestos
alumnos puedan recibir su título de licen- de este tipo.
ciatura, tener acceso a los posgrados y en
muchos casos, es un requisito para que The exercise of power depends upon co-
algunas compañías acepten solicitudes ercion […] and upon the manufacture of
de trabajo de los egresados universita- consent, which refers to the capacity
rios. Como es de esperar, muchos egre- of dominant groups to gain consent for
sados de universidades públicas no cu- existing power relationships from those
bren esta exigencia. in subordinate positions. Ideology con-
Según Tollefson,25 cuando la lengua es tributes to the manufacture of consent
un requisito para tener acceso a la edu- because it leads to (ideological) assump-
cación y al empleo, ésta se convierte en tions about right and wrong, acceptable
un factor de división social y económica and unacceptable behavior.26
24
Ibid., p. 9. “Esto es, las políticas lingüísticas son
un mecanismo para ubicar a la lengua dentro de 26
Ibid., p. 11. Cf. Herman and Chomsky, en James To-
la estructura social de modo que la lengua deter- llefson W., Planning language, planning inequality,
mine quién tiene acceso al poder político y los re- pp. 3-21. “El ejercicio del poder depende de la
cursos económicos. Las políticas lingüísticas son coerción […] y de la fabricación de consenso, lo que
un mecanismo por medio dell cual los grupos se refiere a la capacidad de los grupos dominantes
dominantes establecen la hegemonía del uso de para imponer la aceptación de los subordinados
la lengua.” de las relaciones de poder existentes. La ideología
25
Ibid. contribuye a la fabricación del consenso porque
186
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...
Entonces se puede entender que los su conoce que la lengua juega un papel cen-
puestos ampliamente difundidos que se re- tral en la construcción y cohesión de las
fieren al manejo del inglés como la herra- sociedades humanas y al mismo tiempo
mienta para lograr mejores trabajos y sa- señala su papel en la distribución de poder
lario y éxito en la vida son ejemplos de y de recursos de las sociedades.
ideología. No es casual que la publicidad Con el argumento de la economía glo-
de las escuelas de enseñanza del inglés balizada, presiones de tipo económico y
y de lenguas extranjeras dominantes usen político están propiciando que muchos
estos argumentos para atraer clientes. La países adopten medidas para la implan-
exigencia de un manejo sólido de la len- tación de la lengua inglesa en sus siste-
gua inglesa para poder obtener el grado mas educativos. En México se ha decidido
en las universidades, así como el aparente que esta lengua sea requisito para titula-
acuerdo entre gobierno y empresas para ción en universidades y requisito laboral
hacer del dominio del inglés un requisito en muchas industrias. Sin embargo, habría
para obtener un empleo, podrían estar ba- que constatar en qué medida el uso del
sados en estas suposiciones ideológicas inglés es realmente requerido en estas ins-
de la clase en el poder. tituciones. Es probable que ante el núme-
En México se puede argumentar que ro de egresados universitarios solicitan-
el gobierno está haciendo grandes es- do una única plaza laboral, ésta se otorgue
fuerzos para enseñar inglés a millones de a quien habla inglés, aunque no sea real-
personas y que la gente lo pide. Habrá que mente utilizado en el trabajo cotidiano.
averiguar las posibilidades reales de lograr Wright hace notar el posible surgi-
un manejo sólido de la lengua inglesa en miento de una identidad global emanada
los contextos prevalececientes. Asimismo, del tipo de intercambios, interconexiones
es necesario considerar los incentivos que e interdependencias propios de la globali-
ofrece a los alumnos el estudio de una len- zación y de la tecnología y redes sociales
gua extranjera cuando paralelamente a que la acompañan, en la cual el inglés tie-
la instrumentación de estos programas, ne un papel protagónico:
están vigentes condiciones rampantes de
desempleo y desigualdad de oportuni- [...] the role of English in globalization […]
dades en el mercado laboral. enables the flows, networks and struc-
tures of an increasingly postnational
system. It is the medium that allows in-
La globalización y la identidad dividuals to transcend their group mem-
bership, and this is what people appear
Sue Wright considera que al mismo tiem- to want to do.27
po que las lenguas permiten la comunica-
ción entre los grupos sociales, también Según el diccionario, la palabra postnacio-
juegan un papel importante en la forma- nal significa “perteneciente a un tiempo
ción de la identidad grupal. La autora re-
27
Sue Wright, op. cit., p. 177. “El papel del inglés en la
conduce a concepciones sobre lo bueno y lo malo, globalización […] facilita los flujos, redes y es-
lo aceptable y lo inaceptable.” tructuras de un creciente sistema.”
187
Fuentes Humanísticas 52 > Educación y comunicación > Dolores Serrano
o actitud en los que la identidad de una versas áreas del conocimiento. También
nación ya no es importante”.28 Se podría se necesita saber el inglés para ser miem-
pensar que los enormes flujos de informa- bro de una agrupación científica interna-
ción y velocidad de los servicios prestados cional y poder publicar trabajos de inves-
por la tecnología pudieran desembocar tigación, pero hasta hoy esta exigencia
en influencias más contundentes, como la responde más a la necesidad de comu-
aspiración a una identidad postnacional nicarse en una lengua común que a “que-
del sentido de identidad de los pueblos rer trascender la pertenencia de grupo”.
globalizados, según lo vislumbra Wright. Por otra parte, se puede entender que
La afirmación de Wright de que den- si las tecnologías actuales proporcionan
tro el marco de la globalización el inglés información abundante y permiten al indi-
es el medio que permite a los individuos viduo enterarse simultáneamente de lo
trascender su pertenencia de grupo y que que está sucediendo en el mundo, se hace
esto es, “lo que la gente parece querer”, se necesario el uso de una lengua única y el
asemeja mucho a un argumento ideoló- inglés, en los hechos, ya está funcionando
gico. En todo caso no es que los sujetos como lingua franca en muchas partes del
quieran cambiar de identidad, sino que orbe: “Once there is access to audio visual
el poderío de los países de habla inglesa, and information technologies, it is only
su hegemonía en todas las áreas de la glo- language that constrains the choice of
balización: política, científica, educativa, news source and virtual group.”29
entretenimiento, así como la fuerza de su La afirmación de Wright parece impli-
promoción, parece tener la intención de car el uso de una lengua como consecuen-
dirigirlos hacia ese camino. cia natural de la necesidad de comunicación
Es posible que la imposición del inglés y no contempla que esta necesidad es fi-
esté implicando cambios en la identidad nalmente una imposición derivada del pa-
de los individuos globalizados, la penetra- pel hegemónico de los países de habla in-
ción cultural apabullante del “American glesa en el campo de las tecnologías de la
way of life”, sin duda ha tenido impacto información, imposición que coloca a los
en diversas áreas de la vida de los mexica- países llamados periféricos en una situa-
nos. No se descarta que algunos grupos de ción de desventaja lingüística que podría
las élites de poder aspiren a modificar su restringir su acceso a las ventajas de la
identidad y acercarse más a la de sus pares globalización.
dominadores, aunque habría que analizar Tanto Sacristán como Wright afirman
el tema con profundidad. que en el proceso de globalización no hay
Se sabe que los investigadores, profe- marcha atrás, por lo que todo intento de
sionistas de diferentes áreas, estudiantes resistencia va directo al fracaso. Por lo
de las universidades y otros necesitan del tanto, Sacristán considera necesario pre-
inglés para tener acceso a fuentes biblio- parar a los individuos para que puedan
gráficas, así como para participar en in-
tercambios académicos y científicos en di-
29
Sue Wright, op. cit., p. 159. “Una vez que hay acce-
so a las tecnologías visuales y de información, es
28
Vid. www.wordnik.com/words/postnational [13 de la lengua lo único que restringe la elección de la
octubre de 2014]. fuente informativa y el grupo virtual.”
188
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...
integrarse a la nueva situación y reconoce del Protocolo de Kioto en defensa del me-
que los pueblos justificarán su resistencia dio ambiente.
cuando sus derechos y dignidad se vean En efecto, la fuerza del proceso glo-
afectados. El uso de la lengua materna es- balizador parece imparable. No obstan-
tá contemplado dentro de los Derechos te, en el ámbito educativo no se puede ser
Humanos, por lo que habría que ser cui- acrítico frente a los mandatos de las orga-
dadosos con la imposición de una len- nizaciones de poder mundiales y aplicar
gua extranjera. de manera apresurada e indiscriminada
En todos estos aspectos se observa medidas que pudieran propiciar la exclu-
que, si bien la economía globalizada afec- sión de algunos investigadores y estudian-
ta a toda la humanidad, son los grupos tes de sus fuentes de estudio y trabajo.
de poder los que reciben los beneficios, de Los exámenes de certificación de inglés
modo tal que la ampliación de la brecha en algunas universidades pudieran estar
entre países pobres y países ricos se ha pro- excluyendo talentos. El requisito de tener
fundizado: “Globalization has not meant que pasar exámenes de certificación para
that the economic system treats us equally poder titularse, continuar con un posgra-
but it has meant that one global system do y/o acceder a un empleo ha paralizado
affects the vast majority of humanity.”30 los proyectos personales de muchos es-
Reconocimiento explícito de las desigual- tudiantes e investigadores, por lo que la
dades del fenómeno globalizador. medida, con todas sus implicaciones, de-
En el mundo, el descontento por al- biera de ser revisada con profundidad.
gunas consecuencias derivadas de la glo- El hecho es que hoy en día el uso in-
balización se manifiesta cotidianamente glés es necesario, y no podemos evitarlo.
de diversas formas. Basta acceder a los No obstante, el dominio de esta lengua si-
medios de información para enterarse de gue favoreciendo a las élites dominantes
marchas y protestas globales contra el y, como antes se mencionó, no hay ma-
deterioro ambiental, el despojo de sus tie- nera de que, por saber inglés, las comuni-
rras a pueblos con recursos explotables, la dades en desventaja asciendan la escala
corrupción de los gobiernos, el aumento socio-económica; la economía está pen-
del desempleo, la desigualdad económica sada para que esto no suceda. A pesar de
y social, los índices de criminalidad, etcé- ello, el dominio de lenguas ofrece enor-
tera. Por más que haya instancias regula- mes ventajas; favorece la ampliación de los
doras para enfrentar estos problemas, los horizontes culturales y el desarrollo inte-
grupos de poder las ignoran sin consecuen- lectual de los individuos, permite diversos
cia alguna. Un ejemplo de ello es el conoci- tipos de intercambios con otros pueblos,
do desacato del país más poderoso del propicia el entendimiento de otras formas
mundo, Estados Unidos, de los acuerdos de vida, razones muy sólidas para impul-
sar su aprendizaje. Lo anterior explica por
qué las universidades ofrecen programas
de lenguas a sus estudiantes y en muchos
30
Ibid., p. 160. “La globalización no ha significado casos a las comunidades externas cerca-
que el sistema económico trata equitativamente a nas a las instalaciones universitarias.
todos, sino que el sistema global afecta a la gran
mayoría de la humanidad.”
189
Fuentes Humanísticas 52 > Educación y comunicación > Dolores Serrano
Wolff, Philippe. Origen de las lenguas oc- Minter, Adam. “English in China”. The
cidentales. Madrid, Ediciones Gua- News, 27 de mayo de 2014.
darrama, 1971. (Biblioteca para el Stiglitz Joseph, en Boltvinik, Julio. “El ren-
hombre actual) tismo y la construcción de una so-
Wright, Sue. Language Policy and Langua- ciedad muy desigual”. La Jornada, 13
ge Planning. From Nationalism to Glo- de junio de 2014.
balization. Great Britain, Palgrave
Macmillan, 2004.
Cibergrafía
Hemerografía www.wordnik.com/words/postnational
http://www.historyworld.net/wrldhis(P
Cordera, Rolando. “Frente a la desigual- laimTextHistories=099·xzz34Hor3
dad, el rescate del desarrollo”. Entre- [consultado 13 octubre, 2014]
ga en tres partes. La Jornada, 12 de oc- British Council, “FAQ’s The English Lan-
tubre de 2014, 9 de octubre de 2014, guage”, British Council, www.british
30 de septiembre de 2014. council.org/learning-faq-the-english-
lan
191
Durante años se consideró que la poesía mexicana del siglo xix había Granillo Vázquez,
Lilia. Románticas
sido escrita mayoritariamente por hombres. La nómina masculina mexicanas,
es extensa, los nombres fluyen con facilidad: Ignacio Ramírez “El poesía femenina
Nigromante”, Guillermo Prieto, Francisco González Bocanegra, Vi- del siglo xix. Las
mejores poetisas.
cente Riva Palacio, Manuel M. Flores, Manuel Acuña, Juan de Dios Prefacio y estudio
Peza… y la lista puede crecer aún más. Sin embargo, ¿dónde quedó introductorio Lilia
la lista de poetisas también del xix?... Sólo el silencio responde, pues Granillo Vázquez,
España, Editorial
a la mente acude con rapidez el nombre de Sor Juana Inés de la Cruz. Académica
No obstante, ella pertenece al siglo xvii; dicho silencio coincide con Española, 2012.
las preguntas que se hace Lilia Granillo en su libro Románticas mexi-
canas, poesía femenina del siglo xix. Las mejores poetisas: “¿Sería
cierto que en México la escritura femenina saltaba de Sor Juana a
María Enriqueta? ¿Pudiera ser que la expresión literaria de las mu-
jeres, en tanto que fenómeno estético, comunicativo y colectivo, no
se hubiera realizado durante más de 300 años?”1
Es curioso que sepamos de varias poetisas del siglo xx, pero
ninguna inmediatamente posterior a Sor Juana; 300 años es mucho
tiempo como para pensar que no hubo ninguna mujer que escribie-
ra un verso de calidad en todos esos siglos. Se sabe que Ignacio
Manuel Altamirano tuvo un proyecto literario muy interesante que
se vio cristalizado en su revista El Renacimiento (1864). En ella dio
cabida a todo aquel o aquella que quisiera escribir sin que sus fi-
liaciones políticas fueran un impedimento, lo importante era que
escribieran bien. Desde esta perspectiva, resultaría impensable
*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
1
Lilia Granillo Vázquez, Románticas mexicanas, poesía femenina del siglo xix. Las
mejores poetisas, p. 10.
Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 191-194
Fecha de recepción 19/04/2015 > Fecha de aceptación 01/10/2015
cecicolon@prodigy.net.mx
192
Fuentes Humanísticas 52 > Mirada crítica > Cecilia Colón Hernández
que dicha publicación cerrara sus puertas a una poetisa por el sólo
hecho de ser mujer; en ese sentido, Altamirano era un hombre de
mente abierta y adelantado a su tiempo; se podría decir, en térmi-
nos modernos, que era incluyente.
La bruma del olvido y la invisibilización comienza a despejarse
cuando, embargada por esta curiosidad y por la reflexión de la su-
puesta falta de escritoras en el xix, Lilia Granillo se dio a la tarea de
buscar a todas aquellas “madres” y “abuelas”, como ella nombra a
las escritoras que preceden a las del siglo xx, pues está convencida
de que la generación espontánea en la literatura y la escritura no es
posible, siempre existen uno o muchos antecedentes aunque no
sean conocidos. Su sorpresa fue enorme cuando al revisar las pu-
blicaciones y los periódicos del xix se encontró con muchos textos:
poemas, crónicas, cuentos escritos por mujeres, algunos firmados
con las iniciales de ellas y otros con pseudónimo; en ambos casos,
la indagación se complica mucho, pero una investigadora acuciosa
y puntual como ella, no tiene obstáculos y pronto esta búsqueda
dio sus frutos. Efectivamente, ninguna escritora se da sola, siempre
hay influencias que a veces son muy difíciles de rastrear porque
se ha creído que los varones son los únicos que han tenido el caudal
emotivo, amén de la costumbre y la capacidad de escribir y dar a
conocer sus textos, pero este libro es la prueba de que no es así.2
En su estudio introductorio, Lilia Granillo deja ver de manera
clara y objetiva el poco reconocimiento que siempre se le dio a la
labor de la escritura femenina. Menciona los casos de antologa-
doras y estudiosas importantes como María del Carmen Millán o
María Edmée Álvarez, conocedoras de la literatura mexicana, en
cuyas historias literarias, las poetisas mexicanas entre Sor Juana
y María Enriqueta no aparecen. Si las propias mujeres que han
estudiado el tema no investigan a fondo para saber si este silencio es
real o sólo por tradición, ¿qué podemos esperar de los varones que
también se han dedicado a esta labor?
Encontrar a las poetisas que poco a poco fueron llenando las
páginas de este libro fue una tarea ardua y tenaz por parte de Gra-
nillo Vázquez. No es difícil imaginarla en las amplias mesas de la
Hemeroteca Nacional hojeando y leyendo los periódicos del siglo
xix, las revistas “femeninas” escritas y dirigidas por hombres, amén
de las revistas realmente femeninas escritas y dirigidas por muje-
Cfr. Lilia Granillo Vázquez, ibid., p. 8. Sólo como dato curioso, en la Historia de la
2
literatura mexicana de Carlos González Peña, tanto Laura Méndez de Cuenca como
Isabel Prieto son las únicas mujeres que están en el apartado del siglo xix.
193
Fuentes Humanísticas 52 > Mirada crítica > Cecilia Colón Hernández
3
Para más datos sobre la diferencia de perspectiva de estas revistas, remito al
artículo de la propia Lilia Granillo: “Prensa literaria de lo femenino, femenina y
proto-feminista en México: fuentes para su estudio en el siglo xix” que se publicó
en la revista Fuentes Humanísticas, núm. 48.
4
Originalmente esta anécdota fue publicada por la pluma de Francisco Sosa (testigo
de los hechos) en el prólogo que hace al libro Páginas en verso de Vicente Riva
Palacio. Lilia Granillo, op. cit., p. 5.
194
Fuentes Humanísticas 52 > Mirada crítica > Cecilia Colón Hernández
Bibliografía
Hemerografía
Granillo Vázquez, L. “Prensa literaria de lo femenino, femenina y
proto-feminista en México: fuentes para su estudio en el siglo
xix”. Fuentes Humanísticas, núm. 48, 2014.
195
Colaboradores
Alfonso Milán
Licenciado en Sociología, maestro y doctor en Historiografía por
la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, su
investigación “Identidad, imaginarios y memoria en las represen-
taciones visuales sobre la Intervención Francesa y el Segundo
Imperio: un estudio comparativo, 1862-1906”. Sus líneas de inves-
tigación son: Historiografía del siglo xix en México, narrativa
testimonial y discurso visual. En la actualidad es miembro activo del
Seminario Documentario visual: Historia no escrita.
amilan28@hotmail.com
¿Quiénes somos?
Marcela Suárez
Sandro Cohen
1° 1990-1994 1 al 9
Silvia Pappe
Alejandra Herrera
30 al 34 José Ronzón
3° 2004-2010
35 al 41 Margarita Alegría
Reglas de funcionamiento
Fuentes Humanísticas*
Objetivos
La revista Fuentes Humanísticas es un espacio editorial del Departamento
de Humanidades, perteneciente a la División de Ciencias Sociales y Hu-
manidades, que permite el diálogo entre los investigadores nacionales y
del extranjero de las distintas disciplinas que integran el campo humanís-
tico. Sus objetivos son los siguientes:
• Enriquecer el ámbito de las humanidades a través de la publicación de
resultados de investigación, que aporten elementos a la discusión aca-
démica en las diversas disciplinas humanísticas.
• Estimular, en este contexto, la expresión e intercambio de ideas en-
tre pares.
*
Convocatoria 2017, p. 3.
202
Fuentes Humanísticas 52
Proceso de dictaminación
• El material que se envíe para ser publicado en la Revista debe ser
inédito y no estar concursando en otra publicación, será sometido a
un predictamen editorial, mismo que llevarán a cabo los miembros
del Consejo Editorial. El objetivo de esta primera parte del proceso es
proponer a los autores algunas correcciones necesarias, antes de en-
viar los textos a dos dictamenes externos para evaluación de pares
en ciego. El material se asignará para su predictamen a aquellos miem-
bros del Consejo cuya especialidad se relacione con la temática de los
textos que deberán predictaminar. En caso de que las correcciones
sean menores, el texto se enviará directamente a los dictaminado-
res externos. (Proceso que conserva el anonimato)
• Luego que los autores hayan realizado las correcciones sugeridas en
el predictamen (una semana), los textos se enviarán a dictamenes
externos (tres semanas). Deberán entregar una carta detallando las
correcciones realizadas a sugerencia de los dictaminadores.
Criterios editoriales
Generalidades
• Los textos deberán ser versiones definitivas e inéditas con una exten-
sión entre 12 y 25 cuartillas a doble espacio, en el caso de artículos y
ensayos; 8 a 10 en el de crónicas o comentarios, y de tres a cinco en el
de reseñas (tipo Arial de 12 puntos, aproximadamente 25 renglones y 78
caracteres por línea).
• El título del trabajo se escribirá en mayúsculas y minúsculas, sin punto
final, sin subrayar y no deberá ser mayor a 15 palabras. El nombre del
autor y el de la institución a la que pertenezca aparecerán al final del tex-
to, y se anexará nota curricular no mayor a cinco líneas (aproximada-
mente 50 palabras).
• Se requiere que los temas de los artículos se apeguen a las líneas de in-
vestigación propias de las Áreas del Departamento de Humanidades
(historia, historiografía, lingüística, literatura, cultura, estudios cultura-
les, educación y comunicación).
• Los trabajos de investigación incluirán tanto en español como en inglés:
título, el resumen con una extensión no mayor de cinco líneas, así como
al menos cuatro palabras clave.
• Las citas textuales que excedan las cuatro líneas irán a renglón seguido y
con margen izquierdo de cinco golpes (un tabulador) respecto del resto
del cuerpo del texto.
• Las colaboraciones pueden ser individuales o colectivas.
• Todas las páginas que integren el texto deberán estar foliadas con nú-
meros arábigos consecutivos, en la parte media inferior.
203
Fuentes Humanísticas 52
Las autoras sostienen que “en un texto no todo está dicho, siempre es
necesario inferir e interpretar” (Hernández y González, 2009, p. 47).
O también:
Las citas en las que se alude a una idea pero no a su autor (indirectas), debe-
rán ser señaladas de la siguiente manera:
Bibliografía
Las referencias bibliográficas se presentarán de la siguiente manera:
Apellido (s), iniciales (año). Título del libro. Lugar de la publicación: Editor.
Almendros, N. (1992). Cinemanía: ensayo sobre cine. Barcelona: Seix
Barral.
Eco, U., (2009). Apocalípticos e integrados (2a ed.). México: Fábula en
Tusquets.
• Capítulo en un libro:
González Echevarría, R. (1984). Humanismo, retórica y las crónicas de la
Conquista. En Roberto González Echevarría (comp.), Historia y ficción
en la narrativa hispanoamericana. Coloquio de Yale (pp. 149-166). Ca-
racas: Monte Ávila Editores.
Ficha hemerográfica
Las fichas hemerográficas de revista se presentarán de la siguiente manera:
Apellido (s), iniciales (año). Título del artículo. Nombre de la revista, vol.,
(no.), pp.
Granados Chapa, Miguel Ángel. El esfuerzo improductivo de la nación.
Proceso, (286), pp. 14-15.
Juliano, D. Cultura popular. Cuadernos de Antropología, (16), pp. 25-38.
“En el primer año del siglo xx, en 1901, la vida en México se deslizaba suave,
apaciblemente. Las familias acaudaladas y las que gozaban de una vida digna,
una brevísima minoría, paseaban los domingos por los senderos del bosque de
Chapultepec y recorrían el Paseo de la Reforma a caballo, y hacían sus tertulias
y comían en los cafés y restaurantes de verdadero lujo, imitando el estilo de vida
de París. Era el reino de la tranquilidad de unos pocos y nada parecía amenazar
ese orden ni en México ni en el mundo. En China se perpetuaba el emperador y en
Rusia el zar reinaba por la gracias de Dios. El Imperio austrohúngaro, a pesar de las
fuerzas hostiles que se agitaban bajo la superficie de su vida institucional, daba
la impresión de solidez.” Así inicia esta biografía del destacado literato mexicano
Octavio Paz.
206
Fuentes Humanísticas 52 > Debate. Actividades y publicaciones
El espacio no existe.
Su problemática expresiva en el arte y el diseño
“Tres configuraciones del espacio: el real, es de las cosas y objetos reales, donde
transcurre la vida que tanto forma parte de nuestra cotidianeidad como de las
más remotas galaxias desconocidas, es uno y el mismo. El geométrico o ideal que
alberga todo tipo de representaciones gráficas y de escrituras, campo del arte y
del discurso que tanto es pantalla de tv o cine, un lugar de dos dimensiones que
puede abrirse hacia una tercera, sugerida. Y el de la intuición que corresponde a
nuestro aparato psíquico donde mora la imaginación y la percepción. Ahora bien,
el espacio real no existe.”
207
Debate. Actividades y publicaciones > Fuentes Humanísticas 52
Signos Lingüísticos
Signos Filosóficos
Horacio Hernández Casillas, Uriel Nuño Gutiérrez, Gerardo Alberto Mejía Pérez
Universidad de Guadalajara
“En el presente trabajo, es nuestro propósito mostrar la imagen que sobre los
wixaritari se ha construido en la prensa, particularmente en el periódico El Infor-
mador, desde su fundación en la ciudad de Guadalajara en octubre de 1917, año de
la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, hito
que marca el fin de la Revolución Mexicana; hasta el año de 1994, por considerarlo
un momento fundacional, ya que la irrupción del levantamiento zapatista de
los indígenas de Chiapas en el escenario político nacional e internacional, motivó
que en el discurso mediático, político y académico se replanteara y resignificara la
forma en como hasta entonces se hablaba de y se percibía al índigena.”
210
Fuentes Humanísticas 52 > Debate. Actividades y publicaciones
Gerardo Alberto Mejía Pérez, Jorge Ignacio Rosas, Héctor Cuellar Hernández,
Rodolfo Cabral Parra (coords.)
Universidad de Guadalajara/Prometeo Editores
“La zona en la que se enclava el Centro Universitario del Norte es tan compleja como
interesante. Es fuente de información y análisis para disciplinas tan variadas co-
mo sus misma realidad. Para responder a este escenario, nuestro Centro ofrece
de manera permanente un espacio de exposición y debate. La temática de es-
ta edición abarca disciplinas varias: antropología, desarrollo de empresas, neuro-
lingüística, alfabetización, informativa, ganadería, entre otras. Ésta es una com-
pilación de las reflexiones vertidas por los especialistas en estos temas”.
211
Debate. Actividades y publicaciones > Fuentes Humanísticas 52
PuntoCUNorte
Revista académica del Centro Universitario del Norte
Universidad de Guadalajara
“El Centro Universitario del Norte tiene como uno de sus pilares el área educativa,
tanto en la investigación y la práctica docente. En las siguientes páginas se
analiza este tema fundamental vinculado con diversas áreas: políticas educativas,
interculturalidad, nuevas tecnologías, dificultades específicas de aprendizaje,
entre otras”.