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La revista Fuentes Humanísticas es el espacio editorial del Departamento

de Humanidades, perteneciente a la División de Ciencias Sociales y Huma-


nidades, que permite el diálogo entre los investigadores nacionales y del
extranjero de las distintas disciplinas que integran el campo humanístico.
Sus objetivos son los siguientes:

• Enriquecer el ámbito de las humanidades a través de la publicación de


resultados de investigación, que aporten elementos a la discusión aca-
démica en las diversas disciplinas humanísticas.
• Estimular, en este contexto, la expresión e intercambio de ideas entre
pares.
• Fortalecer las líneas de investigación: Historia, Historiografía, Literatura,
Ligüística, Cultura, Estudios culturales, Educación y Comunicación.
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3

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• Debate. Actividades y publicaciones

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institucional y celular). No se aceptan contribuciones que estén conside-
radas en otras publicaciones. Los autores de los trabajos elegidos que
colaborarán en distintas secciones de la revista, dan su consentimiento
tácito para que estos se publiquen y difundan en formato impreso y
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Próximos números

“Ideas y religión en México”


Coordinadora María Elvira Buelna

“Lenguas y culturas en el marco de la francofonía”


Coordinadora Yvonne Cansigno
Contenido

Rocío Romero Aguirre 7 Biografía,


Presentación Biografía, autobiografía, memoria y testimonio autobiografía,
memoria y
Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza 17 testimonio
Universidad Autónoma de Tlaxcala
Cartucho de Nellie Campobello:
una aproximación desde la teoría autoficcional

Jesús Pérez Ruiz 33


Universidad Nacional Autónoma de México
El problema del autor en un relato de Reinaldo Arenas

Berenice Romano Hurtado 41


Universidad Autónoma del Estado de México
Una identidad que se bifurca: autoficción y ciudad
en La forma del silencio de María Luisa Puga

Edith Vargas Jiménez 53


Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco
La autobiografía: proyecto de vida y escritura.
Un acercamiento desde la teoría de Mijaíl Bajtín

Merari Ruiz Cárdenas 65


Universidad Autónoma del Estado de México
Francisco L. Urquizo: entre lo biográfico y la autobiografía

Javier Galindo Ulloa 79


Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos

Asunción del Carmen Rangel López 97


Universidad de Guanajuato
El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a
algunos momentos de la poesía de Juan Gelman
113 Álvaro Villalobos
Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma del Estado de México
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada

Literatura y 129 Enrique López Aguilar


Lingüística Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco
Una mirada a la obra poética de Federico Patán

Historia e 151 Alfonso Milán


Historiografía Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco
Muerte y poder en los lugares de memoria sobre la Intervención
Francesa y el Segundo Imperio: el caso del Mausoleo Franco
Mexicano de Camarón, Veracruz

Cultura y 163 Sofía Saad Dayán


Estudios Universidad Nacional Autónoma de México.
culturales Violencia de “género” en el malestar actual: bullying y cutting en la escuela

Educación y 177 Dolores Serrano


comunicación Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos
ámbitos sociales y académicos

Mirada 191 Cecilia Colón Hernández


crítica Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco

195 Colaboradores

199 ¿Quiénes somos?

201 Reglas de funcionamiento

205 Debate. Actividades y publicaciones


7

Rocío Romero Aguirre*

Presentación
Biografía, autobiografía, memoria y testimonio

P roponer como tema para una revista


académica la autobiografía, la biogra-
fía y el testimonio tiene la doble intención
y, por tanto, de mutar. Lo anterior quiere
decir que los académicos que han tomado
por objeto de estudio las escrituras del
de convocar a especialistas en la cuestión de yo dejan ver simultáneamente un punto
la identidad y su escritura, y la de conocer de inflexión de la cultura que otorga un
los modos en que los colegas conciben esos lugar preponderante a la construcción
temas en la actualidad, particularmente identitaria a través de la escritura; y, esos
porque la temática de este dosier se en- mismos estudiosos con sus múltiples for-
cuentra en un terreno fronterizo entre las mas de interpretar y explicar ese fenóme-
artes y las ciencias sociales. Hoy por hoy no social, producen nuevas maneras de
las escrituras diversas que representan, crear subjetividad.
problematizan o tematizan la conflictiva El ejemplo paradigmático es Philippe
e inacabada constitución de la identidad Lejeune quien, al producir una definición
(individual, social, nacional, étnica, sexual) de la autobiografía desde el punto de vis-
ocupan el centro de las preocupaciones de ta de la recepción, en 1973, no sólo abrió
diversas disciplinas. Este giro responde a un profuso campo de reflexión y discusión,
un movimiento en que la construcción de sino que, indirectamente, propuso un nue-
la identidad parece cada vez más compleja vo paradigma novelesco: el de la autofic-
debido a los triunfos de las reivindicacio- ción. Pues, como es bien sabido, el escritor
nes de las minorías, al desapego del yo francés Serge Dubrovsky en 1977 pro-
(como construcción identitaria-social) con pone dicho concepto al horizonte teórico
respecto a su género, a las propuestas que como reacción a la clasificación que Lejeu-
desde la filosofía muestran con claridad ne plasmó en su famoso cuadro de distin-
como el sujeto jamás deja de construirse ción entre los pactos de lectura. En dicho
cuadro Lejeune intenta mostrar de qué
manera las relaciones entre el nombre del
autor y el nombre del personaje producen
* Universidad Autónoma Metropolitana, diversos tipos de pacto de lectura. El teó-
Unidad Azcapotzalco.
roci.aguirre@gmail.com rico francés enfatiza la imposibilidad de
8
Presentación Biografía, autobiografía, memoria y testimonio

que pueda conjugarse un pacto noveles- laboraciones que emplean, aplican o re-
co o autobiográfico cuando el nombre del flexionan sobre la autoficción y su natu-
autor coincide con el nombre del perso- raleza teórica o su plasticidad aplicativa.
naje. Así, indirectamente, Lejeune pone A mi modo de ver, este profuso inte-
en el horizonte teórico una noción, aunque rés por la autoficción es síntoma de una
la presente en su ausencia; es decir, justa- nueva forma de concebir la literatura y,
mente al afirmar que esa conjunción de cir- principalmente, de abordarla. La ambi-
cunstancias no sería posible la hace existir. güedad en el pacto de lectura que supone
A la imposibilidad teórica que diagnosticó la propia creación ficticia pone frente a
Lejeune, la literatura responde creando una nosotros diversos cuestionamientos: ¿se-
posibilidad, como lo muestra Dubrovsky rá que el pacto novelesco está cediendo
con su novela Fils (1977). paso a la autoficción, o más bien, el con-
Ese bautizo conceptual permite mirar cepto de autoficción nos permite mirar
retrospectivamente un corpus hasta en- de una manera distinta los géneros lite-
tonces incomprendido y, por lo tanto, ofre- rarios y el papel del lector en su definición?
ce nuevos horizontes de lectura de textos El concepto de autoficción, y también el
que habitaban el pasado de la literatura. creciente interés por la escritura y su re-
Cuando hablo de esta nueva forma de leer lación con la construcción de identidades
ciertos textos literarios me refiero tam- dentro y fuera del arte, no sólo nos pre-
bién a nuevas formas de subjetividad, pues sentan una nueva forma de producción de
ese entramado social y cultural al que lla- literatura, sino también un nuevo modo
mamos subjetividad es también una masa de leerla, ya no únicamente desde un
textual cambiante. pacto de ficción o uno referencial, sino
El campo fértil de estudio de las es- como un pacto ambiguo; por ello Alberca
crituras del yo (biografías, autobiografías, afirma que:
confesiones, memorias, testimonios, dia-
rios) ha producido nuevos conceptos; nu- [...] la autoficción no es una novela auto-
merosos teóricos han aportado nuevas biográfica más, sino una propuesta ficti-
formas de pensar la identidad y acadé- cia y/o autobiográfica más transparente
micos de todas las universidades han y más ambigua que su pariente mayor. La
participado en el ejercicio incesante de autoficción se presenta como una nove-
trabajo sobre los discursos sociales, las la que simula o aparenta ser una histo-
manifestaciones públicas y la producción ria autobiográfica con tanta transparencia
de textos en su relación con la construc- y claridad que el lector puede sospechar
ción de identidades. que se trata de una pseudo-novela.1
Para este número de la revista Fuen-
tes Humanísticas hemos reunido textos Hay entonces en nuestro modo actual de
que se preguntan por la textualización de aproximarnos a la literatura un ejercicio
la vida en la literatura, particularmente en de búsqueda de la diferencia y no del
torno a un concepto de gran importancia modelo, que se ubica en la frontera entre
para los estudios literarios actuales: el de
autoficción. Sin proponérselo, la convo- 1
Manuel Alberca, El pacto ambiguo. De la novela auto-
catoria respondió mayoritariamente co- biográfica a la autoficción, p. 128.
9
Fuentes Humanísticas 52 > Presentación Biografía...> Rocío Romero Aguirre

los géneros o, para decirlo de otro mo- a las interpretaciones psicologistas; sin
do, los lectores actuales sostienen la am- embargo el viraje en la lectura y la pro-
bigüedad que implica lo que Paul Ricoeur ducción literaria en la que vivimos no
ha advertido al definir la identidad como equipara la biografía a la novela como su-
aquello que se narra. El propio Alberca lo cedió en el siglo xix; tampoco, como lo
explica en términos de la lectura: advirtió Barthes, se trata de considerar al
autor como la fuente de toda interpreta-
En ese dilema se ha de mover el lector de ción y sentido de la obra literaria. Más bien
una autoficción: ¿se trata de un relato en un espacio de lectura en que hacemos
de apariencia autobiográfica o se trata de existir al autor a causa de la ambigüedad
una autobiografía sin más ficción que la de su texto. Esta estrategia de lectura sólo
etiqueta de novela? Ambas soluciones es posible en una sociedad la cual pone en
son posibles, pero sin olvidar que la solu- circulación la literatura como objeto ar-
ción autobiográfica y la solución noveles- tístico y como objeto de mercado; enton-
ca son los dos extremos de un arco en el ces el autor viene a ser el nombre que
que caben infinidad de puntos interme- sostiene y garantiza el sentido artístico de
dios. Cuanto más sutil sea la mezcla de la obra. Por tanto, el nombre del autor o,
ambos pactos, más prolongado será el en su defecto, la identificación entre autor
efecto de insolubilidad del relato y ma- y personaje produce el sentido del texto
yor el esfuerzo de resolverlo. Entre la no sólo porque provoca la indeterminación
novela y la autobiografía hay una gran va- en la lectura, sino porque, de cierta for-
riedad de formas y estrategias y una in- ma, el autor circula al mismo tiempo como
finidad de posibilidades y grados.2 personaje literario y sujeto real: produc-
tor-producto. Quiero decir que esta am-
La idea del arco utilizada por Alberca para bigüedad literaria da cuenta de un mo-
mostrar las posibilidades explicativas que mento de la cultura en que “la identidad
otorga la noción de autoficción también sería […] una construcción nunca acabada,
deja ver que la realización de la escritura abierta a la temporalidad, la contingen-
autoficcional es tan variable como la sub- cia, una posicionalidad relacional sólo
jetividad misma y esta, se ofrece como un temporalmente fijada en el juego de las
misterio al otro. diferencias”;3 pero también nos permite
El modo de realización del relato auto- distinguir de qué manera el lugar que
ficcional da cuenta, paralelamente, de un hoy en día ocupan la literatura y el arte
cambio social el cual ha colocado nue- en relación con el mercado (en su sentido
vamente a la figura del autor como central material y simbólico) opera en nuestras
y, al mismo tiempo, nos otorga una for- definiciones de lector y autor.
ma distinta de aproximarnos al texto li- Más allá del inmanentismo del arte
terario mediante la ambigüedad de un nos encontramos frente a una producción
pacto de lectura. Podría pensarse que nos artística, la cual requiere de un nombre
encontramos en un momento de retorno que otorgue unicidad a la obra. Ana María

3
Leonor Arfuch, El espacio biográfico. Dilema de la
2
Ibid., p. 129. subjetividad, p. 24.
10
Presentación Biografía, autobiografía, memoria y testimonio

Guash en su libro Autobiografías visuales En los noventa un grupo de acadé-


(2009) ha analizado a distintos artistas micos españoles crearon La Société Ano-
que mediante sus obras construyen un yo nyme con el propósito de comprender las
no biográfico, al mismo tiempo produce relaciones entre las prácticas artísticas y el
una nueva forma de verdad identitaria: pensamiento crítico. Publican en internet
“Redefinición de las prácticas artísticas
[...] escogimos a artistas que compartían (siglo xxi)”, un manifiesto de 37 puntos
cierto perfil de artista que se “negaba a que muestra la nueva posición que adop-
sí mismo como personaje biográfico”. Un ta la figura del autor desde una perspec-
concepto que desplaza la atención de las tiva crítica:
“personas individuales” como actores den-
tro de la historia y como nombres propios 1. No somos artistas, tampoco por su-
con sus privilegios autorales y sus tenden- puesto “críticos”. Somos producto-
cias autoritativas y se centraba en un nue- res, gente que produce. Tampoco
vo perfil de autor como productor y en somos autores, pensamos que cual-
parte controlador de los significados de quier idea de autoría ha quedado des-
sus obras. Un autor que ya no tendría sen- bordada por la lógica de circulación
tido fuera del texto, hasta el punto que el de las ideas en las sociedades con-
texto produciría al autor y no el autor temporáneas. Incluso cuando nos
al texto. Y ya que el texto como lenguaje auto-describimos como productores
consiste en una multiplicidad de signifi- sentimos la necesidad de hacer una
cados, de igual modo el autor ya no se eri- puntualización: somos productores,
ge en el locus de una identidad coherente, sí, pero también productos.
sino en una secuencia momentánea de
representaciones simbólicas. 4 Si bien el tono general del manifiesto pre-
dice una sociedad en la cual el artista pasa-
Como indica Manuel Alberca para la auto- rá de un régimen de producción de obje-
ficción, Guasch observa en las autobio- tos a uno de difusión del conocimiento, el
grafías visuales un cambio radical que sólo documento también deja ver un cambio
es posible porque la figura del autor ad- en el modo de concebir al autor en el si-
quiere un sentido. Ese viraje incorpora y glo xxi. El punto 32 coincide con lo que
hace depender al autor de su obra (litera- Manuel Alberca denomina una “victoria
ria, visual); de novedoso a productor que sin paliativos” frente a la derrota de lo co-
se produce en la obra y no más allá de ella. lectivo en las sociedades posmodernas.
Llama la atención que la intervención del Cito a continuación el fragmento 32 del
lector, quien se ubica en la ambigüedad Manifiesto de La société anonyme y ense-
de ese pacto de lectura, hace posible esa guida a Alberca:
nueva relación entre autor y obra: lector-
consumidor. 32. Segunda gran responsabilidad del
productor artístico en las sociedades ac-
tuales: la que le concierne en relación al
4
proceso de “estetización” difusa del mun-
Ana María Guash, Autobiografías visuales. Del ar-
chivo al índice, p. 20. do contemporáneo sin el que el nuevo
11
Fuentes Humanísticas 52 > Presentación Biografía...> Rocío Romero Aguirre

capitalismo no sería pensable. Si el efecto que el yo se mueve lúdicamente a sus


del capitalismo industrial sobre el siste- anchas, sin deberes ni dogmas, a gusto
ma de los objetos (y por ende sobre el sis- en su burbuja.5
tema de necesidades, y el de las relacio-
nes) fue su transformación generalizada Encuentro en ambos textos puntos de
a la forma de la mercancía, podría decir- convergencia pero desde lugares distintos.
se que el efecto más característico del Mientras que en “Redefinición de las prác-
capitalismo postindustrial es la estetiza- ticas artísticas (siglo xxi)” el punto de vis-
ción generalizada de tal mercancía, la ta es el del artista que encuentra en el arte
transformación de ésta (y por ende del del “futuro” una nueva manera de hacer
sistema de necesidades, y el de las rela- crítica al capitalismo mediante la borradu-
ciones, sometido por tanto a una segun- ra de la figura de autor para dar paso a la
da metamorfosis) a su forma estetizada. de productor al hacer posible la estetiza-
Lo que preside en efecto la circulación ción de la vida. Desde el punto de vista de
social actual de objetos, bienes y rela- Alberca (que incluye la crítica a las socie-
ciones, no es ya el valor de uso que dades posmodernas de Lyotard, Richard
podamos asociarles ni aún el valor de Sennett, Lipovesky, entre otros) la auto-
cambio: sino, y por encima de todo, su ficción tomaría ese lugar de estetización
valor estético, la promesa que contiene de la vida cotidiana. Yo agregaría que la
de una vida más intensa, más interiormen- experiencia del lector también está inclui-
te rica. da en esta forma de concebir la existencia,
pues la capacidad de quien lee para colo-
Por su parte Alberca afirma: carse en la ambigüedad del pacto depen-
de justamente de su propia forma de
La posibilidad de inventarse a sí mismo, construcción identitaria en el seno de las
diseñando su propio personaje o mol- sociedades actuales. Quiero decir que si
deando a gusto y medida, copiando o la estetización de la vida corresponde al
apropiándose de personalidades o físicos trabajo del productor de arte, en el caso
[…]. La construcción y reconstrucción de la literatura, al autor que confunde su
incesante del yo, identificado fundamen- nombre con el de su personaje; la autofic-
talmente con el cuerpo, se ha convertido ción hace ingresar al circuito autor-obra
en el principal, en el máximo imperativo o productor-producto al lector, pues es él
del capitalismo de ficción. En una socie- quien activa el circuito y sostiene la am-
dad hiperindividualizada, el yo no conoce bigüedad entre un autor que se produce a
límites ni barreras, pues todo debe adap- sí mismo en su obra.
tarse o plegarse a la medida de sus deseos. Si bien la extensa discusión sobre los
[…] La vida, así entendida, resulta una diversos géneros del yo ha desbordado a
“novela” sin dramatismo sin dramatis- los estudios literarios y ha incluido varias
mo ni grandeza, en la que el protagonista disciplinas, no sólo artísticas sino también
se siente solo y perdido. La autoficción científicas, es claro que el concepto de
podría representar en el plano literario autoficción, cuya presencia es definitiva
con cierta propiedad la imagen de esa
sala vacía que es le mundo actual, en el 5
Manuel Alberca, op. cit., pp. 42 y 43.
12
Presentación Biografía, autobiografía, memoria y testimonio

en la actualidad, tiene la bondad de hacer para el sujeto; lo cual significa que si


converger el registro de la ficción y de bien el sujeto despliega un saber en los
la referencialidad bajo la ambigüedad fenómenos del síntoma, el sueño, el lap-
que sostiene la lectura; lo que conlleva a sus y el chiste, ese saber le es descono-
enfatizar la presencia del lector (o el es- cido, se le presenta desfigurado: tamizado
pectador en el caso del arte contemporá- por el lenguaje. No sólo las formaciones
neo con sus reality painting)6 como aquel del inconsciente presentan esta caracte-
que define los múltiples puntos de en- rística, pues toda comunicación está co-
cuentro y desencuentro entre la ficción o mandada por ese saber. Para el sujeto se
la realidad. Ya he enfatizado la relación trata de una dimensión otra que piensa,
que este concepto explicita en torno al es- de ahí la propuesta lacaniana de una di-
tado actual del mercado y el capitalismo; visión radical que constituye al sujeto
ciertamente los estudiosos de la autobio- del lenguaje.
grafía han abundado en explicaciones al Lo anterior quiere decir que en todo
respecto7 y también sobre la necesidad ser existe intrínsecamente una división
personal que nuestro tiempo ha construi- que hace imposible que el sujeto sea uno,
do alrededor de la escritura del yo como idéntico a sí mismo y, por lo tanto, al
una suerte de obsesión. Por ello, interesa narrarse habla de sí en tanto otro. Un
reflexionar sobre la subjetividad enten- otro desconocido pero que piensa al suje-
dida como constructora incesante, pues to desde una dimensión donde se percibe
considero que la autoficción da cuenta más verdadera. Existen diversas aproxima-
del entramado infinito de la subjetividad, ciones a esta compleja idea la cual inten-
particularmente porque pone sobre la tan dar cuenta de la paradoja que entraña
mesa de discusión el concepto de in- la constitución psíquica. Una de ellas es
consciente freudiano. del propio Lacan y la desarrolla Jacques-
La identificación entre autor y per- Alain Miller:
sonaje puede verse ya no desde la pers-
pectiva del lector, quien debe sostener ¿Cuál es pues ese otro con el cual estoy
un pacto ambiguo, sino también desde el más ligado que conmigo mismo, puesto
punto de vista de quien al escribir en- que en el seno más asentido de mi iden-
cuentra en ese lugar de indeterminación o tidad conmigo mismo es él quien me
de simultaneidad un espacio de escritura. agita? […]
Este espacio que calificaría como espeso La extimidad designa nada menos
y opaco puede relacionarse con la noción que un hiato en el seno de la identidad
psicoanalítica de inconsciente. Para La- consigo mismo. […]
can el inconsciente es un saber interdicto Si subrayamos el término extimidad,
es para marcar que no hay ninguna com-
plementariedad, ningún ajuste entre el
6
Así denomina Leonor Arfuch a la tendencia en las adentro y el afuera, y que hay precisamen-
artes visuales por incorporar objetos como ropa,
cartas, fotografías personales del artista en sus te un afuera en el interior.8
obras.
7
Véase Silvia Molloy, Acto de presencia; Manuel
Alberca, op. cit.; Jean Philippe Miraux, La autobio-
grafía: las escrituras del yo. 8
Jacques-Alain Miller, Extimidad, pp. 25, 26 y 31.
13
Fuentes Humanísticas 52 > Presentación Biografía...> Rocío Romero Aguirre

En el neologismo extimidad se reúnen ex- ambigüedad de la autoficción se consti-


terior e intimidad para indicar como el tuye, pues quien ocupa la posición de autor
inconsciente y sus fenómenos asociados cede un lugar a la dimensión extraña que
no se encuentran en una frontera que nombra y en esa acción nominal, de for-
comunique exterior e interior (sujeto del ma simultánea y nuevamente paradójica,
enunciado y de la enunciación), tampoco el escritor tampoco queda reducido o
para indicar que la toma de consciencia definido. Es decir, la autoficción designa
de lo reprimido inconsciente sea posible. una operación en la cual emerge en la es-
El término intenta dar cuenta de la para- critura literaria (o, alargando la expresión,
dójica relación existente entre los supues- en la experiencia estética) un objeto des-
tos opuestos en la subjetividad: hay una conocido10 para quien lo produce y en ese
exterioridad profundamente íntima y que surgimiento hay momentáneamente un
no la habla el yo sino otra instancia me- reconocimiento (de ahí la cercanía con la
diante, por ejemplo, el lapsus o el síntoma. autobiografía), pero no una plena identi-
Alberto Giordano también ha trabaja- ficación. Para decirlo con Régine Robin:
do la paradoja entre el inconsciente y la
escritura. Mediante la noción de intimidad Escritura trabajo de duelo, a la vez de la
reconstruye la paradoja que el psicoanáli- deconstrucción de la ilusión biográfica
sis estableció: y de reconstrucción, elaboración de un
lugar distinto no aleatorio, lugar de ver-
[...] lo íntimo sería una dimensión irrepre- dad. Esta sería la tarea imposible de este
sentable de la subjetividad, una reserva objeto inasible que es la autoficción.11
de indeterminación que escapa a la dia-
léctica simple en la que lo privado y lo pú- Así, el concepto de autoficción da cuenta
blico se oponen para poder complemen- de un momento en nuestra cultura, un mo-
tarse. Desde este punto de vista, que lo do de aproximación a la literatura y una
piensa fundamentalmente como un efec- relación entre la escritura de la vida, el len-
to de escritura (literaria), lo íntimo tiene guaje y el inconsciente. El interés al refle-
que ver con la manifestación de una dis- xionar sobre los modos en los cuales la
tancia indecible que impide tanto iden- autoficción se vincula con la cultura de con-
tificarse, apropiarse sin restos de uno mis- sumo y la estructura psíquica que se devela
mo, como ser identificado; una distancia en los actos de lenguaje, tiene relación con
que fuerza la enunciación, hace hablar o
escribir, y transforma secretamente cual- 10
Término propuesto por Silvye Le Polulichet: “El
quier performance autobiográfica en una objeto desconocido puede emerger del vacío en-
experiencia de la propia ajenidad.9 gendrado por una cuestión fundamental: es hijo
de una pregunta sin respuesta y no podría coagular
en su forma una respuesta definitiva, porque
La reserva de indeterminación o espacio capta fuerzas pulsionales en devenir. El objeto
opaco, al que nos referíamos, sería desde creado, en tanto objeto desconocido, invoca su pro-
pia metamorfosis o su propia recomposición en
nuestro punto de vista, el campo en que la objetos singulares.” El arte de vivir en peligro. Del
desamparo en la creación, p. 13.
11
Régine Robin, “La autoficción. El sujeto siempre
9
Alberto Giordano, “La autoficción en América La- en falta”, Arfurch, Identidades, sujetos y subjeti-
tina”, p. 3. vidades, p. 57.
14
Presentación Biografía, autobiografía, memoria y testimonio

lo que Mieke Bal advierte en su libro Con- también contrasta la posición de autora
ceptos viajeros en las Humanidades: que ocupa Campobello para reflexionar
sobre la propuesta de Silvia Molloy en tor-
Los conceptos distorsionan, desestabi- no a lo autobiográfico en Hispanoameri-
lizan y sirven para dar una inflexión al ca. El estudio de Cuecuecha también enfa-
objeto. Declarar que algo es una imagen, tiza la ambigüedad en el pacto de lectura
una metáfora, una historia o lo que se que produce Cartucho. Por su parte, Jesús
quiera –es decir, utilizar los conceptos Pérez Ruiz en “El problema del autor en
para etiquetar– no sirve de gran cosa. El un relato de Reinaldo Arenas”, realiza una
lenguaje de la ecuación –“es”– tampoco lectura autoficcional del texto “Final de
consigueocultar las opciones interpreta- un cuento”, pues reflexiona sobre la seme-
tivas que se han tomado. De hecho, los janza entre este y la vida de Arenas en un
conceptos son, o mejor dicho hacen, mu- diálogo con otros textos autobiográficos.
cho más. Si pensamos lo suficiente so- Su análisis arroja una interpretación acor-
bre ellos, nos ofrecen teorías en minia- de con los presupuestos sobre la autobio-
tura y, de esta guisa, facilitan el análisis grafía en la actualidad, pues enfatiza la
de objetos, de situaciones, de estados división yoica que atraviesa el persona-
y de otras teorías.12 je protagonista del relato de Arenas, co-
mo posibilidad la cual permite al autor mi-
La intención de tomar el concepto de rarse a sí mismo desde otro lugar. En “Una
autoficción para presentar el número 52 identidad que se bifurca: autoficción y ciu-
de Fuentes Humanísticas responde justa- dad en La forma del silencio de María Luisa
mente al impulso de reflexionar los distin- Puga” de Berenice Romano Hurtado, hay
tos modos en que pueden pensarse las una interesante reflexión sobre la novela/
diversas relaciones entre la escritura y autoficción y los modos en que mediante
la vida. El presente número reúne ocho la narración del recuerdo, la reflexión crí-
artículos que reflexionan desde puntos tica sobre la escritura literaria y la temati-
de vista distintos sobre la escritura en la zación de la ciudad, Puga construye un
autobiografía, la relación entre el autor texto que no transita entre los géneros
y el texto que da cuenta de su vida y so- autobiográfico, autoficcional y novelesco.
bre el papel de la memoria y el olvido en Desde un punto de vista teórico Edith
la poesía. Vargas Jiménez presenta “La autobiogra-
La autoficción es un tema recurren- fía: proyecto de vida y escritura. Un acer-
te, como advertimos al inicio de esta pre- camiento desde la teoría de Mijaíl Bajtín”.
sentación. En “Cartucho de Nellie Campo- Su aproximación aborda la cuestión del
bello: una aproximación desde la teoría autor en su relación con el personaje y en
autoficcional”, Ma. del Carmen Dolores su relación con la lectura mediante la no-
Cuecuecha Mendoza identifica los ele- ción de cronotopo, ambos desde la teo-
mentos propios del género autobiográfico ría de Bajtin.
en los relatos que integran Cartucho, pero Desde un punto de vista más social,
Merari Ruiz Cárdenas escribe “Francisco
12
L. Urquizo: entre lo biográfico y la auto-
Mieke Bal, Conceptos viajeros en las Humanidades,
p. 26. biografía”. Se pregunta por las caracterís-
15
Fuentes Humanísticas 52 > Presentación Biografía...> Rocío Romero Aguirre

ticas biográficas de la obra del militar y es- Bibliografía


critor Francisco L. Urquizo. Mediante las
nociones de yo social y yo creador de la psi- Alberca, Manuel. El pacto ambiguo. De la
cocrítica, Merari Ruiz introduce la noción novela autobiográfica a la autoficción.
de autobiografía para ubicar genéricamen- Madrid, Biblioteca Nueva, 2007.
te la obra de Urquizo. Amícola, José. Autobiografía como autofi-
Javier Galindo Ulloa hace un inte- guración. Estrategias discursivas del
resante análisis del género del diario en Yo y cuestiones de género. Rosario,
su artículo “El Diario íntimo de Eugenio Beatriz Viterbo Editora, 2007.
María de Hostos”. En un diálogo con los Arfuch, Leonor. El espacio biográfico. Di-
teóricos del diario y de la autobiografía lemas de la subjetividad contemporá-
deshebra las particularidades del género nea. Buenos Aires, Fondo de Cultura
al tiempo que analiza el diario de Hostos, Económica, 2010.
su momento histórico, el lugar que la es- Bal, Mieke. Conceptos viajeros en las Hu-
critura ocupaba en su pensamiento y su manidades. Una guía de viaje. Murcia,
vida familiar, así como sus preocupaciones CENDEAC, 2009.
políticas y morales. Giordano, Alberto. “Autoficción: entre li-
En “El viaje a la derrota. Considera- teratura y vida. Coloquio Internacional
ciones en torno a algunos momentos de la “La autoficción en América Latina”.
poesía de Juan Gelman”, Asunción Rangel Departamento de Humanidades, Pon-
hace un interesante análisis de la poesía tificia Universidad del Perú (Lima),
de Juan Gelman a la luz de la de su amigo 2013.
José Emilio Pacheco. El análisis deja ver la Guasch, Ana María. Autobiografías visua-
cercanía en los modos de abordar el te- les. Del archivo al índice. Madrid, Si-
ma de la memoria y el olvido en relación ruela, 2009.
con la vivencia de los poetas y los aconteci- Lejeune, Philippe. El pacto autobiográfico
mientos históricos que influyeron en sus y otros estudios. Madrid, Megazul-
obras y sus vidas. Resulta interesante ob- Endymion, 1994.
servar de qué manera la poesía de estos Le Polulichet, Sylvie. El arte de vivir el pe-
autores conjunta el olvido y la afirmación ligro. Del desamparo en la creación.
de la derrota como modos de resistencia. Buenos Aires, Nueva Visión, 1998.
Finalmente, Álvaro Villalobos en “As- Miller, Jacques-Alain. Extimidad. Buenos
piraciones de indigente: cartografía per- Aires, Pai-dós, 2010.
sonal sincretizada” presenta una reflexión Molloy, Sylvia. Acto de presencia. La escri-
de corte autobiográfico sobre la perfor- tura autobiográfica en hispanoame-
mance, considera tanto a la performance rica. México, Fondo de Cultura Eco-
como a la vida dotadas en una consistencia nómica-Colegio de México, 1996.
y fuerza similares. Por ello, el autor descri- Robin, Régine. “La autoficción. El sujeto
be la intención artística en su producción, siempre en falta”. Arfuch, L. (comp.).
al tiempo que reflexiona sobre el sentido Identidades, sujetos y subjetividades.
político del arte y la relación necesaria en- Buenos Aires, Prometeo libros, 2005.
tre artista y espectador.
17

Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza*

Cartucho de Nellie Campobello:


una aproximación desde la teoría autoficcional

Cartucho by Nellie Campobello: an approach from


the auto fiction theoretical framework

Resumen Abstract

La mayoría de los relatos que con- Most of the stories in Cartucho by


forman Cartucho. Relatos de la lucha Nellie Campobello, Stories about the
en el norte de México (1931) acusan battle in Northern Mexico (1931) are
una compleja estructura que no obe- made up of a complex structure
dece al cuento o a la novela, por lo which does not have to do with a
que puede considerarse un texto hí- tale nor with a novel. Therefore, it
brido donde se mezcla realidad y brings about a hybrid text mixing
ficción. Por lo tanto, en este trabajo reality and fiction. Thus, this article
analizaremos Cartucho a la luz de la aims to analyze Cartucho by means
teoría autoficcional y ahondaremos of the auto fiction theoretical fra-
en los rasgos que comparte con la mework, focusing on characteristics
autobiografía y el testimonio en sharing with autobiography and per-
Hispanoamérica. sonal witness in the Hispano-Ame-
rican continent.

Palabras clave: biografía, autobio-


grafía hispanoamericana, testimonio, Key words: Biography, Hispano-Ame-
autoficción, recuerdos rican autobiography, personal witness
and auto fiction

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 17-31
Fecha de recepción 30/06/2015 > Fecha de aceptación 24/09/2015
ccuecuecha@yahoo.com.mx

*
Universidad Autónoma de Tlaxcala.
18
Cartucho de Nellie Campobello: una aproximación desde la teoría autoficcional

L a obra de Nellie Campobello ha sido ana-


lizada más profusamente desde me-
diados del siglo xx, sobre todo desde que
Cartucho se ubica en esa frontera siem-
pre problemática entre la realidad y la
ficción, o mejor, entre la ficción y la reali-
la crítica literaria feminista se fijó como ob- dad. Y como sucede con frecuencia en
jetivo rescatar y leer la literatura escrita estos relatos conflictivos, la dificultad,
por mujeres y estudiar un canon otro, di- para nosotros lectores, de aprehender el
ferente al establecido por la literatura ofi- mundo que nos propone la niña y de
cial dominada por los hombres. “compenetrarnos” con él, proviene de las
De esta forma, los estudios acerca de peculiaridades de esa voz narradora y
Cartucho. Relatos de la lucha en el norte del modo particular en que rescata para
de México (1931) han sido abordados desde la escritura las experiencias vividas, el
diversos ángulos y perspectivas como la modo en que aprehende y formaliza figu-
teoría de la recepción, la voz narradora o rativa o imaginariamente sus relaciones
la historia ficcionalizada, entre tantos otros con la realidad de la lucha revolucionaria.3
acercamientos. Laura Cázares señala en su
artículo “Eros y Tanatos: infancia y Revo- Como observamos, esta mezcla de reali-
lución en Nellie Campobello”: “El excesi- dad y ficción ha hecho que Cartucho se
vo fragmentarismo que caracteriza a sus analice desde la literatura empleando sus
obras, su expresión directa, compacta, la instrumentos teóricos. O bien, desde la
elección de la pincelada clave para llegar vertiente factual, por lo que se analiza
a la esencia de los personajes, han des- con las aportaciones teóricas de Phillipe
concertado a los críticos que se refieren Lejeune o Paul de Man. Por tanto, en este
a ella. ¿Dónde colocarla, en el ámbito del estudio proponemos un análisis desde la
cuento o de la novela?”1 En efecto, la es- teoría autoficcional, aunque dada la com-
tructura de los cincuenta y cinco relatos plejidad de Cartucho también retomare-
que conforman Cartucho no obedecen mos las nociones de autobiografía His-
al cuento ni a la novela, por lo que la ubi- panoamericana y testimonio, de Sylvia
can fuera del canon de la literatura de la Molloy y Doris Sommer.
Revolución Mexicana. Asimismo, esta in-
determinación genérica se encuentra en
el plano referencial, ya que oscila entre Una breve revisión de los estudios
la realidad histórica, la autobiografía, el acerca de Cartucho
testimonio y la ficción.2 Dice Begoña Pu-
lido Hernández: Como indicábamos en párrafos anteriores,
la crítica literaria ha resuelto el problema
1
de la hibridez genérica de Cartucho, ya sea
Laura Cázares, “Eros y Tanatos: infancia y Revo-
lución en Nellie Campobello”, p. 39. con los instrumentos teórico literarios,
2
En este mismo sentido Bladimir Reyes Córdova o bien, con los autobiográficos. Veamos
señala: “[…] se dice que Nellie Campobello rom-
pe con las formas de novelar precedentes, y pro-
duce confusión en cuanto al género que pertenece
y por lo mismo fue adjetivada de impresionista,
ingenua y descalificada su narrativa”. “Nellie Cam- 3
Begoña Pulido Hernández, “Cartucho de Nellie
pobello: una aproximación al discurso literario en Campobello: la recepción dislocada de la Revolu-
Cartucho”, p. 211. ción Mexicana”, p. 55.
19
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza

algunos ejemplos antes de adentrarnos al ras de entender el pasado en Cartucho de


estudio de esta obra. Nellie Campobello”, afirma:
Bladimir Reyes Córdoba realiza un
análisis de Cartucho desde la teoría de la La autobiografía es un discurso híbrido
enunciación y encuentra que tanto el dis- en la que se intercala la historia personal
curso histórico como el literario, “com- con la social y cuya trama se entreteje
parten dos niveles autónomos: el relato desde el punto de vista del autor. El mun-
o lo narrado y el discurso o la manera de do reconstruido tendrá la forma que el
narrar”, 4 por lo que indica: artista desee, y será contado a partir de
su punto de vista. Este tipo de narración
Nellie Campobello por medio de sus re- transmite una realidad personal o social
cuerdos, nos trae vivencias infantiles, pa- que marca la existencia del autor/a con
ra relatarnos narrativamente lo que vio y gran intensidad, así como ocurrió con Ne-
vivió en la Revolución Mexicana en el nor- llie Campobello.7
te de México, pero además de contarnos
su experiencia vital presenta un discur- Si bien notamos en esta definición la in-
so de la Revolución Mexicana en donde fluencia de Sylvia Molloy que señala la
personajes y eventos ficticios conviven naturaleza híbrida de la autobiografía,
con aquellos del discurso histórico.5 así como su tensión entre lo personal
y social,8 en el artículo no se indica su
De esta manera, Reyes Córdoba resuelve fuente ni la importancia que encierra para
analizar la obra por la vía ficcional, pues la autobiografía hispanoamericana este
señala: concepto.
Asimismo, en el trabajo “Entre el tes-
Hay que leer a Nellie Campobello sin los timonio y la autobiografía, Cartucho y la
prejuicios de narrativa feminista, tes- construcción de una memoria poética/
timonial, crónica, etcétera, y descubrire- política”, Betina Keizman señala que en
mos una excelente escritora. Pues encon- Cartucho, “Campobello oscila entre los
traremos que utilizó de manera magistral ejes irreconciliables de la autobiografía y
los mecanismos de mimetización oca- del testimonio, ambas al servicio de la re-
sional con la perspectiva infantil, así mis- escritura, de la invención y de la trans-
mo nos entrega los hechos que recuerda misión de una memoria. Lo hace sobre el
de manera insólita, nueva y original.6 puente colgante de un ejército de recur-
sos propios de la ficción”.9
En contraste y desde la perspectiva auto-
biográfica, Sara Rivera López, en su artícu-
lo “Literatura y autobiografía, dos mane-
7
Sara Rivera López, “Literatura y autobriografía, dos
maneras de entender el pasado en Cartucho de
Nellie Campobello”, p. 51.
4
Bladimir Reyes Córdoba, “Nellie Campobello: una 8
Vid. Sylvia Molloy, Acto de presencia. La escritura
aproximación al discurso literario en Cartucho”, autobriográfica en Hispanoamérica, pp.12-14.
p. 210. 9
Betina Keizman, “Entre el testimonio y la autobio-
5
Ibid. grafía, Cartucho y la construcción de una memoria
6
Ibid., p. 213. poética/política”, p. 40.
20
Cartucho de Nellie Campobello: una aproximación desde la teoría autoficcional

Como advertimos, la investigadora —Pues verás Nellie, cómo por causa del
también indica en su estudio el hibridis- General Villa me convertí en panadero.”11
mo de Cartucho, pero además señala la Otro aspecto importante de las auto-
combinación de autobiografía y testimo- ficciones y que se encuentra en el texto
nio, aspecto que le parece irreconciliable, que nos ocupa es su imprecisión genérica,
aunque en realidad no lo sean tanto, co- pues aunque en la portada dice Cartucho.
mo veremos más adelante. Relatos de la lucha en el norte de México,
Ante el evidente problema del doble como hemos podido ver anteriormente, ha
hibridismo en Cartucho, abordaremos a ocasionado que los lectores y críticos lean
continuación su análisis a la luz de la teo- la obra, ya sea como literaria o como auto-
ría autoficcional, teoría que precisamente biográfica, ocasionando una lectura ambi-
encuentra su nombre en la unión de dos güa. Es decir, debido a que las autoficcio-
discursos antitéticos como el referencial nes se encuentran en el cruce de los dos
–al que pertenecen la autobiografía, la pactos, el de la referencialidad y el de la
memoria, el testimonio y el retrato– y ficción, surge un pacto indeterminado y
el ficcional, en el que encontramos la no- confuso, el cual propone Alberca como un
vela y el cuento. “pacto dual, híbrido, difícilmente deslin-
dable pues bebe de las fuentes ficcional
y confesional a un tiempo”,12 al cual llama
La autoficción pacto ambiguo. Como resultado del cho-
que de pactos antitéticos se desencadena
Manuel Alberca, crítico español estudioso la perplejidad y confusión del lector al no
de la autoficción, señala que: saber en principio a qué pacto de los dos
debe atender. Esta ambigüedad es una
La autoficción es, en primera instancia, característica de las autoficciones, ya que
un dispositivo muy simple: un relato en es el lector quien decide resolver cómo
el que el narrador y [el] protagonista leer el texto, si en clave autobiográfica
comparten la misma identidad nominal o ficticia.
y cuyo título genérico indica que se trata Un elemento más que nos permite
de una novela.10 detectar la factura autoficcional de Cartu-
cho es la narración que corre a cargo de
En efecto, en Cartucho la coincidencia en- una mujer, quien recuerda su infancia a
tre la autora que firma el relato en la por- la edad de siete años cuando presenció la
tada, como la narradora y la protagonista lucha armada en el norte de México. Sin
supuestamente niña, comparten el mismo embargo, la niña Nellie hace comentarios
nombre, Nellie: “Allá en la calle Segunda,
Severo me relata entre risas, su tragedia:
11
Las citas que realizaré a partir de este momento
son tomadas de la edición Cartucho. Relatos de la
lucha en el norte de México, incluida en su Obra reu-
nida. Nellie Campobello, Obra reunida, pp. 95- 193.
12
Cit. Por Francisco Puertas Moya, La escritura auto-
biográfica en el siglo xix: el ciclo novelístico de Pío
10
Manuel Alberca, El pacto ambiguo. De la autobio- Cid considerado como la autoficción de Ángel Ga-
grafía a la autoficción, p. 3. vinet, p. 13.
21
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza

y juicios que no son propios de una ni- escritora tenía aproximadamente 19 años,
ña pequeña: como en el relato “La muerte de Felipe
Ángeles”, en el que dice:
Cartucho no dijo su nombre. No sabía
coser ni pegar botones. Un día llevaron Eran tres prisioneros: Trillito, de unos
sus camisas para la casa. Cartucho fue catorce años, Arce, ya un hombre, y Án-
a dar las gracias. ´El dinero hace a veces geles. Nos fuimos corriendo mi herma-
que la gente no sepa reír´, dije yo jugando nito y yo hasta el Teatro de los Héroes; no
debajo de una mesa. (Cartucho, p. 93) supimos ni cómo llegamos hasta junto
el escenario”. (Cartucho, p. 123)
Como advertimos, este artificio de fingir la
perspectiva infantil de la narradora no se Este hecho, como sabemos, ocurrió en
logra del todo, posiblemente porque en la 1919 en el Teatro de los Héroes de Parral
realidad extratextual la escritora, quien Chihuahua, donde Nellie Campobello tra-
nació el 9 de noviembre de 1900, conta- bajaba en la taquilla y seguramente pre-
ba con catorce o quince años cuando ocu- senció el suceso o al menos escuchó de
rrió la ocupación villista en Chihuahua13 y él,15 por lo que lo incorpora en Cartucho.
la posterior persecución que vivieron és- Lo mismo ocurre con el relato “La muleta
tos a cargo del ejército carrancista que, de Pablo López” (Cartucho, p. 123), donde
según la historia oficial, aconteció entre hace alusión a la invasión a Columbus que
1915 y 1916.14 realizó el ejército villista en 1917.
Asimismo, algunos episodios que na- En cuanto a los personajes de Cartu-
rra la niña testigo de los hechos ocurrie- cho, que además de ser los hombres del
ron en la realidad extratextual, cuando la norte de México, de los cuales muchos de
ellos fueron habitantes de la calle Segun-
da del Rayo o bien de los alrededores de
13
Francisco Villa tomó la ciudad de Ojinaga, Chihua- Chihuahua, tenemos a Mamá –un perso-
hua, el 10 de enero de 1914 y con ello todo el es-
tado quedó bajo su control. De 1914 a 1915, “Chi- naje importante en los relatos, ya que
huahua estuvo ocupada por los villistas, quienes a través de ella la niña conoce detalles
de inmediato tomaron el control de los ferroca- de la lucha armada–, que pertenece a la
rriles, fábricas, almacenes, teatros, residencias,
automóviles y las grandes haciendas y algunas mi- autobiografía de la autora. Además de
nas de oro y plata ubicadas en distintas regiones Mamá están presentes otros familiares,
del estado”. Jesús Vargas Valdez y Flor García como su hermana menor Gloriecita, su
Rufino, Nellie Campobello. Mujer de manos rojas,
p. 97. primo El Peed, y sus hermanos, El Siete
14
Tras las consecutivas derrotas de la División del y El Mudo, que incorpora en los relatos
Norte, todo el territorio nacional quedó bajo el “Las tristezas de El Peed”, “El Mudo”, “El
control del carrancismo, menos Chihuahua y Du-
rango, donde las fuerzas del gobierno no lograban sueño de El Siete”, “Los tres meses de Glo-
controlar la situación, por lo que en las ciudades riecita” y “Mi hermano y su baraja”.
y en muchos pueblos, los habitantes sufrieron las
consecuencias de haberse definido como villistas.
Entre 1915 y 1916 tanto Rafaela y sus hijos, ma-
dre y hermanos de Nellie Campobello, quedaron
expuestos ante los enemigos de Villa. Este he-
cho lo refiere Campobello en el relato “El General
Rueda”. Vid. ibid., p. 113. 15
Cf. ibid., p. 129.
22
Cartucho de Nellie Campobello: una aproximación desde la teoría autoficcional

Por todo esto podemos señalar que que como niña cuenta la verdad acerca de
Cartucho es una autoficción16 pura en la la participación en la lucha armada de los
que, de acuerdo con Manuel Alberca: supuestos bandoleros, esto es, Villa y la
División del Norte, desprestigiados por
La equidistancia con respecto a ambos la historia oficial al servicio de compromi-
pactos y por forzar al máximo el fingi- sos diplomáticos, sobre todo con Estados
miento de los géneros, su hibridación y Unidos. Esto ha desconcertado a los lec-
mezcla. No son novelas ni autobiografías, tores impidiéndoles detectar en dónde
o son las dos cosas a la vez.17 termina lo biográfico o lo testimonial y en
dónde lo ficticio.
De tal suerte que el lector no puede de-
tectar donde termina lo biográfico y don-
de lo ficticio. La autobiografía
En efecto, Cartucho está conforma- hispanomericana y el testimonio
do por relatos que intentan parecerse al
cuento y, como parte de su hibridismo, Como ya hemos indicado, Cartucho no po-
también contiene canciones que bien lo see la estructura canónica de la novela
pueden acercar al corrido proveniente de o el cuento, de ahí que la crítica literaria
las voces populares que se entretejen en la considere que son estampas, cuadros,
narración. Si bien Cartucho presenta da- murales, fotografías de cartera o relatos
tos históricos comprobables como el fusi- (por ser este el término más general en
lamiento de Pedro López, la invasión a cuanto al acto de narrar).
Columbus o el juicio de Felipe Ángeles, no Sin embargo, por el lado de la auto-
sabemos hasta qué punto la autora fabula biografía18 y el testimonio muchos de los
sus recuerdos, sobre todo los empeñados elementos que han cuestionado a la obra
en vindicar la imagen del general Fran- como literaria encuentran su explicación
cisco Villa. Por eso, Nellie Campobello elije en estos terrenos, aunque debemos ad-
en la narración de sus relatos, la primera vertir que Cartucho tampoco presenta las
persona, una niña testigo de los hechos, características estructurales de la auto-
biografía canónica, esto es, la europea,
16
Manuel Alberca emplea el término novelas del yo porque no hace hincapié en un yo indi-
a lo que antes se les llamaba de manera general vidual o insiste en una singularidad, ni la
autoficciones y establece tres clases: autoficciones
biográficas muy cercanas a las novelas autobio-
gráficas, las autoficciones fantásticas en las que el Manuel Alberca señala que “para describir el es-
18

autor es el héroe, pero transfigura su existencia tatuto de la autoficción y del resto de las formas
y su identidad en una historia irreal, indiferente novelescas vecinas, es necesario relacionarlo en
a la verosimilitud biográfica (op. cit., p. 190). Por sus coincidencias y divergencias con los pactos
último, las autoficciones puras, las cuales se carac- narrativos más importantes [el literario y el auto-
terizan por su “equidistancia con respecto a am- biográfico]. Entre ambos y en su zona intermedia,
bos pactos y por forzar al máximo el fingimiento entre los confines de uno y otro, se abre un te-
de los géneros, su hibridación y mezcla. No son rritorio cada vez más extenso y variado, un amplio
novelas ni autobiografías, o son las dos cosas a la laboratorio de experimentación literaria” (Ibid.,
vez. De tal suerte que el lector no puede detectar p. 65). Por lo tanto, si entendemos al extremo de
donde termina lo biográfico y donde lo ficticio” uno de estos polos, es decir, al autobiográfico y
Ibid., p. 194. su variante el testimonio, podemos comprender
17
Ibid., p. 194. muchos elementos presentes en Cartucho.
23
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza

niña es la heroína de la historia y mucho autobiográfica o bien menospreciando a


menos podemos detectar introspección ésta, al considerársele anecdotario.23 Mo-
en la narradora personaje, como lo acusa lloy señala que el lector, al negar al texto
la autobiografía de Occidente.19 Nos en- autobiográfico la recepción que merece,
frentamos, más bien, a una narradora sólo refleja, de modo general, una “incer-
testigo que consigna los hechos de otros tidumbre que ya está en el texto, unas
en la lucha armada de México iniciada en veces oculta y otras evidente”.24 Esta In-
1910. Por lo tanto, debemos revisar los certidumbre se refiere al no saber si el
parámetros acerca de la autobiografía y texto pertenece o no a la literatura. En
el testimonio. consecuencia, el desdén o incomprensión
Para Georges Gurdorf, la autobiogra- de los autobiografías en nuestro conti-
fía es un género preponderantemente nente ha ocasionado que no estén limi-
europeo que muestra la preocupación par- tados por una:
ticular del hombre occidental, que ha lle-
vado consigo en su conquista paulatina [...] clasificación estricta, una validación
del mundo y que él ha comunicado a los ortodoxa ni una crítica repleta de clichés,
hombres de otras civilizaciones.20 por lo tanto son libres de manifestar sus
En efecto, Sylvia Molloy en su libro ambigüedades, sus contradicciones y la
Acto de presencia. La escritura autobio- naturaleza híbrida de su estructura.25
gráfica en Hispanoamérica señala que las
autobiografías de nuestro continente guar- En efecto, ésta es una característica de las
dan una distancia con respecto al canon autobiografías de nuestro continente, su
europeo, ya que la nacionalidad y la con- trasvase con el testimonio, como veremos
dición del autobiógrafo hispanoamerica- más adelante.
no permean su obra, porque su condición En su libro, Molloy arriesga algunos
marginal como mujer o esclavo, lo con- rasgos de las autobiografías hispanoame-
figuran así.21 ricanas que detectamos en Cartucho. La
Molloy señala también que siempre primera de ellas es la toma de conciencia
ha habido autobiografías en Hispanoamé- del sujeto y de su cultura que resulta de
rica, aunque no han sido leídas autobio- una crisis ideológica, la cual se incorpora
gráficamente, sino que se les contextua- al texto mismo como una autofiguración.
liza dentro de los discursos hegemónicos Al respecto, es importante señalar que
de cada época, “se les declara historia o
ficción y rara vez se les adjudica un espa-
cio propio […]”.22 Como hemos visto en pá- 23
Juan Bautista Aguilar señala: “Algunos críticos han
rrafos anteriores, de esta manera ha sido desdeñado su narración mínima y otros lo ven
como anecdotario de narración revolucionaria,
leído Cartucho, privándolo de la lectura sin considerar que la atomización sin principio ni
final que se encuentra tanto en los relatos como
en el orden de los escritos es el todo de esa otra
19
Vid. Doris Sommer, “Más que una historia perso- cosmovisión, ese aparente desorden, sin estruc-
nal: los testimonios de mujeres y el sujeto plural”, tura piramidal y lineal, es precisamente su gran
p. 297. acierto”. Bautista, en Campobello, op. cit., pp. 19
20
Cit. por Doris Sommer, ibid., p. 300. y 20.
21
Op. cit., p. 17. 24
Silvia Molloy, op. cit., p. 12.
22
Ibid. 25
Ibid.
24
Cartucho de Nellie Campobello: una aproximación desde la teoría autoficcional

Cartucho fue publicado en 1931, cuando verdad o, mejor dicho, su verdad o pers-
Campobello contaba con 31 años. Los re- pectiva acerca de la Revolución Mexicana,
latos fueron escritos poco a poco en la li- y también para la posteridad, es decir, la
breta verde de Nellie, como ella misma Historia. Señala Molloy que los escritores
relata en Mis libros (1937), pero no olvide- hispanoamericanos buscan legitimarse de
mos que el objetivo de Campobello era: esta manera, pues carecen de un respal-
do social, ya que provienen del pueblo.
Vengar una injuria. Las novelas que para Tal es el caso de Nellie Campobello, quien
entonces se escribían, y que narraban he- era autodidacta y oriunda de Villa Ocam-
chos guerreros, están repletos de menti- po, Durango, lugar que era conocido por
ras contra los hombres de la Revolución, su filiación villista.
principalmente contra Francisco Villa. Es- En este mismo orden de ideas, Fernan-
cribí en este libro lo que me consta del vi- do Tola, en el prólogo de Cartucho editado
llismo, no lo que me han contado.26 por Factoría Ediciones en el 2003, señala:

Por tanto, en Cartucho, Nellie Campobello Nellie Campobello siempre se preció de


desmiente: que todas las estampas de su libro eran
históricas, también de que el demoledor
[...] las calumnias que se tejieron en con- paso de los años había desvirtuado –e
tra de Villa y sus Dorados, ya que en Mé- incluso robado–, el valor, la humanidad
xico, se rehúye hacerles justicia, porque y los méritos de los Hombres del Norte y
eso les caería mal a los norteamericanos, más en particular de los villistas y en
y en México eso nunca se hace.27 especial de su admirado Pancho Villa.
Ella escribió para reivindicar, para reali-
Por tanto, la escritora y bailarina se indig- zar justicia histórica. Lo hizo desde la
na al ver los ideales de la Revolución Me- literatura […].28
xicana traicionados e instaurados en el
poder otros, a los que considera traidores, Sylvia Molloy señala que en los escritos de
esto es, los obregonistas y callistas, due- los autobiógrafos y autobiográfas hispa-
ños del Estado Mexicano, y quienes se noamericanos se advierte el constante
sometían al gobierno de Estados Unidos afán por conquistar el aprecio de sus lec-
y se repartían el país. Si esto no es una tores.29 Como sabemos, la primera edi-
crisis ideológica, no sabemos qué lo sea ción de Cartucho, en 1931, no fue bien reci-
entonces. bida, la misma escritora lo señala en Mis
Asimismo, Molloy señala que otro libros, por lo que la segunda y tercera edi-
rasgo es ¿para quién se escribe? El auto- ción, en 1940 y 1954, fueron modificadas,
biógrafo se pregunta si es para la verdad, sobre todo suprimidos los relatos que
para la historia o para la posteridad. En trataban sobre Villa, lo que demuestra
el caso de Cartucho, Nellie escribe para la que Campobello buscaba que sus relatos
fueran mejor recibidos por el público, por
26
Emmanuel Carballo, Protagonistas de la literatura
mexicana, p. 385. 28
Fernando Tola, “Prólogo” a Cartucho, p. x.
27
Ibid., p. 387. 29
Op. cit., p. 14.
25
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza

lo que decidió suprimir el protagonismo tación, dentro de la cual el yo pone en


que tenía Villa en la primera edición. escena su presencia y logra efímera uni-
Asimismo, en las autobiografías his- dad30, como ocurre en el relato “La trage-
panoamericanas, de acuerdo con Molloy, dia de Martín López”:
está presente la vacilación entre persona
pública y yo privado, entre honor y vani- Paloma Real de Durango, párate allí en el
dad, entre sujeto y patria, como podemos Fortín. Les dices a los carranzas que aquí
encontrar en Cartucho: se queda Martín.
Martin López les decía, ni miedo les
Yo vi cuando un oficial alto de ojos azu- tengo yo, y jugando a los balazos, ningu-
les, subió al carro y dijo: aquí está el her- no se le escapó.
mano del general –quien sabe cómo lo Martín López les decía: cuando
nombró–, aquí entre éstos, y les dio pa- atacamos Columbus quemamos todas las
tadas a los que estaban en la entrada. casas y nos vamos a otros rumbos.
Otros nomás les daban aventones […]. En la hacienda La Labor, una bala lo
Ellos decían que aquellos hombres eran alcanzó. Dos días luego pasaron y luego
unos bandidos, nosotros sabíamos que se nos murió. (Cartucho, p. 159)
eran hombres del Norte, valientes, que no
podían moverse porque sus heridas no los En este fragmento estructurado en es-
dejaban. Yo sentía un orgullo muy dentro trofas, en cuyos versos hay rima y repeti-
porque mamá había salvado a esos hom- ciones que producen musicalidad, también
bres. Cuando los veía tomar agua que yo está presente el registro de los hechos
les llevaba, me sentía feliz de poder ser históricos.
útil en algo. (Cartucho, p. 137) Otro de los elementos que señala
Molloy como rasgo de la autobiografía
Como advertimos, el yo que alude a la es la memoria, es decir, la articulación de
escritora, y lo que ven ella y los demás, es los sucesos almacenados y reproducidos
el maltrato de los carrancistas hacia los vi- mediante el recuerdo y su verbalización.
llistas. Este ejército estaba integrado por Como consecuencia de este acto de re-
los hombres del Norte de México, muchos cordar, el texto autobiográfico es frag-
de ellos oriundos de Villa Ocampo y de la mentario, factor que para los estudiosos
calle Segunda del Rayo, es decir, paisanos de la literatura era un problema más de
y vecinos de Campobello, a los cuales sal- Cartucho, que evidenciaba la falta de oficio
vó la madre de ésta y de los que se siente de la escritora. No obstante, en la auto-
orgullosa por valientes. La oscilación que biografía es común la fragmentación,31
menciona Molloy es evidente.
En las autobiografías hispanoame- Vid. Molloy, op. cit., p. 14.
30

ricanas también se observa la tensión en- No obstante al cuestionamiento que la crítica


31

tre evocación lírica y registro de los he- literaria hace a la fragmentación de Cartucho, de-
bemos acotar que también en la literatura escrita
chos. La preocupación nacional reverbera por mujeres un rasgo característico es la frag-
en el texto como escena de “crisis” y se mentación. Véase Carmen María Matías López y
aprecia esa preocupación nacional como Philippe Campillo, “¿Puede hablarse realmente
de escritura femenina?”, Espéculo, núm. 42. Asi-
una ansiedad de orígenes y de represen- mismo, en la autobiografía de Occidente escrita
26
Cartucho de Nellie Campobello: una aproximación desde la teoría autoficcional

ya que la memoria recupera de manera que podría llamarse un linaje mnemo-


desordenada los recuerdos. Así podemos técnico, como señala Molloy:
notar que los relatos de Cartucho no obe-
decen a un orden cronológico, sino a chis- Si por una parte esa combinación de lo
pazos de la memoria. De ahí que dieran la personal y lo comunitario restringe el
impresión de estar desarticulados y pa- análisis del yo […], por otra parte tiene la
recieran estampas o fotos. ventaja de captar la tensión entre el yo y
Debido al esfuerzo de la memoria por el otro, de fomentar la reflexión sobre el
recuperar los recuerdos, el autobiógra- lugar fluctuante del sujeto dentro de su
fo recuerda los sitios elegidos por los ritos comunidad, de permitir que otras voces,
de la comunidad, como casonas seño- además de la del yo, se oigan en el texto.33
riales, provincias soñolientas o ciudades
cambiadas o destruidas.32 En Cartucho de- Como ocurre en la mayoría de los relatos
tectamos que el espacio en el que se desa- que inician o presentan un “Le contaron a
rrolla es variante, ya que la mayoría ocurre Mamá”, “Pepita Chacón, entre risas ama-
en la casa o en sus alrededores de la niña bles, recordó que en su casa…”, “Mi tío
narradora testigo. Esta casa se encuentra abuelo lo conoció muy bien”, “El Peet di-
en la legendaria calle Segunda del Rayo: jo que…”, “Le contaron a Mamá que…”, o
“En la Segunda del Rayo lo querían mucho bien, “Todos comentaron aquel fusila-
[Antonio Silva] y cada vez que estaba de miento…”, “Traían a Felipe Ángeles con
ronda le preparaban café”. (Cartucho, p. otros prisioneros. No los matan, decía la
100) O bien, el siguiente ejemplo: gente”, lo que nos permite advertir que
la narradora es portavoz de lo que le cuen-
Hubo un combate de tres días en Parral. tan los hombres que estuvieron en el cam-
Se combatía mucho. ´Hubo un muerto po de batalla, sus parientes, amigos, la
–dijeron–, el único que hubo en el cerro colectividad, pero, sobre todo, su mamá.
de La Iguana´. En una camilla de ramas de Este aspecto es importante, toda vez
álamo paso frente a mi casa […] (Cartu- que Molloy señala que los autobiógrafos
cho, p. 101). hispanoamericanos incursionan en el pa-
sado a través de reminiscencias familiares,
También hay otros espacios como la ter- sobre todo maternas.34 En efecto, Cam-
minal del tren o las calles destruidas de pobello relata lo que ocurrió en su calle
Guanajuato o Parral, Chihuahua. Todos y alrededores por las narraciones de su
ellos son espacios públicos donde se lle- madre: “Ella no lo olvidaba. Aquellos hom-
varon a cabo los combates. bres habían sido sus paisanos”. (Cartucho,
Asimismo, en Cartucho se subraya p. 119) O bien cuando dice: “Fue allí en el
la memoria colectiva y la confianza en lo cuartel de Jesús, en la primera calle del
Rayo. Lo vio mi tío. Él se lo contó a mamá
y lo cuenta cada vez que quiere”. (Cartu-
por mujeres, la fragmentación nuevamente es cho, p. 147)
un rasgo de sus escritos. Véase Eliane Lecarmé-
Tabone, “Siglo xx. ¿Existe una autobiografía de
mujeres?”, Morphé, núm. 25/26, pp. 199-203. 33
Ibid.
32
Vid. Silvia Molloy, op. cit., p. 20. 34
Vid. ibid.
27
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza

Por último, el sujeto autobiográfico américa junto con el testimonio, compar-


carece de espacio institucional, por lo que tiendo con la primera algunos aspectos,
para darse textura recurre a tácticas de pero cobrando características propias. Por
autovalidación que incluían pretensiones ejemplo, el yo de la autobiografía occi-
de historicidad, utilidad pública, o a los dental escrita por mujeres tiene un matiz
vínculos de grupo, al testimonio, en resu- individual que insiste en la singularidad:
men, pretensiones que abrían el yo a una “Cuando las mujeres la escriben tienden a
comunidad.35 Por eso, un rasgo caracterís- distinguirse de las demás y proclaman yo
tico de la autobiografía es “una postura soy mi propia heroína.”39 Por otro lado, en
marcadamente testimonial. Los autobió- el testimonio, la autora establece su iden-
grafos siguen validándose como testigos. tidad individual por una extensión de la co-
El autobiógrafo da testimonio de lo que ya lectividad: “Lo singular representa lo plural
no existe”.36 En Cartucho, Nellie Campobe- no porque reemplace o subsuma al grupo,
llo se autovalida al considerar su escrito sino porque la hablante es una parte dis-
como testimonio de la lucha armada en el tinguible del todo.”40
norte de México, da fe de que así ocurrie- En efecto, Nellie Campobello estable-
ron los hechos que ya desaparecieron. ce su identidad como mujer norteña por la
Ahora bien, Doris Sommer, investiga- colectividad de la gente, de sus vecinos de
dora de la autobiografía y el testimonio la calle Segunda del Rayo, hombres que
en Hispanoamérica, coincide con Sylvia dieron su vida por la lucha revolucionaria,
Molloy al considerar que la autobiografía por eso le interesa anotar sus nombres y lu-
de nuestro continente se distingue por el gar de origen, describirlos físicamente, así
sujeto colectivo que testifica. De esta ma- como algunos de sus ideales. La mayoría
nera, “el testimonio es una traducción de de los hombres del norte descritos en Car-
una actitud autobiográfica hegemónica tucho son altos, rubios de ojos verdes, ca-
a un lenguaje colonizado que no equipara nela o azules, de piel color de trigo y son
la identidad con el individualismo”.37 oriundos de los pueblos aledaños a Parral,
Así, para Sommer,38 la autobiografía Chihuahua, ya sea Guerrero, San Pablo de
occidental canónica discurre en Hispano- Balleza, Santiago de Pasquiaro (Durango),
San Antonio del Tule, Pilar de Conchos,
Cerro Gordo (Durango), Villa Ocampo
35
Ibid., pp. 14-21. (Durango), entre otros. Todos hombres jó-
36
Ibid., p. 20. venes y valientes, en los que la autora
37
Doris Sommer, op. cit., p. 301.
38
Por lo tanto, para Sommer la autobiografía en His- también se autoconfigura como mujer de
panoamérica toma otras características que están piel y ojos claros; mujer fuerte, valiente y
relacionadas con la cultura, el estatus social y el solidaria con la gente de su comunidad,
género. No es lo mismo escribir como parte de
una cultura colonizadora que se asume superior cuyos hombres murieron como héroes
a la población colonizada, que ser colonizado o anónimos y que ella se permite nombrar,
esclavo. O tampoco si se pertenece a una clase a manera de pase de lista, para rendir-
social privilegiada o se es del pueblo, o si se es
hombre o mujer. De ahí que la autora considere les homenaje:
que el testimonio es un género más apropiado
para los escritos personales en nuestro continente
y que éstos surgen con mayor auge en los años 39
Ibid.
sesenta del siglo xx. Ibid., p. 296. 40
Ibid., p. 297.
28
Cartucho de Nellie Campobello: una aproximación desde la teoría autoficcional

Lo mataron aquí en Parral, allá por el Ella sufrió mucho presenciando estos
mesón del Águila. El Taralatas ¿cómo se horrores. Sus gentes queridas fueron
llamaba? Lo ignoraron los recuerdos, Ta- cayendo, ellas las vio y las lloró. […]. Po-
ralatas le decían y así murió. brecito de Santos Ortiz, exclamaba ma-
Mataron al Perico Rojas, a Gómez, al má con lágrimas en los ojos. […]. Otras
Chato Estrada, y así pasaban las noticias veces cuando ella estaba contando algo,
de boca en boca […]. Muchas señoritas se de repente se callaba, no podía seguir.
quedaron solteronas porque ellos se mo- Narrar el fin de todas sus gentes era todo
rían gritando en los combates. Ernesto lo que le quedaba. Yo la oía sin mover los
Curiel, José Díaz, El Pagaré, Rafael Galán, ojos ni las manos. (Cartucho, p. 121)
El Taralatas, El Kirili, Perico Rojas, Chon
Villescas y tantos más… (Cartucho, p. 153) Otras características del testimonio que
menciona Doris Sommer son el hecho de
Asimismo, en el testimonio la autora cons- que los escritores hispanoamericanos no
truye personajes ideales, los cuales, se sienten como un intelectual reconoci-
do, toda vez que provienen de las clases
[...] son ideales porque representan valo- populares. En efecto, Nellie Campobello,
res de la comunidad. Y lo que es más sig- como ya indicamos, era del pueblo y auto-
nificativo, estos modelos son retocados, didacta, ya que nunca pisó una escuela,
desestabilizados […]. De modo signifi- lo que ocasionó, según sus biógrafos:
cativo, el modelo provisional de la na-
rradora es el padre, guía y guardián del […] la actitud defensiva que adoptaba
código comunal. 41 cuando tenía que tratar con otros ar-
tistas, especialmente con otros intelec-
Sin embargo, en Cartucho, el modelo tuales. […]. Era una forma de protegerse
idealizado que construye Nellie Campo- ante la posibilidad de que se pusiera en
bello es su mamá, quien representa los evidencia algún hueco, alguna deficien-
valores de la comunidad de Villa Ocampo cia en su formación autodidacta e intuiti-
y de la calle Segunda del Rayo, como lo va. [….]. Considerando que provenía de
son el valor, la compasión, la fortaleza, una comunidad rural del Norte, sin ha-
la solidaridad y la lealtad, pues aunque ber pasado nunca por la escuela, deben
su mamá se vio en peligro por curar a los reconocérsele éstos como el mayor mé-
heridos, sin importar su filiación militar, rito de su biografía. Ella con su empiris-
lo continuo haciendo; tampoco dejó de mo, con su intuición, con la fuerza que le
proteger a su sobrino El Peed ni a su hijo daba el orgullo de su tierra y de su gente
El Siete, a quien buscó entre los heridos en enfrentó, sin proponérselo, prejuicios y
Guanajuato; ayudó a sus vecinas a que los mitos de una sociedad en transición. 42
revolucionarios no robaran a una joven de
catorce años y llevó libros a sus paisanos Otro elemento del testimonio es el senti-
que estaban sentenciados a muerte: do de responsabilidad social. El escritor se

42
Jesús Vargas Valdez y Flor García Rufino, op. cit.,
41
Ibid., p. 119. pp. 20 y 21.
29
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza

siente comprometido a reescribir la his- nacional”– 44 así como por la persecución


toria desde la perspectiva del “pueblo”, de Francisco Villa acusándolo de bando-
por lo que el testimonio es un acto de lero, siente el compromiso de reescribir la
resistencia contra la institucionalización. historia desde su perspectiva, la de una
Nellie Campobello dice en Mis libros: mujer del pueblo, que se oponía totalmen-
te a la versión oficialista, lo que ocasio-
Escribía a solas sin consultar ni pedir con- nó que Cartucho no fuera bien recibido
sejo; no podía hacerlo y si tal hubiera cuando se publicó, en 1931. Refiere la mis-
sucedido sé que me habrían rechazado ma Campobello en el prólogo a Mis libros:
tan infantil idea. No obstante que cono- “Me negaron el saludo gentes que se ha-
cí gente de gran talento y pude haberles bían dicho amigas, pues no querían nada
pedido que me orientaran, no me atreví. con la defensora, según ellos y sus men-
Comprendía que el material con el cual tiras, de bandidos”. 45 Por eso, Cartucho se
yo contaba no era del agrado de esos instala como un discurso de resistencia y
grandes talentos […] me refiero a perso- en contra de la historia oficial manipula-
nas que habían estudiado en Europa y en da, actitud que también asumió Martín
las escuelas de la dictadura y también a Luis Guzmán.
personas educadas en las escuelas del Refiere Doris Sommer que en los testi-
gobierno impuesto con apoyo de los Es- monios femeninos, el hombre “superior”
tados Unidos. Me refiero a aquel señor puede ser inicialmente el objeto del deseo
que diciéndose maderista y vengador del y fuente de aprobación de la narradora,
mártir Francisco I. Madero fue un traidor pero ella acaba superando esa dependen-
de sus doctrinas; el que aprovechó las cia con respecto al hombre. 46
múltiples y brillantes batallas de Francis- En Cartucho detectamos que la ima-
co Villa, al cual también traicionó, aquel gen de Francisco Vila es enaltecida, pues
señor cuyas huestes asesinaron tanta intenta borrar la imagen del bandolero
gente de nuestras familias y robaron aún con la cual lo calumnia el gobierno en el
a los más pobres […]. De modo que yo poder. Así, Nellie Campobello lo presenta
tenía razón al no querer consultar o pedir en sus relatos como un hombre de tem-
permiso para escribir acerca de aquellos a peramento fuerte, pero justo y noble co-
quienes siempre supe eran los verdaderos mo lo describe en “La voz del general”:
héroes de la Revolución, esta Revolución
que se nutrió de las vidas de nuestros Metálica y desparramada. Sus gritos fuer-
parientes y con nuestro patrimonio […]. 43 tes, claros, a veces parejos y vibrantes.
Su voz se podía oír a gran distancia, sus
Como advertimos, la escritora, ante los pulmones parecían de acero […]. Los vi-
atropellos cometidos por Venustiano Ca- llistas eran un solo hombre. La voz de
rranza, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Villa sabía unir a los pueblos. Un solo grito
Calles –a quienes considera “reyes de Mé- era bastante para formar su caballería´.
xico, sostenidos por las armas y por todos
aquellos a quienes repartían el territorio
44
Ibid., p. 351.
45
Ibid., p. 353.
43
Nellie Campobello, Obra reunida, p. 339. 46
Doris Sommer, op. cit., p. 321.
30
Cartucho de Nellie Campobello: una aproximación desde la teoría autoficcional

Así dijo Severo, reteniendo en sus oídos que nos permite apreciar la voz de la es-
la voz del general Villa.” critora que se desliza hacia un nosotros.
A Nellie Campobello le preocupa la situa-
También en el relato “Las lágrimas del ción de su país y el sistema de gobierno
general”, podemos advertir la idealización que se ha hecho del poder. De ahí su com-
del Francisco Villa, quien les habla a los promiso con México y su gente para
amedrentados habitantes de la localidad contar su visión de la Revolución Mexi-
de Conchos: cana, una visión rica y humana que nos
permite apreciar la vida y la muerte de los
Conchos no tienen por qué temerle a Vi- mexicanos que lucharon por sus idea-
lla, allí nunca me han hecho nada […] les, intentado forjar un país mejor.
trabajen tranquilos. Ustedes son hom-
bres que labran la tierra y son respetados
por mí […]. Váyanse y no vuelvan a echarle Bibliografía
balazos a Villa, ni le tengan miedo, aun-
que les digan lo que sea […]. A Villa se le Alberca, Manuel. El pacto ambiguo. De la
salieron las lágrimas y salió bajándose autobiografía a la autoficción. Madrid,
las forjas hasta los ojos. (Cartucho, p. 147). Biblioteca Nueva, 2007.
Campobello, Nellie. Cartucho. México, Fac-
Finalmente, los testimonios se escriben toría Ediciones, 2003.
desde posiciones interpersonales étnicas . Obra reunida. México, Fondo
y de clase. La narradora representa a su de Cultura Económica, 2007.
grupo como miembro de él y no como Carballo, Emmanuel. Protagonistas de la
un tipo ideal y repetible. 47 En efecto, el literatura mexicana. México, Alfagua-
testimonio de Nellie Campobello en Cartu- ra, 2005.
cho se escribe desde la posición de mujer Cázares H. Laura. “Eros y Tanatos: infan-
norteña, de sangre comanche, de clase po- cia y Revolución en Nellie Campo-
pular, oriunda de Villa Ocampo, Durango, bello”. Nora Pasternac, Ana Rosa
y avecindada en el momento de la Revo- Domenella y Luzelena Gutiérrez de
lución Mexicana en Parral, Chihuahua. Ella Velázco (compiladoras). Escribir la in-
misma representa a ese grupo de gente fancia. Narradoras mexicanas con-
norteña aguerrida y valiente que enfrenta temporáneas. México, El Colegio de
con firmeza las dificultades que le presen- México, Programa Interdisciplinario
tó la vida, como la de presenciar la lucha de Estudios de la Mujer, 1996.
armada en el norte de México. Molloy, Sylvia. Acto de presencia. La es-
En conclusión, Cartucho es una auto- critura autobiográfica en Hispanoamé-
ficción pura en la que se conjugan ficción rica. México, El Colegio de México-
y autobiografía, imposibles de deslindar. Fondo de Cultura Económica, 2001.
En la parte autobiográfica observamos un Reyes Córdova, Bladimir. “Nellie Campo-
segundo hibridismo, ya que la autobio- bello: una aproximación al discurso
grafía se discurre hacia el testimonio, lo literario en Cartucho”. En Renato Pra-
da Oropeza (coord.). La narrativa de
Vid. ibid., p. 298-329.
47 la Revolución Mexicana. Primer perio-
31
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza

do. Puebla, Universidad Iberoame- Lecarmé-Tabone, Eliane. “Siglo xx. ¿Exis-


ricana Puebla-Universidad Veracru- te una autobiografía de mujeres?”
zana, 2007. Morphé, Revista del Área de Ciencias
Rivera López, Sara. “Literatura y auto- del Lenguaje de la buap, números
biografía, dos maneras de entender 25/26, enero 03, enero 04, años 16/17,
el pasado en Cartucho de Nellie Cam- 2002.
pobello”. En Laura Cázares (editora).
Nellie Campobello. La revolución en
clave de mujer. México, Tecnológico Cibergrafía
de Monterrey, campus Toluca. Uni-
versidad Iberoamericana, Fondo pa- Matías López, Carmen María y Philippe
ra la Cultura y las Artes, Ciudad de Campillo. “¿Puede hablarse realmen-
México, 2006. te de escritura femenina?” Espéculo,
Sommer, Doris. Más que una mera historia número 42. Recuperado de http://
personal: los testimonios de mujeres www.ucm.es/info/especulo/numero
y el sujeto plural. En Loureiro, Angel 42/escfeme.html
G. (coord). El gran desafío: feminis- Puertas Moya, Francisco. La escritura auto-
mos, autobiografía y posmodernidad. biográfica en el fin de siglo xix: el ci-
Madrid, Megazul- Endymion, 1994. clo novelístico de Pio Cid considerado
Tola de Habich. “Prólogo”. Cartucho. Mé- como la autoficción de Ángel Ganivet
xico, Factoría Ediciones, 2003, pp. IX- (tesis de doctorado), Universidad de
XXX. la Rioja, 2003. Recuperado de http:/
Vargas Valdez, Jesús y Flor García Rufino. /dialnetunirioja/fichero_tesis?codigo
Nellie Campobello. Mujer de manos =148&orden=0
rojas. Chihuahua, Gobierno del Esta- Pulido Hernández, Begoña. “Cartucho de
do de Chihuahua-Secretaría de Edu- Nellie Campobello: la recepción dislo-
cación, Cultura y Deporte, 2013. cada de la Revolución Mexicana”.
Latinoamérica. Revista de Estudios La-
tinoamericanos. Núm. 52, enero/ju-
Hemerografía nio, 2011, pp. 31-51. Recuperado de:
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Keizman, Betina. “Entre el testimonio y la php?script=sci_arttext&pid=S1665-
autobiografía, Cartucho y la cons- 85742011000100003&lng=es&nrm=i
trucción de una memoria poética/ so. ISSN 1665-8574.
política”. En Cuadernos del CILHA,
año 8, núm. 9, 2007.
33

Jesús Pérez Ruiz*

El problema del autor


en un relato de Reinaldo Arenas

The problem of the author


in a short story by Reinaldo Arenas

Resumen Abstract

En el relato Final de un cuento del The similarities between the na-


escritor cubano Reinaldo Arenas, las rrator and the biography of the em-
semejanzas del yo enunciativo con pirical author in the short story
la biografía de Arenas son eviden- “Final de un cuento” by the Cuban
tes, si bien en ningún momento el writer Reinaldo Arenas are evident.
yo enunciativo lleva el nombre del Nevertheless that narrator is never
autor empírico. Propongo entonces named “Reinaldo Arenas” in the sto-
una lectura autoficcional que per- ry. I therefore propose an autofic-
mita dar cuenta no sólo de la pecu- tional reading which explains the
liar simbiosis que facticidad y fic- peculiar symbiosis between factua-
cionalidad crean en el relato, sino lity and fictionallity, as well as the
también del estatuto ontológico de ontological status of the narrator.
la voz enunciativa.

Key words: autofiction, autobiogra-


Palabras clave: autoficción, autobio- phy, unfolding, fictionallity
grafía, desdoblamiento, ficcionalidad

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 33-40
Fecha de recepción 27/06/2015 > Fecha de aceptación 08/12/2015
jeperu@hotmail.com

*
Universidad Nacional Autónoma de México.
34
El problema del autor en un relato de Reinaldo Arenas

Je est un autre. Fuera de la novela, lo narrado no tiene ni


Rimbaud guarda relación obligatoria, exclusiva o
exacta con el mundo real, pues el mundo
de la ficción no existe tal cual la invención
Introducción lo ha levantado y por tanto sería erróneo
ir a buscarlo o cotejarlo con una realidad

E l relato “Final de un cuento” del escri-


tor cubano Reinaldo Arenas plantea,
de entrada, una serie de interrogantes res-
que no le corresponde.2

Una de las hipótesis de este ensayo, sin


pecto del estatuto genérico al cual debe o embargo, es que una lectura puramente
puede adscribirse. ficcional, una que ignore las claras re-
La evidente identidad entre autor, na- ferencias textuales a la biografía del autor,
rrador y personaje principal invita, en un reduce visiblemente la comprensión y la
primer momento, a pensar en un texto interpretación del texto. Como intentaré
autobiográfico. Pero, esa identidad ¿es de demostrar más adelante, en este relato de
verdad evidente? Sin duda el narrador, que Arenas –igual que en la mayoría de sus
habla en primera persona, y el persona- textos– los hilos ficcionales y los autobio-
je principal son uno y el mismo, no obs- gráficos se encuentran de tal manera en-
tante esa voz enunciativa permanece tretejidos que resulta imposible separar-
anónima de principio a fin. No existe, pues, los. Por esta razón me parece que el
ninguna marca textual que permita iden- concepto de autoficción –entendido co-
tificar dicha voz con la del autor Reinaldo mo modalidad narrativa gracias a la cual
Arenas, es decir, no se cumple uno de los cohabitan, en un mismo texto, elemen-
requisitos indispensables para hablar de tos fácticos y ficcionales–3 resulta perti-
autobiografía, a saber, que el nombre del nente y útil para abordar una obra donde
narrador autodiegético remita a una per- vida y escritura se explican y aclaran mu-
sona real que debe ser, ni más ni menos, el tuamente, y donde es necesario e ine-
autor empírico del texto.1 ludible considerar ambas para alcanzar un
Cancelada así la adscripción al géne- entendimiento cabal del texto, entendi-
ro autobiográfico, queda la posibilidad de miento que pasa por la dilucidación, pri-
una lectura meramente ficcional, es decir, mero, de las instancias que constituyen la
leer “Final de un cuento” como una historia tríada autor-narrador-personaje.
surgida de la imaginación de su autor, una
historia que puede ser comprendida sin
tomar en cuenta la vida de quien la escri-
2
bió, puesto que Manuel Alberca, El pacto ambiguo, p. 73.
3
Desde luego que la frontera que separa lo autobio-
gráfico de lo ficcional nunca es del todo nítida,
situación que ha dado lugar a al menos dos pos-
turas teóricas: la decontruccionista, para la cual
1
Tampoco se cumplen otros de los requisitos pos- “toda narración de un yo es una forma de ficcio-
tulados por Philippe Lejeune en su libro Le pacte nalización”, y la histórico-pragmática, para la cual
autobiographique (1975, pp. 13-15), tales como la “las autobiografías no son novelas ni la mayor
perspectiva retrospectiva de la narración, o bien parte de ellas entran siquiera en la categorización
que el tema tratado sea la historia de una perso- de obras literarias”. José María Pozuelo Yvancos,
nalidad, entre otros. De la autobriografía. Teoría y estilos, p. 46.
35
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Jesús Pérez Ruiz

Antes de dar paso a esa dilucidación, En segundo lugar porque dicho trasfondo
quisiera hacer referencia a otra interro- biográfico puede brindar algunas claves
gante que surge durante la lectura del que autoricen postular que ese “tú” es
relato, no ya en cuanto a su pertenencia un doble del narrador, es decir, que el yo
genérica, sino respecto a uno de los per- que narra y el tú al que interpela son una
sonajes, un “tú” silencioso cuya presencia y la misma persona. Establecida así la
constante en el texto no sólo desconcier- segunda hipótesis de este ensayo, y an-
ta, sino que exige ser explicada. ¿Se trata tes de proceder a desarrollarla, ofrezco al-
de un alter ego del narrador? ¿Es otro per- gunos datos sobre la vida y obra de Rei-
sonaje “real” como aquel que cuenta la naldo Arenas.
historia? Me parece que no se puede en- Nació en Cuba en 1943. Enfermo de
tender el texto del escritor cubano si no sida, decidió suicidarse en Nueva York
se aclara, hasta donde lo permiten los lí- en 1990. Había logrado salir de la isla a
mites de la interpretación, la naturaleza principios de los años 80 luego de sufrir
verdadera de ese otro presente en el relato la represión del régimen castrista que lo
de principio a fin. Esto permitirá también, acosó por disidencia política, por rebeldía
espero, comprender de otra manera la tri- e insumisión a las reglas sociales impe-
ple identidad a la que ya me he referido y rantes en ese momento y, por si esto fue-
que conforma uno de los ejes principales ra poco, por su homosexualidad. De un
de la reflexión teórica sobre la autoficción. autor apreciado por sus primeros traba-
jos,5 Arenas pasó a ser un individuo incó-
modo para el sistema. Esta condición de
Reinaldo Arenas extranjería en su propia tierra queda fiel-
mente retratada en sus últimas obras, to-
Para poder indagar sobre la naturaleza das las cuales fueron escritas en el exilio
autoficcional de Final de un cuento, así co- norteamericano. A ellas pertenece “Final
mo sobre el origen y la función de ese de un cuento”, relato escrito en 1982 y que
“tú” al que se dirige constantemente la forma parte del volumen Adiós a Mamá,
voz autodiegética, es necesario tener pre- publicado póstumamente en 1995.
sentes, aunque sea de manera sucinta, al- De esta breve semblanza se des-
gunos aspectos de la biografía del autor. prenden tres aspectos que a mi juicio no
En primer lugar porque, como apunta se deben perder de vista: la homosexuali-
Teresa Miaja: dad de Arenas, su condición de escritor y
su postura política. Digo que son relevan-
Acercarse a Reinaldo Arenas es y será tes porque, a diferencia de lo que habría
siempre un reto, tanto de lectura y escri- sucedido en un contexto socio-político
tura como vivencial, ya que en él su vida
y su obra van siempre de la mano, por lo
5
que resulta difícil, si no imposible, separar Su primera novela Celestino antes del alba (1965)
obtuvo mención especial en un concurso nacional
una de otra. 4 cuyo jurado estaba encabezado por Alejo Carpen-
tier; El mundo alucinante (1969), su segunda nove-
la, obtuvo junto con Cien años de soledad de Ga-
4
María Teresa Miaja de la Peña (comp.), Del alba al briel García Márquez, el Premio Femina a la mejor
anochecer. La escritura de Reinaldo Arenas, p. 9. Las novela extranjera publicada en Francia.
cursivas son mías.
36
El problema del autor en un relato de Reinaldo Arenas

distinto, en el caso de este autor estos tres gico (del cual me ocuparé más adelante)
aspectos de su biografía marcan su desti- ese tú que acompaña a la voz narrativa
no y sobre todo su obra indeleblemente; inaugura un interesante y revelador diálo-
y no podría ser de otra manera: en la Cuba go con el narrador principal, ya que re-
de los años 70 del siglo pasado se le podía presenta su opuesto, y marca el contraste
perseguir judicialmente a alguien por al- y la disonancia frente a lo que, de otro mo-
guno de los aspectos mencionados. ¡Ima- do, sería una monótona narración testi-
ginemos por un instante lo que debió sig- monial: “Pero tú eres diferente. No sabes
nificar, como en el caso de Arenas, ser sobrevivir, no sabes odiar, no sabes olvi-
perseguido por esos tres delitos a la vez!6 dar.” (p. 273)7 A través del yo que narra
Es aquí donde yo encuentro el ori- conocemos al tú interpelado, pero tam-
gen de esa fractura interna que divide al bién, por virtud de la diferencia, llegamos
sujeto Reinaldo Arenas, fractura existen- a conocer más de ese yo. Ciertamente, son
cial que es reelaborada artísticamente tan distintos uno del otro que por momen-
mediante la escritura y de la cual Final de tos el tono parece de disputa y desafío.
un cuento es, como se verá más adelan- Creo que una lectura atenta de los
te, un ejemplo extraordinario. momentos numerosos en que el narra-
dor se dirige al otro, permite afirmar que,
en efecto, entre ambos se entabla un diá-
El narrador logo, un diálogo sui generis puesto que el
interlocutor no emite palabra alguna; ello
El narrador en “Final de un cuento” es al no impide, sin embargo, que nos entere-
mismo tiempo el personaje principal, la mos de su opinión, su visión de las cosas
voz narrativa que, en varios momentos, y su postura frente al mundo.
dice yo y que relata, desde su perspecti- Ahora bien, ¿ese tú misterioso es efec-
va, los acontecimientos que conforman la tivamente alguien más? Hay suficientes
historia, es decir, se trata de un narrador marcas textuales que parecen confirmar-
homodiegético. lo. El narrador, en las últimas líneas del
Para la narratología, entonces, ese na- texto le pide al mar: “no rechaces las ce-
rrador es el origen y el fin de cuanto pode- nizas de mi amigo” (289). Antes, en la pá-
mos saber en tanto que lectores, y por esa gina 286, relata cómo ese amigo muere al
razón dependemos de él absolutamente. lanzarse al vacío desde el Empire State.
Sin embargo, hay alguien más que si bien En seguida se encarga de incinerarlo para
no “habla”, no por ello es menos elocuente poder llevarlo hasta ese “sauthermost
que el narrador en primera persona. In- [sic] point in usa”, donde inicia y termina
dependientemente de su estatus ontoló- la narración.
Existen, no obstante, otras tantas
marcas textuales que podrían modificar
6
Para el régimen cubano de esos años, en efecto, esa primera lectura. No digo que la inva-
la homosexualidad constituía un delito tipificado
y sancionado por la misma constitución. El mismo liden, o que se trate de una lectura inco-
Arenas hace alusión a esta situación en el relato
que voy a analizar: “«Que el que mirare a otro suje-
to de su mismo sexo será condenado a…»”, “Final 7
En lo sucesivo anotaré entre paréntesis sólo el nú-
de un cuento”, p. 274. mero de la página donde aparece la cita.
37
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Jesús Pérez Ruiz

rrecta. Lo que sugiero es que al atribuirle intentar llenarlo”.10 La solución técnica que
a ese otro una categoría ontológica distin- representa el desdoblamiento dejaría de
ta, es decir, al verlo como alter ego del na- ser entonces un mero recurso formal para
rrador, se enriquece no sólo su identidad convertirse en la única posibilidad de mos-
narrativa, sino también la apropiación trar a un personaje múltiple y complejo,
que de ella hace el lector. Se trata, para escindido, un personaje que, en este ca-
decirlo de una vez, de un desdoblamien- so, es también el narrador y, en tanto que
to del narrador, fenómeno que analizo trasunto inconfundible del autor Reinaldo
en seguida. Arenas, comparte los tres atributos funes-
tos de éste (funestos –repito– para un cu-
bano bajo el régimen de Fidel Castro), a
El (otro) personaje saber, su homosexualidad, su condición de
escritor y de disidente político. En el texto
Esta figura o recurso del desdoblamien- pueden encontrarse suficientes referen-
to del yo parece ser una constante en la cias a estas situaciones; recojo algunas:
obra de Arenas. Cualquiera que se haya
acercado aunque sea un poco a ella, pue- Homosexualidad: “…jóvenes y más jóve-
de comprobarlo con facilidad. El ejemplo nes, todos en short, mostrando o insi-
extremo sería el ciclo de cinco novelas con nuando lo que ellos saben (y con cuánta
fuerte carga autobiográfica conocido co- razón) que es su mayor tesoro…” (282).
mo la “pentagonía”.8 Pero ya desde antes, Escritura: “…y con esta historia haré un
en el aclamado libro El mundo alucinante cuento (ya lo tengo casi terminado) para
(1969), en una carta-prólogo dirigida a Fray que veas que aún puedo escribir” (288).
Servando Teresa de Mier –protagonista Disidencia: “…por primera vez ahora so-
de la novela– el autor escribe: “Lo más útil mos personas, es decir, podemos aborre-
fue descubrir que tú y yo somos la misma cer, ofender libremente, y sin tener que
persona.”9 Entonces, más que un simple cortar caña…” (276).
recurso estilístico o retórico, el desdobla-
miento puede ser, en el escritor cubano, No importa entonces que el lector desco-
un síntoma de otra cosa, tal vez “del reco- nozca el nombre del personaje que narra,
nocimiento de la propia indigencia, del va- ¿hace falta que se auto-nombre Reinaldo
cío que experimenta el ser en el fondo de –como lo hace en otros de sus textos– 11 pa-
sí mismo y de la búsqueda del Otro para ra que afirmemos que es Reinaldo Arenas
quien escribe? Lo que él quiere lograr y, a
8
En especial la tercera novela de ese ciclo, Otra vez
el mar. Ahí, el personaje principal “desplaza su yo 10
Juan Bargalló, Identidad y alteridad: aproximación
para desapropiarse de un contenido incompatible al tema del doble, p. 11.
con su realidad. Él representará para sí mismo una 11
En El color del verano (1999) por ejemplo, cuarta
escena de autoengaño. La simulación y la negación novela de la “pentagonía”, aclara: “No soy una per-
se generarán mediante un “mecanismo adaptati- sona, sino dos y tres a la vez. Para ti sigo siendo
vo extremo” ante una realidad que siente ajena. Gabriel, para aquellos que leen lo que escribo y
Dicho mecanismo de adaptación está ficcionali- que casi nunca puedo publicar soy Reinaldo, para
zado a través del desdoblamiento y la dualidad”. el resto de mis amigos, con los cuales de vez en
María Teresa Miaja de la Peña, op. cit., pp. 93-94. cuando me escapo para ser yo totalmente, soy la
9
Reinaldo Arenas, El mundo alucinante, p. 11. Tétrica Mofeta”; p. 115.
38
El problema del autor en un relato de Reinaldo Arenas

mi juicio, consigue muy bien a través del cie de consuelo, un dolor dulce, una for-
desdoblamiento, es dar cuenta de esa con- ma de ver las cosas y hasta de disfrutarlas”
frontación consigo mismo, confrontación (275 y 283).
que el exilio sólo vino a exacerbar. Si esa Lo que ese tú representa, para mí, es
nueva condición representó la posibilidad justamente esa nostalgia, desconocida
de un cambio, “Final de un cuento” puede hasta entonces, al menos en la forma en
leerse como el fracaso de esa posibilidad, que es descrita, padecida y elaborada a
la disolución de toda esperanza,12 puesto lo largo del cuento; la lucha que el narra-
que representa, entre otras cosas, la pér- dor y su doble entablan es entonces por
dida absoluta de identidad: la sobrevivencia:

Pero no estás vestido como estás, no te Generalmente, las dos encarnaciones de


tomas ese refresco que allá abajo nunca una misma identidad se comportan con
te pudiste tomar, no oyes esa grabadora un enfrentamiento creciente entre ellas,
que suena, porque no existes, quienes te “como si se tratara de mostrar que no hay
rodean no dan prueba de tu existencia, sitio para dos manifestaciones de un so-
no te identifican ni saben quién eres, ni lo y mismo individuo en un mismo mun-
les interesa saberlo; tú no formas parte de do”, según Dolezel. Este enfrentamiento
todo esto. (276; cursivas mías.) suele conducir a un desenlace trágico:
“por este motivo, las historias de dobles
La persona a quien pertenecen estas pa- terminan tan a menudo en un homicidio
labras deja traslucir claramente la desa- que es, a la vez, un suicidio”.14
zón que le provoca su nueva condición
en el exilio; si éste palió de alguna ma- Aquel que muere en el cuento, siguiendo es-
nera las atrocidades vividas en Cuba al ta línea interpretativa, sería entonces esa
permitirle escribir, vivir abiertamente su otra parte del yo que narra, incapaz de
homosexualidad y dejar de tener miedo adaptarse, incapaz de olvidar y de asumir
por el sólo hecho de existir, no le devol- la nostalgia como nueva actitud de vida:
vió la felicidad que se quedó allá, en La sólo muerto podrá volver a Cuba. Ése es,
Habana, junto a su familia y a sus seres me parece, el “final del cuento”: un suicidio
queridos.13 Además, lo postró en un esta- simbólico. Por otro lado, es interesante
do constante de tristeza y soledad, de ahí observar la forma en que ese final, ade-
que profiera, dos veces en el cuento, que: lantado ya desde el principio del texto
“la nostalgia también puede ser una espe- –¡incluso desde el título!– cumple, como
señala Peter Brooks15 diversas funciones:
12
es sintáctico por su función estructuradora
El título del texto haría referencia, en este sentido,
al término de una etapa de vida: la historia de una del texto (se empieza por el final, viene
ilusión, de un intento de cambiar de piel, de iden- luego un conjunto de analepsis que nos
tidad para al fin ser feliz. No obstante, la nostalgia
es más fuerte. El exilio norteamericano no resolvió
las contradicciones, las agravó, creó otras nuevas. 14
Juan Bargalló, op. cit., p. 16. La procedencia de la cita
13
Aclaro: todo esto lo dice de sí mismo el personaje, que hace Bargalló es: Dolezel, L. “Le triangle du
pero parecen coincidir, palabra por palabra, con lo double. Un champ thématique”, Revue Poétique,
dicho por el propio Reinaldo Arenas en su auto- núm. 64, pp. 463-472.
biografía Antes que anochezca, publicada en 1992. 15
Peter Brooks, “La trama maestra de Freud”, p. 317.
39
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Jesús Pérez Ruiz

lleva de vuelta al punto de partida); es ético ficios, una simulación por parte del autor,
porque sólo al finalizar la lectura com- simulación que es otro de los recursos
prendemos el sentido y la significación de distintivos de la escritura autoficcional.17
ese cierre narrativo, y desde luego es for- ¿Por qué Reinaldo Arenas no bautiza
mal en tanto que modula el espacio y el simplemente con su nombre al narrador?
tiempo de la narración. Varias posibles respuestas:

1. Se trataría entonces de un texto tes-


El autor timonial-autobiográfico para el cual,
en ese momento, quizá no estaba
Hasta aquí me he ocupado del personaje y preparado el autor.18 Por otro lado,
el narrador. Toca el turno al autor empíri- “Desde finales del siglo xix, el anoni-
co de “Final de un cuento”. mato de un personaje literario sugie-
Al no erigirse como sujeto de enuncia- re su identificación con el autor.”19
ción con nombre propio y en primera per- La homonimia no es, pues, absoluta-
sona, Reinaldo Arenas establece de en- mente necesaria para la identifica-
trada una distancia importante frente al ción autor-personaje. Pesan más, en
contenido de la historia que va a narrar, mi opinión, las semejanzas con la bio-
es como si quisiera diluirse detrás de las grafía de Arenas –a las que ya he
palabras que va a escribir y para conse- hecho referencia– para hablar, en el
guirlo, delega su palabra en otro, en un caso de “Final de un cuento” de una
narrador. Pero, ¿desaparece de verdad? autoficción.
Desde luego que no, su persona y su rea-
lidad sólo quedan momentáneamente sus- 2. La ficción que se instaura al darle la
pendidas hasta que, por obra del mismo voz a otro narrador, permite el acceso
Reinaldo Arenas, son ficcionalizadas me- a otras realidades y es, para quien se
diante la escritura literaria. Hasta dónde busca a través de la escritura, una he-
y en qué grado, intenté mostrarlo en los rramienta idónea para la invención
apartados precedentes. de sí mismo. La escritura se convierte
Ahora bien: aquí en un verdadero juego de espe-
jos, en un simulacro. Permanecer en el
[...] en el texto ficcional, la subjetividad anonimato implica, simplemente, una
del autor está sometida a un proceso de
alteridad; [y] paradójicamente él o ella 17
Manuel Alberca, op. cit., pp. 78-91.
callan con el fin de dar paso en la diégesis 18
No hay que olvidar que tuvo que pasar casi una dé-
a otras instancias intermedias: narrado- cada, luego de su salida de Cuba, para que Arenas
escribiera y publicara su autobiografía Antes que
res, personajes, autores ficticios…16 anochezca (1992). No es éste el lugar para analizar
ese texto, sólo quiero indicar que en esos diez años
En el texto aquí analizado, esas “instancias las contradicciones personales, la frustración y el
desencanto aumentaron. Por otro lado, un moti-
intermedias” se convierten en meros arti- vo determinante que lo llevó a escribir dicho libro
fue su muerte inminente a causa del sida.
19
Vera Toro, Sabine Schlickers, La obsesión del yo. La
16
María Stoopen, Los avatares del autor y el lector en auto(r)ficción en la literatura española y latinoame-
algunos teóricos del siglo xx, s/p. (Manuscrito) ricana, p. 20.
40
El problema del autor en un relato de Reinaldo Arenas

opción estética que en nada modifi- Bibliografía


ca la interpretación autoficcional.
Alberca, Manuel. El pacto ambiguo. Ma-
3. Finalmente, si la trama “sirve para drid, Biblioteca Nueva, 2007.
mediar los significados en el contra- Arenas, Reinaldo. “Final de un cuento”,
dictorio mundo de lo mortal y lo eter- Termina el desfile seguido de Adiós
no”,20 no es mera coincidencia que a mamá. Barcelona, Tusquets, 2006,
Arenas haya elegido como trama, pre- Col. Andanzas.
cisamente, la escenificación de una . El mundo alucinante. Barce-
muerte, “aunque no se trate necesa- lona, Montesinos, 1981.
riamente de una muerte literal (pue- . Antes que anochezca. Barce-
de ser un simulacro, el final de un lona, Tusquets, 1992.
periodo, una pausa)”.21 Brooks, Peter. “La trama maestra de
Freud”. María Stoopen (ed). Sujeto y
Creo pues que, más allá de sus logros for- relato. México, Uiversidad Nacional
males y estilísticos –como los juegos es- Autónoma de México, 2009.
pacio-temporales que merecerían un co- Bargalló, Juan. Identidad y alteridad: apro-
mentario aparte–, “Final de un cuento” es ximación al tema del doble. Sevilla, Al-
otro ejemplo fascinante de cómo median- far, 2004.
te la literatura, y sólo a través de ella, po- Lejeune, Philippe. Le pacte autobiogra-
demos acceder a un cierto conocimiento phique. París, Seuil, 1975.
del sentido de la vida y de sí mismo, aun- Miaja de la Peña, María Teresa. (comp).
que para ello sea necesario, paradójica- Del alba al anochecer. La escritura de
mente, pasar por la muerte. Reinaldo Arenas. México, Uiversidad
Nacional Autónoma de México/Ibe-
roamericana, 2008.
Pimentel, Luz Aurora. El relato en perspec-
tiva. México, Uiversidad Nacional Au-
tónoma de México-Siglo XXI, 1998.
Pozuelo Yvancos, José María. De la auto-
biografía. Teoría y estilos. Barcelona,
Crítica, 2006.
Stoopen, María. Los avatares del autor y el
lector en algunos teóricos del siglo xx.
Manuscrito.
Toro, Vera y Sabine Schlickers (eds.). La
obsesión del yo. La auto(r)ficción en
la literatura española y latinoameri-
cana. Madrid/ Frankfurt, Iberoame-
ricana/ Vervuert, 2010.

20
Peter Brooks, op. cit., p. 338.
21
Ibid., p. 320.
41

Berenice Romano Hurtado*

Una identidad que se bifurca: autoficción y ciudad


en La forma del silencio de María Luisa Puga

Forking Identities: Autofiction and the City


in La forma del silencio by María Luisa Puga

Resumen Abstract

Es frecuente encontrar en la narrati- Autobiographical features are often


va de María Luisa Puga rasgos auto- found in María Luisa Puga’s narra-
biográficos; sin embargo, el juego de tive. Nevertheless the game of fic-
ficción que hace en La forma del si- tion in La forma del silencio that in-
lencio, con referencias extratextua- cludes extra-textual references to
les a su propia vida y la supuesta es- her own life and the alleged writing
critura de una novela que nunca aca- of a novel that is never finished, pla-
ba de hacerse, la ubica en el género ces it in the genre of autofiction. In
de la autoficción. En éste, Puga re- this genre, Puga connects an explo-
laciona una exploración de sí mis- ration of herself and the city with
ma y la ciudad, con reflexiones en her reflections on writing.
torno a la escritura.

Key words: autofiction, novel, city,


Palabras clave: autoficción, novela, identity, writing
ciudad, identidad, escritura

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 41-51
Fecha de recepción 29/06/2015 > Fecha de aceptación 26/11/2015
brhurtado@gmail.com

*
Universidad Autónoma del Estado de México.
42
Una identidad que se bifurca: autoficción y ciudad en La forma del silencio de María...

E l término de autoficción fue acuñado


por Serge Doubrovsky en 1977 y a par-
tir de ahí el concepto se ha estudiado des-
mático dentro de la obra; son los diversos
aspectos por los que María Luisa Puga
desea transitar, o mejor dicho, leer una
de diversas perspectivas. Al comienzo se vida; suponen puntos dentro de la histo-
revisó apegado a la función y rasgos de ria, faros-guía de su escritura. Desde estos
la autobiografía, como una manifestación títulos se puede construir el panorama de
posmoderna de ésta, pero conforme se la novela, uno en el que aparentemente se
han adentrado los estudios en las diversas relatará una vida o parte de ella.
variantes que se pueden entender como La línea biográfica está señalada des-
autoficciones, se ha llegado a un acuerdo de el comienzo, sin embargo no se cumple
más o menos general de que se trata de como autobiografía porque, aun cuando
un género ambiguo. Las variantes que se hay datos con un referente en la realidad,
pueden encontrar son tantas como tex- la narradora se cuida de evitar las coinci-
tos puede haber; a pesar de que se ubiquen dencias que ratificarían su identidad, es
dentro del género, los pequeños detalles decir, su nombre y el de sus hermanos, por
dan su carácter particular a cada uno. ejemplo. Por otro lado, como se ha dicho,
La forma del silencio (1987), de María durante toda la narración insiste en que
Luisa Puga, es uno de esos casos; al mis- lo que está escribiendo es una novela.
mo tiempo que cubre el texto con rasgos Sin embargo, estos títulos no son sólo
que la caracterizan como autora, cons- tópicos que la autora va revisando de for-
truye otra versión de lo que puede con- ma ordenada, sólo para mostrar un sis-
siderarse un modelo de escrito del yo. tema, tal como lo sugiere el “A manera de
Se trata de un texto de infancia con una índice…”, sino una especie de marcas tex-
organización particular. Está dividido en tuales, guiños para develar al lector un
dos partes determinadas dentro de la his- camino de lectura. Uno que, sin embar-
toria por los espacios donde sucede la go, no es único sino múltiple, porque la
narración: uno corresponde a Acapulco y forma en apariencia caprichosa de ir de
el otro a la ciudad de México. Aunque una situación a otra dentro de la historia,
se trata de una novela –así lo hace saber posibilita distintas vías de comprensión.
la narradora a lo largo de todo el libro–, Los títulos encabezan una serie de viñe-
está organizada como si se refiriera a otro tas, trozos de vida y de reflexión en torno
tipo de discurso, incluso uno crítico, que a la narración, pero como fragmentos se
pretende enseñar al lector algunas cues- mueven y existen de manera indepen-
tiones sobre la escritura. diente, incluso –y en contra de la utilidad
El libro inicia con un título que dice del índice– podrían leerse en un orden
“A manera de índice…”, el cual encabeza distinto. Esta forma de escritura resulta
una serie de apartados que responden a en un texto que se engulle una y otra vez;
títulos como “La casa”, “Acapulco”, “La es- es decir, es autorreferencial en más de un
cuetez”, “Juan”, “Distrito Federal”, “El país”, sentido. En los temas, de ciudades, escri-
“Yo”, “La novela” o “La crisis”. Más ade- tura y personas, donde trata de definir lo
lante, con el subtítulo “Lo que faltaba en el que para ella significa cada uno de estos
índice…”, agrega “La historia”. Cada uno de tópicos; y también en los géneros, por un
estos apartados funciona como núcleo te- lado cuando reflexiona acerca de la nove-
43
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Berenice Romano Hurtado

la, mientras dice que escribe una, y por escribió Philippe Lejeune. El texto de
otro cuando niega y afirma la presencia de Puga es una autoficción, porque, a pesar
rasgos biográficos. de negar su presencia real en la historia,
Este entramado se sostiene sobre una no admite ningún dato como verdadero
escritura en apariencia ligera o sencilla, y a lo largo de toda la historia insiste en
pero en realidad trabaja en elaborar un decir que escribe una novela, aun cuan-
complejo tejido narrativo con el cual, tan- do hay referencias verificables de su pro-
to describe técnicas de construcción, como pia identidad.
su puesta en marcha y los temas que a su Sin embargo, la forma en que Puga
vez son tópico de escritura, modelo teóri- elabora su autoficción es peculiar; no se
co y la escritura misma. trata llanamente de un texto el cual cuen-
De los temas que Puga desarrolla en te una historia de ficción con rasgos auto-
la novela y señala en “A manera de índice”, biográficos, sino uno donde la autora
me interesa subrayar tres para este ar- juega con el carácter autorreferencial de
tículo: «La escuetez», «La novela» y, por la literatura para decir que, a pesar de es-
último, el que titula «Yo». A diferencia de cribir un texto de ficción, esto no le impide
los otros tópicos, más próximos al con- reflexionar sobre su propia vida o acerca
tenido dentro de la historia, estos se di- de su trabajo de escritura. Por ello, su tex-
rigen a la forma, a la estructura del tex- to se encuentra pleno de afirmaciones
to, es decir, al quehacer literario. Por lo como la siguiente: “una novela puede ser
tanto, son muestra de las reflexionas de una manera de ponerse en las cosas para
la autora sobre la escritura y trasluce el entenderlas, para reconstruirlas o reorga-
juego en torno al género. nizarlas. Para recordarlas o conjurarlas.”1
Con el título de «La novela», María Es decir, aunque se trate de una novela,
Luisa Puga se presenta como una guía pa- sigue siendo un espacio en el cual la auto-
ra el lector ante los vericuetos del género; ra puede desarrollar un discurso que, de
enseña, como si fuera un manual, paso a una forma u otra, la contenga.
paso cómo busca y presenta sus temas y Fernando Cabo Aseguinolaza comen-
personajes, y afirma, una y otra vez, que ta que entre los escritos de autoficción se
está haciendo un texto de ficción, una na- puede encontrar una especie de “ficción
rración novelada. A pesar de las referen- crítica”, en la que, al mismo tiempo, los
cias a situaciones reales de la vida de la autores narran una historia de ficción y
autora, como su paso por la casa de su desarrollan un discurso en el que esta-
abuela en Acapulco, la muerte de su ma- blecen su pensar sobre algunas cuestio-
dre o el departamento de su padre en la nes literarias. Al respecto, el crítico señala:
ciudad de México, Puga nunca dice que
se trate de un texto autobiográfico; al con- […] ¿por qué en estos ejercicios que tanto
trario, se preocupa por subrayarlo como se aproximan al ensayo adquiere un pa-
una novela, y se cuida de no dar referen- pel tan relevante la literatura, el saber
tes extratextuales que la desmientan. Por literario o, sobre todo, la condición del
ello, no se puede hablar de autobiogra- sujeto como lector y, a partir de ella, la
fía: no se hace el contrato de lectura que
la ratifique, no se firma el pacto, según 1
María Luisa Puga, La forma del silencio, p. 22.
44
Una identidad que se bifurca: autoficción y ciudad en La forma del silencio de María...

exhibición de sus lecturas? Sin duda tiene subyace a la narración central, continúa su
algo que ver aquella voluntad conradiana disertación sobre la escritura, la impor-
de “to make a name”, y fijar ese nombre tancia del lenguaje y lo que ese trabajo
a una determinada posición, que mucho textual puede producir en el lector:
tiene que ver también con la propia e idio-
sincrásica postulación de un canon.2 Sin adornos. Sin ambages… Le dije a Juan
que lo que me caía bien de él era su es-
Porque, paradójicamente, mientras no se cuetez. Su total y absoluta escuetez, que
quiere decir que quien narra es el autor real, como tal no está en el diccionario, pero
se habla desde una posición de escritor; no le hace… Casi todo no es más que pa-
en este caso, Puga interpreta y explica los labras, y éstas se organizan a voluntad.
principios de la novela y sólo lo puede ha- De acuerdo, pero hay de organización de
cer a partir de su saber de escritora. Esto palabras a organización de palabras. Va-
resulta en la hibridez del texto de María mos a ver…3
Luisa Puga: la historia se narra en peque-
ñas estructuras discursivas que en ocasio- Esa organización a voluntad no sólo le per-
nes no se suceden temáticamente; en es- mite a Puga estructurar un texto lleno de
te sentido, cada una es independiente y libertades –no se ajusta rigurosamente
responde a su propia intención, tanto en a ningún género–, sino construir una es-
la forma como en el contenido. El tono pecie de retrato de sí misma que los lec-
puede variar y producir algunos fragmen- tores puedan reconocer. Es decir, a pesar
tos más poéticos, otros jocosos o lúdicos, de los referentes velados, las continuas alu-
más o menos emotivos. De este modo se siones al quehacer literario son también
tienen algunos textos con una historia, la alusiones a su ser escritora. De esta mane-
de la narradora, quien a su vez cuenta ra, está sacando a la luz a cada momento a
la de Juan; otros, se detienen a recordar y una autora: una que se hace y se muestra
a paladear sensiblemente esas memorias; al mismo tiempo que, en el discurso en
así como aquellos destinados a reflexio- marcha, se niega.
nar sobre la literatura, en particular de los Aquí radica el juego más importante
distintos derroteros de la novela. en La forma del silencio, Puga oculta deli-
La dominante es el juego. Puga sa- beradamente los nombres porque sabe
be, la escritura le permite crear una novela que en ellos recaen las identidades; pero
que en realidad luce como autobiografía, su nombre no es una ausencia real en el
o hacer una autoficción con apariencia de texto, sino un nombre borrado, es decir,
novela. Lo importante es cómo se dice y uno que, a pesar de no ser una presencia,
lo que se escribe. Su texto se llena de mo- ya ha sido, y es capaz de pre-sentirse por
mentos en los que al mismo tiempo que medio de la escritura. María Luisa Puga
pretende seguir el hilo de una historia en está en su texto, aunque su nombre no se
apariencia de menor envergadura, y que lea en él.
Cabo Aseguinolaza comenta respec-
to del nombre:
2
Fernando Cabo Aseguinolaza, “Teatralidad, itine-
rancia y lectura: sobre la tradición teórica de la
autoficción”, El yo fabulado, p. 40. 3
María Luisa Puga, op. cit., p. 15.
45
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Berenice Romano Hurtado

La voluntad por modificarlo es, sin duda, haciendo nombre. Esto lleva a entender a
una evidencia de la importancia que tie- la autoficción como una autorepresenta-
nen los nombres y de su capacidad para ción de la autora en la que cobra densidad
actuar como sostenedores de identida- a medida que se sugiere entre las líneas
des públicas o privadas. 4 de la historia de Juan.

Ya se ha dicho, la intención de Puga al Escribir para hacerse un nombre. [Agre-


ocultar su nombre radica en el reconoci- ga Cabo Aseguinolaza] Este construir,
miento de su identidad como pública, pe- hacer o fabricar un nombre admite ser
ro no sólo en ese sentido es importante planteado, de hecho, como núcleo de la
mencionar los nombres. Como contrapar- autoficción, especialmente si se conecta
te de los nombres ocultos, los que en rea- –en realidad no puede ser de otra for-
lidad tienen peso e identidad, Puga nom- ma– a la constitución de un carácter.5
bra Juan al personaje de la supuesta novela
en marcha; un apelativo ordinario que no Por esto el apartado “Yo” en la novela es
sólo etiqueta al personaje con el cual la tan atractivo, pues expone cómo detrás
narradora contará su novela. Paradójica- del cúmulo de personajes que sostiene la
mente, Puga guarda en el espacio del si- práctica discursiva de Puga, en realidad se
lencio los hechos más importantes y mues- quiere contar, y se logra constituir, un yo.
tra al lector los más livianos. De ahí que
la historia de Juan funcione como una es- El horror a una confrontación con uno mis-
pecie de pantalla para cubrir lo esencial. mo. [Dice Puga] El penoso esfuerzo por
Porque en ese juego de esconder y mostrar reconstruir una historia propia de la que
Puga logra atraer la atención hacia lo que el noventa por ciento no tuvo nada que ver
no es evidente y le da mayor cuerpo a los con uno. Y después reconstruir la historia
personajes que no han sido nombrados, de cómo luchó uno por apropiársela y se
frente a aquellos que, como muñecos de quedó con la certidumbre de que nadie,
cartón, sólo cumplen un papel secundario. ni uno mismo, pudo nunca.66
El personaje de Juan es una construc-
ción narrativa útil a Puga como pretex- La tensión de la que se habló líneas arriba
to para contar una historia en apariencia en relación con el exhibir y ocultar la iden-
principal; organiza el discurso de tal for- tidad, se pone de manifiesto en esta cita
ma que parece una novela cuyo personaje en la cual parece doloroso narrar la propia
central es Juan. Pero Juan es, como su vida; es decir, la pugna en la escritura, en
nombre, simple y común, por lo cual sólo el juego de ocultar y desvelar el nombre,
sirve de hilvane, aquí y allá, de interlocu- es reflejo de la imposibilidad de reconocer
tor fantasma, para confeccionar la histo- una identidad propia reflejo de lo que se es
ria de infancia de la narradora. Detrás de y pueda contarse. En esta línea, parece
un personaje gris, la protagonista de la como si la escritura fuera el resultado de
historia es la infancia de un yo que, entre un esfuerzo continuo por representar algo
la tensión de exponerse y ocultarse, se va
5
Ibid., p. 37.
4
Op. cit., p. 29. Op. cit., p. 20.
6
46
Una identidad que se bifurca: autoficción y ciudad en La forma del silencio de María...

no logrado, es decir, la propia identidad. tanto en imágenes, como en impresiones:


Quizás en parte porque la identidad no es las de una niña quien reconoce en cada
única, se va haciendo en el camino y, por espacio donde habita, las presencias y au-
ello mismo, nadie, ni el propio sujeto, es sencias afectivas que la van definiendo.
capaz de reconocerse completo de una El espacio no es sólo el marco donde
sola mirada. suceden los hechos, sino parte de la cons-
En La forma del silencio Puga se lee trucción del sujeto narrado. La muerte de
desde una infancia determinada por el es- la madre, en la infancia de la narradora,
pacio. Se entiende como ella y Acapulco; no sólo empuja a la niña y a su hermana
ella y el la Ciudad de México. Por eso a vivir por temporadas entre Acapulco y
escribe en el apartado “Yo”: la Ciudad de México, también le quita el
sentido de pertenencia y seguridad que
Un yo mexicano… por qué no, si aquí nos puede dar la familia en la niñez. La histo-
tocó vivir y no es grave … un yo que ca- ria narra cómo ella ve la casa de la abuela
mina al pie de los murales de Rivera y Si- como ajena, y cómo cree que sólo puede
queiros, por el zócalo, por el museo de ser suya aquella donde viva con su padre
Antropología, por la avenida Reforma.7 y sus hermanos. Sin embargo, el hogar
que sueña la narradora nunca logra esta-
Decir un yo, cuando se habla de sí misma, blecerse del todo, lo cual la empuja a en-
implica no sólo el distanciamiento necesa- contrar ese sitio de pertenencia en un
rio para poder decirse, sino el comprender espacio más abarcador, una “casa grando-
ese yo como una partícula discursiva que ta”,9 como dice ella: la ciudad.
se trabaja en la escritura; en esta línea, Sobre la ciudad de México escribe:
también se puede decir que la “[…] ciudad
es una experiencia lingüística; es más, no Distrito Federal. O desamor, podría ha-
hay experiencia extralingüística fuera de ber puesto como título. Distrito Federal,
la ciudad [...]”8 Porque la ciudad significa, nombre impersonal y frío, pero sobre
es una construcción semiótica que, igual todo ambiguo… Un amor… que se apar-
que la identidad, está hecha de discursos tó; se recogió en sí mismo a la espera de
entrelazados. Tanto ciudad como identi- que lo amado vuelva a sus cabales. Una
dad son líneas narrativas, por ello dentro nostalgia trepidante que, como todas
del texto de Puga se cuentan una a la las nostalgias, hay que poner ecuánime-
otra; la ciudad no sirve sólo de contexto mente a un lado para seguir viviendo…
espacial, también explica al personaje, lo Una ciudad que uno ama y odia. Una ciu-
caracteriza al mismo tiempo que se defi- dad que no es ciudad, pero sí el pasado
ne a sí misma. La ciudad no se muestra de todos nosotros y nuestro irremisible
presente. El caos que hay que enfrentar
para que no nos mate.10
7
Ibid.
8
Francisco Joaquín Cortés García, “La construcción
del concepto de ciudad a partir de la ideación lite-
raria. Un ensayo antojadizo para reclamar la dife-
rencia, la poética de la ciudad y la utopía literaria”,
Colección Mediterráneo Económico: “Ciudades, ar- 9
Op. cit., p. 53.
quitectura y espacio urbano”, p. 169. 10
Ibid., p. 17.
47
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Berenice Romano Hurtado

En la medida en que va describiendo la narrativo para amalgamar, en buen equili-


ciudad, la narradora va construyendo su brio, sus reflexiones sobre la escritura y
propia imagen. Detrás del anonimato, en- cómo esta escritura construye un cuerpo
tre las sombras de una historia en la cual literario que habita y es habitado por la
en apariencia no tiene mucha participa- ciudad. Así se nota cuando escribe:
ción, se erige una narración llena de emo-
tividad que configura el cuerpo de quien Tantas novelas sobre la ciudad ¿no?, hasta
narra. Las descripciones de la ciudad mues- parece que se ha convertido en un dizque
tran esas emociones y la proximidad del género: novela urbana. Hazme el sere-
personaje hacia ella. Todo respecto del es- nado favor. Ni que qué. Todos hablamos,
pacio supone un vínculo afectivo y por ello pensamos, escribimos sobre la ciudad.
mismo da cuenta de la propia narradora. Nos obsesionamos con ella, la que perdi-
Parte del estilo del texto está rela- mos, la que recordamos con cariño; … Esa
cionado con esta vinculación a la ciudad; ciudad que se nos va quedando en la lite-
Puga se vale del recurso de un interlo- ratura y que, luego de muchos años, nos
cutor implícito quien, bien puede ser un damos cuenta de que no es ni remota-
supuesto lector, bien puede ser Juan, y a mente parecida a la de nuestro recuerdo.12
quien le enseña una forma de perspectiva
para entender la urbe. En relación con el A su vez, el tono coloquial y el juego de
terremoto del 85, la narradora dice: tener un interlocutor llevan a construir
una escritura en apariencia interrumpida,
’Tu ciudad’, decían. ‘Tu calle’. Luego levan- hecha de trozos con los cuales, más allá
tabas la palabra, y como cuando levantas de dar la sensación de falta, crea sitios por
una piedra grande de la tierra: enloque- donde la historia se cuela de una circuns-
cidos salen miles de bichitos que no sa- tancia a otra, y dibuja la vida de la prota-
ben lo que les ha pasado. […] Esa ciudad gonista en pequeñas estampas, reflejo no
que todos llevamos dentro y en la que sólo de pasajes, sino sobre todo, de re-
hay de todo y para todos; ciudad a esca- flexiones acerca de ellos. Estas “fisuras”,
la humana, ¿qué no?11 “resquebrajamientos del todo”,13 como
ella los llama, permiten enmarcar cada su-
Otro recurso es el tono coloquial que ceso para presentarlo como único. De ahí
construye la subjetividad del personaje; se puede decir que el personaje mismo se
este recurso no sólo muestra el estilo na- hace de estos fragmentos, que no resultan
rrativo de la escritora, también aproxima en una identidad resquebrajada, sino múl-
al lector a una narradora más presente. tiple, al fin y al cabo como lo son todas:
De nuevo, a pesar de no querer afirmar su imágenes que se alimentan de momentos
presencia como escritora, el uso de un len- diversos, en espacios distintos, con faltas y
guaje más cercano al cotidiano crea un ganancias. Cabe resaltar, en este caso, có-
personaje que se puede sentir, además de mo en el texto se logra la presencia de ese
reconocer como reales los espacios des-
critos. Y esto, finalmente, es otro medio
12
Ibid., p. 183.
11
Ibid., p. 137. 13
Ibid., p. 174.
48
Una identidad que se bifurca: autoficción y ciudad en La forma del silencio de María...

sujeto a través de distintos y variados cor- crítica; más que exhibir, trata de compren-
tes y ensamblajes, en el sentido en que los der un espacio de contrastes por el cual
acuña Barthes, del transcurso de una vida. tiene sentimientos también en conflicto.
Es decir, el personaje narrador de la Por ello, como si fuera un reflejo de la
historia, quien juega a ser y no ser la auto- ciudad, la niña es una suma de oposiciones
ra misma, crea una identidad de ciudad y entre su vida en Acapulco, en una escuela
de escritura en correspondencia con la pública y con la vigilancia y educación con-
suya propia. De ahí las continuas pausas servadora de la abuela, y la de la Ciudad
para destacar cómo debería escribirse una de México, en un colegio privado y con la
novela, para mostrar la dificultad de con- casi nula presencia de su padre.
tar una vida y para describir los espacios A su vez, esta amalgama niña-espa-
que emocionalmente van configurando a cio, se sostiene en una escritura híbrida
la narradora. Así se va tejiendo, al mismo –también especular–, que pretende tomar
tiempo, una historia hecha de tres hebras la forma de una novela, a pesar de estar
centrales: la identidad de la ciudad, la de narrando una vida, como en la autoficción.
la configuración de la novela como géne- El texto se construye, en gran medida, de
ro y la del yo de la narradora. Debe subra- las reflexiones hechas alrededor de ambos
yarse que ninguna precede a la otra, más géneros y del cúmulo de recuerdos de la
bien, tal como está contando la historia, narradora puestos al costado de la histo-
cada una pertenece y determina a las de- ria de una novela inexistente, pero pre-
más. De tal forma, el resultado es una iden- sente como la central en la narración. Al
tidad determinada por el espacio que se respecto, escribe Puga:
habita y por la escritura.
Por eso, la protagonista está sujeta al Muchos años después, o pocos, surgirá
lugar donde vive, porque éste cambia su esa necesidad de novela en la que tratas
proceder, ya sea que se encuentre en Aca- de poner todo en su sitio; su verdadero
pulco o en la ciudad de México; asimis- sitio. No el que tuvo, sino el que tú sen-
mo, la ciudad adquiere rasgos de perso- tiste. Tratas de reconstruirlo todo paso
naje y se describe como uno más de los a paso, sabiendo que unas cosas quedan
seres que la narradora trata de definir: de cabeza, otras de lado y otras más de-
saparecen, pero lo que reconstruyes es
La ciudad, lo sé, se mostraba segura de un sentimiento de realidad.15
sí. Tenía sus barriadas en donde apenas se
iniciaba el hacinamiento, pero ella lo ig- El juego queda de relieve, la necesidad de
noraba. Mostraba soberbia su faz afran- novela implica, en este caso, un deseo
cesada. Con todo y sus taquerías, sus de contarse; sin embargo, se debe subra-
banquetas rotas, sus canasteros, que yar la paradoja de querer narrar el verda-
también se iban empobreciendo.14 dero sitio de los recuerdos en un texto de
ficción. Lo que surge de nuevo es recono-
Al caracterizar de esta forma a la urbe, no só- cer en los recursos narrativos liminales
lo la personifica, hace una valoración y una –como esta paradoja– el sitio donde Puga

14
Ibid., p. 192. 15
Ibid., p. 198.
49
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Berenice Romano Hurtado

encuentra un umbral que no se cruza y la Puga reconoce en la escritura –ficción o


mantiene justo ahí: en el entre; es decir, en no– una forma de autoconocimiento para
una entrada y salida al mismo tiempo, una explorar el pasado y comprenderlo. Pien-
forma de no inclinarse hacia ningún lado sa con seriedad el quehacer literario y, en
y al mismo tiempo sumar todas las po- particular, la estructura de la novela al
sibilidades. El sentimiento de realidad del mismo tiempo que dice estar haciendo
cual habla, refleja ese espacio múltiple una. Y en esta supuesta novela, de un su-
donde lo emocional puede tener tanta puesto personaje llamado Juan, la escri-
contundencia como la realidad. Por otro tora narra su propia vida y la transforma
lado, no se puede desatender el hecho de en materia discursiva; tanto así, que toma
que la realidad de Puga es –igual que su distancia de sí misma y se cuenta, se dice,
idea de ficción– una particular, distante como personaje. Lo explica:
de cualquier concepción general; una do-
minada precisamente por lo irreal o lo abs- Un cincelamiento más franco que estéti-
tracto, la emoción y lo imaginario des- co, la verdad, en la novela, vendría a ser
dibujados por la memoria. un cambio de estructura, no por la inno-
Más adelante, agrega: “Así son las no- vación de la forma que se apoya en el
velas. Con sus propias reglas y sus univer- juego de la tipografía, sino por el cambio
sos llenos de palabras. Y las palabras, todos de actitud en la voz narradora. La manera
sabemos, suelen ser mentirosas.”16 Por en que se coloca ante lo que narra.18
ello, esta realidad es relativa; de aquí tam-
bién su peculiar concepción de autobio- Lo curioso es que a pesar de decir que está
grafía/novela, ya que si asume, una y otra haciendo una novela, no deja el tono ínti-
vez, que los recuerdos no son fieles a la mo e incluso, casi al final, hace un cambio
realidad, entonces lo que decide escribir temporal para hablar desde el presente y
como texto del yo tiene que ser una novela. desdoblar el momento de la escritura en
En suma, en una autoficción: el tiempo de la narradora de la novela y el
de la voz del presente que escribe frente
[…] pequeño género problemático [Dice al lago de Pátzcuaro.
García Barrientos] por híbrido y ambiguo
hasta los vecinos […] la autobiografía y Imagínate [escribe] lo que no sabría con-
la novela autobiográfica […]; y más allá, tar este laguito. Lo que ha visto y escu-
a un lado, la biografía, el ensayo a modo chado y entendido. Desde aquí uno cree-
de Montaigne […] y al otro, el vasto es- ría que siempre está mirando en nuestra
pacio de las diversas formas novelescas dirección. Que está espiando, se llega a
[…] hasta alcanzar el campo entero de la pensar a veces.19
narración.17
La idea acuna el sentimiento de la remem-
branza; todo lo visto y escuchado implica
también la suma del tiempo: la infancia
16
Ibid.
17
José Luis García Barrientos, “Paradojas de la auto- 18
María Luisa Puga, op. cit., p. 204.
ficción dramática”, El yo fabulado, p. 128. 19
Ibid., p. 214.
50
Una identidad que se bifurca: autoficción y ciudad en La forma del silencio de María...

que se recuerda desde la memoria adul- bora un recuento del espacio que vive y la
ta. En este sentido, Manuel Alberca señala vive. La ciudad, o el puerto de Acapulco,
que se ha ido creando un desiderátum pos- parecen definirse conforme los transita y
moderno interesado en la autocreación, se reconoce parte de ellos. En esta medi-
es decir, la elaboración propia de lo que se da, la identidad queda sujeta a las descrip-
quiere ser, o mejor dicho, se representa ser.20 ciones y emociones que surgen al hablar
Es decir, en Puga relatar la infancia parece del espacio; así se ha mostrado cómo en
tener la intención de explicar quién se ha los espacios vacíos, en lo que el silencio
sido para construir, tácitamente, en quién deja, que es siempre lo que resta, lo que
se convertirá. sobra y permanece de entre un montón
La forma del silencio alude a aquello de hechos superfluos, se entiende lo ma-
que no se dice, a lo que se vive en secreto, leable de la palabra y se desarrolla una
en lo recóndito del ser. La introspección narración construida de fragmentos, para
explora al ser autobiográfico y se escribe conformar una identidad, también dividi-
de silencios, de la respiración pausada que da, en la representación –escritura– del
marca un ritmo calmo: el propicio para ser-niña y del ser-ciudad.
explorar la infancia y escribirla. En este
caso, los silencios son sonoros, susurros
de voces del pasado de la narradora; los Bibliografía
recuerdos que quiere, o no, compartir.
Alberca, Manuel. El pacto ambiguo. De la
Los silencios, pues [dice la narradora]. Los novela autobiográfica a la autoficción.
silencios de cada cual se van haciendo Biblioteca Nueva, Madrid, 2007.
como lagunitas en la existencia que muy Cabo Aseguinolaza, Fernando. “Teatrali-
de vez en cuando, casi siempre por acci- dad, itinerancia y lectura”. El yo fabu-
dente, encrespan sus aguas. Tan habi- lado. Nuevas aproximaciones críticas
tuados estamos a ellos, que no sabemos a la autoficción. Ana Casas (ed.). Ibe-
reconocer lo que pasa las más de las ve- roamericana-Verbuert, Madrid, 2014.
ces. Sin embargo hay ocasiones en que García Barrientos, José Luis. “Paradojas
se secan. Silencios tan profundos que se de la autoficción dramática”. El yo
evaporan. Como el silencio de la noche, fabulado. Nuevas aproximaciones crí-
que acaba por ser noche, o el del mar en ticas a la autoficción. Ana Casas
ocasiones, que termina siendo azul.21 (ed.). Iberoamericana-Verbuert, Ma-
drid, 2014.
El silencio permite un texto en el que Ma- Puga, María Luisa. La forma del silencio.
ría Luisa Puga juega a que hace y desha- Siglo XXI, México, 2014.
ce un escrito de autoficción; es decir, más
que escribir una construcción real con la
cual se pueda identificar a la autora, ela-

20
Manuel Alberca, El pacto ambiguo. De la novela
autobiográfica a la autoficción, p. 41.
21
Ibid., p. 249.
51
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Berenice Romano Hurtado

Cibergrafía nómico: “Ciudades, arquitectura y es-


pacio urbano”. Horacio Capel (coord.).
Cortés García, Francisco Joaquín. “La cons- Edición. Cajamar, Caja Rural Interme-
trucción del concepto de ciudad a par- diterránea, Instituto de Estudios So-
tir de la ideación literaria. Un ensayo cioeconómicos de Cajamar, 2003.
antojadizo para reclamar la diferencia, http://www.fundacioncajamar.com/
la poética de la ciudad y la utopía li- mediterraneo/revista/me0309.pdf
teraria”. Colección Mediterráneo Eco- (consulta 9 de abril, 2013).
53

Edith Vargas Jiménez*

La autobiografía: proyecto de vida y escritura.


Un acercamiento desde la teoría de Mijaíl Bajtín1

Autobiography: Life and Writing Project.


An approach from the Mijaíl Bajtín’s theory

Resumen Abstract

La autobiografía posee dos dimen- Autobiography owns two dimen-


siones: la textual y la apelativa que, sions: textual and appellate which
desde la teoría de Bajtín, correspon- according to Bakhtin’s theory co-
den a la extraposición y el cronoto- rrespond to extraposition and chro-
po: la extraposición permite la cons- notope: extraposition allows the
trucción de una identidad textual construccion of an specific textual
específica, mientras que los crono- identity, while chronotopes place it
topos la sitúan como un signo para as a sign to other, allowing auto-
los otros, lo que permite que la auto- biography to be a life a writing pro-
biografía sea un proyecto de vida y ject at the same time.
de escritura al mismo tiempo.

Key words: Bakhtin, autobiography,


Palabras clave: Bajtín, autobiogra- extraposition, chronotope, character,
fía, extraposición, cronotopo, personaje, appeal
apelación

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 53-63
Fecha de recepción 27/02/2015 > Fecha de aceptación 05/08/2015
edithvrg@gmail.com

*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
1
Cabe aclarar que la noción de escritura autobiográfica propuesta aquí no es ni dogmática ni normativa, sino
operativa, y se elabora con miras al análisis de las autobiografías de autores críticos (en palabras de Mijaíl
Bajtín). El crítico ruso establece una diferencia entre el autor ingenuo que estetiza su vida, pero que: “[…] al
crear al héroe con su vida, se orienta a los mismos valores en medio de los cuales vive la vida su héroe y no
dispone de momentos excedentes y transgredientes para la creación que no poseyera el mismo héroe para
con su vida; el autor en su obra solamente continúa aquello que ya existe en la misma vida de los héroes.”
Mijaíl Bajtín, Estética de la creación verbal, p. 141. Por el otro lado se encuentra el autor crítico que, como se
probará: “[…] siempre opondría a los valores de la vida del héroe los valores transgredientes de conclusión,
concluiría la vida desde el punto de vista fundamentalmente diferente del que tenía el héroe viviéndola desde
su interior; en tal caso, cada línea, cada paso del narrador revelarían un esfuerzo por utilizar el excedente
54
La autobiografía: proyecto de vida y escritura. Un acercamiento desde la teoría de...

Introducción rácter libresco, aisladas del acontecimien-


to socio-político concreto y de su publi-

L a escritura autobiográfica se constru-


ye a través de recursos estéticos (como
la ficción), pero es necesario que en su re-
cidad en voz alta. Al contrario estaban
totalmente determinadas por ese acon-
tecimiento, al ser actos verbales y cívi-
cepción se manifieste como un texto que co-políticos de glorificación pública o de
hace referencia a un individuo con reali- auto-justificación pública de personas
dad social. Entre lo literario y lo referencial, reales. Por eso no sólo –y no tanto– es
los relatos de vida se convierten en una importante aquí su cronotopo interno
frontera, en algo que no termina de perte- (es decir el tiempo-espacio de la vida re-
necer ni a una zona ni a otra, pues no se presentada), sino, en primer lugar el cro-
inscriben en el mismo horizonte de comu- notopo externo real en el que se produ-
nicación que las novelas, pero tampoco ce la representación de la vida propia o
participan de las convenciones que se le ajena como acto cívico-político de glo-
otorgan a los textos históricos. Esto quie- rificación y de autojustificación públicas.
re decir, como ha puntualizado Sylvia Mo- Es precisamente en las condiciones de
lloy, que lo autobiográfico en la actuali- ese cronotopo real donde se revela (se
dad: “es una manera de leer tanto como hace pública) la vida propia o ajena, don-
una manera de escribir”,2 y su sentido se de toman forma las facetas de la ima-
completa en estas dos esferas. gen del hombre y de su vida y se ponen
Mijaíl Bajtín ya había contemplado bajo una determinada luz.
esta doble dimensión en Teoría y estética Ese cronotopo real es la plaza públi-
de la novela, al analizar la autobiografía ca “ágora”. En la plaza pública se reveló y
antigua desde el concepto de cronotopo cristalizó por primera vez la conciencia
(tiempo y espacio) interno y externo. Para autobiográfica del hombre y de su vida.3
Bajtín, el ágora fue el lugar donde surgió
la conciencia autobiográfica en la época Los conceptos de cronotopo interno y cro-
clásica, ya que la declaración de vida su- notopo externo hacen visibles las dos di-
ponía un acto público que no estaba des- mensiones que se conjuntan en la autobio-
ligado del acontecer social y político: grafía como acontecimiento de escritura
personal, pero con un carácter público (de
Estas formas clásicas de autobiografía y publicación) y con poder político, vindi-
biografía no eran obras literarias de ca- cativo, de posicionamiento, entre otros.
Ambos cronotopos se realizan a la par: no
se excluyen mutuamente, sino que se com-

fundamental de la visión puesto que el héroe ne- plementan. Pero para que este fenómeno
cesita una justificación transgrediente, y el punto
de vista y la actividad del autor abarcarían y elabo- pueda darse, es necesaria la participación
rarían precisamente las fronteras fundamentales del otro, por ello, para lo autobiográfico la
del sentido del personaje […]”, ibid., p. 144. Final- lectura (y el tipo de lectura que se haga)
mente, a Bajtín tampoco le interesa la autobio-
grafía “como un recuento de datos acerca de uno es de vital importancia. Es decir, en este
mismo”, ibid., p. 132, porque ella no dice nada so-
bre los valores estéticos de la autobiografía.
2
Sylvia Molloy, Acto de presencia. La escritura auto-
biográfica en Hispanoamérica, p. 12. 3
Mijaíl Bajtín, Teoría y estética de la novela, p. 284.
55
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Edith Vargas Jiménez

tipo de escritura importa tanto la forma en un análisis interno del funcionamiento


como el modo de recepción del texto. del texto, de la estructura o de los as-
En este tenor, una de las aristas más pectos del texto publicado, sino sobre un
discutidas por la teoría autobiográfica ha análisis, en el aspecto global de la publi-
sido la noción de pacto autobiográfico, cación, del contrato implícito o explícito
propuesta por Philippe Lejeune en 1975, propuesto por el autor al lector, contra-
quien intentó resolver el problema de la to que determina el modo de lectura
representación del sujeto (que la críti- del texto. […] La autobiografía se defi-
ca posestructuralista había anulado con la ne en el aspecto global: es un modo de
muerte del autor) basándose en la refe- lectura tanto como un tipo de escritu-
rencialidad, es decir, en la necesaria rela- ra, es un efecto contractual que varía
ción identitaria entre autor, narrador y históricamente.6
personaje principal, por la cual el texto
se debía considerar como un discurso no Así, lo autobiográfico no sólo se queda en
ficticio pronunciado por una persona real; términos textuales, pues no sólo es pro-
esto quería decir que el escritor, median- ducto del discurso, sino de circunstancias
te su firma, le aseguraba al lector ser au- sociales que, en última instancia, mueven
tor y protagonista de su discurso, por lo al autobiógrafo a la construcción del rela-
que le proponía que éste fuera leído con to de vida. Por esta razón, Nora Catelli
un valor no ficticio. 4 Este concepto fue asegura que: “la lectura es precisamente
muy debatido, principalmente, por la crí- la instancia estética, lo que determina la
tica deconstructivista. Por ejemplo, Paul aparición de un autor: el autor es ese yo
de Man expresó que Lejeune proponía la que al decir yo dice otro”,7 cuestión que en
identidad como algo estipulado jurídica- seguida se observará.
mente, pero sin valor cognoscitivo, al in-
sistir en pasar de una identidad cognitiva
y textual (nombre), a una legal (firma).5 La autobiografía como escritura
Sin embargo, lo importante de la noción
de pacto autobiográfico es que colocó en En primer lugar, la escritura autobiográfi-
el centro el modo de lectura del texto: ca se caracteriza, como obra literaria, por
ser un producto retórico del lenguaje y
La problemática de la autobiografía que por tener una capacidad creativa.8 En 1979,
he propuesto aquí no está basada en una
relación, establecida desde afuera, entre 6
Philippe Lejeune, op. cit., p. 86. Las cursivas son
lo extratextual y el texto, pues tal rela- del original.
7
ción sólo podría versar sobre el parecido y Nora Catelli, En la era de la intimidad, seguido de: El
espacio autobiográfico, p. 302. Las cursivas son del
no probaría nada. Tampoco está fundada original.
8
La noción de retórica propuesta en este trabajo
tiene que ver con la capacidad persuasiva de dicho
4
Philippe Lejeune, El pacto autobiográfico y otros es- concepto. En este sentido, debe recordarse que
tudios, pp. 49-87. la retórica fue una episteme (utilizando el térmi-
5
Cf. Paul de Man, “La autobiografía como desfigu- no de Michel Foucault) que fungió como la base
ración”, La autobiografía y sus problemas teóricos. de la polis (sobre todo en la Atenas del siglo v),
Estudios e investigación documental.  Suplementos ya que la lucha dialéctica, que fortalecía a la polis
Anthropos, p. 114. como institución, necesitaba de un método para
56
La autobiografía: proyecto de vida y escritura. Un acercamiento desde la teoría de...

Paul de Man puso el acento en esta ca- cual se le confiere el poder de la palabra
racterística y señaló que los episodios y se establece la posibilidad de que esta
narrados se convertían en elementos de entidad pueda replicar.9
una alegoría, que tenía como eje central
la representación del yo, y como figura Para De Man, lo autobiográfico no podía
retórica por excelencia a la prosopope- tener un referente extra-textual, pues la
ya que, en sus términos, significaba: identidad construida sólo existía en tér-
minos lingüísticos: no era posible hallar
[...] la ficción de un apóstrofe a una en- un anclaje fuera del texto, ya que no era
tidad ausente, muerta o sin voz, por la la vida la que determinaba al texto, sino
éste el que dotaba de sentido a la repre-
sentación vital. El trabajo de De Man fue
convencer y persuadir a la ciudadanía. Así, la re-
tórica que proponían los sofistas se explicaba significativo para la teoría autobiográfi-
de la siguiente manera: la relación entre el habla y ca, pues con él, el crítico belga le confirió
el mundo era una representación, la cual debía a lo autobiográfico un estatuto literario
poseer ciertas características (como los topoi koi-
noi, lugares comunes), para que la persuasión tu- que, si bien ya había sido señalado por
viera una mayor efectividad. Entonces, las disci- Georges Gusdorf en 1956, aún no se le
plinas fundamentales, la oratoria y la dialéctica, terminaba de conferir.10
se desprendían de la retórica; también se instauró
la inventio, el diseño de elementos reales o ve- De esta manera, se entiende que
rosímiles que hicieran aceptable el discurso. Al la escritura autobiográfica participa de la
mismo tiempo, se desarrolló un método de con- creación estética y que el yo representado
vencimiento que era oral y ejemplificador. Sin em-
bargo, los sofistas utilizaban la retórica como un adquiere el nivel de personaje de esta na-
medio para mantener sus propios intereses; por rración. Por esta razón, es pertinente traer
ello, Isócrates se distanció de este método y luchó a colación las reflexiones de Mijaíl Bajtín
contra éstos, ya que pensaba que había que bus-
car la verdad (mayéutica), pero sin desasociarla del sobre la actitud del autor con respecto a
hombre. La retórica, para el pensador griego, no
era una simple técnica ni sólo un instrumento de
persuasión; iba más allá al proponerla como un
método educativo. Pero en el presente trabajo, 9
Paul de Man, op. cit., p. 116.
no se observa la propuesta isocrática, sino, más 10
Georges Gusdorf, en su artículo “Condiciones y lí-
bien, se toma la noción de retórica desde este mites de la autobiografía”, señalaba que la auto-
carácter persuasivo, antes que como un juego de biografía era: “un género literario firmemente es-
ingenio, principio que se aproxima más a la idea tablecido, cuya historia se presenta jalonada de
aristotélica, que fue heredada por el periodo he- una serie de obras maestras, desde las Confesiones
lenístico; puesto que en éste, al haber cambiado de san Agustín hasta Si le grain ne meurt de Gide,
la forma de gobierno, ya no existía un auditorio al pasando por las Confesiones de Rousseau, Poesía
cual convencer y, por lo tanto, la retórica perdió y verdad [de Goethe], las Memorias de ultratumba
su vitalidad. Sin embargo, lo que se propone en [de Chateaubriand] o la Apología de Newman”.
el presente trabajo es que en la escritura auto- Georges Gusdorf, “Condiciones y límites de la
biográfica aún se hallan indicios de este carácter autobiografía”, La autobiografía y sus problemas
persuasivo y vital de la retórica, ya que se trata de teóricos. Estudios e investigación documental, Su-
una obra que tiene en mente a un público lector, plementos Anthropos, p. 9. // La importancia de
que se publica en un contexto específico y con de- entender este carácter creador es reafirmar el va-
terminadas intenciones y que, por lo mismo, lo que lor literario que tienen las autobiografías, pues
hace es focalizar el poder de sugestión de la retó- hasta hace algunos años se les había negado el
rica, para que la identidad autobiográfica sea estatuto de literatura y, en la actualidad, aún se
aceptada, como se analiza en el segundo aparta- les considera un género menor; actitud que em-
do de este estudio, que trata la dimensión ape- pobrece el acervo literario mexicano e hispano-
lativa de lo autobiográfico. americano.
57
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Edith Vargas Jiménez

su personaje, vertidas en su ensayo “Autor actitud, Bajtín la nombra extraposición,


y personaje en la actividad estética”. que es: “una colocación desde fuera, es-
Para el crítico ruso, la autobiografía pacial y temporalmente hablando, de los
es: “la forma transgrediente más elemen- valores y del sentido, la cual permite ar-
tal mediante la cual yo puedo objetivar mi mar la totalidad del personaje”,15 todo ello
vida artísticamente”.11 En este sentido, determinado por una acción contempla-
Bajtín habla, no de una coincidencia entre tiva (activa y productiva). Es decir, el
el autor y el personaje autobiográfico (que autor-observador es otro con respecto al
no sería posible si se toma en cuenta la héroe y gracias a esto puede tener una
escisión que hace entre el autor-creador actitud creativa, pues tiene un excedente
y el autor-real),12 sino de un carácter par- de visión que le permite dirigir y concluir
ticular del autor con respecto a su héroe: la vivencia del personaje. Este excedente
es posible en la autobiografía gracias a su
[...] el autor es un momento de la totali- carácter retrospectivo, es decir, gracias a
dad artística y como tal no puede coinci- que el autobiógrafo tiene una distancia
dir, dentro de esta totalidad, con el héroe temporal con respecto a la vivencia, que le
que es su otro momento; la coincidencia permite diseñar su unidad y su identidad
personal “en la vida” entre el individuo siguiendo un guión preconcebido, pues
del que se habla y el individuo que habla no debe olvidarse que la autobiografía, al
no elimina la diferencia entre estos mo- ser una escritura motivada, se trata de una
mentos en la totalidad artística […].13 proclamación de identidad, como indi-
viduo y como sujeto público, que escribe
Bajtín asegura que la actividad estética con intenciones determinadas.
inicia con el momento de la vivencia: “yo Con respecto a lo anterior, Nora Ca-
he de vivir (ver y conocer) aquello que está telli en El espacio autobiográfico observa
viviendo el otro, he de ponerme en su sitio, una interesante analogía en esta actitud
como si coincidiera con él”,14 pero para que el autor toma con su personaje. La críti-
que la actividad estética en verdad se dé, ca argentina señala que de acuerdo a la
es necesario que el autor regrese a sí mis- teoría bajtiniana, lo que se produce es una
mo, a su lugar fuera del personaje. A esta tríada entre “ser”, “acto” y “otro”, que se
asemeja al acto de la Encarnación en la
tradición cristiana: el “ser”, ente pasivo-
11
Mijaíl Bajtín, Estética de la creación verbal, p. 131. femenino espera (como la Virgen María)
12
Sobre este aspecto, el crítico ruso establece que
hay una diferencia entre: “el autor-creador, que per- que el Verbo (el “acto”) se haga carne por
tenece a la obra, y el autor real, que es un ele- medio del “otro” (el autor). Por lo tanto:
mento en el acontecer ético y social de la vida”, “La ‘actividad de extraposición’ […], por
ibid., p. 20. Por lo tanto: “[…] el trabajo creativo
se vive, pero la vivencia no se oye ni se ve a sí medio [de la] cual el ser sale de sí mismo
misma, tan sólo ve su producto o el objeto hacia (de su ‘pasividad femenil’) y se torna ‘be-
el cual está dirigida. Por eso el artista nada tiene lleza’, se plasma en la construcción del
que decir acerca de su proceso creativo: todo él
está en el producto creado, y lo único que le que- héroe a través del autor.”16 Para Catelli, el
da es señalarnos su obra; y así es –únicamente allí
hemos de buscar ese proceso”, ibid., p. 17.
13
Ibid., p. 131. 15
Ibid., p. 23.
14
Ibid., p. 32. 16
Nora Catelli, op. cit., p. 304.
58
La autobiografía: proyecto de vida y escritura. Un acercamiento desde la teoría de...

fin último de este proceso es representar te se articula desde un orden cronológico


una conciencia específica: la de la belle- (lineal y progresivo); más bien su sentido
za. Como se observa, este razonamiento recae sobre núcleos de significación que
está cercano al de Paul de Man, en el sen- serán los que ordenen el relato, como
tido de afirmar que la actividad estética es Bajtín desarrolla al hablar de la biogra-
lo que confiere rostro a ese ente figurado fía analítica.
en la autobiografía; con la salvedad de que
esta representación no es un vacío como Los diferentes rasgos y cualidades del
De Man pretende, sino lo que “aporta el carácter son elegidos entre los diversos
contenido vital”17 de la creación estética, acontecimientos y sucesos que pertene-
aunque nada pueda hacer desde el pun- cen a distintos periodos de tiempo de la
to de vista formal, hasta que el autor le vida del héroe, y se distribuyen en los
brinde la conclusión estética. apartados correspondientes. […] De esta
Resumiendo, el autobiógrafo es el manera, la serie biográfica temporal re-
que le confiere al personaje (a su yo tex- sulta interrumpida: en la misma rúbrica
tual) una totalidad conclusiva, una unidad, se juntan momentos pertenecientes a
por eso Bajtín menciona que el autor es diversos periodos de vida. El principio or-
conciencia de la conciencia, porque permi- denador es también aquí el conjunto del
te dotar de sentido el mundo narrativo y carácter, desde cuyo punto de vista no
darle forma a la conciencia del personaje: interesan el tiempo y el orden de mani-
festación de las partes de ese conjunto.19
El autor no sólo ve y sabe todo aquello
que ve y sabe cada uno de sus personajes Al respecto han hablado otros estudio-
por separado y todos ellos juntos, sino sos de la autobiografía, como Magdalena
que ve y sabe más que ellos, incluso sabe Maíz Peña, Doctora en Estudios Hispáni-
aquello que por principio es inaccesible cos por la Universidad de Arizona, quien
para los personajes, y es en este deter- denominó a estos núcleos como autobio-
minado y estable excedente de visión y el logemas, que desde su análisis son:
conocimiento del autor con respecto a ca-
da uno de sus personajes donde se en- Unidades mínimas de sentido simbólico
cuentran todos los momentos de la con- atribuido por un sujeto biográfico a su
clusión del todo, trátese de la totalidad experiencia de vida –afectando la orga-
de los personajes o de la obra en general.18 nización y la comprensión del universo
narrativo, y por supuesto su inscripción y
Esta dimensión estética es la que permite en última instancia su consumación.20
que lo autobiográfico se manifieste como
una escritura construida a partir de estra- Así, estos focos de significación permiten
tegias discursivas y que, por ende, logre que el narrador ponga en marcha la acti-
una totalidad conclusiva. Por lo tanto, el
discurso autobiográfico no necesariamen-
19
Mijaíl Bajtín, Teoría y estética de la novela, p. 294.
Las cursivas son del original.
17
Ibid., p. 305. 20
Magdalena Maíz, (Entre)textos: perfil de la autobio-
18
Mijaíl Bajtín, Estética de la creación verbal, pp. 21-22. grafía moderna mexicana, p. 20.
59
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Edith Vargas Jiménez

tud de extraposición para dotar de sentido ra-mí, sino del yo-para-otro.22 En esta tó-
al relato de vida: elegir implica un esfuer- nica, incluso Bajtín elabora un pequeña
zo de discriminación entre los sucesos que lista de motivaciones que él denomina “la
apoyan el proyecto de identidad auto- base de los valores biográficos”, entre los
biográfico y aquellos que no; entonces, se que cita:
entiende que los silencios mantienen una
relación de diálogo con los elementos que [...] la voluntad de ser héroe, de tener im-
sí están presentes en el relato y que, en con- portancia en el mundo de los otros, la
junto, apoyan la unidad de la obra. voluntad de ser amado y, finalmente,
la voluntad de vivenciar el fabulismo (la
aventura) de la vida, la heterogeneidad
La autobiografía como lectura de la vida exterior e interior.23

En segundo lugar, no debe olvidarse que Mijaíl Bajtín ejemplifica lo anterior en Es-
lo autobiográfico tiene una función apela- tética de la creación verbal, cuando se refie-
tiva y busca una reacción por parte del lec- re a la confesión, una de las primeras for-
tor: la imagen que se construye en el texto mas autobiográficas: Santa Teresa, al hacer
debe ser leída como auténtica, que no sig- uso de ésta no se dirige a Dios ni al yo-para-
nifica lo mismo que real o verdadera, sino mí, sino a sus prójimos (a sus hermanas y a
que debe ser: “Acreditad[a] de ciert[a] y su confesor), por lo que la confesión ideal
positiv[a] por los caracteres, requisitos o (monológica, orientada a Dios) no tiene la
circunstancias que en ell[a] concurren.”21 posibilidad de realizarse en el momento
Es por esta razón que la sinceridad sigue en el que se ha cambiado el acento de
blandiéndose como uno de los valores lo que se ha hecho (lo que se confiesa) a
principales de lo autobiográfico. Por lo observar la representación que se hace
tanto, se entiende que si el elemento re- de esto ante el otro (el confesor). El yo-
ferencial de la identidad no estuviera en para-otro surge con el planteamiento de
juego, simplemente no habría discusión y la otredad (de un otro posible, de un oyen-
la autobiografía se tomaría sólo como fic- te, de un lector) y, con ello, nace el diálogo
ción, pero como esta dimensión es justa- con el receptor; es decir, el carácter apela-
mente la que cierra el proyecto autobio- tivo de la autobiografía: “Ni en la biogra-
gráfico, estas narraciones se convierten fía, ni en la autobiografía el yo-para-mí
en discursos comunicativos y de diálogo (la actitud hacia uno mismo) viene a ser
y, a su vez, también en textos altamente
motivados, para restringir la sobreinter-
22
pretación en favor de las motivaciones del La identidad para Bajtín se da en la lógica de la
triada: yo-para-mí, yo-para-otro y otro-para-mí. Ésta
autor y de la imagen que busca proyec- es resultante de las interacciones del yo consigo
tar de sí mismo: se trata no sólo del yo-pa- mismo (percepción interna, autoimagen) y con el
otro (la apreciación que este otro hace de uno mis-
mo). Así, la identidad se construye y sobredeter-
mina por la alteridad: “El hombre, en tanto na-
turaleza, sólo se vivencia convincentemente en el
21
Real Academia de la Lengua Española, Diccionario otro, pero no en sí mismo”. Mijaíl Bajtín, Estética
de la Real Academia de la Lengua Española, http:// de la creación verbal, p. 44.
lema.rae.es/drae/?val=aut%C3%A9ntico 23
Ibid., p. 135.
60
La autobiografía: proyecto de vida y escritura. Un acercamiento desde la teoría de...

el momento de organización y estructu- verdad, pues lo que se busca en la escritura


ración de la forma.”24 es un efecto estético-retórico que debe
Otra muestra de lo anterior se obtie- ser percibido como verosímil en la realidad
ne en el momento en que Bajtín explica extra-textual por los otros. Por lo tanto, el
que, dependiendo del acento que tenga texto autobiográfico que surge con miras a
la narración de vida (la base del valor bio- una publicación siempre tiene en mente
gráfico), será el peso valorativo que se pon- al lector y al diálogo que sostendrá con él,
ga en la misma. Por ejemplo, si el acento pues es a quien va dirigido el relato. Por
reside en la voluntad de ser amado, el esta razón, se comprende que Bajtín afir-
autobiógrafo focalizará ciertos aspectos me que: “es posible, pues, la pregunta: ¿có-
en disminución de otros que no apoyan la mo me estoy representando, a diferencia
configuración que se pretende: de la pregunta, quién soy?”26
Para destacar la importancia que el
Mi cuerpo, mi apariencia, mi traje, toda yo-para-mí tiene en la escritura autobio-
una serie de pormenores internos y ex- gráfica, Bajtín se vale del concepto de
ternos de mi alma, los detalles y porme- cronotopo, pues éste, al ser entendido co-
nores de la vida que no pueden tener mo: “una categoría de la forma y el conte-
una importancia y reflejo valorativo en un nido en la literatura”,27 y como: “la cone-
contexto histórico-heroico, en la huma- xión esencial de relaciones temporales y
nidad o la nación [a diferencia de si se espaciales asimiladas artísticamente en la
tuviera la voluntad de ser héroe] (todo literatura”,28 revela que el diálogo social
aquello que es históricamente insustan- (el yo-para-otro) se inserta en la escritura
cial, pero que existe en el contexto de misma a partir de estas dos cualidades:
la vida), todo adquiere un peso valorati- “El cronotopo, como categoría de la for-
vo, un sentido, y se forma dentro de la ma y el contenido, determina también (en
amante conciencia del otro; todos los una medida considerable) la imagen del
momentos estrictamente personales se hombre en la literatura.”29 Esto quiere
constituyen y se rigen por aquello que yo decir que el cronotopo interno (el tiem-
querría ser en la conciencia amante del po de vida representado en la escritura)
otro por mi imagen anticipada que debe está determinado de alguna manera por
ser creada valorativamente dentro de es- el cronotopo externo (el momento de es-
ta conciencia.25 critura). Es decir, dentro del cronotopo
externo entran en juego el horizonte mo-
Lo anterior se entiende porque, según ral del escritor, los valores a partir de los
Bajtín, el autobiógrafo no se separa valo- que escribe y las funciones que le asigna
rativamente del mundo de los otros, sino al texto, elementos que expresan la refle-
que se percibe dentro de una colectividad. xión sobre una realidad específica y que
Es por esta razón que en la forma auto- precisan impactar en ésta, no sólo narrarla,
biográfica se introduce una noción nueva:
la verosimilitud, que sustituye al valor de 26
Ibid., p. 132.
27
Mijaíl Bajtín, Teoría y estética de la creación verbal,
p. 237.
24
Ibid., p. 131. 28
Loc. cit.
25
Ibid., pp. 136-137. Las cursivas son mías. 29
Ibid., p. 238. Las cursivas son mías.
61
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Edith Vargas Jiménez

ya que no se trata sólo de satisfacer las feras de la existencia muda e invisible en


necesidades del autor, sino de establecer las que se haya implicado el hombre, y
un diálogo con sus posibles lectores; por por las que se haya determinado (el reino
ello, ¿quién escribe?, y ¿para quién está es- platoniano de las ideas: todo se ve y to-
crito?, se convierten en preguntas especí- do se oye). Y la concepción clásica griega
ficas a la hora responder a la pregunta: todavía estaba más lejos de situar los
¿qué está contenido en el texto? Pero centros principales, las fuerzas dirigen-
también, la misma forma en que se decide tes de la vida humana, en los lugares
redactar la experiencia de vida se vuelve mudos e invisibles. Así se explica la asom-
sintomática de las necesidades del autor: brosa y total exterioridad del hombre
el encomio, la apología, la confesión, el clásico y de su vida.31
testimonio, etcétera, son formas que se
atribuyen a una función y, por tanto, a una Es por ello, continúa Bajtín, que: “Aquiles, en
respuesta por parte del otro; de la mis- la célebre cena con Priamo, solloza en su
ma manera, los acontecimiento elegidos tienda con tanta fuerza que sus lamentos
para su narración, el cronotopo interno, se podían oírse en todo el campamento grie-
convierten, como se ha visto, en núcleos go”.32 En este contexto, el hombre dialoga
simbólicos que apuestan por una imagen y hace partícipe al otro de su vida en tiem-
valorativa. Por lo anterior, Bajtín expresa po real; habla con su contemporáneo, es-
que: “En el cronotopo artístico literario tableciendo un lazo cronotópico cercano.
tiene lugar la unión de los elementos es- La plaza pública, como ya se dijo, es el
paciales y temporales en un todo inteligi- lugar donde se lleva a cabo este diálogo.
ble y concreto”;30 estos son la construcción Por otro lado, se encuentra el cro-
retórica autobiográfica y la función que se notopo de la autobiografía de origen ro-
espera que cumpla el texto, al ser un acto mano: la familia. En este contexto, la con-
público, en el contexto inmediato ciencia, a diferencia del ágora griega:
Así, sobre el hecho de la represen-
tación para el otro, el crítico ruso señala [...] se orienta hacia el recuerdo concreto
dos cronotopos y, por ende, dos maneras del clan, de los antepasados, y, al mismo
de diálogo: el primero de ellos se origi- tiempo, hacia las generaciones futuras.
na con la forma autobiográfica de origen […] La autobiografía se escribe con el fin
griego, inserta en un contexto en donde de transmitir las tradiciones familiares-
el hombre era completamente exterior, gentilicias de un eslabón al otro, y se
en el que no se tenía aún la conciencia conserva en el archivo.33
íntima de sí y en donde todos los actos
eran públicos: Esta forma de diálogo es la que busca la
posteridad. La comunicación va, entonces,
En el hombre mismo no existe centro
alguno mudo e invisible: es visto y oído
por completo, está totalmente en el ex-
terior, pero no existen, en general, es-
31
Ibid., p. 287.
32
Ibid., p. 286.
30
Ibid., p. 237-238. 33
Ibid., p. 290.
62
La autobiografía: proyecto de vida y escritura. Un acercamiento desde la teoría de...

en el sentido de transmitir una imagen juntar el cronotopo interno y el cronotopo


que sobrepase el tiempo y el espacio externo, al autor-creador y al autor-real, el
contemporáneo. diálogo contemporáneo y el de la poste-
Finalmente, en la autobiografía mo- ridad, elementos que se conjugan a la
derna estos dos cronotopos se realizan hora de la lectura: la autobiografía es el
en conjunto; es decir, se relacionan am- punto de unión entre la representación
bas dimensiones, como el mismo Jean textual de identidad y las motivaciones
Jeacques Rousseau, considerado como el extra-textuales que impulsan el relato de
fundador de la autobiografía moderna, vida. Entonces, el discurso autobiográ-
anuncia en sus Confesiones: fico implica una creación artística y un
discurso de intervención social, sin que
Emprendo una obra de la que no hay ninguno de los dos enfoques se opongan,
ejemplo y que no tendrá imitadores. gracias a la naturaleza dialógica del len-
Quiero mostrar a mis semejantes un hom- guaje. Es precisamente ésta la razón por la
bre en toda la verdad de la Naturaleza y que se aboga por un estudio autobiográ-
ese hombre seré yo. […] Que cada cual fico con un carácter bidimensional, ya que
luego descubra su corazón a los pies de se debe considerar en todo momento al
tu trono con la misma sinceridad; y des- lector como un elemento primordial y es-
pués que alguno se atreva a decir en tu pre- tablecer con él un contrato de lectura que
sencia: “Yo fui mejor que ese hombre.”34 permita asegurar el valor no ficcional de
la identidad construida en el relato, por-
que, finalmente, como considera Barrett
Conclusión J. Mandel, en el momento en que un lec-
tor se acerca a la autobiografía, lo hace
Como se observa en las líneas arriba cita- buscando una satisfacción de autodes-
das, la autobiografía, y la identidad que cubrimiento que la ficción no puede cu-
se perfila en ella, es tanto una forma de brir de manera total.35 Por ello, la lectura
diálogo con los contemporáneos, como y el lector son elementos clave a la hora
una comunicación que pretende trascen- de distinguir la escritura autobiográfica de
der. El escritor autobiográfico no ingenuo la ficcional.
tiene presente que su proyecto de vida
en realidad también es un proyecto de es-
critura: no se trata de develar lo íntimo
por el simple hecho de hacerlo: es una de-
claración como individuo y como sujeto
público en un momento determinado que,
sin embargo, se sabe que sobrepasará el
tiempo inmediato.
Es en esta frontera (que toda auto-
biografía implica) en la que es posible con-
35
Cf. Barret J. Mandel. “Full of Life Now”, en James
34
Jean Jacques Rousseau, Las confesiones, p. 5. Las Olney (ed.). Autobiography. Essays Theoretical and
cursivas son mías. Critical, pp. 49-72.
63
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Edith Vargas Jiménez

Bibliografía: Hemerografía

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do de Cultura Económica, 1996. drae [consulta 29 de enero de 2015].
Rousseau, Jean Jacques. Las confesiones.
Madrid, Alianza, 2008.
65

Merari Ruiz Cárdenas*

Francisco L. Urquizo:
entre lo biográfico y la autobiografía

Francisco L. Urquizo:
between the biographical and the autobiography

Resumen Abstract

El objetivo de este artículo se centra The objective of this article is to


en analizar la influencia del aspecto analyze the influence of biographi-
biográfico en la obra del escritor cal aspect in the work of coahuilen-
coahuilense Francisco L. Urquizo a se writer Francisco L. Urquizo from
partir de la aplicación de conceptos the application of derived concepts
derivados de la psicocrítica con la from psychocritic with the intention
intención de determinar qué género of determine what gender of litera-
de las literaturas del yo predomina tures of the self prevails in his writing.
en su escritura.

Key words: Mexican Revolution, psy-


Palabras clave: Revolución Mexicana, chocritic, autobiography, Urquizo, mexi-
psicocrítica, autobiografía, Urquizo, lite- can literature
ratura mexicana

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 65-77
Fecha de recepción 29/06/2015 > Fecha de aceptación 07/10/2015
mera140486@hotmail.com

*
Universidad Autónoma del Estado de México.
66
Francisco L. Urquizo: entre lo biográfico y la autobiografía

E n el largo transitar de la evolución de los


estudios literarios se ha pasado de cen-
trar la atención únicamente en el análisis
Para comprender el fenómeno litera-
rio que engloba la obra de un personaje
como lo fue Urquizo, es inevitable recurrir
textual, a visualizar una concepción más primero a su biografía. Francisco Luis Ur-
amplia del fenómeno literario, en donde se quizo Benavides nació en San Pedro de las
contempla como objeto de estudio a dos Colonias, Coahuila, el 21 de junio de 1891.
figuras importantes: el escritor –desde una Falleció en la Ciudad de México el 6 de abril
perspectiva de creador que se construye de 1969. Perteneció a una de las familias
a sí mismo a partir de sus textos– y la obra, fundadoras de la ciudad de Torreón, Coa-
en relación a los factores externos que in- huila. El entorno familiar en su vida adulta
fluyeron para su génesis. se desarrolló en función al matrimonio
A su vez, durante este transitar evo- que tuvo con Ana María Pérez Tejeda,
lutivo, surgieron diferentes concepciones con quien engendró tres hijos: María de
teóricas necesarias para la comprensión de Lourdes, Margarita y Juan Manuel. Su pa-
estas nuevas perspectivas. Tal es el caso dre, Francisco Urquizo, fue un empresario
de lo designado como literaturas del yo lagunero. Su madre se llamó Teresa Be-
que engloban categorías como “memo- navides. A temprana edad le expresó a su
rias, confesiones, recuerdos, ensayos, cua- familia sus deseos de ser militar, pero estos
dernos, apuntes, antimemorias, diarios ín- se opusieron y, negándose a apoyarlo, lo
timos...”1 La mención de esta variedad de obligaron a trasladarse a la Ciudad de Mé-
precisiones genéricas invita a reflexionar xico para realizar estudios de comercio en
sobre la función narrativa de las caracte- el Liceo Fournier como parte de su instruc-
rísticas propias de la autobiografía en la ción primaria superior, de 1905 a 1907.
construcción de textos tipificados propia- Al estallar la Revolución Mexicana de-
mente como literarios; un ejemplo claro cidió abandonar sus labores en el campo
es el caso del escritor coahuilense Francis- para enlistarse en el movimiento maderis-
co Luis Urquizo Benavides (1891-1969), ta. Así, meses antes de cumplir los veinte
quien al escribir en primera persona so-
bre el movimiento histórico de la Revo-
lución Mexicana y ser testigo de él, lejos estudios difieren sobre el inicio de este ciclo de
novelas, ya que en 1911 el mismo Azuela había pu-
de ser estudiado desde una perspectiva blicado Andrés Pérez, maderista con temáticas
autobiográfica, su obra ha sido limitada, propias del movimiento revolucionario. De la mis-
relegada, en gran parte, a su estudio úni- ma forma, existe otra discrepancia, aún mayor,
en relación al momento en el cual se da término
camente dentro de la narrativa de la Re- al ciclo narrativo de la Revolución, pues existen
volución Mexicana.2 desacuerdos al considerar dos vertientes: una que
postula el final del ciclo con las obras donde se
aborda la caída de Carranza, en 1920, y la otra con
1
Jean-Philippe Miraux, La autobiografía: las escri- las novelas donde se aborda la Revolución Cristera.
turas del yo, p. 13. En general, se puede considerar el desarrollo de la
2
“El período histórico que comprende a la Revolu- novela revolucionaria en el periodo que compren-
ción Mexicana principia con la rebelión maderista de de 1911, en el cual aproximadamente inició la
el 20 de noviembre de 1910 y termina con la caída lucha armada, hasta 1947, en donde se da un cam-
y muerte de Venustiano Carranza el 21 de mayo de bio importante respecto a la forma en la cual se
1920. Por su parte, la Narrativa de la Revolución concibió a la novela en México, con José Revueltas
Mexicana surgió a raíz de la publicación de Los de y Agustín Yáñez”. Antonio Lorente, La novela de la
abajo, de Mariano Azuela, en 1916; aunque algunos Revolución Mexicana, pp. 43-46.
67
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Merari Ruiz Cárdenas

años, el 7 de febrero de 1911, se dio de tigio militar y relativo reconocimiento lite-


alta como soldado raso en el primer re- rario; esto le permitió colaborar en perió-
gimiento de caballería a las órdenes del dicos como El Universal Ilustrado, Maña-
Coronel Sixto Ugalde, miembro de la 2ª na, Tópicos, El legionario, El Nacional y El
División del Norte del Ejército Libertador. Universal. El 8 de agosto de 1994, sus res-
Es aquí donde tiene un primer contacto tos fueron trasladados a la Rotonda de las
con la familia Madero al conocer a Emilio Personas Ilustres en el Panteón Dolores
Madero y convertirse en su ayudante. Es- de la Ciudad de México.
te hecho es importante ya que Emilio Ma- El detenerse en la vida de Urquizo no
dero era hermano de Francisco I. Madero, es fortuito, al contrario, es un referente
actor histórico a quien Urquizo seguiría necesario para fundamentar la postura
y admiraría toda su vida. de este estudio: reflexionar en torno a la
De 1945 a 1946, durante la presiden- función que cumple la fuerte presencia de
cia de Manuel Ávila Camacho (1940-1946), elementos biográficos reiterativos y clara-
Francisco L. Urquizo fue Secretario de la mente definidos en su producción litera-
Defensa Nacional. Cabe señalar que el año ria, y cómo influyen para la construcción
de 1945 fue sobresaliente en lo referente del mundo narrativo que intenta transmi-
a su vida profesional debido a su participa- tir y legitimar. Para lograr dicho plantea-
ción en momentos históricos importantes miento es necesario partir del análisis del
de la historia nacional contemporánea, proceso creativo por medio del cual Urqui-
como fue el caso de la intervención de zo utiliza diferentes aspectos de las lite-
México en la Segunda Guerra Mundial. raturas del yo para la construcción de su
De ahí que siendo Subsecretario de la De- obra, hecho que remite a hablar de un yo
fensa Nacional se le encomendara la ta- social y un yo creador del escritor. El uso de
rea de organizar el escuadrón, conocido estos términos surge de la propuesta teó-
como el Escuadrón Doscientos Uno, que rica conocida como Psicocrítica, expues-
participaría en la Guerra del Pacífico du- ta en 1948 por el crítico literario francés
rante la Segunda Guerra Mundial cuando Charles Mauron (1899-1966), quien preci-
México se unió a los Aliados contra las samente se preocupó por observar cómo
Potencias del Eje. Fue el 23 de febrero de la interacción entre estas dos partes del es-
1945, en la base norteamericana de Ma- critor convergen para dar como resultado
jors Field, Texas, que la Fuerza Aérea Ex- una creación artística.
pedicionaria Mexicana fue abanderada en Mauron considera al escritor como un
ceremonia solemne por el General Fran- creador muy cercano al papel del psico-
cisco L. Urquizo en representación del analista. El teórico francés Gérard Genette
Presidente de la República. Así, la f.a.e.m. menciona sobre esto lo siguiente:
(Escuadrón 201) salió de San Francisco,
California, a bordo del buque “Fairisle”, el Il distingue un «moi createur» et un «moi
martes 27 de marzo de 1945, con destino social», qui ne communiquent entre eux
a Manila, Filipinas. qu’à travers le mythe personel, lui-même
En 1967 el Senado de la República le relié à l’inconscient. Il voit dans la créa-
otorgó la medalla Belisario Domínguez. tion artistique non pas une expression
En sus últimos años, Urquizo gozó de pres- directa de l’inconscient, mais une sorte
68
Francisco L. Urquizo: entre lo biográfico y la autobiografía

d’auto-analyse implicite, ou de régression


Moi créateur Moi social
contrôlée vers les traumatismes originai-
res et les stades infantiles, un «examen
(Yo creador) (Yo social)
d’inconscience».3

Como Genette ya da cuenta, Mauron está


en el entendido de ver la producción ar- Mythe
tística como evidencia de un proceso de (Mito)
autoanálisis que engloba una serie de pro-
yecciones de diversos traumas ocultos en
la propia producción artística. A raíz de es-
to, para ilustrar su concepción del escritor
visto como creador, Mauron propone los Inconscient
dos conceptos antes mencionados: el yo
social y el yo creador.
(Inconsciente)
El yo social, como su nombre lo in-
dica, implica la vida personal del artista Esquema 1: “Yo social”, “Yo creador”,
así como sus relaciones sociales; es decir, Des Metaphores Obsédantes au Mythe Personnel.
el papel que desempeña en la sociedad a Introduction à la Psychocritique, p. 230.
la cual pertenece, y la manera en la que se
desenvuelve dentro de ella. El yo creador,
por su parte, relaciona la personalidad Para comprender el esquema previo es im-
del artista con sus objetos artísticos y las portante leerlo de manera ascendente. De
obras de arte de los otros con quienes esta forma se entiende que el inconscien-
tiene cierto grado de identificación creati- te del artista, situado en su interior, para
va. Para clarificar la relación entre el yo ser proyectado hacia el exterior hace uso
social y el yo creador, Mauron propone el de la influencia de su yo creador y su yo
siguiente esquema: social, con los cuales se mantiene en con-
tacto de manera no consciente a través
del mito personal,4 que funciona como

4
A causa de que el presente análisis se centra sólo
en lo referente a los conceptos de ‘yo social’ y
‘yo creador’ planteados por la Psicocrítica, no se
profundizará en este concepto, sin embargo a con-
tinuación se proporciona la definición que da so-
bre él Charles Mauron: «Cette définition empiri-
que, nommer “mythe personnel”, le phantasme
3
“Él distingue un «yo creador» y un «yo social» le plu fréquent chez un écrivian, ou mieux en-
que no se comunican entre sí más que a través del coré l’image qui résiste à la superposition de ses
mito personal, conectado al inconsciente. Él ve a ouvres.». “Esta definición empírica llamada «mi-
la creación artística no como una expresión directa to personal», la fantasía más común en un es-
del inconsciente, pero implica una especie de critor, o mejor aún la imagen que se resiste a la
autoanálisis, o de regresión controlada a traumas superposición de sus obras”. Charles Mauron, Des
originarios y a etapas infantiles, una «revisión de la Metaphores Obsédantes au Mythe Personnel. In-
inconsciencia».” Gérard Genette, Figures I, p. 136. troduction à la Psychocritique, p. 14.
69
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Merari Ruiz Cárdenas

mediador entre estas dos fuerzas, y que xicana (la transición del gobierno de Por-
a través del empuje del inconsciente tam- firio Díaz al de Francisco I. Madero), la
bién busca ser exteriorizado. Así, las co- traición realizada a Madero por parte de
nexiones que existen entre la vida y la Victoriano Huerta, y el inicio y ocaso del
obra no son racionalizadas por el artista y Constitucionalismo representado por la fi-
tampoco, según Mauron, repercute la una gura de Venustiano Carranza.
en la otra de manera directa ya que las Este espacio de la Revolución Mexi-
experiencias biográficas del yo social no cana –fundado a partir de los lugares ins-
son transmitidas al yo creador, pues és- tituidos por las relaciones que establecen
tas son disminuidas por el tiempo y por la los personajes históricos mencionados–,
interpretación que les da a partir de su co- en la narrativa de Urquizo, constituye un
nocimiento de la vida y la muerte. En este manejo espacial tal, que conduce a con-
punto no se debe confundir que yo social siderarlo un “soñador de moradas”. Las
y yo creador no se influyen mutuamente; moradas creadas por Urquizo son lugares
el enfoque de Mauron se sitúa en el hecho habitados por “espacios del anonimato”
de que estos pueden funcionar, por un resultantes de su visión panóptica6 del es-
tiempo determinado, de manera indepen- pacio de la Revolución Mexicana. En este
diente. Mieke Bal en Teoría de la narrativa entendido, Urquizo es el “Ojo solar, una
(una introducción a la narratología) ejem- mirada de dios”,7 un ojo totalizador que en
plifica esta influencia mutua entre el yo analogía con la arquitectura carcelaria se
social y el yo creador al mencionar que “el convierte en el guardián que desde la torre
espacio no se presenta como marco fijo, central observa a los prisioneros recluidos
sino como zona de paso susceptible de en edificios individuales situados a su al-
grandes variaciones”.5 rededor. Los prisioneros de Francisco L.
En el caso de Francisco L. Urquizo, el Urquizo, en su calidad de guardia carcela-
“marco fijo” es el espacio representado por ria, son los personajes situados en los
el movimiento armado de la Revolución recortes de realidad revolucionaria; y los lu-
Mexicana, pero como lo menciona Bal, a gares donde estos están recluidos son
pesar de representar el marco de determi- precisamente “espacios del anonimato”,
nado contexto, todo espacio no es fijo, pues que en conjunto instauran el espacio de la
existen en él variaciones y movimientos; Revolución Mexicana observada por Ur-
estos movimientos se determinan a partir quizo desde su torre central de escritor y
de recortes de la realidad. Los recortes de narrador omnisciente.
realidad del marco espacial de la Revolu-
ción Mexicana realizados por Urquizo son
definidos a partir de sus recuerdos y expe- 6
El panóptico es un tipo de arquitectura carcelaria
riencias, y básicamente son tres: el relacio- ideada por el filósofo utilitarista Jeremy Bentham
nado con los inicios de la Revolución Me- hacia fines del siglo xviii. El objetivo de la estruc-
tura panóptica es permitir a su guardián, ubicado
en una torre central, observar a todos los prisio-
neros recluidos en células individuales alrededor
de la torre, sin que éstos puedan saber si son
observados.
5
Mieke Bal, Teoría de la narrativa (una introducción a 7
Michel de Certeau, La invención de lo cotidiano I.
la narratología), p. 104. Artes de hacer, p. 104.
70
Francisco L. Urquizo: entre lo biográfico y la autobiografía

Así, en la obra de Urquizo se observa Francisco L. Urquizo en Europa; 5. Las ge-


una estrecha relación entre el yo social y neralidades de la vida militar de Urquizo;
el yo creador, en la que de manera más 6. Contenidos de índole fantástico y so-
clara “el Yo social de un artista engloba brenatural, y otros que Urquizo clasifica
todas las funciones que no son la actividad como ‘cuentos’, ‘novelas’ y ‘radionovela’;
creadora, es decir, todas las relaciones y y 7. Manuales y textos de orden e instruc-
tareas obligadas de la vida privada y la ción, específicamente militares.
vida social”,8 las cuales, en el caso concreto Dicho lo anterior, Francisco L. Ur-
de Urquizo, se centran de manera particu- quizo, conocido por muchos como el “no-
lar en su vida dentro del ejército, pues du- velista del soldado”, se veía a sí mismo
rante su carrera militar formó parte tanto como un aficionado a la escritura. Esto se
del bando federal como del revoluciona- ve reflejado en una de las pocas afirmacio-
rio, desempeñando diferentes cargos nes que él hace relacionadas con su oficio
hasta alcanzar el grado de General Briga- de escritor, observable en el siguiente dis-
dier e incluso convivir de manera directa curso donde agradece el recibir la Meda-
con algunos de los principales represen- lla Belisario Domínguez por parte del Se-
tantes de la Revolución Mexicana, como nado de la República, el martes 10 de
fueron Francisco I. Madero, Francisco Villa octubre de 1967:
y Venustiano Carranza.
En cuanto al yo creador de Francisco […] tuve por jefes a hombres valientes,
L. Urquizo, éste hace referencia al proce- honrados y revolucionarios […] yo he
so en el cual “el artista […] establece un tratado de plasmar en letras para ejem-
nuevo grupo de relaciones que ligan en- plo también a seguir de la juventud que
tre sí la personalidad con las obras de arte, nos sucede. […] Escribir para los demás
obras de los otros, y con el Yo convertido es desahogar, es expandir y tratar de
a su vez en creador”,9 que en Urquizo se compartir con los lectores lo que uno ha
ve reflejado en su producción literaria; es- experimentado. Es desear que los demás
pecíficamente en la relación cercana que sientan y aprovechen la experiencia pro-
tiene ésta con su yo social, es decir, con su pia. Tratar de hacer agradables los recuer-
experiencia de vida centrada mayormen- dos. Es una afición que nace e impulsa a
te en la milicia. Más aún, la repercusión salir de uno mismo.10
literaria de la interacción entre lo social y
lo creativo se evidencia cuando, al empal- La enunciación realizada en la cita pre-
mar acontecimientos importantes de su cedente da como resultado algunos datos
vida con su obra, ésta se puede delimitar importantes: Urquizo escribía con la inten-
y entender a partir de siete ejes temáticos ción de dejar testimonio de la forma en la
recurrentes: 1. Francisco I. Madero; 2. La que los revolucionarios se condujeron en
Decena Trágica y la batalla en la Ciudade- la lucha armada, con la finalidad de ha-
la; 3. Venustiano Carranza; 4. El exilio de

10
Senado de la República. “Medalla Belisario Domín-
8
Jean Le Galliot, Psicoanálisis y lenguajes literarios. guez. Palabras del Gral. Francisco L. Urquizo”, http:
Teoría y práctica, p. 163. //www.senado.gob.mx/?ver=sen&mn=2&sm=8&
9
Ibid., p. 163. str=docs/1967.html
71
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Merari Ruiz Cárdenas

cerles una especie de homenaje al recor- ción, para que sirva si quiera como datos
darlos en sus textos; pero al decir que lo para los que escriban la historia.11
hace para “proporcionar a la juventud
modelos a seguir” y para tratar de “hacer En esta cita se reitera el carácter testimo-
agradables los recuerdos” –evidentemen- nial de la escritura como un derecho y un
te para el lector–, da en cierta forma la deber para sustentar la investigación de
impresión de ficcionalizar lo que cuenta los historiadores y, por lo mismo, el autor
con el fin de convertir a los revolucionarios en primera persona no es propiamente un
en ejemplos a seguir. Posiblemente por narrador ficticio o de ficción literaria, sino
ello los dotó de virtudes que tal vez en la un sujeto real que testimonia lo vivido. Se
vida real no tuvieron y, al mismo tiempo, coloca, pues, como testimoniante de los
omitió sus defectos. hechos reales de la historia.
Siguiendo esta misma idea, otra ob- Esta intención de Urquizo por dejar
servación respecto a sus palabras radica testimonio de lo vivido en la Revolución
en la función del acto de escribir; es decir, Mexicana dio como resultado el uso de
Urquizo no considera la escritura un oficio diversas literaturas del yo presentes en
del todo literario, sino como una espe- su producción literaria (memorias, testi-
cie de deber comunicativo, muy cercano, monios, biografías, crónica, diario, entre
además, a una necesidad estética capaz otros), lo cual, en un primer momento, di-
de liberarlo de sí mismo. Sobre esto es re- ficulta determinar qué tipo de escritura
levante notar la consideración de tener predominante desarrolla en sus obras.
presente la figura de los lectores, lo que Este problema ya es observado por el
ya da indicios de que Urquizo se posiciona ensayista y editor Alejandro Katz:
constantemente como escritor y, por lo
tanto, reconoce la responsabilidad de es- ¡Viva Madero! (1954), por ejemplo, es,
cribir de manera amena, o literariamente, al tiempo que una crónica, una biografía
considerando el proceso de creación de la novelada […]. A la par que una biografía de
obra y del mensaje para lograr una eficaz Madero, el libro permite a Urquizo expre-
recepción por parte de los lectores. sar sus puntos de vista […]. La Ciudadela
Otro punto que revela la posición de quedó atrás (1965) […] se aparta del tono
Urquizo, no como escritor de oficio, sino de la crónica para adoptar el de las me-
como encargado de dejar testimonio de morias: es el joven subteniente Urquizo
lo ocurrido durante los tiempos de la Re- quien narra los sucesos acaecidos duran-
volución, se observa en las últimas pági- te la Decena Trágica […]. México-Tlax-
nas de su novela Fui soldado de levita de calantongo es la novela […] [donde] Ur-
esos de caballería, donde habla en prime- quizo, en cuanto testigo de los hechos
ra persona, asumiendo explícitamente su –ya que viajaba en el mismo tren–, ofre-
papel de personaje: ce una narración cuyos límites se confun-
den una vez más con los de la crónica.12
Todos los que como yo tuvimos la suerte
de formar parte en la Revolución tenemos
11
el derecho, yo creo que hasta la obligación, Francisco L. Urquizo, Obras escogidas, p. 744. Las
cursivas son mías.
de contar cuanto supimos de la Revolu- 12
Ibid., pp. 8-9.
72
Francisco L. Urquizo: entre lo biográfico y la autobiografía

A lo observado por Katz se suman las y Venustiano Carranza.15 Esto último es


afirmaciones del propio Urquizo cuando cierto, ya que “las biografías narran histo-
menciona algunos procesos de su escri- rias de la vida de personajes célebres, de
tura: en las “Palabras preliminares” de La los que se intenta rescatar aspectos tales
Ciudadela quedó atrás. Escenas vividas de como su grandeza y humildad”,16 pero
la Decena Trágica, Urquizo hace referen- aceptar dicha postura sería dejar de lado
cia a imitar el sistema de la intención de un aspecto importante referente a Urqui-
escribir memorias del novelista español zo: su carácter de testigo presencial. Aho-
Eduardo Zamacois: ra bien, si Urquizo elabora biografías de
personajes históricos importantes, no lo
El vagón, por la pluma amena de Zama- hace desde fuera o viendo hacia el pasa-
cois, expresaba cuanto había ocurrido do, sino de primera mano al haber vivido
en el interior de él: dramas, comedias, junto a ellos la mayor parte de los hechos
sainetes y hasta porquerías. Yo tuve tam- que relata (esto en los casos de Madero y
bién el punto de escribir, por el mismo Carranza, pues otros personajes históri-
sistema.13 cos a los que alude fueron espaciotempo-
ralmente distantes a su momento de vi-
Lo interesante de esta característica es da). Leonor Arfuch, en “La vida como
que en líneas posteriores a esta afirma- narración”, da cuenta del riesgo de simpli-
ción, Urquizo demerita el hecho de escribir ficar al grado mencionado lo referente a
memorias como si fuera un trabajo infe- la biografía:
rior al de la creación propiamente artística:
En cuanto a lo biográfico, en tanto “he-
Cualquiera puede escribir memorias; que chos” de la vida de alguien reclaman
las lean ya es otra cosa. Se escribe por igualmente una historicidad de lo “suce-
escribir y la mejor fuente es la propia. dido” […]. Parecería que los géneros ca-
[…] si se escriben recuerdos, la fuente es nónicos –biografías, autobiografías, me-
inagotable, sobre todo si los escriben o morias, correspondencias– jugaran un
relatan los viejos, porque los ancianos en- juego doble, a la vez historia y ficción
vejecen menos rápidamente que los jó- –entendida esta última menos como “in-
venes. Éstas, lector, son las memorias de vención” que como obra literaria–, inte-
un subteniente.14 grándose así, con este estatus, al conjun-
to de una obra de autor –en el caso de
De acuerdo con estas afirmaciones, el escritores– y operando al mismo tiempo
primer impulso es suponer que Francisco como testimonio, archivo, documento,
L. Urquizo escribe memorias, pero tam-
bién existe una fuerte presencia de bio-
grafía pues dedica gran parte de su obra
15
a relatar las vidas de Francisco I. Madero José Emilio Pacheco menciona sobre esto: “Ur-
quizo es el gran defensor literario de Carranza […]
es también el biógrafo de Madero (1954) y More-
los (1945).” José Emilio Pacheco, “El general Ur-
quizo (1891-1969). La función del narrador”, p. 50.
13
Ibid., p. 585. 16
Liliana Oberti, Géneros literarios. Composición, es-
14
Ibid., pp. 585-586. tilo y contextos, p. 61.
73
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Merari Ruiz Cárdenas

tanto para una historia individual co- posición sobre el movimiento armado. De
mo de época.17 esta forma justifica su postura respecto
a escribir no por vocación ni por oficio,
Como se muestra, Arfuch reconoce la com- sino para dejar testimonio de lo que él
plejidad de la biografía al observar den- presenció. Para él, el fin último de la es-
tro de ésta la presencia de otros géneros, critura es la permanencia de su concien-
denominados por ella “canónicos”, que cia, pero no para sí sino para los demás, al
funcionan al mismo tiempo como elemen- asumir la responsabilidad que la autobio-
tos históricos y ficcionales en la obra lite- grafía implica cuando habla de él y de los
raria. En el caso de Urquizo, éstos constru- hechos en los cuales participó. Para clari-
yen su historia tanto individual (carácter ficar este punto es importante hacer una
narrativo de la experiencia), como de la distinción entre biografía y autobiografía.
época (Revolución Mexicana), en la que Antes es necesario mencionar que en
el aspecto vivencial es determinante. Ar- Francisco L. Urquizo no se observa la con-
fuch, al citar en Problemas de lingüística ge- ciencia de escribir autobiografía como
neral II al lingüista francés Émile Benve- tal. Siempre, al hablar de su escritura, se
niste, hace una observación importante refiere a este hecho como una manera de
sobre el carácter vivencial del autor al mo- dejar testimonio de lo presenciado; es
mento de narrar sus experiencias: decir, como si lo narrado no fuera sobre
él sino encaminado hacia el exterior de su
Esa unificación imaginaria de la multi- propia creación –a pesar de que en nove-
plicidad vivencial que opera el yo, como las como ¡Viva Madero! no sólo aparece
un momento de detención, un efecto de como personaje, sino que reconoce hablar
(auto) reconocimiento de “permanencia sobre sus propias experiencias–. Este ac-
de la conciencia”, así como el carácter esen- to de negación autobiográfica es tal vez
cialmente narrativo y hasta testimonial con la intención de otorgar a su escritura
de la identidad, “visión de sí” que sólo el un tono de objetividad, que es una de sus
sujeto puede dar sobre sí mismo –inde- intenciones primeras. Aun así no se debe
pendientemente, podríamos agregar, descartar la consideración de una escri-
de su “verdad” referencial–. Característi- tura autobiográfica, pues el hecho de que
cas que definen precisamente la especi- Urquizo no sea consciente de ello es in-
fidad, aún relativa, de lo autobiográfico.18 cluso más revelador que si lo fuera. Geor-
ges May, al citar a Phillipe Lejeune, da
En consonancia, Arfuch alude a lo que Ur- cuenta de esto: “La propia novela puede
quizo hace: más que biografía, lo escrito frecuentemente ser, aun cuando no se
por Francisco L. Urquizo es autobiogra- ofrezca como tal, una forma de expre-
fía pues en toda su obra literaria intenta sión autobiográfica.”19
dar una “visión de sí” mismo y a la vez Hecha esta salvedad, para visualizar
transmitir su “verdad referencial” a partir las diferencias entre biografía y autobio-
de un previo auto-reconocimiento de su grafía recurriré a la siguiente tabla, la cual

17
Leonor Arfuch, “La vida como narración”, p. 91.
18
Ibid., p. 96. 19
Georges May, La autobiografía, p. 218.
74
Francisco L. Urquizo: entre lo biográfico y la autobiografía

elaboré a partir de tres aspectos princi- vida, el de descubrir la conciencia perdida,


pales desarrollados por Georges May en la significación y la unidad secreta”.21
el libro La autobiografía: el papel de la Llegados a este punto, al afirmar que
muerte, el objetivo principal, y el tiem- la obra literaria de Urquizo se engloba
po:20 (Ver Tabla 1) mayormente en el género literario de la
Como se muestra, Francisco L. Ur- autobiografía –ya sea desarrollada a ma-
quizo es más autobiógrafo que biógrafo; nera de novela, cuento, estudios, teatro
fundamentalmente porque su finalidad o radionovela–, no se olvida que entre su
es, como sucede en el caso del proyecto producción están presentes las memo-
autobiográfico, “encontrar un sentido a su rias, el testimonio, la crónica y el diario.

Tabla 1. Características de la biografía y la autobiografía

Biografía Autobiografía

Da cierta seguridad al biógrafo pues, des- No finaliza con la muerte del personaje, es
de el momento en que se pone a escribir la decir, nunca puede decirse de él una última
vida de un muerto, demuestra que la me- palabra. El autobiógrafo se encuentra en
moria de éste se perpetuó más allá de su una inevitable incertidumbre al no saber si
muerte fisiológica. el personaje alcanzará la perpetuidad des-
pués de la muerte, y no puede sino esperar
su inmortalidad al menos en el papel.
Tiene un punto de vista objetivo en la me- Trabaja con materiales que son por defini-
dida en que los materiales de que se sirve, ción subjetivos: sus propios recuerdos.
igual a los del historiador, son exteriores a
él y por tanto puede distanciarse de ellos
para someterlos a una crítica objetiva.
La vida que reconstruye, basándose en Otorga a los episodios de su pasado casi
documentación y entrevistas, está com- siempre un grado de atención proporcional
puesta de episodios dispuestos cronológi- a su alejamiento en el tiempo.
camente: del nacimiento hacia la muerte.

Se interesa más en el término de la vida Se remonta hacia los orígenes de la vida, al


que narra, que en sus orígenes. punto de partida. Privilegia así la narración
de la infancia, y en particular la búsqueda
del primer recuerdo.

Le es posible omitir lo que sabe acerca de No puede aparentar que no sabe lo que sí
los episodios posteriores de la vida, que sabe. Su personaje está dotado, a diferen-
conoce por la documentación y no por la cia del personaje del biógrafo, de un futuro
experiencia. y sobre todo de un presente.

20
Ibid., pp. 184-200. 21
Ibid., p. 193.
75
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Merari Ruiz Cárdenas

Obsérvese lo siguiente: Así, en palabras de Georges May, estos


otros géneros que aparecen en la obra de
La autobiografía mantiene relaciones con Urquizo, más que funcionar de manera
muchas otras formas literarias […], pero independiente, son “autobiografizados”.
los que mantiene con la novela son de Es decir, se subordinan a la autobiografía,
naturaleza privilegiada. Con las memo- al ser utilizados por ésta como recursos o
rias, la biografía y lo que llamamos la procedimientos de creación escritural.
crónica autobiográfica tiene lazos gené- En conclusión, esta disertación de-
ticos: les prestó los procedimientos de ja entrever que en Francisco L. Urquizo
expresión. Con el diario íntimo el lazo, si –tanto desde el ámbito literario como
existe, sería más bien el esfuerzo común desde el castrense–, la atención se enfoca
por escapar de la erosión del tiempo.22 mayormente en los acontecimientos his-
tóricos narrados en su obra, apelando a
De acuerdo con lo dicho en la cita, si bien la su carácter de testigo de los hechos así
autobiografía tiene estrechos lazos con como a la intención de objetividad en su
las formas literarias mencionadas, convir- escritura. Y si también se le da prioridad
tió sus características y recursos en pro- al estudio de su vida profesional, ésta es
pias, y de esta forma evolucionó. Como reconocida casi en su totalidad sólo den-
resultado de ello me atrevo a determinar tro del contexto militar. Con esto es evi-
que el género en el cual incursiona Fran- dente que Urquizo es un personaje difícil
cisco L. Urquizo, y en donde puede clasifi- de clasificar, ya que no alcanza un recono-
carse su obra, es el de la autobiografía cimiento mayor al de ser considerado un
(llámese cuento, novela, teatro o radiono- autor de la narrativa de la Revolución Me-
vela). Los demás géneros literarios pre- xicana a raíz de la difusión de su novela
sentes en su producción no son sino recur- Tropa vieja; y al de personalidad impor-
sos, es decir, procedimientos de los cuales tante al haberse desempeñado como Se-
hizo uso para construir su autobiogra- cretario de la Defensa Nacional de 1945
fía, la cual está distribuida en episodios a a 1946 durante la presidencia de Manuel
lo largo de toda su creación literaria. Este Ávila Camacho (1940-1946); y como Pre-
fenómeno se observa en lo siguiente: sidente del Consejo de la Secretaría de
la Defensa Nacional en 1960, entre los
En el caso de la autobiografía, como en el acontecimientos más sobresalientes. Des-
de la novela, […] los procedimientos em- de estas dos perspectivas, lo que quiero
pleados, cuyos modelos se encuentran resaltar es que en el ámbito de las letras
en otros géneros (descripciones, retra- se desconoce que tiene en su haber una
tos, diálogos, cartas, fragmentos de amplia producción escrita (alrededor de
diarios, crónicas de viajes, diarios de a bor- treinta y ocho textos literarios y otros
do, resúmenes históricos y narraciones más escritos únicamente para el ejército)
intercaladas), aparecen milagrosamente y que dentro de la milicia participó en
amalgamados, homogeneizados.23 acontecimientos importantes de la histo-
ria nacional que no sólo se limitan a la
22
Revolución Mexicana. En consecuencia,
Ibid., p. 234.
Ibid., pp. 244-245.
23 independientemente de concluir que lo
76
Francisco L. Urquizo: entre lo biográfico y la autobiografía

realmente escrito por Urquizo a lo largo de tóricos de manera fiel desde su posición
su vida fue autobiografía, lo desglosado de testigo de los hechos –cuando hace es-
en estas páginas tiene también la inten- to se percibe una fluidez en su narración
ción de revalorizar, tanto a él como per- que lo conduce a realizar fuertes críticas a
sonaje histórico, como su contribución en la institución del ejército, al movimiento
la construcción de la narrativa de la Revo- armado como tal, a los hombres en el
lución Mexicana, es decir, visualizar a un poder, es decir, a todo lo que desde su po-
Francisco L. Urquizo en un punto donde sición de militar de carrera, apegado a las
convivan de manera equitativa su yo so- normas sociales y castrenses, está desti-
cial y su yo creador. nado a defender–, y cuando se espera po-
Finalmente, cabe señalar que en con- der percibir sus verdaderas posturas e
sonancia con los conceptos retomados ideales, abruptamente frena la narración
de la Psicocrítica (yo social y yo creador), para inmediatamente cambiar su actitud
el mito personal reflejado en la obra de de manera positiva, ya sea justificando el
Francisco L. Urquizo es el de Reparación. actuar de los personajes o resaltando la
Esto lo fundamento tras la determinación parte más aceptable de los hechos como
de que la singularización de su estilo es- una forma de resarcir el posible error que
critural –basado en una compulsión a la estaba a punto de cometer. Así, nos en-
repetición, de los sentimientos de culpa y contramos frente a un escritor que no ter-
angustia, así como de un sentido del de- mina de perfilarse como tal y que escribe
ber aceptado y autoimpuesto– perfila su sólo para ser escuchado, lo cual no es ne-
producción escrita a reparar los objetos gativo pues si no fuera por esto olvida-
destruidos, al recrearlos constantemente ríamos que el inconsciente es verbal en
en sus narraciones. Y si bien Urquizo se la medida en que comunica, y la única for-
reconstruye a sí mismo en su obra, esta- ma en que se sabe que existe es preci-
mos frente a un escritor frustrado y a la samente por medio de lo verbal.
vez autocensurado creativamente hablan-
do. Su tendencia a mantenerse siempre
del lado de la legalidad y respetar las Bibliografía
normas lo frenó creativamente, pues
la reparación del deber transgredido lo Arfuch, Leonor. “La vida como narración”,
restringió, lo hizo centrarse únicamente en El espacio biográfico. Dilemas de la
como un defensor de la verdad –claro que subjetividad contemporánea. Buenos
dentro de lo que él considera válido para Aires, Fondo de Cultura Económica,
funcionar como argumento de verdad–. 2002.
De esta manera, al mantenerse fiel a la Bal, Mieke. Teoría de la narrativa (una in-
historicidad, se otorga la autoridad para troducción a la narratología). Madrid,
reivindicarse a sí mismo y a los otros, pe- Cátedra, 1990.
ro pagando el costo de perder su libertad De Certeau, Michel. La invención de lo co-
no sólo creativa, también ideológica, ya tidiano. I. Artes de hacer. México, Uni-
que en sus narraciones se perciben silen- versidad Iberoamericana, 1996.
cios autoimpuestos de manera violenta.
Por ejemplo, relata acontecimientos his-
77
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Merari Ruiz Cárdenas

Dessau, Adalbert. La novela de la Revolu- Hemerografía


ción Mexicana. México, Fondo de Cul-
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xico, Fondo de Cultura Económica,
2005.
79

Javier Galindo Ulloa*

El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos

The intimate Diary of Eugenio María de Hostos

Resumen Abstract

En un principio, se destaca la tra- Initially, stands the intellectual, po-


yectoria intelectual, política y lite- litical and literary career of María
raria del ensayista puertorriqueño Eugenio de Hostos Puerto Rican es-
Eugenio María de Hostos; se realiza sayist; performed a review of the
una revisión de su pensamiento krausist thought, revolutionary ac-
krausista, activismo revolucionario y tivism and autobiographical work;
obra autobiográfica; posteriormen- subsequently, show different defini-
te, se muestran diversas definicio- tions about the intimate diary, and,
nes en torno al diario íntimo, y, fi- finally, the voluminous Diary of the
nalmente, se analiza el voluminoso author analysed.
Diario de dicho autor.

Key words: diary, krausismo, truth,


Palabras clave: diario íntimo, krau- justice, independence, revolution
sismo, verdad, justicia, independencia,
revolución

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 79-95
Fecha de recepción 01/10/2015 > Fecha de aceptación 07/04/2016
javigalindo27@hotmail.com

*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
80
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos

“A ntes que pensador contemplativo,


Eugenio María de Hostos (1839-
1903) fue un maestro y un apóstol de la ac-
pensamiento de formación krausista, por
el racionalismo normativo kantiano y por la
preceptiva neoclásica.2 A la edad de 22 años,
ción”, expresa Pedro Henríquez Ureña en Hostos escribe sus primeros artículos en
torno a este escritor puertorriqueño cuya protesta por el régimen colonial español
vida política, literaria y pedagógica pudo y la esclavitud en las Antillas; y como es-
transfigurarse en su obra ensayística y au- tudiante de la Universidad Central de Ma-
tobiográfica, en la cual quiso manifestar la drid, asimila la enseñanza krausista y cri-
libertad necesaria y total de Puerto Rico y tica los añejos métodos de enseñanza. El
Cuba respecto del colonialismo español.1 amor a la verdad y el derecho a la justicia
La exacta definición de Henríquez Ureña se vinculan en su caso con las característi-
nos permite analizar el proceso de pensa- cas del sistema filosófico krausista, intro-
miento y la trayectoria literaria de Hostos ducido por el catedrático Julián Sanz del
a partir de la publicación de su novela La Río en dicha Universidad, en 1857. Hostos
peregrinación de Bayoán (1863), género al retoma aquellos ideales para escribir su
cual renuncia poco después para dedicar- primer libro, intitulado La peregrinación de
se de lleno a la prosa no ficcional: artícu- Bayoán, en el que plantea la necesidad
los, tratados, ensayos, diario íntimo y car- de aplicar el sistema deductivo e inductivo
tas, en los cuales analiza la circunstancia en la interpretación de los valores abso-
social, cultural y geopolítica de las Antillas. lutos y relativos en torno al hombre y el
En la vida y obra del ensayista puer- universo espiritual. La historia narrada en
torriqueño adquieren valor significativo forma de diario retrata el anhelo de justi-
dos ideales: la verdad y la justicia, y dos cia y libertad de Puerto Rico y propone un
medios de acción: la militancia anticolo- Estado federal que hermane políticamen-
nialista y la educación. Ambos se definen te la nación española con América. El per-
y concretan desde que el ensayista puer- sonaje es el prototipo del ideal humano
torriqueño tiene conciencia de expresar krausista, que renuncia a los placeres y cos-
su pensamiento en el seno familiar, el ám- tumbres mundanos para sacrificarse por
bito escolar y la lucha política. La palabra su patria y así conseguir la felicidad futura.
es el medio por el cual manifiesta su incon- Posteriormente, Hostos escribe ar-
formidad con el sistema autoritario de la tículos y ensayos entre 1865 y 1868, reco-
época y contra la tiranía española. A tem- pilados mucho tiempo después, de mane-
prana edad, Hostos aspira a decir la verdad ra póstuma, en el libro España y América
y a valorar la justicia en la realización de (1954). Recupera los elementos sustancia-
sus primeros textos escolares: “La escri- les del krausismo a partir de su experien-
tura sirvió al niño para tener la revelación cia como un intelectual desahuciado por la
de la justicia”, escribe él mismo en su “Me- política tradicional de España y la indife-
moria de infancia” (1874). rencia de los republicanos por la liberación
Contemporáneo de Juan Montalvo y de las Antillas.
José Martí, Hostos se caracteriza por un

1
Pedro Henríquez Ureña, “La sociología de Hostos”, Adelaida Lugo Guernelli, Eugenio María de Hostos:
2

Obra crítica, p. 79. ensayista y crítico literario, p. 14.


81
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa

En el trasfondo de esta lucha política El Diario muestra también la tensión


y la vida estudiantil en España, Hostos se intelectual del ensayista entre el krausis-
dedica a escribir en soledad su Diario, que mo y el positivismo. Una de las tesis del
comienza a redactar en 18663 y con el cual texto es que es necesario valorar el senti-
toma conciencia del tiempo al recordar un miento y la razón del hombre de igual ma-
pasado perdido y frustrado, reflexionar so- nera. La verdad se logra con la armonía es-
bre su presente y estudiar para el porvenir. piritual entre el sentir y el razonar, a través
El Diario nos ofrece una visión profunda de de la educación y el cumplimiento del de-
su pensar y sentir, entre el periodo de la ber. Para llegar a esa etapa, el hombre debe
monarquía y el de la república, antes y des- ser un revolucionario inteligente con un
pués del derrocamiento de Isabel II; expo- proyecto a futuro, formarse a través de la
ne un proyecto personal y político para la educación, la ciencia y la técnica para ha-
realización del hombre en su papel de revo- cer posible la realización del ideal de jus-
lucionario; muestra su inconformidad con ticia y libertad en las Antillas.
el plan anexionista estadounidense, y re- Durante su primera estancia en San-
gistra detalladamente la fecha, hora y el cli- tiago de Chile, como miembro de la Aca-
ma anímico en el momento de la escritura. demia de Bellas Artes y fundador de la
La imagen de Hostos es la de un hom- Sociedad de Auxilios para Cuba, Hostos
bre guiado por la razón que aspira a realizar publica “Plácido” (1872) y “Hamlet” (1873)
su sueño revolucionario. Un ser humano –anteriormente había escrito el ensayo
que prefiere el camino difícil de la revolu- “Romeo y Julieta” (1867)–. En ellos se
ción a lo fácil, el estudio al ocio, el estoicis- muestra a un ensayista que pretende en-
mo al hedonismo, la acción a la pasividad, tender el problema de América Latina des-
la verdad a la mentira y la austeridad a la de una perspectiva literaria.
gloria. Es un hombre deseoso de conver-
tirse en modelo a seguir para los jóvenes
que deben cumplir con su tarea revolu- Diario
cionaria: su propia vocación se enlaza así
con la prédica krausista. Publicado des- Para explicar el tema y la estructura del
pués de la muerte de Hostos, en el cen- Diario de Hostos, retomo diversas defini-
tenario de su nacimiento, en 1939, este ciones sobre este género autobiográfico.
material manifiesta la verdad de las cir- El diario es una clase de textos de
cunstancias en que se hallaba su autor en larga data que ha sufrido fuertes transfor-
el exilio y las opiniones de sus amistades y maciones. Según Platas Tasende, el diario
pensadores como Julián Sanz del Río, Emi- es un:
lio Castelar y Ramón Emeterio Betances.
[...] género histórico autobiográfico cuyo
autor y narrador (y si es íntimo y particu-
3
lar, también destinatario) anota los acon-
Eugenio María de Hostos. Obras completas. Diario,
vol. I, tomo I. Edición conmemorativa del gobierno tecimientos relevantes de cada día du-
de Puerto Rico 1839-1939, Habana, Cuba, Cultural, rante un cierto tiempo. Puede tratar de
S.A. – Obispo y Bernaza. En este volumen, aparece
también su “Memoria de infancia”, escrita en 1874,
cuando regresó a Nueva York de Suramérica.
82
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos

personajes y hechos reales (diario ínti- fluidos como estaban por la ideología de
mo, diario de viajes) o ficticios (diario su época, escribieron sus diarios bajo una
literario). 4 cosmovisión laica, individualista e inti-
mista. Tuvieron que abandonar la creencia
Dado que sigue la convicción de que “el religiosa para creer en sí mismo y atribuir
que vive escribe”, ha estado fuertemente al yo un valor privilegiado en su explora-
influido por los cambios en la idea de vida ción psíquica y moral. Como dice Girard:
privada y vida pública del individuo.
Para Philippe Lejeune y Catherine Los primeros redactores de diarios ínti-
Bogaert, el origen del diario íntimo apare- mos, fieles a los principios de la escuela,
ce como un ejercicio espiritual a la mane- no tuvieron otra ambición de origen que
ra de una confesión cristiana. Como una comprender las operaciones del espíritu,
práctica surgida de la Contrarreforma y captar las relaciones de lo psíquico y lo
de la fundación de la Compañía de Jesús, moral, y conocer mejor al hombre […] Ellos
el “diario espiritual –diario de oración o de vinieron a atribuir al yo y al testimonio de
examen de conciencia– es históricamen- sentido íntimo un valor privilegiado.7
te la primera forma de un diario verdade-
ramente ‘íntimo’”.5 Además, esta prác- En América Latina, Hostos es uno de los
tica del diario ha sido reanimada por el pocos diaristas que continúan con un esti-
protestantismo,6 en donde el hombre se lo de examen de conciencia. Si José San-
ocupa de sí mismo en su diálogo con el tos Vargas, en Bolivia,8 y José Martí, en
papel en blanco, como su único confesor. Haití y Cuba,9 relataron en sus diarios su
En la época clásica, al menos en Francia, experiencia como guerrilleros, Hostos con-
entre los siglos xvi-xviii, se carece de una fiesa sus dudas, angustias y sentimientos
tradición de diario espiritual. Sólo a partir contrariados con respecto a su devenir y a
de fines del siglo xviii, el diario está pues- la preocupación constante de la revolución
to al servicio de la persona como un me- no lograda aún en Puerto Rico.
dio de aprendizaje para la escritura y la Hostos empieza a escribir su Diario10 a
administración del tiempo. partir del 23 de septiembre de 1866, fecha
A mediados del siglo xix, el diario se que se corresponde con la etapa de con-
reconfigura y vuelve a tomar importancia solidación moderna del género en Euro-
como expresión del individuo, al conver-
tirse en un examen de conciencia del es- 7
Alain Girard, Le journal intime, p. X. La traducción
critor en torno al tiempo y el espacio con- es mía.
temporáneos de la escritura. Para Alain 8
José Santos Vargas, Diario de un comandante de la
Girard, los primeros diaristas importantes independencia americana 1814-1825. Trascripción,
introducción e índices de Gunnar Mendoza L.
como Maine de Biran, Benjamin Constant México, Siglo XXI, 1982.
y Stendhal, nacidos en el siglo xviii, in- 9
José Martí, Diarios. Pról. de Guillermo Cabrera In-
fante. Barcelona, Círculo de Lectores-Galaxia Gu-
tenberg [1997].
4
Ana María Platas Tasende, Diccionario de términos 10
E xiste otra forma de bautizar de modo más so-
literarios, p. 214. fisticado los diarios. Por ejemplo, Federico Gam-
5
Philippe Lejeune et Catherine Bogaert, Una journal boa titula así el suyo: Mi diario. Mucho de mi vida
á soi: histoire d’une pratique, p. 56. y algo de la de otros. Adolfo Bioy Casares lo hace
6
Ibid., p. 11. en relación con la vida de su mejor amigo: Borges.
83
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa

pa, cuando este tipo de textos se redefine ra hispanoamericana. Poco estudiado co-
como una construcción educativa y moral mo género literario, sólo ha servido como
del individuo burgués y como un ejerci- material de consulta para ampliar la in-
cio de conciencia y de comprensión del formación de la vida de cualquier escritor.
tiempo presente y del mundo contempo- Existen diversas definiciones que van
ráneo de quien lo escribe. Hostos se acom- desde la explicación de sentido literario
paña de su diario en Madrid, Barcelona y hasta la comprensión estructural y socio-
París, entre los años de 1866 y 1869, y con- lógica en torno a la práctica concreta de la
tinúa escribiéndolo en Nueva York hasta redacción de un diario personal. Georges
el 3 de octubre de 1870.11 May compara la autobiografía y el diario
El tema central del Diario es el propio íntimo y establece características dife-
sujeto narrado en primera persona y alre- rentes en el tiempo narrado: “La distancia
dedor de él se representan diversas ideas entre el tiempo de la experiencia y el de su
que ilustran el carácter y la situación del anotación es mayor en el caso de la auto-
personaje: el sentimiento de fracaso como biografía que en el del diario íntimo”.12 De-
motivo de introspección y retrospección, metrio Estébanez Calderón señala como
el proyecto de vida política y moral. una de las particularidades de este tipo de
texto el “uso preferente de los tiempos de
presente y pretérito perfecto, dada la cer-
El diario íntimo canía entre el momento de la narración y
el acontecimiento narrado...”13. Para Jean-
La autobiografía se caracteriza por una Philippe Miraux, el diario es un texto que
narración en forma retrospectiva; el diario inicialmente está escrito en la intimidad y
íntimo, en cambio, ha carecido de una de- que no está destinado primeramente a ser
finición precisa en el terreno de la literatu- publicado; además, no va desde “el pre-
sente al pasado, sino que se realiza en
11
el instante de la enunciación más o menos
Según la edición conmemorativa del gobierno de
Puerto Rico 1839-1939, Habana, Cuba, Cultural, instantánea […], arraiga en la inmedia-
S.A. – Obispo y Bernaza, 1939, el Diario del tomo II, tez”;14 en cambio, la autobiografía tiene la
vol. II cubre el periodo comprendido entre el jue- dificultad de reconstruir el yo mediante el
ves 24 de noviembre de 1870 en el Hotel Seronva-
lle de Lima, Perú, hasta el 6 de agosto de 1903 en recuerdo del pasado.
Estancia, Santo Domingo, República Dominicana.
En las Páginas íntimas del tomo III, se incluye a
“Inda”, un diario que recoge los momentos cuan-
do Hostos conoce a su esposa, la cubana Belinda
Otilia Ayala. A diferencia de la estructura tradi- 12
Georges May, La autobiografía, p. 179.
cional de una novela (Inicio, desarrollo y desenlace), 13
Demetrio Estébanez Calderón, Diccionario de tér-
la redacción de un diario completo se termina o se minos literarios, p. 286.
abandona, generalmente, en los últimos días del 14
Jean-Philippe Miraux. La autobiografía: las escri-
diarista hasta que fallece. Hostos dejó de existir turas del yo, p. 16. De una manera más precisa, Mau-
el 11 de agosto de 1903, cinco días después de rice Blanchot menciona la base esencial en que
haber redactado sus últimas palabras en su Diario: debe apoyarse la práctica de este género aparen-
“Mi cerebro, tan poseído ya del fastidio de la temente insignificante: “El diario íntimo, que pa-
vida...”.Véanse también los fragmentos del Diario, rece tan desprendido de las formas, tan dócil ante
que abarcan del 6 de julio de 1898 a enero 21 de los movimientos de la vida y capaz de todas las
1899, rescatados por José Luis González para la libertades… debe respetar el calendario. Este es el
antología Hostos, Textos, pp. 215-237. pacto que sella”, El libro que vendrá, p. 207.
84
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos

Como un producto literario que care- Para el crítico Jean Pfeiffer, el diario, contra-
ce de una estructura ordenada de inicio, riamente a la autobiografía, que suele dis-
desarrollo y desenlace, para Léon Bopp: tanciarse de lo cotidiano, tiende a ser una
“Los diarios íntimos… no tienen cura de las literatura, porque tal vez el escritor sólo
contradicciones o de las repeticiones, ellos aspira a impregnar de su prestigio los me-
no se preocupan ni de las proporciones, ni nudos acontecimientos de su existencia.19
de las preparaciones, ni de la progresión En cambio, Philippe Lejeune y Cathe-
(como lo exigen las memorias)”.15 rine Bogaert ven al diario íntimo como un
El diario íntimo, además, tiene la ven- género libre, como un espacio confidencial
taja de relatar, de una manera muy precisa, en el que el diarista tiene la libertad de es-
los sucesos materiales y morales siempre cribir lo que siente y piensa de acuerdo a
muy próximos. “Su valor documental es, las circunstancias personales y sociales en
de lo hecho, considerable”.16 que vive. Debido a esta libertad de expre-
Respecto de la actitud del diarista en sión, delimitada por el calendario, el con-
su silencio y olvido, que tiene que ver de al- tenido del diario suele manifestar frases y
gún modo con el tono meditativo de Hos- pasajes repetitivos, que definen el estilo
tos, León Bopp explica que: de conducta del protagonista: “Sometido,
por el contenido, a la repetición, el diario lo
[...] el autor de un diario está a veces obli- está, por su forma, a la auto-imitación”.20
gado a callar, por pudor, por considera- Con una visión sociológica, el francés
ción o por creencia de deformar las cosas Alain Girard concibe al diario íntimo como
sobre el efecto de una acción pasajera; un documento en que se manifiesta la per-
y después, escribe en la soledad y sobre sona en el transcurso de la historia:
todo para sí mismo, el diario inclina vo-
luntarios a la tristeza.17 Nuevo género literario y hecho de civili-
zación, el diario íntimo es inseparable de
El gran diarista genovés, H.F. Amiel, dis- las circunstancias de tiempo y lugar en
tingue la función del escritor de diarios de donde se originó y se desarrolló. Él es un
los novelistas: testimonio, al que podemos interrogar
para comprender mejor la época...21
Nosotros tratamos a la inversa del no-
velista, que desarrolla, agranda, pone en
relieve los sentimientos misteriosos de
sus personajes; nosotros deseamos me-
jor despistar la curiosidad posible de todo el dolor y el placer, entre el desengaño y la con-
(tiempo) próximo, conservando el hilo de vicción, entre la felicidad y el fracaso, Amiel afirma
que el diario aumenta “‘ nuestras culpas y nuestras
nuestro laberinto18. penas’, y lo hace por el solo hecho que silencia
nuestros movimientos y nuestros mejores mo-
mentos. El peca por omisión y pinta en negro sin
15
Léon Bopp, “Introduction” a H.F. Amiel, Journal intención, pero por la desigual repartición de luces
intime de l’année 1866, p. 12. y de sombras”.
16
Ibid., p. 13. 19
Jean Pfeiffer, La vie absente de l’autobiographie, pp.
17
Loc. cit. 26-27.
18
Amiel, op. cit., p. 323. Como un género que amplía 20
Lejeune y Bogaert, op. cit., p. 98.
el contraste de los sentimientos que giran entre 21
Alain Girard, Le journal intime, p. XX.
85
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa

Girard considera que el que escribe expresado por una verdadera caída de
un diario íntimo no es una persona que vi- valores, provocado por las transforma-
ve aislada de la circunstancia social ni de ciones sociales. Sin duda los redactores
las transformaciones socio-políticas, sino de los diarios íntimos del siglo xix no han
que es una persona que se interroga por estado conscientes de cumplir esta caída.
el tiempo que ve transcurrir y por los dis- Dotados de una sensibilidad muy viva
tintos espacios en que convive con la de- y mal defendidos contra los ataques de
más gente: afuera, ellos vivieron sin saberlo un dra-
ma espiritual que es aquel de su época.24
El hombre que tiene un diario relata los
menudos incidentes de su vida y consigna Con base en lo anterior, el diario íntimo de
sus impresiones y sus sentimientos fren- Hostos manifiesta esta difícil circunstan-
te a los sucesos, acentuada todavía su sin- cia de la persona que narra desde su sole-
gularidad, al punto de no tener nada en dad sentimientos frustrados, recuerdos y
común con el prójimo […] Un hombre sensaciones de la vida ante un periodo crí-
que habla de él, sin transposición, de sus tico de España, antes y después del derro-
humores, de sus aspiraciones decididas o camiento de la reina Isabel II, y la anexión
realizadas, de sus amores o de sus odios, estadounidense.
habla también de otro.22 El Diario de Hostos cubre cabalmente
las características de un diario íntimo, en
Se trata de una caracterización excelente cuanto narra la crisis de una persona, atri-
para el conocimiento del Diario de Hostos. buye al yo un valor privilegiado frente a los
El diario íntimo tiene la particularidad de cambios sociales y las múltiples visiones
hacer brillar la historia de la persona que en torno a los acontecimientos que van
sufre en soledad por las transformacio- sucediendo, al mismo tiempo que realiza
nes sociales y las instituciones de poder un ejercicio espiritual y de conciencia so-
en crisis. Circunstancias que llevan al dia- bre los hechos incumplidos y la caída de
rista a tomar conciencia sobre su situación valores, como la libertad y la igualdad
ante esta pérdida de valores y preguntar- de los hombres.
se sobre su origen y futuro de su existen-
cia. Dice Girard: “Es cierto que el diario
íntimo, en tanto que género práctico y El espacio del yo
reconocido, expresa la interrogación del
individuo frente a su posición nueva ante Para Lejeune y Bogaert, “se tiene un diario
el mundo”.23 durante una crisis, una fase de su vida, en
Refiriéndose a la época del siglo xix ocasión de un viaje. Lo tomamos, lo aban-
en Francia, Girard considera que: donamos, lo reencontramos”.25 Sin em-
bargo, en esta actividad pasajera o irregu-
[...] el diario íntimo aparece como un he- lar, no se pierde el valor confidencial del
cho de civilización entre muchos otros, papel en blanco con el que se pretende

22
Ibid., p. 485. 24
Ibid., p. XVII.
23
Ibid., p. XI. 25
Lejeune y Bogaert, op. cit., p. 8.
86
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos

asegurar la existencia del yo y liberarse de ¿Es tiempo todavía para ser hombre? Lo
sus emociones: veremos. Recurramos a los veintisiete
años al mismo remedio que me salvó a los
El diario es un espacio donde el yo escapa diecinueve. Moderemos la imaginación
momentáneamente de la presión social, dirigiendo cada noche o cada mañana una
se refugia para protegerse en una esfera, mirada atenta al fondo de este caos que
donde puede desplegarse sin riesgo, an- va conmigo; ejercitemos otra vez la re-
tes de volver, aliviado, en el mundo real… flexión; moralicémonos. Los años corren,
Él contribuye, modestamente, a la paz las esperanzas pasan; la fuerza primitiva
social y al equilibrio individual.26 desfallece. Rehagámonos. Si la voluntad
no renace, el hombre al agua, inteligencia
Este tipo de documento confidencial tam- a las sombras, espíritu al vacío.29
bién nos permite reflejarnos ante un espe-
jo en el que descubrimos la otra imagen de Es de comprenderse que la mayoría de
personalidad que queremos manifestar al las entradas del Diario de Hostos señalan
lector. Como afirman Lejeune y Bogaert: detalladamente el nombre de la zona en
que habita, el de la ciudad, la fecha y la
La imagen de sí mismo que se forma tie- hora, con el propósito de manifestar que
ne la ventaja de desarrollarse en el tiempo: el yo de la escritura se define en relación
a la vez en la repetición y en el cambio, con el espacio y el tiempo en que se vive.
que hacen aparecer las contradicciones, El hombre es la sustancia del tiempo. Y la
los errores, todos los aspectos que per- situación de Hostos se halla en una crisis
miten empezar nuestras certezas… El moral. Vive solo en Madrid, en circunstan-
diario será… el lugar de construcción de cias difíciles para lograr el propósito de
esta imagen positiva…27 ser escuchado por los republicanos e inte-
lectuales del Ateneo de Madrid. Tiene la
Enseguida, ambos especialistas sintetizan edad de veintisiete años y reflexiona sobre
la función de este lugar de examen y labo- esta etapa de madurez, si todavía puede
ratorio de introspección: “La aventura del llegar a ser hombre en lo moral, y a esa
diario es pues frecuentemente vivida co- edad también se preocupa por la noción
mo un viaje de exploración”.28 del tiempo. Hostos vuelve a interrogarse
Según la edición conmemorativa del sobre su existencia, a reflexionar sobre sí
Gobierno de Puerto Rico de 1939, la pri- mismo, con el objetivo de alcanzar la ma-
mera entrada del diario de Hostos per- durez de su pensamiento y acción. Se con-
tenece a Plaza del Carmen 1 y 2. Madrid, fía en su diario para resistir la soledad y
23 de septiembre 1866, media noche, en el tiempo aciago de la ciudad española,
donde aparecen estas primeras líneas: porque desea permanecer en un equilibrio
ante la fuerza interior de sus sentimientos
y razones frente al tiempo que avanza ver-
tiginosamente para él.
26
Ibid., p. 10.
27
Loc. cit.
28
Loc. cit. 29
Ibid., pp. 24-25.
87
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa

No en vano Hostos encuentra su ma- ños de esta persona reflejada sólo en la


yor fuerza expresiva en su documento escritura. Esta información y serie de con-
personal, tratando de escribir párrafos ex- ceptos tienen la particularidad de que con
tensos sobre su estado de ánimo y la pro- el tiempo aumentan en la conciencia del
blemática con la demás gente que lo rodea. lector. Éste es el deseo del diarista, que ya
Es una forma de resistir los tiempos difíci- desaparecido en otra época, vuelva a dar
les, de salvarse a sí mismo. Como hombre una imagen, apenas significativa, para la
laico, no recurre a un determinado dios mente del lector.
para confesarle sus culpas, sino a sí mismo. Lejeune y Bogaert afirman que es-
La revolución se inicia con el nuevo orden cribir un diario es “transformarse a sí mis-
interno ante el mundo. Por eso es que su mo en palabras y en frases… Es una suerte
prosa se caracteriza por un tono de pate- del cuerpo simbólico que, a diferencia del
tismo, porque existe peligro de perderse cuerpo real, sobrevivirá”.32
y caer al vacío si no medita consigo mis- Maurice Blanchot, por su parte, se re-
mo y cumple con la acción de pensar. fiere también a la ilusión de vivir y escribir,
Como afirman Lejeune y Bogaert: a la ambición de eternizar la vida cotidia-
“Cuando se tiene un diario, se interroga na y la esperanza de unir lo insignificante
frecuentemente sobre el porqué y el có- de la vida con la existencia de la obra:
mo de su actividad”.30 El cerebro, la pluma
y la hoja son las herramientas suficientes Se escribe para salvar la escritura, para
de Hostos para realizar esta actividad ínti- rescatar la vida mediante la escritura,
ma, discreta y solitaria y examinar el nivel para rescatar su pequeño yo (las repre-
de conducta y pensamiento en esa edad salias que se toman contra los demás, las
en que empieza a escribir su diario. maldades que se destilan) o para salvar
Según Lejeune y Bogaert, se desea su gran yo dándole aire, y entonces es-
escribir un diario para “fijar el tiempo pa- cribe para no perderse en la pobreza de
sado, que se desvanece detrás de noso- los días…33
tros, pero también en la aprehensión de
nuestro desvanecimiento futuro”.31 Pero además de que la escritura del yo
En los pasajes del Diario de Hostos se simbolice valores concretos o abstractos
manifiesta la situación de la persona en- del mundo interno del diarista, el concep-
tre la visión de los hechos del pasado y los to del sentido del yo –en palabras de Alain
hechos anhelados en el futuro. Es eviden- Girard– es una “imagen difusa, que sopor-
te que tras una frustración política y una ta toda la representación del mundo que
crisis social, el autor se examine y supere se hacen los individuos”.34
sus errores mediante la razón, y con ello El Diario de Hostos registra el viaje
mostrar una imagen ejemplar de un per- político, sentimental e intelectual de un
sonaje que intenta llegar a ser un hombre personaje que tiene la esperanza de hacer
completo. La escritura de este diario tra- la revolución desde España, París y Nueva
duce en significados las vivencias y los sue-
32
Loc. cit.
30
Ibid., p. 121. 33
Blanchot, op. cit., p. 210.
31
Ibid., p. 10. 34
Girard, op. cit., p. XVIII.
88
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos

York. Se convierte en un proyecto perso- peranza de ser leído y comprendido por la


nal de un escritor metódico que interpreta juventud. Como dice Gómez-Martínez:
la realidad con una visión racional desde
distintos espacios y ambientes. Como dice El diario, dentro de su unidad de tiempo
Sylvia Molloy, “El yo habla desde lugares más limitada, posee, en su relación con el
diferentes”.35 ensayo, las mismas peculiaridades men-
Entre los párrafos del Diario se de- cionadas a propósito de la autobiografía
jan ver el ideal bolivariano y la creación y de la confesión. A pesar de ello, su in-
de un gobierno federal entre diversas na- mediatez le acerca mucho más al ensayo,
ciones iberoamericanas. El escritor sigue y las frecuentes meditaciones que sugie-
fiel al ideal de justicia que tanto anhe- ren los sucesos escritos, cuya impresión
la para realizar la revolución a través de la todavía incita a reflexionar, constituyen
colaboración de sus compatriotas puerto- rasgos ensayísticos.36
rriqueños en Nueva York, pero a la vez lo
hace desde el yo e incluso alcanza una fija- El diario de Hostos adquiere esta modali-
ción de ese yo. El Diario le permite refle- dad ensayística en diversas etapas de su
xionar, además, sobre el recuerdo familiar existencia. Capta diversos ambientes y pai-
que se le presenta y le agobia en su cons- sajes, registra las sensaciones que le pro-
tante militancia política. duce la mirada hacia el mundo real; toma
Hostos procura evitar caer en un va- conciencia de ello, juzga y, finalmente, for-
cío moral por las circunstancias difíciles mula un concepto de acuerdo con el tema
que vive: la soledad, el exilio, carencia de del día. Como dice Gómez-Martínez:
recursos económicos y la incomprensión
entre sus compatriotas. No escribe para [...] en el ensayo... es el presente el que da
registrar solamente la vida pasajera y la carácter, y, lejos de ser el resumen de un
descripción de ambientes fascinantes, sino pasado personal, es el “yo” en su conti-
para estudiar el mundo intelectual de su nuo llegar a ser el que preocupa y sobre el
persona y dar un orden al mundo subjeti- que medita el ensayista.37
vo. Analizar objetivamente el orden de las
ideas y de los sentimientos. La experiencia del ensayista puertorrique-
ño vive aunada a la razón. El yo de Hostos
se construye a base de un constante exa-
El diario y el ensayo men de conciencia sobre el tiempo que
pasa y la experiencia vivida en el presen-
Hostos tiene conciencia de escribir su dia- te. El ensayista Georges Raillard señala
rio para reflexionar sobre el tiempo inme- que el tema expuesto en un diario es:
diato al presente, con una visión particular
de los acontecimientos del día y los re- [...] este desconcierto que conoce el “Yo”
cuerdos que trae a su mente, y con la es- cuando aprehende la inestabilidad de su
relación con el mundo [...] Recurrir al dia-

35
Sylvia Molloy, Acto de presencia. La escritura auto- 36
José Luis Gómez-Martínez, Teoría del ensayo, p. 115.
biográfica en Hispanoamérica, p. 15. 37
Ibid., p. 114.
89
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa

rio puede ser, según la ilusión romántica, no hay fruto en lo pequeño, y nada gran-
buscarse en la recapitulación de sus es- de le doy para exaltarla. 40
tados. O bien, en la línea de Montaigne,
buscar en el tránsito mismo el lugar de Hostos no pudo convencer a los republi-
la realidad.38 canos españoles de la revolución necesa-
ria en las Antillas, como tampoco lo hará
En su Diario, Hostos realiza un pacto de con sus compatriotas, inclinados a la ane-
desdoblamiento consigo mismo. Para él xión estadounidense. Sólo en el interior se
es un deber escribir un diario, no sola- halla la verdad del hombre y a través de la
mente un hábito común para relatar cosas escritura el consuelo íntimo y satisfacto-
íntimas, cotidianas o coloquiales, sino sa- rio: “Yo no sé qué angustia vaga, hermana
ber interpretarse a sí mismo e interpretar de la incertidumbre y el vacío, me ha acon-
el mundo en crisis que lo rodea. Es llenar el sejado escribir para buscar consuelo”. 41
tiempo que vive detrás de la actividad pe-
riodística y política del ensayista. Resistir Para interpretar el mundo caótico, el
al recuerdo de sus seres queridos y fami- tiempo que pesa sobre la conciencia del
liares. Aprender del pasado perdido, para escritor, el desorden político entre los
saber encontrar el camino de la verdad. El miembros de la Junta anexionista y la
diario es una forma de concebir el espíri- situación social de Cuba y Puerto Rico,
tu, el sentimiento y la razón, el cuerpo y Hostos se permite indagar metódica-
el alma, en el transcurrir del tiempo, sin mente sobre su pensar y devenir: Hoy
violentar el ideal de justicia. Escribe Hos- tengo el pensar con método y paso todo
tos en Madrid, el 29 de mayo de 1869: el día ordenando mis ideas, mis senti-
“Toda mi vida ¿qué ha sido? Nada de jui- mientos y mis actos, tratando de reducir
cios sintéticos: quiero un relato conciso y toda mi vida a la sencilla expresión que,
verdadero”.39 con voluntad más concisa o imperativa, la
El diario se convierte en un relato de ha resumido siempre. 42
vida, pero con un plan moral e intelectual
bien definido, en el cual el enunciador pue- El Diario de Hostos es un programa de
da examinarse día a día bajo el dominio de estudio particular, que analiza la realidad
la razón. Escribe Hostos: de su entorno y la ordena de acuerdo a la
visión del enunciador. El escritor se impo-
Porque la reflexión y la experiencia están ne la tarea de cumplir con sus mandatos
diciéndome que el hábito es al alma lo de conducta moral diariamente. “Confié-
que el movimiento al cuerpo, por eso me sate tres veces por la noche; una, en el
empeño en adquirir el de examinarme diario de tus sentimientos y tus actos;
diariamente y por eso escribo hoy, pues otras, en el resumen de tu trabajo inte-
ya estaba diciéndome la imaginación que lectual; otras, en tu libro de cuentas”. 43

38
Georges Raillard, La nausée de Jean-Paul Sartre, 40
Septiembre 24 [1866], medianoche, p. 25.
p. 44. 41
Noviembre 15, once y cuarto de la noche, p. 45.
39
Eugenio María de Hostos, Obras completas. Diario, 42
28 de enero de 1870, p. 244.
vol. I, t. 1, p. 117. 43
Septiembre, 24, [1866] medianoche, p. 25.
90
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos

El sentimiento de fracaso El dolor moral tiene su origen y remedio


en el seno mismo del espíritu. Enseña a
Para Alain Girard, el sentimiento de fraca- mirar y ver interiormente. Mirar y ver in-
so –como un sentimiento también social– teriormente es mirar y ver una fuerza
colorea la mayor parte de las páginas de siempre dispuesta a ejercitarse, cuyo ejer-
los diarios íntimos y explica “su atmósfe- cicio armoniza. Armonía es seguridad.
ra dominante”. 44 Seguridad es salud. 45
Con un tono repetitivo de desencan-
to, angustia e insatisfacción, Hostos se El sentido de la vista no sólo se ejercita en
presenta como un militante desespera- mirar determinado objeto, sino también
do porque los anhelos de libertad, justicia en ver o examinar las reacciones del espí-
y progreso no llegan a concretarse; como ritu, desarrolladas en las páginas del dia-
una persona solitaria, en un estado de irre- rio, como el único medio para concretar
mediable orfandad y melancolía por la le- esta idea de armonía que tanto anhela el
janía de su patria; y como un escritor que diarista. Pero con el transcurrir del tiem-
desea conservar la memoria de los días po, se da cuenta del demasiado esfuerzo
del presente y del pasado y dar testimonio para llegar a ese ideal a un estado de sole-
sobre la situación política en Nueva York. dad, en el que cree asegurarse para encon-
Estos motivos circunstanciales que lo ha- trar la libertad de pensar, sentir y ver. Di-
cen sentir un ser fracasado y moralmente ce Hostos:
incompleto producen un examen de in-
trospección y retrospección ligada a un La soledad es benéfica y funesta: bené-
proceso de desdoblamiento entre la efu- fica, porque desenvuelve las fuerzas del
sión sentimental y la mirada racional que pensamiento; funesta, porque nos acos-
la interroga. tumbra a aislarnos en nosotros mismos,
Si en la vida pública Hostos se mos- aun en medio de las mayores expansio-
traba un estudiante inclinado al krausis- nes, y en tanto que todos sienten, obran
mo, un orador hábil en el arte de argumen- y hablan, el solitario observa. 46
tar y definir su mensaje y un observador
crítico de la sociedad, en su Diario se refle- Hostos goza solamente de una libertad
ja, por un lado, la sensibilidad por captar para reflexionar sobre las actividades que
la realidad y el ambiente que lo circunda ha realizado en un pasado inmediato, la
y el recuerdo de los seres queridos; por el mayor de las veces frustrantes. Las resu-
otro, la sentencia que se aplica a sí mismo me en un término inclusivo: “Toda mi ac-
a través del trabajo intelectual y de la escri- tividad es por eso inútil”. 47
tura diaria de los acontecimientos vividos. La conciencia del diarista mide su es-
Ante el sueño de la revolución frustrada, tado de ánimo, decepcionante, conforme
el único remedio es salvar el espíritu para a la circunstancia social: “Cerradas las bi-
curarse moralmente a sí mismo: bliotecas, se han cerrado para mí todas las

45
Junio 3, p. 125
46
Nueva York, noviembre 1º. 2 ¼ , p. 168
44
Girard, op. cit., p. 510. 47
París, 3 de septiembre (1868), 2 ½ de la tarde, p. 88.
91
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa

puertas de la distracción, y a las amargu- yecto político revolucionario. El diario se


ras de la pobreza, tengo que añadir las del basa también en reflexionar sobre el sen-
viajero desposeído de su trabajo”. 48 timiento que se acumula en la conciencia
Piensa continuamente que no ha cam- del escritor durante el tiempo que vive
biado su conducta, que no ha hallado un en soledad desde Barcelona y París has-
sentido a su existencia, porque los límites ta Nueva York. A través de esta reflexión
que impone la falta de dinero sólo produ- sobre la memoria, realiza un análisis ob-
cen descontento: jetivo acerca de su estado de ánimo, con
el cual procura realizar su propia historia
El obstáculo del dinero es mi tormento. El frente a la historia crítica de la injusti-
me ha hecho perder las mejores ocasio- cia social en América, gracias a la falta de
nes, los mejores auxiliares, me ha hecho progreso y libertad en los pueblos del
inpirar sospechas a aquellos que no po- Nuevo Continente.
dían dudar de la grandeza de mis ideas, El proyecto político de liberar a las An-
de la pureza de mis intenciones. Mi obra de tillas después del derrocamiento de Isabel
Barcelona, que hubiera podido ser tan II ha fracasado. Hostos vive en la austeri-
grande, fracasé por falta de dinero, que dad, sin dinero ni privilegio. Pero lo único
también me ha hecho dejar mis mejores que puede ganar es la educación del senti-
amigos… 49 miento a través de la razón. Si la situación
presente no permite realizar lo deseado,
Este sentimiento de fracaso literario y sólo a través del recuerdo doloroso de los
político, se enlaza con el problema de la errores Hostos podrá tener conciencia de
memoria y el tiempo, como veremos a lo que puede obtener en el futuro. Ha per-
continuación. dido la esperanza de la independencia de
Puerto Rico, de convencer a los republica-
nos de dar libertad a las Antillas y la con-
La memoria y el tiempo fianza de sus compañeros de ideas, pero
su mundo interior, el recuerdo y el dolor
El tiempo es uno de los problemas cen- sentimental aún persisten. Escribe Hos-
trales en el Diario de Hostos. Existe como tos: “La memoria del sentimiento es la úni-
un estado crítico en la mente del escritor. ca que no he perdido” (p. 126). Mientras
Mientras reflexiona y escribe sobre la rea- más reflexione sobre el pasado, el senti-
lidad que lo circunda y la actitud incom- miento de tristeza y frustración podrá ge-
prensible tanto de los españoles como de nerar más ideas sobre el presente y apren-
sus compatriotas, medita en soledad y re- der a dirigir la emoción y el pensamiento
cuerda las imágenes familiares del pasa- hacia un proyecto a futuro más razonable
do, que llegan a repercutir en la concien- y pensar sólo en salvar la patria a través de
cia del presente. Es imposible rechazar los la revolución.
sentimientos tristes y frustrantes debido La memoria involuntaria, evocador
a la pérdida de un ser querido o de un pro- de los sentimientos, entra en tensión con
la exigencia de la experiencia del pasado
48
y la situación vital del presente. La fecha
Ibid., p. 87.
49
Septiembre 20, 1869, p. 142. de la muerte de su madre es muy distante
92
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos

dentro del tiempo cronológico; en cam- Una habitación propia, una mesa, una
bio, en el tiempo de la memoria, aquel lámpara, la cama sobre el cual a veces es-
recuerdo sigue presente. Escribe Hostos: cribimos, la mesa de noche, donde colo-
camos el cuaderno, debajo de la almoha-
En 28 de mayo de 1862, hace ocho años da o el colchón, donde lo guardamos: es
en el tiempo, no hace tiempo ninguno en el ambiente mítico del diario íntimo.51
mi corazón, murió mi madre, la santísima
mujer a quien debí una vida que pudo ser El espacio en que se redacta un diario de-
feliz, que yo he hecho a sabiendas desgra- pende del medio y la circunstancia en que
ciada... Son las nueve de la mañana... Mu- se encuentra el diarista. Si Federico Gam-
rió aquella esposa, aquella madre, aque- boa lleva consigo su diario en Guatemala,
lla hija incomparable.50 Argentina, Brasil, Francia, España y otras
regiones europeas en su labor como fun-
Hay dos tiempos en el diario de la vida de cionario público,52 el ensayista puerto-
Hostos. El del recuerdo y el cronológico. El rriqueño empieza a redactar el suyo en
primero aparece al margen de los hechos Madrid, cuando es aún estudiante de De-
transcurridos cronológicamente. Ve pre- recho, lo continúa en Barcelona, a escon-
sente lo perdido. Aquel pasaje sucede en didas de las autoridades españolas; luego
una mañana, al principio del día y Hostos en París, donde prepara su regreso a Amé-
comienza con la imagen de la muerte de rica Latina, con escasos recursos econó-
la madre. El Diario representa en su ma- micos, y, finalmente, en Nueva York, donde
yor parte el ambiente interno del perso- retrata la actitud de los anexionistas.
naje, las reacciones sentimentales y los Si José Martí aprovechaba la hospi-
recuerdos. El ambiente exterior le parece talidad que le brindaban las familias de
un caos difícil de resolver, de comprender. Santiago de los Caballeros y Cabo Haitia-
La salvación está consigo mismo, con el no y el refugio del campamento en Dos
espíritu del hombre. El tiempo cronoló- Ríos, Cuba, para dar una imagen positiva
gico avanza, acelera el ritmo de la vida, de los guerrilleros y de la gente del pue-
pero el tiempo de la mente se detiene en blo, antes de que fuese acribillado por el
el pasado, en la pérdida de los valores y de ejército español el 19 de mayo de 1895;53 si
proyectos políticos. Hay que comenzar de José Santos Vargas realiza la crónica de la
nuevo. Se ha perdido todo, menos el tiem- independencia de América Latina en una
po de la memoria. hacienda llamada Campiñota, que renta-
ba un hermano suyo, cerca del pueblo de
Machaca54 , y si Ernesto Che Guevara es-
El ambiente mítico

Sobre el lugar del diarista, dicen Lejeune 51


Lejeune y Bogaert, op. cit., p. 72.
52
y Bogaert: Federico Gamboa, Mi diario. Mucho de mi vida y algo
de la de otros. Primera Serie, vol. I. México, Edicio-
nes Botas, 1907. Véase también los volúmenes II
(3ª serie) y III (2ª serie) de las ediciones de 1938 y
1920, respectivamente.
50
Viernes 28, mayo 1870, por la mañana, pp. 317- 53
José Martí, op. cit., pp. 29 y ss.
318. 54
José Santos Vargas. op. cit., pp. 22 y ss.
93
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa

cribe con dificultad su diario, en medio de alambres. Pasó: le di su vela, nos saluda-
una persecución militar, en una finca cer- mos y vine yo a pasar la noche más in-
cana de Cochabamba, en campamentos quieta que he pasado en París. Mala es la
improvisados en Ñacachusaú, Higueras y del espíritu, pero no es buena la inquietud
en la quebrada del Yuro,55 Hostos goza del de los sentidos. Ea, mientras sirva para
tiempo suficiente y de espacios apropia- probar que puedo más que ellos.56
dos para concentrarse en la escritura, re-
fugiándose en casas alquiladas en Madrid En lugar de ser un diarista amante del pai-
y Barcelona, en una habitación de París y saje, como lo fue Martí, Hostos describe
en un camarote de Nueva York. Aunque no una serie de sensaciones que se tornan an-
precisa cómo es el lugar en que habita, sí gustiantes ante la soledad oscura del am-
podemos observar la actitud del diaris- biente y de sí mismo. Pero se sirve de la es-
ta que reacciona de acuerdo al ambiente en critura como un medio o instrumento para
que se encuentra en el momento de la es- llegar a la razón y resistir los momentos o
critura. A diferencia de Martí, Santos Var- circunstancias más extremas en torno a su
gas y Guevara, que relatan la naturaleza y persona. Con la escritura tiene el apoyo
las circunstancias en torno suyo, en oca- para enfrentar a la soledad y a los sentidos
siones muy inesperadas, Hostos mantiene que impiden el camino de la razón.
una actitud racional en torno a su intimi- En una situación melancólica, se pasa
dad y a la introspección de sus sentimien- las noches de invierno en Madrid, toman-
tos respecto del lugar íntimo y solitario. do café, conservando una vida austera y
Su único refugio de salvación es su carpeta resintiendo el vacío de su ser: “Dentro de
personal en el que se apoya para resistir mí, nada; fuera de mí la indiferencia. En
lo azaroso del ambiente de la calle y la se- mi casa, dormir y perder el tiempo. En la
mioscuridad de su solitaria habitación. Es- sociedad huir de ella. Mi situación es te-
cribe su diario para encontrar una luz que rrible; sólo mi pasividad puede hacerla
lo salve de su locura y de la muerte. soportable”.57
Si Martí y Guevara escribían su diario En cambio, la actitud de Hostos en
casi a la intemperie y antes del anochecer, su residencia de Nueva York se torna más
Hostos lo escribe en lugares cerrados y os- melancólica y sentimental en un camaro-
curos. Por ejemplo en París muestra cómo te mucho más íntimo. El diarista llega a
padece la falta de luz en la oscuridad de la ser un retratista de su espacio secreto, se
noche y de su camarote. Pobre y preocu- muestra como un escritor y como una per-
pado con el estado de su bolsillo y con el sona aquejada por el recuerdo de deter-
cambio de domicilio, necesitaba luz para su minada mujer amada, en el momento en
cuarto oscuro. Cuando subió acompaña- que lo abandona:
do por una joven con una vela encendida,
Cojo la pluma para despedirme de la casa.
surgió el hombre desconocido; es decir, En estas cuatro paredes queda el secreto
sentí aquella terrible sacudida de los ner-
vios que es como la electricidad de los
56
Agosto 31, 1868, 4 de la tarde, p. 87.
55
El diario del Che en Bolivia, pp. 27 y ss. 57
Octubre 31, 1866, pp. 42-43.
94
El Diario íntimo de Eugenio María de Hostos

de profundas angustias, de ideas punzan- Asimismo, la relectura confirma el estado


tes, de contradicciones vivas; pero tam- ideal de la imagen positiva de su persona,
bién queda el recuerdo de un alma sincera así como también la pretensión de unir la
y de un corazón sensible. ¡Mi estrecho ca- discontinuidad de sus experiencias narra-
marote!... Yo me alejo; pero aquí te que- das en una continua y sólida narración, que
da mi recuerdo, y siempre convertiré com- sostiene el reflejo del yo hostosiano. Así lo
placientemente los ojos a este retiro en expresa mediante el uso de la paradoja:
donde he amado. ¿Amado? ¡Ah!, como
siempre, empezó por otro corazón y con- Ayer releí los diarios de Barcelona, y me
cluyó en el mío: ella ha sido la primera en he convencido de que, aún incompletas
sentirlo y en manifestarlo, yo soy el últi- completan mi vida, aún incoloras pintan
mo en sufrirlo. Por sufrirlo te huyo.58 las diversas situaciones de mi ánimo (Pa-
rís Bd. St Germain 42, agosto 5, 1868,
Cuando se muda a Nineth St. 53, describe mediodía, p. 64).
su nuevo “aposento”, como el más espa-
cioso y abrigador que “el antiguo”, des- La relectura hecha por Hostos confirma el
de donde describe a dos mujeres que le anhelo de supervivencia, la salvación del
atraen: una morena y otra rubia.59 espíritu en el cuerpo de la escritura y la
armonía de los hechos discontinuos en el
silencio narrativo. Nos recuerda también
Relectura a distancia lo que Amiel ha advertido sobre la ima-
gen incompleta del hombre reflejado en
Para Lejeune y Bogaert, la relectura a dis- las páginas del diario íntimo, que “sólo es
tancia puede dar lugar a “una evaluación prolijo sobre las cosas un poco impersona-
escrita”.60 Hostos evalúa su Diario en el les y no es exacto ni completo en los suje-
momento de mostrar una actitud com- tos íntimos”62.
placiente con el retrato suyo entre las pá-
ginas del pasado y el presente y una mira-
da consciente entre el mundo de las ideas Bibliografía
y el mundo real de la vida cotidiana:
Amiel, Henri-Frédéric. Journal intime de
Acababa yo de leer algunos de mis Diarios l’année 1866. Texte intégral publié
de París y de saborearme a mí mismo, pour la premiére fois avec une intro-
con ingenuidad, sintiéndome agradable; duction et des notes par Léon Bopp.
cuando salí a la calle y en ella encontré a Paris, Librairie Gallimard, 1959.
L. Armas…61 Blanchot, Maurice. El libro que vendrá, tra-
ducción de Pierre de Place. Caracas,
Monte Ávila Editores [1969].
El diario del Che en Bolivia, 3ª ed., pról. de
58
Blecker St. 292, viernes, 25 de febrero de 1870, Fidel Castro, México, Siglo XXI, 1968.
noche, pp. 263-264.
59
Sábado 26, noche, 1870, pp. 264-265.
60
Lejeune y Bogaert, op. cit., p. 124.
61
Sábado 5 de mayo de 1870, noche, p. 272. Henri-Frédéric Amiel, op. cit., p. 323.
62
95
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Javier Galindo Ulloa

Estébanez Calderón, Demetrio. Dicciona- Lejeune, Philippe et Catherine Bogaert. Un


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1907. Véase también los volúmenes II Cultura Puertorriqueña, 1970.
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nes de 1938 y 1920, respectivamente. Infante (pról.). Barcelona, Círculo de
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ses Universitaires de France, 1963. May, Georges. La autobiografía, Danubio
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(CA, 16).
97

Asunción del Carmen Rangel López*

El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a


algunos momentos de la poesía de Juan Gelman

The journey to defeat. Considerations about


some moments of poetry of Juan Gelman

Resumen Abstract

La escritura y la lectura, como es sa- The writing and reading, as it is


bido, son dos maneras de viajar, de known, are two ways to travel, to
desplazarse. El talante viajero es uno move. The traveler’s talente is one
de los rasgos de la poética de Juan of the features of the poetics of
Gelman. El artículo explora y des- Juan Gelman. The article explores
cribe cómo en algunos momentos de and describes how, at times, the Ar-
la poesía del argentino se advierte gentinian’s poetry a trip through
un viaje a través de la rememoración remembrance to defeat develops,
hacia la derrota, porque en ella en- because it is the opposite to what is
cuentra el opuesto a lo poco digno de unreliable, the back of betrayal, the
confianza, el reverso de la traición, adversary of the falsified past. In his
el adversario del pasado falseado. journey to defeat, as we intend to
En su periplo a la derrota, como se show, Gelman restores the dignity
intenta mostrar, Gelman restituye la of memory.
dignidad de la memoria.

Palabras clave: poesía latinoamerica- Key words: Latin American poetry,


na, Juan Gelman, José Emilio Pacheco, Juan Gelman, Jose Emilio Pacheco, re-
rememoración, derrota, crítica literaria membrance, loss, literary criticism

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 97-111
Fecha de recepción 24/06/2015 > Fecha de aceptación 30/09/2015
dite23@gmail.com

*
Universidad de Guanajuato, Departamento de Letras Hispánicas.
98
El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a algunos momentos de la poesía de...

Los rudimentos del viaje hacia su intimidad, el escritor no es el mis-


mo. “El que se va no vuelve aunque re-
Toda lectura es, a su manera, una forma de grese”, dice el poeta mexicano José Emi-
viajar. Toda escritura es, también a su ma- lio Pacheco.
nera, otra forma de emprender un periplo. En el viaje al interior –una de las
Leemos para reconocernos en el otro. Es- apuestas filosófico-poéticas más fasci-
cribimos para reconocernos en el otro. Éste nantes del Romanticismo alemán– po-
es el tesón del viajero, sea escribiendo, dríamos identificar a la escritura como
sea leyendo: la pulsión y la gana de salir una de sus principales derivaciones. Pero
de su interioridad en aras de recalar en la en la escritura hay también múltiples e
interioridad del otro. infinitas lecturas, de tal suerte que en ese
Escribir y leer son las puntas de un ar- viaje al interior está implicado, enraizado,
co que se tensa en la más pura intimidad. el viaje al exterior, si pensamos en este
“Escribir poesía no es únicamente una último como la lectura de lo ajeno. La ten-
manía mía, es mi forma de estar solo”, dice sión en la arraigada e inseparable dupla
Fernando Pessoa.1 En el repliegue a la so- leer-escribir encuentra una excepcional
ledad y en la conquista de la misma, el metáfora –o quizá una alegoría en el
escritor pare luz, escribe poesía. A la con- sentido benjaminiano– en el viaje, o me-
quista de la página en blanco, le sigue el jor aún, en la figura del viajero. Si consi-
natural afloramiento hacia el exterior. La deramos el ejercicio de la lectura y de la
pulsión por exteriorizarse es ineludible. escritura como una manera de emprender
La conciencia de este movimiento de ida y un periplo, el alcance y potencialidad
vuelta es tan sólo alguno de los rudimentos de la metáfora quedaría absolutamente
del viaje que emprende cualquier escri- limitado. Así como hay viajes al interior de
tor, de cualquier lengua, de cualquier tiem- uno mismo, los hay alrededor de una
po. De manera análoga, el viaje hacia habitación –Viaje alrededor de mi habita-
fuera, hacia lo exterior, implica una modi- ción, de Xavier de Maestre, de 1795, es un
ficación y transformación interiores de tal ejemplo de ello–; o la copiosa literatura
brutalidad y potencia que, en el regreso de viajes escrita por Humboldt y Colón,
por mencionar sólo un par; habrá que
aludir, necesariamente, a Verne, Steven-
1
La cita al poeta portugués proviene de un mara- son, Melville, London, Conrad. Ni qué
villoso libro del catalán Antoni Marí, en donde decir de la literatura que da cuenta de
–en una serie de breves ensayos– discurre sobre
asuntos relacionados con la arquitectura, la pintu- los viajes o vagabundeos en la ciudad:
ra, la música, la poesía, y otros temas que son ar- Joyce, Unamuno y Baudelaire, entre mu-
ticulados por el sugerente título La vida de los chos otros.
sentidos. Fragmentos de la unidad perdida (2006).
El libro de Marí, dividido en los apartados “Los Para esta lectura acerca del talante
sentidos de la palabra escrita”, “Recordatorios y viajero que distingue al poeta Juan Gel-
símbolos” y “El umbral de la ciudad ideal”, y par- man (1930-2014), los rudimentos de este
ticularmente los ensayos “Lectura e intimidad”,
“Del yo al nosotros”, “Reflexión sobre la pérdida”, propio viaje como lectura y escritura, abre-
“Fragmentos de una unidad perdida” y “El hombre van de algunas de las reflexiones de poe-
de la cicatriz en el rostro”, contiene algunas vetas tas del romanticismo alemán –a quienes
argumentativas de lo que aquí llamo rudimentos
del viaje. debemos, principalmente, la fascinación
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Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Asunción del Carmen Rangel López

por el entusiasmo y la quietud, para de- El viaje a la derrota


cirlo con el título de otro libro de Antoni
Marí–, pero también de las reflexiones “Gelman escribió hasta el último día”, ano-
poéticas vertidas por el autor argentino y ta José Emilio Pacheco en su “Inventario”
por José Emilio Pacheco en sus versos, en- final, escrito el 24 de enero de 2014, dos
sayos o crónicas periodísticas. días antes de morir. Los dos poetas com-
El lazo poético y sanguíneo que unen parten no sólo el mes y el año de su falle-
a José Emilio Pacheco y a Juan Gelman es, cimiento; su amistad y camaradería fue
sin duda, el de la memoria. Gelman viaja tal, que si uno se topa con los versos que a
a través de la rememoración hacia la de- continuación transcribo, podría pensar
rrota porque en ella encuentra el opuesto que pertenecen a la pluma de cualquiera
a lo poco digno de confianza, el reverso de de los dos:
la traición, el adversario del pasado fal-
seado. Encuentra en ella y gracias a ella la [...] dentro de dos o tres poemas me iré
muerte de la derrota, pero no sólo eso. ¿quién golpea la puerta?
Viajar a la derrota, para restituir la dig- los siglos por venir ruedan abajo
nidad de la memoria, como se verá, im- de los diez dedos de mis pies
plica otro sugerente rudimento de este cuando ellos lleguen me habré ido
escritor viajero, nómada: la resistencia. a la sombra final
De algunas de las comunes acepcio- y seré yo quien ruede
nes de derrotar nos da noticias el Diccio- bajo los pies bajo sus pies
nario de la Real Academia de la Lengua
Española: “disipar, romper” o “vencer o ga- Los versos forman parte del poema “Cons-
nar”. Pero caer en derrota –asunto que, en tancias”, del libro Cólera buey de Gelman.
efecto, está presente en la obra de Gel- Tenemos ahí la preocupación por la bestia
man– admite otra posible acepción: se inflexible del paso del tiempo, un asunto
dice también de una embarcación cuando que ocupa buena parte de la obra de José
ésta ha perdido su rumbo originario. Así, Emilio Pacheco.
“El viaje a la derrota” de Juan Gelman tam- En su último “Inventario”, el poeta
bién se convierte en “El viaje en derrota”, mexicano, en unas cuantas líneas, da tes-
ya que este poeta convierte ese estado timonio de la importancia y magnitud de
de vencido en otro de sus rudimentos de la obra del argentino:
viajero: hay que extraviarse, errar, perder
el rumbo, para volver a encontrarlo, aun- Gelman nunca creyó que la poesía fuera
que ese re-encontrar la ruta no sea, nece- capaz de frenar los tanques, silenciar las
sariamente, enmendar el trayecto. Es así ametralladoras o de romper la picana. No
como el viajero Juan Gelman se convierte le bastó con exponer en verso la materia
en un absoluto nómada, ya que revierte el sangrienta y trágica de sus textos. Si son
principio de que el viaje tiene un punto de tan eficaces se debe a la maestría abso-
partida y uno de llegada. Para Gelman, el luta sobre todas las formas: del epigrama
viaje en derrota implica saber que su via- clásico al versículo, del poema en prosa a
je no tiene principio ni fin, y que sin embar- la experimentación léxica y rítmica. Fue
go es necesario que dure eternamente. el adelantado de su generación en hacer
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obras intertextuales en que ya no se memorias y sus costumbres. “El que se


sabe quién es el autor: el que escribió el va no vuelve aunque regrese.” Contra la
original o quien lo deja intacto y abierto separación del país y de su lengua sólo
a otras interpretaciones para hacer su quedan la defensa y la venganza de es-
lectura irremplazable y apropiarse de él cribir. Gelman es el gran poeta del exilio.
a fin de convertir un texto árabe o judío Su dimensión continental y panhispáni-
en un poema de Gelman y anexarlo a la ca no niega sino acendra su argentinidad
poesía argentina en particular y españo- esencial, su pertenencia imbatible a Bue-
la en general.2 nos Aires. 4

Se trata del profundo conocimiento de Fuera del suelo natal, con la casa y la ciu-
lo propio, para poder así conocer, tam- dad destruidas, a Gelman, en opinión de
bién profundamente, lo ajeno. Al igual Pacheco, le queda un instrumento pode-
que Pacheco, Gelman posee la pulsión por rosísimo para volver a construir, para
emprender periplos a diversas tradiciones regresar a su “imbatible” Buenos Aires:
literarias, y regresar de ellas a la propia. la escritura. Contra la separación –el des-
Esto se advierte no sólo en los epígrafes tierro–, la defensa y la venganza que se
de sus libros de poemas –tomados de encarnan en su poesía.
Dylan Thomas, por poner un ejemplo–, “¡Cómo voy a ser el mejor poeta me-
sino también en la intrincada relación de xicano si no lo soy ni de mi colonia, ni de
citas y reelaboración de la obra de otros mi barrio. A la vuelta de la esquina de mi
poetas, reales o ficticios.3 casa vive Juan Gelman”, respondía Pache-
Al llamarlo “el gran poeta del exilio”, co en 2009, cuando le fue entregado el
Pacheco apuntala ciertos aspectos de la Premio de Literatura en Lengua Castella-
escritura de Gelman que se inscriben den- na Miguel de Cervantes. Además de com-
tro de esto que llamo nomadismo como partir el premio –a Gelman le fue otor-
principio poético del poeta argentino: gado en 2007–, la amistad y la ferviente
creencia de que frente al arrostramiento
Si uno hace un leve repaso de lo que se y la desesperanza sólo nos queda la pala-
ha escrito en este continente verá que bra, estos dos poetas creen que no hay
gran parte de nuestras literaturas se han peor condena y agravio que el olvido.
hecho fuera del suelo natal. Desterrar En Morirás lejos, la novela de Pache-
significa quitar la tierra bajo los pies, de- co, Alguien es un personaje que podría
jar a la intemperie, derruir la casa, demo- estar escribiendo una historia acerca de la
ler la ciudad de cada uno con todas sus persecución del pueblo judío en diferen-
tes momentos de la historia. A propósito
2
José Emilio Pacheco, “La travesía de Juan Gelman”. del tema elegido por el personaje para su
3
Ejemplo de ello es Los poemas de Sidney West relato, el narrador apunta que éste:
(1968-1969), en donde Gelman, mediante el la-
mento y la elegía, da voz a este poeta “contesta-
tario norteamericano, que denuncia el fracaso […] no vacila en repetir lo mil veces sabi-
de su sociedad, la muerte del sueño americano, do es porque cree: (primero) que no debe
su falsedad”. Alberto Julián Pérez, “Gelman y la
poesía norteamericana: Los poemas de Sidney
West”, p. 4. 4
José Emilio Pacheco, loc. cit.
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Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Asunción del Carmen Rangel López

olvidarse y la millonésima insistencia no que se recurre a la imaginación para re-


estará de sobra jamás; (segundo) que na- valorar lo perdido por el olvido mediante
da puede aproximarse siquiera a la es- su recreación mental (palabras, objetos,
pantosa realidad del recuerdo: él sólo in- etcétera) de los vacíos que éste propicia.
tenta establecer quién es eme [otro de los Así, el olvido deviene un pretexto para
personajes] y por qué lo persigue desde rehacer o revivir deliberadamente un su-
hace años; por cuál razón merece el cas- ceso, con lo que las lagunas de lo objeti-
tigo [de los crímenes de guerra]. Y lo que vo de un recuerdo eliminado por el olvido
es más: olvidar sería un crimen, perdonar se suplen y se enriquecen gracias a la sub-
sería un crimen.5 jetividad de la capacidad recreadora que
conduce a conformar experiencias me-
La compleja relación entre el recuerdo y el morísticas estéticas, especialmente en el
olvido, y no sólo en la poesía, sino en las campo lírico.6
manifestaciones culturales en general, es
explicada, y particularmente sobre la obra Olvidar, de esta manera, nulifica –para
literatira de Pacheco, por Blanca Álvarez usar las palabras de Álvarez– todo lo que
Caballero en los siguientes términos: compromete a la existencia. Olvidar ade-
más permite “rehacer” o “revivir” lo suce-
La memoria en la poesía de José Emilio dido. Al respecto, vale la pena mencionar
Pacheco está integrada por dos aspec- la abominación que Pacheco sentía por la
tos: el recuerdo y el olvido. El primero se nostalgia: “La nostalgia es la invención de
asume como la capacidad de almacenar un falso pasado. A ella se opone la mirada
vivencias en la mente, mientras que el crítica. Estoy en contra de la idealización
segundo como la eliminación de éstas, las de lo vivido pero totalmente a favor de la
cuales constituyen toda sabiduría y ex- memoria.”7 Tenemos así que la rechura del
periencia humanas, es decir, todo valor pasado poco tiene qué ver con enmendar
testimonial del hombre, toda identidad o alterar lo vivido, se trata de mirar crí-
personal y colectiva. Ambos, el recuerdo ticamente hacia atrás en aras de tener un
y el olvido, mantienen un tipo de relación poco de más claridad, de objetividad si
de tensión en la medida en que el recuer- esto es posible, para evitar el regreso del
do es un constituyente presente, crono- crimen, del asesinato, de la guerra. Álvarez
metrado mediante una narración y es Caballero cita la tercera parte del poema
objetivo de la medida de lo posible, mien- “The Dream is Over”, de Irás y no volverás
tras que el olvido es el lugar de no ser por (1969-1972):
implicar una nulificación de saberes, con
lo cual derriba la intención de afirmación Actos contramemoria. Protestamos
humana que permite el recuerdo. por su fijeza inútil,
No obstante lo anterior, el recuerdo
y el olvido presentan una forma más de 6
Blanca Álvarez Caballero, “Entre el recuerdo y el
relacionarse para el poeta: una suerte olvido: un estudio filosófico-literario de la memo-
de complementariedad en la medida en ria en José Emilio Pacheco”, p. 268.
7
Hernán Bravo Varela, “Nuevo elogio de la fuga-
cidad. Una conversación con José Emilio Pache-
5
José Emilio Pacheco, Morirás lejos, p. 89. co”, p. 69.
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la manipulación, las distorsiones, al templo de la guerra.


el falso testimonio. La incertidumbre es todo lo que tengo.
Aciago don, pecado original, Hoy comienza
la memoria que miente siempre. la pesadilla de la historia.9

Contra el recuerdo no hay liberación. En los versos “¿Han vuelto o todo es dife-
Se borra en parte rente?” y “La incertidumbre es todo lo que
y es archivado junto a sus iguales. tengo” se encierra una idea cara al pen-
Cuando menos se piensa ya está fuera samiento poético de José Emilio Pacheco,
con ganas de morder. la cual encuentra una correspondencia
Ha echado espinas con diferentes momentos de la poesía de
y encaja los comillos insaciable Juan Gelman. ¿Cómo resistir a la violencia,
del nunca más.8 al desierto que sangra, a la guerra? Con la
certidumbre de no saber cómo proceder
Se violenta a la memoria al renegar de la ante ello, pero con la conciencia de que
fugacidad del instante, de ahí proviene la violencia, la guerra y sus estragos, son
la tergiversación, una lucha aciaga contra lo innegables.
que no se puede evitar: el recuerdo. Re- Tanto José Emilio Pacheco como Juan
sulta elocuente que Pacheco, en ese poe- Gelman participan de la idea de que no hay,
ma, convierta al recuerdo en una bestia en primer lugar, épocas de decadencia.
que muerde, que encaja sus colmillos. Así Quiero decir: si a la decadencia le supone
hace manifiesto lo doloroso que resulta el una época precedente de esplendor o le
recuerdo más objetivo y cristalino –hasta sucede una de progreso, estaríamos im-
donde sea posible– de lo que fue. posibilitados de apreciar el aquí y el aho-
En la parte final de “The Dream is ra y, de esta manera, estaríamos también
Over”, remata con la habitual desazón imposibilitados de resistir el dominio de la
–que no lo convierte en un simple que- guerra y la violencia. Para Pacheco y pa-
rulante– que caracteriza la poesía de ra Gelman, una de las salidas al estado
Pacheco: degradado de las cosas y a la situación del
hombre en el mundo lo constituiría la
Música apreciación de las figuras de la felicidad,
y de repente es la misma canción, incluso en la derrota. En la apreciación de
la que sonaba en tardes como aquéllas. esos momentos privilegiados es posible
¿Han vuelto o todo es diferente? la resistencia.
La zarza de los días se enreda en la Ejemplo de ello, en el caso de Pa-
violencia. checo, es el poema “Souvenir” de Islas a la
El desierto sangra. deriva (1973-1975):
Tablas y leyes de conducta.
Multitudes Aún queda nieve entre los árboles. Hay
que dan vueltas y vueltas [hojas
calcinadas de otoño bajo los setos.
8
José Emilio Pacheco, Tarde o temprano [poemas
1985-2009], p. 118. 9
Ibid.
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Las ramas, blancas o pardas, todavía se Noguerol: “[…] sus poemas más positivos
[desploman celebran el instante, hecho vinculado
bajo el agravio de su desnudez. Sin tanto a su carácter único –ningún segun-
[embargo, do se repite– como a su condición efíme-
la ardilla, al fin ha abandonado el subsuelo ra.”11 De ahí que Pacheco encuentre abe-
y el primer petirrojo ya escarba rrante al souvenir que produce una cámara
en su coto de caza, ya pesca o un pincel; “unas cuantas palabras” son
las lombrices que han vuelto a la yerba. lo único que puede llevarse consigo como
“única constancia de haber estado”, “unas
El sol opaco pinta bosques de sombra cuantas palabras”, cabe agregar, que son
en la mancha de nieve. Ya todo tan efímeras y fugaces como el instante
se dispone a vivir nuevamente. perfecto.12
La exaltación de esos instantes per-
Contemplo el móvil cuadro en la pared: fectos aparece, con matices diferentes,
[esta ventana. en la obra de Juan Gelman. En “La foto”
No volverán mis ojos de Mundar (escrito en la ciudad de México
a detenerse en el jardín. entre 2004 y 2007), por ejemplo:
Seguirá la casa
con algo de nuestras voces y nuestras A las cuatro de la tarde de marzo
[vidas. en una vieja foto
las rosas se volvieron a abrir.
Es demasiado el equipaje. No puedo La vida no apagó
guardarme ni siquiera una hoja muerta su aroma ni
y calada de invierno. la brisa que pasaba lenta
con fechas del paisaje. Una
A falta de una cámara, un pincel muñeca es todavía en
o habilidad para el dibujo, me llevo la manita que toca el universo,
–como única constancia de haber tibia. Alrededor
[estado– se ve un vuelo de pájaros idos.
unas cuantas palabras.10 Al fondo,
el ser que es haber sido lee
En la edición preparada con motivo del lo que el tiempo escribió.13
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoameri-
cana 2009, titulada Contraelegía –Gelman El proceso de rememoración surge a par-
ganó esta presea cinco años antes–, Fran- tir de una “vieja foto” y ésta es vista con
cisca Noguerol ofrece una fina descrip-
ción de las temáticas y los periodos de la 11
Francisca Noguerol, “Leerse en Pacheco”, p. 44.
obra de Pacheco. Sobre el instante per- 12
Muestra de esta propensión de Pacheco por la fu-
fecto, como una temática recurrente en gacidad y efímero de las palabras es el poema
“Aceleración de la historia”: “Escribo unas pala-
la poesía de Pacheco y sobre el que tam- bras // y al minuto / ya dicen otra cosa, // significan
bién discurre el poema “Souvenir”, indica / una intención distinta” (73). Del libro No me pre-
guntes cómo pasa el tiempo (1964-1968).
13
Juan Gelman, Poesía reunida. Tomo II. El emperador
10
Ibid., pp. 185-186. corazón se amora, p. 458.
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El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a algunos momentos de la poesía de...

los ojos de quien estuvo ahí y tuvo esa proveniente de la suma de esos rasgos
experiencia, y la trae ahora a los versos del del sujeto –amoroso, por lo sugerido en
poema, para convertirla en un “instante el poema–. Esa dulzura es palpable en la
perfecto”. Aunque en el papel esté repro- fotografía y es, en oposición a lo que ven-
ducido –como nos deja ver Gelman en este drá en los versos siguientes, conocida, vi-
poema– un paisaje con rosas y pájaros, en sitada y revisitada por el sujeto poemático
el momento en que alguien está contem- gracias al papel fotográfico, como testi-
plando esa fotografía puede leer “lo que monio de esa “vieja” experiencia. En ella se
el tiempo escribió”, que no es otra cosa conjugan la vibracion, el oleaje y el clamor,
que la vida, cifrada en el aroma de las ro- de tal suerte que el rostro deja de referirse
sas, que puede volver a percibirse, la tibie- a la boca y a los cabellos para convertir-
za de una mano y el vuelo de los pájaros. se en una tierra siempre desconocida. La
En “La foto” advertimos esa cristalización fotografía es y será siempre la misma. El
del momento, del instante perfecto. rostro de perfil (con su boca y sus cabellos)
Gelman vuelve, una y otra vez me- también lo es. Lo diametralmente opues-
diante su poesía, a esas cristalizaciones, to, y aquello por lo que el sujeto poemáti-
aunque en ello esté implicado el horror y co no puede olvidar, es pura experiencia
la brutalidad de la persecusión, las atro- nueva, una tierra siempre por descubrir.
cidades de la dictadura argentina. En
poemas como “La foto”, pero también
en otros, como “Foto” de Velorio del solo El horror de olvidar
(escrito en Buenos Aires entre 1959 y
1961): “Quien olvida está condenado a repetir
su historia”, escribió Marco Tulio Cicerón.
En la fotografía que tus ojos vuelven dulce Este principio vital atraviesa toda la obra
hay tu rostro de perfil, tu boca, tus tanto de José Emilio Pacheco como de Juan
[cabellos, Gelman. Periodista, traductor y militante
pero cuando vibramos de amor en organizaciones guerrilleras, la vida de
bajo el oleaje de la noche y el clamor de Gelman no puede pasar inadvertida en la
[la ciudad lectura de sus versos. En 1976, durante
tu rostro es una tierra siempre los inicios de la dictadura de Jorge Ra-
[desconocida fael Videla, sus hijos Nora Eva y Marcelo
y esa fotografía el olvido, otra cosa.14 Ariel (de 19 y 20 años), fueron secuestra-
dos, junto con María Claudia Irureta, em-
El instante se bifurca, por así decir, en dos barazada de siete meses. Muchísimos años
momentos. Uno, perfecto; el otro, de ol- después, Gelman se encuentra con su nie-
vido. El primero de ellos tiene que ver con ta, Macarena, quien aparece en diversos
el momento en que se percibe el rostro, momentos de su escritura y a quien dedi-
la boca y los cabellos, como si en esa fo- ca muchos de sus poemas.
tografía estuviera presente una dulzura El olvido es en Gelman, en Pacheco y
en otro escritor argentino de la talla de
14
Jorge Luis Borges, imposible, pero tam-
Juan Gelman, Poesía reunida. Tomo I. Violín y otras
cuestiones, p. 66. bién una de las bestias mediante la cual
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Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Asunción del Carmen Rangel López

se manifiesta el paso del tiempo y contra de debe privar la honestidad y la concor-


la que la humanidad –no sólo los poetas– dia. Las cosas sencillas, diría Borges.
debe luchar de manera decidida. “Sólo una El viaje de Gelman a la derrota, así,
cosa no hay. Es el olvido”,15 escribe Bor- pone en juego su idea del olvido como el
ges en “Everness” de El otro, el mismo de peor de los horrores. La memoria encar-
1964. Para Borges, al menos en ese poe- nada en la experiencia y en su visión críti-
ma, la memoria y el universo son incon- ca de la historia es fundamental. Produc-
mensurables y el hombre debe lidiar con to de su periplo al recuerdo, Gelman en-
la desazón y el vértigo que esa inmensidad cuentra en la conversación una manera
le generan. de resistir. Más todavía, en Gelman, y pa-
Gelman suele preguntar a su expe- ra decirlo con algunas de las palabras
riencia, más bien, suele ir a ella para no de Hannah Ardent, la imaginación se va de
cometer el peor de los crímenes: olvidar, viaje, emprende un periplo fuera de sí
“[…] el horror / de olvidar”16, dirá en uno misma para volverse crítica y reflexiva,
de los poemas de Sidney West. Pero tam- de tal suerte que, luego de ese viaje, en-
bién cuestiona a la historia y lo hace en cuentra la conciencia de la derrota ante
aras de encontrar los motivos de la derrota la gana de contar de manera redonda y
personal, ideológica y política; la increpa concisa su historia íntima, personal. Estas
para encontrar las razones de eso que él creencias poéticas, si bien atraviesan to-
llama resistir a los efectos del paso de Cro- da la obra de Gelman, pueden ser adver-
no, pero también para resistir ante la de- tidas en algunos de sus poemas, por
sesperanza que encarna la derrota. ejemplo: “Historia” del libro Velorio del solo
¿Cómo resistir a los estragos del (Buenos Aires, 1959-1961), en “Mi Bue-
tiempo y de la derrota? Gelman encuentra, nos Aires querido” de Cólera buey (Buenos
en su increpar a la historia a través de la Aires, 1962-1968) y en Notas (Calella de la
poesía, algunas figuras que encarnan la fe- Costa/París/Roma, 1979).
licidad porque son capaces de resistir, por- En el primero de ellos, de Velorio del
que a través de ellas recupera del pasado solo, Gelman se referirá a los elementos
imágenes que le son sincrónicas al presen- de la Historia reificada y cómo en los en-
te. El pasado, la memoria, dejan de ser fe- tresijos de ésta emerge el detalle indivi-
chas o explicaciones de progreso o degra- dual, el pespunte de la historia de los
dación insertadas en una línea del tiempo; otros, de las minorías, de los oprimidos:
el pasado y la memoria son dos instancias
a las que Gelman emprende periplos para, Estudiando la historia,
en efecto, encontrarse nuevamente con la fechas, batallas, cartas escritas en piedra
derrota, pero también para hacer mani- frases célebres, próceres oliendo a
fiesto su resistir. La resistencia en Gelman [santidad,
encuentra la forma de la conversación, co- sólo percibo oscuras manos
mo una cultura de los sentimientos en don- esclavas, metalúrgicas, mineras,
[tejedoras,

15
Jorge Luis Borges, Poesía completa, p. 204.
16
Juan Gelman, Poesía reunida. Tomo I. Violín y otras
cuestiones, p. 131.
106
El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a algunos momentos de la poesía de...

creando el resplandor, la aventura del aunque es seguro


[mundo, que habrá más penas y olvido.18
se murieron y aún les crecieron las uñas.17
Publicado en 1965 en Cuba, el libro al que
Como en muchos de sus versos, Gelman pertence este poema, Cólera buey, tiene
escinde su manera de aproximarse a aque- un pie, sin duda, en la amarga experiencia
llo que llama su atención. Me refiero a los del exilio de Juan Gelman. La tentación
diametralmente opuestos “estudiando” que se da por el parangón con el dato
del primer verso y el “sólo percibo” del cuar- autobiográfico, sin embargo, empobrece,
to. Se trata de las únicas dos acciones a en mi opinión, las posibles lecturas de la
las que se refiere el sujeto lírico, y es de experiencia del exilio en los versos de Gel-
notar que la segunda, derivada del estu- man. Es el poeta quien sale de Buenos
dio, se inscriba en un ámbito totalmente Aires por razones políticas, y ni más ni
anverso a la reificación de la Historia. De menos que para salvar la vida. Pero tam-
un lado, tenemos elementos que dan cuen- bién es la imaginación la que sale de viaje
ta de la Historia oficial; del otro, tan sólo en aras de romper con aquello que la
una percepción de algo que abre las grie- constituye en proximidad, y precisamen-
tas de una intriga y que, aún en la muer- te se aleja para capturar la diferencia.
te, sigue creciendo. Desde estos entresi- Del poema de Gelman citado arriba
jos Gelman habla de su Buenos Aires, de hay que destacar, primero, la distancia
aquello que apenas asoma porque es lo que separa el llanto del momento de la es-
que su memoria, echada a andar en un critura de los versos. Una suerte de paran-
viaje fuera de casa, es capaz de recordar. gón se sugiere en el momento en que, en
Al respecto, el poema “Mi Buenos la segunda estrofa, habla de “atraparlos,
Aires querido”, de Cólera buey, es aquí también”. Se refiere a los versos. Pri-
significativo: mero serán llorados, luego escritos, des-
pués atrapados en otro lugar que, como
Sentado al borde de una silla desfondada, echa de verse en el poema, no es la “ciu-
mareado, enfermo, casi vivo, dad donde nací”, a saber: Buenos Aires.
escribo versos previamente llorados El proceso de sustitución, marcada por la
por la ciudad donde nací. repetición del imperativo “hay que” del
primer y cuarto verso, permite aventurar
Hay que atraparlos, también aquí la siguiente equivalencia: llorar es resistir.
nacieron hijos dulces míos En el centro de ese proceso están la es-
que entre tanto castigo te endulzan critura y el “atrapar” los versos. Son los
[bellamente. medios, pero también el principio y el fin
Hay que aprender a resistir. lo que interesa. El conjunto de estos ele-
mentos nos da una instantánea de lo que
Ni a irse ni a quedarse, Gelman entiende, poéticamente hablan-
a resistir, do, por resistencia. Y se trata de algo que se
aprende, como lo dice en el cuarto verso:

17
Ibid., p. 67. 18
Ibid., p. 17.
107
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Asunción del Carmen Rangel López

“Hay que aprender a resistir”. Para ello, Tenemos así que, derivadas del viaje de
ni marcharse, ni permanecer, sólo la con- la imaginación, se le presentan al poeta
ciencia de que el arrostramiento, el dolor experiencias que comparten tres rasgos:
y el olvido, están asegurados. el desorden, la contradicción y la resis-
tencia a sucumbir. Sobre el desorden y la
Ni a irse ni a quedarse, contradicción, habría que mencionar, por
a resistir, ejemplo, las muchas veces en que Gelman
aunque es seguro va, mediante su poesía, a la experiencia
que habrá más penas y olvido.19 del exilio.21 Antes, una anotación: cuando
Sarlo habla del surgimiento de experien-
Unas líneas arriba he dicho que la imagi- cias desordenadas y contradictorias, se re-
nación de Gelman “sale de visita”, y que fiere al surgimiento en los términos en que
ese viaje le proporciona distancia y una un poeta experimenta; para decirlos con
mirada crítica sobre la experiencia propia. el poeta ingles Wordsworth, se trata de
Ese tesón por marcharse y quedarse, me un rebote espontáneo de poderosos senti-
parece, está acentuado en ese “ni irse, ni mientos, pero esa emoción es recordada,
quedarse”, una paradoja que nos ofrece posteriormente, en tranquilidad. En este
el entusiasmo y la quietud, para decirlo segundo momento de tranquilidad suce-
nuevamente con el título del libro de de la escritura poética.
Marí. Se trata del sosiego y la intranquili- En Notas (Calella de la Costa/París/
dad que son atravesadas por el imperativo Roma, 1979), me parece, se presenta una
“hay que resistir”, justo en medio de esos experiencia desordenada, contradictoria
dos extremos. y resistente a sucumbir. En la “Nota I”,
La resistencia, como una de las natu- por ejemplo:
rales consecuencias de ese viaje de la ima-
ginación, y como un imperativo de sortear [...] te nombraré veces y veces.
el extremo de la partida o de la perma- me acostaré con vos noche y día.
nencia, es explicada por Beatriz Sarlo de la noches y días con vos.
siguiente manera: me ensuciaré cogiendo con tu sombra.
te mostraré mi rabioso corazón.
La condición dialógica es establecida por te pisaré loco de furia.
una imaginación que, abandonando el te mataré los pedacitos.
propio territorio, explora posiciones des- te mataré uno con paco.
conocidas donde es posible que surja un
sentido de experiencias desordenadas,
21
contradictorias y, en especial, resisten- No son pocas las veces en que Gelman poetiza
sobre la experiencia del exilio en aras, me parece,
tes a rendirse ante la idea demasiado de darle un orden poético. Al respecto, basta con
simple de que se las conoce porque se las mencionar que, por ejemplo, los compendios de
ha soportado.20 poemas como Hechos, Notas, Carta abierta o Co-
mentarios indican, en su título, el lugar en donde
fueron compuestos: París, Roma, Zurich, Ginebra,
etcétera. Además de dar constancia del lugar en
19
Ibid. donde fueron escritos, Gelman busca indicar sus,
20
Beatriz Sarlo, Tiempo pasado. Cultura de la memo- por así decir, puertos de recalada en el periplo del
ria y giro subjetivo. Una discusión, p. 54. exiliado.
108
El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a algunos momentos de la poesía de...

otro lo mato con rodolfo. esa dolencia, en la que ya está inmersa la


con haroldo te mato un pedacito más. derrota. Así lo deja ver en el antepenúlti-
te mataré con mi hijo en la mano. mo verso: “dolida como estás/ya lo sé”.
y con el hijo de mi hijo/muertito. La exploración de una posición des-
voy a venir con diana y te mataré. conocida, para decirlo con palabras de
voy a venir con jote y te mataré. Sarlo, tiene que ver con la construcción
te voy a matar/derrota. de un posible espacio en donde la ame-
nunca me faltará un rostro amado para naza de la muerte sea cumplida; será ab-
[matarte otra vez. solutamente desconocida y de ahí que el
vivo o muerto/un rostro amado. sujeto lírico la establezca en el futuro, co-
hasta que mueras/ mo algo que todavía está por conocerse.
dolida como estás/ya lo sé. El surgimiento de la experiencia desorde
te voy a matar/yo nada y contradictoria, así, encuentra un
te voy a matar.22 potencial hervidero en el augurio de la
muerte. Y es que Gelman, o la voz que ahí
La experiencia de la que aquí se ocupa enuncia, no sabe con certeza qué sucede-
Gelman es, sin más, la del deseo de matar, rá cuando sea inminente la muerte de la
a través de diferentes medios y recursos, a derrota. De ahí su contradicción.
la derrota. Se trata de algo experimentado La muerte o el fin de la vida de la de-
en hondura y al interior del sujeto poético rrota es otro asunto de importancia capi-
que ahí habla, como vivencia interna y es- tal para la idea de resistencia gelmaniana.
piritual. No es gratuita la promesa, echada Se podría convenir, sin duda, que la muer-
hacia el futuro, de terminar con la agonía te sería la natural culminación del proceso
de eso que, desde ya, muere un poco con vital. Sería la derrota de la vida. A ese co-
cada palabra del poema. A quien la voz mún acuerdo, la poesía de Gelman contra-
poemática interpela durante todo el poe- pone la idea de que incluso la derrota
mario, aparece hasta avanzada la lectu- goza de fuerza y movilidad propia –de
ra de los versos. La amenaza –quizá, más vida–, y el olvido sería su principal fuente
bien, un acto de ternura y compasión– de de brío y empuje. El veneno contiene su
la muerte va in crescendo del primer verso correspondiente antídoto. En la bestiali-
al décimoquinto, hasta que aparece el dad de la derrota, el olvido funciona como
rostro de quien debe morir: la derrota. su principal aliado; no olvidar, la rememo-
Los medios de los que se vale el sujeto ración, funcionarían como la más brutal
amenazante, no son ni tibios ni dulces: forma de matar a la derrota. Esto encarna
será nombrándola –y aquí me es inevita- una sugerente contradicción: a mayor ol-
ble recordar que para un pensador como vido, mayor derrota y mayor vida de la
Maurice Blanchot nombrar es llamar a la misma; a mayor rememoración, mayor
muerte–, ensuciándola y pisándola. Y es, será la victoria, mayor el ocaso de la ani-
como ya dije, hasta avanzada la lectura quilación y del fracaso.
del poema que se percibe esa agonía, La ruta de viaje de un poeta del pela-
je de Juan Gelman está trazada por diver-
22
sas aristas. Un punto de recalada impor-
Juan Gelman, Poesía reunida. Tomo I. Violín y otras
cuestiones, p. 383. tantísimo en su exploración es la derrota.
109
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Asunción del Carmen Rangel López

En el trazo del periplo del que habrá que Between the motion
regresar, el olvido y sus bestias son com- And the act
pañeros ineludibles de viaje. Gelman lo Falls the Shadow
sabe, y por ello emprende un peregrinaje
a la derrota no sin la franca intención For Thine is the Kingdom
de vencerla al asesinarla. Este viajero sabe
que entre más contorneada, áspera y do- Between the conception
lorosa es la ruta, mayores virtudes encon- And the creation
trará en la posición final de su meta, y ésta Between the emotion
no es, indudablemente, la derrota. And the response
“Ni a irse ni a quedarse / a resistir”. Re- Falls the Shadow
sistir es una de las consignas poéticas que
atraviesa buena parte de la obra del poeta Life is very long
argentino. Ni partir ni marcharse, sino una
suerte de justo medio: tener el corazón Between the desire
allá, pero la intelgencia acá, o viceversa. And the spasm
Entrever ese justo medio implica nece- Between the potency
sariamente experimentar en hondura am- And the existence
bos movimientos, sin que el resistir se Between the essence
convierta en una natural síntesis. Es sig- And the descent
nificativo que Gelman haya despersona- Falls the Shadow
lizado la acción en ambos verbos, en la
ejecución de la acción; el “se” da cuenta For Thine is the Kingdom.23
de ello. También es significativo que el
verbo que encarna esta idea cara a la
poética gelmaniana, resistir, tenga una La preposición “between”, anáfora y figura
forma no personal, pero que ahí mismo de repetición, agiliza el surgimiento de
estén contenidas todas las posiblidades un intersticio del cual surge la caída de la
o conjunciones del verbo, de la acción. sombra –“Falls the Shadow”–. “Between”,
Esto permite decir que, para Gelman, re- el entre, funciona como espacio fronteri-
sistir es una tarea que compete a todos, zo, como umbral que genera el surgimien-
sin un tiempo preciso o fijo. Resistir es un to, la caída; pero también se convierte en
llamado a la acción común. el espacio privilegiado en que sería posi-
Entre la permanencia y el abandono ble la escritura poética.24
–entre la negación a irse y la negación a
quedarse–, el resistir se erije como una
suerte de estado intermedio entre esto
y aquello; se trata de un “entre”, de un 23
T. S. Elliot, “The Hollow Men”, vv. 5-24.
24
between para decirlo con el estribillo de Para Octavio Paz, el entre, el intersticio, es el
espacio por excelencia para la poesía. En el poema
The Hollow Man de T.S. Eliot: “Decir, hacer”, por ejemplo, el espacio privilegiado
del cual surgirá la poesía es un entre, una zona fron-
Between the idea teriza: “Entre lo que veo y digo, / entre lo que digo
y callo, / entre lo que callo y sueño, / entre lo que
And the reality sueño y olvido, / la poesía” (2004: vv. 1-5).
110
El viaje a la derrota. Consideraciones en torno a algunos momentos de la poesía de...

En el caso de Juan Gelman ese entre- al olvido/que ni una gota seque?


sijo que se presenta como una radical así navegamos/ciegos/
resistencia y que tiene como consecuencia para que nadie se secase/
o posiblidad la escritura del verso, encuen- o volara de sangre a sangre
tra su idónea manifestación en la escritura. y pudiera cantar/cantar.25
Al respecto, cabe recordar la idea de José
Emilio Pacheco de que para Gelman la es- Abunda el léxico negativo en el poema:
critura es una forma de la venganza. “no nos conoce”, “no vamos”, “ni una go-
Hasta aquí tenemos que para Gelman ta”; pero de esa negatividad surge una
el resistir es un ejercicio de rememora- afirmación de la resistencia al olvido. Aquí,
ción, el antídoto contra el veneno de la el resistir se convierte en una gana o fasci-
derrota. Rememorando aniquilamos la de- nación por el viaje, por hacerse a la mar.
rrota. Asimismo, el resistir implica experi- De la primera estrofa, hay que destacar
mentar la amargura y la desazón por que- que Gelman no habla directamente de las
darse y por partir, ambos movimientos al personas desaparecidas forzosamente en
unísono; y este proceso que se ejecuta los años 70 en Argentina; habla de los ver-
al unísono tiene como una de sus resul- dugos y “del corazón que las recuerda”.
tantes el surgimiento de la escritura de La sangre derramada de manera violenta
la poesía como una forma de resistencia. y que debía ser origen de la vida o vehícu-
Otro momento en que este rasgo de la lo de las pasiones, se convierte en los ver-
poesía de Gelman aparece es en la “Nota sos de Gelman en el emblema del horror
IX” del libro de 1979: de la desaparición, pero también en la in-
signia que congrega a los hermanos de
Nota IX sangre con el fin de navegar. Ahora bien,
el llamado a navegar, a hacerse a la mar,
talmente llovió sangre/ y la ejecución de esa acción no guarda
sangre llovió por mi país dimensiones heroicas o magnánimas. Gel-
de las venas que el verdugo cortó/ man apela a algo más doméstico, más
del corazón que las recuerda/ modesto: el día a día. De ahí que la nave-
gación, el viaje, no tenga como meta ni el
hermanos en la sangre a navegar/ paraíso ni el infierno. A este poeta le inte-
cada día cada día cada día/ resan asuntos escuetos, sencillos, como
este viajar no nos conduce lo es el gorrión o el canto de un pájaro. La
al paraíso ni al infierno/ últimas dos estrofas del poema son una
clara manifestación de esta modestia gel-
no vamos al paraíso/ maniana. La pregunta “¿adónde vamos/
no vamos al infierno/ sangre/?” encuentra una posible respues-
¿adónde vamos/sangre/ ta en los versos que cierran el poema: la
que cantás amada en la noche? sangre a navegar, y no tendrá otro puerto
de recalada que la posiblidad de cantar.
¿o como pájaro volás
de sangre a sangre/recordando/ 25
Juan Gelman, Poesía reunida. Tomo I. Violín y otras
o sea gorrión de resistir cuestiones, pp. 389-390.
111
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Asunción del Carmen Rangel López

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Sarlo, Beatriz. Tiempo pasado. Cultura de
la memoria y giro subjetivo. Una discu-
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113

Álvaro Villalobos*

Aspiraciones de indigente:
cartografía personal sincretizada

Homeless aspirations:
personal cartography hybrid

Resumen Abstract

El texto contiene fragmentos auto- The text contains autobiography´s


biográficos relacionados con las ar- fragments related to visual arts, spe-
tes plásticas y visuales, implica mis cificly about performance art. It re-
pensamientos sobre el arte, especí- veals the conceptual supports of
ficamente sobre la performance creation that i use in this field of ac-
como parte de él. Devela los sopor- tion. I emphasize the relationships
tes conceptuales que utilizo para la between political and social pro-
creación en este campo, señalando blems with the work. The importan-
las relaciones entre los problemas ce of the public as an active entity
políticos y sociales con las obras. that is responsible of a high of the
Enfatiza la importancia del público understanding of the work. Also
receptor como ente activo a quién presents concrete cases of perso-
corresponde un alto porcentaje del nal performances in specific con-
entendimiento de las produccio- texts of Mexico and Colombia.
nes. Presenta además casos concre-
tos de performances realizadas en
contextos específicos de México Key words: Performance, political art,
y Colombia. social problems in art, action art

Palabras clave: Performance, arte po-


lítico, problemas sociales en el arte, arte
de acción y movimiento

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 113-128
Fecha de recepción 24/06/2015 > Fecha de aceptación 30/01/2016
alvaro.villalobos.herrera@gmail.com

*
Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma del Estado de México.
114
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada

Yo. Ciento diez kilos de peso, eternamente tíficas que aceptan el reto de considerar
perdido y confuso, piernas flacas y cortas, la producción artística como forma de
cuerpo de mono, lleno de pelo, sin cuello, conocimiento.
cabeza grande, ojos nublados y despeinado. Mi principal interés en este escrito no
Un metro ochenta de inmundicia humana. es presentar obras basadas en una defi-
nición fija y precisa de performance art,1
Charles Bukowski menos cerrar el abanico de posibilidades
que existe para entenderla. Se trata, en
esta ocasión, de seguir la pauta trazada
por la observación y reflexión de algunas
Arte vida y realidad acciones realizadas en diferentes espa-
cios y tiempos que ayudan a entenderme

Investigo y trabajo en las artes plásticas


y visuales en el campo de la performan-
ce, una disciplina relativamente difícil de
como artista. Con el ánimo de establecer
relaciones entre las situaciones concep-
tuales, formales y contextuales que vere-
definir, por lo tanto, nada sencilla de eje- mos a continuación, modelaré ideas que
cutar, difundir y comercializar dadas las ayuden a entender el desarrollo de si-
características imprecisas, inestables e in- tuaciones autobiográficas específicas con
determinadas que la componen. Para desa- énfasis en contenidos connotados por si-
rrollar este arte que se inscribe en el terre- tuaciones sociales y políticas como la indi-
no de la acción y el movimiento es necesario gencia y las desapariciones forzadas per-
sentir que se está viviendo en ese cam- mitidas y algunas veces provocadas por
po indefinido, inconstante y desequilibra- los gobiernos. Situaciones como las que
do que desde hace tiempo insiste en borrar se dan actualmente en México las viví en
las líneas fronterizas entre el arte y la vida. Colombia en los años ochenta, por ello las
Acepto la fascinación que me pro- utilizo reiteradamente.
duce realizar un texto sobre el trabajo ar- Para producir mis performances des-
tístico o personal con propósitos acadé- de hace algo más de cinco lustros explo-
micos, pocas veces se tiene la oportunidad to un potencial basado en la práctica y en
de presentar argumentos y visiones so- el establecimiento de relaciones entre el
bre la obra en un plano diacrónico. Trataré arte y la vida cotidiana, teniendo en cuenta
entonces de resumir lo que pienso sobre que el arte es una forma de conocimien-
un tipo de arte que condensa deseos, ob- to natural en relación con lo que nos rodea.
sesiones, formas de conocimiento y auto Inscribo mi obra en un ámbito complejo que
referencias, la mayoría de las veces rei- pondera las correspondencias con otras
terativas, acumulativas y fragmentarias, disciplinas, tanto para la proyección y pro-
producto del constante roce entre las me-
todologías que utilizo para la investiga-
1
ción; prácticas relacionales derivadas de Arte de la acción y el movimiento, derivado de un
vocablo inglés que rara vez ha querido traducirse.
las ontologías relacionales. En la actuali- En las artes sus denominaciones generalmente
dad hay pocas oportunidades para pu- refieren al rendimiento, desempeño, actuación,
blicar textos sobre esta especificidad del capacidad, funcionamiento, ejecución y acrobacia.
También derivado del latín per-formare, que signi-
arte, además son escasas las revistas cien- fica realizar.
115
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Álvaro Villalobos

ducción como para su posterior entendi- siempre relacionada con la administración


miento. Esta característica me da pautas o el deseo de dirección de lo instituido.2
para aprovechar las infinitas posibilidades
de relación del arte con diversos ámbi-
tos de la cultura. El lugar del espectador
De las acciones y reacciones propias
de lo humano concebidas principalmente Ejecutar performances después de haber-
para facilitar la vida se generan relaciones me formado como escultor coincide con
con el entramado social, de ahí brotan el deseo de muchos artistas de encontrar
movimientos de autoridad que utilizo pa- formas más ágiles para lo que queremos
ra desarrollar variables de creación y des- decir, ya que la escultura se basa en pro-
trucción que determinan mis comporta- cesos tardados, pesados y limitados a téc-
mientos, de ahí surge el poder para auto nicas específicas. No estoy seguro de ha-
gobernarme, auto controlarme y el deseo ber estado consciente en un principio de que
de relacionarme con la sociedad. En ese estaba haciendo performances, mi deseo
alto contraste en el que los individuos inicial se basaba en desbordar ideas sobre
tendemos a dominar el comportamiento lo público para obtener un contacto directo
propio, pero también el comportamien- y sin mediaciones con los espectadores;
to colectivo aflora el denominado espa- posteriormente me percaté del poder que
cio político. tiene esta forma de hacer arte y decidí in-
Lo político puede entenderse en este troducirme de manera sistemática.
caso como un ímpetu complejo derivado Ahora pienso la performance como
de un instinto natural de la especie huma- desencadenamiento y mediación de fuer-
na, que autoriza de manera automática a zas, dentro de una perspectiva multidisci-
pensar que el comportamiento social se plinaria y orgánica como en la que se de-
mantiene del espíritu de supervivencia, senvuelve la vida, inmersa en dinámicas
competitividad y lucha constante entre in- de acción y movimiento, en tiempos y es-
dividuos de la misma especie. Lo político pacios aleatorios, indeterminados pero
se alimenta entonces de la lucha persis- específicos y reales. Las principales fuen-
tente, de acciones y reacciones en torno tes de inspiración que dan sentido a mi
a comportamientos de poder en función trabajo están enmarcadas por los proble-
de la conservación y en algunos casos de mas sociales y políticos convertidos en ac-
la destrucción de la especie humana. Fre- tos simbólicos. Una vez que el arte se su-
nesí dictatorial que, al ser conjugado con merge en el universo simbólico del sujeto
deseos colectivos también de convivencia, interfiere con la vida cotidiana, al menos
implica la generación de leyes, reglamen- simbólicamente. Desde esa perspectiva,
taciones, competencias y normas de com- acotaré mis acciones a manera de auto-
portamiento individual, en función de las biografía artística.
relaciones colectivas. Lo político general-
mente está vinculado con lo instituyente 2
Estos conceptos se encuentran ampliados en:
o instituido, es decir, con las normas re- Martín Retamozo Benítez, “Lo político y la política:
glas y costumbres que la sociedad impo- los sujetos políticos, conformación y disputa por
el orden social”. Revista Mexicana de Ciencias
ne al individuo; en cambio, la política está Políticas y Sociales, pp. 69-91.
116
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada

Mi trabajo se basa en pensar la inves- resbalosos e inestables. En ese mismo te-


tigación/producción de las obras como rreno de inestabilidad están las formas de
una forma de conocimiento específico y la percibir de los receptores. Mis primeras
investigación/escritura sobre las mismas obras sólo contemplaban la presencia del
como un ente ligado definitivamente a los público, pero no su interactividad, como
hechos prácticos. Ambos campos de ac- sí lo hicieron las performances de los úl-
ción no van separados uno del otro. En timos años referenciadas en este artícu-
este caso pueden localizarse en un nivel de lo. Ejemplo de ello es “Exploración, bate-
ejercicio intelectual que permite registrar papo na cama” realizada en Brasil en 2013
hallazgos y conclusiones, pero sobre to- (página 127), basada en el comportamien-
do, posibilita el desarrollo de las obras. to, actividad y capacidad de respuesta del
Me interesan las acciones que gene- público participante en la obra. En ella se
ralmente no están encaminadas a la pro- modelaron y modularon las actividades de
ducción de objetos físicos para el consumo los participantes para que la obra se llevara
comercial, enfatizo la materia significante a cabo. Piezas de esa naturaleza suceden a
del arte. Pienso que el artista debe estar manera de happening3 y el resultado final
preparado para captar el entendimiento se da en la interactividad del performer con
del espectador y modular los contenidos de el público activo dentro de la misma.
la obra a favor de los conocimientos de un Los resultados de las obras en este
público plural. El artista debe realizar bús- caso ya no son fijos ni determinantes, fluc-
quedas y exploraciones en los diferentes túan entre la intención del artista y todas
niveles de realidad del público en contex- las posibles combinaciones con el imagina-
tos diversos: en sus propias características rio de los receptores. Juntos deben relacio-
como creador, en los dispositivos concep- nar los motivos conceptuales que inspiran
tuales y artísticos que utiliza y en los cir- al artista con las situaciones más próximas
cuitos de difusión y distribución que mu- a sus realidades. Los planos de realidad de
chas veces son los que determinan los las obras y las percepciones del público
rumbos de las obras. pueden ser paralelos, pero nunca plena-
El arte se conforma a partir de las rea- mente diferenciables, es decir, que son
lidades del creador y los espectadores, amplias y diversas las posibilidades de mos-
inclusive de aquellas realidades que con- trar el arte como diversas las posibilida-
tradicen las maneras de pensarlo. Pensar des de interpretarlo. La performance se
el arte en la actualidad implica eminen- basa en la presentación, toma distancia
temente una condición de movilidad del de la representación y, en el mejor de los
mismo pensamiento. El pensamiento mó- casos, no ofrece una similitud con otra si-
vil se posiciona, contrario a las posturas tuación sino que procura revelar la mane-
fijas que tienden a mostrar verdades abso-
lutas. Reconocer los desplazamientos del
3
pensamiento en torno al arte como ele- En la historia del arte de la acción y el movimiento, el
happening está tipificado como el tipo de obra que
mento generador del mismo, implica per- proporciona al público la posibilidad de interacción
cepciones de igual manera móviles y cam- directa dentro de la misma, es decir, que facilita al
biantes, es decir, que el pensamiento en participante en la acción, la oportunidad de que
sea parte de la obra de arte por su propia voluntad,
el arte actual entraña niveles de realidad con actitudes, juicios y entusiasmos autónomos.
117
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Álvaro Villalobos

ra más natural posible para entender los te- un festival que presentó la mayoría de las
mas que trata. Aunque todas las artes en obras por convocatoria y otras, incluida
teoría representan una fantástica ilusión, mi performance, por invitación del director
la performance emite informaciones con- del museo, todas atendiendo las sugeren-
ceptuales y perceptivas dirigidas direc- cias del curador del festival. Siendo egre-
tamente por el artista, quien modula y sado de una universidad pública de Bogo-
modela el tiempo y el espacio en los que se tá como escultor, poco después de llegar
ejecuta la obra de manera presente. a vivir a la Ciudad de México diseñé esa
pieza con alto porcentaje de elementos
emergentes de las artes plásticas. La per-
Calles y fronteras formance consistió en visitar varias colo-
nias y sitios de interés de la ciudad de Mé-
Las obras que presentaré a continuación xico con él ánimo de realizar, en un horario
fueron ejecutadas en diferentes contex- determinado desplazamientos para cono-
tos y épocas. Antes de realizarlas vi y viví cer los más contrastados lugares urbanos:
otras obras de artistas que admiro y, para mercados, zonas turísticas, sitios popula-
relacionarme con ellos, atravesé a pie las res de estrato económico y social bajo con
fronteras de varios países latinoamerica- niveles de delincuencia inimaginables o
nos. Por ejemplo, en enero de 1990 salí de colonias con estrato social alto donde las
mi casa paterna sin rumbo fijo y sin re- dificultades estaban basadas en que ni si-
greso, viajé en busca de experiencias en quiera se podía estar en la calle demasiado
calles y barrios desconocidos, donde tuve tiempo contemplando el espacio sin pa-
vivencias espontáneas en recorridos sin sar desapercibido para los organismos de
un fin determinado, hasta llegar a Méxi- seguridad o parecer sospechoso.
co, donde la acogida a mi trabajo ha sido
mínima pero satisfactoria. Mi trabajo tie- Las prácticas de Álvaro Villalobos se mue-
ne que ver con la vida en las calles, con ven en una frontera difícil de enmarcar,
recorridos incansables y situaciones apre- fuera de la mirada curatorial que re-
hendidas y enmarcadas en la estética ur- gresa las acciones a la condición de
bana contemporánea. Para presentarlo obras para ser exhibidas en bienales y
utilizaré métodos descriptivos derivados museos. Villalobos explora la dimensión
de circunstancias específicas y modos com- activista de una práctica que deviene
parativos basados en relaciones con casos política por la naturaleza de la propia
y cosas que corresponden a los móviles acción, implicándose en situaciones de
conceptuales del mismo. La primera obra las márgenes urbanas y de espacios sub-
tiene que ver con la llegada a México des- alternos. Saliendo del arte y entrando en
de Colombia –país natal– a mediados de la esfera cotidiana, este creador produce
los noventa, una época efervescente para una parte de su práctica como ofrendas
esta disciplina. que a corto o largo plazo parecen incidir
Puntual de asfalto: Fue presentada en en la calidad de vida de algunos gru-
el v Festival Internacional de Performan- pos humanos. Y en esta zona más de un
ce, Ex Teresa Arte Alternativo de México
D.F., el jueves 8 de noviembre de 1996, en
118
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada

artista elige resguardar su propio hacer ciones obtenidas en los lugares visitados
de la categoría de obra de arte. 4 ocasionaron en mí un cambio de actitud
frente a la Ciudad de México. Aunque las
El trabajo se desarrolló durante los meses descripciones de su propia ciudad reali-
de septiembre y octubre de 1996 desde zadas por el público desprevenido dieron
las seis de la mañana hasta las doce cuenta de una metrópolis peligrosa, inse-
de la noche, todos los días. Durante la gura y compleja, los sitios visitados y las
obra, en cada lugar observé contemplé personas que los circundan me dieron
y reflexioné sobre su tipología espacial y confianza para realizar otros desplazamien-
la de sus habitantes. Una vez localizado tos con la idea de conocerla mejor. La con-
en el sitio elegido, generalmente por reco- clusión de este ejercicio cotidiano, como ya
mendaciones de allegados, permanecí du- lo dije, fue presentada en el V Festival de
rante el día sin tomar fotografías ni apun- Ex Teresa. En esa ocasión llegué a ejecu-
tes de las vivencias adquiridas. Se trató tar la obra al frente del museo, en la calle
de un ejercicio introspectivo en contacto Licenciado Verdad del Centro Histórico
directo con los acontecimientos del lu- capitalino, una fría noche de noviembre,
gar y su gente, interesado en obtener la vestido con los colores de la bandera de
mayor cantidad de vivencias y un registro Colombia. En el suelo se encontraban ins-
personal con sentido para la performan- talados previamente cinco botes con pin-
ce. En esta obra el público fungió única- tura de vinilo del color de las banderas
mente como espectador pasivo en todas mexicana y colombiana, respectivamente.
sus etapas. Una vez frente a los recipientes de
pintura y al público que contemplaba pa-
sivamente los elementos dispuestos para
la acción, derramé su contenido en el
piso, al tiempo que rodé mi cuerpo entre-
mezclando las pinturas con él. Luego me
despojé de la ropa y rodé nuevamente con
el cuerpo desnudo para impregnarlo del
color de las banderas. Después de varios
recorridos de ida y vuelta con el cuerpo
sobre la pintura me cubrí con un sarape
en señal de asentimiento de la cultura lo-
cal. Para terminar, fui rumbo a casa en el
metro, en un recorrido por varias estacio-
nes repartiendo la imagen impresa en se-
rigrafía, de un mapa en el que se super-
ponían el barrio Fontibón de Bogotá y la
1. Puntual de asfalto, México 1996 colonia Ramos Millán del Distrito Fede-
Después de varias semanas, las informa- ral, últimos lugares de residencia hasta
esos días.
4
Ileana Diéguez Caballero, Escenarios liminales, tea-
tralidades, performances e políticas, p. 152.
119
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Álvaro Villalobos

Carácter comunitario

La performance que determinó el rumbo


de las obras realizadas durante las siguien-
tes dos décadas fue ejecutada en Bogotá,
con recursos propios, fuera del ambiente
institucional y de festivales instituciona-
les. Se trató de una pieza que afrontó el
problema de la indigencia que pervive
tanto en las ciudades colombianas como
en muchas capitales latinoamericanas. Se
trató de La facción: realizada con indigen-
tes de la calle del Cartucho, Carrera 11, con
Calle 6ª en Bogotá, Colombia, el jueves 17
de septiembre de 1993. En una peligrosa 2. La facción, Colombia 1993
zona del centro, a las cinco de la tarde, nos
dimos cita un grupo de artistas5 en esa El día y la hora señalados, para llamar la
calle que se distinguía en la época porque atención de quienes transitaban por ahí,
los indigentes se reunían a todas las horas los artistas hicimos una lectura de poemas
del día a consumir marihuana y bazuco de autoría propia a través de un megáfono
(crack), que además comercializaban libre- sobre un terreno baldío, en un tiradero de
mente. El motivo de la obra consistió en basura, previo acuerdo con los indigentes.
una acción de denuncia, ya que un grupo Al lugar arribaron personas que habían
de asesinos anónimos, financiado por los sido invitadas con anticipación, entre ellos
comerciantes de la zona, los políticos de periodistas y público en general. Los asis-
turno y los militares las fuerzas armadas tentes fueron aprovechados para que ayu-
nacionales, se dedicaban a matar a quienes daran a colgar unas pinturas en grandes
encontraban por la madrugada en el lugar. telas y dibujos que se traían previamente
preparados para instalar en los muros.
La mayoría de obras fueron quemadas al
finalizar la tarde, principalmente por dos
motivos, el primero como acto simbólico
para desmitificar la importancia y el poder
del arte en esas circunstancias y el se-
gundo, para calentar el ambiente tratán-
dose de una ciudad con clima extrema-
damente frío. Mi participación consistió
en invitar a los indigentes a que pegaran
unos carteles sobre los muros en forma
de cruz, a manera de réquiem por sus ami-
Egresados de la Universidad Nacional de Colombia
5 gos asesinados. En los carteles impresos
y de la Escuela de Artes de Bogotá, hoy Facultad de en serigrafía, con tinta negra y roja sobre
Artes ASAB de la Universidad Distrital Francisco
José de Caldas en Bogotá, Colombia. papel craft se leía: “En el mercado de
120
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada

la indolencia, la muerte está demasia- la muerte de Iván por causas relacionadas


do barata.” con la violencia callejera.
Sin orden cronológico me referiré
ahora a una pieza con características si-
milares a las de La facción. Esta vez se tra-
ta de: Arquitectura indigente, realizada
en la Ciudad de México con motivo de una
invitación que recibí para participar en el
Festival Arte en la Torre, organizado por
el Centro de Investigación y Documenta-
ción de Artes Plásticas (cenidiap).6 Los re-
cursos materiales facilitados por el festival
fueron utilizados para una obra cargada
de elementos conceptuales proporciona-
dos por el contexto en que se desarrolló.
Se trató de una acción realizada en un
tiempo extendido, una performance sin
límite de tiempo, ni siquiera podía percibir- 3. Arquitectura indigente, México 2001.
se una linealidad de sucesos en un tiempo
determinado en el momento mismo de
su ejecución. No se distinguían los límites El motivo de esta obra, realizada cuando
entre la performance y las experiencias de Iván estaba vivo, fue trabajar con los indi-
vida de los indigentes participantes, ahí gentes en un proceso de creación/acción
radicó parte de la riqueza de la obra. En típico de la performance como discipli-
la calle Benito Juárez del centro Históri- na artística, vinculó conceptualmente los
co de la Ciudad de México, el sábado 4 de problemas de los niños de la calle en una
mayo de 2001, después de visitar repeti- acción de denuncia. El proceso de confi-
das veces a un grupo de niños indigentes, guración se dividió en varias etapas: la
hacinados en una esquina de la Alameda primera consistió en incorporar a la obra
Central debajo de cobijas malolientes, pe- actividades cotidianas como el juego que
dazos de plástico y cartones, conocí a Iván ellos practicaban casi a diario (la cascari-
de doce años de edad, que junto con su ta); luego, escuchar sus historias de vida
hermano comandaba una banda de jóve- y posteriormente la recolección de ropa y
nes callejeros menores de edad. Iván su- comida para ellos en diferentes zonas de
fría un grave problema hepático ocasio- la ciudad. De las conversaciones con los
nado por la cantidad de solvente activo indigentes surgió la idea de conseguir
polivinílico (pvc) que inhalaba permanen- también plásticos para remendar las tien-
temente. Dos años después me enteré de das donde dormían, ya que se acercaba
la temporada de lluvias. Cuando fui invi-
tado a presentar la performance en el
6
Emblemática institución que investiga sobre las cenidiap, solicité los materiales con los
artes plásticas y visuales localizada en el Cen- que trabajaríamos con los indigentes en
tro Nacional de las Artes, cenart, de la Ciudad de
México. la reconstrucción de sus tendajos, así ob-
121
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Álvaro Villalobos

tuvimos plásticos, maderas, pintura y de- realizaba pinturas y dibujos como terapia
más implementos necesarios. ocupacional. A mi entender, las obras de
El festival requirió una performance Bara Bara ponían en tela de juicio las opi-
para un restringido número de personas niones de los críticos, que giraban en torno
en horas de la mañana. Una vez presenta- a que sus trabajos no se podían reconocer
da me desplacé a la Alameda Central de la como obra de arte, porque el autor no po-
Ciudad de México y, con la ayuda de los seía facultades mentales normales. Si no se
niños de la calle, reforcé sus moradas agre- conociera al autor de las pinturas no podrían
gando colores vistosos. La satisfacción du- distinguirse como hechas por un paciente
ró poco tiempo porque unos meses des- mental ya que tenían una impactante ca-
pués el gobierno capitalino desplazó a los lidad expresiva.
indigentes violentamente, por solicitud del Previo a la realización de la obra, que
Hotel Sheraton que fue construido frente denominé Retratos de ciudad, logramos
al lugar de los cambuches. El desalojo co- que la administración del hospital autori-
rrespondió al programa de remodelación zara impartir un taller de artes plásticas,
y embellecimiento del Centro Histórico de específicamente de pintura, con los inter-
la Ciudad de México promovido y ejecu- nos dentro del recinto. En visitas anterio-
tado con apoyo de grandes inversiones de res detectamos en el lugar la extrema
las empresas privadas comandadas por el pobreza en que vivían los pacientes y la
principal capitalista del país, Slim Helú. falta de atención por parte de las autori-
dades de salud. Los internos pasaban sus
días en malas condiciones, sucios y aguan-
Denunciar sin renunciar tando frío. Con ello justificamos la acción
de denuncia y a cambio del taller de artes
Sabiendo que venía a vivir a México pensé pláticas con los pacientes ejecutamos la
en traer material conceptual para desa- performance. Esta comenzó con el pega-
rrollar aquí obras de arte urbano. En esa do de los carteles en los muros de dife-
época tenía contacto con amigos en el Hos- rentes lugares, como tiraderos de basura y
pital Psiquiátrico San Bernardino, loca- tendajos improvisados de indigentes en-
lizado en la Zona de Tlalpan, y quería tra- contrados durante la caminata. Los carte-
bajar una pieza similar a la que describiré les señalaban los lugares y obligaban a di-
a continuación, pero, por motivos logísti- rigir la vista hacia donde generalmente no
cos y falta de habilidad para sortear la bu- se ve. Otra vez con la inscripción en ne-
rocracia mexicana no pude realizar la gro y rojo: En el mercado de la indolen-
obra proyectada inicialmente. En Colom- cia, la muerte está demasiado barata.
bia, el miércoles 17 de abril de 1996, con
artistas ecuatorianos y peruanos, salí ca-
minando durante varias horas rumbo al
Hospital Psiquiátrico de Sibaté, institu-
ción pública adscrita al Ministerio de Sa-
lud, localizada diez kilómetros al sur oc-
cidente del centro de Bogotá. El objetivo,
visitar al enfermo mental Bara Bara que
122
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada

comunnitas votiva, acciones que pueden


tipificarse dentro de las “situaciones li-
minales que están acotadas por estados
de contención y actos de ofrenda que
construyen comunnitas líricas y sugieren
otro tipo de relaciones”.7 Entre el arte, el
creador y los espectadores se derivan vi-
vencias inmediatas combinadas con mo-
dos de creencia o experiencias místicas,
no necesariamente conectadas con la
religiosidad.
Esta forma de vivir el arte me llevó a
varios ayunos cada vez más extenuantes,
un ejemplo de ello lo constituyó la obra:
Caja negra – Ex voto, presentada en el En-
cuentro Hemisférico de Performance, Ciu-
dadanías en Escena.8 Mi obra consistió en
otro ayuno pero esta vez de cuarenta ho-
ras en silencio a manera de ex voto, dentro
4. Retratos de ciudad, Colombia 1996 de una caja negra de madera de 180 x
120 x 120 centímetros. El ex voto es una
acción de carácter votivo por medio de la
Después del recorrido, en la plaza princi- cual se agradece o se pide un beneficio,
pal del hospital los internos se unieron al invocando una fuerza superior a la huma-
ejercicio, se improvisaron dinámicas de in- na, no necesariamente vinculada a las reli-
tegración con ellos ante los periodistas que giones. Mediante esta acción contrapuse
previamente convocamos, quienes llega- el poder de la mente a lo físico. Aquí una
ron con cámaras de video y fotografía. vez más la fuerza de voluntad venció a la
Se recogieron testimonios de los emplea- necesidad de comer. Con los límites de
dos del hospital psiquiátrico y se pegaron resistencia de mi cuerpo como materia
más carteles en forma de cruz en el suelo disponible dentro de la caja negra, se re-
para que quien quisiera, se acostara con creó el espacio mínimo en que viven los
las manos abiertas sobre los carteles y se indigentes para convertirlo en espacio ar-
fotografiara. tístico. Aproveché en la performance el
abatimiento causado por el hambre y la
incomodidad del encierro en una acción
Carácter votivo
7
Decepcionado por la impotencia del arte Ileana Diéguez Caballero, Escenarios liminales, tea-
tralidades, performances e políticas, pp. 158-161.
ante fenómenos sociales de esa natura- 8
Este festival de arte de la acción es organizado por
leza cambié el sentido de las performan- el Instituto Hemisférico de Performance y Polí-
ces hacia lo que la teórica del arte con- tica de Nueva York. Se realiza cada año en un país
diferente; la versión colombiana fue en Bogotá
temporáneo Ileana Diéguez denominó: en 2009.
123
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Álvaro Villalobos

de carácter votivo para reflexionar sobre diversos motivos, grandes comunidades


un problema social concreto. son silenciadas en condiciones de extra-
Conceptualmente pude mezclar un ñamiento cultural y económico, y padecen
hecho cotidiano de los habitantes de la permanentes injusticias. Reconozco la im-
calle con el proceso de creación personal posibilidad de proponer soluciones prác-
en la incomodidad del encierro. Esta pieza ticas al conflicto al no estar en ningún ex-
fue inspirada en la forma en la que viven tremo de la situación, por ello trabajo la
los indigentes en la ciudad de Bogotá, resistencia de mi propio cuerpo para rela-
una de las más frías de Sudamérica, lo- cionarla con el cuerpo social y la confron-
calizada a una altura considerable sobre to con el aletargamiento de los sistemas
el nivel del mar. En la parte más visible de conductuales de la sociedad contemporá-
la caja se encontraba inscrito un poema nea. Sobre esta obra escribió la investi-
de Víctor Gaviria director y productor de la gadora Diana Taylor en su libro Performan-
película La vendedora de rosas, un filme ce, de la siguiente manera.
inspirado también en los problemas de los
niños de la calle, quienes abundan en las
ciudades colombianas: Vivimos cinco me-
ses en la calle, hasta que me fui / no he
vuelto a saber de sus abrazos / que me ador-
mecían suavemente… Que estarán hacien-
do, / me pregunto al cruzarme con ellos
una noche cualquiera.9
En Colombia, los conflictos políticos
involucran a campesinos, niños y mujeres
que huyen del campo por la violencia polí-
tica, que llegan a las calles de las ciudades
a vivir en espacios reducidos, víctimas de
persecuciones, desplazamientos y migra-
ciones económicas, que provocan mise- 6. Caja negra - Ex Voto, México 2002
ria, violencia, humillaciones, pobreza y to-
das las variantes de la discriminación. Las
condiciones inhumanas de los desplaza- La relación entre el artista y el público
dos contrastan con la vida excesiva de muchas veces es complicada, el artista
otros colombianos, que en las crecientes tiene muchas formas de estar presente/
temporadas vacacionales gozan de los pri- ausente, y el público también tiene varias
vilegios del sistema capitalista y derro- posiciones posibles evidentes en las pala-
chan opulencia, lujo y confort, beneficia- bras que existen para designarlo: partici-
dos por el modo de gobierno imperante pante, testigo, audiencia (término origi-
en occidente, el neoliberalismo. Mientras nalmente usado para designar a quienes
unos tienen los beneficios del sistema; por escuchan), espectador, voyeur, mirón. Ál-
varo Villalobos (Colombia) se encerró en
9
una caja negra durante 40 horas, el pú-
Jorge Rufinelli , Víctor Gaviria: Las márgenes al cen-
tro, p. 75. blico le podía ver pero él no le devolvía
124
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada

la mirada. Su performance hace visible gentes. Los rostros de las fotografías tira-
la población que nunca se ve; los des- das en el suelo tienen que ver con la ma-
plazados, la gente que en Colombia lla- sificación anónima e indiferente que vi-
man “los desechables”. El performance ven las personas en la calle. En el muro
invierte la mirada del espectador: nor- del vestíbulo el público podía leer un car-
malmente la gente desamparada, nos tel con el significado del término ex voto
mira pero nosotros evitamos el contacto (acción de carácter votivo), y la invitación a
visual, el reto en este performance no participar en la obra con la premisa de que
es sólo lo que puede soportar el artista, al relacionar el ayuno con alguna situa-
sino lo que puede tolerar el público. Con- ción personal, se podía encender una vela
frontado con una realidad que prefiere a manera de ex voto. Las velas estaban en
no ver.10 una caja debajo del cartel y la etapa inte-
ractiva terminó cuando se apagó la última.
La experiencia inicial de los ayunos vo-
luntarios como obra de arte la constitu-
yó: Acto sincrético, de 28 horas continuas
tirado en el piso de la entrada principal de
la Facultad de Artes de la Universidad Po-
litécnica de Valencia, en España, en 1999.
Allí recurrí a la resignificación del espacio
a través de la instalación en el suelo, de un
recuadro demarcado por pequeñas fotos
de rostros anónimos, extraídas de los ar-
chivos de un antiguo estudio fotográfico.
Dentro de la demarcación estuve con el
rostro cubierto por un pasamontañas, uti-
lizado por los habitantes de la sierra chia-
paneca al sureste mexicano. La finalidad
del recuadro hecho con fotografías de per- 7. Acto sincrético, España 1999
sonas desconocidas, con el rostro y cuerpo
cubiertos, tenía como propósito negar al
público mi identidad y poner en tensión Con años de diferencia ejecuté dos perfor-
esta dupla: por un lado los personajes mances más incrementando las horas de
anónimos que sufren inclemencias en la ayuno, una de ellas, Desplazados, fue rea-
calle por azares del destino y, por otro, lizada entre el 5 y el 6 de marzo de 2003,
la indiferencia pública por el sufrimien- en el primer Encuentro Nacional de Perfor-
to ajeno. mance, Performagia.11 Fue inspirada en los
La obra aludía también con lo perfor- problemas de los campesinos, niños y mu-
mativo, a las personas frente a sujetos jeres que llegan a las calles de las grandes
sin rostro, a quienes no queremos mirar
porque sufren inclemencias como indi-
11
Festival organizado anualmente durante una dé-
cada por el Museo Universitario del Chopo, unam,
10
Diana Taylor, Performance, p. 78. México D.F.
125
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Álvaro Villalobos

ciudades, víctimas de persecuciones polí- midad del arte como una cuestión más
ticas, desplazamientos y migraciones eco- filosófica y política que propiamente ar-
nómicas, que promueven pequeñas y ge- tística es cada vez más frecuente. Se trata
nerales miserias, violencia y humillaciones, de una objeción a las maneras tradicio-
haciendo cada vez más aguda la pobreza nales de pensar el mismo arte en torno a
y sus variadas formas de discriminación. situaciones específicas de la vida cotidia-
Estos conflictos se convirtieron en un lu- na. En ese sentido los ideales formales y
gar común desde hace años en Latinoamé- conceptuales de mis obras giran en torno a
rica; en Colombia particularmente se re- la posibilidad de señalar de manera críti-
crudecieron por la guerra de guerrillas, las ca los abusos de poder y los modos de
represiones del ejército sobre la pobla- producción dominantes que, en nuestro
ción civil, la delincuencia común y la con- contexto se convierten en esquemas so-
secuente violación de sus derechos funda- berbios de gobierno. Un ejemplo lo cons-
mentales. Los crímenes contra la ciudadanía tituyen las desapariciones forzadas y los
generados por las autodefensas y para- enterramientos en fosas comunes en La-
militares son cada vez más frecuentes, a tinoamérica, particularmente en México
ello se suman todas las formas de violencia y Colombia.
generadas por los narcotraficantes y sus Para reafirmar la explicación sobre el
subsidiarios nacionales e internacionales. carácter votivo de mis obras y la manera
en cómo las asocio con la imaginería po-
pular para producir efectos dentro de los
discursos visuales contemporáneos me
referiré a la performance Fosa, que con-
sistió en un entierro de seis horas realiza-
do en el Faro Tláhuac, localizado en la
avenida La Turba en la Ciudad de México,
el viernes 23 de mayo de 2008. Median-
te el recurso artístico de la acción y el len-
guaje corporal aludí conceptualmente a la
práctica común y ordinaria en los conflic-
tos armados latinoamericanos en los que
se entierran cuerpos inertes en terrenos
baldíos, convirtiendo los campos en ce-
menterios de fosas comunes que reducen
8. Desplazados, México 2003 los cadáveres a su fin último, la descom-
posición de la materia que los soporta.
Al respecto, en esa ocasión, en el
Soportar la naturaleza marco del festival de performance, Hí-
brido, del Faro Tláhuac,12 presenté la obra
Artistas de la performance, entre los que
me incluyo, experimentamos sobrepasar
12
los límites del arte para llegar a otras disci-
Realizado en un baldío donde se localiza el
Centro Cultural Faro Tláhuac, dependiente de la
plinas, por ello la pregunta sobre la legiti- Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México,
126
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada

que además se basó en las crónicas urba- Por la sombra de muerte que reviste el lu-
nas emanadas del lugar donde se realiza el gar cavé una fosa en el terreno de Tláhuac,
Festival, administrado por el gobierno para que dos policías del Distrito Federal
del Distrito Federal. En las distintas oca- me enterraran al comienzo de la jornada
siones que visité el sitio, muchas personas artística. Yo recabé la tierra y ellos me en-
argumentaron que ahí, los organismos terraron y me sacaron cuatro horas des-
oficiales tiraron escombros con restos hu- pués. Someter el cuerpo con fuerza de vo-
manos del terremoto que azotó a Méxi- luntad y coartar los movimientos con el
co en 1985. Otras personas me dijeron que peso de la tierra en un tiempo y lugar espe-
también ahí fueron enterrados los desa- cífico, constituyó este ejercicio artístico.
parecidos del conflicto violento con el que Soportar el peso de la naturaleza, recibir
se quiso disolver al movimiento estudian- la tierra y ser sepultado, unió la obra con
til en 1968, época luctuosa en que el go- otro acto simbólico utilizado por diferen-
bierno mexicano por medio de sus fuerzas tes comunidades sudamericanas, princi-
armadas asesinó brutalmente y atropelló palmente relacionado con la muerte y
a miles de estudiantes. el olvido.
En ese sentido, mi trabajo insiste en
funcionar como organismo operador de
crítica simbólica de la realidad existente.
En esta obra se unen los pensamientos
que pueden expresarse de manera icónica,
verbal, escrita, con las propias acciones
en la práctica artística. Estoy consciente
de que para producir arte con contenidos
políticos el artista se tiene que involucrar
con diversas informaciones de los siste-
mas de gobierno, al menos en sentido crí-
tico, pero tomando distancia, para que el
arte cumpla con la función de hacer que se
dirija la mirada hacia donde comúnmen-
te la gente desprevenida no lo hace. En
esta disciplina es importante entender los
conceptos que se van a tratar en las obras
y trabajar artísticamente para modelar y
modular la realidad presente.

Indiferencia e invisibilidad

9. Fosa, México 2008 Antes de terminar relataré una obra re-


ciente titulada Exploración, Bate-papo na
cama, presentada en el VIII Encuentro He-
en una de las zonas con niveles económico y social
más deprimidas del país. misférico de Performance y Política 2013;
127
Fuentes Humanísticas 52 > Biografía... > Álvaro Villalobos

Ciudad/cuerpo/acción: La política de las de 2013. A esta última performance se re-


pasiones en las Américas, evento organi- firió Guillerme Vergara, curador del mu-
zado otra vez por el Instituto Hemisféri- seo, de la siguiente manera:
co de Performance y Política de Nueva
York. Se trató de una intervención urbana
en la ciudad de Sao Paulo, Brasil. En ella se
resumen las expectativas de mi pensa-
miento artístico actual, los ideales en tor-
no a la obra que a toda costa pretende
entablar diálogos cercanos con el público
participante. La performance consistió en
un ejercicio de investigación prospectiva
sobre la tipología del lugar, un sitio lejano
a mi modo de vivir cotidiano, porque aun-
que la vida en los países latinoamericanos
tiene mucho en común, también tiene di-
ferencias implacables e irreconciliables.
Mediante la obra interactué nueva-
mente con los habitantes de la calle. Ins- 10. Exploración, Bate-papo na cama, Brasil 2013
pirado en el carro que ruedan los indigen-
tes recicladores de basura de Sao Paulo, le
puse ruedas a una cama matrimonial y salí La cama estableció un vínculo con la
a la Plaça da República a explorar el espa- singularidad de los lugares, corresponde
cio público y convivir con sus habitantes. al mobiliario doméstico fácil de utilizar
Invitaba a las personas que me encontraba para establecer prácticas artísticas urba-
a descansar sobre la cama y les planteaba nas con bases relacionales a partir de los
interrogantes básicos para la compren- testimonios sobre las principales preocu-
sión del entorno. ¿Qué es lo más importan- paciones de las personas con las que
te aquí? ¿Qué situaciones, actos, personas, se interactúa. Las conversaciones en la
ideas y cosas son significativos aunque cama implican al público mediante una
no sean evidentes? ¿Cómo se idealiza el participación espontánea sobre temas
sitio? ¿Qué se debe cambiar y cómo? Las sociales relacionados con la pobreza, la
respuestas fueron escritas en papeles y indigencia y la invisibilidad.13
luego depositadas en una urna de madera
amarrada a la cama. La acción se inspiró La urna con los escritos de la gente que
en la frase utilizada comúnmente en Bra- participó fue enterrada al finalizar la tarde
sil: “Bate-papo na cama” que significa: con- en un parque público arborizado, con la
versar espontáneamente sobre la cama. idea de que el papel y la madera con el
Con el mismo móvil conceptual generamos tiempo se descompusieran fertilizando
posteriormente otra acción colectiva con el árbol más cercano.
la artista Tania Alice, en el Museo de Arte
Contemporáneo (mac) Niterói, en Río de 13
Guillerme Vergara, “Performance Bate-papo na
Janeiro, Brasil, entre el 3 y el 4 de agosto cama no MAC de Niterói”, Folha de Niterói, p. 11.
128
Aspiraciones de indigente: cartografía personal sincretizada

En la actualidad trabajo con grupos y Bibliografía


comunidades específicas preocupado por
el tipo de público que se acerca a mi obra. Alcazar, Josefina. La cuarta dimensión del
Me interesan las acciones con públicos teatro. Tiempo espacio y video en la
activos, ya que en las obras anteriores, las escena moderna, México, Instituto Na-
de los ayunos, el espectador era un ente cional de Bellas Artes-CITRU, 1998.
pasivo, pensante y sensitivo pero no parti- Diéguez, Caballero, Ileana. Escenarios limi-
cipaba activamente. Ya no me parece nales, teatralidades, performances e
interesante el espectador frente a un es- políticas. Brasil, Editora Universidade
trado, a un púlpito conventual o a un para- Federel do Uberlandia, 2013
ninfo para ver performances con la única . Escenarios liminales, teatrali-
posibilidad de actuación cuando discurren dades performance y política. Buenos
los aplausos. Me interesa la comunicación Aires, Editorial Atuel (Biblioteca de
con públicos receptores amplios ya que historia del teatro occidental), 2007.
la comunicación en la performance co- Ruffinelli, Jorge. Víctor Gaviria: Las márge-
mienza a ser efectiva cuando se desarro- nes al centro, México, Casa de Amé-
llan formas interpersonales de actuación y rica/Turner Publicaciones, 2004.
desempeño en las que el receptor se sien- Taylor, Diana. Performance. Buenos Aires,
te comprometido. Asunto Impreso Ediciones, 2012.
En la acepción antropológica, la per-
formance como cualidad del discurso emi-
te enunciados que implican la ejecución Hemerografía
de una acción. Derivado de ello se pueden
reconocer y diferenciar los conceptos que
consisten en lo que se quiere decir y co- Ortega Salgado, Cynthia. “Fosa perfor-
rresponden a una fluctuación básica en- mance de Álvaro Villalobos en el
tre la intención del autor y las opiniones y Faro Tláhuac”, Futuro, Toluca, Estado
actitudes del receptor. El arte performa- de México, marzo de 2009, Año 4.
tivo actual hace referencia al ente vivo y Núm. 36.
al acto efímero en el instante de su pre- Retamozo Benítez, Martín. “Lo político
sentación e interacción con el público, y la política: los sujetos políticos,
alude al momento íntegro en que la obra conformación y disputa por el orden
se vive e interfiere en un lugar y momen- social”. Revista Mexicana de Cien-
to preciso en que los artistas y el público cias Políticas y Sociales, núm. mayo-
nos comunicamos. agosto.
Vergara, Guillerme. “Performance Bate-
papo na cama no MAC de Niterói”,
Folha de Niterói, semana de 27 de
Nota: Las fotografías corresponden a di- julio a 2 de agosto de 2013, Niterói
ferentes épocas y fueron tomadas por Rio de Janiro Brasil. Sección Cultura.
distintas personas, quiénes las donaron al
artista. Ahora corresponden a su archivo
personal.
129

Enrique López Aguilar*

Una mirada a la obra poética de Federico Patán

Federico Patán – an outlook through his poetry

Resumen Abstract

Federico Patán (Gijón, 1937) es un po- Federico Patan (Gijon, 1937) is a wri-
lígrafo perteneciente al grupo de ter/author pertaining to the Spanish
escritores hispanomexicanos, de la Mexican group of writers from the
generación mexicana del Medio Si- mid xx Century. He has perfectly
glo, y se trata de uno de esos auto- combined his literary outcome, with
res que ha conjuntado la creación teaching and the academic research.
literaria con la docencia y la investi- Federico Patan works include poe-
gación académica. try, essays, tales, novels, memories,
Su obra abarca la poesía, el ensayo, translation and cultural journalism.
el cuento, la novela, las memorias, la He is generally highly recognized by
traducción y el periodismo cultural. his narrative works, though his poe-
try is as important and meaning-
ful as Patan has widely exercised it
Palabras clave: Federico Patán, grupo since youth. It represents the literary
hispanomexicano, exilio, republicanos, outcome that better describes his
poesía, lirismo literary and intellectual work.

Key words: Federico Patan, Spanish


Mexican Group, Exile, Republicans, Poe-
try, Lyrist

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 129-149
Fecha de recepción 19/05/2015 > Fecha de aceptación 24/09/2015
alapiz2000@gmail.com

*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
130
Una mirada a la obra poética de Federico Patán

A l igual que muchos de sus compañeros


del grupo hispanomexicano –y estos,
como varios autores de la Generación del
cho periodismo cultural, ensayo, novela,
cuento, poesía y traducciones del inglés.
Federico Patán nació el 16 de sep-
27–, Federico Patán ha sido un poeta-pro- tiembre de 1937, en Gijón, Asturias. Fue
fesor que distribuye su tiempo entre los hijo de Ramona López García y Federico
quehaceres de la academia y el oficio es- Patán Nieto, quien se desempeñaba co-
critural. A diferencia de quienes estudiaron mo vendedor en una zapatería al estallar
Letras Hispánicas en Mascarones, o en el la guerra y estaba afiliado al Partido Co-
flamante campus de Ciudad Universitaria, munista (en México se afilió al mismo
él escogió las Letras Inglesas; pero, como Partido, pero no al mexicano sino al es-
muchos de ellos, terminó trabajando en la pañol del exilio). El apellido del polígrafo
Facultad de Filosofía y Letras de la unam, ha sido fuente de conjeturas, considerada
destino que a Arturo Souto le parece uno la bonhomía y caballerosidad propias de
de los lazos generacionales reconocibles: su portador; parece ser que el apellido ori-
“pertenecemos a México y, más concreta- ginario es francés y pasó de Patin a Patán,
mente, a Mascarones, donde todos estu- por mera adaptación de la fonética fran-
diamos y fuimos compañeros; y, más es- cesa a la ortografía española. Se embarcó
pecíficamente, a la Facultad de Filosofía y con su familia en Burdeos y desembarcó del
Letras de la unam”.1 Ese grupo de “escri- Mexique en Veracruz, en julio de 1939, casi
tores-académicos” se completa (además a punto de cumplir los dos años de edad.
de con Souto y Patán) con Adolfo Sánchez Su familia se asentó progresivamente en
Vázquez, Ramon Xirau, Manuel Durán, Santa Clara (Chihuahua), Perote, Xalapa,
Roberto Ruiz, Carlos Blanco Aguinaga, To- Veracruz y Ciudad de México. Estudió en
más Segovia, Luis Rius, César Rodríguez el Colegio Cervantes (Veracruz) y en la Aca-
Chicharro, José Pascual Buxó, Francisca demia Hispano-Mexicana. Desde los doce
Perujo y Angelina Muñiz-Huberman. No es años tuvo varios trabajos: en una fábrica
de extrañar, entonces, que para casi to- textilera, en una platería; fue mozo de bo-
dos los alumnos de ellos (salvo los más tica, voceador, vendedor de pepitas, repar-
enterados), primero hayan sido conocidos tidor de publicidad, mozo de tintorería,
como profesores e investigadores y, des- empleado de abarrotes, corrector de prue-
pués, reconocidos como escritores. Fede- bas… Algo de las difíciles condiciones eco-
rico Patán, un poeta desdeñoso respecto nómicas vividas por la familia Patán se
a eso de desbrozar los caminos de la fama dejan entrever en ese breve testimonio
y el prestigio literarios, no ha sido la excep- proporcionado por Federico en Una infan-
ción: sus alumnos más curiosos son los cia llamada exilio.2
que han descubierto que, detrás del rigu- Desde muy joven, Federico Patán se
roso profesor de Letras Inglesas, se en- aficionó al cine. Vio en las salas de la épo-
cuentra un polígrafo que por igual ha he- ca cuanto se pudiera ver y prosiguió con
ese gusto toda su vida. Si sus amigos lo

1
Arturo Souto, Conversación en la Facultad de Filo- Todas las obras de Federico Patán mencionadas en
2

sofía y Letras de la unam (México, D. F.), 3 de fe- este trabajo se encuentran en la sección “Biblio-
brero de 2009. grafía de Federico Patán”. Véase pp. 145-149.
131
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar

acompañaban en esas expediciones, al el premio Xavier Villaurrutia, en 1986, por


principio, luego fue Carmen –novia y, des- su novela Último exilio. Antes de eso y ya
pués, esposa– quien construyó junto con infestado por el veneno literario, colabo-
él una sólida cultura cinematográfica. Fue ró en el suplemento cultural de Ovacio-
lector de Antonio Machado (puerto obli- nes, La Cultura en México y, durante 20
gado de casi todos los lectores hispano- años, en Sábado, suplemento cultural del
mexicanos) y asiduo al acervo de la Biblio- periódico Unomásuno, donde no sólo sos-
teca Benjamín Franklin para sus lecturas tuvo una sección de reseñas literarias se-
en inglés. Comenzó a escribir poemas y a manales, sino que colaboró con diversos
destruirlos (esto último por recomenda- artículos de mucha mayor amplitud. Esto
ción de Celso Amieva, amigo y lector de perfila una de las características de Patán:
Patán por esos años) antes de que, en su disciplina como escritor. Durante mu-
1965, publicara Del oscuro canto, un poe- chos años no pasaba día sin que trabajara
mario: el primero de una serie de doce. desde temprano para escribir su propia
Durante los dorados sesenta ingresó a la obra; y los sábados y domingos los dedi-
Facultad de Filosofía y Letras, en la unam, caba a la preparación de la reseña se-
para estudiar la carrera de Letras Ingle- manal. Frente al encarnizamiento crítico
sas, donde ahora es profesor emérito. regocijado en destazar al otro, que parece
Todo esto corrobora la pertenencia de un espejo literario de la violencia que se
Patán al tercer subgrupo generacional vive mundialmente desde el siglo xx, la
de los poetas hispanomexicanos, el más generosidad y el optimismo de Patán lo hi-
excéntrico, junto con Francisca Perujo, cieron parecer “excesivamente tolerante”.
Angelina Muñiz-Huberman y Gerardo De- Él siempre sostuvo lo siguiente: “reseño
niz: los “pequeños” respecto a las edades los libros que me gustan y trato de en-
y actividades del resto de los dieciocho contrar lo rescatable en aquellos que son
poetas que conforman el corpus más reco- francamente malos”. Me parece que, al
nocible del medio poético hispanomexi- final, ésta será la actitud que prevalecerá
cano, parte de la nómina de la llamada en la crítica del futuro. Las carnicerías só-
Generación Mexicana del Medio Siglo, o lo son materia de la nota roja literaria, o
de los Cincuenta, que es muy amplia e in- de la amarillista del momento.
cluye a narradores, poetas y ensayistas Federico Patán, autor elegante, pro-
nacidos entre 1925 y 1939: Salvador Eli- lífico y creador de una abundante obra
zondo, Juan García Ponce, Sergio Pitol, poética, ha logrado mediar la producción
Jorge Ibargüengoitia, Inés Arredondo, de ésta en relación con su trabajo narra-
Juan Vicente Melo, Huberto Batis, Jaime tivo. Sus temas han sido el amor, la muer-
Sabines, Héctor Azar, Rosario Castellanos, te, la soledad y ahora busca una sencillez
José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, expresiva para iluminar las misteriosas re-
Emilio Carballido… laciones entre el mundo y la conciencia
La carrera literaria de Federico Patán que lo percibe; declara, con modestia no
comenzó como poeta y progresivamente exenta de ironía, que la suya es la obra
fue extendiéndose hacia la traducción, de un “poeta menor”, obra donde la se-
el ensayo, el cuento y la novela. Obtuvo renidad sostiene el desarrollo de todos los
temas abordados por él.
132
Una mirada a la obra poética de Federico Patán

Los “afanes audaces” explorados por género más frecuentado por él sea el
Patán en Los caminos del alba no vol- de la poesía –así sólo sea por el número de
vieron a repetirse en su obra, aunque el poemarios publicados–; de que su primer
uso de enclíticos, calembures y giros ver- libro de cuentos, Nena, me llamo Walter,
bales de tono peninsular parecen “mar- fuera publicado en 1986, lo mismo que
ca de la casa”: dichos afanes no aparecen su primera novela, Último exilio; y que su
en Del oscuro canto ni en la transición se- primer libro de ensayos, Calas menores,
tentera representada por Fuego lleno de fuera de 1978: Patán entró al mundo de
semillas, donde poetiza los estados de la la literatura por la puerta de la poesía, no
pasión serena mediante metros tradi- obstante que al cabo del segundo poe-
cionales y sonetos. Las “brumosas geo- mario publicado hubiera dejado pasar do-
grafías” de A orillas del silencio corrobo- ce años antes de la aparición de su tercer
ran la voluntad de no permanecer en una libro de versos. 1965 fue el año en que el
sola tesitura: Patán mantuvo el gusto poeta, sin detener la criba, cesó de destruir
por el endecasílabo, combinándolo li- todos los manuscritos de sus poemas y
bremente con otros metros para pro- se decidió a publicar Del oscuro canto.
ducir una sensación de verso libre. Así, (Tiendo a creer que el relativo desconoci-
las exploraciones estilísticas de los tres miento de los versos de Federico se debe
poemarios publicados durante los años a la disminución de lectores de poesía y a
ochenta –A orillas del silencio, Del tiem- un amplio analfabetismo literario que
po y la soledad e Imágenes–, más los prevalece en un México donde se afirma
cuatro de los años noventa del siglo pa- que a mayor número de horas de clase se
sado –El mundo de Abel Caínez, Umbra- corresponde un aumento proporcional en
les, No existen los regresos y Árboles hay el aprovechamiento escolar –si esto fue-
y ríos– confirmaron la voz de un poeta ra cierto, México sería el país más culto
con temperamento polifónico, diverso, del mundo–.)
desembocada en la serena madurez de El primer poemario de Patán incluye
Es el espejo un agua rigurosa y Paisajes formas dialectales peninsulares como
transitorios. “sabedlo”, “vosotros”, “orvallo”, que casi
El título de Paisajes transitorios per- no volverían a aparecer en los poemarios
tenece a un manuscrito posterior a Es el subsecuentes, e incorpora algunas evoca-
espejo un agua rigurosa, que se incluyó en ciones de la guerra civil, que el autor no
un libro de poesía reunida y dio nombre presenció por razón de su edad. Aunque
a ese respetable volumen de más de 350 éste afirma retóricamente en dos de sus
páginas y de medio siglo de frecuentar versos: “Sólo tengo mi voz, / y mi voz es
a la Musa,3 el cual es el motivo de estas humilde”4 , muestra una gran potencia al
meditaciones. hablar de la amada en un formato de verso
Resulta extraordinario percatarse de libre con asonancias en los versos 3, 4 y 6:
que Federico Patán sea más conocido como
narrador y ensayista que como poeta, no
obstante que su catálogo muestre que el
4
Id., “Dos campos”; Del oscuro canto, Paisajes transi-
3
Federico Patán, Paisajes transitorios, 355 p. torios, p. 41.
133
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar

Amo tu cuerpo porque es tuyo, el dolor, la noche, los fantasmas, el si-


y porque es tibio, lencio y el olvido permean casi todos los
y porque cabe en mis manos, textos, y hay formas verbales como la
que apenas son mayores que un milagro, siguiente, cuyas disonancias sostenidas
que un instante de vida, en la reiteración de enclíticos y en el de-
que un salobre recuerdo recordado.5 sacomodo del pronombre de objeto
indirecto no volverían a repetirse en la
Como suele ocurrir con los libros inaugu- poesía de su autor:
rales, Del oscuro canto ofreció caminos
temáticos, verbales y estilísticos que no Vino la palabra a mí
volvieron a ser recorridos por su autor, el silencio a me matar;
y dejó ver muchos de los rumbos que se púsome en la boca vid,
convertirían en el paradigma personal de púsome en los ojos mar.7
Federico: no las “rojas canteras”, ni “los
puños”, ni “los fusiles”, sino estrofas co- En este libro, por otro lado, aparecen los
mo la siguiente (de arquitectura predomi- primeros poemas en los que se sugiere
nantemente heptasilábica y con asonan- una historia que nunca se cuenta del
cias en los versos 1, 4 y 6): todo y cuyo “final” queda abierto, sujeto
a la interpretación del lector; ese juego
En el mar una raya de elusiones se convertirá en una carac-
trazaron nuestros padres. terística de algunos poemas futuros de
Una raya de sangre Patán y de algunas de sus minificciones.
una mañana Me parece que el texto inaugural, en ese
en que el sol era triste sentido, es “Continuidad de la muerte” (tí-
y el trigo se inclinaba tulo sospechosamente cercano al cuen-
de amor exiguamente.6 to “Continuidad de los parques”, de Julio
Cortázar, al que parece homenajear en
Tres años después, en 1968, apareció Los términos de estructura), en el que la pri-
caminos del alba. El poeta tenía 31 años. mera estrofa habla de una presencia que
Si ya era ensayista y narrador, no lo había visita al locutor poético; en la últimas dos
revelado al público. El prosista narrati- estrofas, el locutor abandona el lugar
vo se mostraría 18 años más tarde, poco donde se encuentra y se convierte en una
después de la publicación del poemario presencia que visitará a otro, gracias al
Fuego lleno de semillas, de 1980, y de los cambio de la persona verbal:
ensayos recogidos en Calas menores, de
1978. Los caminos del alba es un poema- Me llegué a una puerta,
rio que, si fuera una partitura, se encon- me llegué sin prisa,
traría escrito en tono menor: la muerte,

5
Id., “De algunas razones”; Del oscuro canto, ibid.,
p. 55.
6
Id., “La voz definitiva”; Del oscuro canto, ibid., Id., “Sabio de saber morir”; Los caminos del alba,
7

p. 60. ibid., p. 80.


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Una mirada a la obra poética de Federico Patán

polvo la mirada, blicó tres poemarios, dos libros de cuen-


polvo la sonrisa.8 tos (Nena, me llamo Walter; En esta casa),
dos libros de ensayo (Diez novelas y un en-
En Fuego lleno de semillas (poemas de un sayo, Contrapuntos), dos novelas (Último
itinerario), Patán ofreció varias noveda- exilio, Puertas antiguas) y una antología
des: aunque el libro arranca con una sec- (Cuento norteamericano del siglo xx); ade-
ción taciturna (“Ciclo de la separación in- más de su reseña semanal en el suplemen-
deseada”), poco a poco evoluciona hacia to Sábado (por simple cuestión aritmética,
un tono optimista (“Ciclo del regreso ini- las reseñas de una década suman 520) y los
ciado”) que culmina con una sensación de artículos de más largo aliento que el mismo
plenitud amorosa (“Ciclo del futuro lo- suplemento le solicitaba; más sus clases en
grado”). No obstante la felicidad sugeri- la Facultad de Filosofía y Letras; más su vida
da, en el libro hay una contención que me familiar y la afición por el cine, comparti-
recuerda la ejercida por Johannes Brahms da con Carmen, que nunca perdió; más la
en sus mejores composiciones musica- preparación de los libros y traducciones
les: es difícil encontrar poemas desbor- que no vieron la luz durante esa década;
dados en la obra de Patán. Otra novedad más su vida personal; más el oficio de ser
es la aparición de varios sonetos, que con- padre; más la presencia en congresos y
viven con los textos en verso libre. Fuego coloquios y estancias académicas…
lleno de semillas me parece un libro de Todo esto se dice con rapidez, pero
transición entre el estilo de los primeros a mí me agobia el peso de tanta activi-
poemarios de Federico y el que fundaría dad simultánea. Durante la década de los
su manera característica de poetizar, su noventa llegarían cuatro poemarios más,
paradigma propio: A orillas del silencio. tres libros de cuento, tres de ensayo, tres
Un ejemplo de ese modo transicional es novelas y otra antología, más las reseñas
el siguiente: y la vida… Para dar una idea de este voraz
trajín, baste recordar que Federico publi-
La golondrina dejó atrás su vuelo. có reseñas literarias en Sábado durante
El sol, la piel morena de sus jóvenes años. veinte años, lo cual arroja la bicoca de,
Mujer, envejecemos. por lo menos, 1,040 trabajos dedicados
Ese temblor de noche que es tu pelo, a meditar alrededor de la obra publicada
donde por tantas veces anidaran por otros. “No más de tres cuartillas, por
(raíces ahítas de color) mis dedos, favor”, dice en un título que recoge sus
sin astucias resbala hacia el invierno.9 notas sobre narrativa mexicana del siglo
xx. Si esa es la medida adecuada, tal can-
Las décadas de los ochenta y los noventa tidad de reseñas significa 3,120 cuarti-
mostraron a un autor en el ejercicio de sus llas enviadas a la redacción del suplemen-
plenos poderes. Durante los ochenta pu- to cultural del periódico Unomásuno. Y,
en medio, la poesía. Por lo visto, junto
a Patán, los demás autores parecerían
8
Id., “Continuidad de la muerte”; Los caminos del al- holgazanes.
ba, ibid., p. 79. En 1982 apareció A orillas del silen-
9
Id., “Mujer, envejecemos”; Fuego lleno de semi-
llas…, ibid., p. 108. cio, poemario en el que emergen medi-
135
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar

taciones poéticas alrededor de la palabra lo para incumplir la promesa esdrujulista


y el poeta, regidas por una mirada cre- y luego perderse en una extraña música
puscular que parecieron valer como una acentual (determinada por la combina-
especie de arte poética. Ésta es la sustan- ción de alejandrinos con tridecasílabos,
cia de la primera parte del libro, “Hacia no obstante la exactitud del hemistiquio
el alba”. En la segunda, “En el alba”, la y las rimas consonantes) que confirma que
temática es totalmente amorosa. El con- los endecasílabos también pueden sonar
traste entre ambas secciones es muy ex- como Karlheinz Stockhausen. O será que
plícito desde sus títulos y, aunque el autor prefiero otra música verbal alcanzada por
siguió manteniéndose en una suerte de Patán, como la de la siguiente cuarteta
parquedad característica, hubo una inten- endecasílaba:
sificación de los claroscuros, como en
“Poema para el oído izquierdo”, cuyo tí- Exilio busco del silencio hablado
tulo sugiere la intimidad del lecho, donde y en paisaje de amor callo el veneno.
el poeta dialoga con su amada: Escuela de mi vicio es lo callado
y calle de mi cárcel lo sereno.11
Sólo a ti puedo hablarte en el silencio
que renace en la ausencia y que transita 1986 trajo consigo un breve poemario,
la equis donde el vidrio Imágenes, verdadero gozne desde el que
estrangula la arena.10 pueden distinguirse dos etapas del queha-
cer poético de su autor. Simultáneamen-
Del tiempo y la soledad, publicado un año te, los cinco primeros poemarios quedaron
después, aportó la novedad de tratarse de convertidos en pasos preliminares para
la primera colección de sonetos de su llegar a Imágenes y los siete posteriores le
autor: veinticuatro. De nuevo, Patán ofre- fueron claros deudores. Pareciera, enton-
ció un esquema dual para construir su poe- ces, que el año mencionado fue determi-
mario: los primeros trece mantuvieron la nante en la plenitud literaria de Patán,
taciturnidad propia del autor con sonetos pues también es el de Último exilio –novela
alrededor de la escritura, la muerte, la ganadora del premio Xavier Villaurrutia–
soledad y el paso del tiempo, mientras y el de Nena, me llamo Walter, su primer
que los once últimos se concentraron en libro de cuentos.
las diversas felicidades del amor. Federico Sin perder la contención, ni la parque-
me comentó que los sonetos no habían dad propia de su autor, Imágenes retomó
hecho muy feliz a Marco Antonio Campos, los temas usuales con mucha mayor lige-
quien le hizo algunos comentarios displi- reza, con la incorporación de un suave
centes acerca de los mismos. A mí, en humor, de una inteligente ironía y de nue-
cambio, la colección me parece extre- vos juegos en los que, por vez primera,
madamente sólida, salvo el décimo tercer se pudo apreciar la feliz contaminación
soneto, “Heráclito dejome…”, que arranca del narrador y el poeta. No puedo sino
con una palabra esdrújula y una grave, só- reconocer que éste es el poemario más

10
Id., “Poema para el oído izquierdo”; A orillas del Id., “En paisaje de amor caigo encendido”; Del tiem-
11

silencio, Paisajes transitorios, p. 138. po y la soledad; ibid., p. 149.


136
Una mirada a la obra poética de Federico Patán

lúdico de Federico Patán, donde hay re- dos tímidas monedas cuyo acoso
ferencias a Quevedo y Machado, donde el tránsito pagaran.14
las viejas obsesiones dejan el tono menor
y se llenan de gracia: Alejado del silencio, la década de los no-
venta se poblaría con cuatro poemarios
Quiso, lento, más, tres novelas (La ceremonia perfecta,
subir rubio. Mujeres ante el espejo y El rumor de su
Lo miraron, sangre), tres cuentarios (El paseo y otros
lo quisieron, acontecimientos, Bitácora de extravíos y La
se cansaron, piel lejana), tres ensayarios (Los nuevos te-
lo volvieron. rritorios, También Virginia Woolf y El es-
Pudo, lento, pejo y la nada), una antología (El viejo
bajar turbio. Bloomsbury y otros ensayos de Virginia
Woolf) y un libro autobiográfico (Federico
Cuatro son los Patán. De cuerpo entero). Eso suma doce
cuatro puntos.12 libros: 1.2 libros por año. Sin dudarlo, ha
sido la década más prolífica en la vida
En los poemarios previos hubiera sido in- literaria de Federico Patán.
imaginable la siguiente ligereza: El mundo de Abel Caínez (1991) inau-
guró la siguiente década poética de Pa-
Muerte, la mi señora, tán. El título se abre a innumerables con-
en torre de marfil diálogo a besos tradicciones y paradojas fundidas en el
y en los hilos las horas, nombre del “personaje” que conducirá
de tu mano tapiz de verde a negro.13 el poemario: Abel y Caín, los hermanos
opuestos, Jeckyll y Hyde, los dobles. El
La tercera parte del poemario, “Jornadas”, título prometía un poemario narrativo.
supuso el desembarazamiento conceptual ¿Fue así? También prometía un persona-
de los tópicos paisajísticos empleados por je. ¿Apareció? Examinemos someramente
Patán: si antes recordaban un universo de el libro.
lecturas vertidas en sus poemas, ahora Las expectativas mencionadas se in-
los paisajes invocados pasaban a ser una cumplen con rapidez, pero no otras: no
apropiación del poeta, vínculos entre hay un poemario narrativo, ni un perso-
emoción, revelación, voz y naturaleza. naje conductor llamado Abel Caínez. De
hecho, Abel Caínez es una especie de tras-
[…] Si el viento se callara minación del propio poeta, del autor, de
tal vez, sólo tal vez, hablar pudieran la voz que en el libro permite apreciar
el olivo, la palma y el laurel. objeciones que se otorgan distintas par-
Si el viento se callara tes de sí misma; es el nombre dado a
tal vez, sólo tal vez, la bruma fuera una metáfora de la escisión individual,
de una disputa interior que ocurre en el
campo de batalla que es la conciencia
12
Id., “Cuatro”, Imágenes; ibid., p. 163.
13
Id., “Tapiz”; ibid., p. 168. Id., “Jornadas, ii”; ibid., p. 175.
14
137
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar

de un ser llamado Abel Caínez, pero en Patán se permitió varias rarezas dentro
cuyo trasfondo es posible reconocer a Fe- de este poemario: las palabras ‘detersivo’
derico Patán, o a alguna de sus muchas (“lo que limpia y purifica”) y ‘esméctica’,
máscaras poéticas y narrativas, aunque ya cuyo esclarecimiento requiere de la si-
es indicador el hecho de que el poeta no se guiente, ardua explicación:
quiera identificar bajo las letras de su pro-
pio nombre. El poemario, pues, no aborda La principal característica de estos com-
el tema de la muerte y aniquilación del puestos [los cristales líquidos] es que sus
hermano semejante, de la lucha entre esos moléculas son altamente anisótropas en
contrarios, sino de la convivencia de dis- su forma, pueden ser alargadas, en for-
tintas pulsiones intelectuales y vitales en ma de disco u otras más complejas como
la palestra llamada la persona, una perso- forma de piña. A diferencia de los cris-
na, eso que Borges denominó “el otro, tales (orientación a largo alcance y posi-
el mismo”. Así, el nombre antinómico de ciones ordenadas a largo alcance), los CL
Abel Caínez denomina la convivencia fra- tienen una orientación a largo alcance,
ternal y rencorosa de aquellos asuntos con pero posiciones ordenadas a corto alcan-
los que debe convivir el ser. El enigmáti- ce. Además, contienen intrínsecas pro-
co poema que da título al libro dice así: piedades físicas anisótropas. En función
de esta forma el sistema puede pasar por
Tierra esméctica, podadora de orgullos, una o más fases intermedias (mesofases)
no rechaces la orfandad adjetivada desde el estado cristalino hasta el líquido.
de este año caduco: En estas mesofases el sistema presenta
muerto viene a ti de fiebres docenarias. propiedades intermedias entre un cristal
y un líquido. Dos de las principales fases
Acéptalo, recógelo, acógelo, de un cristal líquido son la fase nemática
protégelo, divídelo, armonízalo, y la esméctica. En la fase nemática los
tu seno detersivo en humus lo convierta, centros de masas de las moléculas están
retornándolo al mundo en otro vínculo. colocados como en un líquido (sin orden
de largo alcance) y al menos uno de los
Química enamorada del mantillo ejes principales de las moléculas apunta,
soberbio, en promedio, a lo largo de una determi-
así te lo rogamos en disfraz de rito: nada dirección (llamada director). En la
permítenos que el tiempo, caníbal de sí fase esméctica, al igual que en la nemáti-
mismo, ca, tenemos orden de largo alcance orien-
con doce pasos vaya de nuevo al tacional y además los centros de masas
sacrificio.15 moleculares están organizados en capas
a lo largo de una dimensión. El esméctico,
por tanto, presenta también orden de lar-
Poco dado al uso de palabras inusuales go alcance posicional en una dimensión.16
dentro de su léxico poético, aunque hay
ejemplos notables del uso de las mismas,
16
“Cristal líquido”, http://es.wikipedia.org/wiki/Cris
15
Id., “El mundo de Abel Caínez”; ibid., p. 179. tal_l%C3%ADquido
138
Una mirada a la obra poética de Federico Patán

El locutor poético del poema se dirige a la chas entre 1937 y 1988, que van del año
Tierra y, como si se tratara de una oración del nacimiento del autor hasta su cum-
religiosa, pide que acoja al año que llega, pleaños número 51. Cada poema arranca
prematuramente deteriorado por fiebres con un título y un año: 44 pórticos se-
que lo atacan doce veces (doce meses); lectivos. Cada puerta anuncia una fecha
luego, el poema cambia de interlocutor y y las fechas van recorriendo los años,
se dirige a la Química para solicitarle que los asuntos y la vida del locutor poético
permita al año que entra cumplir con su (identificable con el autor, aparentemente
sacrificio de doce meses, al cabo del cual sin mayores máscaras). Pareciera un texto
llegará su propia muerte (del año, quie- autobiográfico, impulso que Patán cons-
ro decir). El poema, pues, se instala en el truyó paralelamente en Federico Patán.
paso del tiempo y solicita a la Tierra y la De cuerpo entero y, más tarde, en Una
Química que dejen que el año transcurra: infancia llamada exilio, aunque no se tra-
ese es el mundo de Abel Caínez. ta de un poemario construido alrededor
Después, el poemario se divide en de una biografía personal, sino de una
dos secciones dedicadas a la ciudad y la obra donde las diferentes notas perso-
palabra. Confieso que la lectura de este nales dejan ver los trasiegos de una vida:
poema y del libro, en general, me deja es- los destellos, las breves luminarias, las
tupefacto. Se me escapa la oposición chispas que arrojan luz, permiten al cu-
entre los hermanos Abel y Caín, o la de su rioso y al interesado asomarse desde
complementaria dualidad simbólica; con- ventanas donde cada umbral, cada arco
sidero que es el más enigmático de los de penumbra, cada lugar de paso mues-
poemarios escritos por Patán, lo cual ex- tra y acoge los años de un autor donde la
traña por tratarse del libro subsecuente silueta y la sugerencia de un momento
a Imágenes, uno de sus más luminosos y son el inicio de una historia insondable.
cristalinos; además de que se trata de un Las puertas conducen a distintos
poeta poco dado a rarefacciones verbales lugares: un momento de la infancia, el
como ‘perpetuicemos’ (en lugar de ‘per- nacimiento del primer hijo, la muerte
petuemos’)17 –aunque se aprecia un tono de Luis Rius, una tarde de encuentro
burlón dirigido hacia no se sabe dónde– y con la hija menor, el amor por Carmen,
el uso de minúsculas para los títulos de los meditaciones íntimas. La paleta verbal
poemas (mas no para el cuerpo del texto) de Patán se diversifica para ofrecer una
como en recuerdo de e. e. cummnings. suerte de aleph desde donde se vislum-
Después llegó Umbrales (1992), poe- bran (la palabra no es casual) ciertos
mario notoriamente distinto al anterior. momentos, escenas y escenarios donde
El libro se organiza en estructura anular, una vida desenvuelve sus sombras chi-
con un texto de arranque y uno de cierre nescas. Las siluetas, unidas, fundan un
llamados “Tiempo sin fecha”. Después, en escenario que resulta una suerte de
el intermedio –que es, propiamente, el mural. El trabajo del lector es organizar
cuerpo de la obra–, aparecen distintas fe- el mapa para interpretar una vida que el
poeta ha narrado de manera versificada,
17
con los misterios y elusiones propios de
V. “mirar atrás”, id., “El mundo de Abel Caínez”;
ibid., p. 191. la materia poética.
139
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar

En Umbrales se encuentra uno de lo será la persona que se sumerja en esas


los poemas más bellos de Federico, diri- aguas. Otra el agua, distinta la persona.
gido a Carmen, su esposa, no exento de Un brillante poema que esclarece
ecos de Garcilaso de la Vega y fray Luis estas razones de la memoria es el siguien-
de León; es un poema que se negó a ser te –adelanto del estilo poético de los tres
una décima: poemarios por venir de Federico–:

Este yo en ti que soy sin bien saberlo, Supongamos un hilo sin paredes
este callado asomo de tu mío señalando un camino que no existe
en tu nuestro su siempre deleitando, y un héroe sin el monstruo
este siempre con ti cuando conmigo al cual la espada dirigirle
este siempre con mí cuando contigo, y al otro extremo el llanto
este tú y yo sin ellos porque sobran de una joven
busca el nombre secreto de nosotros sin héroe en quien dejar
y un traductor dulcísimo y preciso el hilo aleve
en el mío que soy siendo tan suyo.18 y a partir de la nada
de la imagen
No existen los regresos (1997) fue una bre- soñemos.19
vísima plaquette que el autor respetó co-
mo tal, es decir, como un muy breve Como cierre personal del siglo xx, Patán
cuadernillo poético que no se fusionó con publicó Árboles hay y ríos (2000), con el
futuros materiales más extensos. Es una que clausuró la década más prolífica de
suerte de Sinfonía Pastoral (la de Ludwig su trabajo literario édito, a menos que mi
van Beethoven y la de André Gide) con percepción yerre por la cantidad de bo-
poemas donde los diversos paisajes resu- rradores de obras narrativas y poéticas
men y rezuman reflexiones que Federico sin publicar, más las reseñas publicadas
Patán concede a la existencia. Pero esto previamente en Sábado, es decir: el guar-
exige matices: no se trata de landscapes, dadito inédito de Federico. Éste fue el
ni del deslumbrante paisajismo detalla- último poemario en el que el autor no in-
do de José María Velasco. El poeta, más dicó la fecha de escritura de cada poema,
bien, expone una cadena de no-regresos costumbre que inició después de 2003, co-
expuestos desde el trabajo poético, es mo para indicar a los lectores un registro
decir, de memorias insuficientes, de evo- donde el volumen de los materiales y la
caciones incompletas, de memorias modi- frecuentación con la Musa lo libraban de
ficadas por el paso del tiempo: lo dicho, imposturas sospechosas frente a quie-
lo descrito es apenas una sugerencia de nes, me parece, no siempre merecen tan-
paisajes interiores y exteriores que nunca tas consideraciones para legitimar las ho-
volverán a ser los mismos. Como Heráclito, ras nalga y horas mano dedicadas por cada
Patán considera que el río para bañarse no autor a la fructificación de su trabajo li-
será el mismo río de ayer, pero tampoco terario. Federico Patán es un escritor que
nunca ha dejado de escribir en cada uno

18
Id., “Canción para un anillo: 1967”; ibid., p. 224. 19
Id., “Laberinto”; ibid., p. 249.
140
Una mirada a la obra poética de Federico Patán

de los géneros que le es propio y me parece el premio José Fuentes Mares, en 2006;
relativamente innecesario fechar las obras dos novelas (Ángela o las arquitecturas
si no es por exclusivas razones que com- abandonadas, y Esperanza), un segundo
petan al autor. libro de memorias (Una infancia llamada
Árboles hay y ríos fue un nuevo poe- exilio), una antología personal de las re-
mario de condición breve donde el autor señas publicadas en el suplemento Sá-
retomó su amor por los paisajes exteriores bado (No más de tres cuartillas, por fa-
traducidos y resignificados en el lenguaje vor… Reseñas sobre literatura mexicana
de los paisajes interiores. Con mucha li- del siglo xx), dos libros de traducción (El
bertad, se permitió la conjugación de artista serio y otros ensayos (Ezra Pound)
asuntos que antes aparecían separados: y El carácter inglés. El ensayo informal en
los recuerdos y las imágenes de la in- Inglaterra) y una antología (El ensayo lite-
fancia, las alusiones a la historia del poe- rario mexicano). Increíblemente, respecto
ta con Carmen, la eterna lucha con la a la última década de los noventa, fue
palabra, la conciencia del paso del tiem- perceptible un descenso en el ritmo de
po, la melancolía y la palabra, siempre publicaciones del autor, pero donde esto
la palabra, como en el siguiente ejemplo, se hizo más notorio fue en el terreno de su
con resonancias villaurrutianas: producción poética.
Durante los doce años mencionados,
Tras el ayer la calle, Patán publicó el poemario Es el espejo un
acera de las horas agua rigurosa (2003) y concluyó Paisajes
tal vez ciertas transitorios en 2008, que no fue publicado
en el mínimo asombro de lo visto. sino hasta 2013, diez años después, junto
O aquella sin memoria con el conjunto de su poesía recogida, al
en la memoria huella adelantada que dio título. La reducción del núme-
y, al menos en temor, al muro fija ro de trabajos poéticos recuerda, inevita-
en la fija intención de la mirada, blemente, el alfa literario del autor, en
posible red el rostro cuyo recuento hay dos poemarios iniciales
de las hoscas ventanas encendidas y editados en los años sesenta: un poe-
de arena tabulada mario por década en el siglo xxi.
e intentos de ceguera prematuros De la misma manera en que Imágenes
y la calle hacia atrás empecinada fue un parteaguas en la producción perso-
en las horas aquellas, nal de Federico, Es el espejo un agua rigu-
en las horas rosa se convirtió, diecisiete años después,
aquellas de la calle en el eco en la perfecta cristalización de cuanto poe-
empecinada nada nada…20 tizó desde 1986 por la manera en que se
imbrican con sutileza las habilidades del
Entre 2001 y 2013, Federico Patán pu- poeta y el narrador, por la serenidad del to-
blicó un poemario más y un volumen con no general y los abordamientos temáti-
su poesía reunida, además de un libro de cos, por la forma como el paisaje es apro-
cuentos (Encuentros), con el que ganó piado dinámicamente desde la mirada y
las palabras del autor, por una contención
Id., “Empecinamiento”; ibid., pp. 267-268.
20 emotiva que sofrena cualquier exceso sin
141
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar

menoscabo de la intensidad, por la armo- rica del poema) tres cosas que le serán
niosa belleza del conjunto y porque el poe- entregadas a medias (como si se tratara
mario es, además, una síntesis conceptual de tres deseos dirigidos hacia un talismán
y temática de la poesía del polígrafo, enun- mágico): un río, una roca y tiempo. En
ciada desde las cuatro partes en que se lugar de eso, se le otorgarán un riachuelo,
divide el libro: “Errancias”, “Del camino”, una piedra lajada y tiempo (desde lue-
“De la muerte” y “De la escritura”, que han go, éste, que es el más temible de los
sido las obsesiones personales más visi- elementos solicitados, será el único que
bles de Federico Patán desde que iniciara permanecerá incólume en la lista de peti-
su trabajo, sin dejar de lado otros asuntos, ciones, pues se sabe que todos los talis-
como el de una tímida infancia sostenida manes son tramposos). El resultado es lo
en ambigüedades que oscilan entre la fe- que Marguerite Yourcenar propone en El
licidad y la infelicidad. tiempo, gran escultor: el mármol esculpido
La palabra ‘errancia’ se encuentra por el hombre, hundido en el agua durante
dentro del campo semántico de ‘errar’, en un naufragio, recuperará su condición de
el sentido de ‘deambular’, pero Federico piedra informe al cabo de los siglos gracias
Patán aprovecha la peligrosa cercanía a la mansa pero irrevocable devastación
que tiene con la palabra ‘yerro’ y el campo de los elementos y el paso de los años).
semántico ‘equivocación’. El poeta sugie- Para Federico Patán, la vida se de-
re, entonces, que uno de los riesgos del vasta con el caminar del tiempo: la roca
ser errabundo es el de cometer errores… del pasado queda reducida a la condi-
Lo cual termina siendo una de sus venta- ción de una piedra pulida, de un canto
jas cognoscitivas, en la línea de lo que ya rodado; el antiguo río es ahora una co-
Constantino Cavafis había advertido: toda rriente mansa; sólo el tiempo sigue sien-
aventura termina siendo rica en peripe- do él mismo: ante él, toda la materia se
cias y conocimiento, incluido el de la muer- reduce y se transforma. Quedan el re-
te. Por otro lado, debe advertirse el gusto cuerdo y la mirada en el espejo, que tra-
del autor por la elección de palabras duce el paso de los años como si la vida
que viven entre dos campos semánticos se hubiera ido en el agua: ante el azogue
distintos: las que proceden de ciertas de- ya no se asoma el joven de antaño, sino el
formaciones familiares y variantes astu- viejo de hogaño, punto donde el poema
rianas, como ‘orbayo’; y las que son de encuentra su inminencia fáustica, salvo
origen especializado e hiperculto como que la voz del poeta no desea recuperar
‘detersivo’. una juventud perdida sino que concluye
En la sección “Errancias”, de Es el espe- con la sabiduría de que el espejo, reflejo
jo un agua rigurosa, se encuentra el poe- del tiempo, devuelve ante la mirada de
ma “Agua rigurosa”. El texto es de un quien se pone frente a él lo que el agua (el
ambiente onírico donde el pasado y el transcurrir) ha desgastado en la materia,
presente se entrecruzan. El locutor poé- en el cuerpo, en el rostro. ¿El poema era en-
tico ingresa a su casa (¿el cuerpo?, ¿el tonces, desde el principio, una mirada
sueño?, ¿el hogar?). Recuerda el campo y frente al espejo?
solicita a Algo, o Alguien, al Ayer (indesci-
frabilidad que refuerza la condición oní-
142
Una mirada a la obra poética de Federico Patán

Abro mi casa para llegar al mundo?


y desde la memoria el campo Cada jornada extrema,
se adentra en mis ojos citadinos cada sendero oscuro.
y mi voz parsimoniosa ordena
un río Los paisajes hondura,
y es riachuelo acaso sin señal los caminos.
el que me ofrece
el ayer con obediencia escasa Junto a mi sombra llevo
y entonces una roca solicito el cuerpo mercenario.
y una piedra lajada me conceden
que sitúo en el centro De pronto me detengo,
de la corriente mansa atrás de mí el silencio.
y pido: tiempo
y el agua lo utiliza Insisto en escucharlo
y cuando miro por escuchar más lejos.
¿qué de la piedra
sino la remembranza? Escucho en lo profundo:
silencio es el silencio.
Es el espejo un agua rigurosa.21
Escucho en el paisaje
La sección “Del camino” supone las deam- y es todo solitario.
bulaciones verbales del autor en torno al
viaje que es la vida, así sea por las suge- Escucho hacia el camino
rencias dantescas y porque no es su mirada y de nadie los pasos.
algo surgido n’el mezzo del camin, sino
en los tiempos donde el profeta/poeta Escucho por si un vuelo
instaura su oráculo personal. El poema y el aire es la respuesta.
“Uno de los caminos” es eso: el paisaje
(invisible, indefinido, salvo un camino pol- Y mi escuchar escucho
voso y oscuro) se apropia desde la voz y el polvo se ha comido
del autor para quedar en resonancias so-
litarias, donde pasos y huellas no son sino la huella de mis huellas
anuncios del polvo final en que se resume y el polvo de su polvo.22
la existencia. El pie del poema indica los
años 1964-2000. Debemos suponerlo un “De la muerte” es una reiterada y llamativa
poema juvenil reescrito desde la madurez sección del poeta dentro de este libro.
del autor; por lo tanto, un tema autoral Siendo uno de los temas dominantes den-
que no ha perdido vigencia dentro de sus tro de la poesía del autor, resulta sinto-
procesos biográficos. mático apreciar que, en casi todos los
poemarios previos a 2000, el tema res-
¿He de llegar a mí pondía un tanto a preocupaciones meta-

21
Id., “Agua rigurosa”; ibid., p. 286. Id., “Uno de los caminos”; ibid., pp. 292-293.
22
143
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar

físicas; de 2000 en adelante el tema se y no aquel otro lejano, cuando niño,


ha convertido en una inminencia física. abundoso en horas amplias
Alrededor del tema, Patán ha construido y horizontes luz todos.
la imagen del jardín, la mirada desde la
ventana, la caminata por lugares desér- Carece de sentido y por lo tanto
ticos. Casi siempre se escuchan pasos lento caminaré dando a las horas
detrás de quien camina, o una estatua toda la densidad que de mí acepten.23
mira a quien pasea (como la del Comen-
dador, de Tirso de Molina), o el jardín La sección “De la escritura” propone el
mismo pide ser caminado con cierta velo- vínculo con la obsesión escritural: escribir
cidad, a lo que el locutor poético se niega: acerca del hecho de escribir, meditar acer-
una cosa es ingresar en él y, otra, llegar ca de las palabras, hablar de la condición
al término, a la salida: el jardín como huidiza y tangible que el ejercicio verbal
símbolo de la existencia es una obsesión supone para el poeta. A lo largo de su
imaginista del autor: hay que caminarlo obra, Patán ha abordado el asunto desde
despaciosamente, pero llegará el mo- muy diversos ángulos, incluso el bienhu-
mento en que se llegue al final del mis- morado, aunque suele prevalecer la sen-
mo, a la Muerte. sación de que hay una fuerza que impele al
Con todo, los poemas con esta te- poeta a obedecer una suerte de mandato,
mática se encuentran desarrollados den- de designio surgido desde los signos y que
tro de tonos serenos, dentro de una línea parece convertir al autor en una especie
estoica que recuerda a los escritos por de amanuense.
Jorge Luis Borges en Los conjurados. El
autor recuerda las dislocaciones de la Por el hilo de la noche
percepción temporal en el ser humano, baja la araña del sueño
como evocación de la imagen del reloj y teje y teje y teje
de arena: el paso del tiempo es extraño, la obsesión de su trama.
imperceptible y largo para los niños; es
muy lento para los adolescentes; es per- Por un instante procuro
manente eternidad para los jóvenes; es La desobediencia.
relativamente rápido para los adultos;
es vertiginoso para los viejos. Y entonces, vencido, ciego,
tomo el camino que me exigen.
No toda muerte carece de sentido,
escucho, Despierto ceñido por imágenes
mas, ay, toda muerte carece de sentido. que roerán el día.24
Tanto caminar y llego adonde espera
un silencio tan denso que mis ojos El manuscrito de Paisajes transitorios fue
no ejercen su potencia. concluido en 2008, aunque permaneció
inédito hasta 2013, cuando se incorporó a
Carece de sentido, ahora, ya de tarde,
cuando habito un reloj que tiene prisa 23
Id., “Horas”; ibid., p. 305.
24
Id., “Hilo”; ibid., p. 315.
144
Una mirada a la obra poética de Federico Patán

la reunión de toda la obra poética de nera”. Vale decir que, después de leer las
Federico Patán. Simultáneamente, cerró manzanas y cítricos de Patán, no se pue-
el libro y le dio título. Las fechas de los den oler esas frutas de la misma manera.
poemas dejan ver que se trató de un poe-
mario que se escribió casi en paralelo a Es El frutero abre al día
el espejo un agua rigurosa, al que prolonga la cálida rojez de las manzanas.
en madurez y plenitud escritural. De ser El aire la rojez cambia en aroma
correcta la percepción que deja la crono- y sólo se lamenta que un susurro
logía de los poemas reunidos del autor, no llegue cuando el tacto
debe pensarse que después de 2008 ya no transcurre por la piel de aquella fruta.
ha habido novedades poéticas, o no las
suficientes para configurar un nuevo poe- Al descuido una mano el amarillo
mario. Paisajes transitorios, décimo segun- de una cítrica esfera allí coloca
do poemario de Patán, no se encuentra di- y el estupor avanza por el ojo
vidido en secciones, aunque se aprecia y la nariz se pierde entre dos fuegos
una continuidad temática que recuerda la y el tacto se amilana.
Séptima sinfonía de Jan Sibelius: la flui-
dez es clara y los momentos están bien Mas sucede que el amarillo al rojo
definidos, cada tema se deja leer conse- le da razón de ser que no tenía
cutivamente pero no es igual al anterior. y el rojo al amarillo le concede
Una característica de Federico ha sido un espejo sin duda más profundo.
la de establecer relaciones misteriosas
entre los objetos y los paisajes con los El ojo busca entonces que la mano
estados anímicos de la persona. No se otra ruptura inicie.25
trata de la llamada “falacia romántica”,
por la cual los autores del Romanticismo y Uno de los poemas más conmovedores del
sus secuelas ubicaban paisajes nubosos libro es el que se refiere a un padre dis-
y grises dentro del texto para que la ima- tante, donde la perfección del poema ra-
gen fuera espejo del estado anímico y dica en su capacidad de elusión, de reti-
melancólico del protagonista: las corres- cencia: se dicen y no se dicen cosas, se
pondencias del autor relacionan moder- escamotea lo necesario para que el autor
namente los fragmentos de la conciencia deje ver la condición indiferente de un
con los segmentos de la percepción, co- hombre incapaz de mirar a su familia y de
mo si fueran astillas incompletas donde responder a las preguntas de su hijo. El
el lector debe intervenir para completar la acto de leer, que es siempre ensimismado,
imagen sugerida por el poeta. deja afuera a quien lo interrumpe. Si leer
El siguiente ejemplo recuerda las pin- es una comunicación entre autor y lector,
celadas de Paul Cézanne puestas en pa- también incomunica al hijo que se acerca
labras. Se trata de la puesta en poesía al padre lector. Realidad contra lectura,
de lo que George Steiner considera una vida contra lectura. El silencio del padre
característica del arte: “después de mirar contra el hijo, contra la vida, ocurre por la
las manzanas de Cézanne, no se pueden
volver a mirar esas frutas de la misma ma- Id., “Frutero”; ibid., p. 330.
25
145
Fuentes Humanísticas 52 > Literatura y Lingüística > Enrique López Aguilar

preferencia del texto sobre la realidad. cuartetos, esas cumbres musicales, repre-
Nunca me enseñó a volar sentan cada período de su vida y lo acom-
cometas pañaron durante el resto de su trabajo mu-
y su pasatiempo favorito era el silencio, sical. Los temas del poeta, lo dije antes,
un vaso constante a la siniestra. son el amor, la errancia, la escritura, la
Leía. infancia, el paisaje y la muerte. Han sido
Eran los suyos territorios sin visa, constantes en la obra poética de su autor
los paisajes vislumbrados y han recibido muy distintos tratamientos
debido a la distancia inescrutables. formales y estilísticos a lo largo de la es-
Leía. critura de Federico. Diré, condescendien-
Los suyos eran ojos temente, que la amistad con la novela y
que muy lentos miraban la prosa es amistarse con lo que hoy se
desde esa lejanía, considera lo comercialmente adecuado,
que muy lentos miraban lo socialmente visible para leer; la poesía
con desgano, está hermanada con la música de cámara
desinvitando lo externo hacia lo interno. y los géneros fuera de comercio.
Leía. Expresaré un juicio fuera de lugar,
¿Fue niño? aunque adecuado: quien crea conocer a
Mi niñez era tímida y no osó preguntarle. Federico Patán por su escritura en prosa,
Llegó la juventud y se dio la pregunta. ignorando sus versos, no se da cuenta de
El hombre aquel leía.26 la manera en la que pierde de vista la
construcción literaria de un autor polifó-
Regreso a algunos asuntos mencionados nico. Si las novelas son sinfónicas, la poe-
al principio de estas reflexiones. Es com- sía es la música de cámara. Concuerdo con
prensible que haya quienes conozcan me- la idea de que Federico Patán es sinfóni-
jor a Federico Patán como narrador, crítico co, pero quien pierda de vista al poeta
y ensayista, o como traductor, consideran- perderá la clave íntima, la más profunda,
do que los tiempos recientes parecieran para interpretarlo.
favorecer la lectura de la prosa por enci-
ma de la del verso. El tema me parece
complejo como para esclarecerlo en este Bibliografía de Federico Patán
momento, pero es inevitable que la ma-
yoría de los lectores de Patán lo han per- Antologías críticas
seguido a través de su prosa. Desde luego,
las recompensas para esos lectores son Bernard Malamud: cuentos. Trad., sel. y
elevadas. Lo que me parece una pérdida nota intr. de fl. Dirección de Lite-
para ellos es ignorar el volumen de una ratura de la Universidad Nacional
obra poética que se ha construido parale- Autónoma de México, México, 1990.
lamente a la otra y al quehacer general de 30 pp. (El cuento contemporáneo, 77)
Federico como escritor. Como en el caso Cuatro novelas cortas norteamericanas. T.
beethoveniano, es como ignorar que los i. Trad., pról. y notas de fl. Secreta-
ría de Educación Pública/Universidad
26
Id., “El hombre aquel leía”; ibid., p. 348.
146
Una mirada a la obra poética de Federico Patán

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151

Alfonso Milán*

Muerte y poder en los lugares de memoria sobre la


Intervención Francesa y el Segundo Imperio: el caso del
Mausoleo Franco Mexicano de Camarón, Veracruz

Death and power in the places of memory of the Second


Empire and French Intervention: the case of the Mausoleum
Mexican French of Camarón, Veracruz

Resumen Abstract

El artículo analiza cómo algunos es- The article analyzes how some ur-
pacios urbanos que tuvieron cone- ban spaces that had connection with
xión con la Intervención Francesa y el the French intervention and the Se-
Segundo Imperio fueron derruidos cond Empire were demolished to
para evitar el ejercicio de la memo- prevent the exercise of memory,
ria, sin embargo se erigieron otros however were others whose com-
cuya finalidad conmemorativa tuvo memorative purpose had to do with
que ver con la reconciliación entre the reconciliation between France
Francia y México. Se pone énfasis en and Mexico. Emphasis is placed in
el caso del Mausoleo Franco Mexi- the case of Mexican French mauso-
cano, espacio en el cual el estoicismo leum, space in which, the stoicism
con el que los legionarios franceses with which the French Legionnaires
enfrentaron la muerte se convirtió en fought death, became the virtue
la virtud que mereció ser recordada that deserved to be remembered
a través de un monumento. through a monument.

Palabras clave: lugares de memoria, Key words: Places of memory, French


Intervención Francesa, muerte, poder, intervention, death, power, Memorial
monumento conmemorativo

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 151-161
Fecha de recepción 02/10/2014 > Fecha de aceptación 15/02/2015
amilan28@hotmail.com

*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
152
Muerte y poder en los lugares de memoria sobre la Intervención Francesa y el...

Introducción puros advirtieron que los probables signos


de adhesión al extinto imperio constitui-

E l 10 de diciembre de 1867, el diario La


Pluma Roja. Periódico destinado a defen-
der los intereses del pueblo, hizo mención
rían una amenaza para la República y para
sus instituciones. Ante el temor de que el
templo de San Andrés se convirtiera en un
a un incidente ocurrido la noche anterior símbolo del conservadurismo y un bastión
en las afueras del templo anexo al hospi- espiritual de los imperialistas, Juan José
tal de San Andrés: “Un individuo se em- Baz, alcalde de la ciudad, promovió la des-
briagó en extremo que en unión de ‘otros trucción del templo en una sola noche. 4
traidores’ gritó vivas a Maximiliano, a Már- Esta decisión fue bastante significa-
quez y a otros corifeos de la traición.”1 tiva porque el gobierno juarista destruyó
¿Por qué aquellos hombres decidieron “re- cualquier espacio que convocara el re-
cordar” a Maximiliano justo enfrente de cuerdo de la ideología contraria, hubo cla-
aquel templo?2 ra consigna de impedir conmemoraciones
La iglesia adyacente tuvo conexión y desaparecer los lugares de encuentro
con la figura del archiduque de Austria, donde éstas se pudieran reproducir. La de-
porque allí se embalsamó su cadáver por molición de la iglesia de San Andrés tam-
segunda vez hacia el mes de septiembre bién abonó a la organización y cohesión de
de 1867.3 Después del procedimiento, San la sociedad capitalina en torno a la ideolo-
Andrés volvió a abrir sus puertas al culto, gía política triunfante, empero no se podía
sin embargo ante la muestra de lealtad borrar por decreto el pasado inmediato,
hacia el ilustre finado, algunos liberales así como las huellas que habían modifi-
cado el aspecto de la capital, o los ordena-
1
mientos jurídicos llevados a cabo durante
“¡Viva Maximiliano!”, en La Pluma Roja. Periódico
destinado a defender los intereses del pueblo, Mé- el imperio.5
xico, 10 de diciembre de 1867.
2
La construcción del edificio comenzó hacia la se-
gunda mitad del siglo xvii. Su uso había cambia- 4
José María Marroquí, relató que al 19 de junio de
do con los años, desde noviciado, colegio jesuita, 1868, justo al año del triple fusilamiento, se ce-
hasta casa de ejercicios. En 1779 fue reconstruido lebró una misa por las exequias de Maximiliano,
y adaptado como hospital debido a un brote de vi- Miramón y Mejía, en la misma capilla donde se prac-
ruela. A principios del siglo xx fue desocupado ticó en embalsamamiento. El sacerdote se exce-
para que enfermos, médicos y demás personal se dió en recriminaciones al partido republicano y al
trasladara a los modernos pabellones del Hospital gobierno, por lo cual se decidió la demolición de
General de México, que inauguró Porfirio Díaz en la capilla la noche del 28 de junio del mismo año.
febrero de 1905. El conjunto se encontraba cerca No sólo fue consecuencia del sermón, sino que
de la Alameda Central, en lo que hoy es el Museo ya se había vuelto punto de reunión de antiguos
Nacional de Arte. Cfr. Fernando Martínez Cortés, imperialistas. Cfr. José María Marroquí, La ciudad
“Prólogo”, en Xóchitl Martínez Barbosa, El hospi- de México, p. 366.
tal de San Andrés. Un espacio para la enseñanza, la 5
Uno de los más importantes fue el llamado Re-
práctica y la investigación médica, p. 13. gistro de mujeres públicas, el cual inició en 1865 y
3
El primer embalsamamiento ocurrió en conven- terminó en 1867. Lo relevante de este registro fue
to de las Capuchinas, en la ciudad de Querétaro, el uso de fotografías para clasificar e identificar a
justo después de ser fusilado. El resultado fue las prostitutas. Las fichas contenían datos como
aceptable, sin embargo el mal manejo del cadáver nombre, edad, domicilio, enfermedades padeci-
durante su traslado a la ciudad de México, obligó das, modalidad de ejercicio –en casa de trato o
a un segundo procedimiento. Cfr. Konrad Ratz, independiente–, etcétera. La ficha consignaba
Querétaro: fin del segundo imperio mexicano, pp. también su “categoría”, que podía ser de primera,
359-360. segunda o tercera. Dicha categoría obedecía a su
153
Fuentes Humanísticas 52 > Historia e Historiografía > Alfonso Milán

Ahora bien, los objetivos que persi- hacen también los monumentos históri-
gue este artículo son los siguientes: prime- cos,7 que se levantan exprofeso para con-
ro, definir teóricamente lugar de memoria, memorar sucesos relevantes. El grupo
es decir, conocer cuáles son las caracterís- social, guiado siempre por sus represen-
ticas que deben cumplir los monumentos tantes, pretende:
conmemorativos para ser considerados es-
pacios de memoria y no sólo de ornato en Construir y asegurar lugares que no sólo
las ciudades. Una vez que conozcamos sirven como escenarios de sus formas de
cuáles son dichas características, exami- interacción, sino también como símbo-
naremos algunos monumentos funerarios los de su identidad y como puntos fijos
de memoria que sustituyeron a San An- para su memoria. La memoria necesita
drés como referentes simbólico-arqui- lugares, tiende a fijar espacio. […] La me-
tectónicos de la Intervención Francesa y moria colectiva se aferra a sus portadores
el Segundo Imperio. pondremos mayor y no es transferible. Quien participa en
atención al análisis del Mausoleo Franco ella testimonia de este modo su perte-
Mexicano de Camarón, Veracruz, refle- nencia al grupo.8
xionando tanto en su diseño arquitectó-
nico, como en las celebraciones y actos La erección de un monumento no es un
oficiales que se llevan a cabo año con año hecho fortuito, ni cumple sólo una función
para conmemorar los hechos históricos de ornato o de referencia espacial, sino
que de éste devienen. que responde a una “elección realizada”,
es decir, la voluntad colectiva o institucio-
nal escoge las continuidades referenciales
Los lugares de memoria que son adecuadas para recordarse y en
consecuencia las que deben perpetuarse.
Del mismo modo que las imágenes recuer- En palabras de Thomas Nippendey los
dan acontecimientos referenciales de alto monumentos son “obras que surgen de
impacto como coyunturas políticas, socia- una gran cantidad de propuestas rivales y
les, culturales y económicas que ha dic-
tado el devenir histórico de un grupo,6 lo
rimos también al lenguaje pictográfico y oral, la
artesanía, las costumbres y tradiciones.
7
Parece ser que el término “monumento histórico”
apariencia física y fisonomía, de modo que las más apareció por primera vez en la obra de Aubin-Louis
agraciadas eran de primera. La necesidad de llevar Millin, Antiquités nationales, en 1790. El contexto
un control de este tipo, tuvo su origen en la preo- revolucionario en el que se encontraba Francia
cupación del mariscal Bazaine por el elevado nú- favoreció en cierto sentido la consolidación de di-
mero de militares franceses que contrajeron enfer- cho concepto y la toma de conciencia de que es
medades venéreas, principalmente la sífilis. Para necesario preservarlo para el futuro. Aquí el tér-
1867 se tenían registradas a 598 prostitutas. Cfr. mino “monumento” se extiende no sólo a edifi-
Orlando Ortiz, Diré adiós a los señores. Vida coti- cios, sino también a todos aquellos objetos –tum-
diana en la época de Maximiliano y Carlota, p. 76. bas, estatuas, vidrieras– que hagan referencia a
6
La memoria colectiva no es ninguna entidad fija, la historia nacional. Cfr. Francisca Hernández Her-
surge y se transforma en medio del proceso de la nández, El patrimonio cultural: la memoria recu-
praxis cultural. Para tal desenvolvimiento son fun- perada, p. 81.
damentales diversos elementos que dan sentido e 8
Jan Assmann, La memoria cultural. Escritura, me-
identidad al grupo y no se limitan al símbolo grá- moria e identidad política en las culturas altas an-
fico o al monumento conmemorativo. Nos refe- tiguas, p. 39.
154
Muerte y poder en los lugares de memoria sobre la Intervención Francesa y el...

decisiones; son productos que esencial- de memoria son huellas en piedra donde
mente pretenden poseer un tipo especial subsiste una conciencia conmemorativa
de publicidad y continuidad”9. Estos pro- de la historia.
cesos no son tan simples como puede pa- El monumento tiene también un do-
recer. Muchas variables deberán tenerse ble carácter, tanto en estilo como en sen-
en cuenta en todo el proceso, como la con- tido. El estilo tiene que ver con su forma
ceptualización arquitectónica de la obra, intrínseca, con los patrones arquitectó-
a quién o a quiénes representará; el men- nicos que tienen relación con los valores
saje; los intereses políticos y sociales a y sentimientos que se pretenden trasmi-
considerar, etcétera. tir. Aquí entra en juego un aspecto muy
El proceso constructivo implica tam- importante: la alegoría, con sus formas
bién una transformación en el espacio clásicas de la mitología (romana, griega,
urbano, invitando al ciudadano a obser- mesoamericana) que se relacionan con di-
var, leer, a tocar, a ser parte del espacio ferentes virtudes.12 Por otro lado, el senti-
conmemorativo.10 Hacia allá apunta la do ideológico se proyecta de acuerdo con
inauguración de los monumentos con la voluntad popular y oficial de perpetuar la
actos singulares y de carácter patriótico, memoria significativa. Respecto a los lu-
acompañados de discursos alusivos en los gares de memoria por su estilo arquitec-
que se ensalzaba la figura del representa- tónico, desde la antigüedad romana tien-
do. No obstante, el monumento per se no den a especializarse en dos sentidos:
constituye un lugar de memoria, tiene que
cumplir, “una vigilancia conmemorativa, 1. Una obra de arquitectura o escultura
lo que implica mantener los aniversarios, con el fin conmemorativo: arco del
organizar las celebraciones y pronunciar triunfo, columna, trofeo, pórtico.
elogios fúnebres”.11 Entonces los lugares 2. Un monumento funerario destina-
do a trasmitir el recuerdo de un
9
Thomas Nippendey, “Idea nacional y monumento
nacional en el siglo xix en Alemania”, en Nippendey
Gesellschaft, Kultur, Theorie [Sociedad, cultura,
teoría], p. 133.
10
De alguna manera las ciudades son una especie En el mundo del arte, conceptos, ideas, dogmas
12

de “libro abierto”, de las historias nacionales, a religiosos, principios morales, son representados
través de las cuales y siguiendo los recorridos his- a través de imágenes realísticas, alusivas, fabulo-
tóricos, se fue imponiendo desde la voluntad sas o misteriosas. La alegoría, palabra de origen
gubernamental una manera de “leer” la historia. griego, significa “discurso para otro”, es la repre-
Para el caso de las urbes de América Latina este sentación de una concepto abstracto a través
fenómeno comienza a partir de la culminación de de una imagen a fin de hacer el concepto mismo
los movimientos independentistas, con la inau- inmediatamente perceptible y reconocible. Por
guración de monumentos que tuvieron a los héroes ejemplo, la justicia es representada, en la cultura
de la emancipación como protagonistas, hasta occidental, como una mujer vendada que sostiene
llegar a las propias estatuas de las autoridades del en la mano derecha una balanza, cuyos platos es-
momento. Cfr. Rodrigo Gutiérrez Viñuales y María tán en perfecto equilibrio; el significado último
Luisa Belindo Gant, “La escultura conmemorativa es la idea de justicia, y esto tiene más importancia
y la nueva imagen urbana”, en Rafael López Guz- que la imagen que representa (es decir; el signifi-
mán (comp.), Historia del arte en Iberoamérica y cante: la mujer vendada). Hay una radical sepa-
Filipinas, p. 308. ración entre imagen significante y la cosa signifi-
11
Pierre Nora, Entre memoria e historia: la problemá- cada. Cfr. Rodrigo Gutiérrez Viñuales y María Luisa
tica de los lugares, p. 37. Belindo, op. cit., pp. 284-285.
155
Fuentes Humanísticas 52 > Historia e Historiografía > Alfonso Milán

campo en el que la memoria tiene muerte de personajes destacados puede


un valor particular, “la muerte”.13 llegar a afectar a diversos sectores de la
sociedad, generando sentimientos de cul-
Los lugares de memoria por su sentido pa o agradecimiento, por lo tanto, la per-
ideológico, pueden clasificarse de la si- petuidad de su recuerdo merece para
guiente forma: muchos un espacio concreto en la urbe, a
veces lejano al camposanto, levantado en
1. Lugares dominantes (oficiales): es- el justo lugar en que se murió y “se entró
pectaculares y triunfantes, impo- en gloria”.16 Cuando el que muere formó
nentes, generalmente impuestos, parte de la oficialidad nacional, el lugar de
ya sea por una autoridad nacional memoria es dominante en los terrenos
o cuerpo constituido, tienen a me- simbólico, cívico y social; en el arquitectó-
nudo la frialdad o la solemnidad de nico suele ser majestuoso.
las ceremonias oficiales. Por otra parte, si el que muere formó
2. Lugares dominados (refugio): son lu- parte de las filas disidentes, su lugar de
gares de refugio, el santuario de fi- descanso o recuerdo llega ser en la mayo-
delidades espontáneas y de pere- ría de los casos un lugar dominado, pero
grinajes de silencio.14 referente para aquellos que vieron en el
occiso un ejemplo de dignidad o coraje.
Empero, los lugares dominados pueden
Los lugares de memoria llegar a ser cuestionados por los comiten-
emanados de la muerte tes de los dominantes,17 tal como ocurrió

En la edificación de monumentos, es co-


expurgación que puede ser útil, incluso de ejer-
mún apelar al recuerdo de los muertos, cicio emocional en sus propios procesos de duelo.
es reconocerlos públicamente. Con ello se El lugar de memoria puede ser también un asidero
pretenden reparar de alguna forma los para difundir un mensaje de reconciliación. Le fa-
cilita a este proceso el involucramiento de los sec-
hechos penosos en que perecieron.15 La tores afectados en su construcción. Durante el di-
seño y construcción de los lugares de memoria, los
afectados refuerzan relaciones sociales, facilitan-
13
Jacques Le Goff, El orden de la memoria. El tiempo do al diálogo, promoviendo la comunicación de las
como imaginario, p. 227. experiencias vividas. Cfr. Cyntia Cohen, Creative
14
“ Los lugares dominados” de los que habla Pierre Approaches to Reconciliation, Brandeis Universi-
Nora, abren la discusión sobre un punto intere- ty, 2003.
sante, que los ejes referenciales que producen 16
En las historias nacionales, es común transmitir
identidad cambian a través del tiempo y son di- de generación en generación, sobre todo en las
ferentes en cada contexto, es decir, lo que otrora escuelas, y con singular emoción, la descripción
otorgaba sentido de identidad puede llegar a de los últimos momentos de la vida de los ho-
cumplir otras funciones sociales, del mismo mo- menajeados. Se ponderan las últimas palabras,
do pueden surgir nuevos símbolos, nuevos hechos los últimos actos de resistencia, que en muchos
que recordar y por ende se pueden elevar al casos resultan una especie de moraleja o ejem-
rango conmemorativo. Pese a ello, los símbolos y plo cívico que sirve como elemento de cohesión
costumbres pueden reconocerse y analizarse des- social e identificación patriótica y cívica.
de diferentes horizontes temporales, invariable- 17
El cuestionamiento o rechazo nos hace reflexionar
mente son representaciones sociales de una épo- en torno a lo que Michael de Certeau entiende
ca determinada. Cfr. Pierre Nora, op. cit., p. 37. como “espacio social”. Éste es el resultado de un
15
Los sobrevivientes de episodios de violencia o enfrentamiento entre las élites dominantes y
muerte pueden tener en estos lugares un sitio de un tipo de resistencia. La élite, revestida como
156
Muerte y poder en los lugares de memoria sobre la Intervención Francesa y el...

con el templo de San Andrés. Hay que ubicación, belleza y hasta por su proceso
mencionar que esta iglesia fue un “espa- constructivo, se encuentran la estatua se-
cio de memoria secundario”, ya que su dente realizada por Miguel Noreña ubica-
concepción no fue de alusión exclusiva al da en el patio mariano del Palacio Nacio-
personaje o periodo histórico que la hizo nal, la cual fue fundida a partir del bronce
famosa. Con el paso de los años fueron de treinta cañones que habían sido utiliza-
surgiendo otros monumentos destinados dos en la batalla que dio fin a la Guerra de
a la reconciliación y el perdón, la mayoría Reforma, la de San Miguel Calpulalpan, y
de ellos de carácter funerario. con restos de proyectiles disparados con-
tra la ciudad de Puebla en el sitio de 1863.
Otro ejemplo importante fue su pro-
Algunos lugares de memoria so- pio mausoleo en el panteón de San Fer-
bre la Intervención francesa y el nando, inaugurado en 1880 durante su
Segundo Imperio octavo aniversario luctuoso. El mausoleo
se compone de dieciséis columnas y techo
Con la muerte de Benito Juárez vino una a dos aguas que evoca al Partenón griego.
ola de construcciones alusivas a su perso- Al centro del enorme nicho se ubica una
na y legado hasta convertirlo en el per- escultura del benemérito en posición ya-
sonaje “más monumentalizado de Méxi- cente: evoca el mismo momento de su
co”.18 Entre los más elocuentes por su muerte. Una figura femenina doliente que
representa a la patria se encuentra en su
“productor de espacio”, ya sea desde un gobierno cabecera. El gesto en el rostro de Juárez
u organización social, como hemos venido afir- recuerda su propia mascarilla mortuoria.
mando, dicta las geometrías, los estilos, las ubica- Como señala Guadalupe Pérez San Vi-
ciones, pone nombre y dirige los ritos oficiales
llevados a cabo en cada lugar de memoria, cons- cente, la cara “parece deformada por la
truye a la vez un espacio que no es tan sólo físico, congestión sanguínea”.19 La obra estuvo
sino que lo verbaliza, y se transforma en discurso a cargo de los hermanos Juan y Manuel
emparentado con la biografía del representado o
con el suceso relevante ocurrido en el lugar. La re- Islas, quienes cincelaron un bloque com-
sistencia que se ve imposibilitada para “construir”, pleto de mármol traído desde Carrara, Ita-
“calificar” o “designar el espacio físico”, se apropia lia. En San Fernando se encuentran repo-
de él, de manera que transforme y cambie su uso,
conforme a sus necesidades y deseos. En palabras sando los restos de otros personajes que
de De Certeau, aparece la figura del “no lugar”. acompañaron la lucha civil y militar de
Michael de Certeau, “Prácticas del espacio”, en La Juárez contra la Intervención Francesa y
invención de lo cotidiano. 1. Artes de hacer, p. 115.
18
La figura de Juárez sigue siendo hoy en día un el imperio, como los generales Ignacio
fuerte referente de identidad nacional, pero tam- Zaragoza,20 José María Arteaga y Carlos
bién de abstracciones como el laicismo, legalidad,
república o estado de derecho. En torno a su fi-
gura se siguen reproduciendo conmemoraciones
cívicas que pretenden recordar y afianzar dichas ciclo a Juárez; los gobiernos de la alternancia
abstracciones, que son bandera y proclama del decidieron mudar el acto al pie del monumento en
gobierno en turno. Cada 21 de marzo (natalicio) el Recinto Homenaje a Juárez del Palacio Nacional.
o 18 de julio (muerte) se llevan a cabo los actos 19
Guadalupe Pérez San Vicente y Antonio Arriaga
oficiales. Lo interesante es que cada gobierno Ochoa, Juárez en el arte, p. XXIX.
escoge los escenarios monumentales en los que 20
En 1976, el cuerpo fue exhumado y llevado a su
debe llevarse a cabo. Durante los gobiernos post propio mausoleo al pie de los cerros de Loreto y
revolucionarios el sitio elegido solía ser el Hemi- Guadalupe en la ciudad de Puebla.
157
Fuentes Humanísticas 52 > Historia e Historiografía > Alfonso Milán

Salazar. En ese espacio también yacían sus Surgieron otros lugares con la misma lógi-
acérrimos enemigos como Miguel Mira- ca de promoción de la reconciliación. Uno
món y Tomás Mejía.21 de ellos fue el Monumento Franco Mexi-
Otros personajes y diferentes ale- cano a la Muerte Reconciliadora, ubicado
gorías fueron sumándose al repertorio de en el panteón francés de la ciudad de Pue-
monumentos destinados al recuerdo de la bla. Fue una vez más Porfirio Díaz uno de
gesta heroica conocida como “la segunda sus promotores. Él colocó la primera pie-
independencia de México”. Podemos re- dra el 23 de noviembre de 1898, y la inau-
mitirnos a la capilla expiatoria del Cerro de guró en 1901.
las Campanas, en Querétaro, construida
durante el gobierno de Porfirio Díaz. La Al cuerpo arquitectónico, le remata una
edificación se dedicó al recuerdo del fusi- escultura de tres figuras, los personajes
lamiento del emperador, pero además representados en la cúpula son un solda-
sirvió de puente para la reanudación de do mexicano, un zuavo y un ángel que les
las relaciones diplomáticas con Austria.22 une, que funciona como puente, mien-
tras estos dos guerreros se estrechan las
manos. Las figuras aquí representadas
21
El cuerpo de Miramón tampoco se encuentra en gozan de un trabajo academicista, de
su lugar original, pues su esposa, Concepción
Lombardo, mandó exhumar el cadáver cuando proporción, de composición y de movi-
supo que estaría a unos metros de Benito Juárez. miento, pues visualmente los brazos de
Hoy sus restos descansan en una capilla de la ca- todos facilitan el recorrido visual hasta el
tedral de Puebla. El caso de Tomás Mejía también
es elocuente. Su viuda no tenía recursos pecu- punto en que mientras el brazo izquier-
niarios para sepultar los restos. Aprovechó el exce- do del mexicano señala a la tierra, el del
lente embalsamamiento de su esposo y lo sentó ángel señala el cielo. Por otra parte, la dis-
en la sala de su casa. Conmovido por la triste si-
tuación, el presidente Benito Juárez (¿Mariano posición de los tres mantiene en su altura
Escobedo?) intervino proporcionando a la viuda un equilibrio triangular.23
los recursos necesarios para el entierro en San
Fernando. Sin embargo, la iconografía de su tum-
ba no pudo estar exenta de crítica. Su nombre El ejemplo más elocuente se observa en el
está abreviado, además de apreciarse una estrella Mausoleo Franco Mexicano de Camarón,
de seis picos. Estos símbolos se han interpretado cuyos festejos y celebraciones cívico-mi-
como la imperfección, además aparece un yugo
que simbolizaría la traición. litares en torno a éste, lo han convertido
22
Como antecedente de la capilla existió un pequeño en un exitoso lugar de memoria por dere-
monumento compuesto por tres columnas de cho propio. ¿Qué acontecimiento mereció
mármol. La muerte vuelve a convertirse en el eje
que articula el “discurso en piedra”. En este caso la erección de un monumento en ese pue-
no se construyó un monumento funerario desti- blo del estado de Veracruz?
nado al resguardo de cuerpos, sino que se hace
referencia al punto exacto donde se sufrió la
muerte. Después del triple fusilamiento y has-
ta la construcción de la capilla, cada aniversario sable que el gobierno tolerara que el montículo
la gente identificada con la causa de Maximiliano, queretano se convirtiera en un espacio dominante
o aquellos conmovidos por su violento fin, subían y exclusivo de la facción derrotada. Cfr. José Gua-
hasta el punto indicado a llevar algún arreglo dalupe Ramírez Álvarez, Cerro de las campanas.
florar o pronunciar una oración. Más tarde, duran- 23
Elvia Sánchez de la Barquera, “Aristas de la ciu-
te el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, se erigió dad. Monumento Franco-Mexicano a la Muerte
en el mismo predio, y por encima de la capilla, Reconciliadora”, La Jornada de Oriente, 3 de abril
una estatua gigante de Benito Juárez. Era impen- de 2007.
158
Muerte y poder en los lugares de memoria sobre la Intervención Francesa y el...

La Batalla de Camarón mano,25 se negó a rendirse y pidió a sus


hombres hacer lo mismo. Los mexicanos
El suceso histórico que devino en lugar mataron a D´Anjou cuando intentó salir
de memoria fue la batalla ocurrida el 30 de al patio para inspeccionar sus posiciones.
abril de 1863. Un reducto de la legión ex- Los hombres del capitán, fieles a la prome-
tranjera francesa24 se enfrentó a la guar- sa hecha a su líder, no se rindieron a pesar
dia militar de tierra caliente en los alrede- del asedio. Al final del día, sólo tres legio-
dores de Palo Verde, Veracruz. Un convoy narios quedaron en pie. Los sobrevivientes
francés compuesto por sesenta y cuatro fueron trasladados al pueblo de Huatusco
carretas salió del puerto el 29 de abril de donde murió la mayoría.26
1863 encargado de llevar víveres, material El epílogo de la Batalla de Camarón
de sitio y tres millones en oro para pagar constituye en buena medida el lazo de amis-
a las tropas que se encontraban sitiando tad que se ponderaría por parte de fran-
Puebla. El Coronel Pierre Joseph Jeannin- ceses y mexicanos en los siguientes años
gros, al mando del regimiento extranjero, con motivo del aniversario de la batalla: el
habiendo recibido información que con- subteniente Clément Maudet, gravemen-
cernía a un probable ataque contra el te herido, fue atendido por una familia
convoy, decidió enviar a la 3ª Compañía mexicana. La señora de la casa, doña Jua-
del 1er batallón del regimiento extranjero na Marrero de Gómez, estuvo al cuidado
a explorar los accesos al poblado de Palo del oficial que finalmente murió, pero an-
Verde, antes de la llegada del convoy. Se- tes envió a Francia una carta a su madre,
senta y dos soldados de infantería y tres la cual decía:
oficiales de dicha unidad pertenecien-
te a la legión extranjera francesa fueron Si he de morir no me llores madre mía y
enviados al encuentro del convoy. En las doy gracias a Dios de que mi cuerpo des-
primeras horas del 30 de abril, fueron canse en este rincón de la tierra mexica-
atacados por unos dos mil mexicanos al na, tierra hospitalaria y caballerosa en
mando del coronel Francisco P. Milán. Los todos los sentidos. En Francia dejé una
franceses se replegaron a una hacienda madre, aquí en México he encontrado
ubicada en el pueblo de Camarón de Te- otra. Mándame tu bendición.27
jeda, la cual fue rápidamente sitiada. Los
franceses combatieron durante 9 horas Para los legionarios franceses, la Batalla
sin comer ni beber, bajo un sofocante ca- de Camarón se convirtió en el hecho de
lor. A pesar del constante asedio de las armas más importante de la intervención,
tropas mexicanas, el capitán D´Anjou, so- al grado de conmemorar cada 30 de abril
breviviente de la guerra de Crimea, y quien como el día de la legión.
utilizaba una prótesis de madera en una

24
La 3ª Compañía de la legión francesa que comba-
tió en Camarón provenía de diversos puntos de
Europa. Había prusianos, bávaros, polacos, suizos, 25
Fernando del Paso, Noticias del imperio, p. 342.
belgas, daneses, italianos y españoles. Cfr. Alain 26
Luis Garfias, La intervención francesa en México,
Gouttman, La intervención en México, 1862-1867, p. 100.
p. 231. 27
Ibid., p. 104.
159
Fuentes Humanísticas 52 > Historia e Historiografía > Alfonso Milán

El Mausoleo Franco Mexicano desto obelisco donde se encuentran res-


de Camarón, Veracruz tos de soldados mexicanos sin nombre. La
placa resulta un reclamo al olvido, pero
En 1892 se autorizó a Francia levantar un al mismo tiempo un reconocimiento a su
pequeño monumento, el cual fue remode- participación: En memoria de los patriotas
lado en 1963 por la Asociación Camero- mexicanos, héroes ignorados que murieron
ne,28 grupo franco-mexicano, al cumplirse en este pueblo combatiendo contra la inter-
el centenario de esta batalla. El mauso- vención francesa. El obelisco puede consi-
leo se caracteriza por su sobriedad. La es- derarse como monumento al soldado
tructura presenta un par de águilas: la im- desconocido. La construcción de otros es-
perial francesa y la republicana mexicana pacios sobre los acontecimientos de 1863
con alas abiertas en perenne vuelo. La fa- continuó en el poblado de Camarón. En
chada original era de cantera blanca, pero 1968, dentro de la escuela primaria “Coro-
en 2012 se retiró para colocar granito ne- nel Francisco P. Milán” ubicada justo fren-
gro (mármol).29 El monumento sobresale te del Mausoleo Franco Mexicano, se le-
entre la densa vegetación tropical, esce- vantó la estatua del defensor de Veracruz,
nario muy parecido al que apreciaron los además de la remodelación de la tumba
soldados de la legión. Al pie de la estela, del doctor y coronel Francisco Talavera,
una lápida de granito resguarda los restos quien se encargó de curar las heridas de
de los combatientes identificados. los soldados mexicanos y franceses.
Un año después de la construcción El Mausoleo Franco Mexicano en Ca-
del mausoleo, el gobierno de Veracruz dio marón es un lugar de memoria aceptado
la orden para el levantamiento de un mo- y reconocido de manera homogénea e
incluso entusiasta por los habitantes del
poblado veracruzano, elevando la fecha
de aniversario como la celebración cívica
28
A sociación Civil creada el 25 de julio de 1960, de- popular más importante del municipio.
nominada “CAMERONE, A. C.”, merced a la vo-
luntad de un grupo de franceses y mexicanos bajo Cada 30 de abril las autoridades estatales,
la coordinación del General M. Pénette de man- municipales y del gobierno francés (em-
tener el recuerdo de la Batalla de Camarón. Entre bajador agregado militar, cultural) llevan
los objetivos de dicha asociación se encuentra: la
conservación y mantenimiento del monumento a cabo una serie de actividades en esa lo-
franco-mexicano; mantenimiento y conservación calidad para conmemorar la batalla. Los
de los predios sobre los cuales el monumento está discursos pronunciados siempre enfatizan
erigido; reconstrucción de otros monumentos de
la Legión Extranjera situados en el territorio me- que esta batalla, más allá de la guerra,
xicano; búsqueda y localización de todos los restos dejó un lazo de hermandad entre ambos
de los combatientes muertos después del com- países. El Mausoleo Franco Mexicano es
bate del 30 de abril de 1863; culto a los recuer-
dos militares ligados con aquella época; estudio entonces un lugar oficial de memoria, cuya
Franco-Mexicano comparado de dichos acondi- construcción, planeación y ritos han sido
cionamientos, mediante la búsqueda y la explo- adoptados de común acuerdo. En 2009
tación de las fuentes históricas inéditas; difusión
y publicación de los resultados de todos estos se instauraron las Fiestas de la Fraterni-
estudios y alentar la amistad cívico-militar entre dad que incluyen muestras gastronómicas,
Francia y México. baile regional, coronación de la reina de
29
Imelda Melchor, “Cambian imagen del mausoleo”,
en El mundo de Córdoba, 08 Abril de 2012.
160
Muerte y poder en los lugares de memoria sobre la Intervención Francesa y el...

las fiestas y se disparan varias salvas de En lo tocante al Mausoleo de Cama-


honor.30 rón, rebasó su carácter original, fúnebre,
Mientras en Veracruz se realiza la ce- lo que conlleva recordar un acontecimiento
remonia aludida, en Aubagne, cerca de sangriento, en el que casi nadie sobrevi-
Marsella se lleva a cabo también un rito vió, para convertirse en escenario de fies-
lleno de pompa y respeto en el patio de ta y carnaval, donde el sufrimiento quedó
honor del cuartel general de la legión. en un segundo plano y salen a flote valores
La mano de madera del capitán D´Anjou, como la amistad, la diplomacia y la recon-
guardada en una pequeña urna, es exhi- ciliación. Los espacios de Camarón han
bida frente a los regimientos y un recuento sido apropiados y acompañados de cele-
de la batalla es leído a cada una de las uni- braciones por el lado oficial, secundadas
dades de la legión. Las cenizas de los de- por la población. En este sentido cumplen
más muertos en la Batalla de Camarón son a cabalidad el sentido de “vigilancia con-
preservadas en un relicario, mientras que memorativa”, que desde la perspectiva
el águila mexicana, que se convirtió en la de Pierre Nora, deben tener los lugares de
insignia del primer regimiento, es pasea- memoria. Este caso es importante y en cier-
da alrededor de la explanada. La palabra ta medida más ilustrativo que otros sitios,
“Camerone” está inscrita en letras de oro pues con la celebración y puesta en mar-
en las paredes del edificio de Les Invali- cha de ritos en torno a los monumentos en
des en París. En esas mismas paredes se los que participan la mayoría de los habi-
encuentra colgado el retrato de Juana Ma- tantes, se establece un ejercicio de socia-
rrero de Gómez, “la madre mexicana” del lización que les permite fijar una auto re-
subteniente Maudet, y que la legión llama ferencia exitosa que indica a la población
cariñosamente “Dama del gran corazón”.31 su pertenencia a una geografía específica.
Jan Assmann asegura que la memoria ne-
cesita de lugares para perpetuarse, y la
A manera de conclusión legión francesa ha elegido el pueblo de
Camarón, Veracruz, para fincar su memo-
Los lugares de memoria analizados conti- ria conmemorativa.
núan siendo referentes del acontecimien-
to que propició su construcción. La capilla
en el Cerro de las Campanas o los monu- Bibliografía
mentos a Juárez, siguen evocando el recuer-
do de los personajes aludidos; son espa- Assmann, Jan. La memoria cultural. Escritu-
cios vigentes para el ejercicio de memoria ra, memoria e identidad política en las
cívica-dominante (Juárez) y de refugio- culturas altas antiguas (Das kulturelle
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31
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161
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163

Sofía Saad Dayán*

Violencia de “género” en el malestar actual:


bullying y cutting en la escuela

Gender violence in the current unrest

Resumen Abstract

Se aborda el problema de la violen- The problem of violence is appro-


cia desde el punto de vista de la di- ached from the point of view of se-
ferencia sexual, en el contexto del xual difference, in the context of ma-
malestar en la cultura contemporá- laise in contemporary culture in the
nea en la institución educativa, opo- school, oppose certain reductionism
niéndonos a cierto reduccionismo that prevails with the theories of gen-
que impera con las teorías de vio- der violence. The discourse of sexual
lencia de género. Se sitúa el discur- preference in the angle of the issue
so de la preferencia sexual en el án- of gender identity that is expressed
gulo de la cuestión de la identidad in anguish in phenomena such as
de género que se expresa en angus- cutting and bullying.
tia en fenómenos como el cutting y
el bullying.
Key words: violence, aggressiveness,
cutting, bullying, sexual difference
Palabras clave: violencia, agresividad,
cutting, bullying, diferencia sexual

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 163-175
Fecha de recepción 01/07/2015 > Fecha de aceptación 19/11/2015
sofisada1@hotmail.com

*
Universidad Nacional Autónoma de México. Facultad de Estudios Superiores Iztacala.
164
Violencia de “género” en el malestar actual: bullying y cutting en la escuela

No hay nada más vago que la pertenen- biología, el discurso científico es coman-
cia a uno de estos dos lados […]. Es preci- dado en esa “misión” que aparece en dos
so, de todos modos, que me despegue de fenómenos dignos de atención que son: la
algo que es una […] suposición, la de que ideología contractual igualitaria y el dis-
hay un sujeto masculino o femenino. Es curso de la preferencia sexual, que aborda-
una suposición que, con toda evidencia, la remos en el presente trabajo apoyándo-
experiencia hace insostenible. nos en testimonios diversos que expresan
nuestra tesis de la exacerbación de la vio-
Jacques Lacan lencia, hoy reducida a la llamada violencia
Les non-dupes errent “de género”.
(15 de enero de 1974) Sustentamos la tesis de que la violen-
cia en el malestar actual es un efecto del
incremento de la angustia provocada por
Introducción la falta, hoy más que nunca, de referencias
con respecto a la constitución de la “iden-

P artimos del supuesto de que las expre-


siones de violencia de género en el ma-
lestar actual son resultado de la exacer-
tidad” sexual. Aspecto que coloca a la vio-
lencia como un fenómeno que se sitúa en
las antinomias de la diferencia sexual, por-
bación de la imposibilidad de responder a que asistimos hoy a una exacerbación de
la pregunta hoy acuciante por la diferen- la dificultad de todos los tiempos por res-
cia sexual, la que se manifiesta en nuevas ponder a la pregunta sobre esta diferen-
configuraciones de síntomas tales como cia, que en la modernidad-posmodernidad
bullying y cutting en las instituciones edu- se antoja imposible de formular.
cativas y que hacen patentes las ambi-
güedades sexuales. Exacerbación deriva-
da de los discursos científico y capitalista
que tienen por efecto un “borramiento”
de la diferencia sexual, comandado por el
discurso “científico” en esa “misión” que
junto al discurso capitalista, hace del ob-
jeto (mercancía) un poderoso recurso de la
era moderna. Lacan así lo llamó. Se trata
de un discurso que promueve la idea de
que sí hay objeto capaz de satisfacer la
falta, la niega y pone siempre algo para
suturarla. Según la hipótesis de Dufour:
nombre del imperativo moral de la libertad, como
este nuevo estado del capitalismo es el tampoco conviene el sujeto neurótico presa de
mejor productor del estado esquizoide, una culpa compulsiva. Lo que se requiere hoy es un
el de la posmodernidad.1 A través de la sujeto precario y “psicotizante”, y con esto último
me estoy refiriendo a un sujeto abierto a todas las
fluctuaciones identitarias y, en consecuencia, dis-
puesto a seguir todas las ramificaciones comer-
1
En la tendencia a la desimbolización que vivimos ciales. Dany-Robert Dufour, El arte de reducir ca-
en el presente, lo que conviene no es, por cierto, el bezas. Sobre la servidumbre del hombre liberado en
sujeto crítico que promueve una deliberación en la era del capitalismo, p. 29.
165
Fuentes Humanísticas 52 > Cultura y Estudios culturales > Sofía Saad Dayán

Agresividad y lazo social A diferencia de las tesis biologicistas,


en franco retorno hoy, que pretenden si-
No es que el vínculo social sea, como ha- tuar el origen mismo de la violencia en la
bitualmente se dice, una protección con- “naturaleza humana”, es posible plantear,
tra la agresividad supuestamente salvaje más bien, su fuente en la inexorable relación
o animal, sino que no se suele dar sin esa con el lazo social, sin que ello signifique
agresividad que lo alimenta. que la violencia es un efecto lineal de éste,
reconociéndola como algo estructural:
Francisco Pereña

[...] pretender buscar la fuente de la vio-


La hipótesis de esta investigación es que lencia y de la crueldad en el organismo ani-
hay una relación entre agresividad (en el mal es el error de una época, como la que
nivel del sujeto) y violencia (en el nivel de conocemos como modernidad, que cree
lo social), siendo la primera el fundamen- haberse liberado del pecado y que de mo-
to mismo de la segunda. El supuesto que do tan sorprendente cierra, sin embargo,
guía esta hipótesis es que la agresividad y los ojos a la barbarie a la que una y otra
sus diversas formas se pueden condensar vez se ve confrontada, probablemente
en la violencia, tal como queda manifiesto por haber querido sustituir el destino re-
por Pereña: ligioso de la inmortalidad por el destino
terrestre de su conquista.3
[...] el sujeto humano consiga o no su
adaptación social dará lugar a una agre- Decir de la violencia que se trata de un
sividad más ligada a la angustia, más vio- asunto estructural, es reconocer algo de
lenta si se quiere en el caso de no conse- su origen ligado a la presencia del otro y
guir una adaptación social…2 de lo otro, que precipitan lo real vuelto en
angustia que toma su lugar en el lazo so-
Se trata así del lazo social y la cuestión cial. Es precisamente en esto que radica
que le atañe directamente: el vínculo so- “el ombligo” de la angustia que hace, por
cial, con la peculiaridad de poder ser eri- una parte, un lugar de interrogación (por la
gido en su dimensión sintomática e in- diferencia sexual) y, por la otra, “lo que no
consciente que lo sitúa como un revelador engaña”, como dijo Lacan, lo que deviene
social del malestar en la cultura. ¿Se trata una señal, un indicador (de verdad).
acaso de pensar el fenómeno como un Ahora bien, ¿de qué otra cosa es la
modo de escapar al lazo social, o inclusi- angustia, sino por la diferencia sexual?4 O
ve como la expresión misma del intento
fallido de hacer lazo? Sugiere claramente 3
Ibid., p. 22.
que la violencia puede ser perfectamen- 4
Aunque la anatomía/biología del sujeto desem-
te pensada como síntoma que como tal peña un papel en la cuestión de cuál posición se-
xual adoptará, es un axioma fundamental de la teo-
está sobredeterminado. ría psicoanalítica, que la anatomía no determina
la posición sexual: “en la psique no hay nada me-
diante lo cual el sujeto pueda situarse como un ser
macho o hembra”. En el orden simbólico no hay
2
Francisco Pereña, Cuerpo y agresividad, p. 22. ningún significante de la diferencia sexual. Dylan
166
Violencia de “género” en el malestar actual: bullying y cutting en la escuela

sea de lo incognoscible excepto por la psi- vas patologías” (anorexias, bulimias, toxi-
cología: la diferencia de los sexos.5 “Por comanías, depresión).
ello la cuestión de lo que uno tiene que Sin pretender negar ni minimizar la
hacer como hombre o como mujer es un violencia del malestar actual, es necesario,
drama que se despliega por completo en no obstante, repensar este diagnóstico
el campo del Otro.”6 Las voces del males- actual, situando la agresividad y sus moti-
tar, que pudimos documentar en una in- vos como expresión misma del sujeto,
vestigación previa7 sobre el análisis de la para contribuir a matizar la lectura de una
demanda del sujeto en el malestar actual, degradación mórbida de lo humano tra-
y que constituyó el eje de la presente inves- ducida como violencia y que implica su
tigación, apuntan a evidenciar el conflicto franca ignominia, “la degradación intro-
de la diferencia sexual, lo que confirma duce la categoría del monstruo: ni animal
que lo actual del malestar es del orden del ni humano…”10
“mal-decir sobre el sexo”8, que se mostró
en prácticamente todos los casos; la lógica [...] reducir la moralidad a la coerción y a
conflictiva de y entre los sexos, lógica en la servidumbre social es consecuencia de
la que “en el plano del malestar en la cultu- concebir la sociedad no como espacio
ra […] la bipartición Eros y Tánatos repro- de la agresividad, sino sólo como con-
duce algo de la oposición de lo femenino y tención civilizadora de una agresividad
lo masculino”9. previa proveniente de otro lugar, es de-
cir, mera prolongación de la vida natural
e instintiva en el hombre.11
Agresividad y malestar actual
La agresividad es un asunto constitutivo
Por influencia del enfoque sociológico se del sujeto y del lazo social, no un mero re-
tiende a pensar la violencia como un efecto sultado cultural, pues atañe a su relación
directo del lazo social, desconociendo el con el yo, con el otro y con el cuerpo.
peso del vínculo social inconsciente. La Abrimos la pregunta en torno a si los
aparición de síntomas que conectan al su- pasajes al acto cada vez más frecuentes,
jeto con un goce al margen del lazo social, los actos agresivos de los sujetos contra
introduce una suerte de función que ra- sí mismos y en general la agresividad en
dica en “atacar el lazo social” tal como se tanto expresión del narcisismo, pueden ser
advierte en algunas de las llamadas “nue- enmarcados en la categoría de violencia,
hallando su máxima expresión en la lla-
mada “violencia de género”. A este res-
pecto lo que Assoun llama “lo femenino en
Evans, Diccionario introductorio del psicoanálisis la-
caniano, p. 72. cólera” puede ser un buen ejemplo:
5
Vid. Paul-Laurent Assoun, Lecciones psicoanalíti-
cas sobre masculino y femenino. [...] el furor sería en la mujer el síntoma pa-
6
Dylan Evans, op. cit., p. 72.
7
Saad Dayán, S., La transfiguración de la demanda: tognomónico de la angustia de castra-
voces del malestar en la cultura actual.
8
Vid. Colette Soler, La maldición sobre el sexo.
9
Freud, citado por Paul-Laurent Assoun, op. cit., 10
Francisco Pereña, op. cit., p. 64.
p. 109. 11
Ibid., p. 74.
167
Fuentes Humanísticas 52 > Cultura y Estudios culturales > Sofía Saad Dayán

ción. Por lo demás, encuentra su par en dición posmoderna, obligado a construir-


la agresividad reaccional en el hombre, me solo, decidiría, pues, crear el conjunto
quien viene a marcar con violencia la su- del proceso y llegaría hasta a “fabricar” mi
blevación contra el rol pasivo. Aquí y allí, sexo por mí mismo,15 tal como muestran
es la pasividad sublevada lo que consti- los cada vez más comunes avances en ma-
tuye el principio de la violencia.12 teria de genética, reproducción asistida
–que incluye la posibilidad de elección del
sexo del bebé– y hasta la clonación, pre-
El discurso de la tendiendo hacer valer el imperio de la
preferencia sexual voluntad de poder.
Si bien hay un discurso de la nega-
Si bien ya Freud detectaba esta cuestión, ción de la diferencia sexual que como di-
su actualidad radica quizá en lo que es del ce Dufour “promueve lo unisex”,16 eso no
discurso universitario, es decir, en la para- significa que la diferencia sexual nos sea
doja que implica que sea la biología el im- accesible, como ya hemos insistido antes,
perio mismo del saber de la sexualidad y al decir que en el inconsciente no hay sig-
que al mismo tiempo muestre sus límites nificante de ésta. Decir que no hay rela-
frente a ella, de lo que los términos “elec- ción sexual para indicar justamente que
ción sexual”, “preferencia sexual” son un no hay significante que nombre la dife-
claro ejemplo. Porque al mismo tiempo rencia, no es equivalente a que no haya
que se “biologiza” el cuerpo, se des-corpo- diferencia sexual (lo que es del orden de
riza la sexualidad al hacerla entrar en la la imposibilidad de saber). En tal sentido,
noción de género. Así pues, “la identidad el concepto de sexuación permite trascen-
de género comienza con el conocimiento der la diferencia sexual anatómica (discur-
y la percepción, conscientes o inconscien- so biológico) situando “el momento de la
tes, de que pertenece a uno y no al otro”.13 elección en un sentido irreductible […] a
Discurso universitario que hoy hace de la lo que es transmitido por el discurso de los
biología un verdadero emblema que pa- otros –lo que nos impone el punto de vista
rece prometer que prácticamente nada del sujeto–[…]”.17
falta o, mejor aún, que “nada debe fal-
tar”, que hace de la elección una suerte
de promesa de libertad y autonomía en la La ideología contractual
que “yo sujeto histerológico”14 de la con- igualitaria

Asistimos hoy a un fenómeno que ha inva-


12
Paul-Laurent Assoun, op. cit., p. 59. dido la intimidad, el pensamiento y la vida
13
Ibid., p. 111.
14
Hablamos de histerología para evocar una figura cotidiana cuya indiscutible racionalidad
de retórica que se basa en la inversión de la ante- hace difícil, a primera vista, una posición
rioridad y la posteridad […] y significa que ‘lo que
es posterior va adelante. La figura describe pues
la inversión del orden natural de las ideas y los he-
chos […] utilizar una histerología es, en suma, pos-
tular algo que aún no existe para autorizarse a 15
Paul-Laurent Assoun, op. cit., p. 194.
realizar una acción. Dany-Robert Dufour, op. cit., 16
Op. cit.
p. 104. 17
Paul-Laurent Assoun, op. cit., p. 123.
168
Violencia de “género” en el malestar actual: bullying y cutting en la escuela

crítica. Nos referimos a la ideología con- hace patente en la rivalidad e incluso en


tractual igualitaria. Se trata de lo que pro- la “guerra de los sexos” y las múltiples ex-
cede del “común acuerdo” como aquello presiones de la angustia frente a la falta
que parece ser suficiente para legitimar los de referencias.
intercambios sociales. ¿Qué es eso real- Dadas estas breves consideraciones,
mente? ¿Cómo estar seguros de que se cabe situar el trasfondo de la violencia co-
trata de un acuerdo en común? ¿Acaso mo una expresión de la angustia que emer-
es suficiente que sea común para ser le- ge ante el conflicto de la diferencia sexual
gítimo? Preguntas difíciles de responder y que encuentra en el acting out y el pasa-
pues de antemano el concepto propone je al acto sus principales figuras. Destinos
una homogeneización difícil de concebir: de la angustia que se manifiestan en tres
fenómenos de violencia que hemos de-
[...] siempre puede discutirse un acuerdo tectado como sobresalientes también en
mutuo, pero eso no impide que lo que el ámbito de la institución educativa que,
domine en el siglo, como límite único y curiosamente, hacen patente la pregunta
fundamental, sea la ideología contractual. por la diferencia sexual. Dichas expresio-
Ya no solo en el nivel del contrato de tra- nes son: bullying y cutting, entre otras.
bajo, sino en el de la misma intimidad, y
especialmente en el de la sexualidad.18
Cutting
A esta ideología contractual igualitaria
subyace la idea de una suerte de igualdad Se refiere al acto de autolesionarse con cor-
de los derechos, lo que no sería un moti- tadas principalmente. El cutting tiene una
vo de oposición a la misma; la cuestión función aparentemente paradójica ya que
más bien es lo que lleva a una exacerba- lesiona y puede causar dolor, pero también
ción de las posiciones de género, situación “satisface una necesidad”, proporciona un
delicada que no hace sino negar u omitir, goce, lo que ocasiona su repetición y la re-
propiamente hablando, la cuestión de la sistencia a abandonar esta práctica, que
diferencia sexual: “…la ideología contrac- bien puede ser enmarcada en el acting-
tual igualitaria no trabaja a favor del sexo. out, en el que se muestra la expresión de
Puede invadir el sexo, pero no trabaja a fa- la angustia por y en la diferencia sexual.
vor del Eros, porque no se orienta hacia la
diferencia”.19 Desde ahí caben toda clase
de posicionamientos y confusiones entre El acting-out: testimonio
los sexos; entre ellas la que plantearía el
goce (sexual) como “derecho”. El acting-out es uno de los destinos de la
La puesta en relación entre la ideo- angustia, sólo en apariencia “más trans-
logía contractual igualitaria y la violencia, parente” al operar como un “montaje” que
radica en la confrontación a que da lugar pone en escena una relación del sujeto con
la negación de la diferencia sexual, que se el Otro, lo que involucra la transferencia
en términos de dirigirle un mensaje (cifra-
18
Colette Soler, op. cit., p. 129.
19
Ibid.
169
Fuentes Humanísticas 52 > Cultura y Estudios culturales > Sofía Saad Dayán

do). “Es esencialmente algo en la conducta tras amigas, y así… y… ya después, se fue
del sujeto que se muestra.”20 volviendo, no sé, como una forma de li-
Es de cara al malestar que el acting- brarse de problemas y no sé, como de
out es quizá uno de los más importantes desahogarte.
destinos de la angustia. La angustia social —Lo hacía, no sé, cuando… me enojaba
encuentra en los procesos colectivos múl- mucho… bueno, me peleaba con mis ami-
tiples facetas: en el rumor, en la intriga, en gas o cuando tenía muchos problemas, y
la identificación (imagen especular), en la pues ya, para mí era una forma de desa-
violencia y en el ideal, por mencionar algu- hogarme y así… sentía una liberación.
nas de las más evidentes. Así, en tanto que
es “angustia social”, “se trata del producto En cierta dificultad para darse a entender, se-
del ‘reproche’ de la ‘comunidad’, debida- ñala: “pues… en mis ideas tan locas, que…
mente interiorizado…”21 Con todo, no deja decía que ya todo estaba bien, que ya se
de ser llamativo el hecho de que por muy había calmado, pero no, ahí seguía”. ¿Qué
social que sea este destino, hoy parezca seguía? La angustia, el malestar. Situación
tomar predominantemente la vía del cuer- que la atrapa en un círculo “vicioso”, en
po; lo que entre otras cosas nos ha hecho el que no se advierte una salida, ya que
preguntarnos ya por la índole (forma) de la “ahí seguía”. En su relato, no aparece una
demanda hoy. En ese caso, adicionalmen- mínima subjetivación del acto en cues-
te, sugiere una mínima reflexión acerca de tión, mismo que insiste en ser remitido a
lo femenino de la angustia en este destino lo colectivo, al grupo (de amigas) sin más.
(acting-out). Compartimos la idea de que
“la agresividad está enlazada con el ex- —Empezó por un juego, a ponernos ini-
travío del cuerpo. Cómo tener un cuerpo ciales, porque éramos una bolita y entre
que de torpe y extraviado que es, parece todas iniciamos.
el gran obstáculo para vivir y que sólo pue-
de vivir del otro cuerpo”.22 A lo sumo encontramos una somera des-
El testimonio obtenido mediante en- cripción de lo que ocurría:
trevistas a profundidad de una adolescen-
te mexicana de catorce años, que cursa- Al momento de cortarme, sentía que
ba tercer año de secundaria en una escuela en cada cortada se iban los problemas, en
pública, y que fue referida por las autori- cada cortada… yo era la que me estaba
dades escolares por hacerse cortadas en haciendo las ideas, de que los problemas
las manos, se ilustra con los siguientes ex- se iban, pero no era así porque los pro-
tractos de su discurso: blemas seguían, y me decían que era una
forma de hacerme yo misma daño, y me
—Bueno, empezó como un juego, al prin- quitaban la navajita.
cipio, de… grabarnos las iniciales de nues-
No obstante al declarar su “convicción” de
estar haciendo lo correcto, manifiesta una
20
Jacques Lacan, Seminario X: la angustia, p. 136. suerte de “inconformidad” y deja emerger
21
Paul-Laurent Assoun, Lecciones psicoanalíticas so- algo de lo femenino de la angustia:
bre la angustia, p. 95.
22
Francisco Pereña, op. cit., p. 14.
170
Violencia de “género” en el malestar actual: bullying y cutting en la escuela

–Antes de que me empezara a cortar yo dure y este… y que ya salga de eso. Por-
era una niña súper mega buena onda, y que para mí, esa navaja (ríe) era mi vida,
así, hasta que hubo un momento en el mi vida completa, supuestamente, porque
que los del salón se portaron muy mal siempre tenía la misma y no acostumbra-
conmigo y me dieron la espalda por com- ba compartirla.
pleto, y ahí fue cuando cambie mi acti-
tud, porque dije: Ay, ¿por qué me lo ha- Hace una reflexión sumamente interesan-
cen y que yo no lo pueda hacer? Entonces te para “desmentir” o quizá “denegar” su
fue cuando me volví más… amargada… acto, intentando minimizarlo:
se podría decir… y todo, pero o sea, yo sé
con quién hacerlo y con quien no, porque –Digo, igual el que te cortes no quiere
pues… con las chavas soy así de… mmm, decir que seas emo, porque… bueno, sería
si, ajá… y con los chavos no, con los chavos casi lo mismo porque, estas personas se
me porto… bien (ríe), y todo es desmadre cortan igual cuando se sienten tristes y
con los chavos, cotorreo, salir a pasear todo, pero es muy aparte porque… los
más con los chavos que con las chavas, no emos se hacen las cortadas profundas
sé, me llevo más con los hombres que con más sin en cambio yo no, yo me las ha-
las mujeres. cia leves.

Enunciados que llevan a preguntarse por Todo este intento de “minimizarlo” es aca-
una cierta vivencia de angustia que se pre- so ¿por vergüenza? Ella no la menciona co-
cipita en relación con lo femenino y puede mo tal, sin embargo es en “la ocultación”,
cobrar presencia en su imagen ante otras en “el secreto” en donde (la vergüenza) se
mujeres (las amigas), lo que parece ser puede asomar como una herida “del ideal”:
motivo (por vía de la comparación) de una
franca preocupación. ¿Se trata acaso de lo –Desde que empecé hasta que dejé… co-
femenino en perjuicio? mo… seis meses, siete. Mira, no se nota
porque… porque usaba muchas pulseras,
–Me acuerdo mucho de un día, en que yo siempre me acostumbré así a usar mu-
tenía la navaja, y este… y me… me iba a chas pulseras, pero en esos casos usaba
empezar a cortar y alguien agarró y me pulseras gruesas, de esas de estrellas y
la quitó y se la dio a otro chavo, para que todo eso.
no me dejaran cortar, y yo ‘pero es que dén-
mela, dénmela’ y ahí me ves rogándoles Finalmente, lo que nos permite plantear
que me la den, y ahí fue cuando me dije, que se trata de un acting-out, es justamen-
¿por qué les ruego por una navaja?, cuan- te que en todo momento “algo se muestra”
do yo sé que eso no está siendo… no me en referencia (y en transferencia) ya sea a
hace bien, eh, por qué… si yo quisiera pu- las amigas, aún si de lo que se trata es de
diera conseguir otra, pero… ¿Por qué me oponérseles, o de los amigos, de quienes
aferro por una?... Entonces, como también insiste recibe todo el apoyo para cesar.
platicaban mucho conmigo y así, dije no, Todo parece indicar que nunca sale de la
es que tienen razón, basta ya, hasta aquí “escenificación” mostrando el acting-out.
llegué con esto. Es hora de que ya ma-
171
Fuentes Humanísticas 52 > Cultura y Estudios culturales > Sofía Saad Dayán

Según Lacan, el acting-out “de en- la angustia?”.26 Argumento que nos pa-
trada puede parecer ser más bien del or- rece, junto al caso descrito, un matiz muy
den de la evitación de la angustia”.23 Esto importante a la tesis de la perversión ge-
quizá tenga relación con lo que Freud re- neralizada que parece renegar de la an-
fería de la angustia como señal en el yo. gustia, ensalzando el goce.
Lacan plantea al respecto que “si esta
señal se encuentra en el yo, debe estar en [...] si miramos el asunto desde la vulnera-
algún lugar del yo ideal”.24 Lo que hace bilidad y la excentricidad, la felicidad que-
pensar esa apariencia de “evitación de la da fuera del cuadro, pues en realidad no
angustia” del acting. se trata de la felicidad, sino de la obten-
Resulta interesante apreciar la lógi- ción de protección y de identidad. La se-
ca en la que se hace del “perjuicio” su xualidad resulta un obstáculo a esa pro-
“ideal”,25 detectada por Assoun, como una tección y a esa identidad al ser una herida
expresión del malestar actual. También el abierta en la carne del deseo que no se
citado caso parece presentarse como an- somete al principio de unidad del cuer-
gustia desafectada. “Si el acto síntoma pa- po, por lo que se ha de someter a la fuer-
rece habitualmente ‘desafectado’ ¿no es za de la apropiación y a la contención ex-
porque toda la carga de afecto se convirtió terna de la destrucción. El infierno de la
en la energía del pasaje al acto, praxis de agresividad se da en el seno del vínculo
social, ese es su cubil.27
23
Jacques Lacan, op. cit., p. 129.
24
Ibid., p. 130.
25
Según Assoun, los términos que ordenan la sub- Bullying
jetivación del perjuicio: a) Kränkung, es la herida
del amor propio, es el hecho de que alguien se
sienta herido, en su “sentimiento del honor” por En el tema de bullying estalla la violencia
algo que surgió como algo extremo, del lado del “intra-género” y de “género” pero cuyo
otro: este comportamiento, aquellas palabras, fundamento estriba en la pregunta acu-
abren un desahogo narcisista. b) Zürücksetzung, es
el hecho de sentir que uno es tratado vilmente, ciante por la identidad y por la diferencia
sentirse menos bien tratado o sentirse menos es- sexual. Se trata de una forma de integrar-
timado de lo que uno habría de esperar. c) Enttäus- se a un grupo y de hacer ver quién es el más
chung, es el hecho de haberse equivocado en las
expectativas o en las esperanzas de algo que de- fuerte remarcando las diferencias “de gé-
bería haber venido del otro –sentimiento de pér- nero” que no obstante no ocultan la mar-
dida como consecuencia de la no realización que, ca de la angustia por la diferencia sexual.
curiosamente, va a la par de una desilusión–.
Ésta es la trilogía de las modalidades subjetivas Partimos de las siguientes preguntas:
de la “herida del ideal” y de la mortificación: “veja- “Creerse hombre o mujer, aunque sea in-
do, humillado, decepcionado, el sujeto “registra” conscientemente, ¿equivale a serlo? ¿bas-
una pérdida que se le vuelve sensible, es decir, un
revés que viene a significarle en la realidad una falta tan las identificaciones para determinar
de ganancia. El sujeto se encuentra confrontado la sexuación?”28
a la “vergüenza de ser”. Observemos que la bre-
cha por donde se abre la melancolía no es necesa-
riamente la pérdida de objeto, sino la herida del
ideal avergonzado. Es la llaga melancólica la que 26
Ibid., p. 90.
hay que buscar en el sujeto perjudicado. Paul- 27
Francisco Pereña, op. cit., p. 79.
Laurent Assoun, Lecciones psicoanalíticas sobre la 28
Genevieve Morel, Ambigüedades sexuales: sexua-
angustia, p. 18. ción y psicosis, p. 21.
172
Violencia de “género” en el malestar actual: bullying y cutting en la escuela

Los siguientes enunciados que he- buleadas por sus atributos y que encon-
mos clasificado en femenino-masculino tramos en frases como:
apelando al género, son argumentos reca-
bados en una escuela secundaria pública, • Porque está gorda, flaca y fea.
y pueden dar algún sustento a la hipóte- • Llamar la atención.
sis que hemos venido sosteniendo. Estos
testimonios aluden a las “razones” para Asimismo, de este lado se advierte una
cometer bullying, ya sea de lado del “bu- fuerte tendencia a orientarse por criterios
leador” o del “buleado”. Es importante ha- de identidad de género sumamente ge-
cer notar que las respuestas del lado de lo nerales, a modo de enunciados impues-
femenino se construyen predominante- tos por la cultura en los que se exacerban
mente sobre la base de la comparación con las posiciones de género. Al respecto en-
lo masculino, que encontramos en fra- contramos frases como:
ses como:
• Las mujeres femeninas son más
• “Bulean” a los niños porque saben atractivas, no hablan con groserías
que no les pueden pegar [los hom- y no pegan.
bres a las mujeres]. • Para sentirse importantes y
• Una mujer femenina es más aceptadas.
atractiva.
• Las mujeres son más delicadas. Retomando el tema de la ideología con-
• No es el mismo riesgo, las muje- tractual igualitaria, como anteriormente
res sólo son insultos y los hombres mencionamos, ésta no trabaja a favor del
pueden llegar hasta el suicidio. sexo. Así, es común encontrar del lado de lo
• El bullying se da más bien en los masculino cómo los “machos” se enmas-
hombres porque las mujeres son caran (frente al feminismo igualitario) y
más delicadas. exhiben el significante del goce fálico tal
como se aprecia en las siguientes frases:
También sobresale la comparación de las
mujeres con los hombres, pero sobre to- • Para sentirse más hombres.
do “intragénero”, misma que refleja la • Por gozo.
pregunta subyacente sobre ser mujer, con • Se sienten lo máximo.
frases como: • Para lucirse frente a sus novias.
• Para lastimar a alguien por ven-
• Porque tienen más atributos [físi- ganza o por odio…
cos]… hasta se manosean y hacen • Yo fui “buleado”, tuve una expe-
concursos por quién tiene más. riencia así muy difícil que yo logré
• Se pelean por el novio. superar…
• A veces los niños tienen rencor que
Destaca también del lado de lo femenino, tienen que sacar.
la preponderancia de la imagen del cuer-
po refiriéndose a que pueden bulear o ser
173
Fuentes Humanísticas 52 > Cultura y Estudios culturales > Sofía Saad Dayán

Del lado de lo femenino se hace patente la da de identificaciones para determinar


citada rivalidad e incluso la “guerra de los respuestas sobre la sexuación, desde lue-
sexos”, manifiesta en frases como: go sin lograr formular la pregunta.
Como se advierte, los criterios que
• Los hombres piensan que somos guían las respuestas del lado de lo feme-
débiles. nino y del lado de lo masculino apelan al
criterio de “identidad de género”, haciendo
Es sobrecogedora una respuesta del lado manifiesta la búsqueda de la sexuación
de lo femenino que dice: simbólica que, como hemos dicho antes,
permite trascender la diferencia sexual
• …tienen problemas en la casa y no anatómica, misma que no alcanza para
los pueden resolver porque están dar cabal cuenta de las “razones” que cu-
enojadas. bren la pregunta por la diferencia.
• Tienen problemas que no pueden
resolver. Allí donde la gender theory (teoría de la
identidad de género) nos dirige hoy ha-
Expresiones de gran valor si las pensamos cia las identificaciones, Freud nos guia-
desde la posición de “tener” o “no tener” ba, entonces, hacia la pulsión y sus vici-
(el falo simbólico), que encuentran sus- situdes […]31
tento en que “la decisión de ser hombre o
mujer se arraiga entonces en sus modos Llama poderosamente la atención que los
de goce”.29 juicios emitidos del lado femenino y del
lado masculino estén manifiestamente
Lacan subraya la misma disimetría que clasificados por lo diferente en uno u otro
Freud, al plantear que el falo es la única respectivamente. Si bien la categoría de
referencia para los dos sexos en el in- lo diferente resulta de la experiencia del
consciente. El falo sería debido a ello el lenguaje y el significante, no obstante
pivote mismo de la ambigüedad sexual. apela a la pregunta por la función. Se trata
Dos sexos anatómicos, pero un solo prin- de la posición sexual: “Esta relación puede
cipio del sexo en el inconsciente, el falo, ser de ‘tener’ o ‘no tener’; los hombres tie-
que el sujeto, por otra parte, puede re- nen el falo simbólico, y las mujeres no (o,
chazar; una pulsión ciega, acéfala, que para ser más preciso, los hombres ‘no son
exige constantemente una satisfacción. sin tenerlo’[…]”32
En efecto, al contrario de la abstinencia A modo de conclusión, concordamos
sexual, la abstinencia pulsional no existe, con Pereña en que: “El modo como el
tenemos así sentadas las bases de la am- vínculo social ordena la agresividad es di-
bigüedad sexual.30 rigiéndola hacia fuera, creando con la in-
terpretación una identidad.”33 Cuestión a
Las respuestas, indistintamente, del lado
femenino o masculino, reflejan la búsque-
31
Ibid., p. 20.
29
Ibid., p. 22. 32
Dylan Evans, op. cit., p. 72.
30
Ibid., p. 21. 33
Francisco Pereña, op. cit., p. 75.
174
Violencia de “género” en el malestar actual: bullying y cutting en la escuela

la que podemos agregar que ésta se en- zar diversos síntomas como el bullying,
cuentra atravesada inexorablemente por el cutting, el fracaso y el bajo rendimien-
la pregunta por la diferencia sexual, tal co- to escolar, entre otros problemas, y, junto
mo se muestra en los breves testimonios con el análisis del discurso, han sido los
presentados en este trabajo, “…mientras principales recursos metodológicos de di-
más identidad, más hostilidad se necesi- chas intervenciones para intentar articu-
ta”.34 Hay ambigüedad sexual para soste- lar al sujeto en el juego social y educati-
ner un “núcleo de identidad de género”. vo que parece haber desaparecido en el
Es factible también concluir la nece- discurso institucional, haciendo posible
sidad de trascender el criterio de la iden- por la vía de la enunciación, como puesta en
tidad de género para pensar los sínto- acto del lenguaje, el acceso al sujeto en su
mas sociales al incluir el de la diferencia singularidad; haciendo aparecer lo que en
sexual pues: el lenguaje está eclipsado: su decir.

Si a los seres humanos les cuesta tanto


orientarse en lo que se refiere a la sexua- Bibliografía
ción, si les es tan difícil alinearse del lado
hombre o del lado mujer, ¿no hay que Assoun, Paul-Laurent. Lecciones psicoana-
suponer en el inicio un vacío real y no un líticas sobre la angustia. Argentina,
núcleo de identidad?35 Nueva Visión, 2002.
. Lecciones psicoanalíticas sobre
Es de este modo que hemos podido sus- masculino y femenino. Buenos Aires,
tentar una relación entre agresividad y Nueva Visión, 2006.
violencia en la institución educativa; rela- Assoun, Paul-Laurent y Zafiropoulos, Mar-
ción atravesada por la pregunta de todos cos. Lógicas del síntoma: Lógica pluri-
los tiempos por la diferencia sexual hoy disciplinaria. Buenos Aires, Nueva Vi-
exacerbada y, al mismo tiempo, más ocul- sión, 2009.
ta que nunca por obra de los discursos Assoun, Paul-Laurent. El perjuicio y el ideal.
científico y capitalista. Buenos Aires, Nueva Visión, 1999.
Las intervenciones psicoanalíticas en Dufour, Dany-Robert. El arte de reducir ca-
el ámbito educativo se dirigen a abrir un es- bezas. Sobre la servidumbre del hom-
pacio de escucha que permita hacer apa- bre liberado en la era del capitalismo
recer nuevas significaciones del síntoma total. Buenos Aires, Paidós, 2007.
“educativo” que hagan posible dar cuen- Evans, Dylan. Diccionario introductorio al
ta de su sentido metafórico, devolviendo psicoanálisis lacaniano. Buenos Aires,
a la cuestión educativa la órbita de la sub- Paidós, 1996.
jetividad, abriendo la producción de signi- Freud, Sigmund. El malestar en la cultura
ficaciones de los síntomas en el aula y en (1930 [1929]). Freud, Sigmund. Obras
la escuela. La entrevista clínica a profun- completas. Tomo XXI. Buenos Aires,
didad con alumnos, hace posible anali- Amorrortu, 1992.
Lacan, Jacques. Seminario X: la angustia.
34
Argentina, Paidós, 2006.
Ibid., p. 78.
35
Genevieve Morel, op. cit., p. 20.
175
Fuentes Humanísticas 52 > Cultura y Estudios culturales > Sofía Saad Dayán

Morel, Genevieve. Ambigüedades sexuales: Pereña, Francisco. Cuerpo y agresividad.


sexuación y psicosis. Buenos Aires, México, Siglo XXI, 2011.
Manantial, 2002. Soler, Colette. La maldición sobre el sexo.
Argentina, Manantial, 2000.
177

Dolores Serrano*

El inglés, lingua franca de la globalización


y su repercusión en diversos
ámbitos sociales y académicos
English, the lingua franca of globalization

Resumen Abstract

Este trabajo revisa las causas que This paper revises the causes that
han hecho del inglés la lingua fran- have made English the lingua franca,
ca, lengua hegemónica, en la época or hegemonic language in today’s
actual. Primeramente se explora el world. First, the concept of lingua
concepto de lingua franca en su con- franca is explored in its historical
texto histórico. Después se analiza context. Then the overwhelming mi-
la hegemonía del inglés como resul- litary, economic, scientific and tech-
tado de los impresionantes avances nological developments of Great
científicos y tecnológicos de La Gran Britain and of the United States of
Bretaña y de Los Estados Unidos de America are pointed out as the for-
América. Finalmente se aborda algu- ces behind the spread of the English
nas consecuencias de la suprema- language. Finally some implications
cía de la lengua inglesa en el ámbito of the dominance of English in the
académico. academic field are considered.

Palabras clave: Lingua franca, hege- Key words: Lingua franca, hegemony,
monía, avances tecnológicos, suprema- technological developments, dominan-
cía, globalización ce, globalization

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 177-190
Fecha de recepción 27/01/2015 > Fecha de aceptación 01/06/2015
dolores_usc11@yahoo.com

*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
178
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...

Introducción India y su periodo de mayor influencia se


ubica entre los años 300 a.C. a 650 d.C.

E ste trabajo se propone revisar algunos


factores que han intervenido para que
el inglés se haya convertido en la lingua
Se han encontrado inscripciones antiguas
en arameo en Grecia, Afganistán, India,
Arabia del Norte y Egipto. Además de ha-
franca, lengua común, hegemónica, en la ber sido desplazado por el griego, lengua
época actual y se refiere a los procesos de llevada a amplias regiones del mundo por
la globalización como impulsores de tal el conquistador Alejandro Magno, más
hegemonía. tarde el arameo también fue desplazado
Primeramente se explora el concepto por el latín de los conquistadores roma-
de lingua franca y se hace referencia a al- nos, y a pesar de ello, logró sobrevivir. Hoy
gunas linguas francas de la antigüedad. en día aún se habla en algunos pueblos
Después se revisa el surgimiento del in- de Palestina.1
glés como la lengua hegemónica en el Según Philippe Wolff, hacia el año dos
mundo globalizado. Finalmente se abor- mil antes de Cristo las lenguas imperantes
dala relación entre la lengua inglesa y su en las regiones del Indostán al Atlántico
influencia en el mundo globalizado, Mé- y de la península escandinava al Medite-
xico incluido. rráneo eran lenguas derivadas del indo-
europeo. Debido a que en aquel tiempo
muchas lenguas eran habladas y todavía
Las lenguas francas no había registros escritos, no se pueden
del mundo antiguo hacer afirmaciones muy precisas sobre
ellas. Sin embargo, cuatro grupos lingüís-
En el transcurso de la vida humana, la ticos dejaron algunos registros de su exis-
necesidad de los individuos de explorar tencia: el hitita, el indoario, el griego y el
tierras desconocidas, interactuar con otros itálico. Ello ha permitido saber algo so-
grupos sociales, intercambiar mercancías, bre estas familias lingüísticas.2
información y cultura ha propiciado el
contacto entre pueblos con diferentes
lenguas, culturas y formas de vida. Evi- El latín como lengua franca
dentemente, los hombres han tenido que
buscar formas de vencer las barreras de la El latín surgió del itálico y fue la lengua de
comunicación y de este esfuerzo, o de los habitantes del Lacio desde el siglo vii
procesos imperialistas, han surgido las antes de Cristo; es un hecho conocido que
linguas francas. de este idioma surgieron las lenguas ro-
Una lingua franca se puede definir co- mánicas. Con la expansión del Imperio
mo aquella que es usada por diferentes Romano, el latín se impuso en todos sus
grupos sociales para comunicarse cuando dominios y logró eliminar otras lenguas
no hay una lengua común para hacerlo. derivadas del itálico, como el umbrío y el
Es probable que el arameo, lengua-
je del Imperio Persa, pudiera haber sido
1
la primera lengua franca en el mundo. El Vid. Philippe Wolff, Origen de las lenguas occiden-
tales.
arameo fue hablado desde Egipto hasta la 2
Ibid., pp. 28-45.
179
Fuentes Humanísticas 52 > Educación y comunicación > Dolores Serrano

osco, que terminaron por desaparecer. tonces las lenguas nativas se extinguían
Esta eliminación fue consecuencia de la como sucedió en la Galia y en la Península
conquista y del sometimiento de los pue- Ibérica. Hubo excepciones, como es el caso
blos invadidos, lo que en este caso hizo del griego, que se mantuvo hasta la Edad
posible la imposición del latín como lingua Media en las colonias griegas de la Galia,
franca en las vastas regiones conquista- desde Niza hasta Ampurias. Wolff afirma
das por los romanos. que hoy en día aún se habla el griego de
Wolff afirma que el latín fue una de las entonces en algunas pequeñas poblacio-
muchas lenguas que se hablaban en el Im- nes de esas zonas. 4
perio Romano, pero éste expandió el idio- En los casos en los que el latín no
ma por todos sus territorios y lo convir- trascendió a las zonas rurales, sino que se
tió en la lengua de la administración en casi quedó en las ciudades, con la caída del
en toda la parte oriental de sus dominios. Imperio Romano, también las urbes su-
Algunas lenguas de las regiones conquis- cumbieron y con ellas la lengua de Roma.
tadas, como el griego y el arameo, ofre- Para inicios del Siglo iii a. C. el latín ya ini-
cieron resistencia y lograron subsistir. ciaba su desaparición. Algunas lenguas
El Imperio Romano extendió su len- rurales permanecieron, tal fue el caso del
gua “desde los confines de Escocia hasta inglés antiguo en Bretaña, Inglaterra.
el oriente helenístico, y de la actual Ru-
mania a las columnas de Hércules, aunque
no sin resistencia encarnizada por parte La lengua inglesa
de las poblaciones sometidas”.3 Si bien
Wolff menciona que el latín fue la lengua El inglés forma parte de la familia de len-
de la administración romana, fue también guas indoeuropeas; el germánico, uno de
la lingua franca del imperio, es decir, la los grupos lingüísticos descendiente del
lengua que permitía intercambios de todo proto-indo europeo, se considera la len-
tipo con los pueblos sometidos. gua madre del inglés.
Cuando los conquistadores sometían A diferencia de otras lenguas, el origen
alguna región, establecían su aparato de del inglés puede ser ubicado con cierta
gobierno, creaban escuelas donde se en- certeza porque surgió de un movimiento
señaba el latín e instalaban centros de es- migratorio de las tribus de anglos, saxons
parcimiento. Tal actividad era polo de y jutes, que se establecieron en el siglo v
atracción tanto de las poblaciones urbanas en la Isla Bretaña con fronteras bien defi-
como de las rurales, de modo tal que los nidas por el mar. Estos grupos hablaban
pueblos conquistados veían la necesidad una variedad de lenguas indoeuropeas que
de aprender la lengua de sus invasores. no guardaban ninguna relación con el
En estas regiones surgió un bilingüismo, celta y el latín de los habitantes de la isla.
esto es, los nativos hablaban su propia Lo más probable es que el inglés antiguo
lengua pero también aprendían el latín; se formara de las lenguas indoeuropeas
cuando finalmente el idioma imperial ter- de estos inmigrantes y de la influencia del
minaba por desplazarlas e imponerse, en-

3
Ibid., p. 37. 4
Ibid., p. 22.
180
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...

latín y el celta de los habitantes de la re- throughout Europe? Ask the legions of
gión después de varias generaciones.5 the Roman Empire.7
El inglés inició su expansión en una
escala local en las islas británicas, ahora Los procesos colonizadores del Imperio
Gales, Escocia e Irlanda, con los movi- Británico llevaron el inglés a todos los con-
mientos migratorios de las tribus mencio- tinentes en los que invadió pueblos, esta-
nadas. Luego siguió su mayor expansión bleció colonias y en donde los nativos se
con las expediciones de la Gran Bretaña vieron obligados a aprender su lengua, em-
a Norte América, hoy Estados Unidos, presa realizada no precisamente con gen-
Canadá y el Caribe, entre los años 1500 y tileza. Más adelante, con el desarrollo in-
1600. Hacia el siglo xvii, el ímpetu colo- dustrial, tecnológico y los avances de las
nialista de la Gran Bretaña la llevó a in- ciencias, la lengua inglesa empezó a expan-
cursionar en Australia y Nueva Zelanda, dirse de manera global para la realización
Sudáfrica, el sureste de Asia y el Pacifico de transacciones de diversa índole con
del sur, llevando el inglés a estas regio- otros pueblos.
nes. Así, el inglés británico, la lengua de los Crystal considera que la Revolución
colonizadores, se convertiría en la lengua Industrial, iniciada en el siglo xviii en la
de poder en las regiones subyugadas.6 Gran Bretaña, fue la gran detonadora del
Evidentemente las conquistas se ha- uso global del inglés: el impulso de esta
cen con el poderío militar; sin embargo, lengua inició con la colonización empren-
además de la fuerza militar de los pue- dida por el Imperio Británico, siguió for-
blos, el poderío económico de éstos y su talecida por los desarrollos tecnológicos
capacidad para expandirse son factores y de ahí se expandió a otros países. Gran
determinantes en la imposición de su len- Bretaña fue líder en el desarrollo industrial
gua, tal como ocurrió con la expansión y comercial; luego, fueron los Estados
del inglés y, como David Crystal recuerda, Unidos de Norteamérica los que, a finales
con la expansión del griego y del latín en del mismo siglo, hicieron crecer su econo-
su tiempo: mía mundialmente y fue así que los inter-
cambios internacionales de diversa índole
Why did Greek become a language of in- dieron al inglés un carácter hegemónico.
ternational communication in the Middle El desarrollo industrial de principios
East over 2,000 years ago? Not becau- del siglo xx en la Gran Bretaña empezó a
se the intellects of Plato and Aristotle: expandirse de manera global. La tecnolo-
the answer lies in the swords and spears gía de entonces: el telégrafo, el teléfono y
wielded by armies of Alexander the la radio, permitieron intercambios comer-
Great. Why did Latin became known

7
Ibid., p. 7. ¿Por qué el griego se convirtió en la len-
gua de la comunicación internacional en el medio
oriente hace más de 2000 años? No fue por el
intelecto de Platón y el de Aristóteles: la respuesta
5
David Graddol, “The decline of the native speaker”, está en las espadas y lanzas empuñadas por los
English in a changing world, p. 59. ejércitos de Alejandro Magno. ¿Por qué el latín se
6
David Crystal, English as a global language, pp. dio a conocer por toda europa? Habría que pre-
24-63. guntar a las legiones del Imperio Romano.
181
Fuentes Humanísticas 52 > Educación y comunicación > Dolores Serrano

ciales diversos a nivel internacional. Los cias en la economía, la defensa, la polí-


medios de comunicación: periódicos, ra- tica, la cultura, la ciencia, la tecnolo-
diodifusión, televisión, inician la difusión gía, las comunicaciones, los hábitos de
de información, cultura y entretenimiento vida, las formas de expression, etc.10
a nivel global. Nuevamente el liderazgo de
los países de habla inglesa en estas áreas Los intercambios, interconexiones e inter-
fortalece la presencia de su idioma en dependencias entre pueblos del mundo
el mundo. Se puede decir que estos acon- se han dado siempre, pero ahora este
tecimientos posicionan a la lengua inglesa proceso se ha intensificado, las nuevas
como la lingua franca de la globalización. tecnologías le han dado una dimensión
Hoy en día el inglés es la lengua más especial y la lengua inglesa, que es la que
hablada en los seis continentes; en el Rei- nos ocupa, tiene un papel protagónico en
no Unido, Norte América y Australia es el el proceso.
idioma principal; en África, la India y el su- Para Sacristán el fenómeno de la glo-
reste de Asia es primera o segunda. Y se balización es una:
puede afirmar que es la lengua extranje-
ra más usada en el mundo.8 Según datos [...] cualidad inherente al carácter com-
del Consejo Británico, para el año 2011 partido que tiene toda cultura […]. La esen-
el número de hablantes del inglés como cia del existir de la cultura como algo
lengua materna era de 375 millones y vivo es el ser compartida, el que englobe
como segunda lengua, de 375 millones en a individuos. En este sentido, para su
el mundo. Además, se considera que cer- existencia y pervivencia, toda cultura
ca de 750 millones hablan el inglés como presupone una cierta dinámica de expan-
lengua extranjera. El inglés tiene un status sión o de captación de individuos.11
oficial o especial en por lo menos 75 paí-
ses, con una población total de cerca de Así, para este autor los seres humanos se
dos billones de personas.9 agrupan en torno a la cultura que cons-
truyen, y la propia cultura ayuda a inte-
grarlos; los individuos se desarrollan y cre-
Globalización en su dimensión cen únicamente por medio de los vínculos
cultural y neoliberalismo sociales que establecen con su comuni-
dad, tales como su lengua, religión, forma
Según J. Gimeno Sacristán de vida, etcétera. De modo que es la co-
munidad la que conforma al individuo y
En términos generales globalización sig- éste se desenvuelve en el mundo gracias
nifica el establecimiento de intercone- a la creación de redes de convivencia y
xiones entre países o partes del mundo de interdependencia con su grupo social.
intercambiándose formas de vivir de sus La cultura que crea le permite “darle sen-
pueblos […] generándose interdependen- tido al mundo” y este sentido lo arraiga o

8
Vid. ibid. 10
J. Gimeno Sacristán, Educar y convivir en la cultura
9
Vid. la página del British Council, http://englishagen global, p. 76.
da.britishcouncil.org/ 11
Ibid., p. 80.
182
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...

“ancla” en su grupo social. Pretender “con- Y también señala la ingerencia contunden-


servar las culturas intactas como si fuesen te de organismos internacionales como la
fósiles petrificados resulta contrario a la ocde, el Banco Mundial en las políticas
pluralidad. Las culturas son dinámicas y educativas en países afines.
cambiantes por la propia apropiación que Muy importante es su afirmación de
de ellas hacen los sujetos”.12 que la globalización entiende la educación
Es decir, para que la cultura exista tiene como “mercancía sometida a las deman-
que ser compartida por los miembros de un das del mundo laboral” lo que evidente-
grupo social y para que una cultura se pre- mente deja en segundo plano el desarrollo
serve necesita expandirse. Entonces, des- del sujeto, de la sociedad y de la democra-
de esta perspectiva, el proceso globaliza- tización del conocimiento. Del mismo mo-
dor, según el autor, favorece la expansión do reconoce que la globalización bajo el
cultural. Desde luego que el proceso glo- modelo neoliberal economicista está in-
balizador concita opiniones opuestas; hay terfiriendo con la educación como dere-
quienes lo ven como civilizador, y hay quie- cho universal de los individuos y está
nes ven en él la amenaza del dominio ava- imponiendo parámetros de calidad pro-
sallador de los países dueños de la tecno- pios de tal doctrina.
logía y la riqueza sobre los países débiles y
por lo tanto temen la perpetuación de las
desigualdades y marginación de grandes Globalización y neoliberalismo
núcleos poblacionales.
Sacristan hace notar que el predomi- Sue Wright también hace notar que glo-
nio de la ideología neoliberal en el pro- balización es un concepto que divide a
ceso de globalización de las economías ha los investigadores sociales; sin embargo,
traido repercusiones desastrosas para la hay dos facetas que son reconocidas por los
educación, entre otras, la reducción de grupos opuestos como parte integral de
la inversión en este rubro y el consecuente este fenómeno: la conquista del espacio
deterioro de los sistemas educativos. Asi- geográfico y la interacción en tiempo real
mismo, señala que las economías globali- a escala global.14
zadas de diferentes países reflejan: Hoy en día, los flujos casi instantá-
neos de todo tipo de mercancías, infor-
[...] una especie de pensamiento único, mación y cultura en todos sentidos deri-
pedagógico que, hasta el momento, ha van de las dos facetas mencionadas. Basta
impuesto, por ejemplo, la rendición de que en los asentamientos humanos más
cuentas no equilibrada para muchos, la apartados haya electricidad para que la
obsesión por el control, el gerencialismo, tecnología se encargue de hacer llegar cú-
la privatización, los modelos de innovar mulos de información de otras partes del
o las reformas educativas.13 orbe a millones de individuos. Las tecnolo-
gías, televisión satelital, sitios web, correo
electrónico, redes sociales, etc. han per-

12
Ibid., p. 81. 14
Sue Wright, Language Policy and Language Planning.
13
Ibid. From Nationalism to Globalization, pp. 157-178.
183
Fuentes Humanísticas 52 > Educación y comunicación > Dolores Serrano

meado por todo el planeta; por lo tanto, la El inglés, la lengua


difusión y divulgación de diversas formas de la globalización
de vida necesariamente está causando al-
gún impacto en los receptores y actores Con frecuencia se habla de la necesidad de
locales pues el poder de penetración de aprender inglés porque el mundo globa-
estos medios es inobjetable. Sin embargo, lizado lo demanda. En México, su ense-
no se puede pasar por alto el hecho de que ñanza ya se instrumenta y refuerza en
existen en el mundo innumerables comu- todos los niveles educativos y las univer-
nidades que no cuentan con la infraestruc- sidades elevan las exigencias del manejo
tura elemental para acceder a la tecnología. de esta lengua a los estudiantes; los ins-
Para Wight, el modelo de economía titutos privados de inglés aumentan sus
neoliberal también ha marchado conco- matrículas y ganancias, y los padres de fa-
mitantemente con la globalización; las milia empiezan a exigir su enseñanza don-
economías fuertes han ejercido presiones de aún no se inicia. Hay noticias de que
sobre las débiles para reestructurar tanto medidas similares se llevan a cabo en mu-
empresas públicas como privadas en el chas partes del mundo.17 No se sabe cuá-
marco de este modelo económico. Se- les serán los alcances de este proceso y la
gún estadísticas proporcionadas por orga- incertidumbre hace que surjan preguntas
nismos y agencias internacionales, tales respecto a su avance y consecuencias.
como el Banco Mundial, el Fondo Moneta- El predominio de la lengua inglesa en
rio Internacional, la ocde y otras, bajo el diversas esferas de la vida de los países,
régimen neoliberal, los niveles de pobreza según Crystal, se consolida a principios del
han aumentado escandalosamente en el siglo xviii; al término de la Primera Guerra
mundo. Del mismo modo hay abundantes Mundial, en 1919, los países vencedores,
noticias sobre el acaparamiento de la ri- entre ellos Gran Bretaña, por mandato
queza en unas cuantas manos con la con- de la Liga de las Naciones, hoy onu, to-
secuente desigualdad y pauperización de man en sus manos el control de los vas-
las grandes mayorías.15 tos territorios ganados a los países ven-
Lo anterior plantea retos especial- cidos. El inglés se convierte en uno de los
mente a los grupos sociales más débiles en dos idiomas oficiales de la onu en sus
todo el mundo; no obstante, la desigual- más de cincuenta y cinco órganos, pro-
dad y la marginación crecen no solamen- gramas, agencias, comisiones y otros.
te en los países “en desarrollo” sino que De acuerdo con el Union of Inter-
ahora incluye a amplios sectores de los national Associations’ Yearbook (Anuario
países globalizadores o países poderosos de La Unión Nacional de Asociaciones In-
como Estados Unidos.16 ternacionales), citado por Crystal,18 para
los años 1995-1996 se contaba con 12,500
asociaciones miembros de esta Unión.
15
Rolando Cordera, “Frente a la desigualdad, el res- De esta cifra, 85% usa el inglés como la
cate del desarrollo”, entrega en tres partes, La Jor-
nada, 12 de octubre de 2014, p. 21. 9 de octubre de
2014, p. 26 de septiembre de 2014.
16
Joseph Stiglitz, en Julio Boltvinik, ”El rentismo y 17
Adam Minter, “English in China”, The News, 27 de
la construcción de una sociedad muy desigual”, La mayo de 2014, p. 9.
Jornada, 13 de junio de 2014, p. 28. 18
David Crystal, op. cit.
184
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...

lengua oficial en sus actividades y mu- educados en esta lengua, quedó sin par-
chas de estas asociaciones restringen sus ticipación de las enormes riquezas pro-
conferencias al uso exclusivo de este idio- ducidas con los recursos de su país, así
ma; éste es el caso de cientos de asocia- como de las decisiones políticas que los
ciones tanto científicas como académicas, afectaban.
deportivas, de editores, de negocios, et- James Tollefson, quien analiza la ideo-
cétera, que si bien admiten otras lenguas logía de las políticas lingüísticas desde la
como oficiales, imponen el uso del inglés perspectiva de la teoría social de autores
en sus reuniones, publicaciones y corres- como Habermas, Giddens y Foucault, ha-
pondencia. Decisiones de este tipo le ce notar que la educación en el mundo se
han dado un mayor impulso al uso de es- asocia con la clase económica: los indi-
ta lengua.19 viduos con mayor escolaridad alcanzan
Para Robert Phillpson,20 desde la fa- los salarios bien remunerados a diferencia
se expansionista del Imperio Británico, la de los que no logran avanzar en su esco-
imposición del inglés en sus colonias tuvo laridad. El autor destaca que en el sistema
intenciones particulares. En la India, se- económico actual, la división del trabajo
gún documentos que él refiere, el pro- necesita de un número reducido de técni-
pósito era “educate a class of Indians who cos y administradores y de un grupo nu-
could function as interpreters between meroso de mano de obra no calificada o
the British colonial power and the mi- semi-calificada con diferentes destrezas
llions of Indians they governed”.21 Así, por y escolaridad para servir a la economía.
ejemplo, el manejo del inglés por parte De este modo las escuelas sirven como
de la élite india, educada en esta lengua, el filtro para la selección de la fuerza
era considerado un signo de prestigio y a de trabajo y determinan quienes van a qué
la vez de cercanía al poder. trabajos y con qué salarios.23
Por su parte Alastair Pennycook22 Dentro de esta perspectiva, las polí-
afirma que así como hubo la imposición del ticas lingüísticas de un país se interpretan
inglés en las colonias, también se impedía desde el contexto de su papel de servir a
y restringía su uso según las necesidades los intereses del Estado y a los grupos
de los colonizadores. Lo anterior dio ori- de poder que lo dominan. Esta postura di-
gen a una división social: por un lado el fiere de la dominante, llamada “enfoque
grupo de aristócratas nativos que compar- neoclásico”, que percibe las políticas lin-
tían el poder con los británicos y eran sus güísticas como resultado de la magna-
aliados; por el otro, el resto de la pobla- nimidad del Estado para satisfacer los
ción, que por desconocer el inglés y no ser intereses nacionales, postura que ignora
el papel del Estado en la creación y man-
tenimiento de desigualdad.
19
Ibid. Desde el análisis crítico usado por
20
Robert Phillipson, Linguistic Imperialism, p. 110. Tollefson la lengua es factor determinante
21
Ibid., p. 110. “Educar a una clase social de indios
quienes funcionarían como intérpretes entre el en la distribución del poder político y los
poder colonial británico y los millones de indios a
quienes gobernaban.”
22
Alastair Pennycook, The cultural politics of English 23
James Tollefson W., Planning language, planning
as an international language, pp. 73-103. inequality, pp. 3-21.
185
Fuentes Humanísticas 52 > Educación y comunicación > Dolores Serrano

recursos económicos. Las políticas lingüís- entre los individuos. Para este autor, las
ticas vienen a ser un mecanismo que usa políticas que requieren que todos apren-
el Estado, y los grupos de poder deciden dan una lengua dominante es en aparien-
qué lengua o lenguas serán las hegemó- cia una solución de “sentido común” a
nicas en un país y en ocasiones quienes problemas de comunicación en la socie-
serán entrenados para aprenderlas. dad. El razonamiento parece ser que si las
minorías lingüísticas aprenden la lengua
That is, language policy is one mechanism dominante, entonces las desigualdades
for locating language within the social desaparecerán, pero no es así. Los sis-
structure so that language determines temas económicos neoliberales marcan
who has access to political power and eco- otros rumbos, y este argumento es un ar-
nomic resources. Language policy is one gumento ideológico “de sentido común”,
mechanism by which dominant groups usado por las instituciones para legitimar
establish hegemony in language use.24 la exclusión.
Por ideología se entiende los supues-
tos que se perciben como sentido común
El inglés en el sistema educativo y que se usan para justificar políticas en
en México que se sustenta la desigualdad y la ex-
clusión de los afectados, quienes son in-
En México, ya hace tiempo que en las uni- conscientes de la manipulación implícita
versidades el conocimiento de una len- en estos argumentos. De hecho, Tollefson
gua extranjera, principalmente el inglés, afirma que el ejercicio del poder se basa,
se ha convertido en un criterio para que los entre otros, en la fabricación de supuestos
alumnos puedan recibir su título de licen- de este tipo.
ciatura, tener acceso a los posgrados y en
muchos casos, es un requisito para que The exercise of power depends upon co-
algunas compañías acepten solicitudes ercion […] and upon the manufacture of
de trabajo de los egresados universita- consent, which refers to the capacity
rios. Como es de esperar, muchos egre- of dominant groups to gain consent for
sados de universidades públicas no cu- existing power relationships from those
bren esta exigencia. in subordinate positions. Ideology con-
Según Tollefson,25 cuando la lengua es tributes to the manufacture of consent
un requisito para tener acceso a la edu- because it leads to (ideological) assump-
cación y al empleo, ésta se convierte en tions about right and wrong, acceptable
un factor de división social y económica and unacceptable behavior.26

24
Ibid., p. 9. “Esto es, las políticas lingüísticas son
un mecanismo para ubicar a la lengua dentro de 26
Ibid., p. 11. Cf. Herman and Chomsky, en James To-
la estructura social de modo que la lengua deter- llefson W., Planning language, planning inequality,
mine quién tiene acceso al poder político y los re- pp. 3-21. “El ejercicio del poder depende de la
cursos económicos. Las políticas lingüísticas son coerción […] y de la fabricación de consenso, lo que
un mecanismo por medio dell cual los grupos se refiere a la capacidad de los grupos dominantes
dominantes establecen la hegemonía del uso de para imponer la aceptación de los subordinados
la lengua.” de las relaciones de poder existentes. La ideología
25
Ibid. contribuye a la fabricación del consenso porque
186
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...

Entonces se puede entender que los su conoce que la lengua juega un papel cen-
puestos ampliamente difundidos que se re- tral en la construcción y cohesión de las
fieren al manejo del inglés como la herra- sociedades humanas y al mismo tiempo
mienta para lograr mejores trabajos y sa- señala su papel en la distribución de poder
lario y éxito en la vida son ejemplos de y de recursos de las sociedades.
ideología. No es casual que la publicidad Con el argumento de la economía glo-
de las escuelas de enseñanza del inglés balizada, presiones de tipo económico y
y de lenguas extranjeras dominantes usen político están propiciando que muchos
estos argumentos para atraer clientes. La países adopten medidas para la implan-
exigencia de un manejo sólido de la len- tación de la lengua inglesa en sus siste-
gua inglesa para poder obtener el grado mas educativos. En México se ha decidido
en las universidades, así como el aparente que esta lengua sea requisito para titula-
acuerdo entre gobierno y empresas para ción en universidades y requisito laboral
hacer del dominio del inglés un requisito en muchas industrias. Sin embargo, habría
para obtener un empleo, podrían estar ba- que constatar en qué medida el uso del
sados en estas suposiciones ideológicas inglés es realmente requerido en estas ins-
de la clase en el poder. tituciones. Es probable que ante el núme-
En México se puede argumentar que ro de egresados universitarios solicitan-
el gobierno está haciendo grandes es- do una única plaza laboral, ésta se otorgue
fuerzos para enseñar inglés a millones de a quien habla inglés, aunque no sea real-
personas y que la gente lo pide. Habrá que mente utilizado en el trabajo cotidiano.
averiguar las posibilidades reales de lograr Wright hace notar el posible surgi-
un manejo sólido de la lengua inglesa en miento de una identidad global emanada
los contextos prevalececientes. Asimismo, del tipo de intercambios, interconexiones
es necesario considerar los incentivos que e interdependencias propios de la globali-
ofrece a los alumnos el estudio de una len- zación y de la tecnología y redes sociales
gua extranjera cuando paralelamente a que la acompañan, en la cual el inglés tie-
la instrumentación de estos programas, ne un papel protagónico:
están vigentes condiciones rampantes de
desempleo y desigualdad de oportuni- [...] the role of English in globalization […]
dades en el mercado laboral. enables the flows, networks and struc-
tures of an increasingly postnational
system. It is the medium that allows in-
La globalización y la identidad dividuals to transcend their group mem-
bership, and this is what people appear
Sue Wright considera que al mismo tiem- to want to do.27
po que las lenguas permiten la comunica-
ción entre los grupos sociales, también Según el diccionario, la palabra postnacio-
juegan un papel importante en la forma- nal significa “perteneciente a un tiempo
ción de la identidad grupal. La autora re-
27
Sue Wright, op. cit., p. 177. “El papel del inglés en la
conduce a concepciones sobre lo bueno y lo malo, globalización […] facilita los flujos, redes y es-
lo aceptable y lo inaceptable.” tructuras de un creciente sistema.”
187
Fuentes Humanísticas 52 > Educación y comunicación > Dolores Serrano

o actitud en los que la identidad de una versas áreas del conocimiento. También
nación ya no es importante”.28 Se podría se necesita saber el inglés para ser miem-
pensar que los enormes flujos de informa- bro de una agrupación científica interna-
ción y velocidad de los servicios prestados cional y poder publicar trabajos de inves-
por la tecnología pudieran desembocar tigación, pero hasta hoy esta exigencia
en influencias más contundentes, como la responde más a la necesidad de comu-
aspiración a una identidad postnacional nicarse en una lengua común que a “que-
del sentido de identidad de los pueblos rer trascender la pertenencia de grupo”.
globalizados, según lo vislumbra Wright. Por otra parte, se puede entender que
La afirmación de Wright de que den- si las tecnologías actuales proporcionan
tro el marco de la globalización el inglés información abundante y permiten al indi-
es el medio que permite a los individuos viduo enterarse simultáneamente de lo
trascender su pertenencia de grupo y que que está sucediendo en el mundo, se hace
esto es, “lo que la gente parece querer”, se necesario el uso de una lengua única y el
asemeja mucho a un argumento ideoló- inglés, en los hechos, ya está funcionando
gico. En todo caso no es que los sujetos como lingua franca en muchas partes del
quieran cambiar de identidad, sino que orbe: “Once there is access to audio visual
el poderío de los países de habla inglesa, and information technologies, it is only
su hegemonía en todas las áreas de la glo- language that constrains the choice of
balización: política, científica, educativa, news source and virtual group.”29
entretenimiento, así como la fuerza de su La afirmación de Wright parece impli-
promoción, parece tener la intención de car el uso de una lengua como consecuen-
dirigirlos hacia ese camino. cia natural de la necesidad de comunicación
Es posible que la imposición del inglés y no contempla que esta necesidad es fi-
esté implicando cambios en la identidad nalmente una imposición derivada del pa-
de los individuos globalizados, la penetra- pel hegemónico de los países de habla in-
ción cultural apabullante del “American glesa en el campo de las tecnologías de la
way of life”, sin duda ha tenido impacto información, imposición que coloca a los
en diversas áreas de la vida de los mexica- países llamados periféricos en una situa-
nos. No se descarta que algunos grupos de ción de desventaja lingüística que podría
las élites de poder aspiren a modificar su restringir su acceso a las ventajas de la
identidad y acercarse más a la de sus pares globalización.
dominadores, aunque habría que analizar Tanto Sacristán como Wright afirman
el tema con profundidad. que en el proceso de globalización no hay
Se sabe que los investigadores, profe- marcha atrás, por lo que todo intento de
sionistas de diferentes áreas, estudiantes resistencia va directo al fracaso. Por lo
de las universidades y otros necesitan del tanto, Sacristán considera necesario pre-
inglés para tener acceso a fuentes biblio- parar a los individuos para que puedan
gráficas, así como para participar en in-
tercambios académicos y científicos en di-
29
Sue Wright, op. cit., p. 159. “Una vez que hay acce-
so a las tecnologías visuales y de información, es
28
Vid. www.wordnik.com/words/postnational [13 de la lengua lo único que restringe la elección de la
octubre de 2014]. fuente informativa y el grupo virtual.”
188
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...

integrarse a la nueva situación y reconoce del Protocolo de Kioto en defensa del me-
que los pueblos justificarán su resistencia dio ambiente.
cuando sus derechos y dignidad se vean En efecto, la fuerza del proceso glo-
afectados. El uso de la lengua materna es- balizador parece imparable. No obstan-
tá contemplado dentro de los Derechos te, en el ámbito educativo no se puede ser
Humanos, por lo que habría que ser cui- acrítico frente a los mandatos de las orga-
dadosos con la imposición de una len- nizaciones de poder mundiales y aplicar
gua extranjera. de manera apresurada e indiscriminada
En todos estos aspectos se observa medidas que pudieran propiciar la exclu-
que, si bien la economía globalizada afec- sión de algunos investigadores y estudian-
ta a toda la humanidad, son los grupos tes de sus fuentes de estudio y trabajo.
de poder los que reciben los beneficios, de Los exámenes de certificación de inglés
modo tal que la ampliación de la brecha en algunas universidades pudieran estar
entre países pobres y países ricos se ha pro- excluyendo talentos. El requisito de tener
fundizado: “Globalization has not meant que pasar exámenes de certificación para
that the economic system treats us equally poder titularse, continuar con un posgra-
but it has meant that one global system do y/o acceder a un empleo ha paralizado
affects the vast majority of humanity.”30 los proyectos personales de muchos es-
Reconocimiento explícito de las desigual- tudiantes e investigadores, por lo que la
dades del fenómeno globalizador. medida, con todas sus implicaciones, de-
En el mundo, el descontento por al- biera de ser revisada con profundidad.
gunas consecuencias derivadas de la glo- El hecho es que hoy en día el uso in-
balización se manifiesta cotidianamente glés es necesario, y no podemos evitarlo.
de diversas formas. Basta acceder a los No obstante, el dominio de esta lengua si-
medios de información para enterarse de gue favoreciendo a las élites dominantes
marchas y protestas globales contra el y, como antes se mencionó, no hay ma-
deterioro ambiental, el despojo de sus tie- nera de que, por saber inglés, las comuni-
rras a pueblos con recursos explotables, la dades en desventaja asciendan la escala
corrupción de los gobiernos, el aumento socio-económica; la economía está pen-
del desempleo, la desigualdad económica sada para que esto no suceda. A pesar de
y social, los índices de criminalidad, etcé- ello, el dominio de lenguas ofrece enor-
tera. Por más que haya instancias regula- mes ventajas; favorece la ampliación de los
doras para enfrentar estos problemas, los horizontes culturales y el desarrollo inte-
grupos de poder las ignoran sin consecuen- lectual de los individuos, permite diversos
cia alguna. Un ejemplo de ello es el conoci- tipos de intercambios con otros pueblos,
do desacato del país más poderoso del propicia el entendimiento de otras formas
mundo, Estados Unidos, de los acuerdos de vida, razones muy sólidas para impul-
sar su aprendizaje. Lo anterior explica por
qué las universidades ofrecen programas
de lenguas a sus estudiantes y en muchos
30
Ibid., p. 160. “La globalización no ha significado casos a las comunidades externas cerca-
que el sistema económico trata equitativamente a nas a las instalaciones universitarias.
todos, sino que el sistema global afecta a la gran
mayoría de la humanidad.”
189
Fuentes Humanísticas 52 > Educación y comunicación > Dolores Serrano

Discusión ferentes carreras universitarias tienen


diferentes necesidades en relación a su
Los grupos humanos han necesitado, des- manejo del inglés, pero en algunos casos
de siempre, lenguas que les permitan la tal necesidad no existe. Es urgente refle-
comunicación con sus pueblos vecinos. Por xionar críticamente sobre esta exigencia y
lo general, la eterna lucha de unos grupos buscar fórmulas que atiendan las necesi-
por dominar a los otros ha devenido en la dades reales de los alumnos según sus re-
imposición de la lengua de los vencedores. querimientos académicos. Al implantar
Los vencedores imponen su lengua por la una misma medida para alumnos con dife-
necesidad de administrar los recursos tan- rentes necesidades académicas se corre
to materiales como humanos de los pue- el riesgo de estar usando el manejo del
blos conquistados y asegurar su dominio inglés como se hacía en las antiguas co-
sobre ellos. lonias inglesas: un medio para la división
La expansión del inglés en el mundo de clases.
en años recientes no ha sido por medio de Si como lo reconoce Wright, la glo-
invasiones armadas, sino por el impacto balización trae consigo desigualdades,
mundial de los enormes avances de los evitemos que la lengua de la globalización
pueblos de habla inglesa en los desarro- las ahonde y permitamos que los alum-
llos tecnológicos, científicos y culturales. nos aprendan esta lengua cuando su ver-
Los gobiernos de los países en desarro- dadera necesidad, vocación e interés los
llo como México han accedido a implantar conduzcan a apropiarse de ella.
la enseñanza-aprendizaje del inglés por las
presiones ejercidas por organizaciones
mundiales a las que pertenecen. No obs- Bibliografía
tante, en muchos casos se han manejado
argumentos ideológicos para manipular a Crystal, David. English as a global langua-
las poblaciones más desprotegidas de la ge. United Kingdom, CUP, 1997.
sociedad: situación inaceptable. Graddol, David. “The decline of the nati-
Si como dice Wright, la gente lo pide, ve speaker”. En English in a chan-
ciertamente así es en algunos casos, pe- ging world. London edited by David
ro a la luz de los argumentos de Tollefson Graddol y Ulrike H. Meinhof, AILA,
habría que preguntarse si la manipulación 13, 1999.
mediática, que representa los intereses de Pennycook, Alastair. The cultural politics of
los grupos de poder, es la que ha creado English as an international language.
esta aspiración. Habría también que cues- London, Longman, 1994.
tionar si es posible que el dominio de la Philipson, R. Linguistic Imperialism. Ox-
lengua hegemónica en el mundo, el in- ford, Oxford University Press, 1992.
glés, lleve a quienes la aprenden a trascen- Sacristán, J. Gimeno. Educar y convivir en la
der las desigualdades socio-económicas cultura global. Madrid, Morata, 2002.
y si este señuelo justifica el requisito de la Tollefson W, James. Planning language,
certificación en todos los casos en las insti- planning inequality. New York, Long-
tuciones educativas. Los alumnos de las di- man, 1991.
190
El inglés, lingua franca de la globalización y su repercusión en diversos ámbitos...

Wolff, Philippe. Origen de las lenguas oc- Minter, Adam. “English in China”. The
cidentales. Madrid, Ediciones Gua- News, 27 de mayo de 2014.
darrama, 1971. (Biblioteca para el Stiglitz Joseph, en Boltvinik, Julio. “El ren-
hombre actual) tismo y la construcción de una so-
Wright, Sue. Language Policy and Langua- ciedad muy desigual”. La Jornada, 13
ge Planning. From Nationalism to Glo- de junio de 2014.
balization. Great Britain, Palgrave
Macmillan, 2004.
Cibergrafía

Hemerografía www.wordnik.com/words/postnational
http://www.historyworld.net/wrldhis(P
Cordera, Rolando. “Frente a la desigual- laimTextHistories=099·xzz34Hor3
dad, el rescate del desarrollo”. Entre- [consultado 13 octubre, 2014]
ga en tres partes. La Jornada, 12 de oc- British Council, “FAQ’s The English Lan-
tubre de 2014, 9 de octubre de 2014, guage”, British Council, www.british
30 de septiembre de 2014. council.org/learning-faq-the-english-
lan
191

Cecilia Colón Hernández*

Poetisas mexicanas del siglo xix ,


más vivas que nunca

Durante años se consideró que la poesía mexicana del siglo xix había Granillo Vázquez,
Lilia. Románticas
sido escrita mayoritariamente por hombres. La nómina masculina mexicanas,
es extensa, los nombres fluyen con facilidad: Ignacio Ramírez “El poesía femenina
Nigromante”, Guillermo Prieto, Francisco González Bocanegra, Vi- del siglo xix. Las
mejores poetisas.
cente Riva Palacio, Manuel M. Flores, Manuel Acuña, Juan de Dios Prefacio y estudio
Peza… y la lista puede crecer aún más. Sin embargo, ¿dónde quedó introductorio Lilia
la lista de poetisas también del xix?... Sólo el silencio responde, pues Granillo Vázquez,
España, Editorial
a la mente acude con rapidez el nombre de Sor Juana Inés de la Cruz. Académica
No obstante, ella pertenece al siglo xvii; dicho silencio coincide con Española, 2012.
las preguntas que se hace Lilia Granillo en su libro Románticas mexi-
canas, poesía femenina del siglo xix. Las mejores poetisas: “¿Sería
cierto que en México la escritura femenina saltaba de Sor Juana a
María Enriqueta? ¿Pudiera ser que la expresión literaria de las mu-
jeres, en tanto que fenómeno estético, comunicativo y colectivo, no
se hubiera realizado durante más de 300 años?”1
Es curioso que sepamos de varias poetisas del siglo xx, pero
ninguna inmediatamente posterior a Sor Juana; 300 años es mucho
tiempo como para pensar que no hubo ninguna mujer que escribie-
ra un verso de calidad en todos esos siglos. Se sabe que Ignacio
Manuel Altamirano tuvo un proyecto literario muy interesante que
se vio cristalizado en su revista El Renacimiento (1864). En ella dio
cabida a todo aquel o aquella que quisiera escribir sin que sus fi-
liaciones políticas fueran un impedimento, lo importante era que
escribieran bien. Desde esta perspectiva, resultaría impensable

*
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
1
Lilia Granillo Vázquez, Románticas mexicanas, poesía femenina del siglo xix. Las
mejores poetisas, p. 10.

Fuentes Humanísticas > Año 27 > Número 52 > I Semestre 2016 > pp. 191-194
Fecha de recepción 19/04/2015 > Fecha de aceptación 01/10/2015
cecicolon@prodigy.net.mx
192
Fuentes Humanísticas 52 > Mirada crítica > Cecilia Colón Hernández

que dicha publicación cerrara sus puertas a una poetisa por el sólo
hecho de ser mujer; en ese sentido, Altamirano era un hombre de
mente abierta y adelantado a su tiempo; se podría decir, en térmi-
nos modernos, que era incluyente.
La bruma del olvido y la invisibilización comienza a despejarse
cuando, embargada por esta curiosidad y por la reflexión de la su-
puesta falta de escritoras en el xix, Lilia Granillo se dio a la tarea de
buscar a todas aquellas “madres” y “abuelas”, como ella nombra a
las escritoras que preceden a las del siglo xx, pues está convencida
de que la generación espontánea en la literatura y la escritura no es
posible, siempre existen uno o muchos antecedentes aunque no
sean conocidos. Su sorpresa fue enorme cuando al revisar las pu-
blicaciones y los periódicos del xix se encontró con muchos textos:
poemas, crónicas, cuentos escritos por mujeres, algunos firmados
con las iniciales de ellas y otros con pseudónimo; en ambos casos,
la indagación se complica mucho, pero una investigadora acuciosa
y puntual como ella, no tiene obstáculos y pronto esta búsqueda
dio sus frutos. Efectivamente, ninguna escritora se da sola, siempre
hay influencias que a veces son muy difíciles de rastrear porque
se ha creído que los varones son los únicos que han tenido el caudal
emotivo, amén de la costumbre y la capacidad de escribir y dar a
conocer sus textos, pero este libro es la prueba de que no es así.2
En su estudio introductorio, Lilia Granillo deja ver de manera
clara y objetiva el poco reconocimiento que siempre se le dio a la
labor de la escritura femenina. Menciona los casos de antologa-
doras y estudiosas importantes como María del Carmen Millán o
María Edmée Álvarez, conocedoras de la literatura mexicana, en
cuyas historias literarias, las poetisas mexicanas entre Sor Juana
y María Enriqueta no aparecen. Si las propias mujeres que han
estudiado el tema no investigan a fondo para saber si este silencio es
real o sólo por tradición, ¿qué podemos esperar de los varones que
también se han dedicado a esta labor?
Encontrar a las poetisas que poco a poco fueron llenando las
páginas de este libro fue una tarea ardua y tenaz por parte de Gra-
nillo Vázquez. No es difícil imaginarla en las amplias mesas de la
Hemeroteca Nacional hojeando y leyendo los periódicos del siglo
xix, las revistas “femeninas” escritas y dirigidas por hombres, amén
de las revistas realmente femeninas escritas y dirigidas por muje-

Cfr. Lilia Granillo Vázquez, ibid., p. 8. Sólo como dato curioso, en la Historia de la
2

literatura mexicana de Carlos González Peña, tanto Laura Méndez de Cuenca como
Isabel Prieto son las únicas mujeres que están en el apartado del siglo xix.
193
Fuentes Humanísticas 52 > Mirada crítica > Cecilia Colón Hernández

res.3 Se necesita mucho temple y constancia para poder recopilar


poco a poco todo el material poético y la extensa nómina de poe-
tisas que llenaron todo el siglo xix y que por décadas estuvieron
olvidadas entre tanto varón ilustre que escribía.
Al respecto, la propia Lilia Granillo recuerda la famosa anécdo-
ta de cuando Vicente Riva Palacio disfrazó su personalidad bajo el
pseudónimo de “Rosa Espino” y publicó varios poemas amorosos
con este nombre en 1872. Famoso también fue el hecho de cuando a
la “poetisa” se le dio un reconocimiento público como “socia hono-
raria del Liceo Hidalgo”. Fue el propio Riva Palacio quien lo recibió
a nombre de ella por no poder estar en la sesión donde se le otor-
gó dicho reconocimiento. Éste es de los poquísimos casos en que un
hombre recurrió al travestismo literario –como lo denomina Gra-
nillo Vázquez– para poder escribir y publicar poesía. No se pueden
olvidar tampoco las palabras de don Anselmo de la Portilla al darle
a Riva Palacio el nombramiento de “Rosita”: “Para escribir como
ella se necesita tener alma de mujer y de mujer virgen”. 4
La nómina femenina, como ya dije, es enorme: Refugio Barra-
gán Toscano, Rosario Basero, Dolores Cándamo de Roa, Rosa Carre-
to, Rita Cetina Gutiérrez, Dolores Correa Zapata, María Guadalu-
pe Fernández y López, Dolores Guerrero, Josefa Letechipía de
González, Laura Méndez de Cuenca, Mateana Murguía, Isabel Prie-
to de Landázuri, Mercedes Salgar de Cámara, Laureana Wright de
Kleinhans, entre muchas otras. Nombres que todavía suenan poco
familiares para los estudiosos del siglo xix, pero que a partir de
este libro poco a poco irán tomando su justo lugar y dimensión en
la historia de la literatura mexicana; para conocerlas a todas y leer
algunos de sus poemas, yo remito directamente a la lectura del libro
de Lilia Granillo Vázquez.
Este libro, al igual que el de José María Vigil, Antología de poe-
tisas mexicanas. Siglos xvi, xvii, xviii y xix (1893), se convertirá en la
cita obligada de todas aquellas investigadoras e interesadas en el
tema, pues el rescate de la memoria convertida en escritura poéti-
ca de tantas mujeres que hace Lilia Granillo es crucial para la historia
literaria femenina de México.

3
Para más datos sobre la diferencia de perspectiva de estas revistas, remito al
artículo de la propia Lilia Granillo: “Prensa literaria de lo femenino, femenina y
proto-feminista en México: fuentes para su estudio en el siglo xix” que se publicó
en la revista Fuentes Humanísticas, núm. 48.
4
Originalmente esta anécdota fue publicada por la pluma de Francisco Sosa (testigo
de los hechos) en el prólogo que hace al libro Páginas en verso de Vicente Riva
Palacio. Lilia Granillo, op. cit., p. 5.
194
Fuentes Humanísticas 52 > Mirada crítica > Cecilia Colón Hernández

Abrir el texto es abrir la puerta a un mundo desconocido, pe-


ro no extraño, un mundo femenino y delicado, lleno de imágenes
que nos remiten a los sentimientos, a las emociones, pero sobre todo,
es adentrarse a una realidad que estuvo oculta más de cien años y
que hoy gracias a una investigadora comprometida con su trabajo
y con su ser de mujer es posible que vea la luz y que descorra el velo
que mantenía en la invisibilización a las poetisas que, al fin, podrán
ser leídas y, ¿por qué no? ser referencias en la evocación de ese uni-
verso tan lejano como interesante: el femenino.

Bibliografía

Granillo Vázquez, L. Románticas mexicanas, poesía femenina del si-


glo xix. Las mejores poetisas. Prefacio y estudio introductorio
Lilia Granillo Vázquez, España, Editorial Académica Española,
2012.
González Peña, C. Historia de la literatura mexicana. México, Edito-
rial Porrúa, 1981.
Riva Palacio, V. Páginas en verso. Prólogo Francisco Sosa, 1ª. edición,
México, Librería La Ilustración, 1885.

Hemerografía
Granillo Vázquez, L. “Prensa literaria de lo femenino, femenina y
proto-feminista en México: fuentes para su estudio en el siglo
xix”. Fuentes Humanísticas, núm. 48, 2014.
195

Colaboradores

Rocío Romero Aguirre


Profesora e Investigadora del Departamento de Humanidades, Uni-
versidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. Coordina-
dora del Cuerpo académico “Literatura y vida cotidiana: estudios de
historia, teoría y crítica de la literatura”.
roci.aguirre@gmail.com

Ma. del Carmen Dolores Cuecuecha Mendoza


Doctora en Literatura por la Universidad Autónoma Metropolitana-
Iztapalapa. Profesora de Tiempo Completo, Universidad Autónoma
de Tlaxcala. Publicaciones: “La autonovelación de Silvia Molina”
en La familia vino del norte e Imagen de Héctor”, revista Semiosis
(2014). María Luisa Puga. De la autobiografía a la autoficción (2015).
Estudios de género: la perspectiva de las humanidades en México,
Coord. con María Elizabeth Jaime Espinosa (en prensa). “La escritura
autobiográfica: un instrumento de emancipación femenina en Pá-
nico o peligro de María Luisa Puga”, Género y Desarrollo. Problemas
de la Población 2 (en prensa).
ccuecuecha@yahoo.com.mx

Jesús Pérez Ruiz


Realiza el doctorado en Letras en la Universidad Nacional Autóno-
ma de México. Publicaciones: “Inestabilidades genéricas en La mafia
rusa de Daniel Link”, en Revista Landa, Vol. 2, Nr. 2/ 2014 (Flo-
rianópolis, Brasil). Áreas de interés: identidad de género, literatura
gay, autoficción y teoría queer.
jeperu@hotmail.com
196
Fuentes Humanísticas 52 > Colaboradores

Berenice Romano Hurtado


Doctora en Literatura Hispánica por el Colegio de México. Es pro-
fesora-investigadora de tiempo completo en la Universidad Autó-
noma del Estado de México, donde imparte cursos de teoría litera-
ria. Es parte del Taller de literatura y crítica “Diana Morán”. Es autora
de los libros Deconstrucción y autobiografía y Antología de miradas.
Sus investigaciones se dirigen a la teoría literaria, particularmente
los estudios de género y las escrituras del yo.
brhurtado@gmail.com

Edith Vargas Jiménez


Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad
Nacional Autónoma de México. Egresada de la Especialización
en Literatura Mexicana del Siglo xx en la Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. Su área de interés radica
en el estudio de la autobiografía y la autoficción en las letras
hispanoamericanas.
edithvrg@gmail.com

Merari Ruiz Cárdenas


Maestra en Humanidades egresada de la Universidad Autónoma Me-
tropolitana, Unidad Iztapalapa. Licenciada en Letras Latinoameri-
canas por parte de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Actualmente es profesora de asignatura de la Licenciatura en Letras
Latinoamericanas del Centro Universitario Universidad Autónoma
del Estado de México Amecameca.
mera140486@hotmail.com

Javier Galindo Ulloa


Doctor en Letras Hispánicas por la Universidad Autónoma de
Madrid. Profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metro-
politana, Unidad Azcapotzalco, adscrito al Departamento de Huma-
nidades. Ha impartido cursos a nivel posgrado en Literatura. También
es profesor de asignatura en el Colegio de Ciencias y Humanidades,
adscrito al plantel Vallejo.
javigalindo27@hotmail.com
197
Fuentes Humanísticas 52 > Colaboradores

Asunción del Carmen Rangel López


Profesora del Departamento de Letras Hispánicas de la Universi-
dad de Guanajuato. Doctora en Letras Mexicanas por la Universidad
Nacional Autónoma de México. Miembro del Sistema Nacional de
Investigadores desde enero de 2013. Miembro del Cuerpo Acadé-
mico “Estudios de poética y crítica literaria hispanoamericana” (Uni-
versidad de Guanajuato) y del Grupo de Investigación Sobre Histo-
ria de la Literatura Mexicana (El Colegio de San Luis). Autora de La
pulsión por el viaje de José Emilio Pacheco: su periplo al romanticismo
(2013) y Pacheco (2013). Cuenta con publicaciones en las revistas
Cuadernos del Hipógrafo, Káñina, Revista de Artes y Letras de la
Universidad de Costa Rica, Semiosis y en Escritos, entre otras.
dite23@gmail.com

Álvaro Villalobos Herrera


Nació en Bogotá Colombia 1963 y se naturalizó en México en 2003.
Doctor en Estudios Latinoamericanos y maestro en Artes Visuales
por la Universidad Nacional Autónoma de México. Miembro del
Sistema Nacional de Investigadores sni Conacyt-México. Egresa-
do como Escultor de la Facultad de Artes ASAB de la Universidad
Distrital de Bogotá. Su obra se compone principalmente de per-
fomances, fotografías, videos e instalaciones que vinculan los pro-
blemas sociales y políticos al arte. Publica regularmente. Becado en
varias ocasiones para realizar estancias de investigación y producir
obra artística.
alvaro.villalobos.herrera@gmail.com

Enrique López Aguilar


Licenciado en Lengua y Literaturas Hispánicas y maestro en Letras
(Literatura española) en la Facultad de Filosofía y Letras, Universi-
dad Nacional Autónoma de México; es narrador, poeta y ensayista.
Profesor e investigador en el Departamento de Hu­manida­des de la
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapot­zalco. Ha
publicado 5 libros de cuento, 18 de poe­sía y 7 de ensayo, así como
una antología del cuento mexicano contemporáneo, dos de la obra
poética de César Rodríguez Chicharro y otra sobre el grupo de poe-
tas hispanomexicanos. Preparó la edición de la obra de seis poetas
hispanomexicanos en un volumen breve, y la de Manuel Durán,
Federico Patán y Enrique de Rivas.
alapiz2000@gmail.com
198
Fuentes Humanísticas 52 > Colaboradores

Alfonso Milán
Licenciado en Sociología, maestro y doctor en Historiografía por
la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco, su
investigación “Identidad, imaginarios y memoria en las represen-
taciones visuales sobre la Intervención Francesa y el Segundo
Imperio: un estudio comparativo, 1862-1906”. Sus líneas de inves-
tigación son: Historiografía del siglo xix en México, narrativa
testimonial y discurso visual. En la actualidad es miembro activo del
Seminario Documentario visual: Historia no escrita.
amilan28@hotmail.com

Sofía Saad Dayán


Psicoanalista. Profesora Titular “A” definitiva de la Facultad de
Estudios Superiores Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma
de México. Doctorado en Ciencias Sociales por la Universidad Autó-
noma Metropolitana. Líneas de investigación: Nuevas patologías-
Nuevas demandas, Sexuación y malestar en la cultura y violencia de
género. Publicaciones recientes: La transfiguración de la demanda:
voces del malestar en la cultura actual (2012). Sexuación y malestar
en la cultura actual, Elementos para pensar la estructura: demanda
y lazo social contemporáneo, Revista de psicoanálisis Desde el jardín
de Freud (2014).
sofisada1@hotmail.com

María Dolores Serrano Godínez


Maestra en Ciencias de la Educación. Profesora investigadora en
el Departamento de Lenguas Extranjeras Universidad Autónoma
Metropolitana, Unidad Azcapotzalco. Áreas de interés: La compren-
sión de lectura en inglés, la educación bilingue. Colaboradora y
miembro del Consejo Editorial de la Revista Fuentes Humanísticas.
dolores_usc11@yahoo.com
199

¿Quiénes somos?

La revista Fuentes Humanísticas es desde 1990 un espacio editorial


del Departamento de Humanidades de la Universidad Autónoma Me-
tropolitana, Unidad Azcapotzalco. Su objetivo es difundir los resultados
de su colectivo académico y establecer un diálogo con investigadores
nacionales y del extranjero, del ámbito de las humanidades. Las temáticas
y líneas de investigación que orientan su actividad son, esencialmente:
historia, historiografía, literatura, lingüística, estudios culturales, educa-
ción y comunicación. En el año 1993 la Universidad de Guadalajara, en el
marco de la Feria Internacional del Libro, otorgó la Mención Honorífica
Premio Arnaldo Orfila Reyna a Fuentes Humanísticas como Revista de
Difusión Cultural.

Fuentes Humanísticas incluye monografías, artículos, ensayos, reseñas y


crónicas breves. Mismos que son dictaminados por pares. El contenido ini-
cia, generalmente con un dosier temático al que siguen diversas secciones.
La revista se edita en idioma español, con una periodicidad semestral; el
público al que se dirige está formado por investigadores, docentes y
estudiantes de nivel superior y posgrado. Formamos parte del índice de
Revistas Latindex (Sistema Regional de Información en Línea para Revis-
tas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal), ebsco,
Repositorio Zaloamati (Universidad Autónoma Metropolitana), Clase y
Biblat (Universidad Nacional Autónoma de México).

El primer número apareció en 1990 con su nombre original: Fuentes, el


cual hacía referencia a los materiales base que dan sustento a una inves-
tigación; sin embargo, éste fue modificado debido a que ya existía otra
publicación periódica registrada con ese nombre, por lo cual se acordó
llamarla Fuentes Humanísticas, a partir del número 4, en el año 1992. Esta
revista representa cinco lustros de resultados de investigación y vincula-
ción entre especialistas de las humanidades; a la fecha se han publicado
50 números, de los cuales solamente tres han sido dobles (15/16, 21/22,
25/26) y contamos desde 2011 con una página electrónica.
200
Fuentes Humanísticas 52

A lo largo de su historia Fuentes Humanísticas ha tenido cambios funda-


mentales, que han dado lugar a cuatro periodos claramente diferenciables:

Periodo Del número Coordinadores

Marcela Suárez
Sandro Cohen
1° 1990-1994 1 al 9
Silvia Pappe
Alejandra Herrera

2° 1994-2004 10 al 29 Antonio Marquet

30 al 34 José Ronzón
3° 2004-2010
35 al 41 Margarita Alegría

4° 2011 A partir del 42 Teresita Quiroz Ávila

• 1º En un principio, la revista Fuentes Humanísticas se formó como


una miscelánea, sin secciones definidas, en la que predominaban
artículos de tema literario. Tenía un formato carta (21x28 cm) e
incluía ilustraciones.

• 2º A partir de 1994, en el número 17, la revista agrega a la


miscelánea un dosier temático dedicado a Quebec. En este perio-
do se incrementa también la presencia de artículos sobre historia
e historiografía, cambio que se hace evidente en el número 20.
 
• 3º Para 2004, con el número 30 cambia su formato a medio oficio
y elimina las ilustraciones. Al mismo tiempo, el dosier temático se
consolida como la parte fundamental de la publicación y se sepa-
ran las secciones por líneas de investigación. Para esta tercera
etapa, 25% de los artículos corresponden a análisis históricos.
 
• 4º En 2011, la revista llegó a su número 42, en el cual hubo cam-
bios tanto en el diseño de la portada como en los interiores, se ce-
lebraron 20 años de trabajo ininterrumpido y arrancó la versión
electrónica de la misma.
201

Reglas de funcionamiento
Fuentes Humanísticas*

Objetivos
La revista Fuentes Humanísticas es un espacio editorial del Departamento
de Humanidades, perteneciente a la División de Ciencias Sociales y Hu-
manidades, que permite el diálogo entre los investigadores nacionales y
del extranjero de las distintas disciplinas que integran el campo humanís-
tico. Sus objetivos son los siguientes:
• Enriquecer el ámbito de las humanidades a través de la publicación de
resultados de investigación, que aporten elementos a la discusión aca-
démica en las diversas disciplinas humanísticas.
• Estimular, en este contexto, la expresión e intercambio de ideas en-
tre pares.

Características: contenido y estructura


• Como vehículo de comunicación del Departamento de Humanidades,
la revista Fuentes Humanísticas abre un espacio de discusión y valo-
ración con base en el quehacer académico, para lo cual se apoya en la
estructura y estrategias de funcionamiento de la División de Ciencias
Sociales y Humanidades.
• En este contexto, el dominio temático de la revista se relaciona con
las disciplinas y líneas de investigación propias del trabajo académico
departamental: historia, historiografía, literatura lingüística, educa-
ción, comunicación, cultura y estudios culturales.
• La revista se conforma con textos especializados: monografías, artícu-
los y ensayos, que son dictaminados por especialistas. Incluye tam-
bién un apartado en el que se publican reseñas y crónicas breves.
• La publicación se edita en español, cada seis meses.
• Está dirigida a investigadores, docentes y estudiantes de instituciones
de educación superior, nacionales y extranjeras, y a todos los interesa-
dos en los temas que trata.
• La publicación pertenece al ámbito de la educación superior y de
posgrado.

*
Convocatoria 2017, p. 3.
202
Fuentes Humanísticas 52

Proceso de dictaminación
• El material que se envíe para ser publicado en la Revista debe ser
inédito y no estar concursando en otra publicación, será sometido a
un predictamen editorial, mismo que llevarán a cabo los miembros
del Consejo Editorial. El objetivo de esta primera parte del proceso es
proponer a los autores algunas correcciones necesarias, antes de en-
viar los textos a dos dictamenes externos para evaluación de pares
en ciego. El material se asignará para su predictamen a aquellos miem-
bros del Consejo cuya especialidad se relacione con la temática de los
textos que deberán predictaminar. En caso de que las correcciones
sean menores, el texto se enviará directamente a los dictaminado-
res externos. (Proceso que conserva el anonimato)
• Luego que los autores hayan realizado las correcciones sugeridas en
el predictamen (una semana), los textos se enviarán a dictamenes
externos (tres semanas). Deberán entregar una carta detallando las
correcciones realizadas a sugerencia de los dictaminadores.

Criterios editoriales
Generalidades
• Los textos deberán ser versiones definitivas e inéditas con una exten-
sión entre 12 y 25 cuartillas a doble espacio, en el caso de artículos y
ensayos; 8 a 10 en el de crónicas o comentarios, y de tres a cinco en el
de reseñas (tipo Arial de 12 puntos, aproximadamente 25 renglones y 78
caracteres por línea).
• El título del trabajo se escribirá en mayúsculas y minúsculas, sin punto
final, sin subrayar y no deberá ser mayor a 15 palabras. El nombre del
autor y el de la institución a la que pertenezca aparecerán al final del tex-
to, y se anexará nota curricular no mayor a cinco líneas (aproximada-
mente 50 palabras).
• Se requiere que los temas de los artículos se apeguen a las líneas de in-
vestigación propias de las Áreas del Departamento de Humanidades
(historia, historiografía, lingüística, literatura, cultura, estudios cultura-
les, educación y comunicación).
• Los trabajos de investigación incluirán tanto en español como en inglés:
título, el resumen con una extensión no mayor de cinco líneas, así como
al menos cuatro palabras clave.
• Las citas textuales que excedan las cuatro líneas irán a renglón seguido y
con margen izquierdo de cinco golpes (un tabulador) respecto del resto
del cuerpo del texto.
• Las colaboraciones pueden ser individuales o colectivas.
• Todas las páginas que integren el texto deberán estar foliadas con nú-
meros arábigos consecutivos, en la parte media inferior.
 
203
Fuentes Humanísticas 52

Los originales deberán seguir, para las citas y la bibliografía, hemerografía


y cibergrafía, el modelo apa.

Citación en el texto principal


Para la citación de las fuentes se utilizará, dentro del texto del trabajo y a con-
tinuación de la cita, el apellido del autor, la fecha de publicación y la página
citada entre paréntesis, siguiendo este esquema:

Las autoras sostienen que “en un texto no todo está dicho, siempre es
necesario inferir e interpretar” (Hernández y González, 2009, p. 47).

O también:

Rosaura Hernández y María Emilia González (2009, p. 47) sostienen que


“en un texto no todo está dicho, siempre es necesario inferir e interpretar”.

Las citas en las que se alude a una idea pero no a su autor (indirectas), debe-
rán ser señaladas de la siguiente manera:

La teoría del prototipo (Hudson, 1981) permite la clase de flexibilidad crea-


tiva en la aplicación de conceptos.

Bibliografía, hemerografía y cibergrafía


Las fichas deberán seguir los siguientes modelos:

Bibliografía
Las referencias bibliográficas se presentarán de la siguiente manera:
Apellido (s), iniciales (año). Título del libro. Lugar de la publicación: Editor.
Almendros, N. (1992). Cinemanía: ensayo sobre cine. Barcelona: Seix
Barral.
Eco, U., (2009). Apocalípticos e integrados (2a ed.). México: Fábula en
Tusquets.

• Dos autores o más autores:


Hernández Monroy, R., González Díaz, M. E. (2009). Prácticas de la lectura
en el ámbito universitario. México: Universidad Autónoma Metropoli-
tana-Azcapotzalco.
204
Fuentes Humanísticas 52

• Capítulo en un libro:
González Echevarría, R. (1984). Humanismo, retórica y las crónicas de la
Conquista. En Roberto González Echevarría (comp.), Historia y ficción
en la narrativa hispanoamericana. Coloquio de Yale (pp. 149-166). Ca-
racas: Monte Ávila Editores.

• Tesis (de doctado o de maestría):


Rey Pereira, C. (2000). Discurso histórico y discurso literario. El caso de El Car-
nero (Tesis de Doctorado). Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.

Ficha hemerográfica
Las fichas hemerográficas de revista se presentarán de la siguiente manera:
Apellido (s), iniciales (año). Título del artículo. Nombre de la revista, vol.,
(no.), pp.
Granados Chapa, Miguel Ángel. El esfuerzo improductivo de la nación.
Proceso, (286), pp. 14-15.
Juliano, D. Cultura popular. Cuadernos de Antropología, (16), pp. 25-38.

• Ficha hemerográfica de periódico:


Se presentarán de la siguiente manera: Apellido (s), iniciales. Fecha de pu-
blicación (día, mes, año). Título del artículo. Nombre del periódico, páginas
en que aparece el artículo.
García Soler, L. A mitad del foro. Convocatoria y llamados a misa. La Jorna-
da. (18 de enero de 2009), p. 16.

Cibergrafía (material electrónico)


• Libro electrónico:
Las referencias bibliográficas se presentarán de la siguiente manera:
Apellido (s), iniciales (año). Título del libro. Recuperado de http:// - URL
o [versión electrónica].
Lotman, I. M. (1996). La semiosfera I. Semiótica de la cultura y del texto.
Recuperado de http://culturaspopulares.org/populares/documentos
diplomado/I.%20Lotman%20-%20Semiosfera%20I.pdf

• Modelos de fichas para casos especiales.


Cualquier aspecto no previsto en estos lineamientos será resuelto en el seno
del Comité Editorial.
205
Debate. Actividades y publicaciones > Fuentes Humanísticas 52

Octavio Paz: una biografía privilegiada

Miguel Ángel Flores


Secretaría de Eduación del Gobierno de Estado de México

“En el primer año del siglo xx, en 1901, la vida en México se deslizaba suave,
apaciblemente. Las familias acaudaladas y las que gozaban de una vida digna,
una brevísima minoría, paseaban los domingos por los senderos del bosque de
Chapultepec y recorrían el Paseo de la Reforma a caballo, y hacían sus tertulias
y comían en los cafés y restaurantes de verdadero lujo, imitando el estilo de vida
de París. Era el reino de la tranquilidad de unos pocos y nada parecía amenazar
ese orden ni en México ni en el mundo. En China se perpetuaba el emperador y en
Rusia el zar reinaba por la gracias de Dios. El Imperio austrohúngaro, a pesar de las
fuerzas hostiles que se agitaban bajo la superficie de su vida institucional, daba
la impresión de solidez.” Así inicia esta biografía del destacado literato mexicano
Octavio Paz.
206
Fuentes Humanísticas 52 > Debate. Actividades y publicaciones

El espacio no existe.
Su problemática expresiva en el arte y el diseño

Nicolás Amoroso Boelcke


Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco

“Tres configuraciones del espacio: el real, es de las cosas y objetos reales, donde
transcurre la vida que tanto forma parte de nuestra cotidianeidad como de las
más remotas galaxias desconocidas, es uno y el mismo. El geométrico o ideal que
alberga todo tipo de representaciones gráficas y de escrituras, campo del arte y
del discurso que tanto es pantalla de tv o cine, un lugar de dos dimensiones que
puede abrirse hacia una tercera, sugerida. Y el de la intuición que corresponde a
nuestro aparato psíquico donde mora la imaginación y la percepción. Ahora bien,
el espacio real no existe.”
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Debate. Actividades y publicaciones > Fuentes Humanísticas 52

Signos Lingüísticos

Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa

Revista del Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma


Metropolitana, Unidad Iztapalapa.
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Fuentes Humanísticas 52 > Debate. Actividades y publicaciones

Signos Filosóficos

Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa

Revista del Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma


Metropolitana, Unidad Iztapalapa.
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Debate. Actividades y publicaciones > Fuentes Humanísticas 52

Memorial del olvido:


Discurso sobre los wixaritari en la prensa del siglo xx

Horacio Hernández Casillas, Uriel Nuño Gutiérrez, Gerardo Alberto Mejía Pérez
Universidad de Guadalajara

“En el presente trabajo, es nuestro propósito mostrar la imagen que sobre los
wixaritari se ha construido en la prensa, particularmente en el periódico El Infor-
mador, desde su fundación en la ciudad de Guadalajara en octubre de 1917, año de
la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, hito
que marca el fin de la Revolución Mexicana; hasta el año de 1994, por considerarlo
un momento fundacional, ya que la irrupción del levantamiento zapatista de
los indígenas de Chiapas en el escenario político nacional e internacional, motivó
que en el discurso mediático, político y académico se replanteara y resignificara la
forma en como hasta entonces se hablaba de y se percibía al índigena.”
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Fuentes Humanísticas 52 > Debate. Actividades y publicaciones

Investigación Permanente de la región norte de Jalisco 1

Gerardo Alberto Mejía Pérez, Jorge Ignacio Rosas, Héctor Cuellar Hernández,
Rodolfo Cabral Parra (coords.)
Universidad de Guadalajara/Prometeo Editores

“La zona en la que se enclava el Centro Universitario del Norte es tan compleja como
interesante. Es fuente de información y análisis para disciplinas tan variadas co-
mo sus misma realidad. Para responder a este escenario, nuestro Centro ofrece
de manera permanente un espacio de exposición y debate. La temática de es-
ta edición abarca disciplinas varias: antropología, desarrollo de empresas, neuro-
lingüística, alfabetización, informativa, ganadería, entre otras. Ésta es una com-
pilación de las reflexiones vertidas por los especialistas en estos temas”.
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Debate. Actividades y publicaciones > Fuentes Humanísticas 52

PuntoCUNorte
Revista académica del Centro Universitario del Norte

Universidad de Guadalajara

“El Centro Universitario del Norte tiene como uno de sus pilares el área educativa,
tanto en la investigación y la práctica docente. En las siguientes páginas se
analiza este tema fundamental vinculado con diversas áreas: políticas educativas,
interculturalidad, nuevas tecnologías, dificultades específicas de aprendizaje,
entre otras”.

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