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¡No siempre es tan fácil! Algunos odontólogos hablan demasiado rápido y es frecuente perder el hilo
de aquello que, por más que sea atrayente, es tan raudo y veloz que se difumina en medio de una
clase. Pues bien, sucede lo mismo cuando quien habla es incorpóreo y lo hace a través de una imagen
que para nuestros ojos no es habitual. Es decir, en el momento en que un odontólogo se enfrenta a la
maravillosa experiencia de abrirle la boca a un paciente, todos esos tejidos duros y blandos
comienzan a “tararear” una melodía que debe ser interpretada correctamente en pro de brindar un
adecuado diagnóstico que lleve al plan de tratamiento más acertado que pueda hacerse.
Para ello se ha escrito este manual, asumido como una MNEMOTECNIA en pro de describir lesiones
diciendo mínimamente 9 parámetros en orden: NOTALOBOFOCOTEDUSI, o bien puede leerse:
1. Nombre
2. Tamaño
3. Localización
4. Borde
5. Forma
6. Color
7. Textura
8. Duración
9. Sintomatología
Placa. Elevación en meseta, una superficie relativamente grande en comparación con su altura, suele
deberse a la confluencia de pápulas.
Tumor. Lesión masa o nódulo grande que se produce por proliferación celular
Vesícula. Lesión elevada, circunscrita, contenido seroso o hemorrágico, <0’5 cm. Su origen puede
ser:
▪ Intraepidérmico
▪ Edema intercelular (espongiosis)
▪ Pérdida de puentes intercelulares (acantolisis)
▪ Subepidérmico
Descripción de lesiones intraorales de tejidos blandos.
Mauricio Andrés Molano Osorio pág. 5
Figura 8. Extraído de: https://jjorozcosalazar.wordpress.com/2014/03/
Quiste. Lesión tipo cavidad, con contenido líquido o semisólido, de consistencia elástica
Esclerosis. Área de induración de la piel que puede ser debida a proliferación colágena, infiltración
celular o edema en dermis o tejido celular subcutáneo, y que se caracteriza por dificultad de
plegamiento
Liquenificación. Área de engrosamiento de la piel, que se caracteriza por prominencia de las líneas
de la piel, y que generalmente es secundaria al rascado o roce.
Debe quedar claro, pues, que la descripción de cualquier lesión inicia con un nombre elemental, no
con un diagnóstico ya establecido.
Decir grande o pequeña de nada vale. Decir que mide 2 cm, tampoco. Es necesario ser claros y definir
cuál es la dimensión a la que estamos haciendo referencia. Diámetro, perímetro, por solo decir algo.
Veamos ejemplos:
Lesión de 1 cm de diámetro.
El diámetro es una línea recta que une dos puntos de una circunferencia, de una curva cerrada o de
la superficie de una esfera pasando por su centro.
Para referirse al diámetro también podría equipararse la lesión con el ancho meso distal de las
estructuras dentales o de alguna estructura anexa que pueda ser utilizada en la descripción.
Lesión de 2 cm de perímetro.
El perímetro es la línea o conjunto de líneas que forman el contorno de una superficie o una figura.
Para referirse al perímetro habría que delinear los límites de la lesión y medir tal dimensión.
La descripción del tamaño de una lesión será entonces el ítem que seguirá al nombre en nuestra
estructura descriptiva.
3. LOCALIZACIÓN
La cavidad oral es una ciudad con varios barrios. Nuestros dedos han caminado por ellos. Conocemos
la lengua, el paladar, el labio, la encía, la mucosa, el carrillo, el istmo de las fauces, el piso de boca,
cada una de sus calles… cada uno de nosotros tenemos diversas palabras para referirnos a ellos,
pero generalmente obviamos una: MÁS ESPECÍFICAMENTE. Veamos ejemplos que ilustran esta
situación:
Lesión localizada en mucosa oral, MÁS ESPECÍFICAMENTE a 1,5 cm hacia la derecha del frenillo bucal
inferior y a 1,2 cm de línea mucogingival de pieza dental lateral inferior ídem (esto quiere decir que
también es derecha, para no repetir la palabra derecha).
Lesión ubicada en labio dérmico superior izquierdo, MÁS ESPECÍFICAMENTE a 0,3 cm craneal a la
comisura labial ídem (es decir, izquierda, para no repetir) y bordeando el surco nasogeniano del lado
que se ha considerado.
Lesión que confina y circunda en la superficie vestibular a la pieza dental 47, y que está ubicada MÁS
ESPECÍFICAMENTE en la región caudal de carrillo posterior derecho, bordeando el diente al que se ha
hecho referencia.
Ubicar una lesión en cavidad oral debe ser una tarea minuciosa y clara, no bastará con decir que
está en un lugar, sino que habrá que SER ESPECÍFICO y definir la latitud exacta.
4. BORDES.
El cuarto parámetro que debe definirse va en pro del establecimiento del tiempo de ocurrencia de la
lesión. Para describirlo deberá tenerse en la baraja mental palabras como anfractuoso, abrupto,
desigual, fragoso, quebrado, tortuoso o sinuoso para referirse a que los bordes son irregulares o
difusos, o palabras como limpio, nítido, manifiesto, obvio o evidente, para hacer alusión a que los
bordes pueden apreciarse con claridad.
También, para este ítem es útil la palabra HALO. Los cercos, las aureolas, los anillos o los círculos
que parecer resplandecer una lesión, serán descritos con tal palabra más aquella que le brinde una
tonalidad. Ejemplificaremos tal situación:
A un buen odontólogo NO LE PUEDE bastar con decir que es circular u ovoide, o similar a cualquier
otra figura geométrica. Tenemos diversidad de palabras para referirnos a este parámetro, ejemplo:
Con ello nos referimos a que tiene una base pedunculada o pediculada y no sésil, es decir, que tiene
un pequeño tallo del que emana.
Podría también asumirse lo que ya se ha referido en la figura 33, con respecto a su base pediculada
o pedunculada.
Diversiforme o multiforme. Que tiene múltiples formas o que establecer su forma es complejo.
Fusiforme o pisciforme. Que tiene forma de huso. El huso es un instrumento cilíndrico, más acho por
el centro que por los extremos.
De esta manera pues, se entiende que describir la forma de una lesión va más allá de términos
comunes, lo que amplía el glosario y el entendimiento técnico de la odontología de hoy.
Lesión blanca: alba, nívea, lechosa, nevada, albar, albina, albugínea, cande, pálida.
Lesión amarilla: gualda, ambarina, anaranjada, áurea, azafranada, cobriza, dorada, leonada, rubia,
limonada, ocre, pajiza, desvaída.
Lesión roja: bermejo, encarnado, rojizo, rufo, colorado, carmesí, cinabrio, arrebol, eritematoso.
8. DURACIÓN
Debe notarse que el clínico se comunica con su paciente. Por lo tanto, la frase: “El paciente relata
que”, antecede a cualquier duración mencionada por él. Además, este relato puede equiparse o
compararse con la característica clínica colorimétrica que tiene la lesión para así definir veracidad
o inexactitud.
Definir este parámetro es especialmente interesante en aquellos casos en donde las lesiones son
contusas. Recuerde que las contusiones simples, equimosis o hematomas, producen extravasación
sanguínea que se va difuminando con el paso del tiempo, de rojo hacia la tonalidad azul y de allí hacia
las tonalidades ambarinas.
9. SINTOMATOLOGÍA
Nuestro vocabulario se enriquece cuando es menester decir lo que siente el paciente ante la lesión,
algunos ejemplos son:
- Náuseas. Sensación que indica la proximidad de vómito o en la que hay reflejo emético (ganas
de vomitar).
- Distermia. Elevación de la temperatura sin síndrome febril.
- Cefalea. Dolor de cabeza.
- Astenia. Debilidad o fatiga general.
- Prurito o sensación pruriginosa. Picor que se siente en alguna parte del cuerpo.
- Escozor. Sensación de ardor.
- Discomfort. Incomodidad o molestia.
Sin embargo, el dolor, es sin duda, el que mayormente se insinúa, por ello es importante diferenciar:
- Dolor lancinante. Dolor agudo tipo pinchazo.
- Dolor paroxístico. Dolor identificado en el momento más agudo.
- Dolor sordo. Dolor leve pero continuo.
Lo que diría cualquiera: Bolitas en la esquina del labio… ah, y como pálidas…
Lesión primaria multipapular cuyo tamaño oscila entre 1,5 y 2 cm de perímetro y está localizada en
comisura labial derecha. Se observan 9 micropápulas de bordes claramente definidos, forma
semioval, tonalidad bermeja y anaranjada. Durante la palpación puede determinarse textura lisa. El
paciente relata llevar con esta lesión 1 semana. Sintomatología específica: Escozor y eventual
queilosfagia.
Lesión primaria tipo placa localizada en toda la extensión palatina, cuyo tamaño es de
aproximadamente 6 cm de perímetro y toda la extensión laterolateral de cavidad palatina. Sus
bordes anfractuosos hacen que no pueda determinarse una forma específica. Su color lechoso es
evidente. Durante la palpación con guante de látex puede sentirse textura corrugada. El paciente
relata que la lesión apareció hace aproximadamente 1 mes y que ha aumentado de tamaño
conforme pasan los días, no relacionándola con ingestas alimenticias ni hábitos.
Lesión primaria tipo pápula que mide 1,5 cm de perímetro, localizada en mucosa yugal derecha, más
específicamente a 1 cm de la comisura labial ipsilateral. Sus bordes son nítidos y puede
establecerse una base semipedunculada que le confiere un aspecto cauliforme. Su color
asalmonado es compatible con el del resto de la mucosa considerada. Durante la palpación puede
establecerse leve induración. El paciente relata cronicidad cuando se le pregunta por la duración,
asociándola con evento lesivo traumático tipo mordedura autoinflingida.
Lesión primaria tipo mácula de 1,2 cm de perímetro localizada en el espacio interproximal de piezas
dentales 32 y 33, más específicamente a 0,8 mm de papila interdental. Ya que la lesión está anexa a
espacio referido, puede decirse que su borde superior está paralelo a margen gingival de 32 y se
extiende gingivalmente en dirección apical hasta inclusive sobrepasar la línea mucogingival y
comprometer primer tercio de mucosa. Durante la observación puede establecerse nitidez en sus
bordes, amorfa y de tonalidad atezada y renegrida. Su textura es lisa. El paciente relata que
desconoce el tiempo que lleva con la lesión y manifiesta ligero discomfort estético.
Lesión primaria tipo área localizada intraoralmente, cuyo tamaño oscila entre 6 y 7 cm de
perímetro y ubicada específicamente en piso de boca, región sublingual y mucosa vestibular
inferior, Sus bordes delinean la lesión claramente, aunque en la zona más externa se evidencia
difuminación. No se establece una forma compatible con figuras geométricas. Manifiesta que en
varias descripciones anteriores de la lesión considerada mencionan que tiene forma de reguero de
sal. Su color albo es evidente. Durante la palpación se determina textura blanda y suave. No
desprende al raspado. Al preguntarle al paciente sobre la duración dice desconocerla, solamente
manifestando que tiene prácticas frecuentes de sexo oral. Finalmente menciona sensación
pruriginosa constante.
Lesión primaria tipo úlcera o afta, de 1,5 cm de perímetro, localizada en mucosa vestibular labial
superior derecha, más específicamente a 1,5 cm de fondo de surco vestibular paralelo a pieza 12 y a
1 cm de frenillo labial. En sus bordes puede apreciarse tonalidad eritematosa, lo que le confiere un
halo notorio. Es numular y crateriforme con un color blanquecino en su región concéntrica. Durante
la palpación se detecta textura suave. El paciente manifiesta tenerla hace 1 semana y la asocia con
estado pirético de similar evolución.
Lo que diría cualquiera: Bola en encía, como por la zona de los incisivos inferiores izquierdos.