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Cualidades morales de un orador

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Esta cualidad es el mejor perfil de un orador. Este debe ser un hombre Íntegro una
de las bases de la oratoria es formar un hombre probo para hacerlo diestro en el
arte de hablar.

El orador debe proceder, con la verdad no debe por ningún concepto defraudar a
su auditorio, ya que la primera virtud del orador es veraz. Si la pieza oratoria trata
un tema científico, debe prevalecer en todo el discurso la verdad.

Si el tema es moral, con mayor razón debe enaltecer en todo el discurso la verdad
y los conceptos claros. La virtud no es innata, se adquiere a través del ejercicio
serio y duradero de acciones buenas. La virtud es permanente, pero si se le frena,
entonces se corre el riesgo de caer en lo opuesto, el vicio.

Las cualidades morales del orador son:

 Honradez: la honradez es la primera virtud que debe cultivar un orador;


aunque hubo famosos oradores que no lo poseían; es indudable que, en
igualdad de circunstancias, el orador virtuoso aventajase al que tiene que
simular dicha virtud porque la ficción nunca iguala a la realidad.

 Serenidad: es de suma importancia que el orador se ejercite en la práctica


de la serenidad hasta lograrlo al grado máximo.

 Sensibilidad: es necesario tener una sensibilidad, pero no muy suave ni


flaquear sino fuerte y profunda, buscando la vehemencia que debe infiltrar
en los oyentes.

 Modestia: es necesario la humildad en el orador, pero no debe confundirse


con dignidad, mucho menos que resulte contrario la confianza y la firmeza
de sus convicciones. El orador debe seguir una técnica, un método no solo
en la planificación del discurso, sino en la exposición del mismo, además
debe de reconocer tanto sus propias virtudes, sus defectos y errores con
humildad, para tener el éxito que se propone.

 Probidad: La principal condición de todo discurso debe ser la


honradez, no solo por su cualidad de obligación moral, sino como
cualidad elocuente. El orador no solamente debe ser moral en el fondo, sino
moral, decente y honrado en la forma y hasta en los más insignificantes
pormenores de las partes del discurso. La honradez y la nobleza, tienen
una estrecha relación con el discurso.
 Elocuente. El orador no solamente debe ser moral en el fondo, sino
moral, decente y honrado en la forma y hasta en los más
insignificantes pormenores de las partes del discurso. La honradez y
la nobleza, tienen una estrecha relación con el discurso.

 Sinceridad: Como requisito indispensable, ya que un orador que no


está convencido de la verdad que preconiza, que no es sincero
consigo mismo ni con el público que lo escucha, ni con quienes le
dieron la oportunidad de expresar un criterio, jamás podrá ser convincente,
por mucho que alce la voz o acompañe sus palabras con enérgicos
ademanes.

 Prudencia: Actitud de una persona mediante la cual prevé y reconoce


un riesgo o un peligro posible en una actividad o en un
acontecimiento y toma las precauciones necesarias para enfrentarlos o
modifica su conducta para eludirlos o resolverlos sin perjuicio. El
orador debe saber actuar ante el público, es decir tener la prudencia
al expresarse, para no causar un agravio involuntario. El orador al ser
prudente es precavido, es decir que tiene la conciencia de los
múltiples riesgos, inconvenientes e imprevistos de toda clase que puede
darse en la presentación en público, por lo que tiene que anticiparse a
ellos sin alarma ni pánico, conociendo cuando hablar y callar y
abstenerse de actuar. Para que un orador sea prudente requiere
que sea discreto, que no hable más de la cuenta en ninguna
circunstancia, debe pensar antes de actuar.

 Carácter: no es más que el conjunto de cualidades que posee cada ser


humano, y estas cualidades se encargaran de apreciar o desestimar al
orador por parte del público. Al hablar en público se debe demostrar un
carácter ecuánime, un comportamiento equilibrado, siendo sutil, inteligente,
astuto, pero siempre genuino con todas las personas. Ser elocuente al
hablar en público demuestra que el buen orador tiene por sí mismo un
carácter positivo.

 Congruencia: Es la relación que existe entre el pensar y el actuar, relación


que muchas veces no es armoniosa, pues a menudo no hacemos lo que
predicamos. Un orador puede manifestar en una exposición empresarial,
que los cigarrillos son dañinos para la salud y que por eso no debemos
fumar, pero al terminar su exposición, compra una cajetilla para fumarlos
delante de su sorprendido público.
 Lealtad: Es la cualidad de ser leal; es decir, convertirse en una persona
incapaz de traicionar la confianza depositada en uno, o ser incapaz de
engañar a quien le ha brindado su consideración. Se entiende por leal a la
persona que pese a los graves problemas que se suscitan, no abandona
jamás al compañero, jefe o institución para la que trabaja. Dícese, que la
lealtad inspira la realización de acciones nobles, altruistas y hasta de
sacrificio. Más que una cualidad, es una virtud que todo orador debe
practicar a diario como parte de su comportamiento ético y moral.

BIBLIOGRAFIA

https://docplayer.es

https://es.wikipedia.org/wiki/Oratoria

https://www.coiinter.com/cursos/cursos-presenciales/item/63-oratoria-forense-y-t%C3%
CONCLUSIÓN
Es así, que en la edad contemporánea, se ha dado mayor soltura al aprendizaje
de la oratoria, es una herramienta eficaz que se utiliza para propósitos tales como
la información, persuasión, motivación, influencia, traducción. La oratoria forense,
que según indica es una ciencia que básicamente estudia al orador, al auditorio, y
al informe sin olvidar importantes principios éticos, los cuales serán aplicados en
su desarrollo como Orador Forense y como consecuencia durante el ejercicio de la
profesión.

Por lo tanto La oratoria forense es la exigida ante los tribunales de justicia, en las


vistas o audiencias en que, lista para sentencia la causa, las partes, o con mayor
frecuencia sus letrados resumen ante el juez o los magistrados los hechos,
las pruebas y los fundamentos de derecho que apoyan su tesis y su petición de
condena o absolución.

Debido a que la vida actual exige la existencia de Abogados altamente calificados,


es necesario que el Abogado sea un profesional integral, es decir que este en la
posibilidad de trasmitir sus conocimientos adquiridos, convencer y persuadir al
auditorio al cual se dirige.
Existe la tendencia de transformación de un proceso escrito a un proceso oral,
como sucedió con el proceso penal, por lo mismo es necesaria la capacitación
técnica como Orador Forense, durante la formación profesional del Abogado.

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