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GUÍA DE ESTUDIOS:
HISTORIA
ELABORADO POR:
LIC. ALEXANDRA ELSY PITA LINO, Mg. Ge.
PI 2022
MAYO – SEPTIEMBRE 2022
Presentación
El presente documento ha sido elaborado para los estudiantes del primer semestre de la
carrera de Turismo, la asignatura es de naturaleza teórica que aborda grandes temas de la
historia mundial, cuya trascendencia aún podemos rastrear en fenómenos históricos.
Movimientos sociales, culturales y políticos que desde la antigüedad clásica hasta el siglo XX
han contribuido a la forja del mundo de hoy, de esta manera el estudiante interpretara el
pasado a través de la investigación de una variedad de fuentes.
Para entender el pasado, los estudiantes deben sumergirse en el a través del contacto con
fuentes históricas y de la labor de los historiadores, teniendo como objetivo potenciar el
análisis crítico de los estudiantes, para fomentar una visión integral de la Historia, así como
los principales hitos que la marcaron.
La historia del hombre ha ido cambiando a partir de distintas etapas de evolución al que este
ha estado expuesto a partir de los años. Su estructura se fue moldeando en cuanto a sus
necesidades y su comodidad para adaptarse al medio ambiente y la cultura en el que vivió,
hasta llegar al hombre actual. Continuando con el estudio de las características primordiales
de las primeras culturas y asentamientos humanos originarios de algunos pueblos con
características semejantes al Estado, debemos referirnos como base a algunas
manifestaciones del hombre en la antigüedad, así como también las sociedades que se
transforman y se desarrollan, constituyendo la vida social y creando diversas formas de
organización socioeconómica. Se analiza cómo surgió la formación de las sociedades
estatales.
Encuadre de asignatura:
CONFERENCIA 1:
- CONCEPTO Y DIVISIÓN DE LA PREHISTORIA.
- ORIGEN DE LA ESPECIE HUMANA
Se caracterizaron por saber trabajar la piedra, hacer fuego, vestimentas y armas de caza. Se
alimentaron con productos del lugar de donde vivían. Las cuevas fueron el refugio de los
hombres primitivos. Después los hombres abandonaron las cuevas y construyeron sus
primeras viviendas. También en los climas fríos las pieles de los animales sirvieron para
hacer vestimentas. Además, creían en otra vida, los muertos eran enterrados con una serie de
pertenencias.
Las creaciones artísticas son tan antiguas como los seres humanos. Entre las creaciones
artísticas ocupan un lugar destacado la pintura que realizaron en los muros de las cuevas y las
grandes construcciones como los dólmenes. Los hombres primitivos no conocían la escritura.
Lo que sabemos de ellos es por los estudios que se han hecho de los restos encontrados en sus
cuevas: huesos, herramientas, etc. Se resguardaban en cuevas y utilizaban herramientas como
hachas. El descubrimiento del fuego supuso uno de los mayores logros de la Prehistoria ya
que con el fuego podían asar carne, calentarse, y ahuyentar a los animales (Vargas, 2018).
Edad de piedra
Paleolítico. Es el período más largo de la edad de piedra, que inicia con la creación de
las primeras herramientas de piedra creadas por homínidos. En ella existían junto a la
nuestra, especie de seres humanos ya extintas, como el Homo habilis o el Homo
neardenthalensis, que eran principalmente cazadores-recolectores. A finales de este
período el Homo sapiens se esparció por la Tierra, e inició la domesticación de los
primeros animales.
Mesolítico. Corresponde más o menos con el fin de la última Edad de Hielo, es decir,
en ella se presenció el calentamiento de la tierra hasta más o menos los estándares
actuales. La humanidad seguía siendo esencialmente nómada, aunque hacia finales del
período aparecen los primeros asentamientos, y con ellos, los primeros cementerios.
Neolítico. Durante este período se produce una verdadera revolución tecnológica, a
partir de la invención de la agricultura y la ganadería. El pastoreo, el cultivo y, por
ende, el intercambio, empiezan a surgir en el seno de las comunidades que, mucho
después, serán las primeras poblaciones humanas.
Como su nombre indica, se trata de un período en el que el ser humano conquistó el saber de
la metalurgia y el manejo de los metales, construyendo así herramientas más poderosas y
versátiles. Las primeras civilizaciones y culturas humanas corresponden a este período, que
se divide en:
Edad de cobre. El cobre fue el primer metal en ser empleado por la humanidad,
primero crudo y luego fundido, dando nacimiento a la metalurgia, para crear
herramientas más cortantes y versátiles.
Edad de bronce. El conocimiento del cobre permite su mezcla (aleación) con otros
metales y así nace el bronce, que marcará un hito en la humanidad en la fabricación
de armas, escudos, objetos ornamentales, etc. También el vidrio se descubrirá en este
período, lo cual da pie a las primeras cerámicas ceremoniales, que se usaban sobre
todo para recibir las cenizas de los cuerpos cremados.
Edad de hierro. Algunas de las principales civilizaciones antiguas ya habían
aparecido para la edad de hierro, y su dominio de este metal exigió y propició nuevas
técnicas y nuevos métodos de manejo de los materiales, aunque la popularización del
hierro no ocurriría hasta ya entrado en años el Imperio Romano (Raffino, 2020).
Todos sabemos que, las pinturas rupestres, son los dibujos prehistóricos que fueron realizados
en paredes rocosas, las más prolijas, las cuevas. Forman parte de las expresiones artísticas
más antiguas del mundo, ya que algunas pueden llegar a tener 40.000 años de antigüedad.
Los colores que se utilizaban, en la elaboración de las pinturas, eran en la mayoría, de origen
vegetal o animal.
Un destacable ejemplo reconocido por Unesco como paisaje cultural está en Montes Matobo,
en Zimbabue, en África, la cuna de la humanidad. Allí dentro de un conjunto de formaciones
rocosas encontramos una serie de refugios naturales que fueron ocupados por los seres
humanos desde la Edad de Piedra. Las paredes están cubiertas por un gran número de dibujos
que describen la actividad diaria de sus primeros habitantes.
Hoy, la magia del lugar, aún pervive, los Montes Matobo, todavía constituyen un centro de
interés para la población local. Allí disponen de una gran cantidad de lugares sagrados y
santuarios, por lo que el habitante, valora y respeta e interpreta su propia realidad desde la
cercanía con los espíritus, con el pasado. (García, 2010)
Arte prehistórico
Se conoce como arte rupestre a los rastros de actividad humana o imágenes que han sido
grabadas o pintadas sobre superficies rocosas. En su paso por el mundo, el hombre ha dejado
plasmadas en cuevas, piedras y paredes rocosas, innumerables representaciones de animales,
plantas u objetos; escenas de la vida cotidiana, signos y figuraciones geométricas, etc., obras
consideradas entre las más antiguas manifestaciones de su destreza y pensamiento.
Su denominación como “arte” no significa que se trate de objetos artísticos en los términos y
con las finalidades con que hoy los entendemos desde nuestra cultura occidental. Ésta es sólo
una más de las formas como se ha intentado definir su significado. Lo “rupestre” hace
referencia al soporte en que se encuentra (del latín rupe: roca). Quizás sea más indicado el
término manifestaciones rupestres, pues la palabra “arte” implica darle un sentido que no
necesariamente coincide con el que le dieron sus ejecutores.
Petroglifos
Se conoce como petroglifo a una imagen que ha sido grabada en la superficie rocosa (del
griego petros: piedra y griphein: grabar).
Lo común, en cambio, ha sido encontrar fragmentos de roca tallada (lascas) que podrían
evidenciar que los instrumentos se realizaban en el mismo sitio y que no se trataba de objetos
muy elaborados, pues su vida útil era muy corta. Es posible que el instrumento utilizado se
destruyera en la acción de grabar y por eso no se puede encontrar hoy en día.
Pictografía
Las pictografías (del latín pictum: relativo a pintar, y del griego grapho: trazar) son grafismos
realizados sobre las rocas mediante la aplicación de pigmentos.
La mayor parte de las pictografías en el mundo son de color rojo, pero también se han
encontrado pintadas en negro, naranja, amarillo y blanco, entre otros. Al igual que los
petroglifos, las pinturas se presentan desde aisladas en motivos individuales hasta
entreveradas y superpuestas en complejas composiciones. Algunas veces han sido trazadas
sobre una superficie previamente preparada con una capa de pintura roja o naranja
(Contreras, 2007)
La especie humana ha evolucionado de otras especies que no eran humanas. Para entender
nuestra naturaleza, debemos conocer sus orígenes y su historia biológica. Esta historia ha sido
reconstruida con la ayuda de muchas disciplinas científicas: la paleontología, la biogeografía,
el estudio comparativo de los organismos vivos, la antropología y en épocas recientes, la
biología molecular.
Los evolucionistas han discutido mucho si la marcha bípeda (en dos extremidades) posibilitó
el tener un cerebro más grande o si fue a la inversa. Con los recientes hallazgos fósiles y el
desarrollo de nuevas técnicas moleculares esta discusión se ha resuelto. De hecho, ahora se
sabe que la marcha bípeda es la adaptación que define a los homínidos, ya que andar en dos
patas implicó un cambio en la reorganización de la cadera, piernas, pies y columna vertebral,
y provocó el cambio de cientos de músculos y diferencias en el comportamiento.
Estudiar estas semejanzas y diferencias ha permitido a los científicos contar con una
explicación de nuestra evolución. Esta reconstrucción histórica se ha basado principalmente
en los fósiles encontrados en África, Asia y Europa, complementados con los recientes
estudios moleculares del genoma humano.
Nuestra especie, Homo sapiens, pertenece al grupo de los primates, que han estado asociados
con las selvas de tipo tropical casi desde su origen en el Cretácico, hace más de 65 millones
de años, donde aparecieron algunos pequeños mamíferos que vivían en los árboles. A los
humanos se nos clasifica entre los hominoideos, donde se incluyen los llamados simios
antropomorfos (de forma humana) como los chimpancés, los gorilas, los orangutanes y los
gibones.
De éstos, nuestros parientes más cercanos son los chimpancés, luego los gorilas, y mucho
más alejados los orangutanes y gibones. Los hominoideos florecieron en el Mioceno, entre 25
y 5 millones de años atrás. Nuestro antepasado más antiguo, que fue descubierto apenas en
1994, Australopithecus ramidus, apareció entre cinco y siete millones de años atrás en África,
y marca la separación de nuestro linaje del de los chimpancés (Barahona, 2020).
CONFERENCIA 2:
- LOS PRIMEROS HOMÍNIDOS.
- EL ORIGEN DEL GÉNERO HOMO.
Los homínidos se distinguían del resto de primates porque podían caminar erguidos y con una
locomoción bípeda. Seguramente el comportamiento de los primeros especímenes no difería
mucho del de los chimpancés, es más se ha llegado a designar a los primeros homínidos
como los "simios bípedos" porque las diferencias eran muy pequeñas; además éstos surgen en
entornos forestales similares a los frecuentados por los chimpancés y la dieta de ambos era
muy similar.
Paulatinamente, algunos de ellos experimentaron cambios en la dentición y se adaptaron al
consumo de tubérculos y raíces abundantes en los medios abiertos de sabana, que exigen
dientes grandes y recubiertos de esmalte grueso, y otros (los del género Homo) desarrollaron
grandes cerebros que repercutieron ventajosamente en su evolución (lo más importante fue
poder adquirir y transmitir la cultura humana). Además, les permitió colonizar los más
recónditos lugares del planeta (Gómez, 2015).
La época en que los homínidos se convirtieron también en humanos está representada por
restos arqueológicos, incluidos los entierros ceremoniales. Usualmente contienen objetos
arqueológicos. Algunas veces, los ácidos nucleicos de los restos biológicos de tales seres
pueden ser analizados. Durante muchos años, esos restos fueron objeto de las ciencias
sociales o las denominadas “letras” (incluidas las artes y las humanidades).
Los estudios arqueológicos pueden ser fascinantes. Esto, junto con la biología molecular, ha
permitido que la bioarqueología produzca resultados científicos sin precedentes. De hecho,
los estudios arqueológicos han encontrado que, en un punto de la evolución biológica de los
primeros homínidos a los humanos modernos, se construyeron sepulturas ceremoniales,
incluyendo utensilios que apuntan a creencias religiosas en vida más allá de la muerte.
Además, se desarrolló el lenguaje y todo eso generó un crecimiento exponencial de logros
culturales y tecnológicos (Dorado & Luque, 2018).
El origen de nuestro género, Homo, sigue representando uno de los grandes misterios para
quienes investigan la evolución humana. A partir de unos pocos datos, se ha planteado que
Homo apareció en el este de África y que la especie a la que pertenecía Lucy,
Australopithecus afarensis, dio lugar al primer representante de nuestro linaje, Homo habilis.
SEMINARIO 1:
- TAXONOMÍA GENERAL DE LAS ESPECIES HOMO.
El género Homo fue introducido originalmente por Carlos Linneo en 1758 para acomodar a
los humanos modernos, Homo sapiens, dentro de su sistema de clasificación biológica. Desde
entonces diversos grupos de homininos extintos han sido añadidos al género, ampliando su
definición y generando debate en cuanto a las características que lo definen y las especies que
lo componen. El número de especies comprendidas dentro del género Homo depende del tipo
de aproximación taxonómica utilizada. Actualmente, se reconocen al menos ocho especies
fósiles: Homo neanderthalensis, Homo floresiensis, Homo heidelbergensis, Homo antecessor,
Homo erectus, Homo ergaster, Homo habilis y Homo rudolfensis.
La taxonomía del género no está exenta de discrepancias entre los especialistas. Muestra de
ello es que algunos investigadores agrupan los especímenes y especies de diferente manera.
Por ejemplo, hay quienes sugieren agrupar H. habilis y H. rudolfensis en un solo taxón,
mientras que otros proponen agrupar a ambos dentro de H. erectus. También hay quienes
desconocen el estatus de especie de H. ergaster y H. antecesor, y prefieren considerarlos
dentro de H. erectus y H. heidelbergensis respectivamente. En parte, las diferencias en la
nomenclatura se deben a que los modelos taxonómicos se construyen sobre un registro fósil
incompleto. A medida que se descubren nuevos especímenes, los modelos deben ser
revisados. En ocasiones, esto obliga a modificar los agrupamientos taxonómicos de consenso
transitorio. Por este motivo, la terminología del género Homo ha sufrido diversas
transformaciones y es de esperar que siga cambiando a medida que el registro fósil hominino
crece.
Fue descubierto y nombrado en la década de los 60 y se supone que pobló África hace 2
millones de años. Se consideró la primera especie humana: su cerebro era mayor que el de su
predecesor, el australopithecus que, aunque caminaba erguido, todavía no se sabe si pasaba
gran parte del tiempo en las copas de los árboles. Sus descubridores afirman que el homo
habilis se comportaba de un modo humano: produjo herramientas de piedra (por lo que se le
denomina hombre hábil). Décadas más tarde, cuando se descubrió que sus antepasados
también construían herramientas, y que su forma de andar no se corresponde con la de
evoluciones anteriores, su humanidad se puso en entredicho, pero una población suya podría
haber dado lugar a la primera especie humana que no se presta a discusión: el homo erectus.
Se cree que se extinguió hace 1.5 millones de años (Beatriz de vera. 2017).
Descubierto mucho antes, en 1891. A diferencia de H. habilis, no hay duda de que H. erectus
mostraba una apariencia y un comportamiento similares a los humanos. Utilizó sus largas
piernas para salir de África, donde evolucionó hace 2 millones de años, y pudo así extenderse
a través de Eurasia, convirtiéndose en la primera especie humana que se sabe que ha migrado
largas distancias. La fecha de su extinción es debatida, pero estimaciones recientes sugieren
que puede haber desaparecido hace 143.000 años.
El primer humano primitivo en ser descubierto, hace casi 200 años, concretamente en 1829
(varias décadas antes de que Darwin expusiera su teoría de la evolución por selección
natural). Mucho más joven que los anteriores, apareció en Eurasia hace aproximadamente
200.000 años y se extinguió hace unos 40.000 años. Es la especie humana extinta más
estudiada: los investigadores han encontrado huesos de cientos de neandertales en países de
Europa, Asia occidental y Asia central.
A los neardentales se les considera primos de nuestra especie, Homo sapiens. Ambas parecen
haber compartido un mismo padre, un humano temprano que algunos investigadores llaman
Homo heidelbergensis, que, a su vez, era probablemente un descendiente de H. erectus. Los
investigadores han sabido que esta especie podía controlar el fuego, quizás aprovechando los
producidos por los relámpagos.
Evidencias recientes sugieren que también pueden haber utilizado el conocimiento de las
propiedades químicas de los minerales de su entorno para iniciar sus propios incendios. Se
sabe también que esta especie fabricaba sofisticadas herramientas de piedra y hueso, se
automedicaba y hacía sus propias joyas. Además, recientes artículos asumen que practicaban
el canibalismo.
Este humano fue, y sigue siendo, un rompecabezas evolutivo. Tenía una extraña mezcla de
rasgos: un cuerpo corto, unos pies inusualmente largos y un cerebro sorprendentemente
pequeño. Desde que en 2003 fueron desenterrados sus restos en la cueva de Liang Bua, en la
isla indonesia de Las Flores, el origen del Hombre de las flores (Homo floresiensis), ha
despertado la polémica en la comunidad científica.
Hasta ahora, la teoría más aceptada del origen del diminuto esqueleto, de una hembra de un
metro de altura y con un pequeño cerebro, que le ha valido el sobrenombre de Hobbit de
Indonesia, era que se trataba de una especie humana desconocida descendiente del Homo
erectus (el primero de nuestros antepasados que salió de África).
Sin embargo, un reciente estudio indica que esta especie no sería descendiente del erectus,
sino de un antepasado en el continente africano. Según los investigadores, Homo floresiensis
habría evolucionado antes que el primer Homo habilis, separándose de su rama evolutiva
hace más de 1,75 millones de años. H. floresiensis vivió miles de kilómetros al este de África,
vivió hace apenas 50.000 años y parece haberse comportado como un humano avanzado en
términos de su capacidad para controlar el fuego y cocinar los alimentos (Vera, 2017).
Homo Antecesor
La posición del Homo antecessor en el linaje de los fósiles humanos y si podría ser el
antecesor de nuestra especie, Homo sapiens, sigue siendo una fuente de debate dentro de la
comunidad paleoantropológica. Ahora, la primera datación directa de un diente fósil humano
de Atapuerca confirma al H. antecessor como la especie más antigua conocida de fósil
humano encontrada en Europa Occidental, anterior a la división de la población de linajes
humanos modernos y arcaicos derivados de estudios genéticos.
La unidad arqueológica TD6 en el sitio Gran Dolina en Atapuerca (España) ha sido excavada
desde la década de 1990 y hasta ahora se han encontrado allí alrededor de 160 restos fósiles
de homínidos, todos atribuidos a una sola especie, H. antecessor. El equipo de
investigadores, del Australian Research Centre for Human Evolution (ARCHE), tomaron un
diente de este registro fósil y lo sometieron a una Resonancia Electrónica de Giro (ESR). El
análisis de un diente, denominado ATD6-92, siguiendo un procedimiento "semi-destructivo",
proporciona una estimación final de edad que va desde 624.000 a 949.000 años, que cubre
todos los posibles escenarios de captación de uranio.
Homo Heidelbergensis
El Homo heidelbergensis (apodado "Goliath") es una especie extinta del género Homo, que
surgió hace más de 500.000 años y perduró al menos hasta hace 250.000 años (Pleistoceno
medio). Eran individuos altos (1,75 m) y muy fuertes (llegarían a 100 kg), de grandes cráneos
(1.350 cm³) muy aplanados con relación a los del hombre actual, con mandíbulas salientes y
gran abertura nasal. Se le dio el nombre porque los primeros fósiles fueron descubiertos cerca
de Heidelberg (Alemania).
Es un antepasado directo del Hombre de Neandertal en Europa; aun cuando es muy similar a
los Homo sapiens arcaicos encontrados en África (por ejemplo: Homo rhodesiensis y Homo
sapiens idaltu); se sabe hoy que H. heidelbergensis no fue antepasado directo de los humanos
modernos. Entre Homo antecessor, una especie poco conocida, basada en fósiles de las
colinas de Atapuerca, en España, y los H. neanderthalensis, existió esta especie (H.
heidelbergensis). Presenta en general caracteres intermedios entre H. erectus / Ergaster y el
H. sapiens.
Presenta un thorus occipital hendido (en el Homo erectus tal thorus, o cresta, es continua) y
una gran capacidad neurocraneal. Si en los Homo erectus la dieta probablemente fue basada
en el cleptoparasitismo, el carroñeo (que aportaban proteínas y grasas de buena calidad) y un
régimen de alimentos vegetales en el Homo heidelbergensis se hace patente un predominio de
la dieta carnívora con evidencias de caza; la presión evolutiva para que entre los
heidelbergensis se desarrollara la caza habría estado en las condiciones ecológicas del
territorio que colonizaron: Europa era fría y durante seis meses existían muchos menos
recursos alimenticios obtenibles de vegetales que en África, el carroñeo y el
cleptoparasitismo (robar presas a los animales predadores) no aportaba suficientes nutrientes,
esto habría inducido (por selección) a la aparición de conductas sociales dedicadas a la caza:
bandas de heidelbergensis se organizaban para perseguir a otros animales y ultimarlos en
trampas naturales (precipicios, pantanos) o arrojándoles grandes hachas líticas bifaces e,
incluso, rústicos venablos de madera aguzada.
Homo Rhodesiensis
Homo rhodesiensis es una especie de homínido fósil del género Homo, hallado por primera
vez en 1921 en la localidad llamada por los ingleses Broken Hill, actualmente Kabwe en
Zambia, (antigua "Rhodesia del Norte" por lo que se denominó Hombre de Rhodesia). Se
considera que vivió solamente en África, desde hace 600.000 hasta 160.000 años antes del
presente, durante el Pleistoceno Medio.
Cráneos: La capacidad neurocraneal del Homo rhodesiensis era relativamente alta, entre 1280
y 1325 cm³. Un cráneo que podría ser el más antiguo de esta especie, hallado en Bodo,
Etiopía, datado en 630.000 años antes del presente, tenía una capacidad endocraneana de
1.250 cm³. Otros fósiles con características morfológicamente similares han sido encontrados
en Sudáfrica (Hombre de Saldaña), Tanzania, Marruecos y Argelia.
Homo Sapiens
Los seres humanos constituyen, desde el punto de vista biológico, una sola especie animal:
Homo sapiens. Son también llamados genéricamente hombres, aunque ese término se aplica
también específicamente a los individuos de sexo masculino, por lo que se propone el uso de
términos como ser humano, especie humana y evitar la confusión con el varón. Incluso existe
una propuesta para usar términos más neutros de género como humán/humanes.
En el pasado, el género Homo fue más diversificado, y durante el último millón y medio de
años incluyó numerosas otras especies. Desde la extinción del Homo neanderthalensis, hace
25.000 años y del Homo floresiensis, hace unos 12.000 años, el Homo sapiens es la única
especie viva del género Homo que aún prevalece en el tiempo.
Hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial Homo sapiens sapiens para esta
especie, pero más recientemente se ha descartado el nexo filogenético entre el Neandertal y la
actual humanidad, por lo que se usa exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens
pertenece a una estirpe de Primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en África
y de ese ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos.
Filosóficamente, quizá no haya tarea más compleja para la Humanidad que definirse a si
misma, debido a la complejidad que esto representa. Desconocemos los alcances y el destino
de nuestra propia especie. El papel del hombre en el Universo es múltiple: como admirador,
artífice y como Ser que ha procurado, en algún modo, trascender y dejar una impronta o
huella en el Universo (Canal de ciencias, 2015).
CONFERENCIA 3:
- PALEOLÍTICO, MESOLÍTICO. NEOLÍTICO
Paleolítico
El paleolítico significa «piedra antigua» y antecede al período conocido como mesolítico (que
significa edad media de la piedra). Posteriormente se ubica la etapa conocida como neolítico
(que significa edad moderna o nueva de la piedra).
Durante el Paleolítico, la Tierra sufrió diversos cambios en su eje de rotación. Esto produjo
climas de glaciaciones en sitios donde, tiempo atrás, existían temperaturas más agradables.
De este modo los primeros habitantes de la tierra tuvieron que adaptarse a climas fríos,
seguidos de épocas pluviales y más adelante sequías.
Durante el paleolítico inferior comienza a surgir el concepto básico de familia. Una de las
características del paleolítico es que durante este período los habitantes tuvieron un estilo de
vida nómada. Se trasladaban en grupos de entre 8 y 12 personas. Durante el paleolítico
inferior comienza a surgir el concepto básico de familia.
Alimentación en el Paleolítico
El tipo de viviendas era básicamente la utilización de cuevas. Por esta razón a este grupo de
personas se los conoció como cavernícolas. En otras ocasiones construían chozas muy
precarias hechas con huesos, hojas, cañas y pieles de animales.
Durante el Paleolítico, la Tierra sufrió diversos cambios en su eje de rotación. Esto produjo
climas de glaciaciones en sitios donde, tiempo atrás, existían temperaturas más agradables.
De este modo los primeros habitantes de la tierra tuvieron que adaptarse a climas fríos,
seguidos de épocas pluviales y más adelante sequías.
Sociedad en el Paleolítico
Durante el Paleolítico las mujeres cuidaban de los niños y recolectaban frutos. Como ya se
hizo mención más arriba, los primeros seres humanos ya comprendían el concepto de familia.
Allí había división de roles y funciones dentro del clan familiar. Así los hombres salían a
cazar y protegían a las mujeres y niños. Por su parte las mujeres cuidaban de los niños,
recolectaban frutos y trabajaban las pieles que les servían para cubrirse.
Mesolítico
Este período se destacó por el trabajo de la piedra, en forma pulida y astillada. Además,
surgieron las primeras poblaciones sedentarias favorecidas por las prácticas de la caza, la
recolección de frutos y la pesca.
Como consecuencia del cambio climático, el ser humano pudo asentarse en determinados
territorios durante un tiempo indeterminado sin la necesidad de migrar en épocas invernales.
Además de las condiciones climáticas más aptas para la vida humana, aumentó la variedad de
especies vegetales, primero con la formación de amplias estepas y luego de bosques
frondosos.
La fauna se vio influenciada por la migración de diversas especies hacia zonas más nórdicas,
por las mejores condiciones para la reproducción y por la mayor disponibilidad de alimentos
a través de la cacería o de la variedad de plantas.
Las figuras humanas tienen un tamaño mayor al real, de unos cinco metros de altura, por lo
que se cree representan a un dios o un ancestro. Debido a la falta de evidencias escritas, dado
que aún no había surgido la escritura, resulta compleja la interpretación de la mitología y el
simbolismo del templo.
Lo más impresionante de esta construcción es que fue realizada antes de que los grupos
humanos de cazadores y recolectores construyeran grandes asentamientos de viviendas y
antes de que desarrollaran la agricultura como principal fuente de alimento.
Neolítico
Se ubica este período entre los años 8.000 a.C. y 3.000 a.C. donde el hombre ya había sido
obligado a cambiar de estilo de vida y adoptar un estilo sedentario. A medida que el hombre
va desarrollando su creatividad y también su habilidad de diseño de herramientas y otros
inventos, se va desarrollando mental y culturalmente, lo cual le permite llegar a ser conocido
como Homo-sapiens, o como se le conoce también, hombre del cromañón.
Entre algunas de las características que podemos mencionar de este período de la prehistoria,
se encuentran las siguientes:
Este fue el período donde se conoce la piedra pulida y se utiliza ampliamente en las
herramientas de caza y de otros trabajos como la ganadería y la agricultura, además de
la fabricación de telas.
Se logra domesticar a los animales a fin de que sirvan para trabajar en la ganadería y
también en la agricultura, sobre todo para el arado. Además, sirvieron como medios
de transporte y protectores de las aldeas.
Se desarrolló la industria textil, a través de la cual se empezó a crear variedad de
vestimenta tanto de origen animal (pieles, lana, etc.), como vegetal que servía en
distintos tipos de climas.
Se desarrolló el pastoreo en esta época.
La alfarería vio su origen a fin de crear recipientes que sirvieran para recolectar el
producto de la agricultura.
Se empezaron a utilizar morteros para triturar el cereal y obtener harina.
Como se había popularizado la creación de aldeas, se desarrolló la comunicación
entre estos poblados.
Neolítico INICIAL: Este se extiende desde el año 6.000 hasta el 3.500 a.C.
Neolítico MEDIO: Esta etapa se ubica entre los años 3.000 y 2.800 a.C. y fue muy
productiva.
Neolítico FINAL: Este se ubica entre el año 2.800 y 2.300 a.C. luego del cual inicia la
conocida Edad de los Metales.
Población en el Neolítico
Además, logra desarrollar herramientas más fuertes y duraderas con piedra pulida, trabaja el
campo a través de la agricultura y con la ayuda de animales domesticados consigue
transportar de forma más sencilla y a mayor escala todo lo que produce, contribuyendo así al
comercio. Todos estos cambios sentaron las bases para una sociedad futura más desarrollada
y evolucionada en ámbitos como la vestimenta, la alimentación y la seguridad.
Arquitectura en el Neolítico
Arte en el Neolítico
Economía en el Neolítico
Herramientas en el Neolítico
Entre las herramientas inventadas por el hombre es necesario incluir las armas, que sirvieron
no solo para cazar animales, sino también para defenderse de ataques de otras poblaciones, ya
que por supuesto surgió la rivalidad. En este mismo sentido, la piedra pulida jugó un papel
importante en la creación de estas armas, ya que permitió crear lanzas, hoces y molinos de
mayor dureza y resistencia.
Por último, entre artículos científicos se puede observar en el capítulo que el ensayista israelí
Yuval Noah Harari dedica al Neolítico en su célebre libro Homo Sapiens. De animales a
dioses (Debate, 2014), uno de los ensayos más leídos de los últimos años, se titula ‘El mayor
fraude de la historia’. “En lugar de anunciar una nueva era de vida fácil, la revolución
agrícola dejó a los agricultores con una vida por lo general más difícil y menos satisfactoria
que la de los cazadores-recolectores”, escribe Harari.
También se encontró muchas enfermedades que no existían hasta que los humanos vivieron
más concentrados y con los animales. Además, siempre que se han producido asentamientos
de poblaciones han estallado guerras (Marino, 2018).
SEMINARIO 2:
- EL SURGIMIENTO DE LAS PRIMERAS FORMAS COMPLEJAS DE
ORGANIZACIÓN SOCIAL.
- LAS HORDAS, LOS CLANES O FAMILIAS, LAS FRATRÍAS, LA TRIBU, LA
FAMILIA PRIMITIVA Y EL PATRIARCADO.
La historia de las sociedades humanas se inicia hace aproximadamente entre cinco y siete
millones de años en África, lugar en el que los científicos han encontrado los restos humanos
más antiguos del planeta. Con el vello más corto que sus parientes los primates, una capa de
grasa debajo de la piel, el control de la respiración debajo del agua y la posibilidad de
caminar erguidos, nuestros ancestros vivían en cuevas y construían herramientas
rudimentarias y armas para cazar pequeños animales con los cuales alimentarse.
Allí permanecieron hasta hace un millón de años, cuando empezaron a cambiar de lugar y
caminaron cubriendo prácticamente todo el planeta (con excepción de las islas del Pacífico
que, como Hawái, son los lugares más apartados de los continentes, a las que llegaron hace
pocos miles de años, ¡remando!).
Las orillas de los ríos y los lagos eran zonas totalmente populares para establecerse ya, que
además de establecer una provisión regular de agua, el suelo era de mejor calidad a medida
que los asentamientos crecieron en las llanuras aluviales, los alrededores de los grandes ríos,
el Éufrates, el Tigris, el Nilo, el Rio amarillo devinieron centros de población.
Los arqueólogos nos dicen que los seres humanos actuales somos descendientes de los
primeros homosapiens, que significa “hombre inteligente” u “hombre capaz de aprender”, los
cuales aparecieron hace aproximadamente 120 mil años, y más particularmente de los
hombres. Las sociedades humanas de Cro-Magnon, cuyo nombre deriva del lugar, en lo que
hoy es Francia, donde se han encontrado sus restos fósiles.
Hace 40 mil años estos individuos construyeron herramientas y armas como arpones, lanzas y
flechas, con los cuales podían cazar guardando una apreciable distancia con su presa. Así
empezaron a cazar elefantes y rinocerontes. Con la posterior invención de cuerdas, y con ellas
de redes, agregaron cada vez cantidades mayores de peces y aves a su dieta.
Las primeras sociedades humanas, integradas por cerca de seis millones de individuos, eran
nómadas cuando, hace aproximadamente 12 mil años, un descubrimiento fundamental, la
agricultura, cambió la historia de este planeta. El cultivo de plantas, la domesticación de
animales y el almacenamiento de alimentos permitió el establecimiento de poblados y
ciudades. Las sociedades humanas se fueron haciendo sedentarias. Con ello se organizaron
mejor para desarrollar colectivamente diversas actividades, dando paso a la división del
trabajo entre los integrantes de la comunidad. Aparecieron nuevas profesiones y más
personas se pudieron dedicar a estudiar el mundo que los rodeaba, así como las maneras de
transformarlo, lo que influyó en el mejoramiento de las condiciones de vida de muchos seres
humanos. Esto propició que el número de personas que habitaban el mundo aumentara
considerablemente y que vivieran durante más tiempo.
Estos grupos comenzaron a cultivar sus alimentos y se establecieron en sitios fijos donde
construyeron sus casas. Fue así como los primeros pueblos, que han venido evolucionando a
través del tiempo.
Nómadas:
Sociedades igualitarias:
Los cacicazgos:
Tenían un líder llamado cacique, quien dirigía las actividades económicas, la guerra e
impartir justicia. El cargo se heredaba de padre a hijo.
En los cacicazgos nacieron las primeras religiones.
Eran politeístas (creían en la existencia de varios dioses).
Las civilizaciones:
LAS HORDAS
Según datos no del todo demostrados, parece que la primera forma de asociación humana
hubo de ser la horda, o sea un grupo de personas agregadas en forma rudimentaria y
vinculada entre sí por instintos primarios. Este tipo de organización se formó por grupos
humanos unidos instintivamente por necesidades comunes; por ejemplo, la búsqueda de
alimentos o la defensa ante el ataque de animales.
Su gobierno fue tan rudimentario como su organización: lo ejerció el que tuvo la fuerza o la
habilidad suficientes para imponer su liderazgo sobre el grupo y durante el tiempo en que
pudo hacerlo.
La horda no tuvo sistema normativo, salva la voluntad del jefe o caudillo, quien impuso el
orden gracias a su fuerza personal o a la destreza en el manejo de las armas. Dado que la
horda fue esencialmente nómada y que, por tanto, desconoció la agricultura, fueron la caza, la
pesca y la recolección de frutos y raíces las principales actividades que podríamos llamar
económicas.
La horda fue una especie de caravana errátil que anduvo de un lugar a otro en busca de
alimentos, bajo la conducción de un jefe o caudillo que acumulaba la totalidad de las
funciones que podríamos llamar políticas, guerreras, religiosas, legislativas y judiciales, que
por entonces y durante un largo período permanecieron indiferenciadas.
La horda fue parte de estas etapas prehistóricas. De la evolución de ella surgió el clan y la
unión de clanes formó la tribu (Cordoba, 2016).
LOS CLANES O FAMILIAS
En el clan, como antes en la horda, la relación de los seres humanos con la tierra no fue
todavía un factor de organización social, como lo sería más tarde cuando los hombres se
volvieron sedentarios. El vínculo que unió a los miembros del clan fue el real o supuesto
parentesco es decir que pertenecieran a la misma familia, como descendientes de un
antepasado común, que fue el tótem.
Todos los miembros del clan se tuvieron por parientes entre sí y este fue el vínculo que les
mantuvo unidos. Fue un vínculo de sangre. La organización fue eminentemente matriarcal
(entonces era la mujer más importante que el hombre), ya que las relaciones de familia se
establecieron en la mayoría de los casos de madres a hijos.
El tótem fue la rudimentaria divinidad del clan. Presidió sus actos. Le dio su nombre y fue
además su emblema. Generalmente se le representó esculpido de un modo rústico en un
tronco de árbol o en un monolito. El caudillo del clan trató de representarlo y de asemejarse a
él exteriormente con máscaras
Como en todas las sociedades primitivas, en el clan estuvieron confundidas las funciones
militares, políticas y religiosas, de suerte que el caudillo fue, al mismo tiempo, jefe guerrero,
líder político, legislador, juez y sacerdote o mago. No hubo algo parecido a la moderna
división de poderes. Los órdenes religiosos, político y guerrero estuvieron indiferenciados y
todas las funciones de conducción del grupo se concentraron en la persona del caudillo.
El clan fue un nuevo eslabón en la milenaria cadena de evolución histórica de las formas de
organización social, en que las hordas dieron lugar a los clanes, éstos a las tribus y más tarde
a las naciones y a los estados. Representó un importante esfuerzo de adaptación geográfica,
por su naciente tendencia a ubicarse sobre un territorio determinado para una vida sedentaria
(Cordoba, 2016).
LAS FRATRÍAS
Este tipo de organización se dio por la unión de varios clanes formaban una fratría. Por lo
tanto, las fratrías tenían las mismas características que aquellos, puesto que solo eran
comunidades más complejas.
Cada fratría o curía tenía un jefe, curión o fratriarca (corona), cuya principal función era
presidir los sacrificios, por más que en su origen acaso tendría otras más extensas. La fratría
tenía sus asambleas, su tribunal y facultad de dictar decretos, y así como en la familia, había
también en ella días, culto, sacerdocio, justicia y gobierno, siendo una pequeña sociedad
modelada exactamente sobre aquélla.
Tenía su festividad anual, cuya principal ceremonia religiosa era una comida en que tomaba
parte toda la tribu. Ésta, como la fratría, tenía sus miembros, tribunal y derecho de justicia
sobre ellos, y un jefe: Tribunus. En todo lo que nos ha quedado de las instituciones de la tribu
se observa que se constituyó en su origen para ser una sociedad independiente y como no
hubiera tenido ningún poder social que le fuese superior (Diaz, 2014).
LA TRIBU
La suma de varias fratrias daba lugar a una tribu. Sin embargo, cada tribu solía dividirse en
dos fratrias, con el objeto de repartirse el territorio que ocupaban para dedicarse a tareas
diferenciadas.
La tribu es un grupo social constituido por un gran número de clanes, bandas, aldeas y otros
grupos, se caracterizan por poseer:
Un dialecto definido.
Una cultura homogénea y peculiar.
Una organización política unificado, al menos, con cierto sentido de solidaridad
común frente a los extraños.
Otras características:
Se forma con la unión de varios subgrupos.
Cuando varias tribus se unen, empiezan a fundar los pueblos, los que a su vez son el
antecedente cultural de estados y nacionales actuales.
Por lo general, posee una religión que predica la descendencia de todos sus miembros
de un progenitor común.
En el siglo XIX, el nombre de tribu era utilizado para designar aquellas sociedades situados
en el estado de barbarie dentro de la evolución de la humanidad. Posteriormente, tribu fue
sinónimo de sociedad tribal, es decir, sociedad sin estado. En cualquieras de las definiciones
de tribu, el criterio más importante es el de la identidad idiomática y cultural.
LA FAMILIA PRIMITIVA
Consanguínea: los grupos conyugales se separan por generaciones. Todos los miembros de
una misma generación pueden copular entre sí, estando prohibido hacerlo con un miembro de
la generación anterior (padres, tíos) o posterior (hijos, sobrinos).
EL PATRIARCADO
Posiblemente las sociedades anteriores al sedentarismo estaban gobernadas por personas
generalmente ancianas y de gran experiencia llamadas patriarcas. Los patriarcas tenían como
función esencial administrar los bienes de la comunidad, organizar racionalmente el trabajo
de sus integrantes, presidir el culto religioso, y en general preocuparse del bienestar colectivo.
TAREA DE PAE: Los estudiantes deben realizar una investigación sobre los Análisis de los
fenómenos históricos del lugar en donde realizaran el PIS, (PAE #1), el cual tendrá una
valoración de 3 puntos y tendrá una guía práctica para la realización de la actividad.
CONFERENCIA 4:
- SURGIMIENTO DE LA CIVILIZACIÓN, LOS ORÍGENES.
- LA CIVILIZACIÓN SUMERIA
- LA CIVILIZACIÓN EGIPCIA
Surgimiento de la civilización
Hace referencia a sociedades más complejas, en estas los individuos empezaron a vivir en
culturas más organizadas con organismos públicos, así como lugares de cultos se instauro un
sistema de clases según el cual algunos miembros de la sociedad, tenían más riqueza poder y
estatus que otros.
Otro avance que acelero la llegada de la civilización fue el comercio. Las dos técnicas claves
para su desarrollo en esta época fueron la metalurgia y la cerámica.
Las ciudades, como un nuevo tipo de comunidad, con una organización interna política y
social, crearon la necesidad de nuevos y mejores productos de la imaginación humana. Se
estimuló, por tanto, la invención y la especialización en diferentes áreas de la actividad, como
sucedió, en un principio, en las ciudades agrícolas.
La civilización sumeria
Las primeras ciudades se construyeron en Mesopotamia, junto a un valle situado entre las
riberas del Tigris y el Éufrates. Los sumerios, sus constructores, también inventaron la
escritura. La civilización mesopotámica se desarrolló entre el 3 500 y el 1 500 a.n.e. Es
precisamente, hacia el 3.500 a.n.e. que los sumerios comenzaron a utilizar símbolos para
representar primero los números y luego las palabras.
Asimismo, entre el 3 500 y el 3 100 a.n.e. sus pobladores comenzaron a utilizar sellos
cilíndricos para distinguir las mercancías que se intercambiaban en el sistema comercial del
valle.
Los sumerios crearon enormes templos de piedra, diseñaron esculturas y utilizaron el cobre y
la plata para elaborar diferentes tipos de vasijas. También desarrollaron la escritura como vía
para registrar el curso de sus complicadas transacciones comerciales, y por cientos de años, la
escritura sólo se utilizó para los limitados propósitos del comercio. Fueron precisamente los
sacerdotes, desde sus templos, los que llevaron con cuidado el registro de las operaciones
comerciales realizadas en las nuevas ciudades.
Resulta un tanto extraño que sea exactamente en el registro de las operaciones de negocio
donde se ubica el nacimiento de la civilización, la escritura permitió a los sumerios realizar
complicadas transacciones, imposibles sin el registro escrito. La complejidad es el distintivo
de la civilización.
Entre el 2 370 y el 2 200, bajo los reinos de Sargón de Agade y de sus sucesores, se utilizó,
por primera vez, la escritura con propósitos diferentes a los del comercio. Ellos constituyen
los primeros registros escritos de las ideas religiosas de un pueblo de la antigüedad y de su
conciencia histórica. Entre el 2 200 y poco antes del 2 000 a.n.e., se desarrolló una escritura
pictográfica con formas abstractas, llamada cuneiforme más compacta y versátil que la
anterior. Entre el 1 792 y el 1 750, se creó del código de leyes de Hammurabi, un libro legal
exhaustivo que contenía un conjunto de regulaciones comprensibles y estándares para todos
los habitantes del reino. Sus regulaciones conformaron la base de las innovaciones
económicas y sociales porque el conocimiento de la ley hizo que los mercaderes y los
oficiales subordinados pudieran actuar de forma independiente.
La civilización egipcia
A 900 millas al sur de Mesopotamia, el Río Nilo, proporcionó las condiciones necesarias para
el desarrollo de una agricultura irrigada. Sus primeras villas agrícolas datan de principios del
quinto milenio a.n.e. La unificación del Egipto Norte y Sur (3 100- 2 700 a.n.e.) en una
monarquía centralizada, así como el éxito de los sucesivos reinados para generar los recursos
y la paz necesaria, produjeron adecuadas condiciones para un rápido progreso cultural.
Entre el 2 050 y el 1 750 a.n.e. se había formado completamente la clase burocrática. Los
escribas, como se llamó a los empleados del estado, establecieron un sistema escolástico que
permitió a los hombres de talento, con un origen muy humilde, ascender al servicio estatal. Se
creó una cultura literaria, que conformó una base para una forma de educación denominada
clásica - que incluía lenguaje y retórica en los valores y la ideología de la elite educada. Los
tres segmentos de la clase más alta, escribas, sacerdotes y militares- controlaban las riquezas
de la sociedad.
Por otra parte, la disponibilidad del papel de papiro para mantener sus registros escritos, en
lugar de la piedra y de las tabletas de arcilla de los sumerios, proveyó a los egipcios con un
medio para la escritura barata y fácil de utilizar, con ventajas claras para la diseminación de
largos textos escritos.
Las diferencias entre la civilización egipcia y sumeria son evidentes. Mientras que los
sumerios
emplearon inicialmente la escritura para mantener una contabilidad en los templos y los
registros del comercio, los egipcios parecen haberla utilizado, en primer lugar, en relación
con el culto a la muerte.
Las primeras escrituras egipcias se remontan hacia los años 3 800 a.n.e.
La Edad de los Metales es el nombre que recibe uno de los periodos en los que se divide la
Prehistoria. Se data su comienzo en el año 6500 a. C., cuando finaliza la Edad de Piedra, y
duró hasta aproximadamente el 450 a. C. La característica principal, y lo que le da su
denominación, es el uso de los metales por parte de los seres humanos.
Más resistentes y manejables, los metales sustituyeron a la piedra como principal componente
de las herramientas y armas. La Edad de los Metales se divide en tres fases distintas,
marcadas por la utilización de diferentes materiales: Edad de Cobre, Edad del Bronce y Edad
del Hierro.
Durante esta era se comienza no solo a usar los metales, sino también a trabajarlos y a
realizar aleaciones, creándose la metalurgia. Esta novedad histórica no se quedó solo en la
creación de herramientas. Vinculado a estas, la agricultura vivió nuevos avances, lo que llevó
a que el ser humano se volviera más sedentario y aparecieran ciudades más grandes.
Además, el excedente producido gracias a las nuevas herramientas provocó la aparición del
comercio. Otras novedades ligadas al uso de los metales fueron la mejora de la alimentación
y la creación de estructuras sociales más complejas en los asentamientos (Romero, 2015).
Cronología y periodos
Como otros periodos históricos, la Edad de los Metales no apareció al mismo tiempo en todas
las regiones. De acuerdo con los historiadores, comenzó sobre el año 6000 a. C., dando fin a
la Edad de Piedra. Se trata de una era que tuvo una especial incidencia en Europa, Asia y
África.
La gran duración de esta Edad histórica (que terminó sobre el año 450 a. C.) hace que se
divida en tres partes diferentes, con un metal protagonista en cada una de estas. La primera
fue la llamada Edad de Cobre, a la que le siguió la Edad de Bronce. La última fase fue la
Edad de Hierro.
Edad de Cobre o Calcolítico
Esta primera etapa comprendió desde los años 6500 al 2500 a. C. Durante este periodo el ser
humano empezó a usar en su provecho metales como el oro, la plata y, claro está, el cobre.
Fueron varios los utensilios que elaboraron los hombres de aquella época con el cobre,
aunque claramente no dejaron de utilizar la piedra y otros materiales que habían conocido
hasta ahora.
Esto trajo consigo la evolución de la ganadería y de la agricultura, con todos los cambios
sociales y demográficos que ello implica.
Entre los objetos nuevos se pueden contar las puntas de flecha, tan útiles y ahora más eficaces
para la cacería de animales; utensilios para arar la tierra, lo cual les permitió introducirse en
la agricultura; vasijas que les permitían elaborar a su vez más utensilios; y adornos, los cuales
se utilizaban principalmente en ritos funerales.
Edad de Bronce
El segundo periodo de la Edad de los Metales comenzó en el año 2500 a. C. y terminó sobre
el 1500 a. C. Mientras que el cobre y el oro aparecían en la naturaleza y solo había que
tratarlos, el bronce requería de un trabajo metalúrgico previo. Se trata de una aleación entre el
mismo cobre y el estaño.
El bronce resultante es más resistente que el cobre y, por lo tanto, más útil en la construcción
de herramientas. Su aparición comenzó en el sur de Asia y se expandió hacia el norte de
África.
En este período de tiempo de la historia se destaca un hecho clave, este es el progreso en las
técnicas de fundición, como el martillado y el vaciado del metal en moldes para darle la
forma que se deseaba y crear cantidades de objetos diferentes. Además, se empezó a extraer
estos minerales de otras regiones y en las regiones donde no había, se empezó a
comercializar.
Fue así como se expandió lo que se conoce como la Edad de Bronce hacia otras regiones,
como Asia y África. Tardó bastante tiempo, se cree que unos mil años para llegar hasta Gran
Bretaña. Ya para el año 2.000 a.C. toda la región de Asia y gran parte de Europa vivía en la
Edad de Bronce. Tardó un poco más en llegar a África debido a la dificultad de atravesar los
desiertos como el Sahara, pero aun así se logró.
Edad de Hierro
A partir del 1500 a. C. se comenzó a usar el hierro como materia prima. No se trataba de un
elemento desconocido, pero había sido considerado casi sagrado y su uso estaba limitado a la
joyería. Fueron los hititas los que comenzaron a utilizarlo en otros ámbitos.
Con la evolución de la metalurgia de forma gradual y muy lenta, se aprende que, para lograr
la fundición de minerales más resistentes, era imprescindible contar con hornos que lograran
una mayor temperatura. Por eso, se hizo un gran esfuerzo por mejorar dichos hornos. Una vez
que lo logran, conocen el hierro, mineral mucho más fuerte y resistente que los anteriores.
Fue así como se dio inicio a la Edad de Hierro, por lograr fundir este mineral y crear objetos
con el mismo.
Su mayor dureza obligó a desarrollar nuevas técnicas de trabajo metalúrgico. Uno de sus
principales destinos fue la fabricación de armas.
Todo comenzó en el sudoeste de Asia cerca del año 1.000 a.C. para luego extenderse hacia
Europa y finalmente a África. En Europa, alrededor del año 500 a.C. ya se estaba viviendo en
la Edad de Hierro. En África, la Edad de Hierro logró llegar incluso hasta el sur de este
continente, cosa que no se había logrado con el bronce, también hacia Nubia y otras regiones
del oeste.
Es interesante el hecho de que esta transición del bronce al hierro no se logró debido a que
fuera mejor un material que otro, sino que más bien fue gracias a que el hierro era uno de los
minerales que más abundan en distintas regiones del mundo, mucho más que el cobre o el
estaño. Por eso, en esta época de la historia fue más evidente que nunca la elaboración de
herramientas y también de armas para la guerra que en cualquier otra época previa a esta.
Labores como la agricultura fueron mejoradas enormemente debido a la utilización de
herramientas de hierro que eran más eficaces que las de piedra, cobre o bronce.
Las características que vamos a mencionar a continuación las dividimos de acuerdo a la era
correspondiente
Edad de cobre
Inicia aproximadamente en los años 6.500 a.C. y culmina alrededor del 2.500 a.C.
Se da origen a la metalurgia como oficio predominante.
Junto al desarrollo de la metalurgia, se potenciaron las labores de agricultura y
ganadería con las nuevas herramientas elaboradas.
Se conocen variedades de metales, donde los más conocidos fueron la plata, el cobre y
el oro.
Edad de bronce
Inicia alrededor del año 2.500 a.C. y se extiende hasta aproximadamente el año 1.500
a.C.
Se conoce el proceso de la fundición, lo cual supone un progreso enorme en la época,
debido a que permite extraer otros metales.
Se da origen al bronce a través de la aleación de metales.
Se da origen a las sociedades con mayor complejidad y mejor organización.
El comercio del bronce se extiende y parte del Mar Egeo.
Edad de hierro
Los jefes eran aquellos que estaban por encima de los demás grupos sociales y que
tenían la autoridad.
Los sacerdotes se encargaban de la parte religiosa y de los ritos.
Los guerreros se especializaban en defender a su pueblo.
Los herreros y comerciantes.
Los hilanderos, panaderos y tejedores.
Los agricultores y ganaderos.
Las primeras viviendas que se construyeron tuvieron formas redondas, cuadradas y algunas
otras rectangulares. Además, las cercaban con una especie de muro o fortificación
acompañados de talayots.
Algunas de estas construcciones fueron edificadas con la piedra como su material principal,
lo cual las convirtió en edificaciones duraderas, incluso hasta el día de hoy se conservan
algunos de estos monumentos religiosos en algunas regiones de Europa. Entre las más
conocidas se encuentran los menhires, los dólmenes y las navetas.
El arte en forma de pintura también se desarrolló en cierta medida en la Edad de los Metales,
pero estaba relacionada principalmente con los actos religiosos y también con historias que
tenían que ver con las clases sociales.
Además, se empezaron a diseñar las primeras joyas en bronce que, unido a los brazaletes y
algunas vasijas, formaban parte de la decoración de aquel tiempo.
Algunos de los inventos más destacados de la Edad de los Metales son los siguientes:
La vela: Este fue uno de los inventos que sirvió para impulsar el comercio en aquella época,
utilizándose de forma inmediata en la navegación de aquel tiempo. Este consistía en un
sistema que se valía de la fuerza del viento para darle impulso al barco, lo cual se lograba con
un pedazo de piel o tela de un tamaño suficientemente grande para mover el bote.
El barco: Gracias al invento de la vela, se pudo construir barcos de mayor tamaño a fin de
transportar más personas, pero también más productos apartados para el comercio.
El horno: Este invento dio un gran impulso a la metalurgia, debido a que permitió fundir
metales mucho más resistentes y elaborar así herramientas de trabajo y de defensa. Además,
sirvió para cocinar los alimentos y también elaborar utensilios de cerámica.
La rueda: Este fue otro invento que permitió el progreso del comercio, pero también del
transporte en aquella época, logrando trasladar más carga en menos tiempo y con menos
esfuerzo.
Los canales: La agricultura era otro medio de vida, por eso se crearon los canales, los cuales
permitían regar las plantaciones de una forma más efectiva. Además, servían para abastecer a
las poblaciones con agua.
El arado: Esta técnica supuso un avance en el área de la agricultura, ya que valiéndose de
animales de carga se lograba preparar el terreno para la siembra de una manera más
organizada y efectiva, además de que aumentó la cantidad de cultivos producidos.
El molino: Este sistema permitió triturar el grano de forma más rápida y en menos tiempo,
con lo cual se logró dar origen al pan.
Primeros productos textiles, además de la cesta que fue y ha sido tan útil hasta el día de hoy
(Marino, 2018).
El cobre fue uno de los primeros minerales trabajados por el hombre, ya que se encuentra en
estado casi puro cobre nativo en la naturaleza junto al oro y la plata fue utilizado desde
finales del neolítico, golpeándolo, al principio, hasta dejarlo plano como una lámina después,
como consecuencia del perfeccionamiento de las técnicas cerámicas, se aprendió fundirlo en
horno y vaciarlo en moldes, los que permitió fabricar mejores herramientas y en mayor
cantidad esto oriento la edad del cobre de la humanidad también conocida como calcolítico.
La minería del calcolitico es muy similar a las anteriores, de hechos es, como la paleolítica,
una operación superficial, que apenas arañas la tierra con explotaciones de superficie.
Edad del bronce: Las aleaciones cupríferas de la antigüedad se realizaban con elementos
como el antimonio, el plomo o el arsénico, pero, aunque la utilización de este último es
bastante común en determinados momentos, las aleaciones reina es sin duda la de cobre con
estaño es decir el bronce mediante fusión o cementación, pero ambas son técnicas mal
conocidas los metalúrgicos prehistóricos tenían el proceso bien controlado.
Edad del hierro: Los primeros en la edad del hierro fueron los hititas en el área de palestina
y solo fueron necesarios unos siglos para que a continuación lo hiciera todo el mundo
antiguo, aunque el trabajo del hierro es el más difícil de realizar de entre todos los metales,
las posibilidades que ofrece, su mayor eficiencia y la dificultad de abastecerse de cobre y
estaño hicieron que el hierro substituyera a las labores asociadas al cobre de manera bastante
rápida. Estas circunstancias estimularon el perfeccionamiento de la siderurgia, que llevaron a
que en época prehistóricas.
Metalurgia prehistórica: Para finalizar nos gustaría hacer unas consideraciones en relación
al metal, la metalurgia y su consideración como innovación tecnológica en el primer lugar
queremos señalar la actual inadecuación de la idea de la metalurgia del cobre como motor del
proceso civilizador muchas de los rasgos de la nueva situación de creciente complejidad
social que acompañan a la aparición del metal, en las diferentes culturas en que surge, son
anteriores cronológicamente al mismo metal las primeras herramientas metálicas tienen una
utilidad muy limitada no se evidencian ritmos sostenidos en el proceso de desarrollo del
fenómeno metalúrgico.
Industria metalurgia
En la industria metalúrgica se hace uso de diferentes tipos de materiales, y entre los más
utilizados se pueden mencionar los siguientes:
Minería
Cabe señalar que la minería es una de las actividades más antiguas de la humanidad, ya que
se sabe que desde tiempos de la prehistoria el hombre ha usado diversos minerales para la
fabricación de herramientas y armas. Con el pasar de los siglos se convirtió en una importante
industria, que ha creado una serie de técnicas, estudios y análisis físico-químicos con el
objetivo de mejorar la exploración y explotación de los yacimientos.
La minería es una actividad económica del sector primario representada por la explotación o
extracción de los minerales que se han acumulado en el suelo y subsuelo en forma de
yacimientos. Dependiendo del tipo de mineral a extraer la actividad se divide en minería
metalúrgica (cobre, oro, plata, aluminio, plomo, hierro, mercurio, etc.) que son empleados
como materias primas básicas para la fabricación de una variedad de productos industriales.
CONFERENCIA 5:
- LOS MEDIOS DE VIDA,
- LOS PRIMEROS ARQUITECTOS,
- ORGANIZACIÓN SOCIAL EN LA ERA DE LOS METALES.
En la mitad de la Edad del Bronce, al amparo de la actividad comercial aparecen, las ciudades
griegas de Micenas y Tirinto, donde también han aparecido palacios y enormes murallas con
grandes bloques de piedra. En estos momentos estas ciudades griegas tenían una gran
actividad comercial y administrativa.
La agricultura
El comercio
El comercio es otra actividad económica que en la Edad de los Metales adquiere especial
importancia. Recordemos que la metalurgia requiere la utilización de determinadas menas
que en muchas ocasiones había que conseguir en lugares muy lejanos. Surgirán los
buscadores de metales que crearán determinadas rutas comerciales por donde circularán otros
productos muy diversos: cerámica, cereales, joyas, vino, aceite, adornos, etc.
En estos momentos históricos, los seres humanos nos dejaron muestras de una arquitectura
monumental, aunque las primeras obras empezaron a fabricarlas ya a finales del Neolítico.
Construyeron monumentos con grandes bloques de piedra, llamados megalitos. Los megalitos
van a aparecer en diferentes lugares de Europa: en torno al mar Báltico (Suecia, Dinamarca,
norte de Alemania), por Gran Bretaña e Irlanda, por Francia, por las islas de Córcega,
Cerdeña, Malta e islas del Egeo, en el sur de Italia y en la Península Ibérica. En nuestra
península aparecen en Portugal, Galicia, Asturias, Extremadura, Andalucía, Cataluña, País
Vasco y Navarra.
Los menhires son piedras hincadas verticalmente en la tierra. A veces aparecen alineados en
el campo. Parece ser que tenían como función la de marcar un territorio o delimitar los
campos de cultivo. Destacan los alineamientos de la región bretona de Carnac (Francia).
Organización social
Las sociedades de la Edad de los Metales aumentarán las diferencias sociales entre unos
grupos y otros. Ya hemos apuntado cómo los objetos de cobre y de bronce fueron utilizados
como elementos de prestigio y distinción social de unos grupos con respecto a otros.
En las sociedades de la Edad de los Metales podemos distinguir básicamente dos grupos
sociales: uno, el de los reyes, príncipes, caudillos y guerreros que tienen el poder político,
militar, económico y social; el otro, integrado por la mayoría de la población y compuesto
por agricultores, pastores, artesanos y comerciantes. En algunas situaciones, habrá que añadir
otro grupo social, caracterizado por el poder mágico- religioso: los chamanes o sacerdotes.
Por debajo de todos estos grupos sociales se encontraban los esclavos.
La lucha social hace que ni siquiera los objetivos perseguidos inicialmente por el ritual, la
reproducción del poder, en el marco de la ideología dominante, se cumplan automáticamente,
aunque los instrumentos de dominio pueden utilizar también las tergiversaciones de estos
fenómenos en su propio provecho. De este modo, por un lado, en un primer momento en la
periferia de la ideología oficial, los funerales pueden ofrecer el medio de reproducir las
relaciones personales (familiares) del difunto en favor de su descendencia o su familia
inmediata.
Por otro lado, el monopolio de la dirección ritual, o de alguna de sus fases, actuando y
respondiendo a los mecanismos referidos de acumulación familiar, y desigual, puede
conducir a la permanencia simbólica de sólo algunos de los miembros de la sociedad,
aquéllos que vuelven a veces a través de sus descendientes directos, que de esta forma pueden
acceder a reclamar directamente su herencia, especialmente pecuaria en los inicios de la
jerarquización.
La Edad Media es un período histórico comprendido entre el siglo V y el siglo XV. Empieza
el año 476 con la caída del Imperio romano del Occidente y su fin al 1492 con el
descubrimiento de América. Suele dividirse en dos grandes períodos: la Alta Edad Media (del
siglo V al siglo XV) y Baja Edad Media (siglo XI al siglo XV). También surge la Edad de los
Metales la cual es una de las etapas de la Pre Historia, en la que se subdivide en: Edad del
Cobre, Edad del Bronce y Edad del Hierro. Se caracteriza por un gradual abandono de los
instrumentos y armas de piedra que son reemplazados por los de metales. Estudiando así el
componente cultural.
El Estudio de este tema se enfoca en los descubrimientos geográficos a partir del siglo XV,
que se originaron en Asia, Europa y América principalmente por españoles y portugueses,
estos forman parte muy importante de la historia ya que abren un nuevo horizonte a la
humanidad y permiten a esta evolucionar positivamente en sus diferentes ámbitos.
Objetivo: Distingue los tipos de fuentes históricas. Identifica las distintas “Historias”
conceptuales.
SEMINARIO 4:
- LA CIVILIZACIÓN ROMANA
Se llama Imperio Romano a la etapa de la historia romana, en la que Roma fue gobernada por
emperadores. Estos implantaron el gobierno absoluto, concentrando en una persona todos los
poderes: político, administrativos, religiosos y militares.
Esta etapa se inició en el año 29 a.C. con el gobierno de Augusto (Octavio) y concluyó con
Rómulo Augústulo en el año 476 d.C.
El territorio del Imperio Romano abarcaba tres continentes: sur y oeste de Europa, el oeste de
Asia y el norte de África. Dentro de sus límites quedaron: Britania, Galia, España, Suiza, los
países situados al sur del rio Danubio, Italia, Grecia, Turquía, Asia Menor y el norte de
África.
Después de vencer a Antonio en el Egipto, Octavio fue dueño absoluto del mundo romano.
Entro triunfalmente en Roma y en agosto del año 29 d.C. cerró el templo de Jano, la paz
reinaba tras un siglo de conquistas y guerras civiles. El pueblo y el Senado le rindieron
grandes honores y le dieron los siguientes títulos: Imperator, Gran Pontífice, Principe del
Senado, Augustus (persona grata) y por último Cesar, nombre de su padre adoptivo.
Los esclavos habían aumentado por las constantes conquistas. Se dedicaban a los servicios
domésticos, la agricultura, la minería, las artesanías y las grandes construcciones.
CONFERENCIA 6:
- LA RUPTURA DEL IMPERIO ROMANO, LOS INICIOS DE LA ÉPOCA
“BÁRBARA”.
El Imperio Romano empezó su decadencia apartar del siglo III d.C. padeciendo una larga y
penosa agonía, por la incapacidad de sus emperadores. Estos no supieron controlar la crisis
interna y tampoco pudieron detener las invasiones de los bárbaros.
CAUSAS INTERNAS
Teodosio el último emperador romano de origen español, antes de morir dividió el Imperio
entre sus hijos. Arcadio y Honorio, en el año 395 d.C.
Arcadio, el mayor, gobernó el Imperio Romano de Oriente: que comprendía los territorios de
Grecia, Macedonia, Turquía, Siria, Palestina y Egipto. La capital fue Constantinopla.
CAUSAS EXTERNAS
Los bárbaros era tribus que vivían fuera de los límites del Imperio Romano y que no habían
sido dominados. Eran pueblos que se dedicaron a la agricultura y el pastoreo.
a) Los Visigodos: Procedentes de la región del Danubio. Ocuparon el sur de las Galias y
la península Iberica, donde implantaron el Reino Visigodo, con su capital en Toledo.
b) Los Ostrogodos: Empujados por los hunos, de las orillas del mar Negro, invadieron
Italia y allí fundaron el Reino Ostrogodo.
c) Los Anglos y los Sajones: Tribus de las costas del mar del norte, cruzaron el Canal
de la Mancha y se establecieron en Inglaterra.
d) Los Suevos, Vándalos y Alanos: Ante la presión de los Hunos, los Alamos
abandonaron sus tierras al sur de Rusia y por el río Danubio llegaron al territorio de
los Vándalos y Suevos. Estas tribus unidas, franquearon el río Rin y fueron
rechazados por los romanos en Galia. Vencidos se dirigieron hacia el oeste y
ocuparon España.
e) Los Vándalos: Ocuparon posteriormente el norte de África; desde allí cruzaron el
Mediterráneo y saquearon Roma.
f) Los Hunos: Procedentes de Mongolia, al mando de Atila, atravesaron el río Rin,
devastaron Bélgica y llegaron al norte de Galia. Atila llamado el Azote de Dios, fue
vencido por un ejercito bárbaro-romano al mando del general romano Aecio, en la
batalla de los Campos Catalaunicos a orillas del río Marne. El siguiente año desde
Germania, invadieron nuevamente Italia, pero no devasto Roma gracias a la
intervención del Papa León I. Después de aterrar por medio siglo, Atila se retiro a la
región del Danubio, donde murió, disipándose la amenaza de los Hunos sobre Europa.
g) Los Francos y Burgundios: Ellos vinieron desde Germania, cruzaron el río Rin y se
establecieron en Galia.
Después de una serie de emperadores en Roma, asumió el poder Rómulo Augústulo, un niño
de diez años. De esta situación se aprovechó Odoacro, jefe bárbaro de los Hérulos, quien el
476 d.C. a la cabeza de su tropa invadió Italia y depuso al emperador.
El Imperio Romano de Occidente llegaba a su fin. Solo continuo vigente el Imperio Romano
de Oriente, con su capital en Constantinopla (Historia Universal, 2018).
SEMINARIO 5:
- EDAD MEDIA
- LA EDAD MEDIA DEL SIGLO V – X.
Edad Media
La edad Media es un período histórico que abarca desde el siglo V hasta el siglo XV. Diez
siglos de historia que comienza con la caída del Imperio Romano de Occidente, en el año 476
d.C. y que se da por finalizado a finales del siglo XV, en 1492, con el descubrimiento del
Continente Americano.
Otros historiadores los finalizan en el año 1453, haciéndolo coincidir con la Caída del
Imperio Bizantino, una fecha muy fácil de recordar ya que coincide con uno de los inventos
que revolucionarían el mundo entero. Este invento se trata de la invención de la Imprenta, la
cual, sin meternos en otros temas, también coincide con el fin de la Guerra de los Cien Años.
Cuando hablamos de Edad Media, nos debemos referir única y exclusivamente a todos los
hechos y sucesos acaecidos en Europa. El motivo es muy sencillo, puesto que las
características que llevan a llamar a un período de 1000 años con tal nombre, responden a
unas características que sólo se dieron en Europa. La separación entre el Imperio de Oriente y
de Occidente en época romana, significó también una separación de culturas y un hermetismo
de cada emperador hacia su imperio.
Además, pronto el Islam terminó de separar a las distintas creencias, como los persas, los
otomanos, etc. Las invasiones extranjeras, y concretamente del norte, que sufrió la Europa
Occidental, hicieron que fueran mucho más reservados con sus fronteras. Por otro lado, en
oriente, el proceso fue totalmente distinto, porque ellos nunca vivieron la edad media como
nosotros la vivimos o entendemos.
Japón sufrió también una política basada en el feudalismo, como ocurrió en Europa, pero se
produjo aproximadamente en el año 1.000 hasta el 1.800. Por lo tanto, tampoco es
equiparable en un espacio temporal.
La India llevaba un proceso totalmente distinto, pues estaba basado en sus tradiciones y
religiones, y eran ajenos a los problemas que se vivían en cualquier otra parte del mundo. Su
dedicación al comercio, el cual era la base de su economía, provocaba problemas muy
diferentes de los que se vivían en Europa (Pérez & Merino, 2014).
La Edad Media suele ser situada por los historiadores entre dos sucesos de suma importancia.
El primero, que marca su inicio, se le atribuye a la caída del Imperio Romano de Occidente
(476), dándole fin al período de la Edad Antigua o Clásica. Por otro lado, el hecho que marca
el fin de la Edad Media es la caída del Imperio Romano de Oriente en 1453. Pero las
transformaciones que estaban ocurriendo en aquel momento (siglo XV y XVI), eran muchas
y muy profundas. Entre ellas: El Renacimiento, el descubrimiento de América, la
incorporación de la Imprenta, la Reforma Protestante de Lutero.
Resumiendo, según la periodización tradicional, la Edad Media va del año 476 (fin de la
Edad Antigua) hasta el año 1453 (comienzo de la Edad Moderna). Desde una perspectiva un
poco más abierta, se considera que la etapa Medieval abarca aproximadamente los años 500 a
1500 d.C. (Montero, 2017).
La Edad Media se divide en tres etapas: la Temprana Edad Media, Alta Edad Media y la Baja
Edad Media
La Alta Edad Media es el nombre que se le otorga a los primeros siglos de la denominada
Edad Media. Se considera que comienza tras la caída del Imperio romano de Occidente, en el
año 476, y dura hasta aproximadamente el siglo XI.
Carlomagno y el papa
Se trataba de un término bastante negativo, puesto que consideraban que era una etapa de
oscuridad e ignorancia entre la Europa del clasicismo greco-latino y su propio periodo del
Renacimiento.
A pesar de que hoy se considera a esa creencia muy exagerada, sí es cierto que la Alta Edad
Media (y, en general, todo el periodo medieval) se caracterizó por numerosas guerras y por la
llegada de pueblos germánicos ajenos a las tradiciones anteriores.
Estos nuevos habitantes, herederos de los que los romanos llamaban bárbaros, acabaron
adaptando muchas costumbres y hábitos de Roma. Dos grandes bloques geopolíticos destacan
durante esos siglos: el Imperio carolingio y el bizantino (o Imperio romano de oriente).
El Islam se presenta como amenaza común para ambos. Esta religión aparece en esa época y
tiene una expansión tan vertiginosa que en el siglo VIII ha llegado a Hispania.
CONFERENCIA 7:
- LA ALTA EDAD MEDIA.
- LA EDAD MEDIA (SIGLOS IX AL XI).
- LA BAJA EDAD MEDIA (SIGLOS XII – XV).
La Alta Edad Media
Abarca los siglos IX a XI. Se trata del momento de auge del feudalismo o modo de
producción feudal, con una producción basada en una mano de obra servil y centrada en los
Señoríos. Políticamente es un momento de descentralización del poder, en el que los Reyes
tienen muy poco poder efectivo.
Tras la disolución del Imperio Carolingio, la Alta Edad Media estuvo caracterizada por un
movimiento urbanizador en Europa, el cual estuvo acompañado de un incremento en las
fuerzas militares. Esto ocurrió durante el siglo XI y el siglo XIII. Esta etapa también tuvo
como una de sus características principales un aumento significativo de la población. Esto fue
consecuencia del nuevo orden que tenían las ciudades y la organización marcada del
desarrollo de la sociedad.
Para comienzos del siglo XIII, la mayoría de las grandes urbes se encontraban en medio del
continente. Estas, a su vez, estaban conectadas por sistemas de caminos y ríos.
El comercio tuvo un crecimiento igualmente significativo. Las ciudades italianas (las cuales
actuaban de manera independiente unas de otras), se convirtieron en centros económicos para
el Mediterráneo.
Se considera que esta etapa de la historia fue la responsable de dar forma a los países
occidentales europeos que existen hoy en día, como Francia, España e Inglaterra. En esta
etapa de la Edad Media, los reyes de estos países se consolidaron como gobernantes y los
países se unificaron bajo una misma bandera.
Reinos germánicos
Desde la caída de Roma hasta el siglo VIII, las invasiones de estos pueblos siguen
produciéndose. Pocos de ellos llegan a establecerse como estados, ya que la mayoría tenía un
concepto más tribal de la sociedad. Visigodos, francos y ostrogodos son de esos pocos que sí
se empiezan a constituir como naciones.
De hecho, el trono del Imperio romano es heredado por uno de esos bárbaros, que intenta
durante algún tiempo mantener las mismas estructuras.
El Imperio Bizantino
Emperadores como Justiniano, expandieron sus fronteras hasta el Danubio. Se puede decir
que en cierto momento contaron con tres de las ciudades más importantes de su época:
Alejandría, Antioquía y Constantinopla. Sin embargo, como a todo gran imperio, también le
llegó su crisis. En este caso fue más tarde, ya en el siglo VII, por la guerra mantenida contra
los persas y las grandes pérdidas territoriales ocasionadas por los árabes.
Imperio carolingio
La otra gran potencia que aparece durante la Alta Edad Media es obra de uno de los pueblos
bárbaros que había llegado siglos antes. Se trata del llamado Imperio carolingio, un reino
franco que se afianzará a partir del siglo VIII.
La muerte de Carlomagno acabó con su sueño de consolidar un gran estado y, poco después,
su imperio se dividió en dos: el Reino de Francia y el sacro Imperio romano germánico.
Características principales
Feudalismo
El feudalismo es uno de los elementos más importantes que aparece durante la Edad Media y
que afecta tanto a la economía como a la organización social. Casi todos los expertos sitúan
su origen en la inseguridad que se señalaba antes. Esta provoca que aquellos con menor
posibilidad de defenderse, como los campesinos, acudan a los grandes señores para pedirles
protección.
Incluso los campesinos llegaban a ceder sus tierras (o les eran quitadas) a cambio de esta
seguridad. Se creó un sistema basado en la existencia de una pequeña clase poderosa dueña
de tierras y ejércitos, y de otra más numerosa dependiente de la primera. Estos últimos
trabajaban en los campos para los señores y estaban vinculados con las tierras. Además,
tenían que pagar impuestos y prestar otros servicios a los mandatarios.
Organización social
La situación anteriormente descrita también sirve para explicar cómo estaba organizada la
sociedad de la época. Se trataba de una división de clases absolutamente jerarquizada, con un
pequeño grupo de favorecidos y una gran masa de perjudicados.
En la cúspide de la pirámide estaba el Rey. Era quien concedía tierras y títulos, y su autoridad
estaba basada en un acuerdo tácito con su nobleza. La frase primus inter pares (el primero
entre iguales) define muy bien la situación. La nobleza era la dueña de las tierras y la
poseedora de casi todas las riquezas de cada Estado.
Una de sus funciones era encargarse de los llamados vasallos, en el último escalón de la
pirámide. Estos eran, sobre todo, los campesinos atados a sus tierras, quienes vivían en la
pobreza o rozándola. Entre estas clases se encontraba otra que se colocaba entre los
privilegiados: el clero. La influencia de la Iglesia era muy grande y, además, también contaba
con grandes posesiones de tierra.
Economía
Como se puede imaginar tras ver cómo se dividía la sociedad y el significado del feudalismo,
la economía de estas naciones era casi totalmente rural. Podía existir algo de comercio, pero
muy limitado tanto en distancia como en productos.
Iglesia
Sin duda, era más poderosa aún que el propio monarca. De hecho, los reyes necesitaban su
aprobación y buscaban alianzas con esta para mantenerse más tiempo en el poder. En cuanto
a los campesinos, estaban obligados a pagar el diezmo; es decir, un 10 % de lo que
obtuvieran.
Arte y literatura
En cualquier caso, se puede apuntar que la temática era religiosa en su mayoría. Hay que
tener en cuenta que casi nadie sabía leer, por lo que se necesitaban medios alternativos para
que los mensajes llegaran a la población. Así, eran frecuentes figuras como los juglares, que
relataban historias de todo tipo, casi todas con un origen en la tradición oral. Igualmente
podían representarse algunas obras de teatro de marcado carácter religioso.
Quizás la excepción se encuentra en el arte carolingio, que intentó recuperar ciertos temas y
formas de la Antigüedad clásica. Se considera que fue fundamental para la posterior aparición
del románico y del gótico.
La Baja Edad Media constituye el último periodo de la Edad Media y comprende los siglos
XIV y XV —aunque algunos historiadores sitúan su comienzo en el siglo XI negando la
existencia del periodo de la Plena Edad Media (siglos XI al XIII). Estuvo marcada por la
crisis desencadenada por el impacto de la Peste Negra iniciada en 1348 y que redujo la
población europea a menos de la mitad.
La ley de rendimientos decrecientes empezó a mostrar sus efectos a medida que el dinamismo
de los campesinos forzó la roturación de tierras marginales y las lentas mejoras técnicas no
podían sucederse a un ritmo semejante. La coyuntura climática cambió, acabando con el
denominado óptimo medieval que permitió la colonización de Groenlandia y el cultivo de
vides en Inglaterra. Las malas cosechas condujeron a hambrunas que debilitaron físicamente
a las poblaciones, preparando el terreno para que la Peste negra de 1348 fuera una catástrofe
demográfica en Europa. La repetición sucesiva de epidemias caracterizó un ciclo secular
Consecuencia de la crisis
Únicamente los nobles con más capacidad (demostrada la mayor parte de las veces por el
despojo de nobles con menos capacidad) pudieron convertirse en una gran nobleza o
aristocracia de grandes casas nobiliarias, mientras que la pequeña nobleza se empobrecía,
reducida a la mera supervivencia o a la búsqueda de nuevos tipos de ingresos en la creciente
administración de las monarquías, o a los tradicionales de la Iglesia.
En las instituciones del clero también se va abriendo un abismo entre el alto clero de obispos,
canónigos y abades y los curas de parroquias pobres; y el bajo clero de frailes o clérigos
vagabundos, de opiniones teológicas difusas, o bien supervivientes materialistas en la
práctica, goliardos o estudiantes sin oficio ni beneficio.
En las ciudades, la alta burguesía y la baja burguesía viven un similar proceso de separación
de fortunas, que hace imposible mantener que un aprendiz o incluso un oficial o un maestro
de taller pobre tenga algo que ver con un mercader enriquecido por el comercio a larga
distancia de la Hansa o las ferias de Champaña y de Medina, o un médico o un letrado salidos
de la universidad para entrar en la alta sociedad. Se va abriendo paso la posibilidad (antes
inaudita) de que la condición social dependa más de la capacidad económica (no
necesariamente ligada siempre a la tierra) que del origen familiar.
Frente al mundo medieval de los tres órdenes, basado en una economía agraria y firmemente
ligada a la posesión de la tierra, emerge un mundo de ciudades basado en una economía
comercial. Los centros de poder se desplazan hacia los nuevos burgos. Estos reequilibrios se
vieron reflejados en los campos de batalla, ya que los caballeros feudales empezaron a ser
superados por el desarrollo de técnicas militares como el arco de tiro largo, arma que los
ingleses usaron para barrer a los franceses en la batalla de Agincourt, en 1415, o la pica,
usada por la infantería de mercenarios suizos.
Es en esta época cuando aparecen los primeros ejércitos profesionales, compuestos por
soldados a los que no les une un pacto de vasallaje con su señor sino la paga. A partir del
siglo XIII se registran en Occidente los primeros usos de la de pólvora, invención china
extendida desde la India por los árabes, pero de forma muy discontinua. Roger Bacon la
describe en 1216) y hay relatos del uso de armas de fuego en la defensa musulmana de
Sevilla (1248) y Niebla (1262, véase El cañón en la Edad Media).
Con el tiempo, el oficio militar se envilece, devaluando las funciones de la nobleza con las de
la caballería y los castillos, que quedan obsoletos. El aumento de los costes y las tácticas de
batallas y asedios traerá como consecuencia el aumento del poder del rey frente a la
aristocracia. La guerra pasa a depender no de las huestes feudales, sino de los crecientes
impuestos, pagados por los no privilegiados.
La baja edad media comienza a inicios del siglo XII y llega hasta mediados del siglo XV. Es
un momento de reapertura, donde lentamente vuelven a ganar importancias las ciudades y las
actividades comerciales, surgiendo un nuevo grupo social: la burguesía. Es el momento en
que empiezan a desarrollarse las primeras transformaciones que luego llevarán en la edad
Moderna al surgimiento del sistema capitalista (Jose, 2008).
Pero no solo eso. Además, este hacendoso provisor -el tal Diego López- promovió unas
curiosas “ordenanzas de misas” para obligar a la gente -sobre todo en los domingos de
Pascua- a acudir a las iglesias. La letra, debió pensar el provisor, con sangre entra… y entre
las medidas que pedía al Ayuntamiento estaban las siguientes: Al que no vaya a misa o en
domingo juegue a los dados o ande por caminos o prepare caballerías para Transportar cosas,
dos días de cárcel y amenaza de excomunión) Al que venda vino en tabernas o fuera de ellas
“antes de alcado el cuerpo de dios, dos días de cárcel” Y que no se abra ninguna tienda para
vender nada excepto las “que fueren diputadas por las necesidades”.
Brujería, demonios… inquisidores. Aunque parece que la iglesia católica trabajó duramente
contra cierta mentalidad mágica o animista en el Jerez bajomedieval, hay que decir que no se
conoce bien aquel mundo de las brujas y los demonios, igual que no se conocen bien, aunque
se haya escrito algo más sobre ello, las prácticas y las creencias religiosas digamos
“ortodoxas” del pueblo y la aristocracia.
A mediados del s. XVIII -una fecha alejada sólo cronológicamente de la Baja Edad Media-
se conoce el caso de fray Judas Morales, un” presbítero de las Terceras de San Francisco”
(ver Juan Blázquez: Eros y tánatos. Brujería, hechicería… en España, Ed. Arcano, 1989, p.
156) que escribió una carta al diablo donde decía: “Yo fray Judas Morales doy el mando al
demonio apontocando mis órdenes y habito hago pacto con El demonio que me otorgue lo
que le pido, todo le pido de corazón para siempre “.
Cuáles fueron los medios utilizados en el siglo XIV-XV de la expansión europea
Adelantos técnicos
La Europa medieval era un pequeño universo cerrado. Las grandes exploraciones geográficas
de los siglos XV y XVI ampliaron los horizontes hasta entonces conocidos por los europeos.
Portugal y Castilla fueron los grandes protagonistas de este proceso
La carabela
Este tipo de barco de vela estuvo muy de moda entre los siglos XIII y XVI. Los portugueses
y los españoles los utilizaron para sus viajes de exploración En el siglo XV se adoptaron
varios avances técnicos que hicieron posible navegar lejos de la costa.
La brújula
Cuyo conocimiento era muy antiguo, generalizó su uso a partir del siglo XIII y contribuyó a
fijar con exactitud los rumbos.
El astrolabio
Ayudó a determinar con precisión la latitud, midiendo la altura de los astros sobre el
horizonte. Para ello se empleaba también el cuadrante.
Por otro lado, se incorporaron a las naves el timón móvil y el ancla de brazos separados.
Los portugueses inventaron la carabela, que combinaba las velas cuadradas para la velocidad
y las velas triangulares para maniobrar. Como no utilizaba remeros, la bodega disponía de
mucho espacio para almacenar mercancías. Estos barcos permitían la navegación en cualquier
época del año y eran capaces de resistir las tempestades y los ataques piratas, ya que llevaban
cañones
Los siglos XIV y XV vieron como el modo de producción feudal entraba en decadencia para,
por fin desaparecer. Su derrumbe tiene su origen en la profunda crisis que afectó a Europa a
lo largo del siglo XIV, la profundidad de la crisis afectó a todos los grupos sociales. Los
privilegiados, que basaban su riqueza en la posesión de la tierra veían como sus rentas caían
sin parar frente al ascenso de los precios de los salarios y de los productos manufacturados.
Para tratar de recuperar sus ingresos iniciarán en el campo un período de reseñorialización
(Pérez J. , 2020).
SEMINARIO 6:
- LAS GRANDES CULTURAS ASIÁTICAS.
- CHINA, IMPERIO MONGOL.
Los Imperios Asiáticos en la Edad Media se entrecruzaron con los Imperios Occidentales,
como nunca antes se había producido desde hace mucho, ya que cambiaron el destino de la
Edad Media, el principal hecho fue la caída de Constantinopla y los viajes de Marco Polo.
Asia puede verse como la historia colectiva de varias regiones de la periferia costera, Asia
Oriental, Sur de Asia y el Oriente Medio, vinculadas por la masa interior de la estepa
Euroasiática.
La cultura asiática es sin lugar a dudas una de las más importantes en la historia universal. Su
historia, tradición y riqueza han fascinado a ciudadanos de todos los rincones del mundo,
dejando claro que de ella occidente aún tiene mucho que aprender.
Las culturas de Asia básicamente se destacan por sus lenguas, su gastronomía, sus religiones,
sus tribus y sus festivales. Las culturas más importantes de Asia son la China, la Japonesa y
la India. Las culturas y tradiciones en Asia son una fuente de riqueza casi inagotable que el
hombre moderno recién empieza a conocer.
Las lenguas que se hablan en el continente asiático son numerosas. Entre ellas la más hablada
es el chino o mandarín, seguidos del hindi y el árabe, entre otras destacamos como lenguas
oficiales y nativas el japonés, el bahasa indonesio, el coreano, turco, hebreo, persa, birmano,
tailandés, tagalo, etc.
Las religiones más profesadas son el budismo, el islamismo y el hinduismo, seguidos del
confucianismo, taoísmo, sintoísmo, judaísmo, animismo, etc.
Cultura China
Es una de las más antiguas del mundo, con una historia de más de 5000 años. Es una cultura
transcendental en base a esfuerzo, trabajo y disciplina. Desde siempre han dedicado su
energía y su tiempo a la educación de su descendencia.
Se caracteriza por tener su propio idioma, el chino mandarín, su propia caligrafía, y su propia
religión, que son el confucionismo y el taoísmo. En este sentido, ellos tienen una visión
cíclica del tiempo, y sienten un profundo respeto por la autoridad, puesto que desde su origen
han estado gobernado por líderes muy estrictos.
Cultura Japonesa
En este país conviven las tradiciones milenarias budistas con la música y la tecnología más
actual, convirtiendo a este archipiélago en el hogar de los contrastes. A ello hay que añadir el
innegable talento que tienen con las artes plásticas, y para la arquitectura, como se puede ver
en sus templos, palacios, santuarios y casas de té.
Cabe destacar su gastronomía. Preparan una gran variedad de recetas con alimentos
procedentes del mar, y también con arroz blanco, vegetales o wasabi. Por cierto, los
japoneses no utilizan tenedores ni cucharas para comer, sino palillos.
Cultura Hindú
La cultura de la India empezó a crear allá por el año 8000 a. C. Es, en realidad, un conjunto
de sub-culturas que han dado lugar a unas determinadas costumbres. Y es que en la India te
puedes encontrar una gran variedad de climas, desde el árido en Rajastán hasta el tropical
húmedo en la isla de Kavarati y en el suroeste del continente, pasando por el montañoso, que
es donde están los Himalayas.
Así, la gastronomía es muy variada. Arroz, tortilla india, frutas tropicales como el coco o el
mango, salsas hechas con frutas autóctonas, especias como la cúrcuma y con un poco de
aceite.
Por otra parte, hay que decir que aquí fue donde el budismo se creó.
Cultura Mongola
Los mongoles estuvieron unidos a los turcos hasta el siglo XI, en que se emanciparon
formando pequeños grupos autónomos. Al no poder subsistir estos grupos, se acogieron a la
protección de los emperadores chinos del Sur, quienes los emplearon como soldados contra
los manchúes del Norte.
Los mongoles han sido considerados y respetados -muchas veces temidos- como
excepcionales guerreros; no en vano, el príncipe mongol Gengis Kan supo cómo expandir su
imperio a lo largo de Asia. Pero eso es sólo parte su historia.
Si hablamos de su religión, el budismo tibetano es la más practicada, aunque el cristianismo y
el islam también son parte de la población.
En cuanto a su gastronomía, comen carne de ovejas, cabras, yak, camellos, etc., y consumen
productos lácteos.
CONFERENCIA 8:
- ANTECEDENTES Y CAUSAS DE LOS GRANDES DESCUBRIMIENTOS.
Durante los siglos XVI y XVII los europeos tenían conocimiento de aproximadamente una
tercera parte del mundo. No fue hasta estos siglos que navegantes y exploradores deciden ir
más allá en busca de nuevas tierras y rutas.
Uno de los mayores descubrimientos para los españoles fue llegar América, ya que se
apoderaron de las riquezas que tenían, al mando de Cristóbal Colon. Los descubrimientos se
dan por la falta de rutas mercantiles desde Europa hasta la India, debido a que Turquía cerró
el paso a toda mercancía y estableció insalvables inconvenientes de resguardo aduanero.
Antes de eso no tenían necesidad de nada, ya que los árabes obtenían de la India y Oceanía
las sustancias llamadas especies y también oro, siendo estos los productos que
comercializaban con los europeos a precios muy altos.
Durante los últimos años de la Edad Media, los árabes obtenían de la India y Oceanía las
sustancias llamadas especies (clavo de olor, jengibre, nuez moscada, canela, pimienta,
vainilla, etc.) y también oro. Estos productos los vendían a los europeos a precios subidos y
los comerciantes de Venecia y Génova hacían grandes negocios con la reventa. Pero desde
que los turcos tomaron Constantinopla en 1453, los árabes ya no pudieron comerciar con
libertad en el Mar Rojo, porque Turquía cerró el paso a toda mercancía y estableció
insalvables inconvenientes de resguardo aduanero. Clausuro, además, las rutas mercantiles.
Por consiguiente, quedó cerrado el comercio de Europa con la India.
Causas
1. La necesidad de encontrar nuevas rutas hacia las indias, pues, las que servían para el
comercio con el Oriente habían caído en poder de los turcos, después de que estos se
apoderaron de los puertos de Constantinopla y Alejandría, por donde llegaban a
Europa las especias de Asia (canela, pimienta, nuez moscada, jengibre), goma
arábiga, perfumes, piedras preciosas, finas telas, etc.
2. El mejoramiento de la navegación, por la aparición de la brújula, la construcción de
mejores embarcaciones (carabelas) y otros aparatos, permitieron a los navegantes
arriesgarse en mares desconocidos sin temor a perderse.
3. El adelanto de la Geografía y el convencimiento cada vez mayor de que la Tierra era
redonda.
4. El espíritu aventurero que impulsaba a los hombres a conquistar o descubrir nuevas
tierras para enriquecerse.
5. El anhelo de ciertas congregaciones religiosas de difundir el cristianismo en esas
tierras hasta entonces desconocidas (Historia Universal, 2018).
SEMINARIO 7:
- LOS GRANDES VIAJES MARÍTIMOS
En los inicios del siglo XV, Oriente y Occidente se relacionaban a través de las rutas
comerciales. Muchos productos importantes para Europa (como las especias, la sal o la seda)
se obtenían mediante los viajes marítimos. Sin embargo, cuando en 1453 los turcos tomaron
Constantinopla, se convirtieron en una especie de muralla que dividió en dos al mundo
«conocido». Los caminos por los que entraban estos bienes tan preciados se cerraron. Se
sintió entonces como nunca la necesidad de abrir otros nuevos.
El comercio europeo con Oriente se efectuaba en la Edad Media a través de la ruta de la seda,
que recorría el Mediterráneo hasta Constantinopla y luego atravesaba Asia. Pero en 1459, los
turcos conquistaron Constantinopla y obstaculizaron el tránsito por esta ruta.
En el siglo XV, la necesidad de encontrar nuevas vías comerciales llevó a emprender grandes
expediciones marítimas. Como consecuencia, se descubrieron nuevas tierras y se amplió el
mundo hasta entonces conocido por los europeos.
Los navegantes portugueses fueron los primeros en aventurarse hacia el Sur a través del
Atlántico para poder llegar a Oriente:
La ruta africana: desde Madeira hasta el golfo de Guinea 1460, establecieron colonias
para obtener oro, marfil y esclavos. Más adelante, Bartolomeu Dias llegó al cabo de
Buena Esperanza 1488.
La ruta de la India: la expedición de Vasco de Gama alcanzó la India en 1498 y abrió
el camino a las islas de las Especias (Antón, 2015).
Los historiadores señalan que no fue solo una, sino muchas las causas que llevaron a los
europeos a lanzarse a explorar el mundo a través del mar, pero en síntesis Dios, gloria y oro
eran los motivos, ¿qué hizo posible los viajes? Antes que nada, la expansión de Europa estaba
ligada al desarrollo y crecimiento económico de las monarquías centralizadas durante el
Renacimiento. Hacia la segunda mitad del siglo XV, las monarquías europeas habían
incrementado su autoridad y recursos, y se hallaban en posición de volver sus recursos a lo
que había más allá de sus fronteras.
Los portugueses apostaron a encontrar un paso por el sur de África para llegar a las Indias.
Los españoles, por su lado, intentaron de la mano de Colón llegar «por el otro lado»,
navegando hacia occidente. Las demás naciones europeas no se quedaron atrás: ingleses,
franceses y holandeses tantearon la posibilidad de encontrar un paso por el Ártico hacia el
reino de las especias.
Esta ventaja geográfica facilitó los viajes de exploración cuando los marineros se
familiarizaron con el régimen de vientos del Atlántico norte. Ambos reinos poseían una larga
tradición marinera, con poblaciones de pescadores que se aventuraban a la navegación
atlántica de altura y que llegaron a las islas Azores, a Madeira y a las Canarias, entre los años
1320 y 1350.
La costa atlántica de ambos reinos era lugar de encuentros. En primer lugar, de rutas e
intereses mercantiles. Desde fines del siglo XVIII, comerciantes italianos se establecieron en
las ciudades del sur de Portugal y España e introdujeron sus nuevas técnicas mercantiles.
También esa zona era cruce de tecnologías marinas: allí fue diseñada la carabela y fueron sus
marineros quienes aplicaron las nuevas técnicas de navegación. La situación política era
también peculiar en estos dos reinos. La península ibérica había sido ocupada en el siglo VIII
por los musulmanes, hasta que, en el siglo XIII, los reinos cristianos comenzaron su
expulsión definitiva. Portugal fue el primero que logró la unidad territorial, a fines del siglo
XIII (Claudio, 2014).
La primera gran oleada de expediciones fue enviada por Portugal bajo el mandato de Enrique
el Navegante, con el único fin de buscar una ruta a la India. Internándose en pleno Océano
Atlántico se descubrieron las Islas Madeira en 1419 y posteriormente las Azores en 1427,
convirtiéndose ambas en colonias portuguesas. El proyecto de Enrique el Navegante consistía
en explorar la costa occidental de África.
Durante siglos las únicas rutas comerciales entre África Occidental y el mundo del
Mediterráneo cruzaban el Desierto del Sahara. Estas rutas estaban controladas por los estados
musulmanes del norte de África, viejos rivales de Portugal. Los portugueses esperaban
comerciar directamente con África Occidental por la vía marítima, evitando así los territorios
islámicos.
Los navegantes portugueses progresaban lentamente, pero con seguridad, consiguiendo cada
año avanzar algo más hacia el sur. En 1434 se salvó definitivamente el obstáculo que suponía
el cabo Bojador. En el lapso de dos décadas se había vencido la barrera del Sahara y dio
comienzo el comercio de oro y esclavos en lo que hoy es Senegal.
Se analiza esta unidad, desde la perspectiva cíclica, de un país que siempre ha estado
luchando contra retos sociales, políticos, económicos y geográficos, mismos que han
determinado la Historia del Ecuador, por lo tanto, la periodización considera la dimensión
social de los pueblos y su proyección futura. Sus contenidos se enmarcan en: La aventura de
la independencia (1808-1830). Independencia impulsada desde afuera. El Diez de Agosto de
1809. La Junta soberana. La restauración 1810. La República. Quito entre 1820 y 1822. La
Gran Colombia.
Las trascendencias en Ecuador siempre han existido bajo un predominio del regionalismo,
fundamentado por el latifundio, sectores artesanales y comerciantes, principalmente en sus
inicios como República. Sus contenidos están sustentados en: El naciente Ecuador- Proyecto
Nacional Criollo, La sociedad y el poder. Auge y caída del Estado oligárquico terrateniente.
La cultura decimonónica.
Época Colonial
1492 fue un año clave para América, España y la humanidad. Con la llegada de la expedición
de Cristóbal Colón y el inicio de la subyugación violenta de los pueblos aborígenes comenzó
una época nueva para nuestro continente. También en ese año culminó el proceso de unidad
política de todos los reinos hispánicos bajo los Reyes Católicos. Y Europa, que salía del
feudalismo, avanzó con el aporte americano hacia una era de predominio mundial.
Al “descubrimiento” del nuevo continente y su ocupación inicial sucedió una corta etapa de
conquista militar. Luego se inició en estas tierras una extensa Época Colonial, que duró casi
tres siglos. La historiografía tradicional suele caracterizar a la Época Colonial del actual
Ecuador, como un lapso de gran estabilidad, sin cambios significativos, en todos los órdenes,
en oposición a la inestabilidad que se dio en los años republicanos.
En los tiempos coloniales la vida de la sociedad y del Estado fue muy compleja y su
caracterización escapa las simplificaciones. Entender la sociedad colonial como “feudal” o
“semifeudal”, tal como lo repite una mala costumbre interpretativa que recogen algunos
autores, es un error.
La conquista
Colón realizó varios viajes a las recién descubiertas tierras e inició su colonización. A sus
empresas se sumaron las de otros españoles que, a inicios del siglo XVI, habían conquistado
ya el Caribe y se adentraron a tierra firme, cruzando el istmo de Panamá, en cuya ribera
opuesta hallaron un océano que denominaron Pacífico. Los descubrimientos y conquistas
fueron tareas emprendidas privadamente por aventureros españoles que obtenían autorización
y privilegios de la Corona de Castilla. Sin embargo, conforme se regularizaba la
colonización, la influencia y la autoridad delEstado se acentuaban.
Conquista de Quito
Enterados los invasores de la guerra entre Huáscar y Atahualpa y del triunfo de este último,
tendieron una trampa al emperador en Cajamarca y lo tomaron preso. El desconcierto que
esto causó entre los pueblos indígenas y las alianzas que promovieron los españoles con los
descontentos contra Atahualpa, impidieron una defensa coordinada del incario. Los invasores
demandaron un crecido rescate por el soberano, pero luego lo hicieron víctima de un “juicio”
al cabo del cual fue ejecutado.
Una vez que fuera organizado el gobierno hispánico en Quito, partió de esta ciudad, bajo el
mando de Gonzalo Pizarro, una expedición a la Amazonía. Luego de afrontar grandes
penalidades, Pizarro encargó a Francisco de Orellana la exploración de las rutas fluviales. De
este modo llegaron al gran río Marañón o de las Amazonas, el 12 de febrero de 1542. Por allí
salieron al Atlántico, para arribar luego a España.
Quienes describen con caracteres épico-heroicos las aventuras y hasta los crímenes atroces de
los conquistadores no reconocen, por ejemplo, el hecho de que las escasas centenas de
españoles armados con arcabuces y caballos fueron apoyadas, en sus enfrentamientos a las
tropas incas, por tribus enteras levantadas contra la autoridad del Tahuantinsuyo, que
colaboraron con los conquistadores. A eso se sumaron las enfermedades que trajeron los
invasores. Las epidemias diezmaron, aterrorizaron y desconcertaron a las poblaciones
aborígenes.
Con el establecimiento del poder español no terminó la resistencia indígena. A veces por
medio de sublevaciones o “alzamientos”, o por mecanismos no violentos como la defensa de
sus costumbres, estructuras comunitarias, reivindicación de la tierra, fiestas, idioma y otras
formas de identidad, se mantuvo la presencia de los pueblos indios frente al poder colonial.
Desde el punto de vista de los vencidos, la conquista no fue la eliminación sino un nuevo
momento de su historia y de la historia de todos nosotros, que tenemos que verla “desde
abajo”, venciendo interpretaciones que conciben al triunfo ibérico como una “gesta gloriosa”,
sin recordar que, junto a su indudable importancia, vinieron también el sojuzgamiento y
explotación.
Por otra parte, pensar que la “conquista” o la “invasión” concluyó en el siglo XVI deja de
lado el que los indígenas de la Amazonía y de la Costa interna tuvieron su “primer contacto”
en períodos posteriores y han sido objeto de conquista y colonización, aun en años recientes.
El establecimiento de una etapa entre los años treinta y cuarenta del siglo XVI como “La
Conquista” es una perspectiva de la sociedad dominante hispano-criolla. La vida de los
pueblos invadidos tiene otra periodización.
Los enfrentamientos entre conquistadores devinieron en un conflicto más de fondo entre éstos
y la Corona, que intentó cortar la autonomía con que aquellos pretendían manejar las tierras
recién conquistadas, siguiendo el ejemplo del feudalismo europeo. En este contexto se
emitieron las Leyes nuevas que centralizaban el manejo político y económico de las colonias
en manos de la Corona y establecían mecanismos de protección a los indígenas. Uno de los
mentalizadores de esas leyes fue fray Bartolomé de las Casas, gran defensor de los indios
contra los abusos de los colonizadores. En 1544 se designó como virrey del Perú a Blasco
Núñez de Vela para poner en vigencia las Leyes nuevas. Los colonos o encomenderos
resistieron el intento de quitarles el poder alcanzado y se agruparon alrededor de Gonzalo
Pizarro. Los ejércitos se enfrentaron en 1546 al norte de Quito. El Virrey fue derrotado y
ejecutado.
La respuesta de la Corona fue intentar una negociación con los colonos recién llegados, que
tenían expectativas de nuevos privilegios y estaban enfrentados a los encomenderos. Al
mismo tiempo trató de no aplicar las conflictivas leyes, cediendo cierto manejo de los asuntos
americanos a los colonos, a cambio de consolidar la autoridad central. Para enfrentar a
Pizarro se designó al clérigo Pedro de la Gasca, que anunció que el Rey cedía a las demandas
de los colonizadores y logró levantar una fuerza importante. Las ciudades y villas plegaron a
su autoridad. En Quito fue asesinado el gobernador Puelles, dejado por Pizarro. Los dos
ejércitos se enfrentaron en Jaquijaguana, cerca del Cuzco, a inicios de 1548. Pizarro fue
derrotado y ejecutado con sus tenientes. Triunfó de este modo la causa de la Corona, aunque
al precio de concesiones al poder local.
Colonización inicial
Como se ve, al principio de la colonización se dieron dos procesos. Por una parte, el
sojuzgamiento e inicio del despojo de los indígenas. Por otra, la resolución en beneficio del
poder metropolitano, del conflicto creado por los primeros colonos que intentaron retener
buena parte del control local.
Al comienzo de la colonización, para manejar las tierras y las gentes recién conquistadas, los
españoles necesitaron de los caciques locales, que siguieron como autoridades de sus pueblos.
Así se dio el “mandato indirecto”. Pero desde el inicio establecieron mecanismos de control
de los indígenas. La institución básica del período fue la encomienda, que consistía en el
encargo o “encomienda” –de allí su nombre– que hacía la Corona a un colono español –el
encomendero– de un grupo de indígenas, para que los catequizara. Para esta labor, el
encomendero pagaba a un eclesiástico –el doctrinero– que tenía a su cargo la
“evangelización”. Los indígenas debían pagar un tributo a la Corona y, como pago del
beneficio de la cristianización, quedaban obligados a prestar servicios al encomendero o a
darle dinero. Así se estableció un mecanismo de extracción de excedentes en forma de trabajo
e impuestos, y un instrumento de control ideológico de las masas indígenas, que fueron
catequizadas por el clero.
Organización administrativa
Luego de la conquista militar se institucionalizó el poder colonial, pasando de este modo
paulatinamente al “mandato directo”. Las ciudades hispánicas se fundaron desde el inicio:
Quito (1534), Portoviejo y Guayaquil (1535), Popayán y Cali (1536), Pasto (1539), Loja
(1548), Zaruma y Zamora (1550), Cuenca (1557), Baeza (1559), Tena (1560), Riobamba
(1575). En estas villas o ciudades propiamente dichas se estableció un cabildo representante
de los intereses dominantes locales, que cumpliría un papel crucial en el régimen colonial. El
cabildo de Quito, asiento también del gobernador nombrado por el Rey, asumió funciones de
reparto de tierras y organización de servicios.
Hacia finales del siglo XVI en Quito se dio un conflicto entre el presidente de la Audiencia
Manuel Barros, de inclinaciones pro indígenas, y el Cabildo, defensor de los intereses locales
blancos. En 1592 y 1593 se produjo la Rebelión de las Alcabalas contra la aplicación de un
impuesto que afectaba al comercio local. Al fin triunfó una vez más la Corona, pero se
mantuvo una suerte de equilibrio de fuerzas entre ella y los poderes locales.
Mitas y obrajes
Desde fines del siglo XVI se abre un nuevo período de la dominación colonial en la
Audiencia de Quito. La estrategia española orientada a hacer de América un centro proveedor
de metales preciosos, generó una especialización regional dentro del imperio colonial. La
Real Audiencia de Quito emergió entonces como un importante abastecedor de tejidos y
alimentos para los grandes centros de explotación minera de Potosí.
La sociedad colonial
Luego del primer siglo de colonización hispánica se había definido una estructura social
fuertemente diferenciada y asentada sobre la desigualdad. Los blancos, especialmente los
españoles de origen peninsular (miembros de la burocracia civil y eclesiástica,
encomenderos, obrajeros y comerciantes) estaban en la cúspide de la pirámide social. Ellos
controlaban los principales centros de producción económica, la circulación de los bienes y el
poder político en la Audiencia y en los cabildos locales.
En la base de la estructura social colonial, de otro lado, estaban los pueblos indígenas que
sufrieron cambios profundos, pero al mismo tiempo lograron mantener la continuidad de
varios elementos de su organización. El más importante de ellos fue la lucha por la
conservación de las tierras, que iban pasando a manos españolas, no sin hallar de parte de las
comunidades dura, y a veces exitosa, resistencia.
Conforme avanzó la época colonial fue adquiriendo mayor importancia el mestizaje. Éste se
originó fundamentalmente entre las uniones de conquistadores y mujeres indígenas,
gestándose de este modo un grupo social intermedio entre blancos e indios dedicado a ciertas
labores agrícolas, el mediano comercio y la artesanía. Los mestizos bregaron por abrirse
campo entre sus dos polos de origen social y étnico y lograron el reconocimiento de ciertos
“privilegios” reservados a los blancos peninsulares, pero quedaron relegados a una situación
intermedia y subalterna en la sociedad, puesto que no podían demostrar “pureza de sangre”.
Solo con el paso del tiempo irían logrando el reconocimiento de cierta identidad propia que
se expresó en varias manifestaciones de la cultura popular urbana de la época.
Ya para el siglo XVII, en la Real Audiencia de Quito se habían asentado varios grupos de
esclavos negros importados para realizar trabajos en la Costa y en ciertos valles cálidos de la
Sierra. Fue creciendo de ese modo un grupo social que, aunque minoritario, adquiriría
importancia sobre todo en ciertos espacios regionales. La situación de esclavitud colocó a los
negros en el último lugar de la vida colonial. Pero en Esmeraldas surgió una sociedad de
negros libres y mulatos o zambos que mantuvo cierta autonomía frente a las autoridades
coloniales.
Los mestizos que no pudieran ser reconocidos como blancos, ejercían ciertos oficios, pero
estaban excluidos de la educación formal y las funciones públicas. Los indios, y desde luego
los negros, se dedicaban exclusivamente al trabajo manual. En esta sociedad se consagró
también una realidad de discriminación de la mujer, que soportaba el peso del trabajo familiar
en todos los niveles y estamentos.
En toda la Época Colonial, el papel del Estado fue decisivo. No solo cumplió una función de
conservador del orden, garante de la actividad económico-social y de las funciones políticas e
ideológicas consiguientes, sino que se constituyó en una suerte de escenario de las
contradicciones entre los intereses metropolitanos y locales. Al mismo tiempo fue también un
regulador de las condiciones de reproducción del conjunto de la sociedad, puesto que
participaba activamente en el funcionamiento de las mitas y la distribución del trabajo social.
La Iglesia era la institución con más recursos para promover las actividades culturales; en
realidad una de sus funciones básicas. Entre los más notables intelectuales de la época
estaban los clérigos y algunas monjas. Las manifestaciones artísticas se desarrollaron bajo la
protección de los conventos, que demandaban obras con motivos religiosos destinados a la
evangelización. El enorme desarrollo de la escultura, la pintura y la construcción, que se dio
en el siglo XVII hasta bien avanzado el siglo XVIII, se asentó en la utilización de la mano de
obra artesanal mestiza y aborigen, que no solo copió calificadamente modelos europeos, sino
que introdujo elementos originales que han hecho de nuestro legado cultural una de las más
altas expresiones del arte americano. Quito y su jurisdicción fueron un centro muy importante
de la pintura, la imaginería y el tallado.
Entre la última década del siglo XVI y las primeras del siglo XVIII funcionó el “pacto
colonial” que caracterizó al segundo período de la época de dominación hispánica. Hubo
entonces una notable continuidad de la vida política y social de Quito, marcada por la relativa
estabilidad económica y social. Al tiempo que se robustecía el aparato burocrático colonial,
se profundizaba también la diversidad étnica, sobre todo el mestizaje. Se inició el siglo XVII
con la administración del presidente Miguel de Ibarra, que en 1606 ordenó fundar la ciudad
que lleva su nombre. Ibarra y sus sucesores continuaron la construcción de varios conventos
y templos y se dio comienzo a otros; se ampliaron las misiones; se regularizó la producción
de los astilleros de Guayaquil. En la presidencia de Antonio de Morga (1615-1636) llegó a su
auge la producción textil. Se fundó la Universidad de San Gregorio Magno, que coexistió con
la de Santo Tomás de Aquino. Todo esto, empero, se dio en medio de un clima de
enfrentamiento entre el poder civil y el eclesiástico y la lucha entre religiosos criollos y
peninsulares por el control de las órdenes religiosas.
En los años treinta y cincuenta del siglo XVII hubo dificultades económicas y se acentuó el
acaparamiento de tierras por los españoles. Quito fue azotada por sequías y pestes, que
obligaron a organizar la atención hospitalaria. También hubo cierto auge en la producción
artística y literaria. En las décadas siguientes, hasta finales de los setenta, las erupciones del
Pichincha destruyeron buena parte de Quito y otras localidades. Se destacó entonces la santa
quiteña Mariana de Jesús, cuya vida edificante contrastaba con el relajamiento de los
religiosos y sus interminables disputas. La ciudad de Guayaquil fue atacada por los piratas,
razón por la que se buscó fortificarla mejor. Para contrarrestar las dificultades económicas y
proteger a la población indígena, el Rey prohibió el establecimiento de nuevos obrajes. Esta
orden la ejecutó el presidente Munive, que inició su gobierno en 1678.
La última década del siglo fue de sequía, agravada por un terremoto que destruyó Latacunga
en 1692, y que se repitió en 1698, causando graves daños a la ciudad, así como a Ambato y
Riobamba. Comenzaba a sentirse la contracción económica que se agravaría el siglo
siguiente. Con todo ello, sin embargo, las actividades productivas y comerciales eran aún
grandes. En 1681 existían doscientos obrajes que ocupaban casi treinta mil trabajadores. En
Guayaquil el tráfico marítimo era mucho más intenso que a inicios del siglo y se habían
construido barcos de alto tonelaje.
Además de las universidades, se estableció el Colegio de San Fernando, regentado por los
dominicos, quienes también fundaron una cátedra de Medicina. Las misiones en la Amazonía
dirigidas desde Quito crecieron significativamente, de modo especial las que estaban a cargo
de los jesuitas.
El inicio del siglo XVIII fue para España y su imperio colonial el comienzo de una nueva era.
Los monarcas de la dinastía Borbón, que llegaron al trono luego de una guerra de alcance
europeo, intentaron superar las formas de administración tradicional que caracterizaban a la
postrada economía española, e impulsaron un proyecto de modernización que tendía a hacer
de España una potencia industrial, con capacidad para competir con Inglaterra y Francia y
abastecer sus mercados coloniales.
En consecuencia, introdujo las llamadas “reformas borbónicas” con una serie de limitaciones
al comercio de las colonias, especialmente al de la producción textil de la Audiencia de
Quito.
En las décadas iniciales del siglo XVIII, se abrió en la Real Audiencia lo que podría definirse
como el tercero y último período de colonización, que transcurrió marcado por una crisis
recurrente. Después de casi dos siglos de sobreexplotación, las masas indígenas estaban
diezmadas por el trabajo y las enfermedades. A esto se sumaron los desastres naturales que
azotaron al país. Varios de los más fuertes terremotos de la historia se sucedieron entonces,
trayendo no solo pérdidas humanas sino desorganización de la producción y deterioro de las
vías de intercambio. Las pestes y enfermedades mataron a poblaciones enteras.
Las calamidades internas se agravaron con una acelerada contracción de la economía colonial
en su conjunto. Los metales, cuya extracción era el centro de la actividad del imperio
americano, comenzaron a escasear. Las minas altoperuanas sufrieron una grave crisis que
impactó también en las zonas proveedoras como la Real Audiencia de Quito. Los textiles
quiteños perdieron vertiginosamente sus tradicionales mercados, ahora víctimas de la
depresión. Los productos similares europeos, de mejor calidad y precio competitivo, fueron
paulatinamente desalojando a los productos de Quito. Todo esto trajo una acelerada
desmonetización de la economía y la consecuente depresión.
Una confluencia de causas externas e internas, alentadas por la aplicación de las reformas
borbónicas, definieron lo que en términos generales se ha llamado “crisis de los 1700”. Así se
delineó un nuevo “pacto colonial”, cuyas consecuencias, sobre todo en nuestro país, pueden
ser catalogadas entre las grandes transformaciones de su historia.
Con la recesión textil, la explotación agrícola cobró gran importancia. De este modo se
acentuó el proceso de consolidación del latifundio como eje de todo el sistema económico,
que se dio en buena parte a costa de las propiedades de las comunidades indígenas, a quienes
se compró en forma forzada o simplemente se les despojó de la tierra.
Las haciendas crecieron en tamaño y lograron integrar cada vez mayor cantidad de
trabajadores dentro de sus límites. La necesidad de pagar tributos, compromisos religiosos,
etc., obligó a los indígenas a trabajar más tiempo para los propietarios que aquel establecido
en la mita. De este modo surgió un nuevo tipo de relación, el concertaje, que, si bien era
formalmente voluntario, ataba en la práctica al trabajador al latifundio.
Para fines del siglo XVIII, Inglaterra era el centro del desarrollo de un sistema capitalista
internacional consolidado ya como dominante. España, transformada en potencia de segundo
orden, perdería su imperio americano de un momento a otro.
El siglo XVIII se inició en Quito con las noticias del cambio de dinastía en España y con
serios enfrentamientos entre funcionarios de la Audiencia. Estos últimos hechos, entre otros,
fueron antecedentes de la supresión del Tribunal de la Audiencia de Quito, una vez que en
1717 fue creado el nuevo Virreynato de Santa Fe de Bogotá, al que fueron adscritas las
circunscripciones quiteñas.
Los efectos de la crisis económica, que trajeron consigo la supresión de la mita en los obrajes
de comunidad en 1704, sumados al descontento por los vaivenes audienciales, generaron un
ambiente de descrédito de la autoridad, que se acentuó en las décadas siguientes. La situación
se complicó con el recrudecimiento de los conflictos eclesiásticos y las pugnas con el
gobierno civil. La Iglesia, tanto las catedrales como las comunidades religiosas, habían
logrado incrementar su riqueza y control ideológico-político, que también se expresó en el
patronazgo del gran auge del arte colonial quiteño
Entre 1728 y 1736 gobernó la Audiencia el presidente Dionisio Alcedo y Herrera, prototipo
de funcionario borbónico que hizo esfuerzos por reformar la administración y controlar al
poder privado y la Iglesia, especialmente el relajamiento del clero. Durante su
administración, en 1734, llegó a Quito la Misión Geodésica de la Academia Francesa, que
venía a medir un meridiano terrestre.
Entre los sucesores de Alcedo estuvieron Félix Sánchez de Orellana, el único quiteño que
llegó a ser presidente de la Audiencia (1745-1753), y Juan Pío Montúfar, primer Marqués de
Selva Alegre (1753-1761). Después de esta administración se dio un vacío de poder por el
crecimiento de la fuerza económica y política de los terratenientes criollos y de la Iglesia.
En 1765 se dio un alzamiento de los barrios de Quito con actos de violencia y protesta contra
el gobierno. Esa fue la Rebelión de los estancos. El protagonismo de los grupos populares
urbanos conmovió a la sociedad colonial, que además fue sacudida por una larga secuencia
de levantamientos indígenas, motivados por los impuestos y los abusos de las autoridades y
los colonos. Estos alzamientos fueron reprimidos por las autoridades y los criollos blancos,
que temían que las acciones de protesta pudieran crecer hasta convertirse en movimientos de
grandes proporciones como los que se dieron en el Perú y el Alto Perú liderados por Túpac
Amaru y Túpac Jatari.
En la presidencia de José Diguja (1767-1788) se dio una política intervencionista, típica del
reinado de Carlos III. Justamente a Diguja le tocó ejecutar la orden de expulsión de la
Compañía de Jesús, la cual debió salir de todo el imperio hispánico en 1766. Esa orden
religiosa había logrado acumular inmensas riquezas, que pasaron a poder de la Corona. Esa, a
su vez, las vendió paulatinamente a particulares, con lo cual se reforzó el poder del
latifundismo criollo. La corriente de reformas se acentuó durante la administración del
presidente José García de León y Pizarro, cuando se implantó en Quito el régimen de
intendencias, que limitaba las autonomías locales y regionales, concentrando el poder en
manos de intendentes de diversos niveles, que respondían directamente ante la Corona. Uno
de los resultados de las reformas fue el incremento de las rentas fiscales, pero con el tiempo
perdieron importancia, hasta que las propias intendencias desaparecieron, volviéndose en
algunos casos a las antiguas prácticas. La fuerza del poder local se hacía sentir.
La segunda mitad del siglo XVIII fue de agitación intelectual y cultural en la Real Audiencia.
Se fue gestando un movimiento de reivindicación de lo americano y lo quiteño, que
expresaba el nacimiento de una conciencia incipiente en las élites criollas. El padre Juan de
Velasco, jesuita riobambeño que marchó al exilio por la expulsión, escribió su Historia del
Reyno de Quito, obra monumental que ponía las bases de la conciencia quiteña y de la
búsqueda de esa identidad, al mismo tiempo que fundaba la historiografía nacional.
La más grande figura del despertar intelectual y político fue Eugenio de Santa Cruz y Espejo
(1747-1795). Hijo de un indígena y una mulata, apoyado por gente influyente y por el cambio
de apellido indígena por el español con el que lo conocemos, logró evadir las barreras de la
sociedad quiteña e ingresar incluso en la Universidad, en donde obtuvo el doctorado en
Medicina y la licenciatura en Jurisprudencia y Derecho Canónico. Fue el eje de la cultura
ilustrada de su tiempo y desarrolló una amplia actividad, protegido por los nobles criollos.
Por otra parte, fue el más destacado médico de la Audiencia de Quito. Sus ideas
contestatarias y sus iniciativas de organización le trajeron problemas con las autoridades
españolas, que lo expatriaron y lo encarcelaron. Murió siendo todavía joven.
Velasco y Espejo son las dos más altas figuras de un momento de definición inicial de la
conciencia quiteña. Los criollos, descendientes de españoles peninsulares, ocupaban
crecientemente el espacio dominante en Quito y buscaban su identidad a partir de
diferenciarse de los europeos y de los indígenas, reclamando para sí el carácter de explotados
respecto de los primeros y consolidando su posición de explotadores respecto de los
segundos.
Desde el fin del siglo XVIII gobernó el barón Héctor de Carondelet (1799-1807), que tuvo
una clara política pro-criolla y al mismo tiempo se esforzó por recuperar las jurisdicciones
perdidas de la Audiencia. El Presidente encabezó una solicitud de mayor autonomía para
Quito y la creación de una Capitanía General. A inicios del siglo XIX las tendencias
autonomistas estaban a la vista.
SEMINARIO 8:
- LA INDEPENDENCIA Y ETAPA PRECOLOMBINA.
- LA INDEPENDENCIA
La Independencia
La crisis de los 1700 afectó al equilibrio de poder que se había establecido entre el Estado
colonial, representante de los intereses metropolitanos, y los grupos de propietarios locales.
Al consolidarse el sistema hacendario, la burocracia estatal perdió su injerencia en la vida
económica. La mayoría de los trabajadores quedaron vinculados en forma directa y cada vez
más estrecha al poder latifundista. Por otra parte, las trabas comerciales implantadas por la
metrópoli afectaban a los grupos importadores y exportadores. Las clases terratenientes y los
comerciantes consolidaron su control de las economías locales y regionales, en tanto que la
burocracia española conservaba solo el manejo político. Este divorcio entre el poder
económico social y el poder político se resolvería en favor de las clases dominantes locales,
que, una vez que manejaban ya el aparato productivo, se lanzaron a captar la dirección
política. Los cabildos que tenían a su haber una vieja tradición de protesta de los criollos
cobraron a fines del siglo XVIII enorme importancia.
Los grandes protagonistas de la Independencia, los patriotas, fueron los notables latifundistas,
a los que se sumaron lo que podríamos denominar grupos medios de la sociedad colonial,
entre ellos los intelectuales, que dieron un sesgo radical al proceso. Los grupos populares
urbanos, básicamente artesanales y el pequeño comercio, fueron reticentes al principio, y solo
apoyaron la rebelión anticolonial en estadios posteriores de la lucha. En las masas indígenas,
protagonistas de muchos alzamientos en las décadas previas, había la conciencia de que los
beneficiarios de la autonomía eran justamente los terratenientes que habían contribuido a la
sangrienta represión de esos alzamientos.
Por ello, los pueblos indios solo excepcionalmente apoyaron las luchas independentistas. Y
cuando lo hicieron, en muchos casos respaldaron a las fuerzas españolas. Los negros, en
cambio, cuando vieron que su participación en la guerra les permitiría librarse de la
esclavitud o ascender en la sociedad, se integraron en los ejércitos patriotas. La jerarquía de
la Iglesia, por su parte, se mantuvo leal a la Corona, aunque hubo muchos clérigos que
abrazaron la causa independentista.
La vida de la Junta fue precaria. El apoyo esperado de Cuenca, Guayaquil y Pasto no pudo
conseguirse. Las autoridades españolas controlaron la situación. La milicia quiteña no logró
atraer a los grupos populares y no alcanzó un nivel aceptable de organización. El virrey de
Lima envió una fuerza militar que cercó Quito. El de Bogotá dispuso la invasión por el norte.
Débil y vencida, la Junta Soberana se disolvió. Las autoridades españolas ofrecieron en
principio “perdón y olvido”, pero apresaron a cerca de una centena de revolucionarios y los
castigaron con sentencias de muerte y expulsiones. Como reacción, el 2 de agosto de 1810 el
pueblo de Quito se lanzó a la toma de prisiones y cuarteles. Éste fue pretexto para que las
tropas realistas hicieran una carnicería.
La llegada a Quito de Carlos Montúfar, hijo del marqués de Selva Alegre, como comisionado
regio del Consejo de Regencia español, motivó la formación de una nueva Junta de Gobierno
en la que Montúfar tuvo gran influencia. Un congreso expidió los Artículos del Pacto
Solemne de Sociedad y Unión entre las Provincias que forman el Estado de Quito. Esta
primera carta constitucional reconocía como monarca a Fernando VII y establecía división de
poderes, gobierno electivo, representativo y responsable, y alternabilidad en las funciones
públicas. Esta Junta también duró poco. Fue vencida por las fuerzas españolas. A finales de
1812, el país estaba de nuevo firmemente controlado.
Los protagonistas del proceso fueron poderosos latifundistas, para cuyo manejo político la
burocracia española era un impedimento. Una vez instalados en el mando, suprimieron las
contribuciones de los blancos, manteniendo las de los indios, e hicieron desaparecer la
constancia de las cuantiosas deudas que habían contraído con la Corona por compra de
tierras. Los notables criollos fueron los usufructuarios de la libertad. Pero no es posible
entender el sesgo ideológico del proceso sin la participación de intelectuales venidos de las
capas medias, los “radicales” de la causa, como Morales y Quiroga.
El fracaso militar de la Junta Soberana se ha adjudicado a la poca respuesta popular que logró
el movimiento. El pueblo se dio perfecta cuenta de que esa libertad no le beneficiaba. Solo
cuando la dirigencia insurgente logró imponer su propia visión de la independencia como
necesidad general, obtuvo cierta movilización de artesanos y pequeños propietarios, que
emprendieron acciones insurgentes como la del 2 de agosto.
De 1812 hasta 1820 se vivió una tensa calma en la Audiencia de Quito. En España se
precipitaban los acontecimientos. Vuelto Fernando VII al trono, desconoció la Constitución
de Cádiz e inició un gobierno autocrático, reaccionario y represivo. Esto se hizo sentir en
América. Dejando de lado cualquier avance constitucionalista o autonomista, el Rey intentó
volver a las colonias a la situación anterior a las guerras napoleónicas. Esto precipitó la
ruptura.
Durante la segunda década del siglo XIX, los impulsos independentistas fueron madurando
en Guayaquil. El respaldo a las autoridades realistas, que se dio frente a los movimientos de
Quito (1809-1812), dio paso a la demanda por la total autonomía. Las acciones contra el
puerto, por parte de los marinos ingleses al servicio de la independencia del Cono Sur,
demostraron que los españoles carecían de los recursos necesarios para defender Guayaquil,
cuya vida estaría cada vez más a merced de las fuerzas navales insurgentes. El hecho pesó en
una ciudad liderada por comerciantes, a la que llegaban regularmente noticias de los triunfos
de Bolívar y de San Martín.
Luego de un primer intento no exitoso, Sucre logró seguir a la Sierra y llegar cerca de Quito.
En la mañana del 24 de mayo de 1822 derrotó a los realistas en las faldas del volcán
Pichincha. Esa batalla definió el curso de la independencia de lo que hoy es Ecuador. Quedó
pendiente en el Sur la independencia de Perú.
Después del fracaso de los intentos iniciales, la independencia de lo que hoy es el Ecuador
solo pudo concretarse cuando las élites ampliaron la base social de las fuerzas insurgentes
con la convocatoria a otros sectores sociales, y cuando se recibió la ayuda de Colombia. Es
decir, el proceso logró ser exitoso cuando convocó a los actores populares de apoyo, y
cuando se integraron los esfuerzos de diversos ámbitos coloniales contra las fuerzas
metropolitanas. Fue una acción de dimensiones continentales. La guerra se levantó desde
Venezuela, Nueva Granada y Quito, y también desde Buenos Aires y Chile, para confluir en
el Perú.
SEMINARIO 9:
- LA GRAN COLOMBIA
La Gran Colombia
Gran Colombia fue el nombre de la primera república, constituida por lo que hoy es
Venezuela, Colombia y Ecuador, que se conformó luego de haber logrado la independencia
definitiva. Fue creado en 1821 por el congreso reunido en la ciudad de Cúcuta con el nombre
de República de Colombia. Dicho término se emplea para distinguirla de la actual Colombia,
que para ese entonces se llamaba Nueva Granada. Uno de los mayores sueños del Libertador
Simón Bolívar fue unificar la América bajo la República de Colombia, conocida como la
Gran Colombia.
Constitución de Cúcuta
De ahí la famosa frase "En la unión está la fuerza" La Gran Colombia se disolvió a finales de
la década de 1820 e inicios de la de 1830, por las grandes diferencias políticas que existían
entre partidarios del federalismo y el centralismo, así como por las tensiones regionales entre
los pueblos que integraron la República.
De corta vida, pero con grandes logros Entre 1819 y 1830 se constituyó con el nombre de
República de Colombia uno de los Estados con más corta vida, pero de mayor importancia en
la historia latinoamericana. Pasó a la historia como la Gran Colombia, para diferenciarla de la
actual. Fue el intento más importante del Libertador por la unidad, ya que no sólo logró
integrar a Nueva Granada, Venezuela y Ecuador, sino que empleó sus ejércitos en la
liberación del Perú y en la creación de Bolivia. Además, actuando como una potencia
regional convocó al Congreso de Panamá, proponiendo una gran alianza de países.
CONFERENCIA 11:
- ÉPOCA REPUBLICANA
- CARACTERIZACIÓN GENERAL
- EL ECUADOR REPUBLICANO
- LA NACIÓN EN LA HISTORIA
- PERIODIZACIÓN DE LA REPÚBLICA
Caracterización de la República
El naciente Ecuador
El tradicional nombre de Quito, herencia indígena mantenida por la Real Audiencia, despertó
resistencia entre los representantes guayaquileños y cuencanos. En aras de la unidad se
resolvió llamar al nuevo Estado como lo habían hecho los sabios franceses que lo visitaron
años atrás para hacer estudios sobre la línea equinoccial. De este modo nació el Ecuador.
La característica del país en su nacimiento fue la regionalización. Tres espacios que habían
prevalecido en el último período colonial se consolidaron. La Sierra centro-norte, con su eje
Quito, retuvo la mayoría de la población y la vigencia del régimen hacendario. La Sierra sur,
nucleada alrededor de Cuenca, tuvo una mayor presencia de la pequeña propiedad agrícola y
la artesanía.
La cuenca del río Guayas, con su centro en Guayaquil, experimentó un acelerado crecimiento
del latifundio cada vez más vinculado a la exportación, y sufrió una declinación de la
pequeña propiedad agrícola. Estas regiones mantenían precarias relaciones entre sí. Cada cual
estaba vinculada económicamente al sur de la actual Colombia, al norte del Perú o a la costa
pacífica, pero no constituían entre ellas un mercado que las articulara.
Ecuador nació dominado por los grandes latifundistas, señores de la tierra que controlaban el
poder regional. La mayoría de la población eran campesinos indígenas, sujetos a la hacienda
por el concertaje. En algunos lugares de la Sierra y Guayaquil se mantenía la esclavitud de
los negros y la pequeña propiedad campesina, así como relaciones de corte precapitalista
denominadas precarias. En las ciudades, concentradas en su mayoría en la Sierra, vivían
grupos de artesanos y pequeños comerciantes con una cúpula de burócratas, clérigos y
propietarios rurales.
Se mantuvo el control oligárquico por medio de una votación restringida de tipo censatario
que excluía a las mujeres, los analfabetos (que eran la mayoría) y los no propietarios, del
mantenimiento de mecanismos de represión y manipulación ideológica de los campesinos y
trabajadores urbanos. Con la fundación de la República surgió un Estado Nacional débil y
excluyente, cuyo conflictivo proceso de construcción se ha extendido hasta nuestros días. Los
latifundistas impusieron su visión de continuidad hispánica y ruptura con la mayoría del
pueblo. Hasta fines del siglo XIX prevaleció un proyecto nacional criollo, limitado y
excluyente, que no pudo expresar a la mayoría de la población.
Periodización de la República
Cuando nació el Ecuador, como hemos visto, la economía del país estaba profundamente
regionalizada. Predominaban varias formaciones económico-sociales regionales
precariamente relacionadas entre sí, merced a la existencia de un Estado central y unas
relaciones de intercambio muy débiles. Como ha sido frecuente en la realidad
latinoamericana, en cada una de las regiones coexistían relaciones productivas de diverso
origen histórico y de distinto carácter, que incluían dentro de las haciendas el concertaje y
otras formas de corte servil y precapitalista, junto a la pequeña producción rural y artesanal, e
inclusive algunas relaciones salariales más modernas.
La Independencia se produjo en una etapa de consolidación del sistema capitalista a nivel
mundial. Pero el predominio capitalista dentro del Ecuador no se dio de inmediato. Fue un
proceso que abarcó casi un siglo. Por una parte, la influencia del mercado mundial fue
creciendo, hasta volverse determinante a fines del siglo XIX con el auge de las exportaciones
de cacao. De este modo creció la economía, pero se volvió más dependiente del sistema
internacional. Por otra parte, las relaciones sociales capitalistas fueron también ampliándose
en la sociedad ecuatoriana, hasta que se volvieron dominantes ya en el siglo XX, aunque se
mantuvieron rasgos serviles y precapitalistas fuertes, así como notorias especificidades
regionales.
Al cabo de un primer período de fuerte regionalización, en el que solo tuvo influencia parcial
del mercado mundial, en las décadas finales del siglo XIX se abrió un período nuevo en la
economía del Ecuador de predominio capitalista y de mayor integración regional. A inicios
de los años veinte se dio la gran crisis del modelo primario exportador, que se extendió hasta
finales de la década de los cuarenta en que el auge bananero reactivó el modelo, para
desembocar en una nueva crisis a inicios de los sesenta. Allí se abrió un nuevo período que se
configuró en la década siguiente, los setenta, con la exportación petrolera. Ese período se
extiende hasta el presente.
SEMINARIO 10:
- PRIMER PERÍODO REPUBLICANO: PROYECTO NACIONAL CRIOLLO
- PERSPECTIVA DEL PERÍODO
- FUNDACIÓN DE LA REPÚBLICA (1830-1859)
Su relación con el sistema colonial es que la imposición de control sobre los distintos estratos
sociales, así como la discriminación laboral y social hacia los mismos. Fue justamente el
motivo por el que lucharon por la independencia lo que mayor acomodo tuvo en el país
siendo libre (Suarez, 2017).
La Sociedad y el Poder
Aunque para el Ecuador la Independencia significó una seria ruptura y un rápido cambio
político, muchos rasgos de la sociedad colonial pervivieron más allá de la fundación de la
República. El fuerte sentido corporativo y estamentario continuó sobre las fórmulas
republicanas; se mantuvo la discriminación racial y la exclusión de la mujer de la vida
política. Los rasgos aristocratizantes continuaron articulando las relaciones sociales, la
cultura y la ideología. Tradiciones paternalistas siguieron rigiendo las relaciones sociales.
Solo el paso del tiempo y el agudizamiento de la lucha social provocaron cambios
significativos posteriores.
Desde el primer momento de la vida del Ecuador, se patentizó una tensión y enfrentamiento
entre las oligarquías regionales dominantes, especialmente de la Costa y de la Sierra. Desde
luego, ambas tenían intereses comunes, pero también existían muchos motivos de tensión,
como el control de la mano de obra, siempre escasa en el litoral; y la mantención de medidas
aduaneras proteccionistas que defendían la producción textil serrana, pero limitaban el
comercio. El conflicto irresoluto convirtió al ejército (controlado por los veteranos de la
Independencia) en árbitro de la lucha por el poder. Alrededor de sus jefes se generaron las
alianzas caudillistas de la época.
Frente a un Estado central débil, las instituciones del poder local y regional eran sólidas. La
descentralización era la norma prevaleciente. En las haciendas y los complejos productivos
que funcionaban a su rededor se daban muchas decisiones y hasta se mantenían prisiones
privadas. Las instituciones regionales, principalmente los municipios, controlaban la
educación inicial, servicios, obras públicas, beneficencia y administración de justicia en
primera instancia. Corporaciones autónomas que manejaban los notables, cobraban
impuestos.
Al Estado central le quedaba el manejo del Ejecutivo, las escasas relaciones internacionales,
el Congreso, las altas cortes, la fuerza pública, un reducido plantel burocrático y la
recaudación de algunas rentas.
Esta situación se volvió cada vez más conflictiva y desató varios enfrentamientos ideológicos
y políticos. Al ser reconocida como oficial la religión católica, la Iglesia mantuvo bajo su
control: el registro de nacimientos, matrimonios y muertes; el púlpito, que era un medio
generalizado de comunicación; y la mayor parte del sistema educativo, por cierto, muy
precario y dedicado solamente a una porción bajísima de la población.
La mantención de la esclavitud de los negros y del tributo indígena hasta la década de los
cincuenta fue síntoma de la continuidad colonial en la relación con los pueblos indios y
afroecuatorianos. Las comunidades vieron más que antes invadidas sus tierras comunales y
reforzados los mecanismos de sujeción al latifundio.
Juan José Flores, general nacido en Venezuela, que había desempeñado la función de jefe del
Distrito del Sur, fue designado presidente del nuevo Estado por la Asamblea Constituyente de
Riobamba. Una vez en el poder, Flores se dedicó a consolidar una alianza de gobierno entre
el tradicional gamonalismo latifundista de la Sierra, al que se había vinculado por
matrimonio, los terretenientes de Guayaquil y los altos mandos del ejército, integrados en su
gran mayoría por extranjeros. El floreanismo, como se llamó popularmente a su clientela
caudillista, recogió la tradición conservadora del bolivarianismo.
Directa e indirectamente controló Flores el gobierno desde 1830 a 1845. En 1832 incorporó
oficialmente las islas Galápagos al Ecuador. Su mandato se caracterizó por la revuelta
permanente, el desbarajuste administrativo, dos guerras con Nueva Granada (como entonces
se llamaba la actual Colombia) y el abuso de los soldados, dueños del país. Ni el esfuerzo
organizador y sistematizador de Vicente Rocafuerte, que llegó a la Presidencia de la
República (1835-1839) mediante un pacto con su enemigo Flores, pudo superar estas
realidades. Cuando el caudillo se hizo elegir presidente por una segunda y hasta tercera vez, y
puso en vigencia la Carta de Esclavitud (1843), una constitución que establecía la dictadura
perpetua, la reacción nacional acaudillada por la oligarquía guayaquileña lo echó del poder
(1845). Flores pasó los años siguientes organizando invasiones al Ecuador con mercenarios
extranjeros al servicio de España y el Perú.
En los primeros años de la etapa “marcista” (llamada así porque la revuelta antifloreana fue
en marzo de 1845), gobernaron los civiles guayaquileños: Vicente Ramón Roca (1845-1849)
y Diego Noboa (1849-1850). Una de sus principales tareas fue enfrentar el peligro de las
invasiones de Flores. A inicios de los cincuenta, un nuevo conflicto de poder no resuelto dio
espacio para un nuevo arbitraje militar. El “hombre fuerte” del ejército, general José María
Urvina, fue proclamado dictador. Luego fue elegido presidente constitucional por una nueva
Asamblea Nacional (1852-1856). Urvina consolidó la alianza entre la oligarquía latifundista y
comercial costeña con las Fuerzas Armadas, y llevó adelante un programa de corte liberal que
promovió la apertura económica y el comercio e incluyó la abolición de la esclavitud, la
supresión del tributo indígena y medidas a favor de los campesinos serranos. Todo esto
generó una feroz reacción del latifundismo tradicional que declaró la guerra al urvinismo.
Durante tres lustros, de 1860 hasta 1875, la figura de García Moreno dominó la escena
nacional. Al margen del debate desatado alrededor de su compleja personalidad, es preciso
afirmar que las condiciones objetivas del país determinaron el carácter básico de esta etapa,
en la que se consolida el Estado Oligárquico Terrateniente en el Ecuador.
Las obras públicas se construyeron por primera vez en forma planificada y su crecimiento fue
notable. Se crearon nuevas escuelas, colegios, institutos especializados y centros de
educación superior como la Escuela Politécnica Nacional. Se fundó el Observatorio
Astronómico. El ejército fue reorganizado y modernizado. En suma: el Ecuador comenzó a
ser un país organizado, mejor comunicado y con un creciente nivel de escolarización.
Pero estos cambios no podían efectuarse sin la protesta de grupos de la propia oligarquía y
fundamentalmente de sectores populares afectados por la racionalización del sistema. Por
eso, el programa garciano se llevó adelante dentro de las condiciones de represión más duras
que se hayan conocido en nuestra historia. El fusilamiento, los azotes, la cárcel y la
repatriación fueron cosa de todos los días. Aún más, como el caudillo se dio cuenta de que el
apoyo de la Iglesia católica podría ser un instrumento de consolidación de su programa,
negoció con el Vaticano un Concordato que estableció el monopolio del clero sobre la
educación, la cultura y los medios de comunicación.
Muchos religiosos fueron traídos de Europa para llevar adelante un ambicioso programa
educativo y para “reformar”, en forma represiva, los conventos nacionales donde se había
refugiado la protesta. García Moreno gobernó al Ecuador entre 1860 y 1865.
Constitucionalmente le sucedió Jerónimo Carrión, que, a pesar de ser hombre de su
confianza, no pudo mantener el régimen autoritario y fue forzado a renunciar. Su sucesor,
Javier Espinosa, tampoco pudo gobernar de acuerdo con los dictámenes garcianos y fue
derrocado por el propio García Moreno en 1869. En ese año se inició la segunda
administración del “hombre fuerte”, que se extendió hasta 1875.
El programa garciano descansó sobre una contradicción. Por una parte, impulsó la
modernización y consolidación estatal, estimuló la producción y el comercio, desarrolló la
ciencia y la educación; por otra, impuso una ideología reaccionaria excluyente y represiva,
con la dictadura clerical terrateniente. Así fue como todo el proyecto saltó en pedazos cuando
García Moreno fue asesinado el 6 de agosto de 1875. Y si bien durante un tiempo la
tradicional oligarquía serrana tuvo el control del poder, las reformas favorecieron, a la larga,
a la oligarquía costeña, en cuyo seno se iba definiendo una nueva clase, la burguesía
comercial y bancaria (Ayala, 2008).
Desde los años setenta, y especialmente desde el inicio de los ochenta, el Ecuador
experimentó un acelerado crecimiento económico, debido fundamentalmente al gran
incremento de la producción y exportación del cacao. La fruta se había venido produciendo
tradicionalmente en plantaciones de la Costa, sobre todo del Guayas y Los Ríos. Las
plantaciones funcionaban a base del trabajo asalariado de grupos de jornaleros, y de
redentores, jefes de familia que cultivaban la fruta en tierras del latifundista y le entregaban
sus cosechas de cacao en pago de una deuda.
Esta relación de corte precapitalista no solo permitía una producción cacaotera abundante y
barata, sino que ampliaba constantemente la extensión de las plantaciones. El cultivo y la
comercialización del cacao incrementó el poder económico de los terratenientes y de manera
especial de los comerciantes y banqueros de Guayaquil. Se establecieron varios bancos y
casas de comercio. La ciudad creció rápidamente. También se profundizó la inserción de la
economía del país en el sistema económico mundial. Los representantes del intercambio y el
capital internacional empezaron a interesarse en el Ecuador.
En 1875 fue electo presidente Antonio Borrero, candidato de moderados y radicales frente al
garcianismo sucesorio. Borrero fracasó en la búsqueda de una salida para sustituir la Carta
Negra.
Ante esto, la oposición encabezada por la oligarquía costeña promovió la dictadura del
general Ignacio de Veintemilla. Instalado en el poder, luego de vencer militarmente la
resistencia serrana, Veintemilla inició su gobierno con medidas liberales que enfrentaron a la
Iglesia. Tiempo después, ya elegido presidente constitucional, cambió su actitud y realizó un
gobierno oportunista y estéril, que desperdició una coyuntura de particular auge económico.
Cuando Veintemilla concluyó su período y se lanzó a una nueva dictadura, una especie de
cruzada nacional –la Restauración– lo echó del poder. En el conflicto se destacó su sobrina
Marietta de Veintemilla, una notable mujer.
Las fuerzas liberales se bifurcaron también. De un lado emergió la figura de Eloy Alfaro con
su opción radical montonera; de otro se estructuró una corriente moderada que en 1890
constituyó el Partido Liberal Nacional. Así comenzaron las incipientes instituciones políticas
en el país, aunque la definición de los modernos partidos tomaría varias décadas. Al mismo
tiempo, a finales del siglo XIX, la penetración de bienes importados afectó al artesanado, que
reactivó su presencia pública y constituyó organizaciones que cumplirían un importante papel
en la movilización popular.
Con el triunfo de José María Plácido Caamaño en la Constituyente de 1884, tomó fuerza una
alternativa tercerista, el progresismo, que favorecía la rápida adaptación del país a las nuevas
condiciones del sistema internacional, evitando al mismo tiempo la separación de la Iglesia y
el Estado. El gobierno de Caamaño enfrentó la insurrección de las montoneras, realizó varias
obras públicas e impulsó la represión.
SEMINARIO 11:
- PROYECTO NACIONAL MESTIZO, PERSPECTIVA DEL PERÍODO.
- LA REVOLUCIÓN LIBERAL (1895-1912)
- PREDOMINIO PLUTOCRÁTICO (1912-1925)
En el golpe de Estado y la guerra civil de 1895, sin embargo, aunque el beneficiario político
fue la burguesía, los sectores sociales más dinámicos fueron el campesinado costeño,
movilizado en las montoneras, los artesanos, especialmente del Puerto Principal, y la
intelectualidad liberal de sectores medios que era la divulgadora de las ideas radicales.
El general Eloy Alfaro se había vuelto una figura legendaria del movimiento radical.
Combatió por años en el campo y en la prensa contra el régimen, hasta que fue nombrado, en
su ausencia, jefe supremo por el pronunciamiento del 5 de junio de 1895. Como tal dirigió la
campaña militar triunfante que instauró el liberalismo en el poder.
Conforme las iniciales reformas fueron implantadas, los conflictos con la Iglesia arreciaron.
La conspiración conservadora mantuvo en alerta al gobierno, empeñado en fundar centros de
educación laica y construir el ferrocarril. En 1901 se patentizó la división liberal. El general
Plaza, elegido presidente de la República, fue constituyendo su fuerza propia. El alfarismo
tenía un sesgo popular, tanto que el placismo venía a ser la alternativa pro oligárquica.
Plaza llevó a cabo las reformas liberales anticlericales de mayor radicalidad. Al fin de su
gobierno intentó impedir la vuelta de Alfaro al poder, pero el caudillo lo tomó nuevamente
con un golpe de Estado. En la segunda administración alfarista (1906-1911) se emitió la
Constitución de 1906, la Carta Magna liberal, y se concluyó la titánica obra del ferrocarril
trasandino (1908).
Luego de dejar el poder en 1911, y de una efímera ausencia en Centroamérica, Alfaro volvió
al Ecuador intentando ejercer el arbitraje en una nueva revuelta de los radicales. Tomado
preso luego de una derrota militar, se lo condujo a Quito junto con varios tenientes. En enero
de 1912 fueron bárbaramente asesinados y sus cadáveres incinerados por las turbas, agitadas
por una oscura alianza de adversarios liberales y derechistas furibundos.
La caída y muerte de Alfaro fue parte de un plan de los sectores oligárquicos por frenar su
impulso. A fines del siglo XIX e inicios del XX se dieron importantes transformaciones en la
vida de la sociedad ecuatoriana, el crecimiento de las ciudades estuvo acompañado por la
instalación de la luz eléctrica y la circulación de los primeros automóviles. Se importaron
varios artefactos eléctricos y comenzaron a exhibirse las primeras películas (Ayala, 2008).
En este período, el dominio del Estado lo alcanzaron los sectores poderosos de la Costa: la
burguesía bancaria, agroexportadora y comercial. La institución más influyente y
representativa era el Banco Comercial y Agrícola (BCYA). En efecto, a partir del 1 de
septiembre de 1912 el Estado ecuatoriano fue manejado por el liberalismo plutocrático,
mediante una alianza entre el BCYA y el gobierno de Leonidas Plaza Gutiérrez, quien para
entonces estuvo ligado también a la clase terrateniente serrana, puesto que estaba casado con
la señora Avelina Lasso, propietaria de grandes extensiones de tierra.
Los sectores medios, que habían crecido con la burocracia y el comercio menor, pugnaron
por participar en el poder. Las organizaciones obrero-artesanales, cuyo desarrollo a principios
de siglo fue intenso, reivindicaban sus derechos. La guerra europea y fundamentalmente el
triunfo de la Revolución soviética fueron el marco externo de influencia político-ideológica.
En su segunda administración, que se inició en 1912, Leonidas Plaza logró un cese de fuego
con la Iglesia, a cambio de estabilizar las reformas sin ir más adelante. Buscó un consenso de
oligarquías, haciendo incluso importantes concesiones al latifundismo serrano. Entregó, cada
vez más sin mediaciones, el control directo del poder político a la todopoderosa banca
guayaquileña, especialmente al Banco Comercial y Agrícola. Plaza y su sucesor, Alfredo
Baquerizo Moreno, tuvieron que afrontar la insurrección montonera del coronel Carlos
Concha, abanderado del alfarismo radical que movilizó por más de cuatro años al
campesinado de Esmeraldas y Manabí.
De 1918 a 1923 el auge de exportación se vino abajo. Los comerciantes y banqueros usaron
su control político para imponer medidas económico-monetarias que trasladaban el peso de la
crisis a los trabajadores. Una coyuntura de agitación social culminó el 15 de noviembre de
1922, cuando la protesta popular fue sangrientamente reprimida en las calles de Guayaquil,
con saldo de cientos de muertos. Fue el “bautismo de sangre” de los trabajadores
organizados.
CONFERENCIA 13:
- UN NUEVO ESCENARIO.
- CRISIS, INESTABILIDAD E IRRUPCIÓN DE LAS MASAS (1925-1947).
Un nuevo escenario
Con la transformación de julio de 1925 se inició una etapa de dos decenios, signada por una
crisis global. El descalabro de la producción y exportación cacaotera fue el detonante de una
prolongada depresión económica que, al iniciar la década de los treinta, se agudizó por el
impacto de la recesión del capitalismo internacional. El modelo agroexportador no pudo ser
superado y se mantuvo. Se siguió exportando cacao, pero se dio también una diversificación
productiva, con los cultivos de café, arroz y caña de azúcar. Surgió una incipiente
industrialización.
Los lazos dependientes del Ecuador, cada vez más estrechos, ataban su suerte a la de los
centros monopólicos. En ese marco, el control del poder de la burguesía comercial y bancaria
se resquebrajó seriamente. El latifundismo serrano robustecido se lanzó a la lucha por
retomar posiciones perdidas años atrás. Pero el resquebrajamiento del poder plutocrático se
explica también por la presión que, “desde abajo”, ejercían nuevos grupos que reclamaban
espacio dentro de la nueva escena social y política.
Los sectores medios, robustecidos por la implantación del Estado laico, luchaban contra la
dominación oligárquica prevaleciente, intentando ampliar su reducida cuota de poder
políticoburocrático. La clase trabajadora, ya con la sangrienta experiencia del 15 de
noviembre, consolidaba sus iniciales organizaciones y apuntaba a la agitación a nivel
nacional, madurando al mismo tiempo una alternativa política contestataria. Los grupos de
pobladores, que comenzaban a crecer en los suburbios de las ciudades más grandes, buscaban
mecanismos de expresión y lucha. Por su parte, grupos de mujeres que denunciaban la
explotación por partida doble, protestaron contra la discriminación social y política.
Los cambios sociales se proyectaron en la esfera política. Desde mediados de la década de los
veinte se produjo una reagrupación de las viejas fuerzas y la gestación de otras nuevas. Ahí
podemos ubicar con propiedad el surgimiento de los modernos partidos políticos del Ecuador.
La Asamblea reunida en 1923 estructuró a nivel nacional el Partido Liberal Radical. La
Convención convocada en 1925 reconstituyó el Partido Conservador Ecuatoriano. En 1926 se
fundó el Partido Socialista Ecuatoriano como una heterogénea y pionera fuerza de izquierda.
En 1931 sufrió una primera división cuando el sector proestalinista se agrupó en el Partido
Comunista. El socialismo se constituyó en el polo de influencia ideológica más dinámico del
Ecuador. En cierto sentido fue la continuidad del radicalismo liberal y la base de la lucha por
el laicismo, especialmente en la educación, donde la izquierda socialista alcanzó enorme
influencia. Un conjunto de escritores de esta tendencia ideológica logró decisiva presencia en
la cultura nacional. En el campo de la organización popular, el socialismo fue un
dinamizador.
Desde los años veinte en adelante, se reactivaron las antiguas organizaciones gremiales y se
constituyeron nuevas de tipo sindical que se movilizaron en reclamo de garantías en el trabajo
y buscaron niveles de organización regional y nacional. Paralelamente, la Iglesia católica y el
conservadurismo incrementaron su influencia en organizaciones de artesanos de tipo
confesional. En 1938 se constituyó la Confederación Ecuatoriana de Obreros Católicos
(CEDOC), primera central nacional de trabajadores. Posteriormente, en 1944, se formó la
Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE), promovida por la izquierda.
Isidro Ayora, que tomó el poder en 1926, luego de dos gobiernos plurales, fue el ejecutor de
las principales reformas, entre ellas la creación del Banco Central. Luego de que fuera
nombrado presidente constitucional en 1928, gobernó por casi tres años, hasta que cayó en
1931, dejando al país debatiéndose en una compleja situación de inestabilidad. La
Constituyente reunida en 1928 realizó importantes reformas legales, entre las que se cuenta
haber establecido el voto de la mujer.
En una nueva elección, la plutocracia guayaquileña reeditó sus viejos mecanismos de fraude
electoral y llevó al poder a Martínez Mera, derrocado por un golpe parlamentario, cuyo
protagonista principal fue José María Velasco Ibarra. Al cabo de pocos meses (1933),
Velasco era presidente y se iniciaba una etapa marcada por su presencia caudillista en la
escena nacional. El velasquismo fue una nueva fórmula de alianza oligárquica que,
intentando superar la disputa ideológica conservadora liberal, movilizaba una clientela de
grupos medios y populares firmemente identificados con la electrizante figura del líder.
El primer velasquismo, como casi todos los restantes, cayó estrepitosamente en su primer
intento dictatorial (1935), dejando una vez más al país en manos del arbitraje militar.
Federico Páez ejerció por dos años una dictadura civil (1935-1937) encomendada por los
altos mandos castrenses, en la que luego de un fugaz intento progresista, ejerció una dura
represión. Fue derrocado por el general Alberto Enríquez Gallo, que en el corto lapso que
gobernó al país como jefe supremo (1937-1938) llevó adelante políticas nacionalistas y
expidió el Código del Trabajo.
Enríquez entregó el poder a una Asamblea Constituyente (1938), disuelta por el presidente
que ella misma designó, Aurelio Mosquera Narváez, quien con esa medida intentaba parar la
“amenaza izquierdista” y consolidar el poder en manos de la oligarquía liberal. A su muerte
repentina le sucedió Carlos Alberto Arroyo del Río, máxima figura del liberalismo y
representante de empresas capitalistas en el Ecuador, quien planificó desde el poder su
elección como presidente constitucional en 1940, bajo el interinazgo de su coideario, Andrés
Córdova.
Aunque los conservadores denunciaron el fraude electoral de Arroyo del Río, colaboraron en
su gobierno (1940-1944), que desde el principio fue represivo y de servicio a los intereses
extranjeros. En 1941 el Ecuador fue invadido por tropas peruanas, pero el gobierno careció
del liderazgo nacional y del respaldo para enfrentar la emergencia. Luego de la derrota de
nuestro pequeño y mal equipado ejército, el ministro conservador de Relaciones Exteriores,
Tobar Donoso, suscribió en Río de Janeiro un Protocolo (enero de 1942) en el que cedía al
Perú extensos territorios amazónicos que el Ecuador había reclamado históricamente.
La llamada Gloriosa del 28 de mayo de 1944 fue un movimiento protagonizado por las masas
populares que esperaban cambios radicales. Velasco manifestó al principio ciertas
inclinaciones a la izquierda, pero éstas se desvanecieron cuando rompió la Constitución de
1945, preparada por una Asamblea Constituyente predominantemente progresista.
SEMINARIO 12:
- TERCER PERÍODO: PROYECTO NACIONAL DE LA DIVERSIDAD.
- LOS ÚLTIMOS AÑOS
Noboa propuso una política de apaciguamiento. Mantuvo la dolarización, se esforzó por bajar
la inflación y realizó varias reformas presupuestarias y fiscales restrictivas, planteadas por el
FMI, que requirieron del apoyo de la derecha en el Congreso, donde el gobierno no tuvo
mayoría. Promovió, no sin fuertes cuestionamientos, varias negociaciones petroleras y la
construcción del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP).
En 2002 ganó las elecciones el coronel Lucio Gutiérrez, líder del golpe de enero de 2000, con
apoyo de su propio partido (PSP), Pachakutik y MPD. Desde su inicio, el gobierno se
identificó con las políticas norteamericanas de Bush y apoyó al “Plan Colombia” del
gobierno del vecino país. En pocos meses se alió al Partido Social Cristiano. El MPD y
Pachakutik salieron del gobierno. En una favorable coyuntura económica por la elevación de
los ingresos públicos, Gutiérrez aplicó políticas clientelares y promovió la división popular e
indígena.
A fines de 2004, aliado al PRE y al PRIAN de su adversario Álvaro Noboa, enfrentó a Febres
Cordero y el PSC, cuyo predominio en el Congreso, Corte Suprema y otros organismos fue
desmantelado mediante cuestionadas decisiones de una mayoría parlamentaria. Al inicio de
2005 Gutiérrez enfrentó creciente oposición. Un alzamiento masivo de Quito empujó a las
Fuerzas Armadas a desconocer al gobierno y al Congreso a destituir al Presidente,
reemplazado el 20 de abril por el vicepresidente Alfredo Palacio.
Con apoyo parlamentario precario y escasa base popular, Palacio llevó adelante un gobierno
débil, que no pudo cumplir sus ofertas de reforma política y de “refundar el país”. Pero
realizó algunas reformas petroleras que reivindicaron para el Ecuador el control de sus
recursos naturales. Su política exterior fue digna y su postura frente al conflicto colombiano
fue firme, pero no logró detener las intromisiones en la frontera.
En la elección del 26 de noviembre de 2006 triunfó Rafael Correa, un candidato que prometió
combatir el neoliberalismo y reformas radicales. Su gobierno se inició en medio de grandes
expectativas, en enero de 2007. De inmediato presionó por la convocatoria a una consulta
popular que resolvió la convocatoria a una Asamblea Constituyente, la que declaró en receso
al Congreso Nacional.
Desde fines de 2008, ha enfrentado una reducción de ingresos públicos por la baja de precios
petroleros. El país ha sido sacudido por una crisis económica mundial.
Conciencia de la crisis
Desde los años sesenta, la cultura ecuatoriana experimentó una aceleración en su desarrollo,
que se dio en medio del tránsito de una crisis económica inicial al gran auge de los setenta, y
de ahí a una nueva y aún más profunda crisis que se proyectó a los inicios del nuevo siglo.
En medio de la elevación del clima contestatario de los años sesenta, alimentado por la
influencia del triunfo cubano, se fue gestando una ruptura con las formas culturales
tradicionales. El debilitamiento de las organizaciones de izquierda, dentro de la escena
política nacional, en una coyuntura en la que el marxismo y el socialismo estaban en ascenso,
las confinó en su accionar casi exclusivamente a los sindicatos, a la universidad y otras
instituciones de cultura.
El arte militante fue una característica de esos años. Se desarrolló la literatura, especialmente
el relato, y la plástica. La música popular y de protesta, así como la influencia del rock,
canalizaron las expresiones contestatarias.
En los setenta, y bajo sucesivas dictaduras, la ausencia de participación electoral reforzó el
aislamiento del movimiento artístico de la escena política nacional. Pero una inédita cantidad
de recursos económicos generados por el boom petrolero se canalizaron desde el Estado al
mecenazgo artístico-cultural y a la educación. Pero, si bien eso evitó rupturas espectaculares,
alimentó el desarrollo artístico de línea crítica y el crecimiento de las instituciones educativas,
especialmente la Universidad, que se planteó una nueva reforma, cuyo mentalizador fue
Manuel Agustín Aguirre.
En los años setenta y ochenta, las formas más desarrolladas de la conciencia fueron las
ciencias sociales. El pensamiento económico tuvo exponentes como el propio Aguirre y
Germánico Salgado, en tanto que la sociología llegó a su madurez con el trabajo de ensayistas
y pensadores de izquierda como Agustín Cueva. También en el campo del análisis
socioeconómico se destacaron Fernando Velasco Abad, visionario mentalizador de la
renovación socialista, y Osvaldo Hurtado, dirigente político e ideólogo del ascenso
reformista.
Esta unidad hace referencia a los acontecimientos y personajes más importantes en la historia
del Ecuador referentes al sector turístico en las diferentes modalidades, considerando que el
turismo es un fenómeno generalizado, portador e instigador de valores. La industrialización,
el progreso, pueden y deben dar a los hombres una mayor disponibilidad de tiempo para el
descanso, el recreo, la cultura, el diálogo, la diversión, la meditación entre otros.
CONFERENCIA 14:
- HISTORIA DEL TURISMO EN EL ECUADOR
La población mundial ha quedado fascinada con el sector turismo, ya que es una de las pocas
actividades económicas generadora y multiplicadora de beneficios, entre estos se pueden
mencionar: la generación de empleo y desarrollo económico, intercambio de culturas, es una
fuente de promoción internacional, promueve la conservación, fomenta la inversión
tecnológica, rompe estigmas, incentiva la inversión extranjera.
“El turismo internacional batió nuevos récords en 2011 a pesar de las difíciles condiciones»,
manifestó el Secretario General de la OMT, Taleb Rifai. «Para un sector que es responsable
directamente del 5 % del PIB mundial, del 6 % de las expor taciones totales y del empleo de
una de cada 12 personas tanto en las economías avanzadas como en las emergent es, los
resultados son alentadores, especialmente al llegar en un momento en el que necesitamos
urgentemente actividades que estimulen el crecimiento y la creación de empleo”.
En relación al ecoturismo actualmente los países con menor desarrollo industrial, aún poseen
una riqueza natural que les permite ofer tar este tipo de actividad, especialmente aquellos
que se han preocupado por establecer y proteger áreas con población endémica, es así que
alrededor del mundo las zonas de mayor diversidad (hotspots), atraen el interés del mundo ya
que sólo queda un 5% de la superficie total del planeta. Es por esta razón que el ecoturismo
según la OMT presenta uno de los crecimientos más altos con un porcentaje del 15% anual
(Caiza & Molina, 2012).
Ecuador es un país de contrastes, se encuentra categorizado entre los 17 países más diversos
del mundo. Se debe recalcar que el 19% (48.710 km2) del territorio nacional ha sido
declarado como área protegida del subsistema Patrimonio de Áreas Naturales del Estado (47
en total).
En el año 2005, Ecuador tenía importantes limitaciones para el desarrollo del turismo, entre
ellas, insuficiente señalización turística, limitada cobertura sanitaria, la red vial y fluvial en
muy malas condiciones, deficiente infraestructura hotelera de primer nivel, no
aprovechamiento de las potencialidades naturales, culturales y étnicas, unido a una baja
reputación de la infraestructura de transporte aéreo.
En ese mismo año Ecuador recibía alrededor de 840 000 turistas internacionales y el gasto
promedio por cada uno de ellos no superaba los 800 dólares, es decir, los ingresos totales por
turismo internacional en el 2005 eran aproximadamente de 672 millones de dólares, muy
inferior a la media mundial. Además, Ecuador registró un decrecimiento en la tasa de arribos
internacionales de un 2.2% con respecto al año anterior.
En el año 2016 la demanda turística se mantuvo con solidez y se alcanzó la cifra de 1 235
millones de turistas a nivel mundial, equivalente a 46 millones más que en el año 2015. El
año 2016 fue el séptimo año consecutivo de crecimiento sostenido del turismo después de las
crisis económica y financiera a escala global del año 2009.
Al igual que el crecimiento experimentado en el volumen de turistas, los ingresos por turismo
internacional crecieron con respecto al año anterior, lo cual consolida los resultados de este
importante sector económico.
En los primeros seis meses del año 2017, han ingresado 914 477 visitantes, lo cual aporta un
crecimiento del 9.3% con respecto al año 2016, además, los ingresos por turismo
internacional alcanzaron la cifra de 399,5 millones de dólares, con un crecimiento del 1.6%.
Las cifras turísticas para Ecuador en 2018 son positivas. Según datos de la Coordinación
General de Estadística e Investigación del Ministerio de Turismo, el ingreso de extranjeros al
país creció un 11% con respecto a 2017, sin considerar el mercado venezolano.
En 2018 la balanza turística creció con relación a 2017 y reflejó un saldo positivo de los
ingresos frente a los egresos por 1.332,3 millones de dólares.
Entre enero y noviembre del año 2019 se registró el ingreso de 1.381.726 personas que
provienen de mercados priorizados como Estados Unidos que, respecto de 2018, creció un
15,1%; España (15,8%), Alemania (4,5%), Canadá (10,6%) y Francia (12,2%).
SEMINARIO 13:
- PRIMERAS ACTIVIDADES TURÍSTICAS EN ECUADOR.
En el gobierno del Dr. Isidro Ayora en el año de 1928, con gran visión, empezó a generar
algunos avances para promover el desarrollo de la actividad turística en Ecuador; construyó
varias carreteras, dio comienzo al saneamiento de Guayaquil y de la vía férrea Quito-San
Lorenzo que llegaría hasta Ibarra, promovió convenios y la firma de contratos con las líneas
aéreas norteamericanas Sedta, Alemana y Panamericana para que operaran en el país y se
hicieran cargo del correo aéreo del país.
Debido al interés mostrado por la actividad en las demás ciudades y los aportes del gobierno
de ese entonces para convertir al turismo en una actividad importante de ingresos y
generación de empleo, en 1930 se logra la inserción del turismo dentro del Plan del Estado; y
mediante la creación de la ley de Fomento Turístico del Ecuador, se establecen pautas para la
regulación y manejo del ingreso de turistas e incentiva el establecimiento de empresas.
CONFERENCIA 15:
- IMPORTANCIA DEL DESARROLLO DEL TURISMO DENTRO DEL
TERRITORIO ECUATORIANO.
En 1974 se crea la Corporación Ecuatoriana de Turismo – CETURIS, en abril del mismo año
de expide la Ley de Fomento Turístico con lo que se crea la Dirección Nacional de Turismo –
DITURIS. Los estudios realizados por estas entidades y con apoyo de la OEA dejaron como
aporte la identificación de 8 zonas, 10 núcleos y 9 corredores turísticos los mismos que
fueron escogidos para desarrollar el Plan Nacional de Desarrollo (1980 – 1984).
El 28 de enero de 1997 se promulga según registro oficial 118 la Ley Especial de Desarrollo
Turístico. El 25 de septiembre de 1997 se expide la Ley Especial de Descentralización del
Estado y Participación Social, con lo cual el Ministerio de Turismo inicia el desarrollo y
puesta en marcha de una estrategia de descentralización, para conjuntamente con los
gobiernos seccionales dinamizar la actividad turística.
En febrero del 2000 el presidente de turno Gustavo Noboa ordena la fusión del Ministerio de
Turismo con el de Ambiente, decreto que para el mismo año se disuelve, quedando desde
entonces como único y máximo rector de la actividad turística del Ecuador el Ministerio de
Turismo – MINTUR.
En 19 de abril del 2001 según registro oficial 309, se declara como Política Prioritaria del
Estado, el desarrollo del turismo en el país. Año en el que el Ministerio de Turismo firma y se
suscribe el convenio de “Promoción de Transferencia de Competencias de Turismo” con 36
municipios, número que aumenta con la suscripción de 24 municipios más en el año 2002.
En diciembre del 2007 después de un exhaustivo trabajo de investigación de los diferentes
representantes de los sectores involucrados en la actividad turística, se presentó el Plan
Estratégico de Desarrollo para el Turismo Sostenible del Ecuador PLANDETUR 2020.
En la actualidad el Ministerio de Turismo del Ecuador presento el Plan de Desarrollo
Turístico Nacional que comprende tres grandes proyectos que buscan atraer la inversión
extranjera hacia nuestro territorio, los componentes del Plan son los siguientes: (1)Proyecto
Pueblos Mágicos con la misma metodología aplicada en México, (2)Riviera del Pacifico muy
similar al Proyecto de la Riviera Maya y el ultimo es de (3)Circuitos Turísticos, estos tres
proyectos han generado una aceptación por parte de algunos inversionistas y la preocupación
por parte de los gremios y profesionales del Ecuador ya que no ha existido una socialización
completa por parte del Mintur (Párraga, 2018).
SEMINARIO 14:
- ECUADOR: EL PAÍS DE LOS CUATRO MUNDOS.
- DESARROLLO DEL TURISMO EN LA ACTUALIDAD.
Ecuador con sus cuatro mundos: Costa del Pacífico, Andes, Amazonía y Galápagos, a través
de los atractivos turísticos inventariados por el Ministerio de Turismo con base en la
metodología de la Organización de Estados Americanos - OEA, año 2004. Los atractivos
naturales son aquellos asociados a la observación, apreciación e interrelación que existe entre
la parte biótica y abiótica. Los atractivos culturales permiten conocer la historia, el
patrimonio y la identidad del sitio a visitar.
El país presume de ser el de mayor biodiversidad natural por kilómetro cuadrado del mundo y
tener una de las mejores redes viales, lo que permite conectar diversos puntos turísticos. En
este contexto, es posible visitar sus cuatro mundos, ecosistemas y cosmovisiones en tiempos
y espacios muy cortos, por lo que el turista nacional y extranjero no puede dejar de
recorrerlos.
El Estado ecuatoriano, por medio del Ministerio de Turismo, ente rector en la materia, ha
conceptualizado el desarrollo de productos turísticos basados en las siguientes cinco
características propias de cada destino:
- Accesibilidad
- Atractivos
- Facilidades
- Actividades
- Servicios
De esta manera, se definieron dos tipos de productos, los orientados al ámbito cultural y
aquellos destinados al turismo de naturaleza que incluyen la aventura. Los productos
turísticos de cultura están estructurados con base a la disponibilidad de atractivos de carácter
histórico, cultural, antropológico y que entre otras características permiten conocer al turista
la historia, el patrimonio y las identidades propias de los sitios. Los productos turísticos de
cultura se relacionan con los núcleos urbanos históricos, así como la ruralidad, donde
principalmente se encuentra el turismo comunitario.
En cuanto a los productos turísticos de naturaleza, están asociados con las actividades
turísticas que ocurren dentro de espacios naturales y cuya principal motivación es la
interrelación entre la parte biótica y abiótica, además este tipo de productos están
estrechamente ligados a modalidades sostenibles de turismo que se centran en la protección y
el uso racional de los recursos naturales tangibles e intangibles para su conservación.
De igual manera, los productos turísticos de aventura recurren al factor naturaleza para su
estructuración, son un conjunto de actividades que, por destreza, nivel de conocimiento y
técnica, y uso de equipo especializado son practicados por turistas afines a ciertos deportes
considerados como extremos. (MINTUR, 2017a).
La Costa del Pacífico ecuatoriana, con fines turísticos, agrupa a todas las provincias que
limitan o se aproximan al Océano Pacífico. “La Costa del Pacífico del país cuenta con
maravillosas playas, increíbles acantilados, bahías encantadoras, áreas protegidas y una
infraestructura turística sólidamente desarrollada” (Ministerio de Turismo del Ecuador -
MINTUR, 2018g). Se extiende desde la provincia de Esmeraldas, Santo Domingo de los
Tsáchilas, Manabí, Los Ríos, Guayas, Santa Elena y El Oro. La ciudad principal y más
poblada de esta región es Guayaquil; otras ciudades importantes son Portoviejo y Manta.
Los destinos y atractivos turísticos de la Costa del Pacífico del Ecuador se caracterizan por
sus paisajes litorales, gastronomía y múltiples actividades de esparcimiento, en este apartado
se podrá recorrer las playas, poblaciones, áreas protegidas, zonas de observación de aves,
ballenas y delfines, zonas de buceo, snorkel y surf, sitios de agroturismo y sitios de
importancia arquitectónica como museos, malecones, puertos, plazas y parques, el Ministerio
de Turismo tiene registrado en la Costa del Pacífico un total de 424 atractivos naturales y 577
atractivos culturales.
El destino más popular en vacaciones son las playas, estas proporcionan una excelente terapia
de relajación, reúnen elementos claves como el sol, la arena, el mar, aire fresco y naturaleza.
Las alternativas que ofrecen las playas del Pacífico ecuatoriano son infinitas. Acantilados,
diversidad paisajística y aguas quietas, limpias, cálidas y transparentes. En la figura 3 se
puede observar las playas desde las costas de Esmeraldas hasta la península de Santa Elena.
Andes ecuatorianos
La región interandina o Andes del Ecuador, es una de las regiones naturales que se extiende
de norte a sur a través de la Cordillera Occidental y la Cordillera Oriental que resultan ser las
cadenas montañosas más importantes de los Andes. Desde el punto de vista político y
económico alberga cerca del 50 % de la población total y a la ciudad capital, Quito.
Con fines turísticos, la región está conformada por las provincias de Pichincha, Carchi,
Tungurahua, Chimborazo, Cañar, Azuay, Loja, Imbabura, Bolívar y Cotopaxi.
La industria turística en los Andes conformada por once provincias resulta ser la más
desarrollada del país, por su gran diversidad natural y cultural que comprende páramos,
nevados, bosques nublados, lagos, volcanes activos, termas, ciudades, pueblos y haciendas
coloniales, ruinas incas y sobre todo su aún favorable cultura indígena; que se contrasta con
la oferta en alojamiento, gastronomía, mercados artesanales y festivales culturales.
Los Andes ecuatorianos poseen un clima muy variado, el gradiente térmico vertical
determina que conforme se asciende en altitud, la temperatura disminuye (Guía Virtual de
Turismo Accesible, 2014).
Según el inventario de atractivos turísticos con metodología 2004, del Ministerio de Turismo,
existen aproximadamente 1 870 atractivos en la región Andes.
Los Andes ecuatorianos, están conformados por varios paisajes con una extraordinaria
orografía, también posee un patrimonio cultural destacado por el sinnúmero de iglesias,
gastronomía, monumentos históricos, etc.
Los cantones con mayor concentración de atractivos respecto al total regional son Quito,
Cuenca, Baños de Agua Santa y Ambato.
La Amazonía
La Amazonía es una de las reservas de biodiversidad más importantes del planeta, cuenta con
un bosque húmedo tropical por el cual transcurren ríos cristalinos y cascadas que se adentran
en la selva, hábitat de especies únicas de flora y fauna.
La región amazónica ecuatoriana es una de las cuatro regiones naturales del Ecuador, cuenta
con 120 000 km2 de superficie y posee variadísima vegetación, de los bosques húmedo-
tropicales. La región se compone de seis provincias que son Sucumbíos, Orellana, Napo,
Pastaza, Morona Santiago y Zamora Chinchipe. Además, la región es el hogar de pueblos
indígenas que se manifiestan en sus propias lenguas, creencias y tradiciones, estas
características hacen de la Amazonía ecuatoriana un destino mega-cultural que permite
interactuar y conocer las costumbres de sus habitantes.
La región amazónica cuenta con un poco más de 600 atractivos del inventario turístico,
distribuidos a nivel cantonal y muestran que los cantones del Tena (62) y Archidona (51)
concentran la mayor cantidad de atractivos turísticos con el 10,0 % y 8,3 % respectivamente.
En concentraciones menores se presentan los cantones de Pastaza (39) 6,3 % y comparten el
mismo porcentaje Quijos y Orellana (32) 5,2 %, y finalmente continúa con los cantones que
mantienen menos del 5 % del porcentaje de presencia de atractivos turísticos.
Las poblaciones amazónicas se localizan sobre la conocida “Ruta del Agua” o “Yaku
Ñamby” en Kichwa, que se extiende desde el puente internacional sobre el río San Miguel, en
la frontera con Colombia en Sucumbíos, hasta el puente de Balsas, límite sur con Perú, en
Zamora Chinchipe. Esta ruta ofrece a los turistas la oportunidad de conocer y valorar, no solo
el recurso hídrico y sus fuentes naturales, sino también un acercamiento con la cultura por
medio de las vivencias que se obtienen del paso por comunidades indígenas.
Galápagos
Debido a la gran cantidad de especies como tortugas marinas, delfines, tiburones, tiburones
martillo, ballenas, arrecifes de coral, fragatas, iguanas, lagartos, cormoranes, albatros, leones
marinos y pingüinos, se ha desarrollado también un turismo ecológico orientado a preservar
las especies endémicas del lugar. Las islas fueron el hábitat de la tortuga conocida con el
nombre de “Solitario George”, que fue el último espécimen de tortuga gigante de la Isla
Pinta, especie que se extinguió el 24 de junio de 2012.
Otra característica importante de estas islas es su origen volcánico, por lo que son
consideradas como el segundo archipiélago de mayor actividad volcánica del planeta,
superado únicamente por “Hawái”.
Con este antecedente, los volcanes más activos de las islas son: Cerro Azul, Sierra Negra,
Marchena y volcán La Cumbre en la Isla Fernandina, que a su vez es el más activo del
archipiélago y uno de los más activos de todo el mundo.
Por estas razones “Las Islas Encantadas” han recibido importantes reconocimientos a escala
internacional, ya sea por sus playas de arena multicolor, la riqueza de sus especies y su
placentero clima, que hacen de Galápagos el destino ideal para vivir experiencias únicas e
inolvidables.
Según el inventario de atractivos turísticos con metodología 2004 del Ministerio de Turismo,
la provincia de Galápagos posee 62 atractivos distribuidos de la siguiente manera: el cantón
Santa Cruz (49) con el 79,0% concentra la mayor cantidad de sitios turísticos, seguido del
cantón Isabela (12) 19,4 % y finalmente el cantón San Cristóbal con un atractivo, lo que
representa menos del 2% del total de atractivos turísticos en las Islas Galápagos.
Galápagos está conformada por 13 islas grandes, 5 islas medianas y 206 unidades que
corresponden a islotes de tamaño pequeño y a numerosas rocas, la provincia está localizada a
1000km de la costa continental ecuatoriana, casi toda la provincia tiene la categoría de área
protegida, tanto el espacio terrestre como el marítimo. Las actividades permitidas que se
pueden realizar en las Islas Galápagos rigen en toda el área y están divididas en sitios de
visita marinos (Reserva marina) y sitios de visita terrestre (Ministerio de Turismo, 2020).
Desarrollo del turismo en la actualidad
El turismo se configura como uno de los principales sectores económicos a nivel
internacional, adquiriendo importancia en los países en vías de desarrollo. El impacto global
del Covid-19 genera efectos externos negativos sobre América Latina y el Caribe a través del
canal comercial, de términos de intercambio, de turismo y remesas.
Por ello, se espera una caída del producto bruto interno (PBI) de -9,1% para la región en 2021
La industria de viajes y turismo, es una de las más afectadas por la pandemia, según el
Ministerio del Turismo del Ecuador, la paralización de este importante sector, ha tenido una
afectación económica sin precedentes. La recuperación dependerá de tres etapas: etapa de
cuantificación, etapa de recuperación y etapa de reactivación del sector turístico.
En el Ecuador según el Ministerio de Turismo entre el primer trimestre del 2015 y el cuarto
trimestre del 2019 el turismo receptor aportó en promedio el 1,9 del PIB es decir alrededor de
490 millones de dólares. El escenario para los países de Latinoamérica es difícil por cuanto
no se había enfrentado nunca con un impacto de esta dimensión y se tendrá que aprender y
plantear estrategias para recuperar y fortalecer la prestación del servicio.
En este contexto, la actividad con mayores pérdidas por causa de la pandemia fue el
comercio, seguido de servicios, y manufactura, incluso el sector petrolero se paralizó por la
rotura de dos oleoductos ocurrida en el mes de abril, la agroindustria, agricultura,
exportaciones y medicinas también tuvieron resultados negativos, pero no en la misma
magnitud, ya que algunas se mantuvieron operativas, se registró una baja en la facturación en
esas áreas de hasta un 4% en conjunto; como consecuencia de esto aproximadamente unos
115 000 trabajadores fueron despedidos en la emergencia, según información del Ministerio
de Trabajo.
Esta estrategia se basa en tres ejes para dinamizar el turismo: la Reactivación de destinos,
protocolos de bioseguridad y acceso a financiamiento.
UNIVERSIDAD ESTATAL DEL SUR DE MANABÍ
FACULTAD DE
CARRERA DE
RÚBRICA PARA EVALUAR PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
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Presentación y creatividad
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Observaciones: