de la Historia Universal
Coordinadores:
Pierre Vilar, eminente historiador francés, en uno de sus trabajos escribió, con su
acostumbrada agudeza, que “un mundo en crisis prefiere no conocerse o
conocerse mal”. Y nos gustaría comenzar con esta advertencia para referirnos a
los retos que se le presentan a la enseñanza de la historia en el nuevo siglo,
antecedida por una crisis expresada sintéticamente en la disyuntiva del progreso
mundial en un medio ambiente sustentable y en donde la globalización avanza en
dirección opuesta a la solución de los principales problemas que aquejan a la
humanidad.
El primer empuje para una historiografía crítica lo dieron las grandes figuras de la
ilustración: Montesquieu y Voltaire. Este último comprendió que los sujetos de la
historia no eran ni reyes ni generales, sino las naciones mismas de las cuales
emanaban las creaciones artísticas y realizaciones científicas de cada época.
Según Voltaire, “todas las historias son casi iguales para quien busca solamente
almacenar hechos en su memoria; pero para todo aquél que piense y, lo que
todavía es más raro, para quien tenga gusto, solo cuentan cuatro siglos en la
historia del mundo”. Esta afirmación tiene importancia por reflejar de algún modo
la ya antigua aspiración de hacer una historia universal. Es el principio
generalizador, que trata de integrar el conocimiento de los diversos pueblos y
épocas, el cual surge de la expansión del progreso de la civilización. Si en cuanto
al destino del hombre, la ilustración se basaba en la idea del progreso, todo lo
pasado inmediato representaría la era del oscurantismo.
Durante gran parte del siglo XIX las explicaciones históricas ponían el énfasis
particular en la política a través del papel heroico de las personalidades, en el
fenómeno bélico o en las grandes ideas motivadoras. Incluso, los cambios
sociales básicos aparecían sólo como la obra de líderes políticos, legisladores o
reformadoras. Durante mucho tiempo, e incluso aún hoy, atendiendo a estos
factores, la historia universal, fue dividida en:
Historia Antigua, que comprendía desde los grandes imperios del oriente, donde
habían surgido las llamadas culturas conocidas por sus escrituras, pasando por
las civilizaciones griegas y romanas, hasta la llegada de los pueblos bárbaros y el
hundimiento del imperio romano de occidente, en el siglo V.
Historia Moderna, que cubriría los siglos XVI al XVIII, justo hasta la revolución
francesa, hecho que abría las puertas a la historia contemporánea, aunque
posteriormente muchos autores han situado la frontera entre ambas en la
revolución rusa (1917).
Una visión realista de la historia actual no puede eludir los aspectos antes citados
ni tampoco desconocer la crisis de los valores de la propia civilización de la cual
somos herederos, expresada en la duda en torno a la idea del progreso, la historia
racional como posibilidad y en la actuación del hombre en el propio devenir como
factor de cambio, pues precisamente la función de la historia debe ser la de
contribuir a comprender el complejo proceso de desarrollo de la sociedad y el
inexorable camino hacia el mejoramiento humano y a la construcción de una
sociedad más justa.
TEMA 2
Los australopitecus son los más antiguos homínidos que iniciaron el bipedalismo
hace cerca de 4 m.a. y actualmente muchos especialistas lo separan del tronco
común humano. En Tanzania se ubicaron toscas herramientas desbastadas en
una sola cara, con antigüedad de 2,6 m.a. En el mismo sitio había restos de
australopitecus y de homo hábilis. Los segundos poseían una capacidad craneana
levemente mayor y a ellos se les adjudicaron esos primeros utensilios. El otro fósil
es homo erectus o pitecantropoide y sus antigüedades, en África, oscilan entre 1,7
m.a. y 200 mil años.
Todo indica que el homo erectus se desplazó en una primera oleada migratoria al
continente euroasiático. Durante mucho tiempo los neandertales fueron ubicados
como antepasados del hombre. Hoy se ha demostrado que cuando el homo
sapiens y el cromagnon llegaron a Europa, alrededor de 35 mil años, hacía mucho
tiempo que estaba habitada por neandertales y que ambos convivieron durante
miles de años, hasta que se extinguieron y sólo quedó el hombre moderno. El
homo hábilis y el pitecantropoide se ubican cronológicamente en el paleolítico
inferior, el neandertal en el paleolítico medio y superior, mientras el cromagnon
perteneció al paleolítico superior.
TEMA 3
TEMA 4
En las regiones del oriente antiguo y en el valle del Nilo, en Africa, fue donde
surgieron las primeras sociedades clasistas en la historia de la humanidad que
consiguieron un alto nivel de civilización, entre 4 mil y 3 mil años a.n.e. En general
se caracterizaron por el desarrollo de la agricultura de aluvión fluvial. Sus
pobladores, asentados en las cercanías de grandes ríos, aprovechaban las
crecidas de estas arterias que, al retirarse, dejaban depositado el limo fertilizador.
El Nilo en Egipto, el Tigris y el Eufrates en Mesopotamia, el Indo y el Ganges en
India, el Hoang Ho y el Yangtsé en China son ejemplos de ello. Otras importantes
civilizaciones se desarrollaron en Siria, Palestina y Asia Menor, pero sus ríos no
eran tan caudalosos.
La vida de los aldeanos en estas civilizaciones clasistas fue muy dura y estaba
completamente regulada. Aunque nominalmente eran dueños de la tierra, todo
incremento productivo les era arrancado por los funcionarios encargados de la
recaudación. Los campesinos debían subsistir con lo que le dejaban los
representantes del estado, quienes incluso podían castigarlos si consideraban que
los productos entregados eran insuficientes. Cuando la explotación llegaba a
límites intolerables o se producían malas cosechas, los aldeanos frecuentemente
se sublevaban y, en ocasiones, llegaban a derrocar a la casta dominante. Sin
embargo, no pasaba demasiado tiempo sin que el ciclo se reanudara, pues los
aldeanos necesitaban de los conocimientos que monopolizaba la clase privilegiada
–entre ellos la astronomía, las técnicas constructivas y la escritura- y se
reimplantaban los viejos sistemas de dominación.
TEMA 5
LA CIVILIZACIÓN GRIEGA
Danae Ramos
Los pueblos originarios de la región al sur de los Balcanes, donde más tarde
florecería la civilización griega, eran los pelasgos, carios y léleges. Después
emigraron los aqueos, tribus del norte de Europa que se establecieron en esta
zona. A estas culturas se les han llamado prehélenicas. De ellas, fue la
cretomicénica la que marcó el inicio de la civilización griega. La cultura
cretomicénica es considerada el nexo entre el mundo oriental y el llamado “milagro
griego”.
Por otra parte, las amenazas externas se hicieron reales y en el año 500 a.n.e. los
persas comenzaron su avance hacia Grecia continental. Las guerras médicas
llevaron a las polis a una unidad circunstancial. Pero vencido el enemigo, Grecia
salió dividida en dos grandes bloques políticos: las ciudades partidarias del
régimen aristocrático espartano; y las que simpatizaban con la democracia,
encabezadas por Atenas.
El siglo V a.n.e. fue una centuria muy relevante dentro de la historia de la antigua
Grecia, especialmente en Atenas y en las colonias del Asia Menor. A este período
los historiadores lo han llamado clásico, porque la sociedad alcanzó cumbres
importantes en su desarrollo y fue además el momento de apogeo de la esclavitud
individual con la instauración de un sistema político novedoso para la antigüedad:
la “democracia esclavista”. Durante la misma, Atenas se convirtió en la ciudad
mejor fortificada de toda Grecia y centro de las artes, la filosofía y las ciencias. El
llamado siglo de oro ateniense profundizó las contradicciones internas del mundo
griego. Entre el 431 y el 404 a.n.e. estallaron las guerras del Peloponeso. Esta
situación de división y ruina fue aprovechada por Macedonia para penetrar en
Grecia.
En el año 338 a.n.e. Filipo II logró imponerse. Más tarde su hijo Alejandro Magno
coronó la obra cuando construyó uno de los grandes imperios de la historia de la
humanidad y también de los más fugaces, al desmembrarse tras su muerte. La
herencia aportada por el joven macedonio se manifestó básicamente en el plano
de la cultura, la lengua y la religión. El período llamado helenístico mantuvo vivos
muchos valores de la civilización griega en regiones como el Lejano y Medio
Oriente, aunque también introdujo en Grecia las influencias de esas sociedades.
El legado griego fue asimilado junto a los elementos de las antiguas civilizaciones
orientales. Esta etapa tuvo su punto final con la conquista romana en el 146 a.n.e.
TEMA 6
EL IMPERIO ROMANO
Danae Ramos
Hace tres mil años, la península itálica era una tierra escasamente poblada por
diversas tribus. Hombres conocedores del hierro que se movían por Europa de
norte a sur también llegaron a esta región. A mediados del siglo VIII a.n.e. se
fundó en la zona del Lacio una pequeña aldea que recibió el nombre de Roma. En
el siglo VI la dominaron los etruscos, enigmática cultura que legó un estilo de
gobierno, un conjunto de tradiciones y técnicas que hoy se consideran romanas.
La monarquía dio paso a la forma republicana de gobierno que se extendió hasta
el siglo I a.n.e. Durante mas de una centuria la historia romana giró en torno a la
lucha entre patricios y plebeyos, aunque hacia el siglo III a.n.e. estos últimos
habían alcanzado derechos similares a los primeros: acceso a la tierra pública y a
algunas magistraturas y abolición de la esclavitud por deudas.
A esta paz esplendorosa le sucedió por un tiempo la época del terror, donde
algunos emperadores se valieron de métodos violentos para pacificar al enorme
imperio. La diadema imperial era objeto de cruentas luchas y se subastaba al
mejor postor. Las legiones se insubordinaban y algunas provincias se levantaban
contra el yugo romano. El caos que se anunciaba tuvo su eclosión en el siglo III, y
la sociedad se sumergió en una crisis en todos los órdenes. La economía que
descansaba en la explotación de la fuerza de trabajo esclava se resintió hasta sus
raíces. Dos factores externos contribuyeron a la agudización del proceso: los
germanos que invadían las tierras imperiales y una nueva ideología, el
cristianismo, que penetraba la mente de los hombres a pesar de las virulentas
persecuciones.
Los últimos siglos del imperio fueron por lo general de gran confusión. La anarquía
militar llevó a veces a la coexistencia de más de un emperador. Las guerras civiles
dejaban las fronteras desguarnecidas y en el ejército se alistaban soldados
germanos, que minaron sus filas. Diocleciano inició un proceso que en el año 306
culminó Constantino con la reorganización del mundo romano. Legalizó la libertad
de cultos y con esta medida puso fin a la persecución cristiana. Después de su
muerte, el retroceso de Roma fue inevitable. El año 476 se ha considerado la
fecha que puso punto final al imperio romano de occidente; pero antes que los
germanos entraran en Roma ya no existía la hegemonía imperial y la economía
esclavista había dejado de ser viable. Tras el fin del mundo antiguo, comenzó a
gestarse otro sistema económico y social más adecuado a los nuevos tiempos: el
colonato.
TEMA 7
EL RÉGIMEN FEUDAL
El tránsito al sistema feudal se produjo a través del llamado sistema del colonato,
que se extendió desde el siglo III por todo el imperio romano de occidente;
mientras que en la parte oriental dicho tránsito se había producido mucho antes,
aunque en forma más lenta, debido a las diferentes características de ambos
territorios.
Entre los siglos XI y XIII surgieron nuevas actividades económicas, como los
talleres artesanales y el comercio, abriéndose el período de mayor auge de la
sociedad occidental europea. Los artesanos y comerciantes formaban el núcleo de
la población de las ciudades medievales, rodeadas de murallas de piedra, con
torres, almenas y puentes levadizos. Razones de autodefensa los impulsaron a
organizarse en corporaciones de oficios como protección frente al señor y la
competencia. A partir del siglo XIV se inicia la crisis del sistema feudal, al no ser
capaz de resolver, debido a sus limitaciones, las necesidades de una sociedad en
expansión. En su seno comenzarían a dibujarse los rasgos de un nuevo sistema
económico social: el capitalismo.
TEMA 8
Hacia el siglo VII, cuando se inicia la prédica del Islam en la península arábiga,
Europa estaba dominada por reinos germanos, que habían barrido la zona
occidental del antiguo imperio romano, mientras la parte del oriente o imperio
bizantino había resistido la hecatombe y continuaba siendo una de las potencias
de la época, compitiendo en poderío con el imperio persa sasánida.
El elemento religioso aparecía como el único vínculo esencial de unión entre los
árabes. Ciertas tendencias monoteístas ya habían comenzado a esbozarse antes
de Mahoma, a pesar del predominio de múltiples elementos demoníacos, de
idolatría y politeísmo. En las prolongadas peregrinaciones anuales al santuario de
la Kaaba, en Macoraba (Meca), donde se custodiaba la Piedra Negra, considerada
una señal divina enviada a los árabes, se producía una tregua de cuatro meses
entre todas las tribus en guerra para facilitar el acceso al lugar santo. Mahoma, un
caravanero nacido en la Meca, llegó a alcanzar una extraordinaria visión de las
características de su pueblo, de sus posibilidades y necesidades, lo que le
permitió elaborar una concepción religiosa de origen sincrético (el Islam), aunque
al mismo tiempo muy original, capaz de ajustarse a la idiosincrasia de aquellos
rudos hombres del desierto.
Los sucesores de Mahoma, entre el año 632 y el 661, Abú Bakr, Omar, Otmán y
Alí, continuaron la djihad o expansión hacia el exterior, y en unas cuantas décadas
conquistaron todo el Cercano y Medio Oriente, excluido sólo el territorio al oeste
de Asia Menor, perteneciente al imperio bizantino; ocuparon Persia y parte de la
India; al oeste avanzaron a través de Egipto por todo el norte de África y de allí
pasaron a la península ibérica y Sicilia. El Islam se convirtió, de forma
sorprendente y rápida, en un nuevo y peligroso poder para los estados de la
época.
TEMA 9
Desde el siglo X el señor fundía en su persona los derechos del propietario y las
funciones del administrador, del juez, y del jefe militar, pero esto se fue perdiendo
hacia el siglo XIV, sobre todo, en lo concerniente a sus funciones públicas, al ir
pasando éstas a los agentes del rey. También la servidumbre fue desapareciendo
en gran parte de los territorios de Europa occidental. De esta manera, entre los
siglos XIV y XVI, los siervos de la gleba, casi enteramente emancipados, solo
permanecerían unidos al señor por el entonces débil lazo de las rentas feudales.
Desde un poco antes del siglo XIV las tradicionales clases privilegiadas se
arruinaban en la medida que la naciente burguesía progresaba, aunque en
condiciones de inferioridad legal respecto a las primeras, que seguían detentando
el poder político. Los siglos del XIV al XVI fueron pródigos en grandes
acontecimientos. Cada uno de ellos, de forma peculiar, expresaba un proceso de
crisis: insuficiencia de la producción servil, liberación de la servidumbre y/o
recrudecimiento de ésta según las regiones; rebeliones campesinas y urbanas;
guerras; formación de los primeros estados nacionales; renacimiento, humanismo
y utopías; expansión colonial, acumulación originaria del capital y reforma
religiosa, fueron los más relevantes.
Por otra parte, las transformaciones que se experimentaron en Europa entre los
siglos XIV al XVI condicionaron el desarrollo económico en el nuevo marco del
capitalismo mercantil manufacturero. Los países europeos explotaron su superior
tecnología en materia de navegación, construcción naval y armamentos, así como
desarrollaron el comercio internacional por medio de activas compañías
mercantiles que controlaban los asientos o monopolios. La explotación colonial
sirvió para acumular capital, pero sólo las regiones cuyas economías se
transformaron pudieron utilizar este medio para el despegue del nuevo sistema.
España se desplomó después de haber exprimido largo tiempo a sus colonias,
aunque en el caso de los Países Bajos, Francia y el Reino Unido, el imperio de
ultramar del período capitalista mercantil tuvo un efecto más beneficioso para la
capacidad productiva de la economía metropolitana, porque no sólo aumentó los
recursos del capital sino que ayudó considerablemente a ensanchar el tamaño de
los mercados, incluidos los internos, posibilitando el desarrollo de las economías
de escala y de la especialización.
TEMA 10
EL RENACIMIENTO
Sin embargo, considerarlo desde este punto de vista, solamente como una simple
vuelta a los clásicos griegos y latinos, o entenderlo únicamente en su carácter de
movimiento artístico-cultural, significaría pasar por alto los fundamentos sobre los
cuales se erige y adquiere sus ulteriores desarrollos, a la vez que reduce sus
dimensiones e importancia reales en la dinámica del desarrollo histórico de la
humanidad. Y es que el renacimiento se manifiesta como un proceso
extremadamente complejo dentro del cual se asocian toda una serie de factores
de diferente naturaleza que, actuando de consuno e influyéndose recíprocamente,
dejarían su huella no sólo en los dominios de la vida cultural. Así, en primer
término, cabe citar los de orden económico, a través de los cuales adquieren
perfiles mucho más definidos los elementos del modo capitalista de producción, ya
en gestación en las postrimerías de la edad media.
Por otro lado, tales cambios no dejarán de repercutir en los ámbitos político y
jurídico, ya que el quebrantamiento del poder de la nobleza y la creación, con el
apoyo de los habitantes de las ciudades, y no sin lucha, de las monarquías
absolutas y la formación de los estados nacionales, forzosamente hubo de generar
reacomodos en las formulaciones del derecho y de los mecanismos de dirección
política en esas sociedades; mientras, en el plano ideológico-espiritual el
humanismo, entendido como la tendencia a exaltar lo humano y natural en
contraposición a lo divino y sobrenatural predominante durante casi todo el
medioevo, postuló una nueva concepción del mundo y, al hacerlo, abría el camino
en el plano de las ideas y en la práctica social hacia una estimación placentera y
terrenal de lo humano, despojada de toda preocupación por la vida ultraterrena.
De este modo, el humanismo vino a poner en crisis no sólo el dominio ejercido por
la iglesia sobre la vida espiritual del hombre, también dio paso al pensamiento
criticista, a nuevos enfoques en la reflexión filosófica, impulso al pensamiento
científico y al conocimiento de la naturaleza y de sus leyes y además, con la
invención de la imprenta, a la difusión de la cultura. Desde luego, todas estas
transformaciones citadas, a las que cabría añadir, entre otras, las producidas por
los descubrimientos geográficos o por la generalización de los pequeños inventos,
en tanto proporcionaron el sustentáculo material del renacimiento encontraron
reflejo, en mayor o menor medida, en toda la riqueza de sus manifestaciones, en
cualesquiera de los dominios artísticos o científicos donde éste se exprese, con
las características y particularidades propias de que se reviste en cada uno de los
países –Italia, Francia, Alemania, España, Países Bajos– en las grandes figuras
del arte la literatura y de la ciencia como Leonardo da Vinci, Miguel Angel o
Torcuato Tasso.
TEMA 11
Las primeras disputas religiosas dentro del mundo cristiano aparecen en el siglo V
al convertirse Constantinopla en la capital del imperio bizantino y pugnar por
concentrar los poderes políticos y clericales frente a una Roma asolada por las
invasiones bárbaras. En el plano religioso aquellas contradicciones culminarían en
el siglo XI con el surgimiento de la iglesia ortodoxa griega contrapuesta a la
católica. En occidente no fue hasta el siglo XIV en que se aprecia la decadencia
del dominio papal a través de los conflictos entre la iglesia y los soberanos, las
divisiones internas y la aparición de las corrientes heréticas.
TEMA 12
Danae Ramos
La sociedad europea de fines del siglo XIV experimentó, desde el punto de vista
económico, un notable avance por el desarrollo del comercio a larga distancia, que
trajo aparejado el incremento del consumo de artículos de lujo y de uso común. En
esta época ocurrió un crecimiento a ritmo acelerado de las sociedades mercantiles
que se propagaron y fortalecieron. A través del manejo de grandes capitales y de
procedimientos crediticios se comercializaban sedas, manufacturas de la
península itálica y los Países Bajos, lana de Inglaterra, productos mineros y
metalúrgicos de Alemania, vinos de Francia, cereales, cáñamos, madera de
construcción y ganado de los estados Bálticos, Rusia y Hungría. Sin embargo,
Europa necesitaba también productos asiáticos como las especias para
medicamentos y la cocina; así como tejidos, vidrios y piedras preciosas. Hasta
fines del siglo XV, estos productos llegaban al occidente europeo a través del
Mediterráneo, pero con las conquistas de los turcos el comercio por esta ruta
decayó y los italianos perdieron su preponderancia en el comercio internacional.
TEMA 13
TEMA 14
Aunque los europeos no lograron penetrar al continente asiático hasta finales del
siglo XVIII, el control musulmán de las arterias de comercio entre el Mediterráneo
y la India llevó a varias potencias a soñar con una nueva ruta hacia el Extremo
Oriente. Los portugueses desplegaron grandes iniciativas en su búsqueda,
abrieron las puertas de la India a Europa y se aseguraron el monopolio del
comercio marítimo con esa región durante todo el siglo XVI. A comienzos de la
siguiente centuria, la compañía holandesa de las Indias orientales, fundada en
1602 bajo los auspicios del gobierno de los Países Bajos, terminó con el
monopolio de comercio portugués. Dos años antes, la reina Isabel I de Inglaterra
había otorgado un fuero a una organización mercantil similar, la primera compañía
inglesa de las Indias orientales. Sus negociaciones con el gobernante mogol, el
emperador Jahangir, tuvieron éxito y, en diciembre de 1612, los ingleses formaron
su primera factoría en Surat, en el golfo de Kambhat, a la cual sumaron otras en
las décadas posteriores.
TEMA 15
LA TRATA DE ESCLAVOS
Armando Entralgo
TEMA 16
EL ABSOLUTISMO EUROPEO
El absolutismo fue una forma de gobierno que tuvo lugar en algunos países de
Europa durante el proceso de cambios que significó el siglo XVII. En el orden
político estaba basado en el principio de la centralización o unidad de los poderes
legislativo, judicial y ejecutivo en una única instancia: el monarca; para esto se
partía del fundamento de su hipotético origen divino. Fue una forma política de
gobierno en la transición del feudalismo al capitalismo, aunque no en todas partes
se dio por similares causas ni tuvo las mismas consecuencias.
Uno de los regímenes absolutistas considerado clásico fue el francés. Luis XIV,
soberano de todos los señores del reino, disponía de un control ilimitado. En sus
manos se centraban todos los poderes, él decidía la guerra, la paz, disponía de
todos los recursos del estado, él era la fuente de la ley y la justicia. Algunos le
achacan la frase: el estado soy yo.
TEMA 17
LA ILUSTRACIÓN
Joaquín Santana
Bajo el nombre de ilustración se designa a una determinada forma histórica de la
ideología y la literatura burguesa de la emancipación. La ilustración o el
iluminismo, como también se le conoce, fue un movimiento con diferentes
tendencias filosófico-ideológicas y teórico-políticas en su seno, que expresó las
aspiraciones de una burguesía en ascenso. La misma ya conformada como clase
social, tomó conciencia de su papel y emprendió por medio de la crítica una lucha
contra el orden estamental feudal existente en la Europa del siglo XVIII.
TEMA 19
TEMA 20
LA REVOLUCIÓN FRANCESA
TEMA 21
LA ÉPOCA NAPOLEÓNICA
Hasta 1803, Napoleón aparecía ante los ojos de sus compatriotas como el
pacificador que había asegurado las fronteras naturales de Francia, y el que puso
fin a la guerra con Europa en términos favorables para el país. La burguesía
francesa le daría todo su apoyo; luego vendría la otra imagen: la del conquistador.
TEMA 22
Donde con más fuerza se hicieron sentir las agudas contradicciones sociales y
étnicas existentes en las colonias europeas de América fue en el área antillana, al
estallar en la colonia francesa de Santo Domingo la primera revolución de masas
que triunfó en el hemisferio occidental. Aquí la marcada congruencia entre
condición étnica y social desencadenó un conflicto aparentemente racial pero que,
en última instancia, tenía su origen en profundas contradicciones de clase. Al
margen de los factores internos que la desencadenaron, la revolución haitiana
estuvo influida de forma muy directa por los acontecimientos que entonces
sacudían Europa (revolución francesa). En 1791 estalló la revolución de los
esclavos encabezada por Toussaint Louverture que devino, a principios del XIX,
ante los intentos napoleónicos de restablecer el viejo sistema de dominación
(1802), en una contienda independentista dirigida por Jean Jacques Dessalines,
Henri Christophe y Alexandre Petion. Este proceso culminó con la fundación en
1804 del primer estado independiente de América Latina.
TEMA 23
Durante la fase de 1808 a 1815, en los principales teatros del conflicto bélico, la
lucha se vio lastrada por la conducción oligárquica, que pretendía romper la tutela
española sin afectar la tradicional estructura socio-económica. Para este sector
aristocrático, puesto a la cabeza de la lucha, la independencia era concebida
como una especie de conflicto en dos frentes: "hacia arriba" contra la metrópoli y
"hacia abajo" para impedir las reivindicaciones populares y cualquier alteración del
status quo.
TEMA 24
Aunque la arrancada de este proceso se ubica a finales del siglo XVIII, cuando se
producen los grandes cambios en Inglaterra, se ha caracterizado al XIX como la
centuria donde se consolida la transformación de la producción manufacturera en
fabril. Por esta fecha hay pocas regiones de Europa que ya no estén sometidas a
la gran competencia tecnológica, aunque las modificaciones sustanciales ocurren
solo en algunas regiones del continente y en Estados Unidos. En el centro y
oriente de Europa, y las regiones de la periferia, aún tendrían vigencia las viejas
formas de trabajo del sistema señorial y también se conservaría el poder de la
nobleza.
TEMA 25
Joaquín Santana
Frente a la fuerza que fue logrando el liberalismo en el siglo XIX, las doctrinas
socialistas alcanzaron mayor coherencia. Nacidas en la nueva situación
económica de la industrialización y de los principios racionalistas de la ilustración
expresan la larga tradición de la cultura occidental. Por ello no le son ajenas las
descripciones de comunidades organizadas en régimen comunista como planteó
Thomas Moro en la Utopía o Campanella en la Ciudad del Sol. Así también se
nutrieron estas ideas de las formulaciones basadas en proyectos de
construcciones sociales tan prácticos como el socialismo de Owen o de gran
profundidad teórica como el pensamiento de Saint Simon, Fourier y el propio
Proudhon. Y también contribuyeron, aunque fuera en su oposición, todo el
fundamento de las actividades movilizadoras bajo el presupuesto de la defensa
obrera de Louis Blanc, Blanqui y hasta el propio Bakunin.
TEMA 26
TEMA 27
TEMA 28
EL IMPERIALISMO
A fines del siglo XIX y principios del XX el capitalismo como sistema conoció de
importantes cambios que desde hacía mucho tiempo maduraban en su seno y que
se reflejaron en todos los ámbitos de la sociedad. Desde aquel periodo y hasta
nuestros días autores de diversa filiaciones ideológicas y desde diferentes ángulos
han identificado y analizado aquella metamorfosis.
Una de las características esenciales, comúnmente subrayada por la mayor parte
de los estudiosos, es el acelerado aumento de la concentración de los capitales y
la producción en manos de los grandes monopolios, sobre la base de una intensa
competencia donde las empresas más poderosas arruinan a las más débiles o se
funden unas con otras creando colosales consorcios. El fenómeno de
concentración también se hizo patente en otros importantes sectores de la
economía, especialmente en la banca, creándose las condiciones para la
aparición de un segundo rasgo: la fusión del capital bancario e industrial, con lo
que quedó conformado el capital financiero.
Hasta las últimas décadas del siglo XIX, el monto principal de las exportaciones de
las potencias industriales estaba conformado por mercancías, sin embargo, a
partir de estos años comienza a crecer significativamente la exportación de
capitales por parte de la burguesía, con el fin de aumentar y estabilizar sus cuotas
de ganancias. Esta tendencia ha propiciado históricamente un dominio mayor de
las grandes potencias sobre el resto del mundo, contribuyendo decisivamente a la
deformación que hasta hoy día padece la mayor parte de las naciones.
Otro elemento distintivo, que ha devenido uno de los más visibles en la actualidad,
lo constituye la aparición de las grandes corporaciones monopolistas
internacionales a través de las fusiones de grandes compañías nacionales. Tales
dimensiones facilitan la ampliación de las capacidades competitivas, aumentan las
perspectivas de estabilidad financiera y brindan mayores posibilidades para
controlar los últimos adelantos científico-técnicos, así como los mercados y áreas
de inversión.
Con el transcurso del tiempo nuevos elementos han venido a desarrollar y hacer
más complejo el fenómeno imperialista. Uno de los cambios que se percibe en las
etapas más contemporáneas es el nuevo papel que le corresponde al estado
frente a la regulación macroeconómica de las naciones, así como a las
instituciones internacionales financieras que le sirven de apoyo como son el Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, etc.
La formación de los imperios coloniales en Asia estuvo precedida por la ruta de las
especias y subsiguientemente por la del oro, que culminaron con el llamado
descubrimiento de América y su posterior colonización. Este proceso se relaciona
con las propias características de cada etapa del desarrollo capitalista, a la que
corresponde una fase particular de las empresas coloniales. El afán por conseguir
oro y metales preciosos, e importar productos exóticos, llevó al establecimiento en
las zonas periféricas del Asia meridional y oriental de factorías o simples enclaves
comerciales; el desarrollo del mercantilismo, condujo hacia una expansión
fundamentalmente de carácter territorial que buscaba mercados para los
excedentes europeos y fuente de materias primas para sus industrias. En un
tercer momento, en la segunda mitad del siglo XIX, las grandes potencias se
interesaron por asegurar las zonas de inversión de sus capitales, proceso que
culminó con un nuevo reparto del mundo y el establecimiento de los imperios
coloniales.
Hacia la tercera década del siglo XIX, Inglaterra era prácticamente dueña de la
India. Holanda, despojada de sus colonias por los británicos en favor de los
franceses, recuperó sus posesiones de Indonesia. Aunque Gran Bretaña
conservaba la península de Málaca, se hallaba instalada sólidamente en la isla de
Java, y contaba con puntos comerciales en la costa este de la isla de Sumatra, en
el litoral sur de Borneo y en algunas islas del archipiélago productoras de
especias. En el resto de la región, los estados musulmanes eran prácticamente
independientes. España que dominaba el archipiélago filipino, con excepción de
los sultanatos musulmanes del sur, era a la sazón, la otra gran potencia colonial
del Asia oriental. Las posesiones de las demás eran sólo los restos de tentativas
de ocupación. En toda la región, las colonias se hallaban financiera y
comercialmente ligadas a las metrópolis.
Pero hacia 1820 se produjo una crisis y las formas de organización heredadas del
siglo XVIII no satisfacían ya a las grandes potencias. El comercio sufría una
transformación fundamental: se buscaba asegurar mercados para los nuevos
productos manufacturados puestos en circulación por la revolución industrial de
Europa. Era el momento de la transición y de convertir a las colonias en
consumidoras de productos metropolitanos.
TEMA 30
Otras leyes tenían en cuenta la relativa desventaja nipona, como las reformas
financieras que establecían un mecanismo dirigido a subvencionar a la burguesía
nacional y que explica el temprano desarrollo del capitalismo de estado. Estas
medidas, emprendidas entre 1871 y 1872, reorganizaron la circulación monetaria
sobre un esquema básicamente occidental. En este proceso, los gobernantes del
Meiji dieron gran importancia a la búsqueda de una identidad nacional. Este
objetivo estaba muy vinculado a las reformas de la educación que arrancan en las
postrimerías de los setenta y cubren todo el período subsiguiente.
Un elemento esencial en el programa de reformas lo constituyó la constitución
Meiji de 1889. Ella representó una combinación de elementos políticos
occidentales y de idearios y tradiciones nacionales. El emperador quedaba
legitimado como monarca absoluto y sagrado, por encima del gobierno, a la vez
que representaba al estado. La participación popular era canalizada a través de
asambleas locales, carentes de todo poder real, y la dieta, compuesta por dos
cámaras –la de los pares y la cámara baja-, elegidas por sufragio censatario.
Un aspecto muy significativo durante todo este proceso fue el desarrollo del
militarismo moderno, acorde con una política exterior que se caracterizó por la
agresividad expansiva hacia territorios cercanos. La reforma militar de 1871 había
puesto fin a los soldados profesionales, tal y como se había concebido en el Japón
feudal, eliminando los privilegios de los samurais y creando un ejército por
reclutamiento nacional formado por campesinos y algunos antiguos samurai como
oficiales.
TEMA 31
Armando Entralgo
En la era del colonialismo imperialista, las acciones de los europeos en África iban
en busca de materias primas, agrícolas o minerales, de mercados para sus
productos, tratando de expandir su territorio económico. Pero, casi todo lo
conquistado y ocupado en esos años entre 1884 y comienzo de la primera guerra
mundial, sería mucho más para crear su propia reserva en la lucha contra sus
competidores europeos en dependencia de la capacidad de explotación real del
mercado local. No sería hasta la década del cuarenta que las metrópolis
necesitaron más sus colonias e hicieron algunos esfuerzos encaminados a
beneficiar las empresas de los intereses europeos en el terreno.
Debemos hacer también otra aclaración. No todo gobierno, lobby y partido político
europeo hizo campaña en pro de la colonización. Lo más frecuente era encontrar
partidos pro-coloniales al mismo tiempo que partidos anticoloniales, cuyas luchas
políticas en las metrópolis a veces eran más influyentes en el desarrollo del
colonialismo en África que los propios esfuerzos de los africanos.
TEMA 32
A partir de principios del siglo XX el mundo fue testigo de una desaforada carrera
de armamentos y de la formación de las dos alianzas militares más poderosos que
conociera la historia hasta aquellos días: la entente cordial, encabezada por Gran
Bretaña y la coalición de los imperios centrales dirigida por Alemania. Antes del
estallido de la contienda esta última potencia, apoyándose en su gran fuerza
militar, trató de mediar en distintos cónclaves y enfrentamientos locales, intentando
romper el cerco que la atenazaba. Ello se hizo especialmente patente en los
Balcanes, donde las contradicciones interimperialistas eran muy candentes a fines
del siglo XIX y principios del XX.
Las causas del estallido de la llamada “gran guerra” no deben achacarse a ningún
acontecimiento aislado o responsabilizarse a uno u otro país en particular. En
realidad la contienda estuvo precedida por numerosos roces y pugnas periféricas
donde directa o indirectamente medían fuerzas las grandes potencias y se
preparaban para el inevitable enfrentamiento bélico.
Tanto antes como durante la contienda los gobiernos de ambos bandos trataron
por todos los medios de ocultar los verdaderos fines imperialistas de su
participación, presentándose como representantes de la dignidad y el honor
nacionales y asegurando que su causa estaba respaldada por la voluntad divina.
El epíteto de mundial, que por primera vez se le confirió a un enfrentamiento
armado, se debió a que en ella se vieron implicadas muchas de las naciones del
mundo y a la diversidad de frentes de guerra en que se combatió, tanto dentro
como fuera de Europa.
LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE
Tras una denodada lucha contra sus adversarios políticos, los bolcheviques
lograron tomar el poder en sus manos y organizar un gobierno revolucionario
cuyos primeros pasos fueron la adopción de los decretos “Sobre la tierra”, “Sobre
la paz” y “Sobre los derechos del pueblo trabajador y explotado”, respondiendo así
a las reivindicaciones esenciales de la mayoría del pueblo. Sin embargo, ante el
fracaso de las revoluciones en Europa, el bisoño estado soviético, dirigido por
Vladimir I. Lenin, se vio obligado a enfrentar una poderosa fuerza organizada por
la reacción interna y apoyada por una coalición de países que incluían a las más
importantes potencias del orbe.
Las fórmulas del “comunismo de guerra”, como se llamó a esta política, dieron
resultado en aquella coyuntura, pero alcanzada la paz, desestimulaban la
producción y entorpecían el acelerado desarrollo que en todos los sentidos exigía
la construcción del socialismo en un país atrasado y aislado. Ello impuso la
introducción de una serie de medidas de renovación conocidas con el nombre de
nueva política económica (NEP).
Pero también durante esta etapa, cuando la URSS estuvo encabezada por José
Stalin, se conocieron de serios y reiterados errores e injusticias. La desmedida
concentración de poder, el endiosamiento y voluntarismo extremos, propiciaron la
organización de purgas que terminaban con el encarcelamiento o ejecución de
muchas personas honestas. La atmósfera de intolerancia y terror que tales
métodos generaban, trajeron las peores consecuencias para el proceso
revolucionario en la Unión Soviética y también sobre los partidos comunistas de
diversos países, sobre los cuales Moscú ejerció una fortísima influencia a través
de la Internacional Comunista (Komintern).
TEMA 34
A finales del siglo XIX Estados Unidos, con la guerra contra España de 1898, inició
una violenta ofensiva expansionista que combinaba los viejos métodos
colonialistas con las más modernas formas de penetración del capitalismo. El
interés por apoderarse de las últimas colonias españolas en América (Cuba y
Puerto Rico) no sólo tenía que ver con su valor material --fuente de materias
primas y mercados--, sino también con su importancia estratégica como futuras
bases de operaciones para la irrupción del capital norteamericano por el resto del
continente. Los siguientes pasos de esa ofensiva estuvieron relacionados con la
firma con Inglaterra del tratado Hay-Pauncefote (1901), que dio luz verde a
Estados Unidos para apoderarse de Panamá (1903) y concluir la vía canalera
iniciada por los franceses a fines del siglo XIX, así como llevar adelante después
una serie de intervenciones militares en el Caribe y Centroamérica bajo el amparo
del corolario Roosevelt (1904) a la doctrina Monroe. La primera víctima de su
aplicación fue la República Dominicana (1905), a la que seguirían otras
intervenciones militares, entre ellas Nicaragua (1909), México (1914 y 1917), Haití
(1915) y Santo Domingo (1916). Como parte de esa ofensiva desenfrenada,
Estados Unidos logró convertir al Caribe en un verdadero mare nostrum
norteamericano, mediante una brutal expansión intervencionista (garrote) y los
más sutiles mecanismos de la dominación económica (diplomacia del dólar). Esa
política agresiva, típica de una potencia imperialista que llegaba tarde al reparto
del mundo, terminó por convertir a los países de la región en un rosario de
“repúblicas bananeras” o en simples eslabones de una cadena de virtuales
protectorados sometidos al absoluto control de los monopolios yanquis.
TEMA 35
LA REVOLUCIÓN MEXICANA
TEMA 36
EL DESPERTAR DE ASIA
A finales del siglo XIX y comienzos del XX se habían constituido los imperios
coloniales casi en su totalidad, principalmente en Asia. En este contexto
aparecieron movimientos de resistencia, representativos, en un principio, de la
sociedad tradicional. En su conducción y composición ocupaban lugar destacado
la nobleza feudal, el clero y el campesinado. Eso explica que los primeros
movimientos asiáticos de resistencia fueran de carácter tradicional, con una
importante impronta religiosa.
TEMA 37
Armando Entralgo
TEMA 38
Una diferencia respecto a las crisis anteriores, limitadas básicamente a los países
de mayor desarrollo y afectando exclusivamente a sus sectores industriales, fue
que la de 1929 tuvo un carácter universal y multisectorial. Duramente golpeadas
junto a las potencias industriales fueron las naciones más dependientes, que
mantenían estrechos lazos comerciales y financieros con los grandes centros
imperialistas. Argentina, por ejemplo, vio disminuir la demanda de sus productos
agropecuarios de exportación, su más importante fuente de divisas. En Brasil, los
precios del café se deprimieron abruptamente y para mantenerlos a un nivel
mínimo los productores optaron por destruir gran parte de sus stocks. Toneladas
de café fueron echadas al mar o utilizadas como combustible en las calderas de
las locomotoras. En muchos lugares los efectos de la crisis promovieron tensiones
sociales que desembocaron en diversas formas de enfrentamiento contra los
poderes estatuidos. En respuesta los sectores oligárquicos impulsaron en varios
países esquemas represivos que contaron con el tácito apoyo de las grandes
potencias.
Claro que por la espectacularidad del derrumbe, el monto de las pérdidas y por su
influencia internacional, los detalles de la crisis en los países mas desarrollados
son más conocidos. Alemania, por ejemplo, cuya economía después de la guerra
se sostenía gracias a los empréstitos estadounidenses, fue arrastrada en un corto
plazo a la ruina. Durante aquellos años críticos en muchas naciones se operaron
cambios radicales en la correlación de fuerzas políticas. Una gran parte de los
sectores populares perdieron totalmente la confianza en la gestión de los partidos
tradicionales y depositaron sus esperanzas en los partidos comunistas. Pero otros,
particularmente las capas medias, fueron atraídos por la demagogia fascista.
Para evitar los peligros sociales que la crisis representaba, los políticos de la
época aplicaron disímiles recetas. Una de las mas conocidas fue la política del
new deal ensayada por el presidente Franklyn D. Roosevelt en los Estados
Unidos, siguiendo las tesis formuladas por el economista británico Keynes. De
cualquier forma, estas y otras fueron soluciones que sólo lograron amainar los
crueles efectos de aquel fenómeno. Con el tiempo las crisis económicas han
variado su carácter y periodicidad. Sin embargo, el sistema capitalista no ha
logrado deshacerse de este flagelo que hasta hoy pende como espada de
Damocles sobre los pueblos.
TEMA 39
A pesar de que son muchos los elementos comunes entre los diferentes
regímenes fascistas, es necesario también distinguir sus particularidades. Por
ejemplo, el italiano, dirigido por Benito Mussolini, que fue el primer movimiento
fascista que alcanzó el poder (1922) –proporcionó además su nombre genérico-,
tuvo entre sus rasgos el compartir parte de la dirección gubernamental con el
monarca de turno; mientras que en Alemania, once años mas tarde, Adolfo Hitler
logró acaparar todo el poder político en sus manos y pudo gobernar de forma
omnímoda hasta su muerte. Por su parte el falangismo español, emanado de la
guerra civil y de la derrota de la república en 1939, estableció lazos muy fuertes
con la iglesia católica, asidero de suma utilidad en un país de arraigada
religiosidad, cosa que no sucedió de igual manera en los dos casos anteriores.
Los aportes teóricos del fascismo en el campo del pensamiento doctrinal fueron
prácticamente nulos. De hecho no constituyó más que la selección, simplificación
y amalgama de un sinnúmero de conceptos e ideas reaccionarias que las distintas
sociedades burguesas se habían encargado de producir y grabar muy fuertemente
en la psicología social de sus pueblos, como aquellas relacionadas con la
superioridad racial, el ultra nacionalismo y el expansionismo. Aún en la actualidad
el peligro de su renacimiento está presente en cada movimiento xenófobo o racista
y en cada teoría elitista y aristocratizante.
TEMA 40
Jorge Hernández
En septiembre de 1919 el senado norteamericano echaba por tierra los planes del
presidente Woodrow Wilson dirigidos a apoyar la constitución de la Sociedad de
Naciones e incluso rechazaba el tratado de Versalles. A partir de ese momento,
Estados Unidos asumió una pretendida política aislacionista, que se fortaleció con
el sucesor de Wilson en la presidencia, el republicano Warren G. Harding, electo
en 1920, quien formuló la frase que resumía la nueva filosofía política en el
contexto de la etapa imperialista posterior a la primera conflagración mundial:
America first, esto es, primero Estados Unidos.
La década del veinte, considerada por muchos como una época “alegre”, toda vez
que se había iniciado con una nueva era de prosperidad, se cerraría con él -hasta
entonces- mayor desastre económico en la historia norteamericana. La gran
depresión, ocurrida entre los años de 1929 y 1933, fue el colofón de un proceso de
derrumbe económico, en el que se mezclaron e interactuaron diversos factores,
muchos de ellos entrelazados con tendencias y fenómenos del entorno
internacional. En consecuencia, la quiebra de la banca, la bancarrota de la bolsa,
la inflación, la crisis en la industria y la agricultura fue acompañada de un
panorama social convulso y violento, y el presidente Hoover salió del gobierno, al
concluir su mandato en 1932, con numerosas críticas. El nuevo mandatario
demócrata, Franklin D. Roosevelt, prometió e implementó un “nuevo trato” (new
deal), como programa emergente –fundamentado en una mayor intervención del
estado en la economía- con el que a duras penas pudo palear las enormes
dificultades confrontadas por el capitalismo en aquellos años.
TEMA 41
Tercera, desde el 16 de febrero de 1936 hasta el 18 de julio de ese mismo año: las
izquierdas vuelven al poder, aliadas en el frente popular y así comienza un
proceso de restablecimiento de las reformas y preparación de otras nuevas.
TEMA 42
El principal factor que desencadenó la guerra estuvo constituido por las apetencias
del fascismo y también, en buena medida, la política de contubernio y
condescendencia de las potencias occidentales, interesadas en enfrentarlo con la
Unión Soviética. La segunda guerra mundial se extendió durante seis años, desde
el ataque a Polonia el 1 de septiembre de 1939, hasta la capitulación japonesa el 2
de septiembre de 1945. Para su estudio, la misma puede ser dividida en cuatro
etapas: Una primera cubre la ocupación fascista de los territorios de sus
oponentes en Europa occidental, central y en los Balcanes, exceptuando Inglaterra
que mantiene su beligerancia aislada del continente por el canal de la Mancha.
Desde ese momento se abrían ante las fuerzas agresoras dos alternativas:
desembarcar a cualquier precio en las islas británicas o atacar a la URSS. Hitler
optó por la segunda opción y con su agresión a la Unión Soviética, el 21 de junio
de 1941, se abre un nuevo periodo de la guerra. Los ejércitos de la coalición
fascista logran inicialmente una profunda penetración en territorio soviético que
sólo a fines de ese año fue detenida. El 16 de noviembre las fuerzas armadas de
la URSS iniciaban una gran contraofensiva que terminaría infligiendo a Hitler su
primer gran descalabro militar. Por su importancia este hecho puede ser
seleccionado como iniciador de una tercera y decisiva etapa. Durante la misma se
extiende la guerra al Pacífico después del ataque japonés a la base
norteamericana de Pearl Harbor, con la consecuente incorporación de Estados
Unidos a la contienda y el establecimiento de la alianza de los tres grandes
(Inglaterra, Estados Unidos y la URSS). También se produce la gran victoria
soviética de Stalingrado, el fin de la guerra en el norte de Africa, la apertura del
segundo frente aliado tras el desembarco en Normandía (Francia) y el desplome
definitivo del fascismo en Europa. El último periodo, a manera de colofón, se
extiende durante los tres meses subsiguientes y se escenifica en la zona del
Extremo Oriente donde el Japón, en solitario, resistía los embates del ejército
norteamericano y luego también del soviético.
TEMA 43
Primera, entre 1941 y 1943, que puede denominarse de revitalización de las ideas
nacionalistas y organización de la resistencia local. En esta etapa se destacan los
siguientes aspectos que tienen un peso fundamental: la agresión a la Unión
Soviética por las fuerzas hitlerianas y el cambio en el carácter de la guerra, lo cual
tuvo una gran influencia sobre todo en la conducta futura de los partidos
comunistas, así como el inicio de la guerra en el Pacífico y de la expansión de
Japón. La política nipona basada en la “solidaridad” panasiática y la coprosperidad
de la “gran Asia oriental” dio gran impulso a las ideas nacionalistas en el área,
aunque permeadas de una clara connotación racial, en correspondencia con los
intereses de Japón dirigidos a ensalzar los pueblos asiáticos para enmascarar su
expansión, lograr el apoyo de las fuerzas locales y enfrentarlas a las potencias
occidentales. De todo ello se desprenden las dos direcciones fundamentales en
los movimientos de liberación nacional, unos antiimperialistas como los de China,
Viet-Nam y Corea, y otros que proyectan simpatía a Japón, como fueron los casos
indonesio, birmano y filipino.
TEMA 44
LA REVOLUCIÓN CHINA
TEMA 45
Armando Entralgo
El tercer período de la evolución del movimiento nacional africano, de 1950 a
1965, coincidiría con la descolonización. Surge y se desarrolla el nacionalismo
independentista, cuya meta inmediata era el logro de la independencia y la
aceptación de ese acontecimiento por parte de las autoridades coloniales. Si bien
es verdad que la independencia fue una conquista de los africanos en lucha, y no
una decisión unilateral y "generosa" de las metrópolis, también es cierto que el
cambio forzado de actitud de los colonialistas y su aceptación de la independencia
ayudó a desbloquear el proceso hacia la liquidación de la ocupación y la
dominación. Debemos considerar a ambas partes, y no solamente a una de ellas,
en interacción, como ocurre siempre en un proceso negociador. Casi medio siglo
después‚ y en una situación bastante parecida en el fondo, Mandela y de Klerk
ayudaron a la historia a parir un nuevo sistema político para Sudáfrica.
El denominador común a todos los europeos en aquella coyuntura no fue otro que
el acuerdo de descolonizar, pero ni nacionalistas ni colonialistas tenían las mismas
concepciones sobre cómo hacer el traspaso de poder de uno a otro protagonista,
ni qué calendario de ejecución se aplicaría a las elecciones generales previas, las
cuales deberían permitir la aparición de un partido africano mayoritario o al menos
dominante, capaz de formar gobierno, etc. Esto último tenía que ser y fue lo más
complicado. En más de un lugar los colonialistas impusieron su candidato, en
otros casi tuvieron que "inventarlo" antes de lanzarlo al ruedo, y hay que agregar,
infelizmente, que en la mayor parte de los casos fue el nacionalismo reformista y
conservador, con base social insuficiente o incluso sin ella, el que triunfó en esas
elecciones y tomó el poder. Y la violencia llegó y se instaló para bautizar
sangrientamente el arribo de las independencias: en Ghana, en Nigeria, en los dos
Congos, en Kenya, en Camerún, en los tres países del Magreb, sobre todo en la
insurgente Argelia, etc.
TEMA 47
Por “guerra fría” se entiende el período de cuatro décadas que siguió a la segunda
guerra mundial, caracterizado por la gran confrontación global entre el grupo de
países capitalistas desarrollados liderado por Estados Unidos, y el bloque de
estados socialistas, encabezado por la Unión Soviética. Fue un período dominado
por grandes tensiones internacionales, por crisis sucesivas, que llevaron a la
humanidad al borde de una nueva guerra mundial, de conflictos y guerras en las
regiones tercermundistas, y una acelerada y costosísima carrera armamentista,
tanto cuantitativa como cualitativa, centrada en los armamentos estratégicos
nucleares, pero que abarcaba toda la panoplia de medios bélicos.
La primera etapa de la guerra fría fueron los veinte años que se extienden desde
1947 hasta fines de los sesenta, en que se produjeron las dos guerras mayores de
todo el período, Corea al inicio (1950-1953) y Vietnam en los sesenta y primeros
años setenta y crisis mayores como las de Berlín y la de octubre de 1962 en Cuba,
tal vez la más aguda de toda la guerra fría. Después del breve período de diez
años de los setenta, en que una cierta distensión se perfiló en Europa entre las
dos alianzas militares mayores, la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN) y el tratado de Varsovia, y entre las dos mayores superpotencias, con el
ascenso al poder en Washington de la derecha republicana liderada por Ronald
Reagan, en 1981, se recrudeció nuevamente la guerra fría con toda su carga de
tensiones, conflictos regionales y armamentismo. Con Reagan, Estados Unidos
desplegó una vasta ofensiva contrarrevolucionaria, en todo el Tercer Mundo,
particularmente en África, el Oriente Medio y América Central, enormemente
costosa para los pueblos que fueron sus víctimas. La década de los ochenta
terminó, sin embargo, con un regreso a la distensión entre las más grandes
potencias, facilitada por la emergencia de una nueva dirección en la URSS y las
reformas de la llamada “perestroika”, que pronto se transformaría en el
debilitamiento y colapso del bloque de estados socialistas europeos, y la
disolución de la propia URSS en 1991.
Con el colapso socialista terminó, de hecho, la guerra fría como fenómeno de las
relaciones internacionales, aunque muchas de sus características persisten en la
postura imperialista de Estados Unidos. El bloque occidental capitalista liderado
por Washington resultó victorioso en esa confrontación global, pero ello no justifica
el triunfalismo de los medios mas derechistas de Estados Unidos, por lo que ha
significado la guerra fría para la humanidad y para los propios norteamericanos.
TEMA 48
TEMA 49
LA GUERRA DE VIET-NAM
La última fase de la guerra de Viet Nam coincidió con el inicio del mandato de
Richard Nixon. Durante su gobierno se llevó adelante el plan de “vietnamizar” el
conflicto mediante el aumento de la presencia del ejército de Saigón en los
escenarios bélicos, para permitir la retirada gradual de las fuerzas
norteamericanas, a la vez que la guerra se extendía a Laos y Kampuchea (1969-
1971) y se reiniciaban brutalmente los bombardeos contra la República
Democrática. Con estas acciones Nixon pretendía doblegar a los vietnamitas en
las negociaciones diplomáticas en París.
TEMA 50
Armando Entralgo
Por otra parte, desde mediados de los años sesenta, aparecieron en el mapa
político africano los golpes de estado, ejecutados primero contra gobiernos
claramente conservadores, corruptos y generalmente inclinados a seguir el criterio
de sus exmetrópolis; segundo, los golpistas claramente vinculados a las agencias
de inteligencia extranjeras; tercero: los golpistas que derrocaban a un gobierno
impopular y lo sustituían por un gabinete militar de corte ideológico avanzado
-Dahomey, Libia, Congo Brazzaville, etc.
El gran triunfo, que aún magnetiza a los pueblos de todo el continente, sería la
histórica victoria sobre el apartheid en 1994. Al mismo tiempo, los graves
problemas de la economía mundial empujarían a los países africanos hacia una
crisis estructural. Esa crisis en los países del sur estaría desde sus inicios
asociada al tema de la deuda externa, la caída de los precios de las materias
primas, las crisis energéticas y el inicio de la globalización.
TEMA 51
EL CONFLICTO ÁRABE-ISRAELÍ.
Entre los muchos pueblos que se sucedieron en Palestina estuvieron los judíos
que conquistaron Jerusalén y formaron un reino mil años a.n.e. A principios de
nuestra era el imperio romano eliminó el estado judío y expulsó de allí a sus
miembros. Otro pueblo semita conquistó el país y lo pobló desde el siglo VII hasta
hoy, haciendo de Palestina una parte de la nación árabe desde hace más de 1300
años. Para fines del siglo XIX la abundante presencia judía en Europa había
conocido muchos procesos de expulsión y antisemitismo que perjudicaban su
asimilación.
Tras la primera guerra mundial Inglaterra reservó los territorios de Palestina para
la creación de un hogar nacional judío y, pese a la protesta de los nacionalistas
árabes, los inmigrantes judíos pasaron a constituir casi un tercio de la población.
El conflicto entre éstos y la población palestina fue llevado por Inglaterra en
noviembre de 1947 a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que decidió la
partición del país pese al rechazo de todos los gobiernos árabes. En
consecuencia, cuando los sionistas proclamaron el estado de Israel en mayo de
1948, en poco mas de la mitad de Palestina, los países vecinos acudieron en
ayuda de la población árabe.
La resultante guerra de 1948 llevó a Israel a ampliar sus fronteras hasta incluir el
80% del país. Los árabes fueron impulsados a abandonar sus tierras en dirección
a los estados circundantes. Más de un millón de palestinos integraron éste éxodo
que dio lugar a un gigantesco problema de refugiados. Con el apoyo militar,
económico y diplomático de Estados Unidos, que relevó a Inglaterra durante la
segunda guerra mundial, Israel pudo consolidar sus fuerzas y librar nuevas
guerras contra los árabes hasta controlar toda Palestina y desbordarse sobre Siria
y Egipto en l967 y el sur del Líbano mas tarde. En estas tres áreas los invasores
implantaron asentamientos judíos formando un entramado de colonias
estratégicas en medio de la población árabe y se anexaron Jerusalén y las alturas
del Golán sirio, pese a la condena internacional en la ONU.
TEMA 52
Con el fin de la guerra fría entre los años 1989-1991, ingresamos en una nueva
era de las relaciones internacionales y de la historia de la humanidad. En estricto
sentido, entramos en una era de transición, y en las relaciones internacionales, en
un período de reestructuración y recomposición. La guerra fría, conflicto de poder
e ideológico básico entre dos bloques de potencias que dominó toda la segunda
posguerra del siglo XX, conllevó siempre el peligro mayor de una tercera guerra
mundial con armas atómicas, que hubiera podido significar el fin de la humanidad.
Si bien esa amenaza se ha alejado del horizonte histórico, la época que comienza
se presenta cargada de renovados peligros de diversos tipos.
En suma, estamos ante un gran desorden mundial presidido y agravado por las
pretensiones imperiales de Washington. Frente a todo ello, es necesario repensar
y construir una alternativa de sociedad mundial más justa para este siglo que se
inicia, en la nueva era que se vaticina como de la alta tecnología y la conquista del
espacio.