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INSTRUCCIONES:

I. Realiza la siguiente lectura


II. Identifica de acuerdo al método del caso

• HECHOS
• PROBLEMAS
• SOLUCIONES Y/O ESTRATÉGIAS
• SOLUCIÓN / ESTRATÉGIA ÓPTIMA

III. ¿Cómo podríamos trasladar este tipo de estrategias y tomarlas como ejemplo
para México?

LAS ACCIONES DE SINGAPUR


PARA MANTENER SU MODELO
DE ÉXITO
29 junio, 2017

Hablar de Singapur es sinónimo de éxito, progreso y desarrollo envidiable que la ha


llevado a estar en la vanguardia de los primeros lugares en competitividad, calidad de
vida y educación no sólo en el Sudeste asiático, sino a nivel mundial. Al momento de su
independencia como antigua colonia británica en 1965, su PIB per cápita apenas
alcanzaba los USD 500 y la zona donde se levanta la impresionante panorámica de
rascacielos y lugares de envidiable lujo era solamente un pantano ubicado en una
pequeña isla cuyo futuro distaba de ser promisorio. Hoy la tendencia es otra: en cinco
décadas es una cifra diez veces superior que ostenta en USD 56.000 aproximadamente,
el quinto país del mundo con mayor número de millonarios (9 de cada 100 habitantes
tienen fortunas por encima de más de US$1 millón logradas en menos de una década
según el Barclays Bark) y uno de los Índices de Desarrollo Humano (IDH) más elevados
que garantiza un bienestar de vida por encima de muchas naciones desarrolladas.

En 2015, celebró el 50 aniversario de su independencia y es una evidencia contundente


de que cuando un país se dispone seriamente a efectuar reformas que contribuyan a su
desarrollo integral – más allá de sus adversidades y limitaciones – logran ser exitosos y
se convierten en un referente de prosperidad económica. Un repaso a su historia nos
muestra el camino que otros países podrían replicar y las medidas que está tomando
en el presente para construir un futuro sostenible, en aras de mantener el modelo que
tanto éxito le ha dado en las últimas décadas.

E L P O D E R D E L A S R E FO R M A S P A RA E L “ M I L A G R O
E C O N Ó MI C O ”
El artífice de esta hazaña fue nada más y nada menos que el denominado “padre de la
patria”: Lee Kuan Yew quien gobernó el país desde su independencia hasta 1990. Fue
un hombre quien tuvo una visión estratégica y pragmática para emprender las políticas
necesarias para llevar a Singapur hasta el lugar que ocupa en el escenario global, lo cual
dio como resultado un modelo económico de capitalismo e intervencionismo estatal
que transformó una nación de escasos recursos en una de las más competitivas y
atractivas para los inversionistas extranjeros.
En otras palabras, condujo a un país prácticamente pobre a una de las economías más
modernas y eficientes en un tiempo récord que muchas otras lograron en décadas y
hasta siglos de historia. Su férreo liderazgo y “omnipresencia” en todas las decisiones
públicas fueron claves para que en menos de cincuenta años, Singapur aprovechara su
posición geográfica como puerto natural en el corazón del Sudeste Asiático para que las
empresas transnacionales se establecieran en su territorio y luego, expandirse a los
mercados asiáticos, promoviendo el desarrollo de una infraestructura de alta calidad
junto al activo más valioso que tiene: el capital humano.

“Harry Lee” – como era llamado por su abuelo durante la infancia – no dudó en invertir
en la gente a través de un sistema educativo universal, gratuito y de alta calidad para
todos los habitantes de la isla, creando un talento humano atractivo para dichas
compañías globales y convertirlo en la ventaja competitiva más importante, en aras de
su posicionamiento como destino competitivo y seguro para la inversión. Asimismo,
implementó un sistema de meritocracia que contribuyera a la movilidad social a través
de una cultura de cero tolerancia ante la corrupción y los favoritismos políticos, en un
lugar donde las oportunidades están a disposición de todos los singapurenses.

Lee Kuan Yew, líder artífice del éxito de Singapur.


Gobernó el país desde su independencia en 1965
hasta el año 1990. Fuente: BBC Mundo

En segunda instancia, creó un sistema


judicial oportuno y eficiente que promovía la
transparencia en los asuntos públicos, un
programa de vivienda de bajo costo y
generación de empleo a través de la diversificación económica en la industria, el
comercio y los servicios financieros. Estos factores se conjugaron a partir de la cohesión
social en un país caracterizado por la multiplicidad de orígenes, idiomas, razas y
posición social, dado que siempre fue un polo de atracción para muchos migrantes que
llegaban de todas partes de Asia. Mientras otros países mantenían conflictos étnicos y
culturales entre diversos grupos sociales, Singapur fue capaz de crear una identidad
colectiva y única por medio del multiculturalismo y un sistema de cuotas que
garantizaba la mezcla de razas.

En tercer lugar, su política de confianza inversionista y un sistema legal que garantiza


la estabilidad en las reglas jurídicas generan incentivos positivos para aprovechar las
ventajas de un mundo globalizado, ayudando a mantener tasas prácticamente nulas o
muy bajas en el número de crímenes o casos de corrupción, los cuales son castigados
severamente con medidas draconianas que muchas veces han sido cuestionadas por su
excesiva regulación y control, susceptibles de violación a los derechos humanos y
libertades consagradas en países democráticos. Además, el gobierno de Singapur paga
salarios bastante altos a los funcionarios públicos para evitar ser tentados por la
ilegalidad y le permite mantener una institucionalidad sólida que vela por los intereses
de todos los ciudadanos.

Y como un cuarto logro se encuentra su modelo educativo que le ha permitido


posicionarse en los primeros lugares de las pruebas PISA a nivel mundial. Según
un reportaje de la BBC, Singapur cuenta con el beneficio de tener un sistema pequeño y
centralizado, cuyos maestros son entrenados en el Instituto Nacional de Educación de
ese país, el cual garantiza que tengan conocimientos bastante profundos en sus
respectivas disciplinas para que los niños tengan buenos fundamentos en las áreas de
interés, ya sea en matemáticas, lenguaje o ciencias. Por si fuera poco, la nación asiática
ha puesto la profesión de educador en un estatus elevado cuyos procesos de selección
son bastante rigurosos para los aspirantes y hace que la competencia sea bastante dura
para obtener un puesto (sólo el 5% de los profesionales graduados con las mejores
calificaciones logran ocupar un rol dentro de una institución educativa).
Pero la gran diferencia del sistema educativo de Singapur frente a sus pares
occidentales radica en que se enfoca directamente a la solución de problemas reales y
generar un ambiente de aprendizaje más creativo. No basta con una simple teoría o
memorización de conceptos ni ejercicios mecánicos con fórmulas matemáticas, sino
que los estudiantes son puestos en los salones de clase a aplicar sus conocimientos en
actividades que van desde la administración de sus finanzas hasta la construcción de
prototipos tecnológicos, lo cual se refleja en los excelentes resultados de las pruebas
PISA. La misma escuela dispone de todas las herramientas y salas de laboratorio para
que los alumnos sean libres de dar rienda suelta a su creatividad e interesarse en otras
disciplinas.

Otro factor crítico de éxito del modelo singapurense es el enfoque colaborativo entre
agentes interinstitucionales (padres y maestros), capaz de crear sinergias en los
procesos de aprendizaje y promover la investigación colectiva en todos los ámbitos. En
este caso, los maestros con mayor experiencia se convierten en los mentores de
aquellos que son nuevos y los padres se convierten en las personas más importantes
para que los niños logren aprobar los exámenes que determina su ingreso al colegio de
su preferencia, buscando que siempre tengan una “confianza extra” en sí mismo y sus
habilidades. A pesar de sus críticas de ser demasiado estricto y generar mucho estrés
en los más pequeños, es un sistema que reconoce sus debilidades, pero que sigue en su
determinación para seguir siendo uno de los mejores del mundo.

Aunque el círculo virtuoso creado por las reformas ambiciosas de Lee Kuan Yew
llevaron a Singapur a ser el país envidiable para muchos en el presente, el modelo
empieza a mostrar síntomas de desgaste frente al panorama económico actual. Sin
embargo, la “perla de Asia” ha decidido no quedarse de brazos cruzados para mantener
su posición como la ciudad-Estado más próspera del Sudeste Asiático y del mundo.

“ L A C I U D A D M Á S I NT E L I G E N T E D EL M U N DO ”
Vivian Balakrishnan, ministro de Asuntos Exteriores de Singapur, fue contundente con
la siguiente frase: “La gente visitará Singapur y dirá: he visto el futuro y funciona”. El
proyecto ambicioso para convertir a la “perla de Asia” en el primer país más inteligente
del mundo fue anunciado como un plan a mediano-largo plazo tras la celebración de los
cincuenta años de independencia. Dicha propuesta consiste en que la tecnología y la
innovación giren en torno a la administración de cada uno de los elementos que hacen
parte de la gestión urbana. En otras palabras, convertir a la ciudad-Estado en un
“laboratorio viviente”: una especie de sala de pruebas de soluciones inteligentes para
cuestiones urbanas que transformen, aún más, a una tierra de prosperidad y éxito sin
igual; un arma para hacerle frente a la posverdad esgrimida por el extremismo político
y los lastres económicos de la sociedad actual.

“Hay mucha angustia política por la desigualdad y el estancamiento de la clase


media en los países desarrollados. Esto se ha visto acompañado de argumentos
fuertes, populistas y en última instancia, inútiles sobre ideologías y políticas del
pasado. En Singapur, sabemos que la nueva tecnología triunfa sobre la política
como siempre”. Balakrishnan a la revista especializada Engadget, año 2016.

Las palabras del ministro son más que contundentes y son un faro de esperanza en
medio de una incertidumbre global que amenaza con socavar el orden geopolítico
establecido, pero que también invita a ver las crisis como una oportunidad para
reinventarse y emprender proyectos novedosos para el bienestar de la sociedad. En ese
orden de ideas, el Foro Económico Mundial(WEF, por sus siglas en inglés) hace una lista
de los usos tecnológicos que dará el gobierno de Singapur a la consolidación de su
ciudad-Estado inteligente:

• Seguridad: se hará uso de drones que vigilarán desde el aire todos los movimientos
del tráfico en las calles y medición de los niveles de contaminación en la ciudad.
Además, se dispondrán de sensores en todos los edificios de la ciudad para la
población mayor que, en caso de emergencia, pueda avisarles a sus familiares y las
autoridades sanitarias puedan atenderlos lo más rápido posible. La más polémica de
las medidas radica en la instalación de cámaras de seguridad en toda la isla para que
el Gobierno pueda controlarlo todo, uno de los principales cuestionamientos a la
sistemática violación de los derechos y libertades humanas que ejerce el Partido de
Acción Popular, el único que ha dirigido al país desde su independencia.
• Eficiencia energética: se recrearán mapas 3D para analizar el más mínimo detalle
en la medición del consumo eléctrico en cada uno de los edificios del país. Con un sólo
clic, se sabrán los niveles en el uso de energía, la capacidad instalada de los módulos
solares fotovoltaicos y hasta el manejo de los residuos sólidos a través de una
simulación de toda la cadena de procesos involucrados en la disposición de las
basuras.
• Robotización: una de las consecuencias de la cuarta revolución industrial es el uso
de robots para realizar funciones que antes desempeñaban seres humanos. Singapur
ha llevado a cabo varios proyectos piloto para dotar de robots HOSPI de la empresa
japonesa Panasonic que se encargan de llevar medicinas a los pacientes, equipos
quirúrgicos, brindar apoyo a los médicos e inclusive, practicar cirugías y tener
inteligencia autónoma para la geolocalización de usuarios y análisis de datos.
• Sostenibilidad ambiental: la “perla de Asia” es una ciudad-Estado que sabe
reinventarse cada año en un espacio relativamente pequeño y ocupado en su gran
mayoría por grandes rascacielos. Su mayor aporte a la “innovación verde” es la
urbanización residencial Three House, considerado el jardín vertical más grande del
mundo que contiene “superárboles” capaces de regular la temperatura absorbiendo
el calor del aire, recolectando el agua lluvia y ofreciendo una espectacular
panorámica de la imponente ciudad. Por si fuera poco, se emplea tecnología de punta
para cultivar en granjas verticales que generan además un ahorro en el uso de
energía.
• Transporte: se ha dispuesto de implementar taxis autónomos (que se manejan
solos) en colaboración de una start-up creada por el Massachussets Instituty
Technology (MIT, por sus siglas en inglés), una de las mejores universidades a nivel
mundial. El objetivo del proyecto es reducir a menos de la mitad, el número de taxis
tradicionales (de los 780.000 que se mueven diariamente por las calles de Singapur
hasta los 300.000 que pueden funcionar de forma automática y disminuyendo los
tiempos de espera en 15 minutos para descongestionar el tráfico en el distrito
tecnológico de la ciudad.
Singapur se ha determinado convertir estas iniciativas en una política pública que le
permita llegar a ser el país del futuro y el primer inteligente del mundo. Ya está
trabajando en ello.
Fuente: BBC Mundo en colaboración con Getty
Images.

G L O B A L I Z A C IÓ N A L A IN V E R S A
No sólo tiene como objetivo llegar a ser la primera
ciudad-Estado inteligente del planeta, sino que
además está realizando algunos ajustes en el modelo
económico que lo llevó al éxito en las décadas
pasadas. Tras convertirse en un polo de atracción
para la inversión extranjera a través de bajos
impuestos y una mano de obra altamente calificada que aprovechaba su posición
geoestratégica para el acceso a otros mercados asiáticos, ha decidido buscar el fomento
de sus propias multinacionales ante la débil demanda global y nuevas fórmulas de
crecimiento más allá del comercio internacional.

Para tal efecto, el ministro de Finanzas de Singapur, Heng Swee Keat, incluyó dentro del
presupuesto gubernamental para el año 2017 un fondo de US$ 600 millones para
impulsar el desarrollo de empresas “made in Singapur” que logren internacionalizarse
a través de las exportaciones de productos de alta calidad o en su efecto, salgan al
exterior; por lo que se da un giro de 180 grados con respecto a las reformas económicas
que se implementaron desde su independencia. El objetivo del país asiático radica
ahora en reducir la dependencia de las inversiones foráneas y aumentar la
productividad laboral; un camino que si bien no producirá resultados milagrosos como
en el pasado, sí será complementaria al paquete de medidas anunciadas por las
autoridades económicas para contrarrestar la desaceleración económica: el
crecimiento económico del año 2016 cerró en 1.8%, la cifra más baja desde 2009 en
pleno auge de la crisis financiera global.

“No hay elección. Si queremos continuar siendo competitivos, tenemos que salir
fuera (de Singapur hacia el mundo)”. Krystal Tan, economista para Singapur de
Capital Economics. (Énfasis añadido).

Y no sobran los motivos para la preocupación: según el Fondo Monetario Internacional,


el país tendrá una tasa de crecimiento del 2.5% en promedio según las proyecciones al
año 2021, muy por debajo de los dos dígitos frente a décadas pasadas y los niveles de
productividad laboral se encuentran estancados desde el 2011. Y si por un lado no
llueve, por el otro no escampa: Singapur se enfrenta al mismo fenómeno de muchas
economías desarrolladas con respecto al envejecimiento de la población y bajas tasas
de natalidad, así como tiene dificultades para que su fuerza laboral pueda adaptarse a
la digitalización de la economía, sobre todo porque ante la carencia de recursos
naturales debe apoyarse en su talento humano para mantener su competitividad a nivel
global.

Pero ahí no acaban todos sus problemas: el país asiático es vulnerable a los reveses
globales y su posición geográfica confluye con los intereses geopolíticos de sus pares
regionales. La incertidumbre global generada por la debilidad de la demanda externa y
la reducción del comercio internacional ponen en tela de juicio la continuidad de sus
logros en materia de prosperidad económica y modernidad centrada en el desarrollo
integral de sus habitantes. En ese sentido, Singapur es consciente de que ahora debe
enfrentarse a la era de la “desglobalización” que marca la presidencia de Donald Trump
en EE.UU. y la guerra comercial con China, su principal competidor en Asia y que ha
apostado por un modelo totalmente contrario al suyo.
La competencia regional también pasa cuenta de cobro al crecimiento económico de
Singapur: varios países del Sudeste Asiático son intensivos en mano de obra barata y
los constantes cambios en las rutas marítimas y aéreas perjudican su posicionamiento
como centro de conexión en esta región del mundo. Esta situación se ve reflejada en la
pérdida como puerto más grande a nivel global en tráfico de contenedores desde 2005,
siendo reemplazado por el de Shánghai, siendo uno de los golpes más fuertes a las bases
de su crecimiento a partir de la globalización.

A diferencia del enfoque tradicional de los planes de competitividad en la consolidación


de clústers o sectores estratégicos, Singapur busca posicionar empresas específicas
cuyas marcas locales sean fuertes y tengan un mayor éxito para triunfar en los
mercados internacionales, ayudando a crear puestos de trabajo sostenibles y cerrar las
brechas de productividad que logren generar un reequilibrio de su modelo de
crecimiento que ha sido implementado desde su independencia, siguiendo los casos de
Holanda y Suiza que cuentan con empresas transnacionales bastante fuertes.

Sin embargo, los desafíos siguen siendo enormes para que los ajustes sean exitosos,
puesto que paradójicamente la “perla de Asia” se ha convertido en víctima de su propio
invento y la transición hacia un nuevo enfoque, si no es bien encaminada, puede ser más
traumática de lo pensado, es decir, la cura llega a ser peor que la enfermedad.

“El problema es que el éxito que ha supuesto para Singapur atraer a


multinacionales representa un obstáculo al emprender esa transición hacia una
economía con más énfasis en lo doméstico: la alta productividad de las firmas
globales ha aumentado los sueldos y los costes estructurales, limitando la
competitividad de los sellos con ADN local”. Paloma Almoguera para EL PAÍS de
España, Marzo 25 de 2017.
La mayor evidencia de esta problemática se encuentra en las políticas laborales de
protección a los trabajadores singapurenses y limitaciones a la contratación de mano
de obra extranjera a partir de mayores impuestos y que se enfrenta a las críticas de la
Federación de Negocios de Singapur, la cual pide mayor contundencia a las autoridades
gubernamentales para extenderlas a todos los sectores de la economía del país y que
por ahora sólo son aplicables en la marina y empresas manufactureras, pero que el
Gobierno de la isla decidió posponer para el 2018.

Y por último, Singapur debe lidiar con la búsqueda de un “escenario ideal” que consista
en un equilibrio (o por lo menos, coexistencia) entre dos modelos que son, en teoría,
mutuamente excluyentes entre sí. El debate se ha centrado en los factores estructurales
de los incentivos a la inversión extranjera mediante exenciones y reducciones fiscales,
que por ahora no ha sufrido cambios sustanciales, pero que sí genera un dilema
económico que trae consigo muchos riesgos: la consolidación de empresas domésticas
que logren competir cara a cara con las multinacionales en la isla y que son la razón de
su éxito, sin que decidan huir a otros países.

La mayoría de los analistas están de acuerdo en que no será una tarea sencilla y que el
frágil equilibrio puede convertirse en una espada de doble filo para el futuro económico
de Singapur, pero cuyos resultados positivos se podrán ver en el largo plazo. Aunque
todavía es demasiado pronto para evaluar si fue un éxito o fracaso (todavía está en un
periodo de prueba o fase experimental), no cabrá la menor duda de que la ciudad-
Estado más importante del mundo incursionó correctamente su salida al mundo y
mejor aún, logró reinventarse a sí misma para seguir siendo el referente del que todos
hablan.

E L I N F LU J O D E L T U R IS M O
Hotel Marina Bay, una de las joyas arquitectónicas del “skyline” singapurense y todo un ícono de la
ciudad. Fuente:
Pinterest.

La isla se ha
convertido en un
gran laboratorio
urbano que sabe
reinventarse e
impresionar tanto a
foráneos como
locales. Más allá de
sus grandes
rascacielos y la
pulcritud de sus espacios públicos, Singapur ha emprendido un ambicioso proyecto que
busca integrar zonas verdes con la arquitectura de calles y edificios, lo cual se puede
ver con los jardines colgantes de Three House y la construcción del hotel Marina Bay en
la ciudad. Todo ello tiene como objetivo su promoción como destino turístico atractivo
en el Sudeste asiático y reducir la dependencia del sector manufacturero. Según las
cifras estatales, un total de 16,4 millones de visitantes llegaron al país en 2016
(crecimiento del 7,7% en comparación con el 2015) que dejaron ingresos por cerca de
24.800 millones de dólares, un 13,9% mayor frente al año anterior.
Irónicamente, el mayor apoyo al turismo de Singapur proviene de China que fue el país
de origen de la mayoría de los visitantes a la isla, logrando un incremento del 36%
frente al año 2015 y seguido por lejos de sus vecinos Malasia e Indonesia. Estos
resultados son el esfuerzo de una política pública que viene siendo implementada desde
el 2005, cuando se creó el Fondo para el Desarrollo del Turismo y llegar al objetivo de
los 17 millones de turistas anuales; meta que todavía no se ha cumplido, pero que está
cerca de ser una realidad. Con base en lo anterior, el turismo contribuye al 4% del PIB
y genera 160.000 empleos al año para los habitantes del país.

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