DISPOSICIONES ADMINISTRATIVAS 1.

DISPOSICIONES ADMINISTRATIVAS

2. ACTOS ADMINISTRATIVOS

3. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

4. REVISIÓN DE OFICIO

5. RECURSOS ADMINISTRATIVOS
DISPOSICIONES ADMINISTRATIVAS DISPOSICIONES ADMINISTRATIVAS

CONCEPTO

Las disposiciones administrativas de carácter general son el

conjunto de normas escritas dictadas por la Administración
con rango inferior a la ley. De forma habitual las
denominamos reglamentos, aunque algunas de ellas si
tienen tal denominación como los reglamentos ejecutivos
de las leyes o los reglamentos municipales, pero esto no
quiere decir que sólo estas disposiciones sean
reglamentos, las órdenes, las resoluciones o las
ordenanzas municipales también son reglamentos en
sentido amplio y por tanto disposiciones administrativas de
carácter general.

TIPOS

La clasificación de las disposiciones administrativas de

carácter general dependerá del criterio en el que nos
fijemos. A continuación se determinan tres de las
clasificaciones más empleadas y notorias.

Una clasificación interesante, es la que clasifica las

disposiciones administrativas de carácter general
dependiendo de la Administración Pública que los dicte, así
habrá estatales, autonómicos, locales y de otros órganos a
los que la CE o una norma les atribuye potestad
reglamentaria. Lo más importante de esta clasificación es
constatar la falta de jerarquía entre ellos, ya que sus

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relaciones siguen un criterio competencial, es decir, las
disposiciones estatales no son superiores, de forma
general, jerárquicamente a las de las CCAA, sino que unas
y otras actúan en ámbitos competenciales distintos.
Siguiendo la clasificación anterior, en la AGE dependiendo
de la autoridad que los dicta (art. 25 LG) podrán ser, Real
Decreto del Presidente del Gobierno, Real Decreto del
Consejo de Ministros, Acuerdos del Consejo de Ministros,
Acuerdos adoptados en Comisiones Delegadas del
Gobierno, la forma será la de orden del Ministro
competente en la materia u orden del Ministro de la
Presidencia, si afecta a varios departamentos, Órdenes
Ministeriales, las disposiciones administrativas de carácter
general de los órganos inferiores a Ministro revisten
distintas denominaciones, las cuales no se recogen en la
LG, como resoluciones, circulares o instrucciones.
Por último vamos a citar la clasificación de las disposiciones
administrativas de carácter general en su relación con la
Ley, siguiendo esta clasificación nos encontramos con los
reglamentos ejecutivos o secundum legem, serán aquellos
que de forma directa desarrollen los preceptos de una ley
ya sea total o parcialmente; los reglamentos
independientes o extra legem, a diferencia de lo que ocurre
en otros países de nuestro entorno, Francia, en nuestro
ordenamiento constitucional no existe reserva
reglamentaria, esto es , materias que se encuentran
reservadas al reglamento, las cuales no podrán ser
reguladas por la ley, aunque no existe esta reserva
reglamentaria, no podemos olvidar la existencia de
reglamentos que no encuentran un encaje en ninguna ley,
sobre todo en el ámbito organizativo; por último
encontramos los reglamentos de necesidad o contra legem,
serán reglamentos que se puedan dictar al amparo de
situaciones excepcionales y con una vigencia limitada en el
tiempo, serán los que se recogen al declararse los estados
de alarma, sitio o excepción.
PROCEDIMIENTO PARA LA ELABORACIÓN DE LAS
DISPOSICIONES ADMINISTRATIVAS DE CARÁCTER
GENERAL
El procedimiento de elaboración de las disposiciones de
carácter general se recoge en el artículo 24 LG, siendo
absolutamente obligatorio para la AGE.
1. El órgano directivo (generalmente será una
Dirección General) competente en la materia
elaborará un anteproyecto, al que se acompañará la
exposición de motivos y una memoria de análisis de
impacto normativo, de acuerdo con el artículo 46.3
de la Ley 6/2004, de 28 de diciembre.
Siempre se deberá precisar en el texto una
disposición derogatoria en la que de forma expresa
se haga constar los preceptos reglamentarios
derogados o modificados por la publicación del
nuevo texto.
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El contenido de esta memoria de análisis de impacto
normativo será:
- Una justificación de su oportunidad que
incluya la motivación técnica y jurídica de la
norma a aprobar, en especial de las
novedades que se introducirán en el
ordenamiento, con el grado de detalle
suficiente que requiera el caso, así como los
estudios o informes que se estimen precisos
para justificar su necesidad. La adecuación de
la norma a los principios de proporcionalidad,
seguridad jurídica, transparencia,
accesibilidad, simplicidad y eficacia, así como
la justificación de la competencia de la
Comunidad Autónoma para su aprobación.
- Un estudio que valore el impacto de la nueva
regulación en las cargas administrativas que
soportan ciudadanos y empresas.
- Una relación de las disposiciones cuya
vigencia resulte afectada por la norma
proyectada.
- Un informe de impacto presupuestario que
evalúe la repercusión de la futura disposición
en los recursos personales y materiales y en
los presupuestos de la Administración.
- Un informe de impacto económico que evalúe
los costes y los beneficios que la aprobación
de la futura disposición implica para sus
destinatarios y para la realidad social y
económica.
- Un informe sobre el impacto por razón de
género de las medidas que se establecen en
el mismo.
- Cualquier otro extremo que pudiera ser
relevante a criterio del órgano proponente,
prestando especial atención a los impactos de
carácter social y medioambiental y al impacto
en materia de igualdad de oportunidades, no
discriminación y accesibilidad universal de las
personas con discapacidad.
2. A lo largo del proceso de elaboración del proyecto
deberán recabarse el informe jurídico de la
Vicesecretaría de la Consejería proponente y los
informes, consultas y aprobaciones previas que
tengan carácter preceptivo
3. Elaborado el texto del proyecto este se someterá al
trámite de audiencia, cuando afecte a los derechos e
intereses legítimos de los ciudadanos, directamente
o a través de las organizaciones o asociaciones
reconocidas por la ley que los agrupen o los
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representen y cuyos fines guarden relación directa
con el objeto de la disposición.
El trámite de audiencia se efectuará en los
siguientes términos:
- El plazo no será inferior a 15 días, salvo que
por razones de urgencia, debidamente
acreditadas en el expediente se pueda reducir
a 7 días.
- El procedimiento elegido para dar audiencia a
los ciudadanos deberá quedar motivado por el
órgano que acuerde la apertura de dicho
trámite.
Podrá prescindir del trámite de audiencia:
- Si las organizaciones o asociaciones
que agrupen o representen a los
ciudadanos hubieran participado por
medio de informes o consultas en el
proceso de elaboración de la disposición
de carácter general.
No se aplicará el trámite de audiencia:
- A las disposiciones que regulen los
órganos, cargos y autoridades de la
Administración Regional o de los
organismos públicos dependientes o
adscritos a ella.
- Cuando la materia lo requiera, por
graves razones de interés público,
acreditadas expresamente en el
expediente.
- Cuando así lo exija la naturaleza de la
disposición, o por decisión expresa del
Consejo de Gobierno, o del Consejero
competente por razón de la materia, el
proyecto será sometido a información
pública durante un plazo no inferior a
15 días.
ÓRGANOS COMPETENTES PARA DICTAR LAS
DISPOSICIONES ADMINISTRATIVAS DE CARÁCTER
GENERAL
Las disposiciones administrativas de carácter general se
ordenan jerárquicamente entre ellas dentro de cada
Administración Pública con capacidad reglamentaria. Por lo
que, y aunque la Constitución Española atribuye en su
artículo 97 la potestad reglamentaria al Gobierno con
carácter general, debemos afirmar que en la práctica son
muchos más los órganos con potestad reglamentaria.
En la AGE, es la LG y la LOFAGE, las que atribuyen esta
potestad reglamentaria al Consejo de Ministros y a los
Ministros, mediante las órdenes ministeriales.
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Las CCAA de forma similar a la AGE atribuyen la potestad
reglamentaria a los respectivos Consejos de Gobierno, es
decir, a los órganos que desarrollan el poder ejecutivo.
En el ámbito local, la LBRL atribuye potestad reglamentaria
al Pleno de los Ayuntamientos y a los Alcaldes.
Existen otros órganos constitucionales, el Consejo General
del Poder Judicial, el Defensor del Pueblo, el Tribunal de
Cuentas, el Consejo Jurídico, que tienen atribuida una
potestad reglamentaria en materia organizatoria. De forma
paralela, los órganos homólogos a los anteriores en
aquellas CCAA en las que existen, también tienen
reconocida en las respectivas normas esta potestad
reglamentaria organizativa.
PUBLICIDAD Y ENTRADA EN VIGOR DE LAS
DISPOSICIONES ADMINISTRATIVAS DE CARÁCTER
GENERAL
Los reglamentos, disposiciones administrativas de carácter
general deberán ser objeto de publicación en el Diario
Oficial que corresponda, necesitando que se determine en
las mismas el momento de entrada en vigor, ya que si
nada se recoge estarán sometidos a la vacatio legis general
de 20 días desde el siguiente a su publicación para la
entrada en vigor, si en ellos no se establece una previsión
distinta
JERARQUÍA Y LÍMITES. INDEROGABILIDAD
SINGULAR
La jerarquía de las disposiciones administrativas de
carácter general se debe analizar desde una doble
perspectiva, como es obvio los reglamentos están
subordinados a la CE, a las leyes y a las demás normas con
fuerza de Ley, pero además de esta subordinación, entre
ellos mismos también existe una jerarquía normativa de
acuerdo con el rango de la autoridad que los dicta.
En la AGE, es el artículo 23.3 LG el que determina que en
cuanto a competencia y jerarquía en primer lugar se
encontrarán las disposiciones aprobadas por Real Decreto
del Presidente del Gobierno o del Consejo de Ministros, y
en segundo lugar las disposiciones aprobadas por orden
ministerial.
En las CCAA, esta jerarquía se ha mantenido de forma
paralela.
Los límites de la potestad reglamentaria serán:
- La competencia – Sólo podrán dictar reglamentos,
aquellos órganos que tengan atribuida la potestad
reglamentaria.
- El procedimiento – Para la elaboración de los
reglamentos será necesario seguir el procedimiento
legalmente establecido para ello.
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 - La irretroactividad – Los reglamentos no podrán
recoger normas que afecten a los interesados de
forma retroactiva, es decir, hacia el pasado.

- La materia – El contenido de los reglamentos no

puede versar sobre aquellas materias reservadas a
Ley.

ACTO ADMINISTRATIVO
ACTO ADMINISTRATIVO

CONCEPTO

Existen numerosas definiciones del concepto de acto

administrativo elaboradas por diferentes autores, aunque
sin entrar en discusiones doctrinales, podemos afirmar que
acto administrativo será cualquier acto jurídico (tienen
efectos frente a terceros o frente a la propia
Administración Pública que lo dicta) realizada por un sujeto
de la Administración Pública (órgano), con arreglo al
derecho administrativo (debe respetar las normas
generales del derecho administrativo, así como las leyes y
los reglamentos).

CLASIFICACIÓN

En cuanto a la clasificación de los actos, podemos afirmar

que existen numerosas clasificaciones, aunque vamos a
efectuar la clasificación atendiendo a los siguientes
criterios:

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1. Por la extensión de sus efectos jurídicos, los actos plazos correspondientes para interponer los
administrativos podrán ser, generales, cuando se recursos.
dirigen a una pluralidad abstracta de personas, o
concretos, cuando se dirige a una o varias personas 3. Por la razón de las facultades utilizadas para
determinadas o determinables. dictarlos, los actos administrativos podrán ser,
discrecionales, cuando la actuación de la
2. Por la posibilidad de su fiscalización por la Administración no está expresamente determinada y
jurisdicción contencioso-administrativa, los actos por tanto la misma cuenta con libertad para actuar o
administrativos podrán ser, impugnables o reglados, cuando las disposiciones normativas
inimpugnables. El artículo 3 de la LJC-A señala establecen de forma perfecta y total la actuación de
aquellas cuestiones cuyo conocimiento no la Administración Pública, la cual no podrá separarse
corresponde al orden contencioso-administrativo, las de tales normas. Debemos señalar que la
cuales serán aquellas cuyo conocimiento se atribuya discrecionalidad con que puede contar la
a cualquier otro orden, civil, penal o social, aunque Administración será más o menos amplia, pero
esté relacionada con la actividad de la siempre existen unos elementos reglados que
Administración Pública, tampoco corresponderá al pueden analizarse y someterse a fiscalización.
orden contencioso-administrativo el conocimiento del
recurso contencioso-disciplinario militar, ni los 4. Por el órgano que lo dicta, el acto administrativo
conflictos de jurisdicción entre los juzgados y podrá ser simple cuando interviene un único órgano
tribunales y la Administración Pública y los conflictos administrativo; o complejo, será aquel que se
de atribuciones entre órganos de una misma produce por la intervención de dos o más órganos
Administración. Con carácter general debemos administrativos. Hay actos que se excluyen del
señalar que los actos administrativos son concepto de acto complejo, los actos de los órganos
impugnables primero en vía administrativa y colegiados, ya que aunque los órganos colegiados
posteriormente en vía judicial, ante el orden están compuestos por una pluralidad de sujetos la
contencioso-administrativo. Cuando el acto voluntad del órgano es única por tanto se
administrativo ya no es susceptible de recurso será considerarán actos administrativos simples. Los
firme, la adquisición de firmeza se produce porque actos que integren un expediente administrativo que
ya se han utilizado todas las vías de impugnación constituya un procedimiento administrativo
posibles o porque se han dejado transcurrir los supondrán una serie de declaraciones

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 administrativas que preparen la decisión final en
este caso los actos administrativos no deben ser
considerados complejos ya que el único acto
administrativo existente es la decisión final.
Tampoco se considerará acto administrativo
complejo, aquellos sujetos a aprobación posterior
por otro órgano administrativo en este caso el acto
administrativo será el primero no la aprobación
posterior.
5. Los actos administrativos podrán ser unilaterales o
plurilaterales. Serán actos administrativos
unilaterales los imputables a una única persona
pública mientras que los plurilaterales serán aquellos
que creen normas que rigen las relaciones mutuas
entre las distintas administraciones públicas.
6. El acto administrativo podrá ser expreso, tácito o
presunto. El acto expreso es aquel en el que existe
una clara e inequívoca exteriorización de la
declaración de la voluntad de la Administración
Pública. El acto tácito es aquel en el que falta esta
manifestación pero que ante la conducta
administrativa se presume racionalmente la
existencia de una voluntad que produce efectos
jurídicos. En el acto presunto no existe ni una
manifestación concreta administrativa ni una
conducta a la que se pueda atribuir un determinado
valor o sentido, por lo que el significado de esta
ausencia lo fija de forma expresa el ordenamiento
jurídico, son los supuestos de silencio administrativo
positivo o negativo a los que se refiere el artículo 42
LRJPAC.
7. Los actos administrativos también podrán ser
resolutorios o de trámite. En cuanto a los actos
administrativos resolutorios serán aquellos que
constituyen la resolución final del procedimiento
administrativo, será el acto que decide sobre el
fondo del asunto, son los enumerados en el artículo
89 LRJPAC. Los actos de trámite son aquellos actos
que permanecen en la esfera interna de la
administración y que son los preparatorios del acto
resolutorio o definitivo del procedimiento, serán los
dictámenes, consultas o las distintas propuestas que
puedan aparecer en el procedimiento. La diferencia
fundamental entre ambos es que contra los actos
resolutorios, pongan o no fin a la vía administrativa
cabe recurso en vía administrativa.
8. Por último citaremos unos actos denominados actos
de trámite cualificados que se encuentran recogidos
en el artículo 107 LRJPAC, serán aquellos actos de
trámite, es decir no resolutorios, pero que pueden
ser impugnados en vía administrativa o contenciosa;
estos actos de trámite cualificados serán los que
decidan directa o indirectamente sobre el fondo del
asunto, aquellos que determinen la imposibilidad de
continuar el procedimiento o los que produzcan
8
 indefensión o perjuicio irreparable a los derechos o
intereses legítimos.
ELEMENTOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO. SUJETO.
CONTENIDO. CAUSA Y FIN. FORMA
El acto administrativo debe ser atribuido a un sujeto de la
Administración Pública. A estos efectos debemos entender
por Administración Pública según el art. 1.2 LJC-A, la AGE,
las administraciones de las CCAA, las entidades que
integran la administración local y las entidades de derecho
público dependientes o vinculadas al Estado, las CCAA o las
entidades locales.
Es el art. 53 de la LRJPAC el que establece el contenido del
acto administrativo. Se exige como requisito de este
contenido que sea posible lo que supone que todo acto de
contenido imposible es nulo de pleno derecho y debe ser
lícito es decir ajustado a lo dispuesto en el ordenamiento
jurídico.
El contenido del acto administrativo se establece en 4
especificaciones el contenido esencial sin el cual el acto no
tiene existencia, por ejemplo en una licencia para edificar
deberá contener la declaración facultando a realizar la obra
si no existe esta declaración no puede decirse que se haya
otorgado la licencia; el contenido natural que
necesariamente forma parte del acto administrativo y sirve
para individualizarlo respecto de los demás; el contenido
implícito que debe referirse a aquellas cláusulas no
expresas pero que deben ser entendidas incluidas en el
acto porque se incluyen en todos los de la misma especie;
y el contenido eventual o accidental serán todas aquellas
cláusulas que el órgano administrativo puede introducir en
el acto dirigidas a modificar, generalmente restringiendo
sus efectos o el contenido esencial del acto. Estas cláusulas
serán las distintas condiciones, los términos y los modos
que se puedan establecer. La condición será la posibilidad
de establecer un hecho futuro incierto del cual se hará
depender la eficacia del acto administrativo, el término
indica el día desde el cual debe tener eficacia del acto o
desde el cual la eficacia del acto administrativo debe cesar
y el modo será una carga impuesta a la persona favor de la
cual se dicta el acto administrativo por ejemplo si se
concede una licencia de construcción con la adición de que
además debe construirse un aparcamiento subterráneo
La causa del acto administrativo constituye el por qué del
acto, la razón que justifica que el acto administrativo se
haya dictado. La causa última de todo acto administrativo
es perseguir el interés público. Si la causa es la respuesta
a la pregunta por qué, el fin del acto administrativo será la
respuesta a la pregunta para qué, así el acto administrativo
siempre se dirige a una finalidad objetivamente
determinada, el interés público o el interés del servicio
público.
La desviación de poder se define en el art. 70.2 LJC-A,
supone un vicio legal que consiste en el ejercicio de
potestades administrativas para fines distintos de los
fijados en el ordenamiento jurídico, es decir, el acto
9
administrativo se separa de su elemento teleológico,
aunque debemos aclarar que para incurrir en desviación de
poder tan sólo se requiere que el acto se aparte de la
finalidad establecida por el ordenamiento jurídico, aunque
la finalidad a la que sirva sea otra finalidad pública. Según
el art. 63 LRJPAC, son anulables los actos de la
Administración que incurran en desviación de poder.
MOTIVACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS
De forma general, la motivación de los actos
administrativos supone hacer público mediante una
declaración formal los motivos de hecho y de derecho en
función de los cuales se ha determinado el contenido de los
actos.
En el acto administrativo los motivos están siempre y
necesariamente incorporados a la causa, es decir, a la
contestación a por qué se ha dictado el acto con ese
contenido.
El art. 54 LRJPAC señala que con carácter general que los
actos administrativos tendrán una motivación facultativa,
es decir, la Administración podrá elegir si hace público está
declaración formal sobre los motivos de hecho y de
derecho. En el art. 54 se recogen los actos que
necesariamente deben ser motivados, esta motivación
supondrá como mínimo una sucinta referencia a los hechos
y a los fundamentos de derecho y serán:
- Los actos que limiten los derechos subjetivos o
intereses legítimos.
- Los que resuelvan procedimientos de revisión de
oficio de disposiciones o actos administrativos,
recursos administrativos, reclamaciones previas a la
vía judicial y procedimientos de arbitraje.
- Los que se separen del criterio seguido en
actuaciones precedentes o del dictamen de órganos
consultivos.
- Los acuerdos de suspensión de actos cualquiera que
sea el motivo de esta así como la adopción de
medidas provisionales previstas en los art. 72 y 136
LRJPAC.
- Los acuerdos de aplicación de la tramitación de
urgencia o de ampliación de plazos.
- Los que se dicten en el ejercicio de potestades
discrecionales así como los que deban serlo en
virtud de disposición legal o reglamentaria expresa.
- La motivación de los actos que pongan fin a los
procedimientos selectivos o de concurrencia
competitiva se realizará de conformidad con lo que
dispongan las normas que regulen sus convocatorias
debiendo en todo caso quedar acreditados en el
procedimiento los fundamentos de la resolución que
se adopte.
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LA COMUNICACIÓN DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS.
La comunicación es el medio de llevar a conocimiento de
los ciudadanos el contenido de los actos administrativos.
Existen dos formas de comunicar los actos administrativos
mediante la notificación y la publicación.
La notificación se utiliza cuando el acto se dirige a una
persona o a un conjunto determinado de personas; la
publicación se utiliza cuando el acto tenga por destinatario
a una pluralidad indeterminada de personas y en los
supuestos legalmente establecidos.
La notificación de los actos administrativos se recoge en los
art. 58 y 59 LRJPAC.
Los actos que se deben notificar se determinan en el art.
58 1 LRJPAC, serán las resoluciones y los actos
administrativos que afecten a los derechos e intereses de
los interesados.
El plazo para realizar la notificación se establece en el art.
58.2 LRJPAC, será un plazo de 10 días a partir de la fecha
en que el acto haya sido dictado. Estos 10 días serán días
hábiles según señala la normativa general de los plazos
administrativos.
La notificación tendrá como contenido el texto íntegro de la
resolución con indicación de si es o no definitivo en la vía
administrativa y los recursos que procedan señalando el
órgano al que hubieran de presentarse y el plazo para
interponerlos, aunque los interesados podrán ejercitar
cualquier otro recurso que estimen procedente.
Las notificaciones serán válidas y producirán los efectos
correspondientes siempre y cuando contengan el texto
íntegro de la resolución o acto administrativo aunque se
omita alguno de los demás requisitos previstos, surtirá
efecto a partir de la fecha en que el interesado realice
alguna actuación que supongan el conocimiento del
contenido y alcance de la resolución o acto objeto de la
notificación o bien interponga cualquier recurso que sea
procedente.
A los solos efectos de entender cumplida la obligación de
notificar dentro del plazo máximo de duración de los
procedimientos será suficiente que la notificación contenga
el texto íntegro de la resolución así como el intento de
notificación debidamente acreditado
La práctica de la notificación se recoge en el art. 59 LRJPAC
y hace referencia a la forma y el lugar donde se debe
efectuar la notificación.
La forma de notificación, será por cualquier medio que
permita tener constancia de la recepción de la misma por
el interesado o su representante, así como la fecha, la
identidad y el contenido del acto notificado. La acreditación
de la notificación realizada se incorporará al expediente
administrativo.
11
El lugar de la notificación dependerá del tipo de
procedimiento que se trate. En los procedimientos iniciados
a solicitud del interesado, la notificación se realizará en el
lugar que el interesado haya señalado en la solicitud y si
no fuera posible en cualquier lugar adecuado a tal fin y por
cualquier medio conforme a lo dispuesto en el apartado 1
del artículo 59 relativo a la forma y medio de notificación.
Existe unas disposiciones específicas para cuando la
notificación se realice en el domicilio del interesado; si el
interesado no se encontrará presente en el momento en el
que se entrega la notificación podrá hacerse cargo de la
misma cualquier persona que se encuentre en el domicilio
y deje constancia de su identidad, si nadie pudiera hacerse
cargo de la notificación se hará constar esta circunstancia
en el expediente junto con el día y la hora en la que se
intentó la notificación, el intento de notificación se repetirá
una sola vez y en una hora distinta dentro de los tres días
siguientes, la jurisprudencia ha entendido que esta
expresión de una hora distinta es aquella en la que hayan
pasado por lo menos 60 minutos desde la hora indicada en
el primer intento de notificación.
La notificación podrá ser rechazada por el interesado o su
representante, si esto ocurriera tal circunstancia se hará
constar en el expediente especificando las circunstancias
del intento de notificación. En el supuesto de rechazo de la
notificación se tendrá por efectuado el trámite continuando
con el procedimiento.
La notificación podrá ser sustituida por la publicación del
acto o resolución en varios supuestos:
- Cuando los interesados del procedimiento sean
desconocidos.
- Cuando no se tenga constancia del lugar de la
notificación.
- Cuando se haya intentado la notificación y ésta no
se haya podido practicar.
En estos tres supuestos se procederá a publicar el acto o
resolución de que se trate en el Boletín Oficial del Estado,
de forma previa y facultativamente las AAPP podrán
publicar un anuncio en el Boletín Oficial de la Comunidad
Autónoma o de la provincia así como en el tablón de
edictos del Ayuntamiento del último domicilio conocido del
interesado o del Consulado o sección Consular de la
Embajada correspondiente también en los tablones
electrónicos de los ayuntamientos previstos en el artículo
12 de la Ley 11/2007 de 22 de junio de acceso electrónico
de los ciudadanos a los servicios públicos.
Las AAPP podrán establecer otras formas de notificación
complementarias a través de otros medios de difusión
aunque siempre deberán cumplir con la obligación de
publicar el correspondiente anuncio en el Boletín Oficial del
Estado.
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La LRJPAC recoge algunos supuestos en los que la
publicación sustituirá a la notificación surtiendo los mismos
efectos. Estos supuestos serán:
- Cuando el acto tenga por destinatario una pluralidad
indeterminada de persona
- Cuando la administración estime que la notificación
efectuada a un único interesado es insuficiente para
garantizar la notificación a todos ellos siendo en este
último caso adicional la notificación efectuada.
- Cuando se trate de actos integrantes de un
procedimiento selectivo o de concurrencia
competitiva de cualquier tipo en este caso la
convocatoria del procedimiento deberá indicar el
tablón de anuncios o los medios de comunicación
donde se efectuarán las sucesivas publicaciones
careciendo de validez las que se lleven a cabo en
lugares distintos.
La Ley 11/2007 de 22 de junio de acceso electrónico de los
ciudadanos a los servicios públicos ha establecido también
la posibilidad de efectuar la notificación electrónica, art.
28. Se establece como requisito general que el interesado
lo haya señalado de forma expresa, o haya consentido a tal
medio de notificación, la Administración Pública podrá
obligar a la comunicación electrónica, entre ella y los
interesados estableciéndose reglamentariamente, cuando
los interesados sean personas jurídicas o colectivos de
personas físicas que por razón de su capacidad económica
o técnica, dedicación profesional u otros motivos
acreditados tengan garantizados el acceso y disponibilidad
de los medios tecnológicos precisos.
La notificación electrónica, se deberá realizar a través de
un sistema que permita acreditar la fecha y la hora en la
que se produzca la puesta a disposición del interesado del
acto objeto de la notificación, así como la de acceso a su
contenido por este. Cuando exista este acceso al contenido
se entenderá practicada la notificación surtiendo todos los
efectos legales. Cuando exista constancia de la puesta a
disposición y hayan transcurrido 10 días naturales sin que
se produzca el acceso se entenderá rechazada la
notificación, salvo que de oficio o a instancia del
destinatario se compruebe la imposibilidad técnica o
material del acceso.
En administración electrónica se recoge otra fórmula de
notificación en el art. 28.5 de la Ley 11/2007, de 22 de
junio, la notificación por comparecencia, que supondrá el
acceso electrónico por los interesados al contenido de las
actuaciones administrativas correspondientes, siempre que
quede constancia de dicho acceso.
Los actos administrativos también podrán ser dados a
conocer mediante la publicación en el Boletín Oficial del
Estado. La publicación se producirá cuando así lo
establezca la norma reguladora de cada procedimiento o
cuando lo aconsejen razones de interés público apreciadas
por el órgano competente. La publicación deberá contener
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los mismos elementos citados, aunque en los supuestos de
publicación de actos que contengan elementos comunes
podrán publicarse de forma conjunta los aspectos
coincidentes especificando sé solamente los aspectos
individuales de cada acto.
El art. 61 LRJ PAC recoge un supuesto específico, aquel en
el que la notificación efectuada por medio de anuncios
suponga la lesión de derechos o intereses legítimos, en ese
caso se podrá limitar la publicación a una somera
indicación del contenido del acto y del lugar donde los
interesados podrán comparecer en el plazo que se
establezca para tener conocimiento del contenido íntegro
del acto correspondiente.
EFICACIA DEL ACTO ADMINISTRATIVO. EFICACIA
DEMORADA, EFICACIA RETROACTIVA. CESACIÓN DE
LA EFICACIA
El art. 57 LRJPAC resuelve el problema de cuál es el
momento en el que son eficaces los actos administrativos.
La regla general sobre la eficacia del acto administrativo se
determina en el art. 57.1 LRJPAC, los actos de las
Administraciones Públicas sujetos al derecho administrativo
se presumirán válidos y producirán efectos desde la fecha
en la que se dicten salvo que en ellos se disponga otra
cosa. Por lo que la regla general de la eficacia del acto
administrativo será la eficacia inmediata del mismo.
Se recogen a continuación dos excepciones: la eficacia
demorada y la eficacia retroactiva.
La eficacia demorada del acto administrativo aparece
recogida en el art. 57.2 LRJPAC, existirán varios supuestos
en los que la regla general de eficacia inmediata no se
aplicará y supondrá que la eficacia quedará demorada a un
momento posterior:
- Cuando así lo exija el contenido del acto. Serán los
supuestos de actos sometidos a condición o terminó,
en este caso mientras no transcurra este plazo
marcado o no se cumpla la condición establecida el
acto administrativo perfecto y válido no producirá
efectos.
- Cuando la eficacia del acto quede supeditada a la
notificación o publicación del mismo la eficacia en
este supuesto vendrá determinada por el
conocimiento del contenido del acto por parte del
interesado en el procedimiento.
- Cuando la misma esté supeditada a la aprobación de
un superior. El supuesto típico serán los actos
dictados por aquellos organismos o entidades que
estén sometidos a tutela administrativa de otros
entes, el acto es perfecto y plenamente válido pero
no producirá efectos hasta que no se ha aprobado
por la autoridad superior que ejerce esta tutela.
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La otra excepción a la eficacia inmediata del acto
administrativo será la eficacia retroactiva. Como norma
general, los actos administrativos no producirán efectos
retroactivos si bien en el art. 57.3 LRJPAC se establecen los
supuestos en los que la Administración Pública podrá
conceder efecto retroactivo a un acto administrativo:
- Cuando el acto se ha dictado en sustitución de un
acto anulado.
- Cuando el acto pueda producir efectos favorables al
interesado siempre y cuando los supuestos de hecho
necesarios existieran ya en la fecha a la que se
retrotraiga la eficacia del acto y no lesione derechos
o intereses legítimos de otras personas.
La eficacia del acto también cesa en algún momento. En
algunos casos el acto se extinguirá de forma natural por su
total cumplimiento, en otros casos el acto se extinguirá
porque desaparecen los presupuestos fácticos que le
servían de soporte, también cesará la eficacia cuando esté
sometido a una condición resolutoria o bien estuviese
sometido a un plazo final o cuando el mismo sea anulado o
declarado su nulidad vía recurso administrativo o
jurisdiccional.
La eficacia del acto podrá ser suspendida temporalmente.
Esta medida tendrá un carácter provisional y cautelar y se
podrá adoptar en el procedimiento de recurso
administrativo o recurso jurisdiccional. De lo que se trata
es de suspender los efectos que pueda producir el acto
administrativo para asegurar la integridad del objeto, ya
que de forma genérica los recursos administrativos y
Contencioso-Administrativo no suspenderán la ejecución
del acto impugnado y por tanto su eficacia. Por ello se
podrá solicitar la suspensión del acto y ésta se dictará
cuando la ejecución del acto pudiera causar perjuicios de
imposible o difícil reparación. También será posible la
suspensión del acto administrativo cuando la impugnación
se fundamente en alguna de las causas de nulidad de
pleno derecho del art. 62 LRJPAC. La solicitud de
suspensión de la eficacia o ejecución del acto
administrativo se entenderá aceptada, y por tanto tendrá
un silencio administrativo positivo, si en el plazo de 30 días
el órgano competente para decidir sobre la misma no ha
dictado resolución expresa al respecto, el acuerdo de
suspensión podrá contener las medidas que se estimen
necesarias para asegurar la protección del interés público o
de terceros.
LA EFICACIA DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS. LA
EJECUTIVIDAD
La ejecutividad del acto administrativo viene determinada
por la presunción de legalidad del propio acto, es decir, un
acto administrativo dictado y notificado se presume válido
y perfecto por lo que son los interesados los que deben
actuar contra él vía recurso si quieren provocar su
anulación y su no ejecución. Como el acto administrativo
se presume válido, la Administración Pública tiene la
posibilidad de efectuar su ejecución, es decir, que los
15
efectos que determina el propio acto se trasladen a la
realidad.
El acto administrativo podrá ser cumplido de forma
voluntaria por los interesados, pero sin embargo también
es posible que los interesados que deban cumplir con lo
establecido en el mismo no lo hagan. El propio acto da
poder a la Administración Pública para llevar a cabo la
acción de oficio o la ejecución forzosa.
Señala el art. 96 LRJPAC que la ejecución forzosa por la
administración pública deberá respetar siempre el principio
de proporcionalidad y se enumeran los medios con los que
cuenta para llevarla a cabo. Los medios de ejecución
forzosa serán el apremio sobre el patrimonio, la ejecución
subsidiaria, la multa coercitiva y la compulsión sobre las
personas. De forma general se entiende que el uso de uno
u otro medio debe responder siempre al principio de
proporcionalidad enunciado en la Ley y que la utilización de
uno de ellos no excluye totalmente la utilización de los
demás ya que pueden combinarse.
El apremio sobre el patrimonio se recoge en el art. 97
LRJPAC y se usará cuando el acto administrativo establezca
la necesidad de satisfacer una cantidad líquida, en este
caso, se podrá seguir el procedimiento previsto en las
normas reguladoras del procedimiento recaudatorio en vía
ejecutiva. Como norma añadida se establece que no podrá
imponerse a los ciudadanos una obligación pecuniaria que
no estuviese establecida con arreglo a una norma de rango
legal.
La ejecución subsidiaria se define en el art. 98 LRJPAC, al
determinar que la ejecución subsidiaria se utilizará frente a
actos que por no ser personalísimos, puedan ser realizados
por sujetos distintos de los obligados, se tratara de
acciones de hacer que puedan ser realizada por cualquier
persona. Si el interesado no la lleva a cabo en el plazo
previsto en el propio acto, la Administración podrá llevarlas
a cabo, los gastos ocasionados podrán ser exigidos a los
obligados en el acto administrativo, esta obligación
pecuniaria se podrá exigir mediante el apremio sobre el
patrimonio.
La multa coercitiva, art. 99 LRJPAC, persigue forzar el
cumplimiento de la obligación que establezca el acto y sólo
podrá imponerse cuando así sea autorizado por las leyes y
en la forma y cuantía que éstas determinen y será siempre
independiente de aquellas que puedan imponerse en
concepto de sanción y ambas podrán ser compatibles. En
todo caso se podrá imponer la multa coercitiva cuando se
trate de actos personalísimos en los que no proceda la
compulsión sobre las personas o cuando se trate de actos
en que procediendo la compulsión sobre las personas la
Administración no lo estime conveniente o actos cuya
ejecución pueda el obligado encargar a otra persona.
La compulsión sobre las personas recogida en el art. 100
LRJPAC, supondrá el empleo por parte de la Administración
16
de la actuación directa para imponer sus decisiones, sólo
se podrá utilizar cuando se trate de la ejecución de actos
administrativos que impongan a los ciudadanos una
obligación personalísima y sólo podrá ser utilizada en
aquellos casos en los que la ley expresamente lo autorice y
siempre dentro del debido respeto a la dignidad ya los
derechos reconocidos en la Constitución. Las obligaciones
personalísimas pueden consistir en un no hacer, como por
ejemplo, no reunirse o no manifestarse, en soportar una
acción, como por ejemplo la vacunación obligatoria o en un
hacer, en este último supuesto, cuando el obligado no lo
lleve a cabo, deberá resarcir los daños y perjuicios a cuya
liquidación y exacción se procederá envía administrativa.
TÉRMINOS Y PLAZOS DEL ACTO ADMINISTRATIVO
El término es el momento en el que debe realizarse un
determinado acto, por ejemplo, la comparecencia de un
interesado ante un funcionario esta debe tratarse en un
momento determinado eso será el término. El plazo
consistirá en un espacio o período de tiempo durante el
cual se puede verificar un determinado acto. Con respecto
al plazo se plantean dos problemas: su cómputo y la
posibilidad de alterarlo.
En primer lugar debemos referirnos al art. 47 LRJPAC que
señala la obligatoriedad de la observancia de los términos
y plazos establecidos por las leyes esta obligación se
recoge para las autoridades y el personal al servicio de las
Administraciones Públicas así como para los interesados en
los distintos procedimientos.
El cómputo de los plazos se recoge en el art. 48 LRJPAC,
salvo que la ley o normativa comunitaria establezca otra
cosa los plazos señalados por días se entenderán que se
refieren a días hábiles excluyéndose de su cómputo los
domingos y los días declarados festivos. Cuando los plazos
se señalen por días naturales se hará constar esta
circunstancia en las correspondientes notificaciones.
Cuando el plazo se fija en meses o años, éstos se
computarán a partir del día siguiente a aquel en que tenga
lugar la notificación o publicación del acto de que se trate o
desde el siguiente a aquel en que se produzca la
estimación o desestimación por silencio administrativo, si
en el mes de vencimiento no hubiera día equivalente a
aquel en que comienza el cómputo, se entenderá que el
plazo expira el último día del mes.
Cuando el último día del plazo concedido sea inhábil se
entenderá que el plazo queda prorrogado hasta el primer
día hábil siguiente.
Los plazos expresados en días se contarán a partir del
siguiente a aquel en que tenga lugar la notificación o
publicación del acto o desde el siguiente a aquel en que se
produzca la estimación o desestimación por silencio
administrativo.
17
Pero qué pasa cuando un día fuera hábil en el municipio o
comunidad autónoma de residencia del interesado e inhábil
en la sede del órgano administrativo que dictó el acto
correspondiente o a la inversa. En ese caso se considerará
que ese día es inhábil en todo caso.
La declaración de un día como hábil o inhábil a efectos de
cómputo de plazo no determina por sí sola el
funcionamiento de los centros de trabajo de las
Administraciones Públicas o la organización del tiempo de
trabajo ni el acceso de los ciudadanos a los registros.
Las Administraciones Públicas, la AGE y las
administraciones de las CCAA fijarán un calendario laboral
oficial para su respectivo ámbito estableciendo los días
inhábiles a efectos de cómputos de plazo comprendiendo
este calendario a las distintas entidades que integran la
administración local correspondiente a su ámbito territorial.
El calendario laboral deberá publicarse antes del comienzo
de cada año en el Diario Oficial que corresponda y en
cualquier otro medio de difusión que garantice el
conocimiento del calendario por los ciudadanos.
La alteración de los plazos vendrá determinada por su
ampliación o reducción.
La ampliación de los plazos se recoge en el art. 49 LRJPAC.
La Administración Pública salvo que exista una norma en
contra, podrá conceder de oficio o a petición de los
interesados una ampliación de los plazos establecidos,
siempre y cuando esta ampliación no exceda de la mitad
del plazo establecido y las circunstancias lo aconsejen y
con ello no se perjudiquen derechos de terceros. El
acuerdo de ampliación será notificado a los interesados.
Esta ampliación de plazos por el tiempo máximo permitido
se aplicará en todo caso a los procedimientos tramitados
en misiones diplomáticas y oficinas consulares así como
aquellos que tramitados en el interior exijan la
cumplimentación de algún trámite en el extranjero o en los
que intervengan interesados residentes fuera del país. La
petición de los interesados de ampliación y la resolución de
la Administración sobre la misma debe producirse antes de
que venza el plazo de que se trate ya que en ningún caso
podrá ser objeto de ampliación un plazo ya vencido. Los
acuerdos sobre ampliación de plazo y sobre su denegación
no serán susceptibles de recurso.
Otra alteración de los plazos será la reducción de los
mismos. El art. 50 LRJPAC, establece la posibilidad de
reducir el plazo dado de oficio o a petición del interesado
cuando por razones de interés público aconsejen la
aplicación al procedimiento de la tramitación de urgencia.
La tramitación de urgencia supondrá que se reducirán a la
mitad los plazos establecidos para el procedimiento
ordinario salvo aquellos plazos relativos a la presentación
de solicitudes y recursos. No cabrá recurso alguno contra
el acuerdo que declara la aplicación de urgencia del
procedimiento.
18
NULIDAD Y ANULABILIDAD
La teoría de la invalidez de los actos administrativos recoge
dos categorías básicas, la nulidad absoluta y la
anulabilidad.
La anulabilidad constituye la regla general, siendo
excepcional la nulidad absoluta o nulidad de pleno derecho.
La nulidad de pleno derecho se recoge en el art. 62
LRJPAC, mientras que la anulabilidad se recoge en el
artículo 63.1 LRJ PAC y los vicios e irregularidades del acto
administrativo que ni siquiera dan lugar a tal anulabilidad
se recogen en el art. 63.2 y 3.
LA NULIDAD DE PLENO DERECHO
El art. 62 LRJPAC distingue los supuestos en los que los
actos administrativos serán nulos de pleno derecho,
apartado 1, y aquellos supuestos en los que los
reglamentos o disposiciones administrativas de carácter
general serán nulas de pleno derecho, apartado 2.
Con respecto a los supuestos de nulidad de los actos
administrativos se establece que serán nulos:
- Los actos que lesionen derechos o libertades
susceptibles de amparo constitucional.
- Los actos dictados por órgano manifiestamente
incompetente por razón de la materia o del
territorio.
Debemos señalar que la incompetencia jerárquica o de
grado admite la convalidación por lo que no será un
supuesto de nulidad de pleno derecho.
- Los actos de contenido imposible. La imposibilidad
debe ser del contenido material o físico, ya que la
imposibilidad jurídica equivale pura y simplemente a
la ilegalidad del acto en términos generales.
- Los actos que sean constitutivos de infracción penal
o se dicten como consecuencia de ésta.
- Los actos dictados prescindiendo total y
absolutamente del procedimiento legalmente
establecido o de las normas que contienen las reglas
esenciales para la formación de la voluntad de los
órganos colegiados.
En este supuesto se recogen a su vez dos supuestos los
actos dictados con omisión total y absoluta del
procedimiento legalmente establecido y el supuesto de los
actos dictados con infracción de las reglas esenciales para
la formación de la voluntad de los órganos colegiados.
Respecto al primer supuesto serán los actos dictados con
omisión total y absoluta del procedimiento legalmente
establecido. Este supuesto hay que entenderlo referido a la
19
omisión de los trámites esenciales integrantes de un
procedimiento determinado, no la omisión de cualquiera de
los trámites que integran un procedimiento ya que
solamente será sancionable con la nulidad de pleno
derecho los la inobservancia de los trámites esenciales. La
inobservancia de cualquier otro trámite dará lugar a que el
acto sea simplemente anulable. Se podrá considerar como
trámite esencial el trámite de audiencia.
El segundo supuesto se refiere a aquellos actos dictados
con infracción de las reglas esenciales para la formación de
la voluntad de los órganos colegiados. En este supuesto
basta para la calificación de nulidad de pleno derecho que
el acto haya sido adoptado infringiendo las reglas
esenciales de la formación de la voluntad no se requiere la
omisión total del procedimiento establecido.
Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento
jurídico por los que se adquieren facultades o derechos
cuando se carezca de los requisitos esenciales para su
adquisición.
En este supuesto se pretende remediar el posible exceso
que pudiera derivarse de la configuración del silencio
administrativo positivo, es decir, cuando en virtud de un
acto presunto se pudiera adquirir alguna facultad o
derecho pero falte el requisito esencial para su adquisición
descubriéndose él mismo en la normativa reguladora.
Por último serán nulos de pleno derecho cualquier otro acto
que se establezca expresamente en una disposición de
rango legal.
De esta manera el art. 62.1 LRJPAC se configura como una
lista abierta.
En cuanto a los supuestos de nulidad de pleno derecho de
las disposiciones administrativas se recogen en el art. 62.2
LRJPAC. Serán nulos de pleno derecho aquellos que
vulneren la Constitución, las leyes o las disposiciones
administrativas de rango superior, esto es, aquellas
disposiciones administrativas que infrinjan el principio de
jerarquía normativa al que están sometidos; también serán
nulas de pleno derecho las disposiciones administrativas
que infrinjan el principio de reserva de ley y aquellas que
retrotraigan disposiciones sancionadoras no favorables o
restrictivas de derechos individuales.
Como se puede apreciar la nulidad de pleno derecho es la
regla general en materia de disposiciones administrativas
de carácter general ya que cuando estás infrinjan
cualquiera de los límites que acotan el ámbito propio de la
potestad reglamentaria serán nulas de pleno derecho de
forma contraria a la regla general de la anulabilidad de los
actos administrativos.
LA ANULABILIDAD DE LOS ACTOS
ADMINISTRATIVOS
20
La anulabilidad del acto administrativo se recoge en el
ordenamiento como un beneficio exclusivo del particular
afectado por el acto viciado. Se reconoce al ciudadano
afectado por el acto viciado la posibilidad de reaccionar
contra él y solicitar la declaración de nulidad del acto. Si
esta reacción del afectado no se produce el ordenamiento
jurídico se desentiende del vicio cometido y se considera
que el vicio se ha purgado en aras de la seguridad jurídica
es como si no se hubiera producido.
Los vicios que hacen anulable el acto administrativo se
establecen en el art. 63.1 LRJPAC y serán, cualquier
infracción del ordenamiento jurídico incluida la desviación
de poder.
El defecto de forma, art. 63.2 LRJPAC, sólo conlleva la
anulabilidad del acto cuando éste carezca de los requisitos
formales indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la
indefensión de los interesados, en el resto de supuestos el
defecto de forma supondrá una irregularidad no
invalidante.
DIFERENCIA ENTRE NULIDAD DE PLENO DERECHO Y
ANULABILIDAD
Los actos nulos carecen inicial y perpetuamente de efectos.
Cuando se pretende establecer un estado de cosas al
amparo de un acto nulo habrá de provocar una sentencia
que declara la nulidad, sentencia que tendrá carácter
declarativo.
Los efectos de la declaración de nulidad se producirán
desde la fecha en la que se dictó el acto ex tunc.
El acto nulo no puede convalidarse en particular por el
paso del tiempo por tanto la nulidad se podrá invocar sé en
cualquier momento.
Los actos anulables producen efectos en tanto no sean
anulados; la sentencia que reconozca la invalidez tendrá
carácter constitutivo, por lo que la anulación producirá
efectos desde la fecha de la declaración de nulidad, ex
nunca.

El defecto temporal en el acto administrativo, art. 63.3 El acto anulable podrá ser convalidado, en particular, se
LRJPAC, es decir, la realización de actuaciones convalida era por el transcurso del tiempo y la anulación
administrativas fuera del tiempo establecido para ellas sólo sólo podrá ser invocada por quienes tengan interés en ello.
implicará la anulabilidad del acto administrativo cuando así
lo imponga la naturaleza del término o plazo, es decir, LOS LÍMITES DE LA INVALIDEZ: LA
cuando el término o plazo sea un elemento esencial del CONVALIDACIÓN, LA CONSERVACIÓN Y LA
contenido del acto, en el resto de supuestos el defecto CONVERSACIÓN
temporal será una irregularidad no invalidante.

21
La convalidación del acto administrativo será un acto independientes del primero ni la de las partes del acto
administrativo por el cual se subsanen los defectos del acto independientes de la parte viciada. La conservación de los
anterior, el cual será anulable ya que el acto nulo nunca es actos o partes del acto se efectuará por el órgano que
susceptible de convalidación. Existen dos fórmulas para declare la nulidad de actuaciones, el cual deberá disponer
efectuar la convalidación por ratificación o confirmación y siempre la conservación de aquellos actos y trámites cuyo
por saneamiento o subsanación. contenido hubiera permanecido igual de no haberse
cometido la infracción esta conservación se referirá tanto a
El art. 67.1 LRJPAC establece que la Administración podrá los actos nulos como a los anulables.
convalidar los actos anulables subsanando los vicios de que
adolezcan. Los efectos de esta convalidación se recogen en La conversión de los actos nulos o anulables, art. 65
el art. 67.2 LRJPAC, el acto de convalidación producirá LRJPAC, supone que aquellos actos nulos o anulables que,
efectos desde su fecha salvo lo dispuesto para la sin embargo, contengan elementos constitutivos de otro
retroactividad de los actos administrativos. El órgano distinto producirán los efectos de este último.
administrativo que debe efectuar la convalidación por ser el
competente será el mismo órgano que dictó el acto objeto
de la convalidación salvo en dos supuestos: cuando el vicio
consista en incompetencia no determinante de nulidad es
decir incompetencia jerárquica la convalidación podrá
realizarse por el órgano competente cuando sea superior
jerárquico del que dictó el acto viciado (art. 63.3 LRJPAC) y
cuando el vicio consista en la falta de alguna autorización,
podrá ser convalidado mediante el otorgamiento de dicha
autorización por el órgano competente para ello (art. 67.4
LRJPAC).

La conservación de los actos. El principio de conservación

se aplica tanto a los actos nulos de pleno derecho como a
los actos anulables. Se recoge en el art. 64 LRJPAC al
establecer que la nulidad o anulabilidad de un acto no
implica ni la de los sucesivos en el procedimiento que sean

22
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

INTRODUCCIÓN

Como señala el preámbulo de la Ley 39/2015, del 1 de

octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las
Administraciones Públicas (LCAP, de ahora en adelante), el
procedimiento administrativo se puede considerar como un
instrumento preventivo en la protección de los derechos de
los ciudadanos, porque se trata de la expresión clara que la
Administración Pública actúa con sumisión plena a la Ley y
al Derecho, como prescribe el artículo 103 de nuestra
vigente Constitución, del 27 de diciembre de 1978 (CE, en
adelante), según la cual “La Administración Pública sirve
como objetividad de los intereses generales y actúa de
acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía,
descentralización, desconcentración y coordinación, con
sumisión plena a la ley de Derecho”.

En este contexto, delante de la inseguridad jurídica

generada a veces por la existencia de procedimientos
administrativos demasiado complejos, se ha abordado la
reforma de la legislación existente, con la finalidad de

23
“ordenar y aclarar cómo se organizan y relacionan las
Administraciones tanto externamente (con los ciudadanos
y empresas) como internamente (con la resta de las
Administraciones e instituciones del Estado)”, y que se
articula “en dos ejes fundamentales: las relaciones ad
extra y ad intra de las Administraciones Públicas”, a través,
respectivamente, de la LPACAP y de la Ley 40/2015, del 1
de octubre, del Regimen Jurídico del Sector público (LRJSP,
en otras citas).
La LPACAP, en este sentido, establece “una regulación
completa y sistemática de las relaciones ad extra entre las
Administraciones y los administrados, tanto referente al
ejercicio de la potestad de autotutela y en virtud de la cual
se dictan actos administrativos que inciden directamente
es la esfera jurídica de los interesados, como en cuanto al
ejercicio de la potestad reglamentaria y la iniciativa
legislativa”, y que cada reunido en “un cuerpo legislativo
único la regulación de las relaciones ad extra de las
Administraciones con los ciudadanos como a ley
administrativa de referencia que se ha de complementar
con todo lo que prevé la normativa presupuestaria
respecto a las actuaciones de las Administraciones
Públicas, y que destaca especialmente la que prevé la Ley
Orgánica 1/2012, del 17 de abril, de Estabilidad
Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera; la ley 47/2003,
del 26 de noviembre, General Presupuestaria, y la Ley de
Presupuestos Generales del Estado”.
La LPACAP parte de las previsiones del mencionado art 103
CE, así como la del art 105 CE, en los apartados a y b de la
cual señalan que la ley regulará “la audiencia de los
ciudadanos, sia directamente la elaboración de las
disposiciones administrativas que la afecten” y “el
procedimiento a través del cual deben de producirse los
actos administrativos, y garantizar, cuando hiciese falta, la
audiencia del interesado”, y regula (la LPACAP) “los
derechos y garantías mínimas que corresponden a todos
los ciudadanos respecto de la actividad administrativa,
tanto en su basante del ejercicio de la potestad autotutela,
como la de la potestad reglamentaria e iniciativa
legislativa”.
El procedimiento administrativo lo conceptúa la LPACAP
como “el conjunto ordenado de trámites y actuaciones
formalmente realizadas, según el camino legalmente
previsto, para dictar un acto administrativo o expresar la
voluntad de la Administración”, y es común como
consecuencia “de su aplicación a todas las
Administraciones Públicas y respecto a todas sus
actuaciones”, sin agotar “las competencias estatales y
autonómicas para establecer especialidades ratione
materiae o para concretar ciertos aspectos (por ejemplo, el
órgano competente a resolver), de donde deriva que, como
ha reconocido el Tribunal Constitucional, las Comunidades
Autónomas puedan dictar “las normas del procedimiento
necesarias para la aplicación de su Derecho substantivo,
siempre que se respeten las reglas que, como son
24
competencia exclusiva del Estado, integran el concepto de
Procedimiento Administrativo Común con carácter básico”.
Después de que la LPACAP haga una referencia a las
principales normas que se han promulgado sobre el
procedimiento administrativo (Ley del Procedimiento
Administrativo del 17 de julio de 1958; Ley 30/1992, del
26 de noviembre, del Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento
Administrativo Común - LRJAP o PAC, ya nombradas, Y Ley
4/1999, del 13 de enero, de la modificación anterior), sin
olvidar la Ley 11/2007, del 22 de junio, de acceso
electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos,
señala que “en el entorno actual, la tramitación electrónica
no puede ser aún una forma especial de gestión de los
procedimientos, sino que debe constituir la actuación
habitual de las Administraciones”. Por eso, la LPACAP
aclara e integra el contenido de la LRJAP i PAC y de la
citada Ley 11/2007, del 22 de junio, y profundiza en la
agitación de los procedimientos con un pleno
funcionamiento electrónico, cosa que “repercutirá en un
mejor complimiento de los principios constitucionales de
eficacia y seguridad jurídica que deben de regir la
actuación de las Administraciones Públicas”.
Enfatiza este Preámbulo la necesidad de explicar “con una
nueva regulación que, acabando con la dispersión
normativa existente, refuerce la participación ciudadana, la
seguridad jurídica y la revisión del ordenamiento. Con
estos objetivos, se establecen por primera vez en una ley
las bases de acuerdo con las cuales se debe desplegar la
iniciativa legislativa y la potestad reglamentaria de las
Administraciones Públicas con el objeto de asegurar su
ejercicio de acuerdo con los principios de buena regulación,
garantizar de manera adecuada la audiencia y participación
de los ciudadanos en la elaboración de las normas y
conseguir la predictibilidad y la evaluación pública del
ordenamiento, como el colisionador imprescindible de
derecho constitucional a la seguridad jurídica”, la cual cosa
es crucial “en un Estado territorialmente descentralizado
en el cual coexisten tres niveles de Administración
territorial que proyectan su actividad normativa sobre
espacios subjetivos y geográficos en muchas ocasiones
coincidentes”.
El Preámbulo de la LPACAP, todo seguido, incide en las
principales novedades que contiene, y siguiendo el
contenido de sus 133 artículos, distribuidos en 7 títulos, 5
disposiciones adicionales, 4 disposiciones transitorias, 1
disposición derogatoria y 7 disposiciones finales.
CONSIDERACIONES GENERALES
DISPOSICIONES GENERALES
El Título Preliminar, sobre disposiciones generales, después
de abordar el ámbito objetivo y subjetivo de aplicación,
incluye como innovación en el objeto de la Ley, con
carácter básico, los principios que informan del ejercicio de
25
la iniciativa legislativa y la potestad reglamentaria de las
Administraciones.
Así mismo, impone una reserva de Ley por el
establecimiento de trámites adicionales o diferentes de los
considerados en este, sin perjuicio de respetar los ya
recogidos en Leyes especiales vigentes. A este efecto del
apartado 2 de la Disposición Adicional Primera de la
LPACAP, como se estudia en otro epígrafe de este Tema,
señala las actuaciones y procedimientos que se han de
regir por su normativa específica y supletoriamente por la
LPACAP (en materia tributaria, de Seguridad Social, entre
otras).
INTERESADOS EN EL PROCEDIMIENTO
El Título I, respecto a los interesados en el procedimiento,
regula las especialidades de la capacidad de obrar en el
ámbito del Derecho Administrativo, que estén por primera
vez en los grupos afectados, las uniones y entidades sin
personalidad jurídica y los patrimonios independientes o
autónomos cuando la Ley así lo declare expresamente.
En materia de representación, “se incluyen nuevos medios
para acreditar en el ámbito exclusivo de las
Administraciones Públicas, como son los de apoderamiento
apud acta, presencia o electrónico, o la acreditación de su
inscripción en el registro electrónico de apoderamientos de
la Administración Pública u Organismo competente.
Igualmente, se dispone la obligación de cada
Administración Pública de disponer de un registro
electrónico de apoderamientos, y las Administraciones
territoriales puede adherirse al del Estado, en la aplicación
del principio de eficacia, reconocido en el artículo 7 de la
Ley Orgánica 2/2012, del 227 de abril, Estabilidad
Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera”.
“Por otro lado, este título dedica parte de lo articulado a
una de las novedades más importantes de la Ley: la
separación entre identificación y firma electrónica y la
simplificación de los medios para acreditar la una o la otra,
de manera que, con carácter general, sólo hará falta la
primera, y se ejercerá la segunda cuando se haya
acreditado la voluntad y consentimiento del interesado. Se
establece, con carácter básico, un conjunto mínimo de
categorías de medios de identificación y firma a utilizar
para todas las Administraciones”.
ACTIVIDAD DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
El Título, dividido en dos Capítulos, trata de las normas
generales de actuación, y señala en el primero, como
novedad, los sujetos obligados a relacionarse
electrónicamente con las Administraciones Públicas, y
obliga a todas las Administraciones Públicas a “disponer de
un registro electrónico general o, su hiciese falta, adherirse
al de la Administración General del Estado (sobre el que
trata la Disposición Adicional Segunda de la Ley). Estos
registros deben de asistir a su primer turno para la actual
xarxa de oficinas en materia de registros, que pasan a
nombrarse oficinas de asistencia en materia de registros (a
26
las cuales se refiere la Disposición Adicional Cuarta de la
Ley), y que permiten a los interesados, en el caso de que
así lo deseen, presentar las nuevas solicitudes en papel,
las cuales se deben de convertir al formato electrónico”.
En materia de Archivos, como novedad, se obliga a cada
Administración Pública a “mantener un archivo electrónico
único (compatible con los diversos sistemas y xarxas de
archivos, singularmente con el Archivo Histórico Nacional)
de los documentos que correspondan a procedimientos
finalizados, así como la obligación de estos expedientes
sean conservados en un formato que permita garantizar la
autenticidad, integridad y conservación del documento”.
Incide en este Título sobre el régimen de validez y de
eficacia de las copias, y sobre eso se aclara y simplifica el
régimen actualmente vigente, así como se establece con
carácter general la obligación de las Administraciones
Públicas de no requerir documentos ya aportados por los
interesados, elaborados por las Administraciones Públicas o
documentos originales, excepto las excepciones que
considera la Ley, para la cual cosa el interesado puede
presentar con carácter general copias de documentos, bien
sean digitalizados por el mismo interesado o bien
presentados en soporte de papel.
Finalmente, obliga a las Administraciones Públicas a
“disponer de un registro o algún otro sistema equivalente
que permita dejar constancia de los funcionarios
habilidades para la realización de copias auténticas, de
manera que se garantiza que estas han estado expedientes
adecuadamente, y en el cual, sí así lo decide organizar
cada Administración, pueden constar también
conjuntamente los funcionarios dedicados a asistir a los
interesado en la utilización de medios electrónicos”.
En el capítulo II de este Título, dedicado a los términos y
términos, como principal novedad sobre el régimen vigente
se introduce (art 30) el cómputo de términos para por
horas y la declaración de los sábados como días inhábiles.
ACTOS ADMINISTRATIVOS
El Título III, mantiene en líneas generales el régimen de
actos administrativos, por el que hace a sus requisitos,
eficacia, nulidad y anulabilidad, e introduce importantes
novedades “en materia de notificaciones electrónicas, que
deben de ser preferentes y se deben de hacer a la sede
electrónica o a la dirección única habilitada, según
corresponda. Así mismo, se incrementa la seguridad
jurídica de los interesados, la cual establece nuevas
medidas que garantizan el conocimiento de la puesta a la
disposición de las notificaciones como ahora: el envío de
avisos de notificación, siempre que esto sea posible, a los
dispositivos electrónicos y/o a la dirección de correo
electrónico que el interesado haya comunicado, así como el
acceso a sus notificaciones a través del Punto de Acceso
General Electrónico de la Administración que debe
funcionar como un portal de entrada”, sin que pueda
olvidarse la notificación por medio de un anuncio publicado
27
en el BOE, a que se refiere la Disposición Adicional Tercera
de la Ley.
En esta materia, debe de destacarse la previsión del
apartado 2 del artículo 42 LPACAP, que difiere
favorablemente del antiguo párrafo según el apartado 2 del
art 59 de la LRJAP y PAC, en el sentido que, aparte de
incorporar lo que hace referencia a la edad de mayor de 14
años, señala cómo debe de efectuarse el segundo intento
de notificación y al margen de diferencia entre una
notificación y otra, cuando prescribe que “en caso de que
el primer intento de notificación se haya hecho antes de las
15 horas, el segundo intento se debe hacer después de 15
horas y viceversa, dejando en todo caso, al menos, un
margen de diferencia de 3 horas entre los dos intentos de
notificación”. De esta manera, salva la interpretación
desafortunada que dió la Sala Tercera del Tribunal
Supremo, en Sentencia del 28 de octubre de 2004 (BOE
núm 311, del 27 de diciembre de 2004), que fijó como
doctrina legal “que, a efecto de cumpli el art 59.2 de la Ley
30/1992, del 26 de noviembre, reformada por la Ley
4/1999, del 13 de enero, la expresión en una hora
diferente determina la validez de cualquier notificación que
guarde una diferencia de al menos 60 minutos a la hora en
la que se practicó el primer intento de notificación”.
DISPOSICIONES SOBRE EL PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO COMÚN
El Título IV trata sobre las disposiciones sobre el
procedimiento administrativo común, integrando como
especialidades de estas los anteriores procedimientos
especiales sobre potestad sancionadora y responsabilidad
patrimonial de la Administración, cosa que, a nuestro
juicio, genera una dispersión innecesaria y
contraproducente dadas las materias que se refiere,
singularmente la sancionadora, que se podían haber
incorporado a esta LPACAP como procedimientos
especiales, singularmente considerados, al margen de los
principios generales de estos (que se deben de recoger en
los arts 25 a 31, respecto a la potestad sancionadora, y 32
a 37, sobre la responsabilidad patrimonial, de la LRJSP)
En línea con los objetivos de la Ley, se incorpora en este
Título el uso generalizado y obligatorio de los medios
electrónicos, así como la regulación del expediente
administrativo, su formato electrónico y los documentos
que deben de integrarlo.
Cabe destacar, como novedad, la tramitación simplificada
del procedimiento administrativo común, a la cual se
refiere el art 96 de la Ley, en el cual se establece su
ámbito objetivo de aplicación, el plazo máximo de
resolución (ha de ser en 30 días) y los trámites de los
cuales constará.
REVISIÓN DE ACTOS EN VÍA ADMINISTRATIVA
El título V se dedica a la revisión de los actos en vía
administrativa, con una regulación similar a la de LRJAP y
28
PAC, e introduce como novedades la posibilidad de
suspensión del plazo para resolver hasta que recaiga
pronunciamiento judicial, cuando una Administración debe
de resolverse una pluralidad de recursos administrativos
que lleven causa de un mismo acto administrativo y se
haya interpuesto un recurso judicial contra una resolución
administrativa o contra el correspondiente acto presunto
desestimatorio.
Así mismo, la supresión de las reclamaciones previas a la
vía civil y laboral.
INICIATIVA LEGISLATIVA Y POTESTAD NORMATIVA
DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS
El Título VI, finalmente, trata de estas materias, y recoge
los principios a los cuales debe ajustarse su ejercicio, se
puede destacar:
a) El incremento de la participación de los ciudadanos
en el procedimiento de la elaboración de normas, y
se debe recaptar, “con carácter previo a la
elaboración de la norma, la opinión de los
ciudadanos y de empreses sobre los problemas que
se pretenden solucionar con la iniciativa, la
necesidad y oportunidad de su aprobación, los
objetivos de la norma y las posibles soluciones
alternativas regulatorias y no reguladoras”.
b) La planificación normativa ex ante, a los efectos de
la cual “todas las Administraciones deben de
divulgar un Plan Anual Normativo en el cual se
regulen todas las propuestas con rango de ley o de
reglamento que deben de ser elevadas para su
aprobación al año siguiente”.
c) La evaluación ex post, juntamente con el deber de
revisar de manera continua la adaptación de la
normativa a los principios de buena regulación, y se
impone “la obligación de evaluar periódicamente la
aplicación de las normas en vigor, con el objeto de
comprobar si han cumplido los objetivos perseguidos
y el coste y cargas derivados de estas, si estaba
justificado y adecuadamente valorado”.
ESTRUCTURA
La LPACAP consta de 133 artículos, distribuidos en 7
Títulos, 5 Disposiciones Adicionales, 5 Disposiciones
Transitorias, una Disposición Derogatoria y 7 Disposiciones
Finales.
En concreto, los Títulos tratan de:
a) Título Preliminar: Disposiciones generales
b) Título I: de los interesados en el procedimiento
c) Título II: de la actividad de las Administraciones
Públicas
d) Título III: de los actos administrativos
29
 e) Título IV: de las disposiciones sobre el procedimiento
administrativo común
f) Título V: de la revisión de los actos en vía
administrativa
g) Título VI: de la iniciativa legislativa y de la potestad
para dictar reglamentos y otras disposiciones.
OBJETO Y ÁMBITO DE LA APLICACIÓN
OBJETO
Según el art 1, la LPACAP, “tiene por objeto regular los
requisitos de validez y eficacia de los actos administrativos,
el procedimiento administrativo común a todas las
Administraciones Públicas, incluyendo el sancionador y el
de reclamación de responsabilidad de las Administraciones
Públicas, así como los principio a los cuales se debe ajustar
el ejercicio de la iniciativa legislativa y la potestad
reglamentaria.
Solo mediante la ley, cuando resulte eficaz, proporcionado
y necesario para lograr las finalidades propias del
procedimiento, y de manera motivada, se pueden incluir
trámites adicionales o diferentes de los que prevé esta Ley.
Reglamentariamente se pueden establecer especialidades
del procedimiento referidas a los órganos competentes,
términos propios del procedimiento concreto por razón de
la materia, formas de iniciación y final, publicación e
informes que se deben solicitar”.
ÁMBITO DE APLICACIÓN
El art 2 LPACAP se refiere al ámbito subjetivo de
aplicación, que prescribe:
1. La presente Ley se aplica al sector público cuando
comprende
a) La Administración General del Estado (sobre la cual
incide especialmente la Ley 40/2015, del 1 de
octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público -
LRJSP)
b) Las Administraciones de las Comunidades
Autónomas (hay que tener en cuenta lo que dispone
los respectivos Estatutos de Autonomía y su
legislación de despliegue)
c) Las Entidades, que integran la Administración Local
(respecto de la cual debe de tenerse en cuenta, con
carácter básico, la Ley 7/1985 m del 2 de abril,
reguladora de las Bases del Régimen Local -LBRL, en
adelante)
d) El sector público institucional (del que trata la citada
LRJSP)
2. El sector público institucional se integra por:
30
a) Cualquier organismo público y entidad de derecho RÉGIMEN TRANSITORIO, DEROGATORIO Y ENTRADA
público vinculados o dependiente de las EN VIGOR
Administraciones Públicas
RÉGIMEN TRANSITORIO
b) Las entidades de derecho privado o dependientes de
las Administraciones Públicas, que están sujetas a lo Las cinco Disposiciones Transitorias de la LPACAP se
que disponen las normas de esta Ley que se refieren refieren a:
específicamente, y en todo caso, cuando ejercer
1. El archivamiento de documentos (Disposición
potestades administrativas.
Transitoria Primero) que dispone:
c) Les Universidades Públicas, que están regidas por su
a) El archivamiento de documentos que
normativa específica, y supletoriamente, por las
correspondan a procedimiento administrativos
previsiones de esta Ley (y sobre esto deberá tener
ya iniciados antes de la entrada en vigor de la
en cuenta, con carácter general, lo que dispone la
presente Ley que se rige por lo que dispone l
Ley Orgánica 6/2001, del 21 de diciembre, de
normativa anterior
Universidades)
b) Siempre que sea posible, los documentos en
3. Tienen la consideración de Administraciones Públicas
papel asociados a procedimiento
la Administración General del Estado, las
administrativos finalizados antes de la entrada
Administraciones de las Comunidades Autónomas,
en vigor de esta Ley, se deben de digitalizar
las Entidades que integran la Administración Local,
de acuerdo con los requisitos establecidos en
así como los organismos públicos y entidades de
la normativa reguladora aplicable.
derecho público que prevé la letra a) del apartado 2
anterior. 2. El registro electrónico y archivo electrónico
único (Disposición Transitoria Segunda), que
4. Las corporaciones de Derecho Público se rigen por
prescribe que, mientras no entren en vigor las
su normativa específica en el ejercicio de las
previsiones relativas al registro electrónico y al
funciones públicas que le han estado atribuidas por
archivo electrónico único, en el ámbito de la
Ley o delegadas por una Administración Pública y,
Administración General del Estado se deben de
supletoriamente, por esta Ley.
aplicar los registros siguientes:

31
 a) Durante el primer año, después de la entrada
en vigor de la Ley, se pueden mantener los
registros y archivos existentes en el momento
de la entrada en vigor de esta Ley
b) Durante el segundo año, después de la
entrada en vigor de esta Ley, se deben de
disponer, como máximo, de un registro
electrónico y un archivo electrónico para cada
Ministerio, así como de un máximo electrónico
por cada Organismo público.
3. El registro transitorio de los procedimientos
(Disposición Transitoria Tercera)
a) A los procedimientos ya iniciados antes de la
entrada en vigor de la Ley, a esta no les son
aplicables, y se rigen por la normativa
anterior.
b) Los procedimientos de revisión de oficio
iniciados después de la entrada en vigor de la
presente Ley se han de substanciar por las
normas que se establezcan.
c) Los actos y resoluciones dictados
posteriormente a la entrada en vigor de esta
Ley se rigen, por lo que hace al régimen de
recursos, por sus disposiciones.
d) Los actos y resoluciones pendientes de
ejecución a la entrada en vigor de esta Ley se
rigen por su ejecución por la normativa
vigente cuando se dictó.
e) A falta de previsiones expresas establecidas
en las disposiciones legales y reglamentarias
correspondientes, las cuestiones de Derecho
transitorio que se susciten en materia de
procedimiento administrativo se deben de
resolver de acuerdo con los principios
establecidos en los apartados anteriores.
4. El régimen de los archivos, registros y punto de
acceso general (Disposición Transitoria Cuarta),
sobre el cual se establece que, mientras no entren
en vigor las previsiones relativas al registro
electrónico de apoderamientos, registro electrónico,
punto de acceso general electrónico de la
Administración y archivo único electrónico, las
Administraciones Públicas deben de mantener los
mismos canales, mediante o sistemas electrónicos
vigentes relativos a las materias mencionadas, que
permiten garantizar el derecho de las personas a
relacionarse electrónicamente con las
Administraciones.
5. Los procedimiento de responsabilidad
patrimonial derivados de la declaración de
inconstitucionalidad de una norma o su
32
 carácter contrario al Derecho de la Unión
Europea (Disposición Transitoria Quinta), que
dispone que los procedimientos administrativos de
responsabilidad patrimonial derivados de la
declaración de inconstitucionalidad de una norma o
de su carácter contrario al Derecho de la Unión
Europea, iniciados con anterioridad a la entrada en
vigor de esta Ley, de acuerdo con la normativa
vigente en el momento en el que se inició.
RÉGIMEN DEROGATORIO
Según la Disposición Derogatoria única:
1. Quedan derogadas todas las normas del mismo
rango o inferior en lo que contradigan o se opongan
a lo que dispone la presente Ley
2. Quedan derogadas expresamente las disposiciones
siguientes:
a) Ley 30/1992, del 26 de noviembre, de
Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo
Común.
b) Ley 11/2007, del 22 de junio, de acceso
electrónico, de los ciudadanos a los Servicios
Públicos.
c) Los artículos 4 a 7 de la Ley 2/2011, del 4 de
marzo, de la Economía Sostenible
d) Real decreto 429/1993, del 26 de marzo, por
el cual se aprueba el Reglamento de los
procedimientos de las Administraciones
Públicas en materia de responsabilidad
patrimonial.
e) Real decreto 1398/1992, del 4 de agosto, por
el cual se aprueba el Reglamento del
Procedimiento por el Ejercicio de la Potestad
Sancionadora.
f) Real decreto 772/1999, del 7 de mayo, por el
cual se regula la presentación de solicitudes,
escritos y comunicaciones delante de la
Administración General del Estado, la
expedición de copias de documentos y
devolución de originales y el régimen de las
oficinas de registro.
g) Los artículos 2.3, 10, 13, 14, 15, 16, 26, 17,
28, 29.1d), 31, 32, 33, 35, 36, 39, 48, 50, de
los apartados 1, 2 y 4 de la disposición
adicional primera, la disposición adicional
tercera, la disposición transitoria primera, la
disposición transitoria segunda, la disposición
transitoria tercera y la disposición transitoria
cuarta del Real Decreto 1671/2009, del 6 de
noviembre, por lo que se despliega
parcialmente la Ley 11/2007, del 22 de junio,
33
 de acceso electrónico de los ciudadanos a los
Servicios Públicos.
Hasta que, de acuerdo con lo que dispone la
disposición final 7, producen efectos las
previsiones relativas al registro electrónico de
apoderamientos, registro electrónico, punto
de acceso general electrónico de la
Administración y archivo único electrónico, se
mantienen en vigor los artículos de las
normas previstas en las letras a), b) y g)
relativos a las materias mencionadas.
3. Las referencias contenidas en normas vigentes a las
disposiciones que se derogan expresamente se
deben de entender efectuadas a las disposiciones de
esta Ley que regulan la misma materia que aquellas.
ENTRADA EN VIGOR
La Disposición Final Sexta prescribe que la LPACAP entra
en vigor al cabo de 1 año de su publicación en el BOE, es
decir, que entra en vigor el 2 de octubre de 2016.
No obstante a esto, las previsiones relativas al registro
electrónico de apoderamientos, registro electrónico,
registro de empleados públicos habilitados, punto de
acceso general electrónico de la Administración y archivo
único electrónico producen efectos al cabo de 2 años desde
la entrada en vigor de la Ley.
CONCEPTO DEL PROCEDIMIENTO
El procedimiento administrativo es, como señalaba la
Exposición de Motivos de la ley de Procedimiento
Administrativo, del 17 de julio de 1958 (LPA, de ahora en
adelante) “la vida formal de la serie de actos en que se
concreta la actuación administrativa para la realización de
una finalidad”.
La administración, para dictar los actos administrativos, no
puede actuar a su libre albedrío, como cualquier particular
en un asunto de menor importancia, sino que debe de
seguir unos trámites previamente establecidos, que, en
definitiva, aunque la experiencia pudiese llevar a pensar
que es un lío de cruces burocráticos usados como
entretenimiento de funcionarios ociosos, está previsto
como garantía del ciudadano, tanto con la finalidad de que
el acto que se derive sea ajustado al ordenamiento
jurídico, como para que el mismo administrado pueda, si
hiciera falta, para el examen de este, fiscalizar la actuación
de la Administración.
Por otra parte, el procedimiento se materializa en el
expediente administrativo que, como veremos, define el
art 70.1 LPACAP como el conjunto ordenado de
documentos y actuaciones que sirven de antecedentes y
fundamentos a la resolución administrativa, así como las
diligencias encaminadas a ejecutarla.
El apartado 2 de este artículo, en este contexto, dispone
que los expedientes deben de tener formato electrónico y
34
se han de formar mediante la agregación ordenada de
todos los documentos, pruebas, dictámenes, informes,
acuerdos, notificaciones y otras diligencias que los hayan
de integrar, así como un índice numerado de todos los
documentos que contengan cuando se remita. Así mismo,
ha de constar en el expediente una copia electrónica
certificada de la resolución adoptada.
En términos similares, a resguardo del hecho relativo al
formato y copia electrónicos, se pronuncia el art 164.1 del
Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen
Jurídico de las Entidades Locales, aprobado por el Real
Decreto 2568/1986, del 28 de noviembre (ROFRJEL, en
adelante), según el cual es “el conjunto ordenado de
documentos y actuaciones que sirven de antecedentes y
fundamento a la resolución administrativa, así como las
diligencias encaminadas a ejecutarla”. “Los expedientes -
dice el nombre 2n de este art 164 - se forman mediante la
agregación sucesiva de todos los documentos, pruebas,
dictámenes, decretos, acuerdos, notificaciones y otras
diligencias que los hayan de integrar, y sus hojas útiles
deben de estar rubricados por los funcionarios encargados
de tramitarlos”.
CLASES
En vista de la nueva normativa reguladora del
procedimiento administrativo, contenida en la LPACAP, la
primera esencial clasificación que se ha de hacer se basa
en la distinción entre un procedimiento administrativo
común o general, aplicable por igual a todas las
Administraciones Públicas y contenido en esta Ley, que
puede tener una tramitación ordinaria o una tramitación
simplificada, y diversos procedimientos especiales,
recogidos por esta Ley (por ejemplo, las singularidades que
contiene respecto a los procedimientos en materia de
potestad sancionadora y responsabilidad patrimonial de las
Administraciones Públicas) o a las cuales esta se remite
(por ejemplo, los procedimientos especiales por la razón de
la materia a las cuales se refiere la Disposición Adicional
Primera de la misma LPACAP).
En concreto, esta Disposición Adicional Primera señala que
los procedimientos administrativos regulados en leyes
especiales por razón de la materia que no exijan alguno de
los trámites que prevé esta Ley o regulan trámites
adicionales o diferentes rigen, respecto a estos, por lo que
disponen estas leyes especiales. Las siguiente actuaciones
y procedimientos se deben de regir por su normativa
específica y, supletoriamente, por lo que dispone esta ley:
a) Las actuaciones y los procedimientos de aplicación
de los tributos en materia tributaria y aduanera, así
como su revisión en vía administrativa
b) Las actuaciones y los procedimientos de gestión,
inspección, liquidación, recaptación, impugnación y
revisión en materia de Seguridad Social y
desocupación.
35
 c) Las actuaciones y los procedimientos sancionadores
en materia tributaria y aduanera, en el orden social,
en materia de tráfico y seguridad viaria y en materia
de extranjería.
d) Las actuaciones y los procedimientos en materia de
extranjería y asilo.
En función del tiempo en que se deben de desarrollar los
procedimientos, sobre la base de las prescripciones del art
33 LPACAP, se puede, también distinguir entre el
procedimiento ordinario, el procedimiento de tramitación
simplificada (regulado en el 96 LPACAP) y el procedimiento
de urgencia, que puede acordarse, de oficio o a petición
del interesado “cuando razones de interés público lo
aconsejen”, y que se aplica al procedimiento “la
tramitación de urgencia, para la cual se reducen a la mitad
los trámites establecidos por el procedimiento ordinario,
menos de los relativos a la presentación de solicitudes y
recursos”, sin que contra el acuerdo que declare esta
tramitación de urgencia se pueda interponer ningún
recurso, sin perjuicio del que sea procedente contra la
resolución que ponga fin al procedimiento.
Finalmente, se puede hablar de:
a) Procedimientos declarativos, que se orienten a la
elaboración de una decisión, el diferente carácter de
la cual da lugar, a su entorno, a otras subespecies:
así, por ejemplo, el procedimiento sancionador (o
disciplinario, si hiciese falta, cuando se trata de la
imposición de sanciones al personal al servicio de las
Administraciones Pública), o el procedimiento de
revisión de los actos, sea de oficio por la misma
Administración, sea a través de los recursos
administrativos planteados por particulares.
b) Procedimientos ejecutivos, que tienden a la
realización material de una decisión anterior ya
definitiva, como, por ejemplo, el procedimiento de
ejecución.
c) De simple gestión, que suelen tener una finalidad de
tipo técnico y de carácter esencialmente interno
(aunque nunca del todo, en la medida que los
resultados trascienden al exterior), preparatoria de
una decisión ulterior.
DERECHOS DEL INTERESADO EN EL PROCEDIMIENTO
ADMINISTRATIVO
La LPACAP ha distinguido los derechos del interesado en el
procedimiento, que recoge en el art 53, los derechos de las
personas en sus relaciones con las Administraciones
Públicas, a los cuales dedica el art 13.
Según el art 53 LPACAP:
1. Aparte de la resta de los derechos que prevé esta
Ley, los interesados en un procedimiento
administrativo tiene los derechos siguientes:
36
a) A conocer, en cualquier momento, el estado
de la tramitación de los procedimientos en
que tengan la condición de interesados; el
sentido del silencio administrativo, que
corresponda, en caso que la Administración no
dicte y notifique una resolución expresa
dentro del plazo; el órgano competente para
su instrucción, si hiciese falta, y la resolución;
y los actos de trámite dictados. Así mismo,
también tiene derecho a acceder y a obtener
una copia de los documentos contenidos en
los procedimientos mencionados (y sobre eso
deberá tener en cuenta las previsiones del art
27 de esta LPACAP, sobre la validez y eficacia
de las copias realizadas por las
Administraciones Públicas).
Los que se relacionen con las administraciones
públicas a través de medios electrónicos
tienen derecho a consultar la información a lo
que se refiere al párrafo anterior, en el punto
de acceso general electrónico de la
Administración, que funciona como un portal
de acceso. Se entiende completa la obligación
de la Administración de facilitar copias de los
documentos contenidos en los procedimientos
mediante la puesta a disposición de las copias
en el punto de acceso general electrónico de
la Administración Competente o en sus
electrónicas que correspondan (respecto a
este Punto de Acceso, debe de tenerse en
cuenta el ue dispone el Orden
HAP/1949/2014, del 13 de octubre, por el
cual se regula el Punto de Acceso General de
la Administración General del Estado y se crea
su sede electrónica)
b) A identificar las autoridades y al personal al
servicio de las Administraciones Públicas bajo
la responsabilidad de las cuales se tramitan
los procedimientos (a este efecto por
Resolución del 3 de febrero de 1993, de la
Secretaría del Estado para la Administración
Pública, se definió el sistema de identificación
comuna del personal al servicio de la
Administración General del Estado).
c) A no presentar documentos originales a no ser
que, de manera excepcional, la normativa
reguladora aplicable establezca lo contrario.
En caso que, excepcionalmente, deban
presentar un documento original, tienen
derecho a obtener una copia autenticada.
d) A no presentar datos y documentos no
exigidos por las normas aplicables al
procedimiento de que se trate, que ya estén
en poder de las Administraciones Públicas o
que hayan estado elaboradas por estas (sobre
este aspecto, hay que tener en cuenta el Real
37
 Decreto 522/2006, del 28 de abril, por el cual
se suprime la aportación de fotocopias de
documentos de identidad en los
procedimientos administrativos de la
Administración General del Estado y de los
organismos públicos vinculados o que
dependen, y el Real Decreto 523/2006, del 28
de abril, por el cual se suprime la exigencia de
aportar el certificado de empadronamiento,
como documento probatorio del domicilio y
residencia, en los procedimientos
administrativos de la Administración General
del Estado y de sus organismos públicos
vinculados o que dependen, así como el Real
Decreto 1465/1999, del 17 de septiembre,
por el cual se establecen criterios de imagen
institucional y se regula la producción
documental y el material impreso de la
Administración General del Estado, modificado
por el Real Decreto 209/2003, del 21 de
febrero, por el cual se regulan los registros y
las notificaciones telemáticas, así como la
utilización de medios telemáticos para la
substitución de la aportación de certificados
por los ciudadanos).
e) A formular alegaciones, utilizar los medios de
defensa admitidos por el Ordenamiento
Jurídico, y a aportar documentos en cualquier
fase del procedimiento anterior al trámite de
audiencia, que deben de ser tenidos en cuenta
por el órganos competente en redactar la
propuesta de resolución (hay que tener en
cuenta lo que dispone el art 76 de esta
LPACAP)
f) A obtener información y orientación sobre los
requisitos jurídicos o técnicos que las
disposiciones vigentes impongan a los
proyectos, actuaciones o solicitudes que se
propongan llevar a cabo (sobre esto hay que
tener en cuenta el Real Decreto 208/1996, del
9 de febrero, por el cual se regulan los
servicios de información administrativa y
atención al ciudadano).
g) A actuar asistidos de un asesor cuando lo
consideren conveniente en defensa de sus
intereses
h) A cumplir las obligaciones de pago a través de
los medios electrónicos que prevé el art 98.2
i) Cualquier otra que la reconozca la
Constitución (por ejemplo, en el art 14 a 52) y
las leyes (entre otra, art 19 de esta LPACAP,
sobre el derecho a no comparecer delante de
la Administración Pública, a menos que se
exija por Ley Formal, o art 75.3, sobre la
compatibilidad con sus obligaciones laborales
o profesionales cuando se requiera la
38
 intervención de un interesado en los actos de disposiciones, a que se dedica el Título VI de la
instrucción de un procedimiento). LPACAP

2. Aparte de los derechos que prevé el apartado b) El procedimiento sancionador

anterior, en el caso de los procedimientos
administrativos de naturaleza sancionadora c) El procedimiento sobre la responsabilidad
(respecto de lso cuales debe de tenerse en cuenta el patrimonial de las Administraciones Públicas
que disponen los art 60.2, 62,4, 63 y 64 de esta Ley,
La Disposición Adicional Primera de esta LPACAP, sobre
y en los arts 25 a 31, incluidos, de la LRJSP) los
especialidades por razón de la materia, dispone que los
presuntos responsables tiene los derechos
procedimientos regulados en Leyes especiales por razón de
siguientes:
la materia que no exijan alguno de los trámites que prevé
a) A ser notificados de los hechos que se le
la LPACAP o regulen trámites adicionales o diferentes, que
imputen, de las infracciones que tales hechos
se rigen, respecto a estos, por el que se disponen estas
puedan constituir y de las sanciones que, si
Leyes especiales.
hiciese falta, se les podrían imputar, así como
de la identidad del instructor, de la autoridad En concreto, se rigen por su normativa específica y,
competente para impulsar la sanción y de la supletoriamente, por lo que dispone la LPACAP las
norma que atribuya esta competencia actuaciones y procedimientos siguientes:

b) A la presunción de inexistencia de 1. Las actuaciones y procedimientos de aplicación de

responsabilidad administrativa mientras no tributos en materia tributaria y aduanera, así como
sea demostrado lo contrario. su revisión en vía administrativa (sobre el que
debemos tener en cuenta las previsiones de la Ley
REFERENCIA A LOS PROCEDIMIENTOS ESPECIALES
58/2003, del 17 de diciembre, General Tributaria, así
Dentro de los procedimientos especiales podemos como del Real Decreto 520/2005, del 13 de mayo,
distinguir: por el cual se aprueba el Reglamento General de
despliegue de la Ley 58/2003, del 17 de diciembre,
a) El procedimiento sobre la iniciativa legislativa y la General Tributaria, en materia de revisión
potestad para dictar reglamentos y otras administrativa).

39
2. Las actuaciones y procedimientos de gestión, Real decreto 320/1994, del 25 de febrero, por el
inspección, liquidación, recaptación, impugnación y cual se aprueba el Reglamento de procedimiento
revisión en materia de Seguridad Social y sancionador en materia de tránsito, circulación de
Desocupación (respecto a ello hay que tener en vehículos de motor y seguridad viaria, objeto de
cuenta lo que dispone el Real Decreto Legislativo sucesivas modificaciones posteriormente y, en
8/2015 del 30 de octubre, por el que se aprueba el materia de extranjería, de muy modificada Ley
Texto Difuso de la Ley General de la Seguridad Orgánica 4/2000, del 11 de enero, sobre los
Social, y la Ley 36/2011, del 10 de octubre, derechos y libertades de los estrangero en España y
reguladora de la jurisdicción social derogada su integración social y su normativa de despliegue)
parcialmente y modificada con posterioridad). 4. Las actuaciones y procesos en materia de
3. Las actuaciones y procedimientos sancionadores en extranjería y asilo (sobre la cual, aparte de la
materia tributaria y aduanera, en el orden social, en nombrada Ley Orgánica 4/2000, del 11 de enero, se
materia de tránsito y seguridad viaria y en materia debe de tener en cuenta lo que dispone la Ley
de extranjería (sobre el que hay que tener en 12/2009, del 30 de octubre, reguladora del derecho
cuneta, en materia tributaria, el Real Decreto al asilo y de la protección subsidiaria, modificada por
2063/2004, del 15 de octubre, por el cual se la Ley 2/2014, del 25 de marzo, de Acción y de
aprueba el Reglamento general del régimen Servicio Exterior del Estado.
sancionador tributario; en materia de orden social,
el Real Decreto Legislativo 5/2000, del 4 de agosto
por el cual se aprueba el Texto Refundido de la Ley
sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social,
muy modificado, así como el también afectado Real
Decreto 928/1998, del 14 de mayo, por el cual se
aprueba el Reglamento general sobre
procedimientos por la imposición de sanciones por
infracciones en el orden social y por los expedientes
liquidatorios de cuotas de la Seguridad Social; en
materia de tránsito, circulación de vehículos a motor
y seguridad vial, aprobado por el Real Decreto
Legislativo 6/2015, del 30 de octubre así como el

40
REVISIÓN DE OFICIO

INTRODUCCIÓN

Partiendo del hecho que los actos administrativos disfrutan

de una presunción de validez ex-art 39.1 de la Ley
39/2015, del 1 de octubre, del Procedimiento
Administrativo Común de las Administraciones Públicas
(LPACAP, ahora en adelante), esto no significa que
realmente lo sean, sino que con más frecuencia de laque
querríamos incurren en algún vicio que los hace nulos de
pleno o de anulables.

A estos efectos, la Ley permite a la Administración que, por

sí misma, sin ser impelida por los interesados, puedan
revisar de oficio sus actos administrativos, y retirarlo del
mundo del Derecho.

En otras ocasiones, son los particulares interesados los

que, a través de la interposición de los correspondientes
recursos administrativos, si hiciese falta, contención

41
administrativa, obligan a la Administración a efectuar esta
retirada, en vía administrativa o en vía jurisdiccional,
respectivamente.
REVISIÓN DE OFICIO
INTRODUCCIÓN
Es la efectuada motu proprio por la Administración, a los
efectos de la cual, para impedir una conducta arbitraria por
parte de esta, que generaría una absoluta inseguridad
jurídica (cosa que está absolutamente prohibida por el art
9.3 CE, cuando consagra el principio de interdicción de la
arbitrariedad de la Administración pública y el principio de
seguridad jurídica), la Ley, excepto en depósitos taxados,
le obliga a seguir un procedimiento que tiene carácter ad
solemnitatem, esencial, de manera que su omisión
implicaría la nulidad de pleno derecho de acto por el cual
se revisa.
Este procedimiento se contiene en los arts 106 a 111
LPACAP, y se pueden distinguir diversos supuestos.
En particular, por lo que hace a la Administración General
del Estado, el art 111 LPACAP dispone que, en el ámbito
estatal, son competentes para la revisión de oficio de las
disposiciones y los actos administrativos nulos y anulables:
1. El Consejo de Ministros, respecto a los de sus
propios actos y disposiciones y de los actos y
disposiciones dictados por los Ministros
2. En la Administración General del Estado:
a) Los Ministros, respecto a los actos y
disposiciones de los Secretarios del Estado y
los dictados por órganos directivos de su
Departamento no dependientes de una
Secretaria de Estado.
b) Los Secretarios de Estado, respecto a los
actos y disposiciones dictados por los órganos
directivos que dependen.
3. En los Organismos Públicos y las entidades del
derecho público vinculados o dependientes de la
Administración General del Estado.
a) Los órganos a los cuales estén adscritos a los
Organismos públicos y entidades de derecho
público respecto de los actos y disposiciones
dictados por el máximos órgano rector de
estas.
b) Los máximos órganos rectores de los
Organismos públicos y entidades de derecho
público, respecto a los actos y disposiciones
dictados por los órganos que dependen.
La revisión de oficio de los actos administrativos y en
materia tributaria se ajusta a lo que disponen los arts 21 a
120 LGT y disposiciones dictadas en desplegamiento y
42
aplicación de esta, en concreto en los temas del
Reglamento general de desplegamiento de la Ley 58/2003,
del 17 de diciembre, General Tributarria, en materia de
revisión en vía administrativa, aprobado por el Real
Decreto 520/2005, del 13 de mayo.
3. El órgano competente para la revisión de oficio
REVISIÓN DE ACTOS NULOS
De acuerdo con el artículo 106 LPACAP:
1. Las Administraciones Públicas, en cualquier
momento, por iniciativa propia o a solicitud de
interesado, y con el dictamen favorable previo del
Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente
de la Comunidad Autónoma, si lo hubiese, deben de
declarar de oficio la nulidad de los actos
administrativos que hayan puesto fin a la vía
administrativa o que no hayan estado reconocidos
dentro del plazo, en los supuestos que prevé el
artículo 47.1 (los considerados nulos de pleno
derecho)
2. Así mismo, en cualquier momento, las
4. Las Administraciones Públicas, al declarar la nulidad
Administraciones Públicas de oficio, y con el
dictamen favorable previo del Consejo de Estado u
órgano consultivo equivalente de la Comunidad
Autónoma, si lo hay, pueden declarar la nulidad de
las disposiciones administrativas en los supuestos
que prevé el art 47.2 (los que vulneren la
Constitución, las leyes o otras disposiciones
administrativas de rango superior, las que regulen
materias reservadas a la Ley, y las que establezcan
la retroactividad de disposiciones sancionadoras no
favorables o restrictivas de derechos individuales)
puede acordar motivadamente la inadmisión a
trámite de las solicitudes formuladas por los
interesados, sin necesidad de solicitar Dictamen del
Consejo de Estado u órgano consultivo de la
Comunidad Autónoma, cuando éstas no se basen en
alguna de las causas de nulidad del artículo 47.1 (a
diferencia del que se establece la LRJAP y PAC), que
hacía extensiva esta posibilidad a todo el artículo 62
de esta, y que incluye la nulidad de las disposiciones
del apartado 2, aquí se restringen los actos nulos de
pleno derecho, y de esto podemos deducir que no
puede acordarse esta inadmisión en los supuestos
del art 47.2 o manifestamiento sin fundamento, así
como en el caso que se hayan desestimado por lo
que hace al fondo otras solicitudes sustancialmente
iguales.
de una disposición o acto, pueden establecer, en la
misma resolución, las indemnizaciones que sean
43
 procedentes reconocer a los interesados, si se dan
las circunstancias que prevén los artículos 32.2 (que
el daño alegado sea efectivo, evaluable
económicamente e individualizado en relación con
una persona o grupo de personas) y 34.1 (que se
trate de lesiones producidas al particular
provenientes de daños que este no tenga el derecho
jurídico de soportar de acuerdo con la Ley, sin que
sean indemnizados los daños que se deriven de
hechos o circunstancia que no se hayan podido
prever o evitar según el estado de los conocimientos
de la ciencia o de la técnica existentes en el
momento de producción de ellos, todo esto sin
perjuicio de las prestaciones asistenciales o
económicas que las leyes puedan establecer en
estos casos) de la Ley de Regimen Juridico del
Sector Público (la Ley 40/2015 del 1 de octubre) sin
perjuicio que, tratándose de una disposición
subsistan los actos firmes dictados en aplicación de
esta.
5. Cuando el procedimiento se haya iniciado de oficio,
el transcurso del plazo de seis meses después del
inicio sin que haya dictado ninguna resolución
produce la caducidad. Si el procedimiento se ha
iniciado a solicitud del interesado, esta se puede
entender desestimada por silencio administrativo.
REVISIÓN DE ACTOS ANULABLES
A esta se refiere el art 107 LPACAP, según el cual:
1. Las Administraciones Públicas pueden impugnar
delante del orden jurisdiccional contencioso
administrativo los actos favorables para los
interesado que sean anulables de conformidad con el
que dispone el art 48, con su declaración previa de
la lesividad por el interés público (y sobre esto habrá
que tener en cuenta el que dispone el art 46.5 LJCA,
según el cual “el plazo para interponer recurso de
lesividad es de dos meses a contar desde el día
siguiente de la fecha de la declaración de lesividad”).
2. La declaración de lesividad no se puede adoptar una
vez han transcurrido 4 años desde que se dictó el
acto administrativo y exige la audiencia previa de
todos los que aparezcan como interesados, en los
términos que establece el art 82.
Sin perjuicio de su examen como propósito procesal
de la admisibilidad de acción en el proceso judicial
correspondiente, la declaración de lesividad no es
susceptible de recurso, si bien se puede notificar a
los interesados a los meros efectos informativos.
3. Si, una vez transcurrido el plazo de 6 meses desde
el inicio del procedimiento, no se ha declarado la
lesividad, se produce la caducidad del
procedimiento.
44
 4. Si el acto proviene de la Administración General del
Estado o de las Comunidades Autónomas, la
declaración de lesividad la debe adoptar el órgano
de cada Administración competente en la materia
(art 61. ñ) de la Ley 40/2015, del 1 de octubre,
atribuye a los Ministerios la resolución de los
recursos administrativos y la declaración de lesividad
de los actos administrativos cuando les
corresponda).
5. Si el acto proviene de las entidades que integran la
Administración Local, la declaración de lesividad ha
de adoptar Pleno de la Corporación o, si no, por el
órgano superior de la entidad.
SUSPENSIÓN
Una vez iniciado el procedimiento de revisión de oficio por
el cual se refieren los artículos 106 y 107, el órgano
competente para declarar la nulidad lesividad puede
suspender la ejecución del acto, cuando esta pueda causar
perjuicios de reparación imposible o difícil (art 108
LPACAP)
REVOCACIÓN DE ACTOS Y RECTIFICACIÓN DE
ERRORES
Bajo este epígrafe, el art 109 LPACAP distingue estos dos
supuestos, cuando prescribe que:
1. Las Administraciones Públicas pueden revocar,
mientras no haya transcurrido el plazo de
prescripción, sus actos graves o desfavorables,
siempre que esta revocación no constituya dispensa
o exención no permitida por las leyes, ni sea
contraria al principio de igualdad, de interés público
o ordenamiento jurídico.
2. Las Administraciones Públicas podrán rectificar, así
mismo, en cualquier momento, de oficio o a
instancia de los interesados, los errores materiales,
de hecho o aritméticos que haya en sus actos.
LÍMITES DE LA REVISIÓN
El art 110 LPACAP concluye esta ordenación de la revisión
de oficio, y dispone que “las facultades de revisión que
establece este Capítulo no se pueden ejercer cuando, por
prescripción de acciones, por el tiempo transcurrido o por
otras circunstancias, su ejercicio sea contrario a la
equidad, a la buena fe, al derecho de los particulares o a
las leyes”.
45
LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS

INTRODUCCIÓN

Como ya se ha dicho, la presunción de validez de los actos

administrativos es iuris tantum, es decir, que admiten
prueba en contrario por parte del interesado cuando
interponga el recurso administrativo correspondiente y, si
hiciese falta, el recurso contencioso administrativo, de
manera que, si se demuestra que la Administración ha
incurrido en ilegalidad a la hora de dictar el acto, este debe
de ser anulado.

Con este fin, al margen de los supuestos de la revisión de

oficio, la Ley ha concedido al particular distintas vías para
poder llegar a esta anulación, que no son otras que los
recursos administrativos o, si hiciese falta, el acceso a los
órganos jurisdiccionales para conseguir una satisfacción a
sus pretensiones, a través del recurso contencioso
administrativo.

46
Son, en definitiva, un acto con el cual un sujeto
legítimamente manda a la Administración que revise una
resolución administrativa o, excepcionalmente, un acto
trámite, dentro de los plazos y de conformidad a las
formalidades pertinentes.
Los recursos administrativos son actos de administrados
mediante los cuales este pide a la misma Administración la
revocación o reforma de un acto suyo o de una disposición
de carácter general de rango inferior a la Ley sobre la base
de un título jurídico.
Su nota característica es, entonces, su finalidad
impugnatoria de actos o disposiciones preexistentes que se
estiman contrarias al Derecho, la cual cosa los distingue de
las peticiones, que tiene como objetivo forzar la producción
de un nuevo acto, y de las quejas que, como se deriva de
lo que disponen los arts 20 y 21 LPACAP (en los cuales se
permite al particular la exigencia de responsabilidad para la
tramitación defectuosa o por el incumplimiento de los
plazos para resolver en el procedimiento), no persiguen la
revocación de ningún acto administrativo, sino solo que se
corrigen en el curso mismo del procedimiento en que se
producen los plazos preceptivamente señalados u omisión
de los trámites nombrados de la resolución definitiva.
Partiendo de estas premisas, puede señalarse que el
recurso administrativo es una garantía para los afectados
por la resolución administrativa, cuando les aseguran la
posibilidad de reaccionar contra ella y, eventualmente, de
eliminar el perjuicio que comporta, y asumir todo tipo de
actos administrativos. Ahora bien, es una garantía limitada,
atendiendo que se interponen y resuelven delante de la
misma Administración y por la misma Administración (que
es, entonces, juez y parte)
PRINCIPIOS GENERALES
Se recogen en los arts 112 a 120 LPACAP:
Objetos y clases
De acuerdo con el art 112:
1. Contra las resoluciones y los actos de trámite, si
estos últimos deciden directamente o indirectamente
el fondo de hechos que determinan la imposibilidad
de continuar el procedimiento (por ejemplo, en la
declaración de suspenso de un aspirante en el
primer ejercicio de un proceso selectivo para acceder
a la función pública, que, como se trata de un
trámite más en el procedimiento en cuestión que no
concluye para la resta de aspirantes aprobados,
impide al interesado continuar, de manera que este
procedimiento concluye para él; así mismo, hay que
tener en cuenta lo que disponen los arts 106.2, 116
y 120.2 de esta LPACAP) producen indefensión
perjuicio irreparable a derechos e intereses
legítimos, los interesados pueden interponer los
recursos de altura y potestativo de reposición, que
pertoca fundar en cualquiera de los motivos de
47
 nulidad o nulidad que prevén los arts 47 y 48 de
esta Ley.
Los interesados pueden alegar la oposición a la resta
de actos de trámite para su consideración en la
resolución que ponga fin al procedimiento.
2. Las leyes pueden sustituir el recurso de alzamiento,
en supuestos o ámbitos sectoriales determinados, y
cuando su especificidad lo justifique, por otros
procedimientos de impugnación, reclamación,
conciliación, mediación y arbitraje, delante de
órganos colegiados o Comisiones específicas no
sometidas a instrucciones jerárquicas, con respecto
a los principios, garantías y términos que la presente
Ley reconoce a las personas y a los interesados en
todo procedimiento administrativo.
En las mismas condiciones, el recurso de reposición
puede ser sustituido por los procedimientos a que se
refiere el párrafo anterior, respetando el carácter
potestativo por el interesado.
La aplicación de estos procedimientos en el ámbito
de la Administración Local no puede suponer el
desconocimiento de las facultades resolutorias
reconocidas a los órganos representativos electos
que establece la Ley.
4. Las reclamaciones económico administrativas se
3. Contra las disposiciones administrativas de carácter
general no se puede interponer ningún recurso en
vía administrativa
Los recursos contra una acto administrativo que se
fundamentan únicamente en la nulidad de alguna
disposición administrativa de carácter general, se
pueden interponer directamente delante del
organismo que dictó la disposición nombrada (como
se puede observar, no se permite la impugnación
directa de la norma administrativa y se mantiene la
impugnación indirecta - con motivo de dictarse un
acto de aplicación de la norma que lo trate -, y
admite con carácter potestativo que se interponga
el recurso delante del órgano del cual esta se
nombró. La impugnación directa de las disposiciones
debe efectuarse delante de la Jurisdicción
Contenciosa Administrativa, y el art 26.1 de la LJCA
prescribe que “1. A parte de la impugnación directa
en la aplicación de estas, fundamentada en el hecho
de tales disposiciones no son conformes a Derecho.
2. La falta de impugnación directa de una disposición
general o desestimación del recurso que delante se
esta se haya interpuesto no impiden la impugnación
de los actos de aplicación con fundamento en ello
que dispone el apartado anterior”)
deben ajustar a los procedimientos que establece su
legislación específica (es decir, hay que tener en
48
cuenta, esencialmente, lo que disponen los arts 226
a 249 LGT, y el que establece el Reglamento General
de desplegamiento de la Ley 58/2003, del 17 de
diciembre, General Tributaria en materia de revisión
en vía administrativa, aprobado por el ya citado Real
Decreto 520/2005, del 13 de mayo. Por otro lado,
hay que tener en cuenta que, después de la
promulgación de la Ley 7/1985, del 2 de abril,
reguladora de las Bases del Régimen Local -LRL, en
las próximas citas-, no era posible plantear
reclamaciones económico administrativas contra los
actos de las Corporaciones Locales respecto de los
tributos locales y la resta de ingresos de Derecho
Público: prestaciones de carácter público no
tributarias, precios públicos, y multas y sanciones
pecuniarias, sino que había de interponer el recurso
de reposición regulado en el art 14 de la Ley
39/1988, del 28 de diciembre, Reguladora de las
Haciendas Locales, aprobado por el Real Decreto
Legislativo 2/2004, del 5 de marzo -y,
posteriormente, el recurso contencioso
administrativo. Este régimen se mantiene en la
actualidad, excepto por los municipios de gran
población, respecto a los cuales la Ley 57/2003, del
16 de diciembre-, que ha modificado
sustancialmente la LRL, confiere carácter potestativo
a este recurso de reposición contra los actos de
gestión, liquidación, recaudación e inspección de
tributos e ingresos de derecho público que sean
competencia municipal e, instaura las reclamaciones
económico administrativas en este ámbito -sin
perjuicio de los supuestos en los cuales la Ley prevé
la reclamación económico administrativa delante de
los Tribunales económico administrativos del Estado,
por ejemplo cuando ejercen por delegación de este
competencias propias de este en la gestión de un
impuesto local-, delante un órgano especializado de
carácter local la resolución del cual pone fin a la vía
administrativa y sólo es procedente contra ésta el
recurso contencioso administrativo).
A parte de los recursos de alzamiento y potestativo a los
cuales se refiere este art 112 LPACAP, el art 113 trata del
recurso extraordinario de revisión, en disponer que, contra
los actos firmes en vía administrativa, sólo es procedente
el recurso extraordinario de revisión, cuando concurra
alguna de las circunstancia que prevé el art 125.1.
En definitiva, la regulación de la LPACAP ha establecido el
esquema de recursos siguiente:
a) El recurso administrativo de alzamiento, contra los
actos que no agoten la vía administrativa
b) El recurso administrativo de reposición con carácter
potestativo, contra los actos que pongan fin a la vía
administrativa.
c) El recurso administrativo extraordinario de revisión,
contra los actos firmes en vía administrativa.
49
 d) Los recursos administrativos especiales, como las
reclamaciones económico administrativas que se
regulan por la normativa antes expuesta, o el
recurso administrativo especial (que excluye otros
recursos administrativos) que regulan los arts 40 a
49 del TR-LCSP, la reclamación delante del Consejo
de Transparencia y el Buen Gobierno que regula el
art 24 de la Ley 19/2013, del 9 de diciembre, de
transparencia, acceso a la información pública y el
buen gobierno (que también excluye otros recursos
administrativos)
Junto a estos, no se puede olvidar la posibilidad de acudir
a otros procedimientos de impugnación, reclamación,
conciliación, mediación y arbitraje, delante órganos
colegiados o comisiones específicas no sometidas a
instrucciones jerárquicas, cuando se implanten, en
supuestos o ámbitos sectoriales determinados, por las
Leyes (por ejemplo por el art 50 del citado TR-LCSP, por
los entes, organismos y entidades del sector público que
no tengan condición de Administraciones Públicas.
FIN DE LA VÍA ADMINISTRATIVA
Como se deduce del que se ha expuesto, es determinante,
porque procede un recurso u otro, que con la resolución
que se dicte se ponga fin o no a la vía administrativa.
A estos efectos el art 114 LPACAP señala que:
1. Ponen fin a la vía administrativa
a) Las resoluciones de los recursos de alzada
b) Las resoluciones de los órganos administrativos de
impugnación a los que se refiere el art 112.2
c) Las resoluciones de los órganos administrativos que
no tengan superioridad jerárquica, a no ser que una
Ley establezca lo contrario.
d) Los acuerdos, pactos, convenios o contratos que
tengan la consideración de finalizadores del
procedimiento
e) La resolución administrativa de los procedimientos
de responsabilidad patrimonial, independientemente
del tipo de relación, pública o privada, de la cual
derive.
f) La resolución de los procedimientos
complementarios en materia sancionadora al que se
refiere el art 90.4 (según el cual “Cuando las
conductas sancionadas han causado daño o perjuicio
a las Administraciones y la cuantía destinada a
indemnizar estos daños no ha quedado determinada
en el expediente, se fija mediante un procedimiento
complementario, la resolución del cual es
inmediatamente ejecutiva. Este procedimiento es
susceptible de término convencional, pero ni esta ni
la aceptación por el infractor de la resolución que
50
 pueda recaer implican el reconocimiento voluntario
de su responsabilidad. La resolución del
procedimiento pone fin a la vía administrativa,
g) Las otras resoluciones de órganos administrativos
cuando una disposición legal o reglamentaria así lo
establezca.
2. A parte de lo que prevé el apartado anterior, en el
ámbito estatal ponen fina a la vía administrativa los actos y
resoluciones siguientes:
a) Los actos administrativos de los miembros y órganos
del Gobierno
b) Los que emanan de los Ministros y los Secretarios
del Estado en el ejercicio de las competencias que
tienen atribuidas los órganos de los cuales son
titulares
c) Los que emanan de los órganos directivos con nivel
de Director general o superior, en relación con las
competencias que tengan atribuidas en materia de
personal
d) En los Órganos públicos y las entidades de derecho
público vinculados o dependientes de la
Administración General del Estado, los que emanan
de los máximos órganos de dirección unipersonal o
colegiados, de acuerdo con lo que establezcan sus
estatutos, a no ser que se establezca otra cosa por
ley.
Por lo que hace a la Administración Local, el art 52.2 LRL,
modificado parcialmente por la LMMGL, establece que
ponen fin a la vía administrativa las resoluciones de los
órganos y autoridades siguientes:
a) Los de Pleno, los Alcaldes o Presidentes y las Juntas
de Gobierno, excepto en los casos excepcionales en
que una Ley sectorial requiera la aprobación ulterior
de la Administración del Estado o de la Comunidad
Autónoma, o cuando recaiga recurso delante de
estas en los supuestos del art 27.2 (se refiere al
ejercicio por las Corporaciones Locales de
competencias delegadas por los otras
Administraciones, en que se procedente el recurso
administrativo de alzada delante de estas)
b) Las autoridades y órganos inferiores en los casos
que se resuelva por delegación del Alcalde, del
Presidente o de otro órgano las resoluciones de la
cual pongan fin a la vía administrativa.
c) La de cualquier otra autoridad o órganos cuando así
lo establezca una disposición legal.
Finalmente, por lo que que hace a las Comunidades
Autónomas, hay que tener en cuenta lo que dispone su
normativa específica, que, normalmente, se pronuncia en
términos similares a los examinados respecto a la
Administración General del Estado.
INTERPOSICIÓN DEL RECURSO
51
De acuerdo con el art 115 LPACAP:
1. La interposición del recurso ha de expresar:
a) El nombre y apellidos del recurrente, así como
su identificación personal
b) El acto que se recurre y la razón de su
impugnación
c) Lugar, fecha, firma recurrente, identificación
del medio y, si hiciese falta el lugar que se
señala al efecto de notificaciones
d) Órgano, centro o unidad administrativa a la
cual se dirige y su correspondiente código de
identificación
e) Las otras particularidades exigidas, si fuese el
caso, por las disposiciones específicas.
2. El error o ausencia de la cualificación del recurso por
el cual el recurrente no es obstáculo para tramitarlo,
siempre que se deduzca el carácter verdadero
3. Los vicios y defectos que hagan anulable un acto no
pueden ser alegados por los que lo hayan acusado.
CAUSAS DE INADMISIÓN
De acuerdo con el nuevo art 116 LPACAP nuevo (respecto
a la LRJAP y PAC), serán causas de inadmisión las
siguientes:
a) Ser incompetente el órgano administrativo, cuando
el competente pertenezca a otra Administración
pública. El recurso se ha de remitirá al órgano
competente, de acuerdo con lo que establece el art
14.1 de la Ley de Regu¡imen Jurídico del Sector
Público (según el cual “el órgano administartivo que
se estime incompetente para la resolución de un
asunto remite directamente las actuaciones al
organos que considere competente, y ha de notificar
esta circunstancia a los interesados”)
b) No tener legitimación el recurrente
c) Tratarse de un acto no susceptible de recurso
d) Haber transcurrido el plazo para la interposición del
recurso
e) No tener el recurso principio, de manera manifesta
SUSPENSIÓN DE LA EJECUCIÓN
Se refiere al art 117, de acuerdo con el cual:
1. La interpretación de cualquier recurso, excepto en
los casos en que una disposición establezca lo
52
 contrario, no suspende la ejecución del acto
impugnado.
2. No obstante lo que dispone el apartado anterior, el
órgano a quien compete resolver el recurso, con la
ponderación previa, suficientemente razonada, entre
el perjuicio que causaría al interés público o a
terceros la suspensión, y el ocasionado al recurrente
como consecuencia de la eficacia inmediata del acto
recurrido, puede suspender, de oficio o a solicitud
del recurrente, la ejecución del acto impugnado
cuando concurran alguna de las circunstancias
siguientes:
a) Que la ejecución pueda causar perjuicios
imposibles o difíciles de reparar
b) Que la impugnación se fundamente en alguna
de las causas de nulidad de pleno derecho que
prevé el art 47.1 de esta Ley.
3. La ejecución del acto impugnado se tiene suspensa
si, una vez transcurrido un mes de que la solicitud
de suspensión haya tenido entrada en el registro
electrónico de la Administración o el organismo
competente para decidir sobre ésta, el organismo a
quien compete resolver el recurso no ha dictado ni
modificado la resolución expresa. En estos casos, no
es aplicable lo que establece el art 21.4, segundo
párrafo de esta Ley (sobre información al interesado,
una vez recibida la solicitud o incoado de oficio el
procedimiento, del plazo máximo para resolver y
notificar y de los efectos del silencio. Con estas
previsiones se pretende salir al paso de la práctica
rutinaria, muy extendida en la Administración, de no
entrar a dilucidar la petición de suspensión, y
esperar a hacerlo con la misma resolución del
recurso, si realmente se efectúa expresamente; la
Ley, en este punto, concede este derecho al
interesado, delante de la conducta negligente de la
Administración)
4. En dictar el acuerdo de suspensión se pueden
adoptar las medidas cautelares que hagan falta para
asegurar la protección del interés público o de
terceros y la eficacia de la resolución o el acto
impugnado.
Cuando se la suspensión se puedan derivar
perjuicios de cualquier naturaleza, ésta sólo produce
efectos con la prestación previa de caución o
garantía suficiente para resolverlas, en los términos
establecidos reglamentariamente.
La suspensión se debe prolongar después de que se
haya agotado la vía administrativa cuando, habiendo
solicitado previamente el interesado, haya medida
cautelar y los efectos de esta se extiendan a la vía
contenciosa administrativa. Si el interesado
interpone recursos contenciosos un administrativo,
en que se solicita la suspensión del acto objeto del
53
 proceso, se mantiene la suspensión hasta que se
produzca el pronunciamiento judicial
correspondiente sobre la solicitud.
5. Cuando el recurso tenga por objeto la impugnación
de un acto administrativo que afecte una pluralidad
indeterminada de personas, la suspensión de su
eficacia se debe publicar en el diario oficial en el que
este se insertó.
Como se desprende de este artículo y sin perjuicio del
supuesto de suspensión automática que prevé el número 3
y del que prevé el tercer párrafo del número 4, el acuerdo
de suspensión es discrecional por parte de la Autoridad que
haya de resolver el recurso, a menos que, previamente,
una norma imponga obligatoriamente la suspensión.
Esto ha llevado a una práctica administrativa no
excesivamente de acuerdo con los principios
constitucionales de interdicción de la arbitrariedad
administrativa y de tutela efectiva (de la cual la
suspensión, como ha reconocido nuestro Jurisprudencia, se
puede considerar una derivación), en virtud de la cual la
suspensión de los actos administrativos en vía de recurso
ha estado la excepción, le ampara que el interés general
perseguido por el acto no puede romperse por el interés
particular del recurrente.
No obstante a esto, la Jurisprudencia, partiendo -como
hace una interlocutoria de la Sala Tercera del Tribunal
Supremos del 23 de abril de 1991 (Aranzadi núm 3.423),
que recoge otros precedentes inmediatos- de la afirmación
que “una derivación del derecho a una tutela judicial
efectiva es el derecho a una tutela cautelar por fuerza del
principio de Derecho que se resume en el hecho que la
necesidad de proceso para obtener la razón no se ha de
convertir en un daño para quien tiene la razón” , está
admitiendo con más plenitud la suspensión del acto, como
mínimo en vía jurisdiccional, por aplicación del principio del
fumus boni iuris, es decir, de la esperanza de buen
derecho, y que por tanto se acuerda la suspensión del acto
cuando aparentemente las pretensiones del recurrente
tengan una base de legitimidad más sólida que las del
mismo acto que se ha recurrido.
Por otro lado, nuestro ordenamiento jurídico, a parte de
estos preceptos generales sobre la suspensión de los actos
administrativos, reconoce algunos casos específicos, como
el que recoge el art 67 de la LRL (redactado ex novo por la
Ley 11/1999, del 21 de abril, de modificación de la Ley
7/1985, del 2 de abril, Reguladora de las Bases del
Régimen Local, y otras medidas para el desplegamiento del
Gobierno Local, en materia de tránsito, circulación de
vehículos a motor y seguridad viaria y en materia de
aguas), de acuerdo con los cuales “si una Entidad Local,
adobada actos o acuerdos que atenten gravemente el
interés general de España, el Delegado del Gobierno(según
reiterada jurisprudencia, ha de ser necesariamente el
Delegado del Gobierno en la Provincia, aunque ostente la
condición de delegado del Gobierno en este ámbito), con
requerimiento previo para anular al Presidente de la
54
Comprobación efectuado dentro de los 10 días siguientes al
de la recepció de aquellos, los puede suspender y adoptar
las medidas pertinentes para la protección de este interés.
El plazo concedido al Presidente de la Corporación en el
requerimiento de la anulación no puede ser superior a 5
días. El ejercicio de la facultad de suspensión es de 10
días, contados a partir del siguiente al de la finalización del
plazo del requerimiento o al de la respuesta del presidente
de la Corporación, si es anterior. Acordada la suspensión
de un acto o acuerdo, el Delegado del Gobierno ha de
impugnarse en el plazo de 10 días desde la suspensión
delante la Jurisdicción Contenciosa Administrativa”
AUDICENCIA DE LOS INTERESADOS
Con la finalidad de no causar una indefensión a los
interesados, eque está prohibida por el art 24 CE, art 118
LPACAP prevé la audiencia de los interesados, en este
materia de recursos, cuando dispone que:
1. Cuando se hayan de tener en cuenta nuevos hechos
o documentos no recogidos en el expediente
originario, se han de poner en manifiesto a los
interesados por tal que, en un plazo no inferior a 10
días ni superior a 15, formulen las alegaciones y
presenten los documentos y justificantes que
consideren procedentes.
En la resolución de los recursos no se ha de tener en
cuenta hechos, documentos o alegaciones del
recurrente cuando, habiendo podido aportar en el
trámite alegaciones, no lo haya hecho. Tampoco se
puede solicitar la práctica de pruebas cuando su
falta de realización en el procedimiento en que se
dictó la resolución recurrida sea imputable al
interesado.
2. Si hay otros interesados se les ha de trasladar, en
todo caso, el recurso porque, en el plazo antes
nombrado, aleguen todo lo que consideren
procedente.
3. El recurso, los informes y las propuestas no tienen el
carácter de documentos nuevos al efecto de este
artículo. Tampoco lo tienen los que los interesados
deban abordar al expediente antes de que se dicte la
resolución impugnada
RESOLUCIÓN
De acuerdo con el art 119 LPACAP:
1. La resolución del recurso ha de estimarse en todo o
en parte, o ha de desestimarse las pretensiones que
se formulen, o ha de declararse en la inadmisión
55
 2. Cuando, habiendo vicio de forma, no se estime
procedente resolver sobre el fondo, se ha de ordenar
la retroacción del procedimiento al momento en que
el vicio fue cometido, sin perjuicio que
eventualmente se pueda acordar la convalidación de
actuaciones por parte del órgano competente por
eso, de acuerdo con lo que dispone el art 52.
3. El órgano que resuelva el recurso ha de decidir en
todas las cuestiones, tanto de forma como de fondo,
que plantee el procedimiento, tanto si están
alegadas por los interesados o no. En este con las
peticiones formuladas por el recurrente, sin que en
ningún caso se pueda agravar su situación (es decir,
se prohíbe la reformatio in peius)
PLURALIDAD DE RECURSOS ADMINISTRATIVOS
El también nuevo art 120 LPACAP prescribe que:
1. Cuando se haya de resolver una pluralidad de
recursos administrativos que tengan el origen en un
mismo administrativo y se haya interpuesto un
recurso judicial contra una resolución administrativa
o bien contra el correspondiente acto presunto
desestimatorio, el órgano administrativo puede
acordar la suspensión del plazo para resolver hasta
que se dicte un pronunciamiento judicial.
2. El acuerdo de suspensión ha de ser notificado a los
interesados, los cuales pueden recurrir.
La interposición del correspondiente recurso por un
interesado no afecta la resta de procedimientos de
recurso que estén suspendidos porque tienen el
origen en el mismo acto administrativo.
3. Una vez se haya dictado el pronunciamiento judicial,
se ha de comunicar a los interesados y el órgano
administrativo competente para resolver puede
dictar resolución sin necesidad de hacer ningún
trámite adicional, menos el de la audiencia, cuando
proceda.
EL RECURSO DE ALZADA
Los arts 121 y 122 LPACAP tractan de este tipo de
recursos, del cual se pueden distinguir los apartados que
exponemos a continuación:
OBJETO
Según el art 121:
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 1. Las resoluciones y actos a que se refiere el art
112.1, cuando no pongan fin a la vía administrativa,
pueden ser recurridos en alzada delante del órgano
superior jerárquico del que se dictó. A estos efectos,
los TRibunales y órganos de selección del personal al
servicio de las Administraciones Públicas y cualquier
otras que, en el si de estas, actúen con autonomía
funcional, se consideran dependientes del órgano al
cual estén adscritos o, si no hay, del que hayan
nombrado al presidente de estos.
2. El plazo máximo para dictar y notificar la resolución
2. El recurso se puede interponer delante del órgano
que dictó el acto que se impugna o delante del
competente para resolverlo.
Si el recurso se ha interpuesto delante del órgano
que dictó el acto impugnado, éste lo ha de remitir al
competente en el plazo de 10 días, con su informe y
con una copia completa y ordenada del expediente.
El titular del órgano que dictó el acto recurrido es
responsable directo del cumplimiemto del que prevé
el párrafo anterior.
PLAZOS
El art 122 se refiere y dispone que:
1. El plazo para interponer el recurso de altura es de
un mes, si el acto es expreso. Una vez transcurrido
este plazo, si no se ha interpuesto el recurso, la
resolución es firme a todos los efectos.
Si el acto no es expreso, el solicitante y otros
posibles interesados pueden interponer un recurso
de alzada en cualquier momento a partir del día
siguiente en que, de acuerdo con su normativa
específica, se produzcan los efectos del silencio
administrativo.
es de tres meses. Una vez transcurrido este plazo, si
no se ha dictado ninguna resolución, se puede
entender desestimando el recurso, excepto en el
supuesto que prevé el art 24.1, tercer párrafo
(según el cual “el sentido del silencio también es
desestimatorio en los procedimientos de
impugnación de actos y disposiciones y en los de
revisión de oficio iniciados a solicitud de los
interesados. No obstante a esto, cuando el recurso
de altura se interponga contra la desestimación por
silencio administrativo de una solicitud por el
transcurso del plazo, este se entienden estimado si,
llegado el plazo de resolución, el órgano
administrativo competente no dicta ni notifica
resolución expresa, siempre que no se refiera a las
materias enumeradas en el párrafo anterior de este
apartado”.
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 3. Contra la resolución de un recurso de alzada no se
puede interponer ningún otro recurso administrativo,
salvo el recurso extraordinario de revisión, en los
casos que establece el art 125.1.
Como se deduce el párrafo segundo del apartado 1 de este
artículo, en el caso de recurrir actos presuntos (no
expresos), a diferencia del plazo de 3 meses que establecía
el art 115 de la LRJAP y PAC, no hay plazo para interponer
el recurso de alzada, y queda abierta sine die esta vía de
recurso. Se sigue así la reiterada jurisprudencia que admite
esta posibilidad dado que no se puede olvidar el interesado
a recurrir en un plazo determinado cuando la
Administración no cumpla con la obligación de resolver que
le impone el art 21 de esta LPACAP.
En el mismo sentido se pronuncia el art 124.1, párrafo
segundo de esta LPACAP.
RECURSO POTESTATIVO DE REPOSICIÓN
OBJETO Y NATURALEZA
Según el art 123 LPACAP:
1. Los actos administrativos que pongan fin a la vía
administrativa pueden ser recurridos
potestativamente en reposición delante del mismo
órgano que los haya dictado o ser impugnados
directamente delante del orden jurisdiccional
contencioso administrativo.
2. No se puede interponer ningún recurso contencioso
administrativo hasta que se haya resuelto
expresamente o se haya producido la desestimación
presunta del recurso de reposición interpuesto.
PLAZOS
De acuerdo con el art 124 LPACAP:
1. El plazo para interponer el recurso de reposición es
de un mes, si el acto es expreso. Transcurrido este
plazo, únicamente se puede interponer recurso
contencioso administrativo sin perjuicio, si procede,
de la procedencia del recurso extraordinario de
revisión.
Si el acto no es expreso, el solicitante y otros
posibles interesados pueden interponer un recurso
de reposición en cualquier momento a partir del día
siguiente en que, de acuerdo con su normativa
específica, se produjera el acto presunto.
2. El plazo máximo para dictar y notificar la resolución
del recurso es de un mes.
3. Contra la resolución de un recurso de reposición no
se puede volver a interponer este recurso.
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RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN
OBJETOS Y PLAZOS
EL art 125 LPACAP dispone que:
1. Contra los actos firmes en vía administrativa puede
interponer el recurso extraordinario de revisión
delante del órgano administrativo que los dictó, que
también es el competente para resolverlo, cuando
concurra alguna de las circunstancias siguientes:
a) Que en dictarlos se haya incurrido en error de
hecho, que resulte de los mismos documentos
incorporados al expediente
b) Que aparezcan documentos de valor esencial
para la resolución de hechos que, aunque
sean posteriores, evidencien el error de la
resolución recurrida.
c) Que en la resolución se hayan influido
esencialmente documentos o testimonios
declarados falsos por una sentencia judicial
firme, anterior o posterior a aquella
resolución.
d) Que la resolución se haya dictado como
consecuencia de prevaricación (sobre el cual
tratan los arts 404 o 406 de la Ley Orgánica
10/1995, del 23 de noviembre, del Código
Penal), soborno (hay que tener en cuenta los
arts 419 a 427 del Código Penal), violencia,
maquinación fraudulenta (que se regula en los
arts 436 a 438 del Código Penal) o alguna
otra conducta punible y se haya declarado así
en virtud de una sentencia judicial firme.
2. El recurso extraordinario de revisión se ha de
interponer, cuando se trate de la causa a) del
apartado anterior, dentro del plazo de cuatro años
siguientes a la fecha de la notificación de la
resolución impugnada. En los otros casos, el plazo
es de 3 meses a contar del conocimiento de los
documentos o desde que la sentencia judicial quedó
firme.
3. El que establece el presente artículo no perjudica al
derecho de los interesados a formular la solicitud y
la instancia a que se refieren los arts 106 (sobre la
revisión de disposiciones y actos nulos) y 109.2
(sobre rectificación de errores) de la presente Ley ni
su derecho a que estas se sustancie si se resuelvan.
RESOLUCIÓN
Finalmente, el art 126 LPACAP prescribe que:
1. El órgano competente para resolver el recurso puede
acordar motivadamente la inadmisión a trámite, sin
la necesidad de solicitar un dictamen del Consejo de
Estado u órgano consultivo de la comunidad
autónoma, cuando este no se fundamente en alguna
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 de las causas que prevé el apartado 1 del artículo
anterior o en el supuesto que se hayan desestimado
por lo que hace al fondo de otros recursos
sustancialmente iguales.

2. El órgano al cual corresponde conocer el recurso

extraordinario de revisión se ha de pronunciar no
tan sólo sobre la procedencia del recurso, sino
también, sobre el fondo de la cuestión resuelta por
el acto recurrido.

3. Si, una vez transcurrido el plazo de 3 meses desde

la interposición del recurso extraordinario de
revisión, no se ha dictado y notificado la resolución,
se entiende desestimado, y quedará expedita la vía
jurisdiccional administrativa.

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