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Este documento presenta un resumen del mito guaraní del Luisón. Describe a Luisón como el séptimo y último hijo de Taú y Keraná, que vive en los cementerios y se alimenta de los cadáveres que desentierra. Por la noche, Luisón pierde su forma humana y se transforma en un perro horrible con dientes desiguales, para salir a buscar seres humanos a los que convierte en otros luisones. Representa la mayor desgracia para los guaraníes.
Este documento presenta un resumen del mito guaraní del Luisón. Describe a Luisón como el séptimo y último hijo de Taú y Keraná, que vive en los cementerios y se alimenta de los cadáveres que desentierra. Por la noche, Luisón pierde su forma humana y se transforma en un perro horrible con dientes desiguales, para salir a buscar seres humanos a los que convierte en otros luisones. Representa la mayor desgracia para los guaraníes.
Este documento presenta un resumen del mito guaraní del Luisón. Describe a Luisón como el séptimo y último hijo de Taú y Keraná, que vive en los cementerios y se alimenta de los cadáveres que desentierra. Por la noche, Luisón pierde su forma humana y se transforma en un perro horrible con dientes desiguales, para salir a buscar seres humanos a los que convierte en otros luisones. Representa la mayor desgracia para los guaraníes.
LUISÓN Luisón es el séptimo y último hijo de Taú y Keraná, en quien recayó la mayor maldición que pesaba sobre sus progenitores, su solo nombre aterroriza. Este ser espeluznante se halla ubicado en la encrucijada de los caminos de la vida y de la muerte. Sus dominios son los cementerios. Vive de la carne de difuntos. Es feo, de cabellos largos y sucios, con una palidez mortal y olor fétido, causaba repugnancia y terror. Al comenzar las sombras de la noche, Luisón pierde sus formas humanas para transformarse en un perro de horrible aspecto con dientes afilados de diferentes tamaños, sus extremidades son mitad humanas, mitad garras. A la media noche, con ojos rojos refulgentes como dos brasas encendidas, sale en busca de seres humanos para convertirlos en otros luisones, lo que logra pasando por debajo de las piernas de los hombres que encuentra en su maléfico paseo. El olor nauseabundo que le acompaña y su aspecto hiela la sangre y enloquece a las víctimas que se dejan atrapar. Luisón habita en los camposantos y cementerios, se alimenta de los cadáveres que allí desentierra. Se le puede escuchar en las noches de luna llena, cuando emite sus aterrorizadores aullidos sobre las tumbas. Con las primeras luces del nuevo día, retornan sus formas humanas y regresa a sus ocupaciones, donde se lo ve sucio, cansado y esquivo. El Luisón es capaz de hacer perder al hombre su condición humana transformándolo en penante bestia y demonio. Devora la carne de los muertos y el alma de los vivos. No conocen los guaraníes mayor desgracia que ésta, por eso huyen de él. Es el equivalente sudamericano del "Hombre-Lobo" europeo. Según la Mitología Guaraní este monstruo y sus seis hermanos deambulan sobre la tierra.