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En “Fuente Ovejuna” convergen tres modos de presentar los personajes: la

idealización bucólica literaria de Laurencia y Frondoso, la presentación como


pastores bobos, rústicos, sencillos, pero sin afán de caricaturizarlos, de
personajes como Mengo, Jacinta o Pascuala y la creación de un personaje
colectivo, que representa la rebelión ante la injusticia intolerable.

Laurencia y Frondoso, dama y galán respectivamente, son personajes bucólicos,


de inspiración claramente literaria. Son campesinos idealizados cuya manera de
hablar y actuar no se corresponde con su grupo social (a pesar de que ambos
son de familia acaudalada), y en este sentido no se ajustan al decoro que Lope
había propuesto en el Arte de hacer comedias en este tiempo.

Laurencia representa la amada inalcanzable (la “donna angelicata”) petrarquista


a la que su elevado concepto de honor (consideración de sí misma) y honra
(reputación) refrena (no se comportará de manera deshonesta por el concepto
que tiene de sí misma y que desea que los demás tengan de ella). Por ello
encarna el ideal de conducta moral de una mujer. Su nombre también tiene
orígenes literarios, ya que remite a Dafne, la ninfa que, para huir del acoso de
Apolo se convirtió en laurel. Era un episodio conocido y representado en
múltiples ocasiones por los poetas (Garcilaso le había dedicado el soneto
número ), de manera que parte del público podía establecer fácilmente la
conexión. A pesar del idealismo del personaje, es un personaje redondo: su
determinación a la hora de rechazar pretendientes y resistencia frente al acoso
del Comendador muestran a una mujer de temperamento y con determinación.
De este modo Lope presenta a Laurencia de manera ambigua: su concepto del
honor presenta rasgos femeninos (guarda en todo momento su honra) y también
masculinos, porque lo defiende activamente. No será la única dama del teatro
del Siglo de Oro que presente esta ambigüedad, pero sí se caracterizará por la
valentía y uso de la violencia física –esta última típicamente masculina- cuando
ella misma se ponga al mando del pequeño ejército de mujeres que se resarce
(venga) del ultraje del Comendador matándolo.

Frondoso es un campesino mediante el cual Lope relaciona la tradición literaria


bucólica con la realidad social: el espectador se identifica con la nobleza de su
espíritu, lo que sirve a Lope para presentar de manera idealizada la vida en el
campo y para ensalzar la vida de los labradores y gentes pertenecientes al
estado llano. Es el pastor idealizado de las novelas pastoriles y de las églogas
garcilasianas, pero al mismo tiempo es un joven labrador rico en edad de
merecer (de casarse) valiente y de noble corazón. Presenta un elevado concepto
del honor y de la honra y entiende el amor a la manera neoplatónica: como un
fruto de bondad de la bondad del alma que busca la belleza (espiritual, pues la
física es un reflejo del alma) que hay en el otro. Frondoso representa al héroe
individual, que encarna los valores de la sencilla vida del campo (el tópico
denominado “aurea mediocritas”). En definitiva es el héroe individual,
antagonista del Comendador, que simboliza los valores sociales y éticos
imperantes en de Fuente Ovejuna.

El matrimonio de Laurencia y Frondoso representa la unión de las virtudes de


los labradores: valentía, honestidad y nobleza de espíritu.

La figura del pastor bobo (el pastor sencillo e ignorante) está representada por el
resto labradores. Sus mismos nombres ya indican su carácter rústico: Jacinta,
Pascuala, Mengo…
Pascuala, la labradora víctima del Comendador, es la amiga que acompaña a
Laurencia en sus diálogos. Jacinta emociona al público desde la deshonra que
sufre: al rechazar al Comendador, la entrega a la tropa. Sin embargo, es Mengo,
un personaje con toques de gracioso, quien mejor representa los valores, las
virtudes y nobleza de espíritu del pueblo llano: defiende a Jacinta de los abusos
del Comendador y recibe una paliza por ello y no confiesa bajo tortura el nombre
del autor del asesinato.

Las intervenciones y comentarios de los personajes van dejando constancia de


la injusticia y de la necesidad de restablecer la justicia. Se va creando un
personaje, una conciencia colectiva. Todos los habitantes de la villa, desde su
mayor o menor caracterización dramática, forman y actúan como una unidad.

La caracterización positiva de los labradores, de los villanos, de “Fuente


Ovejuna” frente a los abusos del Comendador explica que una “de las probables
intenciones de Lope al escribir “Fuente Ovejuna” fue la de ensalzar la vida en el
campo y hacer a los villanos dignos de poseer honor, es decir, elogiar a los que
tenían que cargar con el peso económico del Estado.” (Introducción de La
Galera).

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