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1 Sistemas de valoración
En cuanto a los sistemas cabe establecer los siguientes. En primer lugar el sistema libre,
o la sana critica, en el que la ley deja al juez que aplique las máximas que ésta ha
adquirido por su experiencia personal en la vida. En segundo lugar el sistema de prueba
legal, o la tasada, en el que la ley hace establecer la máxima de la experiencia en la
propia norma, e imponerla al juez en el momento de la valoración de la prueba. Y en
tercer lugar el sistema de libre convicción, en el que la ley no establece regla alguna para
la apreciación de las pruebas; el juez es libre de convencerse según su íntimo parecer,
de la existencia o inexistencia de los hechos de la causa valorando aquellas según su
leal saber y entender.
En el sistema mixto de este proceso civil el tribunal se encuentra con que en unos casos
debe aplicar sus máximas de la experiencia, con base en las cuales convencerá o no de
la realidad de la afirmación de hecho efectuada por la parte, pero en otros casos su labor
se limitará a comprobar si el hecho ha quedado o no fijado conforme a lo que la ley dice,
independientemente de su convencimiento. Con uno y otro sistema tendrá que
establecer en la sentencia cuales son los hechos que han sido probados.
Conforme a éste sistema la ley le señala al Juez, por anticipado, el grado de eficacia que
tiene la prueba. “El legislador –dice EISNER- razona antes que el Juez y le da su
razonamiento servido como imposición legal para que el Juez se limite a comprobar, en
el caso, si las pruebas rendidas contienen los recaudos que el legislador ha impuesto
como suficientes para tener por acreditados los hechos”. En realidad el Juez no aprecia
la prueba. Mas bien lo que la ley quiere es que el Juez no la aprecie, sino que
simplemente dé por probado el hecho si en aquella concurren los requisitos previos a que
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está sometida. No aplica el Juez su criterio o saber, sino que el criterio o saber del
legislador.
Conforme a este sistema, el Juez está autorizado para formar su convicción de acuerdo
con su criterio. No está sometido a una regla de experiencia impuesta por la ley, sino a
la regla que libremente elija. Aprecia la eficacia de la prueba según los dictados de la
lógica y de su conciencia y puede, incluso, apoyarse en circunstancias que
personalmente le consten. No es menester –dice COUTURE- que la construcción lógica
sea perfecta y susceptible de controlarse a posteriori; “basta en esos casos con que el
magistrado afirme que tiene la convicción moral de que los hechos han ocurrido de tal
manera, sin que se vea en la necesidad de desarrollar lógicamente las razones que le
conducen a la conclusión establecida”
Este sistema, que teóricamente podría considerarse el ideal, es de difícil aplicación; tanto
por la cultura jurídica y calidad moral que de los Jueces exige, como por los peligros que
corre la libre convicción de convertirse en libertinaje o los Jueces en árbitros absolutos
de la verdad. En el Código guatemalteco, se reconocen como sistemas de valoración el
de la prueba legal y el de la sana crítica. El primero como excepción y el segundo como
regla.38
38
Nájera Farfán, Mario Efraín. Derecho Procesal Civil. Segunda Edición. Volúmen I. Guatemala. Inversiones
Educativas / IUS Ediciones. 2006. Págs. 446-448.
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8.1.3.1 La sana critica según la doctrina
Hugo Alsina dice que las reglas de la sana crítica, no son otras que las que prescribe la
lógica y derivan de la experiencia, las primeras con carácter permanente y las segundas,
variables en el tiempo y en el espacio. Couture define las reglas de la sana crítica como,
las reglas del correcto entendimiento humano; contingentes y variables con relación a la
experiencia del tiempo y del lugar; pero estables y permanentes en cuanto a los principios
lógicos en que debe apoyarse la sentencia. La sana crítica configura una categoría
intermedia entre la prueba legal y la libre convicción. Sin la excesiva rigidez de la primera
y sin la excesiva incertidumbre de la última, configuran una feliz fórmula de regular la
actividad intelectual del juez frente a la prueba. Las reglas de la sana crítica son, para él
ante todo, las reglas del correcto entendimiento humano. En ellas interfieren las reglas
de la lógica, con las reglas de la experiencia del juez. Unas y otras contribuyen de igual
manera a que el magistrado pueda analizar las pruebas con arreglo a la sana razón y a
un conocimiento experimental de los casos. El juez que debe decidir con arreglo a la
sana razón, no es libre de razonar a voluntad, discrecionalmente, arbitrariamente. Esta
manera de actuar no sería sana crítica, sino libre convicción. La sana crítica es la unión
de la lógica y la experiencia sin excesivas abstracciones de orden intelectual, pero
también sin olvidar esos preceptos que los filósofos llaman de higiene mental, tendientes
a asegurar el más certero y eficaz razonamiento.
Couture destaca la diferencia entre la sana crítica y la libre convicción pues este último
es, aquel modo de razonar que no se apoya necesariamente en la prueba que el proceso
exhibe al juez, ni en medios de información que pueden ser fiscalizados por las partes.
Dentro de éste método el magistrado adquiere el convencimiento de la verdad con la
prueba de autos, fuera de la prueba de autos y aún contra la prueba de autos. El juez no
está obligado a apoyarse en hechos probados, sino también en circunstancias que le
consten aun por su saber privado; la relación entre la sana crítica y la lógica, Couture
hace ver que las reglas de la sana crítica consisten en su sentido formal en una operación
lógica. De la misma manera, habría error lógico en la sentencia que quebrantara el
principio del tercero excluido, de falta de razón suficiente o el de contradicción. Pero es
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evidente que la corrección lógica no basta para convalidar la sentencia. La elaboración
del juez puede ser correcta en su sentido lógico formal y la sentencia ser errónea. Según
un autor los siguientes: 1º Son juicios, esto es, valoraciones que no están referidas a los
hechos que son materia del proceso, sino que poseen un contenido general. Tienen un
valor propio e independiente, lo que permite darle a la valoración un carácter lógico; 2º
Estos juicios tienen vida propia, se generan de hechos particulares y reiterativos, se
nutren de la vida en sociedad, aflorando por el proceso inductivo del juez que los aplica;
3º No nacen ni fenecen con los hechos, sino que se prolongan más allá de los mismos, y
van a tener validez para otros nuevos; 4º Son razones inductivas acreditadas en la
regularidad o normalidad de la vida, y, por lo mismo, implican una regla, susceptible de
ser utilizada por le juez para un hecho similar; 5º Las máximas carecen de universalidad.
Están restringidas al medio físico en que actúa el juez, puesto que ellas nacen de las
relaciones de la vida y comprenden todo lo que el juez tenga como experiencia propia.
Es aquella que conduce al descubrimiento de la verdad por los medios que aconseja la
razón y el criterio racional, puesto en juicio.
Al apreciar la prueba de acuerdo con las reglas de la sana crítica, el tribunal deberá
expresar las razones jurídicas y las simplemente lógicas, científicas o técnicas en cuya
virtud les asigne valor o las desestime.
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medios de prueba mediante los cuales se da por acreditados cada uno de los hechos, de
modo de contener el razonamiento utilizado para alcanzar las conclusiones a que llegue
la sentencia.
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