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UNIVERSIDAD DE LA REPÚ BLICA

FACULTAD DE HUMANIDADES Y
CIENCIAS DE LA EDUCACIÓ N
SEMESTRE PAR 2011
SEGUNDO PARCIAL DE LITERATURA GRIEGA

Aplicació n del concepto aristotélico de héroe trá gico en

Agamenón de Esquilo

DOCENTES: ESTUDIANTE:

PROF. JOAQUÍN FLORES VANESA ARTASÁNCHEZ

ELENA RODRÍGUEZ C.I. 2.598.008-1


Introducción

Es indudable que Aristóteles ejerció y ejerce una influencia muy fuerte en la


cultura occidental, tanto es así que su obra Poética pasó de ser un texto
destinado a la lectura entre sus discípulos y amigos a ser considerada una
preceptiva en el siglo XVII, siendo en ocasiones mal interpretada (pensemos en
las tres unidades), por lo que se ha vuelto más difícil su abordaje. Ahora bien,
si intentamos un acercamiento menos solemne, nos encontramos con un texto
que nos ayuda a realizarnos una cuantas preguntas, éstas giraran en torno al
héroe trágico en el contexto de Agamenón..

El héroe trágico según la Poética

Las primeras características que se nos informa deben estar presentes en el


héroe tienen que ver con su condición social y moral, ya en el capítulo II 1448 a
“Por esta misma diferencia se distingue la tragedia de la comedia; ésta quiere imitar a
personas peores que las de ahora, aquella en cambio a mejores.” 1; en el capítulo V 1449
b “La epopeya coincide con la tragedia –excepto sólo en el metro largo- en que ambas son
imitación de personas dignas.” 2

Luego en el capítulo XIII, se explaya un poco más sobre la situación y medida


exacta que debe de tener el héroe trágico, ya que no todos los personajes
aunque dignos desempeñaran este rol.

1453 a “Queda, pues, el caso de quien se encuentra en medio de ambas situaciones. Tal es el
que no descuella en virtud ni en justicia, ni tampoco cae en la desgracia por maldad o
perversión, sino por alguna falla, siendo uno de los que se encuentran con suma gloria y
felicidad, como Edipo y Tiestes y los varones famosos de semejantes linajes.

1
Aristóteles. Poética. Buenos Aires. Losada. 2003.

2
Op. cit.
Es necesario que la fábula bien hecha sea simple más bien que doble, como algunos dicen, y
que el cambio no sea de desgracia en felicidad, sino por un gran error, ya sea de un varón como
el que hemos mencionado, ya de uno mejor, preferentemente a uno peor.” 3

Luego, en el capítulo XV, tendremos además otras características que son


comunes a todos los caracteres,- que sean buenos, la conformidad, la
semejanza y la uniformidad,- , pero entonces podríamos deducir que lo propio
del héroe es que viva la peripecia y esta mudanza en su fortuna debe estar
justificada por un error del propio héroe.

El héroe conformado y determinado de esta manera parece estar en función de


generar empatía en el receptor, para posteriormente asegurar que éste realice
la catarsis; es decir que Aristóteles encuentra necesario que el héroe cumpla
estas condiciones para despertar y purgar las emociones en el espectador: un
hombre malo que cae en desgracia o que alcanza la gloria no nos mueve a
compasión; el público o el lector debe establecer un vínculo con el héroe y esto
es más probable si se siente identificado con él.

Por lo tanto, en la figura del héroe trágico se deben traslucir las características
comunes a todos los caracteres, además aparece la hamartia y la peripecia y
se debe de generar en el espectador o lector la catarsis; entender el concepto
de héroe trágico supone entender los conceptos anteriores.

Aplicación del concepto de héroe trágico a Agamenón de Esquilo.

Entendiendo entonces que el héroe debe ser digno, estar en la gloria y vivir la
peripecia a causa de su accionar, podríamos decir en una primera instancia
que Agamenón cumple con esas condiciones: proviene de una familia de
aristoi, es el rey de reyes que además ha obtenido fama y gloria al vencer en la
guerra de Troya y su peripecia consiste en obtener una muerte ignominiosa a
manos de su esposa.

Si bien parece que el concepto aristotélico de héroe se aplica claramente, al


observar más detenidamente encontramos más preguntas que respuestas
sobre la causa de la peripecia, es decir el error, la falla cometida por
Agamenón.
3
Op. cit.
Primero es de notar que en el propio texto de Esquilo no parece encontrarse el
yerro del héroe, por el contrario y a diferencia del Agamenón de la Ilíada se nos
presenta en su actuar como un héroe mesurado, pío, -recordemos el episodio
de la alfombra- lo que sí aparece en la trilogía son, en todo caso, los motivos
de Clitemnestra.

Esos motivos esgrimidos por Clitemnestra nos llevan a las siguientes


preguntas: ¿es válido tomar los motivos de otros personajes como falla del
héroe? ¿Obró equivocadamente Agamenón al sacrificar a Ifigenia? ¿Era
correcto que abandonara la alianza y la expedición a Troya?, en el caso de
Agamenón pareciera que no había forma de evitar el yerro, el error parece no
ser cometido por el héroe a causa de una ceguera intelectual, de hecho vacila
antes de tomar la decisión; ni cabe plantearlo en términos de error involuntario
sino que por el contrario parece ser impuesto. Uno u otro camino lo llevan al
error, entonces ¿podemos hablar de error o de falla cuando no existe la opción
correcta? Podemos acordar junto a Rodríguez Adrados “…que los héroes de la
tragedia griega siempre actúan con nobleza y por un fin noble;…” 4
Agamenón
sacrifica a su hija en pos de una causa mayor: la victoria de la alianza aquea
sobre Troya.

Si juzgamos a Agamenón por los hechos concluimos que hubo un error en su


accionar, un desvío que hizo que el dardo no diera en el centro y esta falla
habilita que viva su peripecia. En este sentido y habiéndonos detenido en la
causa de la peripecia podemos decir que se aplica el concepto de Aristóteles.

Rodríguez Adrados nos aporta dos características que él considera conforman


al héroe trágico: el sufrimiento y la aceptación de las consecuencias.

Me interesa señalar sobre la última característica una observación: para que


exista aceptación de las consecuencias debe primero darse el reconocimiento
del error, algo que se da claramente en obras como Edipo Rey o en Antígona
(por parte de Creonte) no así en Agamenón; de hecho es luego del asesinato
que Clitemnestra expone el motivo de su venganza: el sacrificio de Ifigenia por
Agamenón y nosotros lo aceptamos como error del héroe, pero Agamenón, no
acepta conscientemente su muerte como consecuencia de su error y si
4
Rodríguez Adrados. El héroe trágico. s/d. pág. 17.
incluyéramos éste rasgo como requisito Agamenón no habría tenido tiempo de
concluir su proceso como héroe. Es un héroe que no vive la anagnórisis, sin
embargo en la Poética, Aristóteles habla de los tipos de reconocimiento (por
señales, por razonamiento, etc.) cuáles son más apropiados pero no lo incluye
como requisito para la conformación del héroe trágico, de hecho pone el
ejemplo de cómo Electra y Orestes se reconocen en Las coéforas pero esto es
para revelar la identidad del personaje no en un acto del héroe reconociendo su
error y mostrando grandeza en la aceptación de las consecuencias como lo
plantea Rodríguez Adrados.

Tanto Aristóteles como Rodríguez Adrados, plantean a posteriori de las


tragedias los rasgos generales pero al ser estos aplicado a las obras coinciden
en grado de generalidad, esto es así porque lo esencial trágico es ciertamente
complejo y escurridizo a la hora de querer fijarlo.

Bibliografía
Aristóteles. Poética. Traducción y notas Eihard Schlesinger. Ed. Losada.
Buenos Aires. 2003

Esquilo. Tragedias. Introducción general de Manuel Fernández Galiano.


Traducción y notas de Bernardo Perea Morales.Ed. Gredos. Madrid. 1986

Rodríguez Adrados, Francisco. El héroe trágico. s/d.

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