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Calidad de Vida Laboral y Psicología de la Salud Laboral: hacia un


modelo de componentes comunes para explicar el bienestar
laboral psicológico y la salud mental labor....

Article · January 2005


Source: OAI

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Antonio Duro Martin


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Calidad de Vida Laboral y Psicología
Social de la Salud Laboral: hacia
un modelo de componentes comunes
para explicar el bienestar laboral
psicológico y la salud mental laboral
de origen psicosocial. Fundamentos
teóricos
ANTONIO DURO MARTÍN *

L
nales sanitarios realizados por Pelletier,
a calidad de vida laboral (CVL) y la
Coutu y Lamonde (1995) y de Casas et al.
psicología social de la salud e higiene
(2002).
en el trabajo (PSSHT) son disciplinas
teóricamente autónomas con sus propios y
respectivos objetos de estudio. Sin embargo, Hoy en día, la CVL ha llegado a ser una
según intentaremos mostrar en esta intro- disciplina muy completa y desarrollada, cuyo
ducción, en la literatura se ofrecen resulta- campo de estudio es muy amplio y diversifica-
dos donde los contenidos que estudian la do: características del trabajo, satisfacción
CVL y la PSSHT aparecen no sólo yuxta- laboral, estrés laboral, enriquecimiento del
puestos, sino incluso solapados y confundi- trabajo, características de las organizaciones,
dos entre sí; no existiendo hasta ahora un condiciones de trabajo, desarrollo personal,
modelo que articule sistemáticamente las re- clima organizacional… Ello es así porque
laciones que indudablemente existen entre sobre la CVL confluyen intereses de diversa
ambas materias de estudio. De otra parte, índole: empresariales, sindicales, académi-
tampoco la CVL y la PSSHT consideradas cos, sociales, culturales, individuales… Así,
por separado cuentan en sí mismas con un hablar de CVL es hablar de realidades tan
marco teórico unitario: de ahí que se descu- diversas como un área de investigación, un
bran diferencias sustantivas entre investiga- programa social, una reivindicación laboral,
ciones que aparentemente estudian lo mis- una aspiración individual… Sin temor a exa-
mo, aun cuando sus muestras sean gerar, podría decirse que dentro del campo de
equivalentes compárense, por poner un estudio de la CVL tienen cabida directa o
ejemplo, los trabajos sobre CVL en profesio- indirectamente la mayoría de las aportacio-
nes procedentes de la Psicología Industrial
desde sus primeros comienzos en América y
* Universidad Rey Juan Carlos. en Europa –véanse, por ejemplo, los trabajos

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INFORMES Y ESTUDIOS

de Herzberg (1966) o de Trist y Bamforth, mobbing (Leymann, 1996; Piñuel y Zabala,


(1951), respectivamente–; y lo mismo puede 2001), y el acoso sexual en el trabajo (Harned
decirse respecto de las aportaciones proce- et al., 2002). Se habla de síndromes laborales
dentes de la más reciente Psicología del Tra- porque su estudio comprende las característi-
bajo y de las Organizaciones. Peiró y Bravo cas de la situación de trabajo que los produ-
(1996) ofrecen un valioso compendio del con- cen, y el conjunto de daños que producen
cepto y evolución teórica de la CVL; y la sobre el trabajador. En el segundo caso, la
Encuesta de Calidad de Vida Laboral del PSSHT estudiaría cualquier patología que
Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales pudiera sufrir el trabajador relacionada con
(1999, 2000, 2001) constituye un ejemplo des- el trabajo (Brodsky, 1996; Tetrick & Quick,
tacado de aplicación práctica. 2003): desde desviaciones producidas en su
columna vertebral, hasta síntomas de depre-
Con la psicología social de la salud y segu- sión, ansiedad o abuso de alcohol. Valga seña-
ridad en el trabajo (PSSHT) –denominada en lar que algunos autores no incluyen dentro de
inglés occupational health psychology– ocu- la PSSHT las enfermedades provocadas por
rre otro tanto: también su campo de estudio el ambiente físico del trabajo así, por ejemplo,
es amplísimo. Su reciente historia y evolución Cabral (1988).
(Barling & Griffiths, 2003; Bennett, Cook &
Pelletier, 2003; Quick & Tetrick, 2003) atesti- Así las cosas, los objetivos generales que
guan que esta disciplina se encuentra en ple- persigue este modelo son: (i) proponer un
no auge. Y no sin razón: los trastornos men- esquema formal conjunto válido simultánea-
tales figuran entre las diez primeras enfer- mente para los estudios de CVL y de PSSHT,
medades relacionadas con el trabajo de carác- en donde se recogen los componentes estruc-
ter grave; siendo la tensión psicológica una de turales básicos que intervienen en toda inter-
las dos alteraciones que han registrado la acción entre trabajo y trabajador; (ii) integrar
mayor tasa de crecimiento en demandas judi- diferentes condiciones antecedentes y conse-
ciales (Smith et al., 2003). Además, otros cuentes para explicar el BLPS y la SML del
autores (Anderson et al., 2000; Goetzel et al., trabajador, cuyo origen sea de naturaleza
1998) han puesto de manifiesto que los daños ambiental psicosocial (Benavides, Ruiz Fru-
del trabajo para la salud mental del trabaja- tos & García, 1997; Castejón, 1997), adoptan-
dor son superiores incluso a los restantes do aquí la perspectiva de la propia experien-
daños –v.g.: cardiopatías–. Como es sabido, cia de trabajo que está teniendo el trabajador,
los estudios de la PSSHT abarcan tanto los y (iii) dejar sentadas las bases para el futuro
síndromes específicamente laborales, así contraste empírico del modelo, y para la pos-
como la gama completa de enfermedades terior incorporación de nuevos componentes,
médicas y trastornos mentales generales de cara a la elaboración futura de un modelo
relacionadas con el ambiente psicosocial del general de CVL y de PSSHT. Nuestro objeti-
trabajo. En el primer caso, entre los síndro- vo más inmediato será poder determinar con
mes más ampliamente estudiados destacan precisión cuándo un ambiente y contenidos
el estrés laboral (Cooper, 1998; Cooper & de trabajo resultan lo suficientemente hosti-
Marshall, 1976; Karasek, 1979; Marshall & les para el trabajador (Vasquez, Baker &
Cooper, 1979; Peiró, 1993; Spielberger, 1972; Shullamn, 2003), como para reducir primero
Spielberger, Vagg & Wasala, 2003), el bur- su BLPS y dañar después su SML; a efectos
nout o síndrome de quemarse por el trabajo de desarrollar y habilitar las medidas pre-
(Freudenberger, 1974; Lee & Ashforth, 1996; ventivas oportunas para que el trabajo se
Maslach, 1982; Maslach & Jackson, 1981; mantenga siempre dentro de lo que resulta
Phillips, 1984; Pines & Aronson, 1988; Shi- apropiado y saludable para los trabajadores
rom, 1989; Shirom, 2003), el acoso laboral o (Tetrick & Quick, 2003).

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ANTONIO DURO MARTÍN

Como estrategia, nos centraremos en un y su SML? ¿Son significativas las interpreta-


pequeño grupo de contenidos de trabajo ciones subjetivas de su situación laboral que
(inputs) que afectan tanto al BLPS como a la hace el trabajador para explicar su experien-
SML del trabajador (outcomes); y seguiremos cia de trabajo actual? ¿Puede hacer algo el
el curso de sus efectos y consecuencias, desde trabajador para sustraerse a los efectos nega-
principio a fin, de manera pormenorizada. tivos de un ambiente psicosocial inadecuado?
Para establecer cuáles son los componentes ¿Cuándo empieza exactamente a resultar
comunes que aquí intervienen, seguiremos dañino para la SML un BLPS deteriorado? ¿Y
un método a la vez analítico –separando y en qué casos concretos? En cuanto a lo que se
distinguiendo los componentes estructurales refiere al BLPS y a la SML: ¿Qué contenidos
del ambiente y del trabajador que están pre- específicos del trabajo afectan a qué conteni-
sentes sincrónicamente en toda experiencia dos específicos del trabajador? En definitiva:
de trabajo– y sintético –incluyendo todos y ¿Qué relaciones existen entre el BLPS y la
cada uno de los momentos que constituyen de SML?
manera diacrónica la experiencia de trabajo
para sucesos laborales discretos–. Al igual
que pretenden las contribuciones de otros POSTULADOS GENERALES
diferentes autores –v.g.: Danna y Griffin
(1999) recientemente han propuesto un mar- Para explicar este modelo nos serviremos
co para la teoría e investigación futura sobre de un sistema de representación intuitivo,
el bienestar y salud en el puesto de trabajo–, que no pretende ser una formalización teórica
nuestro modelo también pretende ofrecer una del aquél, sino tan sólo un instrumento de
cierta salida a la crisis que en la actualidad apoyo didáctico para facilitar nuestra exposi-
vienen experimentando estas dos disciplinas ción. Entre corchetes [ ] se encerrarán siem-
–véase, por ejemplo, lo que sucede con el pre a los elementos estructurales del modelo;
estrés (Spielberger, Vagg & Wasala, 2003; entre paréntesis ( ), irán los contenidos parti-
Kahn & Byosiere, 1992), cuyas teorías son culares de cada elemento estructural, y las
prácticamente indiscernibles unas de otras flechas → indicarán siempre la dirección pre-
(Murphy, 1995)–; y hace suya la necesidad de vista de los efectos. Cuando el estado de un
utilizar un amplio número de variables (Pei- elemento estructural sea normal o no haya
ró, 1993) y de incluir factores moduladores sufrido deterioro o daños lo representaremos
(Frese & Zapf, 1988), a fin de identificar todo como [ ] = 1, y en caso contrario se represen-
aquello que resulte relevante para la salud tará como [ ] ≠ 1. Ejemplos: (a) la representa-
laboral del trabajador (Tetrick & Quick, ción [ Tarea (cantidad) ] = 1, se referirá a que
2003). Este modelo nos permitirá asimismo la Tarea se considera un elemento estructural
ponderar la influencia relativa que las dife- del modelo, y que su cantidad, en tanto que
rentes condiciones y contenidos ejercen sobre contenido de este elemento, es normal: y (b) la
el BLPS y sobre la SML del trabajador, cues- representación [ Afecto (satisfacción de tarea)]
tión ésta que se ha suscitado en estudios pre- ≠ 1, significará que el afecto o dimensión afec-
vios –v.g.: en los estudios sobre el control de tiva (del trabajador) se considera asimismo
la situación laboral por parte del trabajador un elemento estructural del modelo, y que la
(Theorell, 2003)–. En definitiva, algunas de satisfacción de tarea, en tanto que contenido
las cuestiones a las que intentará dar res- este elemento, está deteriorada.
puesta este modelo serán: ¿Existen realmen-
te antecedentes comunes para el BLPS y la A título de postulado teórico general, afir-
SML? Si es así: ¿Cuáles son ellos? Y también: mamos que todas las interacciones entre el
¿Qué papel juega el ajuste que exista entre el trabajo y el trabajador pueden reducirse a un
trabajo y el trabajador para explicar su BLPS esquema formal general de interacción del

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INFORMES Y ESTUDIOS

individuo con su ambiente exterior –que podrí- bajo individual, y por este mismo motivo son
amos denominar binomio de interacción–. demandas mononivel (Bennett, Cook & Pelle-
Siguiendo este esquema, tendríamos, de una tier, 2003). Sirven además para diferenciar
parte del binomio, el ambiente exterior de tra- los cometidos de cada puesto de trabajo en
bajo o situación de trabajo, que simbolizare- particular y para determinar las relaciones de
mos como E (trabajo) –tomando E de la inicial intercambio que han de tener lugar con clien-
de (ambiente) Exterior–, y que comprendería tes y compañeros –algo que sucede asimismo
todos aquellos componentes, factores o varia- con los grupos (Sundstrom, De Meuse &
bles que condicionan el propio trabajo (OIT, Futrell, 1990)–. No todos los autores coinci-
1983), inciden sobre el trabajador (Prieto, den, sin embargo, en la terminología que otor-
1994), e influencian tanto su bienestar laboral gan a estas demandas. Así, mientras que
(Spyropoulos, 1980) como su salud física, men- Quick y Quick (1984) hablan de demandas de
tal y social (Fernández-Montalvo, 1998; tarea y demandas interpersonales; Cooper &
INSHT, 1987). De suyo, el universo de los Marshall (1978), por su parte, prefieren
componentes del trabajo es sumamente exten- hablar mejor de factores intrínsecos al puesto
so y se encuentra ampliamente articulado y de trabajo, y de relaciones sociales en el tra-
estructurado (Jardillier, 1979); pero de cara a bajo. Para algunos autores las relaciones del
nuestro objetivo –explicar el BLPS y la SMT trabajador con los otros no son sino una cate-
desde un conjunto de componentes comunes– goría más de estresores (Burke, 1988; Ivance-
este modelo se enfocará, en un principio, única vich & Matteson, 1980); mientras que otros
y exclusivamente a dos de las demandas más autores enfatizan, por otro lado, que algunos
destacadas de E (trabajo) –y que constituyen estresores de role son de carácter eminente-
justamente los elementos más básicos e inme- mente social (Maslach & Jackson, 1981; Pei-
diatos de todo puesto de trabajo (Jódar, ró, 1993). Theorell (2003), por su parte, englo-
1997)–, y cuyos valores extremos pueden ba ambas demandas dentro de una referencia
resultar factores de riesgo (Tetrick & Quick, genérica al ambiente psicosocial de trabajo.
2003). Nos referimos a las: (i) demandas de Sin embargo, la relevancia que se confiere a
tarea (taskwork) –demandas relacionadas de estas demandas [ T χ S ] suele ser unánime.
forma directa con aquella parte del trabajo que En especial, las relaciones sociales en el tra-
tiene asignada cada trabajador– y que simbo- bajo se consideran como el caldo de cultivo del
lizamos por [ T ], y (ii) demandas de relación estrés de role (Miles & Perreault, 1976; Peiró,
interpersonal, esto es, las demandas que emer- 1993), resultando de todo punto imprescindi-
gen del conjunto de relaciones sociales que ble su cuidado y ordenación en el diseño de
debe mantener el trabajador en su puesto de puestos de trabajo (Fernández-Montalvo,
trabajo (interpersonalwork), y que simboliza- 1998). Sus efectos sobre la salud del trabaja-
mos por [S]. Consiguientemente, y a tenor de dor es un hecho asentado desde antiguo (Levi,
lo antes expuesto, el ambiente exterior de tra- 1971). Desde este modelo, se considera que
bajo o situación de trabajo se representará ambas demandas son componentes comunes
como: E (trabajo) [ T χ S ]*, siendo [ T ] y [ S ] para explicar el BLPS y SML del trabajador,
sus dos elementos estructurales para toda porque ambas afectan al BLPS y a la SML del
situación de trabajo E (trabajo). trabajador. Compruébese: una cantidad nor-
mal de una determinada tarea x, [ T (x) ] = 1,
Ambas demandas [ T χ S ] marcan los lími- afectará positivamente al BLPS del trabaja-
tes funcionales básicos de cada puesto de tra- dor, y contribuirán por ello a preservar su
SMT. Pero, por el contrario, una cantidad
* El símbolo que aparece en esta representación –y en
excesiva de esas misma tarea, [ T (x) ] 1, redu-
las siguientes– entre los elementos estructurales T y S de- cirá primero el BLPS del trabajador y, pasado
nota simplemente la separación/diferenciación de ambos. algún tiempo, podría llegar inclusive a dañar

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ANTONIO DURO MARTÍN

su SML. Y lo mismo podría afirmase respecto La interacción entre el trabajo y el trabaja-


a los efectos de [ S ] sobre BLPS y SML. dor, añadiendo sus respectivos elementos
estructurales, quedaría pues representada
De otra parte, en el binomio de interacción de la siguiente forma: {E (trabajo) [ T χ S ]} ↔
tendríamos al trabajador, esto es, a la persona {M (trabajador) [ P A C F ]}. Y dado que toda
focal que experimenta el trabajo, y la cual reco- interacción humana acontece necesariamen-
noce y/o a la cual se le atribuye cierto BLPS o te en un momento temporal determinado, así
SML, y que simbolizaremos aquí por M (traba- mismo sucede con toda interacción entre tra-
jador) –tomando aquí la M de la inicial de Men- bajo y trabajador, momento temporal que
te (del trabajador)–. Según sucedía con E (tra- representaremos por t (i). Con todo lo cual
bajo), también aquí el análisis distingue varias podemos ya completar nuestra representa-
dimensiones con motivo de M (trabajador), que ción formal universal para toda interacción [
nuestro modelo toma como sus elementos trabajo ↔ trabajador ] correspondiente a un
estructurales1. Al menos en un principio, estos modelo de componentes comunes para expli-
elementos serán los siguientes: un elemento car el BLPS y la SML del trabajador que ten-
cognoscitivo o de pensamiento, representado gan un origen psicosocial, representación que
por [ P ] 2, un elemento afectivo o emocional, coincide con lo que denominaremos modelo
representado por [ A ]3, un elemento de con- teórico estructural: {E (trabajo) [ T χ S ]} ↔ {M
ducta manifiesta, representado por [ C ], y un (trabajador) [ Pχ A χ C χ F ]} t (i). Como podrá
elemento físico, orgánico o somático, que comprobarse, este modelo teórico estructural
representaremos por [ F ]. Consecuentemente, nos proporciona: (i) un esquema formal teóri-
nuestra representación para el trabajador co para estructurar toda la investigación en
será: M (trabajador) [ P χ A χ C χ F ]4. los campos de estudio de la CVL y de la
PSSHT como disciplinas científicas –desde
1
Cuando hablamos de elementos estructurales, ob- medidas organizacionales para enriqueci-
viamente no significamos entidades, sino tan sólo di- miento del trabajo, hasta programas para
mensiones analíticas del trabajador. Esto es: en el traba- ayuda al empleado, pasando por el estudio y
jador no existe como tal un «elemento afectivo», por seguimiento de las diferentes repercusiones
poner un ejemplo, sino que analíticamente podemos psicopatológicas de las condiciones de trabajo
descubrir y hablar en él de una dimensión afectiva, de
en general–; (ii) un punto de referencia para
un elemento afectivo. A su vez, dentro de estos ele-
mentos podrían distinguirse subelementos estructura- situar formalmente en el tiempo la experien-
les, como por ejemplo P [memoria a corto plazo, MCP], cia de trabajo actual que está teniendo el tra-
que obviaremos de la representación para simplificarla. bajador en cada momento; y (iii) un criterio
2
El elemento [ P ] podría contener diferentes tipos metodológico para ordenar cronológicamente
de contenidos: [ P (recuerdos) ], [ P (expectativas) ]…; e todos los componentes comunes –anteceden-
incluso éstos podrían contar a su vez con diferentes nive-
tes y consecuentes– del modelo.
les de accesibilidad al campo de conciencia: [ P (paten-
te) ], [ P (latente) ]… De forma convencional, la experiencia sub-
3
Este elemento [ A ] podría contener dos tipos dife- jetiva que el propio trabajador tenga de su
rentes de contenidos: [ A (respuesta) ] t (i) y [ A (trazo) ] t
trabajo en tiempo real, esto es su BLPS, se
(i-n). En el primer caso tendríamos [ A ] como respuesta
emocional a condiciones antecedentes todavía presen- asignará al momento t (i). Este momento
tes, asignadas al momento t (i); y en el segundo caso,
tendríamos afectividad [ A ] como trazo –huella– de res-
puesta emocional actual a condiciones antecedentes ya contenido (contenido social) para el elemento estructu-
pasadas, asignadas al momento t (i-n). ral que recoge las conductas manifiestas del trabajador,
4
A su vez, dentro de estos elementos estructurales esto es, para: M (trabajador) [ C (social) ]. Pero preferi-
podría distinguirse el elemento [ S ], a modo de quinto mos mantenerlo en el modelo como elemento estructu-
elemento estructural relativo a la relación interpersonal ral separado porque hay síntomas y consecuencias labo-
–y a sus resultados– entre el trabajador y su conjunto de rales que se ajustan mejor a este elemento [ S ]: aisla-
role. En realidad, vendría a ser una especificación de miento social, apatía social...

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INFORMES Y ESTUDIOS

supone un corte transversal en el tiempo, y nidos y valores particulares para cada uno de
constituirá el punto de referencia partir del los elementos estructurales del modelo–, y
cual se hablará con propiedad de anteceden- aceptando de otra parte la memorización y
tes y de consecuentes. Dicho esto, podemos ya asimilación de la experiencia de trabajo por
anticipar aquí la definición operativa para el parte del trabajador –dado que el elemento
BLPS: estado de los elementos estructurales estructural cognitivo, M (trabajador) [ P ],
del trabajador para contenidos que reflejen encerraría en realidad el subelemento estruc-
una valoración de su experiencia en el traba- tural de memoria, [P [memoria]]–, se sigue
jo, en el momento t (i). Su representación fácilmente de todo ello que la actual expe-
será, pues: M (trabajador) [P χ A χ C χ F (con- riencia subjetiva del trabajo en el momento t
tenidos de BLPS)] t (i). Por ejemplo, {M (tra- (i), al menos hasta tanto se asimile y se inte-
bajador) [A (satisfacción de trabajo)] t (i) = 1} gre en la memoria del trabajador, puede
significaría que el trabajador valora positiva- repercutir y manifestarse hacia adelante en
mente su experiencia de trabajo en el los subsiguientes momentos temporales: t
momento t (i). En conclusión, significaría que (i+n), t (i+2n)… Este proceso de memoriza-
existe de hecho BLPS, ya que, según se com- ción y asimilación, retomándolo desde la
prueba, su «satisfacción en el trabajo» no experiencia pasada hasta la experiencia
refleja deterioro alguno. Paralelamente, la actual, podría representarse de la siguiente
definición operativa para la SLM es la forma: (i) Momento t (i-2n): { {E (trabajo) [ T χ
siguiente: estado de esos mismos elementos S ]} ↔ {M (trabajador) [ P (…) χ A χ C χ F ] } t
estructurales del trabajador, pero en este (i-2n) } = «z», interacción ésta que pasará a ser
caso para aquellos contenidos que reflejen ahora contenido patente y/o latente del ele-
consecuencias (daños) del trabajo sobre su mento estructural [ P ] en el momento inme-
salud mental, en el momento t (i+n) –véase diato subsiguiente; (ii) Momento t (i-n): { {E
más abajo la cronología asignada a las dife- (trabajo) [ T χ S ] } ↔ {M (trabajador) [P («z»
rentes condiciones antecedentes y consecuen- …) χ A χ C χ F ]} t (i-n) } =« y», interacción que
tes del modelo–. Su representación será, con- pasará a ser asimismo contenido patente y/o
siguientemente: M (trabajador) [P χ A χ C χ F latente del elemento estructural [ P ] en el
(contenidos de SML)] t (i+n). Por ejemplo, {M momento inmediato subsiguiente; y (iii)
(trabajador) [A (síntomas de ansiedad asocia- Momento t (i), correspondiente ya a la expe-
dos al trabajo)] t (i+n) ≠ 1}. Valga señalar riencia del trabajo actual: { {E (trabajo) [ T χ
aquí que la capacidad individual del trabaja- S ] } ↔ {M (trabajador) [ P («y» χ «z» … ) χ A χ
dor para lograr que aquellos contenidos C χ F ]} t (i) }. Consiguientemente, si la expe-
correspondientes a su BLPS y a su SML fluc- riencia subjetiva del trabajo –esto es la viven-
túen sólo dentro de unos ciertos umbrales de cia del trabajo por parte del propio trabajador
tolerancia –para un determinado período de en tiempo real– se representa por t (i), según
tiempo–, constituiría justamente su eficacia se ha convenido, entonces toda interacción
personal adaptativa al trabajo, eficacia que previa a esta misma experiencia, acaecida en
vendría a ser complementaria –pero no por sucesivos momentos temporales precedentes,
ello menos importante– a su propia eficacia t (i-n), t (i-2n)…, es necesariamente un ante-
profesional. cedente temporal de aquélla, y podrá ser por
este mismo motivo contingentemente una
En otro orden de cosas, considerando de condición antecedente, factor causal o deter-
una parte la cuestión del transcurso continuo minante suyo en alguna medida. Inversa-
del tiempo –que puede representarse bajo la mente, toda interacción posterior a la expe-
forma de una serie de sucesivos momentos riencia subjetiva del trabajo en el momento t
temporales discretos, … t (i-2n), t (i-n), t (i), t (i), acontecida en sucesivos momentos tempo-
(i+n), t (i+2n)…, cada uno de éstos con conte- rales subsiguientes, t (i+n), t (i+2n)…, es

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ANTONIO DURO MARTÍN

necesariamente un consecuente temporal de sea bien como realidad externa, contenidos


aquélla y, bajo determinadas condiciones, correspondientes a la situación de trabajo, o
contingentemente, podría ser efecto o condi- como realidad interna, esto es, como meros
ción consecuente suya. contenidos mentales del trabajador–; lo cual
legitima una aproximación de tipo perceptivo
De lo anterior se pueden extraer dos con- al estudio del BLPS y de la SML del trabaja-
clusiones: (i) los efectos provenientes de las dor, tal y como se hace y viene ocurriendo en
interacciones trabajador-trabajo precedentes otros ámbitos de la psicología del trabajo y de
sobre el BLPS y la SML actuales del trabaja- las organizaciones –por ejemplo, en la teoría
dor dependerán en alguna medida del alma- del apoyo social percibido (Rhoades & Eisen-
cenamiento y recuerdo que tenga de aquéllas berger, 2002)–.
el trabajador; y los efectos de las futuras
interacciones trabajador-trabajo –vía antici- A efectos de simplificar las siguientes
pación imaginativa de hechos y consecuen- explicaciones, el resultado global (outcome)
cias en el trabajo– dependerán de las expecta- de la interacción entre el trabajo y el trabaja-
tivas que elabore el trabajador al respecto; en dor –algo que de suyo es de naturaleza conti-
conclusión: sobre el BLPS y la SML actuales nua– se dicotomizará en sólo dos categorías
influirán, fuera ya de los propios contenidos discretas: (i) estado de armonía o de no-con-
de la interacción presente, el recuerdo de los flicto, que representamos como = 1; y (ii) esta-
momentos de interacción precedentes y la do de conflicto, que representaremos como ≠
anticipación imaginativa de los momentos de 1. La interacción entre el trabajo y el trabaja-
interacción virtualmente subsiguientes; y (ii) dor, { E ↔ M }, que resulte en general positi-
dada la potencial asimilación y memorización va y satisfactoria para éste –estado de armo-
de todos los contenidos de las interacciones nía o de no conflicto– en un determinado
pasadas por parte del trabajador, podría dar- momento temporal, t (i), la representaremos
se el hecho de que un determinado contenido como { E ↔ M } t (i) = 1; y según el modelo teó-
que figurase como consecuente en un momen- rico estructural, se representaría como: { { E
to temporal previo, → ( contenido «x») t (i), (trabajo) [ T χ S ] } { ↔ [ M (trabajador) [ P χ
pasase a actuar en adelante como anteceden- A χ C χ F χ S ] } t (i) } = 1. Por el contrario, si
te para un momento o momentos temporales tal interacción resultase negativa e insatis-
subsiguientes, esto es: (contenido «x» t (i)) →, factoria, en general, para el trabajador –esta-
en tanto que perdurase su almacenamiento do de conflicto–, se representaría como [E ↔
y/o recuerdo en el componente de pensamien- M] t (i) 1; y según el modelo teórico estructu-
to M (trabajador) [ P ]. Esto es, en tanto que: ral, tendríamos, pues: { {E (trabajo) [ T χ S ] }
M (trabajador) [P ( contenido« x» en t (i))] t { [ M (trabajador) [ P χ A χ C χ F χ S ] } t (i) } ≠ 1.
(i+n). Esta consideración tiene serias impli- Esta dicotomía presentará sus ventajas espe-
caciones metodológicas; pero por de pronto cialmente cuando se indaguen los procesos de
valga indicar aquí tan sólo lo siguiente: lo que transmisión de efectos entre el BLPS y la
verdaderamente existe para el trabajador en SML. En general, se postula que una expe-
el momento t (i) –esto es, lo que verdadera- riencia de trabajo prolongada de carácter no
mente entraría a formar parte de su expe- conflictivo, [E ↔ M] = 1, redundará en el
riencia del trabajo en ese mismo momento– BLPS del trabajador, y preservará al mismo
serían únicamente aquellos contenidos –y tiempo su SML. Esto es: [E ↔ M] = 1 → M
sus correspondientes valores correlativos– [(+BLPS) (+ SML)]. Contrariamente, una
presentes actualmente en los distintos ele- experiencia de trabajo prolongada de carác-
mentos estructurales que componen E (tra- ter conflictivo, [E ↔ M] ≠ 1, deteriorará su
bajo) y M (trabajador) –independientemente BLPS y dañará su SML. Esto es: [E ↔ M] ≠ 1
ahora de que la presencia de esos contenidos M [(-BLPS (- SML)].

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INFORMES Y ESTUDIOS

POSTULADOS PARTICULARES primer lugar al bienestar del trabajador


–porque tienen lugar en el espacio interper-
Identidad estructural de antecedentes sonal del trabajo (Sundstrom, De Meuse &
para el BLPS y la SML Futrell, 1990)–, pero también se entremez-
clan con situaciones de acoso laboral, con per-
Se verifica que los antecedentes para el niciosos efectos sobre la SML. El mobbing
BLPS y la SML del trabajador son estructu- (Leymann, 1996; Piñuel y Zabala, 2001) afec-
ralmente idénticos, dado que según vienen ta al absentismo, y también produce altera-
poniendo de manifiesto los resultados de la ciones del sueño, ansiedad, depresión… en el
investigación, aquellos componentes del tra- trabajador. El acoso sexual en el trabajo afec-
bajo que afectan significativamente al BLPS ta a la satisfacción en el trabajo, y genera
del trabajador son los mismos que afectan ansiedad, depresión… (Fitzgerald et al.,
también a su SML. Éstos son algunos ejem- 1997). Por su parte, el absentismo es una de
plos de ello: la sobrecarga de trabajo, el trato las consecuencias laborales típicas del bur-
con usuarios… inciden sobre la autoestima nout (Gil-Monte & Peiró, 1997; Matteson &
profesional y sobre el estrés y el burnout (Gil- Ivancevich, 1987; Shirom, 2003). El concepto
Monte & Peiró, 1997); la variedad intrínseca de tensión laboral es quizá el mejor concepto
de la tarea está relacionada con la satisfac- «bisagra» en torno al cual giran el BLPS y la
ción laboral y con síntomas de ansiedad, SML (Jódar, 1997).
depresión, irritación (Hackman & Oldham,
1980; Johansson, Aronsson & Lindström, Examinando la literatura sobre los dife-
1978); las demandas sociales y de tarea se rentes síndromes laborales –v.g.: sobre el
asocian sin distinción ni preferencia con el estrés (Cooper, 1998; Cooper & Marshall,
BLPS y la SML del trabajador (Burke, 1988; 1976; Karasek, 1979; Marshall & Cooper,
Cooper & Marshall, 1978; Ivancevich & Mat- 1979; Peiró, 1993; Spielberger, 1972; Spiel-
teson, 1980; Quick & Quick, 1984). Por otra berger, Vagg & Wasala, 2003); sobre el acoso
parte, los resultados de French & Caplan en el trabajo (Piñuel y Zabala, 2001); sobre el
(1973) muestran que el exceso de trabajo burnout (Leiter & Meechan, 1986); sobre dis-
afecta a la satisfacción laboral, y también ele- criminación y hostigamiento laboral (Vas-
va la tasa cardíaca y exacerba la conducta de quez, Baker & Shullamn, 2003)…– se advier-
fumar. En el estudio de Dijkhuizen (1980) se te en ellos la presencia de unos antecedentes
revela que la discrepancia existente entre que se repiten regularmente –aunque dis-
habilidades del trabajador versus demandas puestos, eso sí, aquí y allí, en configuraciones
de tarea reduce la satisfacción laboral, y es diversas–. Nos referimos a antecedentes
causa asimismo de depresión, irritación, y de tales como: magnitudes anómalas en la canti-
otros diversos síntomas de naturaleza somá- dad de trabajo, excesivos contactos con clien-
tica. Una combinación de elevadas demandas tes, diferentes características negativas en la
de trabajo y de bajo control personal sobre las relación interpersonal del trabajador con los
mismas reduce la productividad y la satisfac- jefes y compañeros, interpretaciones del tra-
ción laboral, y perjudica la salud laboral del bajador sobre sus propios recursos persona-
trabajador (Theorell & Karasek, 1996). les, atribuciones de intenciones a los otros,
Diversos estudios muestran una correlación conflictos abiertos con los jefes –aunque en el
negativa significativa entre burnout y satis- mobbing se superponga al propio conflicto
facción laboral (Firth & Britton, 1989; una clara intención personal de destruir al
Grigsby & McKnew, 1988; Wolpin, Burke & trabajador por parte del acosador (Leymann,
Greenglas, 1991). Los conflictos con los jefes o 1996)–, aislamiento social del trabajador por
con los compañeros de trabajo (Beehr, 1981; parte de su compañeros... Pero, al propio
Kahn et al., 1964; Peiró, 1993) incumben en tiempo, el análisis de la literatura revela que

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ANTONIO DURO MARTÍN

esos mismos antecedentes, por su propia acoso sexual en el trabajo (Vasquez, Baker &
naturaleza, ubicación y pertenencia a la Shullamn, 2003)–. Precisamente, esta equi-
situación laboral, también afectan necesaria- valencia patológica que comentamos es la
mente al BLPS del trabajador –según se des- causa que subyace al solapamiento y confu-
prende asimismo del análisis de la literatura sión existente entre los diferentes síndromes
sobre calidad de vida laboral–. De todo ello se laborales. Es el caso del estrés, por ejemplo,
sigue, pues, la existencia de una identidad de que a veces se le equipara a un mero malestar
antecedentes para el BLPS y la SML. A conti- personal, y se acaba por asimilarlo sin más a
nuación, al intentar reducir y categorizar psicopatología personal (Peiró, 1993); y otro
estos antecedentes comunes para BLPS y tanto viene ocurriendo con motivo del síndro-
para SML, se extraen dos categorías clara- me de quemarse por el trabajo (Gil-Monte &
mente diferenciadas: (i) una primera catego- Peiró, 1997; Gil-Monte et al., 1996; Golem-
ría de antecedentes que implican a los ele- biewski, Munzenrider & Stevenson, 1986;
mentos estructurales del trabajo, E (trabajo) Greenglas, Burke & Ondrack, 1990; Schufeli
[ T χ S ], y más en concreto a sus variaciones & Dierendonck, 1993). Inclusive el solapa-
cuantitativas y alteraciones cualitativas; y miento entre cuadros clínicos y síndromes
(ii) una segunda categoría de antecedentes laborales es también muy frecuente, por
que implican mayormente al elemento ejemplo entre depresión y burnout (Leiter &
estructural cognitivo del trabajador, M (tra- Durup, 1994; Schaufeli & Enzmann, 1998),
bajador) [ P ], en relación con la percepción entre ansiedad y burnout (Corron, 1990),
que tenga el trabajador de sus propios recur- entre estrés y burnout (Farber, 1984; Shirom,
sos personales para realizar el trabajo, y con 2003; Spielberger & Vagg, 1999), entre estrés
la percepción de intenciones que atribuya a su y mobbing (Piñuel y Zabala, 2001) valga
conjunto de role respecto de sí mismo. Dado señalar aquí que estrés y burnout son síndro-
que ambos antecedentes comunes envuelven mes prácticamente equivalentes en sus con-
elementos estructurales del modelo, habla- secuencias sobre la salud del trabajador, sal-
mos por eso de identidad estructural de ante- vo que en este último síndrome predomina
cedentes. como factor de riesgo el trato frecuente e insa-
tisfactorio con clientes o usuarios. Los efectos
psicopatológicos del acoso sexual en el traba-
Equivalencia estructural y patológica jo, por otra parte, remedan los síntomas del
de los diversos síndromes laborales trastorno de ansiedad por estrés postraumá-
sobre la SML tico (Dansky & Kilpatrick, 1997).

Los efectos nocivos para la SML produci- Nuestro argumento es que cualquier sín-
dos por estrés laboral, burnout, acoso laboral drome laboral que afecte a la SML del traba-
o mobbing…, se igualan en los síntomas y jador se traducirá necesariamente en una o
trastornos que provocan en el trabajador más de las siguientes alteraciones: (i) disfun-
–v.g.: trastornos de ansiedad, alteraciones ciones de la atención y de los procesos cognos-
del sueño, síntomas de irritabilidad, consumo citivos en general; en definitiva: disfunciones
de alcohol, trastornos del estado de ánimo del elemento estructural M (trabajador) [ P ];
(depresión), consumo de drogas…–. Tales sín- (ii) trastornos afectivos y del estado de ánimo;
tomas y trastornos se encuentran recogidos, y en definitiva, pues: disfunciones en el ele-
perfectamente tipificados, en el DSM-IV, mento estructural M (trabajador) [ A ]; (iii)
Manual diagnóstico y estadístico de trastor- trastornos de conducta; en suma: disfuncio-
nos mentales (1995), a cuyas categorías psico- nes en su elemento estructural M (trabaja-
diagnósticas se ha recurrido a veces con moti- dor) [ C ]; e igualmente, aunque este modelo
vo de la SML –por ejemplo, con motivo del esté orientado mayormente a la SML del tra-

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INFORMES Y ESTUDIOS

bajador, aquí podrían incluirse también debi- unos y otros en varios aspectos: su curso tem-
do a su posible origen psicosomático: (iv) poral, la forma en que afectan a cada elemen-
enfermedades y/o malestar somático; esto es: to de M (trabajador), la combinación de sínto-
alteraciones del elemento estructural M (tra- mas que producen en un mismo paciente. Por
bajador) [ F ]. También podría resultar alte- lo común, la SML pasaría porque el trabaja-
rado el elemento de relación interpersonal del dor se mantuviera animado y tranquilo
trabajador, M (trabajador) [ S ], por vía de durante su jornada laboral, estando éste con-
aislamiento social, de retirada social… En centrado y atento a su trabajo –en lo tocante
conclusión, y según venimos razonando: a su equilibrio psicológico–, y sano de cuerpo,
hablar de los efectos producidos por los dife- sin molestia física alguna –en lo que respecta
rentes síndromes laborales es hablar, en últi- a su salud corporal u orgánica–. Todo lo que
ma instancia, de alteraciones de unos mismos suponga, en definitiva, alejarse de ese estado
e idénticos elementos estructurales del traba- de salud y equilibrio que representaremos
jador, a saber: M (trabajador) [P χ A χ C χ F], como M (trabajador) [ (SML) ] = 1, equilibrio
cuyos contenidos sintomáticos se correspon- general o SML en general; y como M (trabaja-
den con trastornos mentales reconocidos. De dor) [ P (SML) = 1 ] χ [ A (SML) = 1 ] χ [ C
ahí que hablemos de equivalencia estructural (SML) = 1] χ [ F (SML) 5 = 1 ] [ S (SML) = 1 ] =
y patológica de los diversos síndromes labora- 1, equilibrio particular o SML particular para
les sobre la SML del trabajador. Los elemen- cada componente, significaría que el trabajo
tos estructurales del trabajador que recoge está enfermando al trabajador. La integra-
este modelo se corresponden parcialmente ción y coherencia entre tales elementos se
con las dimensiones de la salud en el trabajo corresponde con el concepto universal de
consideradas por Fleisher, Brown y Fleisher salud (Edlin, Golanty & Brown, 1996).
(1996), y vienen a coincidir con los postulados
generales de la salud humana positiva (Ryff
& Singer, 1998). Dentro del ámbito laboral, SML como consecuente laboral anidado
los diversos contenidos nocivos laborales dentro del BLPS
podrán variar de un trabajo a otro, e incluso
podrá cambiar su específica secuencia de Dado que los agentes que causan o desen-
aparición temporal de cara a producir unos cadenan daños en la SML pertenecen por
determinados daños sobre la SML del traba- definición al ámbito laboral del trabajador,
jador; pero insistimos: la estructura psicopa- deben afectar también, pues, previa y necesa-
tológica resultante –los daños sobre la SML riamente a su BLPS. Si un trabajador está
del trabajador será siempre equivalente–. Y sufriendo acoso laboral por su jefe y su equili-
en este preciso sentido, discrepamos de brio psicológico ya se ha venido abajo –daños
Brodsky (1996), porque a nuestro entender sobre su SML–, resulta imprescindible que
los síntomas psicológicos, se originen ellos antes de ello su satisfacción laboral respecto
donde se originen, serán siempre los mismos de su jefe se haya deteriorado –deterioro pre-
en las diferentes personas: no resulta necesa- vio sobre su BLPS–. Y más aún: el propio
rio, por tanto, recurrir a nuevas categorías deterioro del BLPS del trabajador puede afec-
diagnósticas. tar de suyo directamente a su SML: téngase
presente al respecto, por ejemplo, que la insa-
Según venimos viendo, cuando un trabaja- tisfacción laboral –elemento del BLPS– pue-
dor sufre daños en su SML, eso implica que de llegar a producir por sí misma fuertes
uno o varios de sus elementos estructurales
se alteran o «desequilibran». Obviamente, no
todos los trastornos de SML van a producir el 5
Referido especialmente a la dimensión somática
mismo tipo de desequilibrio, diferiendo entre de los trastornos psicológicos.

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ANTONIO DURO MARTÍN

reacciones psicosomáticas en el trabajador que tenga su BLPS deteriorado, pero su SML


(OIT, 1987). Por todo ello, defendemos aquí esté todavía intacta, sin daño alguno, esto es:
que la SML es un tipo particular de conse- M (BLPS) 1 y M (SML) = 1; es muy poco pro-
cuencia laboral anidada dentro del BLPS. En bable, por el contrario, que pueda darse lo
otras palabras, se concibe la SML como sub- contrario, esto es: que haya un trabajador con
conjunto específico del conjunto BLPS, sim- su BLPS sin deterioro alguno, y su SML
bólicamente: SML ⊂ BLPS –cuando menos, dañada, es decir: M (BLPS) = 1 y M (SML) ≠ 1
tanto BLPS como SML serían ambos subcon- –siempre y cuando se mantengan invariables
juntos diferenciados de un conjunto más las condiciones de trabajo causantes del daño
amplio de consecuencias laborales, en sentido sobre la salud–.
lato, del trabajo sobre el trabajador–. Esen-
cialmente, BLPS y SML no vienen a ser sino
diferentes contenidos para unos mismos ele- FUENTES DE VARIACIÓN
mentos estructurales de M (trabajador). La
ansiedad, M (trabajador) [ A (SML: ansiedad) El modelo teórico estructural implica cua-
≠ 1], sería el correlato sintomático de la ten- tro fuentes de variación distintas, a saber: (i)
sión laboral, M (trabajador) [ A (BLPS: ten- la naturaleza y función de los elementos que
sión laboral) ≠ 1]. Hablamos de SML como intervienen; (ii) sus dimensionales formales;
consecuente «anidado» dentro del BLPS en (iii) su contenido; y (iv) el tiempo o momento
alusión a lo siguiente: mientras sí que puede temporal de ocurrencia de cada interacción
darse perfectamente el caso de un trabajador en particular (Cuadro 1).

CUADRO 1. CARACTERÍSTICAS DE LOS COMPONENTES DEL MODELO SEGÚN


LAS FUENTES DE VARIACIÓN

Naturaleza de los elementos ticas más peculiares de los elementos estruc-


turales implicados, como la función que cum-
Aunque la interacción [ trabajo ↔ trabaja- plan. Así, se categorizarán como condiciones
dor ] sea en sí misma una realidad primaria e antecedentes objetivas y/o como condiciones
indivisible, de cara a su estudio podemos cla- antecedentes externas: (i) todos aquellos ele-
sificarla en cuatro amplias categorías –que mentos pertenecientes a E (trabajo) en gene-
serán las condiciones del modelo– tomando ral, en tanto que componentes de la realidad
como criterio tanto la naturaleza y caracterís- externa al trabajador y en tanto que input

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INFORMES Y ESTUDIOS

laboral –v.g.: demandas interpersonales tarias, a modo de dimensiones atributivas


entrantes del puesto de trabajo–, y que deno- suyas (Mayntz, Holm & Hübner, 1975): una
minaremos condiciones de trabajo. Se catego- primera dimensión recogería sus propiedades
rizarán como condiciones consecuentes obje- cuantitativas, y otra segunda, sus propieda-
tivas y/o como condiciones consecuentes des cualitativas. Las propiedades cuantitati-
externas: (ii) todos aquellos aspectos más vas de E (trabajo) están presentes implícita o
específicos de E (trabajo) en su conexión explícitamente en todo puesto de trabajo
directa con aspectos correlativos de M (traba- como se descubre, por ejemplo: en los tiempos
jador) y en tanto que constituyan un resulta- asignados a las operaciones, en los ciclos y rit-
do (outcome) como ajuste del trabajo al traba- mos que exigen… (OIT, 1983). Esta dimen-
jador –v.g.: demandas del puesto de trabajo sión cuantitativa resulta pertinente para
versus habilidades del trabajador para satis- nuestros fines, toda vez que los excesos y/o
facerlas–, que denominaremos condiciones de defectos en las magnitudes de tarea –elemen-
ajuste. Por otra parte, se categorizarán como to estructural de E (trabajo)–, además de
condiciones subjetivas antecedentes y/o como resultar en sí mismos factores de riesgo labo-
condiciones antecedentes internas: (iii) todos ral, producen fatiga en el trabajador (Smith
aquellos elementos concernientes a M (traba- et al., 2003), y son reconocidas fuentes de
jador), en tanto que interpreta y actúa sobre estrés (Cooper & Marshall, 1976; Marshall &
E (trabajo) –v.g.: atribuciones sobre la justi- Cooper, 1979; Peiró, 1993) y de burnout (Shi-
cia/injusticia distributiva de la cantidad de rom, 2003); sin pasar por alto su estrecha vin-
trabajo–, que designaremos como condiciones culación con los umbrales de tolerancia del
de adaptación. Y se categorizarán como con- trabajador –véase al respecto, por ejemplo, el
diciones consecuentes subjetivas y/ como con- modelo vitamínico de Warr (1987)–. En defi-
diciones consecuentes internas: (iv) todos nitiva, lo que se viene a significar aquí es que
aquellos otros elementos relativos a M (tra- una adecuada cantidad de trabajo –valga
bajador), en tanto que experimenta BLPS y/o como ejemplo– produce bienestar en el traba-
SML –v.g.: satisfacción con las tareas realiza- jador, pero ese mismo tipo de trabajo en una
das, ansiedad relacionada con el trabajo–, y cantidad excesiva o defectiva será fuente de
que llamaremos condiciones de experiencia estrés (Peiró, 1993). Es de sobra conocido, por
subjetiva. Estas condiciones son los compo- lo demás, que la intensidad y frecuencia de
nentes comunes del modelo. Se trata ésta, en ciertos contenidos de trabajo –ambos aspec-
todo caso, de una clasificación teórica. En lo tos cuantitativos del trabajo– según son per-
tocante a metodología, podría recurrirse cibidas por el trabajador, juegan un papel
indistintamente a técnicas de medida objeti- decisivo en el estrés laboral (Cox & Ferguson,
vas o subjetivas para evaluar cualquiera de 1994; Hurrell, Nelson & Simmons, 1998). En
las condiciones –un ejemplo de ello nos lo ambos casos, según se observa, el factor rele-
brindan los inventarios para medir estreso- vante es la dimensión cuantitativa. Lo mismo
res laborales ambientales de carácter objeti- podría decirse respecto a la dimensión cuali-
vo que los trabajadores rellenan de forma tativa del trabajo: sería el caso de la existen-
subjetiva (Cooper, SMLoan & Williams, cia de conflictos con jefes y/o con compañeros,
1988; Spielberger, Vagg & Wasala, 2003)–. por ejemplo, que marcarían las demandas
interpersonales con un tono distinto. Aquí, el
factor decisivo a efectos de BLPS y SML sería
Dimensiones formales justamente la dimensión cualitativa del tra-
bajo. Por otra parte, esta clasificación formal
Las condiciones de trabajo, E (trabajo), dicotómica –cantidad, calidad– viene justifi-
pueden describirse cabalmente por medio de cada porque los aspectos cuantitativos y cua-
un par de dimensiones formales complemen- litativos de E (trabajo) tienen efectos distin-

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ANTONIO DURO MARTÍN

tos y específicos sobre el BLPS y la SML, una de ellas con sus propios contenidos– que,
según venimos comentando. Estas mismas aun siendo extrínsecas al trabajo, bien pue-
dimensiones pueden aplicarse a las condicio- den afectar al BLPS y SML del trabajador.
nes de ajuste. Sería el caso, por ejemplo, de ayudas o pres-
taciones de tipo familiar o profesional que
Un aspecto formal que merece destacarse recibiera el trabajador para afrontar mejor su
en las condiciones de adaptación es justa- trabajo. Tales condiciones y contenidos podrí-
mente la dirección de las acciones y reaccio- an representarse como E (familiar) y E (pro-
nes que se producen entre trabajo y trabaja- fesional), respectivamente.
dor, lo que nos permitirá diferenciar entre
procesos de adaptación activa, que represen-
taremos como E (trabajo) ← M (trabajador), Tiempo: momento temporal
cual sería el caso de las estrategias de modu- de ocurrencia
lación del trabajo que despliega el trabajador;
y procesos de adaptación pasiva, E (trabajo) Atendiendo a su momento de ocurrencia,
→ M (trabajador), como ocurriría, vaya por las acciones y reacciones que tengan lugar
caso, en los procesos de interpretación y atri- entre los distintos elementos estructurales de
bución que efectúa el trabajador sobre su tra- E (trabajo) y de M (trabajador) se clasificarán
bajo y sobre sí mismo. Esta misma clasifica- como antecedentes o consecuentes, tomando
ción formal sería aplicable también a las con- como criterio la propia experiencia de trabajo
diciones de experiencia subjetiva (Cuadro 1). subjetiva en curso, que se asigna al momento
t (i). Esta distribución temporal –asignación
de momentos de ocurrencia– para las diferen-
Contenidos tes condiciones basará en la secuencia lineal
de momentos sucesivos para un mismo suceso
En este modelo los contenidos de E (traba- laboral discreto (Figura 1). Así, partiendo de
jo) se limitarán a [ T ] y [ S ], –esto es, las con- la experiencia de trabajo en t (i), la secuencia
diciones de trabajo serán: E (trabajo) [T χ S]–, sería: (i) demandas de trabajo entrantes
como hemos dicho. Por otro lado, la mente del (input), asignadas al momento t (i-3n); y, por
trabajador, M (trabajador), procesará de suyo extensión y convencionalmente, momento
mayormente contenidos mentales suscitados funcional al que se asignarán todas las condi-
por las demandas más inmediatas del trabajo ciones de trabajo; (ii) elaboración cognitiva
en curso, según se va desempeñando éste en del input, asignada al momento t (i-2n),
tiempo real. Pero lo anterior no excluye que correspondiente a la interpretación/actua-
en la mente del trabajador también puedan ción sobre las demandas de trabajo entran-
procesarse simultáneamente, de forma más o tes; y momento al que se asignarán por exten-
menos patente, contenidos de otra naturale- sión todas las condiciones de adaptación; (iii)
za, tales como: estimaciones del trabajador outcome sobre ajuste, en t (i-n), grado de ajus-
sobre su propia capacidad personal para te conseguido a raíz de la actuación de las
afrontar el trabajo, interpretaciones sobre las condiciones de adaptación sobre las condicio-
actuaciones e intenciones de sus compañeros nes de trabajo –momento temporal que hace-
de trabajo respecto a la tarea que le asignan, mos extensivo para todas las condiciones de
respecto al trato personal y profesional que le ajuste–; (iv) consecuencias (outcomes) sobre
vengan otorgando… Justo este otro tipo de el BLPS del trabajador, en t (i), efectos de las
contenidos son los que pasarán a engrosar, condiciones precedentes sobre el BLPS del
como veremos, las condiciones de adaptación. trabajador, así como actuaciones de éste para
Por lo demás, fuera del ambiente laboral recuperar su BLPS en caso de que éste hubie-
podrían localizarse ciertas condiciones –cada ra resultado dañado, incluyendo la petición

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INFORMES Y ESTUDIOS

de ayuda social, –momento temporal que tanto que valoración de la experiencia del tra-
hacemos extensivo para todas las condiciones bajo–, y como tal la incluiremos junto con los
de experiencia subjetiva: BLPS–; y (v) conse- restantes consecuentes laborales que propon-
cuencias (outcomes) sobre la SML del trabaja- dremos –v.g.: satisfacción con los compañeros
dor, en t (i+n), efectos de las condiciones pre- de trabajo–, sin menoscabo de que la «actitud
cedentes –y especialmente del propio BLPS hacia el trabajo» pueda mediar o modular la
del trabajador– sobre la SML, incluyendo la relación entre otras variables antecedentes o
petición de ayuda profesional –momento tem- consecuentes.
poral que asignaremos convencionalmente a
todas las condiciones de experiencia subjeti- Por otro lado, al margen de las distintas
va: SML–. Veamos un ejemplo desde la pers- condiciones que hemos visto hasta aquí, que
pectiva propia del trabajador: «hay muchos podríamos denominar condiciones básicas, el
clientes que atender» (input), t (i-3n); «creo modelo también comprende un conjunto de
que no voy a ser capaz de aguantarlo, y tam- condiciones moduladoras que perseguirían
poco pudo hacer nada por controlarlo» (elabo- mantener y/o recuperar las pérdidas de BLPS
ración cognitiva del input), t (i-2n); «esto es del trabajador y/o reparar los daños sufridos
mucho peor de lo que yo me esperaba» (outco- por su SML, que vendrían a operar en dife-
mes sobre ajuste), t (i-n); «estoy sintiéndome rentes momentos funcionales sobre condicio-
muy tenso, no me gusta nada este trabajo, y nes específicas. Como es conocido, la función
además nadie me ayuda» (outcomes sobre general de los moduladores (Fresse & Zapf,
BLPS), t (i); «no puedo quitarme el trabajo de 1988) es la de alterar la previa relación exis-
la cabeza, no puedo dormirme por causa suya, tente entre unas determinadas variables de
si esto sigue así tendré que buscar la ayuda de entrada (inputs) y otras variables de salida
un profesional» (outcomes sobre SML), t (i+n). (outcomes): en nuestro caso, entre los inputs
que suponen las condiciones de trabajo y los
Aunque extender esta misma cronología outcomes sobre el BLPS y SML del trabaja-
para las diferentes condiciones en general dor. La cronología que se asigna a las condi-
pueda resultar de suyo algo inconsistente ciones moduladoras se superpone y articula
–teniendo en cuenta especialmente que en un sobre la cronología establecida previa y con-
mismo tiempo real se solaparán momentos vencionalmente para las condiciones básicas.
funcionales distintos: inputs, interpretacio- Se contemplan tres funciones moduladoras
nes, outcomes…–, sin embargo, la respetare- distintas y sucesivas: sobre anomalías en el
mos aquí para facilitar nuestra exposición. trabajo entrante, sobre el deterioro ya sufrido
No hace falta decir que la cronología real que por el BLPS del trabajador, y sobre los daños
tengan las distintas condiciones es, en defini- producidos sobre su SML. Veámoslo a conti-
tiva, una cuestión empírica, abordable per- nuación: (i) Modulación del trabajo: su nece-
fectamente en estudios de diseño longitudi- sidad se presentará cuando el input de traba-
nal. Paralelamente, debemos explicar aquí jo resulte excesivo en cantidad y/o alterado en
que las variables que se aceptarán como váli- cualidad –supuesto además de que todavía no
das para cada tipo de condición –y que deta- existan consecuencias negativas significati-
llaremos más adelante–, responden al esque- vas sobre el BLPS del trabajador–. El modelo
ma general de efectos y consecuencias que teórico estructural presentaría aquí, pues, el
asume este modelo, de conformidad con la siguiente estado: {E (trabajo) [ T χ S ] ≠1} ↔
literatura: así, por ejemplo, la «actitud hacia {M (trabajador) [ P χ A χ C χ F (BLPS) ] = 1} t
el trabajo» será un consecuente laboral en (i-3n). Es decir: hasta este preciso momento
este modelo –justamente uno de los efectos el input de trabajo constituye tan sólo un fac-
más frecuentes del burnout– que se integrará tor de riesgo –ya que aún no han tenido lugar
como contenido del BLPS del trabajador –en efectos negativos sobre el BLPS–. La modula-

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ANTONIO DURO MARTÍN

FIGURA 1. CONDICIONES DEL MODELO Y EFECTOS PREVISTOS

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INFORMES Y ESTUDIOS

ción del trabajo por parte del trabajador se jador bien recurrir al psicólogo aun cuando
dirigirá, precisamente, a dosificar ese input sólo su satisfacción laboral se viera alterada;
para salvaguardar su BLPS –sería, pues, un e incluso otro trabajador pudiera recabar
tipo de modulación preventiva–. En conclu- cierto tipo de apoyo social aún cuando todavía
sión, la modulación del trabajo perseguiría estuviera intacto su BLPS. En cualquier
efectuar la siguiente transformación: {E (tra- caso, el modelo predice que los efectos modu-
bajo) [ T χ S ] ≠ 1} (modulación del trabajo) → ladores más significativos se comportarán
{E (trabajo) [ T χ S ] = 1}; (ii) Modulación del según lo establecido anteriormente.
trabajador y/o apoyo social: su necesidad se
produciría cuando ya haya tenido lugar un
deterioro significativo del BLPS del trabaja- CONDICIONES DEL MODELO
dor –porque las condiciones de adaptación
desplegadas por éste han sido incapaces de Según hemos visto, a partir del modelo teó-
ajustar, modular el input de trabajo–, y cuan- rico estructural, se obtienen cuatro categorí-
do el equilibrio personal del trabajador toda- as diferentes de condiciones. Como se com-
vía no haya sufrido daños. El estado del probará a continuación, en cada condición
modelo teórico estructural sería en este caso: particular intervendrán diversos subconjun-
{E (trabajo) [ T χ S ] = 1 ó ≠ 1} { {M ↔ (traba- tos de elementos –entresacados del modelo
jador) [ P χ A χ C χ F ] (BLPS) 1} ≠ 1} t (i). Esta teórico estructural–, y que son los que desem-
función moduladora perseguirá justo el recu- peñarán la función específica. En general, las
perar las pérdidas experimentadas por su cuatro condiciones vienen a coincidir con cua-
BLPS. Esto es, perseguirá la siguiente trans- tro enfoques independientes y complementa-
formación: { {M (trabajador) [ Pχ A χ C χ F ] rios que han venido utilizando por la CVL y
(BLPS) ≠ 1} = 1} → (modulación del trabaja- por la PSSHT como disciplinas científicas.
dor y/o apoyo social) → { {M (trabajador) [ P χ Tales condiciones son las siguientes: (i) con-
A χ C χ F ] (BLPS) = 1} = 1}; y (iii) Apoyo pro- diciones antecedentes objetivas y/o externas:
fesional: esta última función moduladora se desde este enfoque el BLPS y la SML del tra-
producirá cuando ya haya resultado dañada bajador serían función de la calidad en las
la SML del trabajador, –y concomitantemen- condiciones de trabajo. Unas condiciones de
te cuando ya el propio trabajador como perso- trabajo inadecuadas serían factores de riesgo
na sufriera un desequilibrio personal o tras- psicosocial que terminarían por afectar nega-
torno psicopatológico–, bien porque hayan tivamente al trabajador; a este respecto se
fallado o bien porque hayan sido insuficientes podría hablar también de calidad del entorno
las funciones de modulación previas, y sería laboral (González, Peiró & Bravo, 1996); (ii)
aquí cuando el trabajador decidiría recurrir a condiciones antecedentes subjetivas y/o inter-
la ayuda de un experto profesional. En este nas: desde esta segunda perspectiva el BLPS
caso, el estado del modelo teórico estructural y la SML del trabajador serían función de sus
sería: {E (trabajo) [ T χ S ] = 1 ó ≠ 1} ↔ { {M propias condiciones de adaptación. Una bue-
(trabajador) [ P χ A χ C χ F ] (SML) ≠ 1} ≠ 1} t na capacidad de adaptación psicológica al
(i+n). Con el apoyo profesional se perseguirá, trabajo mejoraría el BLPS del trabajador y le
pues: { {M (trabajador) [ P χ A χ C χ F ] (SML) prevendría de daños sobre su SML; (iii) con-
≠ 1} ≠1} → (ayuda profesional) → { {M (traba- diciones consecuentes objetivas y/o externas:
jador) [ P χ A χ C χ F ] (SML) =1} = 1}. Obvia- en este caso, el BLPS y SML del trabajador
mente, esta asignación funcional de las con- dependería del ajuste que se alcanzara entre
diciones moduladoras responde a una lógica el trabajador y sus condiciones de trabajo; y
general de actuación; lo cual no excluye que (iv) condiciones consecuentes subjetivas y/o
algunos trabajadores afectados bien pudie- internas: desde este enfoque, el BLPS y la
ran comportarse de forma distinta: un traba- SML se equipararían a la experiencia subjeti-

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30
ANTONIO DURO MARTÍN

va del trabajo por el trabajador –también se de trabajo –de tarea y de relación interperso-
podría hablar en este caso de calidad de vida nal– entrantes (input), asignadas al momen-
laboral psicológica (González, Peiró & Bravo, to t (i-3n), y que puedan tener influencia
1996)–. La posibilidad de integrar todas estas directa y/o indirecta sobre el BLPS y la SML
diversas condiciones nos la brindan mayor- del trabajador 6 . Su representación sería,
mente las condiciones consecuentes subjeti- pues: E (trabajo) [ T χ S ] t (i-3n) →. Se refie-
vas y/o internas –v.g.: la satisfacción laboral, ren, en general, a las condiciones de trabajo,
la tensión psicológica relacionada con el tra- si bien en otros estudios estas mismas condi-
bajo…–; toda vez que, según se comprueba en ciones pueden recibir la designación de
la literatura, el BLPS y la SML del trabaja- ambiente interno de trabajo (indoor environ-
dor son ambos consecuencias del trabajo (out- ment) o bien venir englobadas directamente
comes) y están relacionados significativa- bajo el rótulo general de organización del tra-
mente con todas y cada una de las restantes y bajo (organization of work) –así, por ejemplo,
precedentes condiciones (Figura 1). en autores como Smith et al. (2003)–. La
variedad de las condiciones de trabajo es
La distribución y orden de las partes sumamente amplia –e incluso podrían orde-
importantes del modelo, sus componentes narse éstas por niveles organizacionales–;
estructurales, se sintetiza pues a grandes
pero aquí, por las razones expuestas, reduci-
rasgos en un conjunto de cinco grupos de con-
remos inicialmente las condiciones antece-
diciones, y que resumimos a continuación: (i)
dentes externas a los requerimientos [ T ] y
condiciones de trabajo, desarrolladas a partir
[ S ]. Admitida a priori esta limitación del
de dos dimensiones generatrices: la cantidad
modelo, conviene subrayar no obstante que
y calidad de las demandas de tarea y de rela-
muchos componentes de los niveles grupal y
ción interpersonal en el trabajo ; (ii) condicio-
organizacional repercuten y causan efectos
nes de adaptación, que se han generado a
justo a nivel individual, precisamente en las
partir de las interpretaciones del trabajador
demandas [ T ] y [ S ]. Como ejemplos de ello
sobre sí mismo, recursos laborales propios, y
podríamos citar aquí, entre otros, las presio-
sobre las intenciones de su conjunto de role,
nes de grupo ante la no conformidad (Laing,
atribuciones; (iii) condiciones de ajuste, gene-
1971); el compromiso organizacional (Meyer,
radas a partir del ajuste a la cantidad y cali-
J.P. & Allen, N.J., 1991); la inseguridad en el
dad del trabajo y del ajuste del trabajador a
trabajo como pérdida de continuidad en el
los recursos requeridos; (iv) condiciones de
empleo (Cobb & Kasl, 1977, Hartley et al..,
experiencia subjetiva del trabajo, desarrolla-
1991); los sistemas de compensación por des-
das igualmente a partir de dos dimensiones
empeño y productividad (Brodsky, 1996); o
generatrices: consecuentes laborales (BLPS)
incluso el mismo clima organizacional (Mar-
y consecuentes sobre la salud (SML); y, final-
golis, Kroes & Quinn, 1974). En todos estos
mente, (v) condiciones moduladoras, cuyas
casos, un componente de trabajo a nivel de
generatrices han sido: la propia modulación
grupo y/o a nivel de organización afecta y se
del trabajo y la modulación del trabajador de
manifiesta en la experiencia de trabajo a
origen individual y/o social.
nivel individual. Otro ejemplo lo hallamos en
la postergación profesional de un trabajador,
cuya decisión bien puede atribuirse a la polí-
Condiciones antecedentes objetivas
tica general de RR.HH. de la organización, y
(externas): condiciones de trabajo

Definición operativa: se aceptarán como 6


La asignación de momentos temporales para las
condiciones antecedentes objetivas (y/o exter- distintas condiciones se basa en la sucesión de momen-
nas al trabajador) todas aquellas demandas tos funcionales para sucesos laborales discretos.

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INFORMES Y ESTUDIOS

que a nivel individual le va a suponer al pos- trabajo (Jódar, 1997). Además, atendiendo a
tergado, unas asignaciones sociales y de su contenido podríamos diferenciar aquí: (i)
tarea desajustadas, netamente inferiores a lo relaciones con jefes (managerswork), relacio-
que exigiría su experiencia laboral acumula- nes con compañeros (peerswork), relaciones
da; inversamente ocurrirá con la suprapro- con subordinados… –personas todas ellas
moción o promoción excesiva del trabajador pertenecientes a la organización de la que es
(Levinson, 1978; McMurray, 1973). Debe miembro el trabajador, y que constituyen jus-
insistirse, no obstante, que en modo alguno to su conjunto de role interno–; y (ii) relacio-
las condiciones E (trabajo) [ T χ S ] agotan el nes con clientes o usuarios (customerswork)
conjunto de condiciones de trabajo (conjunto ) –personas ajenas a la organización, que inte-
con presunta incidencia sobre el BLPS y la grarían el conjunto de role externo del traba-
SML del trabajador, constituyendo tan sólo, jador–. También la dimensión cuantitativa
según venimos discutiendo, un subconjunto de [ S ] resulta pertinente para nuestros
significativo suyo que tomamos para este fines, porque tiene efectos sobre el BLPS y la
modelo. Esquemáticamente: {E (trabajo) [ T χ SML: el trato frecuente y excesivo con usua-
S ]Ω} (conjunto universal de condiciones de rios es un antecedente esencial del burnout
trabajo). (Freudenberger, 1974; Maslach, 1982; 1986;
McGrath, Reid & Boore, 1989; Rodríguez-
Según hemos anticipado arriba, las Marín, 1995); también la frecuencia de actos
demandas de tarea, E (trabajo) [ T ], pueden hostiles y su grado o intensidad de amenaza
describirse suficientemente por medio de: (i) que implican –aspectos cuantitativos ambos,
sus propiedades cuantitativas –v.g.: cantidad según se comprueba– son factores a conside-
material de trabajo (Jardillier, 1979), ritmo rar en la evaluación y demandas por acoso
de trabajo impuesto y la libertad del trabaja- sexual en el trabajo (Fiske, 1998; Vasquez,
dor para regularlo (Jódar, 1997)–; y de (ii) sus Baker & Shullamn, 2003). Respecto, a la
propiedades cualitativas –v.g.: dificultad de dimensión cualitativa de [ S ], valga decir que
la tarea, su variedad intrínseca (Hackman & una buena relación entre jefes y empleados,
Oldham, 1980)–. Por consiguiente, establece- se sabe, tiene efectos positivos sobre la satis-
mos la siguiente equivalencia: E (trabajo) [ T facción laboral que experimentan estos últi-
] = E (trabajo) [ [ T ] (cantidad) χ [ T ] (cali- mos (Nelson & Simmons, 2003) –y, a este res-
dad) ]. De forma semejante a lo anterior ocu- pecto, no se pase tampoco por alto que el jefe
rre con motivo de las demandas sociales de está revestido de un carácter especial: el jefe
trabajo, E (trabajo) [ S ]: también éstas pue- es el vínculo primario del trabajador con su
den describirse convenientemente en térmi- organización (Theorell, 2003). Atendiendo a
nos cuantitativos –v.g.: frecuencia de contac- estos contenidos, podrían establecerse, pues,
tos con clientes o la duración de los mismos; y las siguientes subdivisiones sucesivas de
en términos cualitativos v.g.: frecuencia de estos antecedentes objetivos. Primero: E (tra-
conflictos en el trabajo (Cooper, 1973; Gar- bajo) [ S ] = E (trabajo) [ S ] (jefes χ compañe-
dell, 1971)–. Esto es: E (trabajo) [ S ] = E (tra- ros χ usuarios); y luego: E (trabajo) [ S ] (jefes)
bajo) [ [ S ] (cantidad) χ [ S ] (calidad) ]. En los = E (trabajo) [ S (jefes) ] (cantidad) χ [ S (jefes)
aspectos cuantitativos y cualitativos que cali- ] (calidad)…y así sucesivamente.
fican la relación del trabajador con los clien-
tes –v.g. estimación del tiempo que ha dedi- De la descripción de los antecedentes
carse a cada cliente– se reflejan asimismo externos [ T ] y [ S ], según su forma y conte-
características de la estructura organizacio- nido (Cuadro 2) surgen las siguientes cuatro
nal general (Smith et al., 2003). Conjunta- escalas: (i) Tarea: propiedades cuantitativas.
mente, cantidad y calidad describirían de for- Aquí se aceptarían como indicadores varia-
ma suficiente las relaciones personales de bles tales como: «ritmo de trabajo», «cantidad

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ANTONIO DURO MARTÍN

material de trabajo»…; (ii) Tarea: propieda- nación –téngase presente, por otra parte, que
des cualitativas. Se aceptarían variables del indicios y/o pruebas sobre los hechos que
tipo: «dificultad de las tareas», «claridad de miden estas variables podrían originar conse-
los objetivos» y/o «claridad de las tareas a rea- cuencias legales automáticas para la organi-
lizar» (Hackman & Oldham, 1980; Johansson zación (Vasquez, Baker & Shullamn, 2003)–.
& Aronson, 1984; Kahn et al.., 1964; Loher et La concurrencia de una desconsideración
al.. 1985; Peiró, 1993), «variedad de las tare- personal hacia el empleado junto con conflic-
as» …; (iii) Social: propiedades cuantitativas. tos simultáneos con sus jefes y/o compañeros,
Las variables que se aceptarían en esta terce- evidenciarían ya de por sí mismas una priva-
ra escala serían: «frecuencia de contactos ción del apoyo social necesario para el traba-
sociales» (Gardell, 1971), «tiempo dedicado al jador, situación que está revestida de un alto
trato con usuarios»… y (iv) Social: variables riesgo para el surgimiento del estrés (Spiel-
de propiedades cualitativas. En esta cuarta berger, Vagg & Wasala, 2003).
escala se describiría la cualidad y tono de la
relación social, e incluso se recogerían aquí Como se comprueba, proponemos como
elementos propios del intercambio social condiciones de trabajo un conjunto de varia-
–v.g.: aprecio, confianza recibidos por el tra- bles que son dimensiones primarias de E (tra-
bajador…– cuya ausencia se hace sentir en el bajo) [ T χ S ]. Nuestra decisión ha estado pre-
acoso laboral, en el burnout…; y cuya presen- sidida por las siguientes razones: (i) para que
cia se asocia con diversos efectos provechosos la contraposición de estos antecedentes obje-
para el trabajador –v.g.: los efectos positivos tivos sea lo más marcada posible con respecto
que proporciona el feedback a la propia tarea a los antecedentes subjetivos que detallare-
(Hackman & Oldham, 1980)– 7 . Algunas mos inmediatamente a continuación, (ii) para
variables para esta cuarta escala serían: que la aplicabilidad de este modelo de compo-
«conflictos con jefes y compañeros» (Peiró & nentes comunes sea lo más universal posible,
González-Romá, 1991), siendo ésta una (iii) para que los resultados que se obtengan
variable especialmente sobresaliente en el sean lo más generalizables posible, (iv) tam-
burnout (Leiter & Maslach, 1988) –de otro bién porque se piensa que variables tales
lado, se sabe que la ausencia de conflictos con como «frecuencia de conflictos con los jefes»,
los mandos tiene un efecto saludable sobre el «cantidad de trabajo»… son variables más
trabajador (Ribisl & Resichl, 1993)–; «quejas apropiadas para medir la experiencia del tra-
al Departamento de Personal por parte de bajo subjetiva consciente del trabajador, y
jefes» –lo que se conoce como la «escalada» del pueden resultar más comprensibles e inme-
acoso laboral–; «consideración recibida por diatas para éste que otras variables con una
parte de jefes y compañeros»… (Jódar, 1997). mayor carga teórica, y (v) porque los propios
En su conjunto, estas variables vendrían a constructos sobre los síndromes laborales
describir el espacio social del ambiente de enfrentan al presente serias dificultades
trabajo diario en que se desenvuelve el traba- –v.g.: los constructos sobre estressores labo-
jador, espacio social que es en donde puede rales (Hurrell, Nelson & Simmong, 1998;
originarse justo su hostigamiento y discrimi- Spielberger, Vagg & Wasala, 2003)–. De
modo obvio, el análisis de los datos en la
investigación futura –análisis factorial– nos
7
Como se observa, se trata de propiedades cuanti- indicará la pertinencia de estas escalas. Qui-
tativas y cualitativas para [ T ] y [ S ] de carácter muy zás los resultados que se obtengan en su
general. De resultar necesario, estas variables podrían
momento nos aconsejarán utilizar mejor
especificarse suficientemente para adaptarse a puestos
de trabajo y ocupaciones particulares –v.g.: número de otros criterios diferentes de agrupación para
operaciones de carga, frecuencia de contacto con clien- estas mismas variables –v.g.: según sus con-
tes de grandes empresas…–. tenidos: (i) social (jefes): variables sobre pro-

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INFORMES Y ESTUDIOS

piedades cuantitativas y cualitativas; (ii) así como acusadas diferencias individuales


social (compañeros): variables sobre propie- (McCrae & Costa, 1994). Debe tenerse en
dades cuantitativas y cualitativas…; e inclu- cuenta, por otro lado, que el hostigamiento
so según la dirección del intercambio entre la como tal es un asunto de carácter esencial-
persona focal y su conjunto de role (acción, mente psicológico (EEOC, 1994)–. El princi-
reacción)…–. pal motivo de incluir antecedentes internos
en este modelo es que las condiciones de tra-
bajo son realidades de hecho que el trabaja-
Condiciones antecedentes subjetivas dor interpreta –y sobre las que actúa–. En el
(internas): condiciones de adaptación propio concepto de estrés se contempla tanto
la objetividad del trabajo como su percepción
Definición operativa: se aceptarán como subjetiva por parte del trabajador; e incluso
antecedentes subjetivos (y/o internos al tra- se sabe que la sobrecarga de trabajo no es
bajador) todas aquellas interpretaciones que causa de estrés por sí misma, sino sólo y úni-
realice el trabajador sobre sí mismo respecto camente en su relación con los recursos e
del trabajo, y sobre las intenciones percibidas interpretaciones del trabajador (Edelwich &
en su conjunto de role respecto de sí mismo; Brodsky, 1980; Peiró, 1993). Además, no sólo
así como todas aquellas actuaciones (modula- la falta o insuficiencia de recursos percibida
doras) que realice el trabajador sobre las con- resulta dañina para la SML del trabajador.
diciones de trabajo entrantes; asignadas También sucede lo contrario: una estimación
todas ellas al momento t (i-2n), y que puedan excesiva e irreal de los propios recursos por
tener influencia directa y/o indirecta sobre su parte del profesional afectado se ha observa-
BLPS y la SML. Su representación sería: {E do en el síndrome de burnout (Fischer, 1983).
(trabajo) [ T χ S ] t (i-3n)}↔ {M (trabajador) [ En última instancia, estos antecedentes sub-
P χ C (percepción/actuación sobre: E (traba- jetivos se refieren a los consabidos factores de
jo) [ T χ S ] t (i-3n) ]} t (i-2n)→8. Son las condi- persona que subyacen a la SML (Smith et al.,
ciones de adaptación. En la representación, 2003). Esta adaptación del trabajador a su
se enfatiza en especial el cometido de los com- trabajo que venimos comentando es un aspec-
ponentes estructurales [ P ] y [ C ] del traba- to nuclear de la propia situación de trabajo,
jador, para significar una evaluación conti- siendo conceptuada por los diferentes autores
nua del input de trabajo, y su posterior actua- bien como estrategia y capacidad de acción
ción sobre el mismo para intentar modularlo. del trabajador (Jódar, 1997), bien como estra-
En un sentido amplio, la interrelación de fac- tegias de carácter cognitivo-conductual para
tores objetivos y subjetivos en la situación de mitigar las fuentes de estrés y burnout (Phi-
trabajo es un hecho firmemente asentado llips, 1984), o bien como procesos de afronta-
(Burawoy, 1989; Gintis, 1983; Dewe, 1989; miento (Lazarus & Folkman, 1986) –todos
Lazarus, 1966; Lazarus & Folkman, 1984; ellos con efectos propios y significativos sobre
Spielberger, 1972) llegando este factor subje- el BLPS y SML del trabajador–. En definiti-
tivo a modificar incluso la estructura formal va, los trabajadores deben adaptarse activa-
del trabajo (Jódar, 1997), y a ser la causa mente a sus puestos de trabajo, al igual que
principal de demandas legales por acoso y los grupos deben adaptarse a su entorno
hostigamiento en el trabajo (Vasquez, Baker (Sundstrom, De Meuse & Futrell, 1990).
& Shullamn, 2003) –asunto éste donde se han
observado fuertes efectos de género (Fitzge- En el modelo se fijan estas condiciones de
rald, 1992; Frazier, Cochram & Olson, 1995), adaptación como antecedentes porque –desig-
nan procesos previos asignados al momento
temporal t (i-2n)– al BLPS y a la SML del tra-
8
Véase nota vi. bajador –asignados, respectivamente, a los

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ANTONIO DURO MARTÍN

momentos temporales t (i) y t (i+n)–, y se pos- más activo–, que se muestran del todo acor-
tula que los afectan y condicionan. Actúan, des con nuestro objeto de estudio. Las dos pri-
pues, estas condiciones de adaptación como meras escalas son: (i) Recursos laborales pro-
condiciones tipo «puente» entre las condicio- pios. Su representación particular sería: M
nes de trabajo entrantes (inputs) y las expe- (trabajador) [ P (estimación de recursos labo-
riencias resultantes de BLPS y SML (outco- rales propios) ] t (i-2n) →. Recoge la autoeva-
mes). Esta categoría de condiciones que nos luación del trabajador sobre su capacidad
ocupa mayormente incluye en sí el conjunto personal para hacer el trabajo. En otras pala-
de cogniciones y conductas de que se sirva el bras, se refiere a recursos personales para
trabajador para adaptarse y habérselas con afrontar el trabajo. Se ha observado que para
su trabajo (Peiró, 1993): interpretaciones, magnitudes iguales o equivalentes de un mis-
atribuciones, conductas de modulación... Se mo trabajo, las consecuencias laborales varí-
sobreentiende, pues, que los grados de BLPS y an dependiendo de la capacidad, aptitud
SML a los que accede el trabajador no son con- general, habilidades… –recursos laborales,
secuencias constantes, prefijadas a priori sin en suma– que el trabajador se atribuya a sí
más para unas determinadas condiciones de mismo. Por otra parte, la falta de recursos o
trabajo, sino consecuencias variables –algo la amenaza de su pérdida juegan, como se
así como puntos de BLPS y de SML– que el sabe, un papel destacado en la explicación del
trabajador ganaría o perdería merced a la efi- estrés (Hobfoll, 1989). Como indicadores, se
cacia de los recursos que pudiera desplegar en aceptarían aquí variables relativas a recur-
su dinámica constante de adaptación al traba- sos laborales generales del trabajador –v.g.:
jo. Este planteamiento presupone cuando «capacidad general para afrontar el traba-
menos dos cosas: (i) el BLPS y la SML no son jo»–; así como variables relativas a recursos
estados, sino posiciones consecuentes, esto es: laborales de carácter más específico, referi-
resultados (outcomes); y (ii) trabajar, al menos dos a todos y cada uno de los diferentes ele-
trabajar de forma adaptativa, no es sólo hacer mentos estructurales de M (trabajador), esto
el trabajo: también es interpretar y actuar es: recursos cognitivos –v.g.: «habilidad de
sobre él. Como hemos visto antes, hay resul- resolución de problemas», habilidad incluida
tados consistentes que indican que el estrés como se sabe en los programas para preven-
laboral no es sólo una respuesta a la cantidad ción y tratamiento del burnout (D´Zurilla &
de trabajo objetivo demandado, sino también Goldfried, 1971)–; recursos afectivos –v.g.:
una respuesta a la disponibilidad percibida de «fortaleza emocional», imprescindible para
recursos propios. Igual podría decirse respec- resistir ciertos efectos del síndrome de que-
to de la respuesta del trabajador ante la ame- marse por el trabajo (Pines & Aronson,
naza que implica el mobbing: igualmente a 1988)–; recursos físicos –v.g.: «fortaleza físi-
esta situación subyace la interpretación sub- ca»–; y también por supuesto: recursos, habi-
jetiva que haga el acosado de sí mismo, ya que lidades sociales, y otros recursos de tipo
la percepción del mobbing envuelve necesa- social que resultan imprescindibles para pre-
riamente una estimación paralela de la capa- servar la SML, tales como: «habilidades aser-
cidad personal del trabajador para afrontarla. tivas», que presentan una utilidad polivalen-
te –v.g.: se utilizan para la prevención del
A tenor de lo anterior, proponemos aquí burnout (Lange & Jakubowski, 1976; Suther-
como condiciones antecedentes internas dos land & Cooper, 1990) y para afrontar el trato
escalas para condiciones adaptativas de un laboral injusto (Theorell et al., 2000); y sirven
carácter netamente interpretativo –y por ello también al trabajador para sustraerse del
un tanto más pasivas–, y una tercera escala acoso laboral (Vasquez, Baker & Shullamn,
que recogería aquellas condiciones adaptati- 2003)–, «recursos y/o habilidades de negocia-
vas de un carácter instrumental –de carácter ción», «recursos de comunicación»…

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INFORMES Y ESTUDIOS

(ii) Atribuciones sociales. La representa- aspectos del BLPS y la SML (McLean,


ción de este grupo de antecedentes subjetivos 1979)–. Se aceptarán, pues, para esta escala
sería: {E (trabajo) [ T χ S ]t (i-3n) } → { M (tra- que nos ocupa variables relativas a deseos o
bajador) [ P (atribuciones sobre: E (trabajo) [ intenciones de carácter más o menos avieso
T χ S ]t (i-3n) ) ] t (i-2n) }. Recoge las intencio- que el trabajador perciba/atribuya a su con-
nes –más o menos manifiestas– que el traba- junto de role respecto a él mismo: deseos o
jador focal atribuya a los miembros de su con- intentos percibidos en los otros de perjudicar-
junto de role, tanto: (i) respecto a la tarea que le a él personalmente –v.g.: «intentos de anu-
le tienen asignada –v.g.: la asignación injusta larme por parte de mis jefes»–, deseos y/o
de tareas que suele darse en el mobbing (Ley- intentos de perjudicarle socialmente –v.g.:
mann, 1996; Piñuel y Zabala, 2001)–, como: «intentos de aislarme por parte de mis com-
(ii) respecto a su propia persona –v.g.: la con- pañeros»–, actitudes estas últimas bastante
sideración personal y/o profesional que recibe frecuentes en el mobbing (Leymann, 1996), y
el trabajador de sus jefes y/o compañeros–. que constituyen un claro antecedente de la
Justamente, en la intención subyacente atri- discriminación y hostigamiento laboral (Vas-
buible a ciertas actuaciones de los otros, y que quez, Baker & Shullamn, 2003); y también se
tienen lugar en el puesto de trabajo, define la aceptarán aquí todas aquellas variables rela-
hostilidad intrínseca del ambiente laboral, tivas al empeño de los otros en hacerle daño
con serias implicaciones legales como ya al trabajador por medio de alteraciones en la
hemos indicado. Hay que tener en cuenta naturaleza de la tarea que se le asigna –v.g.:
que, tal y como señalan Vasquez, Baker y «asignación de tareas inferiores» (Leymann,
Shullamn (2003), la hostilidad laboral no se 1996)– y/o por medio de variaciones introdu-
reduce sólo a conductas. Por otra parte, no cidas en la cantidad de la misma –v.g.:
hace falta señalar que unos trabajos resulta- «reparto injusto del trabajo», «ninguna asig-
rán siempre genuinamente más saludables nación de tarea en absoluto»–. Como se com-
que otros (Jaffe, 1995), lo que obligaría a prueba, las variables para esta escala se aco-
matizar cualquier análisis sobre la dimen- plan en su contenido al de las variables reco-
sión aversiva que tenga un determinado gidas en las condiciones de trabajo.
ambiente psicosocial de trabajo. Fuera de los
casos más severos de acoso y hostigamiento Por último, la tercera escala propuesta es:
laboral, existen también ciertos matices de (iii) Modulación del trabajo. Su representa-
rechazo social en el trabajo –menos intensos ción sería: {E ( trabajo) [ T χ S ] t (i-3n) } → {M
que en el acoso moral si se quiere, pero más (trabajador) [ P C (modulación de: E ( traba-
perseverantes– que erosionan y envenenan jo) [ T χ S ] t (i-3n)) ]} t (i-2n). Se tratan éstas
las relaciones del trabajador con su conjunto de condiciones subjetivas porque son recur-
de role –matices que indudablemente ten- sos del trabajador, y son antecedentes porque
drán su propio peso específico a la hora de su ocurrencia precede a la experiencia subje-
analizar la experiencia de trabajo resultan- tiva resultante BLPS y SML (Figura 1). Esta
te–. Por ejemplo, no serán equivalentes las escala recogería todos aquellos recursos pro-
consecuencias que depare al trabajador una pios del trabajador de los que se pueda servir
cantidad o ritmo de trabajo determinados, si éste para modificar la cantidad, frecuencia…
lo interpreta como una sobrecarga de trabajo de las condiciones de trabajo entrantes a fin
extra por motivo de campaña o de temporada de preservar su BLPS y su SML. La natura-
alta, o si lo atribuye, por el contrario, a un leza de estas condiciones de adaptación se
agravio comparativo que sufre por causa de juzga más activa que en el caso de las dos
una distribución injusta de tareas –los resul- escalas precedentes, dado que los recursos
tados prueban que los favoritismos en el tra- instrumentales son justo aquellos recursos de
bajo tienen efecto significativo sobre ciertos los que se sirve el trabajador para actuar

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36
ANTONIO DURO MARTÍN

sobre su trabajo: bien ejerciendo cierta resis- lante– actuarían a posteriori justo cuando el
tencia individual (Jódar, 1997), bien para trabajador ya viene sufriendo de hecho un
intentando la solución del problema en su cierto menoscabo en su BLPS y SML precisa-
raíz (Lazarus & Folkman, 1986), o bien regu- mente cuando los recursos de modulación del
lando sobre la marcha los desarreglos que trabajo que ahora comentamos se han revela-
acaezcan en sus condiciones de trabajo –v.g.: do cómo insuficientes, sería entonces cuando
variaciones en la cantidad y alteraciones en se generarían los síntomas psicológicos (Shi-
la cualidad de M (trabajo) [ T χ S ]–. Consti- rom & Ezrahi, 2001, citado por Shirom,
tuyen el bagaje con el que cuenta el trabaja- 2003); y (ii) los recursos adaptativos de tipo
dor saludable que sabe adaptarse al trabajo instrumental se orientan a modular el traba-
(Pascale, Milleman & Gioja, 2000). Hay auto- jo en situación de desajuste, esto es cuando: E
res, como por ejemplo Warr (1987), que pre- (trabajo) [ T χ S ] ≠ 1; en tanto que la modula-
fieren hablar de control intrínseco para refe- ción del trabajador persigue modular (equili-
rirse al control que pueda ejercer el trabaja- brar) al trabajador en estado de desequili-
dor individualmente sobre su trabajo (modu- brio, esto es cuando: M (trabajador) [(BLPS)]
lación). Sea el nombre que fuere, son recursos ≠ 1. Como variables, se aceptarían aquí, en
en todo caso de regulación del trabajo (work primer lugar, todas aquellas variables relati-
regulating resources), cuya merma se asocia vas a las estrategias de que se pueda valer el
directamente con el síndrome de burnout
trabajador para regular los propiedades
(Shirom, 2003). De ahí que en la representa-
cuantitativas y cualitativas de la tarea: «dosi-
ción se haya utilizado una flecha bidireccio-
ficar la actividad laboral», «regular el ritmo
nal de efectos, [ trabajador ↔ trabajo ]. El
de trabajo» (Warr, 1987), «organizar el tiem-
trabajador que cuente con estos recursos y los
po de trabajo», «consultar a jefes y/o compa-
utilice eficazmente modulará con su actua-
ñeros» cuando la tarea resulta difícil… –como
ción las demandas del trabajo entrantes, a
es bien conocido, son justo estos mismos
efectos de preservar su BLPS y SML. En defi-
recursos de afrontamiento los que se intenta
nitiva, estaría adaptándose de forma activa a
reforzar en los programas preventivos de
un ambiente laboral siempre cambiante, de
salud laboral (Sauter, Murphy & Hurrell,
conformidad con los postulados generales de
1990)–; y, en segundo lugar, se aceptarían
lo que viene a ser una actitud personal salu-
dable (Antonovsky, 1987; Ouellette & DiPla- también como variables todas aquellas otras
cido, 2001; Ryff & Singer, 1998). Si no actua- variables relativas a las habilidades sociales
ra de esta forma, el trabajador resultaría en del trabajador que sirvan para regular los
general más vulnerable al conjunto de estre- propiedades cuantitativas y cualitativas de
sores objetivos (Peiró, 1993). El efecto benefi- las demandas sociales: «agilizar trámites con
cioso de la modulación del trabajo descansa- los clientes» –esta estrategia, a modo de
ría, en última instancia, en la destreza que medida de distanciamiento para reducir el
mostrara el trabajador en el manejo de estos impacto emocional en el trato cara a cara con
recursos, así como en su frecuencia de uso. Su clientes y/o usuarios se ha observado reitera-
mecanismo de activación estaría controlado damente en el burnout (Boyle et al.., 1991;
por un criterio de regulación interno, que Maslach, 1986; Shirom, 2003)–; «asentir, dar-
alertaría al trabajador cuando se sobrepasa- les la razón a los clientes» para evitar enfren-
sen ciertos umbrales de cantidad, frecuen- tamientos directos… No hace falta subrayar
cia… en las demandas entrantes [ T ] y [ S ]. el papel decisivo que juegan las habilidades
Su principal diferencia respecto a los meca- sociales en general para cualquier trabajo efi-
nismos de regulación del trabajador, son caz en equipo (Sundstrom, De Meuse &
estas dos: (i) los mecanismos de modulación Futrell, 1990), al igual que para proteger la
del trabajador –que se expondrán más ade- salud y bienestar del trabajador.

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37
INFORMES Y ESTUDIOS

Condiciones consecuentes objetivas te del trabajador– de toda su experiencia pre-


(externas): condiciones de ajuste via en el mismo trabajo, de ahí su representa-
ción Ω t (j) t (i-n) –simbolizando por Ω t (j) el
Definición operativa: se aceptarán como conjunto universal de momentos precedentes
condiciones de ajuste todas aquellas discre- de su experiencia previa en el trabajo–. Se
pancias resultantes entre: (i) las condiciones postula que cuando se pregunta a un trabaja-
de trabajo entrantes, tal y como se presentan dor sobre su grado de ajuste al trabajo, su res-
éstas realmente al trabajador, y las condicio- puesta no se referirá al ajuste al puesto de
nes de trabajo entrantes que resultarían trabajo en ese momento concreto, sino al gra-
deseables para este último –expectativas–, y do de ajuste resultante para su experiencia
(ii) las discrepancias entre los propios recur- general en ese mismo puesto de trabajo.
sos del trabajador y los recursos que éste juz- Como es de sobra conocido, el concepto de
gue que fuesen necesarios para atender ade- ajuste es un concepto con una larga tradición
cuadamente las demandas del trabajo –esti- en la psicología del trabajo (Hontangas &
mación de recursos–; y que pudieran ejercer Prieto, 1996), cuyo origen se remonta a los
efectos directos y/o indirectos sobre el BLPS y estudios llevados a cabo por la Michigan
la SML del trabajador; asignadas todas al School a mediados del siglo pasado (Barling
momento t (i-n). Su representación general & Griffiths, 2003).
sería así: {E (trabajo) [ T χ S ] Ω t (j) t (i-n)} ↔
{M (trabajador) [ P (expectativas sobre: E (tra- Aparte de que el ajuste sea por definición
bajo) [ T χ S ] ] Ω t (j) t (i-n)} t (i-n)↔ 9. Como un resultado (outcome) de la interacción [ tra-
se comprueba, en este tercer grupo de condi- bajo ↔ trabajador ], nos hemos guiado por el
ciones se recogen las condiciones de ajuste siguiente argumento para clasificar estas
entre las condiciones de trabajo de una parte, condiciones como consecuentes: dado que el
E (trabajo) [ T χ S ], y las expectativas del tra- ajuste afecta de suyo al binomio BLPS-SML,
bajador de otra parte, M (trabajador) [ P su ocurrencia debe ser por consiguiente ante-
(expectativas) ]. Su efecto sobre el BLPS y la rior a la propia experiencia del trabajo a la
SML del trabajador es doble: los desajustes que afecta –por ejemplo, anterior a la satis-
(discrepancias) deterioran el BLPS y la SML, facción laboral–; y dado que, por otro lado, el
y los ajustes sirven para preservarlos. Por ajuste implica necesariamente unas condicio-
ejemplo, la falta de ajuste entre la habilidad nes de trabajo precedentes –condiciones res-
cognitiva del trabajador y la complejidad de pecto de las que se habla propiamente de
la tarea a realizar se relaciona con el consu- ajuste o de discrepancia–, debe ser pues pos-
mo de drogas (Oldham & Gordon, 1999), y es terior a aquéllas. Por todo lo cual defendemos
asimismo una causa de estrés muy frecuente la ubicación de las condiciones de ajuste como
(Cooper, 1998); en tanto que el ajuste logrado condiciones consecuentes, pero siendo a su
entre las habilidades creativas del trabajador vez antecedentes de las condiciones de expe-
y las demandas creativas de la tarea se asocia riencia subjetiva del trabajo (Figura 1). Por lo
con una menor tensión laboral (Livingstone, demás, decimos que son condiciones objetivas
Nelson & Barr, 1997). Se categorizan en este atendiendo a que el ajuste presenta una mar-
modelo como consecuentes porque estos ajus- cada vertiente objetiva, ya que se trata de la
tes se toman como resultado de las dos cate- conformidad y/o acomodo entre unas condi-
gorías de condiciones precedentes. Por otra ciones de trabajo entrantes y unas expectati-
parte, se concibe aquí el ajuste a modo de vas del trabajador.
compendio cognitivo –almacenado en la men-
Para nuestros fines, seguiremos aquí una
acepción del ajuste como discrepancia, según
9
Véase nota vi. se ha venido siendo utilizada en la investiga-

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ANTONIO DURO MARTÍN

ción sobre estrés y burnout (Gil-Monte & Pei- tas son las siguientes: (i) Ajuste a la cantidad
ró, 1977). De forma obvia, tanto en la elabo- de trabajo. Representación: {E (trabajo) [ T χ
ración de expectativas sobre el trabajo, cuan- S (propiedades cuantitativas) ] Ω t (j) < t (i-n)}
to en la estimación de sus propios recursos {M (trabajador) [ P (expectativas sobre: E (tra-
por parte del trabajador, pueden traslucirse bajo) [ T χ S (propiedades cuantitativas) ) ] Ω
como antecedentes remotos suyos condicio- t (j) t (i-n)} t (i-n). Recogería la discrepancia
nes sociales extrínsecas al ambiente de traba- entre los valores actual y deseado para las
jo, esto es condiciones E (social), pero que escalas de Tarea: propiedades cuantitativas y
repercutirían indudablemente sobre la expe- Social: propiedades cualitativas. Por ello,
riencia laboral resultante. Además, el con- tendríamos aquí variables para las discre-
cepto de discrepancia resulta aquí pertinente pancias respecto: al ritmo de trabajo, a la can-
para nuestros fines en un doble sentido: es tidad material de trabajo, a la frecuencia de
una medida de ajuste, y también es una contactos con jefes, con clientes… (ii) Ajuste a
genuina causa de estrés laboral en sí misma la cualidad del trabajo. Representación: {E
–véase, por ejemplo, el modelo cibernético de (trabajo) [ T χ S (propiedades cualitativas) ] Ω
estrés y afrontamiento de Edwards (1988)–. t (j) < t (i-n)} { M (trabajador) [ P (expectativas
Por otro lado, tanto la discrepancia con res- sobre: E (trabajo) [ T χ S (propiedades cuali-
pecto a las condiciones de trabajo, cuanto la tativas) )] Ω t (j) < t (i-n) }t (i-n). Esta escala
discrepancia con respecto a los recursos redu- sería idéntica a la anterior, salvo que ahora el
cirían ambas la posibilidad de control en el ajuste se refiere a las propiedades cualitati-
desempeño, algo que resulta imprescindible vas de las demandas del trabajo, e incluiría
para el afrontamiento eficaz los estresores las discrepancias respecto a las variables con-
laborales (Theorell, 2003). tenidas en la escala Tarea: propiedades cuali-
tativas y en la escala Social: propiedades cua-
Proponemos tres escalas de ajuste comple- litativas. Aquí, consiguientemente, se inclui-
mentarias: dos escalas para las discrepancias rían variables para las discrepancias respec-
respecto a las propiedades cuantitativas y to: a la dificultad de la tarea actual, a la clari-
cualitativas de las condiciones de trabajo; y dad de la tarea, a la consideración de los jefes
una tercera escala para la discrepancia res- … No se incluirían aquí, obviamente, las dis-
pecto a los recursos laborales. De conformi- crepancias existentes respecto a propiedades
dad con la literatura sobre ajuste, en el pri- esencialmente negativas de las condiciones
mer caso se trataría de una aproximación a lo de trabajo –v.g.: «conflictos con clientes»–,
que se conoce como ajuste a las demandas, y porque su propia naturaleza negativa denota
en el segundo caso, una aproximación a lo que ya la propia discrepancia. (iii) Ajuste de recur-
se conoce como un ajuste a las necesidades sos laborales. Representación: {M (trabaja-
(Hontangas & Peiró, 1996). La procedencia dor) [ P (recursos laborales propios ] Ω t (j) < t
de nuestras escalas de ajuste provendría de (i-n)} {M (trabajador) [ P (estimación de:
la discrepancia entre los valores reales actua- recursos laborales necesarios) ) ] Ω t (j) < t (i-
les y los valores deseados y/o juzgados nece- n)} t (i-n). Aquí se recoge el resultado de com-
sarios para las condiciones antecedentes parar los recursos laborales propios con los
externas e internas correspondientes. Como recursos laborales que se estiman necesarios
se comprobará a continuación, englobamos para satisfacer las demandas de trabajo. La
diferentes contenidos en un mismo compo- asimetría entre ciertas cualidades de la tarea
nente de ajuste, porque tan sólo se persigue y los recursos del trabajador es una fuente
aquí una aproximación generalizada de dis- reconocida de fuente de estrés (Peiró, 1993), y
crepancia. Las tres escalas de ajuste propues- se asocia tanto con depresión, irritación y

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INFORMES Y ESTUDIOS

diversas quejas somáticas del trabajador BLPS, y que se asignan al momento t (i+n).
(Dijkhuizen, 1980), como con desórdenes psi- Su representación es, pues: → M (trabajador)
quiátricos en general (Erikson, Edwards & [ P χ A χ C χ F χ S (BLPS) ] t (i) → [ P χ A χ C
Gunderson, 1973). Las variables de esta ter- χ F χ S (SML) ] t (i+n)]10. Por las razones
cera escala recogerían por consiguiente la apuntadas más arriba, se postula, además,
discrepancia existente entre los valores rea- que los efectos del trabajo sobre el BLPS del
les y los valores necesarios asignados a las trabajador, t (i), precederían en el tiempo a
variables de la escala Recursos laborales pro- los efectos del trabajo sobre su SML, t (i+n).
pios. Se recogerían aquí, por esta razón, dis- Se trataría en ambos casos de experiencias
crepancias respecto de: la capacidad general subjetivas –la experiencia del trabajo, la
del trabajador, de su fortaleza emocional, de experiencia de la salud mental laboral–, pero
en clara relación diacrónica: lo que ahora
su resistencia física, de sus habilidades de
mina de hecho la SML del trabajador antes
resolución de problemas… Por las razones
ha tenido que deteriorar necesariamente su
expuestas en el párrafo anterior, no se inclui-
BLPS. En un mismo trabajador, no se conci-
rían aquí tampoco las discrepancias respecto a
be, pues, una alteración de su SML, sin un
la escala de Atribuciones sociales, debido a que
previo empeoramiento de su BLPS. De ahí
la naturaleza de sus contenidos es ya negativa
que la relación originaria secuencial entre
de por sí misma –en el caso de que esta escala
ambas categorías de experiencia subjetiva
hubiera tenido contenidos positivos, entonces del trabajo, se postula que sería siempre:
sí que podrían incluirse en este punto los valo- BLPS t (i) → SML t (i+n)11.
res de discrepancia resultantes–.
Como se comprueba, en esta categoría de
condiciones, se recoge justamente el BLPS y
Condiciones consecuentes subjetivas la SML como experiencias subjetivas del tra-
(internas): condiciones de experiencia bajo (Figura 1). Pese a su naturaleza interna,
subjetiva subjetiva, estas condiciones constituyen
paradójicamente el anclaje más firme –más
Definición operativa: se aceptarán como «objetivo» podría decirse–, para cualquier
condiciones de experiencia subjetiva: (i) en estudio sobre BLPS y SML, ya que la expe-
primer lugar, todos aquellos contenidos que riencia del trabajo según lo experimenta el
expresen una evaluación de la experiencia de propio trabajador es el hecho a estudiar, sien-
trabajo, BLPS, por parte del trabajador –v.g.: do el trabajador la fuente privilegiada por
satisfacción de tarea–, así como todos aque- excelencia para expresar cabalmente cómo
llos otros contenidos referidos a consecuentes experimenta de suyo su propio trabajo
en general del trabajo sobre el trabajador, (BLPS) y cómo afecta éste a su SML –recono-
concomitantes a esta misma evaluación de su cimiento de síntomas–. Por lo demás, la
experiencia de trabajo –v.g.: actitud resultan- importancia que revisten estas condiciones
te hacia el trabajo–, que sean consecuencia subjetivas no queda limitada únicamente a
y/o reacción a las tres categorías de condicio- aspectos teóricos y/o metodológicos, sino que
nes precedentes –v.g.: parte del absentismo
total podría ser la reacción conductual que
acompaña a un deterioro del BLPS (Danna &
10
Véase nota vi.
Griffin, 1999)–, y que se asignan al momento
11
No se excluyen, sin embargo, efectos recíprocos y
recursivos entre ambas categorías de consecuentes una
t (i); y (ii) todos aquellos contenidos que refle-
vez que ya hay resultado dañada la SML del trabajador.
jen daños sobre la SML del trabajador, pro- En definitiva, se conciben posibles efectos BLPS SML a lo
ducidos asimismo por todas las condiciones largo del tiempo; efectos que se pondrían de manifiesto
precedentes incluido ahora además el propio en un diseño longitunal de medidas repetidas.

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40
ANTONIO DURO MARTÍN

se extiende al ámbito jurídico, ya que según realiza sus tareas. Paralelamente, podría
hemos comentado anteriormente la experien- comentar esta tensión laboral que sufre a sus
cia subjetiva de trabajo tiene implicaciones amigos y/o familiares buscando cierto apoyo
legales (EEOC, 1994; Vasquez, Baker & Shu- social (emocional) a su experiencia negativa
llamn, 2003). El reconocimiento de síntomas de trabajo. Debe tenerse en cuenta que, tanto
por parte del propio paciente es por otro lado la automodulación como el propio apoyo
un procedimiento de evaluación ampliamen- social son importantes recursos para paliar
te utilizado en psicología clínica, que cuenta los efectos del burnout (Hobfoll & Shirom,
con instrumentos apropiados para ello –v.g.: 2000). Automodulación y apoyo social, pues,
la Hamilton Scale of Anxiety para la evalua- actuarían de suyo sobre el BLPS del trabaja-
ción de la ansiedad (Hamilton, 1959), o el dor, y por este motivo los asignamos al
Beck´s Depression Inventory para la evalua- momento t (i). En segundo lugar –si las condi-
ción de la depresión (Beck, et al., 1979)–. ciones de modulación inmediatamente ante-
riores hubieran fallado en su objetivo de eli-
Por otro lado, este escalonamiento tempo- minar y/o mitigar las consecuencias negati-
ral de los dos tipos de consecuentes subjetivos vas sobre el BLPS, y si se hubieran extendido
nos permite situar con mayor precisión las ya los efectos negativos a la SML– podría
diferentes condiciones moduladoras que intervenir ahora el apoyo profesional que
intentarían suavizar y controlar algunos de actuaría justo sobre los daños producidos
los aspectos indeseables del trabajo (Figura sobre la SML del trabajador –una vez hubie-
1). Hackman y Oldham (1980) hablan de ran aparecido los síntomas iniciales o tras
estrategias mentales para referirse a estos haber producido ya un determinado trastor-
mismos procesos que combatirían los efectos no por completo–. El apoyo profesional se
negativos del trabajo, en tanto que otros asigna, pues, por este motivo, al momento
autores prefieren hablar mejor de estrategias temporal t (i+n).
de afrontamiento (Peiró & Salvador, 1993;
Gil-Montes & Peiró, 1997). Lazarus y Folk- En realidad, los apoyos de tipo social y pro-
man (1986), por su parte, precisando aún más fesional, al ser extrínsecos al propio trabaja-
esta última denominación, hablan de proce- dor e inclusive al propio ambiente de trabajo,
sos de afrontamiento orientados a regular la podrían conceptuarse asimismo como condi-
respuesta emocional. Una taxonomía comple- ciones antecedentes externas, y representar-
ta de estrategias de afrontamiento nos la pro- se consiguientemente como E (social) t (i-n)→
porciona Steptoe (1991). Según postula nues- M (trabajador) [ P χ A χ C χ F χ S (BLPS) ] t
tro modelo, el trabajador utilizaría, en primer (i) y como E (profesional) t (i-n) → M (trabaja-
lugar, sus propios mecanismos de automodu- dor) [ P χ A χ C χ F χ S (SML) ] t (i+n), res-
lación para intentar mitigar aquellas conse- pectivamente. Sin embargo, el momento tem-
cuencias negativas más controlables de su poral al que se les asigna nos mueve a agru-
experiencia del trabajo –una vez que éstas ya parlos mejor con las dos condiciones conse-
se han producido–, y por idéntico motivo cuentes internas.
recurriría igualmente al apoyo social –el apo-
yo social es una reconocida condición modula-
dora del estrés (Bennett, Cook & Pelletier, CONSECUENCIAS LABORALES: BLPS
2003; Peiró & Salvador, 1993; Phillips, 1984),
y resulta de indudable eficacia para combatir En esta escala se aceptarán como varia-
el síndrome de burnout (Curtona & Russell, bles las propiedades generales y específicas
1990; Hobfoll & Shirom, 2000)–. Por ejemplo: del BLPS como experiencia subjetiva del tra-
un trabajador que se siente tenso en el traba- bajador. Su representación es: → M (trabaja-
jo podría intentar relajarse mientras tanto dor) [ P χ A χ C χ F χ S ] (BLPS) ] t (i) →. Estas

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INFORMES Y ESTUDIOS

variables en cuanto a su contenido estarán trabajo (Pines, 1983), y también a la implan-


acopladas mayormente al contenido de las tación de nuevas tecnologías en el trabajo
condiciones de trabajo anteriormente expues- (Cabral, 1988); la «autoestima profesional»
tas –v.g.: satisfacción del trabajador con sus del trabajador muy mermada, como es sabi-
tareas–, e igualmente se vincularán con las do, en el síndrome de burnout (Gil-Monte &
consecuencias sobre el trabajador que produ- Peiró, 1997), y que resulta profundamente
cen los síndromes laborales que estudia la dañada por el mobbing (Leymann, 1996;
PSSHT como disciplina –v.g.: la baja autoes- Piñuel y Zabala, 2001); y también las «inten-
tima laboral es una consecuencia laboral que ciones de abandonar el trabajo» que tenga el
produce el burnout–, de modo que el BLPS interesado, variable que estaría relacionada
sirva así de enlace entre las diferentes condi- directamente con las condiciones de adapta-
ciones antecedentes y los resultados finales ción –escala de Atribuciones sociales: percep-
sobre la SML del trabajador –transmisión de ción de acoso social en el trabajo–. Como con-
efectos que resulta especialmente marcada secuencias laborales afectivas, esto es, como
en el mobbing (Leymann, 1996; Piñuel y consecuencias para: M (trabajador) [ A ], se
Zabala, 2001)–. Esta escala recogerá asimis- aceptarán como variables algunos indicado-
mo contenidos del BLPS correspondientes a res generales de BLPS tales como «tensión
todos y cada uno de los elementos estructura- laboral» y «actitud general hacia el trabajo»
les del trabajador. Esto es, contenidos para: –entendida aquí esta actitud general hacia el
M (trabajador) [ P χ A χ C χ F χ S ]. trabajo como una actitud resultante de carác-
ter netamente afectivo–; así como variables
En definitiva, estas consecuencias labora- de contenido más específico, tales como
les consistirán en un conjunto selecto de «satisfacción hacia el trabajo que se realiza»
variables que proporcionarán una visión –el concepto teórico y los diferentes modelos
rápida e integrada del BLPS del trabajador para la satisfacción laboral pueden consul-
–sin pretender con ello ser exhaustivos–. tarse en Bravo, Peiró y Rodríguez (1996)–,
Algunas de las variables que enumeraremos «satisfacción hacia las tareas» encomenda-
a continuación como consecuentes –v.g. la das, «satisfacción hacia los jefes», «satisfac-
tensión laboral, la actitud resultante hacia el ción hacia los compañeros»… valga indicar
trabajo…– podrían actuar de suyo como aquí que, tras mucha investigación y debate,
variables mediadoras que alterasen la rela- Wolpin, Burke y Greenglass (1991) han pues-
ción entre otros antecedentes y consecuentes to de manifiesto que la satisfacción es en rea-
(Fresse & Zapf, 1988) o inclusive pudieran lidad un consecuente del burnout y no al
tener su propia función moduladora sobre revés, al igual que lo es el «agotamiento emo-
otras diferentes consecuencias laborales –v.g. cional» –como se sabe, uno de los tres compo-
la satisfacción de tarea (más específica) nentes básicos del burnout–. Para consecuen-
podría modular la satisfacción del trabajo (de tes laborales de conducta, esto es, consecuen-
carácter más general)–; pero aquí el papel de tes para: M (trabajador) [ C ], proponemos el
estas variables será estrictamente el que se «absentismo» (Harrison & Martocchio, 1998)
les asigna dentro del modelo: serán conse- –cuyas tasas de incidencia se vienen redu-
cuentes (outcomes) de las condiciones prece- ciendo notablemente con programas de salud
dentes (Figura 1). Como consecuencias labo- laboral (Aldana, 1998), y relacionado signifi-
rales que afectan de forma primordial a la cativamente con el burnout (Gil-Monte & Pei-
dimensión cognitiva del trabajador, esto es a: ró, 1997; Matteson & Ivancevich, 1987; Shi-
M ( trabajador) [ P ], se aceptarán la «fatiga rom, 2003)–, y los «errores en la tarea». Para
mental» que pueda sufrir aquél –siempre pre- las consecuencias físicas del trabajo, esto es
sente en el burnout (Shirom, 2003)–, variable para las consecuencias relativas al elemento
ésta en especial sensible a las condiciones de M (trabajador) [ F ], se aceptará como varia-

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ANTONIO DURO MARTÍN

ble la «fatiga física» que experimente el tra- del trabajo –en donde el trabajador intenta-
bajador, variable ésta que resulta sensible a ba modular su trabajo antes de que incidie-
las propiedades cuantitativas de las condicio- ran sobre su BLPS–, aquí el trabajador ya
nes de trabajo, tales como la carga física que viene experimentando de suyo un menosca-
supone el trabajo (Jardillier, 1979). Final- bo en su BLPS, lo que puede llevarle a des-
mente, para M (trabajador) [ S ] se aceptarán plegar una batería de estrategias para elimi-
como variables el grado resultante de «aisla- nar o paliar en lo posible su malestar laboral
miento de jefes» y de «aislamiento de compa- actual –v.g.: fatiga física, fatiga mental…–.
ñeros», ambas consecuencias laborales para Estas cogniciones y actuaciones correctoras
el trabajador en un plano psicosocial y que –ya que no preventivas– constituyen preci-
afectan esencialmente a su situación en el samente los recursos de automodulación
equipo –el aislamiento social se destaca ade- individual (self-regulating resources). Son
más como una de las primeras consecuencias recursos paliativos del trabajador. Su actua-
observables tanto en el burnout (Maslach, ción será concomitante, pues, a la experien-
1982; Hobfoll, 1989) como en el mobbing cia de deterioro en su BLPS, y por eso se la
(Leymann, 1996; Piñuel y Zabala, 2001), y asigna al momento t (i) –aunque un análisis
puede considerarse asimismo una consecuen- más molecular de su secuencia de actuación,
te de la discriminación laboral (Vasquez, pudiera situar a modulación del trabajador
Baker & Shullamn, 2003); situaciones todas inmediatamente después de detectarse el
ellas, como se comprende, de alto riesgo para malestar laboral–. El trabajador activaría
la SML del trabajador–. sus recursos de automodulación bien dentro
de la jornada laboral –durante el propio cur-
En su conjunto, estas variables proporcio-
so del trabajo– o bien después de ella, cuan-
narán un perfil bastante representativo del
BLPS del trabajador, así como de otras dife- do el trabajador ya hubiera terminado el tra-
rentes consecuencias laborales concomitan- bajo, y se hallara ya en su casa o en el tra-
tes con aquél. Por otro lado, debemos insistir yecto a casa.
nuevamente en que cualquiera de los síndro-
Proponemos una batería de recursos de
mes laborales –v.g.: estrés, burnout, acoso
modulación del trabajador que se correspon-
laboral– afectan y tienen efectos sobre los
da con los elementos estructurales del traba-
mismos elementos estructurales de la expe-
jador, M (trabajador) [ P χ A χ C χ F χ S ]. Se
riencia subjetiva del trabajador, que no son
postula que cada elemento estructural alte-
otros que los que venimos comentando. Esto
rado en el trabajador exigirá para su norma-
es: M (trabajador) [ P χ A χ C χ F χ S ] t (i).
lización de un recurso correlativo a la propia
Conceptualmente se pretende que el grupo
naturaleza de la alteración –según se ha
de variables propuesto constituya un siste-
puesto de manifiesto anteriormente en diver-
ma, y que como tal presente una estructura
sas ocasiones, por ejemplo en intervenciones
compacta e integrada. Y aunque bien es cier-
con maestros para combatir el burnout (Bro-
to que estas variables no abarcan toda el
wers & Tomic, 2000)–. Dentro de la jornada
BLPS, no es menos cierto que sin ellas en
laboral, se aceptarán como variables para la
modo alguno podría hablarse de BLPS del
escala que nos ocupa: la «evasión mental»
trabajador.
para regular el elemento cognitivo del traba-
Escala de Modulación del trabajador jador, esto es para regular M (trabajador) [ P
(modulador individual del BLPS). Repre- (fatiga mental) ] ≠ 1; la «relajación» para
sentación: → [ M (trabajador) [ P C ] (modu- regular M (trabajador) [ A (tensión laboral) ]
lación del trabajador) M (trabajador) [ ≠ 1, y el «consumo de medicamentos» y la «dis-
(BLPS) ] } t (i) (Figura 1). A diferencia de lo tracción social», respectivamente, para alte-
que ocurría con los recursos de modulación raciones en los elementos estructurales [ C ] ≠

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INFORMES Y ESTUDIOS

1 y [ S ] ≠ 1. Fuera ya de la jornada laboral, el CONSECUENCIAS SOBRE LA SML:


trabajador podría recurrir a la «desconexión DAÑOS SOBRE LA SML
mental» como estrategia para aminorar los
efectos negativos más perdurables y persis- La representación general para estas con-
tentes de su trabajo –v.g.: preocupaciones, diciones consecuentes internas es: → M (tra-
conflictos…– sobre su BLPS, porque como es bajador) [ P χ A χ C χ F χ S (SML) ] t (i+n). Se
de sobra conocido, los problemas del trabajo considera un consecuente de segundo orden
no terminan con la jornada –hecho muy mar- en la secuencia temporal de la experiencia
cado, por ejemplo, en el burnout, (Maslach, subjetiva del trabajo, que se asigna al
1982; 1986)–. Igualmente, la modulación del momento t (i+n), posterior al momento
trabajador serviría para paliar los efectos correspondiente al BLPS t (i). Partiendo del
nocivos del hostigamiento (Vasquez, Baker & DSM-IV, Manual Diagnóstico y Estadístico
Shullamn, 2003). Existen diversas tipologías de los Trastornos Mentales (1995), se puede
sobre estrategias de afrontamiento en el tra- seleccionar un conjunto de síntomas que
bajo –v.g.: la de Burke (1971) y la de Dewe y abarquen la mayoría de las alteraciones men-
Guest (1990)–. tales provocadas por los diferentes síndromes
laborales. Se pretende formar una muestra
Apoyo social (modulador social del BLPS: representativa de síntomas que proporcionen
modulación del trabajador). Representación: una evaluación rápida y fiable de la SML de
{ E (social) [ apoyo social] } → M (trabajador) un trabajador. También, a fin de completar lo
[ (BLPS) ] } t (i). Su función será idéntica a la anterior, proponemos la inclusión de algunos
de la modulación anterior. La diferencia ítems para enfermedades físicas, y algunos
entre ambos estriba en su origen: aquí, en el otros ítems para recoger la percepción subje-
apoyo social, la fuente de ayuda moduladora tiva distorsionada de la jornada de trabajo
es de carácter interpersonal y/o de carácter por parte del trabajador –v.g.: alargamiento
social aunque el saber procurarse y utilizar subjetivo de la jornada–. Por el contrario a
los recursos sociales se considera asimismo esto último, las respuestas positivas a los
una estrategia válida de afrontamiento indi- estresores (eustress) nos presentan al traba-
vidual (Dewe & Guest, 1990). Según la tipo- jador atenta y placenteramente ocupado con
logía utilizada por Winnubst, Buunk y Mar- las demandas del trabajo (Nelson & Sim-
celissen (1988), el apoyo social corresponde- mons, 2003). Preferimos este sistema de
ría a la categoría de ayuda social percibida, selección de síntomas porque se apoya en
en tanto que apoyo social emocional. Las categorías psicodiagnósticas firmemente
variables que aquí se aceptarían son del tipo: asentadas, frente a otras dimensiones de
«apoyo al trabajador por parte de sus fami- salud laboral que se vienen empleando –v.g.:
liares», «apoyo al trabajador por parte de sus (Megel et al., 1994; Stein & Skinner, 1998),
amigos», «apoyo al trabajador por parte de aunque ciertamente es inevitable el que se
jefes y compañeros«… El momento temporal produzca algún solapamiento entre aquél y
al que se asignan estos apoyos es sólo aproxi- éstas v.g.: salud emocional, sueño, uso de dro-
mado porque, aunque la ayuda recibida de gas…–.
los compañeros de trabajo pueda efectuarse
realmente en el momento de la experiencia Las variables que se aceptarían como indi-
de trabajo, t (i), sin embargo la ayuda de cadores para esta escala las detallaremos a
familiares, amigos… normalmente se efec- continuación distribuidas por elementos
tuaría a posteriori, en los momentos sucesi- estructurales de M (trabajador). Para altera-
vos t (i+n), t (i+2n)…–fuera ya de un cierto ciones de M (trabajador) [ P ], se aceptarían,
tipo de ayuda social telefónica inmediata, on- entre otras variables: la «dificultad de con-
line–. centración» –algunos autores prefieren

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ANTONIO DURO MARTÍN

hablar más bien de salud cognitiva (Christen- laborales a estos mismos síntomas psicológi-
sen, Moran & Wiebe, 199)–; para alteraciones cos. El estrés cursa con síntomas de ansiedad
de M (trabajador) [ A ] , proponemos, entre y con alteraciones del sueño –provocados por
otras variables, las siguientes: «estado de demandas de tarea excesivas o por recursos
ánimo», «irritabilidad» –especialmente pre- personales insuficientes–; así también suce-
sente y manifiesta en el burnout (Farber, de con el burnout, pero dado que la situación
1983; Shirom, 2003)–, «autoestima personal», desencadenante es, en este caso particular, el
«sentimientos de miedo», «temor», «ansie- trato diario con los usuarios y/o clientes, se
dad»… relacionados con el trabajo; para alte- añade además una baja autoestima profesio-
raciones de M (trabajador) [ C ] se aceptarían: nal como consecuente laboral de primer
«consumo de drogas» –bastante frecuente en orden –que termina por decantarse y cristali-
casos de estrés en el trabajo (Spielberger, zar después en baja autoestima personal–; el
Vagg & Wasala, 2003)–, «consumo de alco- acoso laboral o mobbing suscita en la víctima
hol», y «consumo de tabaco» –estas conse- una grave indefensión, y como tal provoca
cuencias del trabajo sobre el consumo de ansiedad inicialmente y depresión más tarde;
substancias han llegado a extenderse tanto, y de forma semejante ocurre con las restantes
que hay programas de ayuda al empleado alteraciones psicológicas del trabajador por
para que éste deje de fumar (Jones, Bly & causa laboral v.g.: con el bullying, con la pos-
Richardson, 1990) y de beber alcohol (Heirich tergación profesional, con el tedio (Pines,
& Seick, 2000)–; para alteraciones de M (tra- Aronso & Kafry, 1981), con las represalias
bajador) [ F ], se aceptarían como variables: (Vasquez, Baker & Shullamn, 2003); y tam-
«trastornos del sueño», «cansancio muscular» bién con las sanciones laborales, con la vio-
y «enfermedades físicas» en general –muchas lencia en el trabajo (Cox & Leather, 1994),
de las cuales, como por ejemplo, dolor en la con la reestructuración y/o con la reducción
espalda o rigidez del cuello tienen un marca- de plantilla (Bennett, Cook & Pelletier, 2003;
do origen psicosocial laboral (Fredriksson, Theorell, 2003), y con las humillaciones en
2000, citado por Theorell, 2003)–. Igualmen- general (Theorell, 2003)… De hecho la depre-
te, dentro de las consecuencias laborales sión es el cuadro sintomático más frecuente
sobre la salud que venimos comentando, se en la reducción de plantilla (de Vries &
podrían incluir también variables relativas a Balasz, 1997). En general, si el trabajador
«accidentes laborales» sufridos por el trabaja- experimenta o percibe algún tipo de amenaza
dor, a modo de indicador sobre daños genera- relativa a su trabajo, entonces le sobreven-
les sobre la salud del trabajador. Finalmente, drán sentimientos de temor y síntomas de
para evaluar las alteraciones en la percep- ansiedad (Lazarus & Folkman, 1984); y si el
ción del paso del tiempo en el trabajo, se acep- trabajador experimenta o percibe algún tipo
tarían variables tales como: «absorción de la de pérdida personal en su trabajo –en un sen-
atención del trabajador por la tarea», y «dura- tido lato– entonces cursará la pérdida con
ción percibida de la jornada». fuertes sentimientos de tristeza y síntomas
de depresión (Beck et al., 1979) –como por
En su conjunto, con este sistema de varia- ejemplo sucede en el síndrome de quemarse
bles se persigue conseguir una evaluación clí- por el trabajo cuando las expectativas profe-
nica –aunque sea de carácter sólo aproxima- sionales (irreales) del trabajador se ven frus-
do– del trabajador para determinar si se tradas (Hobfoll & Shirom, 2000)–. Unas con-
encuentra bien o mal de salud, esto es si está diciones de trabajo con excesivas demandas
sano o enfermo en términos de SML y si exis- de tarea y/o de carácter interpersonal, podrán
ten daños sobre la SML, –para determinar en percibirse como amenazantes por el trabaja-
qué medida–. Unos pocos ejemplos ilustrarán dor interesado, y le provocarían ansiedad,
cómo se amoldan los diferentes síndromes porque en este caso tendríamos, esquemáti-

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INFORMES Y ESTUDIOS

camente: [ demandas del trabajo recursos > alternativa para la modulación social y profe-
disponibles ] → [ ansiedad ]; y unas condicio- sional, consistiría en agrupar a ambas como
nes de trabajo muy por debajo de su capaci- antecedentes objetivos extrínsecos al
dad –que podría percibir el interesado como ambiente de trabajo.
una pérdida de apoyo organizacional, entre
otras causas– tenderían a suscitar en él reac-
ciones de tipo depresivo, esto es: [ dificultad Correctores y experiencia laboral
real recursos disponibles ] → [ depresión ].

Escala de Apoyo profesional (modulador Variables correctoras de las condiciones


social del trabajador: SML). Su representa- básicas (variables de control). A fin de vali-
ción: { E (social) [ (apoyo profesional) ] → M dar las escalas de las condiciones consecuen-
(trabajador) [ (SML) ] } t (i+n). Aquí se reco- tes, proponemos la inclusión en el modelo de
gería toda la ayuda profesional que pudiera un conjunto de variables correctoras. Estas
recibir el trabajador para tratar sus síntomas variables serían las siguientes: (i) para vali-
psíquicos o somáticos relacionadas con el tra- dar las condiciones de ajuste: «ajuste de
bajo. Su ocurrencia sería concomitante o pos- necesidades del trabajador versus recom-
terior, obviamente, a la propia aparición de pensas de la organización», y «ajuste de
los síntomas, esto es por lo que se le asigna al habilidades del trabajador versus exigencias
momento t (i+n), y motivo por el cual la agre- del trabajo»; (ii) para validar las condiciones
gamos a la SML (Figura 1). Otra disposición de experiencia subjetiva (BLPS): «identifi-

CUADRO 2. RESUMEN DE LOS COMPONENTES Y ESCALAS DEL MODELO

* Modulación acoplada a las condiciones de adaptación.


** Modulación acoplada a las condiciones de experiencia subjetiva (BLPS).
*** Modulación acoplada a las condiciones de experiencia subjetiva (SML).

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ANTONIO DURO MARTÍN

cación con el trabajo», «satisfacción con el física y social del trabajador–, cuyos conteni-
salario», y «problemas personales que pue- dos peculiares son los que variarían precisa-
dan afectar al desempeño» –este último mente del BLPS a la SML.
asunto es de particular importante para dis-
cernir el origen de ciertos síntomas en los Una limitación del modelo que se asume a
casos de acoso (Vasquez, Baker & Shullamn, priori, es que las condiciones de trabajo que
2003)–; y (ii) para validar las condiciones de hemos seleccionado aquí, aunque resultan
ciertamente pertinentes para estudiar BLPS
experiencia subjetiva (SML) sugerimos la
y la SML según hemos argumentado, se redu-
siguiente variable de control: «problemas
cen sólo y exclusivamente a las demandas
personales que puedan afectar a la salud del
más inmediatas del trabajo. Habría que aña-
trabajador».
dir otras condiciones de trabajo correspon-
Experiencia laboral. Para analizar los dientes a niveles organizacionales superio-
posibles efectos de la experiencia laboral res: supervisión, estilo de liderazgo, política
sobre las condiciones del modelo, y en espe- de RR.HH… Pero antes de ello, deberá some-
cial para analizar la adaptación pasiva del terse a contraste empírico el modelo que aquí
trabajador al trabajo por este mismo motivo, se presenta –contraste actualmente en cur-
se aceptarían como variables de experiencia so–, y discutir y sopesar primero los resulta-
laboral las dos siguientes: «antigüedad del dos iniciales: descripción y distribución de las
trabajador en su actividad actual» y «antigüe- variables, su factorización, contraste de hipó-
dad en el mismo puesto de trabajo». tesis sobre los diversos efectos previstos; e
inclusive estimar los parámetros para un
modelo de relaciones lineales estructurales,
CONCLUSIONES asuntos éstos que quedan pospuestos para
sucesivos trabajos. Tales resultados nos indi-
Nuestra propuesta pretende ofrecer una carán también si resulta pertinente o no la
visión completa y estructurada de los compo- selección de variables aquí propuesta. Por
razones de espacio, no podemos exponer aquí
nentes comunes que afectan simultáneamen-
tampoco los principios de actuación, según
te a la BLPS y a la SML del trabajador. Para
postula el modelo, que rigen la transmisión
ello, selecciona como input laboral los aspec-
de efectos BLPS → SML.
tos cuantitativos y cualitativos de las deman-
das sociales y de tarea –condiciones de traba- Igualmente, queda pendiente el ofrecer
jo–; y los somete a la influencia y efectos suce- una detallada comparación teórica de esta
sivos sobre las condiciones de adaptación, las propuesta con otros modelos precedentes.
condiciones de ajuste y las diferentes condi- Hasta tanto, adelantaremos aquí no obstante
ciones de modulación; y considera como out- dos precisiones. En cuanto a su finalidad (i):
comes las condiciones de experiencia subjeti- este modelo, en su conjunto, es original –aun-
va del trabajador: justamente el BLPS del que incorpora obviamente aportaciones pre-
trabajador –como aspecto destacado de un vias–. Sus postulados particulares de identi-
conjunto más amplio de consecuentes labora- dad estructural de antecedentes, equivalen-
les del trabajo sobre el trabajador– y su SML cia estructural y patológica de consecuentes,
–y de forma más rigurosa: los daños sobre su y la propia SML como consecuente laboral
SML–. Asimismo, y a efectos de mejor estu- anidado dentro del BLPS, por lo que sepamos
diar la transmisión de efectos entre ambos no tienen precedente tal y como aquí se conci-
tipos de consecuentes, concibe el BLPS y la be. Tampoco lo tiene la asignación de los
SML del trabajador en términos de unos mis- momentos temporales propuesta para las dis-
mos elementos estructurales –v.g.: sus tintas condiciones basada en la secuencia de
dimensiones cognitiva, afectiva, conductual, momentos para sucesos laborales discretos, y

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INFORMES Y ESTUDIOS

menos aún el sistema de notación empleado, síndromes no son sino configuraciones espe-
pues siendo éste en realidad un aspecto ciales de unos mismos antecedentes comunes
secundario de nuestra propuesta, puede lle- para el BLPS y la SML, tal y como venimos
var a la larga a una futura formalización del argumentando.
modelo. En cuanto al modelo (ii): en lo gene-
ral se diferencia de los otros modelos por Derivado de todo lo anterior, se despren-
inclusión. Al incluir aquí cuatro categorías de nuestro concepto de BLPS y la SML: se
diferentes de condiciones –v.g.: condiciones trata en ambos casos de una resultante de
de trabajo, condiciones de adaptación, condi- carácter dinámico a la que llega individual-
ciones de ajuste, y condiciones de experiencia mente el trabajador a partir de unas deter-
subjetiva [ (BLPS-SML) ]– se diferencia de minadas condiciones de trabajo previas, y
todos y de cada uno de los modelos particula- merced al resultado de unos procesos de
res precedentes para estos diferentes cons- adaptación activa y pasiva y de ajuste al tra-
tructos: de los modelos de ajuste –v.g. del bajo, y en donde intervienen también y jue-
modelo de ajuste persona-ambiente de gan su papel el apoyo social y profesional.
French, Caplan y Harrison, 1982; y de Kahn En definitiva, el BLPS y la SML no son rea-
y Boysiere, 1992–; del modelo holístico de lidades estáticas, sino resultantes dinámi-
estrés (Nelson & Simmons, 2003); de los defe- cas a las que cada trabajador accede gracias
rentes modelos para la satisfacción laboral..., a un proceso continuo de adaptación y ajuste
ya que todos ellos, aun cuando compartan al trabajo.
componentes comunes, se excluyen mutua-
mente entre sí. En lo particular, nuestra pro-
puesta se diferencia por la exclusión de ele- REFERENCIAS
mentos utilizados por otros autores. Por
ejemplo, se diferencia del modelo de estrés de ALDANA, S.G. (1998, March/April). Financial
Cooper y Marshall (1976) y de Marshall y impacta of worksite health promotion and
Cooper (1979), porque este último modelo methodological quality of evidence. The Art of
Health Promotion, 2 (1), 1-8.
emplea categorías de estresores muy diferen-
tes a las utilizadas aquí por nosotros; se dife- AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION
rencia del modelo de Lazarus (1966) y de (1994). Diagnostic and statistical manual of
Lazarus y Folkman,(1984), porque estos mental disorders (4th. Ed). Washington: DC:
autores sólo consideran condiciones subjeti- Author.
vas de interpretación; se diferencia del marco ANDERSON, P., WHITMER, W., GOETZEL, R.,
para salud y bienestar que proponen de Dan- OZMINKOWSKI, R.J., WASSERMAN, J., et al.
na y Griffin (1999) tanto por los antecedentes (2000). The relationship between modifiable
como por los consecuentes considerados, así health risk and group-level health care expendi-
tures. American Journal of Health Promotion,
como por la propia estructuración de los mis-
15 (1), 45-52.
mos; se diferencia del modelo de Wasala
(2001) –citado por Spielberger, Vagg y Wasa- ANTONOVSKY, A. (1987). Unravelling the myste-
la (2003)–, porque aunque este último consi- ries of health. San Francisco. Jossey-Bass.
dera un conjunto más amplio de estresores BARLING, J. & GRIFFITHS, A. (2003). A History
que nosotros, no considera sin embargo las of Occupational Health Psychology. En Quick,
condiciones de ajuste, y difiere ampliamente J.C. & Tetrick, L.E. (2003). Handbook of occu-
de nuestra ordenación de condiciones; y se pational health psychology (pp. 19-33). Was-
diferencia de los distintos modelos para los hington, DC: APA.
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INFORMES Y ESTUDIOS

RESUMEN Se propone un modelo conjunto de calidad de vida laboral (CVL) y de psicología social de la
salud y seguridad en el trabajo (PSSHT) para explicar el bienestar laboral psicológico
(BLPS) y la salud mental laboral (SML) del trabajador, en base a sus componentes comu-
nes. Sus postulados son los siguientes: (i) identidad de antecedentes para el BLPS y la
SML, (ii) equivalencia patológica de los diversos síndromes que estudia la PSSHT, y (iii)
SML como consecuente laboral anidado en el BLPS. Los elementos estructurales del tra-
bajo se limitan inicialmente a las demandas de tarea y demandas interpersonales, y como
elementos estructurales del trabajador se toman sus dimensiones cognitiva, afectiva, con-
ductual, física, y social. El modelo comprende un sistema de cuatro tipos sucesivos de con-
diciones complementarias: (i) condiciones de trabajo –antecedentes objetivos–, (ii) condi-
ciones de adaptación –antecedentes subjetivos–, (iii) condiciones de ajuste consecuentes
objetivos y (iv) y condiciones de experiencia subjetiva del trabajador: BLPS y SML –conse-
cuentes subjetivos–. Además, se incorpora un conjunto de condiciones moduladoras perte-
necientes al trabajador y de origen social.

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