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ASIGNATURA : COMUNICACIÓN ll
PROMOCIÓN : “2021– I”
PERIODO : II
SECCIÓN : A–1
2021
Según el Artículo 166 de la Constitución política del Perú señala que la finalidad
fundamental de la Policía es “garantizar, mantener y restablecer el orden interno”, los
365 días del año el personal policial vela por la seguridad de todos los ciudadanos,
haciéndole frente a la delincuencia y a esto se suma un enemigo que no podemos
ver, pero que día tras día se lleva la vida de más peruanos, nuestra Policía no solo
se encuentra en las calles para hacer cumplir las restricciones, si no también para
concientizar a la sociedad acerca de la grave situación por la cual nuestro país se
encuentra atravesando.
La Institución Policial desde años atrás siempre ha venido recibiendo críticas, pero
aun así las acciones buenas son más grandes que las negativas así la población no
las pueda percibir, la Policía Nacional del Perú siempre estará al servicio de la
sociedad, y en tiempos de pandemia no sería la excepción, lamentablemente toda
esta diversificación de actividades trae consigo que la prevención del delito se vea
gravemente afectada y que la cantidad de crímenes se eleven a un mayor
porcentaje.
Con esto quiero decir que los peligros y desafíos para cada uno de los efectivos
policiales en la actual coyuntura son nuevos y de considerable magnitud. Sin
embargo, los retos también presentan oportunidades. Por tanto, las medidas que se
tomen para atender esta crisis pueden tener a medio y largo plazo un considerable
impacto tanto en la propia institución como en la valoración y confianza que tenemos
los ciudadanos en ella.
En este marco de hechos, de situaciones y de desafíos, aparece la presencia vital y
decidida de la Policía Nacional del Perú, quienes desempeñan una valiosa función en
el control del orden interno frente al Covid-19, lo que genera un nuevo reto en la
labor de todos los efectivos policiales, las actuaciones y medidas que se tomaran
deben seguir un protocolo de respeto a los derechos humanos, es decir que, ante los
desórdenes sociales o conductas en desobediencia a la autoridad, exige a nuestros
Efectivos Policiales que procedan a hacer uso de la fuerza, primando siempre un
actuar responsable y cuidadoso, donde no se cometan excesos por parte de la
Policía. (Emilia Bustamante, 2020)
Todo lo acontecido en nuestro País desde el inicio de una cuarentena nacional, trajo
consigo que se genere un deber más para nuestra Policía, poniéndolos en Primera
Línea de batalla, con un desafío mayor que otras Instituciones, porque parten de
enfrentar niveles altos de criminalidad e inseguridad, a combatir un virus que ataca
sin distinciones. Por ello, la crisis de salud pública es probable que continúe, y
genere que algunos efectivos policiales contraigan la enfermedad en el cumplimiento
de sus funciones, es importante examinar hasta qué punto los Efectivos Policiales
pueden controlar los contagios. Si algo se ha demostrado es que la operatividad
policial y la confianza ciudadana son dos variables independientes pero muy
cruciales para entablar una relación con la ciudadanía. Si las fuerzas policiales logran
su objetivo en esta pandemia, los ciudadanos confiaran más en ellos y se activara un
círculo de amistad, admiración y respeto. Por ello, es esencial seguir muy de cerca
cómo evoluciona el rol de la policía durante la pandemia y que consecuencias traerá
para el personal policial que cada día sale a cumplir sus funciones, exponiéndose
ante peligroso enemigo invisible. A raíz de ello la misión del Gobierno es plantearse
todos los días que medidas de prevención se está tomando para la protección de
todo el personal policial, y si están logrando el objetivo propuesto.