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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

INTRODUCCIÓN

La Psicología es una ciencia que se centra en el comportamiento humano. Si bien la


conducción es una actividad que implica mucho comportamiento humano, también se
considera una actividad práctica.
La Psicología Aplicada consiste en la utilización de los conocimientos obtenidos y los
métodos desarrollados por la psicología básica con el objetivo de resolver problemas
cotidianos, aumentar la calidad de vida o hacer que los grupos de personas funcionen de
forma más adecuada. Contribuye a la prevención de riesgos, estableciendo un paralelo
entre ellas: promover el comportamiento preventivo, y desalentar los comportamientos
inseguros.

COMPETENCIA GENERAL

• Obtener un cambio psicológico y social integral en la conducción de vehículos


motorizados, para alcanzar una nueva conducta colectiva en los nuevos conductores
profesionales.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

UNIDAD 1
ASPECTOS PSICOLÓGICOS DE LA
CONDUCCIÓN
1.1 GENERALIDADES
1.2 SALUD MENTAL DEL CONDUCTOR
1.3 HABILIDADES SOCIALES EN EL CONDUCTOR
1.4 DIFERENCIAS COGNITIVAS ENTRE CONDUCTOR NUEVO Y EL EXPERIMENTADO
1.5 CONDUCTA DEL MANEJO: CONDUCCION SEGURA Y DEFENSIVA

1.1 GENERALIDADES
El estudio del comportamiento humano en conducción es fundamental para la mejor
comprensión del fenómeno vial, pues son las personas quienes toman las decisiones sobre
itinerario, tipo de vehículo, cuidado del mismo, infraestructura, generación de normas, así
como quienes ejercen acciones sobre los mandos de un vehículo en cada momento de la
conducción.
Es importante tener en cuenta los aspectos psicofísicos, como la atención y la percepción; los
aspectos motivacionales y emocionales de las personas; las diferencias individuales, y
finalmente las cuestiones del comportamiento social de los individuos.
Ser un buen conductor exige muchos conocimientos y destrezas: hay que ser capaz de registrar
a tiempo muchas impresiones sensoriales; el cerebro debe poder interpretar dichas
impresiones y adoptar una decisión rápida; hay que colocarse en la situación de otros usuarios
de la vía, hay que ser capaz de actuar con determinación y en forma correcta (Carulla, 2007).
La Psicología de la conducción define al manejo como una
conducta en la cual intervienen las emociones, la
motivación, las aptitudes, las decisiones y los hábitos del
conductor. Se considera que alrededor del 90% de los
siniestros viales ocurren por causas humanas y el 10 %
restante se distribuye entre las fallas mecánicas, los
problemas de la vía y los factores climáticos.

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Para una conducción segura también es importante que tratemos de conocer y evaluar las
intenciones de los otros conductores y que seamos capaces de anticipar cuál será la conducta
más probable. Sin embargo, estas evaluaciones deben realizarse con poca información ya que
la comunicación entre conductores es muy limitada en la mayor parte de situaciones viales.
El objetivo de la psicología de la conducción es mostrar como la conducta de una persona está
en función de las variables ambientales (medio) y de las operaciones mentales (individuo). Por
ello, no podemos considerar los accidentes y contratiempos viales como algo imprevisto que
resulta de los errores en el desempeño de la conducción, ignorando las condiciones
motivacionales y emocionales precedentes.

1.2 SALUD MENTAL DEL CONDUCTOR


La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como:
“un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes,
puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y
fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad” (OMS 2001a, p.1).

La salud mental es la base para el bienestar y el funcionamiento efectivo de un individuo y una


comunidad. Se relaciona con la capacidad de controlar y de bien utilizar nuestras emociones
mientras se conduce un vehículo. La salud mental puede ser afectada por diversos factores,
entre estos podemos mencionar los siguientes:

Falta de sueño Ambiente competitivo

Nerviosismo FACTORES Baja tolerancia a la frustración


QUE AFECTAN
Mala Alimentación LA SALUD Problemas económicos

MENTAL DEL
Problemas Familiares Trastornos psiquiátricos
CONDUCTOR

Preocupación excesiva referente Trastornos emocionales,


a problemas personales depresión, angustias

La salud mental puede ser considerada como un recurso individual que contribuye a la calidad
de vida del individuo y puede aumentar o disminuir de acuerdo con las acciones ejercidas por
la sociedad. Un aspecto de la buena salud mental es la capacidad para mantener relaciones
mutuamente satisfactorias y duraderas.

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El conductor es una persona que está orientada a la acción y puede experimentar cambios
bruscos de humor ya que está constantemente en un ambiente inadecuado con ruidos, malos
olores, etc.
Esta tensión a la que se ve sometido muchas
veces se manifiesta a través de dolores de
cabeza, gastritis, dolores de espalda,
cansancio excesivo, tensión cervical, entre
otras.

El déficit en la salud mental contribuiría a


muchas enfermedades somáticas y afectivas
como la depresión o ansiedad.

1.3 HABILIDADES SOCIALES EN EL CONDUCTOR


Hemos visto que para una conducción prudente y segura es necesario el dominio y la
competencia de una serie de habilidades manipulativas y perceptivas relacionadas con el
manejo del vehículo y de una serie de habilidades cognitivas relacionadas con el procesamiento
de la información pero sin duda, es necesario también una serie de habilidades sociales
relacionadas con las reacciones emocionales y dinámicas de relación interpersonal e interacción
social.
Las habilidades sociales según Vivas, Gallegos, & González, 2007; “son comportamientos
emocionales o conductuales que se manifiestan en las relaciones interpersonales y que se
caracterizan por ser aceptados socialmente en una determinada cultura”. Es decir son el
conjunto de conductas aprendidas de forma natural (y que por tanto pueden ser enseñadas),
que se manifiestan en situaciones interpersonales, socialmente aceptadas y orientadas a la
obtención de reforzamientos ambientales (refuerzos sociales) o auto refuerzos.
Caballo, 1993; conceptualiza a las habilidades
sociales como comportamientos personales
expresados de una manera apropiada, considerado
y apreciando los pensamientos y opiniones dentro
de un contexto social para la resolución y ausencia
de dificultades y trabas existentes en la
cotidianeidad.

Podemos detallar dos habilidades sociales importantes para afrontar el estrés, el autocontrol
emocional y la interacción social en situaciones de tráfico: la asertividad y la empatía.

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ASERTIVIDAD
Alberti (1977) define a la asertividad como el conjunto de conductas emitidas por una persona
en un contexto interpersonal que expresan los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones y
derechos de esa persona de un modo directo, firme y honesto, respetando al mismo tiempo los
sentimientos, actitudes, deseos, derechos y opiniones de otras personas.
Entendemos esta definición como la manera de
exponer, decir y opinar de forma sincera, clara y
adecuada siguiendo las leyes y respetando a la
comunidad y a cada una de las personas de esta,
dejando de lado la agresión y hostilidad.
La CONDUCCION ASERTIVA es el conjunto de hábitos y
conductas positivas que se tienen frente al volante de
un automóvil, esta incluye el cumplimiento de las
normas de tránsito y una serie de valores como la
tolerancia y el respeto.
Para conseguir una conducción asertiva podemos seguir las siguientes pautas:
Concentración permanente: Es de vital importancia mantenerse atento a todo lo que sucede en
la vía para tener suficiente tiempo y espacio para reaccionar ante un incidente inesperado.

Evitar realizar acciones que puedan desconcentrar: Comer, maquillarse, usar el teléfono móvil
sin manos libres, fumar y demás actividades pueden provocar accidentes en cuestión de
segundos.

Elegir la velocidad adecuada: Exceder los límites de


velocidad siempre es riesgoso, pero del mismo modo
conducir demasiado lento puede ser peligroso también.
Elige una velocidad similar a la que llevan los demás
vehículos.

Conocer las señales de tránsito: Muchas veces las


infracciones y accidentes ocurren porque los
conductores no están familiarizados con la señalización
de las carreteras, es por esto que aprender el significado
de las más comunes puede resultar realmente útil.

Adaptarse a la carretera: Cuando la carretera no se encuentra en óptimas condiciones, el


conductor debe adaptarse a las características propias de ésta y saber disminuir la velocidad así
como sortear correctamente los obstáculos que se presenten en su camino.

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EMPATÍA
La empatía es la habilidad para entender y compartir, en un contexto común, los pensamientos
y emociones de otras personas. Esa capacidad de ponerse en el lugar de los demás.

Conducir de forma empática Vivas, Gallegos, & González (2007) la definen como
supone un beneficio para la la “capacidad de percibir el mundo interior
seguridad vial, ya que emocional y vivencial de otras personas”.
promueve la prevención de
accidentes de tráfico, evita En un contexto de tanta convivencia social como el
riesgos y discusiones con otros del tráfico, donde confluyen multitud de acciones
conductores. Permite la fluidez derivadas del conjunto de sus usuarios
del tráfico y disminuye la (conductores, motociclistas, ciclistas y peatones), la
probabilidad de incidentes. empatía desempeña un papel fundamental para
prevenir todo tipo de conflictos viales.

Básicamente, contribuye al fomento de una conducción más eficaz, ayuda a anticiparse a los
movimientos del resto de usuarios y facilita una gestión más eficiente de las situaciones viales
al facilitar las acciones a otros conductores.
Hay diversos tipos de empatía, la cognitiva es la que nos permite comprender el punto de vista
de otras personas y captar sus intenciones y motivos. De esta forma en la conducción nos
permitiría prever las acciones de los otros conductores.
Los conductores menos empáticos, suelen
reaccionar haciendo señales (de luces, claxon)
para presionar al resto de conductores, realizan
adelantamientos por la derecha a velocidades
superiores a la permitida.
Se caracteriza por una conducción de riesgo que
no respeta las señales, distancia de seguridad o
niveles de velocidad.

1.4. DIFERENCIAS COGNITIVAS ENTRE CONDUCTOR NUEVO Y


EL EXPERIMENTADO

Un conductor nuevo suele reflejar la llamada ilusión de control,


es decir, una visión optimista acerca de su capacidad de
controlar el vehículo en caso de que el conductor que va
delante frene. Por eso se acercará de forma más imprudente
con su coche.

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Si a esto añadimos la ilusión de invulnerabilidad, es decir, la idea absurda que presenta gran
parte de la población a percibir que las probabilidades de que a uno mismo le ocurran cosas
malas son menores que para el resto, o el falso consenso, es decir, la creencia de que la actitud
imprudente al volante es un hecho aceptado socialmente porque todo el mundo lo hace, el
accidente automovilístico está casi cantado.

En el caso del conductor prudente y con experiencia se hace más


difícil que actúe de ese modo debido precisamente a su amplio
recorrido como conductor. En su memoria probablemente haya
más accidentes (vividos en primera persona, contados por otros,
vistos en las noticias, etc.)
Todo esto impide que se dé el sesgo confirmatorio, es decir, un atajo bastante retorcido de la
mente que consiste en presentar como más fresca y radiante en la memoria la información que
confirme nuestra actitud alocada (los jóvenes tienen mejores reflejos que los mayores, un golpe
por detrás no es tan grave como un choque frontal.)

1.5. CONDUCTA DEL MANEJO: CONDUCTA SEGURA Y


DEFENSIVA
La conducta del manejo, está determinada por varios factores, uno de ellos, es la habituación
que experimentan las personas. Los hábitos pueden aprenderse o desaprenderse, esto no se
lleva acabo de manera rápida e inmediata, sino a través de un proceso que toma tiempo y a
través de mucha práctica.
El manejo a la defensiva se trata de “conducir para evitar accidentes de tránsito a pesar de las
acciones incorrectas de otros usuarios y de las condiciones adversas o inseguras determinadas
por el medio ambiente”.

Entre las actitudes que debe tener un conductor defensivo tenemos:

• Conocimiento: De los elementos


constitutivos del vehículo y su
funcionamiento; conocimiento de las
señales y normativas de tránsito;
conocimiento de los procedimientos
necesarios para realizar una maniobra con
seguridad.
• Previsión: mantenerse atento a lo que
pasa en su entorno y anticiparse a lo que
pueda suceder.
• Juicio: es sinónimo de sentido común; significa que hacer y hacerlo en el momento
oportuno.

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• Habilidad: para valorar el límite de sus habilidades y limitaciones; la habilidad no sólo


se desarrolla con la práctica sino con una formación adecuada; desarrollar habilidades
para: arrancar, salir, rebasar, girar, retroceder, estacionarse, parar y realizar maniobras
de emergencia.
Para manejar con seguridad se debe conocer y respetar muchas reglas, estas indican dónde,
cuándo y cómo debe conducirse, para esto se debe conocer el significado de las señales que se
presentan en la ruta. Un conductor seguro no es aquel que simplemente sabe manejar, en tanto
domina su vehículo y sabe maniobrar con él. Un conductor seguro es aquel que conduce su
vehículo de tal modo que no sufre ni causa accidentes.

Para ello, cuida su estado psicofísico para conducir, mantiene en


buenas condiciones a su vehículo, y atiende constantemente lo
que sucede a su alrededor en el tránsito para anticiparse a las
situaciones que pueden ser peligrosas y actuar en consecuencia
para evitar un accidente; respeta las normas, es responsable,
tiene buen juicio, consideración y respeto hacia los demás.

Conducir a la defensiva consiste en adquirir


conocimiento de una serie de situaciones, que
cambian minuto a minuto y que exigen del
conductor un estado de alerta permanente,
debe conducir evitando accidentes viales a
pesar de las acciones incorrectas de los demás
y de las condiciones adversas a su alrededor.

El manejo defensivo también implica adquirir una


actitud de cortesía y consideración con otros
usuarios de la vía (peatones, ciclistas, motociclistas
etc.), sin dejar de estar atentos y vigilantes ante la
impulsividad de los niños, la distracción de las
personas y lentitud de las personas de la tercera
edad.

Además, un conductor con una actitud mental positiva, piensa y actúa para evitar accidentes,
respetando además el derecho de otros usuarios; ceder el paso y brindar un saludo o una
sonrisa, ejerce un efecto de cambio de actitud positiva en otros usuarios.

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UNIDAD 2
LAS EMOCIONES Y LA CONDUCCIÓN
2.1. ¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?
2.2. EMOCIONES POSITIVAS Y NEGATIVAS
2.3. IMPORTANCIA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL AL CONDUCIR
2.4. TÉCNICAS PARA GESTIONAR LAS EMOCIONES

2.1. ¿QUÉ SON LAS EMOCIONES?


Las emociones son estados afectivos que
experimentamos. Reacciones subjetivas al
ambiente que vienen acompañadas de
cambios orgánicos -fisiológicos y endocrinos-
de origen innato. Se trata de un estado que
sobreviene, súbita y bruscamente, en forma de
crisis más o menos violentas y más o menos
pasajeras.
A los pocos meses de vida comenzamos a
expresar emociones básicas como el miedo, el
enfado o la alegría. Algunos animales
comparten con nosotros esas emociones
básicas. En los humanos se van haciendo más
complejas gracias al lenguaje, porque usamos
símbolos, signos y significados.

Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo de sus experiencias
anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta. Algunas de las reacciones
fisiológicas y comportamentales que desencadenan las emociones son innatas, mientras que
otras pueden adquirirse.

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Las emociones pueden clasificarse en:

PRIMARIAS O Son las emociones que experimentamos en respuesta a un


estímulo. Estas son: tristeza, felicidad, sorpresa, asco, miedo
BÁSICAS
e ira

Son causadas por normas sociales y morales. Van


SECUNDARIAS
relacionadas con las primarias. Por ejemplo después de
sentir miedo podemos sentirnos amenazados.

Favorecen la manera de pensar, de razonar y de actuar de


las personas. Por ejemplo, la alegría, la satisfacción, la
POSITIVAS
gratitud nos provocan una actitud positiva frente a la vida
y nos hacen sentir experiencias que nos ayudan a sentirnos
bien.

También se conocen como emociones tóxicas, y suelen


NEGATIVAS provocar el deseo de evitarlas o evadirlas. El miedo o la
tristeza son algunos ejemplos

Se las conoce también como emociones neutras, puesto


AMBIGUAS que no provocan ni emociones negativas ni positivas, ni
saludables ni no saludables. Por ejemplo, la sorpresa no nos
hace sentir ni bien ni mal.

Son aquellas que se producen gracias a distintas


ESTÁTICAS manifestaciones artísticas, como por ejemplo: la música o la
pintura

Las emociones sociales no se refieren a las emociones


culturalmente aprendidas, sino que es necesario que haya
otra persona presente o de lo contrario no pueden aflorar.
SOCIALES
Por ejemplo, la venganza, la gratitud, el orgullo o la
admiración, son emociones que sentimos respecto a otros
individuos

Son aquellas que tienen como fin u objetivo la manipulación


INSTRUMENTALES o el propósito de lograr algo. Son emociones forzadas y
esconden una intención.

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2.2. EMOCIONES POSITIVAS Y NEGATIVAS


Las emociones que experimentamos en el día a día
afectan a nuestras decisiones y lógicamente nuestra
forma de conducir se va a ver también afectada.
La emoción en la conducción y la conducción en
las emociones, se retroalimentan mutuamente.
Al igual que accedemos a la conducción con una
carga emocional, las emociones derivadas de la
conducción, influirán en la actividad que
llevemos a cabo a continuación.
El miedo a sufrir un accidente es una de las emociones más recurrentes y hace que los
conductores presenten conductas más responsables, aunque no siempre una emoción
negativa supone una actitud positiva para la seguridad vial. Habría que tener en cuenta
otras variables: la actitud y el control emocional. Por ejemplo, los conductores que
reaccionan con malestar o enfado ante aspectos adversos del tráfico (lentitud,
retenciones, etc.) son dos veces más propensos a sufrir multas de tráfico y tiene un 30%
más de probabilidad de sufrir colisión.

Los componentes Conducimos de acuerdo a nuestros valores,


afectivo - normas, problemas, actitudes, motivos y
emocionales de expectativas. Todos estos componentes tienen un
CONDUCIR
nuestra conducta fuerte tinte motivacional y emocional.
ESTA MUY
RELACIONADO
CON
La interacción entre los factores personales,
Las variables
emocionales y ambientales puede aumentar el
ambientales
riesgo de accidente.

Los conductores que no saben controlarse


emocionalmente o que son impacientes ante los
errores de otros conductores son el doble de
susceptibles a ser multados y tienen un riesgo
cinco veces mayor a tener un accidente.
Las emociones cuando dificultan la
concentración pueden ser incapacitantes, es
decir, reducen nuestra capacidad para tener en
cuenta toda la información relevante para
desarrollar la tarea que estamos llevando a
cabo.

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Los conductores pueden verse influidos por emociones aparecidas en la propia situación del
tráfico, por ejemplo, que un conductor se irrite por el comportamiento del otro ( puede pensar
que ha sido inadecuadamente adelantado y partir en su persecución o con ocasión de un
legítimo intento del otro vehículo de adelantarle, sentirse humillado e intentar evitar el
adelantamiento).
También puede pesar sobre el conductor estados emocionales derivados de situaciones
externas o ajenas al propio tráfico; así, un conductor que se sienta en su coche con una fuerte
tensión emocional, producto de un acontecimiento previo (divorcio, enfermedad propia o
ajena, problemas económicos o laborales, etc.) es fácil que busque descargar su tensión en la
conducción con el consiguiente riesgo de accidente. Una vez superada la crisis, que es de
duración variable, la persona recupera su ajusta normal y pierde esa “propensión “al accidente.

2.3. IMPORTANCIA DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL AL


CONDUCIR
Las probabilidades de tener un accidente vial se incrementan por las llamadas conductas de
riesgo. Una de estas conductas que suele dejarse en el olvido es la falta de control de nuestras
propias emociones. La gestión adecuada de nuestro temperamento es lo que llamamos
inteligencia emocional.

Según Daniel Goleman, psicólogo conductual que


popularizó el término, la inteligencia emocional es
la capacidad de descubrir las emociones propias,
reconocerlas, manejarlas e identificar las
emociones de otros, de manera que podamos
gestionar nuestras relaciones a partir de este
conocimiento.

El primer paso en la comprensión de las emociones es percibirlas con


Percibir las precisión. En muchos casos, esto podría implicar la comprensión de
emociones las señales no verbales como el lenguaje corporal y las expresiones
faciales.

Razonar con Utilizar las emociones para promover el pensamiento y la actividad


las emociones cognitiva

Las emociones que percibimos pueden tener a una gran variedad


Comprender de significados. Si alguien está expresando emociones de ira, el
las emociones observador debe interpretar la causa de su ira y lo que podría
significar.

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Regulación de las emociones, responder de manera apropiada, y


Gestionar las
saber cómo y cuándo responder a las emociones de los demás.
emociones
Podríamos decir que la inteligencia emocional es esa parte de la inteligencia que no tiene
parámetros de medición. Va más allá de las habilidades cognitivas y el coeficiente intelectual,
pero nos brinda más o menos seguridad, según nuestra capacidad de gestión. En otras palabras,
la inteligencia emocional nos avisa si lo mejor es reaccionar visceralmente, o detenernos y no
actuar por impulso.

Manejar un automóvil es una actividad que requiere de la combinación de dos maneras de


pensar: el sistema que se encarga de las decisiones rápidas y emocionales; y el sistema que está
a cargo de las decisiones más deliberativas y lógicas y, por lo mismo, es más lento. La
comunicación entre estos dos sistemas de pensamiento es, por decirlo de alguna manera, la
fuente de nuestra inteligencia emocional.

Si bien conducir un vehículo exige constantemente la lectura de señales y el análisis de riesgos,


también es una actividad semiautomática, porque muchas de esas lecturas y análisis los hacemos
de forma inconsciente. Cuando aprendemos a manejar, estamos muy atentos a todos los
estímulos y concentrados en mediar nuestras reacciones, pero conforme vamos adquiriendo
experiencia, esta concentración suele dar paso a una mayor confianza que, usualmente, nos
hace propensos a subestimar los posibles riesgos.

Conducir un auto supone una interacción social


porque muy rara vez sucede en solitario, sobre
todo en las ciudades, donde el parque vehicular
crece mes con mes y los riesgos que enfrentamos
como automovilistas aumentan junto con los
tiempos de traslado. Así pues, hay dos
perspectivas que debemos tener en cuenta
cuando manejamos: una externa y otra interna.

La externa tiene que ver con las señales, las condiciones en las que se encuentran las vialidades,
el estado general del automóvil y otros elementos materiales. La interna es la percepción propia
que tiene cada conductor, sus emociones, sensaciones y pensamientos.

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Dado que las personas frecuentemente toman más riesgos en estados emocionales alterados o
situaciones complicadas, podemos notar que cualquier estímulo emocional en condiciones
difíciles puede desencadenar una conducción imprudente.

2.4. TÉCNICAS PARA GESTIONAR LAS EMOCIONES


Ser emocionalmente inteligente pasa por autocontrolarse y el autocontrol a la hora de conducir
es clave para prevenir accidentes. Controlando nuestras emociones tendremos una conducción
serena y equilibrada, actuaremos con calma e independientemente del comportamiento de
otros conductores podremos seguir siendo responsables y empáticos.
Existe una zona del cerebro que es el sistema
límbico y es donde se almacenan las
emociones que vamos experimentando a lo
largo de nuestras vidas. Esta zona está
vinculada con el neocórtex cerebral (situado
en la zona pre frontal) que es donde se ubica
el pensamiento.
Es por ello que casi ninguna de nuestras
emociones elude el filtro de nuestra
conciencia. Todos tenemos un cierto control
sobre las emociones que realizamos de manera
automática. Pero también es cierto que todos, Cualquier suceso por simple
a lo largo de nuestra vida nos hemos podido que sea, genera una emoción
sentir alterados o fuera de control debido a
nuestras emociones.
No podemos ni desconectar, ni elegir nuestras emociones pero si podemos intentar
gestionarlas o conducirlas mediante el control emocional. No se habla de reprimirlas sino de
poder regularlas para poder así responder a las situaciones vitales de una forma más adecuada
y no dejarnos llevar por la emoción que sentimos en cada momento.
Entender la manera en que funcionan las emociones, adoptar algunas medidas físicas y
aprender algunas formas de pensamientos nuevos nos puede ayudar a tener un mayor control
de nuestras emociones. Existen 4 técnicas para cambiar las repuestas emocionales:
Técnicas de control emocional inmediato
Nos permiten controlar nuestra respuesta emocional en
el justo momento que se dispara la reacción. Tienen que
ver con el manejo de la atención.
Técnicas y ejercicios para descubrir y entender las
causas de nuestras emociones

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Pretenden que conozcamos lo que nos hace reaccionar


en cada situación y descubrir cómo podemos cambiar
esas reacciones de manera permanente.
Se trata de distinguir la “amenaza”, evaluar si la reacción que tenemos es la adecuada
Técnicas de cambio emocional permanente y desarrollo de la personalidad
Permiten nuestro crecimiento hacia una mayor madurez
emocional para generar cambios profundos que nos
eviten reaccionar de una forma que no queremos.
Podrían ser técnicas para potenciar el autoestima,
técnicas de relajación, meditación, etc.
Técnicas no cognitivas
La respiración profunda (inhalar contando hasta cinco, mantener contando hasta cuatro y
exhalar contando hasta diez)

Otras técnicas serían “pensar en positivo”, “detener el


pensamiento” que nos está generando emociones
negativas “ensayo mental” es decir, anticiparnos a la
situación que nos produzca una emoción negativa
ensayándolo previamente. Cambiar de perspectiva o sea
alejarse de la situación física o mentalmente para
analizarlas desde otra perspectiva y la empatía que como
ya lo hemos mencionado antes es ponernos en el lugar
del otro.
Habilidades como reconocer los errores cometidos (para corregirlos), el autocontrol ante
provocaciones, el asumir la propia responsabilidad de lo ocurrido, la asertividad y la empatía
mientras conducimos, garantizan una conducción más segura.

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UNIDAD 3
LA PERSONALIDAD Y LA CONDUCCIÓN
3.1. ¿QUÉ ES LA PERSONALIDAD?
3.2. INFLUENCIA DE LA PERSONALIDAD EN LA CONDUCCIÓN
3.3. TIPOS DE PERSONALIDAD AL VOLANTE
3.4. IMPACTO DE LA CONDUCCIÓN EN LAS PERSONAS

3.1. ¿QUÉ ES LA PERSONALIDAD?


Personalidad es la diferencia individual que distingue una persona de otra. Como tal, la
personalidad es el término que describe y permite dar una explicación teórica del conjunto de
peculiaridades que posee un individuo que lo caracteriza y lo diferencia de los otros.
El concepto de personalidad proviene del término “persona”.

Por lo general, el individuo presenta características estables que permite determinar la


conducta y comportamiento de él, lo cual también permite predecir la respuesta del individuo
ante una determinada circunstancia

Existen varios factores que son determinantes en nuestra personalidad, como: la herencia, el
afecto, la nutrición, la salud física, el desarrollo neuropsicológico, el ambiente y el aprendizaje.

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Un rasgo de personalidad contiene las características de estabilidad y durabilidad y en esto se


diferencia de un estado, que es una situación puntual, con un inicio y fin. Por ejemplo, es muy
distinto que estemos nerviosos porque mañana presentamos un examen, hayamos tomado
mucho café o hayamos discutido, a que seamos nerviosos.
Cada persona tiene su propia personalidad, es algo que
Personalidad es el nos hace únicos. Al nacer no tenemos una personalidad
conjunto de características defina, tenemos cierta disposición genética a ser de una
o rasgos psicológicos u otra manera que se irá configurando con la
internos que describen la experiencia. Podemos decir que la personalidad tiene
forma de ser de la persona
una parte determinada por los genes, el
y determinan la manera
que tiene de comportarse temperamento, que se configura en función de las
en diferentes situaciones. experiencias que vive cada persona y da lugar al
carácter. El temperamento y el carácter delimitan la
personalidad de cada persona.
El Temperamento es innato. Las personas nacemos con un tipo u otro de temperamento. El
temperamento es la parte de la personalidad que viene determinada genéticamente y por lo
tanto es inevitable y no se puede cambiar.
El carácter es la parte adquirida de la personalidad. El carácter hace referencia a los
comportamientos y reacciones que se han desarrollado y se convierten en hábitos como
resultado de las experiencias vitales. El carácter puede modificarse.
Una personalidad positiva se refiere a la capacidad de afrontamiento positivo de los eventos
estresantes de la vida, dándole significado y ajustándose a las demandas ambientales y
expectativas personales.
Este concepto es muy importante ya que habla de una visión más activa de la personalidad. Es
la capacidad de cada persona para intervenir modificando su contexto en la medida que pueda.
Es importante mantener la sensación de control sobre el ambiente, visión que le permitirá
aprender de todo tipo de experiencias, aunque sean a priori negativas, para obtener mejores
resultados en el futuro.
Respecto a la personalidad madura, la meta
del desarrollo de la personalidad es lograr la
madurez en sí misma. Un individuo con
personalidad madura presenta las siguientes
características: estabilidad emocional,
conocimiento de sí mismo, capacidad de
autoevaluación, capacidad de decisión,
capacidad para aceptar riesgos y
responsabilidades, autonomía del Yo.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

3.2. INFLUENCIA DE LA PERSONALIDAD EN LA CONDUCCIÓN

La personalidad de un individuo influye notablemente en la conducción. El uso de un vehículo


requiere además de una actividad psicomotora compleja con la consecuente coordinación de
movimientos, un proceso de toma de decisiones múltiples frente a situaciones inciertas: el
conductor valorará lo que ocurre, percibirá lo que ocurre, interpretará lo que ocurre y por
último actuará de acuerdo a ese proceso. En todas esas decisiones el tipo de personalidad juega
un papel clave.

El psicólogo inglés Eysenck hace dos divisiones en cuanto a los factores de personalidad:

Según él las personas que tienen control


sobre sí mismas consiguen desenvolverse
Control/
sin que ello les produzca estrés, mientras
neuroticismo
que los neuróticos pueden ser más
explosivos
FACTORES DE
PERSONALIDAD Los conductores ideales o que mejor
sabrán adaptarse son los introvertidos
Extroversión/ pues tienden a la reflexión, a la
introversión comprensión y a la tolerancia,
propiciando un mejor aprendizaje y
ejecución de la conducción.

Por el contrario, los conductores potencialmente más peligrosos


entran dentro de los extrovertidos – neuróticos, aquellos que
saltarían a la mínima y que por su extroversión no prestan la
suficiente atención, aunque se fijen en muchas cosas.

3.3. PATRONES DE CONDUCTA DETERMINANTES EN LA


CONDUCCIÓN
Existen diferentes patrones de conducta que son determinantes a la hora de guiar a un
automotor. Las personas que están al frente de un volante todos los días están expuestas a
sufrir episodios de estrés, ira, frustración, impotencia, etc. El tráfico, el clima, la contaminación
y la forma de conducir del resto de personas son aspectos que pueden influir en ellos a la hora
de manejar un vehículo.

Estos aspectos se reflejan en la manera en la que los conductores llevan a sus vehículos, muchos
pueden ser agresivos, otros disfrutan de la velocidad, etc. Existen varios tipos de personalidades
al frente de un volante que se resumen así:

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Existen personas que prefieren aislarse en su ‘mundo’


dentro del auto. Música, aparatos electrónicos,
conversaciones telefónicas, entre otras formas, son
utilizadas para evitar lo que ocurre en el exterior. Evitar
las relaciones con otros conductores es su manera de no
estresarse.

‘Pilotos’ que aceleran y realizan cambios de carril


bruscamente. Este es el típico conductor que no permite
que nadie lo rebase y, si eso ocurre, busca la manera
para recuperar el terreno perdido en la carretera con el
acelerador.

El conductor que cree saberlo todo en cuanto a las leyes


de tránsito y en cómo conducir su vehículo de manera
efectiva y segura. Siempre dan recomendaciones al resto
de choferes sobre cómo deberían manejarse en ciertas
situaciones que podrían representar algún peligro.

El conductor que analiza todo lo que ocurre alrededor de


su automotor y da explicaciones de por qué pasó lo que
pasó o por qué una persona tomó determinada decisión.
Este conductor es el que más se controla durante sus
desplazamientos en la ciudad y fuera de ella.

El conductor que cada vez que alguien comete un error


o se pasa de ‘listo’, este tipo de conductor busca hacer
justicia por mano propia. En muchos casos recurre a la
violencia verbal, pero en otros es capaz de salir de su
automóvil para cometer actos agresivos en contra de la
integridad de quien causó su ira.

Los conductores que siempre está dispuesto a enseñar a otra


persona cómo debe realizar ciertas maniobras, aun cuando
no le hayan preguntado o no esté en su propio vehículo.
Además, siempre espera que el resto de conductores, a los
que ayudó, le reconozca por su conocimiento impartido.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Ciertos rasgos de personalidad son el detonante de “el síndrome de la ira al volante”. Así
personas con rasgos narcisistas y con tendencia a la competitividad son más proclives a mostrar
comportamientos irracionales cuando se enfrentan a situaciones de estrés mientras conducen,
como atascos o disputas con otros conductores.
Cada persona se expresa en la conducción según su personalidad, no obstante, su
comportamiento estará además matizado por el resto de sus características circunstanciales o
no y por la situación en la que se encuentre.

Un tema relacionado con la conducción y que resulta a


veces oscuro en lo cotidiano, es el valor de juego que,
en muchas ocasiones, y por parte de un elevado
número de conductores se da en la conducción. El
término juego se refiere a muy diversos aspectos
actitudinales y comportamentales, por un lado, está lo
referido a la conducción y la diversión que se consigue
con ella.
Diversión por el movimiento y las maniobras, por las sensaciones referidas al equilibrio y las
oscilaciones corporales.
Pero los aspectos lúdicos de la conducción no acaban
en la propia forma de manejar el vehículo, sino
también tienen en cuenta otras fórmulas como son
la competición y la carrera. Desde épocas remotas la
carrera y la competición con vehículos es una
actividad muy valorada, y que desgraciadamente
aparece de forma coyuntural o habitual en la forma
de conducir de algunos conductores, que responden
a las situaciones viales, como si éstas fueran una
competición, o bien que convierten en
competiciones situaciones de conflicto, que nada
tienen que ver con la pugna o la competición.

Este hecho es fundamental a la hora de interpretar estos fenómenos lúdicos insertados en la


conducción, pues aunque en la inmensa mayoría de los casos no hay intención de generar
conflictos o accidentes, las alteraciones en maniobra que se han de dar para conseguir esos
pluses relacionados con lo lúdico, alteran la conducción de tal modo, que se disminuyen
significativamente los márgenes de seguridad y de fluidez, incrementándose peligrosamente la
probabilidad de la aparición de conflictos y accidentes no deseados.

21
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

3.4. IMPACTO DE LA CONDUCCIÓN EN LAS PERSONAS


Al igual que ocurre con otros aspectos de nuestra existencia, la actividad vial puede desarrollar,
de forma real, comportamientos o actitudes personales, que o bien no aparecen en otros
ámbitos, o bien se llevan a cabo por primera vez. Ciertos valores de conducta, incluso éticos,
pueden desplegarse gracias a la actividad vial, y en muchos casos son la base de la imaginería
que circula en el mundo del automóvil.

El primero se referiría a la autonomía, que se


pretende conseguir, o por lo menos, que resulta
accesible, gracias a la tenencia y uso de
automóviles. La sensación que tienen muchos
conductores de que gracias a sus vehículos
pueden moverse con cierta libertad, resulta un
poderoso aliciente referido a la conducción.
Subrayamos que no es tanto la realización de
desplazamientos, sino la mera posibilidad de que
ello sea posible, el mayor motivador sobre la
conducción.
Uno de los términos más usados sobre la conducción, es la libertad que ofrece. Es cierto que la
posesión de vehículos incrementa en cantidad y calidad los desplazamientos, pues se accede a
más lugares, en momentos y ritmos propios. Eso mientras las circunstancias viales lo permitan.
Pero lo más importante es esa sensación de no dependencia, o si lo prefieren de independencia,
que en muchos casos no suele poderse llevar a cabo, pero que, en una existencia tan atada a
circunstancias personales, sociales o laborales, donde la sensación de predeterminación es muy
grande, el creer que la conducción inyecta un plus de independencia a nuestra existencia es
algo muy valorado por bastantes conductores.

Otro aspecto relacionado con la personalidad es el hecho de incorporar al individuo la


responsabilidad inherente al uso de vehículos automóviles, por los resultados dolosos que una
mala práctica puede provocar en sí mismos o en otros usuarios.
Como ya se ha señalado anteriormente, no es habitual
para muchas personas el que el resultado de sus actos
pueda involucrar hechos tan graves como la vida
misma, o la de los demás. Es por esto que se ha tratado
la conducción como una actividad que implica un alto
grado de responsabilidad personal y social.

22
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

De ahí, que una práctica sin daño


de la conducción se puede
considerar como un reforzador de
la idea de una persona como
individuo responsable.
Hay que tener en cuenta, que, para
muchas personas, y especialmente
los jóvenes, la conducción es la
única situación de responsabilidad
en su vida cotidiana.

De ahí, que una buena práctica de la conducción, tiene un valor reforzador de su ego, pues se
demuestran capaces de llevar adelante una tarea importante.
De igual forma la conducción resulta para algunos usuarios una situación con unos parámetros
peculiares, sobre todo en el sentido de considerársela como un ámbito aparte, distinto a otros
hábitats, como el hogar o el trabajo.
Para muchos conductores el habitáculo de su automóvil resulta un lugar donde se puede actuar
y vivir de forma algo distinta a como se actúa en otras situaciones. Resulta una vivencia que se
puede ver como encapsulada, fuera de la realidad, donde no se siente la presión de los demás,
y se pueden desplegar actitudes y acciones que en otros ámbitos no se llevan a cabo, por miedo
o vergüenza.
Para muchos conductores, lo referente a su vehículo se trata como un lugar inviolable, propio,
donde uno puede evadirse de las obligaciones sociales y personales, y durante un tiempo
determinado, sentir que puede desplegar aspectos de sí mismo, que normalmente no se llevan
a cabo.

23
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

UNIDAD 4
PSICOSOCIOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN
4.1 LAS ACTITUDES
4.2 CARACTERÍSTICAS DE LAS ACTITUDES
4.3 ACTITUDES Y SEGURIDAD VIAL
4.4 IMAGEN PERSONAL Y AUTOESTIMA

4.1 LAS ACTITUDES


Las actitudes son el conjunto de creencias y valores relativamente estables a lo largo del tiempo
en la disposición o tendencia a actuar de determinada manera o a cometer algún tipo de acción.
Se trata de un aspecto determinante a la hora de llevar a cabo una acción y el tipo de emoción
que genera dicha actividad o manera de interactuar ante una situación o estímulo concretos.
Según la Psicología Social la actitud es el conjunto de creencias y de sentimientos que nos
predisponen a comportarnos de una determinada manera frente a un determinado objeto,
persona o situación. Esta definición implica una triple dimensión:

Se refiere al conjunto de creencias de las personas, a lo que el individuo


sabe o cree saber sobre el objeto. Esta dimensión tiene un doble sentido:
COGNITIVA por un lado, la información que recibimos influye en la actitud, pero
también nuestra actitud influye en la forma que recibimos esta
información.

Se refiere al conjunto de sentimientos de la persona.


AFECTIVA

CONDUCTUAL Se refiere a la predisposición a desarrollar una


determinada conducta.

24
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Para la psicología social las actitudes:


➔ Son relevantes a la hora de adquirir nuevos conocimientos.
➔ Desempeñan una serie de funciones
imprescindibles a la hora de buscar,
procesar y responder tanto a la
información del entorno como a la
relacionada a uno mismo.
➔ Guardan una estrecha relación con
nuestra conducta
➔ Pueden cambiar el contexto social en el
que vivimos. Está claro que si las actitudes
de un gran número de personas cambian
es muy posible que las normas sociales
cambien también.
➔ Ya que las actitudes reflejan la interiorización de los valores, normas y preferencias que
rigen los grupos a los que pertenecemos, permiten conectar el contexto social en el que
vivimos con la conducta individual.

Igualmente podemos considerar a las actitudes como evaluaciones globales y relativamente


estables que las personas hacen sobre otras personas, ideas o cosas. Al hablar de actitudes se
hace referencia al grado positivo o negativo con que las personas tienden a juzgar cualquier
aspecto de la realidad. Las evaluaciones que caracterizan la actitud pueden ser positivas,
negativas o neutras.
A la hora de evaluar un objeto de actitud (por ejemplo, la licencia de conducir por puntos)
podemos tener varias posibilidades: valorarlo de manera positiva, negativa, indiferente o de
manera ambivalente. Estas valoraciones se refieren al grado positivo o negativo con que las
personas tienden a juzgar aspectos de la realidad.

Una actitud positiva permite visualizar


la situación de manera que se favorece
la interpretación positiva y optimista
independientemente de que se
afronten dificultades, acercando al
sujeto a la estimulación o acción y a la
búsqueda de la consecución de los
objetivos de manera sana, confiada y
generalmente disciplinada. Suele ser
contagiosa.

25
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

4.2 CARACTERÍSTICAS DE LAS ACTITUDES


Las actitudes están sometidas a diversas características completamente reconocibles:

Las actitudes pueden ser relativamente estables y persistentes en el tiempo y


así mismo pueden predecir la conducta de las personas. A esto se le denomina
la fuerza de actitud. Lógicamente cuanto más fuerte es una actitud, más
estable y duradera será.

C
A
Las actitudes están predispuestas al cambio espontáneo y a una flexibilidad R
innata. A
C
T
E
Las actitudes son el principal motor de influencia en relación a las respuestas R
frente a estímulos y a las conductas adoptadas. I
S
T
I
Las actitudes pueden responder a múltiples situaciones, por lo tanto se dice que C
son transferibles.
A
S

Las actitudes se adquieren con la experiencia y la obtención


de conocimientos en cada suceso que compone la vida de un individuo. De
esta manera, las actitudes influyen en las distintas conductas que el sujeto
adopte.

4.3 ACTITUDES Y SEGURIDAD VIAL


El estudio de las actitudes es fundamental en el ámbito de la Seguridad Vial. El entender qué
puede llevar a un conductor a tomar conductas de riesgo en la conducción es imprescindible
para tratar de generar los cambios necesarios para conseguir conductas más seguras y
responsables.
Aunque no está todavía muy explicitada la relación entre actitudes y accidentes o incidentes
del tráfico, parece indudable que determinadas actitudes tienen gran importancia en la
producción de accidentes.

26
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Existen unos presupuestos básicos que están muy bien definidos y que son incuestionables:
➔ El conductor debe tener una actitud
apropiada mientras conduce, siendo
consciente de que sus actitudes afectan
directamente a su manera de conducir.
➔ La actitud del conductor ha de ser siempre
congruente con las acciones necesarias para
mantener una conducción segura.
Dada la alta siniestralidad en las carreteras, una de
las actuaciones claves para reducir los accidentes
reside, entre otras, en la preparación adecuada de
las personas que se ocupan de la formación vial.

4.4 IMAGEN PERSONAL Y AUTOESTIMA


Uno de los rasgos distintivos de la naturaleza humana es la posibilidad de ser conscientes de
sí mismos. A través de la adquisición de la conciencia de sí, las personas construyen su identidad
personal, identidad que por una parte permite diferenciarse de los otros y por otra, permite
establecer relaciones interpersonales. El concepto de sí mismo se refiere a todas las
percepciones que un individuo tiene de sí, con especial énfasis en su propio valor y capacidad.

La imagen que los demás se formen de nosotros, a partir de una primera impresión, es la que
generalmente permanece y la que nos abre o cierra las puertas hacia nuevas oportunidades.
Todos los seres humanos proyectamos una imagen frente a los demás, que comienza a
formarse a partir de nuestro aspecto físico, se fortalece con todo aquello que dejamos ver de
nosotros y se consolida con lo que los demás perciben con nuestra forma de actuar.

Cuidar nuestra imagen a lo largo del tiempo, para que siempre refleje lo que hemos querido
mostrar, requiere de una total coherencia en nuestro comportamiento frente a lo que los
demás piensan y esperan de nosotros

Pero la imagen no es solo cuestión de


maneras de actuar, estilos de vestir y modos
de arreglarse; la forma como nos
comunicamos determina también la forma
como los demás nos ven; aunque las palabras
que utilizamos son muy importantes en el
proceso comunicativo, porque revelan
nuestro conocimiento y respeto hacia los
demás, son la entonación y el lenguaje
corporal, los aspectos más determinantes.

27
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

La entonación, así como el contacto visual, los gestos, el manejo de las manos y nuestra posición
corporal, revelan la veracidad de nuestros mensajes, la forma como nos sentimos y nuestro
grado de seguridad o incomodidad frente a determinadas situaciones. Cuando trabajamos en
la creación de una determinada imagen que queremos proyectar lo importante es conseguir
que ella refleje lo que realmente somos. Por ejemplo, si soy una persona insegura, antes que
tratar de parecer seguro debo trabajar para conseguir esa seguridad que me hace falta, de
modo que mis actuaciones reflejen lo que realmente soy y siento, porque las falsas imágenes
se desmoronan con facilidad.

La imagen personal tiene mucha importancia en la conducción profesional ya que habla de uno
desde el primer segundo, transmitiendo a quien observa: confianza, seguridad, respeto,
comodidad, etc.

IMAGEN
PERSONAL

Arreglo Modales
personal

Vestimenta Organización Comportamientos Habla


personal

Salud

Postura Higiene

28
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Autoestima:
Evaluación Es la valoración, percepción o juicio positivo o negativo que una
perceptiva de persona hace de sí misma en función de la evaluación de sus
nosotros pensamientos, sentimientos y experiencias.
mismos

Entre sus características tenemos:


 No es innata
 Se desarrolla a lo largo de la vida
 Podemos modificarla
 Está influenciada por el contexto

Componentes:

Cognitivo: La descripción que tiene cada uno de sí mismo en las diferentes dimensiones de su
vida. Incluye la opinión que se tiene de la propia personalidad y conducta, así como las ideas,
creencias, etc. sobre sí mismo. "Lo que pienso"

Afectivo: Es el resultado de la valoración que realizamos de la percepción de nosotros mismos.


Supone un juicio de valor sobre nuestras cualidades personales, la respuesta afectiva ante la
percepción de uno mismo. “Lo que siento"

Conductual: Es el proceso final de la valoración anterior, que se plasma en la decisión e


intención de actuar. Lógicamente, nuestras acciones vendrán muy determinadas por la opinión
que tengamos de nosotros mismos. “Lo que hago"

Un buen conductor es aquel que es capaz de


tomar conciencia de su nivel de autoestima, de
quién es, la manera cómo repercute su imagen y
valoración personal en los demás,
específicamente los pasajeros, si yo les contesto
mal, me enojo, estoy traspasando mi frustración
al otro, y por lo tanto, repercutirá en las demás
personas, se alejarán de mí y no se subirán al
vehículo.

29
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Actitudes o posturas que indican alta autoestima en el conductor


➔ Cree firmemente en ciertos valores y principios.
➔ Es capaz de obrar según crea más acertado.
➔ Tiene confianza por su capacidad para resolver sus propios problemas.
➔ Se considera y se siente realmente igual que cualquier otra persona, aunque reconoce
diferencias.
➔ Da por hecho que es una persona interesante y valiosa para otros.
➔ No se deja manipular por los demás.
➔ Es sensible a las necesidades de los otros.

30
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

UNIDAD 5
ATENCIÓN Y PROCESAMIENTO DE
INFORMACIÓN
5.1. LA ATENCIÓN Y SUS CARACTERÍSTICAS
5.2. ATENCIÓN Y PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
5.3 MECANISMOS IMPLICADOS EN LA ATENCIÓN
5.4 CEREBRO, ATENCIÓN, MANEJO Y DISTRACCION.

5.1 LA ATENCIÓN Y SUS CARACTERÍSTICAS

¿Qué es la atención?

La atención se puede definir como la capacidad de seleccionar y concentrarse en los estímulos


relevantes. Es decir, la atención es el proceso cognitivo que nos permite orientarnos hacia los
estímulos relevantes y procesarlos para responder en consecuencia.

Según el M.I.T (Massachusetts Institute of


Technology) la atención es la capacidad de poner
nuestra conciencia en algo determinado en un
momento determinado. Es un proceso complejo
que se localiza en un área de la corteza pre frontal
del cerebro.
Atención es un
Dicho de manera más sencilla entonces, la atención es un proceso proceso de
por el cual apreciamos los estímulos que nos parecen importantes e selección que
ignoramos los de poca importancia. En medio del tráfico nuestros ocurre cuando
sentidos están desbordados con más información de la que nuestra se escoge el
mente puede manejar a su vez y es probable que los estímulos estímulo de
irrelevantes puedan interferir con los estímulos relevantes. interés.

Características de la Atención:

ACTIVIDAD: La atención no es un proceso pasivo, sino una acción expectante, alertadora, que
ejerce el sistema nervioso y gracias al cual el organismo aumenta sus niveles de vigilancia.

31
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

SELECCIÓN: La selección de
la información es necesaria no
solo porque existen limitaciones
periféricas a la entrada de la
información que proviene del
exterior, sino también porque
existen limitaciones centrales
que restringe la calidad de la
información que se puede
analizar o procesar una sola vez.

AMPLITUD: Ya se ha mencionado, al comentar la característica de la selectividad de la


atención, que la calidad del sistema nervioso es limitada. Por lo tanto no se puede abarcar todo
lo que nos ofrece el medio ambiente.

ORGANIZACIÓN: Los estímulos que se ven


incorporados. Se van organizando en términos de
fondo y figura, es decir, figuras que sobre salen en un
fondo difuso. Estas imágenes o estímulos marginales
quedan disponibles por si se necesitan en alguna
ocasión.

DIRECTIVIDAD: El sujeto, puede dirigir su proceso


de atención, es decir, puede poner más interés a lo
que desea.

5.2 ATENCIÓN Y PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN


La atención cumple tres funciones en el procesamiento de la información y estas son:

Hace que nos orientemos hacia estímulos concretos que


sean relevantes

Nos permite detectar estímulos potencialmente relevantes


ATENCIÓN que están en el entorno vial

Nos mantiene en alerta a la espera de posibles sucesos

32
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Aunque al conducir desarrollamos una serie de conductas automáticas que no requieren mucho
control atencional, la atención juega un papel primordial de control y supervisión durante la
conducción.
Evidentemente el tipo de atención necesaria para una conducción segura es diferente entre
conductores novatos y experimentados. En los primeros la atención está muy focalizada en los
mecanismos de control del vehículo y en los conductores expertos la atención puede estar más
dividida en diversas tareas.

5.3 MECANISMOS IMPLICADOS EN LA ATENCIÓN


La atención es una función psicológica básica que desencadena una serie de procesos que nos
hace más receptivos a los estímulos ambientales y que nos posibilita realizar una tarea de forma
más eficaz. Hay tres mecanismos que están implicados en la atención y son:

Mecanismos Mecanismos de Mecanismos de


selectivos distribución mantenimiento

Nos permiten Se ponen en Cuando hay que


seleccionar un solo funcionamiento estar atentos en una
estimulo del total cuando el ambiente tarea durante
que nos rodea para nos exige atender a periodos
dar la mejor varias cosas a la vez prolongados de
respuesta a él. (ejemplo: conducimos tiempo.
y participamos en la
conversación de los
demás pasajeros).

Para poner en marcha estos procesos es necesario utilizar unos procedimientos o estrategias
atencionales. Estas estrategias son aprendidas, se modifican y mejoran con la práctica.
La atención se relaciona estrechamente con la percepción, también está relacionada con otros
procesos psicológicos como la emoción, motivación, memoria, etc.

5.4 CEREBRO, ATENCIÓN, MANEJO Y DISTRACCIÓN


Cada parte del cerebro ejerce una función diferente y, al
momento de conducir, unas partes se utilizan más que
otras. Para entenderlo mejor, comenzaremos repasando
brevemente cómo funciona el cerebro.

33
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

El cerebro se compone de cuatro lóbulos principales: el


occipital, parietal, temporal y frontal, cada uno ejerce tareas
específicas para el funcionamiento adecuado del ser
humano.

LÓBULO
PARIETAL
LÓBULO
Es una de las zonas
OCCIPITAL
de mayor
Localizado en
asociación del
la corteza
cerebro, está
visual, se
encargado de
ocupa
procesar y
mayormente
combinar toda la
de todo lo
información
relacionado
sensorial que llega
con el sentido
de varias partes del
de la visión.
cuerpo, como
resultado emite un
mensaje completo.
<

LÓBULO
FRONTAL
Es el más grande
LÓBULO del cerebro
humano. Se ocupa
TEMPORAL
de la planificación,
Este lóbulo se
organización,
encarga de la
producción del
memoria de la
lenguaje,
persona.
emociones, control
de conductas y
cognición social.

Factores tan importantes para el manejo como el sentido de dirección del conductor, la
capacidad de trazar rutas y la toma de decisiones satisfactorias están determinados por la
función óptima del lóbulo frontal.

34
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Como podemos ver, la unión de todos estos factores permite el funcionamiento adecuado del
cerebro. Cuando nos involucramos en varias actividades a la vez los lóbulos se disputan la
atención principal del cerebro.

El cerebro realiza una selección de una actividad primaria en donde se va a enfocar gran parte
de la atención utilizando más unos lóbulos que otros. De esta manera, ciertas actividades
quedan en primer plano y otras que se realizan al mismo tiempo, quedan relegadas a un
segundo plano.

Un estudio realizado en la Universidad de


Carnegie Mellon, muestra cómo la actividad
cerebral del lóbulo occipital (encargado de la
visión) y el lóbulo parietal (responsable de
recibir los estímulos sensoriales) disminuyen
hasta un 37% cuando mantenemos una
conversación por teléfono móvil. Incluso, el
cerebro puede sufrir ceguera por desatención,
impidiéndole reaccionar adecuadamente a
estímulos exteriores como los de la ruta,
peatones y ciclistas.

El mundo está constantemente enviándonos estímulos y el sistema cognitivo en el cerebro se


encarga de filtrar estos estímulos para que podamos centrar nuestra atención en las actividades
más importantes al momento de conducir.

Un adelantamiento en Al conducir, utilizamos principalmente tres tipos de


la vía es una tarea de atención: Atención selectiva, cuando el sujeto decide
alta demanda y seria concentrarse en ciertos aspectos solamente. Atención
arriesgado hacer sostenida, cuando el sujeto mantiene su atención por
cualquier otra acción largos períodos de tiempo en un aspecto específico y
mientras lo estamos
Atención dividida, cuando el sujeto presta atención a
realizando.
diferentes estímulos a la vez.

35
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Manejar un automóvil requiere que


nuestra atención se divida para poder
realizar tareas como, por ejemplo: estar
atento al camino, tener en cuenta la
velocidad del auto, estar pendiente a otros
autos en las vías, tomar rápidamente
decisiones, entre otras. Llevar a cabo todas
estas actividades simultáneamente no es
tarea fácil. Si a esto le sumamos el uso del
teléfono móvil, escuchar la radio, o
cualquier otra distracción, el cerebro va a
querer delegar protagonismo
a unos estímulos, poniendo en automático a
otros.

Además de atención cerebral, manejar requiere de acción moral. Nuestra responsabilidad como
ciudadanos es hacer que una ruta sea más segura, dedicándole toda nuestra atención al
volante, esforzándonos por disminuir las probabilidades de accidentes.

36
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

UNIDAD 6
LA PERCEPCIÓN Y CONDUCCIÓN
6.1 PERCEPCIÓN Y CONDUCCIÓN
6.2 MODALIDADES SENSORIALES Y TIPOS DE RECEPTORES
6.3 PERCEPCIÓN DE LA PROFUNDIDAD Y DISTANCIA
6.4 PERCEPCIÓN DE LA VELOCIDAD
6.5 EL EFECTO TÚNEL

6.1 PERCEPCIÓN Y CONDUCCIÓN


Percibir es
Es un proceso nervioso superior que permite al comunicarse con el
organismo, a través de los sentidos, recibir, mundo exterior e
elaborar e interpretar la información preveniente interior y formar una
de su entorno y de uno mismo. imagen del mismo.

La percepción de un sujeto es subjetiva, selectiva y temporal. Aunque los estímulos sensoriales


pueden ser los mismos para todas las personas, cada una de ellas percibirá cosas distintas.

La conducción es un proceso que se


apoya en un adecuado juicio del
tiempo, la distancia, el movimiento y la
velocidad, fenómenos críticos cuya
adecuada armonización permite al
conductor maniobrar de forma segura.
Cuando vemos un auto en movimiento lo que estamos apreciando es una “realidad” que ocurre
en el tiempo. Para el ser humano no existe la velocidad, lo que existe es una serie de pautas,
que organizadas, producen la percepción de velocidad. De hecho, no tenemos la misma
percepción de velocidad si vamos conduciendo o vamos de pasajeros.
Al conducir durante un período prolongado de tiempo nos vamos habituando a la sensación de
velocidad y tendemos a subestimarla. De ahí la importancia de variar de manera voluntaria de
velocidad y de hacer paradas frecuentes.

37
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

La percepción ante el volante es un proceso que se da cuando las sensaciones son enviadas por
los órganos sensoriales principalmente la vista como principal receptor de lo que sucede
mientras se conduce.
“La visión es la única guía para un conductor que tiene que anticipar sus acciones cuando
maneja un vehículo que se desplaza, antes de llegar a un tramo o superficie que se encuentra
inicialmente lejos del observador”. (Egea, 2010), es por esto que no se recomienda que el chofer
centre su visión en otros aspectos que no sea la conducción.

Cabe aclarar que la vista es imprescindible puesto que: “En la conducción, puede usarse la
información que proporciona el flujo óptico para el control de la trayectoria de desplazamiento.
Sabemos que los elementos del flujo óptico se desplazan a partir del “centro de expansión”.
Pues bien, cuando las proyecciones de los elementos de la carretera (líneas del borde de la
calzada, líneas continuas y discontinuas de separación entre carriles) están alineadas con la
línea de desplazamiento del flujo óptico, entonces el vehículo y el conductor se mueven de
forma controlada sobre la ruta correcta”. (Egea, 2010)

6.2 MODALIDADES SENSORIALES Y TIPOS DE RECEPTORES

Aunque la actividad perceptiva implica normalmente diversas clases de estimulación que


interactúan entre sí para ofrecernos una configuración total de la realidad, se puede decir que
en la conducción aproximadamente el 90% de la información que recibe el conductor es visual.
A continuación, se detalla de manera superficial las diferentes modalidades sensoriales que
intervienen en la conducción en base al tipo de estímulo y al tipo de receptores que le
corresponde:

TIPO DE TIPO DE
ESTIMULACIÓN RECEPTOR
Luz Visión
Sonido Audición
Presión Tacto
Posición del cuerpo Cenestésico
Gravedad, aceleración Vestibular

Al igual que la información visual, la percepción del


sonido es fundamental en la conducción. La
combinación del sonido con otros sentidos también
nos proporciona bastante información. Por ejemplo,
el sonido tiene influencia en la percepción de la

38
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

velocidad del vehículo en el que se viaja y así como


peatones por el ruido de un motor podemos saber a
qué distancia está de nosotros y en qué dirección se
aproxima un vehículo.

6.3 PERCEPCIÓN DE LA PROFUNDIDAD Y DISTANCIA

En un espacio bidimensional distinguimos la dimensión horizontal (derecha- izquierda) y la


dimensión vertical (arriba-abajo). En un espacio tridimensional situamos los objetos en una
dimensión de proximidad-alejamiento. Esta información nos la suministra el sentido vestibular,
cenestésico, el táctil y a veces el auditivo.

La información procedente del sentido vestibular y del cenestésico se llama información


“propioceptiva” es una percepción del individuo sobre su propio cuerpo.

La percepción del espacio tridimensional está ligada


a una serie de indicios o claves, unos ligados a
aspectos fisiológicos y otros ligados a parámetros
estimulares.

Otro de los indicios se llama disparidad binocular, y


consiste en que las imágenes proyectadas en la
retina de los dos ojos son ligeramente distintas dado
que corresponden a dos puntos de vista diferentes.

Esta diferencia es más significativa cuanto más próximo está el objeto, y a partir de cierta
distancia deja de ser eficaz. Existen otras claves que utilizamos normalmente en la percepción
de la profundidad y que funcionan a distancias más largas:

Perspectiva atmosférica:
Los objetos distantes tienden a parecer más azules o violáceos, dependiendo del vapor de agua
existente en el aire, del polvo y de la iluminación.

Perspectiva lineal:
Los objetos parecen más pequeños y más
próximos entre sí cuanto más lejanos. Los
bordes de una carretera tienden a juntarse
en el horizonte.

39
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Tamaño percibido de objetos familiares: El tamaño de objetos conocidos puede ser utilizado
como indicio de la distancia.

Gradientes de textura y densidad:


La textura del terreno se hace más fina (más densa) a medida que aumenta la distancia.

Localización angular hacia arriba de objetos sobre el suelo:


Los objetos que parecen estar verticalmente más próximos al horizonte están más alejados
(siempre que el suelo sea plano), y este hecho puede usarse como indicio de la distancia.

Superposición:
Los objetos más próximos ocultan parcialmente aquellos que se encuentran detrás en la misma
línea visual.

Espacio lleno y vacío:


Una distancia muy poblada de objetos
tiende a parecer mayor que si se
encuentra vacía.

Luz y sombra:
Cuando un objeto carece de sombra, la
impresión de profundidad se desvanece.

Brillantez relativa:
Si vemos dos puntos de luz de diferente intensidad y situados a la misma distancia, nos parecerá
más próximo el más brillante.

Todos estos indicios interactúan entre sí. En el caso de la conducción los indicios basados en la
perspectiva, en los gradientes de textura y densidad y en el tamaño de los objetos tienen mayor
peso. Cuando los indicios entran en conflicto tendemos a confiar en aquel que aparezca más
estable dentro del conjunto (normalmente priman el tamaño del objeto y la constancia de
forma).

6.4 PERCEPCIÓN DE LA VELOCIDAD


Consideramos la velocidad como una relación matemática entre el espacio y el tiempo. Sin
embargo, conviene tener en cuenta que calcular la velocidad no es lo mismo que percibirla.

40
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Es decir, que la percepción de la velocidad no


viene dada como la consecuencia de la
percepción de un espacio y un tiempo para
que luego nuestro cerebro haga una especie
de operación aritmética mental.
Entrenar a los conductores para una buena
apreciación de distancias y para un hábil
cálculo del tiempo objetivo no hace que
éstos, necesariamente, realicen mejores
juicios de velocidad.

La percepción de la velocidad responde a claves específicas que se traducen en movimiento,


aceleración y deceleración.

Mientras que las características de direccionalidad y rapidez o lentitud del movimiento vienen
dadas fundamentalmente por claves visuales, son más bien las claves propioceptivas
(vestibulares), las que nos proporcionan información sobre los cambios en el movimiento, a
través de las sensaciones de aceleración, deceleración y fuerza centrífuga.

En relación con la
conducción podemos
considerar dos
aspectos: la
estimación de la
velocidad propia y la
estimación de la
velocidad de los otros
vehículos.

La percepción de la velocidad propia está especialmente relacionada con la visión periférica.


Si nos situamos en un vehículo en movimiento resulta fácil comprobar que la sensación de
desplazamiento es tanto mayor cuanto más nos fijamos en la periferia del campo visual. Esto
es así porque los elementos periféricos, al ser los más próximos, por ley de perspectiva
presentan un desplazamiento angular respecto al conductor mucho mayor que los elementos
más cercanos al horizonte.

En lo que se refiere a la percepción de la velocidad de los otros, el problema se plantea


especialmente en la dificultad de estimar la velocidad de los vehículos cuando éstos se mueven
en la dirección de nuestra trayectoria, entre otras cosas porque para ello no podemos utilizar
nuestra visión periférica, y el desplazamiento angular de la imagen es mínimo. Algunas veces
incluso nos es difícil saber si un determinado vehículo va o viene.

41
PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

6.5 EL EFECTO TÚNEL

Mientras conducimos las imágenes de los objetos se


proyectan en la retina de forma difusa pues se van
sucediendo una tras otra a gran velocidad. Cuanto mayor
sea la velocidad a la que circulemos, las imágenes de los
objetos que nos rodean serán cada vez más borrosas y
confusas.
Pero también cuanto mayor sea la velocidad a la que se
conduce, el campo de visión se reduce. Va disminuyendo
progresivamente hasta quedar tan reducido que se tiene la
impresión de circular por un túnel.
La consecuencia de este fenómeno es la cantidad de información que perdemos al no percibirla.
Vemos lo que está delante de nosotros pero no los objetos de alrededor (semáforo, señales de
tránsito, obstáculos y lo que es más importante… personas.)

En estas imágenes vemos cual es la amplitud del campo visual del conductor, dependiendo de la velocidad que
lleve el vehículo.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

UNIDAD 7
FACTORES DE RIESGOS EN LA CONDUCCIÓN
7.1 FATIGA Y SUEÑO
7.2 EL ESTRÉS
7.3 EL ALCOHOL
7.4 LAS DROGAS
7.5 DISTRACCIÓN DE DISPOSITIVOS TEGNOLÓGICOS

7.1 FATIGA Y SUEÑO


Sensación de mucho cansancio, con poca energía y un fuerte deseo de dormir que interfiere
con las actividades cotidianas normales. La fatiga tiene varias connotaciones:

FÍSICA Como resultado de un trabajo duro

NEUROBIOLÓGICA Determinada por los ritmos de sueño-vigilia

MENTAL O Porque no se tiene la energía para hacer


PSICOLÓGICA algo

Síntomas de la fatiga en la conducción


La fatiga comienza con la aparición del cansancio físico repercutiendo en determinados
síntomas fatales para poder circular de forma correcta y segura con nuestro vehículo:

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

• Disminución de la capacidad de atención:


Este síntoma se caracteriza por la lentitud en
los reflejos y en la rapidez de respuesta al
ejecutar maniobras.
• Pérdida de atención: La fatiga incide
directamente en la atención selectiva
aumentado gravemente los episodios de
distracción.
• Falta de percepción: La distancia y la
velocidad se tienden a percibir de manera
errónea, el mal cálculo de las mismas aumenta
considerablemente el riesgo de sufrir
accidentes.
• Fatiga a nivel físico: El cansancio al volante afecta de un modo considerable a nivel
físico: calambres, fatiga de piernas, dolor, tensión, rigidez muscular, picor y sequedad de
ojos, etc.

CONSEJOS PARA EVITAR LA La mayoría de los conductores, no son


FATIGA capaces de diagnosticar los primeros
síntomas del cansancio al volante, siendo
✓ Dormir, descansar demasiado tarde, en ocasiones, reaccionar
✓ Cuidar la ingesta de alimentos, para prevenir males mayores.
bebidas y medicamentos.
✓ Hidratarse El sueño es una de las necesidades básicas
✓ Descansar cada dos horas para los seres humanos.
durante el viaje
✓ Evitar la noche y días de calor

Aunque las necesidades de sueño varían de


persona a persona, se puede afirmar que hay un
período de sueño estrictamente necesario para
todos que está alrededor de las seis horas. Un
sueño insuficiente causa cambios neurocognitivos
(excesiva somnolencia durante el día, humor
alterado, mayor riesgo de accidentes de
circulación).
A la hora de conducir, es imprescindible haber descansado las horas suficientes, ya que la
conducción requiere una atención especial mientras se está realizando. El sueño reduce el tiempo
de reacción impidiendo frenar a tiempo para evitar una colisión, especialmente si la velocidad es
elevada.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Algunos síntomas que activan la alarma de que el sueño se apodera del conductor son los
siguientes:

• Picor de ojos,
pesadez y
agotamiento. Se recomienda:
• Dolor de cabeza y
sensación de brazos ✓ Descansar media hora cada 200 kilómetros.
dormidos.
✓ Si hay síntomas de sueño, parar 10 minutos y
• Fatiga. refrescarnos con agua fría.
• La temperatura ✓ Ventilar el vehículo.
elevada, adormece.
✓ No fumar ni consumir alcohol ni estupefacientes.
✓ Si se están tomando medicamentos, consultar si
producen somnolencia.
✓ No ir excesivamente cómodos en el coche para
evitar relajarse.
✓ Evitar comidas copiosas antes de iniciar un
desplazamiento.

Se ha calculado que el sueño está implicado en los accidentes de tránsito, entre un 15% y el 30%, ya que
hace que aumenten los tiempos de reacción y las distracciones. Además, hace que la toma de decisiones
sea más lenta y con más errores, altera la movilidad del conductor y su capacidad para percibir el
entorno.

7.2 EL ESTRÉS Y SUS CAUSAS


El estrés es una reacción físico- química del organismo que produce alteraciones físicas y
muchas veces psicológicas cuando nos enfrentamos a situaciones nuevas. Tiene como base una
respuesta primitiva del organismo, preparatoria para la huida o el ataque, ante situaciones de
peligro.
Toda situación que altere
Habitualmente se entiende que el exceso de
problemas es el causante del estrés; sin embargo, esta la rutina cotidiana y
creencia es falsa. Si bien es cierto que, por ejemplo, un requiera de la puesta en
problema en el trabajo o con la familia, una marcha de cambios o
enfermedad, o la proximidad de un exámen pueden búsquedas de soluciones
desencadenar estrés, el mismo efecto puede resulta potencialmente
producirlo la mudanza a una casa más confortable, estresante.
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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

enamorarse, conseguir ese trabajo tan ansiado, ganar


la lotería o simplemente recibir una invitación a una
fiesta.

Inclusive, aquellas situaciones que aún no se han


producido, pero son percibidas como posibles
problemas futuros, las preocupaciones pueden
generarnos estrés.

Como toda reacción natural, el estrés cumple una


función adaptativa y, en dosis moderadas, la tensión
que produce en el organismo tiene carácter
funcional, en otras palabras, resulta útil para
emprender tareas y resolver problemas.

Pero cuando las tensiones se repiten con demasiada frecuencia y/o intensidad a lo largo del día,
o se prolongan en el tiempo, terminan afectando la salud, lo que se manifiesta en trastornos
varios.

EFECTOS DEL ESTRÉS EN LA CONDUCCIÓN


Conducir es una tarea exigente y variable, por
tanto, es potencialmente estresante. Es una
acción tan compleja que nos exige más de lo que
realmente parece. El conducir involucra al
conductor tanto física como mentalmente.
Requiere de gran concentración y estado de
alerta.

Obtener un excelente desempeño al conducir no depende solo de las habilidades adquiridas


para dominar su vehículo en todo momento y circunstancia y del adecuado estado físico para poder
percibir adecuadamente las situaciones del camino, sino que también depende de la experiencia, de la
clara conciencia de los riesgos de moverse en el sistema del tránsito, y de la madurez y equilibrio
emocionales, que harán posible el desarrollo de actitudes y comportamientos seguros.

En el proceso del estrés puede distinguirse tres etapas:

Reacción de Fase de Fase de


alarma resistencia agotamiento

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Cada una de estas etapas va a tener efectos distintos y muy relevantes en el comportamiento
del conductor y en su predisposición al accidente.

REACCIÓN DE ALARMA: En esta primera etapa, el organismo moviliza una gran cantidad de
energía y se adapta para poder hacer frente a la situación que ha desencadenado el estrés:

 El cuerpo se prepara para obtener la máxima fuerza y velocidad de los músculos. Por
ejemplo, aumentan los niveles de adrenalina y de glucosa en sangre y se incrementa la
tasa cardíaca, la tensión arterial, el tono muscular y la respiración

 La mente se prepara para procesar mejor la información más relevante. Por ejemplo,
centrar la atención directamente sobre el estresor, desatendiendo cualquier otro tipo
de información del ambiente. Es por ello que la percepción, la atención, la memoria y la
toma de decisiones se ven alteradas.
En principio, todos estos recursos no deberían tener
efectos negativos para la conducción, ya que el
organismo se encuentra en alerta y preparado para
actuar. Sin embargo, no olvidemos que la respuesta
de estrés no es la más adecuada a las situaciones de
tráfico.
Por ello, pueden aparecer en esta primera etapa del
estrés una serie de comportamientos inadaptados y
peligrosos para la conducción.

En la fase de alarma

 Tu comportamiento puede ser más competitivo, agresivo u hostil, lo que puede dar
lugar a provocaciones al resto de los conductores.
 Puedes reaccionar con impaciencia e impulsividad, lo que hace que tiendas a aumentar
la velocidad y a cometer graves errores en la toma de decisiones, además de disminuir
la capacidad de anticipación a los eventos del tráfico.
 Puede que actúes de forma más imprudente o incluso temeraria, lo que se acompaña
de una menor percepción del riesgo y una mayor tolerancia al mismo.
 Tendrás un menor respeto a las normas de circulación y a la convivencia en el tráfico.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

FASE DE RESISTENCIA: El cuerpo no puede mantenerse en un estado de alarma durante


demasiado tiempo. Si la situación de estrés se prolonga, llegará un momento en que el
organismo deberá compaginar la exigencia que representa la fuente del estrés con todas las
demás funciones corporales y las actividades diarias.

En consecuencia, las respuestas físicas y psíquicas del


estrés se mantienen, aunque de una forma menos
intensa que en la primera fase. El resultado de ello es un
desgaste excesivo, apareciendo en esta etapa muchos de
los problemas de salud característicos del estrés, como
los dolores de cabeza o los trastornos digestivos. La
conducción en esta fase también puede ser peligrosa.

En la fase de resistencia

 Pueden aparecer las mismas alteraciones que comentábamos para la fase de alarma,
aunque quizá con una menor intensidad: agresividad, hostilidad, competitividad,
impaciencia, impulsividad, menor prudencia, conductas temerarias y menor respeto a
las normas de circulación.
 Es frecuente también observar una menor tolerancia a la frustración, por lo cual,
cualquier pequeña contrariedad que se dé en el entorno del tráfico puede alterarte más
de lo que sería esperable.

FASE DE AGOTAMIENTO: Si la situación que provoca


el estrés se prolonga en el tiempo, se acabará
sintiendo un profundo agotamiento. Es en este
momento cuando se manifestarán muchos de los
problemas del estrés, alterándose gravemente tu
calidad de vida y apareciendo con frecuencia
problemas sociales, familiares y laborales.

 El sistema inmunitario se debilita, por lo que aumenta el riesgo de contraer


enfermedades infecciosas.
 Las alteraciones en el sistema circulatorio acaban por incrementar las posibilidades de
sufrir algún tipo de trastorno cardíaco, especialmente el infarto.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

 Es frecuente la aparición de trastornos digestivos, entre los que podríamos destacar las
úlceras.
 Son habituales los dolores, especialmente los musculares y las migrañas.
 Aparecen trastornos del sueño, entre los que destacan las dificultades para conciliar el
sueño.

En relación a la conducción de vehículos, es importante destacar que durante esta última etapa
de agotamiento el organismo experimenta un claro deterioro en el rendimiento, por lo que la
circulación se puede volver muy peligrosa.

En la fase de agotamiento

 Tus decisiones serán mucho más lentas y cometerás muchos más errores, que en
ocasiones podrían ser graves y fatales.
 Te será especialmente difícil mantener la atención sobre el tráfico, de modo que es
probable que sufras una distracción con mayor facilidad.
 Se potencia la aparición de la fatiga, por lo que incluso periodos de conducción no muy
largos representan un claro riesgo
 Puedes sufrir fuertes alteraciones en tu estado de ánimo, que puede llevar a
comportarte de una forma agresiva, hostil o impulsiva.
 Es más probable que actúes de forma temeraria, ya que toleras un mayor nivel de riesgo.

Un conductor estresado no está en las mejores condiciones para conducir con seguridad ya que
las exigencias del tránsito lo sobrepasarán fácilmente, amentando significativamente la tensión
y el malestar interior.

Cada dificultad en el camino (un embotellamiento en el


UN CONDUCTOR tránsito, el auto que lo antecede circulando a menor
ESTRESADO ES UN velocidad, alguien que lo molesta con sus luces, el
CONDUCTOR semáforo en rojo, cambios en el estado del camino,
EN RIESGO etc.) será causa de excesiva tensión y ansiedad con
desencadenamiento de respuestas de riesgo de tipo
erráticas y/ agresivas (conducción a excesiva velocidad,
sobrepasos y cambios de carril permanentes,
conducción encimada al vehículo que va adelante,
maniobras bruscas y no avisadas, equivocaciones por
distracción, indecisión frente a un imprevisto, etc.).
Todas las situaciones descriptas son potenciales
generadores de incidentes que derivarán, en muchos
casos, en accidentes.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

CONSEJOS PARA REDUCIR EL ESTRÉS AL CONDUCIR

Primeramente, ser consciente del estado en que se encuentra. Si usted


sabe que está atravesando un momento emocionalmente difícil, si está
sufriendo algunos de los síntomas que se detallan más arriba, habrá que
extremar las medidas de seguridad al conducir o bien, en situaciones
límite evitar conducir.

Planifique cada viaje dándole más tiempo del estimado necesario para ese
recorrido. De esta manera evitará la ansiedad frente a demoras o inconvenientes
en el camino. Si va a emprender un viaje prolongado, estime al menos una hora o
más de tiempo para imprevistos y no se autoimponga una hora precisa para llegar.
Si el viaje es corto, procure salir con varios minutos de antelación.

Disminuya la velocidad y adécuela a las circunstancias del camino, del flujo


de tránsito y al estado emocional. Está comprobado que, a mayor velocidad
de circulación, mayor tensión. Por eso, para distenderse es bueno buscar una
velocidad en la que se siente que se circula más relajado. Por otra parte, a
la circular más despacio se tiene más tiempo para reaccionar ante un
imprevisto o corregir una maniobra equivocada.

Acepte las circunstancias del tránsito. Esto significa que, frente a un


embotellamiento, obstrucción, semáforos mal coordinados, flujo de tránsito
lentificado, etc. Hay que procurar calmarse y no intentar forzar la velocidad de
marcha apurando a los otros, violando normas o zigzagueando; pensar que la
salud y la seguridad están en juego. Si es necesario, realice ejercicios respiratorios
de relajación por medio de inspiración profunda con exhalación lenta. Puede
ayudarse escuchando una música agradable y relajante.

Frente a un conductor torpe, lento y/o agresivo, no se enganche.


Procure evitarlo, según el caso cediéndole el paso, o sobrepasándolo
con precaución y ponga distancia de él. Piense que su salud y
seguridad son su prioridad.

Evite discutir con los acompañantes de viaje sobre temas


conflictivos.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

7.3 EL ALCOHOL
El alcohol es una droga psico depresora que, aún
ingerido en pequeñas dosis, influye
negativamente en la conducción ya que
perturba las aptitudes del conductor.
Probablemente sea el factor de riesgo más
importante para sufrir un accidente de tráfico. El
alcohol es un tóxico que afecta al sistema
nervioso central y que siempre tiene efecto
depresor, aunque se manifiesta primero con una
aparente estimulación por un cuadro de
excitación y posteriormente sedación.

Síntomas según la tasa de alcoholemia:

De 0,5 a 0,8
De 0,3 a 0,5
g/l
g/l

➔ Excitabilidad emocional,
➔ Reacción general lenta y
comienzo de la perturbación
disminución de la
agudeza mental y de la motriz, con pérdida de la
capacidad de concentración e
capacidad de juicio.
➔ Relajación y sensación
intuición y falta de
de bienestar, deterioro coordinación.
de los movimientos ➔ Trastornos en la visión y
oculares, distorsión de alteraciones del equilibrio.
las distancias o “efecto ➔ Mala percepción de la luz roja.
túnel”, y debilidad en la ➔ Euforia, optimismo y
percepción de luces disminución de la inhibición e
móviles. inestabilidad emotiva, con
incremento de la valoración de
la propia capacidad y el deseo
de manifestarla.
➔ Exceso de la confianza en sí
mismo con desprecio de las
señales.
➔ Comienzo de la impulsividad y
agresividad al volante.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

De 0,8 a 1,5
g/l

➔ Estado de embriaguez
importante, reflejos muy
perturbados y lentitud de
las respuestas.
➔ Pérdida del control preciso De 1,5 a 2,5
de los movimientos y g/l
problemas serios de
coordinación.
➔ Torpeza expresiva y motora.
➔ Disminución del ➔ Embriaguez neta con
rendimiento intelectual, con posibles efectos narcóticos
dificultad en las actividades
y confusión.
mentales, como memoria y
capacidad de juicio. ➔ Cambios conductuales
➔ Aparición de estados imprevisibles y notable
emocionales de agresividad confusión mental.
ante contrariedades. ➔ Visión muy borrosa, actitud
Conducción temeraria. titubeante y falta de
➔ Disminución notable de la coordinación de
vigilancia y de la percepción
movimientos.
del riesgo.

Más de 2,5
g/l

➔ Embriaguez
profunda, estupor
con analgesia y
progresiva
inconsciencia.
➔ Abolición de los
reflejos, parálisis e
hipotermia. Puede
desembocar en coma.
➔ Imposibilidad de
conducir.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Una vez alcanzado el mismo nivel de alcohol en la sangre, los efectos son similares para todas
las personas, con independencia de la cantidad ingerida y dependiendo de su concentración
sanguínea. La proporcionalidad entre concentraciones y efectos se ve alterada por el desarrollo
de tolerancia, de manera que los efectos motores, sedantes, ansiolíticos y anestésicos del
etanol disminuyen de intensidad tras el consumo crónico de alcohol.

El alcohol consumido de forma crónica produce alteraciones digestivas, cardiacas, hepáticas,


pérdida de memoria, paranoia, problemas de visión y reflejos, etc., que incapacitan en muchos
casos la conducción de forma permanente.

A nivel psicológico, las consecuencias de las situaciones prolongadas de estrés pueden limitar
las capacidades cognoscitivas, atencionales y perceptivas de los individuos; generar un
aumento de agresividad y facilitar la incidencia de trastornos afectivos y conductuales
evidenciados en conductas como la conducción vehicular.

7.4 LAS DROGAS


Las drogas son sustancias que pueden alterar
de manera significativa la capacidad para
conducir. Conducir bajos los efectos de las
drogas provoca graves alteraciones de la
percepción y limita la capacidad de reacción
al volante. En definitiva, dispara los riesgos de
sufrir accidentes. Toda sustancia psicoactiva
altera las funciones psíquicas y se clasifican
en tres grupos:

✓ Alteración de la percepción.
✓ Incremento de las distracciones y la
DEPRESORAS somnolencia.
(Heroína, morfina, ✓ Retraso en la toma de decisiones.
metadona, ansiolíticos) ✓ Falsa sensación de control y adopción de
decisiones más peligrosas.
✓ Ralentización de los movimientos.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

✓ Sensación de inquietud y comportamiento


impulsivo.
✓ Disminución de la sensación de fatiga, por lo
ESTIMULANTES que la conducción se prolongará,
incrementando el cansancio físico real.
(Anfetaminas, ✓ Exceso de confianza frente a situaciones
cocaína, speed) peligrosas.
✓ Mayor nivel de tolerancia al riesgo, con el
consiguiente comportamiento peligroso en
carretera.

✓ Alteración de la percepción, por lo que


imposibilita la recepción adecuada de la
PERTURBADORAS información externa.
(LSD, hachís, marihuana, ✓ Alteraciones en el pensamiento, con la
éxtasis, inhalantes) consiguiente toma de decisiones incorrectas.
✓ Disminución de los reflejos y la coordinación
motora.
✓ Estados de conciencia alterados.

7.5 DISTRACCIÓN POR DISPOSITIVOS TECNOLÓGICOS


La distracción al momento de conducir es el desvío de la atención de todas aquellas actividades
esenciales para una conducción segura hacia otra actividad diferente.
La distracción afecta a algunos de los aspectos esenciales en
la conducción. Los conductores distraídos realizan más
virajes, puesto que bajo la distracción no se tienen los ojos
puestos en la carretera. Además, los conductores distraídos
cometen más errores y tienen unos tiempos de reacción
más lentos ante los cambios que se puedan producir.
Las distracciones en la conducción pueden ser de cuatro tipos:

Apartar la vista de la carretera para realizar una tarea no


VISUALES
relacionada con la conducción.

Reflexionar sobre un tema de conversación del que se esté


AUDITIVAS hablando por teléfono, en lugar de analizar la situación de
la carretera.

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

Marcar un número de teléfono o inclinarse para sintonizar


FÍSICAS una emisora de radio, lo que puede hacer que el volante
gire.

Responder a un teléfono celular que suena o tener


COGNITIVAS aparatos con el volumen tan alto que no se puedan oír
otros sonidos como por ejemplo la sirena de una
ambulancia.

Algunas de las principales fuentes de distracción en la conducción son:

• Ajustar los mandos que regulan la


temperatura del auto.
• Manipular el aparato de radio o de CD.
• Marcar un número o enviar un mensaje de
texto en un teléfono celular.
• Mover un objeto en el interior del vehículo.
• Hablar por el teléfono celular.
• Hablar con otro de los ocupantes del
vehículo.
• Utilizar equipos u objetos integrados en el
vehículo (por ejemplo, sistemas de
adaptación de la velocidad).

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PSICOLOGÍA DE LA CONDUCCIÓN

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

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