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PARTICION (SUCESIONES)

I.- El Derecho Hereditario.


I.I.-Concepto. La personalidad, o sea, la capacidad para ser sujeto de derechos que se
otorga a los seres humanos, comienza con el nacimiento y termina con la muerte. La
situación que sigue a la muerte de una persona física, en relación con la titularidad de las
relaciones jurídicas de las cuales ésta era sujeto, no puede ser ignorada por el Derecho.
En el derecho romano, se conoce como Derecho Hereditario o Derecho Sucesoral, el cual
se define como conjunto de normas jurídicas que, dentro del Derecho Privado, regulan el
destino del patrimonio de una persona natural, después de su muerte.
I.II.-Definición.-
Derecho sucesorio o Derecho hereditario: Es aquella rama del Derecho Civil que regula el
destino del patrimonio de una persona natural, una vez acontecida la muerte de ésta.
En decisión judicial indica: “El derecho hereditario no es más que el conjunto de normas
jurídicas ubicadas dentro del derecho privado, que regulan el destino del patrimonio de
una persona natural, después de su muerte. En este sentido dispone el artículo 796 del
Código Civil que la propiedad y demás derechos se adquieren y transmiten por la ley, por
la sucesión y por efectos de los contratos, resultando que la sucesión constituye uno de
los modos de adquirir y transmitir la propiedad y demás derechos”.

I:III.- Fuentes: El Derecho Hereditario o Derecho Sucesorio, es una parte del Derecho
Privado.
Por ser de Derecho Positivo, el Derecho Sucesoral nace de la ley; el legislador
divide la sucesión en dos clases: la testamentaria y la ab-intestato; o sea, aquella que
nace de la voluntad del causante y la que, por vía supletoria de la voluntad de éste, es
impuesta por la ley; y se alega, en consecuencia, que existen disposiciones legales que
imponen la forma de transmisión de estos bienes y derechos a los sucesores. Cuando el
causante no ha expresado su voluntad a través del testamento, deberá entenderse que él
acepta que sus bienes sean trasmitidos a sus herederos o causahabientes, en forma que lo
señala el Código Civil; y esto en cierta forma viene a ser una expresión de voluntad
presunta.
Como fuentes directas tenemos la ley y el Testamento, su fundamentación legal se deriva
del artículo 807 del Código Civil.
No obstante lo dicho, hay sí una excepción, que viene a limitar la voluntad del
causante: Es la institución de la legítima, que como expresa el artículo 883 del Código
Civil:”es una cuota de la herencia que se debe en plena propiedad a los descendientes, a
los ascendentes y al cónyuge”; y que por lo tanto, niega la posibilidad de disponer libre y
voluntariamente de esa parte de los bienes, para después de su muerte, a su titular.

El Derecho Sucesoral en el Código Civil Venezolano, está inspirado en el Código


Civil de 1865, basado en el Código de Napoleón; siendo posteriormente remplazado por el
Código Civil Italiano de 1942. Otras normas derivan del Código Civil Chileno de Andrés
Bello y del Proyecto de Código Civil de España de 1851.

I:IV.-Ubicación y Reglamentación en el Código Civil: Código ´Civil Titulo II “De las


Sucesiones” del Libro Tercero, que denomina “De las manera de adquirir y transmitir la
propiedad”
El libro Tercero se divide en tres capítulos:
1.- El Capítulo I, de las sucesiones intestadas.
2.- El Capítulo II, de las sucesiones testamentarias, prevé unas disposiciones generales y
diez secciones.
3.- Capítulo III, disposiciones comunes a las sucesiones intestadas y a las testamentarias,
compuestas de ocho secciones.

I.V.-Fundamento.- Su fundamento estriba en la necesidad no sólo moral, sino social,


política y económica, de que la muerte no rompa las relaciones jurídicas de quien deja de
existir, asegurando que éstas continuarán vigentes a través de sus herederos o
causahabientes, a fin de proteger no sólo al difundo, sino a quienes en vida de éste
mantienen relaciones de derecho con él.
Existe una máxima, que no es en el campo del Derecho que es la frase “mors omni solvit”
(la muerte todo lo soluciona); pero en la esfera jurídica nunca podría aplicarse esta
máxima; ya que ello derivaría en la inseguridad de los contratantes; y por ello es necesario
que la muerte de la persona, otra u otras subentren como titulares del patrimonio, para
asegurar la continuación de la personalidad jurídica del difundo.

II.- SUCESIONES.
II.I.- Concepto. Nuestro Código Civil establece en su artículo 796 que “la propiedad y
demás derechos se adquieren y trasmiten por la ley, por la sucesión y por efecto de los
contratos”; es decir, que la sucesión es, entonces, uno de los modos de adquirir y trasmitir
la propiedad y demás derechos. En sentido extenso la palabra sucesión, es la transmisión
de un derecho de una persona viva o muerta, a otra. Así se dice que el comprador, el
donatario, el heredero, y el legatario, son sucesores; pero en su sentido estricto, que es el
que se da en esta parte del Código Civil, es la transmisión de los derechos de un difundo a
un heredero o a un legatario. Quien trasmite los derechos se llama causante, quien los
recibe se denomina sucesor o causahabiente.

II.II.- Clases. Toda persona titular de derechos puede trasmitir éstos a otra; ya sea en su
totalidad o sólo una parte. Esta trasmisión puede tener lugar entre personas vivas o a
causa de la muerte. O sea, que puede haber sucesión inter vivos o sucesión mortis causa.
Ejemplo: Ricardo Combellas e hijos, Sucesores. O C.A. Sucesora de Aries, S.A., esto es en
sucesiones entre vivos cuando una persona natural o jurídica recibe y continúa ejerciendo
los negocios de otra. Cuando nos referimos a sucesión mortis causa, es cuando fallece una
persona y sus herederos reciben la totalidad de los bienes y derechos del fallecidos y
continúan ejerciéndolos por él.

 Sucesión mortis causa. Esta es la sucesión objeto de nuestro estudio, y se define


como aquella mediante la cual, a la muerte de un sujeto de derecho, se realiza una
transferencia de estos derechos a otro u otros sujetos, que continúan vivos.
La sucesión mortis causa deriva de la ley, el testamento y del pacto o convenio.
La ley regula la sucesión por causa de muerte, dando lugar a la sucesión ab intestato,
intestada o legítima.
La sucesión ab intestato o intestada, nace por vía supletoria, cuando en todo o en parte
falte la sucesión testamentaria .artículo 807 Código Civil.
El testamento, es un acto de disposición de última voluntad, mediante el cual una persona
determinada el destino de su patrimonio para después de su muerte y regula las
relaciones jurídicas para el tiempo en que ya no viva. Este instrumento jurídico hace nacer
lo que se conoce como sucesión testamentaria.
El pacto o convenio, es regulado y admitido en otras legislaciones, como la suiza y la
germana; pero en Venezuela y otros países de habla hispana, está prohibido el pacto
sobre sucesiones futuras, desconociendo el contrato como fuente de la sucesión por
causa de muerte.

 Herederos, causahabientes y legatarios.


Nuestro Código Civil en el artículo 1163 expresa: “se presume que una persona ha
contratado para sí y para sus herederos y causahabientes, cuando no se ha
convenido expresamente lo contrario, o cuando no resulta así de la naturaleza del
contrato”.
Los herederos son a titulo universal y a título particular, los primeros son herederos y
los segundo legatario, el heredero o sucesor a título universal, sucede activa y
pasivamente al causante, de manera total y absoluta, en todos sus derechos y
obligaciones; en tanto que el legatario, sucesor a título particular, recibe del causante
los derechos y obligaciones que se refieran exclusivamente a un bien o conjunto de
bienes determinados, que hayan sido expresamente señalados por el causante. El
heredero a título universal existe en la sucesión ab intestado y la testamentaria; pero
el heredero a título particular sólo en la sucesión testamentaria, ya que requiere la
manifestación expresa y no presunta por parte del testador.
III.- LA HERENCIA.
III.I.- Concepto.
La herencia es todo el patrimonio del difundo, considerado como la unidad, que abarca y
comprende todas las relaciones jurídicas del causante, independientemente de los
elementos singulares que lo integran. Y subjetivamente, se entiende por herencia como
subrogación del heredero en los derechos y obligaciones del causante, la condición que
aquél asume como consecuencia de tal hecho.

III.II.- Causas de la sucesión Hereditaria.


En el derecho venezolano son dos las causas de la sucesión hereditaria:
Por testamento y por la ley, que surge con carácter supletorio, cuando dicha voluntad no
ha sido expresada o lo ha sido en forma no válida. Así lo indica el artículo 807 CC; y el
artículo 1022 del CC expresa la prohibición del pacto sobre sucesiones.
De ahí se deriva las dos clases de sucesiones, la sucesión testamentaria y la sucesión
legítima o ab intestato.
Así pues, la vocación hereditaria como derecho subjetivo a la delación, o sea el derecho a
ser llamado a la herencia, tiene lugar en nuestro derecho positivo:
A) Por voluntad del difunto.
B) Sin la voluntad de éste, por mandato de la ley; y
C) Contra la voluntad, cuando la ley fija límite a la facultad de testar en consideración
al vínculo de parentesco que una al difundo con determinadas personas que no
pueden quedar excluidas de la herencia.

III.III.- Naturaleza Jurídica.


El principio de la naturaleza jurídica de la herencia, es la subrogación que hace el
heredero en todas las relaciones jurídicas del causante o de cujus. Ocurre la transmisión
de los derechos patrimoniales de una persona natural, fallecida, a otra persona natural
viva; lo que viene a constituir la herencia o transmisión hereditaria.

III.IV.- Momentos de la Sucesión Hereditaria: Existen tres fases o momentos para


consolidar su adquisición en manos de los sucesores o herederos.
1.- Apertura de la sucesión: La apertura de la sucesión marca el instante preciso en que
tiene lugar la transmisión universal del patrimonio del difundo a los herederos. Abrirse
una sucesión significa que tiene lugar el nacimiento de los derechos sucesorios que
confiere la ley o el testamento. La apertura de la sucesión es el hecho que habilita al
heredero a tomar posesión de los bienes que se le transmitirán en propiedad. La apertura
de la sucesión opera de pleno derecho y la ley vigente al momento de la muerte es la que
rige la sucesión. Su fundamento legal esta en el artículo 993 del Código Civil. Es requisito
indispensable, determinante para que pueda abrirse la sucesión, que se haya producido el
hecho cierto de la muerte del causante, cuando el patrimonio ha quedado sin titular y en
consecuencia debe pasar a otro que ejerza esa titularidad. La única prueba será la partida
o Acta de Defunción.
En cuanto al declarado presunto muerto, la ley prevé que el Juez acordará la
posesión definitiva de los bienes a favor de los sucesores y la cesación de la garantía que
haya impuesto. Decretada la posesión definitiva, se podrá proceder a la partición y a
disponer libremente a los bienes. (Artículos 434,435, 438 y 440 CC).

2.- Delación: La palabra delación viene del verbo latino defero fers tuli latum fere que
significa llamar. La delación es un efecto de la apertura de la sucesión. La delación se
traduce en el llamamiento efectivo del heredero, la posibilidad concreta y actual que el
llamado tiene que hacer suya la herencia. La delación difiere de la apertura de la sucesión
y de la adquisición, porque la primera implica sólo el fenómeno de un patrimonio sin
titular y la segunda supone la sustitución del nuevo titular en dicho patrimonio. La
delegación es pues el llamamiento que hace la ley para aceptar o repudiar la sucesión.
La delación da lugar al ius delacionis, a saber, la opción de aceptar o rechazar la herencia.
Facultad intransmisible de hacer propia la herencia o rechazarla, y que precisa que el
llamado sobreviva al difundo, es decir, no puede suceder quien premura al de cujus, así
como tampoco el que no haya sido concebido al momento de la apertura de la sucesión,
ni el ausente porque se duda de su existencia, nos obstante el derecho de representación
(art.442 CC). Cuando el llamado fallece sin haber usado el ius delationis, éste se transmite
a sus herederos.
La transmisión supone la muerte del llamado a suceder después que la sucesión se le
había deferido, pero antes que él se hubiese pronunciado sobre aceptarla o no; entonces
pasa a sus herederos el derecho de deliberar respecto de aquella sucesión.
Suele confundirse los conceptos de delación, vocación y llamamiento; y es que en
todos indican, bajo diversos aspectos, una misma situación jurídica. El designado para
suceder no tiene vocación hereditaria; ya que la designación adquiere valor jurídico en el
momento en que se abre la sucesión. La vocación se adquiere en el momento en que se
abre la sucesión y se es llamado a ella, y la delación se hace a favor de quien es llamado.
Concluimos al decir, que el requisito indispensable para que surja el ius dalationis es que
el llamado sobreviva al difundo; no importando cuanto viva. Basta, en nuestro derecho,
que haya nacido vivo; aunque fallezca a los pocos minutos

3.- Adquisición de la herencia. Es el traspaso de los bienes del causante al llamado.


La aceptación de la herencia consiste ya en una declaración de voluntad de la persona
llamada a la sucesión a titulo de herencia de querer ser efectivamente heredero, ya en la
realización por éste de actos a los cuales la ley atribuye la consecuencia de ser heredero.
Es el acto mediante el cual el titular de la vocación hereditaria exterioriza su voluntad de
adquirir la herencia.
El lapso para aceptar la herencia es de 10 años y la prescripción comienza a correr desde
el día de la apertura de la sucesión. En razón de que la omisión o tardanza en aceptar
puede perjudicar a los coherederos, el artículo 1019 del CC, concede la acción para obligar
al llamado a pronunciarse sobre la aceptación en el lapso indicado por el Juez, se
denomina acción interrogatoria.

IV.- ACCIONES DEL HEREDERO.


El heredero para hacer valer sus derechos contra los terceros poseedores de cosas
de la herencia, le corresponden todas las acciones personales o reales que
correspondiendo al difunto, es una lógica consecuencia de la adquisición de tales
derechos por él. De modo que podría obtener, con las mismas acciones que el de cujus
hubiere podido ejercitar, el reconocimiento judicial de todo crédito o derecho real. El
heredero cuenta con una acción propia y autónoma asociada a su condición, la petitio
hereditatis o acción de petición de herencia, contra quien posea la cosa objeto de la
herencia en desconocimiento de su condición de legítimo heredero. Así en términos
generales, la acción que protege la herencia es la petición de herencia, en lo atinente a su
posesión por un tercero, o más precisamente contra el heredero aparente.
El heredero que no tenga la posesión, en todo o en parte, de la herencia, le
corresponde, para la tutela de su calidad de heredero una acción petitoria que se
denomina “acción de petición de herencia” (petitio herediatitis), es una acción real y
universal que ejerce el heredero contra quien discute su título hereditario y retenga la
posesión de las cosas de la herencia. Dicha acción no prospera respecto de otros
procedimientos de derecho asociados a la herencia. Se distingue a su vez de la acción de
partición y de reivindicación, pues es una acción concedida al heredero contra quien
posee total o parcialmente la sucesión, pretendiendo tener derecho a ella.
Se trata de una acción real que se ejerce contra el tercero poseedor y porque
tiende a reivindicar los bienes hereditarios; se indica que también es una acción universal
porque se dirige al reconocimiento de su condición de heredero y no propiamente a la
restitución de cosas singularmente consideradas. Su objeto es el reconocimiento de la
condición o cualidad de heredero y como ésta es inextinguible. Es absoluta u oponible
erga omnes.
Ahora bien, la acción de petición tiene puntos comunes con la acción
reivindicatoria, se diferencia por su objeto, pues esta última pretende el reconocimiento
del derecho de propiedad sobre una determinada cosa, en tanto que el objeto de la
presente acción se dirige a la calidad de heredero y al actor sólo le bastará con probar
dicha calidad.
La aceptación puede ser pura y simple o a beneficio de inventario.
V.- EL BENEFICIO DE INVENTARIO.

La confusión del patrimonio del difundo con el del heredero, que es uno de los
efectos patrimoniales más importantes de la sucesión hereditaria, puede perjudicar tanto
al heredero como a los acreedores hereditario.
Para evitar estas peligrosas consecuencias existen dos instituciones:
1.- El beneficio de inventario.
2.- La separación de patrimonio del difundo y del heredero.
La finalidad de ambas instituciones es impedir la confusión y mantener separados los
patrimonios.

El beneficio de inventario es el derecho que poseen los herederos de aceptar la


herencia de su causante sin que se mezclen los patrimonios del heredero y el patrimonio
hereditario. Según Cabanellas: “El derecho que tiene el heredero de no quedar obligado a
pagar a los acreedores del difundo más de lo que importe la herencia, con tal de que
haga inventario formal de los bienes en que consiste”.
Unos de los principios que rigen la Sucesión Universal es la confusión del
patrimonio del causante con el patrimonio del heredero y para evitar dicha confusión
existe la institución del Beneficio de Inventario, el cual se encuentra regulado por nuestro
Código Civil en sus artículos 996, 998, 999, 1023 y sig.
El beneficio de inventario, representa una derogación del principio de la confusión
de patrimonios y del de la responsabilidad ilimitada del heredero, es un provecho que la
ley otorga a quien, conociendo el pasivo del caudal hereditario o aún desconociendo su
verdadera cuantía, no quiere responder por las cargas que gravan la herencia en más del
importe de éste.
Consiste este beneficio en la declaración solemne del heredero de no querer
asumir la cualidad de tal sí no es con responsabilidad limitada (art. 1023 CC), y en la
formación del inventario; esto es, descripción exacta y detallada de todos los bienes que
integran el caudal hereditario (art. 1025 CC).

Efecto: Artículo 1036 CC.

VI.- LA SUCESION LEGÍTIMA O AB INTESTATO.


1.- Noción: Las fuentes del Derecho sucesorio son la ley, o en su defecto, el testamento, a
saber, la voluntad del causante. La sucesión legítima entra en juego a falta de testamento,
pero inclusive existiendo éste la ley plantea la aplicación de ciertas normas imperativas
como las relativas a la legítima. Por eso, no obstante la existencia de las dos clase de
sucesión mortis causa (legal y testamentaria) se reconoce, que ambas tienen como fuente
la propia la ley.
La sucesión intestada o ab intestato, régimen común del Derecho Sucesorio, es
aquella que regla el legislador; significa sucesión en virtud de la ley. Cuando la ley
determina la persona del sucesor en atención a los vínculos familiares con el fallecido, se
alude a sucesión legal. Opera en virtud de llamamientos legítimos, sin intervención de la
voluntad del causante expresada en su testamento. La sucesión intestada es la
declaración hecha por la ley para regular la ordenación y distribución de las titularidades
de quien fallece sin testamento, o cuando habiéndolo hecho, éste es insuficiente o
ineficaz para ordenar su sucesión. La sucesión ab intestato tiene lugar por imperio de la
Ley; la ley dispone los sujetos a quien se transfiere el patrimonio del causante si no existe
manifestación de éste. La transmisión de los bienes del difundo tiene lugar fuera de su
voluntad. La sucesión legítima, legal o intestada es la que se abre a falta de testamento
ante la insuficiencia o ineficacia de este último.

Al efecto indica la jurisprudencia “….Se habla de sucesión intestada o sucesión ab


intestato haciendo referencia a la figura jurídica mediante la cual, por imperio de la ley, a
la muerte de un sujeto de derecho se realiza una transferencia de sus derechos y
obligaciones a otro u otros sujetos expresamente señalados por la misma ley, a no ser que
exista una manifestación de voluntad del fallecido”.
En tal sentido, el artículo 807 del CC prevé: “Las sucesiones se defieren por la Ley o
por testamento. No hay lugar a la sucesión intestada sino cuando en todo o en parte falta
la sucesión testamentaria”.
La sucesión intestada se caracteriza porque ocurre por causa de muerte, es decir,
requiere del fallecimiento del causante, siempre es a título universal, por cuanto no
existiendo declaración expresa del causante no puede haber sucesores a título particular o
legatarios; se produce por ordenarlo la ley de forma expresa y es supletoria de la voluntad
del causante, en el sentido que el acto jurídico de última voluntad (testamento) no existe
o existiendo está viciado total o parcialmente. Efectivamente, la sucesión intestada es una
sucesión universal, pues la ley en ella nombra los herederos y no legatarios, esto últimos
corresponde a la voluntad del causante.

2.- Supuestos de la Apertura de la Sucesión Legal según la doctrina:


a) La inexistencia del título testamentario.
b) La vulneración de ciertas normas imperativas como la legítima.
c) La revocatoria.
d) Nulidad del testamento
e) Caducidad del testamento
Estos tres últimos (revocatoria, nulidad y caducidad del testamento) lo califica la
doctrina como ineficacia.

3.- Casos en que Procede:


3.1.- Cuando habiendo testado el de cujus, el testamento es nulo o ineficaz.
3.2.- Si el testado no ha dispuesto por testamento la totalidad de los bienes de que podía
disponer, en cuyo caso la porción no dispuesta sería objeto de sucesión intestada.
3.3.- cuando el testamento se haya afectado parte o toda la porción legítima.
3.4.-Cuando el beneficiario de la disposición testamentaria deje de cumplir la condición
que le haya sido impuesta.
3.5.- Cuando el beneficiario de la disposición testamentaria muere ante que el testador.
3.6.- Cuando el heredero testamentario repudia la herencia y no existe sustituto ni tiene
lugar el derecho de acrecer a favor de los otros coherederos.
3.7.- Si el heredero es incapaz de suceder.

4.- Fundamento:
En doctrina se afirma que la sucesión ab intestato, como disposición supletoria de
la voluntad del causante, ha sido fundamentada, y así lo ha entendido el legislador, en dos
aspectos: Los afectos naturales de quien fallece sin manifestar su última voluntad, y las
necesidades de cumplir determinadas exigencia de orden social. En efecto, la Ley al
interpretar lo que debió ser la voluntad del de cujus, atribuye el derecho a la sucesión en
primer lugar a los descendientes, luego a los ascendientes y por último a los colaterales,
entendiendo que el afecto primero desciende hacia aquellos en quienes nos vemos
reproducidos; luego asciende hacia quienes son dieron el ser, y finalmente, va hacia
aquellos que han compartido con nosotros buena parte de nuestra vida: los colaterales.
En cuanto a las exigencias de orden social, el legislador toma en cuenta, además del
aspecto puramente afectivo, la necesidad de mantener a toda costa la organización
familiar; de allí que atribuye el derecho a la sucesión intestada, primero los descendientes,
ascendientes y cónyuge, y luego el resto del grupo familiar. Porque son los antes
mencionados quienes constituyen el núcleo fundamental de la familia y a quienes
necesariamente se debe proteger, atribuyéndoseles la facultad de hacerse titular del
patrimonio del de cujus, que ellos han contribuido en parte a formar.

5.- La Capacidad
Pero no siempre las personas mencionadas tienen derecho a ser llamados a la
herencia; pues para ello hace falta, además, tener capacidad para suceder, es decir, no
estar afectado de ninguna de las incapacidades que expresamente señala la ley. (art. 808
CC). Incapacidades que la doctrina ha separado en dos grupos: absoluta y relativa siendo
la primera las que afectan a una persona para venir a la sucesión. En tanto que la
incapacidad es relativa cuando afecta a una persona sólo en relación con otra
determinada. Ejemplo el no concebido, el indigno. El artículo 809 CC, consagra la
incapacidad absoluta.
En cuanto al ausente declarado, sus derechos en la sucesión a la cual fueren llamados
pasan a los que con él hubiesen tenido derecho a concurrir, o a aquellos a quienes
corresponda dicha sucesión a falta suya, salvo el derecho de representación. Sus
derechos, no obstante, se extinguirán si transcurre el término fijado para la prescripción.
Artículos 442 y 443 del Código Civil.
La incapacidad relativa es la indignidad, consagrada en el artículo 810 del CC. Como puede
apreciarse, pues, el legislador sanciona con la privación del derecho a heredar, a aquellos
que han incurrido en una falta de indignidad.
Ahora bien, existe el perdón establecido en el artículo 811 del CC. Pero debe considerar
algunas características:
 Debe constar en acto auténtico, es decir, que no basta la simple declaración
privada del ofendido, aunque fuere escrita.
 Debe ser conformada por un funcionario capaz de dar fe pública de lo dicho.
 El perdón deberá ocurrir después de los hechos que ocasionaron la indignidad.
 El perdón concedido en estas condiciones surte efecto iuris et de iure es decir, que
no admite prueba en contrario.

5.1.- La Indignidad.
Estable el artículo 810 del Código Civil “Son incapaces de suceder como indigno…..”
Se aprecia que el legislador sancionó al declarado incapaz de suceder por indignidad, a la
pérdida del derecho hereditario. Y ha sido doctrina jurisprudencial, que: “La indignidad
funciona en sucesión tanto testada como intestada, la indignidad existe en mérito a la Ley,
sin requerir declaración del causante contra el indigno que pretende heredar, accionan los
coherederos.”
5.2.- el Adulterio.
Unión carnal o sexual íntima entre un hombre y una mujer que no son cónyuges
entre sí, cuando al menos uno de ellos no está casado. Esto es, las relaciones sexuales
entre una pareja heterosexual constituyen adulterio si uno o ambos están unidos en
matrimonio.
5.3.- Acción para hacer valer la indignidad, puede ser ejercida:

 Por los sucesores a título universal que concurrieren con el indigno;


 Por los herederos testamentarios, cuando se diere el caso de que un legitimario
indigno pretenda hacer reducir la porción asignada por disposición testamentaria,
alegando que tal porción afecta la cuota legítima;
 En el mismo sentido, también puede ser ejercitada por los legatarios y donatarios,
si se dan las mismas condiciones señaladas en el comentario anterior y
 Por los acreedores del heredero o del legatario, previa autorización judicial.

El objeto de la acción es obtener del Juez que sea revocada la delación hereditaria hacha a
favor del indigno, y eventualmente, la revocación de la cuota hereditaria que éste haya
recibido. En cuanto al plazo para intentar la acción, el legislador no establece ninguno; por
lo que debe aplicarse por analogía la disposición establecida en el artículo 1011 del CC. Y,
por tanto, no podrá ejercitarse después de pasados 10 años de la fecha de la apertura de
la sucesión.

VII.- SUCESION POR REPRESENTACION.


Se suele heredar por ser llamado directa y personalmente a suceder a una persona
fallecida; pero también puede heredarse por entrar en el lugar de alguien que no está en
capacidad de suceder. En el primer caso se dice que se sucede por derecho propio; y en
segundo caso que se sucede por representación.
Es el caso de quien hubiera sido excluido por otro que habría sido llamado a la herencia, si
no hubiera muerto antes que el causante o no hubiera sido declarado indigno. Es pues, la
representación, una sustitución legal que permite a los descendientes de determinadas
personas que no pueden heredar, subrogarse en el lugar y grado de ellas para adquirir la
herencia que les habría correspondido.
1.- Casos en que tiene lugar la representación.
La representación tiene lugar en línea recta descendente ad inifitum. Es decir, que
a falta de hijos, van los nietos por representación; si faltaren éstos irán los bisnietos y así
sucesivamente (Art.815 CC). Entre los ascendientes, en cambio no hay representación, el
más próximo excluye a los demás (Art.816 CC), y en línea colateral, la representación se
admite a favor de los hijos de los hermanos y las hermanas del de cujus, concurran o no
con sus tíos (Art. 817 CC). Sólo puede representarse a una persona viva cuando ésta ha
sido declarada ausente o se halla incapacitada para suceder (Art. 820 CC). Se puede
representar a una persona a cuya sucesión se ha renunciado (Art.821CC).
2.- Como se divide la herencia en caso de ser admitida la representación.
En todos los casos en que se admita la representación, la división se hará por
estirpes )raíz y tronco de una familia o linaje) y si una estirpe ha producido más de una
rama, la subdivisión se hará por estirpes también en cada rama. Entre los miembros de
una misma rama la división se hará por cabeza . Artículo 819 CC.
3.- Requisito para que tenga lugar la representación.
Es requisito sine qua non para que tenga lugar la representación, es que el
representado haya premuerto al de cujus, que esté ausente o que haya sido declarado
indigno. Por tanto, si el heredero hubiere renunciado a la herencia de su causante, sus
descendientes no podrán representarle y sólo sucederán por derecho propio si ello fuere
procedente.
4.- Efecto de la representación.
El efecto de la representación es que los hijos y demás descendientes, que
quedarían excluidos de la sucesión por un pariente más próximo, son admitidos a ella para
que no les afecte la culpa (indignidad) o la desgracia (premoriencia) de su ascendiente.
Pero estos descendientes no podrán recibir en ningún caso más de lo que hubiere
correspondido al representado. De ahí que todos los descendientes de un heredero, no
importa cuántos sean, serán contados como una sola persona (estirpe) y la división del as
hereditario se hace, por tanto, por estirpes y no por cabezas. Si un ascendiente produjo
diversas ramas, la división se haga por estirpes en orden a cada una de éstas y por cabezas
en relación con los miembros de una misma rama.

X+ (Causante)

____________________________________
A+ B C

______
A1 A2
Ejm. X falleció y dejo de herederos a 3 hijos, durante la apertura de la sucesión falleció
uno de sus hijos A, quién deja dos hijos, estos entran en representación de su padre A.

VIII.- SUCESION POR DERECHO PROPIO.


La sucesión por derecho propio ocurre cuando el heredero recibe el llamado directo por
voluntad del causante y por determinarlo así la ley; pudiendo concurrir solamente un
heredero o un conjunto de herederos (comunidad hereditaria), descendientes directos o
no del de cujus.

IX.- ORDEN DE SUCEDER.


Su ubicación la encontramos en el Código Civil en le Libro Tercero. Título II,
Capítulo I, Sección III. Se observa que puede tener lugar a favor de cuatro categorías:
1.- A favor de los descendientes y de los ascendientes.
2.- A favor de los parientes colaterales hasta el sexto grado.
3.- A favor del cónyuge.
4.- A favor del Estado.
Por lo que las personas llamadas a la sucesión de otra son:
1.- parientes (ius familiae)
2.- Cónyuge (ius cónyuge)
3.- El Estado (ius imperi).

Orden de suceder en el derecho Venezolano.


1.- Los hijos del causante y sus descendientes, incluyendo entre los hijos a los adoptados
en adopción plena o simple.
2,- El cónyuge.
3.- Los ascendientes del causante
4.- Los hermanos del causante y los hijos de estos hermanos.
5.- Los otros colaterales del causante comprendidos entre el tercero y sexto grado.

Cuando concurre el cónyuge con los hijos del causante se partirá así.
A casado con B, de esa unión procrearon dos hijos C y D, a la muerte de A le sobrevive su
cónyuge e hijos así: la herencia se partirá en 1/3 al cónyuge y 1/3 a cada uno de los hijos.
Lo veremos en monto. Monto de la herencia 100, de aquí se divide entre 2, es 50 ese
divide éste entre 3, es decir 50/3 = 16,67. Recordándole que el otro 50% es parte del
patrimonio de la esposa sobreviviente, el otro 50% es el que se reparte porque pertenece
al de cujus.

Regla con relación al cónyuge.


Primera regla: El cónyuge hereda ab intestato mientras no está divorciado, ni legalmente
separado de cuerpos y bienes.
Segunda regla: Cuando el matrimonio ha sido declarado nulo, es putativo, tendrá
vocación hereditaria si la apertura de la sucesión se ha verificado antes de la sentencia
firme de nulidad.
Tercera regla: Cuando se dice cónyuge se entiende en el derecho venezolano tanto el
marido como la esposa.
Cuarta regla: El o la cónyuge nunca puede ser excluido por los otros herederos.
Quinta regla: Los ascendientes concurren con el cónyuge.
Sexta regla: El o la cónyuge concurren con los hermanos del causante y sus sobrinos,
cuando no haya hijos de éste, ni ascendientes. En este caso el patrimonio hereditario se
divide en dos porciones iguales, una para el cónyuge supérstite y otra para los hermanos
del de cujus. Cuando se concurre con los hermanos se aplica la regla si son de simple o
doble conjunción.
Los hermanos de doble conjunción son del mismo padre y madre. Los hermanos de
simple conjunción son aquello de un mismo padre o sólo de la misma madre. También se
le dice a los hermanos de una misma madre hermanos uterino.
En este caso los hermanos de doble conjunción con el causante tomn.an el doble
de los hermanos de simple conjunción.
Ejemplo.
Luis Acosta falleció el 02 de enero de 2019, a la muerte de sobrevive sus cuatros
hermanos 3 de doble conjunción (María, Raúl y Joel) uno de simple conjunción David y
Rey estos hermanos son gemelos, la herencia se divide entre 8 (2+2+2+1+1) y entonces le
corresponde a David 1/8 y Rey 1/8 a María 2/8, Raúl 2/8 y Joel 2/8.

Los colaterales.
El pariente colateral más próximo excluye al más remoto por cuanto en esta línea
no existe representación. Todos los parientes del mismo grado concurren en partes
iguales. No hay diferencia entre colateral por doble o por simple conjunción. Todos los
herederos ab intestato en línea recta excluyen a los colaterales. Esta categoría de
herederos no excluyen a ninguna otra.
Únicamente Colaterales de 3er grado hasta 6to. Grado. Toda la herencia va a estos
herederos, dividiéndose el monto hereditario entre el número de ellos, teniendo siempre
en cuenta que los de grado más próximo excluyen a los de grado más lejano.
X.- SUCESION TESTAMENTARIA.
La sucesión testamentaria también denominada voluntaria, es la que tienen lugar
como manifestación de la última voluntad del de cujus, mediante testamento, por el cual
en vida se dispone del destino de sus bienes a su muerte, dentro de ciertos límites legales.
Es aquella en que la vocación sucesoria es determinada por la voluntad del causante,
manteniendo siempre el respeto a la legítima.

Lo importante es que esa voluntad expresa del causante debe cumplir ciertos
requisitos para que pueda tener eficacia jurídica.
 Que sea emitida en forma válida; conforme a las disposiciones legales o sea
mediante testamento.
 Que el de cujus sea capaz de disponer
 Que el instituido sea capaz para recibir
 Que en las disposiciones testamentarias se hayan respetado los derechos de la
sucesión necesaria (legítima) que pudiera existir.

Nuestro Código Civil prohíbe el pacto sobre sucesiones futuras, así como la donación
mortis causa.
El testamento: según Ulpiano: Manifestación legítima de nuestra voluntad, hecha
solemnemente para que sea válida después de nuestra muerte.
Francisco López Herrera: Es el acto unilateral, sjui generis, unilateral, personalísimo,
solemne, de última voluntad y esencialmente revocable, por el cual una persona dispone
de la totalidad o una parte de su patrimonio, o hace cualquier otro tipo de ordenación.
El Código civil, lo define en su artículo 883.
1.- Capacidad para recibir por testamento. Artículo 839, 840 y 841 CC
2.- Clases de testamento:
a.- Ordinarios: Abiertos art. 852, 853,854,856 y 882 CC
Cerrado artículo 857 al 860 y 882 CC.
b.- Especiales: En lugares donde exista epidemia: art. 865, 866 y 882 CC
A borde de buques de marina de guerra y mercante. Art. 867 al 874 y 882 CC.
Otorgado por militares Art. 875 al 878 y 882 CC.
c.- Otorgados en el Extranjero Art. 879 y 881 CC.

XI.- LA LEGÍTIMA.

Nuestro Código Civil consagra la institución de la legítima en su artículo 883.


La cuota parte que la ley reserva a ciertos herederos, se denomina cuota legítima o
cuota de reserva. La legítima no es otra cosa que un limitación a la libertad de testar; no
obstante luego de respetar esta porción el testador puede disponer libremente del resto
de sus bienes, esta otra parte sustraída de toda vinculación se ha denominado cuota libre
o cuota disponible.

Aunque a criterio de Ricci La legítima no representa otra cosa sino el cumplimiento


de un deber moral a favor de ciertas personas unidas a nosotros por el vínculo de la
sangre; deber que el legislador consagra para hacerlo más respetable y firme, a fin de
evitar que la indolencia del causante pueda en un momento dado dejar desamparados a
esos tan ligados a él.
Se restringe la facultad de testar a;
Los descendientes, los ascendientes y el cónyuge supérstite que no esté separado de
bienes, a ellos le corresponde la plena propiedad de la cuota o porción hereditaria de la
cual el testador no puede disponer, que es la Legítima.

El parentesco.- Puede ser por consanguinidad o por afinidad.


El parentesco por consanguinidad es la relación que existe entre las personas unidas por el
vínculo de la sangre.
La proximidad del parentesco se determina por el número de generaciones.
Cada generación forma un grado. Artículo 37 del Código Civil.
La series de grado forma la línea. Artículo 38 CC.
En ambas líneas hay tantos grados cuantas son las personas menos una.
En la recta se sube hasta el autor.
En la colateral se sube desde la persona de que se trata hasta el autor común, y después
se baja hasta la otra persona con quien se va hacer la computación. Art. 39 CC
La afinidad es el vínculo entre un cónyuge y los parientes consanguíneos del otro. Art.40
CC.
Ejemplo: Z (CAUSANTE) TIENE 3 HIJOS A, B y C CADA UNO DE ELLOS TIENE UN HIJO QUE
SON A1, B1 Y C1, QUE SON LOS NIETOS DEL CAUSANTE, ESTOS A SU VEZ TIENEN UN HIJO
QUE SON A2, B2 y C2 QUE SON LOS BISNIETOS DE Z.
AHORA DETERMINADOS LOS GRADOS.

1.- SE QUIERE SABER CUAL ES EL GRADO QUE HAY ENTRE EL CAUSANTE Y SU BISNIETO A2,
SE CUENTA DESDE Z HASTA A2 Y SE RESTA UNO O PUEDE SER A+A1+AZ = 3ER GRADO DE
CONSAGUINIDAD EN LINEA RECTA DESCENDIENTE.

2.- PARENTESCO DESDE BISNIETO DE Z AL NIETO DE Z. B2 AL C1= B1+B+Z+ C+C1 = 5TO


GRADO DE CONSAGUINIDAD EN LINEA COLATERAL.

3.-PARENTESCO ENTRE HERMANOS A y C = A-Z; Z-C ES DE SEGUNDO GRADO DE


CONSAGUINIDAD EN LINEA COLATERAL (SIEMPRE SON COLATERALES DE 2DO GRADO).

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