Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Bajo esta denominación se reúnen un conjunto de títulos que incorporan un derecho de crédito de
carácter pecuniario. Los títulos cambiarios más importantes son la letra de cambio, el pagaré y el
cheque.
b. Títulos de participación
Los títulos de participación confieren a su poseedor legítimo una determinada posición en el ámbito de
la organización social que se concreta en un conjunto de derechos y poderes.
Las acciones los títulos de participación por excelencia.
c. Títulos de tradición
Los títulos de tradición (o representativos) son aquellos que atribuyen a su poseedor el derecho a la
entrega de unas determinadas mercancías, la posesión de las mismas y el poder de disponer de ellas
mediante la transferencia del título. El título otorga la posesión de las mercancías. La posesión mediata
del tenedor del título tiene como presupuesto la posesión inmediata de las mercancías por parte del
emitente del título. El poseedor del título puede disponer de ellas mediante la entrega del título.
D. Títulos nominativos, a la orden y al portador
a. Títulos nominativos
Título nominativo es aquel que designa como titular a una persona determinada y que no puede ser
transmitido sin que se notifique la transmisión al deudor. La primera característica fundamental de los
títulos nominativos es que designan como titular a una persona determinada. Para que el poseedor del
título esté legitimado para solicitar la prestación que en él se indica, no sólo es necesaria la presentación
del documento, sino la identificación de la persona que lo presenta, que ha de demostrar que es la
designada en el título o su cesionario. Una segunda característica de los títulos nominativos radica en el
régimen de su transmisión. Es preciso distinguir entre los títulos emitidos individualmente y los emitidos
en serie.
b. Títulos a la orden
Se considera como título a la orden el que designa como titular a una persona determinada o a otra que
aquélla o las sucesivas poseedoras legítimas del documento designen en el propio título. El título a la
orden es nominativo, pero por medio de una cláusula de endoso puede ser sustituida la persona
designada en él, sin permiso ni necesidad de notificarlo al deudor, emitente del título. La legitimación en
los títulos a la orden se produce por la coincidencia entre quien lo presenta y la persona que en él se
designa como titular, que puede ser la que primero se designó o la que ésta o las sucesivas personas
poseedoras del título hayan indicado, debiendo existir en el título una cadena regular de endosos.
Títulos a la orden por excelencia son la letra de cambio, el pagaré y el cheque.
c. Títulos al portador
Son títulos al portador aquellos que legitiman a su poseedor como titular del derecho incorporado al
documento. Estos documentos no designan una persona determinada cómo su titular sino simplemente
lo es la que los posee.
Dado que en esta clase de títulos se reconoce al poseedor del documento la titularidad del derecho al
que se refiere, el ejercicio de ese derecho incorporado al título se ve facilitado extraordinariamente,
porque para ello basta con la presentación del documento.
La posición del acreedor se ve reforzada en el aspecto procesal, ya que del título al portador deriva una
acción ejecutiva contra su emisor, que puede ejercitar desde el día de su vencimiento.
El tenedor del título tiene derecho a confrontarlo con sus matrices siempre que lo crea conveniente.
Los títulos al portador son transmisibles por la simple tradición del documento, pero para que la
tradición transfiera la propiedad del título es preciso que previamente haya existido una causa
adecuada.
b. Formalización de la emisión
La LMV regula la formalización de la emisión de valores con la finalidad de que éstos se documenten
mediante anotaciones en cuenta. Para ello será preciso que la sociedad emisora describa las
características de los valores en un folleto de emisión ante la CNMV y ante el organismo rector del
mercado o sistema en el que se vayan a negociar los valores.
I. Consideraciones generales
Se puede definir la letra de cambio como el título valor que incorpora una orden incondicionada, dada
por quien lo emite, a otra persona de pagar una suma determinada a un tercero. En la letra aparecen en
el momento de su emisión tres sujetos:
a) El librador, es quien emite el documento dando la orden de pago, cuyo cumplimiento garantiza.
b) El librado, que es la persona a la que va dirigida esa orden de pago, pero que solo se obligará
cambiariamente cuando haga la declaración en la propia letra de que acepta su pago.
La Lc declara que los que hubieren librado, aceptado, endosado o avalado una letra de cambio
responden solidariamente frente al tenedor. La obligación de los deudores es autónoma ya que se trata
de una solidaridad especial porque el pago hecho por uno de los obligados no extingue la deuda de los
demás. Sólo el pago efectuado por el aceptante libera a todos los demás obligados.
La denominación de letra de cambio inserta en el texto mismo del título expresada en el idioma
empleado para su redacción.
El mandato puro y simple de pagar una forma determinada. Ha de contener una orden incondicionada
de pago de una determinada suma.
La Lc permite que puedan añadirse algunas otras menciones no requeridas siempre que no estén
prohibidas por ella. Puede establecerse la cláusula «a la orden», que es innecesaria, ya que la cláusula
que produce ciertos efectos es precisamente la contraria, la de «no a la orden» u otra equivalente, al ser
la letra un título a la orden nato (art. 14); la cláusula del endosante que excluya su responsabilidad por la
aceptación y el pago (art. 18); la cláusula de «valor» en el endoso (arts. 21 y 22); la de prohibición de la
presentación de la letra a la aceptación (art. 26); la cláusula «sin gastos» (art. 56); la cláusula de cesión
de la provisión (art. 69); la relativa a la intervención (arts. 70 y ss.) y otras.
D. Consecuencia de la falta de alguno de los requisitos esenciales
La consecuencia es que tal documento no se considera como letra de cambio, lo que quiere decir que no
le es aplicable el régimen de la letra. Sin embargo, ese documento puede tener el valor de una promesa
ordinaria de pago, siempre que concurran los elementos de los que pueda derivarse esta promesa.
La Lc establece la autonomía de los distintos obligados cambiarios al decir el artículo 8 que «cuando una
letra de cambio lleve firmas de personas incapaces de obligarse, o firmas falsas, o de personas
imaginarias, o firmas que por cualquier otra razón no pueden obligar a las personas que hayan firmado
la letra o aquellas en cuyo nombre aparezca firmada, las obligaciones de los demás firmantes no dejarán
por eso de ser válidas». Se produce, por tanto, una independencia de las distintas obligaciones
cambiarias, de forma que aun cuando todos los obligados cambiarios respondan solidariamente, la
obligación de cada uno de ellos es independiente y los defectos que afectan a la validez de una
obligación no lesionan a las demás.
La Lc dedica a esta cuestión dos artículos. El primero de ellos, el artículo 9 es de aplicación la doctrina
creada en torno a su precedente en el C. de c. sobre la necesidad de quien suscriba una letra haciendo
cualquier tipo de declaración cambiaria en nombre de otro debe expresarlo claramente en la antefirma,
para que mediante la contemplatio domini quede obligado el representado. El artículo 10 regula los
supuestos de la firma de una declaración cambiaria, por un falso representante y del que se ha excedido
en los poderes que le han sido conferidos.
En el caso de que ponga la firma como representante una persona que no tiene poderes para actuar en
nombre de otra, la Lc establece que su declaración tiene plena eficacia con relación al propio
representante, pero no frente al representado. Se establece una responsabilidad de modo objetivo a
cargo del falso representante.
En caso de que el representante que se hubiera excedido de poderes la responsabilidad es la misma; el
representante se obliga personalmente de forma cambiaria.
El librador y el librado por la cual éste recibe la orden de pago de la suma indicada en la letra. La Lc
prevé excepcionalmente que pueda insertarse en la letra la cláusula de cesión de la provisión, esto es,
una cláusula en la que el librador declare que cede al tenedor sus derechos con relación a la provisión.
El tenedor legítimo de la letra es titular de un crédito cambiario y tal crédito ha de considerarse diverso
del que deriva de la relación subyacente.
I. La aceptación
A. Concepto
La aceptación es la declaración incondicionada del librado contenida en la letra por la que asume la
obligación de pagarla a su vencimiento. El librado, al transformarse en aceptante, se convierte en el
obligado cambiario principal y directo. Pero el librado, en tanto no acepta la letra, no está obligado
cambiariamente a su pago, aun cuando haya recibido la orden de pago del librador. El librador garantiza
la aceptación y el pago de la letra, pudiendo eximirse de la garantía de la aceptación, pero no del pago.
B. Presentación de la aceptación
La presentación será necesaria cuando así lo haya establecido el librador o un endosante fijando o no un
plazo para ello. Igualmente, la presentación a la aceptación será necesaria en las letras giradas a un
plazo desde la vista, que deberán presentarse a la aceptación en el término de un año a partir de su
fecha. El librador podrá cortar ese plazo del año o fijar uno más largo; plazos que pueden ser acordados
por los endosantes.
El librador podrá prohibir que la letra se presente a la aceptación o que la presentación no se haga antes
de determinada fecha.
C. Requisitos de la aceptación
La aceptación se expresará mediante la palabra acepto e irá firmada por el librado, de forma autógrafa.
La simple firme del librado puesta en el anverso de la letra equivale a la aceptación.
La fecha de aceptación no es necesaria. Sin embargo, debe ponerse la fecha en los casos de las letras
pagaderas a un cierto plazo desde la vista.
La aceptación puede ser parcial. El aceptante queda obligado por la parte y el tenedor puede iniciar la
vía de regreso inmediatamente por la parte no aceptada. La prohíbe la aceptación condicionada. Se
perfecciona la aceptación cuando después de escrita en la letra ésta se devuelve por el librado.
La aceptación por intervención tiene por finalidad evitar que el tenedor de la letra pueda ejercitar sus
acciones contra los obligados en vía de regreso.
II. El endoso
A. Noción
Se denomina endoso a la declaración, contenida en la letra y suscrita por su actual tenedor llamado
endosante, tendente a transmitirla a otra persona, denominada endosatario, que adquiere todos los
derechos resultantes de la letra. El endosatario, cuando reciba el documento, se convierte en su nuevo
tenedor legítimo y adquiere los derechos resultantes de la letra de cambio.
El endosatario obtiene una titularidad del crédito cambiario, con una posición autónoma en relación a la
que tenía el anterior tenedor.
El endosante, al hacer la declaración del endoso, renueva la orden de pago y, salvo pacto en contrario,
garantiza la aceptación y el pago de la letra frente a sus tenedores posteriores.
Para que no sea transmisible mediante endoso será necesario que figure en la letra una cláusula
especial.
B. Forma de endoso
a. Requisitos
Se trata de una declaración redactada bajo la forma de una orden que el tenedor de la letra dirige al
deudor principal (al librado) de pagar a la persona a la que con el endoso se transfiere el título. El
endosante ha de ser el tenedor de la letra. El endosatario puede ser cualquier persona, incluso el
librado, el librador o cualquier persona obligada en la letra, aun cuando lo normal es que el endoso se
haga un tercero. El endoso ha de ser una declaración incondicionada, es decir, pura y simple.
Será endoso en blanco el que no designe el nombre del endosatario o consista simplemente en la firma
del endosante. El tenedor de la letra que la recibe con un endoso en blanco, puede: completar el endoso
poniendo su nombre o el de otra persona; endosar la letra nuevamente mediante otro endoso en
blanco o designando a un endosatario determinado, o simplemente puede entregar la letra un tercero.
El tenedor de la letra en blanco se considerará legitimado con la simple posesión de la letra.
C. Efectos
El endoso pleno produce los efectos que ya han sido apuntados, a saber:
1. El endoso produce una función legitimadora, ya que el endosatario que posee el título se considera
como un poseedor legítimo de la letra cuando justifique su derecho por una serie no interrumpida de
endosos.
2. El endoso produce la transmisión de todos los derechos resultantes de la letra de cambio.
3. El endoso produce además un efecto de garantía. El endosante responde en vía de regreso frente a
los tenedores posteriores de la letra de la aceptación y del pago. Este efecto puede eliminarse por el
propio endosante mediante una cláusula de sin garantía que se inserte en la letra.
Es aquel en el que el endosante no desea transmitir la propiedad de la letra, sino que ésta se entrega al
endosatario simplemente para cobrarla. El endosatario podrá ejercer todos los derechos derivados de la
letra de cambio, pero no podrá endosarla sino a título de cobranza.
La letra puede ser entregada en prenda, de forma que el tenedor adquiera un derecho de prenda sobre
el crédito cambiario y no la titularidad plena. El endosatario en prenda tiene una posición autónoma con
relación a su endosante, ya que las personas obligadas no podrán invocar contra él las excepciones
fundadas a menos que el tenedor hubiera actuado a sabiendas en perjuicio del deudor.
El aval es una declaración cambiaria que tiene por finalidad garantizar el pago de la letra. Su
intervención se dirige a reforzar el crédito cambiario por medio de una declaración o firma
complementaria a las que hacen circular la letra.
A. El avalista
Puede serlo un tercero o un firmante de la letra. La Lc autoriza expresamente que quien ya esté obligado
cambiariamente asuma una responsabilidad de garantía.
Debe expresar quien de los obligados cambiarios es el avalado. Se requiere una explícita mención de a
quien se avala. A falta de una expresa indicación la Lc determina que el aval se prestó por el aceptante, y
en defecto de éste, por el librador.
A. Requisitos formales
Se hace depender únicamente de que se indique que se presta por aval. Lo que interesa es que se
exprese el avalista asume su obligación cambiaria en garantía del pago de la letra.
Asignar a la simple firma de una persona puesta en el anverso de la letra de cambio el valor de un aval
cambiario.
Ese aval carente de efectos cambiarios, esto es, que no da lugar a una responsabilidad cambiaria. Es una
fianza u otro tipo de contrato de garantía personal.
Puede insertarse en la letra en cualquier momento entre la emisión y el vencimiento. Puede otorgarse
antes, después, o en el mismo instante que la declaración garantizada.
Es una obligación de garantía produciéndose, por consiguiente, la identidad entre la obligación asumida
por el avalista y la obligación cambiaria que asegura.
Llegado el vencimiento al aceptante, como obligado principal, no paga la letra de cambio, deberá
hacerlo el avalista.
El avalista de un obligado en vía de regreso puede verse afectado por el concurso o embargo infructuoso
de los bienes del librado o concurso del librador de una letra en la que se prohibiera la presentación a la
aceptación. Para el ejercicio de la acción de regreso en esos supuestos será suficiente la presentación de
la providencia por la que se tiene por solicitado el concurso.
El avalista puede actuar contra el avalado. Es la acción de reembolso propia. Se trata de una acción
cambiaria singular del avalista. Además, el avalista puede actuar también contra aquellos obligados
cambiarios que responden ante el avalado. El avalista es aquel que cumple en lugar de otro, condición
subsidiaria que ahora se manifiesta en la obligación del avalista como acreedor cambiario de los mismos
que responde frente al avalado.
El régimen de las excepciones deviene en el aval de una manifestación principal. Ahora bien, no se
traduce en una correspondiente sencillez a la hora de concretar tales excepciones, sobre todo ante la
necesaria determinación de aquella norma a la luz de las que, con alcance general, formulan 20 y 67 de
la Lc.
I. EL VENCIMIENTO DE LA LETRA
A. Requisitos
Ha de ser único, de manera que las letras con vencimiento sucesivos serán nulas.
Ha de ser cierto, en el sentido de que ha de existir una certidumbre en cuanto a si ha de llegar y en
cuanto a su determinación o a la posibilidad de su determinación.
Ha de ser posible, en cuanto que no ha de tratarse de una época o un día inexistente.
Ha de atenerse a alguna de las fórmulas típicas sobre el momento de la exigibilidad del crédito
cambiario.
B. Modalidades de vencimiento
A. Consideraciones generales
La letra de cambio es considerada un título de presentación, lo que implica que el tenedor de la letra
tiene el deber, si quiere cobrarla, de requerir al deudor su pago mediante la presentación de la letra al
pago.
B. Circunstancias de la presentación
La presentación de la letra ha de efectuarse por iniciativa del tenedor del título que dicha realización se
ha visto facilitada.
El sujeto que está legitimado activamente para la presentación al pago es, el tenedor legítimo de la
misma. Desde una perspectiva pasiva, la presentación ha de efectuarse al librado como deudor
principal; presentación que ha de efectuarse en el lugar determinado expresamente para el pago en la
letra.
C. Momento de la presentación
El tenedor de una letra de cambio pagadera en día fijo o en un plazo a contar desde la vista deberá
presentar la letra de cambio al pago en el día de su vencimiento, o en uno de los dos días hábiles
siguientes.
D. Falta de presentación
III. EL PAGO
A. Consideraciones generales
El pago ordinario de la letra ha de realizarse el día de su vencimiento o en uno de los dos días hábiles
siguientes. El tenedor de la letra podrá intentar un pago extraordinario dirigiéndose en vía de regreso a
los demás firmantes de la letra que han garantizado el pago. Cuando el pago no se realiza de una
manera voluntaria por los obligados cambiarios, en tal caso el tenedor de la letra podrá exigir el
cumplimiento forzoso del pago mediante el ejercicio de las acciones cambiarias.
El deudor habrá de pagar la suma indicada en la letra, que puede ser en euros o en moneda extranjera,
que la ley exige que sea convertible admitida a cotización oficial.
El pago ha de ser íntegro, en el sentido de que el deudor ha de pagar la totalidad de la suma indicada en
la letra. No obstante, el portador no puede rechazar el pago parcial. En caso de pago parcial, el librado
podrá exigir que este pago se haga constar en la letra y que se le dé recibió del mismo.
C. Pago anticipado
El portador de la letra no podrá ser obligado a recibir el pago anticipadamente, ya que, el plazo se
entiende que se ha establecido en su interés. Por otro lado, el librado que pagare anticipadamente lo
hará por su “cuenta y riesgo”. El tenedor estará obligado a comprobar la regularidad de la serie de
endosos, pero no la autenticidad de la firma de los endosantes.
D. Prueba el pago
La simple posesión de la letra después del vencimiento en manos del librado o domiciliatario sirve de
prueba del pago. No obstante, podrá probarse que la letra no ha sido pagada aun cuando esté en poder
del librado.
El pago habrá de comprender la cantidad total a satisfacer por el que interviene y habrá de efectuarse al
día siguiente al último permitido para levantar protesto por falta de pago, esto es, al octavo día hábil
después del vencimiento.
El pago ordinario efectuado por el librado extingue todas las obligaciones cambiarias. Si se trata de un
pago extraordinario, los efectos del pago dependerán de la posición que ocupe en la letra que no ha
pagado. Si paga un endosante se extingue las obligaciones cambiarias de los endosantes posteriores a él
y de sus respectivos avalistas, pero permanecen las obligaciones de los endosantes anteriores, de
librador, del aceptante y de los respectivos avalistas. Si paga el librador, quedan liberados todos los
endosantes y sus avalistas, y solo podrán proceder contra el aceptante y su avalista.
B. Acción directa
La acción directa surge en el caso de falta del pago contra la aceptante o sus avalistas. El obligado
principal, el cual debe pagar la letra aún después del día de vencimiento, sin necesidad de que se
cumplan determinados presupuestos, como es el levantamiento del protesto.
La acción directa no decae o se perjudica porque no se haya presentado la letra al cobro el día del
vencimiento, sino que esto se hace posteriormente. Está sometida a un plazo de prescripción de tres
años que se cuentan a partir del vencimiento de la letra.
C. Acción de regreso
a. Presupuestos
Entre los llamados presupuestos sustanciales encuentra, en primer lugar, la falta de pago de la letra.
Bastará para el ejercicio de la acción de regreso llegado el vencimiento, que el librado no haya pagado la
letra.
Cuando se hubiere denegado total o parcialmente la aceptación.
Cuando el librado, se aceptante o no, se hallare declarado en concurso o hubiese resultado infructuoso
el embargo de los bienes.
Cuando librador se encontrara declarado en concurso.
La ley prevé la pérdida de la acción cambiaria de regreso cuando faltan esos presupuestos. Con
excepción del aceptante y de su avalista en los casos de:
Falta de presentación dentro del plazo de una letra girada a la vista o a un plazo desde la vista.
Cuando no se hubiera levantado protesto.
Cuando no se hubiere presentado la letra al pago en el plazo pactado.
Si la letra no hubiera sido presentada dentro del plazo a la aceptación, si fuera necesario.
b. Protesto de la letra
En primer lugar, puede sustituirse por una declaración que conste en la letra, fechada y firmada por el
librado en la que se haga constar la negativa de aceptar la letra o de pagarle.
El protesto sea notarial o mediante la declaración: si es por falta de aceptación, dentro del término
fijado para la presentación a la aceptación o de los ocho días hábiles siguientes a su terminación. Si es
por falta de pago, y la letra es pagadera a la vista, el plazo es igual al señalado para el caso de falta de
aceptación, pero si la letra es pagadera a fecha fija, el protesto deberá hacerse en uno de los ocho días
hábiles siguientes al del vencimiento de la letra.
b. Protesto notarial
El levantamiento del protesto es un acto complejo, que parte de un acta notarial que ha de notificarse al
librado en espera de que acepte o pague la letra, la cual retiene el Notario en su poder.
c. Declaración equivalente
La declaración equivalente del impago de la letra de cambio efectúa la entidad de crédito tenedora del
efecto. Esta declaración, que sustituye el protesto notarial, debe efectuarse dentro de los mismos plazos
que la Ley fija para éste. Tal declaración carece de eficacia para sustituir al protesto si el librado hubiere
exigido en la letra el levantamiento del protesto notarial.
c. Dispensa del protesto mediante la cláusula sin gastos
Mediante cláusula de devolución sin gastos escrita en el título y firmada por el librador, el endosante o
sus avalistas podrán dispersar al tenedor de hacer que se levante protesto por falta de aceptación o por
falta de pago. Para poder de ejercitar sus acciones de regreso, tanto en vía ordinaria como ejecutiva. La
cláusula puede ponerse por el librador y producirá efectos con relación a todos los firmantes.
La Lec establece un deber de comunicación a cargo del tenedor de la letra, quien ha de dirigir la
comunicación a su endosante y al librador. La comunicación hecha a un firmante de la letra debe
hacerse en el mismo plazo a su avalista. La comunicación ha de hacerse por el tenedor dentro de los
ocho días hábiles siguientes a la fecha del protesto. Los endosantes han de hacerlo dentro de los dos
días hábiles siguientes a la fecha en que hayan recibido la notificación. La falta de comunicación tendrá
una responsabilidad por los daños y perjuicios que se podrían haber causado.
e. Importe de la reclamación
Si es el tenedor quien ejercita la acción, podrá reclamar de los obligados el importe de la letra, más los
intereses a partir del vencimiento y los demás gastos, incluidos los de protesto y comunicaciones.
Si es un obligado que ha pagado la letra, puede reclamar de las otras personas responsables la cantidad
íntegra más los intereses legales contados a partir de la fecha de pago, más los gastos que haya
realizado.
D. Letra de resaca
La persona que tenga acción de regreso pueda resarcirse de todas las cantidades que se le deben, más
una comisión y el importe del timbre, mediante una nueva letra a la vista sobre cualquiera de los
obligados cambiarios.
Las excepciones personales se basan en únicamente pueden oponerse a una determinada persona que
posea la letra, y no, por regla general, a los tenedores sucesivos. Las reales son oponibles a cualquier
tenedor de la letra.
El art. 66 de la Lc declara que la letra de cambio tendrá aparejada ejecución a través del juicio cambiario
por la suma determinada en el título y por las demás cantidades, conforme a los arts. 58,59 y 62 de la Lc,
sin necesidad de reconocimiento judicial de las firmas.
B. Excepciones personales
Se comprenden:
Las que nacen de las relaciones personales entre el tenedor de la letra y el deudor demandado, como
consecuencia del contrato fundamental o subyacente.
También son personales otras excepciones que afectan a la titularidad de la letra, porque el tenedor de
la letra puede estar legitimado formalmente. Se califican como personales porque sólo pueden
oponerse a un determinado tenedor de la letra y no frente a cualquier poseedor.
C. Excepciones reales
A. Acción causal
Es la que corresponde al tenedor de la letra sobre la base del negocio originario que ha servido de
fundamento para la emisión de la letra o de otra declaración cambiaria. El tenedor cambiario puede
tener frente al deudor dos acciones: la cambiaria, surge del título, y la causal, del negocio subyacente.
B. Acción de enriquecimiento
El tenedor podrá dirigir esta sección contra el librador, el aceptante o un endosante exigiéndoles el pago
de la cantidad con la que se hubieren enriquecido injustamente en su perjuicio, como consecuencia de
la extinción de la obligación cambiaria de la omisión de los exigidos por la Lc para la conservación de los
derechos que derivan del título.
VII. LA PRESCRIPCIÓN
Las acciones cambiarias contra el aceptante prescriben a los tres años contados desde la fecha del
vencimiento; las acciones del tenedor contra los endosantes y contra el librador prescribirán al año
contado desde la fecha del protesto; las acciones de unos endosantes contra los otros y contra el
librador prescribirán a los seis meses a partir de la fecha en que el endosante hubiera pagado la letra.
3.1 PAGARÉ
A. Nociones y caracteres
La L.C. regula el pagaré como un título que tiene un régimen extraordinariamente parecido al de la letra
de cambio. El pagaré contiene una promesa incondicionada de un sujeto de pagar a otra una suma
determinada. Solo figura quien lo emite denominado firmante y la persona a la que se ha de hacer el
pago el tenedor.
B. Régimen
El firmante del pagaré queda obligado de igual manera que el aceptante de la letra, en el supuesto de
que el pagaré haya de hacerse efectivo a cierto plazo desde la vista. El pagaré habrá de presentarse al
firmante, que pondrá en el título de la palabra visto con su suscripción. La fecha de esta nueva firma
servirá para computar el plazo de vencimiento, y en caso de negativa el firmante podrá sustituirse por el
protesto, que servirá para el cómputo de ese plazo.
3.2 EL CHEQUE
A. Concepto
Se denomina cheque al documento que contiene una orden incondicionada de su librador a un banco de
pagar a la vista a su tenedor legítimo una suma determinada.
B. Presupuestos
Para la emisión del cheque la L.C. exige que ha de librarse contra un banco que tenga a disposición el
librador y de conformidad con el acuerdo expreso tácito, según el cual el librador tenga derecho a
disponer por cheque de aquellos fondos.
La existencia de fondos en el banco a disposición del librador y que sean suficientes para el pago del
cheque. Además, que existe un acuerdo entre el librador y el banco para disponer de estos fondos
mediante la emisión del cheque.
B. Acciones causales
La falta de pago del cheque consiente a su tenedor el poder ejercitar la acción causal contra librador o
contra el endosante. También podrá dirigirse el tenedor contra el librador si éste tenía provisión de
fondos por parte del librador en el momento de la presentación del cheque al pago. Esta acción ha de
considerarse causal.
C. Acción de enriquecimiento
La LC reconoce al tenedor del cheque, como el de la letra, una acción de enriquecimiento injusto para el
caso de pérdida de las acciones causales y cambiarias, siempre que se queden los demás presupuestos
previstos en el artículo 65.
Son contratos mercantiles aquellos que surgen como instrumento necesario para regular las relaciones
jurídicas a que da lugar la actividad profesional del empresario con los adquirentes de bienes y servicios
al mercado, ya sean otros empresarios o consumidores.
A. Introducción
La compraventa es un contrato por el cual una persona, el vendedor, se obliga a entregar una cosa a
otra, el comprador, que se compromete a pagar un precio.
B. Delimitación según el C. de c.
Son mercantiles:
a) Las compras de cosas muebles realizadas con la finalidad de lucrarse en la reventa. Pueden haberse
adquirido para la reventa en el mismo estado en que se encuentran o bien en otro diferente.
b) Las ventas realizadas por los empresarios cuando el comprador también lo sea y adquiera la cosa para
su actividad económica.
Son obligaciones fundamentales del vendedor la entrega de la cosa y la garantía por evicción y vicios o
defectos de la cosa.
a. Obligación de entrega
El vendedor se obliga, como consecuencia del contrato, a entregar al comprador la cosa vendida en el
momento y en el lugar convenido. Si se trata de cosas genéricas, el vendedor deberá entregar la
cantidad, calidad y tipo de aquellas que correspondan a las estipuladas en el contrato y que estén
envasadas o embaladas en la forma pactada. Se considera cumplida la obligación del vendedor cuando
tenga la mercancía puesta a disposición del comprador.
b. Obligación de garantía
Se incluye el saneamiento por evicción y por los vicios o defectos de la cosa. Si esta última garantía
afecta a los vicios de la cosa, la garantía por evicción afecta a la situación jurídica de la cosa misma. El
régimen general de garantía por vicios de la cosa no es de aplicación cuando el comprador es un
consumidor, cuya protección es superior.
Se dice que hay vicio de la cosa cuando siendo idéntica la cosa entregada a la que fue objeto de
contrato, tiene algunas alteraciones anormales. Hay defectos de calidad cuando no es idéntica la cisa
contratada y la entregada.
Es preciso distinguir: Que se trate de vicios, defectos de calidad o cantidad que sean aparentes. En este
primer caso, el comprador debe denunciar los vicios en el acto de la entrega si examina la mercancía,
pues si no lo hace la denuncia en ese momento, el comprador pierde todo derecho a reclamar por estas
causas. Si vienen embaladas o enfardadas, tiene un plazo de cuatro días desde que las recibió para hacer
la denuncia de los vicios o defectos.
Si los vicios son internos, el comprador tiene un plazo de treinta días a partir de ésta para denunciarlos.
c. Efectos de la denuncia
Radican en que el comprador conserva la acción para reclamar contra el vendedor. Si los vicios son
aparentes, el comprador puede solicitar la resolución del contrato y la indemnización por daños y
perjuicios. Si se trata de vicios ocultos, el comprador, podrá ejercitar las acciones reconocidas por el C.c.
en el término de 6 meses contados desde la entrega.
El régimen de la garantía por vicios o defectos de la cosa puede ser modificado mediante pactos
contractuales.
Es la obligación fundamental del comprador. El plazo de prescripción del derecho del vendedor al pago
del precio es de quince años. Sin embargo, en las ventas a consumidores es de tres años.
b. Recepción de la mercancía
El comprador debe facilitar la entrega de las mercancías por parte del vendedor haciéndose cargo de
ellas. El alcance de esta obligación dependerá del momento y lugar de la puesta a disposición de la cosa
por parte del vendedor. Si el comprador rehúsa sin justa causa el recibo de las mercancías compradas, el
vendedor puede depositarlas judicialmente, siendo los gastos a cargo del comprador.
a) Si se trata de compraventa de cosa determinada, el riesgo es del vendedor hasta que ésta se pone a
disposición del comprador.
b) Si la venta es de cosa genérica el riesgo se transmite al comprador a partir del momento de la
especificación de la mercancía.
c) En el caso de compraventa con facultad de examinar la mercancía el riesgo no se transmite hasta que
la mercancía es examinada o adquiere la condición pactada.
En el caso de que el vendedor entregue una cosa diversa a la pactada o una cosa defectuosa, estará
obligado a efectuar la prestación prevista en el contrato o a reparar los defectos, y si éstos tuvieran una
cierta gravedad, el comprador podrá resolver el contrato.
Si el comprador no paga el precio el momento debido se constituye en mora y está obligado a pagar el
interés de la cantidad que adeuda al vendedor. Éste, entregadas las mercancías y no pagadas, tendrá la
facultad de resolver el contrato. En el caso de que se haya previsto el pago anticipado de la mercancía,
el vendedor no está obligado a entregar la cosa si no recibe su importe.
Se entiende por venta a plazos el contrato mediante el cual una de las partes entrega a la otra una cosa
mueble y corporal y ésta se obliga a pagar por ella un precio cierto de forma total o parcialmente
aplazada en tiempo superior a tres meses desde la perfección del contrato.
1º. Para la validez del contrato es necesario que conste por escrito.
2º. La ley exige que el documento contractual contenga unas menciones obligatorias que se detalla en
su artículo 7.
3º. El comprador podrá desistir del contrato dentro de los siete días siguientes a la entrega del bien,
comunicándolo de forma fehaciente al vendedor.
4º. En la publicidad de venta de bienes a plazos debe hacerse constar el precio de adquisición al contado
y el precio total a plazos.
B. Reserva de dominio
Para que sean oponibles frente a terceros las reservas de dominio o las prohibiciones de disponer que se
inserten en los contratos sujetos a la presente ley, será necesaria su inscripción en el registro de bienes
muebles.
La Ley prevé que, si el comprador demora el pago de dos plazos, el vendedor puede optar por exigir el
pago de todos los plazos pendientes de abono o la resolución del contrato. Si opta al vendedor por exigir
judicialmente el pago, con carácter excepcional y por justas causas apreciadas discrecionalmente, podrá
señalar nuevos plazos o alterar los convenidos. Si el vendedor opta por la resolución del contrato, las
partes deberán restituirse recíprocamente las prestaciones realizadas.
VII. CONTRATO DE SUMINISTRO
A. Noción y caracteres
En el contrato de suministro se pueden delimitar las prestaciones o bien dejar la fijación de la entidad de
cada una de las prestaciones a la discreción del suministrado. Con el fin de mantener la duración del
contrato es frecuente en la práctica que en los contratos de suministro se incluyen cláusulas de
exclusiva. El precio se determina bien con referencia a cada prestación aislada o al conjunto de ellas,
estableciéndose con frecuencia cláusula de revisión del precio.
Dado que cada prestación y contraprestación constituyen una unidad jurídica, el incumplimiento de una
de ellas no debe propagarse a todas las demás. Solo cuando ese incumplimiento genere la pérdida de
confianza en el correcto cumplimiento de las prestaciones futuras podrá originarse una causa de
resolución del contrato. Si el suministrador incumple de modo reiterado el contrato con prestaciones
defectuosas, o porque los productos entregados son de mala calidad, o bien cuando el suministrador
cesa en su actividad, el suministrado podrá solicitar la resolución del contrato por causa de su
incumplimiento.
A. Noción y caracteres
Es aquel por el que una parte denominada sociedad de arrendamiento financiero o arrendador
financiero cede a otro llamado usuario el uso de un bien a cambio del abono de cuotas periódicas,
siendo este bien previamente adquirido un tercero denominado proveedor.
1º. La determinación del bien que sea de adquirir y la selección del proveedor corresponde al usuario
que no estará condicionado en su decisión por el arrendador financiero.
2º. la propiedad del bien corresponderá al arrendador financiero.
3º. Las cuotas de arrendamiento establecidas en el contrato, que ha de tener una duración
determinada, se calcularán tomando en consideración la amortización de la totalidad o la mayor parte
del coste del bien cedido al usuario.
4º. Al cumplimiento del término pactado en el contrato, el usuario tendrá la facultad de adquirir el bien
objeto del contrato.
Los contratos de arrendamiento financiero que se refieran a bienes muebles corporales no consumibles
identificables podrán inscribirse la sección de venta plazos de bienes inmuebles del registro de bienes
muebles.
B. Contenido del contrato
La obligación esencial del arrendador financiero es la adquisición del bien elegido por el usuario y
facilitar la entrega de la posesión de ese bien al usuario. El arrendador financiero pacta con el vendedor
que el usuario podrá exigirle, el cumplimiento de sus obligaciones; de manera tal, que el usuario puede
exigir la entrega del bien y el saneamiento por vicios o defectos de la cosa vendida.
La obligación esencial del usuario es el pago de los plazos convenidos de las cuotas pactadas. En el caso
de incumplimiento, el arrendador tiene derecho al pago de las cuotas vencidas impagadas, así como al
abono de los intereses moratorios, pudiendo pedir también la resolución del contrato. El usuario estará
obligado a restituir el bien arrendado a la sociedad de arrendamiento financiero en el estado en que se
encuentra al finalizar el contrato. En el supuesto de que la cosa se instruya por caso fortuito, las
cláusulas contractuales establecen qué tal riesgo corre por cuenta del usuario.
Cuando se trate de Leasing sobre bienes inmuebles, la inscripción de la propiedad del bien arrendado a
nombre de la sociedad de arrendamiento financiero resolverá estos problemas. También podrá el
arrendador obtener una protección de su derecho de propiedad si el contrato consta en un documento
público cuya ficha es anterior a la adquisición del bien por terceros, mediante el ejercicio de una tercería
de dominio.
Se prevé la cesión del contrato de leasing, tanto por parte del arrendador financiero como por parte del
usuario. La cesión del contrato puede realizarse por parte del usuario de manera que afecte a la
transmisión de su posición jurídica o bien simplemente el derecho a usar el bien arrendado. En
cualquiera de estos casos será preciso el consentimiento expreso por parte del arrendador financiero.
Si trata de un contrato consensual que se perfecciona por el mero consentimiento. El código impone
algunos deberes que son legales y consisten en la obligación de comunicar al comitente por el medio
más rápido posible la no aceptación del encargo y en la de custodiar con la debida diligencia los efectos
que el comitente le hubiera remitido, debiendo en su caso depositarlos judicialmente.
a. Ejecución de la comisión
El comisionista ha de cumplir la comisión aceptada, pero, tiene la facultad de suspender esta ejecución
hasta que no reciba la oportuna provisión de fondos, salvo que hubiere comprometido a anticiparlos. El
comisionista que incumple la comisión aceptada será responsable de todos los daños que por ellos
sobre ellos vengan al comitente. Debe defender los intereses del comitente como propios. El
comisionista no ha de vender a plazos. Ha de comunicar frecuentemente al comitente las noticias que
interesen al buen éxito de la negociación.
b. Rendición de cuentas
Está obligado a rendir cuenta especificada y justificada de las cantidades que percibió para la comisión,
reintegrando al comitente el sobrante. Los riesgos del dinero que tenga el comisionista en su poder
serán de su cuenta. También debe devolver las mercancías que no hayan sido vendidas. Además,
responde de las mercancías que tenga en su poder, que ha de conservar en el estado en que las recibió.
La comisión de garantía puede pactarse por las partes o bien derivar de los usos mercantiles. El
comisionista asume una responsabilidad igual a la que tiene el tercer contratante, de manera que, si
éste no cumple su obligación, el comitente puede dirigirse contra él o bien contra el comisionista
exigiéndole el cumplimiento. El comisionista tiene derecho a percibir una remuneración más elevada.
Cabe la posibilidad de que se produzca la auto entrada del comisionista cuando ese negocio de
realización lo efectúe consigo mismo. El C. de c. prohíbe el comisionista, salvo que tenga licencia el
comitente, que compre para así ni para otro lo que se le haya mandado vender, ni venderá lo que se le
haya encargado comprar. Aplica dos órdenes complementarias de dos comitentes diversos.
e. Sustitución del comisionista y subcomisión
En este caso, el comisionista contratar con otra persona la realización de la totalidad o parte del
encargo. En la subcomisión el comisionista celebra un nuevo contrato de comisión con un tercero, que
aparece como que soy comisionista, mientras que el comisionista originario es su comitente. Ese
comisionista mantiene respecto al comitente originario su posición, ya que el contrato de comisión
primitivo no se ve afectado.
a. Pago de comisión
Por medio de un derecho a ser pagado con el importe de las mercancías vendidas con preferencia a
todos los acreedores.
Para gozar de la preferencia será condición necesaria que los efectos se encuentren en su poder o que
se hallen a su disposición en depósito o almacén público.
A. Agencias de transporte
Tienen reservada la intermediación en la contratación de cualquier clase de transporte terrestre, previa
la autorización administrativa para actuar como operador de transporte. El comisionista o agente de
transporte, actuando en nombre propio, puede concertar un contrato de transporte asumiendo la
posición de porteador. Por otro lado, se manifieste la protección del C. de c. al comitente, al establecer
que, si el comisionista tiene orden de asegurar las cosas transportadas y no lo hace, responde de los
daños que a éstas sobrevengan.
B. Agencias de viajes
Son sociedades mercantiles que su actividad comercial se centra en la mediación en la venta de billetes
o reserva de plazas en toda clase de medios de transporte, así como en las reservas de habitaciones y
servicios de empresas turísticas, pudiendo ofrecer precios globales por los servicios ofrecidos.
La revocación de la comisión implica la facultad del comitente de resolver el contrato por propia
voluntad libremente. La revocación del comitente no produce sus efectos hasta que llegue a
conocimiento del comisionista. Las resultas de las gestiones que haya realizado éste antes de tener
conocimiento de la revocación vinculan al comitente. La muerte o inhabilitación del comisionista
constituye una causa de extinción de la comisión. A la inhabilitación se ha de equiparar la disolución de
la sociedad si es empresario social. Por el contrario, no se extingue la comisión por muerte o
inhabilitación del comitente, aunque pueden revocar el contrato sus representantes que pueden ser sus
herederos.
A. Noción y régimen
Por el contrato de agencia se entiende que una persona natural o jurídica, denominada agente, se obliga
frente a otra de manera continuada o estable a cambio de una remuneración, a promover actos u
operaciones de comercio por cuenta ajena, o a promoverlos y concluirlos por cuenta y en nombre
ajenos, como intermediario independiente, sin asumir, salvo pacto en contrario, el riesgo y ventura de
tales operaciones.
B. Notas características
Es un contrato de duración.
El contrato ha de permitir que el agente organice su actividad profesional conforme a sus propios
criterios.
El agente no asume el riesgo de las operaciones que promueve o contrata por cuenta ajena.
Es un contrato bilateral oneroso, en cuanto que la actividad del agente ha de ser renumerada.
Tiene como obligación la de no competencia, que implica el deber a cargo del agente de no ejercer por
su cuenta, o por cuenta de otro empresario una actividad empresarial respecto a los mismos bienes o
servicios iguales o análogos.
Debe facilitar al agente el desarrollo de su actividad proporcionándole las informaciones necesarias para
ello y poniendo a su disposición los muestrarios y la documentación que sea precisa.
Debe comunicar al agente, dentro del plazo de 15 días, si la operación propuesta por éste, el empresario
la acepta o la rechaza. Aceptada la operación, el empresario deberá comunicar al agente su ejecución
total o parcial.
a. Causas de extinción
El transcurso del tiempo si el contrario se ha pactado por tiempo determinado. Si no se ha fijado plazo
se entiende que es indefinido. Podrá ponerse fin a la relación jurídica mediante una denuncia unilateral
por cualquiera de las partes por medio de preaviso por escrito; el plazo de preaviso será de un mes por
cada año de vigencia del contrato con un máximo de seis meses.
Depende de que la causa de la extinción se deba al transcurso del tiempo o la muerte o declaración de
fallecimiento del agente. En segundo término, de que el agente haya aportado nuevos clientes al
empresario o incrementado sensiblemente las operaciones con la clientela preexistente. En tercer lugar,
de que la actuación del agente siga produciendo ventajas sustanciales al empresario y resulte equitativa
la obtención de una indemnización. La cuantía será una indemnización anual, calculada según la media
de ingresos anuales de los últimos cinco años. También tendrá derecho el agente una indemnización por
daños y perjuicios en el caso de extinción del contrato de agencia de duración indefinida cuando la
denuncia sea unilateral por parte del empresario.
En el caso de cesión del contrato de agencia a un tercero, con el consentimiento del empresario.
Las partes no podrán establecer un régimen diverso sobre las causas de extinción o la indemnización a
percibir por el agente como consecuencia de ella. Sin embargo, cuando las partes de común acuerdo
ponen fin a la relación jurídica podrán ponerse de acuerdo sobre la cuantía de la indemnización.
E. Prescripción
Se aplican a la prescripción de las acciones derivadas del contrato de agencia las reglas establecidas en
el C.c.
A. Contrato de concesión
a. Noción y función
El concedente se obliga a vender o suministrar al concesionario los productos en los términos pactados.
B. Contrato de franquicia
Aquel que se celebra entre dos partes jurídica y económicamente independientes, en virtud del cual una
de ellas (franquiciador) otorga a la otra (franquiciado) el derecho a utilizar bajo determinadas
condicionados de control, y por un tiempo y zona delimitados, una técnica en la actividad industrial o
comercial o de prestación de servicios del franquiciado, contra entrega por éste de una contraprestación
económica.
El eventual concesionario de la franquicia, con una antelación mínima de veinte días, reciba el texto del
futuro contrato, una información amplia sobre la estructura y extensión de la red en España del
franquiciador.
El franquiciado, además de obligarse a realizar con la diligencia debida la actividad precisa se obliga a
pagar al franquiciador la contraprestación convenida.
Extinguido el contrato de franquicia, el franquiciado queda obligado a no usar los signos distintivos de la
franquicia y a cesar en la actividad objeto del contrato que venía efectuando.
Es aquel por el que una persona se obliga a abonar a otra, llamada mediador o corredor, una
remuneración por indicarle la oportunidad de concluir un negocio jurídico con un tercero o por servirle
de intermediario en esa conclusión, siempre que haya contribuido eficazmente a ella, dependiendo su
remuneración de la celebración del contrato en que ha intervenido. Es un contrato atípico y unilateral.
Es un contrato por el que una sociedad se obliga frente a un empresario a gestionar el cobro del
conjunto de créditos que éste tiene frente a sus clientes y ceden al factor, garantizando en unos casos el
cobro de una parte o totalidad de los mismos en el supuesto de insolvencia del deudor, o bien
anticipando el importe de los créditos, o ambas cosas a la vez. Además, el factor se obliga normalmente
a efectuar algunas prestaciones complementarias.
La sociedad factoring se obliga a realizar la gestión de cobros de aquellos créditos que no le sean
cedidos. Igualmente, el factor habrá de prestar al empresario servicios complementarios. El factor se
obliga a financiar al empresario, mediante la cesión de los créditos que éste tenga frente a sus clientes, a
cambio del descuento de un interés. El empresario asume la obligación de ceder al factor el conjunto de
créditos frente a sus clientes que deriven de su actividad empresarial. El factor suele reservarse la
facultad de rechazar la cesión de ciertos créditos. El empresario deberá pagar las comisiones que hayan
sido pactadas por la actuación del factor.
A. Noción
Son entidades que captan fondos del público a través de los medios que se denominan operaciones
pasivas y las propias entidades conceden créditos a sus clientes por medio de las operaciones activas.
B. Clases
Comprende a los bancos (sociedades anónimas) las cajas de ahorros (fundaciones) y las cooperativas de
crédito (sociedades cooperativas). Luego está el Instituto de Crédito Oficial.
B. Supervisión
La supervisión de los E.F.C. corresponde al Banco de España, a quien deberán suministrar sus estados
financieros y demás información establecida en las normas legales y reglamentarias.
El Banco de España también es el responsable del Registro especial de establecimientos financieros de
crédito y también las bajas de entidades.
a. Noción
Aquel acuerdo de voluntades tendente a crear, modificar, regular o extinguir una relación jurídica
bancaria, entendiendo por tal la que se incardina dentro de la actividad de intermediación crediticia
indirecta.
b. Objeto de los contratos bancarios
Está constituido por tres importantes tipos de bienes: el dinero, el crédito y los valores mobiliarios.
1. El dinero es aquel conjunto de bienes genéricos y fungibles que sirven como instrumento general de
cambio y medida universal de valor.
En el ámbito bancario, el dinero viene considerado como mera suma aritmética. Se trata de obligaciones
pecuniarias, en las que el objeto es tan genérico.
2. La operación de crédito implica cualquier contrato cuyo objeto es el aplazamiento del cumplimiento
de una obligación dineraria.
Que el otorgante del crédito se haya comprometido a no reclamar el pago que le es debido.
Que el contenido esencial del negocio sea esta obligación negativa de respetar el aplazamiento.
Que el contenido esencial del negocio sea esta obligación negativa de respetar el aplazamiento.
Que esta obligación negativa sea asumida exclusivamente por uno de los contratantes.
Los valores mobiliarios son objeto de operaciones bancarias, bien con el fin de su emisión, custodia o
gestión.
a. Noción y función
Es un contrato que produce la puesta en funcionamiento de un soporte contable, de una cuenta que
registra diversas operaciones que se suceden de forma constante. El contrato de cuenta corriente
bancaria posee una singularidad desde el punto de vista del titular de la cuenta, es la prestación por
parte del banco de llamado servicio de caja, en virtud del cual se compromete a ejecutar las órdenes del
cliente mediante abonos y cargos en la cuenta y como contraprestación el banco recibe determinadas
comisiones, de manera que este contrato se encuadra dentro del marco de la comisión mercantil.
b. Contenido
El banco asume la obligación de gestión material y directa de la cuenta. Habrá de atender las órdenes de
la persona autorizada para disponer de la cuenta corriente, siendo responsable en el supuesto de que
efectúe esas disposiciones por órdenes impartidas por personas no autorizadas. El cliente debe efectuar
la oportuna provisión de fondos al banco, relativo al contrato de comisión. El cliente deberá pagar las
condiciones establecidas en las tarifas de la entidad de crédito. Los intereses que debe pagar no derivan
de la cuenta corriente en si sino del depósito del contrato de crédito subyacentes.
Es una operación que se explica teniendo en cuenta la existencia de dos cuentas bancarias,
pertenecientes a dos personas distintas. La operación se centra en la transmisión de fondos de una
cuenta otra.
1. Efectuar un adeudo en la cuenta del ordenante que implica la extinción de un derecho de crédito que
el cliente tenía contra el banco.
2. Cuestión relevante es la determinación del momento en que nace el crédito a favor del beneficiario
por razón de la transferencia ordenada.
3. En la relación entre el ordenante y beneficiario si existe previamente una deuda entre ellos, se
extingue por medio de una novación por sustitución del deudor.
4. El ordenante o el beneficiario habrán de pagar una comisión al banco.
El banco recibe del cliente una suma de dinero, de la que el banco puede disponer, pero ha de custodiar
y restituir en la forma pactada. El dinero entregado por el cliente del banco pasa a ser propiedad de
este, que se obliga a devolver otro tanto cuando el depositante lo pida, salvo que se haya pactado un
plazo para la devolución. El cliente tiene el derecho de crédito frente al banco.
B. Clases
a) En los depósitos a la vista el cliente tiene la facultad de pedir la devolución inmediata de la totalidad o
parte del dinero entregado. Se distinguen entre contrato de cuenta corriente bancaria y las cuentas de
ahorro. Los depósitos en cuenta corriente implican la existencia de un doble contrato. El depósito de
dinero y la cuenta corriente bancaria que consiente al cliente realizar cobros y pagos a través del banco.
b) En los depósitos a plazo fijo la facultad de cliente y solicitar la devolución de la cantidad entregada
depende del transcurso de un determinado plazo.
b) Los depósitos a plazo fijo la facultad del cliente y solicitar la devolución de la cantidad entregada
depende del transcurso de un determinado plazo.
c) La devolución del importe del depósito en cualquiera de sus clases está garantizada en la hipótesis de
insolvencia del banco hasta la cifra de 100.000 € por un fondo de garantía de depósitos.
A. Préstamo bancario
Es un contrato consensual que tiene carácter bilateral. El banco debe de entregar la cantidad a la que se
refiere el préstamo en la cuantía y en el momento convenido el cliente prestatario debe pagar los
intereses y devolver la cantidad prestada de una o varias veces en el momento indicado.
B. Apertura de crédito
La apertura de crédito obliga a la entidad acreditante a crear una disponibilidad crediticia a favor del
cliente, poniendo a su disposición hasta una determinada cantidad, sumas de efectivo, o bien
asumiendo el compromiso de llevar a cabo las prestaciones crediticias pactadas hasta que el importe
total de las mismas alcance el límite máximo pactado. Esta disponibilidad puede haberse acordado por
tiempo limitado o indefinido, y en este segundo caso, la apertura de crédito es revocable a voluntad de
ambas partes. El cliente, una vez que ha obtenido las cantidades pedidas al banco, viene obligado a
reintegrarlas en el plazo o plazos pactados en el contrato de apertura de crédito. El banco tiene derecho
a la reclamación del saldo resultante del crédito en cuenta corriente, pudiendo cobrar el pago del
crédito, en caso de incumplimiento por parte del cliente, ejecutando la garantía pactada, no otra
diferente. Además, el acreditado tendrá el deber de pagar intereses de acuerdo con la cantidad
dispuesta y el tiempo durante el cual se dispuso de ella.
El contrato de apertura de crédito se extingue por la expiración el transcurso del plazo pactado o
también es frecuente que se pacte la prórroga del contrato.
D. El descuento bancario
El afianzamiento bancario es oneroso. El cliente se obliga al pago de una comisión. Estas fianzas se
denominan avales y suelen ser exigidos en contratos y operaciones mercantiles.
A. Concepto y función
El ordenante se obliga a dar instrucciones precisas al banco. También debe el ordenante hacer la
oportuna provisión de fondos a la entidad bancaria. Otro deber del ordenante es retirar los documentos
una vez recibidos por el banco y debe satisfacer al banco emisor el premio o comisión por el servicio
prestado. El banco emisor se obliga a abrir el crédito documentario a favor del beneficiario. El banco se
obliga, también frente al ordenante, a recibir los documentos y examinarlos, dentro de un plazo
razonable, con la debida diligencia. Se trata de un examen formal, que consiste en comprobar que están
todos los documentos están y cada uno de ellos de los que fueron previstos, sin que el banco sea libre
para rehusar aquellos que le parezcan superfluos.
Suele intervenir en la relación entre el banco emisor y el beneficiario un segundo banco que se
encuentra en el país del beneficiario, banco que se encarga por cuenta del banco emisor de comunicar
el beneficiario la apertura del crédito y de examinar los documentos que éste ha de entregar y pagar el
importe del crédito. Este segundo banco puede además confirmar el crédito asumiendo el compromiso
firme de pagar al beneficiario el crédito una vez que presente los documentos requeridos.
Aquel por el que el beneficiario tiene derecho de dar instrucciones al banco designado para efectuar el
pago o de la aceptación para que el crédito puede ser utilizado por uno o más terceros. Éstos últimos se
denominan segundos beneficiarios. Para que el crédito sea transferible ha de haber sido emitido con
esta condición. Solo puede ser transferido una vez, salvo pacto expreso en contrario.
La apertura se extingue por el cumplimiento de las sin obligaciones respectivas. Como el crédito es
concedido por un tiempo determinado, si en ese plazo no se cumplen también se extinguirá la apertura.
También podrá cancelar el crédito en el supuesto de que se produzca una renuncia expresa por parte
del beneficiario.
a. Los contratos bancarios de mediación en las emisiones y ofertas públicas de venta de valores
Es un contrato mercantil por el que una empresa de servicios de inversión administra de forma
individualizada un conjunto de valores negociables o instrumentos granjeros por cuenta y en cargo de su
titular, quien se obligara a remunerar tal servicio. Suelen celebrarse de forma coordinada con otros dos
contratos bancarios accesorios de depósito del dinero y de los valores financieros que integran la
cantidad de inversión administrada. Se trata de una obligación de medios que la entidad gestora debe
desarrollar conforme un criterio de diligencia profesional.
Se configura con un depósito administrador atención al carácter fructífero de los bienes depositados. El
depositario se ha visto vinculado por el deber principal de custodia y por la obligación accesoria de
administrar los valores depositados.
Es un contrato por el cliente, mediante el pago de un determinado canon, dispone del uso de una caja
fuerte, para guardar en ella ciertos objetos. Deben estar situadas en locales que ofrezcan ciertas
garantías de seguridad. La caja tiene generalmente una cerradura que ha de abrirse con una doble llave,
una de ellas está en posesión del cliente y otro del banco. El banco se compromete a custodiar la caja,
defender la integridad de su cierre y limitar el manejo de la misma a la persona del cliente. El cliente,
además de pagar el canon de alquiler de la caja, debe usarla de forma diligente, destinándolo al uso
pactado.
El deber de secreto respecto a los datos reservados que conozca su de sus clientes. Salvo que estará
obligado a facilitar información frente a las autoridades públicas de supervisión de su actividad, o a la
hacienda pública. Tampoco afecta entre las entidades de crédito pertenecientes al mismo grupo los
intercambios de información.
Podrán suministrar las informaciones de carácter general que le sean solicitadas, que han de procurar
que sean exactas, las cuales se ven limitadas en el caso de que se trate de un propio cliente. Si la
información se refiere terceras personas, el banco pueda actuar con una relativa mayor libertad,
siempre con respeto a la exactitud y prudencia profesional.
TEMA 9 Contratos del mercado financiero (II). Contratos del mercado de valores.
El mercado primario de valores es aquel en el que los inversores suscriben los valores en el momento de
su emisión o cuando sean admitidos a negociación en el mercado. Por el contrario, en los mercados
secundarios se contratan valores en un momento posterior de su suscripción o a su admisión a
negociación. En el mercado primario hay una adquisición originaria o inicial de valores mientras que en
el secundario se produce una adquisición derivativa de valores.
Los intermediarios típicos son las empresas de servicios de inversión que deben estar autorizados para
desarrollar profesionalmente los servicios y las actividades de inversión y los servicios auxiliares
previstos en la LMV. Pueden clasificarse en cuatro categorías: Sociedades de valores, agencias de
valores, sociedades gestoras de carteras y empresas de asesoramiento financiero. Las entidades de
crédito también pueden realizar habitualmente los servicios y actividades de inversión.
D. Normas de conducta
La oferta pública de venta o suscripción de valores es toda declaración, realizada por cualquier medio
que llegue al público en general. Estas operaciones suelen servir para que una sociedad adquiera la
condición de sociedad cotizada mediante la incorporación de una masa de accionistas que compren o
suscriben las acciones. Otra alternativa es una reducción o cesión de la participación de control de un
accionista. Los términos deben estar detallados en un folleto que contenga toda la información sobre las
condiciones en que se ofrecen los valores a los suscriptores, con plena explicación de los mismos y de la
sociedad emisora. Folleto que ha de ser sometido a la aprobación por la CNMV.
A. Clases
A. Función y naturaleza
La realización de operaciones va precedida de una orden por parte del cliente de la sociedad o agencia
de valores con el fin de la ejecución de esa operación. La orden aceptada por la entidad da lugar a la
existencia de un contrato de comisión en el cual el receptor de la orden actúa como comisionista en
nombre propio. El cliente asume la posición del comitente y la entidad que recibe y acepta la orden de
comisionista.
Las órdenes sobre valores tienen un contenido que viene determinado en buena medida por los usos
bursátiles. Las órdenes de los clientes deberán ser claras y precisas de forma que tanto el ordenante
como el receptor conozca con exactitud sus efectos, debiendo tener el contenido mínimo que
establecen las normas reglamentarias. Se establece igualmente el deber de archivar los justificantes de
las órdenes.
La relación jurídica del dador de la orden y el receptor un contrato de comisión al que son de aplicar las
normas generales del C.c., si bien tiene algunas especialidades:
1º Las sociedades que tengan la condición de miembros de un mercado secundario oficial de valores
están obligadas a aceptar el encargo que reciban, aun cuando tiene la facultad de exigir la primera
provisión de fondos y en las operaciones a plazo a exigir las garantías y coberturas reglamentarias
mínimas.
2º Las órdenes de ejecución debe permitir que tanto el ordenante con el receptor conozca con exactitud
sus efectos. Asimismo, las órdenes deberán ser ejecutadas con la máxima celeridad posible. Además,
toda persona tiene la obligación de mantener un archivo de justificantes de las mismas.
3º la comisión que recibe el miembro del mercado para la ejecución es una comisión de garantía, ya que
el comisionista responderá ante su comitente de la entrega de los valores o, en su caso, del pago del
precio.
4º Los miembros del mercado no podrán comprar para sí los valores que han recibido la orden de
vender ni vender al cliente valores propios cuando han recibido la orden de comprar unos valores.
5º El miembro del mercado que opera por cuenta ajena y recibe órdenes en diverso sentido sobre un
mismo valor, el mismo podrá aplicar o casar esas órdenes. Pero solo debe hacerlo si formuladas
públicamente sus ofertas a través del correspondiente sistema de contratación, no existen en el
momento de esa formulación ofertas al mismo precio o a otro más favorable.
6º El cliente está obligado a pagar una retribución, en forma de comisión, al miembro del mercado que
recibe la orden. Tales tarifas han de ser públicas y están bajo la supervisión de la CNMV y el banco de
España.
D. Referencia a las órdenes de las sociedades gestoras de carteras
El contrato de gestión de carteras de valores, le serán aplicables las normas del mandato o de la
comisión mercantil y los pactos reconociéndose al gestor un amplio margen de libertad de actuación,
que podrá ser limitado por las órdenes del cliente.
El sistema de contratación por medio del mercado electrónico de interconexión está confiado a las
bolsas de valores y se gestiona por la sociedad de bolsas. A los efectos de la realización del contrato, el
miembro del mercado debe introducir en el sistema de interconexión durante esas horas su propuesta
de venta o de compra de acciones, indicando el valor a contratar, su carácter de comprador o vendedor
y precio. Estamos ante una oferta de contrato, que será casada cuando encuentran aceptación
introducida en el sistema. Entonces el contrato queda perfeccionado.
El cumplimiento del contrato, es decir, la entrega de los títulos al comprador el pago del precio si
ejecuta por medio de los miembros del mercado, que actúan como entidades participantes de la
sociedad de sistemas.
Se considera que existe incumplimiento del contrato cuando una parte se retrasa en su ejecución del
contrato. Si la sociedad demora el cumplimiento de lo convenido, la otra parte puede estar entre la
exigencia del cumplimiento de la operación del abandono de la misma, denunciándolo previamente a la
sociedad rectora del mercado secundario.
VI. COMPENSACIÓN Y LIQUIDACIÓN DE OPERACIONES DE VALORES
La negociación se puede hacer de dos maneras: centralizada, en el ámbito de los mercados de los
nacionales; o descentralizado, al margen de aquellos. El proceso de transmisión de la propiedad de uno
o varios instrumentos financieros por el cual pasan desde el patrimonio del sujeto A, que da una orden
de venta de aquellos, al patrimonio del sujeto B, queda una orden de compra complementaria del
anterior; a cambio del precio pactado en dinero. Esta negociación se desarrolla en una doble fase de
contratación divididos por las sociedades rectoras de los mismos; que se divide en dos etapas de
compensación, a cargo de los miembros compensadores integrados en las Entidades de contrapartida
central y de liquidación, a cargo de las entidades liquidadora participantes en un depósito central de
valores. Se corresponde con la perfección del contrato por la coincidencia de la oferta y la aceptación
mientras que la fase de Post contratación se acomoda a la ejecución del contrato. Estas dos etapas de
compensación y liquidación se caracterizan por dos notas generales: primero, por ser multilaterales ya
que en cada jornada se cruzan miles de órdenes de compra y venta. Segundo, por ser, transfronterizas,
porque tales órdenes de compra y de venta se cruzan a menudo entre inversores radicados en países
diferentes.
Las ofertas públicas de adquisición de valores son ofertas de adquisición de una persona física o jurídica
formula públicamente a los titulares de acciones de una sociedad cotizada en bolsa. La función de la
OPA obligatoria ya no es de forma necesaria un medio a priori para adquirir el control de una sociedad,
sino que sirve de forma especial, en interés del mercado, para el reparto a posteriori del valor de la
prima del control entre todos los accionistas con derecho de voto de la sociedad afectada.
La primera de ellas es el presupuesto de su obligatoriedad. La ley establece la obligatoriedad a cargo de
una persona de formular una OPA cuando ha adquirido el control de la sociedad cotizada. Se entiende
que una persona ha adquirido el control cuando alcanza directa o indirectamente, un porcentaje de
derechos de voto igual o superior al 30%; o bien cuando haya alcanzado una participación inferior y
designe un número de consejeros que representen más de la mitad de los miembros del órgano de
administración de la sociedad.
La segunda nota es que se ha de formular por la totalidad de los valores con derecho a voto. Esta nota
hace que no se admitan OPAs obligatorias parciales, esto es, por cierto, porcentaje de las acciones de la
sociedad afectada.
La OPA se ha de efectuar a un precio equitativo, es decir, cuando sea igual al precio más elevado que
haya pagado el obligado a formular la oferta, por los mismos valores durante un periodo de tiempo
anterior a la oferta determinado reglamentariamente. No obstante, la CNMV podrá modificar el precio.
B. Rasgos relevantes de su régimen
1º La llamada regla de neutralización cuya nota característica es que presentaba la OPA, queden sin
efecto durante el plazo de su aceptación las medidas anti OPA que puedan contener sus estatutos por
los acuerdos entre los socios.
2º Sometimiento de la OPA a la obtención de determinadas autorizaciones administrativas.
3º Sometimiento de los administradores de la sociedad afectada un deber de pasividad frente a la OPA.
En primer lugar, se refiere a la venta forzosa de sus acciones por los accionistas a la sociedad a precio
justo en el caso de que la OPA haya sido aceptada por más del 90 % del capital social. Igualmente, se
prevé la obligación por parte de la sociedad de comprar las acciones que quieran vender los accionistas
cuando se haya alcanzado el porcentaje indicado y no hayan aceptado a su debido tiempo la OPA.
C. Otros supuestos de OPAs
El mercado de deuda pública en anotaciones tiene por objeto exclusivo, la negociación de los valores de
renta fija emitidos por el Estado y demás entidades públicas. Los valores de deuda pública pueden
negociarse en otros mercados secundarios oficiales, cuando así lo consientan las normas reglamentarias.
Los contratos realizados en este mercado, se asemejan de forma notable al resto de los contratados en
otros mercados secundarios.
El seguro es el contrato por el cual el asegurador, mediante la percepción de una prima, se obliga frente
al asegurado al pago de una indemnización, dentro de los límites pactados, si se produce el evento
previsto. El elemento esencial del contrato es el riesgo, de forma que el contrato será nulo si en el
momento de la conclusión del contrato no existía el riesgo o había ocurrido el siniestro.
La que distingue entre seguros de daños en sentido estricto y seguros de personas o de sumas. A su vez
se pueden hacer varias distinciones:
Es un contrato consensual, del que deriva la obligación del asegurador de entregar un documento
probatorio del mismo al tomador del seguro.
Es un contrato de adhesión, ya que el asegurador predispone de las condiciones generales, aunque hay
casos en los que no como en los seguros de grandes riesgos.
A. Asegurador
La persona que, actuando por cuenta propia, concluye el contrato de seguro con el asegurador, de
forma que ha de entenderse que es el contratante o tomador del seguro. El asegurado es el titular del
interés que se asegura. El tomador del seguro es deudor de las obligaciones y deberes que derivan del
contrato. El asegurado es el acreedor frente al asegurador del pago de la indemnización, aunque puede
haber un beneficiario.
La labor de los agentes de seguros en la promoción de la conclusión del contrato de seguro en favor de
un asegurador con el que está vinculado por un contrato de agencia.
Los corredores de seguros acercan a las partes para la conclusión de un contrato de seguro, sin
mantener una vinculación con un contrato de agencia con un asegurador, de forma que el corredor
debe mantener su independencia frente al asegurador.
A. Carácter consensual
a. La póliza
Es el documento que recoge el contrato de seguro que, debe constar por escrito. Debe contener una
serie de menciones que recogen los elementos esenciales del contrato, como las partes, el riesgo
cubierto, el interés, la suma asegurada, el importe de la prima. Se han de redactar en forma clara y
precisa. Se redactará en forma nominativa con designación concreta.
b. Otros documentos
La póliza puede completarse por un apéndice o suplemento que tiene el mismo régimen de documento
probatorio del contrato. Además, aparecen otros documentos: la solicitud del seguro, la proposición del
seguro por el asegurador y la nota de cobertura provisional.
La póliza fijará la duración del contrato, que salvo en los casos de seguro de vida, no podrán fijar un
plazo superior a diez años. Sin embargo, podrán prorrogarse una o más veces por un período no
superior al año cada vez. Las acciones que derivan del contrato de seguro prescribirán a los dos años si
se trata de un seguro de daños, y de cinco si el seguro es de personas.
a. De entrega de la póliza
La primera obligación del asegurador consiste en la entrega de la póliza al tomador del seguro. En caso
de extravío estará obligado a entregar, si lo pide el tomador del seguro o a falta de éste el beneficiario,
una copia o duplicado.
El asegurador se obliga a cubrir el riesgo asegurado con el fin de estar en condiciones de hacer frente la
prestación monetaria si se produce tal evento.
c. Pago de la prestación
El asegurador deberá pagar la indemnización cuando se produzca el siniestro. Estará obligado al pago si
existe un contrato válido, y el evento producido cae dentro del riesgo asegurado tal como se ha
delimitado en el contrato. Por otro lado, si el siniestro se ha causado por dolo o mala fe del asegurado,
el asegurador estará liberado del pago de la indemnización. El asegurador deberá efectuar, dentro de los
cuarenta días, a partir de la recepción de la declaración del siniestro, el pago del importe mínimo de lo
que el asegurador pueda deber. La indemnización se concreta en una determinada prestación
pecuniaria. Se establecen, en caso de mora del asegurador, en el pago de la indemnización, unos
intereses anuales que pueden llegar a más del 20% de la indemnización, salvo que esté fundada en
causa justificada o que no le fuere imputada.
a. Pago de la prima
La obligación fundamental del contratante es el pago de la prima. Esta está formada por una suma de
dinero. La prima puede ser única o periódica. Su pago se exige de forma anticipada al iniciarse el
contrato o bien al comienzo de cada uno de los períodos. El asegurador debe presentar al cobro al
tomador del seguro el recibo de la prima, lo que normalmente se efectúa por medio de su domiciliación
en una entidad de crédito.
El tomador del seguro o el asegurado tienen el deber de comunicar al asegurador las circunstancias que
agravan el riesgo y sean de tal naturaleza que si hubieran sido conocidas por este no lo habría celebrado
o lo habría concluido en condiciones más gravosas para el tomador del seguro.
El asegurado tiene el deber de comunicar la producción del siniestro en un plazo breve al asegurador.
El tomador del seguro o el asegurado deberán emplear los remedios a su alcance para aminorar las
consecuencias del siniestro.
La suma asegurada es el importe máximo del interés asegurado cubierto por el asegurador. El interés se
mide a través de la asignación de un valor al bien asegurado. Se distingue entre valor inicial, valor
sucesivo, valor final y valor de residuo.
Se dice que existe seguro pleno cuando el valor del interés asegurado coincide con la suma asegurada
de manera en que se produce el siniestro el asegurado podrá obtener un resarcimiento completo del
daño.
Si la suma asegurada es inferior al valor del interés asegurado entonces nos hallamos ante un seguro
parcial o infraseguro.
La relación entre la suma asegurada y el valor del interés es la del sobreseguro, que se produce cuando
la suma es superior a este valor.
Suma asegurada por daños indemnizables entre indemnización es igual a valor del interés.
El asegurado debe probar la preexistencia de los objetos asegurados, pero el contenido de la póliza
constituye una presunción a su favor cuando razonablemente no pueden aportarse otras pruebas.
Si las partes no se ponen de acuerdo sobre la valoración de los daños, ésta se hará por medio de peritos.
Los presupuestos básicos para que se produzca la subrogación del asegurador son tres: a) que se haya
cumplido por el asegurador su obligación de abonar al asegurado la indemnización prevista en el
contrato; b) que exista un crédito de resarcimiento del asegurado frente al tercero como consecuencia
del mismo daño que ha motivado la indemnización del asegurador; c) que el asegurador quiera que se
produzca tal subrogación.
a) Unidad legal, en cuanto un mismo cuerpo legislativo regula tanto los aspectos sustantivos como los
procesales del procedimiento concursal.
I. Declaración de concurso
La LCon resulta aplicable respecto de cualquier deudor, sea persona natural o jurídica salvo a las
entidades que integran la organización territorial del Estado, los organismos públicos y demás entes de
derecho público. El concurso debe ser protagonizado por un deudor común. Es decir, el concurso
reclama una pluralidad de acreedores.
b. El presupuesto objetivo
a) En un título por el cual se haya despachado ejecución o apremio sin que del embargo resultaren
bienes libres bastantes para el pago.
b) En la existencia de: 1º el sobreseimiento general en el pago corriente de las obligaciones del deudor;
2º la existencia de embargos por ejecuciones pendientes que en el que se hace referencia a una sola
ejecución; 3º el alzamiento o la liquidación apresurada o ruinosa de sus bienes por el deudor; 4º el
incumplimiento generalizado de obligaciones tributarias, de Seguridad Social y pago de salarios e
indemnizaciones.
Concurso necesario: cuando lo solicitan los acreedores o cualquier otra persona legitimada para hacer
tal petición.
Una primera forma pasa por atenuar el vigor del deber del deudor de solicitar la declaración de
concurso. Los plazos legales se amplían ante la comunicación que el deudor realiza al juzgado del inicio
de negociaciones para alcanzar un acuerdo de refinanciación con sus acreedores. El deudor insolvente le
concede el mismo precepto un mayor plazo antes de proceder a la solicitud de su declaración de
concurso. Producida la comunicación correspondiente, el deudor dispondrá de tres meses para la
aprobación del acuerdo de refinanciación. Una vez presentada esa comunicación no podrán iniciarse
ejecuciones judiciales o extrajudiciales de los bienes del deudor para la continuidad de su actividad.
Se mantendrá hasta que se formalice un acuerdo de refinanciación, se dicte una providencia admitiendo
a trámite, se adopte el acuerdo extrajudicial de pagos, se obtengan adhesiones necesarias para la
admisión a trámite la propuesta anticipada de convenio o se declare el concurso.
Las ejecuciones de sus bienes que estuvieran en tramitación se suspenderán.
2. Acuerdos colectivos
Son aquellos que tienen un contenido básico conforme a la descripción que realiza el artículo 597 LCon.
El acuerdo puede ser protagonizado por un deudor que sea una persona física o jurídica. El acuerdo de
refinanciación se puede alcanzar en cualquier momento. Los acuerdos colectivos deben cumplir los
siguientes requisitos:
Que el acuerdo responda un un plan de viabilidad destinada a permitir la continuidad de la actividad
profesional o empresarial del deudor.
Que el acuerdo tenga como objeto la ampliación significativa del crédito disponible o la modificación a la
extinción de las obligaciones del deudor.
Que el acuerdo haya sido suscrito por acreedores que en la fecha en que se adopten representen al
menos las tres quintas partes del pasivo del deudor.
Que el acuerdo se formalice en instrumento público.
La presentación de la solicitud tiene como primer requisito la de su admisión a trámite. Tan pronto
como esta se haya acordado, se produce la paralización de todas las ejecuciones singulares. Una vez
publicada la providencia por la que se admitió a trámite la solicitud, dentro de los 15 días siguientes
podrá el juez dictar auto de homologación del acuerdo de refinanciación. Los efectos del auto de
homologación son inmediatos. Una vez homologando el acuerdo, sus efectos alcanza de inmediato
también a todos los acreedores adheridos con posterioridad a su homologación. La homologación del
acuerdo limita la posibilidad de que el deudor o cualquiera de sus acreedores la solicite de nuevo para
otros acuerdos de refinanciación.
5. Impugnación de la homologación
La impugnación solo se puede fundamentar en que el acuerdo no se adoptó con las mayorías exigidas
por la ley o en el que el acuerdo incorpora un sacrificio desproporcionado para los acreedores. Para
valorar ese sacrificio la ley ordena el juez tener en cuenta todas las circunstancias concurrentes y señala
que deberá considerarse desproporcionada el sacrificio cuando incorpora un factor de desigualdad
entre acreedores que se encuentra en situaciones iguales o semejantes y cuando el acreedor que no
goce de garantía real pudiera terminar obteniendo en la liquidación de la masa activa una mayor cuota
de satisfacción que la prevista. La sentencia deberá dictarse en un plazo breve.
La homologación del acuerdo de refinanciación tiene como principal efectos extensión a los acreedores
de pasivos financieros que no suscribieron el acuerdo.
La eficacia de la extensión se matiza en función de cuales sean las medidas previstas en el acuerdo de
refinanciación:
Cuando se hubiera convenido en el acuerdo una espera no superior a cinco años y la conversión de
créditos en créditos participativos en ese plazo, la extensión del acuerdo se producirá desde el momento
en que fue suscrito por, al menos el 60 % del pasivo financiero total.
Será necesario que el acuerdo lo hayan suscrito acreedores que representen el 75 % del pasivo
financiero total.
La posibilidad de conversión en acciones o participaciones también comprende los créditos a compensar
que no sean líquidos, no estén vendidos o no sean exigibles. Por lo que se refiera los acreedores de
pasivos financieros que no participaron, mantendrán sus derechos frente a los obligados solidariamente
con el deudor, sus fiadores o sus avalistas.
La solicitud de la declaración de concurso puede hacer de dos o los acreedores y otras personas
legitimadas.
El deudor debe solicitar la declaración del concurso dentro de los dos meses siguientes a qué hubiera
conocido su estado de insolvencia que puede ser actual o previsto. La solicitud ha de ir acompañada de
un conjunto de documentos obligatorios.
La solicitud de declaración de concurso puede efectuarse por uno o varios acreedores y también están
legitimados para solicitar la declaración de concurso de la sociedad de una persona jurídica sus socios
que sean personalmente responsables de las deudas de aquella. El acreedor y los demás legitimados
además de expresar en la solicitud el carácter con que la formulan y deberán presentar la situación de
sus créditos, los documentos acreditativos y señalar la prueba de la que pretende valerse para acreditar
los hechos en que fundamenta en esa solicitud.
D. La declaración de concurso
Realizada la solicitud de declaración de concurso, el juez al examinarla en el mismo día en que la recibe.
El juez, si consideras quitado alguna de las formas de insolvencia, dictará auto declarando el concurso de
acreedores. En los casos de solicitud presentada por los acreedores, el juez deberá resolver, se admite a
trámite o no la solicitud. Admitida ésta, el Juez habrá de resolver sobre la petición de medidas
cautelares y sobre la eventual oposición del deudor y dictará un auto sobre si declara el concurso o
desestima la solicitud.
Con respecto a la declaración de concurso será a través del boletín oficial del Estado y del registro
público concursal.
El concurso sin masa no puede dar satisfacción al interés del concurso. Los acreedores, ante la
inexistencia de bienes, no cobrarán. Esa posibilidad se reserva aquellos procedimientos en los que no es
previsible el ejercicio de acción de reintegración, de impugnación o de responsabilidad de terceros. La
administración concursal debe comunicar al juez de insuficiencia de la masa activa tan pronto como
tenga constancia de la misma.
Se trata de normas con una finalidad procesal principal: permitir la tramitación coordinada de los
concursos protagonizados por dos o más deudores entre los que existen relaciones patrimoniales que
hacen aconsejable que sus respectivos concursos se tramiten al mismo ritmo. La existencia de un
concurso conexo no supone el tratamiento de los deudores como titulares de un mismo patrimonio. La
tramitación consolidada tiene carácter excepcional y se somete a un doble requisito: solo puede
adoptarse para facilitar el informe de la administración concursal y, además, debe existir una confusión
de patrimonios que impida determinar la titularidad de activos y pasivos sin incurrir en gastos
injustificados o en una demora del concurso.
La administración concursal la integrará un único miembro. Éste podrá ser designado de quienes
aparezcan inscritos en la sección cuarta del registro público concursal y cumplan los requisitos de la
reglamentariamente exigidos. En el concurso que concurre una causa de interés público que justifique
que por el juez se designe como segundo administrador concursal a una administración pública o a una
entidad de derecho público acreedora. Por último, en el caso de concursos conexos el juez podrá
designar una única administración concursal, a la vez que nombra auxiliares delegados.
Las causas que impiden el nombramiento como administrador concursal pueden ser por circunstancias
que afectan al administrador concursal o las posibles relaciones que hubieran podido existir entre el
administrador concursal y el deudor, o con personas con él relacionadas.
La Ley autoriza al juez para designar a un auxiliar delegado que ostente la condición profesional que no
tenga aquel. En los siguientes supuestos de nombramiento obligatorio: empresas con establecimientos
dispersos, empresas de gran dimensión, cuando se solicite prórroga para la emisión del informe y en
concursos conexos con una única administración concursal.
Son las siguientes: de carácter procesal, propios del deudor o de su órgano de administración, en
materia laboral, relativas a derechos de los acreedores, de informe y evaluación, de realización de valor
y liquidación, de secretaría y las demás legalmente previstas.
Los administradores concursales y los auxiliares delegados deben desempeñar su cargo en términos
similares a los que se reclaman de los administradores sociales. Se establece que todas sus decisiones o
acuerdos que no sean de trámite o de gestión ordinaria, deberán consignarse por escrito y firmase por
el administrador concursal. El Juez del concurso tiene una función supervisora sobre la administración
concursal y están legitimados para requerir en cualquier momento información sobre la
evolución del procedimiento.
Los administradores concursales responden frente al deudor y frente a los acreedores. Lo harán por los
daños y perjuicios causados a la masa por actos y omisiones ilícitos o realizados sin la debida diligencia.
Por los actos lesivos de los auxiliares delegados responderán solidariamente salvo cuando prueben que
emplearon toda la diligencia debida para prevenir o evitar el daño. La acción de responsabilidad
prescribe a los cuatro años. El plazo de prescripción se contará desde el cese de los administradores
concursales o los auxiliares delegados. La acción de responsabilidad se sustanciará ante el juez de
concurso. Si se estimara la demanda el acreedor demandante y tendrá derecho al reembolso de los
gastos. El deudor, cualquier acreedor o un tercero podrán ejercer las acciones que correspondan por los
daños que los administradores concursales les hubieran ocasionado a sus intereses.
Los efectos que producen el auto de declaración de concurso sobre las facultades del humor se
condicionan el carácter voluntario o necesario de este. No obstante, el legislador permite que el juez
altere esta regla general. Para ello, deberá tener fundamentalmente a los intereses de los acreedores a
cuya satisfacción se dirige el concurso. Estas situaciones no son irreversibles, sino que podrá acordarse
el cambio solicitud de la administración concursal y previa audiencia del concursado. La ley ha
exceptuado de esta regla determinados actos: los actos de disposición que la administración concursal
considere indispensables, los actos de disposición de bienes que no sean necesarios para la continuidad
de la actividad y los actos de disposición inherentes a la continuación de la actividad empresarial del
deudor. La declaración de concurso no interrumpirá la continuación de la actividad empresarial que
viniera ejerciendo el deudor. Decretada la intervención de sus facultades, la administración concursal
determinará los actos u operaciones de su giro o tráfico que el deudor puede realizar.
La declaración de concurso no implica la desaparición de los órganos sociales, sino que conviven con la
administración concursal. Los acuerdos que adopte la junta general que pudieran tener contenido
patrimonial para el concurso deberán ser autorizados o confirmados por la administración concursal
para que tengan efecto. En el caso apertura de la liquidación, el juez acordará el cese de los
administradores o de los liquidadores y le sustituirá la administración concursal. La administración
concursal podrá solicitar al juzgado que se los atribuya a ella cuando se encuentren afectados los
intereses patrimoniales de la concursada. En cuanto al ejercicio de acciones por la Sociedad concursada,
la ley atribuye el control a la administración concursal con el ánimo de incrementar la masa activa del
concurso. Ésta podrá ejercitar las acciones contra el socio por las deudas de la sociedad anteriores a la
declaración de concurso, reclamar los desembolsos pendientes y el cumplimiento de las prestaciones
accesorias que tuvieran pendientes. Con respecto al ejercicio de acciones de la sociedad concursada
frente a sus administradores, auditores o liquidadores, la ley atribuye en exclusiva la legitimación a la
administración concursal.
Declarado el concurso, si se interpone una demanda de la que deba conocer el juez del concurso, éste
deberá abstenerse de conocer tal demanda. Si la acción se ejercita ante un juez del orden penal o
contencioso administrativo, y pudiera tener trascendencia para el patrimonio del deudor, deberán
emplazarse y tenerse como parte de la administración concursal.
Si cuando se declara el concurso se encuentran pendientes de tramitación juicios declarativos, tales
procedimientos deberán continuarse hasta la firmeza de la sentencia.
La intervención o suspensión acordada también afecta a la capacidad procesal del deudor. El deudor la
conservará en caso de intervención, pero necesitará la autorización de la administración concursal para
terminar de forma anticipada el procedimiento. Si el juez acuerda la suspensión, la administración
concursal sustituirá al deudor en los procedimientos judiciales en trámite y necesitará la autorización del
juez del concurso para poner fin al procedimiento de forma anticipada.
Se suspenderán desde la declaración de concurso hasta su conclusión los procedimientos declarativos
pendientes que versasen sobre acciones contra los administradores de las sociedades de capital. La
declaración de concurso no afecta a los pactos de mediación ni convenios arbitrales que hubiera
asumido el concurso, si bien, el juez del concurso podrá suspender su eficacia.
Los procedimientos arbitrales en curso se continuarán hasta la firmeza del laudo.
La sentencias y laudos firmes vinculan igualmente al juez del concurso que les dará el tratamiento
concursal que corresponda.
La LCon reconoce la posibilidad de la ejecución separada del objeto sobre el que recae la garantía. Éstas
se concretan en que los acreedores con garantía real no podrán iniciar la ejecución o realización forzosa
de la garantía hasta que se apruebe un convenio cuyo contenido no afecte al ejercicio de ese derecho.
Las actuaciones iniciadas con anterioridad a la declaración de concurso se suspenderán a partir de su
declaración.
Los contratos con obligaciones recíprocas pendientes no se verán afectados por la declaración de
concurso y continuarán produciendo sus efectos. Las prestaciones se considerarán deudas de la masa, lo
que quiere decir que no están sometidas a la solución del concurso. No obstante, la administración
concursal, podrán solicitar del juez la resolución del contrato. Las cláusulas que establezcan la facultad
de resolución del contrato por la sola causa de declaración de concurso se tendrán porno puestas. La
acción de resolución han ejercitarse ante el juez del concurso, el cual podrá acordar el cumplimiento del
contrato declarando que sean a cargo de la masa las prestaciones que deba o que haya de realizar el
concursado.
C. Otros efectos
La LCon establece que los efectos de declaración de concurso sobre los contratos de carácter
administrativo celebrados por el deudor con las administraciones públicas se regirán por lo establecido
en la legislación especial. Los efectos y extinción de los contratos de carácter privado que rigen por la
LCon. La LCon declara que la administración concursal tiene facultades para rehabilitar los contratos de
préstamo de crédito cuyo vencimiento anticipado se haya producido por el impago de las cuotas.
Igualmente podrá rehabilitar los contratos de adquisición de bienes a precio aplazado, y enervar el
desahucio en arrendamientos urbanos.
La LCon abandonó el sistema de retroacción y pretendió limitar los efectos perjudiciales para la masa
activa por medio de unas acciones de reintegración que califica como rescisorias.
B. Actos rescindibles
Una vez declarado el concurso son rescindibles los actos perjudiciales para la masa activa realizados por
el deudor dentro de los dos años anteriores a la fecha de la declaración de concurso. La LCon se fija en el
hecho del perjuicio de los acreedores y distingue sustancialmente tres supuestos.
Se presume el perjuicio, sin admitir prueba en contrario, cuando se trate de actos de disposición a título
gratuito.
Se presume el perjuicio, salvo prueba en contrario, en las disposiciones a título oneroso realizadas a
favor de alguna de las personas especialmente relacionadas con el concursado, la constitución de
garantías reales a favor de obligaciones preexistentes o de las nuevas constituidas en sustitución de
aquellas.
Cuando se trate de actos no previstos en los dos supuestos anteriores.
El ejercicio de las acciones decisorias se declara compatible con el de otras acciones de impugnación de
actos del deudor. Estas acciones se podrán ejercitar ante el juez del concurso. En cuanto a la
legitimación, será de aplicación lo dispuesto en los artículos 231 y 232 LCon.
C. Procedimientos y efectos
Las acciones rescisorias se tramitarán ante el juez del concurso por el cauce del incidente. La
legitimación para su ejercicio corresponde a la administración concursal. Es exclusiva. Las demandas
interpuestas deben ponerse en conocimiento de la administración concursal. Las demandas han de
dirigirse contra el deudor. El efecto esencial de la sentencia estimatoria de la acción será la declaración
de ineficacia del acto impugnado y condenará a la restitución de las prestaciones objeto de aquel, sus
frutos e intereses. El derecho a la prestación que resulte tendrá la consideración de créditos contra la
masa.
TEMA 14. Fase común del concurso (determinación de la masa activa y pasiva)
Constituyen la masa activa del concurso los bienes y derechos integrados en el patrimonio del deudor a
la fecha de la declaración del concurso y los que se reintegren al mismo o adquiera hasta la conclusión
del procedimiento. Son bienes o derechos de carácter patrimonial. No forman parte de la masa los
bienes y derechos que, aun teniendo carácter patrimonial, sean legalmente inembargables. Además, los
buques y las aeronaves que sean separados por los titulares de créditos con privilegio sobre ellos
mediante el ejercicio de las acciones que a su favor reconozca su legislación específica.
B. Normas sobre los bienes conyugales cuando el concursado sea empresario casado
Se parte, en primer lugar, de la delimitación de los bienes que han de formar la masa activa cuando el
concursado sea persona casada. En tal caso la masa activa comprenderá los bienes y derechos propios o
privativos del concursado.
La primera de ellas se refiere a la eventual inclusión en la masa activa de los bienes gananciales cuando
el concursado sea persona casada. Se prevé que el cónyuge concursado podrá adquirir la totalidad de
cada uno de sus bienes, viniendo obligado a pagar a la masa la mitad de su valor.
Por otro lado, se presume la existencia de donaciones cuando la persona concursada esté casada en
régimen de separación de bienes. El objeto de tales donaciones se incluirá en la masa activa.
Los bienes adquiridos por ambos cónyuges con pacto de sobrevivencia de forma que los bienes pasan a
ser de la titularidad del que sobreviva, se considerarán divisibles en el concurso, integrándose en la
masa activa la mitad correspondiente al concursado.
La propiedad ajena que se encuentra en poder del concursado, serán entregados por la administración
concursal a sus legítimos titulares, a solicitud de estos.
Los bienes o derechos que han sido imaginadas por el deudor antes de la declaración de concurso se
ofrecen dos soluciones. La primera, la de exigir la cesión del derecho a recibir la contraprestación de la
imaginación. La segunda la de comunicar a la administración concursal la existencia del crédito
correspondiente al valor que tuvieran los bienes o derechos imaginados, más el interés legal.
Distinguimos entre créditos contra el deudor común y créditos contra la masa. Los primeros son
calificados como créditos concursales.
Los créditos concursales están dominados por el principio de la universalidad ya que forman parte de
ellos todos los acreedores y han de figurar en la lista de acreedores. Son los convocados a la junta de
acreedores una vez abierta la fase del convenio y participan en la fase de liquidación.
Los créditos contra la masa surgen de los gastos y costas del procedimiento, las obligaciones contraídas
por la administración concursal durante el mismo y de los alimentos del deudor. Se reconoce que el 50
% de los créditos que supongan nuevos ingresos de tesorería ya hayan sido concedidos en el Marco de
un acuerdo de refinanciación tendrán la consideración de créditos contra la masa.
El juez hará un llamamiento a los acreedores para que pongan en conocimiento de la administración
concursal la existencia de sus créditos y el acreedor deberá comunicar la existencia de su crédito en el
plazo de un mes a partir del día siguiente de la publicación del auto en el BOE. Se practicará en el
domicilio que conste en el título del crédito, y el juzgado indicará la forma y circunstancias que debe
contener su comunicación, así como la documentación que deben aportar.
La administración concursal determinará si un crédito debe incluirse o no en la lista de acreedores.
Tendrá en cuenta los créditos que se hayan comunicado de forma expresa y los que resulten de los
libros y documentos del deudor.
Todos los créditos se computarán en dinero y se expresarán en moneda de curso legal.
Distinguimos entre:
Créditos privilegiados, que pueden ser con privilegio especial si afectan a determinados bienes o
derechos, o créditos con privilegio general, si afectan a la totalidad del patrimonio.
Ordinarios, en cuanto carecen de privilegio.
Subordinados, se sitúan en posición inferior a los ordinarios.
D. Créditos privilegiados
Son los siguientes: los garantizados con hipoteca o prenda, los garantizados con anticresis sobre los
frutos del inmueble gravado, los refaccionarios sobre los bienes refaccionados, los créditos por leasing o
compraventa a plazos de bienes muebles o inmuebles, los créditos con garantía de valores
representados por anotaciones en cuenta, los garantizados con prenda constituida en documento
público.
Son los siguientes: los créditos por salarios, las cantidades correspondientes a retenciones tributarias y
de seguridad social, los créditos por trabajo personal no dependiente, el 50 % de los créditos tributarios
y demás de derecho público, así como los de la seguridad social que no gocen de un privilegio especial,
los créditos por responsabilidad civil extra contractual, los créditos que supongan ingresos de tesorería
concedidos en el Marco de un acuerdo de refinanciación, la mitad del importe de los créditos de que
fuera titular el acreedor que hubiera solicitado la declaración de concurso que no fueran subordinados.
Son los siguientes: los créditos comunicados tardíamente a la administración concursal, los créditos que
por contrato tengan el carácter de subordinados, los créditos por recargos e intereses de cualquier
clase, los créditos por multas y demás sanciones pecuniarias, los créditos de que fuera titular alguna
persona relacionada con el deudor, los créditos derivados de la rescisión concursal que resulten a favor
de una persona que hubiera actuado de mala fe, los créditos derivados de contratos con obligaciones
recíprocas cuando el juez constate que el acreedor obstaculizó el cumplimiento del contrato.
La administración concursal ha de redactar una lista de acreedores en la que se detallará una relación de
los incluidos y otra de los excluidos. Estarán ordenadas alfabéticamente. Contendrá información sobre
su identidad, cuantía de cada uno de los créditos, fechas de origen y vencimiento y garantías existentes.
Se expondrá su calificación jurídica. De forma separada, se indicarán los créditos contra la masa,
devengados y pendientes de pago, con indicación de los vencimientos.
TEMA 15. Soluciones del concurso. Calificación, conclusión y reapertura del concurso
A. Publicidad
Con una antelación mínima de diez días a la presentación del informe al Juez, la administración
concursal comunicará por vía electrónica el proyecto de inventario y lista de acreedores, a aquellos de
los que tuviere la dirección electrónica.
Las partes personadas en el plazo de diez días podrán impugnar el inventario o la lista de acreedores. La
impugnación sólo podrá tener el contenido legalmente determinado que podrá consistir en la solicitud
de la inclusión o exclusión de bienes o derechos. La Ley admite la comunicación extemporánea de
créditos. Si estos créditos fueran reconocidos, serán clasificados como subordinados salvo que el
acreedor justifique no haber tenido noticia antes de su existencia.
El deudor, en principio, puede optar por una de las vías de convenio o liquidación. La fase del convenio y
la de la liquidación son posteriores a la fase común.
III. DEL CONVENIO.
La fase de convenio presupone que el deudor no haya solicitado la liquidación. Los momentos
fundamentales de esta fase son: 1.º La resolución dictada por el Juez declarando la apertura de la fase
de convenio y la convocatoria de la Junta de acreedores; 2.º Presentación de la propuesta de convenio y
admisión a trámite; 3.º Celebración de la junta de acreedores; 4.º Aprobación del convenio por el Juez y
su eventual oposición; 5.º Efectos del convenio.
El Juez dicta un auto en que declara la apertura de la fase de convenio y convoca la Junta de acreedores.
La propuesta de convenio por el deudor puede hacerse una vez transcurrido el plazo para la
comunicación de los créditos. La propuesta de convenio ha de cumplir una serie de requisitos formales
exigidos por la LCon. Se prohíben las cesiones de bienes y derechos «en pago» o «para pago» de los
créditos. Si se admite, que se prevea en la propuesta la transmisión de la empresa a un tercero, con el
fin de asignar el precio al pago de los acreedores. La propuesta no podrá ser condicionada, salvo en
concursos tramitados conjuntamente. La propuesta podrá contener distintas alternativas para todos o
algunos de los acreedores. En tal caso, deberá hacerse constar la aplicable si no se ejercitara ese
derecho de elección. Presentada la propuesta, el Juez, dentro de los cinco días siguientes, la admitirá a
trámite si cumple las condiciones de tiempo, forma y contenido establecidas en la Ley. Los acreedores
podrán adherirse pura y simplemente a la propuesta, desde la presentación del escrito de evaluación de
la administración concursal hasta el cierre de la lista de asistentes a la junta.
C. Junta de acreedores
Se entenderá aprobada la propuesta tramitada por escrito, cuando merezca el voto favorable de la
mitad del pasivo ordinario del concurso.
Aprobado el convenio por la junta, el secretario elevará el acta de la misma al Juez para su aprobación.
La oposición sólo podrá fundarse en la infracción de las normas de la Ley sobre el contenido del
convenio, su forma, en la adhesión de quienes no fueren titulares legítimos de créditos o en la infracción
de normas sobre la tramitación escrita. La oposición por infracción legal en la constitución o celebración
de la junta reclama su previa denuncia. En el mismo plazo podrá bien oponerse el concursado. En otro
caso quedará sujeto al convenio que resulte aprobado. Tramitada la oposición en la forma, el Juez
podrá, mediante sentencia, resolver sobre la oposición, desestimándola con la aprobación del convenio
o estimar tal oposición por infracción legal. En este último caso el Juez convocará nueva junta. El Juez,
haya sido o no formulada oposición, rechazará de oficio el convenio aceptado por la junta si apreciase la
existencia de infracción legal, y acordará la convocatoria de una nueva junta de acreedores.
El convenio vinculará al deudor y a los acreedores ordinarios y subordinados respecto de los créditos
que fuesen anteriores a la declaración de concurso, aunque no hubiesen sido reconocidos. Los
acreedores privilegiados sólo quedarán vinculados a la propuesta contenida en el convenio si hubieran
votado a favor de la misma. Los acreedores que no hubieran votado a favor del convenio no quedarán
vinculados. La aprobación del convenio no afectará a la responsabilidad de los obligados solidarios,
fiadores o avalistas del concursado frente a los acreedores. El contenido del convenio tendrá una
eficacia novatoria con relación a los créditos de los acreedores ordinarios, de los subordinados y de los
acreedores privilegiados que hubieren votado a favor del convenio.
Una vez que el deudor estime que ha cumplido íntegramente el convenio, presentará al Juez del
concurso el informe correspondiente con la justificación adecuada y solicitará la declaración de
cumplimiento.
La presentación de la propuesta por el deudor presupone una conducta que podemos calificar como
correcta por su parte. No puede presentar propuesta anticipada de convenio el concursado que:
b) hubiere incumplido en los tres últimos años la obligación del depósito de las cuentas anuales en el
Registro mercantil.
Desde la admisión a trámite de la propuesta anticipada de convenio y hasta la expiración del plazo de
impugnación del inventario y de la lista de acreedores, cualquier acreedor podrá manifestar su adhesión
a la propuesta con los requisitos y en la forma establecida en la LCon. Dentro de los cinco días siguientes
a la finalización del plazo para la impugnación del inventario, el Secretario verificará si las adhesiones
presentadas alcanzan la mayoría y proclamará el resultado. En otro caso, dará cuenta al Juez, que
dictará auto abriendo la fase de convenio o liquidación, según proceda.
V. DE LA LIQUIDACIÓN
La apertura de liquidación puede realizarse a petición del deudor, del acreedor, de la administración
concursal o de oficio por el Juez.
a) El deudor podrá solicitar la liquidación en cualquier momento y dentro de los diez días siguientes a la
solicitud, el Juez dictará un auto de apertura de la fase de liquidación.
b) Cualquier acreedor podrá solicitar la liquidación durante la vigencia del convenio, cuando no lo haya
hecho el deudor, si acredita la existencia de alguno de los hechos que pueden fundar una declaración de
concurso.
d) Procede la apertura de oficio de la liquidación cuando no se hubiera presentado dentro del plazo
legal ninguna propuesta de convenio o no se hubieran admitido a trámite.
B. Efectos de la liquidación
C. Realización de la liquidación
b) Durante los quince días siguientes a su puesta de manifiesto en el Juzgado, el deudor y los acreedores
concursales podrán hacer las sugerencias de modificación que estimen conveniente. El Juez resolverá
aprobar el plan en los términos en que hubiera sido presentado, introducir en él las modificaciones
propuestas o acordar la liquidación conforme a las reglas legales supletorias.
c) La LCon autoriza la enajenación de los bienes o derechos litigiosos, quedando el adquirente a resultas
del litigio. Por otro lado, prohíbe a los administradores concursales adquirir por sí o por persona
interpuesta los bienes o derechos que integren la masa activa.
d)Transcurrido un año desde el auto de apertura de la liquidación sin que hubiera finalizado ésta,
cualquier interesado podrá solicitar al Juez la separación de los administradores concursales y el
nombramiento de otros nuevos.
1º. Antes de proceder al pago de los créditos concursales, la administración concursal deducirá de la
masa activa los bienes o derechos necesarios para satisfacer los créditos contra ésta.
2º. El pago de los créditos con privilegio especial se hará con cargo a los bienes o derechos afectos, ya
sean objeto de ejecución separada o colectiva, si bien pueden abonarse, incluso antes de la fase de
liquidación.
3.º Abonados los créditos anteriores (contra la masa y privilegiados con garantía especial), se atenderá
con el remanente al pago de los créditos con privilegio general. Este pago se efectuará a prorrata a cada
número.
4.º El pago de los créditos ordinarios se efectuará con lo que reste una vez satisfechos los créditos
enunciados anteriormente. Si los bienes no fueran suficientes, se abonarán a prorrata de su importe
conjuntamente con los créditos con privilegio especial con cargo a los bienes y derechos afectos.
5.º El pago de los créditos subordinados no se realizará hasta que hayan quedado satisfechos
íntegramente los créditos ordinarios.
Esa transmisión supone ceder al adquirente todos los derechos y obligaciones derivados de contratos
afectos a la continuidad de la actividad profesional empresarial que venía desarrollando el deudor. El
adquirente se subrogará en la posición contractual del deudor concursado.
Este procedimiento se inicia por la solicitud que el deudor deberá presentar dentro del plazo de
audiencia que el Juez hubiere concedido. El beneficio que suponga la exoneración al deudor del deber
de pagar el pasivo insatisfecho. Tal beneficio solo puede reconocerse denomina deudores de buena fe.
Si el Juez resuelve la exoneración del pasivo, ello implica que los acreedores titulares de los créditos que
se extinguen no podrán entablar ningún tipo de acción frente al deudor.
1.º En los que se inicia la fase del convenio y éste establece para todos los acreedores, o para una o
varias clases, una quita superior a un tercio del importe de sus créditos o una espera superior a tres
años;
El resultado de la tramitación será fortuito o culpable. El procedimiento concluye con una sentencia en
la que se declarará el concurso como fortuito o como culpable. El concurso se calificará «como culpable
cuando en la generación o agravación del estado de insolvencia hubiera mediado dolo o culpa grave del
deudor. En la calificación concursal influye de manera decisiva la observancia por el deudor de sus
deberes preconcursales y concursales. Se entiende que hay dolo o culpa grave cuando:
1.ª) Se hubiere incumplido por el deudor el deber de solicitar la declaración del concurso en los términos
que establece el artículo 5 LCon.
2.ª) Se hubiere incumplido durante la tramitación del concurso los deberes de colaboración e
información que la LCon impone al deudor.
3.ª) En cualquiera de los tres ejercicios anteriores a la declaración de concurso el deudor no hubiere
formulado las cuentas anuales, no las hubiere sometido a auditoría estando obligado a ello o si, una vez
aprobadas no hubiera procedido a su depósito en el Registro Mercantil.
4.º) La negativa, sin causa razonable, a la capitalización de créditos o a la emisión de valores que habría
frustrado la consecución de un acuerdo de refinanciación.
4.º Por último, cuando el deudor lleva a cabo actos sobre su patrimonio con la clara intención de
perjudicar a sus acreedores.
1.º Determinación de las personas afectadas por la calificación del concurso, si son consideradas
personalmente culpables, así como en su caso las declaradas como cómplices.
2.º La inhabilitación de las personas afectadas por la calificación, que alcanza la prohibición de
administrar bienes ajenos, así como para representar o administrar a cualquier persona durante el
mismo período.
3.º La pérdida de cualquier derecho de las personas afectadas por la calificación o declaradas cómplices
que tuvieran como acreedores concursales o de la masa y la condena a devolver los bienes o derechos
que hubieran obtenido indebidamente, así como a indemnizar los daños y perjuicios causados.
El juez deberá individualizar la cantidad a pagar por cada uno de ello, en función de su participación en
los hechos.
La conclusión del concurso se debe a insuficiencia de bienes y derechos para el pago de los créditos, el
deudor quedará responsable del pago de los créditos restantes, y podrá producirse una reapertura del
concurso. No se podrá dictar auto de conclusión de concurso cuando hubiera pendiente acciones que
pudieran incrementar el patrimonio. También podrá el Juez acordar la conclusión del concurso por
insuficiencia de masa. La administración concursal comunicará al Juez del concurso la insuficiencia de la
masa activa para el pago de los créditos contra la masa y deberá comenzar a pagarlos en el orden
previsto por la LCon y, en su caso, a prorrata. Tras la distribución de la masa activa, la administración
concursal presentará un informe explicativo de la imposibilidad de ejercicio de acciones que pudieran
reintegrar la masa, así como de que no será calificado como culpable.
La legitimación activa para solicitar la reapertura del concurso de persona jurídica la tendrán los
acreedores concursales. Se tramitará ante el Juzgado que conoció el precedente y al auto que declare la
reapertura se le dará la publicidad prevista. Cuando se trate de la reapertura del concurso de una
persona jurídica, se limitará a la fase de liquidación de los nuevos bienes aparecidos. Debe realizarse una
actualización del inventario y de la lista de acreedores en el plazo de dos meses a partir de la
incorporación de aquellas actuaciones al nuevo concurso.
1. El Banco B, como endosatario de las letras, será su poseedor legítimo cuando lo justifique por una
serie no interrumpida de endosos. (página 80) verdadera
2. Si el Banco A incluye una condición en el endoso al Banco B, dicha condición se considerará como
no escrita. (página 79) verdadera
3. Si se omite la indicación del vencimiento en la letra, ésta no será válida por falta de un requisito
formal esencial. (página 64) falsa
2. COMERMUSIC libra un cheque con cargo a su cuenta en el Banco C.
1. COMERMUSIC podrá dirigirse al Banco C revocando la orden de pago del cheque emitido y
pagadero en España, una vez transcurridos 15 días desde su fecha de emisión. (página 114) verdadera
2. Si el Banco C visa o conforma el cheque, responderá cambiariamente de su pago. (página 116) falsa
3. Para la emisión regular del cheque es necesaria la provisión de fondos en el Banco y el pacto o
contrato de cheque. (página 112) verdadera
3. COMERMUSIC quiere incluir en sus contratos una serie de cláusulas y le consulta a Vd. sobre su
eventual carácter abusivo.
1. Es abusiva toda cláusula que establece un plazo para que el profesional pueda aceptar o rechazar una
oferta contractual. (página 143) falsa
3. La declaración de una cláusula como abusiva no comportará, por regla general, la ineficacia total
del contrato. (página 142) verdadera
4. COMERMUSIC celebra un contrato de comisión con el Sr. Pérez, un contrato de concesión con el Sr.
López y un contrato de agencia con el Sr. Rodríguez. Se le plantean algunas dudas y le formula las
siguientes preguntas:
1. Será necesario que el Sr. Pérez tenga autorización de COMERMUSIC para comprar para sí las
mercancías que tenga el encargo de vender. (página 149) verdadera
2. Será lícita la cláusula que establece que COMERMUSIC no debe indemnizar al concesionario Sr.
López en caso de extinción normal del contrato. (página 153) verdadera
3. El Sr. Rodríguez, como agente, asume el riesgo de las operaciones que promueva o contrate por
cuenta de MUSICASA. (página 155) falsa
1. Si los equipos de música presentan defectos internos, COMERMUSIC debe denunciarlos en el plazo de
60 días. (página 172) falsa
3. La entrega tardía de los equipos de música por MUSICASA es un incumplimiento total. (página 170)
verdadera
6. El Consejo de Administración de una sociedad cotizada que Vd. asesora quiere conocer el régimen
de las OPAs obligatorias y le formula varias preguntas, que Vd. contesta.
1. Será obligatorio formular una OPA cuando se haya adquirido un porcentaje igual o superior al 30%
del capital con derecho a voto de una sociedad cotizada. (página 220) verdadera
2. La OPA obligatoria podrá formularse al precio que estime oportuno el oferente. (página 220) falsa
3. Cuando una sociedad cotizada acuerda la exclusión de negociación de sus acciones, deberá
formular una OPA de exclusión. (página 222) verdadera
7. La empresa A celebra con distintos bancos una serie de contratos bancarios y le formula las
siguientes preguntas:
1. Si la empresa A celebra un contrato de depósito bancario de dinero con el banco B, este último
pasará a ser propietario del dinero depositado y la empresa A tendrá un derecho de crédito frente al
banco B para exigir la restitución de los fondos en las condiciones pactadas. (página 238) verdadera
2. Si la empresa A celebra un contrato de crédito sindicado con un conjunto de bancos, todos ellos
responden solidariamente. (página 244) falsa
3. Si la empresa A emite una carta de patrocinio fuerte a favor de una filial que se la entrega al banco
D, la empresa A quedará obligada ante el banco D como fiadora de su filial. (página 249) verdadera
1. Si la suma asegurada es inferior al valor del interés asegurado, el asegurador resarcirá en todo caso la
totalidad del daño sufrido. (página 307) falsa
2. La suma asegurada será el importe máximo de la indemnización que deberá pagar el asegurador en
cada siniestro. (página 305) verdadera
3. La subrogación del asegurador se producirá en todo caso son independencia de su voluntad. (página
309) falsa
1. La retribución de los administradores concursales les confiere un crédito contra la masa. (página
339) verdadera
2. Los créditos garantizados con hipoteca se calificarán como créditos con privilegio general. (página
359) falsa
3. Se calificarán como créditos subordinados los créditos por multas y sanciones pecuniarias. (página
361) verdadera
1. La Sección de Calificación del Concurso se abrirá en todos los supuestos de apertura de la fase de
liquidación. (página 376) verdadera
2. La Sentencia podrá inhabilitar a los administradores, como personas afectadas por la calificación, para
administrar bienes ajenos por un periodo máximo de 20 años. (página 378) falsa
3. La Sentencia podrá condenar a los administradores, como personas afectadas por la calificación, a
pagar el déficit concursal a los acreedores concursales. (página 378) verdadera