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En un sentido lato, suceder a una persona es ocupar su lugar y recoger sus derechos a cualquier
título.
Se puede afirmar, entonces, que se da la sucesión cada vez que una persona reemplaza a otra en una
determinada relación jurídica, sea de un derecho personal o de un derecho real. Es decir, existe un
cambio de titular del respectivo derecho.
En este sentido, el término sucesión es aplicable a todos los modos de adquirir derivativos.
En sentido restringido, hay sucesión cuando el sucesor se coloca en la misma situación jurídica que su
antecesor, tanto en su aspecto activo como pasivo.
CLASES de Sucesión
a) Por acto entre vivos, cuando la sucesión está destinada a producir sus efectos sin que la
muerte de una persona sea su presupuesto necesario. Ejemplo, la compraventa.
b) Por causa de muerte, cuando la muerte del autor de la relación jurídica es un hecho
fundamental, una condición esencial.
Desde el punto de vista de técnica jurídica, sólo existe verdadera sucesión en la sucesión por causa
de muerte, pues en este caso la relación se mantiene de la misma manera que con el autor. Por eso
se explica que el artículo 951 diga "se sucede a una persona difunta”, no puede haber sucesión en
nuestra ley sin una persona difunta.
Hay que hacer presente que nunca la sucesión por acto entre vivos puede ser a título universal.
1. artículo 1407, que requiere inventario solemne en las donaciones a título universal. La exigencia de
inventario solemne, por una parte y la situación que se plantea por la omisión de algunos bienes en él, por
otra, le quita el carácter de universal a esta donación.
Además, el artículo 1408 establece que en este caso el donante deberá reservarse lo necesario para
su congrua subsistencia.
2. artículo 1811, que prohíbe las ventas a título universal. La violación de esta disposición está
sancionada con nulidad absoluta.
Se fundamenta esta posición de nuestro Código en la doctrina que acepta respecto al patrimonio.
Sucesión por causa de muerte
La noción de patrimonio que acepta nuestra legislación se encuentra ligada a la personalidad misma del
hombre, y comprende no solamente los bienes ya adquiridos por una persona, sino también los por adquirir.
El patrimonio por tanto, es el "conjunto de los bienes de una persona, considerados como una
universalidad de derecho".
El patrimonio es como la personalidad misma, incorporal y uno solo, de manera que no es divisible en partes,
materiales o de cantidad. Por estar ligado a la personalidad, por ser atributo de ella, toda persona debe
tener un patrimonio, y por ello, es inalienable durante la vida de su titular.
Ello explica que sólo a la muerte del titular se trasmite como una universalidad jurídica, el patrimonio, de
tal suerte que los sucesores toman el lugar de quien ha fallecido, tanto en el activo como en el pasivo.
Por lo anterior, sólo en la sucesión por causa de muerte tiene lugar la clasificación de sucesión a título
universal y a título singular
Conforme al artículo 951 inciso 2º, el título es universal cuando se sucede al difunto en todos sus bienes,
derechos y obligaciones transmisibles, o en una cuota de ellos, como la mitad, tercio o quinto.
Y según el artículo 951 inciso final, el título es singular cuando se sucede en una o más especies o cuerpos
ciertos, como tal caballo, tal casa; o en una o más especies indeterminadas de cierto género, como un
caballo, tres vacas, seiscientos pesos fuertes, cuarenta fanegas de trigo.
Se puede suceder por causa de muerte a una persona por testamento o por ley (artículo 952 inciso
primero). En consecuencia, la sucesión por causa de muerte puede ser tanto testamentaria como
abintestato:
b) En la sucesión intestada o abintestato, es el legislador quien indica las personas que van a
suceder al causante. Por eso se llama también sucesión legal.
Finalmente, el artículo 952 inciso final: "la sucesión puede ser parte testada y parte intestada"; ello
ocurrirá en caso de que el causante en el testamento no haya dispuesto de todos sus bienes.
Sabemos que se puede suceder por causa de muerte a una persona en virtud de un testamento o de la
ley.
Otra forma podría ser la sucesión contractual, esto es que se sucede a una persona en virtud de una
convención celebrada con ella o sus herederos antes de su fallecimiento: éstos son los llamados pactos
sobre sucesión futura.
En Chile no se acepta la sucesión contractual por lo dispuesto en el artículo 1463: “El derecho de suceder a
una persona viva no puede ser objeto de una donación o contrato, aun cuando intervenga el consentimiento
de la misma persona”.
Sucesión por causa de muerte
El artículo citado habla de donación o contrato, siendo que la donación no es sino una especie de contrato; lo
que se quiso decir por el legislador, es que la prohibición abarca tanto los actos onerosos como los
gratuitos relativos al derecho a suceder por causa de muerte a una persona viva.
Una vez fallecido el causante, pueden celebrarse respecto a su sucesión toda clase de actos, como podría
ser, por ejemplo, la cesión de derechos hereditarios.
No obstante la prohibición de los pactos sobre sucesión futura, el inciso 2° del artículo 1463 contempla un
caso de excepción al que se refiere el artículo 1204, llamado "pacto de no mejorar”.
1. Desde luego, el interés del difunto, interés en virtud del cual éste puede disponer de parte de sus bienes
para que tengan pleno efecto después de sus días.
2. En segundo lugar, el interés familiar, que se manifiesta en las asignaciones forzosas, y que se justifican
porque el causante hizo su patrimonio en vida con la colaboración de su núcleo familiar.
3. Y en tercer lugar, el interés social, que se manifiesta en que el último en heredar es el Fisco y en que
además la sucesión por causa de muerte debe pagar eventualmente un impuesto.
Libertad de testar
En Chile no existe libertad para testar, pues el testador debe respetar las asignaciones forzosas que
establece la ley (artículo 1167).
De ahí que, existiendo asignatarios forzosos, sólo pueda disponer libremente de su cuarta de libre disposición.
Algunos autores, tomando como base los artículos 588 y 951, la definen como un modo de adquirir el
dominio del patrimonio de una persona difunta, o sea el conjunto de sus derechos y obligaciones
transmisibles, o de una cuota de dicho patrimonio.
Otros, en cambio, la definen como un modo de adquirir por el que se trasmiten los bienes valuables de una
persona que ha fallecido o una cuota de ellos, o especies o cuerpos ciertos o cosas indeterminadas de un
género determinado.
Sucesión por causa de muerte
Como puede verse, en esta segunda definición no se habla de "totalidad del patrimonio" o "de una cuota de
él", ya que se estima que ello no es exacto, porque en el patrimonio existen derechos que lo constituyen, pero
que no son transmisibles. Por ello mismo usan la expresión "valuables", ya que traduce en forma precisa la
naturaleza de los derechos y obligaciones que se transmiten.
La sucesión por causa de muerte es un modo de adquirir, pero no siempre importa para el sucesor un
aumento de sus bienes.
Por el contrario, puede darse el caso que la sucesión implique un gravamen para el heredero, esto puede
ocurrir cuando ella se encuentra recargada de deudas y los bienes heredados no son suficientes para
cubrirlas.
Esta característica de este modo de adquirir se explica por su propia naturaleza: del hecho de ser el
patrimonio una emanación de la personalidad, se ha derivado también el principio de que él subsiste aun en
ausencia de créditos activos.
Los romanos explicaban esta peculiaridad de la institución en referencia diciendo que era un "nomen juris", es
decir, una entidad jurídica que tiene existencia propia, haciéndose abstracción de los derechos que lo
componen (artículos 1264 y 1265)
Son de la primera especie aquellos en que la causa de adquisición del derecho se encuentra en el mismo
adquirente, como la ocupación y la accesión.
Son modos de adquirir derivativos aquellos en que la causa de la adquisición del derecho se encuentra en
una persona diversa del adquirente, como la tradición y la sucesión por causa de muerte.
La importancia de que la sucesión por causa de muerte sea un modo de adquirir derivativo, se encuentra
en que el sucesor obtiene su derecho del causante de la sucesión, de tal suerte que el asignatario
adquirirá el dominio de las especies comprendidas en la asignación si el causante era dueño de las
mismas, por aplicación del principio de que nadie puede transmitir más derechos de los que tiene.
Si el causante no era dueño, el sucesor sólo quedará colocado en situación de ganar el dominio de las
especies que se les trasmiten por prescripción, siempre que concurran las demás exigencias legales.
Se produce la adquisición del dominio por la muerte de una persona, y esa muerte puede ser real o
presunta.
Ello, porque no significa un sacrificio económico para el adquirente, nada da a cambio de lo que recibe.
Esto no significa que necesariamente toda asignación suponga un enriquecimiento para el heredero, pues
pueden existir herencias que no le reporten una ventaja económica o pecuniaria, ello acontecerá, por
ejemplo, si el patrimonio del causante está excesivamente gravado, pues como el heredero está obligado
a soportar el pago de estas deudas hereditarias, puede suceder que en definitiva no obtenga ventaja
económica alguna de la herencia que recibe.
Un modo de adquirir puede ser a título universal o a título singular, según si mediante él se adquiere una
universalidad jurídica o una cosa determinada.
La sucesión por causa de muerte puede ser, según los casos, a título singular o a título universal, así se
desprende del artículo 951 en relación con los artículos 1097 y 1104.
LOS ASIGNATARIOS
El artículo 953 define las asignaciones por causa de muerte y los asignatarios:
a) Se llaman asignaciones por causa de muerte las que hace la ley o el testamento de una persona
difunta, para suceder en sus bienes.
b) Con la palabra asignaciones se significan en este Libro las asignaciones por causa de muerte, ya las
hechas por el hombre o la ley.
Por su parte, el artículo 954 establece que “las asignaciones a título universal se llaman herencia, y las
asignaciones a título singular legados. El asignatario de herencia de llama heredero, y el asignatario de
legado, legatario”.
El artículo 1097 dispone: “Los asignatarios a título universal, con cualesquiera palabras que se les llame, y
aunque en el testamento se les califique de legatarios, son herederos: representan la persona del testador
para sucederle en todos sus derechos y obligaciones transmisibles. Los herederos son también obligados a
las cargas testamentarias, esto es, a las que se constituyen por el testamento mismo, y que no se imponen a
determinada persona".
En consecuencia:
a) la característica fundamental de los herederos es que suceden en todo el patrimonio del difunto, o
sea, en el conjunto de derechos y obligaciones transmisibles que los forman, o en una cuota de él;
el heredero no recibe bienes determinados.
b) además, los herederos representan la persona del causante en todos sus derechos y obligaciones
transmisibles, son los continuadores de la persona del difunto: reciben el activo del patrimonio, pero
se les transmite también el pasivo.
Por ello, en materia de contratos, se dice que quién contrata para sí, lo hace también para sus herederos.
Los herederos de una de las partes de un contrato no son terceros extraños a éste, sino que son parte de
él, pues suceden a quien lo celebró.
Nótese que lo que pasa a los herederos son los derechos y obligaciones transmisibles del
causante, luego, no pasan a ellos los derechos intransmisibles, como el usufructo.
Sucesión por causa de muerte
Respecto de las obligaciones, son intransmisibles las contraídas en consideración a la persona (intuito
persona). Por regla general, tienen este carácter las obligaciones de hacer, porque miran a la persona del
deudor.
Entre los herederos hay varias clasificaciones, una de las más importantes es la que distingue entre herederos
universales y herederos de cuota (artículo 1098).
b) Son herederos de cuota aquellos que son llamados a una cuota determinada de la herencia.
• No debe confundirse al heredero universal con el asignatario universal. Es más amplio el término
asignatario universal, que es el género; la especie es el heredero universal. No todo asignatario
universal es heredero universal, ya que puede ser un heredero de cuota.
• Puede ser mayor el beneficio en la herencia de 1 heredero de cuota que del universal. Los
herederos universales dividen entre sí por partes iguales la herencia, de modo que lo que lleve cada
uno, dependerá del número de herederos universales que haya.
Todo lo anterior se debe a que la clasificación de los herederos en universales y de cuota depende sólo
de la forma en que son llamados, y no del beneficio que llevan en la herencia.
Esta clasificación tiene importancia porque el derecho de acrecer existe sólo entre los herederos
universales y no en favor de los herederos de cuota.
El derecho de acrecimiento consiste en que la porción del heredero que falta, y no lleva su parte en la
herencia, aumenta la de los otros asignatarios (artículo 1147).
El artículo 1104 se refiere a los asignatarios a título singular y dice: "Los asignatarios a título singular, con
cualesquiera palabras que se les llame, y aunque en el testamento se les califique de herederos, son
legatarios: no representan al testador; no tienen más derechos ni cargas que los que expresamente se les
confieran o impongan. Lo cual sin embargo se entenderá sin perjuicio de su responsabilidad en subsidio de
los herederos, y de la que pueda sobrevenirles en caso de la acción de reforma".
Luego:
• el legatario sucede en una especie o cuerpo cierto cuando el bien legado se halla individualizado
como especie;
Sucesión por causa de muerte
b) en cambio, en un legado de género no se adquiere el dominio del objeto legado por este modo de
adquirir sino sólo un derecho personal para exigir a los herederos o a aquella persona a quien el
testador impuso la obligación de pagar el legado, el cumplimiento de éste.
Es decir, la especie en sí misma se adquiere por la tradición que de ella hagan los herederos, o quien
corresponda, al legatario.
LA APERTURA DE LA SUCESIÓN
El artículo 955 que: “La sucesión en los bienes de una persona se abre al momento de su muerte en el último
domicilio; salvos los casos expresamente exceptuados. La sucesión se regla por la ley del domicilio en que se
abre; salvas las excepciones legales”.
Definición
Se acostumbra a definir la apertura de la sucesión como “el hecho que habilita a los herederos para tomar
posesión de los bienes hereditarios y se los transmite en propiedad”.
Aspectos a considerar
Para una mejor comprensión del artículo 955, es necesario precisar su alcance en los siguientes aspectos:
1. En ese momento el asignatario debe ser capaz y digno de suceder. Las incapacidades e
indignidades para suceder deben ser entendidas con relación al momento del fallecimiento del
causante.
4. Desde el instante en que fallece el causante, pasa a ser lícito celebrar toda clase de actos y
contratos relacionados con la sucesión, ya no se trata de pacto de sucesión futura.
Prueba de la muerte
a) Peso de la prueba. Corresponde probar la muerte y el momento en que se produjo a las personas
que reclaman los derechos que provienen de la apertura de la sucesión.
b) Medios de prueba.
La muerte natural se prueba ordinariamente por medio de la partida de muerte, la cual
comprobará, además, la individualización de la persona fallecida y el momento de su defunción
(artículo 305 inciso 3°)
Si la muerte es presunta deberá probarse por medio de copia autorizada del decreto judicial que
la declaró, el cual debe inscribirse en el libro de defunciones del Registro Civil (artículo 5 N°5
Ley 4808)
Ello ocurre cuando esas personas estaban llamadas por la ley o por el testamento a sucederse una a
otras.
Este problema, denominado por la doctrina de los comurientes, presupone 3 requisitos copulativos:
a) Que dos o más personas perezcan en un mismo acontecimiento sin que se sepa el orden de
los fallecimientos.
No era este el sistema que adoptaban el Derecho Romano y las Partidas, ni el que sigue el Código Civil
francés, en ellos se contemplaban complejos mecanismos, que, haciendo abstracción de los hechos,
establecían un orden cronológico de los fallecimientos.
La sucesión se abre en el último domicilio que haya tenido el difunto (artículo 955 inciso 1°)
No se abre en el lugar en que ocurrió el fallecimiento, sino en el lugar en que el causante tuvo su
último domicilio.
2. Establecer la competencia del tribunal que conocerá de todo lo relacionado con la sucesión
por causa de muerte, pues de acuerdo al artículo 148 del Código Orgánico de Tribunales, es juez
competente el del último domicilio del causante.
Ante él se conoce del juicio de petición de herencia, del de desheredamiento, de la validez o nulidad
de las disposiciones testamentarias, etc.
El domicilio a que se refiere el artículo 148 del Código Orgánico de Tribunales, en relación con
el artículo 955 inciso 1°, es el domicilio civil, esto es el relativo a una parte determinada del
territorio del Estado (artículo 61).
Pero la sucesión no siempre se abre en el último domicilio del causante, hay casos
expresamente exceptuados. Así, tratándose de la muerte presunta, la sucesión se abrirá en el
último domicilio que el desaparecido haya tenido en Chile, sin importar el que real y
efectivamente tuvo, desde que se ignora cuál fue (artículo 81 Nº1).
La sucesión se regla por la ley del domicilio en que se abre, salvas las excepciones legales (artículo
955 inciso 2°)
Esta es una regla de carácter general en nuestra legislación y se aplica sin atender a la nacionalidad ni
a la naturaleza de los bienes del difunto.
La premisa es que la sucesión se rige por la ley imperante en el último domicilio del difunto. Al
hablar de domicilio en este caso, la ley se está refiriendo al domicilio político, o sea, al relativo al
territorio del Estado en general (artículo 60).
Consecuencia de este principio es que el orden de los llamados a recoger la herencia, la capacidad o
incapacidad, la dignidad o indignidad y los derechos y las obligaciones quedan sujetas a la ley local, esto
es, la del lugar en que se abre la sucesión.
Se sostiene generalmente que el artículo 955 inciso 2° constituye una excepción al artículo 16, en cuanto
éste afirma que los bienes situados en Chile se rigen por la ley chilena. y el primero faculta para que
se rijan por una ley extranjera cuando la sucesión se ha abierto fuera de Chile.
Sin embargo, algunos afirman que el verdadero alcance del artículo 955 en relación con el artículo 16 no
es el señalado.
Sucesión por causa de muerte
Indican que lo que se altera con la vigencia de la ley extranjera es la transmisibilidad de los bienes,
o sea, los derechos a la sucesión, pero en cuanto a la manera como pasan los bienes del difunto a
los herederos se regla por la ley chilena.
Si un chileno fallece teniendo su último domicilio en el extranjero, los derechos de los parientes
chilenos de éste - que se va a regir por una ley extranjera -, serán los que les otorga la ley
chilena (artículo 15 N°2).
Debe tenerse en claro que esta norma no impide que la sucesión, en conformidad al artículo 955, se
rija por la ley extranjera, pero hace excepción a ella en el sentido de que una parte, la relativa a
los derechos del cónyuge y parientes chilenos, se va a regir por la legislación nacional.
Se refiere a esta materia el artículo 998, ubicado en las reglas de la sucesión intestada.
Debemos distinguir:
a) Que fallezca teniendo su último domicilio en Chile. En tal caso tiene plena aplicación el
artículo 955.
b) Que fallezca teniendo su último domicilio en el extranjero. En este caso. hay que distinguir:
• si no hay herederos chilenos, rige también íntegramente el principio del artículo 955, o
sea, se aplica la ley extranjera exclusivamente.
• Si el extranjero deja herederos chilenos, éstos tienen en su sucesión los derechos que
les reconoce la ley chilena, y no la legislación por la cual se está rigiendo la sucesión
(artículo 998)
Pero para poder hacer efectivo estos derechos va a ser necesario que el causante haya
dejado bienes en Chile.
Si no ocurre así, habrá que estarse a lo dispuesto por la ley extranjera, pues no puede
pretenderse aplicar el artículo 998 fuera de Chile:
Conforme al inciso final del artículo 998, este mismo derecho de preferencia tienen los
chilenos en la sucesión de un chileno, es decir que si un chileno fallece en el extranjero
y la legislación del país de su fallecimiento desconoce el derecho de los herederos
chilenos, éstos tienen preferencia para pagarse en los bienes ubicados en nuestro
territorio.
Se estima que el "Fisco” queda incluido en la expresión "chileno" del artículo 998, pues es un
heredero abintestato, artículo 995.
De acuerdo al artículo 81, la muerte presunta debe ser declarada por el juez del último domicilio
que el desaparecido tuvo en Chile, de lo que se deduce que la declaración de muerte presunta
Sucesión por causa de muerte
se hace en Chile, no obstante que conste que el difunto presunto tuvo su último domicilio fuera
del país.
Y como la muerte presunta se declara en Chile, la sucesión se abre aquí y se rige por la ley
chilena.
4. Caso en que la sucesión que se abre en el extranjero pero el difunto deja bienes en Chile.
Esta gestión tiene por objeto obtener el pago del impuesto de herencia.
Se estima que aún cuando la sucesión se abra en el extranjero, deben practicarse en Chile las
inscripciones que prescribe el artículo 688, pues ellas tienen por objeto mantener la historia de la
propiedad raíz.
Producida la apertura de la sucesión con la muerte del causante, tiene lugar también la delación de las
asignaciones.
Se define ésta en el artículo 956 inciso 1° como “el actual llamamiento que hace la ley a aceptar o
repudiar una asignación”.
a) La apertura.
b) La delación.
c) El pronunciamiento del asignatario en orden a aceptar o repudiar la asignación.
Pero no puede confundirse la apertura con la delación, pues la primera se produce forzadamente con la
muerte del causante, y la segunda no siempre ocurre con ella, como sucede por ejemplo cuando la asignación
está sujeta a condición suspensiva.
b) Si la asignación está sujeta a condición resolutoria, aunque el artículo 956 no distingue, atendiendo
a que esta condición produce la extinción del derecho, no afectando el nacimiento del mismo, debe
concluirse que la delación se produce al fallecer el causante.
d) La asignación está sujeta a una condición suspensiva que consiste en no ejecutar un hecho que
depende de la voluntad del asignatario. Por ser ésta una condición suspensiva meramente
potestativa que depende de la sola voluntad del asignatario, el artículo 956 inciso 3° establece
que la asignación se defiere en el momento de la muerte del testador, siempre que el asignatario
Sucesión por causa de muerte
caucione en forma suficiente la restitución de la cosa asignada con sus accesorios y frutos, en
caso de contravenirse la condición.
Pero, si el testador ha dispuesto que mientras penda la condición, pertenezca a otro asignatario
la cosa asignada, no tiene aplicación lo señalado precedentemente, artículo 956 inciso final. En
este caso hay un fideicomiso no pudiendo entregarse la asignación al asignatario condicional, pues ella
pertenecerá a otro mientras la condición se encuentra pendiente.
EL DERECHO DE TRANSMISIÓN
Si una vez deferida la asignación, fallece e el asignatario de ésta, pueden presentarse 3 situaciones:
1. Que, antes de fallecer el asignatario, haya repudiado la asignación que le ha sido deferida. En este
caso, conforme al artículo 1239, es como si nunca hubiere sido asignatario y nada trasmite a sus
herederos de la asignación que repudió.
3. Que el asignatario fallezca sin haberse pronunciado respecto de la herencia o legado que se le
defirió. En este caso, transmite a sus herederos la facultad que él tenía de aceptar o repudiar la
asignación. Esto es lo que se llama derecho de transmisión y que define el artículo 957 inciso 1°.
El derecho de transmisión no es otra cosa que una aplicación del principio de que el heredero
adquiere todos los derechos y obligaciones transmisibles que pertenecían al causante. Dentro de su
herencia va comprendida la facultad que tuvo de aceptar o repudiar la asignación, y esa facultad la
adquieren sus herederos por sucesión por causa de muerte.
Se aplica tanto a:
a) La sucesión testamentaria como a la intestada, por cuanto el artículo 957 está ubicado en el Título 1
Libro III cuyo epígrafe es "Definiciones y Reglas Generales", reglas que se aplican tanto a la sucesión
testada como a la intestada. Además el artículo 957 no distingue.
Calidad que debe tener el adquirente del derecho de opción, “el transmitido”
El adquirente, esto es, el transmitido, siempre tiene que ser heredero, porque el fundamento del derecho de
transmisión es que se adquiere el derecho de aceptar o repudiar la asignación por ir éste incluido en la
herencia, la cual pasa a los herederos y no a los legatarios.
2. El transmitente o transmisor, que es la persona a quién el causante dejó la herencia o legado y que
falleció sin haberse pronunciado respecto de la asignación.
a) Debe haber fallecido sin aceptar o repudiar la asignación; porque si la repudió es como si nunca
hubiera tenido derecho a ella; y si la aceptó trasmite a los herederos la asignación misma; luego si se ha
pronunciado no opera el derecho de transmisión.
c) Es necesario que su derecho no haya prescrito, porque si prescribió nada puede trasmitir a sus
herederos (artículo 957).
b) Tiene que haber aceptado la herencia del transmitente o transmisor, artículo 957 inc. 2º.
Debe ser así porque el derecho de transmisión se funda en que la facultad de pronunciarse va incluida
en la herencia del transmitente, luego si ésta no es aceptada no se adquiere este derecho.
Pero no hay inconveniente en que acepte la asignación propia y repudie la que se defiere por transmisión
(artículo 1228 inc. 2º).
Si bien es cierto que la facultad de aceptar o repudiar es indivisible, esto es, no se puede aceptar una
parte o cuota y repudiar el resto, artículo 1228, también lo es, que el derecho de aceptar o repudiar la
asignación al transmitirse a los herederos se hace divisible.
c) Debe ser capaz y digno de suceder al transmitente, porque si no lo es no puede adquirir la herencia de
éste en la cual va comprendido el derecho a aceptar o repudiar la asignación.
Una de las incapacidades es no tener existencia al menos natural al tiempo de abrirse la sucesión del
causante, por ello el artículo 962 dispone que si se sucede por derecho de transmisión se requiere tener
existencia al tiempo del fallecimiento del transmitente, no importando que el asignatario no haya existido
al fallecer el primer causante.
SUCESIONES INDIRECTAS
Se puede suceder por causa de muerte a una persona en forma directa o indirecta.
Se sucede en forma directa cuando la persona hereda por si misma, sin intervención de otra.
En tanto que son sucesiones indirectas aquellas que se adquieren por intermedio de otra persona. Por
ejemplo, cuando opera el derecho de transmisión o el derecho de representación.
a) Derecho real: que consiste en la facultad o aptitud de una persona para suceder en el patrimonio del
causante o en una cuota de él (sentido subjetivo)
Sucesión por causa de muerte
b) Masa hereditaria: se habla de "herencia" cuando se alude al conjunto de bienes que forman la
universalidad (sentido objetivo).
1. Es un derecho real.
2. Constituye una universalidad jurídica.
3. Tiene una vida efímera.
1. Es un derecho real.
c) Del derecho de herencia nace una acción real: la de petición de herencia, en cuya virtud el
verdadero heredero puede reclamar su derecho de herencia, invocando su calidad de tal, en contra de
cualquier persona que esté en posesión de la herencia.
La universalidad de hecho no difiere de los bienes que la forman. Hay universalidad de hecho,
cuando existe un conjunto de bienes que se denominan genéricamente, por ejemplo, una biblioteca: la
universalidad (biblioteca) no difiere de los libros que la forman.
Durante la vida de una persona, su patrimonio constituye una universalidad jurídica, porque es
diferente de los bienes y obligaciones que lo forman. Muerta la persona, opera la sucesión por causa de
muerte cuyo objeto es el patrimonio del causante o una parte de él, y ese patrimonio, que era una
universalidad jurídica, pasa íntegro a los herederos sin modificaciones.
En otras palabras, el objeto de este derecho es la universalidad del patrimonio en conjunto y no los
bienes que lo forman.
Fallecido el causante nace el derecho real de herencia, y, si hay varios herederos, la indivisión
hereditaria, la que termina con la partición, esto es, con la liquidación de la comunidad y las respectivas
adjudicaciones.
A. Adquisición del Derecho Real de Herencia POR SUCESIÓN POR CAUSA DE MUERTE.
Este es el modo normal de adquirir el derecho real de herencia, que se produce de pleno derecho por
el solo fallecimiento del causante, sin que sea necesario que el heredero cumpla formalidades de
ninguna especie.
No obstante esta adquisición, el heredero puede aceptar o rechazar el derecho de herencia que
adquirió, retrotrayéndose la aceptación o la repudiación al instante del fallecimiento del causante
(artículo 1239).
Fundamento de que el heredero, no obstante adquirir de pleno derecho la herencia, tiene la opción
de aceptarla o repudiarla
La POSESIÓN de la Herencia
1. Posesión legal.
2. Posesión real o material.
3. Posesión efectiva de la herencia.
a) En los hechos, pueden faltarle al heredero ambos elementos y siempre la ley presumirá su
existencia. Queda ello demostrado por el hecho de que la posesión legal existe aunque el
heredero ignore su calidad de tal.
b) Por la misma razón, la posesión legal es siempre regular, ya que es otorgada por el
legislador presumiendo sus elementos.
Se ha resuelto por nuestros tribunales que la posesión legal corresponde al heredero verdadero y
no al putativo.
La posesión legal del heredero no es la misma del causante, sino que la adquiere él al
fallecimiento de éste (artículo 722 en relación al artículo 717).
Lo normal es que el heredero tenga la posesión legal y la material, pero puede suceder que el
verdadero heredero tenga la posesión legal y un falso heredero la material.
Sucesión por causa de muerte
Tiene importancia la posesión real porque habilita para adquirir la herencia por prescripción.
Se dice que “es aquella que se otorga por sentencia judicial o por resolución administrativa a
quien tiene la apariencia de heredero”.
Decimos por sentencia judicial o por resolución administrativa, porque la Ley 19.903, de 10 de
octubre de 2003, en su artículo 1 dispone que “las posesiones efectivas de herencias, originadas
en sucesiones intestadas abiertas en Chile, serán tramitadas ante el Servicio de Registro Civil
e Identificación, de conformidad a lo dispuesto en la presente ley. Las demás serán conocidas
por el tribunal competente de acuerdo a lo dispuesto en el Código de Procedimiento Civil”.
En efecto:
El artículo 877 del Código de Procedimiento Civil dice que en la sucesión testamentaria se
dará la posesión efectiva al heredero que presenta un testamento “aparentemente” válido
en que se le instituya heredero.
Señala allí solamente algunos efectos de esta cesión, más no la forma como ha de efectuarse la
tradición.
Como en nuestro Derecho las transferencias por actos entre vivos se efectúan por la concurrencia de un
título y el modo, ellos deben también aquí configurarse.
2. Este título debe ser posterior al fallecimiento del causante. El artículo 1463 dice que hay objeto
ilícito en los pactos sobre sucesión futura.
3. No deben cederse bienes determinados. El objeto de la cesión o tradición del derecho de herencia
es la universalidad de la herencia o una cuota de ella y no bienes determinados. El heredero que
Sucesión por causa de muerte
cede o vende su derecho hereditario no transfiere propiedad particular alguna en los bienes de la
herencia (artículo 1909).
1. Según algunos, como don José Ramón Gutiérrez, fundados principalmente en el artículo 580, la
herencia es clasificable como mueble o inmueble, según los bienes que la integran.
a) Si la herencia de que se trata se compone sólo de muebles, su tradición se someterá a las reglas
de éstos.
b) Si se compone de muebles e inmuebles será mixta.
c) Si se compone sólo de inmuebles, será bien inmueble.
Y, como consecuencia, en estas dos últimas situaciones su tradición se someterá a las reglas de los
inmuebles, requiriéndose, por tanto, de inscripción conservatoria.
2. Otros, como don Leopoldo Urrutia, fundados en que la herencia es una universalidad jurídica,
distinta de los bienes específicos que la integran, estiman que ella escapa a la clasificación de
bienes en muebles e inmuebles, y que siendo la inscripción una manera excepcional de efectuar la
tradición, establecida tan sólo para los inmuebles, y la regla general, las formas del artículo 684, la
tradición del derecho de herencia no requiere de inscripción, y basta para efectuarla cualquier
manifestación en que conste la intención de transferir el dominio.
Así las cosas, la tradición se efectuaría de cualquier manera en que el tradente manifieste su
voluntad de transferir el dominio, y el adquirente la de adquirirlo. La jurisprudencia se ha
inclinado notoriamente por esta última solución.
Reconociéndose que esta doctrina tiene la razón en cuanto sostiene que la tradición se efectúa por
cualquier acto que signifique la intención compartida de traspasar y adquirir el derecho, se le
completa agregando que dicha intención puede encontrarse en el título mismo, con lo cual se
asegura la certidumbre de la fecha de la tradición y su carácter de convención. Por lo demás,
esto no es ninguna novedad pues se encuentra establecido en igual forma respecto de las
servidumbres, artículo 698.
3. Una última opinión, sostenida por el profesor Enrique Silva Segura, reprochando una confusión
en que se incurriría entre el derecho de herencia y el de dominio, formula una distinción que
provoca como consecuencia una solución diferenciada.
a) el derecho real de herencia, relación del heredero con el patrimonio del causante, que, por
tanto, recae sobre la universalidad jurídica, que es la herencia.
b) el derecho real de dominio sobre cada una de las cosas de propiedad del causante, de
manera que siendo varios, se origina entre ellos una comunidad sobre cosa universal (que sería
universalidad de hecho).
Así, se termina concluyendo que si lo cedido por el heredero es el derecho de herencia (a lo que
se estaría refiriendo el artículo 1909), por recaer éste sobre la universalidad jurídica herencia, su
tradición se efectuaría por las normas del artículo 684.
Pero, si lo cedido es la cuota en la comunidad de dominio que se originó sobre los bienes del
causante (si se acepta la comunicabilidad de la cuota), se debe examinar la naturaleza de los
bienes, necesitándose inscripción conservatoria si hay inmuebles.
Sucesión por causa de muerte
El cesionario tiene los mismos derechos y obligaciones que el heredero, por consiguiente puede:
• “Si el heredero se hubiere aprovechado de los frutos o percibido créditos o vendido efectos
hereditarios, será obligado a reembolsar su valor al cesionario”.
• “El cesionario por su parte será obligado a indemnizar al cedente de los costos necesarios o
prudenciales que haya hecho el cedente en razón de la herencia”.
“El que cede a título oneroso un derecho de herencia o legado sin especificar los efectos de que se
compone, no se hace responsable sino de su calidad de heredero o legatario”.
Si la cesión es a título gratuito, de nada responde el cedente, según se desprende del artículo 1422
que niega la acción de saneamiento al donatario.
No debe confundirse la cesión del derecho de herencia con la cesión de la pretensión de una
herencia determinada, esto es, el caso de una persona que creyéndose heredero de otra, cede sus
pretendidos derechos a un tercero, resultando que no era asignatario del causante.
En este caso no se aplica el artículo 1909 y el cedente no responde de su calidad de heredero, porque
sólo cedió su pretensión a la herencia.
Si se cede el legado en forma indeterminada, esto es, el derecho al legado, a dicha cesión son
aplicables las reglas anteriores, artículos 1909 y 1910.
Si se cede la cosa legada estamos frente a una cesión de bienes determinados y no son aplicables
las reglas anteriores.
El heredero putativo o falso heredero no puede adquirir la herencia por sucesión por causa de muerte.
Pero, si ha estado en posesión real de ella puede adquirirla por prescripción.
1. Por regla general, la herencia se adquiere por prescripción de 10 años (artículo 2512 inciso 2°).
Los tribunales han resuelto que el plazo de 5 años se cuenta desde la inscripción de la posesión
efectiva y el de 10 años desde que el falso heredero entró en posesión de la herencia.
b) El artículo 704 se refiere al justo título dando la idea de posesión regular que es la que conduce
a la prescripción ordinaria.
Clasificación
2. Acervo Ilíquido.
Es el patrimonio del difunto, separado de los otros bienes con que se encontraba confundido, y al
que aún no se han deducido las bajas generales de la herencia, contempladas en el artículo 959.
“Son las deducciones que es necesario hacer para llevar a efecto las disposiciones del difunto o de
la ley”.
Se encuentran señaladas en el artículo 959, y a la enumeración que éste hace debe agregarse "los
gastos de la última enfermedad y entierro del causante", que fue agregada por la ley de Impuesto a
las Herencias, Asignaciones y Donaciones.
Las bajas generales deben efectuarse en el orden que enumera el artículo 959:
En términos amplios puede decirse que son bajas generales de la herencia los costos de la
sucesión y de la partición de bienes quedando, comprendidos los gastos de:
posesión efectiva
inventario de los bienes
honorarios del partidor y albacea
costos de la partición, etc.
b) Deudas hereditarias.
La única forma de establecer en definitiva los bienes que se van a repartir entre los herederos,
es que las deudas hereditarias se paguen antes de distribuir los bienes entre ellos, por eso son una
baja general.
La herencia significará un enriquecimiento para los herederos cuando las deudas hereditarias
no cubran totalmente el activo de la herencia, porque entre los asignatarios se divide sólo lo
que queda una vez pagadas las deudas. Recordemos que el derecho de prenda general afecta
todos los bienes del deudor.
En la actualidad no existe un impuesto que grave toda la masa hereditaria y deba deducirse, por
consiguiente, como baja general.
La ley de Impuesto a las Herencias, Asignaciones y Donaciones no grava la masa global, sino cada
una de las asignaciones en particular.
Los alimentos voluntarios no son una baja general y se imputan a la parte de libre disposición
(artículo 1171 inciso 1°).
No están señalados como baja general en el Código Civil sino que en la ley de impuesto a las
herencias.
Sucesión por causa de muerte
Las bajas generales se deducen del acervo o masa de bienes que deja el difunto (artículo 959).
Pero, algunas de estas bajas lo son también de la liquidación de la sociedad conyugal, como sucede, por
ejemplo, con los gastos de partición en cuanto ésta se refiere a la sociedad conyugal, las deudas
hereditarias que pueden ser al mismo tiempo deudas sociales y los gastos de última enfermedad en
cuanto no estén cancelados al fallecimiento del causante, que también serán deudas sociales.
Como el artículo 959 no deroga las normas propias de la sociedad conyugal, debe concluirse que las
bajas generales se efectúan a la herencia sólo en la proporción que ellas correspondían al
cónyuge difunto.
Esto tiene importancia para los herederos, el cónyuge del difunto y el Fisco, porque si las bajas generales
se efectuaran íntegramente a la herencia – como aparentemente lo dispone el artículo 959 –, al disminuir
la masa hereditaria baja el impuesto a la herencia, el cual no grava lo que corresponde por gananciales.
3. Acervo Líquido.
Es el acervo ilíquido al cual se han deducido las bajas generales que indica el artículo 959.
También se le llama acervo partible, porque es la masa de bienes que se divide entre los herederos.
Se diferencian de los anteriores en que no es forzoso que en una sucesión existan acervos
imaginarios; en toda sucesión habrá un acervo ilíquido y uno líquido, pero no siempre existirán acervos
imaginarios.
a) El primer acervo imaginario, que tiene por objeto amparar a los legitimarios frente a donaciones
hechas a otros legitimarios.
b) El segundo acervo imaginario ampara a los legitimarios frente a donaciones hechas a terceros.
Desde el punto de vista subjetivo, para suceder por causa de muerte el asignatario debe reunir los siguientes
requisitos:
La regla general es que toda persona es capaz de suceder, constituyendo la incapacidad la excepción.
Así, por lo demás, también lo contempla el artículo 1446 refiriéndose a la capacidad en el acto jurídico.
Luego, el problema de la capacidad consiste entonces en saber cuales son las personas incapaces para
suceder.
a) El Fisco siempre es capaz de suceder. Luego, las normas sobre capacidad se aplican a los demás
sucesores.
b) Las reglas sobre capacidad se aplican tanto a la sucesión testada como a la intestada, aun cuando
para la primera existen normas que no se aplican a la segunda.
c) Las incapacidades para suceder son una excepción y, por consiguiente, deben interpretarse
restrictivamente, no siendo procedente la interpretación analógica.
d) Quién alegue la existencia de una incapacidad debe probarla, pues sostiene una situación de
excepción.
e) La capacidad se rige por la ley vigente al momento de la apertura de la sucesión (artículo 18 LER).
“Para ser capaz de suceder es necesario existir al tiempo de abrirse la sucesión... (962 inciso 1º)”.
Por consiguiente, es incapaz para suceder el que no existe al tiempo de abrirse la sucesión, esto es,
el día del fallecimiento del causante.
Estas interrogantes surgen porque en nuestro Código quién no tiene existencia no es persona
(artículo 74), y quien no es persona no puede ser titular de derechos.
Pero, de los términos del artículo 77, es fácil concluir que se requiere solamente la existencia
natural, esto es, que bastará que la criatura esté concebida y que el nacimiento llegue a producirse
Sucesión por causa de muerte
Para saber si la criatura estaba concebida o no al momento de abrirse la sucesión debe aplicarse el
artículo 76.
La segunda parte del inciso 1° del artículo 962 dice “salvo que se suceda por derecho de
transmisión, según el artículo 957, pues entonces bastará existir al abrirse la sucesión de la
persona por quién se transmite la herencia o legado”.
Luego, basta existir al momento de abrirse la sucesión del transmitente, lo cual no es más que
aplicación del derecho de transmisión.
El principio según el cual basta tener existencia natural para ser capaz de suceder, tiene las
siguientes excepciones:
1. El caso del asignatario condicional suspensivo (artículo 962 inciso 2°). "Si la herencia o legado
se deja bajo condición suspensiva, será también preciso existir en el momento de cumplirse la
condición".
La ley desea que exista no sólo a la fecha de la apertura de la sucesión, sino también a la del
cumplimiento de la condición suspensiva.
2. Asignaciones hechas a personas que no existen, pero que se espera que existan (artículo 962
inciso 3°): "Con todo, las asignaciones a personas que al tiempo de abrirse la sucesión no
existen, pero se espera que existan, no se invalidan por esta causa si existieren dichas
personas antes de expirar los diez años subsiguientes a la apertura de la sucesión".
Ejemplo, lego mi casa al hijo mayor de Juan, y al fallecer el causante Juan no tenía hijos. La
asignación será válida en la medida que Juan llegue a tener hijos.
3. Asignaciones hechas en premio de servicios a personas que no existen (artículo 962 inciso
final).
Esta disposición puede dar origen a dificultades, por cuanto el legislador no ha dicho si bastará con
que la persona que preste el servicio importante nazca en el plazo señalado o si, además, será
preciso que dicho servicio se preste dentro de los 10 años.
Don José Clemente Fabres y don Luis Claro Solar dicen que no sólo es necesario que exista el
asignatario dentro de los diez años, sino que el servicio se preste también dentro de ese plazo.
B. Incapacidad para suceder por falta de personalidad jurídica al tiempo de abrirse la sucesión
(ARTÍCULO 963)
“Son incapaces de toda herencia o legado las cofradías, gremios o establecimientos cualesquiera
que no sean personas jurídicas (artículo 963 inciso 1°)”
Sucesión por causa de muerte
Excepción
“Pero si la asignación tuviere por objeto la fundación de una nueva corporación o establecimiento,
podrá solicitarse la aprobación legal, y obtenida esta, valdrá la asignación (artículo 963 inciso 2°)”.
En relación con el artículo 963, se ha presentado el problema de la capacidad de las personas jurídicas
extranjeras para suceder en Chile:
1. Respecto de las personas jurídicas extranjeras de Derecho Público no hay problema, ya que es
evidente que tienen capacidad para suceder sin necesidad de haberse constituido en Chile, porque
las personas jurídicas de derecho público existen de pleno derecho, sin necesidad de
reconocimiento de la autoridad.
a) Alessandri estima que son incapaces de suceder en Chile las personas jurídicas extranjeras
de derecho privado que no han obtenido personalidad jurídica en nuestro país. Se funda en
que:
b) Claro Solar estima que las personas jurídicas extranjeras de Derecho Privado son capaces de
suceder en Chile, porque:
• la regla general es la capacidad para suceder (artículo 961) y el artículo 963 es especial;
luego, no puede extenderse a casos que él no contempla, como es el de las personas
jurídicas extranjeras.
• los artículos 546 y 963 tienen por objeto impedir a aquellas asociaciones que no han sido
reconocidas por la autoridad, el ejercicio de prerrogativas propias de las personas
jurídicas, pero no pueden aplicarse a aquellas personas jurídicas que son tales
conforme a las leyes de su propio país.
C. Incapacidad de las personas condenadas por el crimen de dañado ayuntamiento (ARTÍCULO 964).
“Es incapaz de suceder a otra persona como heredero o legatario, el que antes de deferírsele la
herencia o legado hubiere sido condenado judicialmente por el crimen de dañado ayuntamiento
con dicha persona y no hubiere contraído con ella un matrimonio que produzca efectos civiles. Lo
Sucesión por causa de muerte
mismo se extiende a la persona que antes de deferírsele la herencia o legado hubiere sido acusada
de dicho crimen, si se siguiere condenación judicial”.
En el Código Penal no se contempla el "delito de dañado ayuntamiento", pero en materia civil existieron
hasta la dictación de la Ley 5750 los hijos de dañado ayuntamiento, que eran los adulterinos,
incestuosos y sacrílegos, hoy día reducidos solo a los incestuosos; luego, a dichos hechos debería
referirse el artículo 964.
Los profesores Domínguez Benavente y Domínguez Águila sostienen que esta incapacidad ya no existe,
precisamente por estar derogado este delito del Código Penal.
“Por testamento otorgado durante la última enfermedad, no puede recibir herencia o legado
alguno, ni aun como albacea fiduciario, el eclesiástico que hubiere confesado al difunto durante la
última enfermedad, o habitualmente en los dos últimos años anteriores al testamento; ni la orden,
convento o cofradía de que sea miembro el eclesiástico, ni sus deudos por consaguinidad o
afinidad hasta el tercer grado inclusive”.
Debe tenerse presente que el testamento debe haber sido otorgado durante la última enfermedad del
difunto y que, en cambio, el confesor para ser incapaz puede haber atendido al difunto tanto durante la
última enfermedad o habitualmente en los dos últimos años anteriores al testamento.
El inciso final del artículo 965 dice: "Pero esta incapacidad no comprenderá a la iglesia parroquial
del testador, ni recaerá sobre la porción de bienes que el dicho eclesiástico o sus deudos habrían
heredado abintestato, si no hubiese habido testamento".
E. Incapacidad del Notario, testigos del testamento y sus familiares y dependientes (ARTÍCULO 1061).
“No vale disposición testamentaria alguna a favor del escribano que autorizare el testamento, o del
funcionario que haga las veces de tal, o del cónyuge de dicho escribano o funcionario, o de
cualquiera de los ascendientes, descendientes, hermanos, cuñados, empleados o asalariados del
mismo. No vale tampoco disposición alguna testamentaria a favor de cualquiera de los testigos, o
de su cónyuge, ascendientes, descendientes, hermanos o cuñados”.
El artículo 1062 dispone: "El acreedor cuyo crédito no conste sino por el testamento, será
considerado como legatario para las disposiciones del artículo precedente".
Luego, si solamente en el testamento consta que el causante era deudor del notario, nos
encontraremos ante un legado y dicho legado como asignación testamentaria que es será nulo.
Pero, si además del testamento existe otra prueba escrita del crédito, sólo nos encontraremos ante
una confesión de deuda.
1. Es absoluta, pues importa una prohibición para recibir una asignación (art. 10, 1466, 1682).
Sucesión por causa de muerte
2. Es una nulidad parcial, porque afecta únicamente a la parte del testamento en que se disponga la
asignación en favor del incapaz.
3. Opera ya sea que la asignación se haga directamente al incapaz o que se disfrace bajo la forma de
un contrato valiéndose de una persona interpuesta (artículo 966).
1. El testador no puede renunciar a la incapacidad (art. 12) ni puede perdonarla (se desprende del
artículo 966).
2. La incapacidad existe sin necesidad de declaración judicial. Ésta se limita a constatar la existencia
de la incapacidad.
Se desprende ello del artículo 967: “El incapaz no adquiere la herencia o legado, mientras no
prescriban las acciones que contra él pueden intentarse por los que tengan interés en ello”.
Si bien es cierto que la sucesión por causa de muerte jamás es un modo de adquirir para el asignatario
incapaz, puede darse el caso que habiendo entrado en posesión material de la herencia o legado,
lleguen a adquirirla por prescripción (“… mientras no prescriban las acciones…”).
La regla general es que toda persona es digna para suceder, excepto aquellas que la ley declara
indignas (artículo 961).
Por lo tanto, para saber quien es digno paras suceder, debe estudiarse las causales de indignidad.
CAUSALES de Indignidad
Están contempladas en los artículos 968, 969, 970, 971, 972, 1300 y 1329.
Son indignos de suceder al difunto como herederos o legatarios:
1. El que ha cometido el crimen de homicidio en la persona del difunto, o ha intervenido en este crimen por
obra o consejo, o la dejó perecer pudiendo salvarla.
2. El que cometió atentado grave contra la vida, el honor o los bienes de la persona cuya sucesión se trata, o
de su cónyuge, o de cualquiera de sus ascendientes o descendientes, con tal que dicho atentado se
pruebe por sentencia ejecutoriada.
3. El consanguíneo dentro del sexto grado inclusive, que en el estado de demencia o destitución de la
persona de cuya sucesión se trata, no la socorrió pudiendo.
4. El que por fuerza o dolo obtuvo alguna disposición testamentaria del difunto o le impidió testar.
Sucesión por causa de muerte
5. El que dolosamente ha detenido u ocultado un testamento del difunto, presumiéndose dolo por el mero
hecho de la detención u ocultación.
6. El que siendo mayor de edad, no hubiere acusado a la justicia el homicidio cometido en la persona del
difunto, tan presto como le hubiere sido posible.
7. El ascendiente o descendiente que siendo llamado a suceder abintestato al impúber, demente o
sordomudo, no pidió que se le nombrara un tutor o curador, y permaneció en esta omisión un año entero.
8. El tutor o curador nombrados por el testador que se excusaren sin causa legítima.
9. El albacea que nombrado por el testador se excusare sin probar inconveniente grave.
10. El que, a sabiendas de la incapacidad, haya prometido al difunto hacer pasar sus bienes o parte de ellos,
bajo cualquier forma, a una persona incapaz.
11. El albacea removido por dolo.
12. El partidor que prevarica.
Son indignos de suceder al difunto como herederos o legatarios: “El que ha cometido el crimen de
homicidio en la persona del difunto, o ha intervenido en este crimen por obra o consejo, o la dejó
perecer pudiendo salvarla”.
a) Aunque la ley no lo dice explícitamente, es obvio que el asignatario debe haber sido condenado en
el juicio penal correspondiente.
b) Para incurrir en esta causal de indignidad no es necesario ser el autor material del referido delito,
sino que bastará que se intervenga en él con su obra o consejo.
c) Se contempla también el caso en que la indignidad para suceder al causante consista en que el
asignatario lo "dejó perecer pudiendo salvarlo".
En este caso, dado que no hay delito, habrá que acudir directamente a la justicia civil para que
pronuncie la indignidad.
2. Atentado grave contra la vida, el honor o los bienes del causante, o de su cónyuge, o de sus
ascendientes o descendientes (artículo 968 N°2).
a) Ha de tratarse de un "atentado grave" y al respecto podemos decir que tiene que tratarse de un
hecho cierto que esté sancionado por la ley penal.
3. El consanguíneo dentro del sexto grado inclusive que no socorrió al causante en estado de
demencia o destitución (artículo 968 N°3).
Si bien es cierto que desde el punto de vista legal se deben alimentos solamente a los colaterales hasta
segundo grado, tratándose de la indignidad para heredar, ha considerado el legislador que no era
posible aceptar que los demás colaterales llamados a suceder abintestato a título de parientes del
difunto pudieran conservar la integridad de sus derechos, a pesar que en el estado de enfermedad,
de locura o de destitución de éste, se desentendieron de él y pudiendo haberlo socorrido, porque
tenían suficientes facultades, no lo hicieron (Claro Solar).
Es una sanción por el incumplimiento del deber moral de socorrer a los parientes.
4. El que por fuerza o dolo obtuvo una disposición testamentaria o le impidió testar (artículo 968 N°4).
El fundamento de esta norma se encuentra en el deseo del legislador de velar porque el testamento sea
la expresión clara de la voluntad del testador, creando una indignidad para sancionar al que vulnera la
libertad de testar del causante.
5. El que dolosamente ha detenido u ocultado un testamento del difunto (artículo 968 N°5).
Sucesión por causa de muerte
a) La ocultación o detención del testamento se sanciona porque impide conocer la verdadera voluntad
del testador.
b) Para que opere la indignidad es necesario que la detención u ocultamiento sean dolosos.
c) Pero el mismo precepto dice que se presume el dolo por el solo hecho de la detención u
ocultación.
Es indigno de suceder “el que siendo mayor de edad, no hubiere acusado a la justicia el homicidio
cometido en la persona del difunto, tan presto como le hubiere sido posible”.
b) No es necesario que el asignatario deduzca una querella criminal, es suficiente con una simple
denuncia.
c) Señala el artículo 969 que cesará esta indignidad si la justicia hubiere empezado a proceder
sobre el caso.
b) El legislador sanciona aquí a los herederos abintestato que estando autorizados por el legislador para
promover el nombramiento de guardador al incapaz no lo hacen, por la negligencia que ello implica
respecto de los intereses del causante.
Esta regla se aplica sólo a los guardadores testamentarios y no a los legítimos y dativos.
9. El albacea que se excusare sin probar grave inconveniente (artículo 971 inciso 2º y 1277).
10. El que se compromete a hacer pasar bienes del causante a un incapaz para suceder (artículo 972).
Esta norma tiene por objeto reforzar la sanción de nulidad de la asignación hecha a un incapaz, aunque
se realice por interpuesta persona.
A continuación, el artículo 1300 establece que será removido de su cargo por culpa grave o dolo y
que en caso de dolo se hará indigno de tener en la sucesión parte alguna.
Señala el artículo 1329 que “la responsabilidad del partidor se extiende hasta la culpa leve; y en el
caso de prevaricación, declarada por el juez competente, además de estar sujeto a la
indemnización de perjuicio, y a las penas que correspondan al delito, se constituirá indigno
conforme a lo dispuesto para los ejecutores de últimas voluntades en el artículo 1300”.
c) El cónyuge que hubiera dado lugar al divorcio por su culpa (artículo 994 inciso 1º)
d) Los padres del causante si la paternidad o la maternidad ha sido determinada judicialmente contra
su oposición, salvo que mediare restablecimiento conforme al artículo 203 (artículo 994 inciso 2º).
• Puede ser provocado por todo el que tenga interés en excluir al asignatario indigno. Por
ejemplo: los herederos de grado posterior, porque al faltar el indigno adquirirán la asignación; los
herederos conjuntos, para adquirir la asignación por acrecimiento; el sustituto del indigno; los
herederos abintestato cuando declarado indigno el heredero o legatario les corresponda a ellos la
asignación; los acreedores de los herederos que al excluirse el indigno ven aumentar el patrimonio de
éstos.
d) La indignidad no pasa a los terceros de buena fe (artículo 976). La buena fe consiste en ignorar la
existencia de la indignidad.
e) La indignidad se transmite a los herederos (artículo 977). Es decir, los herederos del asignatario
indigno adquieren la asignación con el vicio de indignidad.
Luego, la ley no priva a los incapaces e indignos del derecho de alimentos que ella le señala, a menos
que la causal que esté operando sea alguna de las indicadas en el artículo 968, pues constituyen
casos de injuria atroz, y solamente en este evento no se deben alimentos (artículo 324).
Sucesión por causa de muerte
Esta disposición presenta el problema de determinar qué debe entenderse por deudores hereditarios o
testamentarios.
Ejemplo. Diego le adeudaba al causante $ 100.- Este último deja un heredero incapaz o indigno, el
cual demanda a Diego los $ 100.- Diego no podría excepcionarse de pagar alegando la incapacidad o
indignidad del demandante.
Se critica esta opinión, señalando que ella sería aceptable para el caso de indignidad solamente y no
para el de incapacidad; porque el heredero indigno adquiere la asignación mientras no exista una
sentencia que declare la indignidad, en tanto que el incapaz no adquiere la herencia o legado.
Sería absurdo que el heredero incapaz, que no ha podido adquirir la herencia, esté en situación de
demandar al deudor hereditario, no pudiendo éste oponerle como excepción su incapacidad.
b) Somarriva sostiene que por deudor hereditario o testamentario debe entenderse al propio
heredero.
Ejemplo, el causante fallece adeudando $ 100.- a Diego. Diego demanda a los herederos del
causante. Los herederos no podrían excepcionarse de pagar alegando la incapacidad o indignidad de
los demandados.
Se encuentra reglamentada en el Título II del Libro III del Código Civil, artículos 980 y siguientes.
Es decir, se aplican las reglas de la sucesión intestada cuando es la ley la que dispone la forma como
se sucede en los bienes de una persona, sea íntegramente, sea parcialmente la sucesión del difunto:
A. Cuando el difunto no dispuso de sus bienes, como cuando no he hecho testamento, o haciéndolo, no ha
dispuesto de sus bienes (sólo efectuó declaraciones) o sólo instituyó legados.
B. Cuando el difunto dispuso de sus bienes, pero no lo hizo conforme a derecho. Por ejemplo, cuando el
testamento ha sido declarado nulo.
C. Cuando el difunto dispuso de sus bienes, pero sus disposiciones no han tenido efecto. Por ejemplo,
todos los herederos han repudiado o son incapaces o indignos de suceder.
Sucesión por causa de muerte
Debe tenerse presente que la sucesión intestada es un llamamiento a recoger la masa hereditaria y
nunca una especie o cuerpo cierto determinado, pues la ley no instituye legatarios.
Para reglar la sucesión intestada la ley no atiende al origen de los bienes ni al sexo ni la primogenitura. Estas
normas se justifican por una razón histórica, pues en la legislación anterior a la del Código Civil se hacían
diferencias en base a estos criterios.
La sucesión intestada se basa en la presunta voluntad del difunto: esta no es más que el posible
testamento del causante; la ley presume lo que habría querido el difunto.
EL DERECHO DE REPRESENTACIÓN
Se sucede abintestato, ya por derecho personal, ya por derecho de representación (984 inciso 1º).
La sucesión es por derecho personal o propio cuando se sucede por uno mismo y sin intervención de
otra persona. Ejemplo, el hijo hereda al padre.
Suceder por derecho de representación es recibir la herencia por haber pasado a ocupar el lugar de un
ascendiente que falta y al cual la ley llama a recoger la asignación.
"La representación es una ficción legal en que se supone que una persona tiene el lugar y por
consiguiente el grado de parentesco y los derechos hereditarios que tendría su padre o madre, si éste
o ésta no quisiese o no pudiese suceder."
No debe confundirse este derecho de representación con la representación en los negocios jurídicos.
c) El o los representantes, o sea el o los descendientes del representado que ocupan el lugar de éste
para suceder al causante.
Sucesión por causa de muerte
Se llega a esta conclusión en base a dos argumentos de texto legal, que son:
a) El artículo 984 que define el derecho de representación, está ubicado en el Título II del Libro III
Código Civil que se refiere a la sucesión intestada.
b) El artículo 984, que define el derecho de representación, comienza diciendo: "se sucede
abintestato...”
El principio según el cual el derecho de representación sólo opera en la sucesión intestada, tiene dos
excepciones, que son más aparentes que reales:
e) Asignación dejada indeterminadamente a los parientes. El artículo 1064 dispone "Lo que se deje
indeterminadamente a los parientes, se entenderá dejado a los consanguíneos de grado más
próximo, según el orden de la sucesión abintestato, teniendo lugar el derecho de
representación en conformidad a las reglas generales; salvo que a la fecha del testamento
haya habido uno solo en ese grado, pues entonces se entenderán llamados al mismo tiempo
los del grado inmediato".
Si bien es cierto que en este caso hay testamento y tiene lugar la representación, ello es como
consecuencia de la aplicación que el legislador hace de las reglas de la sucesión intestada para
interpretar la voluntad del testador manifestada en forma indeterminada.
En las legítimas. El artículo 1183 establece: "Los legitimarios concurren y son excluidos y
representados según el orden y reglas de la sucesión intestada".
En este caso no hay propiamente una excepción al principio en estudio, porque en las legítimas opera
el derecho de representación como consecuencia de la aplicación de las reglas de la sucesión
intestada.
Dentro de esta descendencia no tiene límites, en primer, segundo o tercer grado, etc. O sea, es
indefinida.
3. El derecho de representación no opera en todos los órdenes de sucesión, sino SÓLO EN LOS
CASOS DEL ARTÍCULO 986.
Es decir, no opera en los órdenes sucesorios cuyas cabezas no contemplen estos sucesores. Ejemplo,
orden sucesorio del artículo 989.
Dentro de estos órdenes no tiene límite, pudiendo ser tanto de primer, como de segundo o tercer
grado. Queda ello de manifiesto por el inciso final del artículo 984: “Se puede representar a un padre
o madre que si, hubiese querido o podido suceder, habría sucedido por derecho de
representación”.
El caso más frecuente en que se entiende faltar el representado es aquel en que éste ha fallecido con
anterioridad al causante.
En Chile no tiene cabida la discusión, que se plantea en doctrina, de si se puede representar a una
persona viva. Ello, porque el artículo 987 dice expresamente que se puede representar al ascendiente
cuya herencia se ha repudiado; también al incapaz, al indigno, al desheredado y al que repudió la
herencia del difunto.
Por ello es que el inciso final del artículo 984 habla del padre o madre que no hubiese querido o
podido suceder:
b) una persona no puede suceder cuando ha fallecido, cuando es indigna o incapaz de suceder, o
cuando ha sido desheredada.
Hay que relacionar el derecho de representación con el artículo 250 Nº 3, en materia de bienes del hijo
sujeto a patria potestad.
Según esta disposición, se exceptúan del derecho legal de goce sobre los bienes del hijo sujeto a patria
potestad, las herencias o legados que hayan pasado al hijo por incapacidad, indignidad o
desheredamiento del padre o madre que tiene la patria potestad.
En dicho caso lo que sucede es que ha operado el derecho de representación, y la herencia o legado
que correspondía al padre incapaz o indigno ha pasado a su hijo.
El fundamento del derecho de representación del hijo radica en que no es justo que los hijos carguen
con las culpas de sus padres que originaron la incapacidad, indignidad o desheredamiento.
La representación es una ficción legal. Por ello se dice que el derecho del representante no emana del
representado, sino que de la ley.
Ello supone que el representante sucede directamente al causante en reemplazo del representado. Este
principio produce las siguientes consecuencias:
2. El representante debe ser digno y capaz respecto del causante. El representante debe reunir los
requisitos para suceder respecto del causante, y no importa que no los llene con el representado. Hay
que recordar que el representante hereda al causante.
3. Se puede representar a la persona cuya herencia se ha repudiado (artículo 987 inciso primero). Ello
porque el derecho emana de la ley y no del representado.
EFECTOS de la Representación
De acuerdo al artículo 985, se puede suceder a una persona por estirpes o por cabezas.
Se sucede por cabezas cuando se hereda personalmente, y, en este caso, los asignatarios toman entre
todos y por partes iguales la porción a que la ley los llame. Por ejemplo, el difunto viudo dejó una
herencia de $ 30.000.- y tiene 3 hijos. Cada hijo recibe $ 10.000.-
Cuando se sucede por derecho de representación, se hereda siempre por estirpes y todos los
representantes, cualquiera que sea su número, llevan la porción del representado dividida por partes
iguales. En el ejemplo anterior, uno de los hijos del difunto viudo es indigno y tiene 2 hijos. A cada uno de
ellos les corresponde $ 5.000.-
El artículo 985 dispone que "los que suceden por representación heredan en todos casos por estirpe".
1. En el derecho de transmisión, el legislador aplica las reglas generales (el derecho de opción del
transmitente lo adquiere el transmitido porque va incluido en la herencia del primero). En cambio, el
derecho de representación es una ficción legal (por ende, excepcional) por el cual la ley hace que
el representante ocupe el lugar del representado.
2. El derecho del transmitido emana directamente del transmitente. En cambio, el derecho del
representante emana directamente de la ley.
c) El transmitido, para adquirir su derecho, debe aceptar la herencia del transmitente. En cambio, se
puede representar a la persona cuya herencia se ha repudiado.
5. En el derecho de transmisión, el transmitente debe haber existido al tiempo de la muerte del primer
causante. En el derecho de representación, puede ocurrir que el representado fallezca antes del
causante.
Sucesión por causa de muerte
6. En el derecho de transmisión, puede adquirir la herencia cualquier persona que invoque la calidad
de heredero. En el derecho de representación, sólo las personas que indica el artículo 986.
Concepto
La sucesión intestada se estructura sobre la base de los órdenes de sucesión, que es la forma en que la ley
reglamenta como concurren y son excluidos los herederos en esta clase de sucesión.
Somarriva lo define como “aquel grupo de parientes que excluye a otro conjunto de parientes de la
sucesión, pero que, a su vez, puede ser excluido por otro conjunto de parientes”.
Enumeración
Actualmente, luego de las profundas reformas que tuvo nuestro Código en materia de filiación, distinguimos
los siguientes órdenes sucesorios:
A. De los descendientes.
B. Del cónyuge sobreviviente y de los ascendientes.
C. De los hermanos.
D. De los demás colaterales.
E. Del Fisco.
Se les denomina de esta forma en atención al heredero que los define y cuya ausencia nos hace pasar
al siguiente orden sucesorio. A esos herederos se les denomina “CABEZA DE ORDEN”.
Es menester tener presente este orden sucesorio se le denomina “de los descendientes” porque respecto
de los hijos tiene aplicación el derecho de representación (986).
1. Si el causante deje sólo hijos, la herencia debe dividirse entre ellos por iguales partes.
2. Si el cónyuge sobreviviente concurre con los hijos, se aplican las siguientes reglas:
a) El cónyuge llevará una porción igual al doble de lo que por legítima rigorosa o efectiva
corresponda a cada hijo.
b) Pero, si sólo hay un hijo, la porción del cónyuge sobreviviente será igual a la legítima
rigorosa o efectiva de éste.
c) En todo caso, el cónyuge sobreviviente nunca llevará una porción inferior a la cuarta parte de
la herencia o la mitad legitimaria, en su caso.
Se aplica este orden cuando no hay hijos ni descendientes de éstos con derecho a representarlos.
Si existe alguno de estos descendientes se aplica el primer orden.
El artículo 989 inciso 1º dispone: "Si el difunto no ha dejado posteridad, le sucederán el cónyuge
sobreviviente y sus ascendientes de grado más próximo".
1. El cónyuge sobreviviente.
2. Los ascendientes de grado más próximo.
Forma en que concurren
3. A falta de cónyuge sobreviviente, llevan toda la herencia los ascendientes de grado más
próximo.
4. Si hay un sólo ascendiente en el grado más próximo, éste llevará la totalidad de la porción
asignada a tales parientes.
a) el cónyuge sobreviviente separado judicialmente, que por su culpa hubiere dado motivo a
la separación, no tendrá parte alguna en la herencia intestada de su mujer o marido (994
inciso 1º).
La norma legal indicada está mal redactada ya que habla de "los padres” en forma genérica, pero
hay que entender que sólo se refiere a aquel que hizo la oposición y que no es aplicable al otro
progenitor que puede no haberse opuesto e incluso haber reconocido voluntariamente al
causante.
En relación con este punto hay que tener presente que no obstante el tenor literal del artículo 994
inciso final, él es sólo aplicable al padre o madre que se opuso al reconocimiento en el
respectivo juicio de filiación, pero no respecto de los otros posibles ascendientes, aunque
lo sean del que hizo la oposición.
Pero la porción de los hermanos de simple conjunción (hermanos paternos o maternos) será la
mitad de la de los de doble conjunción.
Son hermanos de doble conjunción aquellos que son hijos de un mismo padre y madre: son los
llamados hermanos carnales.
Los de simple conjunción son sólo hermanos por parte de padre (hermanos paternos) o por parte de
madre (hermanos maternos).
3. Hay que tener presente que el derecho de representación se aplica respecto de los hermanos,
de modo que los sobrinos quedan comprendidos en este orden.
Se excluye a los colaterales por afinidad, por cuanto la ley discurre sobre la base de la
consanguinidad, estimando innecesario señalarlo expresamente. Así se ha resuelto (RDJ, Tomo 48,
sección 2ª, pág. 54), tomando como fundamento la historia fidedigna de la ley, ya que Bello era de esa
opinión. Incluso, en el Proyecto de 1853, éste había señalado expresamente que “los afines no son
llamados a la sucesión abintestato”.
1. Los colaterales de doble conjunción llevan el doble que los de simple conjunción.
2. El o los colaterales de grado más próximo excluirán siempre a los otros, aplicándose el principio
de la prioridad del grado.
3. Hay que tener presente que este orden no se aplica mientras existan representantes de
hermanos del causante, es decir, el derecho de representación excluye la aplicación del cuarto
orden.
Las reglas legales son supletorias de la voluntad del causante que no llegó a expresarse o se frustró.
Por lo tanto, las normas contenidas en el testamento arregladas a derecho prevalecen.
Sucesión por causa de muerte
PRINCIPIO GENERAL
El artículo 996 inciso 1° prescribe: “Cuando en un mismo patrimonio se ha de suceder por testamento y
abintestato, se cumplirán las disposiciones testamentarias, y el remanente se adjudicará a los
herederos abintestato según las reglas generales”.
Es decir, se aplica primero el testamento, y en lo que reste se aplican las normas de la sucesión
intestada.
El inciso final del artículo 996 dispone “En todo caso la regla del inciso primero se aplicará una vez
enteradas totalmente, a quienes tienen derecho a ellas, las legítimas y mejoras de la herencia".
O sea, cualquiera que sean los cálculos que se hagan, primero tienen que estar pagadas las legítimas y
mejoras.
En conformidad al inciso final del artículo 1191, si en una herencia concurren como herederos,
legitimarios con quienes no lo son, sobre lo preceptuado en este artículo prevalecerán las reglas
contenidas en el Título II de este Libro.
O sea, se aplican las reglas de la sucesión intestada, prevaleciendo el artículo 996 sobre el artículo 1191
en caso de conflicto.
1. Si concurren como herederos sólo legitimarios, en caso de conflicto se aplican primero las normas
del artículo 1191.
2. Si concurren como herederos legitimarios con quienes no lo son, en caso de conflicto se aplican
primero las normas del artículo 996.
SITUACIÓN DE LOS QUE SUCEDEN A LA VEZ POR TESTAMENTO Y ABINTESTATO (996 inciso 2º)
Es fácil que el artículo 996 inciso 2° se interprete mal: “Pero los que suceden a la vez por testamento y
abintestato, imputarán a la porción que les corresponda abintestato lo que recibieren por testamento,
sin perjuicio de retener toda la porción testamentaria, si excediere a la otra”.
Esta norma se pone en el caso de que los herederos designados en el testamento, lo sean a la vez
abintestato, es decir, vayan a concurrir en la parte intestada de la herencia.
Así:
Ejemplo: un causante deja 5 hermanos como herederos y una masa partible de $ 1.000. De no haber
testamento, cada hermano recibiría $ 200.- El difunto, en su testamento, dispuso que los hermanos 1 y 2
recibieran la suma de $ 50.- Estos hermanos serán al mismo tiempo testamentarios y abintestato, en $
150.-, que es lo que falta para completar los $ 200.- que les corresponden.
En el mismo ejemplo anterior, el difunto, en su testamento, dispuso dejar a los hermanos 1 y 2 la suma de
$ 250.- Los hermanos 1 y 2 conservan sus $ 250.-, repartiéndose el sobrante ($500.-) los restantes
hermanos.
3. Finalmente, el inciso 3º del artículo 996 dispone que “prevalecerá sobre todo ello la voluntad
expresa del testador en lo que de derecho corresponda”.
En el ejemplo anterior, tiene aplicación esta norma de la siguiente forma: “dejo $ 250.- al hermano y $
250.- al hermano 2, sin perjuicio de lo que les corresponda en la sucesión abintestato”.
Es decir, van a retener la porción testamentaria y van a concurrir en la parte intestada. O sea, los $ 500.-
restantes se dividen entre los 5 hermanos.
EL TESTAMENTO
El artículo 999 define el testamento en la siguiente forma: "El testamento es un acto más o menos
solemne, en que una persona dispone del todo o de una parte de sus bienes para que tenga pleno
efecto después de sus días, conservando la facultad de revocar las disposiciones contenidas en él,
mientras viva".
5. No obstante que la disposición citada exige que en el testamento se disponga de los bienes, la
verdad es que no es necesario que ocurra forzosamente así para que lo haya, aún cuando ello es lo
más natural; pero si no lo hace quiere decir, a pesar de haber acto de última voluntad, la ley será la que
entre a regular la sucesión.
Es un negocio jurídico porque la voluntad del testador está dirigida a producir los efectos por él
deseados, que son los que tuvo en vista al otorgarlo.
Y es unilateral porque para nacer a la vida jurídica requiere de la sola voluntad del testador.
La solemnidad puede ser mayor (“testamentos solemnes”) o menor (“testamentos menos solemnes
o privilegiados”). Pero siempre hay alguna solemnidad, como lo prueban los artículos 1000 y 1002.
La manifestación de voluntad en todo caso no debe ameritar dudas (artículo 1060).
El artículo 1000 dispone que “toda donación o promesa que no se haga perfecta e irrevocable sino por la
muerte del donante o promisor, es un testamento y debe sujetarse a las mismas solemnidades que el
testamento. Exceptúanse las donaciones o promesas entre marido y mujer, las cuales, aunque
revocables, podrán hacerse bajo la forma de contratos entre vivos.”
Y el artículo 1002, por su parte, dispone que: “Las cédulas o papeles a que se refiera el testador en el
testamento, no se mirarán como partes de éste, aunque el testador lo ordene, ni valdrán más de lo que sin
esta circunstancia valdrían”. El precepto se justifica porque en dichas cédulas o papeles no se han
respetado las solemnidades del testamento y mal pueden en consecuencia formar parte de este y tener
su mismo valor.
Fundamentos de la solemnidad
b) El testamento es un acto de importancia en la vida jurídica, así él da origen a la sucesión por causa
de muerte y normalmente los actos de trascendencia para el derecho son solemnes.
3. Es un acto personalísimo.
La definición del artículo 999 continúa diciendo que el testamento es un acto en que “una persona
dispone...”.
Y el artículo 1003 inciso 1° señala expresamente que “El testamento es un acto de una sola persona”.
a) El legislador no acepta los testamentos mancomunados o conjuntos, esto es, aquellos otorgados
por dos o más personas en un tiempo (1003 inciso 2º).
b) No acepta las disposiciones captatorias, es decir, aquellas en que el testador asigna alguna parte
de sus bienes a condición que el asignatario le deje por testamento alguna parte de los suyos
(artículo 1059).
• artículo 1063, que dispone: "La elección de un asignatario, sea absolutamente, sea de entre
cierto número de personas, no dependerá del puro arbitrio ajeno".
• que los relativamente incapaces pueden otorgar libremente testamento (artículo 262).
Esto es lógico, porque el testamento da origen a la sucesión por causa de muerte, modo de adquirir
que se basa en el fallecimiento del causante.
El artículo 999 dice "para que tenga pleno efecto después de sus días”.
Sucesión por causa de muerte
a) El reconocimiento de hijo. El testamento va a producir un efecto en vida del causante: otorgar al hijo
esta calidad.
b) Las donaciones revocables y legados entregados por el causante en vida a los beneficiados
(artículos 1140 y 1142). Ellos adquieren un derecho de usufructo sobre los bienes entregados. El
testamento va a producir un efecto en vida del causante: dar nacimiento al derecho de usufructo.
Así lo señala la propia definición del artículo 999 “conservando la facultad de revocar las
disposiciones contenidas en él, mientras viva.”
El testamento puede ser dejado sin efecto por la sola voluntad del que lo otorgó.
Debe tenerse presente que en el testamento sólo son revocables las disposiciones testamentarias, más
no de las declaraciones.
La propia definición habla únicamente de las disposiciones testamentarias. En parte alguna establece la
revocabilidad de las declaraciones en el testamento, por el contrario el Código discurre sobre la base de
que son revocables las disposiciones pero no las declaraciones del testamento.
Reafirma lo indicado lo dispuesto en el artículo 189 inciso 2º, norma que, refiriéndose al reconocimiento
de un hijo, establece “el reconocimiento es irrevocable, aunque se contenga en un testamento
revocado por otro acto testamentario posterior...”.
Es una característica esencial del testamento. Por ello, el artículo 1001 no reconoce valor alguno a las
cláusulas testamentarias que significaren entorpecer la facultad de revocación.
Distinguimos:
A. Requisitos internos.
B. Requisitos externos o solemnidades.
C. Requisitos que dicen relación con las disposiciones testamentarias.
Los requisitos internos son iguales en todo testamento, cualquiera sea su forma. Su incumplimiento trae
como consecuencia, por regla general, la nulidad e ineficacia total del testamento.
Los requisitos externos o solemnidades no constituyen exigencias únicas, sino que varían dependiendo
de la clase de testamento. Su sanción también es la nulidad total.
Los requisitos de las disposiciones testamentarias en sí mismas se diferencian de las anteriores en que su
infracción no produce sino la nulidad de la respectiva cláusula testamentaria, pudiendo tener validez o
vigor las demás disposiciones que no se vean afectadas por algún vicio legal.
En este capítulo sólo estudiaremos los requisitos internos. Los otros los veremos cuando estudiemos la
clasificación de los testamentos y las asignaciones testamentarias.
Son:
Sucesión por causa de muerte
El principio en esta materia es que toda persona es capaz para testar, excepto aquellos que la ley
declara incapaces.
Se extrae del artículo 1005, el que después de indicar quienes son inhábiles, termina manifestando que
las personas no comprendidas en dicha enumeración son hábiles para testar.
a) El impúber.
b) El que se hallare bajo interdicción por causa de demencia.
c) El que actualmente no estuviere en su sano juicio por ebriedad u otra causa.
d) Todo el que de palabra o por escrito no pudiere expresar su voluntad claramente.
En consecuencia:
a) el testamento otorgado por una persona que al momento de testar es inhábil, pero posteriormente y
antes de fallecer deja de serlo, es igualmente nulo.
b) si la persona al momento de testar era hábil y después pasa a ser incapaz, no se invalida el
testamento por dicho motivo.
La voluntad libremente manifestada es la base fundamental del testamento, por ello, y considerando
que el testamento produce sus efectos una vez fallecido el causante, cuando va a ser difícil determinar su
exacta voluntad, es que el legislador rodea del máximo de precauciones la voluntad del testador.
Se oponen a la libre manifestación de voluntad del testador los vicios de voluntad:
a) La fuerza
b) El dolo
c) El error
Debemos recordar que constituye una causal de indignidad para suceder el que por fuerza o dolo ha
obtenido una disposición testamentaria (968 Nº4).
“El testamento en que de cualquier modo haya intervenido la fuerza, es nulo en todas sus
partes”.
La fuerza en el testamento, para que vicie la voluntad, debe cumplir con los requisitos generales
señalados en los artículos 1456 y 1457: grave, injusta y determinante.
Se ha pretendido que al decir el artículo 1007 que "de cualquier modo" que haya intervenido la fuerza
en el testamento es nulo, está queriendo significar que no es necesario que en este caso la fuerza
reúna los requisitos legales mencionados. La Corte Suprema ha resuelto, sin embargo, que la
fuerza en el testamento debe reunir los requisitos generales.
Sucesión por causa de muerte
Sanción a la fuerza
El mismo artículo dice que el testamento “es nulo en todas sus partes”.
la letra del artículo 1007, al decir que el testamento es nulo en todas sus partes estaría
evidenciando que la sanción es la nulidad absoluta.
Esta interpretación explica también la frase "de cualquier modo" que significaría: sea que la
fuerza afecte a todas las disposiciones testamentarias o sólo a algunas de ellas, el
testamento es nulo.
b) El dolo en el testamento.
El legislador nada ha dicho al respecto, por lo que se aplican las reglas generales.
El dolo como vicio del consentimiento debe ser determinante y obra de una de las partes.
Como el testamento es un acto unilateral, para que vicie la voluntad no es necesario que el dolo sea
obra de una de las partes, sino de cualquier persona que con dolo obtuvo alguna disposición
testamentaria.
c) El error en el testamento.
Nada dice el Título III al respecto, ocupándose el legislador de esta materia en los artículos 1057 y
1058:
• La asignación que pareciera motivada por un error de hecho, de manera que sea claro que
sin este error no hubiera tenido lugar, se tendrá por no escrita.
Ello lo veremos con más atención cuando estudiemos las disposiciones testamentarias.
La clasificación del testamento se hace en atención a las solemnidades de que está revestido.
Sucesión por causa de muerte
1. Solemne.
2. Menos solemne o privilegiado.
Testamento solemne “es aquel en que se han observado todas las solemnidades que la ley
ordinariamente requiere (artículo 1008 inciso 2°)”:
b) El testamento solemne otorgado en Chile puede ser abierto o cerrado (artículo 1008 inciso final).
c) El testamento solemne otorgado en país extranjero puede ser extendido en conformidad a la ley
chilena o a la del país en que se otorgue (artículos 1027 y 1028).
Testamento menos solemne o privilegiado “es aquel en que pueden omitirse algunas de estas
solemnidades por consideración a circunstancias particulares, determinadas expresamente por la ley
(artículo 1008 inciso tercero)”.
Las solemnidades del testamento se rigen por la ley vigente al momento de su otorgamiento (artículo 18
LER).
TESTAMENTO SOLEMNE
En todo testamento solemne debe concurrir el número de testigos hábiles exigidos por la ley, el cual
es variable.
La regla general es tres testigos. Pero la ley exige cinco para el testamento abierto que no es
otorgado ante competente escribano.
El artículo 1012 señala quienes no pueden ser testigos de un testamento solemne otorgado en Chile:
7. Los condenados a alguna de las penas designadas en el artículo 267 N°4, y en general, los que por
sentencia ejecutoriada estuvieren inhabilitados para ser testigos.
Esta norma no fue modificada por la Ley de Filiación 19.585, que había cambiado el número de la
disposición, ni tampoco por la Ley 5.521 del año 1934, que había cambiado el numeral del artículo
Por ende, debe entenderse en relación al artículo 271 Nº3, que es el equivalente al antiguo 267,
que dispone que la emancipación se efectúa “cuando por sentencia ejecutoriada el padre o la madre
ha sido condenada por delito que merezca pena aflictiva, aunque recaiga indulto sobre la pena, a
menos que, atendida la naturaleza del delito, el juez estime que no existe riesgo para el interés del
hijo, o de asumir el otro la patria potestad”.
Señala el artículo 1013 que “si alguna de las causas de inhabilidad expresadas en el artículo
precedente no se manifestare en el aspecto o comportación de un testigo, y se ignorare
generalmente en el lugar donde el testamento se otorga, fundándose la opinión contraria en
hechos positivos y públicos, no se invalidará el testamento por la inhabilidad real del testigo”.
“Pero la habilidad putativa no podrá servir sino a uno solo de los testigos (inciso final del artículo
1013)”.
Otros requisitos que deben cumplir los testigos del testamento (1012 inciso final)
a) Si el testamento se otorga ante tres testigos, uno por lo menos debe saber leer y escribir.
b) si se otorga ante cinco testigos, dos por lo menos deben cumplir este requisito.
A. Testamento abierto
B. Testamento Cerrado
Por regla general queda a elección del testador otorgar testamento abierto o cerrado.
Excepcionalmente, hay ciertas personas que están obligadas a otorgar testamento abierto y otras,
cerrado. Ya lo veremos más adelante.
El artículo 1015 inciso 1° dispone: “Lo que constituye esencialmente el testamento abierto, es el
acto en que el testador hace sabedores de sus disposiciones al escribano, si lo hubiere, y a los
testigos”.
Funcionario competente
• el escribano (notario)
• el juez de letras del territorio jurisdiccional del lugar del otorgamiento.
¿El juez de letras puede actuar aún cuando exista Notario en el territorio jurisdiccional en que
se otorgue?
a) Claro Solar dice que la disposición del artículo 1014, en cuanto llama a otros funcionarios a hacer
las veces de notario, da por establecido que no existe notario que pueda concurrir al
otorgamiento del testamento por cualquier causa que le impida esa asistencia, pues si
hubiera escribano a quien el testador pudiera llamar, estaría obligado a acudir al llamamiento y
actuar en otorgamiento del testamento. No se trata, según este autor, de aumentar el número
de funcionarios que puedan autorizar el testamento abierto, sino de suplir la falta de
notario.
b) En general, no se acepta esta opinión. El artículo 1014 no da pie para sostener que el otro
funcionario sustituya al notario cuando falta y que, por tanto, no puede actuar cuando hay notario.
Si ese hubiera sido el pensamiento del legislador lo habría dicho expresamente o al menos,
de una manera implícita. El testador, en el hecho, no puede, en casos urgentes, averiguar si
el notario falta para que lo sustituya otro funcionario.
Las dificultades acerca de si en el hecho había o no notario serían de suma gravedad para la
suerte de la validez del testamento.
El testamento otorgado ante un Juez de Letras necesariamente lo será en hoja suelta, ya que
éste no lleva protocolo en el cual insertar los testamentos.
En el caso del testamento otorgado ante notario, la situación no es clara, pero debe concluirse
que el testamento puede ser otorgado tanto en protocolo como en hoja suelta.
Lo corriente será que se otorgue en el protocolo, en cuyo caso será instrumento público en
cuanto a testamento y también como escritura pública, ya que cumple todos los requisitos de escritura
pública.
a) El artículo 1017 dispone que el testamento podrá haberse escrito previamente, lo cual está
indicando que bien puede el testamento no ingresar al protocolo, ya que lo contrario
significaría que éste saliere de la Notaría lo que no es permitido.
b) Los artículos 866 Código de Procedimiento Civil y 420 N°2 Código Orgánico de Tribunales
se refieren a la protocolización del testamento abierto otorgado en hoja suelta, sin distinguir
Sucesión por causa de muerte
cual funcionario lo ha autorizado, lo que viene a confirmar que incluso si lo hace el Notario
no es forzosa su inserción en el protocolo.
Este registro está a cargo y bajo la responsabilidad del Servicio de Registro Civil e Identificación.
Esta circunstancia no exime a cada Notario de llevar un Registro con dos índices, uno para los
testamentos abiertos y otro para los cerrados, los que se regirán por lo dispuesto en el artículo 431
del Código Orgánico de Tribunales.
Este testamento se otorga sin intervención de funcionario público, sino sólo ante cinco testigos.
El testamento otorgado ante 5 testigos no está revestido de la misma autenticidad del testamento
otorgado ante funcionario, por ello la ley, para proceder a su ejecución, exige previamente su
publicación (artículo 1020)
Es juez competente para conocer de la publicación del testamento el del último domicilio del testador
(artículo 1009).
Procedimiento
1. Puede pedir la publicación cualquier persona capaz de parecer en juicio (869 del C.P.C.).
2. Una vez fallecido el causante se lleva su testamento ante el juez competente, el cual debe
cerciorarse de la muerte de éste (certificado de defunción) salvo en los casos en que ésta se
presume (artículo 1010).
3. Luego, el juez cita a su presencia a los testigos del testamento para que reconozcan sus firmas
y la del testador (1020 inciso 2º).
Si algún testigo está ausente, aquellos que se encuentran presentes abonarán su firma; en
caso necesario y si el juez lo estima procedente, las firmas del testador y los testigos pueden
ser abonados por declaraciones juradas de otras personas fidedignas (1020 incisos 3º y 4º).
4. Reconocidas las firmas, el juez rubricará el testamento al principio y fin de cada hoja y lo
mandará a protocolizar en una notaría (artículo 1020 inciso final).
Protocolización “es el hecho de agregar un documento al final del registro de un notario, a pedido
de quien lo solicita (415 inciso 1º C.O.T.)”.
1. El testamento abierto otorgado ante funcionario y tres testigos que haya sido otorgado en hoja
suelta.
Respecto del primero, el artículo 866 del Código de Procedimiento Civil dispone que el testamento
abierto, otorgado ante funcionario competente y que no se haya protocolizado en vida del testador
será presentado después de su fallecimiento y en el menor tiempo posible al tribunal, para que
ordene su protocolización. Sin este requisito no podrá procederse a su ejecución.
Respecto del segundo, la protocolización del testamento abierto otorgado ante cinco testigos la ordena
el artículo 1020.
b) El Código Civil no fija plazo para efectuar la protocolización del testamento. El artículo 420 N°2
del Código Orgánico de Tribunales dispone que “protocolizados valdrán como instrumentos
públicos los testamentos solemnes abiertos que se otorguen en hoja suelta, siempre que su
protocolización se haya efectuado a más tardar dentro del primer día hábil siguiente al de su
otorgamiento”:
• los Tribunales han resuelto que el plazo fijado no es aplicable a los testamentos abiertos
otorgados ante cinco testigos, porque previa a su protocolización debe procederse a su
publicación, y esta tramitación, que se lleva a cabo una vez fallecido el causante hace imposible
cumplir el plazo indicando en el artículo 420.
El artículo 414 del Código Orgánico de Tribunales no se aplica a los testamentos abiertos ante cinco
testigos, porque en su otorgamiento no interviene notario.
1. El testamento después de escrito, debe ser leído en alta voz por el funcionario que interviene en
su otorgamiento, y si no participa ninguno, por aquel de los testigos designado por el testador
al efecto (artículo 1017).
Los tribunales han resuelto que es nulo el testamento otorgado ante cinco testigos en que no se indica
cual de éstos debe leerlo.
2. El testamento será presenciado en todas sus partes por el testador, por un mismo escribano, si
lo hubiere, y por unos mismos testigos (1015 inciso 2º).
3. Mientras el testamento se lee, estará el testador a la vista, y las personas cuya presencia es
necesaria oirán todo el tenor de sus disposiciones (1017 inciso final).
a) Algunos estiman que sí, porque el testamento es un acto solemne y como tal debe bastarse a sí
mismo, y dicha exigencia no se llena si no da constancia de haberse cumplido la solemnidad legal.
b) Pero, en general, la doctrina y la jurisprudencia acepta la tesis contraria, por las siguientes
razones:
• El artículo 1019, al referirse al testamento del ciego, el cual sólo puede ser abierto, exige
expresamente que se deje constancia en el testamento de la circunstancia de haber sido
leído. S
Si en este caso específico la ley exige que se deje constancia del hecho de haberse leído y
si nada dice en el artículo 1017, es que basta la lectura del testamento, no siendo necesario
que se deje constancia de haberse realizado ésta.
Señala el artículo 1018 que termina el otorgamiento del testamento por la firma del testador y testigos,
y del notario si lo hubiere:
b) Si alguno de los testigos no sabe o no puede firmar, otro de los testigos firmará por él y a
ruego suyo, expresándose así en el testamento.
Se ha resuelto que no es posible que firme por el testigo un tercero extraño al testamento, so pena de
nulidad.
Sucesión por causa de muerte
Por regla general queda a elección del testador otorgar testamento abierto o cerrado.
Excepcionalmente, hay ciertas personas que están obligadas a otorgar testamento abierto y otras,
cerrado. Ya lo veremos más adelante.
Respecto del sordo o sordomudo que puedan darse a entender claramente, aunque no por
escrito, rigen las mismas reglas que para el testamento del ciego, con la siguiente diferencia:
Las personas que no pudieren entender o ser entendidas de viva voz, ya que éstas sólo
pueden hacer testamento cerrado (1024). Por ejemplo, el extranjero que no conociere el idioma
español.
Es aquel en que no es necesario que los testigos tengan conocimiento de las disposiciones
testamentarias (artículo 1008 inciso final).
“Lo que constituye esencialmente el testamento cerrado es el acto en que el testador presenta al
escribano y testigos una escritura cerrada, declarando de viva voz y de manera que el escribano y
testigos lo vean, oigan y entiendan (salvo el caso del artículo siguiente), que en aquella escritura
se contiene su testamento. Los mudos podrán hacer esta declaración escribiéndola a presencia
del escribano y testigos (1023 inciso 1º)”.
Así lo dispone el artículo 1021: “El testamento solemne cerrado debe otorgarse ante un escribano y
tres testigos. Podrá hacer las veces de escribano el respectivo juez letrado”.
La solemnidad que la ley exige en cuanto a la escrituración del testamento cerrado, es que esté escrito o
a lo menos firmado por el testador (artículo 1023 inciso 2°).
1. Que el testamento esté escrito y firmado por el testador. No hay problema alguno en cuanto a su
validez.
2. Que el testamento esté escrito por un tercero y firmado por el testador, también es válido, pues la
ley exige que el testamento esté firmado por el testador, a lo menos.
3. Que el testamento esté escrito de puño y letra del testador, pero no firmado por éste. Al respecto
hay dos opiniones:
a) el testamento es válido, porque no es necesario que el testamento esté escrito y firmado por el
testador, sino que puede ser lo uno o lo otro.
b) el testamento es nulo, porque el artículo 1023 dice que el testamento debe estar "a lo menos
firmado" por el testador, indicando con ello que en todo caso debe haber firma de éste.
El testador debe introducir el testamento en un sobre, el cual debe ser cerrado exteriormente en
términos tales que si se quiere extraer el testamento debe romperse la cubierta (artículo 1023
inciso 3º).
Queda al arbitrio del testador estampar un sello o marca, o emplear cualquier otro medio para la
seguridad de la cubierta ((artículo 1023 inciso 4º).
Lo que caracteriza al testamento cerrado es ser secreto. Si se presenta un testamento cerrado con la
cubierta violada, el testamento es nulo.
2. Bajo el epígrafe testamento, expresará las menciones del artículo 1023 inciso 5º:
3. Termina el otorgamiento del testamento por las firmas del testador y de los testigos; y por la firma
y signo del escribano, sobre la cubierta (artículo 1023 inciso 6º).
Se ha resuelto que puede suplirse la firma de la carátula por la impresión digital del
testador.
El otorgamiento del testamento debe ser ininterrumpido (artículo 1023 inciso final)
"Lo que constituye esencialmente el testamento cerrado es el acto en que el testador presenta al
escribano y testigos una escritura cerrada, declarando de viva voz y de manera que el escribano y
testigos le vean, oigan y entiendan, salvo el caso del artículo 1024, que en aquella escritura se contiene
su testamento. Los mudos podrán hacer esta declaración escribiéndola a presencia del escribano y
testigos (artículo 1023 inciso 1º)”.
Luego, la parte en que el testador de viva voz expresa que en el sobre cerrado está su testamento,
es la de mayor solemnidad en el otorgamiento del mismo.
Por ello, el artículo 1023 inciso final dispone que “durante el otorgamiento estarán presentes,
además del testador, un mismo escribano y unos mismos testigos, y no habrá interrupción alguna
sino en los breves intervalos que algún accidente lo exigiere”.
En todo caso, de acuerdo al artículo 431 del Código Orgánico de Tribunales, los notarios deben llevar
un libro índice de carácter privado de los testamentos cerrados otorgados ante él, con indicación
del lugar de su otorgamiento y del nombre y domicilio de los testigos.
Este índice es reservado y sólo pude ser exhibido en virtud de resolución judicial o ante una solicitud de
un particular que acompañe el certificado de defunción que corresponde al otorgante del testamento.
Este índice es sin perjuicio del registro índice general a que se refiere el artículo 439 del mismo cuerpo de
leyes.
Es juez competente para conocer de la publicación del testamento el del último domicilio del testador
(artículo 1009).
Pero, conforme al artículo 868 del Código de Procedimiento Civil, si el testamento se ha otorgado
ante un notario que no sea el del último domicilio del testador, puede ser abierto ante el juez de la
comuna o agrupación de comunas a que pertenezca dicho notario, por delegación del juez del
último domicilio.
Procedimiento
1. Puede pedir la apertura del testamento cualquier persona capaz de parecer en juicio (869 del
C.P.C.).
2. Antes de proceder a la apertura el juez debe cerciorarse de la muerte del causante (certificado de
defunción) salvo en los casos en que ésta se presume (artículo 1010).
3. Luego, el juez cita a su presencia al escribano y a los testigos del testamento para:
Sucesión por causa de muerte
a) Si falta algunos de los testigos, los otros abonarán las firmas de los ausentes (1025 inciso
3º).
c) En caso de que el juez lo estime conveniente podrán ser abonadas las firmas del notario y
testigos por la declaración jurada de otras personas fidedignas (1025 inciso final).
Se ha resuelto que la incompetencia del juez que conoció de la apertura no anula el testamento, sino
que en la diligencia es ineficaz, debiendo repetirse subsanando sus vicios.
4. Reconocidas las firmas y la integridad del testamento, se abre el sobre y el juez rubricará cada
hoja del testamento a su principio y a su fin, y lo mandará protocolizar ante el notario que lo
autorizó o ante el que el juez designe.
Reconocidas las firmas y la integridad del testamento se abre el sobre y el juez rubricará cada hoja del
testamento a su principio y a su fin, y lo mandará protocolizar ante el notario que lo autorizó o ante el que
el juez designe.
De acuerdo al artículo 417 del Código Orgánico de Tribunales, la protocolización debe hacerse
agregando su original al final del protocolo respectivo con todos los antecedentes que lo
acompañen.
O sea, además de protocolizarse el testamento mismo, se hace lo mismo con los antecedentes que lo
acompañen, esto es, los que corresponden a los trámites de apertura.
La omisión de cualquier solemnidad en el testamento produce la nulidad absoluta del mismo, porque el
testamento es solemne con el fin de garantizar la voluntad libre y espontánea del testador.
Por consiguiente, para determinar cuando el testamento es nulo y cuando es válido debe examinarse la
concurrencia de cada una de las solemnidades exigidas por la ley, porque la omisión de cualquiera de
ellas produce la nulidad.
b) Se ha fallado que la parte que puede solicitar la nulidad es aquella a quien le pertenecerían los
bienes si el testamento se anula.
Sucesión por causa de muerte
c) Las normas de la nulidad del testamento solemne debe entenderse sin perjuicio de la nulidad de
acuerdo a las reglas generales de los testamentos. Ejemplo, testamento otorgado por un incapaz de
hacerlo, o el testamento hecho por 2 o más personas a un tiempo.
Ahora bien, si se omiten las designaciones del testamento del artículo 1016, 1023 inciso 5º y 1024 inciso
2º, no se produce la nulidad de éste si no hay dudas sobre la identidad de las personas que
intervienen en él.
Tanto en el testamento abierto como en la carátula del testamento cerrado, la ley exige que se indique
el lugar de otorgamiento:
a) Algunos entienden por "lugar" el sitio específico en que se otorga el testamento (oficio del
notario, casa del testador, etc.).
b) Otros estiman que es el lugar geográfico del otorgamiento: aldea, ciudad, comuna; esta última
es la tesis predominante en la jurisprudencia.
Se estima que la omisión de la designación del lugar de otorgamiento del testamento no produce la
nulidad de éste, si no hay dudas en cuanto a la identidad del testador, testigos y funcionarios, ello
por aplicación del artículo 1026 inciso segundo del Código Civil.
Esta exigencia no la establece el Código Civil, sino que el Código Orgánico de Tribunales en su
artículo 414. Luego, la sanción a su omisión no queda comprendida en el artículo 1026, ya que éste
se refiere a la omisión de las solemnidades contempladas en los artículos precedentes del Código Civil.
Se ha discutido cual es la sanción por la omisión de la hora; en algunos casos los Tribunales han
sostenido que dicho testamento es válido y en otras que es nulo.
El problema se reduce a los testamentos abiertos otorgados en el protocolo de los notarios, pues a
los demás testamentos abiertos no se les aplica el Código Orgánico de Tribunales, y el cerrado no es
escritura pública.
Hasta la dictación de la Ley 18181, que modificó el artículo 426 del Código Orgánico de Tribunales, este
no decía que la sanción a la omisión de la mención de la hora fuese la nulidad sino establecía que el
testamento carecía de fuerza legal y no era escritura pública.
Pero, con la modificación de la Ley 18181, se suprimió el N°3 del artículo 426 del Código Orgánico de
Tribunales, con lo cual dicha sanción desapareció. De esta forma el problema se toma bastante más
complicado.
Puede sostenerse que la omisión de la mención de la hora no produce la nulidad del testamento, sino que
acarrearía sanción al notario que intervino en el otorgamiento del testamento por incumplimiento
de una obligación legal.
Sucesión por causa de muerte
¿Es válido o nulo el testamento otorgado ante un funcionario cuyo nombramiento adolece de
vicios legales?
La jurisprudencia no es uniforme:
a) La Corte Suprema en un fallo declaró que dicho testamento era nulo, pues el vicio en la designación
del funcionario se comunica al testamento, el cual habría sido otorgado ante funcionario
incompetente.
b) En otro fallo, el mismo tribunal declara que los vicios en el nombramiento del notario no repercuten en
la validez del testamento, haciendo aplicación de la doctrina del error común.
2. Debe acreditarse que se han cumplido las solemnidades exigidas por la ley extranjera.
3. Debe probarse la autenticidad del instrumento respectivo en la forma ordinaria (artículo 345 del
Código de Procedimiento Civil).
El artículo 1027 constituye una aplicación de los artículos 17 y 18 del Código Civil, que consagran el
principio "locus regit actum".
¿Es v á lid o en Ch il e el t e st am en t o o ló g r af o o t o r g a d o en e xt r an j e ro ?
Testamentos ológrafos son aquellos que han sido escritos, fechados y firmados de puño y letra por
el testador, sin necesidad de cumplir otra solemnidad que las señaladas.
La legislación chilena no otorga ningún valor al testamento ológrafo otorgado en Chile. Pero: ¿tiene
valor el otorgado en el extranjero?
1. Una parte de la doctrina la rechaza, pues el artículo 1027 exige probar la autenticidad del
testamento otorgado en país extranjero, lo cual evoca la idea de instrumento público.
a) La única exigencia de fondo que contiene el artículo 1027 para la validez en Chile del
testamento otorgado en país extranjero en conformidad a la ley de éste, es que sea escrito, y el
testamento ológrafo es un instrumento escrito.
Pero se plantea un problema, ya que el artículo 1027 exige para la validez del testamento otorgado en
país extranjero que se pruebe "la autenticidad del instrumento respectivo en la forma ordinaria",
esto es a través de la legalización, y ¿cómo se va a proceder a ella en el testamento ológrafo en
que no interviene ningún funcionario público?.
En todo caso, la Corte Suprema ha reconocido validez al testamento ológrafo otorgado en país
extranjero.
Requisitos (1028)
1. No podrá testar de este modo sino un chileno, o un extranjero que tenga domicilio en Chile.
Conforme al artículo 1029 inciso 1º, el testamento de esta clase que no haya sido autorizada ente un
Jefe de Legación, llevará el Visto Bueno de este Jefe:
Asimismo, el testamento abierto será siempre rubricado por el mismo jefe al principio y fin de cada
página.
Según el artículo 1029 inciso 2º, el Jefe de Legación remitirá una copia del testamento abierto, o de la
carátula del cerrado, al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
Dicha repartición, abonando la firma del Jefe de Legación, remitirá dicha copia al juez del último domicilio
del difunto en Chile, para que la haga incorporar en los protocolos de un escribano del mismo domicilio.
El artículo 1008 inciso 3º dispone que el testamento menos solemne o privilegiado es aquel en que pueden
omitirse algunas de las solemnidades, por consideración a circunstancias particulares, determinadas
expresamente por la ley.
A. El testamento verbal
B. El testamento militar
C. El testamento marítimo
b) Las personas cuya presencia es necesaria serán unas mismas desde el principio hasta el fin.
c) El acto será continuo o sólo interrumpido en los breves intervalos que algún accidente lo
exigiere.
La norma referida termina señalando textualmente “no serán necesarias otras solemnidades que
éstas, y las que en los artículos siguientes se expresan".
Los testigos del testamento privilegiado, al igual que los de un testamento solemne, deben ser hábiles.
Al respecto, el artículo 1031 dispone: “En los testamentos privilegiados podrá servir de testigo toda
persona de sano juicio, hombre o mujer, mayor de 18 años, que vea, oiga y entienda al testador y que
no tenga la inhabilidad designada en el número 8° del artículo 1012”.
Se requerirá, además, para los testamentos privilegiados escritos, que los testigos sepan leer y
escribir.
Luego, los analfabetos son inhábiles para ser testigos de un testamento privilegiado escrito.
El inciso final del artículo 1031, en relación con la habilidad para ser testigo de un testamento menos
solemne, establece: “Bastará la habilidad putativa, con arreglo a lo prevenido en el artículo 1013”.
Aquí se plantea un problema de la interpretación de la norma, ya que algunos estiman que la habilidad
putativa favorecería a todos los testigos del testamento menos solemne o privilegiado, en tanto que
otros, y esta es la opinión mayoritaria, sostienen que la habilidad putativa solo puede favorecer a un
testigo, desde que el artículo 1031 se remite al artículo 1013, y dicha remisión debe entenderse a la
totalidad de esta norma cuyo inciso segundo limita la habilidad putativa a un solo testigo.
El artículo 870 del C.P.C. señala que “los testamentos privilegiados se someterán en su apertura, publicación
y protocolización a las reglas establecidas por el Código Civil respecto de ellos”.
Por su parte, el artículo 420 Nº3 del C.O.T. indica que los testamentos privilegiados que no hayan sido
autorizados por notario valdrán como instrumentos públicos una vez protocolizados, previo decreto de juez.
Sucesión por causa de muerte
A. TESTAMENTO VERBAL.
El Profesor Somarriva, tomando como base el artículo 1035, da la siguiente definición: “Es aquel que
otorga una persona, en caso de peligro inminente para su vida, ante tres testigos y haciendo de
viva voz sus declaraciones y disposiciones testamentarias”.
El testamento verbal tiene mayor aplicación práctica de lo que pudiera creerse, basta para comprobarlo la
jurisprudencia que existe sobre dicha materia.
3. El testador debe hacer sus declaraciones y disposiciones de viva voz, de manera que todos lo
vean, oigan y entiendan (1034)
No se trata de cualquier peligro para la vida del testador sino que éste debe ser inminente.
Determinar si existió o no un peligro de tales características es una cuestión de hecho que deberá
ser establecida por el juez respectivo.
La inminencia del peligro para la vida del testador debe ser tal que parezca que no hubo modo ni
tiempo para otorgar testamento solemne.
En los testamentos privilegiados, además de la revocación, existe otra causal de terminación del
testamento: la caducidad.
2. Si no se pone por escrito, con las formalidades que señala la ley, dentro de los 30 días
subsiguientes a la muerte. Se trata de un plazo fatal.
Recordemos que este trámite debe efectuarse en el plazo fatal de los 30 días subsiguientes a la
muerte.
Los tribunales han resuelto que no procede deducir oposición a que el testamento verbal se ponga
por escrito, ya que la ley fija un plazo fatal para dicho efecto, y de admitirse la posibilidad de deducir
oposición significaría que el testamento verbal no podría ponerse por escrito dentro del plazo fatal de 30
días que indica la ley, y por consiguiente caducaría.
Pero, el hecho de no poder deducirse oposición no significa que no pueda ser impugnado después
que se ha puesto por escrito, de la misma manera que cualquier otro testamento auténtico (artículo
1040).
La jurisprudencia de los tribunales sostiene que todas estas formalidades deben cumplirse dentro del
plazo de 30 días que la ley establece para escriturar el testamento.
a) Es competente para intervenir en esta diligencia el Juez de Letras del territorio jurisdiccional
en que se otorgó el testamento, quién actuará a petición de cualquier persona que tenga
interés en la sucesión.
b) Requerida su intervención, el Juez deberá citar a los demás interesados en la sucesión que
residan en el mismo territorio jurisdiccional. Entre éstos se encuentran quienes sucederían
abintestato al causante si no existiera el testamento.
Por ello, la omisión de esta citación produce la nulidad del testamento. Así se ha fallado.
El legislador no precisa como debe hacerse la citación, se estima por la doctrina que ella
puede hacerse en forma personal, por cédula o por avisos.
c) Practicada esta citación, el Juez procederá a tomar declaración jurada a las personas que
presenciaron el otorgamiento del testamento verbal como testigos instrumentales, y a
todas las otras personas cuyo testimonio le pareciere conducente a esclarecer los hechos,
sobre los siguientes puntos:
Prestada la declaración sobre los puntos indicados, los testigos instrumentales depondrán
sobre los siguientes:
Las únicas normas que hay sobre el examen de los testigos son los artículos 1037 y 1038,
luego éste debe practicarse conforme a ellos, no teniendo aplicación las normas del Código
de Procedimiento Civil relativas a la prueba de testigos.
La información a que se refieren los artículos 1037 y 1038 debe ser remitida al juez del último
domicilio del causante, si no lo fuere el que ha recibido la información.
Sucesión por causa de muerte
El juez dictará una resolución, que es lo que en definitiva constituye el testamento verbal,
resolviendo:
b) Mandará que valgan dichas declaraciones y disposiciones como testamento del difunto.
El juez es libre para dictar esta resolución, pero está sujeto a las limitaciones que se establecen en el
artículo 1039, que son:
c) No se mirarán como declaraciones testamentarias sino aquellas en que los testigos que
asistieron por vía de solemnidad estuvieren conformes.
El testamento consignado en el decreto judicial protocolizado, podrá ser impugnado como cualquier
otro instrumento auténtico. Es decir, se puede pedir su nulidad según las reglas generales.
El legislador no lo ha definido.
El Profesor Somarriva, tomando como base el artículo 1041, lo define indicando que es “aquel que se
otorga en tiempo de guerra por los militares y demás individuos empleados en un cuerpo de tropa
de la República y voluntarios, rehenes y prisionero que pertenezcan a dicho cuerpo”.
Hallarse en una expedición de guerra, que esté actualmente en marcha o campaña contra el
enemigo, o el la guarnición de una plaza actualmente sitiada.
CLASIFICACIÓN
La ley no indica su número, pero la mayoría se inclina porque sean 3, que es la regla general
(solemne abierto ante funcionario, solemne cerrado, verbal y marítimo).
Caduca este testamento si el testador sobreviviere a los 90 días subsiguientes a aquel en que
hubieren cesado con respecto a él las circunstancias que habilitan para otorgar el testamento
(1044).
Se otorga de la misma forma que el testamento cerrado solemne (1023), con las excepciones
siguientes:
La ley no indica el número de testigos, pero la mayoría se inclina porque sean 3, que es la regla
general (solemne abierto ante funcionario, solemne cerrado, verbal y marítimo).
Se sostiene por la mayoría doctrinaria que también caduca en conformidad al artículo 1044, a
pesar de la ubicación de la norma.
Se aplican las reglas generales, con las particularidades que indica el artículo 1046:
a) La información la recibe lo más pronto posible el auditor de guerra o quien hace sus veces.
b) La información llevará el visto bueno del jefe superior de la expedición o el comandante de la
plaza, y se remitirá al Ministerio de Defensa Nacional (1045).
c) Este testamento caduca si el testador sobrevive al peligro.
El legislador no lo ha definido.
Se le ha definido como “aquel que se otorga en alta mar en un buque de guerra chileno o en un
buque mercante que navega bajo bandera chilena”.
Tiene los mismos fundamentos que el testamento militar, pero mayor aplicación práctica, pues se puede
otorgar en tiempo de paz.
No sólo los individuos de la oficialidad y la tripulación, sino cualesquiera otros que se hallaren a
borde del buque.
CLASIFICACIÓN
Se efectúa ante el comandante su segundo y con la presencia de 3 testigos (1048 inciso 2º).
Se extenderá un duplicado del testamento con las mismas firmas que el original.
“El testamento se guardará entre los papeles más importantes de la nave y se dará noticia de su
otorgamiento en el diario (de navegación) (1049)”.
Caduca este testamento si el testador no fallece antes de desembarcar o antes de expirar los 90
días subsiguientes al desembarque (1052).
Sólo esta clase de testamento se puede otorgar en una nave mercante bajo bandera chilena (1055).
Sobre este testamento, se observarán las solemnidades del artículo 1023, actuando como ministro
de fe el comandante de la nave o su segundo.
En caso de peligro inminente para la vida del testador, éste podrá otorgar testamento verbal a
bordo del buque de guerra en alta mar, observando las normas del artículo 1046 (testamento militar
verbal).
CONCEPTO
El artículo 953 inciso primero dispone: “Se llaman asignaciones por causa de muerte las que hace la
ley, o el testamento de una persona difunta, para suceder en sus bienes”.
Las que hace la ley son asignaciones abintestato, y las efectuadas por testamento, asignaciones
testamentarias.
Pueden entonces definirse las asignaciones testamentarias como las que hace el testamento de una
persona difunta para suceder en sus bienes.
Como los dos primeros ya los hemos estudiados, lo que nos corresponde ahora es:
1. El artículo 1056 señala que “todo asignatario testamentario deberá ser una persona cierta y
determinada, natural o jurídica, ya sea que se determine por su nombre o por indicaciones claras
del testamento. De otra manera la asignación se tendrá por no escrita”.
2. También dicen relación con la certidumbre del asignatario los artículos 962 y 963, según los cuales el
asignatario para ser capaz debe existir natural o jurídicamente al tiempo de deferírsele la asignación.
3. En caso de que la asignación esté concebida en tales términos que exista incertidumbre respecto a
la persona a quien el testador ha querido referirse, ninguna de las dos o más personas respecto de
las cuales existe la duda tendrá derecho a la asignación (artículo 1065).
Según se desprende del artículo 1056, el asignatario debe estar determinado o ser determinable.
La determinación del asignatario en el testamento debe hacerse por el nombre de éste; pero si el
asignatario no está determinado en esta forma, no se produce la ineficacia de la disposición
testamentaria, siempre que el testamento contenga indicaciones claras que permitan su identificación.
Por ello se dice que el asignatario debe estar determinado o ser determinable.
Las asignaciones que se dejan para el alma del testador siguen las mismas reglas anteriores. El
artículo 1056 inciso cuarto: “Lo que se deja al alma del testador, sin especificar de otro modo
su inversión, se entenderá dejado a un establecimiento de beneficencia, y se sujetará a la
disposición del inciso anterior”.
De acuerdo al artículo 1056 inciso final: “lo que en general se dejare a los pobres, se aplicará a
los de la parroquia del testador.”
El legislador interpreta la voluntad del testador y dispone que la asignación corresponde a los
consanguíneos de grado más próximo, según los órdenes de sucesión intestada, teniendo
lugar el derecho de representación (artículo 1064).
A. “Toda asignación deberá ser o a título universal, o de especies determinadas o que por las
liquidaciones del testamento puedan claramente determinarse, o de géneros y cantidades que
igualmente lo sean o puedan serlo. De otra manera se tendrá por no escrita (1066 inciso 1º)”.
En conclusión:
1. Tratándose de una asignación a título universal, basta la determinación del patrimonio del
causante, pues el heredero sucede en todo él o en una cuota suya (1097).
a) en los legados de género, los bienes deben estar determinados genéricamente o en cantidad,
o, cuando menos, ser determinables en virtud de que el testamento tenga indicios claros.
Esta determinación la hace el juez, oyendo al defensor de obras pías y a los herederos, conformándose
en cuanto fuere posible a la intención del testador (1066 inciso final).
El Código trata del error en las asignaciones testamentarias en los artículos 1057 y 1058.
a) El artículo 1057 dispone que: “El error en el nombre o la calidad del asignatario no vicia la
disposición, si no hubiere duda acerca de la persona".
b) El artículo 1058 señala que “la asignación que pareciere motivada por un error de hecho, de
manera que sea claro que sin este error no hubiera tenido lugar, se tendrá por no escrita”.
2. Falta de manifestación clara de la voluntad. El artículo 1060 establece que no vale la disposición
alguna testamentaria que el testador no haya dado a conocer de otro modo que por sí o no, o
por una señal de afirmación o negación, contestando a una pregunta.
3. Elección del asignatario por otra persona. El artículo 1063 señala que la elección de un
asignatario sea entre cierto número de personas, sea absolutamente, no depende del puro arbitrio
ajeno. Ello, porque la facultad de testar es indelegable (1004).
La ley no determina que debe entenderse por justo motivo, será tal, por ejemplo el
poco caudal de la herencia.
Entre los artículos 1067 y 1063 existe cierta contradicción, pues este impide dejar a una tercera
persona la elección del asignatario, sea absolutamente, sea entre cierto número de personas.
En efecto, si el heredero o legatario reporta beneficio del incumplimiento de la asignación hecha a otra
persona, está eligiendo al asignatario, entre el designado por el testador, y él mismo o sus
parientes. No se aprecia como el asignatario puede dejar de cumplir una asignación sin reportar
provecho y sin que ello vaya a beneficiar a otra persona y en tal caso estará también eligiendo entre el
asignatario designado por el testador y otra persona.
Una solución al problema sería sostener que el artículo 1067 es especial respecto al artículo 1063
porque el primero se pone en el caso de que la elección la haga un asignatario, y el segundo, que la
haga un tercero cualquiera.
Otra solución sería aplicar el artículo 24 del Código Civil, siendo el espíritu del legislador el
considerar el testamento como un acto personalísimo (999, 1003, 1004, 1059), debiendo por
consiguiente primar el artículo 1063 sobre el artículo 1067 en caso de conflicto por estar de
acuerdo con el espíritu general de la legislación.
En efecto, el artículo 1069 señala que: “Sobre las reglas dadas en este título acerca de la inteligencia y
efecto de las disposiciones testamentarias, prevalecerá la voluntad del testador claramente
manifestada, con tal que no se oponga a los requisitos o prohibiciones legales”.
Es decir, la voluntad del testador prevalece siempre que no se oponga a las prohibiciones y requisitos
legales.
Finalmente, la Corte Suprema ha resuelto en forma reiterada que interpretar un testamento es cuestión de
hecho, en tanto que la calificación jurídica de una disposición testamentaria es cuestión de derecho.
Distinguimos:
A. Asignaciones Condicionales
B. Asignaciones a día o a plazo
C. Asignaciones Modales
A. ASIGNACIONES CONDICIONALES.
Sobre la base de lo dispuesto en los artículos 1070 y 1473, se puede definir la condición como el hecho
futuro e incierto del cual depende el nacimiento o extinción de un derecho.
Estatuto jurídico
a) Las normas contenidas en el párrafo 2° del Titulo IV del Libro III del Código Civil.
b) Las contenidas en el Título IV del Libro IV del Código Civil.
c) Conforme al artículo 1079 si la asignación condicional lleva envuelta la constitución de un fideicomiso
se aplican las reglas de la propiedad fiduciaria.
Al respecto los artículos 1071 y 1072 reglan la situación en que el testador imponga como condición
un hecho presente o pasado.
Debe entenderse lo presente, futuro o pasado con relación al momento de testar, salvo que se
exprese otra cosa:
1. Si el hecho presente o pasado existe o ha existido, la condición se mira como no escrita, o sea,
la asignación es pura y simple.
3. Puede haber ocurrido que la condición fuera realmente un hecho futuro al momento de dictarse
el testamento, pero se cumplió en vida del testador, en este caso es menester distinguir si el
testador supo o no que se había cumplido el hecho:
Sucesión por causa de muerte
a) si el testador supo que había ocurrido el hecho, es necesario subdistinguir si éste es de los
que admiten repetición o no:
c) si el testador no supo que se había cumplido la condición, ésta se mirará como cumplida,
cualquiera que se la naturaleza del hecho, es decir, admita o no repetición.
De los artículos 1074, 1075, 1076 y 1077 se desprende que las condiciones impuestas a un asignatario
de no contraer matrimonio o de permanecer en estado de viudedad se tienen por no escritas.
Excepciones
No obstante lo señalado, hay ciertos casos de excepción en que condiciones de esta naturaleza son
válidas, como sucede con:
5. La condición de abrazar un estado o profesión cualquiera permitida por las leyes, aunque sea
incompatible con el matrimonio (1077).
La asignación condicional puede estar sujeta a una condición suspensiva o a una condición resolutoria.
El artículo 1479, aplicable a las asignaciones condicionales, en virtud del artículo 1070, da el concepto
de condiciones suspensivas y resolutorias:
b) Si falla la condición, el dominio sujeto a ella se consolida pasando a ser puro y simple.
Cumplida la condición nace el derecho del asignatario condicional, adquiere éste la cosa
asignada.
No hay que creer que las asignaciones a día equivalen a las asignaciones a plazo:
b) En cambio, la asignación a día puede llevar envuelta cierta incertidumbre respecto al día. Desde
que en una asignación sujeta a modalidad se introduce la incertidumbre estarnos ante una condición y
no un plazo.
O sea, las asignaciones a día pueden ser a plazo o condicionales, según si existe o no
incertidumbre en ellas.
1. Cierto o incierto.
2. Determinado e indeterminado.
b) es indeterminado el día que no se sabe cuando va a llegar. Ejemplo, el día que muera
Primus.
1. Asignación a día cierto y determinado. “Si necesariamente ha de llegar y se sabe cuándo (1081
inciso 1º)”.
3. Asignación a día incierto y determinado. “Si puede llegar o no, pero suponiendo que haya de
llegar, se sabe cuándo (1081 inciso 3º)”.
Ejemplo, lego a Juan mi moto una vez que Pedro cumpla 25 años.
4. Asignación a día incierto e indeterminado. “Si no se sabe si ha de llegar, ni cuándo (1081 inciso
final)”.
Ejemplo: lego mi moto a Juan, quien llevará el legado dos años después de mi muerte.
Sucesión por causa de muerte
Ejemplo: dejo a Pedro la suma de $ 25.000.- mensuales hasta que cumpla 35 años.
Ejemplo, lego mi moto a Juan, quien llevará el legado dos años después de mi muerte.
Artículo 1084 inciso 1º: “la asignación desde día cierto y determinado da al asignatario,
desde el momento de la muerte del testador, la propiedad de la cosa asignada y el derecho
de enajenarla y transmitirla; pero no el de reclamarla antes de que llegue el día”:
• el asignatario adquiere el derecho desde el fallecimiento del causante. Por ello puede
enajenarla y transmitirla.
Excepción
Ejemplo de este último caso: lego mi moto a Juan, quien llevará el legado dos años después
de mi muerte, siempre que viva a esa fecha.
Artículo 1085 inciso primero: “La asignación desde día cierto pero indeterminado, es
condicional y envuelve la condición de existir el asignatario en ese día”.
No es lógico que existiendo certidumbre en el día haya una condición, pero lo que acontece
aquí es que el legislador introduce una incertidumbre al establecer para tal caso la
condición de que exista el asignatario en ese día.
Excepción
Sucesión por causa de muerte
No obstante, existe un caso en que esta clase de asignación es a plazo, cuando se sabe que
va a existir el asignatario ese día.
“Si se sabe que ha de existir el asignatario en ese día, como cuando la asignación es a
favor de un establecimiento permanente, tendrá lugar lo prevenido en el inciso 1° del
artículo precedente (1085 inciso 2º)”.
Ejemplo: dejo a Juan mi moto desde que Pedro cumpla 25 años de edad.
Es una asignación condicional (1086), porque hay incertidumbre, pues no se sabe si Pedro va
a cumplir 25 años, ya que puede fallecer antes.
Es una asignación a plazo y constituye un usufructo a favor del asignatario (1087 inciso 1º).
Es una asignación a plazo y constituye un usufructo a favor del asignatario (1087 inciso 1º).
Ejemplo: Dejo a Juan el goce de la moto hasta que Juan cumpla 25 años.
Según el artículo 1088 inciso 1º esta también es una asignación a plazo y constituye un
usufructo.
“La asignación hasta día incierto pero determinado, unido a la existencia del asignatario,
constituye usufructo; salvo que consista en prestaciones periódicas”.
Sucesión por causa de muerte
Llama la atención esta solución, pues existe una incertidumbre, cual es que Juan llegue a los
25 años. Don Andrés Bello explicó en notas esta solución en el Proyecto de 1853 el por qué
existe plazo y no una condición:
• si Juan vive hasta los 25 años, se extingue el usufructo por el vencimiento del
plazo.
En este caso, se entiende concedido el usufructo hasta la fecha en que, viviendo la otra
persona, llegaría para ella el día.
Como el día es incierto e indeterminado esta asignación constituye una asignación condicional
(1083).
REGLAS GENERALES
2. Las asignaciones hasta tal día son por regla general, constitutivas de un plazo y
representen un usufructo en favor del asignatario, salvo las hasta día incierto
indeterminado, en las que existe una condición.
C. ASIGNACIONES MODALES.
Están reglamentadas en el Libro III, título IV, párrafo IV, artículos 1089 y siguientes.
Sobre la base de lo dispuesto en el artículo 1089, se define al modo como “la carga que se impone a
quien se otorga una liberalidad”.
Ejemplos: instituyo heredero universal a Juan, y le impongo como obligación crear una universidad; lego $
10.000.000.- a Diego, con la carga de costear los estudios de Pedro.
La asignación modal puede ser una herencia o legado (artículo 1089), pues la ley no distingue: “si se
asigna algo…”
1. El asignatario.
2. El beneficiado por el modo.
Sucesión por causa de muerte
¿Cuál de ellas debe cumplir los requisitos necesarios para suceder o deben cumplirlos ambos?
La Corte Suprema ha dicho que los requisitos deben concurrir únicamente en el asignatario modal,
pero no en el beneficiado con el modo, pues el verdadero asignatario es el que se instituye como tal.
Esta solución puede ser complicada, pues así se podría hacer pasar, por interpósita persona una
asignación a quién es incapaz, y el artículo 966 dispone: “será nula la disposición a favor de un
incapaz, aunque se disfrace bajo la forma de un contrato oneroso o por interposición de persona”.
1. El modo no es una condición suspensiva. Luego, el asignatario modal adquiere desde ya, y por
el solo fallecimiento del causante, la asignación sujeta a modo (1089).
Es más, no se requiere para adquirir la asignación prestar fianza o caución de restitución para
el caso de no cumplirse el modo (1091).
a) El de todo acreedor de solicitar la ejecución forzada de la obligación, siempre que concurran los
requisitos legales.
La Cláusula Resolutoria
“Se llama cláusula resolutoria la que impone la obligación de restituir la cosa y los frutos, si no se
cumple el modo. No se entenderá que envuelven cláusula resolutoria cuando el testador no lo
expresa”.
Por regla general, la cláusula resolutoria no va envuelta en el modo, salvo que el testador la imponga
(artículo 1090 inciso 2°).
Pero si el asignatario modal es un Banco se subentiende la cláusula resolutoria (86 Nº6 Ley General
de Bancos).
b) Los demás asignatarios, pues declarada la resolución de la asignación modal, ésta, deducido
lo que debe entregarse al beneficiario, acrece a los herederos (1096).
Sucesión por causa de muerte
La Corte Suprema ha resuelto que, como acción ordinaria, prescribe en 5 años contados desde que se
hace exigible la obligación.
1. El asignatario modal debe restituir la cosa asignada y sus frutos (con ello se diferencia de la
condición resolutoria tácita) (1090).
2. Debe entregar al beneficiado con el modo una suma de dinero proporcionada al objeto,
acreciendo el resto del valor de la cosa asignada a la herencia, si el testador no ha dispuesto otra
cosa; pero el asignatario modal queda excluido de este beneficio (1096).
El legislador señala dos casos en que el asignatario modal puede dejar de cumplir la carga que se le
ha impuesto:
El artículo 1493 establece que “las disposiciones del Título IV del Libro III sobre las asignaciones
testamentarias condicionales o modales, se aplican a las convenciones en lo que no pugne con lo
dispuesto en los artículos precedentes.”
CONCEPTO
Son aquellas en que se deja al asignatario la totalidad de los derechos y obligaciones transmisibles del
difunto o una cuota de ello (artículo 1097 y 1098).
1. Pueden ser testamentarias y abintestato, según si el título para suceder emana del testamento o de la
ley.
2. Por regla general, los herederos adquieren la herencia por la sola muerte del causante.
Sucesión por causa de muerte
Salvo que haya condición suspensiva, pero en tal caso la adquieren al cumplirse la condición.
5. Los herederos gozan de ciertas acciones: acción de petición de herencia y acción de reforma del
testamento.
1. HEREDEROS UNIVERSALES.
Los herederos universales se caracterizan porque son llamados sin designación alguna de cuotas.
“El asignatario que ha sido llamado a la sucesión en términos generales que no designan cuota,
como “Sea fulano mi heredero” o “Dejo mis bienes a Fulano”, es heredero universal (artículo 1098
inciso 1º)”.
a) Pueden haber varios herederos universales. Si son varios los herederos universales, en definitiva
dividen entre sí por partes iguales la herencia o la parte que les corresponda (artículo 1098
inciso final).
b) La ley se pone en el caso de que el testador hubiere establecido varios herederos de cuota y uno
universal: en este caso al heredero universal le corresponde la parte de la herencia que falta
para completar la unidad (1098 inciso 2º).
c) No es lo mismo asignatario a título universal que heredero universal. Hay una relación de género
a especie.
2. HEREDEROS DE CUOTA.
Para establecer si el heredero es universal o de cuota hay que ATENDER A LA FORMA EN QUE
SON LLAMADOS y no al beneficio que llevan en la sucesión.
No son una especie distinta de los herederos universales o de cuota, porque en el fondo pertenecen a una
u otra categoría.
Es aquél que es llamado por el testador o la ley a lo que queda después de efectuadas las
disposiciones testamentaria (1099).
b) Universales o de cuota:
Ejemplo: dejo mi moto a Juan, mi biblioteca a Pedro y el resto de mis bienes a Diego.
El heredero del remanente se entiende instituido en la cuota que falte para completar la unidad
(artículo 1099).
Ejemplo: dejo un tercio de mis bienes a Juan, y el resto de mi patrimonio a Pedro (2/3).
En tal caso, los herederos abintestato son herederos universales del remanente (artículo 1100
inciso 2º).
Nos hallamos frente a esta clase de herederos cuando en el testamento sólo se designan
herederos de cuota, y las cuotas fijadas no alcanzan completar la unidad (artículo 1100 inciso
1º).
Para establecer lo que ocurre en este caso, es necesario distinguir si estos herederos son de
remanente o universales:
La razón de esta diferencia está en que al instituir heredero universal el testador manifestó su
voluntad de dejarle algo; no sucede lo mismo con el heredero de remanente, pues el testador le deja
lo que resta de sus bienes y si nada queda, nada puede llevar.
• el heredero universal se entenderá instituido en una cuota cuyo numerador sea la unidad y el
denominador el número total de herederos (1101).
• reducidas las cuotas a un común denominador, se representará la herencia por la suma de los
numeradores, y la cuota efectiva de cada heredero por su numerador respectivo (1102).
En el ejemplo dado:
A B C D
1/2 1/3 1/4 1/4
A B C D
6/12 4/12 3/12 3/12
Tercer paso: La cuota efectiva de cada heredero será su numerador respectivo, es decir:
A B C D
6/16 4/16 3/16 3/16
Todo lo dicho anteriormente es sin perjuicio de la acción de reforma cuando proceda (artículo
1103).
4. HEREDEROS FORZOSOS.
Son herederos forzosos los legitimarios, o sea, aquellos cuyos derechos hereditarios el testador
está obligado a respetar y que se suplen por el legislador aun con perjuicio de sus disposiciones
testamentarias expresas.
5. HEREDEROS VOLUNTARIOS.
Son aquellos que el testador es soberano de instituir o no, pudiendo elegirlo a su arbitrio.
Los herederos forzosos son los legitimarios, según lo indicado en el artículo 1181 inciso segundo.
Sucesión por causa de muerte
El término heredero abintestato es más amplio, pues quedan incluidos en él personas que no son herederos
forzosos.
Todo heredero forzoso es a la vez heredero abintestato, pero no todo heredero abintestato es legitimario.
CONCEPTO
"El título es singular cuando se sucede al difunto en una o más especies o cuerpos ciertos, como tal
caballo, tal casa; o en una o más especies indeterminadas de cierto género, como un caballo, tres
vacas, seiscientos pesos fuertes, cuarenta fanegas de trigo (artículo 951 inciso 3°)”.
El problema sólo se plantea respecto de los legados de especie o cuerpo cierto, y no en los de género,
pues éstos últimos se adquieren sólo desde que los herederos los cumplen.
En los legados de especie sólo puede haber posesión real, no teniendo cabida ni la posesión legal ni la
efectiva:
a) no tiene lugar la posesión legal, pues los artículos 688 y 722, que la establecen, se refieren sólo a la
herencia.
b) tampoco hay posesión efectiva, porque la ley en todos sus preceptos se refiere sólo a los herederos.
Luego, en los legados sólo hay posesión real, siempre que exista corpus y animus.
Legado un inmueble no tiene por qué inscribirse en el correspondiente Registro del Conservador de
Bienes Raíces competente a nombre de todos los herederos, pues no forma parte de la indivisión
hereditaria.
El legado de especie se adquiere por el legatario por el sólo fallecimiento del causante. Luego, muerto
éste el inmueble sale de la universalidad de la herencia.
Así, para adquirir el dominio del inmueble legado, el legatario no requiere inscribir, pero le conviene
inscribir porque las demás funciones que cumple la inscripción le reportan beneficio:
Es más, según la opinión de algunos, necesita inscribir para disponer del inmueble.
1. Una opinión estima que el legatario puede requerirla directamente al Conservador de Bienes Raíces:
Fundamentos
a) Es frecuente que el testamento no contenga las necesarias precisiones respecto del inmueble
como para practicar la inscripción.
c) Los artículos 1374 y 959 vienen a confirmar que el legado no es inmediatamente exigible.
d) Los artículos 1290 y 1292, en el mismo sentido, se refieren al "pago" de los legados,
como un acto que debe efectuar e albacea.
e) La ley de impuesto a las herencias dispone que los conservadores no podrán inscribir
adjudicaciones de bienes hereditarios sin que se hubiere pagado el impuesto o asegurado el
pago.
En cuanto a la forma de escritura pública para ese acto de entrega del legado, lo justifican por la
circunstancia de que el Conservador inscribe sólo instrumentos auténticos:
En cuanto a las exigencias para que el legatario pueda disponer de la especie inmueble legada, han
surgido también discrepancias:
a) Se ha sostenido que el título del legado es el testamento y que para disponer de la especie es
requisito previo inscribir el legado.
• Según los artículos 688 del Código Civil y 55 del Reglamento, debe inscribirse la
posesión efectiva, y si la sucesión es testada, se inscribirá al mismo tiempo el
testamento.
• Conforme a los artículos 691 del Código Civil y 79 del Reglamento, la inscripción
del testamento debe incluir la fecha de otorgamiento, individualización del
testador y de los herederos o legatarios que solicitaren la inscripción
expresando sus cuotas o los respectivos legados.
• el artículo 691, que es citado por la tesis anterior, sólo dice qué menciones tendrá
la inscripción del testamento, pero no exige que el legatario tenga que inscribir para
disponer de la cosa legada.
• los textos son claros en orden a que la inscripción del testamento sólo se
practica en el Registro donde se inscribe la posesión efectiva, la cual se efectúa
en el Registro de la comuna en que fue concedida y no, además, en la comuna en
que esté situado el inmueble.
• De este modo, la inscripción del inmueble legado ni siquiera sirve para mantener
la historia del predio cuando el inmueble legado está situado en lugar distinto
del domicilio del testador.
En la práctica, cuando el legatario de la especie inmueble quiere disponer o enajenar, tendrá que
efectuar la tradición; y tendrá que hacerlo mediante inscripción.
Y en tal caso se estaría practicando inscripción a nombre de otro sin que el tradente tenga
inscripción a su nombre.
Entonces, se tropieza con un obstáculo registral, pues el Conservador puede negarse a inscribir,
conforme al artículo 14 del Reglamento, ya que se trataría de inscribir un titulo que no emana de quien
aparece en el Registro como dueño o actual poseedor.
Nótese que en este caso el legatario es, sustantivamente dueño (por sucesión por causa de
muerte), pero registralmente no aparece como tal ni como poseedor.
1. Legado de especie.
Como se ha señalado precedentemente, el legatario de especie adquiere el bien legado por el sólo
fallecimiento del causante (artículo 1118).
Que el legatario de especie sea dueño de la cosa desde el fallecimiento del causante produce las
siguientes consecuencias:
a) Si los herederos se niegan a efectuar la entrega de la especie legada, el legatario puede reclamarla
mediante la acción reivindicatoria, pues es un dueño no poseedor.
c) El legatario de un cuerpo cierto se hace dueño de los frutos desde el fallecimiento del causante,
artículos 13388 y 1078 inciso final.
2. Legado de género.
En esta clase de legados, por el fallecimiento del causante el legatario no adquiere ningún derecho
real, sino sólo un derecho personal para exigir a los herederos o de las personas a quienes se ha
impuesto la obligación de pagar el legado la entrega de éste y el cumplimiento de dicha obligación.
El dominio de los géneros o cantidades legadas no las adquiere el legatario por sucesión por
causa de muerte sino que por tradición.
Hecha la tradición, el derecho del legatario que se ejercía sobre un género va a recaer sobre una especie.
Sucesión por causa de muerte
Al efectuarse la tradición de las cosas legadas genéricamente, se determinan las especies o cuerpos
ciertos que en definitiva va a recibir el legatario.
La acción del legatario de género para reclamar su legado prescribe conforme a las normas del
artículo 2515.
A diferencia de los legatarios de especie, los legatarios de género sólo adquieren los frutos desde el
momento en que se les efectúa la tradición de las cosas legadas o los herederos se colocan en
mora de entregarlos (1338 Nº2).
En cuanto a las cosas que pueden legarse existe la más amplia libertad.
Pueden legarse cosas corporales e incorporales; cosa ajena; la cuota que se tenga en un bien; cosas
futuras(1127, 1461).