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Proceso constructivo de cimentación de rascacielos.

Las estructuras que se han construido en Dubái son símbolo de Ingeniería, de implementar
alternativas, parámetros y estudios para contrarrestar las consecuencias sísmicas mediante
óptimas cimentaciones.

El Burj Al Arab es una de las más importantes edificaciones en las que se implementan
cimentaciones especiales y esto constituía uno de los mayores retos, pues el peso del mar era
tan grande que el agua impulsada podría fluir por entre la arena e inundar la isla artificial
desde abajo y, por lo tanto, la base debía ser maciza para resistir una torre de 300 metros.

Para iniciar la construcción de una isla plana los ingenieros planearon la construcción de la isla
usando roca, pero Dubái rechazó la idea pues se necesitaba una isla muy grande para repeler
el efecto del mar. Se crearon bloques de concretos innovadores diseñados para reducir el
impacto.

Para ello se introdujeron en el centro del suelo de la isla pilotes de acero de 20 m de largo para
crear un encofrado triangular de acero que constituiría el exterior del sótano del hotel una vez
vaciado su interior de arena.

Los análisis de perforación que se realizaron contaron con 180 metros de profundidad que
como resultado no se encontró roca sólida en la cual pudieran establecer un límite y que por
hecho se tuviera que proceder a construir sobre la arena.
Para contrarrestar dicho percance utilizaron pilotes de concreto reforzados con acero
clavados dentro de la arena a una profundidad considerable, con el fin de que se presente el
efecto de fricción superficial que por definición simple es la resistencia que impide que dos
superficies ásperas resbalen una contra otra.

"La fricción superficial se trata del contacto entre la arena y la superficie del pilote: entre más
largo el pilote, más entra en la arena y mayor es el efecto de adherencia”.

Para lograr esto era necesario que la arena estuviera lo suficientemente compacta para crear
resistencia alrededor de los pilotes del edificio y evitar una licuefacción en caso de un sismo,
por lo que se tomaron muestras de arena, se analizaron y se encontró que muy profundo, bajo
el sitio del proyecto, había arena compacta y calcificada, lo cual era muy conveniente, así que
los pilotes debieron ser alargados 8 metros cada uno garantizando que se lograra la fricción
superficial que se esperaba.

Los 250 pilotes de concreto tenían una longitud continuada de l0 kilómetros, 35 veces la altura
del hotel que soportaría, así que en suelo firme después de tres años de iniciada la obra, se da
paso a la construcción estructural.

Posterior al pilotaje se realizaron diques de rocas alrededor de los pilotes, formando así una
"cuna" de la cual luego se evacuó el agua retenida.
Una vez se ha evacuado el agua se colocan armaduras de concreto alrededor de la isla (las
cuales servirán como protección de las olas), así como pilotes de 2m de diámetro y 43 m de
largo.

La isla está protegida del impacto de las olas mediante bloques de concreto perforados, que se
colocan sobre los diques de roca, con esto se simula una esponja absorbiendo el agua y
evitando que ingrese al interior de la isla.

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