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ANÁLISIS DE LA PELÍCULA AMELIE

SINOPSIS

PRESENTADO POR

AELEEN GONZALEZ

MELANIE RODRIGUEZ
SINÓPSIS

La historia de Amélie Poulain, mujer peculiar con un destino fabuloso. Su padre, médico de
profesión y hombre nada afectuoso, se persuade de que la niña sufre de un problema cardíaco
debido a que su corazón se acelera cada vez que la toca. Por lo tanto, decide que Amélie sea
educada en casa con su madre, maestra de ocupación y mujer de temperamento nervioso.

La madre de Amélie muere aplastada por una mujer suicida en Notre Dame. Su padre se retrae
aún más y se confina al cuidado del pequeño mausoleo de su esposa en el jardín, al que
eventualmente decora con un gnomo.

Privada de todo contacto social, a la niña Amélie solo le queda cultivar su imaginación y desarrolla
un curioso interés por los pequeños detalles y placeres de la vida.

Al convertirse en una mujer se va de la casa. El pequeño mundo de su viejo apartamento lo


constituyen Madeleine (la portera), el frutero Collignon y su ayudante Lucien, el ciego limosnero
que deambula del metro al café y, muy especialmente, su vecino Raymond Dufayel, pintor
apasionado por el cuadro El almuerzo de los remeros de Renoir, cuya extraña enfermedad le hizo
ganar el mote de "el hombre de cristal".

La protagonista encuentra trabajo en el café Los Dos Molinos. Con ella trabajan Suzanne, la dueña;
Georgette, la hipocondriaca vendedora de tabaco y Gina, la camarera. Entre los clientes habituales
se encuentra Joseph, el celoso ex-amante de Gina; Hipólito, un escritor fracasado y Philomene,
una azafata que suele dejarle el gato a Amélie para que se lo cuide. Todos tienen algo en común
con Amélie: la inmensa soledad que los habita.

Mientras escucha la noticia de la muerte de Lady Di, Amélie deja caer la tapa de una loción hasta
golpear el rodapié, solo para descubrir que tras el mosaico se esconde una caja de recuerdos que
algún niño atesoró en otros tiempos. Entusiasmada, Amélie decide devolverle el tesoro.
Por medio de delicados y finos estratagemas, única forma de sortear su timidez, Amélie le entrega
el tesoro a su antiguo dueño, Dominique Bredoteau. Al ver su emoción decide dedicarse a ayudar
a los demás. Después de todo: “Es mejor consagrarse a otros que a un enano de jardín”, dice
Amélie.
A partir de ese momento, Amélie se dedica a ayudar a otros a arreglar su vida sin ser notada, pero
algo parece faltarle. Su vecino Raymond la observa con preocupación. Para él, Amélie es como la
joven del vaso de agua en el cuadro El almuerzo de los remeros de Renoir, cuya mirada perdida
expresa, en el fondo, una falta de compromiso con su propia vida.

Amélie se enamora de Nino, un joven al que ve dos veces en el metro hurgando debajo de
fotomatón y que deja caer accidentalmente un álbum con una colección de fotografías
descartadas. Ahora tendrá una excusa para buscarlo: devolverle su portafolio. Tras fallar
consecutivamente en sus estratagemas a causa de su temor, Amélie se da por vencida hasta que,
finalmente, será Nino quien vaya a su encuentro.

2. Aprendizaje de cadena de favores

El narrador insiste en contarlos. Reconocer los pequeños detalles que hacen singulares a las
personas son los signos de una relación atenta, constructiva, amorosa y redentora. Por eso Amélie
usó esos detalles para ayudar.
Amélie, que logró ayudar a todos, no puede ayudarse a sí misma. Así, ella conocerá cuál es el
verdadero centro de toda salvación: el amor y la relación. Amélie es rescatada del abismo por su
red de amistades, a quienes ella ha dado tanto: Gina, por un lado, el hombre de cristal, por el otro.
Pero finalmente, Nino, quien no tiene miedo del amor. A final de todo, ellos la impulsan indirecta
o directamente, a recibir su fabuloso destino.

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