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LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Deisy Yadira Guerrero Niño

Ingeniería Industrial, Universidad Francisco de Paula Santander

Código 1192502

11/6/2022
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LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

El éxito y el bienestar de nuestras vidas depende en gran medida de nuestras

conexiones y confianza en nosotros mismos, por lo cual es la Inteligencia Emocional la que se

convierte en la reina de la felicidad y el éxito, Pero ¿Qué es inteligencia emocional? es el

conjunto de las necesidades que nos permite comprender y reconocer nuestras emociones y

sentimientos, para luego decidir y controlar nuestro comportamiento, puesto que es importante

saber manejar la inteligencia emocional que marca la diferencia para aquellos que pueden

avanzar felizmente en la vida, evitar dificultades o encontrar un camino frente a las dificultades

emocionalmente influyentes.

El 75% del éxito profesional se debe al uso exitoso de la inteligencia emocional no solo

para uno mismo sino también para los demás al empatizar, influir y persuadir a los demás, por

lo tanto, la inteligencia emocional en el trabajo es fundamental por indudables motivos que

permiten manejar las diferentes situaciones en las que aparece las emociones que se pueden

experimentar en el día a día. De lo contrario, se interrumpirá la comunicación dentro del equipo

de trabajo y la organización, se producirán fallas y conflictos, empeorarán las relaciones

interpersonales y, en última instancia, se verá afectado negativamente el nivel de productividad

dentro de la organización. ¿Puedo desarrollar o fortalecer la inteligencia emocional? Nuestra

capacidad para gestionar nuestras emociones y las de los demás no cambia mucho a lo largo

de nuestra vida, los factores que más determinan son la herencia, el aprendizaje y los cambios

físicos y químicos que parecen ser la crianza, los genes y las experiencias de la niñez, o, en

otras palabras, la naturaleza, la crianza y las lesiones. No es que la inteligencia emocional no

se pueda desarrollar, pero para lograr un cambio profundo hay que dedicar tiempo y esfuerzo

para lograrlo, es importante desarrollar habilidades como la autoconciencia, la autoconciencia y

la autoconciencia, empatía, motivación y habilidades sociales.

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Para desarrollar una mejor inteligencia emocional, necesitamos entender qué es el

cociente de inteligencia (CI) y el cociente emocional (CE). Mientras que el coeficiente de

inteligencia es un número obtenido de una prueba estandarizada (la prueba de inteligencia cl)

que representa la capacidad cognitiva y la capacidad de resolver y comprender mediante el

razonamiento, el coeficiente emocional es un valor que indica el nivel de inteligencia emocional

de una persona y se considera no muy medible, en lugar de invisible. Steve y John muestran en

el texto las diferencias y la relación que existe entre el coeficiente intelectual y el coeficiente

emocional plantea que el coeficiente intelectual no lo es todo, de hecho, afecta mucho menos

de lo que creíamos y que es algo que a ninguno nos debería sorprender, si observamos a

nuestro alrededor podremos analizar cuantas personas existen con un elevado coeficiente

intelectual y sin embargo poseen pocas habilidades comunicativas, sociales y competencias

personales. La inteligencia emocional se puede entrenar y mejorar a lo largo de toda la vida y

esta es la principal diferencia que presenta con el coeficiente intelectual, por otra parte, el

coeficiente intelectual se viene dando de manera genética y se desarrolla cuando somos niños,

una vez llegados a adultos se mantiene como se ha definido y no se puede desarrollar sin

embargo la inteligencia emocional no nos viene marcada por carga genética, sino que se

empieza a desarrollar y toma forma durante la infancia, pero se sigue desarrollando a lo largo

de toda la vida, sobre todo, si trabajamos en ello.

Steve y John muestran en el texto la diferencia y relación entre el Coeficiente Intelectual

y el Cociente Emocional, argumentan que el coeficiente intelectual no lo es todo, de hecho,

claramente afecta mucho menos de lo que se pensaba anteriormente y esto es algo que a

ninguno de nosotros nos debería sorprender. Si miramos a nuestro alrededor, podemos ver

cuántas personas tienen un coeficiente intelectual alto, pero bajo. habilidades interpersonales,

sociales e interpersonales. La inteligencia emocional se puede practicar y mejorar a lo largo de

la vida y esta es la principal diferencia que presenta con el CI, por otro lado, el CI nos viene
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dado genéticamente y se desarrolla a medida que envejecemos, somos pequeños, una vez

llegados a adultos se mantiene como se ha determinado y no se puede desarrollar sin embargo

la inteligencia emocional no nos viene marcada por carga genética, sino que se empieza a

desarrollar y toma formación colgante la infancia, pero se sigue desarrollando a lo largo de vida.

Por otra parte, encontramos que existen trece áreas del carácter y los diferentes tipos de

inteligencia básicos como se muestra a continuación cada una de estas áreas con algunos tipos

de inteligencia para ellas.

Energía emocional: es la energía de que dispone la persona para hacer frente al estrés,

la frustración, el conflicto o la presión, es una porción de energía personal utilizada para llevar a

cabo impulsos personales.

En esta área tenemos: baja energía emocional: las personas lentas conservan energía y

tienden a no tener prisa, tienen bajos niveles de motivación, se mueven lentamente, no

participan en actividades diversas o vibrantes; Energía emocional alta: las personas con un

ritmo acelerado son activas, activas y motivadas y no pasivas ni deprimidas, tienen la energía

suficiente para desempeñarse en un entorno exigente.

Estrés emocional: es el grado en que los sentimientos incomodos inquietan a una

persona. En este ámbito tenemos: bajo nivel de estrés: personas relajadas: son tranquilas,

libres de ansiedad y presión, son intrépidas, no le temen a nada, tienden a llevar estilos de vida

activos, moderación, actitud positiva y buena autoestima;alto estrés: personas estresadas: les

importa mucho el desempeño y encontrar la mejor manera de salir adelante en su entorno, les

importa mucho lo que está pasando en sus vidas.

Optimismo: nos dice en qué grado ve la persona el mundo bajo una luz positiva o

negativa. En esta área tenemos: el optimismo bajo: persona crítica: capaz de ver rápidamente y

con naturalidad lo que está mal en las cosas o en las personas, medianamente serio,
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introspectivo, alerta, temeroso e infeliz, puede cambiar o molestar a los demás; gran optimista:

optimista.

Autoestima: es la tendencia a valorarse y a aceptarse uno mismo. Mide el grado en que

las personas se aprecian a sí mismas y lo positivamente que se ven a sí mismas. Dentro de

esta área tenemos: baja autoestima: persona humilde: es muy consciente de las faltas y

defectos personales que ve en sí mismo, no tiene una idea elevada de sus cualidades

personales; autoestima alta Personas seguras de sí mismas: se muestran muy satisfechas

consigo mismas, mantienen una actitud defensiva ante sus actos.

Compromiso con el trabajo: es la tendencia a trabajar duro a hacer las cosas y a asumir

las responsabilidades. Esta característica de la inteligencia emocional contribuye a medir la

dedicación de una persona al cumplimiento de las tareas. Dentro de esta área tenemos: la

persona ociosa: prefieren pasar su tiempo completando tareas, haciendo cosas necesarias,

tienden a mirar mucho el reloj y esperan con impaciencia la hora de salir del trabajo; la persona

trabajadora: pase el tiempo de manera productiva.

Atención a los detalles: medir el grado en que la persona presta atención a lo que está

haciendo. Esta medida de inteligencia emocional también indica el grado en que la persona se

esfuerza por lograr la perfección en las tareas que realiza.

La atención al detalle es un rasgo personal muy importante. Este rasgo, sumado al

compromiso con el trabajo, constituye lo que se conoce como ética del trabajo. En esta área

tenemos: bajo nivel de compromiso con el trabajo: personas espontáneas; atención al detalle

elevada: persona prudente.

El deseo de cambio: mide el grado en que a las personas les gustan los cambios en su

entorno, en sus creencias o en sus conductas. Dentro de esta área: el nivel bajo de deseo de

cambio; la persona rutinaria: La persona rutinaria desea pocos cambios, se sienten

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desorientadas cuando tienen que realizar cambios significativos, el deseo de cambio elevado; la

persona orientada al cambio: a estas personas le gusta el cambio, las tareas nuevas le disgusta

las rutinas.

La valentía: Es la disposición para arriesgarse a daños, pérdidas, penalidades o

incomodidades físicas para alcanzar una meta deseada. En esta área tenemos: El nivel bajo de

valentía; las personas cautas: a este tipo de personas no le gusta salir de su Zona de Confort,

tienden a perder oportunidades e ignorar adversidades. El nivel alto de valentía; la persona

valiente: Se arriesgan por cumplir sus metas deseadas.

La decisión: es la tendencia a formarse opiniones, a marcarse objetivos y a tomar

decisiones. Dentro de esta área encontramos: El nivel bajo de decisión; la persona indecisa:

Valoran la ayuda, la orientación, pero son indecisas al alcanzar una meta por falta de

planeación. El nivel alto de decisión; la persona decidida: Suelen tener confianza en sus tomas

de decisiones rápidas, rechazan la orientación.

La dominación: mide el grado en que una persona intenta motivar a los demás para que

crean o hagan algo también mide el grado en que una persona se resiste a someterse a los

demás. En esta área hablan: El nivel bajo de dominación; la persona sumisa: Estas personas

tienden a escuchar y colaborar, pero les resulta difícil ser dominantes. El nivel alto de

dominación; la persona dominante: Se sienten cómodas a expresar lo que sienten y a veces

lucen como personas preponderantes

La tolerancia: es el grado de paciencia de una persona con las molestias que le causan

las demás o el grado en que está dispuesta a soportarlas, la persona tolerante no se enfada

con facilidad.

Dentro de esta área tenemos: nivel bajo de tolerancia; la persona intolerante: No

aceptan insultos, ni desprecios, se enfadan con rapidez con demasiada rapidez. Nivel alto de
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tolerancia; la persona tolerante: Estas personas no se suelen ofender con facilidad y suelen

aceptar conductas inadecuadas y malos tratos

La consideración con los demás: es el grado en que la persona es comprensiva, atenta,

servicial y responsable. Dentro de esta área tenemos: el nivel bajo de consideración; las

personas egoístas. Son personas que no se conforman, en las competencias quieren ser el

primero sin importar nada, no les importa los sentimientos y emociones de los demás. El nivel

alto de consideración; las personas consideradas: Se preocupan por todo, están dispuestas a

escuchar, hacen mucho por los demás y descuidarse a sí mismo.

La sociabilidad: es la tendencia a conocer gente, a pasar tiempo hablando y a orientarse

al grupo. En esta área encontramos: el nivel bajo de sociabilidad; las personas reservadas: Son

personas independientes, le gustan hacer las cosas solas en todo momento. El nivel alto de

sociabilidad; las personas sociables: estas personas tienden a sentir interés y simpatía por los

demás, le gusta la popularidad.

En conclusión, la inteligencia emocional son un conjunto de habilidades que posee una

persona, la cual se adquiere desde su nacimiento o puede ser aprendida durante la vida,

permitiendo destacar las diferentes emociones que encaminan al manejo, el autocontrol y la

motivación de uno mismo, asi mismo según los autores del libro cómo medir la inteligencia

emocional, la cual nos menciona que la inteligencia emocional “es un conjunto de las

necesidades, impulsos y valores emocionales auténticos de uno, y dirigir todo su

comportamiento visible”, este libro nos brinda al público una gama de herramientas para lograr

la felicidad diaria y el éxito laboral basado en el manejo de las emociones y comportamientos

del individuo y a su vez se establece que la inteligencia emocional es esencialmente en primer

lugar. Debido a que se componen del autoconciencia o autoconocimiento, que puede

determinar qué tipo de inteligencia tienes, viendo lo bueno o los problemas que te ha causado,

si te da problemas, ponte a buscar soluciones que te puede trabajar gradualmente y llevarlos al

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problema, y tener un autocontrol emocional que nos permite reflexionar sobre las emociones, e

incluso puede contribuir con mejorar el bienestar personal y el desempeño laboral puesto que

es importante fijarse en las emociones en el día a día para lograr aportar un mejoramiento de la

inteligencia emocional en el trabajo, en efecto como resolver conflictos, se construyen

consensos, se persuade a los demás, se reconocen las ideas de los demás, se trabaja en

equipo, y los demás piensan y actúan, sé expresar mi opinión sin negar, esto se busca con el

fin de conocer a través de las personas, los diferentes puntos de vista y las habilidades que

poseen, permite aprender a manejar la inteligencia emocional para poder liderar un equipo de

trabajo promoviendo actitudes positivas. Por otra parte, el coeficiente intelectual se viene dando

de manera genética, se desarrolla cuando somos niños, pero una vez llegados a adultos se

mantiene y no se puede desarrollar, por ende, la inteligencia emocional si se puede practicar y

se logra mejorar a lo largo de la vida a lo contrario del coeficiente intelectual.